1983 - Ventsel - Investigación de Operaciones - Problemas, Principios, Metodología
1983 - Ventsel - Investigación de Operaciones - Problemas, Principios, Metodología
1983 - Ventsel - Investigación de Operaciones - Problemas, Principios, Metodología
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INVESTIGACIN de OPERACIONES
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PROBLEMAS
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PRINCIPIOS
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Indice
Tradticido,, del ruso por A.
Impreso ' en la URSS. 1983
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Prefacio
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A nuestros lectores;
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12
ucnanc1w.u siabl"Ke
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7. Problemas de la programacin lineal . . . .
8. Problema principal de la programacin lineal
9. Existencia de la solucin del problema principal
de la programacin lineal y procedimientos para
hallarla
. . . . . . . . . . . . . . . . .
10. Problema de transporte de la programacin lineal
11. Problemas de programacin con nmeros enteros.
Nocin sobre la programacin no lineal
. .
34
39
55
69
69
81
85
95
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gramacin dinmica
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16. Flujos de sucesos
. . . . . . . . . .
17. Ecuaciones de Kolmogorov para las probabilidades
de estados. Probabilidades finales de estados.
Captulo VI. Teorfa de cqlas ,
mula de Litle
.............
Bibliografa
Prefacio
143
166
177
177
182
189
210
215
215
219
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232
238
248
262
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. este marco, los datos necesarios se ofrecen en el texto.
En cambio, las ideas principales y los conceptos metodolgicos estn presentados en una forma que dista
mucho de ser simplificada, lo que exige atencin y
cierto esfuerzo mental por parte del lector. La autora
renuncia conscientemente al estilo exageradamente
literario o entretenido, que se emplea en algunos
manuales, particularmente extranjeros, sobre la investigacin de operaciones, porque no cree que personajes
imaginarios, nombres curiosos, etc. contribuyan a asimilar ideas. Por otra parte, la autora evita el estilo
exageradamente grave y tedioso, que se considera de
buen tono en los libros matemticos. De vez en cuando
se permite una locucin familiar, una broma y a veces
-(qu horror!)- una frmula imprecisa a la que se
puede, cuando se quiere hacer un reproche. El libro no
est destinado para el especialista en matemticas,
sino, en primer trmino, para el prctico que se familiariza con el tema por primera vez. A tal lector las
' abundantes excepciones hechas en aras de la rigurosidad irreprochable slo podran hacerle perder inters
al ocultar de l el quid de la cuestin.
Los distintos captulos no son del mismo grado de
\ . diffoultad ni estn cargados de clculos matemticos
por igual. El lector que slo quiera familiarizarse en
! trminos generales con dicha disciplina, con los pro1 blemas y las posibilidades de la investigacin de ope1 raciones, puede limitarse a leer con atencih los cap1 tulos 1 y 2, as como los prrafos iniciales de los dems
<:aptulos. Conjuntamente con estas partes informativas el libro contiene otras que ayudan al lector
reflexivo a hacer ciertos clculos independientemente
y a comprender no slo la idea general de tal o cual
mtodo, sino tambin los elementos de los mtodos
matemticos, lo que le facilitar a familiarizarse en el
futuro con dichos mtodos por medio de manuales
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especializados. Al final del libro se ofrece una bibliografa con el volumen aproximado de los libros, indicado en pliegos de imprenta.
El captulo 6 titulado La teora de colas contiene varios procedimientos metodolgicos que estn
ausentes en la literatura existente, accesible para el
lector conienle, por lo que es de un volumen relativamente grande. El captulo 1 desarrolla las ideas expuestas por la autora en el folleto de divulgacin cientfica
Investigacin de operaciones (la editorial Znanie,
1976), repitindose literalmente los mismos pasajes
(sin referencia a su origen) en el libro de A.V. Timofiev H obots y el intelecto artificial (la editorial
Nauka, 1978). La comparacin de las fechas de
publicacin de los libi:os no deja dudas de a quin
pertenece la adoptacin.
La autora expresa su agradecimiento al redactor
del libro L.A. Chulski por una serie de valiosas observaciones.
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Captulo 1
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8. Servicio de bibliotecas. Una biblioteca grand.e satisface las demandas de los abonados. Los fondos
de la biblioteca disponen de libros de elevada y baja
demanda, as como de libros que prcticamente no se
solicitan. Existe una serie de posibilidades para la
distribucin de libros en las estanteras y depsitos,
as como para operar do un modo centralizado las
demandas en contacto con otras bibliotecas. Es preciso elaborar un sistema de servicio de bibliotecas capaz
de satisfacer al mximo las demandas de los abonados.
Sera fcil citar otros ejemplos numerosos, pero los
ya citados son suficientes para tener una nocin de
las caractersticas peculiares de los problemas relativos a la investigacin de operaciones. Aunque los
ejemplos citados pertenecen a las diversas esferas es
fcil encontrar en ellos rasgos similares. Cada uno
corresponde a una actividad orientada hacia una finalidad determinada. Dadas ciertas condiciones que caracterizan la situacin (en particular los recursos disponibles), se plantea tomar tal decisin con la que la actividad programada resulte ser la ms beneficiosa a partir
de tal o cual criterio.
Sobre la base de estos rasgos similares se elaboran
los procedimientos comunes para resolver dichos problemas que, tomados en conjunto, representan el
esquema metodolgico y el mecanismo de la investigacin de operaciones.
El lector atento, familiarizndose con los ejemplos
citados, posiblemente, se fij en que slo algunos de
ellos requieren en la prctica mtodos matemticos
para la argumentacin de las decisiones; en otros casos
las decisiones se toman aproximadamente, empleando
mtodos caducos. Pero a travs del tiempo, para elegir
una solucin, cada vez mayor cantidad de problemas
requieren la aplicacin de mtodos matemticos. Los
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mtodos en cuestin adquieren una importancia extrordinaria a medida que se introducen los sistemas
automticos de direccin en todas las esferas de la
prctica. Hesulta imposible crear un sistema automtico de direccin (si ste se utiliza no slo para acumular y analizar la informacin, sino tambin para efectuar la direccin) sin realizar estudios previos de los
procesos de direccin empleando los mtodos de la
simulacin matemtica. A medida que se acrecienta la
envergadura y complejidad de las actividades, los
mtodos matemticos de argumentacin de las decisiones adquieren cada vez mayor significado. Un
operador experto es capaz de asegurar el funcionamiento de un aeropuerto pequeo, mientras que un aeropuerto grande requiere un sistema automtico de
direccin que funcione de acuerdo con un algoritmo
preciso. La formulacin de dicho algoritmo siempre ,
se basa en los clculos preliminares, es decir, en la
investigacin de operaciones.
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En ciertos casos las operaciones con factores alea. torios tienen un determinado objetivo A, que puede
lograrse por completo o no se logra totalmente (el
esquema si - no), y ningn otro resultado intermedio representa inters. En este caso la probabilidad
de lograr dicho objetivo P (A) aparece como el ndice
de eficacia. Por ejemplo, si se trata del tiro contra
cierto objeto con el fin ele dar en el blanco a toda
costa, la probabilidad de dar en el blanco interviene
como el ndice de eficacia.
Elegir incorrectamente el ndice de eficacia resulta
muy peligroso. Las operaciones organizadas conforme
a un criterio elegido desafortunadamente pueden provocar prdidas y gastos injustificables (recordemos aunque sea el famoso ndice de produccin global utilizado como criterio principal en la valoracin de la
actividad econmica de las empresas).
Para ilustrar los principios de acuerdo a los cuales
se elige el ndice de eficacia revisamos los eje:inplos 1-8
del prrafo 1; a este respecto, es necesario elegir, ante
todo, un ndice natural de eficacia y, despus, optimizarlo (maximizar o minimizarlo). Analizando los
ejemplos, hace falta tomar en consideracin que la
descripcin verbal del problema no hace posible aceptar un solo ndice de eficacia en todos los casos, por lo
tanto, ciertas discordancias pueden existir al respecto
entre los lectores y la autora.
1. Plan de abastecimiento de empresas. El problema
de la operacin consiste en asegurar el abastecimiento
de materias primas con una minimizacin de los gastos
de transporte. El ndice de eficacia R es la suma total
de los gastos de transporte de materias primas por
una unidad de tiempo, por ejemplo, un mes (R =?- mn).
2. Construccin de un tramo de ferrocarril troncal.
Se requiere planificar una construccin de tal manera
que se finalice lo antes posible. El tiempo invertido en
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lo que resulta necesario referirse a otros. Tales problemas de criterio mltiple se darn a conocer en el
prrafo 6.
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Para aplicar los mtodos cuantitativos de investigacin en cualquiera de las esferas, es preciso poseer
siempre algn modelo matemtico. Para la construccin d{l un modelo es inevitable simplificar el fenmeno real (en nuestro caso, la operacin), esquematizarlo y este esquema (maqueta del fenmeno) se
describe con ayuda de mtodos matemticos. Cuanto
ms acertadamente se seleccione el modelo matemtico, tanto mejor reflejar ste los aspectos caractersticos del fenmeno, ms exitosa ser la investigacin
y ms tiles las recomendaciones obtenidas.
No existen mtodos vniversales para la construccin de modelos matemticos. En cada caso concreto
el modelo se selecciona a partir del tipo de operacin,
de su orientacin hacia una finalidad, as como tomando en cuenta los problemas de investigacin (la influencia de qu factores y qu parmetros se requiere
determinar). Tambin es necesario, en cada caso
concreto, establecer una correspondencia entre la
precisin del modelo y la cantidad de detalles que lo
caracterizan: a) una precisin necesaria para solucionar
el problema en cuestin, y b) una informacin disponible o la que es posible adquirir. Si los datos iniciales necesarios para el clculo son inexactos, .es
evidente que no vale la pena entrar en detalles, componer un modelo muy minucioso y gastar tiempo (del
investigador y de la calculadora) en optimar la solucin de modo preciso y con muchos detalles. Por desgracia, dicho principio se omite a menudo y los modelos se describen demasiado minuciosamente.
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. tos amplios y profundos, sino de conocimientos eficaces, no formales, d e la capacidad para manipular datos
estadsticos y nociones de probabilidad. Las exigencias
especiales que se plantean precisamente ante esta rama
de las ciencias matemticas se deben a que la mayor!.;!.
de las operacione.s. se realizan en condi~!_Q!B~S de c_i_e.rta
indeterminacin y l l?_!.'oceso y resultado dependen tj_e
_filCtOres ~-Por d esgraCiaTa mayona de los
especialistas, ingenieros, qumicos, mdicos muy raramente dominan bien los mtodos de la teora de las
probabilidades. Muy a menudo las reglas y los conceptos de la teora se utilizan de manera formal sin
comprender adecuadamente su sentido y espritu. No
son raros los casos, cuando a la teora de las pr obabilidades se la trata como a algo parecido a la varita
mgica que permite obtener informacin d e la nada,
del desconocimiento completo. Es ta consideracin es
errnea pues la teora de las probabilidades slo permite t.ranstormar la informacin, es decir, partiendo
de datos sobre fenmenos accesibles a la observacin,
hacer conclusiones sobre otros menos accesibles. Se
supone que el lector de este libro posea los conocimientos elementales de la teora de las probabilidades 1) .
~No se desea que las partes de las matemticas men1 cionadas, que se aplican a la investigacin de operaciones intimiden al lectorptincipiante y le hagan perder
el gusto de dedicarse a dichos problemas. En primer
lugar, como. se dice no es tan fiero el len como lo
pintan y ' siempre es posible dominar cualquier mtodo matemtico si existe una necesidad imperiosa. En
segundo lugar, no cada problema ex ige aplicar todas
las partes mencionadas; se puede famili arizar slo con
algunas de ellas, dando la prioridad a las ms necesa1) Si el lector no conoce totalmente la teora de las probabilidades, puede obtener los datos mnimos necesarios leyendo
un folleto de divulgacin (2):
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rias. El presen te libro tambin n os da los conocimien"tos ma tern ticos necesarios para r esolver los problem as concretos mencio11 ad os.
P ar a construir un modelo m atemtico es p osible
aplicar (en func in del tipo de op eracin, del problema
a investigar y de la exacti tud de d a tos iniciales) mtodos ma tern :licos do diferen te grad o d e complejidad.
En los cisQun_;s____s@_c_ilills. el fennum.o s~Jl.1b e por
medio de ecuacion e~ alg_!:ibraica~~!l~ ill~. En casos
mfts corn plejos, cuando se requiere analizar un fenmeno en su desarrollo, se aplica el m todo de. ecuaciones
difere[!~i~l.le$ (ordinari as o en derivad as parciales). En'
los casos ms complejos, cuando el d esarrollo d e una
operacin y su resul tado dependen de numerosos factores aleatorios, complejamente ent relazados, los mtgdos an aJticos no funcionan y hace falta recurr.i.!:.JJ
mtodo c1iifliliaC1i"'esfadslica (metclOdeMonteado) al cualnosrefrimosenol sp t imo captulo. En
la pri mera aproximaci n la idea d e este mtodo puede
ser d escri ta de la manera siguien te: el p roceso de desarrollo de la operacin con tod os los factores aleatorios q ue le acompa an se reproduce, se copia, en la
calculad ora electrnica. Como resultado, obtenemos
u 11 ejemp lar ( un a real izacin) d el p roceso aleatorio
d e desarrollo de un a op eracin con el cu rso y fin casual es. D e p or s un a sola realizacin no p uede servir de
base para eleg ir la solucin, pero , obteni endo un conjnnto de tales realizaciones, Jo nn alizamos como m a t erial estadstice> corrien te (de aqu procede el trmino
simulacin estads tica), hallamos las caractersticas
medi as d el proceso y n os formamos una idea de cmo
influ yen sobre ellas las condiciones d el problema y los
elemen tos de la solucin .
En l a investigacin d e operacio nes se utilizan ampliam en te tanto los m odelos analticos , como los estadsticos. Cada uno de ellos tiene sus ventajas y defectos.
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Los modelos analticos son ms aproximados, consideran menor cantidad de factores, siempre requieren,
ciertas suposiciones y simplificaciones. Sin embargo
dan resultados de clculo ms perceptibles y con mayor
claridad reflejan las principales regularidades propias
del fenmeno en cuestin. Lo principal consiste en que
los modelos analticos son ms aplicables para la
bsqueda de soluciones ptimas.
Los modelos estadsticos son ms precisos y detallados en comparacin con los analticos, no requieren
suposiciones tan aproximadas, permiten considerar
una gran (tericamente una cantidad ilimitable) cantidad de factores. Pero tambin tienen sus defectos, a
saber: son voluminosos, mal percibibles, exigen un
trabajo prolongado de calculadoras y, sobre todo, es
extremadamente difcil hallar soluciones ptimas, las
cuales hay que buscarlas a ciegas, mediante suposiciones y pruebas.
Los especialistas inexpertos en la investigacin de
operaciones, teniendo a su disposicin las calculadoras,
frecuentemente y sin ninguna necesidad, empiezan a
investigar las operaciones construyendo un modelo
estadstico y procurando considerar en ella la mayor
cantidad posible de factores. Se olvidan de que construir el modelo y efectuar clculos, basndose en l,
es slo la mitad del asunto; es ms importante saber
analizar los resultados y transfigurarlos en recomendaciones.
Los mejores trabajos en la esfera de investigacin
de operaciones se basan en la aplicacin conrunt--d~
los modelos anHticos y estadstico~. E modelo analtico p0s1'E1ITfil'IiCOmprensinaef fenmeno en trminos generales, traza los contornos de las principales regularidades. Cualesquiera de las especificaciones pueden ser obtenidas con ayuda de los modelos
estadsticos (ms detalladamente vase el captulo 7).
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Capftuio 11
1) Para mayor sencillez, en adelante, mencionaremos meramente el mximo del ndice, sin referirnos cada vez a que se
pueda requerir minimizarlo. Es evidente que el segundo caso se
reduzca facilmente al primero por simple variacin del signo W.
34.
1
Los problemas recprocos responden a la pregunta:
cmo escoger una solucin x para maximizar el
ndice de eficacia W? 1)
Naturalmente que los problemas directos se consideran ms sencillos que los recprocos. Es cierto tambin que para resolver el problema recproco es nece-
35
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W (a, x).
(4.1)
W* = mx {W (a, x)}.
(4.2)
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el punto donde las derivadas son iguales a cero (generalmente tal punto puede no existir), sino en alguna parte
de la frontera de la regin X. En este caso surgen todas
las dificultades propias d~l llamado problema variacional multidimensionaJ con limitaciones que a veces
resulta demasiado complejo para ser resuelto mediante
las calculadoras modernas. Adems, en algunos problemas la funcin W no posee en absoluto derivadas
(por ejemplo, se da slo para nmeros enteros de argumentos). Por estas razones, el problema de hallar el
extremo resulta ms complejo que parece a primera
vista.
El mtodo de obtencin del extremo y de la solucin ptima x* relacionada con l siempre debe escogerse, partiendo de las particularidades de la funcin W
y del tipo de limitaciones, aplicadas a la solucin. Por
ejemplo, si la funcin W depende linealmente de los
elementos de la solucin x 1 , x 2 , , y las acotaciones
aplicadas a x 1 , x 2 , tienen la forma de igualdades
o desigualdades lineales, surge el problema clsico de
la programacin lineal que se resuelve utilizando mtodos sencillos y, lo que es esencial, estndar (vase
cp. 3). Si la funcin W es convexa se utilizan mtodos
especiales de programacin convexa con su variedad:
programacin cuadrtica (vase [81). Para optimizar
el mando de operaciones de muchas etapas se utiliza
el mtodo de programacin dinmica (vase cp. 4).
Por fin, existe una serie de mtodos numricos de
obtencin de extremos que estn especialmente adaptados para calculadoras; algunos de ellos incluyen el
elemento de obtencin casual que en caso de problemas multidimensionales resulta a menudo ms eficaz
que la seleccin ordenada.
As pues, el problema de obtencin de una solucin
ptima"en condiciones sencillas y bien determinadas,
es un problema puramente matemtico perteneciente
38
a la clase de problemas variacionales (con la aplicacin de acotaciones o sin estas) que no presenta dificultades de principio, sino de clculo. El asunto no es
ste, cuando el problema contiene un elemento de
indeterminacin.
Puesto que el valor H' depende de factores desconocidos es imposible calcularlo, ya que queda indeterminado aunque estn dados los factores a y x. El
prohlema de obtencin de una solucin ptima tambin
pierde sn determinacin. Pues no se puede maximizar
un valor W desconocido! No obstante, nos queda el
deseo de maximizar en lo posible esta magnitud desconocida. (.Es que a veces no logran xitos los hombres
en condiciones, cuando Ja situacin no es del todo
clara? Sin duda que a veces lo logran. Expresando lo
expnesto en lenguaje matemtico, nos planteemos el
siguiente prohlema.
