Reyes Diario IV
Reyes Diario IV
Reyes Diario IV
DIARIO
1936 -1939
Edicin crtica, introduccin, notas, cronologa, apndices
y fichas biobibliogrficas de ALBERTO ENRQUEZ PEREA
IV
letras mexicanas
FONDO DE CULTURA ECONMICA
LETRAS MEXICANAS
DIARIO IV
Coordinador general
Jos Luis Martnez
Coordinacin documental
Alicia Reyes
Editores
Adolfo Castan
Belem Clark de Lara
Fernando Curiel Defoss
Vctor Daz Arciniega
Alberto Enrquez Perea
Javier Garciadiego Dantan
Alfonso Rangel Guerra
Jorge Ruedas de la Serna
Supervisin tcnica
Belem Clark de Lara
ALFONSO REYES
DIARIO IV
Buenos Aires, 1 de julio de 1936Mxico, 8 de febrero de 1939
Reyes, Alfonso
Diario IV. Buenos Aires, 1 de julio de 1936 Mxico, 8 de febrero de 1939 / Alfonso
Reyes ; ed. crtica, introd., notas, cronol., apndices y chas biobibliogrcas de Alberto
Enrquez Perea. Mxico : Academia Mexicana de la Lengua, El Colegio de Mxico, El
Colegio Nacional, FCE, INBA, Capilla Alfonsina, UAM, UANL, UNAM, 2012
LXIV + 570 p. ; 21 x 14 cm (Colec. Letras Mexicanas)
ISBN 978-607-16-1007-2 (Diario IV)
978-607-16-0403-3 (Obra completa)
1. Reyes, Alfonso Vida y obra 2. Literatura Mexicana Siglo XX I. Enrquez Perea,
Alberto, ed. II. Ser. III. t.
LC PQ7297
Distribucin mundial
D. R. 2012, Academia Mexicana de la Lengua, A. C.
Liverpool, 76, Col. Jurez; 06600 Mxico, D. F.
D. R. 2012, El Colegio de Mxico
Camino al Ajusco, 20, Col. Pedregal de Santa Teresa; 10740 Mxico, D. F.
D. R. 2012, El Colegio Nacional
Luis Gonzlez Obregn, 23, Centro Histrico; 06020 Mxico, D. F.
D. R. 2012, Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, Capilla Alfonsina
Benjamn Hill, 122, Col. Condesa, Del. Cuauhtmoc; 06140 Mxico, D. F.
D. R. 2012, Universidad Autnoma Metropolitana
Prolongacin Canal de Miramontes, 3855, quinto piso,
Col. Ex Hacienda San Juan de Dios; 14387 Mxico, D. F.
D. R. 2012, Universidad Autnoma de Nuevo Len
Ciudad Universitaria s/n; 66451 San Nicols de los Garza, N. L.
D. R. 2012, Universidad Nacional Autnoma de Mxico
Ciudad Universitaria; 04510 Mxico, D. F.
Coordinacin de Difusin Cultural
Direccin General de Publicaciones y Fomento Editorial
D. R. 2012, Fondo de Cultura Econmica
Carretera Picacho Ajusco, 227; 14738 Mxico, D. F.
Empresa certificada ISO 9001:2008
Comentarios: editorial@fondodeculturaeconomica.com
www.fondodeculturaeconomica.com
Tel. (55) 5227-4672; fax (55) 5227-4640
Se prohbe la reproduccin total o parcial de esta obra, sea cual fuere
el medio, sin la anuencia por escrito del titular de los derechos.
A
JOS LUIS MARTNEZ,
in memoriam, 1918-2007
NDICE GENERAL
Agradecimientos ...............................................
XI
Historia del proyecto .......................................... XIII
Advertencia editorial ..........................................
XV
Introduccin. Es un Diario ............................... XVII
DIARIO IV (1936-1939)
1. Cuaderno 5. Segunda parte (1 de julio de 1936-22 de
junio de 1937, Buenos Aires) ..............................
2. Cuaderno 6. Del 23 de junio de 1937 (Buenos Aires) al
23 de junio de 1938 (Rio de Janeiro) .....................
3. Cuaderno 7. Primera parte. Del 24 de junio de 1938
(Rio de Janeiro) al 8 de febrero de 1939 (Mxico) ......
3
115
235
APNDICES
1. Reanudo mi amistosa conversacin con la gran ciudad,
nos dice Alfonso Reyes ......................................
2. Don Alfonso Reyes se siente de nuevo como en su propia
casa. Al entrevistarle, hace a La Fronda interesantes
declaraciones.................................................
3. Carta y texto de Gervasio Guillot Muoz .................
4. Discurso de presentacin de credenciales de Alfonso
Reyes y respuesta del presidente Agustn P. Justo .......
5. Frente a dos embajadores ..................................
6. Pedro Vargas, por Alfonso Reyes...........................
7. Asuntos Filomena y Lola Aguilar y Enrique Dez-Canedo,
hijo ...........................................................
8. Ruptura de relaciones diplomticas entre Uruguay y Espaa ...........................................................
9. La gestin argentina ........................................
IX
283
286
289
293
296
298
300
303
306
NDICE GENERAL
316
438
451
457
513
529
539
319
321
328
333
335
344
349
358
358
369
370
375
377
381
386
388
396
402
408
418
425
429
431
433
AGRADECIMIENTOS
A la escritora Alicia Reyes, por su conanza, por su solidaridad, por su na amistad. Al seor rector de nuestra mxima
casa de estudios, doctor Jos Narro; a Sealtiel Alatriste, coordinador de Difusin Cultural, y al doctor Fernando Castaeda,
director de la Facultad de Ciencias Polticas y Sociales, por el
apoyo a la edicin del tomo IV del Diario de Alfonso Reyes. Al
doctor Andrs Lira, por su constante apoyo. A Aurora DezCanedo, que gentilmente atendi todas las consultas que le
hice sobre la familia Dez-Canedo. Por supuesto, al ingeniero
Eduardo Meja y al biblioteclogo Jos Antonio Serrano, del
personal de la Capilla Alfonsina, que tan ecazmente laboran.
