Teorías Criminológicas
Teorías Criminológicas
Teorías Criminológicas
Publicado en Criminologa
Teoras criminolgicas
Para Hilda Marchiori (2002) existen diferentes enfoques sobre la criminalidad que
corresponden a distintas etapas histricas de la Criminologa. As, dichos enfoques
abordan de diferente manera al delito y al delincuente, la criminalidad y -recientemente- a
la vctima; las tres corrientes son complementarias de un enfoque individual, grupal e
institucional sobre la criminalidad y observan con preocupacin la temtica victimolgica y
los procesos de victimizacin social e institucionalizante.
Actualmente la criminologa ha comenzado a ocuparse de la vctima, desde las diferentes
teoras y disciplinas.
a)
Criminologa
Clnica
Se refiere a la criminologa
tradicional que parte del
estudio del individuo, de su
enfoque
antropolgico,
mdico,
psicolgico
y
psicopatolgico.
La criminologa clnica se basa
en el mtodo clnico y en la
interdisciplina para conocer al
individuo que cometi el delito
y
a
la
vctima.
Las aportaciones de Cessare
Lombroso en el conocimiento
del delincuente, adems de
servir para la constitucin de la
criminologa
como
una
disciplina cientfica fungieron
BIBLIOGRAFA
Marchiori,
H.
(2002).
Criminologa. La vctima del
delito.
Mxico:
Porra.
b)
Fuente:
http://zip.rincondelvago.com/00
049607
Fuente
de
imagen:
http://bp1.blogger.com/_kXvt40
PBbLQ/R2M_on9GcsI/AAAAA
AAAAD0/8m73CFi_sNo/s1600
-h/criminologia-ycriminalistica.png
http://www.criminalistica.com.mx/areas-forenses/criminologia/1055-teoriascriminologicas
Psicologa
Criminolgica
Temas sobre la criminologa con base a la psicologa criminolgica
PSICOLOGIA CRIMINOLOGICA
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nato de Lombroso, hasta las que radican todas las causas en el ambiente, como la
afirmacin de Rousseau: "El hombre nace bueno y la sociedad lo corrompe"; este
es uno de los interrogantes que pretenden aclarar la Psicologa Criminolgica; por
otra parte, analiza el delito en relacin con la herencia, con los trastornos mentales,
con la educacin, con la capacidad mental.
Con frecuencia se afirma la existencia de una relacin entre delito y la locura y es
an asunto de discusin; pero la historia delictiva nos muestra que s existe tal
relacin, adems los disturbios psicolgicos son causa y razn de mltiples
actitudes antisociales.
Hemos visto como una personalidad mal formada es particularmente susceptible de
cometer crmenes, principalmente por su falta de resistencia a la frustracin, su
menor capacidad de manejar agresividad, su escasa aptitud de adaptacin, pues
varias investigaciones de la mentalidad de los criminales, maleantes, delincuentes y
otros tipos antisociales, han demostrado, que casi todas las personas de esa clase
son de mentalidad baja.
Asimismo afirmamos que las carencias intelectuales, durante el desarrollo, pueden
ser causa de conductas antisociales, principalmente por la falta de entendimiento
de los principios erticos, morales y jurdicos. Creemos que la delincuencia es una
de las manifestaciones de la desadaptacin ms comunes.
El trmino desadaptacin puede considerarse desde diversos puntos de vista:
del penal, por ejemplo, las personas que estn alojadas en un dormitorio, o un
grupo de detenidos que llega.
Institucional. Se refiere a conocer las caractersticas psicolgicas que presenta la
institucin o la organizacin.
Tratamiento. La base de un adecuado tratamiento es indudablemente un correcto
psicodiagnstico. El tratamiento penitenciario intenta modificar, atenuar la
agresividad del individuo antisocial (Socipata), hacer conscientes aspectos
inconscientes en cuanto a sus conductas patolgicas, sensibilizarlo en cuanto a su
afectividad, favorecer relaciones interpersonales estables, lograr que puede
canalizar sus impulsos y verbalizar su problemtica.
CODIGO ASESINO
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Perfil Criminolgico
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Para la realizacin del criminal profiling, el profiler (perfilador) debe analizar varios
elementos del crimen, entre ellos el anlisis de la escena del crimen. Este trabajo
pretende asomarse a ese anlisis, mostrando cul sera las fases, las cuestiones
que debe plantearse y la informacin que se puede extraer para la elaboracin del
profiling.
La perfilacin criminal es una tcnica de investigacin criminolgica derivada del
anlisis que se realiza a los diferentes patrones conductuales en los agresores
conocidos; para con ello definir y crear tipologas (perfilacin criminal inductiva) y
as auxiliar en la resolucin de crmenes en los casos donde se desconoce al
Segn esta c
lasificacin cada tipo de delincuente se
relacionara con un tipo de delito, as los leptosmicos son propensos al hurto, los
atlticos a crmenes donde se use la violencia y los pcnicos al engao y el fraude.
Las anteriores aportaciones tienen un fuerte componente biologicistas y fueron
siendo abandonadas por la poca utilidad que ofreca, as como por sus carencias
cientficas.
Posteriormente y junto con el desarrollo que la psicologa iba atesorando, las teoras
dejaron a un lado las caractersticas fsicas para detectar a criminales y empezaron
a usar caractersticas psicolgicas.
1957. USA. Brussel compara conductas delictivas con conductas de pacientes
mentales. Su perfil del Bonbardero de Nueva York puede ser considerado el primer
perfil psicolgico criminal.
32 paquetes explosivos en Nueva York en ocho aos. Brussel examin las escenas
de los crmenes y dio un perfil a la polica. El bombardero es un inmigrante de
Europa de entre 40- 50 aos que viva con su madre. Hombre que era muy aseado
y que por la forma redondeada de sus w adoraba a su madre. y detestaba a su
padre. Predijo que en su detencin vestira un traje cruzado y abotonado.Poco ms
tarde, y tras las pistas aportadas por Brussel, George Metesky, un empleado
enfadado de la compaa donde puso el primer artefacto fue detenido, llevaba un
traje cruzado y abotonado.
Segn Brussel, su perfil fue fruto del uso del razonamiento deductivo, su
experiencia y el clculo de probabilidades. Brussel apunt hacia un hombre
paranoico, trastorno que tarda alrededor de 10 aos en desarrollarse, lo que, junto
a la fecha de la primera bomba le llev a la edad del perfil. Este trastorno explica el
resentimiento perdurable, la pulcritud y perfeccin de sus acciones y artefactos, as
como su vestimenta. Las notas que dejaba permitieron evaluar su procedencia,
pareca como si estuviera traduciendo, lo que nos lleva a un inmigrante, en
concreto del Este de Europa, donde histricamente se ha usado las bombas como
armas de terrorismo.La exactitud del perfil tuvo una gran repercusin en la polica,
que empez a respetar y a usar las aportaciones que la psicologa poda hacer en
este tipo de casos.
A pesar de que era an una tcnica poco precisa y con fallos, como se demostr
entre otros, en los casos del Estrangulador de Boston, el perfil criminal fue ganando
aceptacin y demanda. A esto ayud el aumento de homicidios en los que el
asesino no era una persona conocida para la victima, lo que complicaba su
resolucin a la polica.
1970.USA. A partir de esta fecha, resulta vital para el desarrollo de esta tcnica
las aportaciones y desarrollos realizados por el FBI. El perfil psicolgico del criminal
queda establecido como tcnica de investigacin policial para resolver los casos
difciles, se crea la Unidad de Ciencias del Comportamiento en el FBI, unidad
especializada en el diseo de este tipo de perfiles. Agentes del FBI se preocupan
por este tema y se van especializando, entre ellos Robert Ressler. Ressler entrevist
a cientos de criminales violentos en las crceles, analiz y sistematiz toda esa
informacin en el Proyecto de Investigacin de la Personalidad Criminal, creado por
l mismo y empezaron a documentar ciertos patrones y comportamientos de
asesinos.Una de sus mayores aportaciones fue la del trmino de asesino en serie".
1. Asesinos en serie Organizados: Muestran cierta lgica en lo que hacen, no
sufren trastornos mentales que puedan explicar en parte lo que hace, planifican sus
asesinatos, son premeditados y nada espontneos, suelen tener inteligencia normal
o superior, eligen a sus victimas y las personaliza para que exista una relacin entre
l y su presa.
2. Asesinos en serie no Organizados: Sus actos no usan la lgica, suelen
presentar trastornos mentales que se relacionan con sus aberrantes actos, tales
como la esquizofrenia paranoide. No selecciona ni elige a sus victimas, ya que sus
impulsos de matar le dominan tanto que improvisa, acta espontneamente y con
una mayor carga de violencia y saa sin ningn mensaje. Su deterioro mental hace
tambin que no se ocupe de la escena del crimen ni haga nada especial para no ser
detenido. No quiere relacionarse con su vctima, solo destruirla.
Esta clasificacin es actualmente usada en el desarrollo de perfiles, aunque en
muchas ocasiones no existen los asesinos organizados o desorganizados puros y
son ms mezcla de ambos. No obstante la divisin s ha resultado fructfera y de
gran ayuda a la hora de perfilar un asesino ya que dentro de su clasificacin, las
caractersticas que describen a uno y a otro tipo de asesino si tiene una gran
consistencia estadstica. Los trminos de organizados y desorganizados son, como
dice Ressler, de fcil uso para los policas porque se escapa un poco de la
terminologa psicolgica y mdica.
A partir de las aportaciones del FBI, la tcnica del Perfil criminal ha ido
evolucionando y adoptndose por otros cuerpos de polica de otros pases. Adems,
se han creado diversas titulaciones acadmicas, agencias y organizaciones privadas
encargadas de realizar perfiles criminales.
Aunque no hay y posiblemente no haya un sistematizacin absoluta de esta tcnica,
es en gran parte como dice Ressler un arte, el perfil ha quedado incluido como una
tcnica de investigacin criminal.
3. MBITOS DE APLICACIN DEL PERFIL CRIMINOLGICO.
Generalmente, el uso del perfil criminolgico se restringe generalmente a crmenes
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Los principales oprecursores de la Criminologa son: Csar Lombroso, Rafael
Garfalo, y Enrico Ferri.
CSAR LOMBROSO.
Naci en Verona, Italia, el 6 de noviembre de 1835, judo, de posicin desahogada,
tuvo una infancia fcil y llena de gratificaciones. A los 15 aos escribi sus primeras
dos monografas: La Historia de la Repblica Romana y un ensayo sobre la
Agricultura de Roma Antigua. Estudi medicina y realiz su tesis doctoral con el
nombre de Estudio sobre Cretinismo en Lombarda. En 1858, va al Hospital de
Santa Eufemia en Pavia, y obtiene permiso para practicar, fundando ms tarde una
seccin de enfermos mentales. En 1863 escribe: "Medicina Legal para Enajenados
Mentales".
Observando crneos de delincuentes, Lombroso consider que el criminal lo es por
ciertas deformidades craneales. Su objetivo era encontrar un criterio diferencial
entre un enfermo mental y el delincuente; as comienza a elaborar lo que l mismo
llamara: "ANTROPOLOGA CRIMINAL".
En 1872 publica 'Memorias sobre los Manicomios Criminales', en donde expone las
primeras ideas sobre la diferencia que hay entre el delincuente y el loco, y sus ideas
respecto a que el delincuente es un enfermo con malformaciones muy claras.
Lombroso considera que es necesario que existan manicomios para criminales, y
que los locos no estn en las prisiones, sino que se les interne en instituciones
especiales; pero tambin expone la necesidad de que si esos enfermos han
cometido algo antisocial no se les mande con los dems psicticos, porque son una
amenaza, sino que plantea la creacin de manicomios especializados para
criminales.
Otra de sus obras, 'El Genio y la Locura', le sirve para exponer la teora de que en
realidad todos los genios estn locos, que el genio es un anormal, y para sostener
que del genio a la locura o de la locura al genio, no hay ms que un paso.
En 1876 publica el TRATADO ANTROPOLGICO EXPERIMENTAL DEL HOMBRE
DELINCUENTE, en el cual Lombroso expone su teora. Se puede decir que con dicha
obra comienza la Criminologa como ciencia.
En 1885 se realiza el Primer Congreso de Antropologa Criminal, en Roma, y sus
ideas son receptadas con gran entusiamo; sin embargo, en 1889 se aprueba el
nuevo Cdigo italiano siguiendo las ideas de la Escuela Clsica, sin incluir ningn
concepto de la Escuela Positiva.
Lombroso muere el 18 de octubre de 1909, a los 75 aos de edad, y dejando un
gran legado a la historia no slo de la criminologa, sino de la medicina y de la
ciencia en general, es sin duda un gran precursor e iniciador de la criminologa.
ENRICO FERRI.
Naci en San Bernardo Po, Manta, el 25 de febrero de 1856. Present su tesis en
la que trata de demostrar que el libre albedro es una ficcin, y que debe
substituirse la responsabilidad moral por una responsabilidad social. En 1882, Ferri,
realiz estudios sobre la pena y public el libro titulado Socialismo y Criminalidad.
En 1912 se aprueba la creacin de un Instituto de Derecho Penal en la Universidad
de Roma; Ferri es llamado a dirigirlo y lo denomina "Scuola di Applicazione
Guirdico-Criminale". El curso era dividido en cuatro partes: el delincuente, el delito,
las sanciones y el procedimiento.
Ferri se caracteriz por que se dedic a lograr que Italia tuviera un cdigo penal de
corte positivista, y en 1921 se presenta el proyecto realizado por una comisin
presidida por el mismo Ferri en la que participaron representantes de diversas
escuelas, no es un cdigo cien por ciento positivista; pero satisface a la mayora.
Sin embargo, la situacin politca dificult la aprobacin del proyecto, el partido
fascista lleg al poder y se form una nueva comisin de que tom parte Ferri. Por
desgracia, Ferri no alcanz a ver promulgado el nuevo cdigo, pues muri en el ao
de 1929, siendo el cdigo aprobado en 1930.
Durante sus ltimos aos Ferri desarroll una infatigable labor acadmica, viajo a
Sudamrica y a varios pases europeos, particip en mltiples congreso.
RAFAEL GARFALO.
Nace en Npoles, Italia, en 1851. Antes de formar parte de la Escuela Positiva,
Garfalo, haba ya publicado algunos escritos, que serian de mucha importancia
para la nueva escuela, pues daba las bases y la orientacin jurdica necesaria,
adems de conceptos como: peligrosidad y prevencin especial y general. Entre sus
obras se destacan: 'Estudios recientes sobre la Penalidad', 'Criterio Positivo de la
Penalidad' y su trabajo principal: "Criminologa".
La gran preocupacin de Garfalo fue la aplicacin de la teora Criminolgica a la
prctica, tanto en el aspecto legislativo como en el judicial, as, hace el primer
esquema de las penas de acuerdo no al delito, sino a la clasificacin del
delincuentes. Aparte de las diferencias filosficas, su desacuerdo con sus colegas
fue en cuanto al determinismo absoluto, que no poda aceptar, y en cuanto a la
pena de muerte, de la cual Garfalo era un ferviente partidario.
Garfalo particip en diversos Congresos Internacionales de Antropolgia Criminal y
fue profesor de la universidad de Npoles.
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Erikson acepto muchas de las ideas de Freud, difiri de ste en dos aspectos
importantes. Primero Erikson hizo hincapi en que los nios son curiosos y activos
exploradores que buscan adaptarse a sus ambientes, ms que esclavos pasivos de
impulsos biolgicos moldeados por sus padres.
Ericsson ha sido clasificado como un psiclogo del yo debido a que crea que, en
cada etapa de la vida, las personas deben afrontar realidades sociales (en la
funcin del yo) a fin de adaptarse con xito y exhibir un patrn normal de
desarrollo. Por lo tanto, en su teora el yo es mucho ms que un simple rbitro de
las demandas opuestas del ello y supery.
Una segunda diferencia crtica es que Erikson otorga mucha menor importancia a
los impulsos sexuales y mucha mayor a las influencias culturales.
Es claro que el pensamiento de Erikson fue moldeado por sus propias y variadas
experiencias.
Analiza y extiende la teora de Freud al concentrarse menos en el instinto sexual y
ms en determinantes socioculturales importantes del desarrollo humano.
Segn Erikson, las personas progresan a travs de una serie de ocho conflictos
psicosociales que comienza con la confianza contra la desconfianza en la infancia y
concluyen con la integridad contra la desesperacin en la vejez.
Cada conflicto debe ser resuelto a favor del rasgo positivo (confianza, por ejemplo),
a fin de lograr un sano desarrollo.
ETAPAS DE DESARROLLO DE ERIKSON
Confianza bsica contra desconfianza
Edad aproximada.-Nacimiento a 1 ao
Hechos significativos e influencias sociales:Los bebs deben aprender a confiar en
otros para que atiendan sus necesidades bsicas. Si los cuidadores muestran
rechazo o incongruencia, el beb puede percibir el mundo como un lugar peligroso
lleno de personas que no son de fiar o inseguros. El cuidador primordial es el
agente social clave.
Autonoma contra vergenza y duda
Edad aproximada.-1 a 3 aos
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Desarrollo Cognoscitivo
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*Sensoriomotora
-Edad: Nacimiento a 2 aos
-Esquemas o mtodos bsicos para representar la experiencia:Los bebs
aplican sus capacidades sensoriales y motoras para explorar y obtener una
compresin bsica del ambiente. Al nacer, slo tienen reflejos innatos con los que
enfrentan al mundo. Al final del periodo sensoriomotor pueden efectuar
coordinaciones sensoriomotoras
-Desarrollos principales:Los bebs adquieren un sentido primitivo del yo y los
otros, aprenden que los objetos continan existiendo cuando estn fuera de la
vista (permanencia de objeto) y comienzan a internalizar esquemas conductuales
para producir imgenes o esquemas mentales.
*Preoperacional
-Edad: 2 a 7 aos
-Esquemas o mtodos bsicos para representar la experiencia:Los nios
usan el simbolismo (imgenes y lenguaje) para representar y comprender diversos
aspectos del ambiente. Responden a objetos y hechos de acuerdo con la forma en
que las cosas parecen ser. El pensamiento es egocntrico, lo que significa que los
nios piensan que todos perciben el mundo de la misma forma que ellos.
-Desarrollos principales:Los nios incrementan su imaginacin en sus
actividades ldicas. En forma gradual comienzan a reconocer que las otras personas
siempre perciben el mundo como ellos.