Dadas las condiciones a y considerando los factores
desconocidos Ghallar tal solucin x E X, que asegure, en
lo posible, un valor mximo del ndice de eficacia W.
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As pues, examinemos tal operacin (9 cuyos factores ~ son aleatorios de carcter esencial e influyen
notablemEmte en el ndice de eficacia W que tambin
tiene carcter aleatorio.
Surge la idea de tomar como ndice de eficacia el
valor medio (esperanza metemtica) de esta magnitud
aleatoria W = M [W] y elegir tal solucin x cuyo
ndice mediado se maximiza:
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(5.2)
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si{} reflexiona1 sobre su validez. Pero, sera util refleic.ionar! Para que este procedimiento sea vlido es netesario que la operacin posea propiedades de reiteraein y la insufiencia del ndice de eficacia en un
ctaso se compense con su exceso en el otro. Por ejemplo,
emprendemos una larga serie de operaciones semeantes con el propsito de obtener una ganancia mxia, las ganancias de las operaciones independientes se
juman, o sea, el menos en un caso se compensa con
(fl ms en el otro, y todo queda en orden.
Siempre es as? No, no siempre. Para convencerse
de esto examinemos un ejemplo. Se organiza un sistema automatizado de direccin (SAD) para el servicio
mdico urgente de una gran ciudad. Las llamadas, provenientes de diferentes regiones de la ciudad en rnoraentos casuales, llegan al pu<:lsto central de direccin de
donde se transmiten a tal o cual puesto de servicio ur~ente equipado de mquinas. Se exige elaborar tal
~gla (algoritmo) de trabajo del operador del sistema
C\utomatizado de direccin qu garantice la mayor eficiencia de trabajo de servicio en su conjunto. Con este
~ropsito hace falta en primer lugar escoger un ndice
eficacia W.
Ciertamente, es deseable que el tiempo 1' necesario
p iara esperar al mdico sea mnimo. Pero este tiempo
([~ una magnitud aleatoria. Si se aplica el promedio
cJ ~ optimizacin es preciso escoger un algoritmo que
minimice el tiempo necesario para esperar al mdico.
c(N o es as?
.Resulta que no es del todo as. El inconveniente
consiste en que los tiempos en que cada enfermo espera
o.l mdico no se suman, pues, la asistencia prestada
c~si instantneamente a un enfermo no recompensa las
prdidas de tiempo ocasionadas por la prolongada espevo.. de otro. Escogiendo en calidad de ndice de eficacia
el tiempo medio de espera T corremos el riesgo de
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E s comprensi ble q ue de antema no se pueden p rogramar (a hase de las refle:dones esp ecul at ivas) ciertas
carncte rbt icas de Jos factores alea tori os, optimizar la
so1 11ci11 :r sol1rc es ta ha::;e (sencillamen te como p romedi o o co11 l imit acio11 es cslodsticas) y d etenerse en
ella. E ste enfoque seril m ejor, incl ud a uleme11te, q ue
escoger 1111a soluci n al azar, p oro no mucho mejor.
Sera mucho m s razo11 ab le utilizar el siguien te proced imieoto: dejar algunos C'lernenlos d e l a solucin x
libres, variables. Luego, para comen za r, elegir cierta
varuit e de la solucin, sab iendo de a.ntemano que no
es la mejor, y }Joner en m archa el siste ma; a continuacin , eu fa rn odicla en qne se acumule l a experiencia,
vari ar orient.adarnente los panmetros libres ele la solucin, consiguicucl o q ue Ia eficieucia no disminuya,
siJJ o a umente. Tales algoritmos de d ireccin que se perfcccio 11 an en el proceso do utilizacin se denominan
adapliz:os. La ven taja de los algor itmos adap t ivos
consisle en que ellos n o slo nos liurau d e la acumulacin prr. li rninar de datos estadsticos, sino que se
t ransform an , respondiendo a la variacin de la situac in . E11 l a medid a en qu e se acumula la experiencia
tal algorit mo se mejora gradualm ente, lo m ismo que el
h omh rn apnnde de sus errores 1) .
Aho l'(lemos, aho ra, el caso ms d ifcil y desagrad able, el b) c1H111dn los fac tores indep e11cl ientes uo poseen
Lo Lalrn ent e las carac lerslicas prohah ilslicas; con otras
palabras, cuando es p osib le considerarl os aleatorios
en el sen lido com n d o la palabra.
- Cmo!)- p uede pregun t.ar el lector. -- Acaso
cada indet ermin ac in n o es una casualid ad?
No, respond emos, es mejor no confun d ir estos concep lo'. Ac lara1nos e l hech o: en la t eora de l as pro-
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hahiiicimies por trmino fenmeno nlentodo se fitiende un fenmeno referente n la clase de los repetidos y, sobre todo, que posean la propiedad d e estabilidad estadstica. E11 el caso de repetirse Jos ensayos similares, cuyo resultado es aleatorio, sus caractersticas medias tienden a estabilizarse. Las frecuencias de
los sucesos se aproximan a sus probabilidades, las medias aritmticas a las esperanzas matem6 ticas. Cuando
tiramos reiteradamente una. moneda Jn frecuencia de
aparicin del escudo se estabiliza gradualmente, deja
de ser aleatoria; si un mismo cuerpo so pesa repetidas
veces en la balanza de precisin, el resultado modio
deja de oscilar, se iguala. E s un ejemplo do indeterminacin estocstica, de buena calidad.
Sin embargo, existen indeterminaciones n o estocsticas las que denominaremos convencionalmente como
indeterminacin mala. No obstante que los factores
se desconocen de antemano, no tiene sentido hablar
de sus leyes de distribucin o de otras caractersticas probabilsticas.
Citemos un ejemplo: supongamos que se planifica
cierta operacin comercial industrinl cuyo xito depende d el largo s de las faldas que vestirn las mujeres dentro de dos aos. Una distribucin de las probabilidades para la magnitud s no puede obtenerse, en un
principio, de datos estadsticos. Incluso, si examinamos
una enorme cantidad de ensayos (aos) a partir de
aquellos aos remotos, cuando las mujeres se pusieron
por primera vez las faldas y fijamos una magnitud para
cada ao, es poco probable que esto nos ayud e a p l'Onosticar. La distribucin probabilstica de la magnitud s simplemente no existe, ya que no ex iste nn co11,j11nto de ensayos similares que confiornn a dicha mag nitud la estabilidad debida. ' Nos encout.ramos con un
' caso de indeterminacin mala.
Cmo actuar en tales casos? Tal vez negarse a
'
u tilizar en absoluto los m toc1os ma temticos y tomar
u na solucin de manera voluntariosa? No, no vale
la p ena de actuar as. L os clculos p reliminares p ueden
prestar cierta utilidad incluso en condiciones tan p simas.
Reflexio11 emos sobre estn asunto. Supongamos que
se escoge u11 a solucin x en cier ta op eracin('), cuyas
condiciones contienen <mna indeterminacin mala, es
decir, se nscogen p armetros ~ sobre los cuales no tenemos ninguna informacin y podemos h acer slo algunas
suposiciones. No obstante, probemos reso lver el problema. Lo primero que se n os ocurre es programar ciertos, miis o menos verosmiles, valores dn los parmetros ~. Entonces, el problema pasar a la categora
d e los problemas determinados y puede ser resuelto,
u tilizando mtodos ordin arios (un caso de terminad o
con todas sus dificultades se presenta ahora como
entretenimiento ).
Pero tod ava no hay mo tivos para alegrarse. Supongamos que habiendo realizad o nmchos esfuerzos y
tiempo (del investigador y de la m qu ina) obtuvimos
el objetivo trazado. Qu :=;e deduce <le esto? Ser la
solucin obtenida adecuada para otras condiciones s?
Como regla, no. Por eso, su valor es sumamente limitado. En el caso d ado resultara m s r azonable no
escoger una soluci n x ptima para ciertas condiciones
~' sino un comprom iso que ser, no obstante, aceptab le
en todo el conjuuto de las condiciones, sin que sea
ptimo, puede sor, qne para ninguna de las condiciones.
En la actualidad no existe 11na teora cien tfica de
compromiso de pleno valor, aunque so empre1tden algunas tenta t ivas en esta ma teria en cuanto a la teora
de Jos juegos y solu cion es estadsticas (vase cap tulo 8). Habi tualmen lP, es el homb re quien escoge definitivamenle un cornprnmiso. Basnd oso en clculos preliminares que posibilitan la solucion de la mayor a de los
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Pese a u11 a serie de dificultades ese nci al es vinculadas co11 la i11 deter111i11aci11 , has ta es to punto hemos considerado s lo l os casos rn :s sencillos, cuyo criterio es
evidente y p erm i 1o aprcci a r l a eficienci a, x igiendo
que se m ax im ice u11 nico n d ice W (se m inimice).
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.Desgraciadamente en la prctica tales problemas, cuyos
criterios de apreciacin estn determinados unvocamente por la orientacin hacia 1111a finalidad de la
operacin, no se encuentran tan frecue11temente y preferiblemente los hallamos al examinar las actividades
de poca envergadura e importancia. Cuando se trata
de las operaciones compleja<; de gran envergadura que
afectan los diversos intereses de sus organizadores y de
la sociedad en conjunto, su eficiencia, como regla, no
puede caracterizarse por completo por un slo ndice
de eficacia W. Por esta razn se deben atraer otros
ndices suplementarios. Tales problemas de la investigacin de operaciones se denominan problemas de
criterios mltiples.
Examinemos un ejemplo de tal problema. Se organiza la defensa de un objetivo importante contra las
incursiones areas. Tenemos a nuestra disposicin determinados medios de defensa area los cuales hay que
desplazar de la manera ms ventajosa alrededor del
objetivo, as como organizar su cooperacin, distribuir
los objetivos entre ellos, asignar las nrnniciones, etc.
Supongamos que cada avin enemigo quo participa en
la incursin sea un portador potencial de un potente
medio destructivo que al ser empleado contra el objetivo garantice su destruccin. Entonces, el problema
principal de la operacin es no admitir ni un slo
avin al objetivo, en tanto que el ndice natural de
eficacia es una probabilidad W de que ningn avin
penetre al objetivo. _Pero es ste el nico ndice que
tiene importancia para nosotros? lndudahlemente que
no. En caso de ser invariable la probabilidad W le damos preferencia a la solucin que posibilite derribar
como promedio un nmero mximo de aviones enemigos. De ah se deduce otro 11dicc 1le eficacia M que es
un nmero promedio de los objetivos destruidos que
queramos maximizar. Adems, para nosotros 110 es
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W = a1 T
+a S*
2
mn.
(6.2)
Pero el inconveniente consiste en que es posible considerar constantes los coeficientes a1 , a 2 Dependen, tanto de las mismas magnitudes T y S, como de la situacin. Por ejemplo, si hace poco el hombre
amonestado por llegar tarde, el coeficiente qne corresponde
a T, probablemente, aumentar, pero al da siguiente,
despus de recibir el sueldo disminuir, posiblemente,
sl coeficiente S. Si los pesos a 1 , a 2 se asignan arbitrariamente (lo que sucede habitualmente) la solucin
~ptima obtenida ser de hecho del mismo grado de
ubitrariedad.
Aqu nos encontramos con un ejemplo muy tpico
narn semejantes situaciones, con la lnrnsferencia de
1;11; arbitrari~dad de una instanqia a otra. Una "encilla
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sea, ehonlrar para cada solucin x 1os valores <le los
ildices de eficacia W1 , W 2 , ., cualquiera que sea
1 su cantidad (a propsito, la diversidad de criterios 110
obstaculiza la solucin <le los problemas directos).
Segu11do, lo que es especialmente importante, ayuda a
desechar del conjunto de las soluciones posibles X
llas notoriamente no acertadas, que no pueden competir
lco11 las dems en todos los aspectos.
Ilustremos cmo sucede esto en principio. Supongamos que exisle un problema de criterios mltiples
de la investigacin de operaciolles con k criterios
W 1, W 2 , ., JV. Para mayor se11cillez supongamos
que es deseable maximizar todas estas magnitudes (ya
sabemos cmo se pasa de mnimo a mximo). Supollgamos que el conjunto de soluciones posibles comprende dos soluciones x 1 y x 2 que hacen que todos los
criterios W 1 , W 2 , ., W1i relativos a la primera solucin sean mayores o iguales a los respectivos criterios
&te la segunda solucin, pero uno de ellos debe ser
realmente mayor. Es evidente que no conviene conservar la solucin x 2 en el conjunto X, ya que la solucin
,;1 la desaloja (o como se dice la domina). Pues bien,
desechemos la solucin x 2 , considerndola incapaz de
Competir, y sigamos comparando olras soluciones on
fodos los aspectos. Tal procedimiento de desechar do
q.ntemano las soluciones intiles y desventajosas da
R_Or resultado la disminucin considerable del conjunto
~. puesto que dentro del conjunto se conservan slo
las llamadas soluciones eficaces (con otras palabras
<tde Pareto) que se caracterizan por la ausencia de la
.siolucin dominante.
Ilustremos el procedimiento de la formacin de soluciones de Pareto, citando el ejemplo do un problema
~on dos criterios: W1 y W 2 (se plantea maximizar ambos). El conjunto X consta de un nmero finito n de
psibles soluciones x 1 , x 2 , ., x ... A cacla soluci11
63 .
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.,
eficientes es miis evidente que el conjunto X. E11 cuanfo a la eleccin definitiva de la solucin, sta sigue
siendo una prerrogativa del hombre. Slo el hombre
con su impoderaLle habilidad de resolver problemas 110
1
' formales y tomar decisiones llamadas sol11cio11es do
compromiso (que no son rigurosamente ptimas, sino
' aceptables partiendo de una serie de criterios) puede
asumir la responsabilidad por la eleccin definitiva.
Sin embargo, el mismo procedimiento <le eleccin
de la solucin, repet~do varias veces, puede servir de
base para la elaboracin de algunas reglas formales,
aplicadas sin la participacin del hombre. Se trata de
los llamados mtodos eursticos de eleccin de las
soluciones. Supongamos que un hombre experimentado (o aun mejor un grupo de personas experimentadas) repetidamente escoge una soluciu <le compromiso
en un problema de criterios mltiples dP la investigacin de operaciones que se resuelve con distintas condiciones de a. Acumulando la estadstica basada en
los resultados de la eleccin SP puede, por ejemplo, de
manera razonable elegir los valores Je los pesos
a1 , a 2 , en la frmula (6.1), que en forma general
dependen de las condiciones a y de los propios ndices
W 1 , W 2 , , y hacer uso de tal criterio generalizado
para escoger la solucin que Pn este caso ya es auto1mtica, sin ' la participacin del hombre. A vfces hac'.)
falta conformarse cor+ esto cuando no ltay tiempo para
ponderar una solucin de compromiso (por ejemplo,
en las condiciones de combate) o cuando la , solucin
se elige mediante un sistema automtizado <le direc, .,
CIOn.
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5-0515
65
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tnizar W3 , etc. Tal procedlrniento 11t,ilizado para cornponer la solucin de compromiso es bueno, ya que permite determinar de inmediato a cuenta de qu concesin en un ll(lice se adq uiern la ganancia en el
otro y cul es la magnitud de esta ganancia.
De un modo o de otro, el problema de argumentaci11
de la solucin utilizando varios ud ices, cualquiera
que sea su planteamiento, no queda determinado del
todo. La eleccin definitiva de Ja sol11ci11 siempre se
determina por la accin voluntariosa del jefe (as se
puede denominar convencio11almen Le la persona responsable de la eleccin). La tarea del i11vestigador consiste en ofrecer al jefe los datos que le permitan liacer
eleccin, tomando en consideracin las ventajas e inconvenientes de cada variante de la solucin y no a
ciegas 1).
li6
***
Para concluir toquemos en breve el llamado enfoque sistemtico de los problemas de eleccin de soluciones.
En la actualidad debido a los volmenes de operaciones crecientes y a la complejidad de stas se necesita
resolver cada vez con ms frecuencia problemas de
direccin optimizada de los llamados sistemas complejos que incluyen gran cantidad de elementos y subsistemas y que se organizan, de ordinario, segn el
principio de jerarqua. Por ejemplo, cierta rama de la
economa incluye empresas especializadas relativamente independientes, las que a su vez tienen subordinadas unidades de produccin (fbricas, plantas); en
cada unidad de produccin estn incluidas secciones,
1)
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Captulo 111
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Programacin lineal
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W = W (a, x).
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Recordemos que entre las condicio11es dad as a figuran las limitaciones introducidas on los elementos
de solucin. Supongamos que la soluciu x representa
un conjunto den elementos de la solucin x1 , x 2 ,
.. , xn, o sea, un vector n-dirnonsional:
(x, X2, ' Xn)
Se requiere hallar tales valores x 1 , :i: 2 , , x"
que maximicen o minimiceJJ la magnitud W (a mbas
palabras en las matemticas se renen bajo el trmino
comn extremo).
Los problemas destinados a hallar los valores de los
parmetros que aseguran el extremo de la funcin on
presencia de limitaciones, sobrepuestas a los argumentos, llevan la denominain comn de problemas de
programacin matemtica 1 ).
Las dificultades que surgen en la solucin de los
problemas de programacin matemtica dependen de:
a) la forma de dependencia funcional que une a W
con los elementos de solucin, b) la dimensin del
problema, a saber, de la cantidad de elementos de solucin x 1 , x 2 , , Xn, c) do la forma y cantidad de
limitaciones impuestas a los elementos de solucin.
Entl:e los problemas de programacin matemtica
los ms sencillos (y mejor estudiados) son los proble' mas denominados de programacin lineal. La peculiari, dad de estos problemas consiste en que: a) el' ndice do
eficacia (funcin ele finalidad) W depende linealmente
de los elementos de solucin x 1 , x 2 , , .xn y b) las
limitaciones impuestas a los elementos de solucin
tienen la forma de igualdades o desigualdades lineales
respecto a x 1 ; x 2 , , xn.
Tales problemas se encuentra11 con frecuencia en
la prctica, por ejemplo, cuando se resuelven probleX =
>
mas vi11c11lndos a la distribuci11 de recun;os, planificaci11 d e la produccin, orga11izacin del funcionamiento del transporte, ole. Esto os nalnral, ya que
en muchos problemas pr:Jcticos Jos gastos y ganancias dependon linea l mente de la cantidad de mercancas compradas y utilizad as (por ejemplo, el costo sumario de una partida de mercancas depende linealmente de la cantid ad de unid ad es comprad as; los traslados so pagan proporcionalmente al peso de las cargas
a trasladar, etc.).
