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Ponencia presentada en el Coloquio Internacional Latinoamrica y la Historia Global,

Universidad de San Andrs y The World History Center, University of Pittsburgh, Buenos
Aires, 8 y 9 de agosto de 2013. NO CITAR SIN PERMISO DEL AUTOR.

Historias globales e historias relacionales: un balance preliminar

Vctor H. Acua Ortega


Universidad de Costa Rica
IHNCA-UCA, Managua
En los ltimos treinta aos, aproximadamente, han aparecido en la historia y en las
ciencias sociales enfoques que intentan trascender el marco del Estado nacional como
unidad de anlisis y que se interesan por rastrear los orgenes histricos del proceso de
globalizacin actualmente en curso. En trminos metodolgicos, el punto de partida de
todos estos enfoques es el inters por superar los puntos ciegos del nacionalismo
metodolgico.1 Tambin, se caracterizan por sealar las limitaciones de la historia
comparada, la cual, como norma, no toma en consideracin las interacciones entre los
objetos que compara.2 En fin, algunos critican las barreras impuestas por los Area Studies y
la nocin de civilizacin, por ser un concepto que dificulta impide el reconocimiento de los
intercambios a larga distancia y las porosidades de estos grandes conjuntos culturales.3 El
contexto histrico-social inmediato de estos enfoques es, parece obvio, la nueva fase de la
historia mundial que ha sido denominada como la globalizacin y las lecturas que suscita,
unas optimistas, otras pesimistas en las dimensiones econmicas y sociales, unas utopistas
en el plano tecnolgico y otras utopistas en trminos de la paz y un nuevo equilibrio de
poder mundiales.
Convendra agregar que este tipo de corrientes se producen y se practican
esencialmente en el mundo acadmico estadounidense y en algunos pases de Europa
1

Vase al respecto: Daniel Chernilo. Social theorys methodological nationalism: myth and reality.
European Journal of Social Theory. 9, 1, 2006, pp. 5-22; idem. The critique of methodological nationalism:
theory and history. Thesis Eleven, 106, 1, 2011, 98-117; Ulrich Beck. The terrorist treat. World risk society
revisited. Theory, Culture & Society. 19, 4, 2002, 39-55; y Ulrich Beck y Natan Sznaider. Unpacking
cosmopolitanism for the social sciences: a research agenda. British Journal of Sociology. 57, 1, 2006, 1-23.
2
Jrgen Kocka. La comparacin histrica. En, idem. Historia social y conciencia histrica. Madrid:
Marcial Pons, 2002, 43-64.
3
Sanjay Subrahmanyam. On the window that was India. En, idem. Explorations in connected history. From
the Tagus to the Ganges. New Dehli: Oxford University Press, 2005, 1-16.

occidental, Alemania, Gran Bretaa y Francia. De esta manera, paradjicamente, estos


enfoques que pretenden ser planetarios y universales en sus perspectivas, se inscriben en lo
que podramos denominar una historiografa atlntica, en consonancia con la actual
hegemona global de Estados Unidos, que perpeta antiguas desigualdades en la produccin
del saber en las ciencias sociales. As, este tipo de enfoques seran globales en su alcance,
pero provincianos en su proceso de elaboracin.4 En Amrica Latina, hasta la fecha, estos
enfoques son poco practicados e incluso poco conocidos, posiblemente porque el nivel de
profesionalizacin de la historia es inferior al del mundo atlntico, razn por la cual las
historias nacionales y las historias patrias tienen an gran influencia.5 En el plano ticopoltico estas corrientes con su quehacer pretenden contribuir al surgimiento de una
ciudadana global y a un humanismo cosmopolita. En fin, desde el inicio, se debe advertir
que estas propuestas son bastante imprecisas e insuficientemente especficas, en lo que
respecta a sus postulados y procedimientos. Adems, el traslape de denominaciones es
frecuente, de modo que, a pesar del deseo de cada una de ellas de diferenciarse de las otras,
con frecuencia adoptan denominaciones similares; tal sera escaso de la World History con
la Global History y la Transnational History, bajo cuya denominacin, como veremos, se
cobijan prcticas un tanto distintas.
()
Habra que comenzar indicando que la historia de los orgenes intelectuales de estos
enfoques no es clara an y sus versiones varan segn los autores y las corrientes. As, por
ejemplo, para no referirse a sus orgenes ms antiguos y para limitarse al siglo XX, la
historia del mundo (World History) y la historia global (Global History) tienen sus
antecesores ms lejanos en los trabajos de filosofa de la historia de Oswald Spengler sobre
la decadencia de Occidente y en la obra monumental de Arnold Toynbee sobre el auge y
declive de las civilizaciones. En sus orgenes ms inmediatos se sealan la gran obra de
Fernand Braudel sobre el mundo del Mediterrneo, los trabajos de la CEPAL, basados en
las nociones de centro-periferia y deterioro de los trminos de intercambio, y de otros
autores y corrientes, sobre todo en economa y en historia econmica, que reconocan la
4

