Que Son Las Indulgencias
Que Son Las Indulgencias
Que Son Las Indulgencias
Del libro: Javier Palacios, Cristo, ayer, hoy y siempre, Ed. Verbo Encarnado
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Para la doctrina de las indulgencias, nos remitimos a la enseanza del Catecismo de la Iglesia
Catlica.
1.- Qu son las indulgencias?
La indulgencia es la remisin ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados,
en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones consigue por
mediacin de la Iglesia, la cual, como administradora de la redencin, distribuye y aplica con
autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los santos.
2.- Cuntas clases de indulgencias hay?
La indulgencia es parcial o plenaria segn libere de la pena temporal debida por los pecados
en parte o totalmente.
3.- A quin benefician?
Todo fiel puede lucrar para s mismo o aplicar por los difuntos, a manera de sufragio, las
indulgencias tanto parciales como plenarias (CIC, can 992-994)1.
4.- Cul es la consecuencia del pecado?
Para entender esta doctrina y esta prctica de la Iglesia es preciso recordar que el pecado
tiene una doble consecuencia. El pecado grave nos priva de la comunin con Dios y por ello nos
hace incapaces de la vida eterna, cuya privacin se llama la pena eterna del pecado. Por otra parte,
todo pecado, incluso venial, entraa apego desordenado a las creaturas que tienen necesidad de
purificacin, sea aqu abajo, sea despus de la muerte, en el estado que se llama Purgatorio. Esta
purificacin libera de la que se llama la pena temporal del pecado. Estas dos penas no deben ser
concebidas como una especie de venganza, infligida por Dios desde el exterior, sino como algo que
brota de la naturaleza misma del pecado. Una conversin que procede de una ferviente caridad puede
llegar a la total purificacin del pecado, de modo que no subsistira ninguna pena (cf. Concilio de
Trento: DS 1712-1713; 1820)2.
5.- Y si Dios ya me perdon, para qu tengo que ganar indulgencias?
El perdn del pecado y la restauracin de la comunin con Dios entraan la remisin de las
penas eternas del pecado. Pero las penas temporales del pecado permanecen. El cristiano debe
esforzarse, soportando pacientemente los sufrimientos y las pruebas de toda clase y, llegado el da,
enfrentndose serenamente con la muerte, por aceptar como una gracia estas penas temporales del
pecado; debe aplicarse, tanto mediante las obras de misericordia y de caridad, como mediante la
oracin y las distintas prcticas de penitencia, a despojarse completamente del hombre viejo y a
revestirse del hombre nuevo (cf.Ef 4,24)3.
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6.- Cmo es posible nuestra remisin de las penas por los pecados?
El cristiano que quiere purificarse de su pecado y santificarse con ayuda de la gracia de Dios
no se encuentra solo. La vida de cada uno de los hijos de Dios est ligada de una manera admirable,
en Cristo y por Cristo, con la vida de todos los otros hermanos cristianos, en la unidad sobrenatural
del Cuerpo mstico de Cristo, como en una persona mstica45.
En la comunin de los santos, por consiguiente, existe entre los fieles -tanto entre quienes
ya son bienaventurados como entre los que expan en el purgatorio o los que peregrinan todava en la
tierra- un constante vnculo de amor, un abundante intercambio de todos los bienes6 en este
intercambio admirable, la santidad de uno aprovecha a los otros, ms all del dao que el pecado de
uno pudo causar a los dems. As, el recurso a la comunin de los santos permite al pecador contrito
estar antes y ms eficazmente purificado de las penas del pecado7.
7.- A quin debemos esta remisin?
Estos bienes espirituales de la comunin de los santos, los llamamos tambin el tesoro de
la Iglesia, que no es suma de bienes, como lo son las riquezas materiales acumuladas en el
transcurso de los siglos, sino que es el valor infinito e inagotable que tienen ante Dios las expiaciones
y los mritos de Cristo nuestro Seor, ofrecidos para que la humanidad quedara libre del pecado y
llegase a la comunin con el Padre. Slo en Cristo, Redentor nuestro, se encuentran en abundancia
las satisfacciones y los mritos de su redencin (cf. Heb 7,23-25; 9,11-28)89.
Pertenecen igualmente a este tesoro el precio verdaderamente inmenso, inconmensurable y
siempre nuevo que tienen ante Dios las oraciones y las buenas obras de la Bienaventurada Virgen
Mara y de todos los santos, que se santificaron por la gracia de Cristo, siguiendo sus pasos, y
realizaron una obra agradable al Padre, de manera que, trabajando en su propia salvacin, cooperaron
igualmente a la salvacin de sus hermanos en la unidad del Cuerpo Mstico10.
8- Quin distribuye las indulgencias?
