Astenosfera
Astenosfera
Astenosfera
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Resumen Este artculo contiene una revisin de la historia y contenido actual de un concepto, el
de astenosfera, clave en las modernas Ciencias de la Tierra. Definido por Barrell en 1914,
cuando Wegener diseaba su primer ataque a la Tierra inmvil, fue rescatado por los
geofsicos revolucionarios de la dcada de 1960 slo para ser secuestrado a continuacin
por algunos sismlogos y, por ltimo, devuelto al centro del escenario en la versin actual
de la tectnica de placas. Con los mejores datos geofsicos, la astenosfera se define hoy
como todo el manto superior no litosfrico. Los autores aprovechan esta revisin para
actualizar otros conceptos recientes sobre el interior de la Tierra, como son el motor de
las placas litosfricas o las avalanchas en el manto. Y destacan tambin las reas ms
inciertas, como son los procesos en la interfase manto superior-manto inferior y las
fuentes del calor interno de nuestro planeta.
Abstract This paper aims to revise the history and present meaning of the asthenosphere
concept, a keystone in modern Earth Sciences. Defined by Barrell in 1914, at a time when
Alfred Wegener was outlining his first attack on the fixed Earth, it was rescued by the
geophysicist-revolutionaries of the 60s, only to be kidnapped right afterward by some
hurried seismologists, and at last brought back centre stage with the latest version of
plate tectonics. The best geophysical data currently define the asthenosphere as the
entire upper, non-lithospheric mantle. In addition to this historical account, the article
also contains revisions of other important concepts regarding the Earths interior, such as
the engine that propels the lithospheric plates or the avalanches that silently run through
the deep mantle. It also explores some poorly-defined areas of the planets innards: the
battlefield between the upper and lower mantle, and the still elusive heat sources that
move everything down there.
Key words: History of Geology, mantle, asthenosphere, geodynamic.
INTRODUCCIN
En un artculo publicado en el ao 2002 en esta
misma revista, uno de los firmantes de este trabajo
(F. A.) realizaba una crtica al concepto de astenosfera que se manejaba hasta esa fecha en muchos libros de texto y artculos cientficos y de divulgacin.
Conclua este autor su trabajo proponiendo que
se evitara el uso de tal concepto. Sin embargo, el
trmino ha sobrevivido, aunque con un sentido que
no era el que sistemticamente se le atribua en los
tiempos iniciales de la revolucin en las Ciencias de
la Tierra. Ello ha llevado a una situacin ambigua,
que se ha extendido de forma sin duda peligrosa a
las oposiciones del profesorado de Enseanza Se-
cundaria y a los exmenes de las P.A.U. (Selectividad). La intencin principal del presente artculo es
ofrecer a los lectores de Enseanza de las Ciencias
de la Tierra una versin actualizada y fiable de los
avatares (usamos esta palabra en su sentido original, porque el concepto se ha encarnado bajo muy
variados disfraces) de este trmino de larga y muy
curiosa trayectoria en las Ciencias de la Tierra. Para
ello extenderemos la reflexin inicial, amplindola a
las distintas acepciones que gelogos y geofsicos
han atribuido al trmino de astenosfera. En el presente artculo propondremos que el concepto ssmico de astenosfera debe ser desterrado de nuestra
literatura, y evaluaremos la racionalidad y vigencia
de otras definiciones del trmino.
La idea primitiva de astenosfera tena un marcado sabor mecnico, y fue propuesta originalmente
por Barrell (1914) con el objetivo de explicar los movimientos isostticos, esencialmente verticales. Al
no tener acceso directo al manto superior, los investigadores han buscado respuestas a las preguntas
sobre su composicin, estructura y comportamiento
mecnico mediante el uso de varias tcnicas. Una
de las ms exitosas es la ssmica. No es de extraar,
por tanto, que en el alborear de la nueva tectnica
global o tectnica de placas, se aprovechase la calidad de los experimentos ssmicos, entonces en pleno desarrollo, para encontrar pruebas de la existencia de la astenosfera (por ejemplo, Anderson, 1962).