Ciertamente no se puede considerar que todos los
t ipos de dependencias que se encu entran en la prctica
son lineales; podemos limitarnos a una afirmacin
ms discreta, do que l as dependencias lineales (o prximas a las lineales) se encuentran muy a menudo, lo
que ya de por s es significativo.
Citemos u11a serie de ejemplos de problemas de
programacin lineal.
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T11bla 7.1
Elementos
Producto
protenas
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grasas
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hidratos de
carbono
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P,
a1
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a41
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a43
1,
(7.2)
72
X3, X4.
j,.,,.
Estns d esigualdades li neales representan las limitaciones impuestas a los el ementos de solucin x 1 , x 2 ,
L=lJcixi.
(7.3)
As p ues, el problema planteado se reduce a lo siguiente: es n ecesario h a llar tales valores no negativos de
As pues, conocemos l a forma de la funcin de finalidad y saberno:3 que es lineal. Traduzcamos en frmulas l as limitaciones rel ativas a las grasas, protenas
y hidratos de carbono. Considerando que una unidad
del producto P 1 contiene a 11 unidad es de protena, x 1
unidades contienen a 11x1 unidades de protena, x 2
unidades del producto P 2 cont ienen a 21x 2 unidades de
protena, etc. , obtendremos tres desigualdades
'
2J
i=I
C; X ;
=:;.. mn.
73
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- .,
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de la demanda limitan Ja cantid ad de unidad es fabricadas de cada tipo que deben ser no ms de
~ 1 , ~ 2 y f3 3 unidades; respec t iv amente. Para fabricar
los artculos se consumen ciertas materias primas; en
total se dispone de cuatro tipos de materias primas:
s1 , s2 , s3 , s 4 cuyas reservas estn limitadas por los nmeros y1 , y 2 , y 3 y y 4 unidades de cada tipo de materia
prima. Ahora es preciso indicar qu cantidad de materia prima de cada tipo se consume para fabric ar cada
tipo de artculos. Designemos por ali la can tidad de
unidad es de materia prima del tipos; (i = 1, 2, 3, 4)
necesaria para fabricar una unidad del artoulo
Ui (j = 1, 2, 3). El primer ndice al lado del nmero
ali representa el tipo de artculo, el segundo, el tipo
de materia prima. Los valores a li estn agrupad os en
una tabla (matriz); vase la t abla 7.2.
Artculos
U1
1
S2
S3
S4
11
1 ,
ll3
14
Ua
21
ai
,- - 12
~,
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1;1
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22
a32
za
X2
;>
X3
b2,
;>
(7.4)
ba .
Tabla 7.2
Materia
prima
;> bi.
Xi
p,
X2
~ P21
X3
P3
(7.5)
+
+
ll3 X + ll22X2 -\- a33X3 ~ y3,
12X
(7 .6)
a11. x 1 + a24 xz + a 34 x 3 ~y 4
24
'
ll34
75
74
t:J;('-
AF
,;;.
l
:; ~
1'
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1
1
funcin lineal de estas variables:
L = c1x 1
+ c x + c3x 3 =?mx.
2
(7.8)
Tipo de tcJido
1
2
X 11 X 12 X 13 }
(7 .9)
u
21
12
1!3
22
2s
76
T3
T2
1
los telares sin excepcin deben ser utilizados. Se requiere distribuir l a produccin de los tejidos T 1 , T 2 , T 3
entre los tel ares de tal manera que el beneficio mensual sumario sea mximo.
A primera vista (superficial) el problema planteado
uo se distingue en nada del anterior. Se quiere extender
la ma1w parn desiguar por X, x 2 , x 3 las can t idades
planificadas de los tejidos T 1 , T 2 , T 3 y maximizar un
beneficio sumario de c 1x 1
c2x 2
c3 x 3 Pero no se
apresureH y pregntense: ~.do qu manera se toman en
cuenta las capacidades llel equ ipo? Hofloxionando llegamos a la conclusin que en esto problema los elementos do solucin uo son la cantidad do tejidos de
cada tipo, sino la cantidad de telares de los tipos 1
y 2 ocupados en la fbricacin de cada tipo de tejid os.
A este respecto, es ms cmodo designar los elementos
de solucin por las letras x con dos ndices (el primer
ndice corresponde al tipo de tHlar, el segundo, al t ipo
de tejido). En total sern seis elementos de solucin:
+ z1X21> b1 ,
+ 22X22 > bz,
a 3X13 + Gz3:rz3:): b3 .
11 X11
a zXz
(7 .10)
l.
'
l11
1
1
1
1
1
~
:i
~
.i
77
:,R
. :1
r~
; ~
.1
Luego, limitemos el sobrecumplirniento del plan, lo
ttne dar como resultado otras tres desigualdades de
limitacin ms:
ll11X11
12X12
ll3X13
+
+
+
21X21
P1. }
22X22
P2.
nT23
Pa
(7 .11)
x 11 + .r 12 + x 13 __'. __ N P
Xz1
(7 .12)
De nuevo, 11os enconlrnrnos cll llll problema de prgramacin lineal, o sea: se req1ere hallar lnles valores
110 negativos de lns varialJles .ru, :rr 2 , x 13 , , x 23 ,
que, en primer Jugar, salisfogHn las desigualdades de
limitaciones (7.10), (7.11), eu segundo lugar, las igualdades de limitaciones (7 .12) y, por ltimo, maximicen
la funci11 lineal de es las 'variables (7 .l~~). Este problema de progra macin 1i11eal con l.icnc seis desigualdades de limitaciones y dos igu1ildades de limilnciones.
~. Problema sohrc el ahaslccimienlo con materia
prima. Tenemos tres empresas i11d11sl.riales E 1 , E 2 ,
H:i q11e recuieren el alrnslcci111ie11to de un tipo determinado de materia prima. Las necesidades de cada empresa e11 materia prima equivalen rospeclivamenle a a 1 ,
a 2 , a 3 u11idadcs. !lay cinco bases de materias, primas
distantes de las empresas a ciertos kilmetros y enlazadas con ellas por medio de vas de comunicacin
con distintas tarifas de fletes. La empresa E; paga e;
rublos (el primer ndice corresponde nl nmero de la
empresa, el scg1111do , al nmero de la hase, vase la
tabla 7.li) por una unidad de materia prima recibida
de la base nj.
Talla 7.4
i<7 .9):
1
IL
Da~ e
c1 (a11 xu
+a
21 x 21 )
+c
(a 12x 12
+ca
o ms breve,
3
[, = ~ e
3=1
-+- a 22x 22 )
(a1aX13
-+
I 1
B2
1-
D3
B~
B5
2aX23),
LJ a;x;.
i=i
Empresa
(7 .13)
E1
11
C 2
C3
C14
C5
E2
21
C22
C23
C24
C2r,
Ea
31
C32
C31
C34
C35
Las posibilidades de abastecimiento de materia prima de cada base estn limitadas por la capacidad de
produccin de stas, a saber, las bases JJ 1 , 1J 2 , B 3 , B 4 ,
79
78
'~
~""'.:::
...
;!
. ~
,,
,1
. B 6 pueden suministrar b1 , b 2 , b3 , b 4 , b 5 unidades de
materia prima, como mximo. Se requiere componer
tal plan de abastecimiento de las emprcsn_s con materia prima (de qu base, a dnde y qu cantidad de materia prima hace falta transportar) que asegure las
tier,esidades de stas con un gasto mnimo de materia
prima.
Planteemos una vez ms el problema de programacin lineal. Designemos por X; la cantidad de materia prima recibida por la empresa i de la base j. En
totlll el plan estar constituido por quince elementos
de solucin:
Xu :rt? X3 X14 X5 }
X21 Xzz Xz3 Xz4 Xz5
(7.14)
+ Xz + X3 + .T14 + X5 =a,
+ X22 + Xz3 + X24 + Xz5 = 2
X32
-j- X33
(7.15)
a3.
A continuacin escribamos las desigualdades de limitaciones que se derivan de las capacidades de produccin de las bases:
x11+X21-l-Xa1<b1,
Xz
+ X22 + X32<bz,
X13-j-Xz3-j-X33<b3,
X4
X15+X25+X35<b5.
(7.1G)
80
Por ltimo, escribamos los gastos sumarios en materia prinrn q11e querernos rni11imizilr. Tomando en
co11sideraci11 los dnlos t>xpueslos en la tabla 7.4, obtendremos (1il i 1iza11do el f:igno de doble suma):
3
"l
l-'=.Ll
i=I
5
"1
..
i=1
,1
~
-w~~"''~-
'
(7 .17)
L. CjXj=?-Tnlll.
6-0515
~
1
+ ~ +a1nXn = b1' )
a21X1 -j- a22X2 + + aznXn = bz,
am:.r1+a~2;2 ~- .. a:nn~n == b~ '
1
"
(8.1)
(8.3)
L = 4:r1
x2
+ 2.r
=:;..
m:.x.
(8.!i)
3x 1 +2x2- x 3 -4 ;;;?0 }
.
.
-X1 + 2Xz -.3X3+10~0.
(8 .5)
-1l,}
G*
82
(8.6)
Yz = --x 1 2x 2 -3x3 + 10.
De las condiciones (8.5) y (8.G) puede deducirse
que las variables nuevas y 1 y y 2 tambin tienen que ser
no negativ as.
t\Qu problema tenernos ahorn? El problema de
hallar los valores 110 11ogalivos de las variables x 1 , x 2 ;
X ;, y 1 , y 2 , que satisfaga n las condiciones de desigual<lades (8.) y m aximicen l a fun cin li11 eal de estas var iables (no tiene importancia que L no comprende las
variables adi cionales y 1 y y 2 ; puede considerarse q ue
es tn comprendid as, pero con coeficientes iguales a
cero). Tenernos ante 11osotros el problema principal de
Ja programacin lineal (PPPL) . La trnm;formacin
del prohlom n inicial con l as dcsig11aldade::; d e limi tac iones (8.~) al PPPL so ha conseguido a costa del
a umento .,el 11111 orn de variabl es en dos (cantidad de
designa 1dad es).
Tamhi11 es posible el paso i nverso del problema
principal de la programacin linea l al problema con
las desigual dades de limitacioues. Sea que se nos presente el problema principal de la programacin lineal
con las igualdades de limitaciones (8.1). Supongamos que entre es tas /n igualdades, r::::::;; m 1 ) son liuealmente independientes. En el lgebra lineal se demuestra (vase, por ejemplo, [4] ) que el nm ero mximo de las iguald a des linealmen te independientes q ue
u nen n variables x 1 , .r 2 , , ., x,, es igual a n, de tal
manera que r::::::;; n. En el lgebra lineal tambin se
83
111'
'
~
~
!;
.,
'l'
'.1
j.
1t
,,
...
;~
f
~.irr
I'
nos ocuparemos de ningn algoritmo de clculo y remitiremos al lec tor interesado a los manuales mencionados.
Examinemos el problema pri ncipal de la programacin .1 ineal consis tente en hallar l os valores no negativos do las variables x 1 , x 2 , , x 11 que satisfacen m
condiciones ele igualdades:
+
+ +
=
21:r 1 +
+ +
=
a ~x; -\:a~,2~2 ~1- : : a.111 ,:x~ . b~
ail x l
12X2
inX n
b,
22X2
2n Xn
b2,
111
(9.1)
C1X1
C2X 2
+ ... +
C11 Xn
=>-mx. (9.2)
~l
85
$4
'
\
fli
f: .
.rli
Jrl' '
H
-"" '~ ~,
Xn
Gt31X1
CX 11 1X1 -\-
+ <X32Xz +- fJa,
Xo = <X41X1 -\- <X42X2 + fJ4,
X3 =
1lJ
:1
(9.3)
CX.;11X1
CX;2X2
+ B3
o.
86
1
f.
ill
ll.
lf
!Ji
H
,
ij
:J'.2
Puede resul lar que el campo de soluciones admisibles no oxi slo y, por esta razn , las ecuaciones (9.4) son
:
1Ji
1
(Xi= )
X2
i
Fig. 9.4.
x6 =O
.. f~-'~....~?//</<//./<.//
=0
:'. 7
'X 1
x, =O
Fig. 9.3.
contituye el campo de soluciones a<lrn isi bles. La figura 9.3 ilustra el caso cuando existe nn campo ele solnciones admisibles, o sea, cuando el sistema de ecuaciones (9.3) tiene una solucin no negativa. Es de notar
L =
Y1X1
88
+ Y2X 2 + Yo
t-~
;t
(9.4)
r.
l l
'>I'
89
!'t
~r
':!r:
'
:j
este pu ni.o las varin bles libres Loman los valores ptin1os x~-, x;, parlio1ulo de los cuales se puede hallar de
acuerdo con las [rrnulas (!J.0) los valores ptimos de
las dems (bsicas) variables .:r~,
x~ 1 }. Es de
x;, ... ,
(9.5)
L'
Y1X1
Y2X2.
90
r
X1
Fig. 9.G.
110Lar que el mximo de L' se ohLiene en uno de los vrtices del campo de soluciones admisibles donde, al
menos, dos de las variables bsicas (en nuestro caso
son x 3 y x 5 } se anulan. Aun mayor can Lid ad de variables
bsicas habra podido anularse, si a travs del punLo pasaran ms de dos melas ;i,; = O.
1~Pucdc rcs11ltar q 110 110 exista la solucin ptima?
S, puede, si la fll 11ci11 L' (y por lo Lan Lo L) no est
limitada por e11cima. U11 ejemplo do tal caso anomal
se ilusLra en la Iig11rn \J.7 (en los problemas racionalme11 Lo plan Lea dos por lo g011era 1 no surgen tales equivocaciones).
En la figura 9.6 exista y era nica la solucin ptima. J\horn examinemos el caso, cuando Ja solucin
t.
I1
1
;,,
'
91
~I
1~1
:
11
''I,
1,-
l
i
x,
Fig . 9.8.
mo de !/ se obtiene en cierto vrtice del campo de soluciones admisibles (no tiene importancia en A o en
B}, y en bsqueda <le una solucin ptima podemos
limitarnos a los vrtices del campo de soluciones admisibles.
De esta forma, hemos examinado la interpre tacin
geomtrica del caso n - m = k = 2 y nos hemos convencido de lo siguiente: la solucin ptima (si existe)
siempre se obtiene en uno de los vrtices del campo de
soluciones admisibles, en un punto donde, por lo menos,
dos de las variables x 1 , x 2 , , Xn son iguales a cero.
Una regla similar resulta vlida tambin en el caso
de n - m = k > 2 (pero en este caso la interpretacin geomtrica pierde su ilustratividnd). Enunciemos
esta regla, sin que se ofrezca su demostracin.
La solucin ptima del problema principal de la
programacin lineal (si existe) se alcanza, siempre que
,92
,.
1:
i
~ 1)
f!
\~
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,
:
1
94
1~
i
1
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i:
!
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'
1
-j
:~
'1
-,
t..11
~
J
l
1
, 1,;
ai
=~ bj.
('10.1)
i=I
i=l
C12
C~. ~2~
Cm\
Cin
..
Cmz
C~".
Xll
X12
.Tln )
X21
X22
Xzn
.... . ....
(10.3)
( J0. 2)
Cmn
:r11 -j-
X12
-f-
X22
X21
+ ... + .x 1n
+ + Xzn
=: 1
ap
a2,
(10.4)
.............. . .
\)
lllatriz
Xm1+Xm2-I- +xmn=am.
+ Xmn =
/
(10.5)
bn.
il
,1I~
'~'1
~,
1'
.
,.
L=
f,
i=1 i=I
11
(10.G)
~:
7-0515
97
i1'!
~
.....
'
--r
99
'
- --
- -
B1
B2
Tabla J0.1
-
Tabla 10.2
B3
Ds
B4
Reservas o
A1
131
A2
11
l'cdillos bj
14
j 18
s
10
A3
A4
71 141
s
27
12
10
81
11
30
/i 8
20
1U 1
151
30
10
71
2G
128
n,
n.,
1 18131 12 71
A2
1 111
Aa
A4
112 115
n,
15
n,
~m ;
n,
14 1 71
51
30
8 331il /
81
48
l'cdidos bi / 1s / 27 1 42 / 15
lj
\'
f1
~.. J
20
".1
t'
~i
30
't'
26 /
1l
128
:J
~1
gmoslo, utilizando las reservas del punto A 1 Despus de esto, se dispondr de 30 - 18 = 12 uniclU<les
de carga; asignmoslas al punto JJ 2 Pero el pedido de
este punto todava no est satisfecho; asig11ernos 15
unidades que falta11, utilizando las reservas del prn1 lo
A 2 , etc. Hazonando de esta manera, dispongamos todos
los traslados xu en la tabla de transporte (tabla 10.2).
Comprobemos si el plan elaborado es admisible; s lo
es, ya que la suma de traslados tornada por la lnea es
igual a la reserva del punto de partida correspoudienle,
y la suma de traslados lomada por la colum11a eq11iv ale
al pedido del punto de destino correspo11die11l.e; esto
significa que todo est en orden, puesto que to<los Jos
pedidos estn satisfechos y todas las reservas estn
asignadas (la suma ele las reservas os igual a la suma
de pe<li<los y se expresa por el nmero 128 que se encuentra en la parte inferior derecha de la tabla) .
100
f 01
:
.::
!
1
JI\1
~,
.2.1
~!
1 B1
A1
Ac
1 B3
111
ni
141
Pedidos bJ 118
15
1 B4
71
I 22121
11 61
101 2d 1
1
101
1 Reservas a 1
1 B5
141
1 18131 12 71
A2
Aa
1 B2
51
30
48
111
20
!l101
2G151
30
1 27 1 42 115 1 26
128
~02
103
!!;;._;.-._...;,,,,;;;.. -
.
tivos). En este caso, la casilla libre dada se convierte
en bsica, en tanto que alguna casilla de las que fueron
bsicas se hace libre . Es evidente que esto equivale a
solucionar un sistema de ecuaciones respecto a otras
variables bsicas, pero se hace esto ms fcilmente.
Intentemos mejorar nna vez ms el plan expuesto
en la tabla 10.3. Por ejemplo, nos atrae la casilla
barata (1.5) con un costo de 5. Tal vez sea posible
mejorar el plan, aumentando los traslados en esta
casilla y disminuyndolos en otras (adems, tambin
har falta aumentar en alguna parte los traslados).
