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Las Torres de Satélite

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DANIEL GARZA USABIAGA

facultad de filosofa y letras, unam

Las Torres de Satlite:


ruina de un proyecto que nunca se concluy

medio siglo de su construccin, las Torres de Satlite se encuentran en condiciones de pronunciado deterioro, sufrido a lo largo de
las dcadas. No hay duda de que este conjunto escultrico, concebido por el arquitecto Luis Barragn y el escultor Mathias Goeritz en 1957, se ha
convertido en un espacio representativo del Distrito Federal y su rea metropolitana, en un hito y una marca urbana, as como en una pieza emblemtica
e ilustrativa de la obra de sus autores. Incluso, se puede afirmar que las Torres,
durante la segunda mitad del siglo xx, llegaron a constituir, en cierto modo,
un smbolo de la modernidad del pas entero.1 Debido a todos estos factores
y otros, como una infructuosa controversia sobre los crditos de su autora, su historia, lo que les dio su razn de ser, ha quedado prcticamente olvidada, mientras que su anlisis crtico se ha postergado eternamente.2 Hoy en
1. Esta cuestin la he desarrollado en el texto Las Torres de Satlite. Escultura moderna y
smbolo de modernidad (de prxima publicacin). Ah explico tambin que esa obra constituye
el primer ejemplo de una segunda forma de entender el arte pblico en Mxico durante el siglo
xx: la escultura monumental urbana que recurre a estructuras primarias y a formas que tienden
a la abstraccin. Durante la segunda mitad del siglo pasado esta forma de arte pblico desplaz
al muralismo.
2. Un par de publicaciones que han examinado parcialmente las Torres de Satlite son Larissa
Pavlioukova y Adrin Soto, El tema de la torre en la obra de Mathias Goeritz, en Ida Rodrguez
Prampolini y Ferruccio Asta (eds.), Los ecos de Mathias Goeritz. Catlogo de la exposicin, Mxico,
Antiguo Colegio de San Ildefonso/Universidad Nacional Autnoma de Mxico-Instituto de Investigaciones Estticas, 1997, pp. 143-168, y Louise Noelle, Luis Barragn. Bsqueda y creatividad,
Mxico, Universidad Nacional Autnoma de Mxico, 1996, p. 143. Estos dos textos, especializados

ANALES DEL INSTITUTO DE INVESTIGACIONES ESTTICAS, NM.

94, 2009

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da se olvida que las Torres son un resto, lo que queda de un proyecto urbano
que fracas por completo en el intento de materializar sus intenciones. Uno de
los propsitos de este artculo es sacar de nuevo a la luz algunos aspectos del
proyecto original que enmarca a las Torres, para as ponderar la enorme distancia que separa al ideal del estado presente de las cosas. En segundo trmino,
se persigue discutir de manera crtica esa obra, especialmente como parte del
programa, compartido por sus dos autores, de la arquitectura emocional. Ms
que llegar a conclusiones finales, se pretende iniciar una reflexin que, en este
caso, parte de la restitucin de un motivo, el de la torre, que hacia la segunda
mitad del siglo xx ya resultaba totalmente anacrnico. Significa esto una restauracin? Y, de ser as, de qu tipo? stas son algunas de las cuestiones a las
que se busca dar respuesta aqu.

Punto de partida
Las Torres de Satlite se construyeron en 1957, con el fin de marcar la entrada
a una nueva ciudad, del todo autnoma, que se ubicara fuera de la ciudad
de Mxico. Ciudad Satlite fue el nombre de este proyecto dirigido por el arquitecto Mario Pani, quien concibi tal empresa como la primera de una red
de ciudades similares alrededor de la gran capital. Pani invit al arquitecto tapato Luis Barragn para proyectar una plaza monumental que sirviera como
puerta de entrada a esa nueva urbe. A su vez, Barragn llam a su colaborador
Mathias Goeritz, con quien ya haba trabajado en proyectos afines, aunque de
menor escala, en dos ocasiones. Goeritz, proveniente de Europa, se haba establecido en Guadalajara en 1949 y a principios de los aos cincuenta Barragn
lo conoci y lo invit a disear una escultura para la entrada del fraccionamiento Jardines del Pedregal. Se trata de El animal del Pedregal (1951), que se
convirti rpidamente en smbolo distintivo de la zona. Los autores hicieron
en el estudio de la obra de cada uno de los autores, son representativos del por lo general somero
anlisis de las Torres de Satlite. El ensayo que, hasta la fecha, ha estudiado con mayor profundidad las Torres de Satlite es el de Peter Krieger, Potencial simblico y actualidad conceptual del
arte urbano de Mathias Goeritz, en Paisajes urbanos. Imagen y memoria, Mxico, Universidad
Nacional Autnoma de Mxico-Instituto de Investigaciones Estticas, 2006, pp. 183-227. Mi
investigacin Las Torres de Satlite. Escultura moderna y smbolo de modernidad coincide en
varios puntos con su anlisis. Sin embargo, ninguno de estos textos ha revisado la construccin
de las Torres dentro del contexto ms amplio del proyecto de la nueva Ciudad Satlite.

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mancuerna de nueva cuenta en el desarrollo Jardines del Bosque en Guadalajara (1957). Estas colaboraciones, entre otras, son evidencia de una empresa
compartida en que los proyectos de ambos autores se identificaban y que se
conoce a travs de lo que Goeritz publicit en el Manifiesto de 1954 como
arquitectura emocional, ejemplificada con su Museo Experimental El Eco
(1952). Esta arquitectura se situ de manera crtica ante el estilo internacional
que privilegiaba la funcionalidad respecto a cualquier otra consideracin. En
oposicin a ello, el proyecto compartido de Goeritz y Barragn juzgaba que lo
ms importante en la arquitectura no es la funcin, sino provocar emocin.
Adems de inscribirse en el proyecto de la arquitectura emocional, la discusin de las Torres de Satlite no debe perder de vista su contexto original, es decir, el umbral de una nueva ciudad totalmente moderna. Ms que
esto, para Pani Ciudad Satlite contaba con un carcter anticipatorio que la
haca, de hecho, una ciudad del futuro. Las intenciones urbansticas de los
proyectos de Pani se remontan a su propuesta relativa al crucero Insurgentes-Reforma, que parte del concurso convocado en 1944 por el peridico
Exclsior para realizar un monumento a la madre. Ser tambin en este proyecto donde Pani, junto a Jos Luis Cuevas, funde el Taller de Planificacin
y Urbanismo del Banco Internacional Inmobiliario.3 Posteriormente, Pani
concreta algunas de sus propuestas sobre urbanismo al construirse la Ciudad
Universitaria. Sin embargo, no ser hasta 1957, en Ciudad Satlite, cuando
Pani vea del todo realizadas sus intenciones con el proyecto de construccin
de una ciudad creada ex nihilo.
El diseo de Ciudad Satlite, as como el terreno que ocupara, dependieron
del encargo que recibi el Taller de Planificacin y Urbanismo, dirigido por
Pani, para elaborar el Plan Regional Norte de la ciudad de Mxico, zona donde
se impulsaba el crecimiento industrial, especialmente en Naucalpan, Estado
de Mxico. El terreno estaba marcado por las lneas ferroviarias que iban hacia
el norte. Sera aqu donde se vislumbrara un eje vial al que se llam central que conectara a la capital con Ciudad Satlite y a sta con la autopista
a Quertaro, hasta llegar despus de pasar por Matehuala y Saltillo a Estados Unidos. El Eje Central era, en s, parte de la materializacin del sueo de la
Carretera Panamericana, al que ese pas nunca prest mucha atencin, mientras
que Mxico celebraba haber sido la primera nacin en terminar de construir
3. Mario Pani. Arquitecto, Mxico, Universidad Autnoma Metropolitana-Azcapotzalco/Limusa, 1999, pp. 63-71.