La obsesin de algunos sismlogos por hallar un
nivel global de baja velocidad de las ondas ssmicas
en el manto superior se basaba en el hecho de que
tal descubrimiento indicara una menor rigidez de
los materiales que constituyen esa regin. En los
primeros aos de la teora de la tectnica de placas
eso supondra una notable aportacin: se habra
dado con una tcnica til para observar el nivel
plstico (la astenosfera) que tericamente permita
el deslizamiento de la litosfera y que dara explicacin causal a la ingente masa de observaciones
que probaban los movimientos tangenciales de la
misma y que sustentaban la teora. De este modo, la
idea de astenosfera, que haba dado sus primeros
pasos en la ciencia como un concepto puramente
mecnico, pasaba ahora a entenderse como un concepto ssmico (es decir, basado en ltimo trmino
en la teora de la elasticidad) y dirigido a explicar
o comprender los movimientos horizontales de las
placas litosfricas.
Puesto que, como escribi memorablemente
Friedrich Schiller, ante la estupidez humana los
propios dioses se muestran impotentes, los autores
no podemos saber si los sismlogos que estaban
planteando esta arriesgada apuesta eran conscientes del riesgo implcito en ella. Un nivel de baja
velocidad no universal, o de espesor muy inferior al
tericamente necesario, estara socavando la idea
misma de la existencia de la capa de despegue, y
por tanto maniatando a las evidentemente mviles
placas litosfricas. Intentaremos demostrar en este
artculo que todo el asunto responde a una confusin terminolgica entre los conceptos de elasticidad (al que se asocia el de rigidez, como veremos
ms adelante) y plasticidad, que el propio Anderson
(1962), en su trabajo The plastic layer of the Earths
mantle, basado en informacin ssmica, contribuy
decisivamente a propagar. El punto esencial al que
atender es el siguiente: rigidez no es el contrario
mecnico de plasticidad, sino de flexibilidad. Por
lo tanto, la inexistencia de un nivel universal de
baja velocidad ssmica (de baja rigidez) no implica
correlativamente la ausencia de un nivel plstico.
Veamos por qu.
Fig. 5. A) Geotermas
tpicas del manto.
Lnea gruesa continua
(en rojo en la versin
electrnica): asumiendo
conveccin completa
del manto. Lnea gruesa
discontinua (en verde en
la versin electrnica):
asumiendo conveccin
parcialmente separada
entre el manto superior
y el inferior. Lnea
fina (en azul en la
versin electrnica):
geoterma de una lmina
subducente tpica.
Modificado de Schubert
et al. (2001). B) Perfiles
radiales de viscosidad en
el manto. Lneas negras:
modelo TBL1 (conveccin
global en el manto) de
Ranalli (1991). Lnea
continua: flujo debido al
mecanismo de powerlaw creep (plasticidad
intracristalina basada
en el movimiento de
dislocaciones, es decir,
defectos lineales de la
red cristalina). Lnea
discontinua: flujo
debido al mecanismo
de diffusion creep
(difusin de iones en
estado slido por el
interior y en los bordes
de los cristales, que da
lugar a una viscosidad
newtoniana). Banda
ancha (de color
anaranjado en la versin
electrnica): Resultados
de las inversiones del
ajuste isosttico glacial y
de datos de conveccin
en el manto basados en
informacin topogrfica.
La lnea continua
escalonada situada
dentro de la banda
ancha (de color rojo en la
versin electrnica) es la
solucin preferida para
el perfil de viscosidad
(segn Forte, 2007).
Fig. 6. A) Perfiles
reolgicos tericos de
litosferas ocenicas
de 30, 40 y 60 Ma de
antigedad (modificado
de Zheng y ArkaniHamed, 2002). En
cada caso se seala el
espesor aproximado de
la litosfera mecnica,
determinado a partir
del valor arbitrario
de resistencia de 1
MPa (Schubert et al.,
2001; Ribeiro, 2002).