A Joaqun Dez-Canedo, por su empeo de sacar adelante los
Diarios de Alfonso Reyes. A Omegar Martnez, por su generosidad, por sus nas atenciones y por sus atinadas sugerencias.
Por ltimo, a Mariana Flores Monroy y a Carlos Roberto Ramrez Fuentes, del FCE, por su colaboracin en este proyecto.
XI
XIII
XIV
ADVERTENCIA EDITORIAL
El Diario de Alfonso Reyes se ha organizado con base en dos
criterios. El primero es de carcter biogrco y corresponde a
los tramos o ciclos de vida que abarca cada volumen. El segundo criterio obedece a la disposicin que don Alfonso dio a
sus diarias anotaciones, las cuales consign en 15 cuadernos.
En este volumen, el orden del material es el siguiente:
1. Cuaderno 5 [segunda parte] (del 1 de julio de 1936 al
22 de junio de 1937).
2. Cuaderno 6 (del 23 de junio de 1937 al 23 de junio de 1938).
3. Cuaderno 7 [primera parte] (del 24 de junio de 1938 al 8
de febrero de 1939).
Asimismo, en este volumen del Diario de Alfonso Reyes se
ofrecen cinco instrumentos que auxilian al lector para lograr
una mejor comprensin del material:
a) Notas a pie de pgina, que pretenden dar claridad al
contexto social, poltico, artstico y cultural en general; informan asimismo sobre escritores, compositores, personajes histricos y personas que vivieron en la poca e identican obras
literarias, musicales, plsticas y cinematogrcas.
b) Una cronologa dedicada a mencionar sucesos importantes de la vida y la obra de Alfonso Reyes, as como aquellos
que, por su signicacin cultural, poltica y social, a nivel nacional y mundial, deben tenerse presentes en relacin con lo
que se escribe en el Diario.
c) Un chero con datos biogrcos esenciales de algunos
personajes mencionados en el Diario, para evaluar mejor su
relacin con la vida y la obra de Alfonso Reyes. El nmero
de personas nombradas en el Diario es muy grande. Unos
son amigos, maestros, colegas o parientes de Alfonso Reyes;
otros son personajes que tuvieron en su momento presencia
en la vida social, poltica y cultural de Mxico, o en los pases que Alfonso Reyes visit. Hay adems numerosas personas cuya mencin en el Diario slo se explica porque particiXV
XVI
ADVERTENCIA EDITORIAL
Abreviaturas
AR Alfonso Reyes
OC Obras completas
Introduccin
ES UN DIARIO
El Diario de Alfonso Reyes es un diario de acertijos, de apuntes y recuerdos, de notas y de labores hechas o por hacer, de
proyectos y realizaciones, donde dej asentados sus gustos y
disgustos, con anotaciones fulminantes y sin misericordia alguna para los actores de la vida nacional e internacional. El
Diario es una bitcora de trabajo, que conrma que el escritor
y diplomtico mexicano efectivamente escribi un artculo a
altas horas de la noche, que las memorias de eventos internacionales y de asuntos de inters mundial las dictaba en una
sola sesin, que barruntaba proyectos personales para aquel
no tan lejano da de dejar la diplomacia o cuando llegara el
cese fulminante. El Diario tiene das exactos, fechas exactas y
en ocasiones hasta las horas exactas del trabajo por realizar
y del trabajo nalizado.
El Diario de Alfonso Reyes tiene atisbos de sus emociones
y datos sucientes para darse cuenta de cmo goz esta vida
porque la otra, si la hay, ni lo desvel. Como Dante, deseaba
descender a los inernos con un Virgilio del brazo. Era un hombre de quin sabe qu poca al que le gustaba ir a los orculos,
con adivinos y magas, para que indagaran su futuro y supiera
a qu atenerse. Los sacerdotes de Delfos le dijeron que la vida
le sonrea, y su destino estaba en Mxico y no en tierras lejanas.
Y el gran vidente le predijo que su pensamiento, y no la literatura, era lo que hara que no fuera olvidado por las futuras
generaciones.
l mismo era un brujo. Saba interpretar el vuelo de los
pjaros, los sueos, la sonrisa. Hombre de premoniciones,
desde muy joven tuvo ese don, y en sus primeros artculos y
ensayos nos encontramos con revelaciones sorprendentes. En
sus aos en Espaa y Francia, y sobre todo en Argentina y
Brasil, frecuentaba con amigos ntimos veladas esotricas. En
su coleccin de humanistas no poda faltar Allan Kardec.
XVII
XVIII
INTRODUCCIN
Hombre que no permiti que se hurgara en su vida privada, ntima, y no obstante esas preocupaciones, en el Diario hay
lneas, fragmentos y pginas autobiogrcas que son tiles
para hacer el retrato de su personalidad a pesar de la contencin de sus emociones. Reyes es dichoso, juguetn y de buen
humor, ciertamente, pero tambin sufra, se irritaba, maldeca, le molestaba y despotricaba contra la mediocridad de sus
compaeros y compatriotas. A veces aguantaba los errores de
sus colegas, pero saba esperar, y entonces, apuntar y dar en el
blanco, con la pluma bien tajada, de la que fue maestro sin
igual.
Las mujeres le encantaron. Ni duda cabe. Bien saba lo que
signicaba una mirada, un guio, unas cuantas palabras. En
el Diario de Alfonso Reyes se encuentran los nombres completos, iniciales y anagramas de las mujeres que lo enloquecieron.
Era un seductor, malicioso, de ojo alegre, discreto. Caballero
sobre todo, y bien educado. Todas esas mujeres eran encantadoras (algunas de ellas casadas).