Las indulgencias se obtienen por la Iglesia que, en virtud del poder de atar y desatar que le
fue concedido por Cristo Jess, interviene en favor de un cristiano y le abre el tesoro de los mritos
de Cristo y de los santos para obtener del Padre de la misericordia la remisin de las penas
temporales debidas por sus pecados. Por eso la Iglesia no quiere solamente acudir en ayuda de este
cristiano, sino tambin impulsarlo a hacer obras de piedad, de penitencia y de caridad11.
9.- Qu puedo hacer por un fiel difunto?
Puesto que los fieles difuntos en va de purificacin son tambin miembros de la misma
comunin de los santos, podemos ayudarles, entre otras formas, obteniendo para ellos indulgencias,
de manera que se vean libres de las penas temporales debidas por sus pecados12.
Indulgencia plenaria
Las siguientes oraciones y acciones, entre otras, tienen indulgencia plenaria, si se cumplen las
condiciones requeridas:
A Ti, oh Dios, te alabamos (Te Deum): 1 de enero y en la Solemnidad de Pentecosts.
Adorad postrados (Tantum ergo): Jueves Santo despus de la Misa In Coena Domini y en la
accin litrgica del Corpus Christi.
Jess dulcsimo (Acto de reparacin): rezado pblicamente el da del Sagrado Corazn.
Miradme, oh mi amado y buen Jess: Los viernes de Cuaresma.
Ven, Espritu Creador (Veni Creator): rezado pblicamente el 1 de enero y en la Solemnidad
de Pentecosts.
Rezar el Via Crucis: ante las estaciones, pasando de una a otra por lo menos quien lo dirige,
meditando las escenas si se desea, con alguna oracin vocal.
Rezo del Santo Rosario: rezndolo en una iglesia, en un oratorio, en familia, o en comunidad. Es
suficiente con rezar slo cinco de los quince misterios, con la meditacin de los misterios que se
rezan.
Adoracin al Santsimo durante al menos media hora.
Adoracin de la Cruz: en la accin litrgica del Viernes Santo.
Realizar Ejercicios Espirituales o retiros similares, al menos de tres das de duracin.
Recibir la Bendicin Papal Urbi et Orbi; tambin es vlida por radio o televisin.
Asistir al rito con que se clausura un Congreso Eucarstico.
Al sacerdote que celebra los 25, 50, 60 aos como aniversario de su ordenacin, es extensiva a
quienes le acompaen en la Santa Misa.
Lectura de la Sagrada Escritura: al menos media hora.
Visitar la iglesia parroquial en la fiesta titular y el 2 de agosto (indulgencia de la Porcincula). Lo
mismo vale para la Iglesia catedral o concatedral o para las iglesias cuasiparroquiales.
Recibir la bendicin apostlica en peligro de muerte inminente. En el caso de que no haya
sacerdote, la Iglesia concede esta misma indulgencia con tal que se haya rezado habitualmente
algunas oraciones (se suplen las tres condiciones habituales para ganar la indulgencia plenaria).
Asistir a la predicacin de algunos sermones, participando en la clausura de una Santa Misin.
Visitar una iglesia u oratorio el da de su santo Fundador, rezando un Padrenuestro y un credo.
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La indulgencia parcial puede ganarse varias veces al da, a no ser que expresamente se
establezca lo contrario.
La obra indicada para obtener la indulgencia plenaria aneja a una iglesia u oratorio consiste
en la visita piadosa de este lugar, rezando el Padrenuestro y el Credo, a no ser que en algn caso
especial se establezcan otras condiciones.
Indulgencia parcial
Las siguientes oraciones y acciones tienen indulgencia parcial. Todas las que van sealizadas
con (*) pueden alcanzar la indulgencia plenaria si se cumplen los requisitos de la misma:
A Ti, bienaventurado Jos.
A ti, oh Dios, te alabamos (Te Deum)*.
Acordaos, oh piadossima Virgen Mara.
ngel de Dios, t que eres mi custodio.
Aqu estamos, Seor, Espritu Santo.
Santos Apstoles Pedro y Pablo.
Misericordia, Dios mo (Salmo 50).
Mara, Madre de gracia y de clemencia.
Adorad postrados (Tantum ergo)*.
Oh, sagrado banquete.
Miradme, oh mi amado y buen Jess*.
Seor, a todos los que por amor (Oracin por nuestros benefactores).
Seor, Dios Todopoderoso, que nos has hecho llegar al comienzo de este da.
Bajo tu proteccin (Sub tuum praesidium).
Seor, dales el descanso eterno Esta indulgencia se aplica slo a los difuntos.
Adrote devotamente (Adoro te devote).
Alma de Cristo.
Proclama mi alma (Magnificat).
Oremos por nuestro Pontfice.
Jess dulcsimo, cuya caridad.
Desde lo hondo.
Ven, Espritu Creador (Veni Creator).
Ven, Espritu Santo (Veni, Spiritus Sanctus).
Jess dulcsimo, Redentor del gnero humano (Consagracin a Cristo Rey).
Te damos gracias