Examinemos ms minuciosamente la tabla 10.3 y hallemos en ella un ciclo cuyo primer vrtice se halla en
la casilla libre (1.5) y los dems, en las casillas bsicas. Racionando un poco descubrimos el ciclo necesario que constituye una sucesin de las casillas (1.5)-+
Tabla 10.4
B1
B2
B3
Br;
111
Reservas a
A2
As
. A4
Pedidos bJ
l 1Jl12~71
141
l~1+ 51 30
26 1 , 8, , 11, 20
1 141
81 , 101
~~l_t_15 I 30
.
: 4+ 1 26
! 18 1 27 .1 42 115 126 1 128
61
101
. -
i1r1
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11
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r
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li
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____ ____,f,.::::!'
del problema de transporte, dados a conocer en los manuales especiales (5, 7, 8].
En conclusin digamos unas palabras sobre el llama.do problema de transporte con balance incorrecto,
cuando la suma. de pedidos no es igual a la suma de reservas:
n
~ a =I= ~ b.
t=I
Si ,2; a
3=1
(10. 7)
j=I
> Lj
Xu
X12 Xin
Xi)
Xz
.... . .....
i=I
la suma de pedidos), todos los pedidos pueden ser satisfechos, sin que sean consumidas todas las reservas.
El problema puede reducirse al problema de transporte
con un balance correcto, introduciendo cierto punto
ficticio de destino B 1 y asignndolo un pedido equivalente a un exceso de las reservas sobre los pedidos:
m
b1
=2.J
i=I
a-~ b1
(10.8)
i=I
2J a=~
b + b.
i=I
1=1
(10.9)
Surge la pregunta: cules son los costos de traslados de los puntos de partida A a un punto ficticio de
destino B? Es natural anularlos (pues, de hecho, al
punto B 1 no se transporta nada). Por esta razn el
costo cif = O para cualquier punto de partida.
Introduzcamos en la tabla de transporte una columna adicional que corresponde al punto de destino B 1
y pongamos en sta los costos nulos de traslados. Despus de esto, el problema se resuelve como un problema ordinario de transporte, y para l se halla un
106
Lj
<
i=I
< 2J
i= I
pedidos); a este respecto, es posible reducir el nmero de pedidos , recurriendo a tal o cual procedimiento
y obtener, de nuevo, el problema de transporte con un
balance correcto. Si es que no nos interesa por completo hasta qu grado de validez se satisfacen los pedidos
y slo tiene importancia la distribucin barata de
las reservas disponibles (da lo mismo a dnde), entonces se puede introducir un punto ficticio de partida
A 1, asignndolo, condicionalmente una reserva que
n
falta igual a a1
= i~ b1 --
iJj a.
En estas cuestiones
!
:J
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'l
.t
!,
~
ii
t.
. lt
i;en que los valores buscados de las variables sean obligatoriamente enteros. Tales problemas se denominan
problemas de la programaciOn por medio de nimeros enteros; la condicin adicional de que las variables representen nmeros enteros dificulta considerablemente
la solucin del problema.
Examinemos un ejemplo de tal problema. Supongamos que hay una serie de objetos (valores) 0 1 , 0 2 ,
. , n los cuales es deseable sacar de una zona amenazad_a. Se conocen los costos de estos objetos; c1 , c 2 ,
. , Cn y sus pesos q1 , q 2 , , qn. El tipo y la cantidad de objetos a sacar estn limitados por la capacidad de carga Q del vehculo. Se requiere elegir de todo
el conjunto de objetos un conjunto ms valioso (cuyo
costo sumario <le los objetos es niximo) con un peso
total que no sobrepase de Q.
Introduzcamos en el anlisis las variables x 1 , .r 2 ,
, Xn que se determinan por la condici11: X; = 1,
si cargamos en el vehculo el objeto O; y x; = O, si no
cargamos nada.
Dados lo .valores x1' x 2 ,
Xn el peso total de
los objetos a cargar en el vel1culo es igual a q1x1 +
q2 x 2
qnxn. La con<licin de la capacidad
de carga limitada se expresa en forma de desigualdad:
1
+ ... +
+
q1X1
q2X2
'
(11.1)
L=LJ
C;X=:?-mx.
(11.2)
i=I
i08
puede parecer que haga falta resoiverio como un prablema de la programacin lineal, introduciendo las desigualdades de limitacio1tes adicionales (existe slo un
objeto del tipo dado):
< 1,
< '1,
<
;i; 2
.~
<
x3
1, ... , Xn
1.
Pero no es as. La solucin hallada de esta manera
puede resultar ser no un nmero entero, sino un quebrado, lo que significa que es irrealizable (pues no podemos cargar en un vel1kulo un tercio del piano o la
mitad del armario). Nuestro problema se diferencia
del problema ordinario de la programacin lineal, ya
que representa un problenia de la programacin por
medio de nmeros enteros.
Otra idea que se nos ocune es la siguiente: ,no ser
posible resolver el problema ordinario de la programa
cin lineal y redondear los valores obtenidos de X hasta el prximo de los nmeros O 1? Lamentablemente,
en el caso general, no se puede actuar as. La solucin
obtenida de esta manera puede no satisfacer la limitacin ('11.1), es decir, puede no conesponcler al peso
dado Q, o <listar rnucho ele ser ptima. En algu'n os casos
tal redondeo es udrnisible; por ejemplo, si en el problema 3 del prrafo 7 obtenemos el siguiente resultado:
para la fabricacin de un tejido tle primera clase es
preciso emplear 185,3 telarns de primer tipo, entonces
est claro que con todo fundamento podemos redondear esta solucin hasta 185. Si se trata de recursos indivisibles (de especial valor o nicos en su gnero) entonces el problema se formula como un problema de la
programacin por medio de nmeros en teros.
Es de sealar que en general los problemas de la
programacin por medio tle nmeros enteros resultan
mucho ms complejos que los problemas ordinarios de
la programaci{rn lineal. En la prctica se utilizan una
serie ele mtodos de solucin ele tales problemas; todos
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'
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'
109
,
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ji
L
1
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j; 1, 1
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(x 1 , x 2 Xn)>O,
(11.3)
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H!.a.
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Captulo IV
11
Programac,in dinmica
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1
11
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1
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~ 1.~1
rl
(12.1)
W=2~w,
t-l
= {X 1 X2 1
. ,,
Xm)
(12.2)
x1 , x2 ,
W=
~ w 1 ::::?- mx.
(12.3)
i=l
114
*-
(x*I x*21
x*m)
(12.4)
r!i:
H
f
l
l,,
!
!
"' ~
'
W=~
W,
(1 2.6)
i=1
1i
:;~
115
.i
h
l.
. La direcci6n xi en el i-simo paso consis~e en asig'nar ciertos medios x 1u xi 2 , , X;1i (el primer ndice
es el nmero del paso, el segundo, el nmero de la empresa) para las empresas al principio del i-simo ao.
De esta manera, la direccin por medio de pasos cons' tituye un vector con k componentes:
X
(X, .X 2 , , X1i)
= G1
+ G + Ga + . . . + Gm,
2
116 '
(12.9)
i=l
(G1 , G 2 ,
.,
]1
'
l
t
1
1
:j
Gm).
(12.8)
V=~i"l,
(12.7)
,'!
117
1
1
.1
:1
.importancia) es igual a
m
W=h
W,
i=i
(12.10)
U8
'
= (3, 3, 2, 2, 2, 1, 3, . , .),
.r
'
Fig. 12.1.
W = h"' w1 =~ mn .
(12.12)
i=I
l1
'
,\
i:r
1
' 1~
J
I~
' t
~
I"
'
H
.
. Existen diferentes maneras de resolver cualquier
problema de pasos mltiples: bien buscando a Ja vez
todos los elementos de la solucin en lodos los pasos m
o bien construyendo una direccin ptima paso a paso,
optimizando en ada etapa del clculo solamente un
paso. Corrientemente el segundo procedimiento de la
optimizacin resulta ms simple que el primero,
especialmente, cuando tenemos una gran cantidad de
pasos.
Tal idea de optimizacin gradual, paso a paso,
sirve de base del mtodo de programacin dinmica.
La optimizacin de un paso es, como regla, ms simple
que la optimizacin de todo el proceso: resulta ms
fcil resolver repetidas veces un problema relativamente simple, que resolver una vez, un problema
complejo.
A primera vista la idea puede parecer bastante
trivial. De hecho, no puede haber nada ms simple:
si es difcil optimizar toda la operacin, es razonable
dividirla en una serie de pasos. Cada paso representar
,una operacin separada, pequea, que se optimiza sin
dificultades. Es preciso elegir en este paso tal direccin que asegure una eficiencia mxima de este paso.
No es as?
! No, en absoluto no es as. El principio de la programacin dinmica no prev, de ninguna ma'nera, que
se optimice cada paso por separado, independientemen te de los dems. Por el contrario, la direccin por
medio de pasos debe elegirse con perspicacia, tomando
en consideracin todas las consecuencias futuras.
Qu hay de bueno, si, eligiendo una direccin en un
paso dado, obtenemos su eficiencia mxima y, al
mismo tiempo, este paso nos imposibilita rendir
buenas ganancias en los pasos que siguen?
Supongamos, por ejemplo, que se planifica el trabal jo de un grupo de empresas industriales, una parte
i
l
l
1
[
1
!.
!j~
11
121
,120
?'*****'' ;
:wa. st!#f.fl!&&pill ..
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~r+~'f!Xx.-.f',~7!~. . , ..--s~- . .
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'-t-+-+-1--1--
-- l--l-l--+-+---L---- 1---1--1---i---i--1--+--4__j
,~rrt:JTI=tttttt
de la programacin dinmica
En este prrafo analizaremos (e incluso resolveremos hasta el final) varios problemas simples (extremadamente simplificados) de la programacin dinmica.
1. Construccin de una va entre dos puntos, que
satisfaga las condiciones ms ventajosas. Recordemos
el problema 4 del prrafo anterior y resolvmoslo
hasta el final en condiciones, a sabiendas, extremadamente simplificadas. Necesitamos construir una va
que una dos puntos A y B, el segundo de los cuales
se encuentra al nordeste del primero. Para mayor
sencillez admitamos que la construccin de la va
se realiza en una serie de pasos y en cada paso podemos avanzar bien sea rigurosamente al Este o bien
rigurosamente al Norte; cualquier va d e A. a B representa una lnea quebrada escalonada cuyos segmentos
son paralelos a uno de los ejes de coordenadas (fig. 13.1)
Los gastos en la construccin de cada uno de estos
segmentos son conocidos. Se requiere trazar tal va ele
A a B que asegure un mnimo ele gastos totales.
Cmo hacerlo? Se puede actuar de acuerdo con
uno de los dos procedimientos: bien se revisan todas
las variantes posibles de la va y se elige aqulla que
requiere menos gastos (lo que resulta muy difcil
t~niendo una gran cantidad de segmentos); o bien
~-+--+-
r11- r--1n1rtJJJ
1--
x (e s t e )
Fig. 13.1
'!
i
t25
tz4
kf.11
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1
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B'OHl'B
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Fig. 13.3.
Fig. 13.-1.
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Fig. 13.2.
126 .
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127
Ei@ WA*.Q f i
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@>10~9-&J008-e9-W11-@-10-- B
10 JO 11 12 lJ 14
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10
13 11 15 10 9-&12-<$>-14-$
IO
9
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@-1~12~1347J0~8~l0~9~
15
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11
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JO
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JO
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10 13 12 12 11 10 12 15
&14--M-4-13~12-10--14--13-@A
x (este)
Fig. 13.5.
128
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En el problema resuelto anteriormente las condiciones ,fueron, con intencin, ex tremad amen le simplificadas. Por supuesto, nadie trazar una va ferroviaria por escalones, desplazndose rigurosamente
slo al Norte o al Este. Hicimos tal simplificacin con
el propsito de elegir en cada punto solamente de dos
direcciones: e o h. Se habra po<lido iutroducir
en vez <le dos direcciones posibl es, varias y, adems,
coger pasos ms pequeos; esto 110 tieue una importancia primordial, pero, ciertamen Le, hace los clculos
ms complejos y largos.
Es de notar, que los problemas que tienen cierta
semejanza con el analizado anteriormente son muy
frecuentes en la prctica; por ejemplo, cuando elegimos
la va ms rpida entre dos puntos o cuando un aparato de vuelo toma la velocidad y la altura m :s econmica (desde el punto de vista tlel co11sumo de combustible).
Hagamos de paso una observacin. El lector atento, probablemente, not que los puntos A y IJ (comienzo y final) en nuestro probl{ima, en principio, no se
diferencian en nada: pudieron haberse construido
direcciones p t imas convencionales tanto del final al
comienzo, como, viceversa y direcciones no convencionales en direccin opuesta. Es, realmente, as: en
cualquier problema de la programacin dirnmica el
comienzo y el final pued en ser cambiados de
lugar. Con relacin a los clculos, esto es totalmente .
equivalente a la metodologa descrita con anterioridad, pero resul ta un poco menos cmodo, cuando hay
que explicar oralmeule l idea del mtodo; pues es
ms f :cil arg11men lar refirindose a las cornliciones
ya formadas al comienzo del p aso dado, que refirindose a las condiciones que tendremos en adelante
despus de este paso. Estos dos enfoques son, de
hecho, totalmente equivalentes.
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131
1
1
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1
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2. l,rohletna sobre Ja distribucin (le recursos. El
mtodo de la programacin dinmica permite resolver
con xito muchos problemas econmicos (vase, por
ejemplo, [6, 10]). Examinemos de tales problemas uno
de los ms simples. Tenemos a nuestra disposicin
cierta reserva de medios (recursos) K que debe ser
distribuida entre m empresas E 1 , E 2 , ., Em. La
inversin de ciertos medios x e11 cada uua de 1as
empresas E rinde un beneficio que depende <le x, es
decir, representa una funcin <p (x). Todas las funciones cp (x) (i = 1, 2, ... , m) estn dadas (por supuesto, estas funciones no son decrecientes). Se pregunta
cmo es necesario distribuir los medios K entre las
empresas , para que rindan en conjunto un beneficio
total mximo?
Este problema se resuelve fcilmente, utilizando el
mtodo de programacin dinmica. Aunque en su
planteamiento el problema no menciona el tiempo,
se puede, no obstante, desarrollar mentalmente la
operacin de distribucin de medios en cierta sucesin,
considerando la inversin de medios en la empresa E 1
como el primer paso, en la empresa E 2 , como el segundo, etc.
En el caso dado, el sistema dirigido S constituye los
medios o recursos a distribuir. El estado del sistema S
antes de comenzar cada paso se caracteriza por el
nmero S, o sea, por una reserva disponible de los
medios todava no invertidos. En este problema las
direcciones por pasos son los medios x 1, x 2 , , Xm
que se asignan para las empresas. Se requiere hallar
la direccin ptima, es decir, tal conjunto de nmeros
x 1 , x 2 , , Xm que haga mximo el beneficio total:
m
W = ~ cp (x 1) '*mx.
(13.1)
(jlm-1
i=1
1,.
Hesolvamos este problema, primeramente, en t rminos geHerales, con ayuda ele frmulas, y, luego,
para datos numricos concretos. Hallaremos para
cualquier i-simo paso una ganancia ptima convencional (comenzando por este paso y terminando con el
ltimo), si llegarnos al paso dado con una reserva de
medios igual a S. Designemos la ganancia ptima
convencional con W (S} y Ja respectiva direccin
ptima co11ve11cio nal, o sea, los medios a invertir en
la i-sirna empresa, por X (S).
Comencemos la optimizacin por el ltimo, m-simo paso. Sea que hemos llegado a este paso, con un
resto <l e med ios igual a S. (.Qu hacer en este caso?
Evident.ern enle , inver tir por completo toda ila suma S
en la empresa E m. Por lo tanto , la direccin ptima
convencional en el m-sirno paso es asignar todos los
medios disponibles S para la ltima empresa, es decir,
Xm (S) = S,
y la ganaucia ptim a convencional
(x)
+ W m (S -
x),
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x<S
El signo
mx
+ Wm (S
x)}.
(13.2)
x~S
= mx
{<p1 (x)
x,;;;s
+ W+ 1 (S -
x)}
(13.3)
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1,8
1,8
1,5
1,5
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x~K
+W
(K -
x)}. (13.4)
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xt
= W 1 (K)
Tabla 13.1
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9 9
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1,3
1,3
1,3
1,3
1,3
1,3
1,3
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(x) ,
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x)
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l
l
Objeto
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02
03
7 1 11
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Tabla 13.4
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Rn tres ejemplos conoretos resueltos en el prrafo
anterior el estado del sistema se caracteriz por un
nmero no grande ele parmetros: por dos coordenadas
en el primer ejemplo y un nmero ell los ejemplos
segundo y tercero. .Pero tales problemas demasiado
simples no son muy freC11entes en la prctica. Si el
estado de un sistema se describe por mltiples parmetros (por las llamadas coordenadas de fase),
lo que sucede corrientemente, resulta difcil revisar
antes ele cada paso todas sus variantes y hallar para
cada una la direccin ptima convencional. Lo ltimo
se dificulta aun ms en el caso, cuando el nmero
de variantes posibles de direccin es grande. En estos
casos nos encontramos, segn la expresin acertada
de R. Bellman, bajo la maldicin ele dimensiones
mltiples, que es una calamidad no slo del mtodo
de la programacin dinmica, sino tambin de los
dems mtodos de optimizacin. Los problemas ele la
programacin dinmica se resuelven, habitualmente,
no a mano, sino con ayuda de ordenadores; pero
muchos problemas de esta ndole son. demasiado
complejos incluso para las calculadoras modernas.
Por lo tanto, tiene gran importancia saber plantear
el problema correcta y acertadamente, sin sobrecargarlo con detalles superfluos, simplificando en lo posible
la descripcin de sistema dirigido y las variantes de
direccin. As que, en el mtodo de la programacin
dinmica mucho depende de la habilidad y experiencia
del investigador.
Una vez descrito el sistema y enumeradas las
direcciones, se plantea el segundo problema que
consiste en dividir en pasos (etapas). A veces, esta
divisin se da (por suerte) en el planteamiento mismo
del problema (por ejemplo, los aos econmicos en los
problemas econmicos), pero frecuentemente resulta
necesario introducir la divisin en pasos artificialmen-
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set dem~siado pequeo, para evitar los clculos innecesarios que pueden solamente hacer ms complejo el
procedimiento de bsqueda de la solucin ptima,
pero que no pueden cambiar sustancialmente el ptimo
de la funcin de finalidad. En cualquier caso de la
prctica nos interesa, no una solucin rigurosamente
ptima, sino aceptable, que no se diferencie sustancialmente de la ptima en cuanto al valor de la ganancia W*.