Dominic Sachsenmeir. World history as ecumenical history? Journal of World History. 18, 4, 2007, 465489.
5
Jeremy Adelman. Latin American and world histories: old and new approaches to the pluribus and the
unum. Hispanic American Historical Review. 84, 3, 2004, 399-409. Es sintomtico que en ese balance este
historiador estadounidense no cite a ningn historiador de Amrica Latina.

existencia de un sistema econmico interestatal de interacciones que era algo ms que la


suma de sus partes desde al menos el siglo XIX, el cual condicionaba la evolucin de los
distintos estados nacionales. En fin, sus precursores seran los trabajos de William H.
McNeill, el primero de ellos publicado en 1963, The Rise of the West y los de Emmanuel
Wallerstein sobre los sistemas y economas mundo, el primero de ellos publicado en 1974.
No obstante, es solo a partir de 1990 que se ha ido estableciendo un sistema institucional de
enseanza, investigacin y difusin cientfica ubicado esencialmente en el norte global
consagrado de forma sistemtica a la prctica de la World History y la Global History. Los
otros enfoques preocupados en forma menos ambiciosa y ms delimitada en transferencias,
conexiones, entrecruces y circulaciones tienen tambin orgenes que se remontan incluso
hasta el siglo XIX, pero hay que decir que es solo tambin despus de 1990 que han
aparecido, por ejemplo, las llamadas Connected Histories. En todo caso, la explosin de
estos enfoques propiamente relacionales ha ocurrido solo a partir de la primera dcada de
este siglo y presenta el fenmeno interesante de tener a Francia entre sus protagonistas, la
cual haba estado ausente de los desarrollos de los ltimos treinta aos de las historias
mundiales o globales, muy tpicamente anglosajonas y de sus asociados en el mundo de
habla germnica.
Dentro de estas corrientes se pueden identificar diferentes tipos de mbitos o de
nfasis: historias del mundo, historias de la globalizacin, historias supranacionales e
historias de articulaciones o interconexiones, es decir, historias de trasferencias, historias
conectadas, historias cruzadas o entrecruzadas e historias de circulaciones. Distingo dentro
de esta serie de enfoques dos grandes grupos: en primer lugar, las historias globales,
centradas en un espacio transcontinental o transocenico, las cuales definen un universo o
un ecmene en el seno del cual pretenden identificar interconexiones y patrones de
interdependencia, es decir, postulan y delimitan un universo de interacciones, ya sea el
planeta en su conjunto, o una de sus partes, por ejemplo, la economa-mundo, el mundo
atlntico o el mundo mediterrneo. En segundo lugar, tenemos las historias relacionales o
relacionadas, las cuales rastrean en el tiempo, tambin a lo largo de un gran espacio,
determinadas interacciones, pero que no definen a priori un mundo o un universo que

funcione en una macroescala.6 As, por un lado tendramos historias con vocacin
planetaria y con un fundamento espacial y, por otro lado, historias que parten tras las
huellas de transferencias, conexiones, entrecruces o circulaciones.