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su parte de la red.4 Como se puede apreciar, la ruta de modernizacin escogida


por Mxico en esta poca era clara. Se decidi que Ciudad Satlite se ubicara
en el kilmetro 14 de ese Eje Central, conforme al ideal de Pani de crear una
ciudad fuera de la ciudad. Esta solucin tambin responda a las polticas sobre
desarrollo urbano impuestas por el entonces regente Ernesto Uruchurtu (19521967), que limitaban el crecimiento de la ciudad en la zona centro y daban pie
a la creacin de nuevos asentamientos en la periferia. El gobierno del Estado de
Mxico aprob la construccin de Ciudad Satlite el 9 de enero de 1957.5 Las
labores de construccin empezaron casi de inmediato.
Meses despus, el 12 de septiembre, Pani dict la conferencia Mxico. Un
problema, una solucin ante la Sociedad de Arquitectos Mexicanos. Ah present su proyecto de Ciudad Satlite, sus caractersticas, ventajas y potencial.
Esta conferencia se public posteriormente en distintas ediciones como una
herramienta de promocin tanto de las ideas de Pani como del proyecto de la
nueva urbe.6 Cabe mencionar que en la edicin original se incluy la primera representacin grfica de las Torres, estructura que para esas fechas ya estaba
en proceso de construccin. Tambin se public otra serie de ilustraciones,
de extraordinaria calidad, que dieron a conocer otros aspectos y espacios de
la nueva ciudad: sus pasos a desnivel, las supermanzanas, el centro comercial,
entre otros. Tal como se revela en el texto de Pani, lo que en general define
la modernidad de Ciudad Satlite es su orden y su organizacin racionales,
su entera planificacin para llegar a ser una ciudad con lmites, capaz de
satisfacer las demandas de slo un determinado nmero de habitantes, en este
caso no ms de 200 000. La demanda del crecimiento demogrfico se ira satisfaciendo, segn el ideal de Pani, mediante la construccin de otras ciudades
similares que formaran una red de rbitas alrededor de la capital.
La concepcin de la nueva Ciudad Satlite parte de las reflexiones de Pani
sobre la forma de solucionar los problemas de la creciente concentracin urbana establecida, a raz del centralismo, en la capital. Tambin incluye una revi4. Wendy Waters, Remapping Identities: Road Construction and Nation Building in Postrevolutionary Mexico, en Stephen Lewis y Mary Kay Vaughan (eds.), The Eagle and The Virgin.
Nation and Cultural Revolution in Mexico, 1920-1940, Durham, Duke University Press, 2006,
pp. 232-235.
5. Gaceta del Gobierno. rgano del Gobierno Constitucional del Estado de Mxico, Toluca de
Lerdo, t. LXXXIV, nm. 13, mircoles 14 de agosto de 1957, p. 2.
6. Un caso de esto es el sobretiro del nmero 60 de la revista Arquitectura-Mxico, diciembre
de 1957.

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1. Ubicacin de Ciudad Satlite en el Eje Central. Imagen tomada de Pani, Mxico.


Un problema, una solucin, Arquitectura-Mxico, nm. 60, diciembre de 1957, p. 40.
Fondo Mathias Goeritz. Archivo del Centro Nacional de Investigacin, Documentacin
e Informacin de Artes Plsticas del Instituto Nacional de Bellas Artes.

sin histrica de distintas propuestas de urbanismo y una particular perspectiva


del ser humano que Pani imagina como usuario de su proyecto.7 Sobre esto
ltimo, Pani juzga necesario crear espacios de reposo y recreacin para que el
hombre pueda descansar, pensar y reflexionar como la nica forma civilizada
y culta de entender y de vivir la vida humana.8 Este tipo de espacios, donde
figuraran las reas verdes, son vitales para el autor del proyecto. Como el trmino lo sugiere, hay una clara influencia de las ideas de Jos Ortega y Gasset en
la concepcin del usuario imaginario propia de los planes de Pani. El factor
de la convivencia como pilar del espacio social y punto de partida para la creacin de una sociedad es una constante inquietud de ese arquitecto, que resuena
de acuerdo con las ideas del autor de La rebelin de las masas.9 Las previsiones
7. Un par de anlisis que estudian y exponen este ltimo tema son el de Russell Ellis y Dana
Cuff (eds.), Architects People, Oxford University Press, 1989, y el de Simon Richards, Le Corbusier
and the Concept of the Self, New Haven, Yale University Press, 2003.
8. Mario Pani, Mxico. Un problema, una solucin, texto de la conferencia que el autor
present el 12 de septiembre de 1957 en la tribuna de la Sociedad de Arquitectos Mexicanos,
p. 5. Publicacin incluida en Arquitectura-Mxico, nm. 60, op. cit.
9. Jos Ortega y Gasset, La rebelin de las masas, Madrid, Alianza, 1979 (1a. ed., Revista de
Occidente, 1930).

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que persiguen el propsito social de fomentar la convivencia sin segregaciones en los proyectos de Pani son una constante que se aprecia, por ejemplo,
en las unidades habitacionales conocidas como multifamiliares.10 Es un hecho
que, como Ortega y Gasset, Pani vea un proceso civilizatorio como fruto de
la convivencia social, antagnica a la disociacin que slo produce barbarie.11
Ms an, Pani y Ortega y Gasset coinciden en ver la ciudad moderna como la
representacin de la existencia actual; Pani, de hecho, llama hombres-urbe a
sus contemporneos.12 Sin embargo, va ms all de esto y, de acuerdo con el
filsofo espaol, anuncia que el destino, la victoria o la derrota del hombre se
encuentra no en el ejercicio de su libertad y su vitalidad, sino en el devenir de la
urbe. Aqu, Pani suena a Le Corbusier, sobre todo por el tono de urgencia que
imprime a sus palabras en el ltimo captulo de Vers une Architecture.13
En cuanto a su anlisis de propuestas en la historia del urbanismo, Pani
critica los proyectos que se proponen reconstruir la ciudad dentro de sus lmites como el Plan de Haussmann para Pars o el Plan Voisin (1925) de Le
Corbusier, ya que poseen un carcter destructivo que se dirige a la historia
de la fbrica urbana. Peor an, estas propuestas funcionaran, con el tiempo,
tan slo como un paliativo respecto a los problemas ms graves de la poca.
En cambio, de manera evidente, las propuestas que Pani prefiere son las que
plantean ciudades autnomas alrededor de un centro urbano mayor, como la
Ciudad lineal de Arturo Soria y Mata respecto a Madrid (1882), o localidades autnomas separadas del ncleo urbano, como el proyecto de la Ciudad
Industrial de Tony Garnier (1904). En lo relativo a proyectos de arquitectos
10. Pani, op. cit., p. 47.
11. Ortega y Gasset, op. cit., p. 100.
12. Sobre el grado de urbanizacin de Mxico durante esta poca se puede decir que en el Distrito
Federal la poblacin aument, de 1950 a 1960, de 3.7 a 5.4 millones de habitantes. Esto se debi,
en parte, a la acelerada industrializacin que experiment el pas a lo largo de esa dcada, cuya
actividad se concentr, con mayor fuerza, en la capital. La ciudad de Mxico se transform en el
principal centro industrial y absorbi, a finales de la dcada de los cincuenta, 47 por ciento de la
inversin pblica federal destinada a la industria, 60 por ciento del rengln de comunicaciones y
transportes, y 51.5 por ciento de la inversin total. Gustavo Garza y Salvador Rivera, Desarrollo
econmico y distribucin de la poblacin urbana en Mxico, 1960-1990, Revista Mexicana de
Sociologa. Censos y Poblacin en Mxico, vol. 55, nm. 1, enero-marzo de 1990, pp. 177-212.
13. Pani cita en primer trmino a Ortega y Gasset: Yo soy tanto como la suma de mi yo y de
mi circunstancia. La disyuntiva de salvarme o perderme es la disyuntiva de salvarme o perderme
con ella. Y, despus, concluye de manera tajante: Pues bien, la circunstancia de un hombre es
su ciudad. En ella y en su destino est la victoria o derrota del hombre. Pani, op. cit., p. 3.

