Zaratustra
Zaratustra
Zaratustra
len
DEL
Categoras del
pensamiento
Si no se logra capacidad de
leer as, no se admiracin:
entiende nada; idealizacin,
pero el
trabajo o labor;
espritu no es
slo
eso,
admiracin,
dedicacin,
fervor,
y
trabajo;
es el espritu
que
admira,
que
tiene grandes
ideales,
grandes
maestros
y una inmensa
capacidad de
trabajo
y
dedicacin; el
camello es el
espritu
sufrido,
el
espritu
que
busca
una
comunidad con
cualquier
cosa.
el espritu es
la
rebelin la
capacidad
tambin
contra
algo de oposicin:
crtica,
sigue
critica, rebelin
nio
oposicin
Como len se
hace solitario
casi siempre y
en el desierto
se
enfrenta
con el dragn
lleno
de
mltiples
escamas
y
todas
esas
escamas rezan
una
misma
frase:
t
debes.
Entonces
el
espritu
se
opone
al
deber, es el
espritu
rebelde, el que
toma el t
debes
como
una imposicin
interna contra
la
cual
se
rebela,
que
mata todas las
formas
de
imposicin
y
de
jerarqua,
pero
que
todava
se
mantiene en la
negacin.
el nio
es inocencia y
olvido,
un
nuevo
comienzo,
y
una rueda que
estando
determinada
por
aquello
contra lo cual
uno se rebela,
de la manera
en que
por ejemplo el
blasfemo sigue
siendo
religioso,
porque
para
pegarle
una
pualada
a una hostia
hay que ser
tan
religioso
como
para
tragrsela
Nuestra
capacidad de
olvidar
es
nuestra
superacin del
resentimiento.
la
capacidad de
creacin:
sin
oponernos
a
nada, de juego,
de inocencia,
de rueda que
gira.
El espritu es
las tres cosas;
slo si esas
tres cosas se
combinan
funciona el
pensamiento
filosfico;
cuando
cualquiera de
las
tres
se
enuncia sola es
una
determinada
frustracin,
una
filosofa
sombra,
un
dogmatismo o
una
idealizacin
de
cualquier
tipo,
o
una
filosofa
rebelde que no
es ms que
rebelin, o es
tambin
una
filosofa
que no tiene ni
apoyo
en
aquello a lo
que
busca
integrarse, ni
en
aquello contra
lo que lucha
sino que se
predica
slo
como juego y
que
como
juego
slo
es
anarquismo
vaco.
PROBLEMA DE LA INTERPRETACIN
interpretar; si no, no entendemos nada.
Nietzsche dice comentando algunos artculos sobre su obra: Creo que la
incomprensin que tienen hacia m, es en el fondo alejada de la lengua que yo
hablo; todava no pueden llegar a mis textos ya que cuando uno no oye nada,
puede tener la ilusin de que all no se dice nada, entonces, hace falta un tiempo
para que me oigan. En todo caso los que me elogian estn ms lejos de m,
incluso que los que me critican.
Es al primer discurso del Zaratrusta al que Nietzsche se refiere cuando dice que la
lectura requiere la interpretacin en el sentido fuerte. Es precisamente por eso
que
su estilo logr imponer la necesidad de interpretar.
Zaratustra Tiene pues una situacin muy particular, ya que se puede recibir como
poesa, o se puede hacer una lectura religiosa; en realidad es un libro muy
exigente con el lector; hay que cogerlo casi que prrafo por prrafo y someterlo a
una interpretacin: eso es lo que exige del lector.
Nietzsche es particularmente explcito sobre este punto al final del prefacio a la
Genealoga de la moral (1887) y al final del prefacio a Aurora: No escribir de
otra cosa ms que de aquello que podra desesperar a los hombres que se
apresuran.
No se trata, sin embargo aqu, como podran hacer pensar ste y muchos otros
textos del Afn del hombre moderno que requiere informarse lo ms
rpidamente posible y al que debirase oponer una lectura lenta, cuidadosa, y
rumiante.
Al poner el acento sobre la interpretacin Nietzsche rechaza toda
concepcin naturalista o instrumentalista de la lectura: leer no es recibir,
consumir, adquirir, leer es trabajar.
LECTURA TEXTO
Lo que tenemos ante nosotros no es un mensaje en el que un autor nos informa
por medio de palabras ya que poseemos con l un cdigo comn, el idioma sus
experiencias, sentimientos, pensamientos o conocimientos sobre el mundo; y
nosotros provistos de ese cdigo comn procuramos averiguar lo que ese autor
nos quiso decir.