En sntesis, nos

enfrentamos a dos vertientes, la relacional que identifica conexiones entre mundos que son
diversos y la global que postula una atmsfera o un principio integrador que baa y da un
color especfico a un universo, a todo un mundo dibujado dentro de un espacio ms o
menos discernible.
()
En el primer grupo de enfoques de historias-mundo o historias de un universo, la
unidad de anlisis es de gran escala espacial, trasciende continentes, civilizaciones o
estados-naciones y cubre una gran parte del globo y, por ltimo con la globalizacin en
curso, a todo el globo. De este modo, su escala espacial es tendencialmente planetaria y, en
el plano de la duracin, es plurisecular y hasta milenaria. En este tipo de enfoques es clara
la centralidad del espacio, en tanto que universo de interacciones, como elemento
unificador y diferenciador. Se puede sealar como primer integrante de esta familia de
enfoques la World History interesada en construir sntesis panormicas de la experiencia
humana, con frecuencia, mediante un estudio comparativo de civilizaciones y de sus
conexiones a larga distancia que han vinculado a los pueblos de la masa tricontinental de
frica, Asia y Europa, desde la revolucin neoltica y hasta 1492, y luego a todo el planeta
progresivamente en los ltimos cinco siglos. Como el objetivo de la World History es
reconstruir los hilos que ligan al universo de interacciones que define, la cuestin de los
medios de comunicacin y transporte, y la difusin tecnolgica y cultural son de su mayor
inters. Este tipo de historia ha sido acusada de eurocntrica y de pecar de la pretensin de
construir grandes narrativas. No obstante, hay que admitir que la historia y las ciencias
sociales requieren de estas sntesis empricas y seculares de la evolucin humana como
marcos de referencia de sus investigaciones concretas de menor alcance espacio-temporal. 7
La versin ms ambiciosa de este tipo de historia es la llamada Big History que pretende
6

Vase: Lucette Valensi. Reflexiones sobre historias relacionadas: esperanzas mesinicas en el Imperio
Otomano, Portugal y Brasil durante el siglo XVII. En, Roger Chartier y Antonio Feros. (Directores). Europa,
Amrica y el mundo. Tiempos histricos. Madrid: Marcial Pons, 2006, 67-83.
7
William H. McNeill. "World History and the rise of the west'. Journal of World History. 9, 2, 1990, 215236.

meter en un solo envase la historia del universo desde el Big Bang, la de la vida en la Tierra
y la de la evolucin de la especie humana hasta el presente.8
Un segundo enfoque de estas historias globales, que solo se ocupa de una parte del
planeta, es la llamada Atlantic History que analiza la historia de la cuenca del ocano
Atlntico, cuyo contorno son las costas de frica occidental, Europa, desde la pennsula
ibrica hasta la pennsula escandinava, y el frente atlntico del Nuevo Mundo, desde la
poca que va de los descubrimientos de los europeos a fines del siglo XV hasta las
independencias del Nuevo Mundo. En principio conecta las historias coloniales de la
Amrica anglosajona y de la Amrica ibrica, y las historias de los imperios martimos de
los europeos en el Nuevo Mundo con la historia de frica occidental. Para esta corriente,
este sistema se desintegr a inicios del siglo XIX y se integr en el sistema mundial global
que se estableci a partir de mediados del siglo XIX. Tambin esta corriente define un
universo o una unidad de anlisis autocontenida, en la cual explora sus conexiones
sistmicas a lo largo de varios siglos.9
En esta misma vertiente se ubica la conocida corriente del World-System Analysis,
cuyo mximo exponente es Immanuel Wallerstein. En este caso se propone que a lo largo
de la historia ha habido sistemas-mundo, unos unificados polticamente como imperiosmundo y otros econmicamente como economas-mundo. El anlisis de este autor se centra
en el nacimiento y evolucin de la economa-mundo capitalista surgida desde el siglo XVI,
cuya prxima desintegracin es anunciada. En su esquema se divide el mundo en un centro
y una periferia como posiciones esenciales, las cuales aunque son espaciales, son resultado
de un principio funcional segn el cual la periferia es explotada por el centro. En este
esquema aparece un especie de mundo intermedio que el autor denomina semi-periferia. La
lgica de largo plazo de este sistema est dada por la baja tendencial de la tasa de ganancia
que hace de la acumulacin capitalista una especie de fuga hacia delante continua por todo
el planeta y que est condicionada por lo que el autor denomina luchas de clase. El anlisis
de Wallerstein y de sus seguidores se distingue de los otros enfoques de esta familia por sus
pretensiones tericas y por buscar los principios que estructuran tanto los flujos como la