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modernos, Pani juzga fragmentarias y rgidas las propuestas de Richard Neutra, Walter Gropius y Ernst May, entre otras.14 Luego de revisarlas, Pani concluye que la solucin de los problemas de la urbe moderna consiste en crear
la ciudad fuera de la ciudad: tal era la consigna.15 Con una empresa de ese
tipo, segn l, se poda enfrentar la problemtica del momento: la creciente
explosin demogrfica de la capital, la creciente demanda de servicios que ella
implicaba, la reduccin de espacio vital, el aumento del trfico, entre otros.
Ms an, al planificarse una urbe desde su arranque, se poda llegar a prever su
desarrollo fsico y demogrfico, econmico y social, y evitar problemas futuros
propios de la gran ciudad. Cabe mencionar que Pani, al efectuar su revisin
histrica de proyectos urbanos, destac la obra de Jean-Gastn Bardet, por
impregnar al urbanismo, a travs de su topografa humana, de un sentido
social cristiano.16 Es importante apuntar que esta referencia aislada a Bardet
sita a Pani cerca del proyecto de la arquitectura emocional.17 Quiz al saber
la lnea donde se definira la puerta de entrada a la nueva ciudad, Pani decidi
subrayar que sera distinta: un espacio donde se propiciara la convivencia
como punto de partida de una sociedad diferente. Sera una ciudad moderna,
aunque revestida con muros humanos. No est de ms mencionar que la
imagen de la publicacin Mxico. Un problema, una solucin, que lleva el
mismo ttulo, presenta una calle de la ciudad donde la gente camina junto a
dos construcciones que remiten, de manera instantnea, al estilo particular de
las de Barragn y Goeritz.
14. Quiz Pani se refiera a los proyectos, respectivamente, de Channel Heights en San Pedro
California (1941-1943), a la colonia Trten en Dessau (1926-1928) y a la Siedlung del Rmerstadt
en Francfort (1927-1929).
15. Pani realiza incluso un malabar conceptual para justificar histricamente su proyecto al
argumentar que a principios de siglo la ciudad de Mxico contaba ya con un sistema de puntos
satlite como las zonas de San ngel y Coyoacn, as como Tacubaya. Pani, op. cit., pp. 19-25.
16. Ibidem, p. 25.
17. El trabajo de Gastn Bardet no era desconocido, en ese entonces, en Mxico. Pani public en 1949 uno de sus textos, La arquitectura del amor, en la revista Arquitectura-Mxico
(nm. 29, octubre de 1949, pp. 204-208), con motivo de su visita a Mxico, donde imparti un
ciclo de conferencias en la Escuela Nacional de Arquitectura. No se ha escrito nada sobre la obra
de Bardet en relacin con el proyecto de arquitectura emocional. Bardet afirmaba que se acercaba
una nueva poca donde todo, absolutamente todo ser religioso (p. 205, cursivas del original).
En estas condiciones, surgira una nueva arquitectura que destruira las diferencias entre tipos
de construcciones: religiosa, civil o militar. Bardet sostena que la arquitectura tena que verse
como un servicio: un arte utilitario dirigido al perfeccionamiento del hombre (p. 205). Esto
coincide con la forma en que Goeritz defina su prctica.

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Ciudad Satlite: la construccin incompleta de un proyecto moderno

Parte del orden urbano que Pani imprimi a Ciudad Satlite refleja algunas de
sus preocupaciones bsicas sobre el hombre en la urbe. Una de las soluciones
ms emblemticas del conjunto cuenta con un criterio social que propicia la
convivencia. sta es la supermanzana que concentra en unidades de tipo autnomo, autosuficientes, espacios de habitacin y otros tipos de agrupamiento:
industrias, escuelas, comercios.18 En algunas supermanzanas se construyeron
edificios multifamiliares para fomentar, en un espacio comn, la asociacin
de familias de distintas capacidades econmicas. En general, la supermanzana
pretenda conservar, reforzar y fomentar el espritu de asociacin. Segn
Pani, la comunidad que ocupara Ciudad Satlite sera propia del futuro, y
en ella reinara el propsito comn de resolver problemas sin personalismos,
sin particularismos y sin segregaciones, todo con base en la convivencia y el
dilogo.19 Para Pani, este espritu de convivencia formaba parte del carcter
nacional y del espacio social tradicional de Mxico que a su parecer, un tanto
idealista, se conservan an en los pueblos de provincia. La maniobra persigue
una restauracin, un regreso a una comunidad orgnica con fuertes lazos sociales que, en apariencia, la modernidad de la gran ciudad desarticul. La convivencia se garantizaba al hacer de la supermanzana una unidad centrpeta.20
Al contar con una zona comercial que ofrecera una amplia gama de servicios,
el habitante de la supermanzana podra realizar dentro de ella la mayora de
sus funciones diarias.21 Con esto, adems, se garantizara el espacio vital del
peatn al separarlo, en lo posible, del mundo del automvil y ofrecerle reas
comunes reservadas para la convivencia.22
18. Pani, op. cit., p. 42.
19. Ibidem, p. 47. Para Pani, el sentido de convivencia y de dilogo en la nueva ciudad no slo
dara como fruto una sociedad, de acuerdo con Ortega y Gasset, sino que, ms an, prefigurara
una especie de paraso idlico habermasiano regido, sobre todo, por una razn comunicativa.
20. Este modelo es antagnico a la manzana centrfuga de la ciudad tradicional que expulsa
diariamente a sus habitantes para que realicen sus actividades cotidianas fuera de ella.
21. Pani, op. cit., p. 44.
22. Es necesario apuntar las similitudes de la supermanzana con las superquadras de Brasilia,
la nueva capital de Brasil proyectada por Lucio Costa con arquitectura de Oscar Niemeyer que,
coincidentemente, tambin comenz a construirse en 1957. La superquadra era asimismo una
unidad centrpeta que ofreca distintos servicios entre ellos escuelas, comercios y reas de recreacin y segregaba el trfico vehicular hacia el exterior de la cuadra. Ms an, la superquadra
tambin persegua el propsito de crear nuevos patrones de interaccin social. Vase Valerie

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2. Satlite como una ciudad con muros


humanos. Imagen tomada de Pani,
Mxico. Un problema, una solucin,
op. cit. (supra n. 8), p. 14. Fondo Mathias
Goeritz. Archivo Cenidiap/inba.

La dinmica del automvil se organiz en Ciudad Satlite de acuerdo con


el Sistema Herrey, utilizado por Pani por vez primera cuatro aos atrs en el
proyecto de Ciudad Universitaria. Este modelo se caracteriza por calles de un
solo sentido, sin interrupciones por cruceros, que, al aspirar a una vialidad
continua, rechazan el trazo tradicional en lnea recta. La idea es que se entrara
a ese circuito vial, y as a Ciudad Satlite, a travs de unos pasos a desnivel
ubicados en dos puntos del Eje Central marcados por un par de plazas monumentales. Las Torres corresponden al proyecto de la Plaza Sur y la Plaza Norte
no se construy jams. Las previsiones de estos pasos a desnivel en el texto de
la conferencia Mxico. Un problema, una solucin, de Mario Pani, poseen
un aspecto aerodinmico que recuerda la tendencia constructiva streamline.
Esto es ms evidente en la estructura de color rojo, lo que bien podra ser un
puente peatonal, con el nfasis de sus curvas y su largo trazo horizontal. Esta
estructura, tal como aparece en la ilustracin, reviste un carcter abstracto
que la acerca a un objeto escultrico. El estilo streamline alcanz su mximo
apogeo a finales de la dcada de los aos treinta, tal como se puso de manifiesFraser, Building the New World. Studies in the Modern Architecture of Latin America, 1930-1960,
Londres, Verso, 2000, pp. 235-237.