Enunciemos el principio general que sirve de base
de solucin de todos los problemas de la programacin
dinmica (frecuentemente lo denominan principio de
optimizacin):
Cualquiera que sea el estado del sistema S antes del
siguiente paso, es necesario elegir una direccin en este
paso de manera que la ganancia en el paso dado, ms
la ganancia ptima en los pasos sucesivos, sea mxima.
Por lo visto, una compresin completa de este
principio se hace posible (para personas con un desarrollo matemtico corriente) slo despus de examinar
una serie de ejemplos; por lo tanto, enunciamos este
principio fundamental no al comienzo del captulo
(como sera natural para los matemticos), sino
despus de resolver una serie de ejemplos.
Enunciemos ahora algunas recomendaciones prcticas, tiles para el debutante en el planteamiento de
los problemas de la programacin dinmica. Este
plantamiento es cmodo realizarlo en el orden siguiente.
1. Elegir los parmetros (coordenadas de fase) que
caracterizan el estado S del sistema dirigido antes
de comenzar cada paso.
2. Dividir la operacin en etapas (pasos).
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10
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W = t (S, X) .
(14.1)
5. Delen:ninar cmo cambia el estado S del sistema S bajo Ja influencia de la direccin: x 1 en el i-simo
paso: este pasa a un estado nuevo
11
= mx
{/;
X
(S,
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1)) }.
(14.3)
(14.4)
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(14.5)
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(14.6)
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W 1 (So)
***
Hagamos algunas observaciones adicionales de
carcter general. Hasta ahora hemos examinado solamente los.' problemas aditivos de la programacin
dinmica, en los cuales la ganat1cia de toda la operacin es igual a la suma de las ganancias obtenidas
en parte de los pasos. Pero el mtodo do la p,rogramacin dinmica se aplica tamLin a los problemas con
1os llamados criterios multiplicativos, que tienen
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Captulo V
Procesos aleatorios markov1anos
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Fig. 15.1.
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momento de tiempo t 0 las caractersticas probabilsticas
del proceso en el futuro dependen solamente de su estado
en un momento dado t 0 y no dependen de cundo y cmo
el sistema lleg a este estado.
Esta importante definicin merece ser, explicada
detalladamente. Supongamos quo en el momento
actual t 0 (vase fig. 15.1) el sistema se encuentra en
cierto estado S 0 Observamos el proceso de lado,
y en el momento t 0 conocemos el estado del sistema
S 0 y toda la prehistoria del proceso, o sea, todo lo que
pas con t < t 0 Como es natural, nos interesa, el
futuro de (t > t 0 ). Podemos o no adivinarlo (predecirlo)? Exaclamente no podemos, puesto que nuestro
proceso es aleatorio, o sea, no predecible. Pero, en el
futuro podemos hallar ciertas caractersticas probabilsticas. Por ejemplo, una probabilidad de que pasado
cierto tiempo T el sistema S se encontrar en un estado
S 1 o conservar e] estado S 0 , etc ..
As pues, tal prediccin probabilstica para el
proceso alPalorio marl<oviano resulta ms simple que
parn 1111 procPso de cnalquiPr olro lipo. Si el proceso
es mnl'!rnvinno, c11to11cos se puede prPdccir solamente,
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el proceso aleatorio markoviano. Ahora dejemos perplejos al lector, con una paradoja inesperada: cualquier
proceso puede ser tratado, de hecho, como un proceso
de Mrkov, si todos sus parmet ros del pasado, de
los cuales depende el futuro se incluyen en el presente. Por ejemplo, supongamos que se trata del
funcionamiento de cierto dispositivo tcnico; en cierto
momento t 0 este dispositivo est todava en buen
estado y nos interesa saber la probabilidad de que
pueda funcion ar un tiempo ms igual a T. Si el presente estado del sistema se considera simplemente
como sistema apto>}, el proceso indudablemente no es
markoviano, ya que la prohabiJidad de que el sistema
no falle durante un lapso igual a , depende generalmente del tiempo que trabaj y cundo tuvo lugar la
ltima reparacin. Si estos dos parmetros (el tiempo
total de funcionamiento y el tiempo transcurrido
despus de la ltima reparacin) se incluyen en el
presente estado del sistema, el proceso se podr considerar, tal vez, como proceso markoviano. Pero tal
enriquecimiento del presente a cuenta de la prehistoria>} dista mucho de ser siempre til, ya que (si el
nmero de parmetros del pasado es grande) , en no
pocas ocasiones, lleva a la maldicin de las dimensiones mltiples, la cual ya mencionamos. Por lo
tanto, rnfirindonos en adelante al proceso markoviano,
lo consideraremos corno un proceso simple, no sofisticado, con un nmero pequeo de parmetros que
determinan el p resente.
Por lo general l os proc<.'sos markovia11os no se encuentran
en la prctica en forma pura, pero con frecuencia
nos vemos en la necesidad de tratar los procesos, para
los cuales se puede prescindir de la influencia de la
prehistoria>}. Estudiando tales procesos, se puede
aplicar co11 xifo los modelos markovianos. Veremos
en adelante cmo se hace esto.
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fuente cuando superponemos (sobreponemos) un nmero bastante grande de flujos independientes, estacionarios y ordinarios (igualables entre s por la
intensidad),, se obtiene un flujo prximo al simple.
f(t)
J.
Fig. 16.3,
Es fcil demostrar (vase, por ejemplo, l12l o cualquier manual de la teora de las probabilidades) que
para un flujo simpl con una intensidad igual a 'A el
intervalo T entre los sucesos p~ximos posee la llamada
distribucin exponencial con una densidad igual a
(t)
= A.e-1.t (t > O)
(16.1)
(16.2)
(16.3)
1
11
163
J
11111
.,'.,
1
Otro ejemplo ms. Un vendedor en la tienda continuameule est. ocupado sirviendo a los compradores
(como sucede en las horas de mayor rendimiento).
El servicio al comprador dura un tiempo aleatorio T.
Entonces el flujo de los compradores atendidos ser
recurrente (si se considera que los tiempos de servicio
a los diferentes compradores son independientes . y,
(/) ( t)
o
Fig. 16.4.
164
()
Fig. 16.5.
por ejemplo, una ria entre el comprador y el vendedor no influye en el tiempo de servicio a otros com~
pradores).
Es evidente que el flujo simple representa un caso
particular de flujo recurrente, cuando los intervalos
entre los sucesos tienen una distribucin exponencial
(16.1). Otro caso particular (degenerado) del flujo
recurrente es el flujo regular de sucesos donde los
intervalos no son casuales, sino constantes.
Se puede obtener una gama entera de flujos recurrentes de sucesos de distintos grados de ordenacin,
revisando el flujo simple. Supongamos, por ejemplo,
que cierta oficina recibe un flujo simple de visitantes
y a la entrada hay un guardia que manda al primer
visitante a la primera mesa, al segundo a la segunda,
etc. Si hay n mesas, entonces a cada una de ellas llega
165
167
166
mll!W"A'' '
gg,_-................ ~'
'
..
~~~~-- ...,.;-~--~,.--~~!"!:"--:
1'
'
. lh
tiempo medio del funcionamiento sin fallos del prim~r
bloque. ~.Qu flujo de sucesos retorna el sistema del
estado S 1 al S 0 ? Evidentemente que el flujo de terminacin de las reparaciones del primer bloque.
Su intensidad 1 es igual a la unidad dividida por el
.tiempo medio de la reparacin del primer bloque.
Se calculan de manera anloga las intensidades de
A.41
A.54
A.62
. Fig. 17.2.
Fig. i 7.1.
..
' __Supongamos, de hecho, que se examina un sistema
$ que _tiene n estados posibles s 1 ,, S2' s :H '- sn.
Denominemos como probabilida<f, del i~simo estado,
la .probabilidad p; (t) de que en el momento t el sistema
se encuentre en el estado Si Es evidente que para
cualquier momento la suma de todas las probabilidades
de. estados es igual a la unidad:
n .
~ P' (t) =1
;'11 )
t=i
'
(17.1_)
Hn>
1l>8
""""",.,.__ ~
..., ~
...
'1
1
'11
!
.:. .
.,1
!1
~ ~ ~ .;
......, .......
'!1
'
tendremos:
ddp 1 =
+ M) =
P1 (t) [1 -
(A.12
:f =
1
dp4
dt
1
1,
11
1
l
(17.3)
== Aa1P1
= A. 24 p 2-
A43p4 .
1111
'1
,,1
It
,j'
171
1'70
Esto es un sistema de cuatro ecuaciones diferenciales lineales con cuatro funciones incgnitas p 1 , p 2 , p 3 ,
p 4 Sealemos que una de ellas (cualquiera) puede
desecharse. aprovechando el hecho que p 1
p2
p3
p 4 == 1: expresar cualquiera de las probabilidades p por medio de las otras, poner esta expresin
en la (17 .3) y desechar la ecuacin respectiva con la
1
derivada
+ A.d Ml +
P1(t+M)-pi(t)
-A.
6.t
- 21 p 2 (t)
( 17 .2)
P1
P1 (t
- -- - . .
__,,
!ij... ,;,.-.
:~
'!
'*"':a
,, (
lJ
ji
.
>
aj
!.
. del estado dado, multiplicada por la intensidad del
estado dado (i-simo).
Aprovechado esta regla,. escribamos las ecuaciones de Kolmogorov para el sistema S cuyo grafo trazado de estados se da en la figura 17 .2:
~
dpo
1
Po.,1
'~
d/ = AzPo + 1Pa -
('f..1 + z) pz,
Jt = A2P1+ 'A1P2 -
(1 + z) Pa
(17 .4)
lrn p (t)
= 1, 2, ... , n).
(17.5)
'1
.L.J
P l= 1
(1 7.6)
t =i
cionario lmi te en cuyo curso el sistema cambia casualmente sus es tados , pero sus probabilidades ya no
dependen del t iempo. La probabilidad fin al de estado
Si puede in terpretarse como tiempo medio relativo de
permanencia del sistema en este e.9tado. P or ejemplo,
si el sistema S tiene tres estados S 1 , S 2 , S 3 y sus
probabilidades finales son iguales a 0,2, 0,3 y 0,5,
esto significa que en un rgimen esta cionario , lmite,
1 ) Esta condicin es suficiente, pero no necesaria para la
existencia de las probabilidades finales.
173
<f72
(i
t ~oo
!ji
~_.........,.
'l
1,
'
'
,..
Ji!if3
,,,
el sistema pasa ~orno promedio dos dcimas de tiempo
en el. estado S 11 tres dcimas, en el estado S 2 y la
mitad de tiempo, en el estado S 3
Cmo calcular las probabilidades finales? Es muy
simple. Si las probabilidades Pu p 2 , , son constantes, sus derivadas son iguales a cero. As pues,
para hallar las probabilidades finales, es preciso anular
todos los primeros miembros en las ecuaciones de
Kolmogorov y resolver el sistema obtenido de las
ecuaciones ya no diferenciales, sino algebraicas lineales. Se puede no escribir las ecuaciones de Kolmogorov, sino, partiendo directamente del grafo de estados,
escribir el sistema de ecuaciones algebraicas lineales.
Si trasladamos un miembro negativo de cada ecuacin del segundo miembro al primero, obtendremos
de inmediato un sistema de ecuaciones que contiene
en el primer miembro la probabilidad final del estado
dado Pi multiplicada por la intensidad sumaria de
todos los flujos provenientes del estado dado, y en el
segundo, la suma de los productos de intensidades de
todos los flujos contenidos en el i-simo estado por las
probabilidades de aquellos estados de los cuales estos
flujos provienen.
Empleando esta regla~ escribamos las ecuaciones
algebraicas lineales para las probabilidades finales
de estados del sistema, cuyo grafo se muestra en la
figura 17 .2:
neas (no tienen un trmino libre) y, por lo tanto, determinan las incgnitas solamente con una precisin
de hasta el factor arbitrario. Afortunadamente pode
mos aprovechar la llamada condicin de normalizacin:
Po -!- P1
P2 -!- Pa = 1
(17 .8)
y resolver con su ayuda el sistema. En este caso,
podemos desechar una (cualquier) ecuacin (esto se
deduce como corolario de las dems).
Demos los valores numricos de las intensidades
'A1 = 1, 'A 2 = 2, 1 = 2, 2 = 3 y resolvamos el
sistema (17 .7). Sacrifiquemos la cuarta ecuacin
agregando en su lugar la condicin de normalizacin
(17 .8). Las ecuaciones adquieren la forma siguiente:
3po = 2p1 -1- 3p2,
(17.9)
= 6/15 = 0,40;
p2
p 1 = 3/15 = 0,20;
~ 0,27; p 3 = 2/15 ~ 0,131
= 4/15
175
174
!1
1
1.1
11
!11
,1
11
11
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1
1r
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11~
g; ;g;;g
J..,
>
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~~~~~~~~-~
Captulo VI
w=
0,408
+ 0,20 3 + 0,,27. 5 =
Teora de colas
5,15.
i77
12-0tHli
-. ...
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J
'
178
12
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r.,.1
1
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11
11
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il
11
!
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!
con cola' el pedido que ltega eh un momento cuando
todos los canales estn ocupados no abandona dicho
sistema, sino que se pone en la cola y espera la posibilidad de ser atendido. En la prctica se encuentran
ms frecuentemente (y tienen mayor importancia)
los sistemas de colas con cola; no sin razn el trmino
teora de colas tiene la palabra cola (lneas de
espera).
Los se con cola se dividen en distintos tipos en
funcin de cmo est organizada la cola, es decir,
si est limitada o no. Las limitaciones pueden referirse tanto a la longitud de la cola, como al tiempo
de espera (los llamados SC con pedidos impacientes). Analizando el SC se debe tambin considerar
la disciplina de servicio, es decir~ los pedidos se
pueden tratar bien en orden de llegada (los que llegan
antes, se tratan antes) o ben en orden casual. No son
raros los casos del llamado tratamiento con prioridad,
cuando ciertos pedidos se tratan sin ponerse en la
cola. La prioridad puede ser tanto absoluta,. cuando
el pedido con una prioridad superior desaloja al
pedido con prioridad inferior (por ejemplo, un cliente
que vino a la peluquera y tiene un rango superior
expulsa del silln al cliente ordinario), como relativa,
cuando el servicio comenzado so realiza hasta el fin
y el pedido con una prioridad superior tiene slo derecho a ocupar en la cola un 1ugar mejor.
Existen se con el llamado servicio de fases mltiples que constan de varias etapas o fases sucesivas
(por ejemplo, el comprador que vino a la tienda debe,
en primer lugar. elegir la mercanca, despus pagarla
en la caja, 1u ego, recibirla).
Adems de estos ndices los sistemas de colas se
dividen en dos clases: abiertos y cerrados. En el
sistema de colas abierto las caractersticas del flujo
de pedidos no dependen del estado en el cual se en-
cuentra el propio sistotna (c11ntos canales estn ocupados). En el sistema de colas cerrado, s dependen.
Por ejemplo,. si un obrero presta servicios a un grupo de
mquinas herramientas que requieren de vez en cuando
un ajuste, entonces la intensidad del flujo de requerimientos por parte de las mquinas herramientas
depende de la cantidad de mquinas defectuosas que
esperan el ajuste. Este es un ejemplo del se cerrado.
La clasificacin de los sistemas de colas no se reduce
a las variedades ya dadas, pero nosotros nos limitaremos a ellas.
La optimizacin del funcionamiento del Se se
puede efectuar bajo diferentes modos de ver: desde el
punto ele vista de los organizadores (o dueos) del se
o desde el punto de vista de los clientes a quienes se
les presta servicio. Partiendo del primer punto de
vista es deseable utilizar los sistemas de colas al
mximo y conseguir que todos sus canales estn
extremadamente cargados. Desde el punto de vista
de los clientes es deseablB reducir en lo posible las
colas que se convierten muy a menudo en calamidad
de la vida cotidiana provocando gastos absurdos de
fuerzas y tiempo y reducen, al fin y al cabo, la productividad del trabajo. Hesolviendo los problemas
de optimizacin en la teora de colas es sustancialmente necesario un enfoque sistemtico y un examen completo y profundo de todas las consecuencias
de cada deci sin. Por ejemplo, desde el punto de
vista de los clientes del se es deseable aumentar el
nmero de canales de p restacin de servicio; pero
hace falta pagar el trabajo de cad a canal, lo que hace
el servicio ms costoso. La construccin del modelo
matemtico permite resolver el problema de optimizacin dPl 111mero razonablo de canales, considerando
todos los pro y contra. Por esta razn, en los problemas de colas no destacamos un ndice cualquiera
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An-1,n
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k. k-1
>., 1, k
>. ,, ,,,.,
f
1
Fig. 19 .1.
1,
1
pnsan el sistema do acuerdo a l as flechas del grafo, son
simples (parn ser ms brev es, de nominaremos t anto
el sistema S, como el proceso q ne transcurre en l,
como s imple).
Empleando el grafo en la figura Hl.1 compougamos
y resolvamos las ecuaciones a lgebraicas para las
prnlrnhil iclades finales de estados (su existencia se
deduce de que de cada estado se puede pasar a cada
otro, y el nmero de estados es finito). Para el primer
1. FS(fUemn ele nniquilacin y multiplicacin. Snhemos que, teniendo a <lisposicin lln grafo trazado
de estados, se puede fcilmente escrihir las ecuaciones
de Kolmogorov para las probabilidades de estados, as
como escribir y resolver las ecuaciones algebraicas
para las probabilidades finales. Para ciertos casos
estas ltimaR ecuaciones se logran rPsolver <le antemano en formn de letnis. Esto se logra l1acer, en partic11lflr, si e) grafo de estarlos fle) SRtema representa el
Jlflmado esq1iema de aniquilacin y m11ltiplicacirn>.
1 ) Desgraciadamente, este inconveniente lo tiene l.amhin el
libro [61 ne Ja m1tora , en el c11al una serie de conclusiones Ee
hacen en forma bastante compleja.
182
183
1'1
.
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~
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1
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H4 _.W"
;;
~----........ ....~--~-~-.- - - - - -
..
qj
estado S 0 tenemos:
11
'>.01Po = '>.10P1
(1!).1)
Para el segundo estado 8 1:
('>.lll + "-10) Pt = "-01Po + '>.21P2
Debido a (19.1) la ltima igualdad se reduce a la
forma
'J..11lP1 = '>.21P2;
luego, de manera completamente anloga
A2sP2 = "-a2Pa
y, en trminos generales
"-1t-1 1t = '>.1t,1t-1P1t
donde k toma todos los valores de O a n. As pues,
las probabilidades finales p 0 , p 1 , , Pn satisfacen
las ecuaciones
)
Ao1Po = '>.10P1
"-12P1 = "-21P2
... ........1
(19.2)
0h~h~I.