*Operaciones Concretas
-Edad: 7 a 11 aos
-Esquemas o mtodos bsicos para representar la experiencia:Los nios
adquieren y utilizan operaciones cognoscitivas (actividades mentales componentes
del pensamiento lgico)
-Desarrollos principales:Los nios ya no son engaados por las apariencias. Al
*Operaciones Formales
-Edad: 11 aos en adelantar
-Esquemas o mtodos bsicos para representar la experiencia:Las
operaciones cognoscitivas de los adolescentes son reorganizadas en forma que les
permite operar sobre las operaciones (pensar respecto al pensamiento). En esta
etapa el pensamiento es sistemtico y abstracto.
-Desarrollos principales:El pensamiento lgico ya no esta limitado a lo concreto u
observable. Los adolescentes disfrutan ponderando cuestiones hipotticas y, como
resultado, pueden convertirse en seres idealistas. Son capaces de aplicar el
razonamiento deductivo sistemtico que les permite considerar muchas soluciones
posibles a un problema y escoger las respuestas correctas.
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Las teoras psicoanalticas se refieren primordialmente, al desarrollo emocional del
nio, pero han puesto poca atencin en los aspectos cognoscitivos, perceptibles,
lingsticos, o del desarrollo comportamental del nio.
Freud llam psicosexuales a sus etapas de desarrollo debido a que les
asigna un papel preponderante a los instintos sexuales el la formacin y
desarrollo de la sexualidad, para l el mejor camino para entender el
significado de la sexualidad, particularmente en la infancia y en la niez,
es compararla con cualquier placer sensual.
Etapa Oral (Nacimiento-1 ao): El instinto sexual se encuentra en la boca, que los
bebes obtienen placer en actividades orales como chupar, morder y masticar. Las
actividades de alimentacin son importantes en particular. Por ejemplo un beb
destetado demasiado pronto o en forma abrupta puede ansiar ms tarde el
contacto ntimo e incrementar excesivamente su nivel de dependencia con respecto
a su cnyuge.
Etapa Anal (1 a 3 aos): La miccin y defecacin voluntarias se convierte en los
mtodos primordiales de satisfacer el instinto sexual. Los procedimientos de
entrenamiento para el control de esfnteres producen serios conflictos entre los
nios y los padres. El clima emocional que crean los padres puede tener efectos
duraderos. Por ejemplo, los nios que son castigados por "accidentes" en el control
de esfnteres pueden transformarse en seres inhibidos, desordenados o
derrochadores.
Etapa Uretral: Se considera como una fase de transicin entre la fase anal y la
flica. El erotismo uretral se refiere al placer de orinar, as como el placer de retener
la orina, similar al de retener las heces. La funcin uretral puede investirse de
cualidades sdicas que reflejan impulsos anales sdicos persistentes. Se puede
presentar la envidia del pene. La resolucin de los conflictos uretrales sienta las
bases de la identidad genrica y las consiguientes identificaciones.
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INTRODUCCIN
El delincuente es la persona fsica que lleva a cabo la conducta delictiva. Al delincuente,
tambin se le llama agente o criminal, independientemente de su edad, sexo o
nacionalidad.
Antes de analizar ste apartado, cabe precisar de manera categrica que es impropio
llamar delincuente al imputable, pues ste no delinque, ya que por su especial situacin de
incapacidad, queda al margen del derecho penal.
En la terminologa jurdico penal, tambin se conoce al delincuente como sujeto activo o
agente; en la criminologa tambin se le llama criminal o antisocial, e incluso desviado; en
OBJETIVO
Al trmino del presente trabajo, el lector comprender los conceptos bsicos t tendr los
conocimientos y habilidades referentes a la teora del delincuente.
Tambin podr identificar, explicar y analizar la importancia de los siguientes temas:
El Delincuente; Muchedumbre delincuente; Nocin de delincuente y sus diversas
denominaciones; Teora del delincuente nato; Reincidencia; Habitualidad; Delincuencia
Profesional; Identificacin del delincuente; Participacin; Encubrimiento; Asociacin
delictuosa; Pandilla; Muchedumbre delincuente.
TEORA DEL DELINCUENTE
GENERALIDADES
No todos los textos del Derecho Penal incluyen un captulo dedicado al estudio del
delincuente, sin embargo, si se considera lo expuesto al inicio de sta memoria, respecto a
que el Derecho Penal gira en torno a la Ley, el delito, el delincuente y la pena, no se podr
pasar por alto al protagonista del crimen.
Sera absurdo tratar solo el punto de vista jurdico como si el delito fuera una abstraccin,
cuando en realidad se trata de un acontecimiento que existe a causa del sujeto activo.
Aunque a la Criminologa corresponde analizar a fondo al criminal desde su enfoque
interdisciplinario (sociologa, biologa, antropologa y psicologa principalmente), tambin
es cierto que desde el punto de vista del Derecho Penal se pueden apreciar ciertos
aspectos necesarios para comprender los problemas que ofrece esta ciencia jurdica.
La experiencia diaria, demuestra como en ocasiones el delincuente nos produce un dao.
En tales situaciones afrmese la existencia del delincuente.
EL DELINCUENTE
Recordando la afirmacin constante de Quiroz Cuarn, quin deca no existen
sumaria un fordo de verdad de la justicia penal, pero que reviste caracteres de pasin,
constituyendo una venganza colectiva.
Quin rompe la paz, pierde la guerra. El individuo que lesiona, hiere o mata a otro, no
tiene derecho a la proteccin comn, pierde la paz contra l y tienen los ofendidos derecho
a la guerra, derecho que a su vez lleva a constituir un deber ineludible como venganza de
familia.
MUCHEDUMBRE DELINCUENTE
La muchedumbre delincuente es la reunin de individuos en forma desorganizada y
transitoria que, en ciertas condiciones, comete algn delito.
Existen estudios muy interesantes acerca de la sicologa de la muchedumbre que
adquiere, pues en cada caso el sujeto reacciona de manera diferente, pero grupalmente
adquiere otro comportamiento, influido cada uno por sugestin, miedo y contagio.
NOCIN DEL DELINCUENTE
Delincuente es la persona fsica que lleva a cabo la conducta delictiva. Al delincuente
tambin se le llama agente o criminal, independientemente de su edad, sexo o
nacionalidad.
Cabe insistir de que se trata de una persona fsica, para erradicar el error de creer que
tambin la persona jurdica o moral puede serlo.
Tambin se reitera que los animales slo son instrumentos que eventualmente utiliza el
hombre, pero la responsabilidad recae en el ser humano.
Antiguamente, dada la investidura de ciertas personas, cuando cometan algn delito se
les llegaba a suplantar por un animal o cosa para que se aplicara la justicia y el delito no
quedara impune, pero a la persona responsable se le exoneraba de sufrir la humillacin
del castigo, de ah la conocida expresin de chivo expiatorio, por que el que expiaba la
culpa del delincuente era un chivo, sacrificado mediante la hoguera.
Tambin existi la llamada pena en efigie, cuando se haca un mueco que ocupaba el
lugar del delincuente, mueco que era colgado o quemado.
DIVERSAS DENOMINACIONES
Antes de analizar ste apartado, cabe precisar de manera categrica que es impropio
llamar delincuente al inimputable, pues ste no delinque, ya que por su especial situacin
de incapacidad queda al margen del Derecho Penal.
En la terminologa jurdico penal, tambin se conoce al delincuente como sujeto activo o
agente; en criminologa se le llama criminal o antisocial, e incluso desviado; en el Derecho
Procesal puede conocerse como indiciado, presunto responsable, inculpado, procesado,
sentenciado y reo. La distincin entre cada uno de stos ltimos trminos atiende a cada
fase del proceso penal, incluida la pos penal, o sea, aqulla en la que el sujeto est
cumpliendo la pena.
En el Derecho Penal (sustantivo), al sujeto activo del delito se le llamar de manera
indistinta delincuente o agente.
El delincuente tambin se le conoce como sujeto activo, que es la persona fsica que
comete el delito; se llama tambin agente o criminal.
Es conveniente afirmar, desde ahora, que el delincuente ser siempre una persona fsica.
Cada tipo (descripcin legal de un delito), seala las calidades o caracteres especiales que
se requieren para ser sujeto activo (delincuente); slo la mujer podr ser activo de aborto
procurado; nicamente el descendiente consanguneo en lnea recta puede ser un
parricida, etc.
Los dems aspectos relativos al sujeto activo se vern dentro de la teora del delincuente.
Nunca una persona moral o jurdica, podr ser sujeto activo de algn delito; cabe
mencionar, que en ocasiones, aparentemente, es la institucin la que comete un ilcito,
pero siempre habr sido una persona fsica la que ide, actu y, en todo caso, ejecut el
delito.
El sujeto pasivo es la persona fsica o moral sobre quin recae el dao o peligro causado
por la conducta del delincuente. Por lo general se le denomina tambin vctima u ofendido,
en cuyo caso una persona jurdica puede ser sujeto pasivo de un delito, como los delitos
patrimoniales y contra la nacin entre otros.
En principio, cualquier persona puede ser sujeto pasivo, sin embargo, dadas las
caractersticas de cada delito en algunos casos el propio delito seala quin puede ser y
en que circunstancias, por ejemplo, en el estupro slo la mujer menor de 18 y mayor de 12
aos puede ser el sujeto pasivo.
El sujeto pasivo de la conducta es la persona que de manera directa reciente la accin por
parte del delincuente, pero la afectacin, en sentido estricto la recibe el titular del bien
jurdico tutelado.
El sujeto pasivo del delito es el titular del bien jurdico tutelado que resulta afectado, por
ejemplo: si un empleado lleva al banco una cantidad determinada de dinero de su jefe para
depositarlo y es robado en el camin por un delincuente, el sujeto pasivo de la conducta
ser el empleado y el pasivo del delito el jefe, quin ser afectado en su patrimonio.
Antes De Dictarse Sentencia
Denunciado
Indiciado
Procesado
Presunto Responsable
Querellado
Inculpado
Enjuiciado
Encausado
Acusado
Al Dictarse La Sentencia
Sentenciado
Reo (Convicto)
Liberto O Libertado (Ex-convicto)
Csar Lombroso, antroplogo y mdico italiano nacido en 1835, entre sus innumerables y
valiosas aportaciones histricas, mdicas, literarias y antropolgicas, leg al Derecho
Penal y a la criminologa su teora del delincuente nato.
Dicha teora a sido criticada severamente, en parte por interpretaciones inadecuadas,
traducciones malas y personas que no aceptan reconocimiento (clima, temperatura, etc.),
la responsabilidad social y no la responsabilidad moral es la base de la sancin. El hombre
est fatalmente determinado a cometer el delito (determinismo) en virtud de los diversos
factores, ya enunciados, pero tambin la sociedad est determinada a defender sus
condiciones de su existencia.
Por ello se defiende de las agresiones del delincuente tan pronto se dan las condiciones
de la imputabilidad fsica. El hombre es responsable de sus acciones exteriormente
delictivas, slo porque vive en sociedad y mientras vive en ella (responsabilidad social).
Dentro de ste criterio, no cabe considerar a los enajenados mentales como seres al
margen del Derecho Penal. A los que delinquen, tanto normales como locos, habr que
aplicarse la segregacin... Ferri comparte el criterio de Lombroso de que el delincuente es
una ser anormal, pero desarrolla el principio, aumentando las categoras, por ello clasifica
a los delincuentes en nato, locos, habituales, ocasionales y pasionales-.
Escuela positiva. Consider que el proceso necesariamente conduce a la imposicin de la
pena como un medio de defensa social, de tal manera que el fin del proceso es el
restablecimiento de la igualdad de derechos y garantas entre los individuos delincuentes y
la sociedad honrada, para obviar las exageraciones individuales de la escuela clsica, y
que debido a los indicios proporcionados por la antologa del propio tribunal se podr
determinar en consecuencia o a que categora antropolgica pertenece, y por tanto, cul
sea su temibilidad; en consecuencia, durante el proceso proceder averiguar si el
imputado es realmente el autor del hecho de que se trate, determinando las causas y
circunstancias del hecho, y ya fijada la relacin causal entre el agente y el acto, se podr
pedir y discutir la absolucin o la condena del sujeto, de tal manera que el objeto del juicio
penal consistir en el examen fsico del delincuente, para inducir no el grado de
irresponsabilidad moral, sino el de su temibilidad, ya que los delincuentes no presentan
una unidad de tipo abstracto y es preciso estudiarlos segn su diversa temibilidad,
deducida de sus factores naturales del delito cometido, pues como expusieron Garfalo y
Bertilln, el estudio de los factores antropolgicos del delito, terminando los caracteres
orgnicos y squicos del delincuente y el vario concurso de La edad, sexo, estado civil,
profesin, etc., en las diferentes clases de delito, ofrecern a la polica judicial y a la misma
administracin de justicia, la ayuda de ms nuevos y seguros medios para la bsqueda de
los culpables, as se disminuye en cuanto es posible, la idea de la causalidad de los juicios
criminales que son verdaderos juegos de azar para los delincuentes y para la sociedad, y
de sta manera, finalmente, queda la justicia, serena y severa, sin ser indecorosa escuela
de delitos, ni espectculo de jueces inexpertos e ignorantes, de acusadores agresivos y de
abogados declamadores.
Tomando en cuenta las opiniones de Garfalo, Csar Lombroso y Enrico Ferri, si la pena
constituye un medio de defensa social y se toma en cuenta la anormalidad de quin
delinque, el objeto del proceso ser el conocimiento y determinacin de los factores
antropolgicos del delito, precisando los caracteres orgnicos y squicos del delincuente y
la finalidad del mismo estar representada por la defensa social a travs de la aplicacin
de las penas.
Los enfermos mentales en los diversos Cdigos Penales vigentes en Mxico.
artculo 65 del Cdigo Penal, por ejemplo, sealada una pena de cuatro aos por el delito
de robo, se aumentar desde un tercio hasta dos tercios de la duracin, o sea, si se aade
un tercio, en conjunto seran cinco aos cuatro meses de prisin.
Si la reincidencia fuere por delitos de la misma especie, se aumentara la pena en dos
tercios hasta otro tanto de la duracin de la misma, por ejemplo, dentro de la hiptesis
sealada por la que se imponen cuatro aos de prisin para el caso de robo, se aumentara
sta desde dos tercios hasta otro tanto de la duracin de la pena; suponiendo que se
aumenten dos tercios, resultar en conjunto una pena de seis aos ocho meses de prisin.
Cuando resulte una pena mayor que la suma de las correspondientes a la suma del
primero y segundo delitos, se aplicar sta suma (artculo 65 del ordenamiento citado), por
ejemplo: para el primer delito, se decret una pena de cuatro aos de prisin, para el
segundo cinco aos y, al fijarse la sancin por ltimo, resultan en conjunto diez aos; en
esas condiciones, debern imponerse nueve, suma de la impuesta al primero y segundo.
Reincidir es volver a incidir, pero en el sentido jurdico penal la reincidencia se distingue del
concurso de delitos, con el que tiene de comn la pluralidad de infracciones cometidas por
el mismo sujeto, en que la recada debe ocurrir despus de que el delito anterior a sido
juzgado, y slo es digna de tomarse en consideracin cuando no a transcurrido, entre los
delitos cometido, un tiempo que impida ya relacionar ambas infracciones como datos de
una especial peligrosidad del sujeto.
sta limitacin temporal, reconocida por nuestro Cdigo y por la mayora de las
legislaciones y de los tratadistas, no carece de impugnadores, como los positivistas que
permanecen fieles a su concepto de la delincuencia como anormalidad y no se explican
por qu se suponga que sta calidad se tenga por modificada por accidentes externos por
el tiempo, contra el sntoma del nuevo delito que no consciente hiptesis de regeneracin
o enmienda y que, si se manifiesta despus de mucho tiempo, demuestra ms profundo
arraigo en la propensin que debe reprimirse.
Como legisladores que no reconocen la eliminacin de la reincidencia por el transcurso del
tiempo se puede citar el Cdigo Italiano el de Grecia, el de Egipto, el de Nueva York, el
Austriaco y el Ingls.
Quines desechan el criterio de agravacin despus de un lapso considerable, arguyen
que de haber una verdadera propensin al delito debera mostrarse antes de que
transcurriera mucho tiempo; un lapso considerable de buena conducta significa que no hay
tendencia especial a delinquir o que el reo se haba corregido, pudiendo atribuirse la
recada a causas ocasionales especiales.
En todo caso, sta limitacin temporal ha sido acogida por nuestro Cdigo (artculo 30),
que sigue en ste punto el criterio establecido por el de 1871 (artculo 29).
CLASIFICACIN
La reincidencia puede ser de dos tipos diferentes: la genrica y la especfica.
Reincidencia genrica. Se produce cuando el agente delinque por segunda vez, al cometer
un delito de naturaleza diferente de la del primero, por ejemplo, el primer delito fuera
patrimonial y el segundo sexual, o tambin se le llama al hecho de volver a delinquir,
despus que se a dictado una condena anterior contra el mismo sujeto activo, si las dos
infracciones cometidas son de naturaleza diferente.
Reincidencia especfica. Se presenta cuando el primero y el segundo son de la misma
naturaleza, por ejemplo, ambos son delitos contra la salud (artculos 20 y 23 del CPDF).
A sta reiteracin de la misma especie de infracciones se le llama tambin reincidencia
propia por una supervivencia parcial del criterio largo tiempo sostenido, segn el cual slo
haba reincidencia y se justificaba el aumento en las penas cuando se repeta una misma
especie de delitos.
La disputa sobre si existe o no-reincidencia cuando los delitos no son anlogos sino de
naturaleza diferente, se haya reducida hoy a dilucidar cual de las dos especies reviste
mayor gravedad.
Para algunos es ms grave la reincidencia genrica porque demuestra una ms grave y
amplia propensin al delito; un desprecio general por el orden jurdico, que se manifiesta
en cualquier forma, segn las ocasiones.
Para la mayora la persistencia en el mismo gnero de infracciones significa ms
precisamente una tendencia que puede ser un origen psicoptico.
NATURALEZA
La razn de ser de la distincin entre la reincidencia y el concurso de delitos se ha hecho
consistir en que, si la sola comisin de varios delitos es ya un signo de mayor propensin y
peligrosidad, la circunstancia de incurrir en el nuevo delito, despus de que una sentencia
hizo saber al reo, de manera concreta y enftica, la gravedad antisocial de su conducta y
sus consecuencias penales, de muestra todava mayor contumacia, mayor desprecio por
su inters social, por la Ley, por el orden y por todo cuanto trata de preservar y mantener el
Derecho Penal; entonces, si la sancin que ya se impuso no fue suficiente para reprimir los
deslices de ste sujeto, ser necesario imponer mayor sancin u otra clase de medidas, y
de all el cambio o agravacin de la pena.