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to en la Exposicin Mundial de Nueva York (1938-1939), y desde siempre se


asoci con valores prximos a lo moderno, como el dinamismo y la velocidad,
atributos de los que tambin se buscaba dotar a la nueva Ciudad Satlite.23
Queda claro que, desde su ubicacin hasta su planificacin y organizacin,
Ciudad Satlite se centra en el uso del automvil y depende de l. Esto tambin lo vuelve un proyecto distintivamente moderno. Aunque Pani no opta
por la vialidad como una lnea recta con cruces, constante en la mayora de
las propuestas de urbanismo moderno, s comparte la idea moderna de que la
prosperidad de una ciudad depende de la velocidad que se alcance.24 Segn
Pani, su poca era la del automvil, y Ciudad Satlite, con un sistema vial de
circulacin continua, responda a ello.25 As se evitara el trfico que se traduce
en prdida de tiempo y dinero. Para Pani el Sistema Herrey solucionara el
problema de la creciente motorizacin del Mxico de los aos cincuenta. Muchos arquitectos modernos principalmente Le Corbusier consideraran
pintoresco el trazo del Sistema Herrey, caracterizado por lneas curvas. Sin
embargo, de tal caracterstica se derivan varias virtudes de dicho sistema: una
mayor seguridad para el automovilista, una negociacin y adaptacin ms
adecuada a las condiciones del terreno y el auto como instrumento para generar la percepcin dinmica del paisajismo generoso.26
La creciente motorizacin de Mxico ocurrida a partir de inicios de la
segunda mitad del siglo xx no es un caso aislado, sino un fenmeno ms
amplio registrado en la mayor parte del mundo occidental. Esto es reflejo, en
parte, de un proceso de modernizacin caracterizado por seguir patrones del
modelo estadounidense.27 El proyecto de Ciudad Satlite parece responder
a esto en ms de un sentido. Originalmente, Pani plante la posibilidad de
hacer del centro comercial uno de los espacios comunales de mayor importancia. En su proyecto, esta tipologa, desarrollada en Estados Unidos en la
23. Vase Erik Mattie, Worlds Fairs, Nueva York, Princeton Architectural Press, 1988,
pp. 195-199.
24. Le Corbusier, The City of To-Morrow and its Planning, Nueva York, Dover, 1987, pp. 190191 (publicado en 1924 como Urbanisme).
25. Pani, op. cit., p. 49.
26. Peter Krieger, Hermann Zweigenthal-Hermann Herrey. Memoria y actualidad de un
arquitecto austriaco-alemn exiliado, Anales del Instituto de Investigaciones Estticas, vol. XXVI,
nm. 85, otoo de 2004, p. 7.
27. Respecto al caso especfico de Francia, vase Kristin Ross, Fast Cars, Clean Bodies. Decolonization and the Reordering of French Culture, Cambridge, mit Press, 1999.

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dcada de los cincuenta, sera el nuevo espacio civil para Ciudad Satlite, sitio
enmarcado por actividades de consumo. Este espacio se haba concebido para
satisfacer la demanda de servicios que no tuviera cabida en las supermanzanas.
En el conjunto del complejo comercial habra establecimientos diversos, dos
grandes tiendas departamentales, un par de supermercados, un centro de negocios con rea de oficinas, instalaciones de consultorios mdicos, cines, teatros, gasolineras e inclusive una terminal de autobuses.28 En este espacio, una
serie de actividades cotidianas se organizaran con base en el consumo. Este
centro comercial nunca se construy. Sin embargo, es importante destacar
que, en la fecha de su concepcin, lo que Pani propona se adelantaba a los
proyectos e ideas que James Rouse desarrollara en los aos sesenta. A Rouse,
uno de los mayores constructores de proyectos de ndole comercial en Estados
Unidos, se le atribuye la creacin del modelo de centro comercial anticipado
por Pani, donde se ofrece un sinnmero de servicios para satisfacer las complejas demandas de la comunidad y se mantiene una base estable de consumidores.29
Durante mucho tiempo, Ciudad Satlite cont slo con Centro Satlite,
que era, bsicamente, un supermercado. No ser sino hasta principios de los
aos setenta, una vez que el proyecto original de Ciudad Satlite ya se haba
desechado, cuando se construy un centro comercial en plena forma. Plaza Satlite (1968-1971) es una obra del arquitecto Juan Sordo Madaleno de
menores ambiciones que el proyecto de Pani, la cual, en trminos generales,
sigue de manera convencional la topografa del centro comercial suburbano
de Estados Unidos planteada por vez primera por Vctor Gruen en los aos
cincuenta. Hoy en da, el proyecto de Pani relativo al centro comercial podra
parecer visionario por anticiparse a proyectos de arquitectura contempornea
que giran alrededor del fenmeno de la congestin.30
28. Pani, op. cit., pp. 47-49.
29. Un caso de esto sera el proyecto de Rouse para expandir el Cherry Hill Mall (1972).
Aunque Welton Beckett haba propuesto en 1954 un centro comercial con hospital, ste nunca se
construy. Vase Stephanie Dyer, Designing Community in the Cherry Hill Mall. The Social
Production of a Consumer Space, Perspectives in Vernacular Architecture, vol. 9, Constructing Image,
Identity and Place, 2003, p. 267. Aunque el desarrollo del modelo del centro comercial suburbano
es producto del trabajo de Vctor Gruen, Rouse es el primero en visualizar un espacio que, adems
de contar con comercios, ofrecera hospitales y espacios para oficinas, entre otros servicios.
30. Un ejemplo de esto lo sera el trabajo del arquitecto Rem Koolhaas. Vase su Delirious New
York. A Retroactive Manifesto of Manhattan, Nueva York, The Monacelli Press, 1994.

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Un smbolo plstico-publicitario para Ciudad Satlite

Entre lo poco que se materializ, de todo lo que anticipaba el proyecto original de Ciudad Satlite, se encuentran las Torres. En su propuesta inicial,
Pani concibi dos plazas monumentales, situadas sobre el Eje Central, que
marcaran los lmites de Ciudad Satlite al sur y al norte, y seran as a la vez
puertas y smbolos del conjunto. Al hacer referencia a estas plazas de grandes
proporciones debe recordarse el inters que por la monumentalidad y la figura
del monumento manifestaba el arquitecto Pani, quien ya haba ganado un
concurso para disear el Monumento al Himno Nacional y haba participado
en otro convocado por Exclsior, donde alcanz un segundo lugar. Cabe mencionar que en estas propuestas se aprecia un inters por la verticalidad, lo cual
se revela de manera ms clara en el primer proyecto que, dicho sea de paso,
no se construy. El uso de estructuras verticales que centran la atencin en el
espacio es apreciable en algunas obras de Pani como, por ejemplo, la Escuela
Nacional de Maestros (1945). Tambin conviene considerar que Pani se inclinaba por la integracin plstica, es decir, por nuevas formas de relacionar la
arquitectura con la escultura y la pintura.31 En esta lnea, es preciso aclarar que
en los proyectos de Pani, la mayor parte de las veces, las intervenciones realizadas por los artistas no pueden considerarse, en sentido estricto, figurativas ni
cercanas al realismo que caracteriz a la Escuela Mexicana. Un caso que ilustra
esto sera el mural realizado por Roberto Engelking en el auditorio al aire
libre del Conservatorio Nacional de Msica (1946). Esto no quiere decir que
la produccin careciera de un contenido nacionalista, tal como se evidencia
en varias obras que realiz para el Estado. El mural con el tema del mestizaje
realizado por Jos Clemente Orozco en la Escuela Nacional de Maestros y
los paneles de inspiracin prehispnica de Carlos Mrida en el multifamiliar
Presidente Jurez (1951) son dos ejemplos de integracin plstica en los proyectos de Pani.
Quiz gracias a esta primera especializacin en monumentos conmemorativos, Pani llam a Barragn, quien a su vez invit a Goeritz, para disear un
espacio distintivo, la Plaza Monumental Sur de la nueva ciudad. As, el autor
del proyecto cancel la posibilidad de introducir referentes monumentales tradicionales, de sentido nacionalista, en la que sera su urbe del futuro. Como se
sabe, el trabajo de Barragn y Goeritz era apreciado en esta poca por el lenguaje
31. Mario Pani, op. cit., p. 136.

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139

3. Ilustracin de los pasos a desnivel


en Ciudad Satlite. Imagen tomada
de Pani, Mxico. Un problema, una
solucin, op. cit. (supra n. 8), p. 50. Fondo
Mathias Goeritz. Archivo Cenidiap/inba.

figurativo, la puesta al da de la tradicin, las formas que tendan a la abstraccin


y la distancia respecto a contenidos nacionalistas. La invitacin referida cobra
mucho ms sentido si se considera la crtica positiva y el xito comercial que, en
el mbito nacional e internacional, recibieron y alcanzaron, respectivamente, los
Jardines del Pedregal, donde siempre se subray el diseo de la plaza de acceso
en la avenida de las Fuentes, con El animal del Pedregal de Goeritz, y el de los jardines de uso comunal. No debe olvidarse que en su proyecto original la Puerta
Sur de Ciudad Satlite funcionara como una plaza pblica. Su planeada monumentalidad, tal como dijo Pani, tena el objetivo de que el conductor redujera la
velocidad al observarla, lo cual facilitara el acceso al circuito interior de Ciudad
Satlite por el paso a desnivel.32 Adems de realizar esta funcin, Pani pidi
que en su proyecto la escala se entendiera de una nueva forma: alejndose de
la escultura conmemorativa, buscaba ser smbolo de ese propsito incoercible
del hombre que trasciende en las grandes cosas que parecen intiles, pero que
representan la presencia del espritu y de la dignidad en las obras humanas.33
Esta nueva definicin de monumentalidad, hasta donde se puede apreciar, no
contradice los objetivos del proyecto de la arquitectura emocional.
32. Pani, op. cit., p. 51.
33. Ibidem, p. 53.