Las frivolidades y los chismes del mundo diplomtico no
podan faltar en este Diario. En los textos se exhiben los ornamentos que llevaban los embajadores y las embajadoras. Las
queridas y los queridos abundan. Los despidos por faldas o
pantalones no son excepcionales. Mucho whisky se consuma,
sin dejar de lado la bebida nacional, el tequila y el mezcal. Las
confesiones sentimentales se apuntan. Ms vale dejar constancia por escrito. Y sin embargo, no todo es trivialidad ni pedantera. En el Diario del regiomontano estn anotadas las cenas
con los embajadores, ministros, jefes de misiones, invitados
especiales. Y no es ninguna casualidad que haya guardado en
sus archivos la lista de los comensales, el men y los buenos vinos, de los que con placer degustaban.
El Diario nos permite asomarnos a un mundo que Reyes
tanto disfrut: la msica popular y sus grandes intrpretes,
como el mexicano Pedro Vargas y la brasilea Bid Sayo.
Tanto se interes por estas artes que cuando estuvo en Buenos
Aires, cmo extraaba las voces y las orquestas brasileas, y
cuando vivi en Rio de Janeiro, cmo se deleitaba con los embajadores de la msica mexicana y sus acompaantes (guitarras o piano). Como diplomtico hizo todo lo que estuvo a su
INTRODUCCIN
XIX
alcance para poner en alto las nuevas manifestaciones artsticas mexicanas y darlas a conocer por un medio que en ese entonces lleg ser tan popular: el radio. La msica mexicana lleg a todos los rincones de Argentina y Brasil y ms all de sus
fronteras.
El cine sigui siendo una de sus pasiones, y las notas que
fue dejando entre 1936 y 1939 nos demuestran al atento observador de su evolucin: el cine como uno de los medios dilectos
para la propaganda poltica e ideolgica. El Diario es asimismo una fuente de informacin para constatar una vez ms la
admiracin que AR tena por la pintura, la arquitectura, la escultura. Pero esto no es todo lo que se encuentra en el Diario.
Hay otras cosas de tanta importancia que competen a su vida
diplomtica, donde dio los mejores aos de su vida, al servicio
de Mxico.
Cuando lleg a Buenos Aires por segunda ocasin, el 1 de
julio de 1936, Reyes era un reconocido, apreciado y prestigiado diplomtico. Ms de tres lustros tena en el Servicio Exterior Mexicano. Sus misiones en Espaa, Francia, Argentina y
Brasil fueron siempre distinguidas y bien valoradas por los gobiernos donde se acredit y por los hombres y las mujeres de
cultura de esos pases.3 El gobierno mexicano le con misiones especiales y particip activamente en la VII Conferencia
Panamericana, celebrada en Uruguay con exitosos resultados.
En esta ltima conferencia, con la colaboracin de don Manuel J. Sierra, present el Cdigo por la paz. As pues, el embajador Reyes era un consumado diplomtico con amplia y fructfera trayectoria.
El traslado de AR de Rio de Janeiro a Buenos Aires obedeca
a ese itinerario. Se avecinaba un gran trabajo, la Conferencia por la Paz, y para sta se necesitaba un hbil e inteligente
diplomtico. Pero otros sucesos internacionales hicieron que
la estancia en Buenos Aires no slo sirviera para preparar la
participacin de Mxico en esa conferencia. Reyes estuvo involucrado en otros sucesos que se convirtieron en lecciones
3
Cf. Alberto Enrquez Perea, Labor diplomtica de Alfonso Reyes, en Alberto Enrquez Perea (coord.), Alfonso Reyes y las ciencias sociales. Homenaje a
120 aos de su nacimiento y a 50 aos de su muerte. Memoria, pp. 191-204.
XX
INTRODUCCIN
INTRODUCCIN
XXI
XXII
INTRODUCCIN
a una poltica del gobierno argentino contra lo que fuera apoyo y solidaridad con el rgimen republicano.6
Mxico en esos aos era ejemplo en Amrica y en la misma Europa de una conducta internacional apegada a derecho,
al cumplimiento de los pactos internacionales, a la palabra empeada. Y aqu en Argentina esa conducta era apreciada y bien
valorada por los intelectuales progresistas y de las izquierdas,
por agrupaciones polticas liberales y democrticas, por comits de solidaridad del pueblo argentino con la Espaa republicana, por las asociaciones de inmigrantes espaoles radicados
en varias ciudades argentinas. Estos argentinos apoyaban la
posicin de Mxico porque su gobierno, los intelectuales de las
derechas fascistoides y la jerarqua catlica brindaban toda
clase de consideraciones, sin el menor rubor, a los golpistas de
la Junta de Burgos.
El embajador de Mxico que en esas horas dramticas
acompa siempre al embajador de Espaa, supo lo que sufra ste por las defecciones y traiciones de los miembros acreditados en su embajada; por las cartas que le enviaban con toda
clase de insultos; por sus seres queridos que estaban en Espaa en guerra; por las intrigas del gobierno argentino; por el
acoso a los intelectuales espaoles que llegaban a Buenos Aires, y por la incomprensin del propio gobierno republicano
ante esta situacin de su embajador. Ejemplar fue la conducta
de don Enrique en los contados meses que estuvo a su cargo la
representacin espaola.
Y ejemplar fue tambin esa amistad y camaradera de los
embajadores Alfonso Reyes y Enrique Dez-Canedo.7 Dos amigos, dos representantes de gobiernos que buscaban para sus
pueblos mejores estndares de bienestar y una mejor posicin
de sus Estados en el concierto internacional. As pues, no fue
nada fortuito que, cuando se discuta en los rganos parlamentarios argentinos alguna cuestin contra el gobierno republicano, los dos diplomticos, el de Mxico y el de Espaa, se
6
Vid., para estos aos de AR en Argentina, Mnica Quijada, Aires de Repblica, aires de cruzada: la guerra civil espaola en Argentina, y Alfonso Reyes y el
llanto de Espaa en Buenos Aires, 1936 y 1937.
