Espinulosis
Espinulosis
Espinulosis
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CARTAS CIENTFICO-CLNICAS
Sr. Director:
El miointimoma es un tumor benigno, que fue descrito
por primera vez en el ao 2000 por Fetsch et al1. Considerado un tumor raro procedente de la capa ntima de los vasos
del cuerpo cavernoso del pene, ha sido incluido en la ltima
revisin de 2006 de la Organizacin Mundial de la Salud
dentro de los tumores genitourinarios como entidad propia.
En nuestra revisin de la literatura, con la denominacin de
miointimoma solo hemos encontrado 17 casos en total. El
miointimoma es un tumor que suele localizarse en el glande
y la corona del pene y que se manifiesta clnicamente como
un ndulo palpable, asintomtico y de tamao variable. Se
desarrolla en un periodo variable de das a meses (4 das a
6 meses)2, pero a pesar de la velocidad de crecimiento no se
trata de un tumor agresivo. Se puede presentar a cualquier
edad, existiendo casos descritos desde los 2 a los 61 aos 1.
No est relacionado con historia traumtica en la zona, ni
con la existencia o no de circuncisin, ni otro tipo de patologas (enfermedades del tejido conectivo, diabetes mellitus u
otra enfermedad autoinmune).
Histolgicamente se caracteriza por una proliferacin
multinodular mesenquimal que procede del cuerpo cavernoso del pene. Las caractersticas microscpicas que pueden permitir diagnosticarlo incluyen la presencia de una
capa de clulas con forma de huso que presentan un patrn
estrellado con citoplasma eosinoflico, fijo sobre una matriz fibromixoide. Est localizado a nivel intravascular en
forma de ndulos que ocupan la luz endotelial. No se
acompaa de infiltrado inflamatorio importante ni se objetivan mitosis abundantes, ni necrosis. En la periferia del
tumor se observan haces de clulas de msculo liso. Los
estudios inmunohistoqumicos, a pesar de no ser imprescindibles para el diagnstico del tumor, s ayudan para el
diagnstico diferencial con otros tumores de presentacin
similar. Las clulas resultan positivas para alfa SMA, vimentina y desmina (origen mioide), mientras que son negativas para S-100 (melanoctico), CD34, CD31, EMA y
factor VIII (origen endotelial). El estroma perifrico de los
ndulos resulta ser positivo para CD34, CD31, NSE y factor VIIIag. Con tinciones especiales, como la tincin van
Gieson, se objetivan abundantes fibras elsticas perifricas
a las formaciones nodulares1,2.
A pesar de que los tumores del glande suelen ser raros, s
es cierto que hay que hacer el diagnstico diferencial 3,4 con
otros tumores que se presentan clnicamente como ndulos
asintomticos, diferencindose histolgicamente del mio-
intimoma. Entre ellos cabe destacar los siguientes: miofibroma, fascitis nodular, leiomioma, schwannoma plexiforme,
mixoma del nervio y tumor fibrohistioctico plexiforme. De
todos ellos, es el miofibroma el principal diagnstico a tener
en cuenta, ya que muchos autores consideran el miointimoma una forma de miofibroma, pero de localizacin exclusiva en el pene, con ocupacin de la luz vascular de los senos
cavernosos, a pesar de que histolgicamente son idnticos,
con un patrn inmunohistoqumico similar 4.
El tratamiento de eleccin es la extirpacin quirrgica,
pero debido a la tendencia a mantenerse estable, e incluso
a involucionar, en la mayora de los casos se opta por el seguimiento del mismo. De la serie de Fetsch1, 8 casos remitieron y solo uno persisti tras varios aos de seguimiento;
de los 5 casos de McKenney 2, ninguno recidiv tras la extirpacin, como tambin ocurre en los casos de Robbins 5 y
Vardar 6.
Presentamos a un varn de 74 aos, con serologa positiva de virus C y con hiperplasia benigna de prstata como
nicos antecedentes de inters, que consultaba por un
ndulo duro y asintomtico en el glande, de 4 meses de
evolucin. No refera antecedente previo de traumatismo.