')., h,
0
l..01
J~
P1t =
'
1i '12Ao1
,A1i-1.
, , Po
IV/1, h-1 "'.I''lO
(19.7)
Po ( 1
+ Ao1
+
A10
A12Ao1
A21A10
--1- .
+ An , .. A12Ao1) =
An . -1 .. A21A10
f,
l..10
'n.
l..21A10
11-1
A21A10
1
1
i lll
1,
1,
)-t .
11
!l
(19.8)
(Para no escribir quebrados de dos pisns la expresin entre parntesis la elevamos a la potencia -1.)
Las dems probabilidadps estn expresadas por medio
de Po (vanse las frmulas (19. LJ) -(19.7)). Es de sealar que Jos coeficientes al lad o !hi p 0 en cada una
de ellas, representan trminos de sucesin de la seriP
que se halla tras la unidad en la frmula (19.8). De
!(19.4)
Pi=~Po
IVQ
'
1
1
"'21
-1.a2A21f..10
0 h~l~lt:
"'.h- 1,
10
185
184
i'
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{
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. . . . . ,.
~~~~~~~- -~--~-
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'4
r, , isl .
= -;- .\
z (t) dt.
(Hl.9)
111 !' 11 1
'
X 111
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Ef~r( '
r-:LJ
4
2
~'7
-__
__._
---
T t
l"ig . 19.2.
pj
11
(19.10)
187
~ :an::nn-=-
11
t
r;
180
lllll!!!!!!!!!!!IB~---!!!!!ll!Pll!l!!lllll
,, ' . __,
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' .,><:~-
~-
. '. ' . .
-.----~--- -....
1,,
.., ..,.~-....,.......~~~--====
:i~
.1
donde la suma se extiende a todos Jos pedidos que
'llegaron durante un lapso de tiempo igual a T.
Dividamos el primer y segundo miembro (19.10)
por la longitud del intervalo T. Considerando (19.10),
obtendremos
Lslst.
t.
(19.11)
~ t; A.
Pero la magnitud TA. no es otra cosa, sino el promedio de pedidos que llegaron durante el tiempo T.
Si dividimos la suma de todos los tiempos t 1 por el
promedio de pedidos, obtendremos el promedio del
tiempo de permanencia del pedido en el sistema Wstst
As pues,
Lslst.
= A.Wstst.1
1
=T
Lstst.-
~V col.
== T1L cul
(19.13)
de donde
Wslst.
Lco1.
cola
(19.12)
Esta es la magnfica frmula de Litle: para cualquier sistema de colas, cualquiera que sea el carcter
del flujo de demandas, la distribucin del tiempo de
servicio y la disciplina de servicio, el tiempo medio
de estancia de la demanda en el sistema es igual al nmero medio de demandas en el sistema, dividido por la
intensidad del flujo de demandas.
Exactamente de la misma manera se deduce la
segunda frmula de Litle que estabJece Ja reJacin
entre el tiempo medio de estancia de la demanda en
la cola Wcol. y el nmero medio de demandas en la
188
1/
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1
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'ji
[1,
~ ! ~11
'
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189
;m
' '" , : ., , ;.::
"'
~~;<1*?';"'!~'"'
.. ...
S,,: se 1.iene k drmautlas (k canales estn ocupados, los dems est:11 lilires);
Sn: Se tiene n demalldas (lodos los canales n
est;n ocupados).
El grafo de estados de se corrrsponde al esquema
dP ;iniq11il:1cin y 1111111.iplicacitin (Jig. 20.1). Tracemos
~-;l_:_r-71~ ...
L'~--~
--JI
2p
~
Fig. 20:1.
190
P~
:-[skt;~~
kt
k(k1 ') -nLJ
191
s 51!""
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Po= 1 +
;i..2
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_ (
Po -
..} ;
P~
+ P T, -:Ji
+ +-p h1 -j- ... +-pnn.1 )- 1 ,
~.
- - . _.,. _ , . . ,
(20.4)
ph
Po ,
P11=;: Po
ptl
(20.5)
Las frmulas (20.4), (20.5) para las probabilidades finales de estados se denominan frmulas de Erlang, en honor del fundador de la teora de colas. La
mayora de l as otras frmulas de esta teora (hoy da
hay ms que ho11gos en el bosque) no llevan ningn
uornLre esvecial.
'
As pues, las probabilidades finales estn halladas.
Con ayuda de ellas calcularemos las caractersticas de
eficiencia del SC. En primer lugar hallaremos Pres. neg. 1
o sea, la probabilidad de que la demanda llegada reciba
la respuesta negativa (no ser servida). Pa,ra esto es
preciso que todos canales n estn ocupados, por lo
tanto
(20.1)
pn
Pres. neg.
= Pn = "T Po
(20.6)
De aqu, hallamos la capacidad relativa del sistema, o sea, Ja probabilidad de que el pedido estar
(20.2)
. . ~-
fJ2 =--=Ti
, Pn === nT Po
13-0515
p~
192
111 = Pfio
.n
> '
'
"'
f,.2
Los termmos
de desartollo
,
, , - 1 n
22
n
representarn coeficientes <;on p 0 en las expresiones
para p 1 , p 2 , , p,:
t.
.,2
,.,k
P1 =Po
P2 = 2ft2 flo P11 = kl fth Po
1.n
1P11=nf[tn
(20.3)
y de11orni11aremos la magnitud p como <dnt-eSid"8ci
nducida del flujo de demandas, lo que significa el
nmero medio de demandas que llegan durante el tiempo
medio de servicio de una demanda. Utilizando esta
designacin, volvamos a escribir las frmulas (20.1),
(20.2) en la forma siguiente:
;\3
, -----
;;,
.
19..>
~""':'~~~~~-:-====::::::=
servido:
p~
(20. 7)
194
13*
El rendimiento mximo lo obtendremos mulLiplica11<lo Ja intensidad del flujo <le pedidos 'A poi' Q:
l,
pn
(20.8)
A= 'AQ =l.. 1 - 7i1 Po
Nos resta slo hallar el nmero medio de canales
ocupados k. Esta magnitud se podra encontrar directamente como esperanza maLerntica de la magnitud
aleatoria discreta cou los valores posibles U, 1, ...
. . . , n y con las probabilidades de estos valores iguales a p 0 , p 1 , , Pn:
k = Op 0 + 1p + 2P2 + . + nPn
Sustituyendo aqu las expresiones (20.5) para
P1t (k =O, 1, ... , n) y cumpliendo las transformaciones respectivas, obtendramos, al fin y al cabo,
la frmula exacta para k. Pero nosotros la deduciremos de una manera mucho m3s sencilla (He aqu
uno de los pequeos artificios!). De hecho, couocemos rendimiento mximo A. Esto no es otra cosa que
la intensidad del flujo de demandas seruidas por el
sistema. Cada canal ocupado sirve por unidad de tiempo un promedio de demandas igual a . Entonces,
el nmero medio de canales ocupados es igual a
k = Al,
(20.V)
o co11siderando (20.8),
-k
P"
)
p ( 1 --;--Po
(20.10)
&94-RMMW' 13
t~ r.;
195
... ...__
~~--------~
.,
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1 de-
./
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[5;1-:-[
_:_:_J- s, J~~ si t:-
11
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I'
>.
).
... ~
k
-..
.[
Fig . 20. 2.
y multiplicacin, p ero con un nmero infinito de estados. De acuerdo a todas las flech as el fluj o d e demandas con un a intensidad de 'A pasa el sistema de izquierda
a derech a, y de derech a a izquierd a, es pasado p or el
fluj o de servicios con u na in tensid ad igual a .
Pregun tmonos, ante todo, existen, en este caso,
prohahilidaclcs finales!' Pues, el nm ero de estados
del sistema es infinito y si t ~ oo , la~col a puede crecer, en principio, ilimi t adamen te. S, as es: l as probnhilid adcs finales p ara tal se no siempre existen ,
sino slo cuand o el s istema no est sobrecargado.
Se puede demos trar qu e si es rigurosamente inferior
a la unidad (p < 1), entonces las probabilidades fin a~
les existen , y si p :;:?: 1 la cola crece ilimit adamente,
cuando t-+ oo . Este hecho parece sobre todo in-
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comprensible, cuando p = 1. Parece ser que nnte el
sistema no se plantenn Jos requisit.os no cmanlirlos:
durante el tiempo de servicio prestado a una demandn,
lJega, como promedio, una demanda , y todo dehe
estar en orden, pero de hecho no es as. Si p = 1 el
sistema de colas cumple con el flujo de pedidos, solamente si este flujo es regul ar y el tiempo de trntamiento , que tampoco es aleatorio, es igunl al intervalo
entre las demandas. En este caso ideal en el SC no
habr ni una sla cola, el canal estnr: continuamente
ocupado y entregar:' regularmente las demandas servid as. Pero npen ns el flujo de pedid os o el flujo de
servicios adquiera un pequeo grado de casualidad
y Ja cola crecer liasta el infinito. Esto en la pr:'ctica
no sucede, solamente debido a que el nmero infinito
de demandas en la cola es pura abstraccin. IPues a
tales errores graves puede llevar la smititu cin de
magnitudes aleatorias por sus esperanzas matemticas!
Pero volvamos a nuestro SC de un canal con cola
ilimitada. Hablando en rigor, las frmulas para las
probabilidades finales en el esquema de aniquilacin
y multipJicacin fueron deducid as solamente para el
caso de un nmero finito de estados; pero, permitmonos libertades, hagamos uso de ellas tambin para el
nmero infinito de estados. Calculemos las probabilidades finales segn las frmulas (19.8), (in.7). En nuestro
caso el nmero de sumandos en la frmula (19.8) ser
infinito. Obtendremos para Po Ja expresin siguiente:
Po
= [1
~f
iii
q
1
de dornle
'
Po = ' 1 - p.
(20.12)
Las p rnh abilidades p,, p 2 , , p 1,, se hallarn seg n l as frmul as:
Pi = PfJo, P2 = P2fJ o, , P1t = Ph Po,
d e dond e, cousiderando (20. 12), hallamos defin it ivam e11Le:
P1 = P (1 - - p), P2 e= P2 (1 - p), . . . , P1t =
= r" (1 - - p), . . . (20.13)
Como se p uede v er , l as probabilidad es p 0 , p 1 ,
.. , Ph fo rm an una progresin geomt r ica con el
denominad or p . Por extrao que sea, l a m xima de
ellas Po es l a probabilid ad d e q ue el canal est libre
totalmen te. Cualquiera q1rn sea el grado d e ocup acin
del sistem a con cola, s i es que slo l cumple,. en
general, con el flujo de p edidos (p < 1), el nmero
ms p robDble de d emand as en el s istem a ser igual a O.
H allem os d 11m e ro m edi o de d e m a nd as en el s istema de colas L sis t. . E s to n os dar al g un os q uebrad eros
ele caheza. L a m agni t ud al eatoria Z , es el nmero de
dmnarnlas en el sistem a y tiene los v alores posibles de
O, '.I , 2, . .. , le cou las probab ilidades de p 0 , Pi
p 2 , , p 111 Su esp eranza m atem tica es igual a
ls ist.= flo + 1 p 1+ 2 fJ2 + ...
La serie en la frmula (20.11) representa una progresin geomtrica. Sahemos que si p < 1 la serie
converge y es una progresin geornt.rica decreciente
infinita con el denominador p. Si p
1 la serie el iverge
(lo que representa. una demm;itr:1cin Indirecta, . aunque
"
i
1
"
11
:
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1
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2J
Lstst. =
"
h=l
Lstst. = P (1- p)
j';
p):
kpk-t.
h=l
Lstst.
= p~(1-- p)~h :p
ph.
k=I
00
Lstst.=P(1-p) :p
pk.
(20.15)
k=l
(t~ps
suma
es igual a
Sustituyendo
obtendremos:
l.
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J, col =
X(i~p).
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p2
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J -p .
p2
C IJ
l - ..,,-c-:-----:. ---
f.(f-p)
(20.21)
. De esla 111a11L'rn, esl11 l1allaclas Lodas las caractersticas de la eJ'icic11cia del sistema de colas.
Propongamos al lector que resuelva por s mismo,
un ejemplo: el se de un canal representa una estacitt
de ferrocarril de clasificacin, que recibe un flujo
simple de trenes con una intensidad de f. = :2 (trenes
2Pi.
2()
1
i
(20.20)
(2U.1!i)
(20.17)
11
Lstst. - P = T~p -- P
LcoJ.
y defiuitivautenle
-1 P
, y su derivada, a
-p
esta expresin en (20.15),
p
1 -p
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202
203.
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11!111:'.'.r.
"
- .... ~ -
..
'
'
Supongamos que la condicin pin < 1 se ha cumplido y existen probabilidades finales. Aplicando
las mismas frmulas (19.8) , (19.7) para el esquema de
aniquilacin y multiplicacin, hallaremos estas probabilidades finales. En la expresin para p 0 tendremos
una serie de trminos que contienen factoriales ms
la suma de una progresin geomtrica decreciente
infinita con el denominador pin. Sumndola, hallaremos:
p
Po= 1 + 11
p2
+ 21 +
pn+l
pn
+ ~+-n!(n- p)
)-1
p
~
' pn
p, = -11 Po p,=-kl Po ... , fin = - , Po
pn +l
P11+1 =
n.
pn+r
'
Weol .= ):'Lcol.
l
l
(20 .22)
r=i
(20.23)
n nl (l-p /11}!
205
:~
w.
(20.25)
Hesolvamos., ahora, un ejemplo curioso. Una taquilla ferroviaria con dos ventanillas representa un se
de dos canales con cola ilimitada que se forma, al
mismo tiempo, en dos taquillas (si una ventanilla
se libra, el pasajero prximo a sta la ocupa). La taquilla vende los billetes del ferrocarril para dos puntos
de destino: A y B. La intensidad del flujo de demandas
(pasajeros que quieren comprar un billete) es igual
para ambos puntos A y B: ')..A= f.. 8 = 0,45 (pasajeros
por minuto). formando en suma un flujo total de
demandas con una intensidad de AA
f.. 8 = 0,9.
El taquillero invierte un promedia de dos minutos
para servir a un pasajero. La experiencia muestra
que en la taquilla se forman colas y los pasajeros
se quejan de la lentitud de servicio. Se recibi una
propuesta de racionalizacin consistente en crear
en vez de una taquilla que vende billetes para A y B,
dos taquillas especializadas (con una ventanilla en
cada una) que ve11den billetes, una para el punto A
y otra para el punto B. Lo razonable de esta propuesta
s discutible, ya que se sostiene que las colas quedan
las mismas. Se requiere comprobar la utilidad de la
propuesta, recurriendo a los clculos. Puesto que sabemos calcular las caractersticas solamente para los
sistemas de colas simples, supongamos que todos los
flujos de sucesos son simplsimos (esto no afecta los
aspectos cualitativos de las deducciones).
Bien, pues, manos a la obra. Examinemos dos
n n! Pu P11 +r = 7 .-;-;yfJu
H's1s1 . =-;Ls1st.
4:.i:-n ..J
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mquiirns hcrramientRs q11e necesitan, do vez en cuando,; ajuste (reparacin). La i1Jte11si<lad del flujo de
demandas de cada mquina en funcionamiento, es
igual a 'A. Si La mquina se puso fuera de servicio en el
momento cuando el obrero est desocupado, l empieza
de in rned i a to a prestarla servicio. Si se puso fuera de servicio en el momento c11a11do el obrero est ocupado, la
miq11ina se pone e11 la cola y espera l1ast.a fJllfl el obrero
se 1ihrn. El tit>mpo medio de ajusto do la mquina
herramienta PS de ltr. = 1/p.. La intensidad del flujo
de demm1das que l logan al obrero depende de la cantidad ele mquinas en fu11c.ionarnie11to. Si funcionan k
mquinas, es ig11al a //A.. Se requiero hallar las probabilidades de estados, el nmero medio de mquina
herrarn ienta e11 fu 11ci 011ai1J ien lo y Jn proba bilida<l de
que el obrern est ocupado.
E s de seialar que tambin en esto sistema de colas
las prolrnbi 1idades fi11a]ps existirfin para cualesquiera
de los valores qt1e tornen 'A y p. = Vt 1n puesto que el
nmero de estados es finito.
simples, markovianos, se logra aclarar el aspecto cualitativo del fenmeno, es decir, qu manera de actual' os
ventajosa y cual no. En el prrafo siguiente daremos
a conocer ciertos modelos elementales no markovianos,
que ampliarn nuestras posibilidades.
Despus que el lector so familiariz co11 los procPdirnicmtos de clculo de las probabilidades filiales de
estados y caractersticas de eficiencia para los sistemas de colas simples (o sea, aprendi a dominar el
esquema de aniquilacin y multiplicacin y la frm11la
de Litle), se le puede proponer, para analizarlos independientemente, dos se simples ms.
4. SC de un canal con cola limitada. El problema
se diferenda del problema 2 solamente en que el nmero de demandas en la cola es limitado (no puede sobrepasar cierto m dado). Si la demanda nueva llega en el
momento cuando todos los lugares en la cola estn
ocupados, sta abandona el sistema de colas sin ser
servida (recibe una respuesta negativa). Es necesario
hallar las probabilidades finales de estados (a propsito,
stas existen en este problema para cualquier p, ya
que ol nmero de estados es finito), 1n probabilidad do
respuesta negativa Pres. neg., el rendimiento mximo A,
la probabilidad de que el canal est ocupado P oc.,
la longitud media de la cola Leo!., el nmero medio de
demandas en el sistema de colas Lstst.., el tiempo medio
de espera en la cola W col. el tiempo medio de estancia
de la demanda en el sistema de colas W515 t .. Cuando
calculamos las caractersticas de la cola se puede utili
zar el mismo procedimiento que hemos utilizado en el
problema 2, a diferencia de que hace falta sumar la
progresin finita en vez de la infinita.
5. se cerrado con un canal y m fuentes de demandas.
Para que el problema sea ms concreto, formulmoslo
en la forma siguiente: un obrero presta servicio a m
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'l
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Lstst. = 2
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(21.2)
+v~)
p2
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vVstst.= 2A.(1-p)
+ 1//L
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(21.3)
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(21.4)
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+ p,
210
111!!!!11Jll!-.