David Christian. Maps of time: an introduction to Big History. Berkeley, CA: University of California Press,
2004.
9
Jack P. Greene y Philip D. Morgan. Atlantic History. A critical appraisal. Oxford: Oxford University Press,
2009.

dinmica de largo plazo del mundo definido. Se trata tambin, como en el caso de la
Atlantic History de un espacio asumido como unidad de anlisis. Este enfoque es criticado
por otras corrientes por considerarlo simplista y esquemtico y por centrarse principalmente
en el mundo atlntico europeo-occidental. Sin embargo, tiene el mrito de sus pretensiones
conceptuales, a diferencia de los otros enfoques que son ms bien empricos. 10
La Global History hace del planeta su universo, es decir, su unidad de anlisis. En la
prctica se hace un uso indiferenciado de este trmino con el de World History, pero sus
cultores insisten en vincular la Global History a la historia de la globalizacin.11 Tambin
aqu convendra distinguir entre quienes sostienen que hacer este tipo de historia es estudiar
la historia del mundo en el ltimo medio siglo, el cual sera un punto de giro en la historia
humana, y quienes se proponen rastrear los fundamentos histricos de largo plazo de la
actual globalizacin. As, tendramos una perspectiva ms inmediata y de corto plazo y
contempornea de la historia de la globalizacin frente a otra ms sensible a los fenmenos
de la larga duracin, por lo menos a partir del siglo XVI, razn por lo cual esta corriente
compartira parcialmente su objeto de estudio con el World-Systen Analysis y con la
Atlantic History.12 En la preocupacin por estudiar la globalizacin en el largo plazo
inevitablemente se suscitan debates sobre la cuestin de la periodizacin y sobre la
profundidad temporal del fenmeno. Tambin en esta perspectiva surge el riesgo de ofrecer
sin percatarse una visin teleolgica del fenmeno. En todo caso, parece pertinente tratar
de investigar los procesos histricos que daran cuenta de lo que es el tiempo presente,
marcado por la condicin de vivir en el planeta Tierra percibido como frgil hogar comn.
Algunos historiadores dicen practicar una Transnational History, cuya definicin no
es tan clara, pero en todo caso se refiere a prcticas que tienen como comn denominador
situar sus anlisis en un marco espacial mayor que el de la historia nacional. Este sera, por
ejemplo, el caso de Sebastian Conrad quien intenta colocar la historia de Alemania en una
perspectiva global y de autores como Thomas Bender o Ian Tyrrell que intentan situar la

10

Immanuel Wallerstein. World-Systems Analysis. An Introduction. Duke, NC: Duke University Press, 2004.
Bruce Mazlish. "Comparing Global History to World History". Journal of Interdisciplinary History,
XXVIII, 3, 1998, 385-395.
11

12

Jrgen Osterhammel and Niels P. Petersson. Globalization. A Short History. Princeton: Princeton
University Press, 2005.