Que leer es trabajar, quiere decir ante todo que no hay un tal cdigo comn al
que
hayan sido traducidas las significaciones que luego vamos a descifrar. El texto
produce su propio cdigo por las relaciones que establece entre sus signos;
genera, por decirlo as, un lenguaje interior en relacin de afinidad, contradiccin
y diferencia con otros lenguajes, el trabajo consiste pues en determinar el valor
que el texto asigna a cada uno de sus trminos, valor que puede estar en
contradiccin con el que posee el mismo trmino en otros textos.
Traemos esto a cuento, slo para indicar que toda lectura objetiva, neutral o
inocente es en realidad una interpretacin: la dislocacin de las relaciones
internas de un texto para someterlo a la interpretacin de la ideologa dominante.
no hay un tal cdigo comn. Cuando uno aborda
el texto, cualquier que sea, desde que se trate de una escritura en el sentido
propio
del trmino, es decir, en el sentido de una creacin, no de una habladura, como
dice Heidegger (por que las habladuras tambin se pueden escribir, eso es lo que
hacen todos los das los periodistas, escribir habladuras) cuando se trata, de una
escritura en el sentido fuerte del trmino entonces no hay ningn cdigo comn
previo, pues el texto produce su propio cdigo, le asigna su valor; ese es un punto
importantsimo en la teora de la lectura; (EJEMPLO DEL MARXISMO
CDIGO
el texto produce su cdigo, no tenemos un cdigo comn, tenemos que extraer el
cdigo del texto mismo.
Cdigo quiere decir un trmino al que
el receptor y el emisor asignan un mismo sentido. Sin un trmino al que se le
asigne un mismo sentido no hay mensaje y por eso, por ejemplo, un hablante de
una lengua como el chino u otra lengua desconocida, no constituye para nosotros
un mensaje porque no tenemos cdigo comn. El problema de la lectura es que
nunca hay un cdigo comn cuando se trata de una buena escritura.
Tenemos que descifrar el cdigo de la manera como esa escritura lo revele. La
literatura como la filosofa imponen un cdigo que hay que definir y el texto lo
define; cada trmino se define por las relaciones necesarias que tiene con los
otros
trminos.
EJEMPLO
Si nosotros no llegamos a definir qu significa para Kafka el alimento, entonces
nunca podremos entender La metamorfosis, Las investigaciones de un perro,
El artista del hambre, nunca los podremos leer; cuando nosotros vemos que
alimento significa para Kafka motivos para vivir y que la falta de apetito significa
falta de motivos para vivir y para luchar, entonces se nos va esclareciendo la
cosa.
INTERPRETAR
Pero si queremos saber qu significa interpretar, partamos de una base:
interpretar
es producir el cdigo que el texto impone y no creer que tenemos de antemano
con el texto un cdigo comn, ni buscarlo en un maestro. Ah! es que todava no
tengo elementos, dicen los estudiantes; el estudiante se puede caracterizar como
la
personificacin de una demanda pasiva. Explqueme, deme elementos,
cules son los prerrequisitos para esta materia?, cmo estamos en la
escalera?, cuntos aos hay que hacer para empezar a leer El Quijote? No hay
que hacer ningn curso.
Hay que aprender a pensar. Lo que se les olvida de El Capital, a todos los
marxistas es el prlogo. Esta obra no requiere conocimientos previos, slo la
capacidad de saber pensar por s mismos. No podemos leer a Marx con la disculpa
de que realmente me faltan elementos, sera mejor haber conocido a Hegel,
entonces vamos con Hegel pero Hegel est discutiendo a Kant, entonces me
faltan
elementos y vamos con Kant, pero Kant est discutiendo a Hume, entonces me
faltan elementos y vamos con Hume, pero Hume est discutiendo a Descartes y
vamos... y entonces comience con Tales de Mileto y cuando tenga 80 aos
llegar a Scrates, si le va bien.
Lo que le falta no son elementos, lo que le falta es
interpretacin, posicin activa, discusin con el texto. Pero el estudiante tiene una
posicin pasiva, deme elementos, mtodos, es decir cabestro, pero cul es el
mtodo? El mtodo es pensar, es interpretar, criticar. Se puede empezar un
estudio de filosofa perfectamente con El Ser y el Tiempo de Heidegger, los
prerequisitos
estn en el texto mismo
EDUCACIN
Pero la educacin es un sistema de prohibicin
del pensamiento, transmisin del conocimiento como un deber, el conocimiento
como algo dado, petrificado. Qu le falta para leer el Quijote? Le falta aprender a
leer. Qu elementos ni qu apoyos, ni qu crticos, ni qu muletas, ni qu
cabestro! Le falta aprender a leer, eso es lo que pasa y por eso no siente la
maravilla del tono, del estilo, no siente la msica secreta, la finura de la parodia,
la terrible ponzoa de Cervantes.