En la exploracin fsica presentaba un ndulo palpable,
bien delimitado, de menos de 1 cm de tamao, situado al
lado derecho del glande, cerca del surco balano-prepucial,
que a simple vista no se objetivaba. En superficie no haba
alteraciones, cambios de coloracin ni signos de inflamacin. No presentaba clnica acompaante.
Se hizo un estudio anatomopatolgico, en el que se objetivaron cambios histolgicos diagnsticos de miointimoma (formaciones nodulares procedentes de la capa ntima
de los vasos cavernosos, constituidas por clulas alargadas,
sin atipias ni mitosis) (figs. 1 y 2). Debido a la benignidad
Figura 1. Imagen
histolgica a
mnimo aumento
del miointimoma,
en que se
observan
formaciones
nodulares que
protruyen hacia
la luz vascular
ocupndola
por completo
(hematoxilinaeosina, 10).
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Cartas cientfico-clnicas
Conflicto de intereses
Declaramos no tener ningn conflicto de intereses.
Figura 2.
A mayor detalle
se objetiva que
las formaciones
nodulares estn
constituidas por
clulas fusiformes
con ncleo nico
entre haces de
colgeno
(hematoxilinaeosina, 20).
Bibliografa
Correspondencia:
Vernica Monslvez Honrubia.
Servicio de Dermatologa.
Hospital 12 Octubre.
Avda. Crdoba, s/n.
28041 Madrid. Espaa.
monsalvezhonrubia@hotmail.com
Servicio de Dermatologa. bServicio de Anatoma Patolgica. Complejo Hospitalario Arquitecto Marcide-Novoa Santos. Ferrol. A Corua. Espaa.
Sr. Director:
Las espculas hiperqueratsicas son lesiones cutneas
infrecuentes, de origen desconocido, definidas por la presencia, sobre todo en el rea facial, de mltiples reas de
hiperqueratosis circunscrita compuestas de material quera-
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Cartas cientfico-clnicas
Se realizaron estudios de laboratorio, que incluan hemograma, bioqumica, proteinograma, fosfatasa alcalina,
b2-microglobulina, autoanticuerpos, hormonas tiroideas,
serologas del virus de la hepatitis B, virus de la hepatitis C
y virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), que fueron
normales o negativos. Se realiz una biopsia cuyo estudio
histopatolgico mostr los infundbulos foliculares ocupados por queratina y restos de Demodex folliculorum (fig. 2).
Tras la aplicacin diaria de crema de permetrina al 5 %
durante dos semanas se observ una resolucin completa
de las lesiones.
Demodex folliculorum es un caro saprofito que habita en
los folculos pilosos. Su prevalencia vara desde el 10 al 50 %
segn las distintas series3. Se consideran factores predisponentes para la infestacin por Demodex: una mayor edad
(100 % en personas ancianas), determinados hbitos higinicos, exposicin a la radiacin ultravioleta A y B, el empleo
de corticoides tpicos, alteraciones metablicas (diabetes
mellitus) y estados de inmunosupresin (VIH, neoplasias
hematolgicas o medicaciones inmunosupresoras tpicas o
sistmicas) 4. Su presencia en la piel se considera patgena
cuando: a) alcanza una densidad mayor o igual a 5 caros por
cm2; b) se sita en la dermis, o c) hay respuesta al tratamiento antidemodex (terapias tpicas como metronidazol al
0,75 %, permetrina al 5 %, crotamitn, benzoato de bencilo
al 10 % o cido saliclico y orales como el metronidazol, los
retinoides o la ivermectina) 5. Los cuadros clnicos con los
que se ha relacionado son muy variados: pitiriasis folliculorum, demodicidosis similar a la roscea, demodicidosis gravis
(similar a la roscea granulomatosa grave), roscea, dermatitis perioral, blefaritis, foliculitis pustulosa (facial, en pacientes
inmunodeprimidos puede ser ms extensa), foliculitis eosinoflica, erupciones ppulo-pustulosas del cuero cabelludo,
granuloma solitario, erupciones faciales tras fototerapia, hiperpigmentaciones faciales, etc.3,5-7.
Figura 2. Infundbulos
foliculares ocupados
por material
queratsico y restos de
Demodex folliculorum
(hematoxilina-eosina,
100).