historia de Estados Unidos en un contexto internacional ms amplio.13 No obstante, el


trmino tambin se aplica a objetos propios de la poca contempornea que son per se
transnacionales, por ejemplo, organismos multilaterales u ONGs con vocacin y proyeccin
global. En ltima instancia, la historia transnacional es aquella que de forma consciente se
hace en una escala superior a la del estado-nacin.14 En este sentido, este tipo de historia
parece situarse a caballo entre las historias que se definen por la unidad de anlisis que
adoptan de las historias cuya pretensin es rastrear los cableados, como dira un historiador
francs, de los procesos histricos que han sido invisibilizados y escamoteados por el
nacionalismo metodolgico.15
()
El otro tipo de enfoques, las historias relacionales, pretenden encontrar el contexto
adecuado de un fenmeno a travs de sus interacciones e interconexiones. Aqu se ubican
las historias conectadas, la historia cruzada y la historia de las circulaciones. Es interesante
indicar que estos enfoques se desarrollan en Francia, en particular en la cole des Hautes
tudes en Sciences Sociales de Pars (EHESS), desde aproximadamente el ao 2000.16 En
este caso, no se trata tanto de perspectivas que pretendan ser abarcadoras a escala planetaria
y en trminos temporales, sino de un conjunto de metodologas que intentan relacionar
fenmenos que se influencian y se producen mutuamente en espacios sociales y culturales
determinados. Para decirlo de alguna manera, en estos enfoques interesa ms la
interactividad y la relacionalidad que la universalidad, planetaridad o globalidad de lo
que se intenta observar, describir y explicar. Los practicantes de estos enfoques
explcitamente afirman que pretenden ser alternativos a la historia global, la cual
consideran demasiado despegada de la investigacin emprica. Podra decirse que lo que
interesa en estos enfoque es determinar como lo local es producido por lo translocal y como
13

Vase: Sebastian Conrad. Globalization and the nation in imperial Germany. Cambridge: Cambridge
University Press, 2010, Thomas Bender. A nation among nations. Americas place in World History. New
York: Hill and Wang, 2006 e Ian Tyrrell. Transnational nation. United States history in global perspective
since 1789. New York: Palgrave Mac Millan, 2007.
14
Pierre-Yves Saulnier. Learning by doing: notes about the making of the Palgrave Dictionary of
Transnational History. Journal of Modern European History. 6, 2, 2008, 159-180.
15
Serge Gruzinski. Les mondes mels de la monarchie catholique et autres connected histories. Annales.
Histoire Sciences Sociales. 1, 2001, 85-117 y del mismo autor: Mundializacin, globalizacin y mestizajes
en la Monarqua Catlica. En Roger Chartier y Antonio Feros. (Directores). Europa, Amrica y el mundo.
Tiempos histricos. Madrid: Marcial Pons, 2006, 217-237.
16
Susan Gros Solomon. "Circulations of Knowledge and the Russian Locale". Kritika: Explorations in
Russian and Eurasian History, 9, 1, 2008, 9-26. En este artculo la autora hace un balance de estos enfoques.

lo translocal es realizado o materializado por lo local. En suma, transferencias, conexiones,