7
La relacin epistolar entre don Enrique y don Alfonso, en Enrique DezCanedo/Alfonso Reyes. Correspondencia. 1915-1943.
INTRODUCCIN
XXIII
XXIV
INTRODUCCIN
INTRODUCCIN
XXV
XXVI
INTRODUCCIN
mundial, en lo general, y en lo particular del continente americano, crea que los Estados Unidos, por muchas razones, poda desarrollar una poltica constante de inequvoco aliento y
apoyo a las democracias americanas, y de reserva y moderada
resistencia contra los fascismos americanos. Para esto, habra
que tener en cuenta que, dentro de los pases dominados por
estos fascismos, hay grandes masas oprimidas de opinin
democrtica.12 La ocasin oportuna para emprender esa poltica democrtica estaba a la vista: la prxima Conferencia por
la Paz.
Mientras llegaba ese momento se dio una de las primeras
y grandes manifestaciones pblicas de los sectores progresistas de Argentina realizando un homenaje a Mxico. Uno de
sus organizadores, Deodoro Roca, de la Alianza de Intelectuales Antifascistas para Defensa de la Cultura, Seccin Hispano
Americana, lial Crdoba, seal muy bien las razones por las
que se llev a cabo este homenaje, en carta dirigida al embajador Alfonso Reyes. Primero, porque lo ocasiona la limpia
y recta poltica internacional de Mxico, ejemplo de lealtad, y
tambin, por su revolucin en marcha. Participaran en ese
homenaje a Mxico Anbal Ponce, Julio Noble, Benito Marianetti, Enrique Amorim, Mario Bravo, Carlos Snchez Viamonte, Arturo Orzbal Quintana y Alberto Gerchunoff, entre otros.
Por supuesto, los organizadores deseaban la presencia del embajador Reyes.13
La fecha para este homenaje a Mxico era sin lugar a dudas signicativa: 20 de noviembre, inicio de la Revolucin
mexicana. Por eso Roca deca en su carta a Reyes que en ese
homenaje se tenan que celebrar dos cosas: la poltica exterior
y la revolucin en marcha. El embajador Reyes no pudo asistir
al homenaje porque para esta fecha estaba muy prxima la
Conferencia por la Paz, y tena una gran responsabilidad tanto
porque iba a recibir y alojar a la delegacin mexicana como
por los preparativos que estaban a su cargo. As se lo hizo sa12
Memoria estrictamente condencial, en el apndice 12 del presente volumen.
13
Carta de Deodoro Roca a Alfonso Reyes, 23 de octubre de 1936, en archivo particular de Alfonso Reyes, Capilla Alfonsina/Instituto Nacional de Bellas
Artes, expediente 2197.
INTRODUCCIN
XXVII
XXVIII
INTRODUCCIN
erigidos por la voluntad popular, son los factores que han inspirado esa resolucin del gobierno mexicano, por la que le reiteramos nuestra felicitacin y gratitud.15
Y muy cerca de la fecha del homenaje a Mxico, AR recibi el siguiente testimonio del Comit de Ayuda al Gobierno
Espaol del Frente Popular, que deca que sus representantes
tenan
el honor de presentar a V. E. como el ms alto representante de
la progresista Repblica de Mxico en Argentina, la expresin
de admiracin y agradecimiento que los buenos espaoles sentimos hacia esa nacin, por su noble y valiente actitud de franca y
justiciera identicacin con el Frente Popular Espaol, genuino
y legal representante de nuestro heroico pueblo, expresin que
desearamos hiciera V. E. llegar a su noble y dignsimo gobierno.
Firmaban el documento, entre otros, Jess Lorenzo, director del diario La Nueva Espaa, y el mdico y escritor Enrique
Rodrguez Iturbide.16
El ao de 1936, efectivamente, se cerraba con uno de los
acontecimientos internacionales ms importantes de esos momentos: la celebracin de la Conferencia Interamericana para
la Consolidacin de la Paz, en Buenos Aires, del 1 al 23 de diciembre, con la presencia del presidente de los Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt. El embajador Reyes y la delegacin
mexicana encabezada por el embajador Francisco Castillo Njera y el subsecretario de Relaciones Exteriores, Ramn Beteta, se pusieron a trabajar en los temas bajo su responsabilidad.
En el Diario de Reyes hay una observacin muy interesante que muestra el nimo de los miembros de la delegacin de
Mxico y de la Argentina. Esto ocurri cuando el subsecretario de Relaciones Exteriores de Mxico pronunci su discurso
y el canciller argentino, Saavedra Lamas, no pudo contener sus
emociones. Qu dijo Ramn Beteta que tan mal puso al Pre15
Carta de Alfonso Reyes al secretario de Relaciones Exteriores, Buenos
Aires, 7 de septiembre de 1936, en Alfonso Reyes y el llanto de Espaa en Buenos Aires, 1936-1937, p. 215.
16
Carta de Alfonso Reyes al secretario de Relaciones Exteriores, Buenos
Aires, 30 de octubre de 1936, ibid., 221.
INTRODUCCIN
XXIX
XXX
INTRODUCCIN
dbil y cada uno puede hacer moralmente lo que puede fsicamente realizar. Niegan, as, en la teora y en los hechos, la existencia y aun la posibilidad del Derecho Internacional y llaman a
la Paz estpida debilidad de idealistas. Se violan los tratados
para favorecer intereses egostas; los principios jurdicos se desdean y son objeto de mofa; las prcticas establecidas por las relaciones diplomticas se olvidan maliciosamente y se ayuda a los
sediciosos soliviantados contra gobiernos legtimos.17
Archivo General de la Nacin, ramo Presidente Lzaro Crdenas, expediente 433/118. Por ser de tanta trascendencia este discurso del subsecretario
Ramn Beteta, se incluye en este tomo IV del Diario de AR, en el apndice 15.
(Las cursivas son del original.)