Recientemente se han descrito varios casos de espinulismo facial en cuyo estudio histopatolgico se ha demostrado la presencia de este caro, y curiosamente todos los
pacientes descritos padecan una policitemia vera (tabla 1) 8-10. El papel del Demodex en la etiopatogenia de este
proceso es motivo de controversia; en algn caso no se demostr una relacin causal al no conseguir una mejora
clnica con el tratamiento y evidenciarse caros tanto en la
piel afecta como sana 9. En otro caso la resolucin del cuadro cutneo slo se alcanz al suspender la hidroxiurea,
considerando los autores que la infestacin por Demodex
era el resultado del efecto inmunosupresor de este frmaco 10. En nuestra paciente el diagnstico diferencial debe
realizarse fundamentalmente con la pitiriasis folliculorum,
producida por Demodex y que se caracteriza por ppulas
foliculares a modo de tapones foliculares asociadas a escamas secas y eritema facial difuso que ocasiona prurito y
Tabla 1. Pacientes con espinulismo facial asociado a mltiples Demodex folliculorum en los infundbulos foliculares
dilatados
Referencias
Faria et al 8
Intervalo*
Localizacin
Tratamiento (respuesta)
78 aos/M
Policitemia vera
2 semanas
76 aos/M
Policitemia vera,
hipertensin y DM
2 aos
Boutli et al 10
71 aos/V
Policitemia vera
6 meses
Ambas mejillas
Monteagudo et al
(caso actual)
43 aos/M
Depresin y enfermedad
fibroqustica de mama
1 ao
Mejilla izquierda
Ballestero Dez et al
DM: diabetes mellitus; M: mujer; NR: sin respuesta al tratamiento; R: respuesta favorable al tratamiento; V: varn.
*Tiempo de evolucin de las lesiones.
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Cartas cientfico-clnicas
Correspondencia:
Benigno Monteagudo Snchez.
C/ Alegre, 83-85, 3. A.
15401 Ferrol. A Corua. Espaa.
benims@hotmail.com
Conflicto de intereses
Declaramos no tener ningn conflicto de intereses.
Bibliografa
1. Kim TY, Park YM, Jang IG, Yi JY, Kim CW, Song KY. Idiopathic follicular hyperkeratotic spicules. J Am Acad Dermatol. 1997;36:476-7.
Servicio de Dermatologa. bServicio de Anatoma Patolgica. Hospital General de Ciudad Real. Ciudad Real. Espaa.
Sr. Director:
El perineuro es una estructura que rodea y protege los
fascculos nerviosos, formado por grupos de clulas delgadas, bien organizados en una o varias capas. Estas clulas se
caracterizan porque expresan antgeno de membrana epitelial (EMA), vimentina, colgeno IV, laminina y CD 99, y
son negativas para S-100 y neurofilamentos. Ultraestructuralmente presentan vesculas picnticas, procesos citoplasmticos elongados con lmina basal discontinua,
filamentos intermedios dispersos y complejos de unin intercelular rudimentarios.
El perineurioma es una neoplasia benigna infrecuente,
descrita en 1978, derivada de las clulas perineurales en
ausencia de otros elementos de la vaina nerviosa 1. Se distinguen dos variantes fundamentales, el perineurioma
intraneural y el de partes blandas, que comparten caractersticas citolgicas, ultraestructurales e inmunohistoqumicas de clulas perineurales, pero presentan importantes
diferencias clnico-histolgicas. Recientemente se ha descrito una tercera variante llamada perineurioma cutneo
esclerosante (PNCE), que tpicamente afecta los dedos y
las palmas de pacientes jvenes.
514
Presentamos el caso de una mujer de 54 aos, sin antecedentes de inters, que consulta por una verruga vulgar
palmar derecha que se trata mediante electrocoagulacin.