Don Quijote cree en los libros de caballera, es
una locura, por qu una locura? Porque no son una ideologa dominante y por
eso los pone Cervantes; en cambio si fueran una ideologa dominante no seran
una locura.
pregunta, y esto qu quiere decir?. Ese profesor puede ser uno mismo, puede
ser imaginario o real, pero siempre hay una demanda de cuentas a alguien, en
vez
de pedirle cuentas al texto, de debatirse con el texto, de establecer un cdigo.
AUTOR TEXTO LECTOR
Pero no vaya a creerse que el trabajo a que aqu nos referimos consiste en
restablecer el pensamiento autntico del autor, lo que en realidad quiso decir. El
as llamado autor no es ningn propietario del sentido de su Textos.
Si cogemos el ejemplo del Quijote, el verdadero problema no es el preguntarse
qu quera decir Cervantes; el problema es qu dice el texto y el texto siempre
dice las cosas que se escapan al autor, a la intencin del autor. El autor no es una
ltima instancia.
ESCRITURA
la dificultad de escribir, la gravedad
de escribir, es que escribir es un desalojo. Por eso, es ms fcil hablar; cuando
uno
habla tiende a prever el efecto que sus palabras producen en el otro, a justificarlo,
a insinuar por medio de gestos, a esperar una corroboracin, aunque no sea ms
que un Shhh, una sea de que le est cogiendo el sentido que uno quiere; cuando
uno escribe, en cambio, no hay seal alguna, porque el sujeto no lo determina ya
y
eso hace que la escritura sea un desalojo del sujeto.
La escritura no tiene receptor
controlable, porque su receptor, el lector, es virtual, aunque se trate de una carta,
porque se puede leer una carta de buen genio, de mal genio, dentro de dos aos,
en otra situacin, en otra relacin; la palabra en acto es un intento de controlar al
que oye; la escritura ya no se puede permitir eso, tiene que producir sus
referencias y no la controla nadie; no es propiedad de nadie el sentido de lo
escrito. Este sentido es un efecto incontrolable de la economa interna del texto y
de sus relaciones con otros textos; el autor puede ignorarlo por completo, puede
verse asombrado por l y de hecho se le escapa siempre en algn grado:
Escritura
es aventura, el sentido es mltiple, irreductible a un querer decir, irrecuperable,
inapropiable. Lo anterior es suficiente para disipar la ilusin humanista,
pedaggica, opresoramente generosa de una escritura que regale a un Lector
Ocioso (Nietzsche) un saber que no posee y que va a adquirir.
TEORA DE LA LECTURA
En ltima instancia nadie puede escuchar en las cosas, incluidos los libros,
ms de lo que ya sabe. Se carece de odos para escuchar aquello a que no se
tiene
acceso desde la vivencia. Imaginmonos el caso extremo de un libro que no hable
Como produccin, la lectura es: trabajo, deber, empleo til del tiempo.
Actividad por medio de la cual uno se vuelve propietario de un saber, de una
cantidad de conocimientos, o en trminos ms modernos y ms descarnados, de
una cantidad de informacin, y, en trminos algo pasados de moda, adquiere
una
cultura. Este es el perodo del ahorro, de la capitalizacin; aqu es necesario abrir
la caja de ahorros, la memoria, y sus sucursales: archivadores, notas y ficheros.
interna de su produccin.
-Esta mquina es un aparato volitivo y tambin un mito tcnicamente representado: sus planos obedecen a la
traduccin tcnica de unas viejas palabras agreg.
El escepticismo tom forma en el rostro annimo de los circunstantes. Levemente, elMU cambi de color: su azul
brillante se enturbi con tonalidades rojizas. En realidad, la audiencia se habra burlado del sabio psicofsico, si la
presencia del MU no fuera un testimonio decisivo.
-Los MU no siempre son azules, lo repito. -dijo Namu-. Ahora trnase rojizo, porque est a punto de desaparecer.
Cuando lleg, el MU era azul radiante, porque todos nosotros lo vimos y cremos en l porque ah estaba. Ahora que
intento explicar cmo vino al mundo y quin es el MU, ustedes no me creen y el impacto psicolgico de su
escepticismo cambia la naturaleza de los MU. Esto hace que la iluminacin que producen sea siempre fugaz.
Dichas estas palabras, los inteligentes prejuicios de la audiencia aumentaron y aquello que estaba al lado del
psicofsico subi de color como un carbunclo hasta llegar al rojo vivo, luego tornse blanco y despus desapareci. No
emiti calor, no hizo ningn ruido, ni siquiera se movi: simplemente dej de estar entre los hombres.