entrecruces, circulaciones son propuestas concretas para superar el nacionalismo
metodolgico y la historia comparada, pero son simultneamente enfoques que permiten
hacer investigaciones empricas concretas, en la medida en que son construidas en forma
inductiva y no se proponen hacer nuevas grandes narrativas, ni tampoco buscar los secretos
hundidos en el pasado de la globalizacin.
En lo que respecta a la Connected History, as bautizada por el ya citado historiador
de origen indio Sanjay Subrahmanyam, quien durante algunos aos fue miembro de la
citada institucin parisina, aunque actualmente ensea en Estados Unidos.17 De esta
corriente afirma ser partidario el historiador francs Serge Gruzinski, especialista de la
historia mexicana colonial y profesor tambin de la EHESS.18 Se debe sealar que el punto
de partida de este enfoque es su rechazo a las historias-mundo y a las sociologas histricas
por su generalidad, a las historias nacionales por su nacionalismo metodolgico, y a las
visiones etnogrficas, ancladas en lo local y en la diferencia. Las historias conectadas
parten del reconocimiento de una interfase entre el nivel micro, local y regional, y el nivel
macro, supra-regional o incluso global. As, esta corriente adopta una posicin crtica frente
a la nocin de sistema-mundo de Wallerstein y los modelos de sociologa comparada de
Max Weber, Barrington Moore y Perry Anderson. Para Subrahmanyam, tales autores no
son especialistas, sino generalistas especializados, es decir, con un toque de irona en el
autor, especialistas en lo que llama big hipotheses. Debe decirse que las historias
conectadas de este historiador tienen como terreno de prueba u objeto de estudio lo que
denomina el periodo moderno temprano, modernidad que abarca no solo a Europa, sino a
toda la masa continental euroasitica y africana. Este enfoque sera la alternativa a la
historia comparada y a la prctica problemtica de la historia generalista. Las historias
conectadas son ante todo estudios empricos, cuya valor se mide por sus resultados de
investigacin, en las cuales las reflexiones metodolgicas son ms bien parcas.

17

Sanjay Subrahmanyam. Connected Histories: notes towards a reconfiguration of Early Modern Eurasia.
Modern Asia Studies. 31. 3, 1997, pp. 735-762 y del mismo autor: Sobre comparaciones y conexiones: notas
sobre el estudio de los imperios ibricos de Ultramar, 1490-1640. En Roger Chartier y Antonio Feros.
(Directores). Europa, Amrica y el mundo. Tiempos histricos. Madrid: Marcial Pons, 2006, pp. 239-262.
18
Este autor desarroll con amplitud su perspectiva en su libro: Les Quatre Parties du Monde. Paris: ditions
de la Martinire, 2004.

En este punto habra una diferencia significativa con la llamada Histoire Croise, de
Michael Werner y Bndicte Zimmnermann, la cual tiene como punto de partida un
ejercicio terico y metodolgico bastante elaborado. La idea bsica de este enfoque es la
definicin de un punto de interseccin donde se cruzan eventos y procesos que afectan los
elementos que han entrado en contacto. En este sentido, no se trata de determinar
conexiones, sino de identificar procesos de produccin de fenmenos histricos que son
solamente inteligibles como resultado de entrecruces que trascienden espacios nacionales.
El entrecruzamiento es una especie de yunque o crisol en el cual los fenmenos que por el
pasan, ya no son los mismos. Pero adems, el entrecruce desata procesos de reaccin en
cadena. El supuesto de independencia o de no resonancia de los objetos de la historia
comparada no es aplicable en tales situaciones. El inters de la llamada historia cruzada es
que permite estudiar el proceso de produccin de fenmenos al interior de los espacios
nacionales, determinados por fuerzas que se originan fuera de ellos.19
La propuesta de la historia de las circulaciones de Yves Cohen y Kapil Raj se
emparenta al anterior enfoque en la medida en que pretende conocer lo que podramos
llamar los procesos de produccin y reproduccin de las conexiones. La idea clave de este
enfoque es que artefactos, conceptos, representaciones y personas, es decir, los migrantes,
al circular entre universos culturales y espacios polticos distintos no son los mismos que
cuando partieron por el hecho mismo de la circulacin, es decir, circular es
metamorfosearse y provocar metamorfosis en otros. Tambin, para esta perspectiva es
clave el reconocimiento de los ires y venires, el movimiento de ida y regreso, de las
circulaciones. Los espacios que terminan siendo definidos como universos de interacciones
son precisamente resultado de tales movimientos en donde los caminos se andan y se
desandan.20
()
A ttulo de hiptesis, se podra proponer que estos enfoques en sus dos vertientes
son de ms fcil aplicacin en la poca de los imperios de la poca moderna y en una
19

Michael Werner and Bndicte Zimmermann. "Beyond Comparison: Histoire Croise and the challenge of
reflexivity". History and Theory, 45, february 2006, 30-50.
20

