Psicologia Radical - Manzano-Arrondo
Psicologia Radical - Manzano-Arrondo
Psicologia Radical - Manzano-Arrondo
http://www.teocripsi.com/ojs/index.php/TCP/article/view/15/5
Vicente Manzano-Arrondo
Universidad de Sevilla (Espaa)
Resumen
La ciencia psicolgica ha sido construida a partir de bases
positivistas. Uno de los efectos ha sido la amplia brecha existente
entre el desarrollo de la psicologa y los problemas estructurales de
la sociedad. De este modo, la academia ha trabajado siguiendo su
propio inters o el inters de los grupos de poder que conforman las
referencias hegemnicas. As pues, la psicologa rara vez se
enfrenta a las causas estructurales de los problemas psicolgicos
individuales. Este dficit se aade a otro en el ejercicio de la
profesin. La academia no suele abordar los problemas cotidianos
que surgen en la prctica. De este modo, los profesionales de la
psicologa arrastran las limitaciones de una ciencia tuerta, y se ven
en la obligacin de trabajar, sin buenas guas, con las
consecuencias individuales de la injusticia global. Este documento
tiene como objetivo proporcionar algunas pautas para el trabajo
profesional que se ocupa de las causas estructurales, desde una
perspectiva psicolgica. A partir del anlisis de la llamada "crisis
econmica", esta propuesta plantea cuatro saltos conceptuales
(enfocar a culpables; ir ms all de los individuos; abordar la
dinmica estructural; denunciar) y tres niveles de accin (trabajo
con las personas; activismo psicolgico; creacin de organizaciones
psicolgicos que promueven liberacin).
Palabras clave: psicologa radical, psicologa de la liberacin,
profesin de la psicologa, activismo.
Abstract
Psychological science has been built from positivist bases. One
effect has been the wide gap between the development of
psychology and the structural problems of society. Thus, the
academy has worked following its own interest or the interest of the
power groups that make up the hegemonic references. Therefore,
psychology rarely faces the structural causes of individual
psychological problems. This shortfall is added to another, in the
practice of the profession. The Academy does not usually address
the everyday problems that arise in practice. Thus, practitioners of
psychology drag the problems of a one-eyed science, and are forced
to work with the individual consequences of global injustice,
without good guides. This paper aims to provide some guidelines for
professional work that addresses the structural causes, from a
40
Manzano-Arrondo
41
Introduccin
La necesidad de una psicologa radical ha sido y sigue siendo defendida
desde enfoques diversos, si bien con la misma motivacin: dirigir con
claridad la vocacin psicolgica hacia la construccin de justicia y
bienestar (Prilleltensky, 2004; Manzano-Arrondo, 2011); considerar las
relaciones de fuerza y de ideologas ocultas (Vzquez, 2004), en
trminos de desequilibrios de poder (Apfelbaum, 1989; Angelique,
2008); o bien denunciar directamente el papel de mantenimiento del
status quo que caracteriza el trabajo disciplinar de la psicologa (Flores,
2011; Marvakis, 2011; Pavn-Cullar, 2012).
Estas invitaciones a una psicologa comprometida con los
problemas mundanos que afectan especialmente a los ms dbiles,
corre el peligro de agotarse en el campo de la reflexin terica
(Christens y Perkins, 2008). De hecho, Cabruja (2003) advierte que la
psicologa, del mismo modo que hacen otras ciencias McCloskey (1993)
se refiere a lo mismo en relacin a la economa puede ser observada
como narradora de cuentos o de historias que enfocan la atencin de
sus miembros. A modo de remedio, Martn-Bar (1986) propone la
conexin local con los oprimidos, Manzano-Arrondo (2012b) la tica de
objetivos, Montero (2005) las praxis de liberacin, o Prilleltensky (2008)
la validez psicopoltica.
Este trabajo manifiesta una preocupacin fundamental por la
prctica de la psicologa, lo que aconseja centrar la atencin en el
ejercicio de la profesin. Quienes la ejercen cara a cara con las
personas, cuentan con una fuerte impronta cientfico-terica adquirida
durante la formacin acadmica, a la vez que matizan, enriquecen y en
ocasiones se alejan de tal impronta, como resultado de la prctica
profesional prolongada. Con todo ello, es habitual construir hbitos de
mirada y costumbres prcticas que dificultan la concrecin de una
psicologa radical. Para colaborar en una direccin claramente
comprometida en el ejercicio de la profesin, este trabajo plantea
algunas posibilidades concretas que las y los profesionales de la
psicologa pueden asumir como parte fundamental de su prctica
cotidiana. Con esta motivacin, el documento propone una metfora
inicial que pretende provocar y resituar. Sigue con una visin rpida
sobre la relacin entre ciencia y profesin. Aterriza en un anlisis crtico
sobre el papel que est ejerciendo la psicologa en esta poca llamada de
crisis, sugiriendo saltos conceptuales. Y finaliza con tres propuestas
que implican tanto un cambio de mirada como un quehacer especfico
42
Manzano-Arrondo
43
del Sur de Asia son responsables de 0,45 Kg per cpita y da, mientras
que son 2,2 Kg los que surgen de la zona OCDE.