(1-p)
donde, como a11teriorme11te, p = 'A/p., y V es la relacin eu tre la desv iaci11 cuadrtica media dnl tiempo
de servicio y la ospera11za matemtica. Las frmulas (21.1), (21.2) se denominan frmulas de PoMachek Jinchin.
Dividiendo Leo!. y Lstst. por 'A, obtendremos, de
acuerdo a la frmula ele Li tle el tiempo medio de estancia de la dcmm1da en la cola y el tiempo medio de
estancia e11 el sistema:
(21.1)
2 (1-p)
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1
1
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211
--....----~---- ... - - ~
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p2(vl+"f,)
2 (1-p)
-
p2 (vl+v~)
< Leo!.<
(1-p) (1-vj)
<
2(1-p) + -~--
(21.5)
Si el flujo entrante es simple , ambas estimaciones,
superior e inferior, coinciden y se obtiene la frmula
de Poliachek - J i11chin (21.1). Para estimaL' muy
aproximadamente la longitud media de la cola
M. A. Fainberg (vase [181) obtuvo una frmula muy
sencilla:
2(t-Pr .
p2 (v2+ v2)
(21.G)
El nmero medio de demandas en .el sistema se
obtiene de Leol. adicionando simplemente p, o sea, el
nmero medio de demandas de servicio:
Lsist. = Leo!.
P
(21.7)
En lo que se refiere a los tiempos medios de estancia
de las demandas en el sistema y en la cola , stos se
calculan a travs de Lcol. y L 818 t . segn la frmula de
Litle dividiendo por 'A .
- As pues, las caractElrsticas del SC de un canal con
cola ilimitada tambin pueden ser halladas (si no exac,
tamente, por lo menos, aproximadamente) en los casosLeoi.
213
212
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Captulo VII
Simulacin estadstica de los procesos
aleatorios (mtodo de Montecarlo)
215
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Cualquier problema probabilstico puede ser resuelto, de hecho, por medio del mtodo de Montecarlo, pero
resulta justificado slo cuando el procedimiento de
sorteo es ms simple que el clculo analtico. Pongamos un ejemplo, cuando el mtodo de Montecarlo es
posible, pero demasiado irrazonable. Sea, por ejemplo,
que se producen tres tiros independientes a cierto blanco y cada uno de ellos da al blanco con una probabilidad
igual a 1/2. Se requiere hallar la probabilidad de, por
lo menos, un impacto. El clculo elemental nos da la
probabilidad de un impacto igual a 1-(1/2) 3 = 7/8.
Se p1iede resolver el mismo problema,. en principio,
con ayuda 1lel sorteo o simulacin estadstica. En
vez d~ !res tiros se pm~de tirar, digamos, tres monedas, considerando, quti la cara es un impacto y la
cruz, un fallo. El experimento se considera acertado,
si, por lo menos, en 11na moneda aparece la cara. Realicemos 1111a enorme canti.dacl rle experimentos, calculemos la ca11t11l total de xitos y dividmosla por el
nmero N de experimentos efectuados. As pues, obtendremos una frecuencia de sucesos que es, para un
nmero grande de experimentos, prxima a la probabilidad. ,Bien, y qu'? Quizs una persona que no conoce
en absoluto la teora de las probabilidades podra
utilizar tal procedimiento; ste, 110 obstante, es posible 1 ) .
Examinemos, ahora, otro problema. Sea que funciona el SC de mltiples canales COI\ cola, pero el proceso
que se prod11cc 011 este caso, es evidentemente no
111arkoviano: los intervalos entre las dcnrnndas tienen,
al ig11al que el tiempo de tratamiento, una distribucin
110 exponencial. Aun ms, los canales, de vez en cuando
1 ) Algo parecido sucede a veces, cua11do las personas que
conocen mal la teora de las prohaliilidad('S se ocupan, utilizantlo PI mtorlo de l\fonlecArlo, ele la simulAcin de los problemas que tienen resolucin analtica.
216
217
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.... .....,.~
--.
...
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--
1
se ponen fuera de servicio y se someten a reparacin;
tanto el tiempo de funcionamiento sin fallos del canal,
como el tiempo de reparacin son no exponenciales.
Se requiere hallar las caractersticas de los sistemas
con las colas: probabilidades de los estados en funcin
del tiempo, longitud media de la cola, tiempo medio
de estancia de la demanda en el sistema,, etc. Al parecer, el problema no es tan complejo. Sin embargo, cualquier persona que conoce algo de la teora de colas escoger para resolverlo, sin vacilar, el mtodo de simulacin estadstica (las perspectivas de crear aqu un modelo
matemtico visible son, hablando francamente, bastante malas). Ella tendr que interpretar una serie de
realizaciones del proceso aleatorio (por supuesto, utilizando las calculadoras electrnicas, pero no manualmente) y hallar, partiendo de tal estadstica artificial, aproximadamente las probabilidades que le
interesan (como frecuencias de los sucesos respectivos)
y las esperanzas matemticas (como valores aritmticos medios de las variables aleatorias).
En los problemas de la investigacin operativa el
mtodo de Montecarlo se utiliza en los tres casos principales siguientes:
1) para simular operaciones complicadas y complejas que tienen muchos factores aleatorios que accionan recprocamente;
2) para comprobar la aplicabilidad de mtodos
analticos ms simpies y aclarar las condiciones de su
aplicacin;
3) para elaborar las correcciones de las frmulas
analticas del 'tipo frmulas empricas de la tcnica.
En el prrafo 3 (captulo 1) ya hemos mencionado,
en trminos generales, las ventajas y los inconvenientes comparativos de los modelos analticos y estadsticos. Podemos, ahora, puntualizar que el inconveniente principal de los modelos analticos consiste en que
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j
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..
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219
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Lotera deportiva.
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11
221
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...
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F (x) =
_J_,
l.
<
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,,
~ ~
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f (x) dx,
(23.1)
-oo
Fig. 23.1.
r1
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Fig. 23.2
:t
t
1
(
if
l
,,
l
'f
t
Se puede demostrar (no vamos a hacerlo) que el valor obtenido X tiene, precisamente, una distribucin
f (x) necesaria para nosotros.
El procedimiento del sorteo del valor X se muestra
grficamente en la figura 23.3. S~ sortea el nmero R
de O a 1 y se busca para l tal valor X, con el cual
F (X) = R (esto se muestra con las flechas en la
figura 23.3).
En la prctica frecuentemente resulta necesario
sortear el valor de una variable aleatoria que tiene
una distribucin normaL Para ella, al igual que para
cualquier variable aleatoria continua, la regla de
sorteo (23.2);queda verdica, pero se puede actuar de
otra manera (ms, simple). )~s sabido que (de acuerdo al
teorema central lmitEi de la teora de probabilidades)
cuando sumamos un nmero bastante grande de variables aleatorias independientes se obtiene una variable
aleatoria qun tiene aproximademente una distribucin
.;,
223
222
1!!
11:
.'
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'1
.Y p'-
,.-
..--.''t'#.'
..,
normal. Para obtener 11na el istrihucin normal es suficiente sumar, en la prctica, seis ejemplares de un
nmero aleatorio de O a 1. La suma de estos seis nrneros es
(23.3)
Z = Ri
R2
Ro
+ . . . \-
Fig. 23.3
X= <Jx
V2 (Z -3) +-mx_.
(2:3.4)
procedimientos posteriores, basndose en su ley convencional de distribucin a condicin de que todas las
anteriores tomaron los valores que <li el sorteo (no
Hos detendremos ms detalladamente en este caso).
De esta manera, examinamos todas las cuatro variantes del sorteo unitario y nos convencernos de que
todas ellas Sil reduceu al sorteo (unitario o mltiple)
del umero aleatorio R de O a 1.
Surg(J la pregunta: cmo se sortea este nmero R?
Existe una serie de variedades de los llamados detectores de nmeros aleatorios destinadas a resolver este
problema. Detengmonos en breve en algunos de
ellos.
El ms seucillo de los detectores de nmeros aleatorios es un tambor giratorio en el cual se remueven las
bolas nurnradas (o fichas). Supongamos que, por
ejemplo, tenemos que sortear un nmero aleatorio R
de O a 1 con una precisin de hasta 0,001. Pongamos en
el tambor 1000 bolas numeradas, hagmoslo girar
y despus d pararlo, escojamos al azar una bola,
leamos su nmero y dividmoslo por 1000.
Se puede actuar de manera un poco diferentQ: en
vez de 1000 holas poner en el tambor slo 10 con las
cifras O, 1, 2, ... , g, Despus de sacar una bola, leamos el primor signo decimal del quebrado. Hetornmosla, volvamos a hacer girar el tambor y tomemos otra
bola que nos dar el segundo signo decimal, etc. Es
fcil demostrar (no vamos a hacerlo) que el quebrado
decimal obtenido de esta manera tendr una distribucin uniforme de Oa L La vntaja de este procedimiento
consiste en que no est relacionado de ninguna manera
con la cantidad de signos con la cual querernos conocer a H.
Estamos a un paso <le la proposicin de racionalizacin: no sortear el nmero H cada vez que hay necesidad, sino hacerlo de ante1nano, es decir, componer una
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227
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iguales y nos interesan, precisamente, las caractersticas de este proceso en uu rgimen lmite, establecido.
Por ejemplo, la estacin ferroviaria de clasificacin
funciona durante las veinte cuatro horas del da y la
intensidad del flujo de trenes que llegan a ella casi no
dependen del tiempo. Se pueden citar otros ejemplos de
sistemas en los cuales el proceso aka torio pasa bastante
rpido al estado estable: las calculadoras electrnicas,
lneas de comunicacin, uispositivos tcnicos que se
explotan continuamente, etc.
El rgimen lmite, estacionario y las probabilidades lmites (finales) de estados, ya han sido mencionados en el captulo 5 ( 17) en relacin con los procesos
markovianos. Pero, existen stos para los procesos no
markovianos? S, existen en ciertos casos y no dependen de las condiciones iniciales. Hesolviendo la cuestin sobre si existen stas para un problema dado,
se puede actuar en primera aproximacin de la manera
siguiente: sustituir mentalmente Lodos los flujos de
sucesos por simples; si resulta, para este caso, que las
probabilidades finales existen, existirn tambin para
un proceso no markoviano. Si esto es as, se puede determinar para el rgimen lmite, estacionario, todas las
caractersticas probabilsticas utilizando el mtodo de
Montecarlo no con ayuda de un conjunto de realizaciones, sino con ayuda de una sola, pero bastante prolongada realizacin. En este caso una realizacin bastante
prolongada ofrece la misma informacin sobre las
propiedades del proceso que el conjunto de realizaciones con igual duracin total.
Sea que tenemos a nuestra disposicin una realizacin bastante prolongada del proceso aleatorio
estacionario de una duracin total igual a T. Entonces,
las probabilidades de estados que nos interesan se
pueden hallar como parte del tiempo que el sistema
pasa en estos estados y los valores medios de las
228
229
ti;
'
.7 r~~.,...,_
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,,;
Fig., 24.1.
1'11
P11=y
(.i= 0 , 1',
2 , 3) .
La probabilidad del fallo es igual a la probabilidad de que la demanda llegue en el momento cuando en
el se ya se encuentran tres pedidos:
P res.neg. = Pos
JJ13
El rendimiento mximo es igual, a
A =A (1 - Pres.neg .);
donde A. es la intensidad del flujo de demandas.
Obtendremos la probabilidad de que el canal est
en buen estado, sumando todas las probabili<lades cuyo
primer ndice es igual a cero:
dolas:
1
'
Lslsl.
= 1 (Po1 + pu)
r,V
r
col.
;
,
i~
t~.,i
'fl
.l
il
Ju
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t-i
~
230
--~--~~
- ~
Leo J.
= --')..,-.
P apt. = Poo
Poi
Po2
Po3
El nmero medio de demandas en el Se lo calcularemos, multiplicando los nmeros posibles de demandas en el se por las probabilidades respectivas y sumn-
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W sist.
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-,--.......--~-'"---------
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Captulo VIII
Mtodos de juego para la argumentacin
de soluciones
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235
236
...--~------~~~::=:-.,......,-===-~m,....-------' <'
237
tos de riesgo que acompaan irnwit.ablemente las ::mlnciones razonables en los conflictos reales. En la teora
de juegos se revela el ms cauteloso y seguro comportamiento de los participantes del conflicto. Recogiendo
estas limitaciones y por lo tanto,, no siguiendo ciegamente las recomendaciones obtenidas por mtodos del
juego, se puede, sin embargo, utilizar el mtodo de la
teora de juegos como consultivo, al elegir la solucin
(lo mismo que un jefe militar joven y enrgico puede
prestar atencin a la opinin de un a11ciano prudente,
lleno de experiencia).
~
A1
A2
Am
!!
ill
. ..
26. Juegos de matriz, antagnicos
Tabla 26.I
Il2
.. .
Bn
...
...
...
...
1n
2n
11
12
21
. ..
m1
. ..
. ..
mn
238
239
;;
,,
..
- - --- ----
Tabla 26.2
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B4
B5
A2
1
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3
5
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Tabla 26.3
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1) El trmino punto d asiento est tomado de la geometra; as se denomina un punto en la superficie donde se obtienen a la vez el mnimo en una' coordenada y el mximo en la
otra.
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A,. y desventa]osaS
para,AlB.
lector le puflde , svrgir la pregunta: por qu las ;
estrategias ptimas se denoJUinan (<puras>)? Adelantndonos un poco respondereJUoS a esta pregunta: existen
estrategias (<mixtas>) consistentes en que el jugauor
aplica no una estrategia, sino varias, combinndolas
aleatoriamente. As pues,. si admitimos ,, adems de las
puras, las estrategias mixtas, todo juego finito tiene
una solucin. es decir, un punto de equilibrio. Pero
sobre esto hablaremos ms adelante.
La existencia de un punto de asiento en el juego
dista mucho de ser la regla, ms bien es una excepcin.
La mayora de los juegos no poseen un punto de asiento.
Con todo, existe un tipo de juegos,. que siempre poseen
este punto y, por lo tanto, se resuelven en el marco de
las estrategias puras. Son stos los llamados (<juegos con
plena informacin>). Se denomina juego con plena
informacin tal juego, en el cual cada jugador sabe,
para cada jugada personal, t.o<la la prehistoria de su
desarrollo, es decir, los resultados de todas las jugadas
anteriores tanto 11ersonales como casuales. Sirven de
ejemplo de tales juegos las damas, el ajedrez, etc.
En la teora de los jHegos se demuestra que cada
juego con plena informacin tiene su punto de asiento
y, por lo ti.nto, se resuelve en estrategias puras. En
cada juego con plena informacin existe un par de
estrategias ptimas que da una ganancia estable igual al
valor del juego v. Si tal juego consta solamente de
jugadas personales, entonces aplicando cada jugador
su estrategia ptima, ste tiene que terminar de una
manera bien definida, o sea, con una ganancia igual al
valor del juego. Por consiguiente, si la solucin del
juego se conoce, ste no tiene sentido!
Tomemos un ejemplo elemental del juego con plena
informacin: dos jugadores ponen por turno monedas de
\
11
1\
1\
1\
.1
.J
245
244
p;
: a:. ..t
1
't~,,.~~-
~-------~-- ----
para el otro
110
anterior).
Las estrategias mixtas representan en la tPora de
los juegos un modelo de tctica variable, fle-xihlo, cnando ninguno de los jugadores sabe cmo se com11ortar
el enemigo en una partida dada. Tal tctica (verdad
es que, por lo comn, sin argumentaciones mat.emtica"algunas) es muy usada en los juegos de cartas Ademns
es de notar que la mejor maner:=i de ocultar del contrincante lfl conducta propia es alljnclicnrle 1111 carctrr
nleatorio y, por lo tanto, no~saher uno mismo, de
antemano, cmo actuar.
As pues, expongamos las e8trategias mixtas. Designemos las estrategias mi-xtas de los jugadores A y B,
como SA = (p,, P2 ., Pm) Y Sn = (q,, q2, qn)
respectivamente, donde p 1 , p 2 , , Pm (cuya suma es
igual a la unidad) son las probabilidades de que el
jugador A aplique lns estrat<'gias A 1 , A 2 , , Am;
q1 , q 2 , , q" son las probabilidades de qne el jugador B aplique las estrategias B 1 , B 2 , , Bn. En un
caso particular,. cuando todas la8 probabilid:=ides,
a excepcin de un a, son igm1ks a cero y esta mia es
igual a la unidad, ln estrategia mi-xta se transforma
Tabla 26.5
'~
Bj
A~
/] 1
B2
ll:i
----
en pura.
Existe el teorema principal de la teora de jnegos:
,1,
,1.,
11;
-3
- -5
- 5
(j
sii
i\l'J
/i
l.~
l- l
3
-5
-5
(i
247
24n
fm,/
A
,_I
~
~- -------
----
--
lJ J
1l2
/J;
lr
lJ5
4
3
7
!i
4
3
3
2
6
2
()
!i
(j
3
8
2
2
8
4
9
8
4
9
Ai
Az
Aa
A4
il5
24!l
248
-~'T'..._--...,..,...., . .,~
-- -
Ta bla 27.3
~
11,
A.
A;
Tabla 27.2
fl2
4
3
4
17
5
4
TJ3
B.1
A2
~
Ai
Az
4
3
4
2
6
2
3
8
11:!
Tabla 27.4
Il5
A1
..
1
~
4
3
113
2
6
250
251
.. ..... ......- ..............__
"f
...
l.
Sea que tenemos un juego m X n sin punto do asiento con una matriz (aiJ) (vase la tabla 27.5).
Tabla 27.5
+ 21P 2 + + m1Pm>v,
~t~P~ :- ~t2~P.2: . . .+. r:~P.m~V'.
1nP1 + 211P2 + + mnPm >v.
11P1
111
B2
...
Bn
.~
A;
A2
n
n
i2
22
An
mi
m2
.. .
....
. ...
...
...
. ..
...
in
2n
(27.2)
. .. .
X1=".!!.1_
m.n
'
X2
= _!!_~ ,
V
Xm
Pm.
(27.3)
1
1
Supongamos que todas la ganancias a 1i son positivas (esto siempre se puede lograr agregando a todos los
trminos de la matriz un nmero suficientemente grande M; esto hace aumentar el valor del juego en M y la
solucin S_, S~ no se alterar). Si todas las ganancias
a 0 son positivas, est claro que el valor del juego, es
decir, la ganancia media con una estrategia ptima,
tambin es positiva: v > O.