Yves Cohen. "Circulatory Localities. The Example of Stalinism in the 1930's". Kritika: Explorations in
Russian and Eurasian History. 11, 1, 2010, 11-45. En este artculo se hace una presentacin detallada de la
historia de las circulaciones.

perspectiva de historia global, cuando se toma la globalizacin como algo dado. Esto
significa que la aplicacin de estos enfoques en la poca de los estados-naciones plantea
desafos especficos. En otras palabras, es pertinente preguntarse si una vez adoptada una
ptica de este tipo a una situacin nacional, cuanto queda de ella que sea irreductible en su
condicin de nacional-estatal. Dicho en trminos mas abstractos, la dialctica de lo interno
y lo externo es una cuestin que se plantea en este tipo de enfoques, con mayor fuerza
cuando estamos en la poca de los estados nacionales. Es claro que la dificultad radica en
que desde el punto de partida se impone como premisa que lo definido como interno no es
tal, al menos no como tradicionalmente se ha considerado. Sin embargo, la visin que
supera la mirada nacional o nacionalista no puede desconocer que en la historia hay
tambin lejanas y desconexiones; de modo que el hecho de compartir una historia es
resultado de una historia. Pero, adems de desconexiones y lejanas, cuyo caso clsico sera
el Nuevo Mundo y el Viejo Mundo, despus de las ltimas glaciaciones y hasta a el siglo
XVI, hay tambin cierres hermticos o separaciones intencionales o impuestas por
determinados actores, por ejemplo, estados nacionales o imperiales y poderosas
instituciones religiosas. Lo mundial es un nivel de anlisis, el cual es solo posible por ser
resultado de procesos histricos concretos. Al principio hubo ecmenes y hoy vivimos en
un solo ecmene. As, la simultaneidad es el punto de llegada final de lo mundial y la
historia multipolar, el enfoque adecuado de lo mundial. Sin embargo, persiste hasta hoy
segn la expresin de Koselleck, la contemporaneidad de lo no contemporneo.
Este problema remite a la cuestin espacial en el sentido de la legitimidad y
pertinencia en la definicin de una escala de anlisis, sean estas reas culturales,
civilizaciones, y naciones. La definicin de una unidad de anlisis de este tipo se basa en el
supuesto de que en ella es posible distinguir lo que es interno, de lo que se considera
externo. Por eso, es legtimo preguntarse en el contexto de estos anlisis como ocurre la
dialctica entre lo poroso y lo hermtico. Tal vez, este problema sea indisociable de la
cuestin de las escalas, no como contenedores estticos o receptculos pasivos, a la manera
de las muecas rusas, sino como procesos de retroalimentacin, recepcin y apropiacin.
Estos enfoques tambin presentan desafos en relacin con la cuestin temporal, en
la medida en que suponen o establecen cronologas, perodos, pocas, temporalidades y
duraciones, adems de calidades o cualidades de las temporalidades y duraciones, como lo

denota la cuestin de la modernidad o las modernidades. Tambin en este caso el tiempo


homogneo y simultneo en el cual aparentemente vivimos en la poca de la globalizacin
es resultado de la historia, de una historia, es decir de cadenas de contingencias y
determinaciones. Adems, como ya se indic, an en nuestra poca no todos los que somos
contemporneos en trminos del tiempo csmico lo somos, de igual manera, en trminos
del tiempo social. En este sentido, estas historias tanto por el lado del espacio como por el
del tiempo no pueden deshacerse del problema de las desigualdades y de estas como arenas,
de conflicto, disputas y contradicciones, las cuales, por cierto, nos remiten a la cuestin de
las comparaciones, transferencias, circulaciones, conexiones y entrecruces, como procesos
que efectivamente acontecen en el espacio y el tiempo, segn determinadas lgicas o
estructuraciones.
En fin, por esta va desembocamos en una temtica central de cualquier anlisis
histrico que, en la actualidad, tiende a ser evitada porque se teme incurrir en el pecado de
los llamados grandes relatos de la Europa provinciana: la cuestin del cambio histrico
social. En efecto, a pesar de que el mundo sea un mar de flujos y circulaciones que
acontecen en las tres dimensiones y por todas partes, existen agentes o procesos histricos
que coagulan o concentran en un punto determinado un universo de interacciones y
desencadenan una serie de transformaciones que afectan al conjunto del sistema, tanto en su
estructura como en

