Ezequiel Soria
Ezequiel Soria
Ezequiel Soria
El Deber (...)
Wenceslao: -Qu vida ms atrasada. Sobre andar uno pobre, los
negocios de las mujeres lo embarullan ms. Los celos de la Josefina
por un lado, las peleas con doa Giacumina por otro, pa final lo
ofendido que est conmigo Pascual, me tienen la cabeza ms
caliente que un asador al fuego. Es que las mujeres a veces
emborrachan ms que el vino. A veces pienso no ocuparme ms que
de la chata y los mancarrones, trabajar mucho, ver si le pianto al
patrn algn viaje que me de pa la copa y volverle la espalda a
tuitas las hembras; pero ellas pa hacer el amor no pagan patente, se
le atraviesan a uno en el medio, y ya metido uno en el medio, no hay
medio de volverse pa tras. Y luego que si me paro en una esquina,
me requinto el chamberguito y me pongo as como distrado a
cantar entre dientes algn estilo, ya se sabe, cuanta vaga pasa por
cerca de m la hago de fijo palpitar; se me acerca, me sonre, me
echa unas miradas ms puntiagudas que la punta de un cuchillo, nos