140

dani e l ga r z a us a b iaga

El primer modelo con que se presentan las Torres contaba con las cinco
estructuras verticales de planta triangular distribuidas en una explanada articulada en tres desniveles conectados por escaleras. Estos desniveles constituiran plataformas que estaran alfombradas con pasto; adems, en una de ellas
se planeaba construir un espejo de agua de grandes dimensiones.34 Goeritz
coment que la intencin inicial era contar con siete en vez de cinco torres.
Sin embargo, por cuestiones econmicas slo se construyeron cinco. Este factor tambin influy en la altura de los cuerpos, pues en un inicio la ms alta
llegara a 200 metros.35 Al final, slo alcanz 57, en lo que podra ser una
referencia al ao de su construccin. Se puede especular sobre las razones del
cambio del diseo original al alterarse el conjunto de la planta y eliminarse el
espejo de agua. Quiz se debi a la previsin de que en el futuro surgira una
serie de inconvenientes en una plaza pblica situada en medio de una arteria
vial que, con el tiempo, sera altamente concurrida y de alta velocidad. Es en
este momento cuando se deja de definir este espacio como plaza y se empieza
a referir como glorieta.
De acuerdo con Goeritz, la construccin de las Torres comenz en mayo
de 1957 y concluy en noviembre de ese ao. El ingeniero a cargo de la construccin fue Bernardo Quintana. Las Torres fueron coladas por segmentos
que crearon la textura, a manera de estras, lo cual las caracteriza. En agosto
se report un problema estructural en una de ellas (la denominada E). La
construccin se detuvo y se corrigi una torsin que, de otra forma, hubiera
parecido a simple vista un desplome de la estructura. Reparar esta falla era
imperativo para el Comit Directivo de Ciudad Satlite, pues se teman los
efectos psicolgicos que pudiera representar para la venta.36 Esta cuestin
adquiere mucho ms sentido si se recuerda que semanas antes, el 28 de julio,
la ciudad de Mxico fue sacudida por un sismo de 7.5 grados que caus el
derrumbe de edificios y casas, as como la cada del ngel de la Columna de
34. Mathias Goeritz lleg a comentar que el cambio en la plataforma de las Torres fue una
decisin suya que buscaba acentuar el efecto de las esculturas al eliminar cualquier elemento
que embelleciera el conjunto. Vase Carl Nielsen, Gateway to the City, Dimension. Student
Publication, Ann Arbor, University of Michigan-College of Architecture and Design, nm. 1,
1958, pp. 15-16.
35. Mathias Goeritz, Highway Sculpture: the Towers of Satelite City, Leonardo, vol. 3, julio
de 1970, p. 321.
36. Luis Garca Barbachano, Informe de la sesin XX del Comit Directivo de Ciudad Satlite
del Banco Internacional Inmobiliario, S.A., Mxico, 23 de agosto de 1957.

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141

la Independencia, en el Distrito Federal.37 Contra el panorama de una ciudad


colapsada, el continuo ascenso de las Torres pudo ser un signo de estabilidad,
seguridad y perdurabilidad de la nueva Ciudad Satlite.
En noviembre, las Torres ya se haban construido tal como las conocemos
hoy, pero an no se pintaban. El conjunto consta de cinco estructuras verticales monumentales de planta triangular, cuyo vrtice ms agudo apunta
hacia el Distrito Federal. Sus alturas varan, pues oscilan de los 57 metros de
la ms alta a los 37 de la ms corta. La explanada la constituye una plancha
de concreto de forma oval donde las Torres se encuentran distribuidas de
manera irregular y que, en un principio, tuvo carcter de glorieta. A sus
lados, la carretera se mueve hacia el norte y el sur. Una vez terminadas las
torres, se tuvo que esperar tres meses con el fin de que el concreto secara
completamente para pintarlas. Al principio se eligi para hacerlo una gama
de rojos. Sin embargo, por una cuestin econmica relacionada con los costos de la iluminacin, se decidi pintar tres torres de blanco, una de amarillo
y otra de rojo.38 stos fueron los colores con que las Torres se presentaron
por vez primera durante los meses iniciales de 1958. Goeritz comenta que por
una decisin arbitraria, a finales de 1958, una de las torres blancas se pint de
azul. Esto constitua un error para Goeritz, ya que la estructura no contrastara con el cielo en el horizonte.39 Goeritz tambin procur materializar la idea
original de instalar una serie de flautas y silbatos encima de las Torres para
que el viento produjera ciertos sonidos. Pero los promotores la desecharon.40
Los silbatos y flautas, sin embargo, revelan el inters de Goeritz, durante esta
poca, por un tipo de escultura relacionada de forma abierta y dinmica con
el viento.
Si se considera la relacin de las Torres con el ente articulador de Ciudad
Satlite, el automvil, se puede apreciar una preocupacin claramente moderna en la proyeccin del conjunto. La segunda torre ms alta, pintada de
color rojo, ubicada al frente de las otras cuatro, produce al acercarse a ella en
el automvil desde el Distrito Federal un efecto ptico que imprime cierto
37. Linda Manzanilla, Relacin de los sismos ocurridos en la ciudad de Mxico y sus efectos,
Revista Mexicana de Sociologa. Sismo, Desastre y Sociedad en la Ciudad de Mxico, vol. 48, nm. 2,
abril de 1986, p. 280.
38. Reporte de la empresa Luminotecnia, firmado por su gerente Alfonso Bustamante, dirigido
al Banco Internacional Inmobiliario y al arquitecto Mario Pani y fechado el 19 de agosto de 1957.
39. Goeritz, op. cit., p. 321.
40. Idem.

142

dani e l ga r z a us a b iaga

movimiento al conjunto. Ms an, crticos de la poca describen las mltiples impresiones del mismo tipo que se pueden producir al dirigir a esta obra
monumental una mirada en movimiento. Nesbit, por ejemplo, coment que
los efectos son los de un constante cambio de sus alturas y ngulos que llevan
a verlas, en un momento, como estructuras delgadas, despus como placas y,
finalmente si se ven desde el norte, como rectngulos.41 Este potencial
del automvil y del espectador mvil confiere a las Torres de Satlite una caracterstica que hace de ellas una obra provista de un distintivo carcter moderno, que se resume en la consideracin del efecto de los nuevos medios de
transporte en la percepcin visual a travs de una solucin que se adapta a esta
nueva forma de observar.42 No es que investigaciones de este tipo no hubieran
tenido lugar en Mxico. Un antecedente de l sera el mural de David Alfaro
Siqueiros El pueblo a la Universidad, la Universidad al pueblo, ubicado en el
costado sur de la Torre de Rectora de Ciudad Universitaria. Sin embargo, los
volmenes y la proporcin de las torres convierten a este grupo escultrico y
a la experiencia de mirarlas desde una perspectiva mvil en algo nico y sin
precedentes en su tiempo.
Adems de lo anterior, las Torres son una forma arquitectnica moderna
ntimamente ligada con la publicidad. Barragn, por ejemplo, las lleg a denominar un smbolo plstico publicitario.43 Este uso de la arquitectura y el arte
moderno como publicidad no era, en los aos cincuenta, nada nuevo, como
el mismo Barragn y Goeritz saban bien.44 Aunque sus autores declararon
que la nica funcin de las Torres era de carcter emocional, no se puede dejar
de mencionar que este conjunto escultrico s actuaba como puro valor de
cambio, a la manera de la publicidad. Una vez construidas, se podra decir que
41. G. Nesbit, The Towers of Satelite City, Arts and Architecture, Los ngeles, vol. 75,
nm. 5, mayo de 1958, p. 22.
42. Beatriz Colomina, Privacy and Publicity. Modern Architecture as Mass Media, Cambridge,
mit Press, 1996, p. 61. Este tema ha sido analizado en profundidad por Krieger, Potencial simblico, op. cit., pp. 197-198 y 206-207.
43. Luis Barragn, La propiedad artstica de las Torres de Satlite, Plural, Revista Cultural de
Exclsior, nm. 48, septiembre de 1975, Seccin Correspondencia, p. 84.
44. Vase un debate sobre la relacin entre la arquitectura y la publicidad en la obra de Barragn
en Keith Eggener, La arquitectura fotogrfica de Barragn: imagen, publicidad y memoria, en
Federica Zanco (ed.), Luis Barragn. La revolucin callada, Miln, Skira, 2001. El nexo de la
publicidad con las Torres de Satlite ha sido abordado por Krieger, Potencial simblico, op.
cit., pp. 213-216; tambin es un tema que he tratado en mi artculo Las Torres de Satlite,
op. cit.