A la exploracin se observa casualmente la presencia de
dos ppulas fibrosas, en la cara palmar de ambos pulgares,
de 3 mm cada una (fig. 1). Refiere que las presenta desde
hace ms de 20 aos y que son estables y asintomticas, por
lo que nunca ha consultado. La biopsia-extirpacin de ambas ppulas muestra hallazgos similares. Se observa una
proliferacin bien delimitada aunque no encapsulada,
constituida por ndulos (fig. 2) que a mayor aumento evidencian un patrn concntrico (en capas de cebolla) de
clulas fusiformes y algunas epitelioides, sin atipia, sobre
un estroma colgeno denso (fig. 3A). Mediante tcnicas de
inmunohistoqumica (IHQ), el patrn de ambas es similar,
con intensa expresin de EMA (fig. 3B) y vimentina en las
clulas que componen dichos ndulos arremolinados. El
resto de anticuerpos estudiados es negativo (citoqueratinas,
S-100, actina del msculo liso, desmina, CD31, CD34 y
factor XIIIa). El diagnstico es de PNCE mltiple.
El PNCE es un tumor benigno descrito en 1997 por
Fetsch y Miettinen 2. Aproximadamente se han descrito
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giomas, schwannomas espordicos y en la neurofibromatosis tipo 2 familiar. Sin embargo, hasta la fecha no se ha
observado ningn caso de perineurioma asociado a neurofibromatosis.
El PNCE es un tumor poco conocido y posiblemente
est infradiagnosticado y sea ms frecuente de lo que la literatura refleja. Como en este caso, la lesin puede pasar
desapercibida al propio paciente o que no se haga estudio
histolgico dado el aspecto de benignidad. Adems, probablemente se confunda clnicamente con otras lesiones fibrosas de las manos mucho ms frecuentes, como el tumor
de clulas gigantes y el fibroma de la vaina tendinosa, o con
un quiste mixoide y, si es doloroso, con un tumor glmico.
Desde el punto de vista histolgico, ha de ser diferenciado,
adems, del fibroma esclertico, el neurofibroma epitelioide y de tumores anexiales esclerosantes. Por tanto, conviene conocerlo e incluirlo en el diagnstico diferencial de
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Cartas cientfico-clnicas
Correspondencia:
Mnica Garca Arpa.
Servicio de Dermatologa.
Hospital General de Ciudad Real.
Avda. Tomelloso, s/n.
13005 Ciudad Real. Espaa.
mgarciaa73@yahoo.es
Conflicto de intereses
Declaramos no tener ningn conflicto de intereses.
Bibliografa
1. Lazarus SS, Trombetta LD. Ultrastructural identification of a
benign perineurial cell tumor. Cancer. 1978;41:1823-9.
2. Fetsch J, Miettinen M. Sclerosing perineurioma: a clinicopathologic study of 19 cases of a distinctive soft tissue lesion with
a predilection for the fingers and palms of young adults. Am J
Surg Pathol. 1997;21:1433-42.
3. Huang HY, Sung MT. Sclerosing perineuriomas affecting
bilateral hands. Br J Dermatol. 2002;146:129-33.
4. Canales-Ibarra C, Magarios G, Olsoff-Pagovich P, OrtizHidalgo C. Cutaneous sclerosing perinerurioma of the digits:
an uncommon soft-tissue neoplasm. Report of two cases with
immunohistochemical analysis. J Cutan Pathol. 2003;30:
577-81.
5. Nakamura T, Kawamura T, Nariya S, Fujiwara M. Cutaneous
sclerosing perineuiroma of the digit. Int J Dermatol. 2006;
45:1086-8.
6. Sciot R, Cin PD, Hagemeijer A, De Smet L, van Damme B,
van den Berghe H. Cutaneous sclerosing perineurioma with
cryptic NF2 gene deletion. Am J Surg Pathol. 1999;23:
849-53.
7. Robson AM, Calonje E. Cutaneous perineurioma: a poorly
recognized tumour often misdiagnosed as epithelioid histiocytoma. Histopathology. 2000;37:332-9.
Servicio de Dermatologa. bServicio de Pediatra. Consorcio Hospital General Universitario de Valencia. Valencia. Espaa.
Sr. Director:
El sndrome de Edwards o trisoma 18 es una cromosomopata que presenta una gran variedad de manifestaciones clnicas. Las lesiones cutneas, junto con otros rasgos
polimalformativos, pueden orientar a su diagnstico neonatal en aquellos casos que han pasado desapercibidos durante la gestacin. Presentamos dos casos afectos de esta
rara enfermedad.