La basura no solo es un desecho en s misma, sino que parece
ensuciar cuanto toca, lo que refuerza el beneplcito por invisibilizarla.
Ragusnik vive en el planeta Elsevere. Como en cualquier otro lugar en el
que exista actividad humana, se generan desechos continuamente. Del
mismo modo que lo hicieron sus antepasados, Ragusnik gestiona la
recepcin y aprovechamiento de toda la basura del globo. Un da decide
hacer huelga si el resto de sus congneres no asume tratarle a l y a su
familia como iguales. Hay que negociar. As que requieren la
intermediacin del extranjero Lamorak, de tal forma que nadie en
Elsevere se vea en la desagradable situacin de dialogar con la casta de
los manipuladores de desperdicios. El visitante lleva a cabo su misin y
descubre, tras el xito, que nadie en Elsevere quiere despedirse de l.
Lamorak ha sido psicolgicamente contaminado. Este relato, Esquirol,
escrito en 1957 por el genio de la ficcin, Isaac Asimov, muestra una de
las dos tragedias asociadas al oficio de basurero: su profesin es tan
necesaria como devaluada e incluso despreciada. La segunda tragedia
se sustenta en que ocurra lo que ocurra en su quehacer, no es una
buena noticia, pues o bien el sector cuenta con un futuro garantizado,
lo que muestra la existencia de una sociedad daina; o bien, una
transformacin socioambientalmente respetuosa implicara la mala
noticia de una quiebra laboral.
En cierta medida, la prctica de la psicologa guarda similitudes
con el oficio de basurero. La gestin de los desechos cumple una
funcin social inestimable, que permite a las personas llevar una vida
ecolgicamente irresponsable sin sufrir a corto plazo las consecuencias
visibles de este comportamiento. Como ocurre con quienes acarrean los
contenedores de basura cada noche, la psicologa transita por la
tragedia de las profesiones de los desechos: vive de mantener esta
dinmica, exonerando a los culpables de las consecuencias de sus
actos. La basura toma la forma de una patologa conductual, cognitiva,
psicoanaltica... cuyas entraas se hunden en un funcionamiento social
enfermo. La psicologa se encarga de recoger las consecuencias y
hundirlas en alta mar, de tal forma que las estructuras en
funcionamiento puedan seguir ejecutndose sin la posibilidad de
remordimiento. Ojos que no ven...
La metfora puede ser exprimida dejando comparativamente
mejor librado al oficio de basurero, pues este aparece nicamente
cuando ya se ha generado el desecho. La psicologa, por el contrario, es
capaz de intervenir antes, participando activamente en los procesos que
mantienen, cuando no provocan, estas dinmicas. As, colabora con las
profesiones que conjuntamente hacen de esta sociedad una colectividad
enferma (Martn-Bar, 1986), una fbrica de necesidades y deseos
condenados a la frustracin (Galeano, 2001); y lo hace reforzando el
orden establecido (Marvakis, 2011) mediante una excelente ejecucin de
su trabajo (Pavn-Cullar, 2012), que consiste en desentenderse de la
44
enfoque
pragmtico e
Manzano-Arrondo
45
46
Manzano-Arrondo
47
48
Manzano-Arrondo
49
50
Manzano-Arrondo
51
52
Conclusiones
Para colaborar en la construccin de un mundo ms justo, una
sociedad ms buena o una existencia ms digna y felicitante, la
psicologa como profesin requiere liberarse de fuertes condicionantes
en su mayora de naturaleza tambin psicolgica. El primer aspecto es
el conjunto de limitaciones de enfoque heredado de la academia. Como
se ha argumentado, la ciencia psicolgica no se est construyendo para
atender en su conjunto a los objetivos finalistas mencionados.
En su lugar, sigue los mismos patrones de compartimentacin
microdisciplinar que llevan a denunciar a la academia como un lugar de
inteligencias ciegas (Morin, 1995), microsabios macroignorantes (Vilar,
1997) o de gente microapasionada y macroincrdula. Sin una visin de
conjunto que libere a la ciencia psicolgica del cors positivista
obsesionado por una objetividad imposible (Manzano-Arrondo, 2014), es
difcil imaginar una profesin liberada.
Mi impresin es que el ejercicio de la profesin cuenta con
mayores oportunidades efectivas de libertad, de contacto con las
realidades urgentes y de intervencin social basada en el conocimiento;
mientras que la psicologa como academia llega a contar con menos
agilidad y se hunde con mayor facilidad en los objetivos
procedimientales propios de los quehaceres cientficos. La profesin
puede guiar a la academia para que actualice sus prioridades, de tal
Teora y Crtica de la Psicologa 5 (2015), 4056
Manzano-Arrondo
53
54
Manzano-Arrondo
55
56
20 de septiembre 2014
Fecha de aceptacin:
3 de febrero 2015