Namu fue implorado de construir otro MU, pero se neg. En vano sus colegas y alumnos se acercaron al singular
aparato de la voluntad y murmuraron a su odo electrnico la palabra en cuestin. La mquina fue sorda a sus
intentos y ni una leve sombra de MU enturbi el hueco de luz.
II
Pero los MU, lo mismo que todos los seres que viven en la regin de lo nonato, pugnan por venir al mundo. En
realidad un MU que ha sido pronunciado ya nunca deja de existir; puede que cambie de forma, que use un tipo de
materia ms sutil, que mude su color a una frecuencia invisible, pero ya nunca quedar tranquilo e intervendr
chocarreramente en cada oportunidad que se presente para tratar de volver. Su medio natural son los sueos, en
donde viven los MU como en su propia casa.
As fue como el sabio psicofsico so una vez un sueo prodigioso: brillando con su azul mejor, un MU hallbase en
medio de un hemiciclo enorme. A sus espaldas se elevaba una gigantesca parafernalia de glincaln y metal y frente a
l hacinbase una multitud de pequeos MU nonatos. Un silencio tangible pesaba sobre esa multitud anhelante.
En un gesto vagamente recordado, el MU se inclin sobre el inmenso aparato, mientras manipulaba un control. La
slaba sagrada se oy ntidamente, pronunciada sobre el odo mecnico, repetida mil veces por el eco de las cmaras
neumticas.
-NA!
Las miradas de los MU nonatos se dirigieron sincronizadamente hacia el espacio vaco que esperaba como un hueco de
luz al extremo del saln. Hubo una leve turbacin y Namu apareci, intangible y aparentemente vivo bajo el haz de
luz.
Un murmullo de admiracin escap de la audiencia, sorprendida porque nunca haba visto a Namu y tambin porque
no haba sabido nunca, hasta ese instante, que un hombre pudiera ser producido en forma tal.
El MU se azul, complacido, mientras giraba sobre s mismo como una peonza. Luego fue hacia Namu -que segua
soando-, lo tom de la manoy lo condujo a la parte central del hemiciclo. Una vez all, con el sabio a un lado, se
dirigi a sus congneres:
-Los hombres viven sumidos en un estado singular llamado sueo, que generalmente confunden con la inteligencia
-dijo el MU-. Cuando hablan y caminan creen estar despiertos pero la conciencia de los hombres est siempre dormida
aunque suea estar despierta.
-De dnde vienen? -pregunt alguno.
-Del mundo exterior -respondi el MU.
-Y esa mquina? inquiri otra vez.
-Es el organismo dentro del cual vivimos -dijo el MU mientras acariciaba con la mirada los circuitos servomotores, las
neuronas y todos aquellos contactos, pasadizos intrincados y cavernosos, masas grises y blanduzcas que formaban el
cuerpo celular de Namu. Luego dijo en un susurro: Esta mquina es el aparato de la voluntad, que los seres humanos
han olvidado utilizar.
El desconcierto oper un cambio de color en la audiencia, que se torn rojiza y Namu despert.
III
Dispuesto a realizar la enseanza que haba recibido en sueos, el viejo psicofsico se inclin sobre el aparato que
reemplazaba la voluntad, arremang las mangas de su tnica y comenz a destruirlo concienzudamente, hasta que la
voluntad mecnica qued reducida a una chatarra. Luego, en medio del silencio expectante, dijo claramente:
-NAMU!
Sorprendidos, los circunstantes lo oyeron pronunciar su propio nombre. Dirigieron la mirada hacia el nido de luz y
vieron a otro Namu, idntico al primero, caminar en derechura hacia l. En la fraccin de un segundo, vieron las
imgenes sobreimponerse, fundirse la una en la otra, hasta formar una sola.
El maestro Namu sonri complacido, y abri los brazos en un gesto ritual. Luego se dirigi a la concurrencia:
-Na-mu es el S y es el No y no tiene color, porque es todos los colores. No se divide en consciente e inconsciente. No
distingue entre el sueo y la vigilia porque su realidad es el resultado de los dos. No posee una cara interna y otra
externa, sino un solo rostro unificado. No reconoce noche y da, bien ni mal, tristeza o alegra porque ha aceptado que
los contrarios forman parte de su ciclo vital. Por lo tanto Namu, el hombre que ha pronunciado su nombre, es Uno
solo, de naturaleza inmortal.
A continuacin, el viejo sabio psicofsico se puso a escuchar -con sus propios odos- el nombre de todos los presentes.
Cada vez que lo hacan, la Voluntad de la Verdad creca en ellos, iluminndolos con una nueva Luz.
Ren Rebetez