Caso 1: recin nacido a trmino, de madre de 42 aos de
edad, que en la exploracin fsica mostraba una fascies dismrfica con orejas displsicas de implantacin baja, retrognatia e hirsutismo frontal. Clnicamente tambin destacaba
la presencia de una hipoplasia ungueal en manos y pies,
una hipoplasia de labios mayores con un cltoris prominente y una sindactilia del segundo-tercer dedo del pie derecho con presencia de un calcneo prominente (pie en
mecedora). Adems, los dedos de la mano adoptaban una
disposicin caracterstica, el segundo montado sobre el tercero (mano trismica) (figs. 1 y 2). Durante la gestacin no
se estableci el diagnstico sindrmico, siendo informadas
las ecografas gestacionales de control como normales.
Ante los hallazgos clnicos se indic la realizacin de un
cariotipo de confirmacin. El resultado del cariotipo fue
47xx + 18, establecindose el diagnstico definitivo de sndrome de Edwards. Las exploraciones complementarias
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Cartas cientfico-clnicas
Figura 1. A. Fascies
dismrfica caracterstica
que presenta hipertelorismo,
orejas de implantacin baja
y retrognatia. Asocia
hirsutismo a nivel frontal.
B. Hipoplasia ungueal del pie.
Figura 2. Mltiples rasgos malformativos tpicos de esta entidad. A. Hipoplasia de labios mayores con cltoris prominente. B. Sindactilia
del segundo y tercer dedo del pie. C. Mano trismica. D. Pie en mecedora.
Correspondencia:
Pablo Hernndez Bel.
Servicio de Dermatologa.
Consorcio Hospital General Universitario de Valencia.
Avda. Tres Cruces, s/n.
46014 Valencia. Espaa.
pablohernandezbel@hotmail.com
Conflicto de intereses
Declaramos no tener ningn conflicto de intereses.
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Bibliografa
1. Edwards JH, Harnden DG, Cameron AH, Crosse VM, Wolff
OH. A new trisomic syndrome. Lancet. 1960;1:787-90.
2. Warkany J, Passarge E, Smith LB. Congenital malformations
in autosomal trisomy syndromes. Am J Dis Child. 1966;112:
502-17.
3. Rasmussen SA, Wong LY, Yang Q, May KM, Friedman JM.
Population-based analyses of mortality in trisomy 13 and trisomy 18. Pediatrics. 2003;111:777-84.
4. Carter PE, Pearn JH, Bell J, Martin N, Anderson NG. Survival in trisomy 18. Life tables for use in genetic counselling and
clinical paediatrics. Clin Genet. 1985;27:59-61.
5. Jones KL. Trisomy 18 syndrome. En: Jones KL, editor. Smiths
recognizable patterns of human malformation. Philadelphia:
Saunders;1997. p. 16-7.
6. Petek E, Pertl B, Tschernigg M, Bauer M, Mayr J, Wagner K,
et al. Characterisation of a 19-year-old long-term survivor
with Edwards syndrome. Genet Couns. 2003;14:239-44.
Sr. Director:
El sorafenib es un frmaco de reciente aparicin, de administracin oral, que pertenece a la familia de los inhibidores de la tirosn-kinasa y que ha demostrado alta
efectividad en el tratamiento de carcinomas avanzados de
clulas renales o hepatocelulares 1. Actualmente est en estudio tambin para el tratamiento de otros tumores, como
el melanoma metasttico o el carcinoma papilar de tiroides 2. Pero al igual que el resto de frmacos quimioterpicos, el sorafenib no est exento de efectos secundarios,
tanto sistmicos como cutneos. Ms de un 93 % de los
pacientes en tratamiento con sorafenib en monoterapia
van a padecer algn tipo de reaccin cutnea.
Presentamos el caso de un varn de 53 aos, diagnosticado de carcinoma hepatocelular secundario a hepatopata
crnica por el virus de la hepatitis C, que inicia tratamiento con sorafenib a dosis de 400 mg dos veces al da. Tras
dos semanas de tratamiento, el paciente comienza con le-
siones cutneas en palmas y posteriormente en plantas, levemente dolorosas, sin clnica neurolgica asociada. A la
exploracin fsica se observan ppulas y placas, algunas en
forma de diana, edematosas, descamativas, localizadas en
palmas, cara palmar de los dedos y las plantas de los pies
(fig. 1).