B) Profundidad, en
kilmetros, de la
isoterma de 1200 C
entendida como lmite
basal arbitrario de la
litosfera continental
trmica de Europa
(modificado de Tesauro
et al., 2009). C a E)
Perfiles reolgicos
tericos de distintas
litosferas continentales
(modificado de Vauchez
et al., 1998): extendida
(C), de moderada
antigedad (D) y
cratnica (E). Comparar
los resultados del
espesor de la litosfera
mecnica (zonas
sombreadas en gris y
flechas discontnuas)
con los determinados en
Eurasia para las distintas
provincias geolgicas
y regiones de historia
tectnica contrastada
(B).
en algunos casos, se cuantifica en valores de resistencia de alrededor de 1 MPa. Tomando ese valor
como orientativo, la figura 6A permite visualizar una
litosfera ocenica cuyo grosor aumenta con la edad
(obsrvese el rpido descenso de la resistencia con
la profundidad en los segmentos curvos que caracterizan la parte dctil de la litosfera). Los modelos
trmicos de ese tipo de litosfera permiten predecir
que su espesor tiende asintticamente hacia un valor cercano a los 100 km. Los perfiles de resistencia
de la litosfera continental muestran importantes diferencias con los de la litosfera ocenica (Fig. 6 C a
E). Dependiendo de su edad y del rgimen tectnico
que la afecte, la litosfera continental siempre desde el punto de vista mecnico- puede mostrar espesores que varan desde unos pocos kilmetros (50
km en el caso de la Fig. 6C) hasta ms de 200 (unos
180 km en el caso de la Fig. 6E), lo que coincide con
los elevados valores de espesor litosfrico en cratones estimados mediante el uso de diversas tcni-
Definiciones de litosfera
Placa litosfrica
Parte de la corteza y del manto superior que se traslada coherentemente a lo largo del tiempo geolgico. Se trata de una definicin cinemtica de la litosfera. Por sus implicaciones tectnicas se la
llama tambin tectosfera. (Ranalli, 1995; Schubert et al., 2001; Ribeiro, 2002; Anderson, 2007)
Litosfera mecnica
Puede definirse como el volumen de rocas que no pueden ser deformadas ms del 1% durante
108 aos y bajo niveles de esfuerzos tpicos del manto (1 MPa). El espesor de la litosfera mecnica depende de la tasa de la deformacin considerada y del esfuerzo aplicado. Es concebida
como una capa viscoelstica. Puede distinguirse dentro de ella la esquizosfera frgil y la
plastosfera dctil. Esta ltima da paso progresivamente en profundidad a la astenosfera mecnica. La resistencia total de la litosfera permite la transmisin efectiva de esfuerzos a travs
de toda la placa, lo que es un factor clave en el movimiento de las placas tectnicas (Schubert
et al., 2001; Ribeiro, 2002; Kearey et al., 2009)
Litosfera trmica
Se concibe como la capa superior de la geosfera a lo largo de la cual se verifica un fuerte gradiente
trmico (UTBL, upper thermal boundary layer). Al mostrar una variacin continua de la temperatura con la profundidad, la definicin de su espesor es arbitraria. Como elemento de comparacin
puede establecerse dicho espesor como la profundidad a la que la temperatura es Ts+0,9(Tm-Ts),
donde Ts es la temperatura en superficie y Tm es la temperatura del manto por debajo de la UTBL.
Si esta temperatura iguala a la que determina la resistencia que define la base de la litosfera
mecnica, ambas litosferas coincidirn. (Schubert et al., 2001; Anderson, 2007)
Litosfera elstica o
flexural
Es la fraccin de la litosfera (generalmente la mitad superior) lo bastante rgida como para soportar esfuerzos elsticos sin eliminarlos durante periodos de tiempo de 109 aos. Responde
flexionndose cuando est sometida a cargas como las debidas a grandes volcanes o casquetes glaciares. El espesor elstico de la litosfera depende del esfuerzo aplicado y de la duracin
de la carga. (Schubert et al., 2001; Anderson, 2007)
Litosfera ssmica
Regin de alta velocidad ssmica situada sobre una zona de baja velocidad relativa (seismic lid).