INTRODUCCIN
XXXI
XXXII
INTRODUCCIN
Ibid., pp. 7 y 8.
Ibid., pp. 31 y 32.
INTRODUCCIN
XXXIII
XXXIV
INTRODUCCIN
El mircoles 10 de febrero, en su Diario qued esta impresin: Ayer se hizo pblica (por telegrama ocial de Valencia y
con grande inoportunidad por coincidir con la toma de Mlaga por los rebeldes) la aceptacin de la dimisin de Enrique
Dez-Canedo, con quien cen anoche y que tuvo buen cuidado
de reiterar pblicamente su lealtad al gobierno de Azaa. Torpeza de la cancillera [Arge]24 espaola. Y nalmente, das despus, triste, escribi en el Diario: los Canedo salieron de Buenos Aires; iban rumbo a Nueva York. As terminaba una de las
gestiones diplomticas ms importantes y trascendentales del
embajador Dez-Canedo, cuidando siempre, con lealtad, los altos intereses de la Repblica espaola.
El embajador Reyes sinti mucho la partida del amigo y
23
El 3 de diciembre de 1936 Felipe Jimnez de Asa fue nombrado secretario de segunda clase, con carcter interino. Y con fecha 7 de febrero qued
como encargado de negocios ad interim. Diez das despus, el encargado de
negocios comunicaba al Ministerio de Estado: Tengo la honra de poner en
conocimiento de V. E. que, en el da de la fecha sealada, me he hecho cargo
de esta embajada. Por su parte, el embajador Dez-Canedo informa a ese ministerio: Tengo la honra de poner en conocimiento de V. E. que, desde la fecha, queda al frente de esta embajada, como encargado de negocios, el Sr. Felipe Jimnez de Asa (Archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores, Madrid,
P-313, expediente 22.524).
24
Palabra tachada por AR.
INTRODUCCIN
XXXV
La esta republicana terminaba, y AR ya se estaba preparando para asistir a un nuevo evento, el II Congreso Internacional de Historia de Amrica, que se llevara a cabo del 5 al
13 de julio de 1937, en Buenos Aires. Adems, esperaba con
gran entusiasmo la llegada de una de las mayores autoridades
en la historia del arte colonial mexicano, don Manuel Toussaint. Don Manuel era uno de los invitados de honor del gobierno argentino para ese congreso, en el que por primera vez
apareci una seccin de historia del arte. As pues, el regocijo
del embajador Reyes era maysculo a medida que se avecinaba la fecha. Cuntos aos tena de no ver a don Manuel? Muchos aos, acaso ms de una dcada. Habr inuido o sugerido
Reyes que Toussaint fuera un invitado de honor del gobierno
argentino? Si estuvo al alcance de su mano, ni duda cabe. Saba y lo conoca muy bien. Como lo dice James Willis Robb,
haba en los dos una honda anidad intelectual y ambos eran
25
XXXVI
INTRODUCCIN
James Willis Robb, Caminos cruzados en el epistolario de Manuel Toussaint y Alfonso Reyes, Mxico en el Arte, Mxico, nm. 1, verano de 1983,
p. 66.
28
Carta de Alfonso Reyes a Manuel Toussaint, Buenos Aires, 10 de marzo
de 1937, en De casa a casa. Correspondencia entre Manuel Toussaint y Alfonso
Reyes, p. 67.
INTRODUCCIN
XXXVII
te el viajero que va en busca de parientes lejanos, a pases remotos, trata de hallar parecidos en los rostros, semejanzas en los
caracteres, advierte diversidades que antes no sospechaba, y termina por volcar en torrente los relatos de su casa y de los suyos,
con detalles de intimidad, perdido todo temor, ante la benvola
acogida de aquellos que ya no le juzgan extraos.
XXXVIII
INTRODUCCIN
viaje a Lujn, viaje obligado, pues dicen que el que no va a Lujn no vuelve a Buenos Aires. Y cumplidas sus obligaciones,
Toussaint y su esposa regresaron a Mxico, muy satisfechos de
su estancia en Buenos Aires.
Esta caracterstica tan suya, de cordialidad y camaradera,
mostrada por Reyes con los Toussaint, fue la misma hacia todos aquellos que se acercaban a l para asuntos a veces mundanos o para servir de enlace con la intelectualidad argentina,
y en particular con Victoria Ocampo, su editorial y su revista
Sur. Nada ms grato para don Alfonso que presentar y dar a
conocer a mexicanos en la Argentina. Vieja y buena costumbre
de AR adquirida sobre todo en sus aos en Espaa, Francia,
en su primera estancia en Argentina, Brasil, y ahora nuevamente en Argentina. Era el mejor animador de las nuevas generaciones de escritores, poetas e historiadores mexicanos que
deseaban publicar en la gran empresa cultural de Ocampo.
Y as lo hizo con el escritor, poeta y traductor de la generacin de Contemporneos, Xavier Villaurrutia; con el poeta
Alberto Quintero lvarez, o con el joven historiador Silvio Zavala, recin llegado de Espaa, alumno de Rafael Altamira,
con cuatro libros en su haber que lo estaban convirtiendo en
un gran americanista: Los intereses particulares en la conquista
de la Nueva Espaa (Estudio histrico-jurdico) (1933), Las instituciones jurdicas en la conquista de Amrica (1935), La encomienda indiana (1935) y La Utopa de Toms Moro en la Nueva
Espaa y otros estudios (1937).30
Y qu hizo Reyes sobre la msica popular mexicana? Lo
inimaginable. Cuando llegaban a Buenos Aires Vargas, Ortiz
Tirado, Juan Arvizu, Pepe Ageros, Alfonso Espri, Jos Mojica,
siempre fueron atendidos por el embajador de Mxico, quien
a veces les daba la bienvenida anunciando su estancia en algn artculo y en ciertas entrevistas. Sin la menor duda, Reyes
fue el mejor patrocinador de la msica mexicana en Argentina. En un artculo poco conocido, AR se reri a Pedro Vargas
30
Cf. Biobibliografa de Silvio Zavala, p. 27, y Fronteras conquistadas. Correspondencia Alfonso Reyes/Silvio Zavala, 1937-1958. Vid., igualmente, la correspondencia entre Domingo Amuntegui y Solar y Alfonso Reyes, que tiene
que ver con don Silvio, en el archivo particular de Alfonso Reyes, Capilla Alfonsina/Instituto Nacional de Bellas Artes, expediente 99.