Santoro y Vannini han conciliado las dos afirmaciones anteriores sobre peligrosidad y
resistencia a la pena, cuando combatiendo la tendencia a considerar la cronicidad en el
delito como mera circunstancia agravante, llamaron la atencin sobre que se trata de una
forma de proceder que a la vez significa perseverancia en el impulso criminal y carcter
refractario a la represin y a la enmienda, lo cual revela una personalidad ms perversa y
temible.
Pero esto, especialmente a lo que se refiere a la ineficiencia de la primera sancin, supone
en mayor o menor medida que la pena primeramente impuesta se notific al reo y aunque
ha sido sufrida por ste, y a ste criterio responden algunas legislaciones como la de
Zurc, Ginebra, San Marino, la alemana, la hngara y el Cdigo sueco.
Sin embargo, domina ya en la doctrina y en el Derecho Positivo el criterio de que basta
que exista (y se haya notificado) la sentencia por el delito precedente, para que la nueva
infraccin se considere dentro de los cnones de la reincidencia; en este sistema, que es
el nuestro, slo cabra distinguir si el nuevo delito se comete antes de cumplir la pena
impuesta, durante ese cumplimiento o despus de purgada la sancin, para estimar esta
circunstancia de acuerdo con los artculos 51 y 52 del Cdigo, lo que vale tanto como
decir, de acuerdo con las ya apuntadas ventajas e inconvenientes del arbitrio judicial que
para unos jueces har pensar que cada una de esas situaciones significan una agravante,
mientras que para otros ser estimada como atenuante.
Antes de cumplir la pena, diran unos, cuando est fresca en la mente del reo toda la
reprobacin social que significa el proceso y la sentencia, es mayor a la rebelda y la
responsabilidad del que vuelve a delinquir; y despus de cumplida la condena, ya dijo
Garfalo en su Criminologa, si la pena no ha corregido al reo es, muy a menudo, por las
imperfecciones del rgimen penitenciario, las promiscuidades desastrosas que le han sido
impuestas, etc.
No todos, por supuesto, se han conformado con la tesis de un aumento en la penalidad
correspondiente a la reincidencia, pues a veces la demasiada cultura o el halago de un
ingenio despierto y agudo hacen despreciar lo natural y correspondiente para defender y
argumentar lo sutil y extraordinario.
As, han abundado quienes, interpretaron el aumento de la pena en el segundo delito
como una nueva sancin impuesta al primero, rechazan tal agravacin; no han faltado
quienes consideran que la repeticin de los actos, el mbito, la costumbre, hacen ver esa
clase de conducta como ms natural y menos repugnante, lo que significa un deleitamiento
de la voluntad o de los resortes de inhibicin y, consiguientemente, menor imputabilidad y
menos responsabilidad; y algunos positivistas como Florian, siguiendo a Haus, sostienen
que no siendo la reincidencia otra cosa que una presuncin de que puede ser destruida
por las causas del hecho, la Ley debe dejar al Juez la facultad de agravar la pena y sin
imponerle la obligacin de hacerlo.
La reincidencia. Ninguna dificultad existe para suponer que, quin ha cometido un delito
por culpa, repita su actuacin en los trminos y condiciones exigidos par considerarle
reincidente; y nada se opone tampoco a que de tal reiteracin se infiera una mayor
peligrosidad en el sujeto, que obligue a usar un tratamiento ms enrgico o de diversa
naturaleza y no repetir solamente aquel cuya ineficacia se comprob ya en el primer delito.
Nuestro Cdigo Penal no deja lugar a duda sobre su criterio al respecto, pues en el inicio
III de su artculo 60 seala, para calificar la gravedad de la culpa (o quiz mejor de la
sancin imponible) el hecho de que los acusados hayan delinquido anteriormente en
circunstancias semejantes; y el artculo 172 que sanciona delitos ordinariamente culposos,
que se cometen causando daos por medio de vehculos, motores o maquinarias, se prev
tambin, expresamente el caso de reincidenciaEn el fondo todo antecedente tiene significacin correspondiendo a la categora de la
reincidencia si obedece a una misma especie de culpabilidad y fue sancionado el primer
hecho, pues el hombre que ha demostrado su preocupacin por la seguridad de los dems
y vuelve a dar muestras de lo mismo en circunstancias semejantes o con formas
mentales semejantes, requiere ciertamente mayor cuidado en su reeducacin.
Ahora bien, cuando se comete un delito por culpa y antes se haba violado la Ley
dolosamente, o viceversa, quiz no deba tratarse el caso de reincidencia, para los efectos
y desde los puntos de vista penales; en tales supuestos hay slo una especie de repeticin
material de los efectos daosos o de peligro, pero no manifestaciones de una misma
formacin personal; habr lugar slo a una estimacin de los antecedentes como parte del
conjunto de datos generales que el Juez debe tomar en consideracin para orientar su
juicio de acuerdo con los artculos 51 y 52 que regulan el arbitrio judicial ya que el sujeto a
repetido, an cuando sea en forma dismil, poco inters por el orden jurdico y el desdn o
la despreocupacin que constituyen genricamente, la culpabilidad.
En cuanto a la tentativa, sera ir contra el lenguaje pretender su pretender su existencia en
los delitos culposos, ya que la connotacin dela palabra tentativa envuelve la idea de una
voluntad dirigida al tipo penal, pero en ste estudio paralelo de los delitos dolosos y por
culpa no debe darse preeminencia a los nombres ni alas palabras, ni hay que retroceder
ante un escollo formal paralizando la investigacin porque el nombre que se da a un
fenmeno en los actos dolosos no pueda convenir al correspondiente en los casos de
culpa.
El hecho que importa averiguar es el de si hay delitos imperfectos por falta de
consumacin, en los casos de imprudencia, para buscar despus el nombre y el
tratamiento que le corresponda.
Desde luego es indudable, y quiero que de mi reconocimiento quede clara constancia, que
nuestra legislacin no ha considerado sino la tentativa en los delitos dolosos.
HABITUALIDAD
La habitualidad existe cuando el sujeto reincide dos veces en cometer ms un delito de la
misma naturaleza, siempre que los tres delitos se cometan en un periodo que no exceda
de diez aos. Para la criminologa la delincuencia es habitual cuando el sujeto hace de su
conducta una forma habitual de su actividad, por ejemplo, el carterista, que vive de robar
carteras.
Tratndose de la reincidencia especfica y siguiendo la misma orientacin se busca la
mayor temibilidad inmanente, se distingue todava la habitualidad que constituye cada vez
ms el centro de la atencin, por considerar que plantea ya con firmeza el problema
criminolgico que se quera prever a travs de la reincidencia; un problema, si no de
anormalidad antropolgica que pudiera ser la raz de esa persistencia inveterada en el
delito, s, al menos, de un carcter antisocial formado ya de manera que, tanto por la razn
como por la experiencia, deba tomarse como una prueba de incorregibilidad que ya no
amerite una pena propiamente, sino una medida de seguridad.
Si por otros datos o estudios concurrentes se descubre una causalidad psicoptica en la
conducta de un delincuente habitual, se debern aconsejar y aplicar las medidas curativas
correspondientes; Y si es slo el habito formado lo que induce a suponer la incorregibilidad
del sujeto y la inutilidad de la prevencin general por medio de la pena, no quedarn sino
los medios eliminatorios como recurso para la seguridad social.
CRITERIO
Algo que parece fcil y que reviste, sin embargo, cierta dificultad digna de estudio, es el
determinar cules delitos deben considerarse como la misma naturaleza, para dilucidar
en cada caso si se trata de una reincidencia genrica o especfica y si hay o no
habitualidad por la sucesin de tres o ms delitos.
Nuestro Cdigo parece no requerir una igualdad absoluta en los delitos cometidos, o que
todos ellos correspondan a un mismo tipo, para que haya reincidencia especfica y, por
tanto, habitualidad, sino que atendiendo a la razn de ser de stas distinciones que buscan
un sntoma de la formacin o personalidad de un sujeto, habla primero (artculo 21), del
mismo gnero de infracciones, lo que ya de idea a una mayor amplitud que la estrecha
rigidez de la especie; y luego, probablemente para esclarecer su mente respecto a la clave
de esta clasificacin genrica, usa otra expresin al requerir que se cometa un nuevo
delito procedente de la misma pasin o inclinacin viciosa.
Segn esto podramos decir que los delitos que satisfacen una ambicin de riquezas,
como el robo, el fraude o el abuso de confianza, constituyen una reincidencia especfica y
pueden dar lugar al concepto de habitualidad.
Lo mismo los delitos de violencia, como lesiones u homicidio; los delitos que corresponden
a un impulso sexual, etc.
DELINCUENCIA PROFESIONAL
Es probable que los hurtos caractersticos de los festejos del carnaval, por ejemplo, hayan
disminuido al decrecer stas actividades en las ciudades chicas y con el crecimiento de las
reas metropolitanas. Y, finalmente, un tercer factor bien puede ser que cada vez hay
menos vctimas ingenuas y cndidas, por lo que resulta ms difcil operar con xito
aqullas estafas clsicas como la de la venta de cartas espurias.
Los datos empricos que se tienen de la estrategia de los ladrones profesionales permite
ver que se trata de un conjunto de habilidades delictuosas de orden muy complejo en que
no se recurre a la violencia y que consisten, substancialmente, en crear una relacin de
grupo primario con la vctima elegida.
A la postre, siempre se sigue el abuso de confianza y un engao de mala fe donde la
persona que confa sale perdiendo.
Los datos empricos recolectados revelan tambin que uno de los factores en la escuela
del ladrn profesional es el influjo de compaeros con sus mismas inclinaciones, a quienes
elige y prefiere sobre los dems.
Es bastante poco lo que sabemos de los antecedentes ambientales del futuro ladrn
profesional; sin embargo, hay ciertas oportunidades especficas que concurren a afiliarlo al
gremio de los ladrones.
Los candidatos a ser absorbidos son, con la mayor frecuencia, chferes de taxis, botones
de hoteles o cantineros, ya que por la ndole especial de su trabajo trabajan ms
fcilmente relacin con los personajes del hampa.
Hay cierto inicio real para creer que tambin influye en ellos algn factor de personalidad
intrnseco, sin que tal vez no lograra madurar el ladrn en cierne... se trata de un don de
simpata innato, con la persuabilidad de palabra y las habilidades para manipular a otras
personas, cualidades todas ellas que tambin cuentan para que el candidato sea bien
recibido en el gremio de los ladrones profesionales.
El delincuente profesional consumado virtuoso del oficio.
Nuestra tipologa diversifica cuatro tipos de transgresores que delinquen contra la
propiedad ajena; dos de ellos son de profesionales y los otros dos de
semiprofesionales.
Al analizar stos cuatro tipos, nuestra clasificacin trata de establecer dos patrones bien
definidos o diferenciados, aunque la pretendida diferencia sea simplemente de grado.
Reconocemos que la lnea divisoria entre los profesionales se traza de una manera hasta
cierto punto- arbitraria. Sin embargo, si miramos al conjunto de caractersticas respectivas
de ambos grupos, podemos decir que los profesionales o virtuosos son sumamente
diestros, que obtienen grandes sumas de dinero con sus actividades delictuosas y que se
dedican a ellas a tiempo completo.
Los semiprofesionales, en cambio, son menos hbiles y los delitos que cometen no les
dejan tan buena remuneracin, adems en algunos casos no ejercen a tiempo completo.
Admitimos, desde luego, que muchos transgresores pueden encajar indistintamente en
uno y en otro tipo, y que hay otros a quienes es difcil situar decididamente en uno ms
bien que en el otro, ya que la pericia tcnica, el momento de ganancias delictuosas y el
ajena muestran una tendencia a continuar con esta lnea hasta ya pasada su primera
juventud y entonces muchos de ellos optan por retirase para ejercer otras actividades de
gnero no delictuoso.
EL SEMIPROFESIONAL DEL DELITO CONTRA LA PROPIEDAD AJENA
Configuracin de delitos. Estos transgresores se dedican a los atracos a mano armada,
robos con escalo, latrocinio de menor cuanta y otras formas similares de delitos contra la
propiedad privada o las personas. La estrategia de que se sirven es relativamente simple y
poco elaborada.
Digamos, por va de ejemplo, que no se requiere una planeacin escrupulosa ni una serie
de cuidados prolijos en un asalto a mano armada; basta casi siempre con recurrir a la
aplicacin un tanto burda de la fuerza fsica para despojar a la vctima de sus
pertenencias. La razn para considerar esta actividad delictuosa dentro del orden
semiprofesional est en que los individuos que la emprenden suelen considerarla como un
trabajo propio, aunque no requiera un grado notable de pericia tcnica.
Escenario de interaccin. En muchos de los delitos de los semiprofesionales intervienen
nicamente dos partes: el agresor y la vctima.
Pensemos, por ejemplo, en una asalto a mano armada contra una vinatera o contra una
gasolinera. A veces los semiprofesionales trabajan en equipo; ello puede verse en ciertos
casos de asalto o de violacin de caja de caudales.
Sea como fuere, el criminal tiende a actuar en una forma directa y burda, por lo que rara
vez se establece un cuadro complejo de interaccin humana.
Imagen propia. Estos semiprofesionales se consideran a s mismos delincuentes. Una nota
caracterstica es que no encuentran otras alternativas de conducta fuera de la
delincuencia y que se creen vctimas de una sociedad corrompida en donde cada cual se
especializa en alguna trapacera o negocio chueco.
De aqu que el profesional no tenga sentimientos de culpabilidad por sus delitos y eche la
culpa al sistema.
Actitudes. Muestra mayor hostilidad y antagonismo hacia la polica que el profesional o
virtuoso. Indudablemente que esta virtud se debe, en gran parte, a que tiene que
vrselas con la polica con ms frecuencia. Y ello tambin explica porqu alberga
sentimientos personales ms hostiles hacia los representantes del poder judicial y de las
instituciones rehabilitadoras.
El delincuente semiprofesional mira tambin despectivamente los empleos y los trabajos
convencionales alegando el pretexto de que nicamente los imbciles trabajan.
Con frecuencia es posible observar que sus resentimientos y amarguras abarcan no slo a
los representantes de la ley, sino tambin, a sus mismos progenitores, a las instituciones
de la sociedad, a las escuelas y a otros grupos sociales.
Trayectoria de actuacin. Si se les contrasta con el grupo de los profesionales virtuosos,
vemos que la porcin mayor de ellos s proviene de las pandillas de ladronzuelos jvenes.
En otras palabras, la mayora de los transgresores semiprofesionales adultos hizo escuela
en una pandilla de ladronzuelos y muchos de stos persisten haciendo fechoras como
delincuentes semiprofesionales.
Pero las medidas cambian en la adolescencia y en la vejez; la toma de todos esos datos
exactos requera personal especializado y cooperacin del reo, cosas ambas que de
ordinario no se cuenta y cuya falta hacer caer el trabajo en una rutina ociosa que se
anotaban medidas aproximadas que corresponden a muchas personas y luego: ojos cafs,
pelo castao, boca regular, nariz regular, etc.
Dactiloscopia. Lo que ha venido a proporcionar un elemento decisivo es el conocimiento
de que los dibujos naturales que forman las papilas en las yemas de los dedos,
prcticamente no se modifican en el mismo sujeto, desde los seis meses de edad
intrauterina hasta despus de la muerte, ni se repiten en dos sujetos de la especie
humana.
Esta observacin desarrollada, profundizada en sus detalles y sistematizada hoy
admirablemente para su manejo, constituye una importantsima tcnica puesto que no slo
se forman archivos con la identificacin ms segura y fcil de grandes nmeros de
personas, sino que con frecuencia los delincuentes, al imprimir sus huellas en los objetos
que manejan, sin darse cuenta dejan su tarjeta de visita, que despus, mediante vapores
de yodo, polvos adherentes y colorantes o sustancias perfectamente conocidas y
constantemente empleadas, se revela o hace visible para su estudio, comparacin de los
dibujos correspondientes a los sospechosos o a los maleantes clasificados en los archivos
y determinacin cierta del sujeto cuyas marcas han sido encontradas.
Estos estudios, a veces se complementan con la peroscopia la cual sin ser, propiamente
una tcnica autnoma, se funda en el hecho de que las crestas papilares se forman por la
sucesin de poros sudorparos que, cuando la huella completa es borrosa o imprecisa o
se ha logrado evitar mediante el uso de guantes ligeros, an pueden aparecer marcados
por ser la fuente misma del humor que se adhiere a los objetos, dando una clave menos
clara y precisa, pero til todava para las investigaciones de que se trata.
Los archivos as formados, por abundantes que sean, pueden resultar insuficientes si se
trata, por ejemplo, de un delincuente primario o que slo tenga antecedentes fuera del
pas, por lo cual su identidad no se halle registrada o no se tenga a la mano; por esos
algunos Estados han intentado establecer un registro de identidad que abarque a todos los
habitantes de su territorio y adems, celebrar convenios con los dems pueblos para
comunicarse recprocamente toda clase de informacin de ste gnero y especialmente,
para tenerse al tanto del movimiento migratorio entre ellos. Incluso para actividades ms
amplias que la simple identificacin de los reos o de los presuntos responsables, se han
organizado cuerpos de polica con facilidades para una accin internacional.
En cuanto a la historia de la Dactiloscopia, as llamada por su gestin del argentino
Francisco Latzina y prescindiendo de pinturas rupestres, as como de diseos encontrados
en diversas piezas de cermica prehistrica y en tablillas especiales descubiertas en
Babilonia (Museo Britnico) que representan los surcos y las crestas observado en los
dedos y en las palmas de las manos pero cuyo significado y utilidad sera muy aventurado
afirmar que se conocan o apreciaban, es un hecho comprobado que en el Extremo oriente
se usaba ya sea sello personal, desde hace muchos siglos, para la identificacin en
contratos y actos civiles y an en relacin con los penales.
CONCURSO DE PERSONAS
Al igual que en el delito, en el cual se vio que se puede presentar el concurso, respecto a
las personas tambin ocurre el fenmeno de la concurrencia, esto es, la reunin de dos o
ms personas como sujetos activos del delito.
En principio, los delitos, en su mayora, son cometidos por una sola persona. A veces, dos
o ms lo cometen, mientras que en otras veces, la propia ley exige la concurrencia de dos
o ms sujetos para que pueda existir el delito.
La acumulacin de procesos o autos.
Bajo el nombre de acumulacin de procesos o de autos, nuestros cdigos de
procedimientos penales (local o federal), agrupan algunas disposiciones relativas a la
substanciacin de los problemas a que da lugar el llamado concurso de delitos.