Queremos encontrar la solucin del juego, es decir, dos estrategias ptimas mixtas
SA_ = (p1, P2, ., Pm),
S;J = (q1~ q2, ., gn),
(27 .1)
que dan a cada parte una ganancia media que es para
ellas la mxima posible (prdida mnima).
Hallemos primero, S'.4_. Sabemos que si uno de los
jugadores (en el caso dado es A) aplica su estrategia ptima, entonces"el otro (B) no puede mejorar su posicin,
renunciando a~la suya. Obliguemos al enemigo (R)
a renunciar de su estrategia ptima, recurriendo a las
estrategias puras B 1 , B 2 , , B,. (mientras tanto no-
+21X2 + +am1Xm> 1,
'.'~' + '.'~' + . + ~m.. ~m.> 1_,
1 1,.rt + z nX:i + -1- mnxm> 1
11X1
}
(27.4)
+ xm=_J_.
r;
(27.5)
Poro v 110 es otra cosa que nuestra ganancia garantizada; es natural que queremos hacerla mxima y, por
Io tanto, la magnitud _!_,
es mnima. As pues, el prov
hlerna <lo rosolucin del juego so rPdujo a un problema
rnatem:ilico: hallar talos valoros no negativos de las
variables .r1 , x 2 , , Xm quo satisfagan las desigualdades Je limitaciones Jinealos (27.4) y minimicen la funcin lineal de estas variables:
L =
252
X1
+ X 2 + ... +
Xm ===?
mn.
(27.6)
253
'
'
ZC:.t . ..+
~ ~~ r
......~-~ ...
~~~~--------~--~
!,
V
254
255
u _;,;;_,..,
----
Tabla 2
h 1 i 1 B1
B1
IJ2
Ba
Ai
A2
As
7
2
9
9
2
11
Ba I j 1 Ai 1 A2 1 Aa I
11
2 11
2 13
2 15
1 22
3 31
1 38
2 40
2 42
10 1 49
11 3 58
12 2 60
13 2 62
14 1 69
15 3 78
11
18
27
29
29
11
1
2
3
4
5
6
7
8
9
Ta.bla 27.6
B2 '
31
40
49
51
51
60
if
71
71
11
20
31
40
4ll
40
49
60
60
60
69
80
2
2
3
3
3
2
2
2
3
1
2
4
13
22
31
33
35
3'7
46
53
55
57
66
73
75
9
18
18
18
18
27
36
45
45
47
56
65
65
67
76
-V
o o
o 4,5
11
22
33
33
33
33
44
53
53
53
64
73
73
3,67
2,75
4,00
4,84
4,43
5,00
4,45
4,90
4,64
5,00
4,61
4,93
4,74
9
9
6
5,50
6,60
5,50
5,14
5,61
5,11
5,30
5,09
5,41
5,07
5,21
5,06
v
4,5
6,75
4,84
4,13
5,30
5,17
4,79
5,30
4,78
5,10
4,87
5,20
4,84
5,07
4,90
k primeras partidas para aquellas estrategias que fueron aplicadas por los jugadores en las partidas anteriores y para las estrategias B1' B 2 , B 3 del jugador B
aplicadas en la partida dada (se obtiene, agregando los
elementos de la fila respectiva a lo que estaba en la fila ms arriba). De las ganancias acumuladas en la tabla 27. 7 se subraya la mnima (si hay varias se subrayan
todas). El nmero subrayado determina la eleccin de
la respuesta dd jugador B en la partida dada, puesto
que l elige aquella estrategia que corresponde al nmero subrayado (si son varios se toma uno cualquiera).
257
.,, 17-0010
256
,..
-----
De esta manera se determinad nmero j (en la partida dada) de la estrategia ptima H (se pone en la columna siguiente). En las tres columnas ltimas se da la
ganancia acumulada en el cmso de las k partidas, respectivamente para las estrategias A 1 , A 2 , A 3 del jugador A (s obtiene, agregando los elementos de la
columna H j a lo que estaba en la fila ms arriba). De
estos valores en la tabla 27. 7 est marcado con una raya puesta arriba el mximo que determina la eleccin
de la estrategia del jugador A en la partida siguiente
(en la fila de ms abajo). En las tres ltimas columnas
de la tabla 27. 7 se dan: v, la valoracin inferior del precio del juego que es igual a la ganancia mnima acumulada dividida por el nmero de las partidas k;
es
la valoracin superior del precio del juego que es igual
a la ganancia mxima acumulada dividida por k;
v*, es la media aritmtica entre ellas (sta sirve mejor
como estimacin aproximada del valor del juego, que
la estimacin superior e inferior).
Como se puede ver, el valor v* flucta un poco alrededor del valor del juego v = 5 (el valor del juego inicial fue igual a O, pero hemos agregado 5 a los elementos de la matriz). Calculemos segn la tabla 27. 7
las frecuencias p 1 , p 2 , p 3 , q1 , q2 , q3 de las estrategias de
los jugadores. Obtendremos:
u,
Pt = 4115 ~ 0,266,
***
As pues, el lector se familiariz en cierta medida
con la teora de los juegos antagnicos y con los mtodos
de resol11ci11 de los juegos de matriz.
Digamos unas palabras crticas sobre esta teora
y su significado prctico. En su debido tiempo, cuando la teora de juegos acababa de surgir, en ella se pusieron muchas esperanzas en cuanto a la eleccin de
soluciones para las situaciones de conflicto. Sin embargo, estas esperanzas se justificaron solamente en poca
medida.
Ante todo, en la prctica, los conflictos rigurosamente antagnicos no son frecuentes, a no ser en los
juegos verdaderos (las damas, el ajedrez, las cartas,
etc.). Fuera de estas situaciones artificiales en las
cuales una parte tiende a toda costa a maximizar la
ganancia, en tanto que la otra tiende a minimizarla,
tales conflictos son muy raros. Diramos, en dnde,
;2=1115 ~ o,468,
q = 2 / 15~o,133,
q2 = 8/15;::::::; 0,534,
qJ = 5/15 ~ 0,333,
1
259
17
261
1
~.1 r .
.- . .?~
~ f~
--,..
!""'!!!'
__ ...
...___
....
a considerar sus astucias y argumentos capciosos posibles. Supongamos que las recomendacio11es que se
deducen del enfoque del juego no siempre son determinadas y realizables; sin embargo, eligiendo la solucin
es til orientarse, entre los otros modelos, al modelo de
juego. Slo que no es necesario cons iderar las deducciones que parten de este modelo, como definitivas e indiscutibles1).
resoluc in. Hesulta que no se si mplifica, sino se complica. Es verdad qu e a quien loma decis in en el juego
con l a na turaleza le es, de hecho, ms fcil log rar xito ( jJJues nadie le impide!), pero le es ms difcil
argumentar su eleccin. En el juego con t ra el con trincante consciente el elemento de indetermi Haciu pierde, en parte, su validez debido a que e n vez del contri ncante, somos nosotros quienes razonamos y tom a mos por l una d ecisin, ms desfavora ble p ara no-.
sotros m ismos. En el jtwgo con la natu raleza tal concepcin no conviene: Quin sabe cmo se comportar?
Por est a razn la teora de decisiones estadsticas es
la ciencia ms inestable en lo qu e se refiere a las recomend ac iones. Sin embargo, tiene derecho a la existencia, as como a la atencin por p a rte de las personas
que se ded ican a la investigac in d e operaciones.
E xa minemos el j uego con la n a turaleza : tenemos
(la par te A) m. es trategias posibles A 1 , A 2 , , Am;
en lo t oca n te a l a situac in, sobre e lla se puede h acer
n suposiciones : S 1 , S 2 , . , S 11 Consid ermoslas como las estrategi.as de l a n aturaleza. Nuestra ganancia u est representada mediante una matriz (tabla
28.1) con cada p areja de las estra tegias A 1 , S j .
~
.
Ai
A2
Am
S2
. ..
sn
-
11
....
21
12
. ...
22
m1
m2
....
...
...
. ..
.. .
in
2n
....
mn
262
263
.. -.........
'~~
~ ~ -
,......
-------~
,Por tu, no obslallle, guiarse, para elegir la soluci11? Corno es natural deber considerarse la matriz
de ga11ancias (au). f11 muLargo, 011 cierto sentido el
cuadru de la siluaci11 que nos <la J;l 111alr;1, (au) es
iJJt.:ornpleto y 110 refleja Llel,idameute los mritos y defoclos de cada soluciu.
!\claren10s esta idea (que dista mucho de ser simpll~). Supo11ga111os que la gana11cia a 1 en nuestra estrategia A i y e11 el estado de Ja naturaleza N, es mayor
que
en nuestra estrategia A k y 011 el estado do la natura-:
1 ).
cia .Razonemos
sobre dicho problema. El caso ms simloza N : aii > ahL Pero,<: a costa <le qu es mayor?
ple de eleccin de la solucin en ol juego con la naturaA costa de que hemos elegido con acierto la estratele1.a es cuando (por suerte) cierta estrategia del jugagia A;'? No es oldigaLoriamente as. Tal vez el estado
dor A supera a las dems (dorninal} sobre ellas), code la naturaleza N sea sencillamente ms ventajoso
mo, por ejemplo, la estrat{Jgia A 2 en la tabla 28.2.
para uosol.ros que para iV; . Por ejemplo, el estado de la
Aqu la ganancia para la estrategia A 2 en cualquier
naturaleza en condiciones normales es ms ventajoso
estado ele la naturaleza no es menor que para otras
para calquicr operacin que la inundacin, el terreestrategias y para algunas de ellas es mayor; entonces,
moto, ele. Es deseable introducir tales udices que
todo est claro, hay que elegir, precisamente, esta estrauo couced an simplernen te la ganancia para una estrategia dada en cada situacin, sino que reflejen la suertegia.
Si en la matriz del juego con la naturaleza no hay
te o i11forLullio de la elecciu do una estrategia dada
una estrategia dominante sobre las dems, es, con todo,
en uua situacin dada.
til examinar si la matriz contiene estrategias duplicaCon este propsito, en la teora de las soluciones se
tivas que cedan a otras con todas las condiciones (como
i11l ro<luce el concepto do riesgo. Utilizando la estrahicimos, simplificando la matriz del juego). Pero aqu , tegia A; 011 Jns condiciones N denominemos como rieshay un detalle consistente en que podemos el isminuir
go rii del jugador A la diforeucia entre Ja ganancia que
solamente el nimero de estrategias del jugador A, pero no
hubiramos obtenido si hubiramos sabido las condiciodel S, ya que para l es lo mismo que ganemos mucho o
nes N y la ganancia que obtendremos, desconocindolas
poco. Supongamos que revisamos la matriz y no revey eligieud o la estrategia A i
lamos en ella las estrategias duplicativas ni, a sabien~Es cierto que, si nosotros (el jugador A) supiramos
das, desventajosas para el jugador A.
el estado de la naturaleza N, elegiramos tal estratel) Pofdesgracia, no son raros los casos, cuando las personas gia en la c1tal JJuestra ganancia es mxima. Esta gapoco expertas en la investigacin de operaciones, al encontrarse nancia es mxirna en la columna N. Anteriormente la
en la prctica con tal situacin se olvidan de la indiferencia& ,
de la naturaleza y comienzan inmediatamente a resolver el encontrnrnos y la desig11amos por ti. Para obtener el
problema, utilizando los mtodos de la teora de los juegos riesgo r es 11ecesario sustraer de f:I la ganancia real
204
18 -- 0515
265
a u:
(t:d 1Lt '.!,'-l.:1) 1 11 /;i s1g1111dn fi/;1 I' / 11i111 1'1' .1 ~'<'~r1 111do cl1i11 1 11lo." .'-'u11 i.L:11 ;tl 1'.'-' 111i r1 ": 11:! ,
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r ;; '=' j); - a; i
g 11 1s l;1," ~;111; 1 11 1 ia.s 1111 .'-'1111 l'q111-. tl111/1'.'-' 111 ('.t tartlo a]
l'l C'('('11 ;1nr l.ir/ ;i i/1 l "' l 1-; 1! 1gi<1: J><tt'i1 1/ 1'.s fm/1 1 d1' Ja 11 ;1l11 r:tlc1;1 ,f 1 p 11d i1110.-: .L:u11n1 1111 n1;.-. ilt' ~ - y 11 11psfra 1l1c1 1u11 d1 l;1 1.-:!r;1l1gi;1 , [ ~ t';: 1-;1:-. i / ; 1111jur, 1'11 1<1 111 0 lJ Ul'
p <tra t'l Psl :1dn ;r. 1 11 ud1:111 10.; ohlt 11c1, ;1/ Pl 1gi1 la ps frnleg in , 11, () 11 11 id:ul1s 111;;.; , <'s d1c ir. In elPcc:i rt d e la
l's l r11 lcgi;i 1:! t'.'' P;'' i11:t. .; l'('~,g"<> r'" 1111 ((pago po r L1
fal 1;1 d<' i11 f(lr111 c i1.111: 1 11 la t ;/ 11:1 '.!i) . r:!, ~ 1, ,.~_ ~'
(j (111iP11lr;1s q 11 1 /;1.: g-;111;111('j;~ 11 r 11 ;1111/JOs eac-:os so11
i).'. 11 ;i /p;:). E.'-' 11a l11 1'iil q111 q11 i.-,ir; l'i1111 ,h 111i11i 11 1i1.;11 el l' ie::;go q111 il< 'o111p; 1ii :1 /;1 ,/1 '('l'i1'111 r/ p /;1 .'-'1i/11ci11 .
T o me111os eo1110 nj e 111pJo L1 111 n l l'i z d1' l11s ).'.1 11;1 111 i: 1."
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SaJw111 os 1111c <'J caso 11 1;.s si111p lu de Ja i11dulel'mi HaciJt es u1w i11 dl'lur111 iJ1nc i11 de 1JwJ1111 calidad o estoci1s tie<1, c11;u1du los l'.~Ltdos d u la Jla lu l'afoza lie1JeJ1 c ierlas ro b ab ilidad es Q1 , Q~, . .. , (!,, .r las co1t0cen10s.
E11 to 11 ces, es J1at. 11 ra l eleg i r (co11 lud as Jns rcslr iccioucs
La! esl.rai egi a, var a la cual
ltPcli as :d rns11relo u1 1 u!
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-r .
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ciones, aclaremos hasta qu punto divergen los resultados obtenidos, precisemos su punto de vista y hagamos
la eleccin definitiva. No hay que olvidar que en cualesquiera problemas de arg11mentacin de soluciones es
inevitable cierta arbitrariedad, por lo menos, conslruyendo el modelo matemtico o eligi endo el ndice de
eficiencia. Todas las matemticas q11c se aplican en la
investigacin de operaciones no revoc an esta arbitrariedad, sino que permites solament.e ponerln en su lugar.
Examinemos un ejemplo elemental del juego con
la naturaleza>) 4 X 3 cuya matriz de ganancias a
se expone en la tabla 28.S. Venmos la mntriz y probe-
Tabla 28.6
- - - - - - - - ----lf j
A;~I
111
11 2
ll ;
- - - - --,1 l
,12
20
31 )
15
15
75
2!l
:15
20
A~
25
Si l
@]
A4
85
[)
45
Tab!a 28 .5
~1
Ai
A2
Aa
A4
NJ
Nz
Ni
Tabla 28.7
1
20
75
25
85
15
35
30
20
25
80
45
!)
1
1
lfj
A ~
111
()5
ll 2
11~
A~
A4
111
lill
1
()
i
11;
;)
;----1- (\5
(ill
10
(l
~ll
75
ll
--
272
2. Ahora toma la palabra el criterio de Savige. Pasemos de la matriz ele ganancias (la lahla 28.G) a la de
riesgos (la t ahla 28. 7) y escrib amos 0 11 la co l1111111a dere-
1
1
[c;o
1
~
75
'---------------------------
~~~
.-
....
_...,._....
____
Tabla 28.9
A1
Az
20
A3
25
A4
85
75
ro,I';
80
5
15
35
15
2!l
3'.)
25
25
80
45
85
75
1!2
f]3
ll
A,
HI
31)
lil
4D
5(1
31
A2
~i 1
::is
!()
I~ ~
21)
51
26
.43
73
18
81
1[
81
21
42
TaUa 28.l
~
37
==
47 corresponde a Ia estrate-
gia Pues
3.
bien, en el caso dado, todos ls tres cdterios
hablan unnimamente a favor de la estrategia A 3 ,
la cual se puede elegir con todo fundamento.
Examinemos, ahora, el caso cuando entre los criterios surge una disputa>). La matriz de ganancias (au)
(con las columnas de mnimos de las filas a, los mxirnos de las lneas <j y los valores h; (cuando x = O,G)
escritos de antemano) se da en la tabla 28.\:l.
Segn el criterio de Vald, es ptima la pslraLegia
AH segn el criterio de Hurvitz, con x =' O,, la estrategia A 3 Veamos qu indica el criterio de Savige?
A1
;12
A3
'~
II 2
Il;i
51,
22
40
71
54
2\J
71
()
20
38
[J l
El valo1: mximo h;
. - - -- - -
3'. l
20
A;~
------------
Tabla 23.8
N'"ITT~\
llj
- - - - --
274
~
......
,.
'
situacio11es co11 la i11deterrninaciu mala, cuando percibimos trerneudaruente la insuficie11cia de informaciu, el problema priuci1rnl cousislo eu oLloner esta
informacin e11 vez de inventar rulodos alambicados
que permiten prescindir de sta. Uno do los problemas
principales do la teora de las decisiones estadsticas
consiste precisamente en planificar el e:z:perimento,
cuya fiualidarl os aclarar o precisar ciertos datos. No
nos detendremos en las cuestiones de planificacin del
experimento: es un tema aparte que requiere una atencin seria. En lo que se refiere a esta cuestin recomendamos al lector los manuales especiales 129, 30],
as como uu interesante libro popular de divulgacin
[27]. El principio fundamental de la teora de la planificacin del experimento consiste eu que cualquier solucin adoptada debe ser revisada de antemano, teniendo
en cuenta la informacin recin obtenida.
**
As pues, hemos dado fin a nuestro resumen dedicado a los problemas, principios y metodologa de la investigacin de operaciones. La autora puso su esfuerzo
en dar a conocer al lector no slo las posibilidades, sino tambin las limitaciones de los mtodos matemticos aplicados para argumentar la decisin. Lo principal consiste en que ninguno de estos mtodos puede
librar al hombrn do la necesidad de razonar. Y no slo
de razonar, sino adems de aplicar los clculos matemticos. Hay que recordar que, segn la observacin
justa de Hemmiug, el objetivo principal de los clculos no son las cifras, sino la comprensin.
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