INTRODUCCIN
XXXIX
XL
INTRODUCCIN
INTRODUCCIN
XLI
mi Genaro Estrada, segn los telegramas de hoy. Pena, jaqueca nerviosa, muchas interrupciones. Psames de Molinari35 y
Rinaldini y, por cable de Washington, de Vicente Valds Rodrguez. Escrib un artculo sobre Genaro para La Nacin del domingo. Finalmente, en su Diario hizo esta otra anotacin:
Buenos Aires, lunes 4 octubre 1937: En La Nacin de ayer, suplemento literario, sale mi Genaro Estrada .
Su Genaro Estrada es, sin la menor duda, uno de sus grandes ensayos. De ah que no slo forme parte de un libro emblemtico de su obra ensaystica, sino que ese ensayo la abre y
lleva este ttulo: Pasado inmediato y otros ensayos (1941). Cmo
pudo escribir un ensayo como ste en horas de tanta angustia
y aiccin? Por el profesionalismo y por la destreza con la pluma. Reyes, en una veintena de lneas, hizo el mejor retrato de
su querido Gordo:
Dotado de una sensibilidad alegre y varia; coleccionista de buenos libros, de manuscritos raros, de cucharillas de plata, de cuadros y muebles, de jade y primores chinescos en que su casa era
un verdadero museo; lleno de aquel humorismo tembloroso que
comunica a los hombres gordos otra manera de esbeltez; dueo
de una paciencia saludable, buen entendedor para inquietos y
desorbitados, buena mano para timn, buen msculo de alma
era Genaro Estrada una de esas instituciones de la ciudad, uno
de esos hombres centrales que hacen posible la organizacin de
las plyades literarias (el PEN Club de Mxico slo vivi mientras
estuvo a su sombra, y lo mismo la revista Contemporneos). Era
un padrino natural de los libros. Y era la suya una de esas bondades sin aureola y sin exceso de santidad, tan lejana a la falsa austeridad y de los morbosos lujos de aislamiento y tebaidas: una de
esas bondades que andan donde todos andan, hacen lo que todos
(pero siempre un poco mejor), circulan entre todos, y no pierden
un solo instante el sentimiento de su misin, de su tarea humana. Tan de grata compaa siempre, tan mensajero de buenas no35
El 30 de septiembre de 1937, Molinari le dijo a AR: He deseado irlo a
verlo hoy, para estrecharlo entre mis brazos. Le pido perdn, no me deja an
la horrible angustia. Pobre amigo nuestro, que yo no lo olvidar nunca! (carta de Ricardo E. Molinari a Alfonso Reyes, Buenos Aires, 30 de septiembre de
1937, en 20 epistolarios rioplatenses de Alfonso Reyes, p. 383).
XLII
INTRODUCCIN
ticias, tan de todas las horas, tan hermano mayor, con su vibracin de ternura contenida y su travesura de joven elefante.36
INTRODUCCIN
XLIII
LA MADRE
Pero tu sangre, tu secreta sangre!
Pero tu sangre, tu secreta sangre!
TODOS, PUOS EN ALTO
Pero tu sangre, tu secreta sangre,
Abel, clavel tronchado,
colma los surcos, y amenaza el vado!
Aprisa cantan los gallos
y quieren quebrar los albores!37
XLIV
INTRODUCCIN
INTRODUCCIN
XLV
XLVI
INTRODUCCIN
Nada ms justo que estas muestras de simpata al embajador Reyes por su conducta como hombre y diplomtico y
como el representante de la poltica exterior del general Lzaro Crdenas. Es verdad que en esa penltima misin diplomtica el asunto de la Repblica espaola y de los republicanos espaoles sobresala ms que todos (los casos de Filomena
y Lola Aguilar, Enrique Dez-Canedo y Luis Ortega), pero los
buenos ocios y la proteccin diplomtica para los perseguidos polticos fue tambin para todos aquellos que tocaban las
cin se descontaba ya por la destacada personalidad del homenajeado, por
su investidura ocial y por la gran popularidad que su gestin le ha valido
entre nosotros, sum, adems, el aporte numeroso y espontneo con que se
hicieron presentes las sociedades, centros e instituciones espaolas, que guraban entre los organizadores del acto. La fecunda e intensa labor desarrollada por don Alfonso Reyes, en representacin de su gobierno, su participacin en numerosos actos de adhesin a la Espaa leal, su personalidad
democrtica y el slido prestigio de su vasta obra literaria, han sido otros
tantos factores que han contribuido a hacer del acto de hoy una manifestacin que, con toda propiedad, puede calicarse de extraordinaria. / A las 13
horas, de acuerdo a los trminos de la invitacin, el saln de la avenida Centenario 3051 comenz a llenarse con los primeros invitados. Pocos minutos
despus, las vastas instalaciones dispuestas para el banquete estaban ya totalmente ocupadas por ms de 3 000 comensales, en tanto que una gran
masa de pblico tena que buscar ubicacin en las dependencias adyacentes,
palcos y corredores al solo objeto de seguir los discursos de los oradores. / La
cabecera del banquete fue ocupada por el encargado de negocios del gobierno espaol, doctor Jimnez de Asa, el cnsul general de Espaa, seor
Blasco Garzn, secretarios y personal de la embajada espaola y mexicana,
miembros de ambos consulados y un numeroso grupo de dirigentes y adherentes al homenaje, rodeando a don Alfonso Reyes, cuya aparicin en la cabecera del banquete fue saludada con una atronadora salva de aplausos, de
vivas a Mxico y al gobierno espaol, clidas manifestaciones que se renovaron a la llegada de diversas personalidades y representantes destacados de la
colectividad espaola. / Al iniciarse el almuerzo, puede calcularse que en el
saln haban tomado ubicacin ms de 3 000 personas (Crtica, Buenos Aires, 26 de diciembre de 1937).