En el estudio histolgico tomado de una lesin palmar
se observa una epidermis con una gruesa capa crnea ortoqueratsica, observndose por debajo de la misma una extensa zona de paraqueratosis y notable acantosis irregular.
Se identifican ocasionales queratinocitos necrticos, sin
imgenes de degeneracin vacuolar de la capa basal. En la
dermis los vasos sanguneos ms superficiales estn dilatados y se acompaan de un leve infiltrado celular de linfocitos e histiocitos (figs. 2 y 3).
Dada la clnica del paciente y su relacin temporal tras
iniciar tratamiento con sorafenib, se decidi instaurar
tratamiento sintomtico con corticoides tpicos y reduc-
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Correspondencia:
Diana Velzquez.
Servicio de Dermatologa.
Hospital General Universitario Gregorio Maran.
C/ Doctor Esquerdo, 46.
28007 Madrid. Espaa.
diana_velazquezt@yahoo.es
Conflicto de intereses
Declaramos no tener ningn conflicto de intereses.
Bibliografa
1.
2.
3.
Sr. Director:
La reduccin del nmero de casos de sfilis observados
desde la llegada de los antibiticos ha disminuido el cono-
Figura 1. Lesiones
nodulares
asintomticas
en la cara.
520
cimiento de esta entidad. Sin embargo, La Gran Simuladora permanece entre nosotros y es preciso mantener un
alto grado de sospecha diagnstica1. Adems de las formas
de presentacin clnica habituales, pueden aparecer manifestaciones cutneas extremadamente infrecuentes que dificultan su diagnstico, como el caso que presentamos.
Un varn de 58 aos de raza blanca, sin antecedentes
personales de inters, consult por una erupcin asintomtica en la cara y el tronco de 4 semanas de evolucin (fig. 1).
No refera astenia, fiebre, prdida de peso, sudoracin nocturna ni otra sintomatologa clnica. A la exploracin fsica
se apreciaba un varn de apariencia saludable, con mltiples ndulos indoloros de consistencia firme y coloracin
rosada intensa de aproximadamente 1 cm de dimetro, localizados en la cara y el tronco. No exista ulceracin de las
lesiones. Las palmas, plantas y membranas mucosas estaban respetadas. El cabello y las uas no mostraban alteraciones. Presentaba mltiples adenopatas indoloras
simtricas en la regin cervical y axilar, pero no se evidenci hepato-esplenomegalia.
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Correspondencia:
Pablo Hernndez Bel.
Servicio de Dermatologa.
Consorcio Hospital General Universitario de Valencia.
Avda. Tres Cruces, s/n.
46014 Valencia. Espaa.
pablohernandezbel@hotmail.com
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Cartas cientfico-clnicas
Bibliografa
1. Barrera M, Bosch R, Mendiola M, Frieyro M, Castillo R,
Fernndez A, et al. Reactivacin de la sfilis en Mlaga. Actas
Dermosifiliogr. 2006;97:323-6.
2. Dourmishev LA, Dourmishev AL. Syphilis: uncommon presentations in adults. Clin Dermatol. 2005;23:555-64.
3. Baniandrs Rodrguez O, Nieto Perea O, Moya Alonso L,
Carrillo Gijn R, Harto Castao A. Nodular secondary
syphilis in a HIV patient mimicking cutaneous lymphoma.
An Med Interna. 2004;21:241-3.
4. Erfurt C, Lueftl M, Simon M Jr, Schuler G, Schultz ES. Late
syphilis mimicking a pseudolymphoma of the skin. Eur J
Dermatol. 2006;16:431-4.
