Entre Mujeres Solas
Entre Mujeres Solas
Entre Mujeres Solas
Varias veces reeditado, el poemario Entre mujeres solas (1992) es sin lugar a dudas uno de los
ms exitosos de la literatura peruana reciente. En l su autora, la escritora y guionista de
cine Giovanna Pollarolo (Tacna, 1952) continuaba las reflexiones acerca del rol de las
mujeres en la familia y la sociedad, que haba iniciado en Huerto de los Olivos (1987) y que
culminaran en La ceremonia del adis (1997), un desgarrador testimonio sobre la experiencia
del divorcio. Pollarolo acaba de reunir estos tres poemarios en el libro Entre mujeres solas.
Poesa reunida (Punto de lectura, 2013).
Aparecida en pleno apogeo de la violenta poesa femenina de los ochenta, la poesa de
Pollarolo comparte la temtica de sus colegas, pero su enfoque es opuesto: las mujeres que
hablan en sus poemas no son trasgresoras ni rebeldes, sino sumisas seguidoras de las normas
ms tradicionales, aunque eso solo las haya llevado a la infelicidad y amargura. Como en el
poema S.L.A.M. El cuaderno de los sueos, en el que un grupo de compaeras de un colegio
religioso, casi todas amas de casa, se renen despus de veinte aos y se cuentan sus vidas.
O en la dependencia extrema y la subordinacin al infiel esposo en La ceremonia del adis.
A pesar de esta perspectiva un tanto anacrnica, la obra de Pollarolo ha tenido xito entre los
lectores debido a la intensidad emotiva de los textos y a su lenguaje sencillo y directo, casi sin
adornos retricos, similar al habla cotidiana de sus personajes. La propia autora confiesa en el
prlogo de este libro que trabaja sus poemas para darles mayor fluidez, para que la lectura
sea ms limpia, ms segura, ms leve y fcil.
Se pueden leer las primeras pginas del libro en Prisa Ediciones.
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Correo electrnico: gpollarolo@pucp.edu.pe
le dio un nombre
como si fuera la nica
acompaando sus noches
la elegida para vivir por los caminos
anunciando las buenas nuevas
mas la palabra no les fue otorgada
el da de la confirmacin de la fe
cuando el espritu santo
llen a los elegidos de sabidura
ellas estaban en la cocina.
Sobre el poema:
El poema de la autora Giovanna Pollarolo titulado Todas se llaman Mara, pone de
manifiesto el prototipo de aquella mujer que lo ha dado todo por satisfacer a su hombre,
pero que a cambio no ha recibido nada.
Si nos remitimos a los versos que del poema se desprenden, notamos la voz de un
hablante (mujer) que retrata tres rasgos de la Mara, al parecer de la Mara Magdalena,
de quin la historia ha tratado de olvidar.
Primero encontramos a la Mara enamorada y devota:
Todas se llaman Mara
y es intil distinguirlas
buscar para cada una el rostro diferente
saber cul de ellas fue la enamorada
la que supo romper el frasco de perfume
secar con sus cabellos los pies recin lavados ()
Luego est la descripcin de la Mara comprometida:
si ella es la misma que llor
cuando l fue muerto
si ella le alivi el sudor en el camino ()
Y tambin est la Mara en presencia:
o fue otra la Mara
que corri detrs de los sepultureros ()
En el poema, estas tres Maras se confunden. Todas parecen ser distintas y las mismas a
la vez. Sin embargo, lo que est claro es el abandono y el olvido que la Mara en s_ y
que pretende representar a todas las mujeres_ ha tenido en el transcurso de la vida y de
la historia. Se agrega en el poema: todas se confunden en ese obediente rebao. Hay
aqu una voz crtica que dice que a pesar de toda la obediencia, el respaldo, la devocin,
el amor que ella ha entregado desde tiempos remotos, es de nulo conocimiento para esos
hombres, para la sociedad y para la tradicin incluso bblica, pues stos han optado ms
bien, por el olvido y la condena. Y esta condena es haberles renegado la palabra, y un
espacio importante dentro de la sociedad. Mientras ella dio su vida para complacer a ese
Hombre, a ese Jesucristo, el espritu santo llen de sabidura slo a los elegidos_ que en
este caso se entienden, fueron los apstoles, todos hombres por lo dems.
Mara Magdalena en este poema pretende representar al gnero femenino en su
generalidad. Como amante, compaera y amiga. Mara Magdalena por lo que es sabido
dentro de un discurso no oficial, fue la leal amiga de Jess y tambin aos ms tarde, se
le adjudic hasta un Evangelio, pero obviamente nunca reconocido por la iglesia. Hay
aqu tambin un intento de destape y denuncia. El poema agrega con irona que mientras
ellos reciban la sabidura, ellas estaban en la cocina.
() el da de la confirmacin de la fe
cuando el espritu santo
llen a los elegidos de sabidura
ellas estaban en la cocina.
La sentencia se comprende, es por el slo hecho de ser mujeres. No hay derecho a voz
ni voto, y a pesar de prometrsele a esa mujer para ser la elegida para vivir por los
caminos anunciando las buenas nuevas, es tan slo una promesa, pues en el acto_ y
porque la historia lo ha retratado as_ la Mara Magdalena, espritu viviente en todas las
mujeres, ha tenido que permanecer por siglos, callada y subyugada ante un hombre que
de amar y valorar, sabe poc