INTRODUCCIN
XLVII
41
XLVIII
INTRODUCCIN
INTRODUCCIN
XLIX
INTRODUCCIN
INTRODUCCIN
LI
LII
INTRODUCCIN
Mena, Manuel Moreno Snchez, Justino Fernndez, Edmundo OGorman, Arturo Arnaiz y Freg, Rafael Solana, Francisco
Orozco Muoz, Elas Nandino, Agustn Lazo, Carlos Luqun,
Enrique Kuri, Rafael Garca Granados, Joaqun Ramrez Cabaas, Felipe Teixidor, Jorge Cuesta, Jos J. Rojas Garcidueas, Silvio Zavala, Carlos Contreras, Jos Gmez Robledo,
Jos Porra, Indalecio Porra, Jos Moreno Villa, Octavio
G. Barreda y, por supuesto, Toussaint.
Pellicer dijo unas elocuentes palabras, Gonzlez Martnez
recit su poesa y Lira ley su Corrido de Alfonso Reyes, escrito el mismo 18 de febrero de 1938, que dice:
Todo esto se lo merece
Alfonso Reyes, seores,
que ha regresado a la patria
y al suelo de sus mayores.
Vuela vuela palomita
vuela y dile a la campana,
que anuncie que ha vuelto Alfonso
a la Nacin Mexicana.
Que lo diga la campana
con su voz ms dulce y cara,
lo mismo en Quintana Roo
que en Tierras del Tarahumara.
Y aqu se acaba el corrido
y aqu se acaba el cantar,
que ustedes, amablemente,
procuraron escuchar.
Mil perdones, yo les pido
y a Alfonso le ruego yo,
que recuerde a Miguel Lira
que este corrido escribi.46
46
INTRODUCCIN
LIII
LIV
INTRODUCCIN
INTRODUCCIN
LV
AR, Doctrina de paz, en Tentativas y orientaciones, OC, XI, pp. 222 y ss.
LVI
INTRODUCCIN
no hacen ms que atizar las guerras. Vallery-Radot les ha llamado pintorescamente los furiosos de la paz. Son los pacistas contra la paz.
Y entonces, cul es la propuesta de Reyes, cul sera el sustrato para alcanzar la paz, cmo se ira construyendo ese
nuevo cdigo y de qu forma se llegara a darle un nuevo
sentido a la vida. Reyes propuso trabajar en un plan de educacin para todos los niveles y para todos los grados de educacin; usar todos los medios lcitos de la disciplina, de la difusin de las ideas, del entrenamiento prctico, y que se reera a
todas las clases sociales y a todas las edades del hombre. Adems, Reyes deseaba
que la poesa de la paz absorba gradualmente toda la sustancia
de la poesa de la guerra; que se entienda lo que hay de arrebatador y peligroso en trabajar para el bien; que quede bien claro que
ningn arrobo mstico de la agresin puede ser superior al de la
armona y al de la construccin de sociedades felices; nalmente,
que se vea con los ojos mismos ya lo permiten as las artes modernas cmo la pintura de batalla, que todava causaba los entusiasmos lricos de Robert de la Sizeranne, ha cedido el paso a
un cuadro de horrores dantescos, repugnante y cobarde, en que
desaparece la dignidad humana, se anula el valor y slo sobrenadan las nuseas de la disolucin biolgica y el triste espectculo
de la putrefaccin, grato a las hienas.
INTRODUCCIN
LVII
LVIII
INTRODUCCIN
Y, por ltimo, qu signicaba entregar al presidente Crdenas su traduccin de Cole, La organizacin poltica. Doctrinas
y formas? No hay que olvidar las transformaciones polticas,
sociales y culturales que estaban ocurriendo en varias partes
del mundo, incluido Mxico. Por eso esta traduccin era muy
oportuna. En las primeras lneas de su libro, Cole seal:
Desde que existe la teora de la poltica, los hombres han estado
pidiendo la respuesta a estas dos preguntas diferentes: cmo
organizar o administrar mejor la sociedad en general, o esta o
aquella sociedad determinada? Y cmo explicar que existen
o pueden existir las sociedades humanas? La primera es una cuestin prctica, y los que a ella se aplican procuran soluciones a los
problemas de su propio tiempo y su propia generacin, problemas
que es fuerza resolver de algn modo, por la buena o por la mala, y
que no esperan que el talento humano les encuentre la mejor respuesta, ni pueden aguardar los progresos del conocimiento. Porque de uno u otro modo, las sociedades existen y tienen que ser
administradas. La segunda cuestin es, por s, terica y losca.