El concurso es el modo en que se puede presentar el delito en relacin con la conducta y
su resultado.
En principio, una sola conducta produce un solo resultado, pero hay dos casos en los que
se presentan dos figuras que hacen ubicarse en el concurso de delitos:
a) Ideal o formal.
b) Real o material.
Idea
formal. El concurso ideal o formal ocurre cuando con una sola conducta se producen
varios resultados tpicos (delitos), en cuyo caso se dice que existe unidad de accin y
pluralidad
de
resultados.
En el artculo 18 del CPDF contempla el concurso ideal. Un ejemplo de ese tipo de
uno
solo
quien
instruya
el
proceso
lo
contine
por
todos
sus
trmites.
y de los casos en que se participa en lo material por medio de comisiones, nuestro artculo
14 reproduce, en esencia, los nmeros 51, 52 y 53 del Cdigo de 1871, y dice: Si varios
delincuentes toman parte en la realizacin de un delito determinado y algunos de ellos
comete algn delito distinto, sin previo acuerdo con los otros, todos sern responsables de
la comisin del nuevo delito, salvo que concurran los siguientes requisitos:
I.
II.
medios
III.
IV.
habindolo
DELITOS
DE
MULTITUDES
Hay una forma de participacin en que sin duda existen factores que diversifican el delito y
la responsabilidad y es por ello muy digno de tomarse en consideracin: es aquella que
concurre una muchedumbre de sujetos, sin previo concierto criminal, aunque posiblemente
con un fondo comn de sentimientos, de ideas y an, a veces, de pasiones que cada
individuo a sabido y a podido sujetar y mantener dentro de la disciplina social, pero que se
exaltan y se crean ms justificadas en la accin ante la actitudes unnimes de la masa y
ante el anonimato que ofrecen las circunstancias, tomando los hechos como una especie
de
tercero
(el
conjunto)
y
no
como
propios.
Basta una provocacin, una excitacin y el mnimo de movimientos comunes, para que
cada sujeto se sume a la marea del conglomerado y ejecute actos que aisladamente no
habra realizado y de cuyo recuerdo se sorprender y quiz se avergonzar cuando
recobre la ponderacin y la capacidad de anlisis y de reflexin.
ELEMENTOS
OBJETIVOS.
GRADOS
DE
PARTICIPACIN
Nuestro Cdigo de 1871, ajustndose a la tcnica predominante, en su poca, distingui
varios
grados
de
participacin,
sealando
separadamente:
Los
Los
Los
autores
del
cmplices,
delito;
y
encubridores.
No se puede abonar a nuestra legislacin un adelanto paralelo en ste punto, pues sigue
hablando del encubrimiento como forma de participacin, pero si se advierte su propsito
de forzar la consideracin integral de los factores objetivos y subjetivos de cada partcipe
en
la
comisin
del
nico
delito
realizado.
Aquel Cdigo de 1871 dispona en sus artculos 219 y 220, que al cmplice de un delito se
le castigaba con la mitad de la pena que le correspondera si fuera el autor y con arresto
mayor
o
menor
a
los
encubridores.
La Ley de 1931 ha suprimido sta separacin: enumera a todos los que considera que
pueden ser responsables, evitando marcar toda distincin en grupos y an incurriendo en
cierto desorden al interponer a los cmplices y a los encubridores entre aquellos que
conciben preparan o ejecutan el delito y los que inducen directamente a otro a cometerlo,
no obstante que stos pueden tenerse tambin como autores (intelectuales o morales), al
igual que aquellos primeros que participan en la concepcin, preparacin o ejecucin del
delito, y, permite luego guardar la pena entre los lmites generales fijados para el delito y
no entre los lmites especiales que ya no seala para cada grupo de partcipes.
Aun cuando el precepto que habla de las personas responsables de los delitos se refiere
slo al grado de participacin material y termina diciendo que debe fijarse la pena segn
la participacin de cada delincuente, debe interpretarse tal disposicin juntamente con la
general que se contiene en el artculo 51, que dice: Dentro de los lmites fijados por la ley
los jueces y tribunales aplicarn las sanciones establecidas por cada delito, teniendo en
cuenta las circunstancias exteriores de ejecucin y las particulares del delincuente.
Estos factores subjetivos o peculiares del delincuente se desarrollan luego en el artculo
52.
El precepto especfico que se refiere a la participacin es el artculo 13 y fue redactado de
esta manera: Son responsables todos aquellos que toman parte en la concepcin,
preparacin y ejecucin del delito o presentan auxilio o cooperacin de cualquier especie,
por concierto previo o posterior, o inducen directamente a alguno a cometerlo.
Los jueces podrn aumentar o disminuir la sancin respectiva, dentro de los lmites fijados
por
la
ley,
segn
la
participacin
de
cada
delincuente.
los autores de ste cdigo subrayan el hecho de haber suprimido las denominacio9nes
distintivas de autores, cmplices u encubridores, pero agregan: Esto no quiere decir que
para el Cdigo vigente ya no existan grados de coparticipacin en la empresa delictuosa
sino
que
toca
al
juez
precisar
ese
grado.
Es pues, imprescindible considerar la situacin particular de cada sujeto en el delito, por lo
que ve a su grado de participacin material, por ser un factor, aunque no el nico de su
responsabilidad.
AUTORES
En el terreno de auxilio intelectual podra este sujeto revelar los planos, lugares o secretos
sin cuyo conocimiento no se pudiera tener acceso al tesoro que trata de robarse; y en la
ejecucin fsica podra tener como auxilio necesario el que presta c, viendo atacado a b
por a, con arma blanca, si al advertir que el agredido se presta a la defensa y es ms
fuerte o empua para ello una pistola, le sujeta la mano y hace posible que a consume sus
propsitos.
AUTORES
MEDIATOS
Se ha llamado as a todos aquellos que realizan un delito valindose de una persona
excluida
de
responsabilidad.
Como casos comprendidos en este supuesto se puede recordar a quienes por medio de la
fuerza fsica obligan a otro a ejecutar los movimientos que han de consumar el delito; a
quienes se valen de un inimputable para la realizacin de sus planes; a quienes provocan
un estado hipntico para ejercer la sugestin y hacer que se cometa el delito; al superior
jerrquico que obliga, mediante ordenes que no se pueden eludir, a ejecutar un acto
delictuoso; en casos de coaccin moral que impidan la libre determinacin; y en casos de
ejecutorios
engaados
o
de
cuya
ignorancia
se
valga
el
inductor.
Autora en delitos especiales. Ahora bien, si autores son tanto los que inducen a personas
responsables como los que inducen a irresponsables, es inconsecuente y ligero extraarse
de las aplicaciones de este principio y querer acogerse, como un argumento en contra, a la
necia hilaridad que en los legos pudieran provocar determinados casos de induccin en
delitos especiales en que, sin necesidad de que haya mediado un agente refractario a la
penalidad, podra resultar un particular cualquiera responsable como autor (por induccin)
en el delito de peculado, o una mujer responsable, como autora (por induccin) en la
violacin de otra mujer; o podra realizarse cualquiera otro de esos ejemplos rebuscados
que se quieren presentar como imposibles o como meros chascarrillos de almanaque.
En todo delito especial puede ser autor, por induccin, una persona no cualificada para la
ejecucin material del mismo, si sta se haya a cargo de quien rene los requisitos
exigidos
por
la
ley.
El Cdigo alemn que serva de base a los estudios de Binding, tal vez para evitar las
discusiones suscitadas en la Edad Media, sancion especialmente, en su artculo 160, la
induccin al perjuicio (que hoy se quera encontrar en el falso testimonio) y estableci
diversos tratamientos o consideraciones para otros casos envueltos en la polmica, con lo
cual permiti decir que aquella induccin al perjuicio, por ejemplo, no era (o no se
sancionaba como) autora por induccin, sino como delito especfico y con pena propia;
pero adems, hoy se duda mucho de que haya tales delitos de propia mano, hay que
pensar, dados los trminos de nuestra legislacin qu se hara si Pedro indujere a Juan
de rendir un falso testimonio? Deber pasarse inadvertida la conducta de Pedro? No
habiendo en nuestras leyes precepto que tipifique y sancione de manera especial esa
induccin, cmo se juzgar el caso? Quedaran en el aire todas estas preguntas y en
suspenso tambin la justicia?, o se tendra que considerar el repetido Pedro como autor
(por
induccin)
del
delito
de
falsedad.
Connivencia. Una forma de coautora, estimada por algunos como complicidad, es aquella
en que el auxilio prestado consiste en no impedir la ejecucin del delito, supuestas la
posibilidad
y
la
obligacin
de
hacerlo.
En nuestro derecho no se le exige tal obligacin para algunas autoridades de manera
especial, como para la polica preventiva y para los encargados de las prisiones, sino que
el artculo 400 del Cdigo Penal sanciona a cualquier ciudadano que no procure, por todos
los medios lcitos que tenga a su alcance, impedir la consumacin de los delitos que sepa
que
van
a
cometerse.
El polica que se aleja del punto encomendado a su vigilancia, por acuerdo con los
malhechores y para permitir que se cometa un delito; el vigilante de una prisin que
disimula los trabajos que realizan los presos para su evasin, etc., son coautores del delito
que
resulta
cometido,
por
connivencia.
Auxilios por omisin. Se suele sealar como un matiz diverso la concurrencia o la
cooperacin que se presta en los delitos mediante omisiones, pues en estos casos no slo
se denuncia o no se impide el delito, sino que por un acto omisivo se contribuye a su
produccin.
Si entre los obreros se acuerda el sabotaje y, mientras algunos de ellos ponen pedazos de
hierro en las bandas que transportan el trigo al molino, por ejemplo, el encargado
especialmente de vigilar la limpieza de lo transportado deja pasa aquello que va a destruir
los engranes o las piezas que hacen la molienda, habr ejecutado una omisin que ser
dao
de
la
causa
que
resulte.
Igualmente, si el mecnico de revisar los aviones antes de cada vuelo no repara los
desperfectos que otros hicieron, para que se produzca el siniestro, ser tan responsable
por su omisin, como los que positivamente prepararon la catstrofe.
Participio en los delitos de omisin. Finalmente, tanto por actos positivos como por
omisiones, se puede contribuir a la realizacin de un delito de omisin o de comisin por
omisin.
Cmplices. Descartados los que inducen a cometer un delito, los que lo ejecutan y
aquellos que prestan un auxilio necesario para la realizacin del mismo, quedan como
cmplices todas las dems personas que concurren indirectamente a la caucin del
evento.
Este auxilio puede presentarse desde que se inicia la secuela criminal hasta que se finaliza
contribuyendo a la planeacin, la separacin y la ejecucin y tiene como requisitos:
1.
Que
lo
hecho
tenga
alguna
eficacia
en
la
ejecucin
total.
2.
Que tal contribucin sea de carcter secundario y substituible, en abstracto, por
ayuda
de
otro
de
los
propios
medios
de
los
autores.
bien,
este
factor
subjetivo
se
presenta
en
diversas
formas.
A)
Intencin. Existe la intencin en un partcipe cuando no slo ejecuta un acto que
contribuye a la realizacin del delito, sino que lo hace precisamente con ese propsito y
sabiendo
que
el
resultado
es
delictuoso.
La doctrina quiz por se este el caso ms frecuente o el supuesto ms elemental, se ha
referido siempre a esta participacin mencionada y, en fuerza de repetir siempre lo mismo,
lleg a ver con extraeza y hostilidad cualquier otra hiptesis. Quien afirm
dogmticamente que no puede haber participacin en un hecho no previsto ni querido;
quien refleje todava en su pensamiento una supervivencia de la accesoriedad llevada al
extremo de exigir iguales actitudes entre el autor del delito y todos sus accesorios; quien
habla slo comentando una ley que implica el supuesto de intensin comn y que
naturalmente lleva a repetir ese criterio sin examinar cosa alguna diversa.
As pues, si para que la coparticipacin exista basta que haya un resultado tpicamente
antijurdico que se produzca por la concurrencia de aportaciones causales,
convergencia de intenciones y que es por eso dolosa; es fcil encontrar cuantos ejemplos
queramos de encontrar de concurso de acciones no intencionales ni dolosas, pero sin
embargo,
voluntarias
y
conscientes.
D)
Concurrencia de dolo y culpa. Ms difcil es, sin duda, y por tanto, ms escaso el
nmero de los convencidos, reconocer que un mismo delito puede haber agentes con
distinta postura psicolgica, ya que el principio de accesoriedad, no desarraigado an de
todas las mentes, hace pensar con Manzini que, puesto que el delito es nico respecto a
todos los concurrentes, la voluntad y el conocimiento exigidos para la participacin
delictuosa deben informarse en el elemento psquico propio del delito de que se trate
(doloso, culposo, preterintencional, contravencional), y por eso debe tratarse de dolo en los
delitos dolosos y de culpa en los delitos culposos. No puede, por consiguiente, tenerse
propiamente,
un
proceso
culposo
en
un
delito
doloso.
Aqu se transparenta claramente la idea de que el elemento psquico del delito es el
elemento psquico del autor principal, y que los partcipes, como accesorios del mismo.
deben informarse en l y por eso debe tratarse de dolo en los delitos dolosos y de culpa
en los delitos culposos. Pero hoy entendemos la conexin entre los partcipes de otra
manera y por esos, puede haber concurso aun en delitos cometidos por culpa sin
representacin; la relacin que unifica todas las actividades radica en la causacin del
mismo resultado, con una voluntad comn de unir las acciones, pero no necesariamente
de
buscar
el
resultado.
Por eso Maggiore, al admitir la participacin en delitos culposos dijo: El elemento psquico
del concurso debe entenderse como coincidencia de cooperar con la propia accin a la
accin ajena, no a la realizacin de un resultado que en los delitos de culpa no es querido
y
a
veces,
ni
siquiera
previsto.
Analicemos un ejemplo en que dice: Si Pedro entrega a Juan un fusil cargado,
asegurndole que no lo est y lo incita a dispara, por chanza, contra Diego, y ste cae
muerto sin quererlo Juan, Pedro ser responsable de homicidio culposo, si resulta que ha
obrado
culpablemente.
Se dice en ste caso que no hay participacin y que Pedro es el autor del homicidio,
porque Juan fue un instrumento inconsciente de su propsito homicida; pero no se haba
dicho antes que basta en la participacin la voluntad de unir las acciones?.
La participacin es tan antigua como el delito; las ms viejas legislaciones la aceptaron.
As como se reconoce que el hombre, con su conducta, puede vulnerar varias normas,
dando origen al concurso de delitos, igualmente se acepta que varios hombres, con sus
actividades, pueden infringir una sola norma. En el primer caso hay pluralidad de delitos,
en
el
segundo,
unidad
en
el
delito
con
concurso
de
sujetos.
Para centrar en lugar debido el problema de la participacin, Magiore empieza por
Unidad
Pluralidad
en
el
de
delito.
personas.
Slo con estos elementos es posible, como afirma Cavallo, elaborar el concepto de la
participacin criminal, siendo necesario para establecer la definicin del concurso a partir
del
concepto
de
autor
del
delito.
REQUISITOS
DE
LA
PARTICIPACIN
Se ha delineado ya, con lo expuesto anteriormente, los requisitos que forman la
participacin.
Ellos
a)
los
son,
siguiendo
a
Cavallo:
Un elemento material identificado en el hecho ejecutado que se integra con
sub-elementos:
conducta,
resultado
y
nexo
causal.
La conducta resulta plural por cuanto so9n varias las que intervienen para producir el
resultado.
b)
voluntades respecto a la produccin del resultado, sin ser necesario a ste un momento
determinado dentro del proceso ejecutivo; lo fundamental es que quienes participan tengan
conciencia y voluntad de cooperar al acontecimiento o resultado perseguido. Por cuanto a
la direccin del elemento subjetivo, respecto a las personas participantes en el delito
puede tener realidad con anterioridad al hecho concomitante con l o con posterioridad al
mismo.
Algunos piensan que puede darse un concurso culposo en delito doloso, cuando por falta
de previsin de lo previsible o con previsin del resultado, pero con la esperanza de que
ste no se produzca, se incumple un deber de cuidado que las circunstancias personales
imponen al o a los sujetos participantes, e inclusive un concurso preterintencional, en el
que existiendo en los participantes un dolo genrico de causar dao se produce un
resultado
mayor
atribuible
a
ttulo
de
culpa.
Santaniello
1)
2)
3)
4)
estima,
Realizacin
Nexo causal
Voluntad
como
requisitos
de
la
participacin:
Pluralidad
de
agentes.
de
la
accin
prevista
en
la
norma.
entre la accin de cada concurrente y el resultado.
de
cooperar
a
la
comisin
del
delito.
FORMAS
DE
PARTICIPACIN
Siguiendo un criterio rigurosamente metodolgico, Maggiore estima posible clasificar la
participacin segn la calidad, el grado, el tiempo y la eficiencia.
Segn
a)
b)
la
calidad,
la
participacin
puede
ser:
Moral.
Fsica.
coaccin
en
el
mandato
que
se
apoya
en
la
amenaza.
Consejo es la instigacin que se hace a alguno para inducirlo a cometer un delito para la
exclusiva
autoridad
y
provecho
del
instigador.
La asociacin no es ms que el pacto realizado entre varias personas para consumar un
delito para utilidad comn o respectiva para todos los asociados. Nigase con razn por
algunos, que la asociacin constituya una forma de autora intelectual, pues a lo ms se le
puede
situar
como
un
estado
delictuoso.
Dolo en la investigacin. Interesante problema es el del dolo en la investigacin, al cual
Mezger le da como contenido lo que caracteriza objetivamente a la instigacin,
comprendiendo la representacin y la voluntariedad de que se hace surgir en otro la
resolucin de cometer el acto y de que el resultado se produce por ese otro como autor
plenamente
responsable.
El alcance del concepto anterior est en relacin a la idea de la instigacin como
causacin dolosa del resultado, cuando se hace surgir en otro la resolucin de delinquir, es
decir, de expresar su conducta y producir el resultado como autor plenamente
responsable, de manera tal que si no hay responsabilidad plena en el sujeto ejecutor
material del hecho, no puede hablarse, propiamente, de instigacin sino de autora
mediata respecto del primero, criterio indudablemente cierto y aceptado entre nosotros por
Ignacio Villalobos. De lo anterior se infiere que por ello basta el dolo eventual para integrar
la investigacin a la instigacin como causacin psquica, sentido en el cual se inclinan el
propio
Mezger
y
Welsel,
entre
otros.