sus interdependencias; pinsese, por ejemplo, en la revolucin

industrial que comenz precisamente en Inglaterra y no en cualquier otro lugar. En suma, es


necesario conceptualizar las conexiones en lo que respecta a su calidad, direccin, densidad
y consecuencias. As, la historias-mundo o las historias relacionales inevitablemente tienen
que enfrentarse a la pregunta porque cambi lo que cambi.
()
He llegado a la prctica de una historia relacional, en especfico me he inspirado en
la llamada historia cruzada, al intentar estudiar las historiografas de un episodio histrico
que vincul intensamente las historias de Centroamrica y Estados Unidos a mediados del
siglo; me refiero a la expedicin del filibustero William Walker que estuvo en Nicaragua
desde mediados de junio de 1855 hasta fines de abril de 1857. En efecto, la expedicin de
William Walker es un episodio central de la historia centroamericana; igualmente, es un
evento importante de la historia de Estados Unidos que se ubica en un momento crucial de

las relaciones entre los estados del norte y los estados del sur de ese pas; en fin, es un
captulo relevante en la historia de las disputas hegemnicas entre Gran Bretaa y el
ascendente imperio estadounidense. En consecuencia, la guerra contra los filibusteros no es
historia nacional, ni costarricense, ni centroamericana, ni estadounidense, sino que, en la
medida en que tambin involucr a Gran Bretaa, es una historia compartida por distintas
partes del Nuevo Mundo y del mundo atlntico. El episodio de Walker no es un caso
aislado, ya que en esta y en otras coyunturas se han entrecruzado las historias de los estados
centroamericanos con la trayectoria de la nacin-imperio, Estados Unidos. De este modo, el
fenmeno del filibusterismo puede ser visto como el entrecruce en un nico movimiento de
los procesos de formacin del Estado en el norte y en el centro del continente americano, o,
en trminos generales, en todo el hemisferio occidental. No parece muy novedoso sostener
que las historias de Estados Unidos y Centroamrica han estado entrelazadas; harto
sabemos que el primero ha influido determinantemente sobre la segunda. Sin embargo, el
enfoque aqu adoptado permite reconocer una cuestin adicional, es decir, que sus historias
han estado enredadas (entangled), de manera que tambin lo acontecido en
Centroamrica ha tenido consecuencias sobre la evolucin interna y la situacin externa de
Estados Unidos.
En conclusin, la utilidad o pertinencia de un enfoque de historias entrecruzadas se
manifiesta en mi investigacin sobre las historiografas relativas a la invasin de William
Walker a Nicaragua a un doble nivel: por un lado, el propio desarrollo histrico, ya que las
historias de Estados Unidos y de Centroamrica se entrecruzaron fuertemente en la poca
de la invasin de Walker; pero tambin las historiografas, las narrativas que se han
producido sobre esos acontecimientos, se han entrecruzado, es decir, se han retroalimentado
y han estado en dilogo continuo, a veces explcito, otras implcito, desde el momento de
aparicin de las primeras obras y hasta el presente. En suma, tanto el objeto como los
discursos sobre l producidos solo son inteligibles como resultado de sus conexiones y
entrecruces. As fue como he llegado a articular mi trabajo de investigacin con lo que
genricamente se denomina historia global.21

21

Victor H. Acua Ortega. Centroamrica: filibusteros, imperios, estados y memorias. San Jos: Editorial
Costa Rica (en prensa)

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