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4. Diagramas que ilustran el Sistema Herrey.


Imagen tomada de Pani, Mxico. Un problema,
una solucin, op. cit. (supra n. 8), p. 52.
Fondo Mathias Goeritz. Archivo Cenidiap/inba.

su papel como anuncio fue contundente con relacin al xito comercial del
fraccionamiento. Las expectativas de sus inversionistas y promotores fueron
rebasadas rpidamente. Al inicio de 1958, haba ocho casas en Ciudad Satlite
y se esperaba que en diciembre conforme a un clculo ms que optimista hubiera ya varias centenas de construcciones.45 Es quiz esta fortuna comercial lo que llev a Pedro Friedeberg a concluir en 1961 su Relato histrico
de la Torre con un tono un tanto irnico y con el llamado a los arquitectos y
al pueblo de Mxico en general, a seguir la alta tradicin del pasado. Hay que
construir torres cada vez ms altas para el deleite del espritu, del alma y de los
negocios.46 Como se puede apreciar, los objetivos de la arquitectura emocional no rieron con el mundo de la compra y venta de bienes races. La crtica
que se podra dirigir al negocio de la arquitectura emocional continu y se
intensific en los comentarios de Mauricio Gmez Mayorga, quien atribuy a
las Torres una prctica de arquitectos dibujantes y publicistas a la que llam
45. Autonoma urbana. Esprragos a la entrada, Visin, Nueva York, 31 de enero de 1958,
seccin Urbanizacin, p. 44-45.
46. Pedro Friedeberg, Relato histrico de la Torre, Arquitectura-Mxico, ao XXIII, t. XVII,
nm. 73, marzo de 1961, p. 55.

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cartelismo en tres dimensiones.47 Para l, la obra era la peor muestra de todo


el proyecto colaborativo de la arquitectura emocional.

Sobre la Plaza Monumental Norte


Aunque prcticamente desconocido, s lleg a haber un anteproyecto de la
Plaza Monumental Norte. Todo parece indicar que esta construccin fue obra
exclusiva de Goeritz, segn se puede demostrar a partir de cierta evidencia.
En la reimpresin de la conferencia Mxico. Un problema, una solucin de
Pani, que se difundi en el sobretiro del nmero 60 de la revista ArquitecturaMxico, aparecen, una vez que se discuten las dos plazas monumentales en el
texto, la fotografa de la primera maqueta de las Torres y un dibujo que, presumiblemente, representa la segunda plaza. Esta obra consta de un muro de proporciones colosales, a la manera de un ciclorama, sostenido a travs de pilotes
que descansan en una fuente circular de gran dimetro. Sobre esta fuente,
en su centro, aparece un volumen esfrico que parece tener en su superficie
ciertos orificios o perforaciones que la muestran hueca. En una publicacin
de 1958 apareci una descripcin ms detallada de este proyecto que, como
casi todo en la propuesta inicial de Pani, nunca se concret. En una entrevista
con Goeritz, se seala que el espacio de la Plaza Norte estara definido por un
muro de 35 a 40 metros de altura y 250 de largo, suspendido del piso por unos
pilotes que resultaran invisibles detrs de los chorros de agua de la fuente.48
La pared sera curva, con el fin de eliminar completamente la visin del paisaje. El muro lo ocultara detrs de los lmites de Ciudad Satlite y, de manera
inversa, antes de ingresar a ella viniendo por la carretera a Quertaro, hurtara
a la mirada toda la ciudad. Como en otras obras de Goeritz, este muro parece
contemplar en su proyeccin un momento donde algo que ha permanecido
oculto aparece repentinamente y de manera sorpresiva, causando cierto efecto
en el observador. El muro puede verse, pues, como colofn de la ciudad con
torres: la urbe amurallada. Con relacin al mencionado elemento esfrico que
el dibujo sita al centro de la fuente, Pani coment que, en un proyecto de
47. Mauricio Gmez Mayorga, La arquitectura contempornea en Mxico. Notas polmicas,
Artes de Mxico, nm. 36, ao IX, octubre de 1961, p. 11. Por carecer de funcin, Gmez Mayorga
consider a las Torres estructuras ociosas (p. 12).
48. Nesbit, op. cit., p. 22.

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145

construccin de una ciudad satlite en Caracas, Venezuela, propuso, junto a


Mathias Goeritz, unos elementos o esferas movidas por el viento, en ciertos
edificios, como un ensayo interesante de integracin plstica.49 No cabe duda
de que el elemento esfrico en el dibujo publicado en el sobretiro de la revista
Arquitectura-Mxico puede ser una representacin preliminar de ese tipo de
esculturas. La idea de un muro de dimensiones colosales parece haber encontrado su concrecin final en la pieza que Goeritz realiz para la Unidad Adolfo Lpez Mateos en el Estado de Mxico (1964), proyecto habitacional que
en su tiempo se consider la primera ciudad de inters social. A diferencia
del proyecto de Ciudad Satlite, donde la plaza monumental se encontrara
en un espacio caracterizado por el paisaje abierto, en la unidad habitacional
el muro se encuentra en el centro, delimitando la Plaza Cvica. Debido a
su ubicacin dentro del conjunto, la experiencia con esta estructura, por su
escala y proporcin, resulta del todo distinta de la proyectada originalmente
en Ciudad Satlite. El muro, en la Unidad Adolfo Lpez Mateos, se pint de
color amarillo y soportaba, en su parte inferior, un relieve con el nombre del
conjunto habitacional. En vez de contar con una fuente y un objeto esfrico,
se relaciona con una obra de Carlota Yazbeck donde un grupo de tres figuras
antropomorfas remite a la imagen de la Sagrada Familia.

Las Torres como un elemento de la arquitectura emocional


De dnde proviene y cmo se puede entender el uso del motivo de la torre?
En trminos de construccin, y como un rasgo definitorio del conjunto escultrico, se puede decir que en 1957 Goeritz y Barragn haban iniciado ya, en
sus obras particulares, una investigacin sobre los efectos de la verticalidad
en sus proyectos.50 De la misma forma, contaban con antecedentes autobio49. Vase la cita de Pani en Mario Pani, op. cit., p. 53.
50. Goeritz remonta su inters por el tema de la torre en su carrera a la construccin de su
Museo Experimental El Eco, con la torre amarilla ubicada en el patio. Posteriormente, se refiere
a la escultura Aqu y all (1954-1955), donde una serie de elementos verticales se contrastan con
volmenes mucho ms pequeos. Se podran dar ms ejemplos pues, como se sabe, el tema de
la torre es una constante a lo largo de la produccin artstica de Goeritz. Barragn, por su parte,
aunque sin hacer referencia directa a la torre, haba emprendido ya en 1957 una investigacin
sobre la verticalidad. Esto comienza en su casa de Tacubaya (1947-1948), especficamente en
la azotea-terraza, y se manifiesta mediante volmenes verticales prominentes que confieren a