Si bien la responsabilidad del ejecutor material, como base indispensable para elaborar el
concepto de la instigacin, aceptada casi unnimemente en la doctrina, no era aplicable a
nuestro Derecho Positivo, de acuerdo al texto original del artculo 13, pues slo se recoga
en forma restringida, la autora mediata, al usar la expresin compelen a otro a cometer
el delito, dado que el trmino supone, a pesar de ser equvoco, ausencia de autor material
en el debido sentido del derecho y, dentro de la fraccin II los inductores respondan del
delito cometido an por inimputables, por no serles aplicable el criterio limitativo de la
citada autora mediata, la reforma penal de 1983 (publicada en el Diario Oficial de la
Federacin el 13 de enero de 1984), vino a poner las cosas en su lugar, dado que mientras
la fraccin IV precis, como responsable del delito, a los que lleven a cabo sirvindose de
otro, caso en que se comprende la autora mediata, pues el autor material es solo un
instrumento del verdadero autor, la vigente fraccin V encierra a los que determinen
dolosamente a otro a cometerlo, o sea, a los instigadores o inductores en la real
significacin del trmino, que precisa plena capacidad en el instigado o inducido.
En otros trminos, el texto original artculo 13, en su fraccin II, daba cabida a la induccin
del imputable como del inimputable, pues a ste se le compela a la comisin del delito no
obstante
su
falta
de
capacidad
de
culpabilidad.
El exceso en la instigacin. Aceptado por Mezger que el dolo de instigador abarca lo
querido, no pueden serle imputadas las conductas o hechos no comprendidos dentro de su
intencin
y
realizados
con
exceso
por
el
autor
material.
Igual opinin sustenta Cuello Caln, para quien si el inducido ejecuta hechos no
comprendidos dentro en la intencin y realizados con exceso de inductor no pueden ser
imputados a ste, pues slo responde dentro del mbito de lo querido, a menos que
aquellos hechos sean consecuencia de los queridos y previstos por el inductor.
Por su parte, Welzel precisa el lmite de la responsabilidad al afirmar que el investigador
responde solamente en cuanto el hecho coincide con su dolo y por ello no responde por el
exceso
del
autor.
El mismo jurista, negando en principio la responsabilidad del instigador por exceso, afirma
con razn que responde del resultado ms grave en los delitos calificados por el resultado.
La investigacin culposa. Apoyndonos en el sentido de Soler, negamos la punibilidad de
la investigacin culposa, pues la actividad culposa de carcter psquico no se encamina
directamente a generar la resolucin criminal y por ende, si este fenmeno se produce, no
puede
el
resultado
ponerse
a
cargo
de
nadie
como
instigador.
La instigacin de tentativa. Cuando el instigador no quiere el resultado, pero si la actividad
ejecutiva, su despliegue psquico o moral es impune, de no constituir por s mismo un
delito diverso, conviene aclarar que no resulta lo mismo instigador de tentativa que
responsabilidad derivada al instigador cuando el delito propuesto no llega a consumarse
quedando
la
intencin
como
simple
tentativa.
Tal es el criterio de Mezger al interpretar al Derecho Positivo alemn considerando que la
virtud del principio de la accesoriedad es impune la instigacin en grado de tentativa,
haciendo hincapi en la diversa solucin al caso de la instigacin de un delito que slo
queda en grado de tentativa, pues sta cuando es punible alcanza al instigador con la
pena
atenuada
aplicable
al
autor
material.
adems, que el propsito del inductor no es la comisin del delito sino una forma de
cooperacin para reprimir la delincuencia, es inconcurso que no se intriga, por lo que ve al
agente provocador, un verdadero delito pues falta el elemento subjetivo de querer o
consentir la lesin de los intereses sociales, o como han repetido los juristas ms
prestigiados, no hay convergencia intencional entre instigador e instigado (dolo directo), y
es indudable que el confidente de la polica o el polica mismo habra desistido de su
instigacin si no hubiera tenido la certeza de que se impedira la lesin efectiva de los
bienes atentados, lo cual significa la inexistencia, inclusive, del dolo indirecto o eventual.
Segn el grado se dice que la participacin puede ser principal (o primaria) y accesoria (o
secundaria). La primaria se refiere a la consumacin y la segunda a su preparacin.
Por cuanto al tiempo, la participacin puede ser anterior, concomitante o posterior al delito.
Respecto
a
su
eficacia
se
le
divide
en:
Necesaria y no necesaria. Se est en presencia de una o de otra segn la naturaleza del
delito
exija
o
no,
para
su
comisin,
el
concurso
de
sujetos.
Con relacin a los autores se debe distinguir entre autor material, autor intelectual y autor
por
cooperacin.
ENCUBRIMIENTO
El encubrimiento es el auxilio posterior que se da al delincuente. propiamente no hay
participacin en el delito, sino ayuda posterior a l, para evitar la accin de la justicia.
La teora de la causalidad ha puesto en claro que el encubrimiento, que siempre se tuvo
como algo accesorio del delito encubierto y, esta sugestin, como una forma de participar
en tal delito, no cabe, en realidad, dentro del concepto de la participacin.
En efecto, si es partcipe todo el que contribuye a producir un delito, no puede
corresponder a tal categora el encubrimiento en cuyos presupuestos figura el de
practicarse
cuando
el
delito
ha
sido
consumado.
Y esto en la doctrina se ha generalizado, encuentra ya cristalizaciones legislativas como
las del Derecho Cannico actual en que se dice (Cannon 2209): La alabanza del delito
cometido, la participacin en su fruto, la ocultacin o albergamiento del delincuente y otros
actos que siguen al delito ya plenamente realizado, pueden constituir nuevos delitos si
tienen pena sealada por la ley, pero si no se ha convenido acerca de ellos con el
delincuente antes del delito, no les alcanza la imputabilidad de ste.
Como se ve, hay ah una salvedad para los casos en que se acuerda la proteccin o el
auxilio posterior desde antes de cometer el delito, pues en tales casos esa seguridad
ofrecida o la confianza de aprovechar fcilmente lo robado y disfrutar de un refugio contra
la persecucin, es un verdadero estmulo determinante para el delito, una causal del
mismo
y,
por
lo
tanto,
una
forma
de
participacin.
Pero aun en tales condiciones se tiende a eliminar este concurso del concepto de
encubrimiento, con lo cual queda ste limpiamente como delito especfico, aunque
conexo con el delito que se encubre, pues el auxilio ofrecido para despus, como estmulo
para la comisin del delito, se tiene como una forma de complicidad (Garraud II, No). 681 a
684; Jimnez de Asa: La Ley y el Delito, No. 615 B), o mejor de coautora, por ser una
forma
de
inducir.
Nuestro Cdigo, ni despus de las reformas publicadas el 9 de marzo de 1946, ha
conseguido
clarificar
esta
materia:
Originalmente se consign en el artculo 400 una disposicin como sigue: Se aplicarn de
quince das de prisin a dos aos y multa de veinte a quinientos pesos al que:
1.
No procure por los medios lcitos que tenga a su alcance, impedir la
consumacin de los delitos que sepa que van a cometerse o estn cometiendo, si son los
que
se
persiguen
de
oficio.....;
2.
Requerido por las autoridades no de auxilio para la averiguacin de los
delitos
y
para
la
persecucin
de
los
delincuentes.....;
y,
3.
Habitualmente
compre
cosas
robadas.
Pero el artculo 13 continuaba sealando como responsable en el delito, a quienes presten
auxilio o cooperacin de cualquier especie, por concierto previo o posterior.
Este auxilio o esta cooperacin por concierto posterior al delito, no poda ser sino posterior
tambin, o sea, que el encubrimiento de los tiempos de la accesoriedad segua
reconocindose
en
este
precepto.
En la reforma del 31 de diciembre de 1945, que se public en el Diario Oficial de la
Federacin,
el
nueve
de
marzo
siguiente,
se
estableci:
Artculo 400. Se aplicarn de cinco das a dos aos de prisin y multa de veinte a
quinientos
pesos
al
que:
I.
No procure por los medios lcitos que tenga a su alcance, impedir la
consumacin de los delitos que sabe van a cometerse o se estn cometiendo, y son los
que
se
persiguen
de
oficio;
II.
No haya tomado las precauciones indispensables para asegurarse de que la
persona de quien recibe la cosa en venta o prenda tena derecho para disponer de ella, si
resultase
robada;
III.
delitos
IV.
Preste auxilio o cooperacin de cualquier especie al autor de un delito, con
conocimiento de sta circunstancia, por acuerdo posterior a la ejecucin del citado delito; y
V.
mismo,
Lo asentado en estos incisos podra hacer pensar en una tipificacin tendiente a separar
los casos del encubrimiento para darles autonoma y tratamiento propio.
A la vez se cre un artculo 400 BIS que dispone Los jueces, teniendo en cuenta la
naturaleza de la accin, las circunstancias personales del acusado y las dems que
consigna el artculo 52, podrn imponer en los casos de encubrimiento a que se refieren
las fracciones III, IV y V del artculo anterior, en lugar de las sanciones establecidas en
dicho artculo, hasta las dos terceras partes correspondera al autor del delito.
Este precepto, que vuelve a incluir los casos de encubrimiento en la penalidad del delito
encubierto, permite ya dudar de aquel carcter autnomo de los delitos tipificados; an
cuando todava se podra decir que la relacin en la penalidad es un fruto neto de la
conexidad existente, pues no es lo mismo prestar auxilio u ocultar a un homicida que al
responsable
de
una
imprudencia
leve.
Pero queda, todava, el artculo 13 que en su reforma modificada declara: Son
responsables de los delitos.....IV.- Los que, en casos previstos por la ley, auxilien a los
delincuentes,
una
vez
que
stos
efectuaron
su
accin
delictuosa.
Con esto es inevitable decir que, quienes auxilien a los delincuentes despus de efectuado
el delito, en los casos y en las formas previstos y sealados por el artculo 400, son
partcipes o responsables en aquel delito ya efectuado, como en los tiempos en que se
prestaba
a
travs
del
concepto
de
accesoriedad.
La aplicacin del principio de la causalidad, base de toda construccin jurdica de la
participacin, en la forma restringida en que lo hemos adoptado, excluye al encubrimiento,
pues el concurso de sujetos implica intervencin en la produccin del delito, sea en forma
directa
o
indirecta.
De ah que el encubrimiento se constituya como una figura autnoma en el cuadro de los
delitos
de
los
cdigos.
Cuando me refiero a las formas de participacin, segn el tiempo, preciso que sta puede
ser
anterior,
concomitante
o
posterior.
Respecto a la ltima (posterior), slo puede surgir cuando el acto del partcipe se
encuentra necesariamente ligado a la ejecucin del propio delito, de tal manera que integra
condicin causal del mismo, siendo sta la razn para excluir los actos posteriores al delito
que
no
hayan
constituido
un
factor
en
su
realizacin.
Lo anterior nos lleva a precisar la existencia de una forma de participacin posterior al
delito, de complicidad a l, consistente en la cooperacin con posterioridad a su ejecucin,
cuando la accin del partcipe ha constituido, en razn del acuerdo previo, un factor
determinante en su ejecucin y por ello condicin causal del mismo.
Como ya Carrara precisaba, en tales situaciones no surge la calidad de cmplice por lo
hecho con posterioridad sino por lo prometido anteriormente, siendo de particular
importancia precisar, segn lo observa Soler, la naturaleza y caracterstica de la accin
ejecutiva, para saber a ciencia cierta si el acto enjuiciado es anterior, concomitante o
posterior.
Nuestra legislacin positiva recoge, en su artculo 400, algunas formas especficas de
encubrimiento, como delito autnomo, mientras el artculo 13, fraccin VII declara
responsable del delito a: Los que con posterioridad a su ejecucin auxilien al delincuente,
en
cumplimiento
de
una
promesa
anterior
al
delito.
Artculo 400. Se aplica prisin de tres meses a tres aos y de quince a sesenta das de
multa,
al
que:
I.
Con nimo de lucro, despus de la ejecucin del delito y sin haber
participado en ste, adquiera, reciba u oculte el producto de aquel a sabiendas de esta
circunstancia. Si el que recibi la cosa en venta, prenda o bajo cualquier otro concepto, no
tuvo conocimiento de la procedencia ilcita de aqulla, por no haber tomado las
precauciones indispensables para asegurarse de que la persona de quien la recibi tena
derecho para disponer de ella, la pena se disminuir hasta una mitad. Para los efectos del
prrafo anterior, los adquirentes de vehculos de motor debern tramitar la transferencia o
regulacin
del
vehculo,
cerciorndose
de
su
legitima
procedencia.
II.
Preste auxilio o cooperacin de cualquier especie al autor de un delito, con
conocimiento de sta circunstancia, por acuerdo posterior a la ejecucin del citado delito.
III.
objetos
IV.
Requerido por las autoridades, no de auxilio para la investigacin de los
delitos o para la persecucin de los delincuentes; y no procure, por los medios lcitos que
tenga a su alcance y sin riesgo para su persona, impedir la consumacin de delitos que
sabe van a cometerse o se estn cometiendo, salvo que tenga la obligacin de afrontar el
riesgo.
El
encubrimiento
puede
presentar
las
tres
siguientes
situaciones:
ENCUBRIMIENTO
DE
OTRO
DELITO
El encubrimiento de otro delito consiste en la ayuda posterior a la ejecucin del delito que
se da al delincuente, previa promesa de hacerlo. Aqu se contempla una responsabilidad
de quien ayuda en el delito cometido (artculo 13, fraccin VII, CPDF).
ENCUBRIMIENTO
COMO
DELITO
AUTNOMO
El artculo 400 del Cdigo Penal para el Distrito Federal contempla el delito de
encubrimiento, que abarca varias hiptesis y tambin considera, como se mencion, varios
casos
de
excusas
absolutorias.
COMISIN
DE
UN
DELITO
DISTINTO
DEL
CONVENIDO
En ocasiones, el acuerdo es acerca de la comisin de un delito (por ejemplo, robo), pero si
alguno de los partcipes comete otro no convenido (por ejemplo, violacin), todos sern
responsables
de
ste
segundo
delito
a
menos:
1.
Que el nuevo delito no sirva de medio para cometer el principal.
2.
Que aqul no sea una consecuencia necesaria o natural de ste, o de los
medios
concertados.
3.
Que no haya sabido antes de que se fuera a cometer el nuevo delito; o que
habiendo estado, hayan hecho cuanto estaba de su parte para impedirlo, es decir, que no
hayan
estado
presentes
en
la
ejecucin
del
nuevo
delito.
ASOCIACIN
DELICTUOSA
La asociacin delictuosa se integra por un grupo o banda de tres o ms personas que, sin
estar organizadas para delinquir. Se castiga por el simple hecho de ser miembro de dicha
asociacin.
(Art.
164
del
CPDF).
PANDILLA
La pandilla es la reunin habitual, ocasional o transitoria de tres o ms personas que, sin
estar organizada con propsito de cometer delitos, cometen alguno en comn. (Art. 164 bis
del
CPDF).
MUCHEDUMBRE
DELINCUENTE
La muchedumbre delincuente es la reunin de individuos en forma desorganizada y
transitoria
que,
en
ciertas
condiciones,
comete
algn
delito.
Existen estudios muy interesantes acerca de la psicologa de la muchedumbre, pues en
cada caso el sujeto reacciona de manera diferente, pero grupalmente adquiere otro
comportamiento,
influido
cada
uno
por
sugestin,
miedo
y
contagio.
SECTA
CRIMINAL
Es una especie de muchedumbre delincuente, adems de una forma crnica de actuar.
Sus integrantes comparten creencias y propsitos, y actan para lograr el fin que
persiguen,
por
ejemplo,
las
sectas
narcosatnicas.
AUTOEVALUACIN
1.
En
torno
a
quin
gira
el
Derecho
Penal?
2.
qu diferencias existen entre una asociacin delictuosa y una muchedumbre
delincuente?
3.
Cmo actan las masas segn la corriente de Mariano Jimnez Huerta?
4.
Porqu
las
masas
carecen
de
alma
superior?
5.
Qu
Son
los
falsos
conductores
o
demagogos?
6.
Cmo
son
los
crmenes
de
las
masas?
7.
Cul es el castigo ms grave que se le poda poner al delincuente?
8.
Qu
es
la
muchedumbre
delincuente?
9.
Qu
es
un
delincuente?
10.
Qu
es
un
delincuente
activo?
11.
Qu
es
el
sujeto
pasivo?
12.
Quin
es
el
autor
de
la
teora
del
delincuente
nato?
13.
Cul
es
la
clasificacin
de
los
delincuentes?
14.
Qu
consider
la
escuela
positivista?
15.
Cul
es
la
finalidad
de
las
doctrinas
constitucionalistas?
16.
Cundo
se
presenta
la
reincidencia?
17.
Cmo
son
las
sanciones?
18.
Qu
es
la
reincidencia
genrica?
19.
Qu
es
la
reincidencia
especfica?
20.
Qu
es
la
habitualidad?
21.
Qu
se
entiende
por
profesin
del
crimen?
22.
Cmo
es
la
estrategia
de
los
ladrones
profesionales?
23.
Cules son los candidatos ms usuales a ser ladrones profesionales?
24.
Cules son las caractersticas de los profesionales o virtuosos?
25.
A
qu
se
dedica
el
criminal
profesional?
26.
Cmo
es
su
imagen
propia?
27.
Cmo
son
sus
actividades?
28.
Cul
es
su
trayectoria
de
actuacin?
29. Qu se realiza despus de detener a un sujeto como presunto responsable de un
delito
imputado?
30.
Cmo
se
puede
presentar
la
identificacin?
31.
Por
qu
es
importante
la
personalidad
del
delincuente?
32.
Qu se ha hecho para conocer los antecedentes de cada reo?
33.
Cmo
se
usaron
las
marcas?
34.
Qu
es
el
concurso?
35.
Cul
es
el
concurso
ideal
o
formal?
36.
Cundo
se
presenta
el
concurso
real
o
material?
37.
Qu
es
la
acumulacin
de
procesos
o
autos?
38.
Cundo
no
procede
la
acumulacin?
39.
Quin
puede
promover
la
acumulacin?
40.
Cul
es
el
delito
plurisubjetivo?
41.
Qu
es
la
participacin?
42.
Qu
son
los
autores
materiales?
43.
Quines
son
los
autores
intelectuales
o
por
su
induccin?
44.
Quines
son
los
autores
mediados?
45.
Quines
son
los
cmplices?
46.
Qu
es
la
teora
de
la
causalidad?
47.
De
qu
trata
la
teora
de
accesoriedad?
48.
Segn
la
calidad
la
participacin
puede
ser.