Sr. Director:
La tricorrexis nodosa (TN), tambin denominada triconodosis, fue descrita por primera vez por Wilks en
1852 1. Es la ms frecuente de las displasias pilosas asociadas a fragilidad capilar. Se considera resultado de una respuesta anmala del tallo piloso frente a las agresiones
externas y clnicamente se caracteriza por la presencia de
cabellos de diferente longitud, secos, de aspecto deslustrado, quebradizos y con pequeos ndulos blanquecino-grisceos o amarillentos distribuidos en nmero variable y de
forma irregular a lo largo del tallo 2. Estas formaciones nodulares corresponden a zonas de prefracturas transversales
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sobre el mechn de pelo anmalo y que tena cierta tendencia a estar apoyado con la mano sobre esa zona. Se realiz una analtica completa, que no mostr ningn hallazgo
significativo, y se tom una muestra de los cabellos para
estudio bajo microscopia ptica (MO) y luz polarizada,
observndose las imgenes caractersticas de una TN
(fig. 2). Seis meses despus, y nicamente insistiendo en la
necesidad de evitar traumatismos repetidos sobre la zona,
la mejora era evidente (fig. 3).
La base etiopatognica de la TN parece encontrarse en
la prdida o disminucin de las clulas cuticulares en una o
ms zonas del tallo piloso, con lo que las fibras corticales
pierden su proteccin, se separan, se engruesan y quedan
expuestas a las agresiones externas. La consecuencia es la
aparicin de fracturas completas o incompletas, y los caractersticos ndulos de la TN 3. Se han descrito anomalas
en la composicin de los aminocidos (dficit de cistina)
y en la sntesis de las queratinas corticales en los tallos pilosos afectos de TN 11.
Lo habitual es que la TN aparezca en cabellos sanos,
pero sometidos a agresiones externas excesivas, repetidas y
mantenidas en el tiempo, pero tambin puede afectar a tallos pilosos con anomalas subyacentes asociadas a fragilidad capilar, como la argininosuccinuria, el sndrome de
Menkes, de Netherton 12, la tricotiodistrofia 13, el moniletrix, el hipotiroidismo 14, etc.
Las agresiones externas pueden ser tanto qumicas como
fsicas: champs agresivos, lavado frecuente, agua salada,
cepillado excesivo, tintes, permanentes, peinados a tensin,
aplicacin de calor, fuentes de radiacin ultravioleta, tics,
rascado mantenido, etc. En el caso de la TN localizada,
esta suele asociarse a dermatosis pruriginosas (dermatitis
seborreica, pediculosis, psoriasis, etc.), tricotilomanas u
otras alteraciones que condicionen una manipulacin mantenida en la zona, rascado y liquenificacin 10.
El diagnstico es fundamentalmente clnico, pero resulta de gran ayuda la exploracin de los tallos pilosos con
MO, microscopia electrnica o de luz polarizada, puesto
que permite observar la imagen tpica de dos pinceles encajados el uno frente al otro en los ndulos, y de pincel
a nivel de la fractura completa transversal3.
El diagnstico diferencial no suele resultar excesivamente complicado y debe incluir la pediculosis, las vainas
peripilares, la presencia de material exgeno, la piedra
blanca, diferentes micosis, el pelo burbuja3, etc.
No existe ningn tratamiento especfico para la TN. La
nica medida que puede resultar eficaz es detectar los factores predisponentes y evitar los traumatismos repetidos 2.
Ciertos tratamientos coadyuvantes (reparadores capilares,
complejos vitamnicos, etc.) tambin pueden resultar de
ayuda.
En nuestro caso, probablemente tanto la fuente de luz
artificial como la manipulacin mantenida en la zona con
la mano hayan tenido implicacin en la aparicin de la
Correspondencia:
Zurie Martnez de Lagrn.
Servicio de Dermatologa. Hospital de Cruces.
Plaza de Cruces, s/n.
48390 Cruces. Vizcaya. Espaa.
zurivitoria@yahoo.es
Conflicto de intereses
Declaramos no tener ningn conflicto de intereses.
Bibliografa
1. Jackson GT, MacMurtry CW. A treatise on the diseases of
the hair. London: Kimpton; 1913. p. 131-7.
2. Dawber RPR, Ebling FJG, Wojnarowska PT. Trichorrhexis
nodosa. En: Champion RH, Burton JL, Ebling FJG, editores. Textbook of Dermatology. 5th ed. Oxford: Blackwell
Scientific Publications; 1992. p. 2612-3.