146

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grficos, un recurso muy usado en el anlisis de sus obras, que manifestaban su


fascinacin por el motivo de la torre. Barragn se refiere a las torres de Bolonia
y San Gimignano, en Italia, pas que visit en 1952. Goeritz comparta esta
particular predileccin, as como una atraccin temprana por el paisaje de los
rascacielos de Manhattan. Respecto a la biografa de los autores, es probable
que Goeritz, particularmente, haya tenido conocimiento de algunas propuestas de corte expresionista de arquitectos alemanes antes de su exilio. Hay toda
una serie de proyectos asociados con esta vanguardia histrica, donde aparecen construcciones semejantes a las estructuras de las Torres de Satlite. El
proyecto, no realizado, de un rascacielos en Friedrichstrasse, de Mies van der
Rohe (1921), y la ilustracin de Peter Behrens para la portada del nmero 6
de la revista Das Plakat (junio de 1920) son un par de ejemplos al respecto. La
semejanza radica en la verticalidad de las estructuras y en su planta triangular,
debido a la cual, al mirarlas de frente, parecen rematar en una punta en la parte superior. Dentro del contexto expresionista, estas construcciones remitan
a la figura y a todo el simbolismo del cristal relacionado con valores de pureza, orden e individualidad e intentaban recuperar el complejo significado
medieval del intento de unir en ellas el dominio de lo celestial y lo terrenal.51
El contexto expresionista tambin vincula el elemento de la torre con la experiencia de lo sublime. En general, se puede decir que el expresionismo consideraba, tal como lo postul Edmund Burke en su Indagacin filosfica sobre
el origen de nuestras ideas acerca de lo sublime y de lo bello (1756), ciertos fenmenos y objetos que, por sus caractersticas especficas relacionadas con la
grandeza, la infinidad, la magnitud y la vastedad, eran capaces de provocar
en el espectador, de manera instantnea, emociones de asombro, admiracin y
sorpresa. Burke mismo utiliz el motivo de la torre para ilustrar tal idea en su
texto; para l, ciertos elementos arquitectnicos son suficientemente evocativos de varias emociones que satisfacen las demandas de lo sublime.52
este espacio un carcter plstico. Otro proyecto de Barragn que expresa el mismo inters es la
Plaza del Cigarro (1952), donde se usa un elemento vertical para marcar una zona, la comercial,
dentro de El Pedregal. Como puede verse, el afn de verticalidad, que en las Torres se lleva a una
proporcin colosal, es un rasgo comn a Goeritz y a Barragn
51. El contexto biogrfico temprano de Mathias Goeritz y su relacin con las Torres de Satlite
ha sido discutido por Krieger, Potencial simblico, op. cit., pp. 185-198.
52. Vase Katarzyna Murawska, An Image of Mysterious Wisdom Won by Toil: The Tower
as a Symbol of Thoughtful Isolation in English Art and Literature from Milton to Yeats, Artibus
et Historiae, vol. 3, nm. 5, 1982, p. 142.

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5. Desarrollo de Ciudad Satlite con


supermanzanas. Imagen tomada de Pani,
Mxico. Un problema, una solucin,
op. cit. (supra n. 8), p. 43. Fondo
Mathias Goeritz. Archivo Cenidiap/inba.

Ms all de la controversia sobre los crditos de la autora de las Torres,


que es de dominio pblico, no hay duda de que tanto Goeritz como Barragn
consideraron esa obra un ejemplo de la arquitectura emocional. Aunque se
lleg a especular que una de las torres funcionara como observatorio mientras
otras serviran para colectar agua, la construccin no tiene en realidad ningn uso funcional.53 Su nico propsito es emocional, como dira Goeritz, o
potico, en palabras de Barragn. En la magnitud del conjunto, tal como se
situaba en el paisaje, reside la posibilidad de que provoque emocin, ya que
es una estructura que mueve, cuando se la descubre, al asombro, seguido de
un placer derivado de una contemplacin ms minuciosa. Es de esta forma,
especialmente con relacin a su contexto original y la dimensin de su escala,
como el conjunto escultrico se liga con la categora de lo sublime, como
un y slo un modo de entender la esfera afectiva.54 La superficie de las
53. To Mark Mexican Satellite City, Progressive Architecture, Nueva York, octubre de 1957, p. 94.
54. Aunque ste no es el sitio para ahondar al respecto, es necesario mencionar que, si bien
Goeritz siempre sostuvo que el principal objetivo de sus proyectos era provocar una emocin,
prcticamente nunca avanz ms all de esto en su discusin. As, el entendimiento y la reflexin
de la esfera afectiva en los escritos de Goeritz es, en comparacin con cierta literatura de la poca,
un tanto limitada. Pareciera que Goeritz, al declarar la funcin emocional de su arquitectura,
adoptara un concepto derivado de Edmund Burke, especialmente de su A Philosophical Enquiry

148

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construcciones, caracterizada por la textura y las estras visibles, presenta un


aspecto irregular y suscita un efecto tctil que da a las Torres un carcter nico
y fuertemente expresivo. Por su irregularidad y su aspecto material podra considerrseles, tambin un elemento pintoresco del paisaje. El modo de edificarlas, adems, las vincul con una tradicin constructiva del pas, que confiere a
las estructuras cierto aspecto regional.
El uso del referente de las torres, por parte de los autores, dota a la obra
de mltiples significados y pone de manifiesto la importancia atribuida a la
categora del smbolo en el comportamiento humano.55 Desde siempre y
aqu se puede pensar en el ejemplo de la Torre de Babel, la torre cifra relevantes significados simblicos, principalmente como puente o estructura que
aproxima el mundo terrenal al sacrum de los cielos. La experiencia con ellas,
por lo tanto, es ms cercana a la mstica que a la razn y a la lgica pura.56
Esta lectura del motivo de la torre coincide con el programa de la arquitectura emocional. Una interpretacin moderna de este elemento arquitectnico
se encuentra tambin en conexin con tal programa de arquitectura. La torre, principalmente a partir de la literatura del siglo xviii, se concibe como
un espacio de retiro para la meditacin solitaria y el aislamiento filosfico.
Katarzyna Murawska ha analizado este concepto de la torre, cuyo origen se
remonta al siglo xvii, con Il penseroso (1631) de John Milton, y lo encuentra
expresado todava, a finales del xix, en obras como La-Bas (1891) de Joris-Karl
Huysmans. Sin embargo, no se puede dejar de mencionar que la torre, como
motivo, tiende a ser dual y posee un doble filo, en parte debido a las complejas contradicciones que encierran elementos relacionados, de una u otra
manera, con la lgica del romanticismo. Como la misma historia de la Torre
de Babel atestigua, esta estructura tambin es un smbolo que surge de la vanidad y el orgullo. Una vez en ruinas, se vuelve, dentro de la lgica del paisaje
into the Origin of our Ideas of the Sublime and Beautiful (Oxford University Press, 1998), donde
la experiencia esttica o respuesta emotiva es inmediata: la naturaleza y las obras de arte afectan la
sensibilidad directamente, sin mucha intervencin del pensamiento racional. Esta perspectiva
tambin se manifest, como se menciona en el texto, en el grupo de vanguardias histricas alemanas asociado con el expresionismo. Vase Anthony Quinton, Burke on the Sublime and
Beautiful, Philosophy, vol. 36, nm. 136, enero de 1961, p. 72.
55. Con base en el cuerpo de su obra, se puede decir que una consideracin sobre la importancia del smbolo en el comportamiento humano es una constante en la obra de Goeritz, y no
en Barragn.
56. Murawska, op. cit., p. 148.