49.
Qu
es
un
instigador?
50.
Cules
son
las
subclases
de
la
instigacin?
51.
52.
53.
54.
55.
Cmo
es
En
cuanto
En
cuanto
a
Qu
Qu
la
al
la
es
participacin
segn
el
grado?
tiempo
la
participacin
puede
ser.
eficacia
la
participacin
se
divide
en:
es
el
encubrimiento?
una
asociacin
delictuosa?
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Captulo Criminolgico
versin impresa ISSN 0798-9598
Cap. Criminol. v.34 n.1 Maracaibo ene. 2006
El narcotrfico como crimen organizado transnacional desde
una perspectiva criminolgica
Alejandro J. Rodrguez Morales*
Abogado. Profesor de pre y postgrado de Derecho Penal en la Universidad Central
de Venezuela. Profesor de Derecho Penal Internacional en la Universidad Catlica
Andrs Bello. Asesor en materia penal de la Direccin de Investigacin y Asesora
Jurdica de la Asamblea Nacional de la Repblica Bolivariana de Venezuela. Miembro
de la American Society of Criminology (EEUU) y del Grupo de Estudios sobre la
Violencia y el Control Social (Chile). E-mail: ajrodriguezm_abogados@yahoo.com
RESUMEN
El artculo plantea la problemtica de si es posible calificar al narcotrfico como una
modalidad del as denominado crimen organizado transnacional. Para acometer
dicha empresa, se hace un anlisis bis a bis de los conceptos de criminalidad
organizada as como de criminalidad transnacional, haciendo asimismo un examen
detenido en la propia nocin de narcotrfico, todo ello precisamente con la finalidad
este delito debe definirse ms bien como el comercio de las sustancias ilcitas,
segn se ha explicado en lneas anteriores.
Ahora bien, apartando el hecho de que el legislador ha tipificado, y equiparado,
todas y cada una de las conductas conexas al comercio de las drogas prohibidas,
debe observarse que el narcotrfico es una actividad delictiva compleja, en tanto se
trata del comercio de un objeto (la droga) que se encuentra en el mbito de la
ilicitud, por lo cual se requiere realizar toda una serie de operaciones para poder
llevar a trmino su comercializacin y obtener beneficios econmicos de la misma,
que es lo que en efecto persiguen los narcotraficantes, siendo un negocio
sumamente rentable, como lo han puesto de manifiesto distintos autores que se
han ocupado del tema (Saavedra Rojas, 1989; Martnez Rincones, 1996; Fernndez
Carrasquilla, 1989a).
Efectivamente, pasando al enfoque criminolgico del narcotrfico, visto brevemente
el enfoque jurdico-penal del mismo y su tratamiento en la legislacin venezolana,
debe subrayarse que para cometer este delito es necesario que se hagan diversas
operaciones o actividades, comenzando por la elaboracin o produccin que culmina
con la obtencin del producto final (por ejemplo, la cocana), que ser luego
comercializado o introducido en el mercado ilcito consiguindose as las ganancias
perseguidas, que podrn ser reinvertidas para darles apariencia de licitud. As, y
para graficar todo ese ciclo de la droga y la cantidad de actividades que ste
supone para que sea posible el narcotrfico en cuanto tal, puede decirse que este
negocio delictivo comienza en el campo, atraviesa los laboratorios, llega a las
ciudades, pasa por las manos de los consumidores y termina en las instituciones
bancarias y financieras.
De esta manera, la realidad criminolgica del narcotrfico muestra que en el mismo
intervienen de una forma u otra, diversas personas, puesto que se requiere de un
sin nmero de labores para concretarlo, al tratarse de una actividad comercial, que
se diferencia de cualquier otra en que el producto a ser comercializado es ilcito,
pero de igual modo se precisa de materias primas, procesos de elaboracin y
refinacin, almacenamiento, transporte, distribucin y venta; estando todas estas
operaciones mercantiles, en relacin con las sustancias prohibidas, criminalizadas
como se ha visto.
En este mismo orden de ideas, ha de indicarse que en el narcotrfico, conforme
demuestra la manera en que se verifica el mismo, interactan personas de diversos
estratos sociales y con diversas tareas a ser cumplidas (cada una de las actividades
tantas veces referidas). Se involucran en el negocio del narcotrfico, en
consecuencia, campesinos, profesionales, lderes de la poltica y la economa, entre
otros; ya que cada operacin corresponde a un cierto grupo de personas y no a
otra, por ejemplo, el campesino no ser ciertamente quien coordine cmo se va
realizar la distribucin de la droga, ni la llamada mula quien decida el destino de
la droga que transporta.
Finalmente, tambin desde el punto de vista criminolgico interesa destacar que
ciertas personas no tendran la capacidad econmica requerida para poder ocupar
ciertos puestos en esa lista de personas involucradas en el narcotrfico, puesto que
la realidad criminolgica muestra que se requiere de una cierta inversin para
mantener las plantaciones y pagar a quienes las cultiven y cosechen, o para pagar
el transporte clandestino de las sustancias. Igualmente, puede observarse que el
negocio del narcotrfico, al ser una actividad comercial, aunque ilcita, es
adoptadas muchas veces sin la necesaria reflexin por los sistemas nacionales, a
pesar de las perjudiciales consecuencias que ello acarrea, por lo cual se ha
sealado expresamente que la globalizacin comporta efectos perniciosos al
transferir el problema de un pas o grupo de pases a otros (Queralt, 2000). Para
justificar una tal aparicin de instrumentos internacionales dirigidos a tal fin se
afirma que con ello se lograra armonizar las legislaciones punitivas para poder
afrontar con la mayor rigurosidad el fenmeno de las drogas y especficamente del
narcotrfico, por lo que esta uniformizacin estara en franca contradiccin con
aquella a la que antes se hiciera alusin, que lo que pretende es que se consagren
en todos los sistemas jurdicos el respeto de los derechos esenciales de la persona.
De este modo, parece que la globalizacin puede servir de fundamento tanto para
conseguir logros garantistas como eficientistas, por lo que en general hay que
manejar con la mayor precaucin el discurso alrededor de la globalizacin y su
incidencia en el Derecho penal, al ser ste el sector del ordenamiento jurdico que
tiene la ms grave ingerencia en la vida de los ciudadanos.
4. EL CONCEPTO DE CRIMEN TRANSNACIONAL
El fenmeno globalizador al que ya se ha hecho referencia y la consecuente
desaparicin o atenuacin de las fronteras entre los pases ha hecho que en la
ciencia penal se haya venido hablando de una categora de criminalidad que sera
propia o caracterstica de un mundo globalizado como el de hoy, y que se
distinguira de otras formas delictivas precisamente por ir ms all de los confines
de un Estado. Se trata del denominado crimen transnacional, concepto que requiere
de anlisis a objeto de delimitar sus notas distintivas y determinar si puede
aceptarse como una nueva categora delictiva.
La criminalidad transnacional ha sido definida como aquel conjunto de
comportamientos que se pueden designar tambin con los conceptos de
criminalidad internacional o de criminalidad sin fronteras, y que se caracteriza
por el hecho de que el delincuente aprovecha las oportunidades que se le ofrecen
para cometer delitos, transferir bienes ilegales o asumir riesgos no permitidos ms
all de las fronteras (Albrecht, 2001); as, como su denominacin indica, se tratara
de aquellas conductas delictivas que trascienden el mbito nacional de un pas
determinado.
Debe observarse que la definicin que acaba de citarse, sin embargo, incurre,
segn se considera en este anlisis, en una incorreccin, al afirmar que la
criminalidad transnacional puede designarse tambin como criminalidad
internacional, esto, toda vez que aqu se entiende que debe distinguirse a los
crmenes transnacionales de los crmenes internacionales, si bien es cierto que
suelen utilizarse ambas expresiones como equivalentes, lo que no puede aceptarse
en este trabajo al tratarse de nociones diferentes.
En efecto, puede bastar para los efectos de este anlisis con aceptar que los
crmenes internacionales son aquellos que afectan de la manera ms grave a toda
la comunidad internacional y que conmueven la conciencia de la humanidad,
pudiendo afirmarse as que los crmenes que son competencia de la recin creada
Corte Penal Internacional pertenecen a una tal categora; entretanto, los crmenes
transnacionales carecen de una tal gravedad y se refieren, como se ver, a una
forma de criminalidad que se distingue por traspasar las fronteras de un Estado y
uno de estos nuevos bienes jurdicos colectivos, tambin conocidos como bienes
jurdicos difusos, caracterizados por no afectar directamente a un tercero sino a la
comunidad en su conjunto, por lo que la temtica est por supuesto ntimamente
vinculada con la cuestin de los denominados delitos de peligro, tanto en sentido
estricto como en sentido amplio (o, utilizando otra terminologa, delitos de peligro
abstracto y de peligro concreto).
De esta manera, se ha explicado que los bienes jurdicos colectivos o difusos
consisten en una relacin social basada en la satisfaccin de necesidades de cada
uno de los miembros de la sociedad o de un colectivo y en conformidad al
funcionamiento del sistema social (Bustos Ramrez, 1985), sostenindose asimismo
que tales bienes jurdicos son de orden socioeconmico (Fernndez Carrasquilla,
1989b), con lo que se pone de manifiesto que se trata de intereses que no
pertenecen a un individuo determinado sino, por el contrario, a una comunidad,
esto es, a un grupo indeterminado de personas (una colectividad), lo que hace
borrosos los lmites y la validez de su proteccin por parte del Derecho penal.
Igualmente, cabe observar que la criminalidad transnacional, precisamente por ir
ms all de las fronteras de un Estado, requiere de la participacin de diversas
personas, las cuales hacen posible tales comportamientos criminales a travs de los
distintos Estados involucrados en este tipo de delincuencia. Es por tal razn que la
criminalidad transnacional se encuentra estrechamente relacionada con la
denominada criminalidad organizada, nocin que tambin resulta de nuevo cuo en
la ciencia penal y que ser objeto de anlisis en este mismo trabajo, por lo que en
este momento solamente se ha considerado necesario mencionar una tal
vinculacin.
Tambin parece til mencionar desde ya que esa relacin que se ha querido ver
entre criminalidad transnacional y criminalidad organizada ha quedado evidenciada
de manera patente en un reciente instrumento internacional, adoptado por
Venezuela, cuya denominacin es indicativa de la misma; se quiere hacer referencia
a la Convencin de Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada
Transnacional, suscrita en el ao 2000 en la ciudad de Palermo, convencin sta
que ha surgido por la preocupacin mundial que gira en torno a estas nuevas
formas de criminalidad que estaran poniendo en peligro los intereses de los
diferentes Estados de la comunidad internacional. En cualquier caso, debe
reiterarse que la relacin entre estas novedosas categoras de la criminalidad se
ver con mayor detalle una vez examinada la nocin de criminalidad organizada.
S resulta importante destacar, respecto a la mencionada Convencin, que en la
misma se establece una suerte de criterios que serviran para determinar cundo se
est en presencia de un crimen transnacional, siendo una nota comn a todos ellos
el que en todos los supuestos se trascienden las fronteras de un Estado de alguna u
otra manera. As, el prrafo 2 del artculo 3 de la Convencin establece que el
delito ser de carcter transnacional si: a) Se comete en ms de un Estado; b) Se
comete dentro de un solo Estado pero una parte sustancial de su preparacin,
planificacin, direccin o control se realiza en otro Estado; c) Se comete dentro de
un solo Estado pero entraa la participacin de un grupo delictivo organizado que
realiza actividades delictivas en ms de un Estado; o d) Se comete en un solo
Estado pero tiene efectos sustanciales en otro Estado.
Como se desprende del anlisis de los criterios contenidos en la Convencin de
Palermo para determinar el carcter transnacional del crimen, los mismos se
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IMPRIMIR
1.
INTRODUCCIN
lesiones, etctera. Esto se puede realizar mediante una estrecha colaboracin entre las
2. BREVES ASPECTOS
HISTRICOS AL
TRATAMIENTO DEL DELITO
Y DE LA DELINCUENCIA
2.1.
Venganza
2.2.
En el siglo XIX, el jurista y filsofo britnico Jeremy Bentham intent que hubiera una
relacin ms precisa entre castigo y delito. Bentham crea que el placer poda ser medido
en contraste con el dolor en todas las reas de la voluntad y de la conducta humana.
Argumentaba que los criminales dejaran de cometer dichas conductas si conocieran el
sufrimiento especfico al que seran sometidos si fueran aprehendidos. Bentham peda la
fijacin de penas definidas y rigurosas para cada clase de crimen, de tal forma que el dolor
de la pena superar slo un poco el placer del delito. Este pequeo exceso sera suficiente
para resultar sugerente de una forma eficaz, pero no tanto como para resultar una
crueldad gratuita por parte de la sociedad. Esta equivalencia de placeres (crmenes) y
dolores (encierro/crcel) estaba basado en postulados psicolgicos.
Otras corrientes otorgaban mayor importancia a las medidas preventivas del delito que a
las destinadas a reprimirlo. Los miembros de estas corrientes argumentaban que los
individuos se ven determinados por fuerzas que operan al margen de su control, por lo que
no podan ser responsables por entero de sus crmenes. En este sentido, impulsaron el
control de la natalidad, la censura de la pornografa y otras iniciativas orientadas a atenuar
los factores que, a su entender, empujaban a la actividad antisocial. Las Escuelas del
Derecho Penal han dejado una perdurable influencia en el pensamiento de los
criminlogos, penalistas y legisladores actuales.
2.3.
2.4.
Escuela Clsica
Es una corriente que apareci a raz de las nuevas ideas surgidas como reaccin a la
venganza y a la antigua forma de ver el Derecho Penal. Se propuso la humanizacin por
medio del respeto a la ley, del reconocimiento a las garantas individuales y de la limitacin
al poder dominante del Estado. Los representantes de esta corriente y que dieron origen a
la misma son: Ferri como creador, Carrara como el mximo exponente clsico, adems de
Giandomnico Romagnossi, Pellegrino Rossi, Hegel, Giovanni Carmignani, entre otros
(Amuchategui Requena, 2005, p. 6).
2.5.
Escuela Positiva
2.6.
Escuelas Eclcticas
3. LA REPRESIN Y
PREVENCIN? DEL DELITO
EN LA ACTUALIDAD
3.1.
Contexto
Segn el artculo 7 del Cdigo Penal Federal, delito es: el acto u omisin que sancionan
las leyes penales (Cmara de Diputados, 2005). Tambin la Constitucin Poltica de los
Estados Unidos Mexicanos en el artculo 17 apunta que: ninguna persona podr hacerse
justicia por s misma, ni ejercer violencia para reclamar su derecho (Cmara de
Diputados, 2009).
purgue y elimine sus males, por otro, lado, pena, es una accin impuesta para corregir,
avergonzar, sin embargo, en un modelo actual, en apariencia, el sistema de
Readaptacin social o reinsercin pretende curar al individuo sujeto a una pena, por lo que
el establecimiento debe cumplir con caractersticas que den lugar a la misma. La pena
tiene varios objetivos dentro de los cuales supone que con sus caractersticas lograr la
prevencin del delito y la rehabilitacin del sujeto criminal (Amuchategui Requena, 2005,
pp. 114). A saber: Intimidatoria; Dolorosa; Ejemplar; Legal; Correctiva, y Justa
(Amuchategui Requena, 2005, pp. 114). Esto es lo que la pena pretende... sin embargo, al
igual que muchas otras leyes, poltica e instrumentos se quedan alejados y en total
hipocresa.
En sntesis, la pena, as como el tratamiento penitenciario tienen como objetivo la
reeducacin, rehabilitacin y reincorporacin del interno a la sociedad. Lo anterior debera
ser el resultado de la pena, pero desgraciadamente no ha existido una pena y un
tratamiento que reduzca el hecho criminal; se ha visto que la pena y el tratamiento
penitenciario son ineficaces (Pealoza, 2007).
Los Centros de Readaptacin Social estn sobrepoblados y no cumplen con su funcin
curativa, al contrario, sirven solo como Centros de Represin Social sin ms fines. En el
mbito penitenciario es frecuente observar las carencias de la crcel, la suciedad, las
enfermedades, la prostitucin, corrupcin, promiscuidad homosexual y heterosexual, los
escapes, la dominacin por parte de los internos, las extorsiones desde adentro, entre
muchas otras conductas. La pena supone una curacin, pero como muchas otras cosas
ms sus intenciones exceden de sus reales alcances.
Sobre la privacin de la liberta para la readaptacin Miguel ngel Soria Verde opina: la
extraa contradiccin existente entre privar de libertad para aprender a vivir en ella se
intenta resolver por la va del tratamiento individualizado de la condena privativa de
libertad (Soria Verde, 2005, p. 227).
3.3.
Para poder llevar a cabo la prevencin, hay que definir el concepto de sta: es imaginar
con anterioridad un hecho criminal y preparar los medios necesarios para impedirlo. En la
1.
2.
3.
4.
Los sentenciados, en los casos y condiciones que establezca la ley, podrn compurgar sus
penas en los centros penitenciarios ms cercanos a su domicilio, a fin de propiciar su
reintegracin a la comunidad como forma de reinsercin social. (Cmara de Diputados,
2009, p. 11).
Por otro lado, la Ley que establece las norma mnimas sobre readaptacin social de
sentenciados seala en al artculo 3:
En dichos convenios se determinar lo relativo a la creacin y manejo de instituciones
penales de toda ndole, entre las que figurarn las destinadas al tratamiento de adultos
delincuentes, alienados que hayan incurrido en conductas antisociales y menores
infractores, especificndose la participacin que en cada caso corresponde a los
Gobiernos Federal y Locales (Cmara de Diputados, 2009c, p. 1).
En el artculo 5:
Los miembros del personal penitenciario quedan sujetos a la obligacin de seguir, antes de
la asuncin de su cargo y durante el desempeo de ste, los cursos de formacin y de
actualizacin que se establezcan, as como de aprobar los exmenes de seleccin y
permanencia que se implanten. Para ello, en los convenios se determinar la participacin
que en este punto habr de tener el servicio de seleccin y formacin de personal,
dependiente de la Secretara de Seguridad Pblica (Cmara de Diputados, 2009c, p. 2).
Y la mxima penitenciaria se describe en el artculo 6:
El tratamiento ser individualizado, con aportacin de las diversas ciencias y disciplinas
pertinentes para la reincorporacin social del sujeto, consideradas sus circunstancias
personales, sus usos y costumbres tratndose de internos indgenas, as como la
ubicacin de su domicilio, a fin de que puedan compurgar sus penas en los centros
penitenciarios ms cercanos a aqul, esto ltimo, con excepcin de los sujetos internos
por delincuencia organizada y de aquellos que requieran medidas especiales de
seguridad.