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Cartas cientfico-clnicas
Sr. Director:
La urticaria solar es una fotodermatosis idioptica poco
comn que se presenta como eritema y lesiones habonosas
transitorias en regiones fotoexpuestas inmediatamente
despus de la exposicin a radiaciones UVB (280-320 nm),
UVA (320-400 nm) o luz visible (400-600 nm) 1.
El diagnstico de la urticaria solar es aparentemente
sencillo y se basa en la historia clnica del paciente y en la
realizacin del fototest. Sin embargo, en la prctica clnica
diaria pueden surgir circunstancias que compliquen el
diagnstico.
Presentamos el caso de una mujer de 43 aos sin alergias
medicamentosas ni antecedentes mdico-quirrgicos de in-
Figura 1.
524
ters. Refera un cuadro dermatolgico que haba comenzado 14 meses antes de la consulta. Aportaba analtica normal
incluyendo bioqumica, hematimetra, C3-C4, IgE y anticuerpos antinucleares.
En la anamnesis describa episodios de erupcin pruriginosa evanescente que aparecan tanto con la exposicin
solar directa como a travs de ventanas o cortinas, que desaparecan en horas una vez que acuda a su domicilio y
que la localizacin era en zonas fotoexpuestas. Dado que el
cuadro descrito era compatible con una urticaria solar indicamos a la paciente que se expusiera al sol natural durante 30 minutos aproximadamente. Posteriormente regres a
nuestras consultas presentando lesiones habonosas pruriginosas en zonas habitualmente no fotoexpuestas: nuca,
regin retroauricular, espalda alta, zona de correa del reloj y
muy discretas en extremidades superiores. Aparecan respetadas la cara, el dorso de las manos y las regiones cubiertas con ropa (fig. 1).
Para confirmar el diagnstico, determinar el espectro
responsable de la erupcin y la dosis urticarial mnima,
realizamos un fototest una semana despus irradiando diferentes zonas de la espalda con las siguientes fuentes de
luz y las siguientes dosis:
1. Fuente emisora de UVB: UVB 180 (Waldmann):
0,01 J/cm2, 0,05 J/cm2, 0,1 J/cm2, 0,15 J/cm2.
2. Fuente emisora de UVA: PUVA 800 (Waldmann):
1 J/cm2, 3 J/cm2, 6 J/cm2, 10 J/cm2.
3. Fuente emisora de luz visible: proyector de diapositivas:
10 y 15 minutos.
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Cartas cientfico-clnicas
Nmero
de pacientes
Fototest
negativo
Porcentaje
83
3,6
25
Monfrecola et al 7
57
5,2
Uetsu et al 6
40
Eguino et al .
Hospital de Cruces,
Baracaldo
21
4,7
Chon y Khoo 9
19
5,3
245
3,7
Beattie et al 8
Ryckaert y Roelandts
Total
Conflicto de intereses
Declaramos no tener ningn conflicto de intereses.
Bibliografa
1. Eguino P, Lasa O, Gardeazbal J, Daz-Prez JL. Urticaria
solar. Estudio de 20 casos. Actas Dermosifiliogr. 2005;96:
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2. Roelandts R. Diagnosis and treatment of solar urticaria. Dermatol Ther. 2003;16:52-6.
3. Ng CH, Foley A, Crouch B, Baker S. Changes of photosensitivity and action spectrum with time in solar urticaria. Photodermatol Photoimmunol Photomed. 2002;18:191-5.
4. Ryckaert S, Roelandts R. Solar urticaria. A report of 25 cases
and difficulties in phototesting. Arch Dermatol. 1998;134:
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5. Ichihashi M, Hasei K, Hayashibe K. Solar urticaria: Further
studies on the role of inhibition spectra. Arch Dermatol. 1985;
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6. Uetsu N, Miyanchi-Hashimoto H, Okamoto H, Horio T.
The clinical and photobiological characteristics of solar uritcaria in 40 patients. Br J Dermatol. 2000;142:32-8.
7. Monfrecola G, Masturzo E, Riccardo AM, Balato F, Ayala F,
Di Costanzo MP. Solar urticaria: a report on 57 cases. Am J
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and prognosis of idiopathic solar urticaria: a cohort of 87 cases.
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9. Chong WS, Khoo SW. Solar urticaria in Singapore: an
uncommon photodermatosis seen in a tertiary dermatology
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