Ella supone una investigacin en la naturaleza del hombre, por
cuanto es un ser capaz de vivir en sociedad y en los principios fundamentales de la obligacin poltica. La respuesta a ella no es tan
urgente como en el otro caso; pero a travs de las edades, los hombres han venido proponindose esta pregunta, y no parecen satisfacerse mientras no le encuentren respuesta en alguna forma.51
INTRODUCCIN
LIX
LX
INTRODUCCIN
Y sin embargo ninguna carta como las que escribi el sbado 9 de abril de 1938. Por algo en su Diario dej asentadas
estas palabras: Cartas ntimas, a solas, a Conchita Romero
James, La. [sic], y Montes de Oca. Veamos unas lneas de la
carta que Reyes le envi al ltimo de los que estn enlistados,
y comprenderemos por qu es una carta ntima:
Hablemos claro y lo esencial. No me acostumbro a fundar mi
vida en el sistema de chambas. Carrera? Hay entre nosotros
concepcin de una carrera? Si alguna carrera diplomtica ha habido en nuestro pas, es la ma: y ya ve usted! Comenzar ahora un
noviciado de abogado? Adems, el Estado cada da acapara ms
vida, y buscarse una situacin independiente casi equivale ya a
pasarse a la reaccin: all tiene usted, por ejemplo, las puertas de
las grandes empresas de Monterrey, que se me abriran con una
palabra, y que yo no quiero pronunciarla. Qu se le ocurre a
usted? Cree usted que las nuevas franquicias permitirn desarrollar labores editoriales convenientes? Y es verdad, como dicen en Calpe, que a usted le interesara algo de esto? Puede dar
de comer una revista, una buena y verdadera revista seria, bajo
mi direccin? O ya no tengo aqu lugar, decididamente? No
hago falta para la cultura de mi pas, como parece que no hago
falta para su vida internacional? Dgame lo que piense. Aconsjeme. Y disclpeme. Todo debo intentarlo antes que aceptar la derrota de un forzado destierro.54
Para Reyes fue todo el mes de abril casi igual que los dos
anteriores. Muchas visitas, muchos planes, envo de artculos
para las revistas mexicanas, correspondencia que tena que revisar y despachar a diario, la preparacin de un nuevo libro,
Los siete sobre Deva, la edicin de un nuevo nmero del archivo
de Alfonso Reyes, Introduccin a la historia econmica del Brasil, pero no haba nada concreto. Y como sntoma de su maltrecha situacin emocional llegaron las jaquecas y el mal dormir.
de 1938, en archivo particular de Alfonso Reyes, Capilla Alfonsina/Instituto
Nacional de Bellas Artes, expediente 1363.
54
Carta de Alfonso Reyes a Luis Montes de Oca, Mxico, 9 de abril de 1938,
en archivo particular de Alfonso Reyes, Capilla Alfonsina/Instituto Nacional
de Bellas Artes, expediente 1722.
INTRODUCCIN
LXI
LXII
INTRODUCCIN
INTRODUCCIN
LXIII
LXIV
INTRODUCCIN
misma fecha, hizo estas anotaciones de sus misiones extras: cuando lvaro Obregn lo envi a Espaa, hubo una rubia; cuando
Abelardo Rodrguez lo envi a Chile, el obstculo fue la terrible urticaria que si no!, y ahora que Lzaro Crdenas lo envi a Brasil, hubo una morena. Y a pesar de todos esos triunfos
diplomticos y xito con las mujeres senta una grande, inmensa desazn. Reyes hizo otra vez el mismo largo viaje hasta llegar a su destino: Mxico. Y Mxico, ciertamente, era su
destino, pues aqu hizo la gran obra de su vida: El Colegio de
Mxico.
ALBERTO ENRQUEZ PEREA
DIARIO IV
1936-1939
1
CUADERNO 5
SEGUNDA PARTE
(1 de julio de 1936-22 de junio de 1937, Buenos Aires)
Buenos Aires, [mircoles] 1 julio 1936
Entramos a las 11 a.m. en el puerto:1 Nieves Gonet, Julio Rinaldini, el Bebe; don Antonio Sagarna; Pedro Henrquez Urea, Amado Alonso, Fernando Lagarde y Vigil y seora Regina
K. de Lagarde, Alberto Reyes Spndola, etctera. Equipajes.
Diarios. Fotos. Entrevistas.2 Hotel Alvear. El introductor diplomtico Francisco A. Bengolea. Visitas sin n. Las Ocampo.3
Almuerzo con los Too Salazar.4 Puerto, equipajes. Doctor-Lastia, La Nacin.5 La embajada, horrible, inhabitable. Radio El
1
El Northern Prince, efectivamente, atrac a las 11 de la maana en el desembarcadero de la drsena norte. En el navo venan el embajador Alfonso Reyes y su esposa, Manuela Mota (La Nacin, Buenos Aires, 2 de julio de 1936).
2
Para las entrevistas que concedi AR al llegar a Buenos Aires, vid. el
apndice 1 del presente volumen.
3
Juana Colodro, de la revista Festa, seala que se nombraba como las Hermanas Ocampo a dos de las seis hermanas: Victoria y Silvina. Colodro agrega
que puede decirse que si Victoria ejerci una importante inuencia en el desarrollo de los movimientos culturales en su pas, desde su puesto de directora
de la revista Sur, fundada por ella misma en 1931, tambin lo hizo sobre Silvina, quien desde pequea estudi pintura y mostr inclinacin por la poesa,
gracias a la marcada tradicin cultural de su familia y a la trayectoria de su
hermana, quien la vincul al mbito literario. Las hijas del matrimonio Ocampo-Aguirre nacieron en este orden: Victoria (1890), Anglica (1891), Francisca
(1894), Rosa (1896), Clara (1898) y Silvina (1903) (Juana Colodro, Las Ocampo, en www.revista.festa.com.ar).
4
Too Salazar, viejo amigo de AR desde sus aos de ministro de Mxico en
Francia (1925-1928). De acuerdo con uno de sus estudiosos, Miguel Huezo
Mixco, sta sera la tercera etapa de su periplo como genial caricaturista
(Buenos Aires-Montevideo, 1935-1953).
5
Entre los recuerdos de su primera estancia en Buenos Aires como primer
1936-1937
www.fondodeculturaeconomica.com
El doctor Alberto Enrquez Perea, quien ha sido compilador, coordinador, editor y autor de estudios, correspondencia e informes diplomticos de Alfonso
Reyes, es el editor de este cuarto tomo del Diario. Es profesor de la Facultad de
Ciencias Polticas y Sociales de la Universidad Nacional Autnoma de Mxico,
miembro del Sistema Nacional de Investigadores y asesor de la Coleccin Capilla
Alfonsina, que fuera coordinada por Carlos Fuentes.