4. PROPUESTA: UN NUEVO
MODELO DE PREVENCIN
DEL DELITO
4.1. Bases de la propuesta: ms prevencin menos
represin
Se ha reiterado en casi todos los libros que llevan por ttulo Criminologa, Prevencin del
delito, Poltica Criminolgica, Penologa o similares (algunos de Derecho Penal, Derecho
Penitenciario) que la importancia de los factores crimingenos es para prevenir el delito,
as como a nivel internacional, la recomendacin siempre ha sido diagnosticar los factores
de riesgo y posteriormente hacerse de las herramientas para tratarlos, controlarlos o
erradicarlos (Baratta, 2004; Beristain y Neuman, 2004; Elbert, 1996 y 1996b; Elbert, 1999;
Marquez Piero, 1999; Reyes Caldern, 2001; Reyes Echanda, 1987; Reynoso Davila,
2004; Restrepo Fontalvo; 2002; Tieghi, 2004; Zafaroni, 2003; Hikal, 2011a, 2011b y 2011c).
Al respecto, Jorge Lpez Vergara seala que:
Para el estudioso del complejo fenmeno criminal es indispensable el anlisis de las
circunstancias que originan la conducta antisocial. Slo conociendo los diversos factores
que contribuyen a que un hombre integrado a una sociedad realice determinados actos
-que esta ltima no puede permitirle-, se podrn sentar las bases para el anlisis cientfico
de la conducta antisocial y de su prevencin (Lpez Vergara, 2006, p. 131).
La propuesta bsica de quien esto escribe consiste en lo siguiente:
Reinsercin social, y
4.2.
Aceptar responsabilidades;
4.3.
La prevencin del delito se debate entre dos contrastes: 1) reprimir, y 2) estudiar las
causas de la criminalidad, a niveles globales, se tiene bien identificado que hace falta
multiplicar la segunda opcin, pero poco se ha hecho sobre el tema. La fuente de
informacin ms precisa para obtener dichos datos provienen de la Organizacin de las
Naciones Unidas, organismo internacional que rene a representantes de mltiples pases
(llamados Estados Parte de la ONU) y se analizan las antiguas formas de prevencin, las
actuales y las propuestas a futuro inmediato. As los congresos de las Naciones Unidas
sobre prevencin del delito y justicia penal, que se han venido celebrando cada cinco aos
desde 1955, han resultado una fuente muy valiosa y una fuerza impulsora para este
proceso.
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito detalla (UNODC, 2007, pp.
291-293):
1.
2.
3.
4.
1.
Definir:
1.
1.
2.
b) Los objetivos que se hayan fijado y los plazos en que deban alcanzarse;
3.
2.
1.
2.
3.
4.
3.
Examinar el inters que revisten para el plan de accin de prevencin del delito
factores tales como:
1.
2.
3.
4.
d) La vivienda y el urbanismo;
5.
6.
7.
4.
1.
1.
1.
a) La prevencin primaria:
1.
1.
1.
1.
1.
2.
3.
4.
Promoviendo
la
responsabilidad
cvica
los
5.
4.4.
Rigor cientfico;
Discutir los resultados con los dems profesionistas para conocer sus
percepciones y alimentar el conocimiento, y
Para lograr dichos fines ser necesario que los miembros del personal trabajen
exclusivamente como funcionarios penitenciarios profesionales, tener la condicin de
empleados pblicos y por tanto la seguridad de que la estabilidad en su empleo depender
nicamente de su buena conducta, de la eficacia de su trabajo y de su aptitud fsica. La
remuneracin del personal deber ser adecuada para obtener y conservar los servicios
capaces. El personal deber poseer un nivel intelectual suficiente.
Deber seguir, antes de entrar en el servicio, un curso de formacin general y especial y
pasar satisfactoriamente pruebas tericas y prcticas. Despus de su entrada en el
servicio y en el curso de su carrera, el personal deber mantener y mejorar sus
conocimientos y su capacidad profesional siguiendo cursos de perfeccionamiento que se
organizarn peridicamente.
Los funcionarios de los establecimientos no debern, en sus relaciones con los reclusos,
recurrir a la fuerza, salvo en caso de legtima defensa, de tentativa de evasin o de
resistencia por la fuerza o por inercia fsica a una orden basada en la ley o en los
reglamentos. Los funcionarios que recurran a la fuerza se limitarn a emplearla en la
medida
estrictamente
necesaria
informarn
inmediatamente
al
director
del
CONCLUSIONES
La delincuencia urbana se caracteriza por una multiplicidad de factores y formas. Con
frecuencia ser til adoptar un enfoque interinstitucional (apoyarse de las dependencias de
Gobierno en sus tres niveles: federal, estatal y municipal, adems de los organismos
internacionales; por ejemplo: la Secretara de Seguridad Pblica, Secretara de Desarrollo
Social, Secretara de Obras Pblicas, Instituto de la Juventud, Instituto de la Mujer,
Agencias de las Naciones Unidas, Organizacin de los Estados Americanos, entre otros) y
responder de forma coordinada en el plano local, de conformidad con un plan de accin
integrado para la prevencin del delito.
REFERENCIAS
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El ltimo argumento
LUNES, 2 DE ABRIL DE 2012
INTRODUCCIN.
El mrito de este Cdigo fue la distincin que se hizo entre tentativa del
delito y delito frustrado, adems de la referencia a la figura del delito
imposible, an cuando la tcnica era discutible. En efecto, la tentativa de
delito, bajo la denominacin de "conato", fue delineada con una redaccin,
que parece poner de manifiesto el conocimiento de los inconvenientes al
sostenimiento del principio del inicio de la ejecucin como va para delimitar
la tentativa impune de la tentativa punible, y como consecuencia de ello, el
inters en buscar una va diversa que lograra rendir frutos ms tiles para
solucionar el sinnmero de problemas presentados en la prctica. As pues,
an cuando el Cdigo Martnez de Castro, intent evitar el principio expreso
del inicio de ejecucin, no logr dejar de utilizar el concepto de la biparticin
clsica de los actos que se observa a la base de su texto, no obstante
intent variar el sistema para la delimitacin de la tentativa punible bajo un
criterio diverso de direccin y tiempo.
1. FASE INTERNA.
De acuerdo con el autor Luis Jimnez de Asa la fase interna existe slo
mientras el delito, encerrado en la mente del autor, no se manifest
exteriormente4
2. FASE EXTERNA.
En esta fase son objeto de estudio, los actos preparatorios y los actos
ejecutivos:
La tentativa es un grado en la vida del delito. Es, por la falta del dao
inmediato o fsico un delito imperfecto. El tipo de la tentativa consta de los
siguientes elementos: a) en la parte objetiva, un comienzo de ejecucin y la
no realizacin de todos los actos ejecutivos; b) en la parte subjetiva, la
voluntad de consumacin; c) la ausencia de desistimiento voluntario.
Otro de los casos que surgi, fue con base en los siguientes antecedentes:
conformidad con los artculos 371, prrafo tercero, y 63, prrafo tercero, del
Cdigo sustantivo de la materia, debi calcular la sancin privativa de
libertad mencionada, dentro del parmetro de CINCO AOS, que
corresponden a la pena mnima y DIEZ AOS, que es el equivalente a las
dos terceras partes de la sancin mxima...", la tesis aislada I.5o.P.22 P, en
cuestin, publicada en la pgina 1384, tomo XVI, Agosto de 2002,
Semanario Judicial de la Federacin y su Gaceta, Novena poca, dice:
SANCIN EN DELITOS GRAVES ASCALIFICADOS POR LA LEY EN
GRADO DE TENTATIVA. DEBEOBSERVARSE LO ESTABLECIDO EN EL
ARTCULO 63, PRRAFOTERCERO, DEL CDIGO PENAL PARA EL
DISTRITO FEDERAL, RESPECTO DEL DELITO BSICO Y EL PRRAFO
PRIMERO EN CUANTO A LA AGRAVANTE.15
La tentativa es una figura jurdica, que amplifica el tipo penal, esto es, no
obstante que no se encuadra de forma total la conducta del individuo con lo
preceptuado por la norma penal descriptiva de la conducta prohibida, la
ejecucin de actos tendientes a la realizacin del mismo dan facultades al
rgano jurisdiccional de aplicar una sancin (pena) respecto de los actos
ejecutados, sin que se requiera de un resultado material, sino formal toda
vez que basta la simple intencin de poner en peligro el bien jurdicamente
tutelado.
Dado que el iter criminis se compone de dos fases, uno interior que atae a
los pensamientos que llevan al sujeto a determinar la comisin de un ilcito,
y otro exterior que alude a la totalidad de actos que determinan su
ejecucin, de ah resulta la relevancia para el derecho penal la
exteriorizacin objetiva idnea de la conducta en el mundo fctico para la
materializacin del ilcito, a efecto de que estos actos sean punibles, tal y
como lo han sostenido los diversos criterios emitidos por los Tribunales de
nuestro Mximo Tribunal Constitucional.
ANEXOS.
1.- ROBO, TENTATIVA DE (LEGISLACIN DEL ESTADO DE PUEBLA).Si el acusado fue sorprendido en el interior de un establecimiento
comercial cuando pretenda robar, no puede aducirse que el delito
qued consumado, aun cuando, en su poder, se hayan encontrado objetos
de la negociacin, pues en ningn momento tuvo potestad dominical sobre
los mismos y por ello no puede hablarse, con propiedad, de la
consumacin del apoderamiento de la cosa ajena mueble, sin
derecho y sin consentimiento del titular; solo quedar la conducta
en
grado
de
tentativa
si
no
lleg
a
consumarse
el
desapoderamiento del objeto, con relacin al pasivo del delito, pues la
mera contrectatio (sic) y an el desplazamiento o remocin de la cosa no es
ndice seguro, en todos los casos, para determinar el momento consumativo
del delito en cuestin. (Sptima poca, Instancia: Tribunales Colegiados de
3.- "DELITO
GRAVE
EN
GRADO
DE
TENTATIVA.
PENAS
APLICABLES.Para la imposicin de la pena, en tratndose de delitos
graves, as considerados por la legislacin penal aplicable, cuyo
grado de ejecucin qued en tentativa, primero deben acreditarse
los elementos del tipo penal como consumado y despus, imponer al
acusado hasta las dos terceras partes de esas penas, segn el grado de
ejecucin que se hubiese llegado a consumar en la comisin del
delito, atendiendo en el caso adems, al grado de culpabilidad que se
haya considerado al acusado; pero si la pena a imponer resulta ser
inferior a la mnima sealada para el ilcito de que se trate, necesariamente
debe aplicarse la regla a que se refiere el artculo 63, prrafo tercero del
Cdigo Penal del Distrito Federal, es decir, imponer exactamente la pena
mnima sealada, por tratarse de tentativa punible de delito grave,
as calificado por la ley"
robo, previsto en el artculo 371 ltimo prrafo del Cdigo Penal, cuyo
grado deejecucin qued en tentativa, primero debe individualizarse el
delito como consumado, y despus imponer al acusado hasta las
dos terceras partes de esas penas segn el grado de ejecucin a
que se hubiere llegado en la comisin del delito en cuestin, pero si la
pena a imponer resulta inferior a cinco aos, que es la mnima del
precepto de que se trata, se debe aplicar la regla a que se refiere el artculo
63 prrafo tercero del Cdigo Penal, es decir imponerle precisamente
cinco aos de prisin, por tratarse de tentativa punible de delito
grave, as calificado por la ley".
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2012/04/analisis-de-la-tentativapunible-y.html
EXP. N. 01010-2012-PHC/TC
LIMA
CARLOS ALBERTO
RUIZ MORENO
12. De lo expuesto, se advierte que los jueces emplazados no han cumplido con la
exigencia constitucional de la debida motivacin de las resoluciones judiciales. En
efecto, se aprecia que la sentencia en cuestin no contiene una motivacin fctica y
normativa, sustentada con medios de prueba sobre los elementos constitutivos del
delito de robo agravado, esto es, si el actor ha realizado la conducta imputada, y si
ello se produjo mediante el concurso de dos o ms personas, a efectos de que puedan
ser subsumidos en el tipo penal de hurto agravado, previsto y sancionado por el
artculo 189 inciso 4 del Cdigo Penal; no obstante ello, la Sala superior emplazada
de manera declamativa ha llegado a la conclusin de que se ha probado
fehacientemente la responsabilidad penal de don Carlos Alberto Ruiz Romero en la
comisin del delito de robo agravado; de lo que se colige que se ha producido la
violacin del derecho a la motivacin de las resoluciones judiciales, en conexin
con la libertad individual. Siendo as, la demanda debe ser estimada.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la
Constitucin Poltica del Per
HA RESUELTO
1. Declarar FUNDADA la demanda de hbeas corpus, al haberse acreditado la
vulneracin del derecho a la motivacin de las resoluciones judiciales; y por
consiguiente
Suez
Tejera
Delgado
(CV)
Herrera
Resumen: Desde el surgimiento del trmino peligrosidad social, las controversias en torno a su
denominacin no han cesado. Unos la conciben como la tendencia de un individuo para
delinquir y la materializan en la imposicin de medidas de seguridad. Cuba es heterognea en
este sentido, se apropia de esta institucin al heredarla del antiguo campo socialista,
establecindola como rasgo esencial del concepto material del delito y como inclinacin de una
persona para cometerlo. En la prctica los criterios para establecer la peligrosidad social del
hecho son diversos, no existiendo homogeneidad en los pronunciamientos realizados por el
rgano
jurisdiccional,
instruccin
y
la
doctrina.
Palabras claves: Peligrosidad, social, hecho, delito y elementos.
INTRODUCCIN
En los tiempos primitivos no exista un Derecho Penal estructurado. En aquel entonces se
hallaban diversas prohibiciones basadas en conceptos mgicos y religiosos, cuya transgresin
traa consecuencias para el ofensor y su familia, clan o tribu. Al originarse la divisin social del
trabajo, surgir la propiedad privada sobre los medios de produccin y escindirse la sociedad en
clases antagnicas, la dominante, estableci el carcter sobrenatural de las prohibiciones de
los
primeros
tiempos
y
surge
as,
la
idea
del
delito.1
El concepto del delito, como pensamiento abstracto y general de un fenmeno social y jurdico,
histricamente est condicionado por el sistema de relaciones sociales, materiales e
Kusnetzova, una autora de la extinta Unin Sovitica, citada por Vera Toste, afirma que, slo es
considerado delito, segn la ley penal sovitica, ... la conducta socialmente peligrosa... la
peligrosidad social del hecho es el rasgo material que expresa el contenido de clase del
delito. 26
El Cdigo establece el concepto de delito en su artculo 8 en el apartado 1, considerando la
peligrosidad social dentro de las caractersticas que tiene que poseer un hecho para que se
valore como delito. La peligrosidad social tambin est presente en el apartado 2, cuando el
tribunal puede determinar si un hecho constituye o no un delito, basndose tanto en la
peligrosidad social del hecho como en las condiciones personales del autor. Es decir, aunque
una conducta califique como delito, si el hecho carece de peligrosidad y las caractersticas del
infractor son positivas, el Cdigo Penal cubano no lo considera delito.
La evolucin de la peligrosidad social no concluye con el cuerpo legal establecido en 1979. En
el ao 1987 con la promulgacin de un nuevo Cdigo Penal, la Ley 21, no varan los criterios
en cuanto a este particular. Es en 1997 con el Decreto-Ley No. 175 de 17 de junio, que el
elemento esencial del delito alcanza otra arista: su aplicacin para establecer multas.
La insercin del apartado 3 al artculo 8, permite a la autoridad actuante imponer una sancin
de multa siempre y cuando en la comisin del delito se evidencie escasa peligrosidad social,
teniendo en cuenta las condiciones personales del infractor. La problemtica del tema, es que
el Cdigo Penal no establece reglas para la interpretacin de esos dos requisitos.
El 20 de junio de 1984 el Tribunal Supremo Popular, en pos de proporcionar mejor
interpretacin de la norma penal, dicta la Instruccin No. 115 sobre la Carencia de peligrosidad
social, referida a los Aspectos procesales correspondiente al artculo 8.2 del Cdigo Penal. Con
respecto a la cual Rivero Garca afirma: en la propia Instruccin se declara, que los criterios
ofrecidos en la misma, pueden ser utilizados en la medicin de la sancin, en el caso de no
considerar
el
Tribunal
una
carencia
total
de
peligrosidad
social.27
Para que se considere que un hecho carece de peligrosidad social es necesario que la entidad
de sus consecuencias sea escasa y las condiciones personales del comisor positivas. Rivero
Garca, presupone que el actuante sea primario en la participacin de hechos delictivos, que su
conducta sea correcta tanto con la familia, el trabajo y la sociedad, que el hecho en s no haya
ocasionado pavor o repudio, y sus efectos no resulten esencialmente daosos o peligrosos.28
2. La
aplicacin
de
multas.
El Estado reserva al Derecho Penal la proteccin de las ms importantes relaciones sociales,
configurando como delitos slo las acciones de mayor gravedad; aquellas que entraan una
elevada peligrosidad social para el rgimen socio-econmico imperante. Esta funcin de
proteccin encuentra en la pena, el instrumento oportuno y adecuado para su
materializacin.29
Desde un enfoque histrico social, puede afirmarse que en sus orgenes la sancin penal
estuvo limitada casi exclusivamente a la pena de muerte. En un estado superior del desarrollo
social surge la nocin de retribucin, que ms tarde se defini en la
llamada compositio, 30 propia del Derecho Penal Romano y de otros derechos penales
primitivos. La nueva forma que adopt el castigo consista en una suma que el infractor pagaba
al perjudicado como retribucin por el dao producido. Es aqu donde histricamente se ubica
la gnesis de la sancin de multa.31 La multa no es ms que una pena pecuniaria, consiste en
la obligacin de una persona natural o jurdica de pagar determinada cantidad de dinero, fijada
en
la
ley
como
consecuencia
de
un
actuar
contrario
a
Derecho.
En Cuba la multa se considera una sancin principal, aprecindose que se establece de forma
alternativa o acumulativa de la privacin de libertad, para los delitos de menor gravedad y slo
en pocos casos se establece como sancin nica a imponer. La misma aparece asociada a
aquellos tipos penales que revelan una menor peligrosidad social en la actuacin del sujeto,
teniendo en cuenta los lmites del delito perpetrado. De ello se deriva a su vez que se
encuentre
en
las
figuras
atenuadas
del
tipo.