(Anderson, 2007)
Litosfera qumica
El manto litosfrico puede tener una composicin distinta (harzburgtica, lherzoltica) a la del
manto infrayacente, lo que justifica hablar de una litosfera qumica en ciertos casos. (Anderson,
1995; 2007)
Tabla I. Definiciones de
litosfera.
Fig. 7. Modelos de
perfiles de velocidad
de las ondas ssmicas
de cizalla (modificado a
partir de la compilacin
realizada por Gaherty et
al., 1999), asumiendo
un comportamiento
istropo de las rocas
atravesadas por dichas
ondas, para contextos
ocenicos (izquierda),
continentales (centro)
y promedio (derecha:
PREM, Preliminary
Reference Earth
Model). En gris claro
se seala la llamada
zona de transicin
entre el manto
superior y el inferior,
es decir, la regin
comprendida entre las
discontinuidades de
los 410 y los 660 km de
profundidad.
Fig. 8. Representacin
idealizada de la divisin
geoqumica (izquierda)
y mecnica (derecha)
de la geosfera y,
especialmente, del manto
terrestre. Aunque no
es frecuente, tambin
recibe el nombre de
discontinuidad de
Gutenberg el lmite
ssmico litosferaastenosfera (Schmerr,
2012), como se puede
apreciar en la tabla II.
Los espesores indicados
para continentes y
ocanos representan
valores promedios del
espesor cortical. Esta
representacin es til
para entender de manera
sencilla, de un vistazo,
los grandes rasgos de
las principales unidades
qumicas y mecnicas del
interior del planeta, pero
debe notarse que no pasa
de ser un esquema muy
simplista y ofrece una
imagen excesivamente
organizada de la realidad.
Una visin ms ajustada
de la heterogeneidad
que parece dominar en el
manto puede obtenerse
de la lectura del texto y
de otras figuras de este
trabajo, especialmente la
figura 10.
Definicin de la astenosfera como la esfera dbil necesaria para la compensacin isosttica. La litosfera sera 100 veces ms resistente que la astenosfera.
Bajo la litosfera se encuentra el nivel blando, fcilmente deformable del manto al que llamamos astenosfera.
Park (1988)
Condie (1997)
Debido a sus mayores temperaturas, las rocas por debajo de la litosfera pueden fluir por
creep viscoso en estado slido. Se denomina astenosfera a esta regin.
Turcotte
(2002)
Las rocas slidas bajo la litosfera estn lo suficientemente calientes como para ser capaces
de deformarse con facilidad; estas rocas constituyen la astenosfera, nivel con relativamente
baja resistencia situado bajo la litosfera.
Schubert
Se ha comprendido desde hace mucho que para que las grandes estructuras alcancen el
equilibrio isosttico, la capa exterior de la Tierra debe descansar sobre una capa dbil que se
deforme por flujo. Este concepto ha cobrado fundamental importancia desde que se puso en
evidencia que las subdivisiones de la Tierra que controlan los movimientos de las placas tectnicas deben ser de naturaleza reolgica, ms que composicional () La litosfera se sita
sobre la astenosfera, que es una capa mucho ms dbil y reacciona a los esfuerzos como un
fluido () y los movimientos relativos de las placas tienen lugar sobre la astenosfera () Se
piensa que la astenosfera se extiende hasta una profundidad cercana a los 700 km.
Braun (2010)
De acuerdo con los principios de la isostasia, la litosfera (la capa rgida, externa de la Tierra,
de unos 100 km de grosor) flota sobre la astenosfera menos viscosa, o manto superior.
Gutenberg (1926)
La astenosfera redefinida como la zona de baja velocidad ssmica situada bajo la litosfera. Se
atribuye la baja velocidad ssmica a la presencia de fusin parcial en el manto.