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pintoresco, una especie de vanitas. En cuanto a la forma en que se la concibe


en la literatura moderna, Murawska ha explicado cmo la reflexin filosfica
se puede tornar en escapismo, en el aislamiento que dispensa la Torre de
Marfil, como un espacio de confinamiento que niega la realidad existente.57
Murawska concluye en su estudio que en el siglo xx William Butler Yeats desarticula y pone en entredicho, de manera contundente, el entendimiento de la
torre como un espacio de reclusin filosfica y reflexin.
Durante la primera mitad del siglo xx, la forma de la torre, transformada
por la prctica arquitectnica, se asociar con la construccin de rascacielos.
Se abre as una historia particular que, en s, deja de asociarse con este motivo propio del pasado. Algunas vanguardias histricas, sin embargo, siguieron
haciendo uso en sus obras del motivo de la torre durante las primeras cuatro
dcadas del siglo xx. Ejemplos de esto son el expresionismo que ya se seal y el surrealismo que, ms que visualizarlas o construirlas, las rescataba en
su forma de ruinas urbanas.58 Ms all de estos ejemplos, se puede decir que,
en los inicios de la segunda mitad del siglo pasado, el motivo de la torre se encontraba prcticamente en desuso y, en ms de un sentido, desarticulado. Lo
mismo es posible afirmar respecto a la intencin de evocar un estado afectivo
que se asociara, de manera muy directa, con la categora de lo sublime, especialmente despus de su empleo dentro de distintos procesos de estetizacin
de la poltica y creacin de espectculos.59 En este contexto, qu significa la
57. Ibidem, pp. 153-159.
58. Vase, por ejemplo, Andr Breton, Mad Love, Lincoln, University of Nebraska Press, 1987,
pp. 47-49 (publicado originalmente como L Amour Fou, 1937).
59. Como Neal Wood ha explicado, Burke vea la categora de lo sublime como un ingrediente
vital de la autoridad poltica. La representacin y la puesta en escena de la magnificencia y el
poder de la autoridad en cuestin, comparadas con el uso abierto de la fuerza bruta, no acarrean
consecuencias violentas o capaces de debilitar la fbrica social. Para Burke, la admiracin era el
primer paso rumbo a la obediencia. Grandeza y esplendor en los discursos, edificios, parafernalia
ceremonial y sus actos son todos puntos de partida de lo sublime en la autoridad poltica. Vase
The Aesthetic Dimension of Burkes Political Thought, The Journal of British Studies, vol. 4,
nm. 1, noviembre de 1964, pp. 58 y 60. Cabe mencionar que Burke fue capaz de vislumbrar
los problemas de abuso de esta autoridad poltica a travs de un sublime falso. Vase Stephen
White, Burke on Politics, Aesthetics, and the Dangers of Modernity, Political Theory, vol. 21,
nm. 3, agosto de 1993, pp. 507-527. En esta misma lnea cabra recordar lo sublime en las torres
de luz diseadas por Albert Speer para los Rallies de Nuremberg, durante el rgimen nacional
socialista de Alemania, junto con su sucesin interminable de individuos uniformes que parecen
llegar al infinito, tal y como sucede en la arquitectura con una larga sucesin de columnas y en la
naturaleza con una avenida de rboles. Vase Burke, op. cit., pp. 74-76.

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aparicin de las Torres de Satlite? Sin duda, son parte de un programa que
encierra el propsito de llevar a cabo una restauracin. Este proceso puede
apreciarse y evaluarse en funcin de su aspecto general, que parece corresponder a una circunstancia atemporal, donde la obra es capaz de remitir a las
torres del pasado como ruina y, al mismo tiempo, a una ciudad an por
venir a una fantasa de rascacielos, como se llam a las Torres en la prensa.
Esto parece contener un gesto con el que una imagen del pasado, donde hipotticamente haba una sociedad orgnica y un estilo de vida ms sereno, da
forma a una imagen de lo que se deseara para la ciudad del futuro.60
Esta restauracin se deriva del romanticismo que encierra el proyecto de
arquitectura emocional. En su crtica al privilegio de la funcionalidad en la arquitectura moderna, el proyecto compartido de Goeritz y Barragn guarda un
cuestionamiento inmanente a la modernidad, que encumbra a la razn y la
instrumentalidad para alcanzar fines. Un estilo de vida sereno, una sociedad
orgnica, la nocin de lo espiritual y la reflexin introspectiva son algunos de
los valores e ideales tal vez precapitalistas y premodernos que la arquitectura emocional intentaba recuperar en el marco de su crtica latente.61 Como
se sabe, el romanticismo reviste un carcter contradictorio: su naturaleza es
coincidentia oppositorium y por ello resulta, simultneamente, retrgrado y
utpico, revolucionario y contrarrevolucionario.62 Por lo tanto, puede haber
distintos tipos de romanticismos, con sus respectivas tendencias, desde uno de
corte prximo al fascismo hasta otro de carcter revolucionario y utpico. Se
puede decir que, segn el tipo de romanticismo, se definirn las caractersticas de la restauracin. Cmo funciona esto en el proyecto de la arquitectura
emocional? Qu tipo de romanticismo lo motiva? Qu clase de restauracin
promueve? Sin duda, ste no es el espacio para desarrollar en profundidad una
serie de cuestiones y las Torres de Satlite no son prueba suficiente para llegar
a conclusiones definitivas al respecto. Sin embargo, s pueden plantearse primeras aproximaciones. Tal como se puede ver en esas Torres, y en general en el
60. El regreso a una sociedad orgnica y la articulacin de sitios propicios para un estilo de vida
ms sereno dentro del catico mundo moderno representan ideales de los proyectos de Goeritz
y Barragn, respectivamente. La bsqueda de una sociedad orgnica tiene que entenderse como
la intencin de materializar un ideal que, quiz, nunca lleg a existir.
61. Michael Lwy y Robert Sayre, Romanticism Against the Tide of Modernity, Durham, Duke
University Press, 2001, pp. 17-19 (originalmente publicado como Rvolte et mlancolie: Le romantisme contre-courrant de la modernit, 1992).
62. Ibidem, p. 1.

l a s to r re s d e s at l ite

151

6. Proyecto para la Plaza Norte


de Ciudad Satlite. Imagen
del medio en la segunda columna,
tomada de Pani, Mxico. Un problema,
una solucin, op. cit. (supra n. 8), s.p. Fondo
Mathas Goeritz. Archivo Cenidiap/inba.

proyecto urbano del que formaban parte, si hay un tipo de romanticismo entonces es de carcter conservador. En el proyecto original de Ciudad Satlite, a
pesar de su modernidad, se aprecia la intencin de restaurar un tipo de arquitectura que aspira a relacionarse con la categora de lo sublime, intenta provocar una emocin y pretende volver a ser una expresin comunicativa. Tambin
se encuentra el ideal de crear una sociedad que nazca de la convivencia, una
comunidad idlica donde la razn que impera es comunicativa. La crtica a la
modernidad a su disolucin de los lazos sociales, a su desencantamiento del
mundo, a su mecanizacin y racionalizacin que encierra dicho proyecto,
sin embargo, no busca trastocar el estado de las cosas imperante en la sociedad
ni tampoco sus formas de gobierno ni su lgica y su distribucin sociales. De
hecho, se podra decir que los refuerza. De aqu su franco conservadurismo.

Las Torres como una ruina en el presente


Muy poco tiempo despus de que finaliz la construccin de las Torres, el proyecto de Ciudad Satlite se desech. As, el asentamiento dej de ser una ciudad pla-

152

dani e l ga r z a us a b iaga

nificada y, por lo tanto, no hubo necesidad de construir otra obra monumental


para terminar de marcar sus lmites, mucho menos algo semejante a una muralla.
El centro comercial nunca apareci en la forma que originalmente se le atribuy
y nunca hubo otra iniciativa de continuar la propuesta de Pani para construir una
red de ciudades satlite. Al comparar el ideal propuesto con la condicin presente
caracterizada por una desbordada mancha urbana con todas las problemticas que implica, la pregunta que surge es qu fue lo que pas? La respuesta
puede hallarse si se piensa en el fracaso del proyecto de Ciudad Satlite a resultas
de otro plan mayor que tambin fracas: en breve, el de los ideales del proyecto
nacional abanderado por una serie de gobiernos capitalinos, estatales y federales a
lo largo de ms de cinco dcadas. La visibilidad del conjunto, as como su efecto
de elevacin y creciente verticalidad, ha sido trastocada desde que se instal un
puente peatonal a finales de los aos sesenta y, hoy, se encuentra en riesgo como
nunca por el proyecto del Segundo Piso del Bicentenario, un viaducto elevado
de peaje con una extensin de 22 kilmetros que pasara justo a sus lados.63 Hoy
en da, las Torres viven un proceso de franco deterioro, su paisaje original
ha sido sepultado por un caos constructivo y su plataforma ha sido reducida
por las arterias de circulacin vehicular. Junto al sistema vial, este conjunto
escultrico permanece como un vestigio de lo que se pens en el proyecto
original de la nueva ciudad. Las Torres de Satlite son hoy una ruina monumental que anuncia un futuro anhelado y planeado que, sin embargo, nunca
se concret.

63. Sobre el Segundo Piso del Bicentenario, Vctor Jimnez ha escrito un par de artculos
en el peridico Reforma, en la seccin Arquitextos: Malas perspectivas, publicado el 20 de
noviembre de 2007, y Arte urbano y poltica, el 1 de enero de 2008.

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