La ausencia de una zona de baja velocidad bajo estas races de alta velocidad (en el Este
de Norteamrica) puede indicar que no hay astenosfera mecnica bajo el cratn. (Ntese
cmo, aunque en clave negativa, asimilan el concepto de astenosfera incluso su definicin
mecnica!- al del nivel de baja velocidad ssmica.)
Capa homognea, bien mezclada y empobrecida geoqumicamente (depleted layer). Para muchos petrlogos y geoqumicos constituye la fuente de los MORB (mid-ocean ridge basalts).
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La tomografa ssmica ha mostrado la penetracin de las lminas litosfricas hasta la discontinuidad de los 660 km. En algunos casos la litosfera
queda estacionada a esa profundidad, en otros la
atraviesa sin aparente dificultad. Continuando con
el ejemplo del balandro, al hundirse y llegar al fondo
del lago encuentra una muy gruesa capa de lodo, una
especie de arenas movedizas, de modo que puede
quedar apoyado momentneamente sobre ella antes
de ser engullido o, si baja con la suficiente energa,
continuar hundindose sin solucin de continuidad,
aunque a menor velocidad que en el agua. En ambas
situaciones, la geometra de las lminas subducidas,
que, a pesar de los desgarros (Fig. 9) u otras modificaciones que sufre en su descenso a travs del manto superior, sigue siendo tabular, parece cambiar por
debajo de la discontinuidad de los 660 km, como
consecuencia de las nuevas condiciones de presin,
espacio disponible, temperatura de la lmina subducente, y resistencia del manto inferior, de modo
que la lmina se repliega, se desorganiza y puede
caer en forma de grandes columnas hacia la capa D
(Schubert et al., 2001; Morra et al., 2010). El hecho de
que las velocidades relativas de las columnas o penachos ascendentes en el manto inferior sea al menos
un orden de magnitud ms lento que los movimientos
de las placas, es compatible con un manto superior
(astenosfera mecnica) menos viscoso que el inferior.
Las dorsales ocenicas provocan, por su parte, un
patrn de circulacin somera del manto superior, forzada por el movimiento de las placas. Estos ascensos
del manto superior estn compensados, gracias a la
baja viscosidad de la astenosfera, por unos flujos de
retorno que se acomodan a la geometra cambiante
de las placas y a su eventual subduccin, formando
un patrn abierto de circulacin convectiva somera,
variable con el tiempo y condicionado cinemticamente (por ejemplo, Fig 9).
Todas estas observaciones sugieren que el
comportamiento mecnico diferenciado del manto
inferior y el superior son aspectos a tener muy en
cuenta en cualquier modelo general de conveccin.
La astenosfera, con su definicin mecnica tal y
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CONCLUSIONES
No slo la biosfera evoluciona: tambin lo hace
la geosfera. El trmino astenosfera, definido ahora
hace cien aos, ha cambiado profundamente. Ya
no es el nivel de despegue de 100 o 200 kilmetros
de grosor extrapolado a base de datos ssmicos incompletos: ahora abarca todo el manto superior no
litosfrico, y su principal frontera, tanto fsica como
cientfica, es precisamente la interfase con el manto
inferior, un nivel clave (como lo es igualmente la base
del manto, el nivel D) sobre el que hemos de esperar
apasionantes novedades en el futuro inmediato.
AGRADECIMIENTOS
Este artculo es, en buena medida, el resultado
de la inquietud mostrada a lo largo de los ltimos
aos por los profesores de numerosos centros de
Enseanza Secundaria de todo el pas, quienes, de
una u otra manera, nos han ayudado a reflexionar
e intentar aclarar con ms precisin nuestras ideas
sobre la astenosfera. A ellos queremos dedicarles
este trabajo. Agradecemos el apoyo recibido por la
Universidad de Huelva para la redaccin del manuscrito. Los profesores Jos Mara Tuba, de la Universidad del Pas Vasco, Gabriel Gutirrez Alonso, de
la Universidad de Salamanca, y Luisa Quintanilla
(profesora del IES Ramiro de Maeztu, Madrid) han
enriquecido notablemente este trabajo con su constructiva revisin del manuscrito original.
BIBLIOGRAFA
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