El apartado 3 del artculo 8 del Cdigo Penal se refiere a la posibilidad de aplicar multa si la
conducta delictiva del sujeto posee escasa peligrosidad social. El mismo regula que: En
aquellos delitos en los que el lmite mximo de la sancin aplicable no exceda de un ao de
privacin de libertad o de multa no superior a trescientas cuotas o ambas, la autoridad actuante
est facultada para, en lugar de remitir el conocimiento del hecho al tribunal, imponer al
infractor una multa administrativa, siempre que en la comisin del hecho se evidencie escasa
peligrosidad social, tanto por las condiciones personales del infractor como por las
caractersticas
y
consecuencias
del
hecho. 32
Es decir, los delitos que poseen escasa peligrosidad social, atendiendo a las caractersticas del
hecho y del individuo, el instructor o la autoridad actuante pueden imponer una multa al
infractor. Este suceso permite de manera substancial el uso de la facultad discrecional por
parte
de
la
Polica para
un
nmero
importante de
delitos.
El Estado cubano ha propiciado un amplio ejercicio de la potestad sancionadora, al aumentarse
la gama de conductas ilcitas cuyo tratamiento corresponde al rea del Derecho Administrativo.
Lo anterior corresponde a lo establecido por el Decreto 141 de 30 de marzo de 1988, en el cual
se identifican como contravenciones las conductas tpicas y antijurdicas que afectan intereses
de carcter pblico, inherentes al bienestar, la convivencia social, la seguridad, la prosperidad,
la tranquilidad, as como otros intereses sectoriales vinculados a la gestin pblica del Estado,
en cuyos casos se contemplan sanciones administrativas como consecuencias jurdicas.33
Las normas contravencionales en el sistema de derecho cubano, se caracterizan por formar
parte del Derecho Administrativo y por tanto del Derecho Pblico estatal. Son
sancionadorasporque invisten una finalidad coercitiva, reparadora y correctiva. Son adems
preventivasporque contribuyen a regular la conducta de los ciudadanos en correspondencia
con los intereses pblicos e inciden en su educacin formal, comunitaria y social.
Para el Derecho Penal, la contravencin constituye un hecho punible de menor gravedad, por
lo que la contravencin se sanciona con penas leves, distinguindose tambin por la mnima
importancia de sus resultados. ngela Gmez alega al respecto que en la distincin entre el
ilcito penal y el contravencional existe un fuerte componente poltico criminal.34 En
dependencia de la importancia que se atribuya a determinado marco de relaciones jurdicas y
sociales, y de la magnitud del dao causado por stas en cada momento histrico-social, se le
atribuir
el
carcter
de
delito
o
de
contravencin.
El Derecho Penal como ltima ratio indica que la intervencin penal slo es lcita en aquellos
supuestos en los que el Estado, previamente, ha agotado todas las posibilidades no penales
para la prevencin del delito, de ah su naturaleza subsidiaria. El Derecho Penal, ha de operar
nicamente cuando el orden jurdico no pueda ser preservado eficazmente mediante otras
soluciones menos drsticas que la sancin penal. La sancin criminal est sometida al principio
de ltima ratio y, consecuentemente, slo se aplica cuando el resto de los instrumentos legales
hayan fracasado. Luego, si el tribunal comprueba que otras ramas del ordenamiento jurdico
brindan suficiente proteccin, habr de abstenerse de imponer pena alguna.
Segn Salas Beteta, la doctrina penal coincide en postular que existen conductas que no son
graves y que, por ende, no afectan de forma trascendental el inters pblico, que el Derecho
Penal debe esgrimir cuando resulta absolutamente necesario, ya que las partes en conflicto
pueden tener amparo de sus pretensiones ejercitndolas por otros medios legales.35 En
efecto, slo debe utilizarse el derecho penal como un ltimo recurso o de estricta necesidad, el
Estado no debe intervenir en toda situacin, sino en los hechos que la ley penal estima
necesario
actuar
para
salvaguardar
la
seguridad
colectiva.
Al promulgar 36 la Ley 62 de 1987, una de las respuestas proporcionada por el legislador para
garantizar que la despenalizacin de ciertas conductas no implicara la impunidad de hechos
ciertamente peligrosos o la exigencia de responsabilidad penal por hechos de escasa
peligrosidad, lo constituyen los denominados delitos paralelos. A partir de una doble tipificacin
de determinadas figuras en el Cdigo Penal y adems en el Decreto Ley 141 antes
mencionado se distinguen a partir de elementos como escasa entidad, reducida significacin
econmica o social, conducta o caractersticas personales, habitualidad o no del autor,
contribuye a que los tribunales no conozcan de procesos que no tienen gran trascendencia en
la
sociedad.
La incorporacin del apartado 3 al artculo 8 del Cdigo Penal mediante el Decreto Ley 175 de
17 de junio de 1997, constituye otra variante de delitos paralelos. En este caso la alternativa se
dirige desde el Derecho Penal hacia el Derecho Administrativo Sancionador. Este apartado da
la posibilidad de aplicar una multa administrativa en aproximadamente cien supuestos de tipos
delictivos atendiendo a la sancin penal aplicable, as como las circunstancias del hecho y de la
conducta
del
autor. 37
Es innegable que los delitos paralelos, siempre y cuando se apliquen adecuadamente y sin
poner en riesgo el principio de seguridad jurdica, constituyen frmulas que aportan soluciones
viables a la numerosa cifra de transgresiones a la ley. La misma coincide con una poltica de
mnima
intervencin
penal
acorde
a
la
realidad
del
pas. 38
En el mencionado apartado, lo relativo para decidir cundo interviene el Derecho Penal o el
Derecho Administrativo Sancionador no es el tipo, o sea la norma precepto, sino la pena a
imponer cuando expresa menos de un ao o multa de 300 cuotas o ambas. Esto se valora
en dependencia de las circunstancias del hecho y del autor, lo que supone un componente
subjetivo a cargo de los practicantes del Derecho, con riesgos de arbitrariedad, sobre todo
teniendo en cuenta la ausencia de definicin de los requisitos para aplicar la alternativa
administrativa.
La instruccin 115 del Tribunal Supremo Popular, no se pronuncia en relacin al apartado 3.
Esta no proporciona elementos que le sirvan al actuante para saber qu particulares tomar en
consideracin para la determinacin de la peligrosidad social del delito. Lo expuesto, ocasiona
que el anlisis de la norma quede en el plano subjetivo del intrprete. En este sentido cada cual
valora la peligrosidad social de forma diferente, causando as una dispersin de criterios en
cuanto a los basamentos para determinar el grado de peligrosidad de una accin u omisin
prohibida
por
la
Ley.
La introduccin de este apartado obedece a una poltica de despenalizacin, lo que no significa
la impunidad ante el quebrantamiento de la norma, sino que estimando la escasa peligrosidad
social de una accin delictiva proceda el Derecho Administrativo Sancionador o el Derecho
Penal en ltima instancia. Sin embargo, su regulacin no es aprobada por todos los juristas.
Existen criterios que consideran que la aplicacin del artculo 8.3 viola el principio de legalidad,
regulado
en
el
artculo
1
de
la
Ley
de
Procedimiento
Penal. 39
En el rgano de Instruccin Penal la decisin de imponer una multa o una medida cautelar, no
corresponde a una sola persona, esta debe ser colegiada con los dems instructores y en
especial con el Jefe de Unidad. En esta deliberacin se tienen en cuenta, en primer lugar, las
consecuencias que provocan el delito; as como las condiciones personales del autor.
Por ejemplo, si el hecho no es repudiado por la sociedad pero es una persona que
constantemente est transgrediendo la ley, no coopera con la investigacin, no se recuperan
las pertenencias en caso de un hurto por la figura bsica, esto motiva la imposicin de una
medida ms severa. En el caso de que al individuo no le obren antecedentes penales, pero
desafortunadamente comete un delito grave que aterroriza o pone en riesgo la seguridad
colectiva, evidentemente la medida es tambin severa. Es decir, siempre va estar la
repercusin del delito por encima de las condiciones personales del autor.
El propsito del apartado 3 del artculo 8, es aliviar el sistema de justicia. Su aplicacin es
esencial para que no lleguen a los Tribunales aquellas acciones u omisiones que carecen de
peligrosidad social y con ello la puesta en marcha innecesariamente del mecanismo judicial. Lo
que evita sobrecargar al rgano judicial con hechos en los que el autor reconoce su actuar
antijurdico, carente de peligrosidad, y cuya sancin de multa puede coincidir con la pena a
imponer por el tribunal. En este sentido, corresponde a cada instructor hacer de esta insercin,
un
instrumento
vlido
para
la
efectiva
aplicacin
del
Derecho
Penal.
3.
La
peligrosidad
social
al
adecuar
la
sancin.
La pena es el medio coactivo ms contundente con que cuenta el Estado, mediante la cual se
puede legalmente encerrar en la crcel durante un ao a una persona, o imponerle una multa.
La evolucin histrica de las penas se halla, sin embargo, en una paulatina atenuacin de su
rigor, paralela a los cambios culturales que se vienen produciendo en la humanidad. 40
En el concepto de pena se mezclan otras categoras como tendencias filosficas, contexto
histrico, entre otras condiciones que determinan su idea. Beccaria, segn Rodrguez Prez de
Agreda, considera que el fin de la pena no es la represin, la expiacin de una culpa, ni un
medio para atemorizar, sino un contra-motivo. Otro de sus aportes es la idea de que la
proporcin
entre
delito
y
pena
est
en
el
bien
pblico. 41
No obstante, la pena no siempre se concibi en su formulacin actual, la misma encuentra su
desarrollo en la Edad Antigua, con primitivas frmulas que trataban de ajustar las penas a las
faltas, sin embargo, lo cierto es que esta etapa se caracteriz por el predominio de la
arbitrariedad.42 La aplicacin de penas se fundaban en las creencias de los pueblos, en
ocasiones la sancin a imponer dependa de una persona, incluso llegaban a ser extremas
para imponer respeto o someter a los ciudadanos a determinada forma de gobierno.
Zaffaroni expone " Los criterios de determinacin de la pena que hay en los cdigos
dependen siempre de cul sea el concepto y el fin de la pena". 43 Es decir, que la
determinacin judicial de la pena est determinada en primer lugar por el concepto y luego por
el fin que posea la pena en cada cdigo, quedando subordinada a los criterios conceptuales del
sistema
judicial
vigente.
El poder que se atribuye al Estado para determinar las conductas que se consideran delitos y
las penas a aplicar a los que incurran en ellas, debe ser sometido a ciertas limitaciones. Es
aqu donde la adecuacin de la pena desempea un papel importante, estableciendo a travs
de un sistema de principios reguladores el actuar de los legisladores a la hora de instituir delitos
y penas. 44 La adecuacin de la sancin es el procedimiento por el cual la pena determinada
por
la
ley,
se
ajusta
al
delito
cometido
por
el
autor.
Segn lo expresado, la sancin penal es una consecuencia jurdica que recae sobre el autor de
un hecho delictivo. Sin embargo una pena desproporcionada, significa un atropello a los
derechos de los individuos, e introduce un elemento irracional que perturba y debilita el sistema
de prevencin penal. En consecuencia, cada Estado instaura procedimientos para impedir que
se quebrante la legalidad y los derechos que atribuye la constitucin a sus ciudadanos,
adoptando criterios para la adecuacin de la sancin, segn las circunstancias socio-jurdicas
predominantes.
La Declaracin de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789,45 constituye
antecedente de la exigencia del principio de proporcionalidad de las sanciones, reclama que la
ley no debe establecer ms penas que las estrictamente necesarias y que estas deben ser
proporcionales al delito.46 El principio de proporcionalidad significa en su mnima expresin,
adecuar la pena a la gravedad del delito, su trascendencia social y el grado de culpabilidad.
La pena ser proporcionada en la medida en que su contenido de violencia sea suficiente para
lograr los fines a los que aspira. Todo lo que rebase ese umbral ser superfluo y, por ende,
desproporcionado. Su adecuacin, constituye una etapa trascendental en el Derecho Penal,
pues concurren en ella todas las instituciones, normas y principios que lo integran.
El Cdigo Penal cubano, regula la adecuacin de la sancin desde el artculo 47 hasta el 56.
En las disposiciones generales, expresa en su apartado 1: El tribunal fija la medida de la
sancin, dentro de los lmites establecidos por la ley, guindose por la conciencia jurdica
socialista y teniendo en cuenta, especialmente, el grado de peligro social del hecho, las
circunstancias concurrentes en el mismo, tanto atenuantes como agravantes, y los mviles del
inculpado, as como sus antecedentes, sus caractersticas individuales, su comportamiento con
posterioridad a la ejecucin del delito y sus posibilidades de enmienda.
La peligrosidad del hecho es necesaria cuando se trata de adecuar la sancin. El cdigo
tambin se refiere a las condiciones personales del autor, porque en la adecuacin deben estar
presentes todos los componentes del hecho y del autor, tanto los favorables como los que no lo
son. Rodrguez Prez de Agreda refiere: El peligro social del hecho fija el rasero a partir del
cual elegir el tipo de pena y su magnitud, las condiciones personales del autor determinan el
contenido
y
medida
de
la
pena. 47
Objeto de discusin es la valoracin de las condiciones personales del autor en torno a la
adecuacin de la pena. En este punto la contradiccin se centra en si debe ser considerado
doblemente, para determinar la peligrosidad social del hecho y adems para la adecuacin de
la
pena.48
4. De los elementos que permiten establecer el grado de peligrosidad social del hecho.
Al establecer correctamente los elementos que determinan la peligrosidad social, se contribuye
a una adecuada apreciacin del principio de legalidad, de igualdad ante la Ley y de seguridad
jurdica. Dada la postura asumida por el tribunal, los rganos de instruccin y la doctrina,
demuestra la falta de elementos comunes para determinar la peligrosidad social. Esta realidad,
desata una serie de sucesos que traen como consecuencia el debilitamiento del sistema
judicial. La discordancia en la interpretacin de la Ley, desvirta el sistema de justicia
imperante. Cuando existe un tratamiento diferenciado en la aplicacin de la norma se viola el
principio de legalidad, afectndose la poltica penal asentada por los tribunales populares y con
ello
la
funcin
de
la
pena.
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31. __________.
El
concepto
de
pena.
www.bibliojuridica.org/publicaciones Tomado el 10/12/09.
Tomado
De:
1 Quirs Prez, Renn. Manual de Derecho Penal.-- La Habana: Editorial Pueblo y Educacin,
2005.--t. 1. p. 80.
2 Idem.
3 Decreto-Ley no. 175 de 17 de junio de 1997, Gaceta Oficial, extraordinaria no. 6, 26 de junio
de 1997.
4 Quirs. Op. cit. p. 101.
5 Vera Toste, Yan. El fundamento de la esencia del concepto de delito. Revista Justicia y
Derecho (La Habana) (12): 39-52., 2009. p. 39.
6 Quirs Prez, Renn. Op. cit. p. 99.
7 Cardenal Motraveta, Sergi. Op. cit. p. 48.
8 Vera Toste, Yan. Op. cit. p. 41.
9 Quirs Prez, Renn. Op. cit. p. 99.
10 Vera Toste, Yan. Op. cit. p. 41.
11 Idem. p. 42.
12 Mir Puig, citado por Vera Toste, Yan. Ibidem. p. 43.
13 En algunos casos varias ramas del Derecho, como el Administrativo, regulan en sus normas
una misma conducta, previendo que siempre y cuando no exista peligrosidad social aplicar, en
concordancia con el principio de ltima ratio, la norma penal cuando el dao ocasionado al bien
jurdico sea irreparable. Tal es el caso de las contravenciones que regula el Decreto Ley 141 de
1988. En el mismo se regula en su artculo 4 que contraviene las regulaciones de la Economa
Nacional, y se le impondrn la multa y dems medidas que en cada caso se sealan, el que:
ch) adquiera mercancas u otros objetos con el propsito de revenderlos para obtener
ganancia. El Cdigo Penal a su vez regula en el artculo 228.1 las actividades econmicas
ilcitas, el que estipula lo siguiente: El que, con nimo de lucro, realice cualquiera de las
actividades de produccin, transformacin o venta de mercancas o prestacin de servicios de
las autorizadas legal o reglamentariamente sin poseer la licencia correspondiente; o realice
alguna actividad de esa naturaleza no autorizada en forma expresa por disposicin legal o
reglamentaria, incurre en sancin de privacin de libertad de tres meses a un ao o multa de
cien a trescientas cuotas o ambas. Para que esta conducta sea tratada como una
contravencin o calificada como delito y por ende aplicar el Derecho Penal depende de la
peligrosidad social que contenga la accin realizada por el sujeto.
14 El principio de subsidiaridad consiste en la utilizacin de otras vas de solucin, siempre y
cuando la conducta realizada pueda resolverse por otra rama del Derecho. Este principio est
en concordancia con el principio de ltima ratio.
15 Expresin en latn que indica la utilizacin del Derecho Penal en ltima instancia, cuando la
conducta realizada por el individuo no tiene solucin por otra rama del Derecho.
16 Binding citado por Vera Toste, Yan. Op. cit. p. 43.
17 Ver: Vera Toste, Yan. bidem. p. 44.
18 Quirs Prez, Renn. Op. cit. p. 103.
19 El Derecho Penal con la imposicin de sanciones posee funciones, tales como reprimir
conductas contrarias al cdigo, reeducar a los sancionados conforme a principios de actitud
honesta hacia el trabajo y de respeto a las normas de convivencia social y adems, prevenir la
comisin de nuevos delitos, tanto por los sancionados como por otras personas.
20 Quirs Prez, Renn. Op. cit. p. 104.
21 Idem.
22 Trmino utilizado por Quirs Prez para indicar ilicitud en un hecho, que significa ocultar
informacin para obtener algo que de otro modo no se conseguira. Subretipcio. En Diccionario
Digital Ocano. {s/p}.
23 Del latn: calidad de peligroso, que tiene riesgo o puede ocasionar dao, riesgo o
contingencia inminente de que sucede algn mal, y dao de damnum, detrimento perjuicio,
menoscabo, dolor o molestia.
24 Peligrosidad. En Diccionario Jurdico 2000.--{s.p}
40 De la Cruz Ochoa Ramn. Control Social y Derecho Penal. Revista cubana de Derecho. No
17. Enero-Junio.2001. p. 15.
41 Beccaria, citado por op cit Rodrguez Prez de Agreda, Gabriel. El concepto de pena.
Disponible en: www.bibliojuridica.org/publicaciones. Tomado el 10 de diciembre de 2009.
42 Ibidem. {s/p}.
43 Zaffaroni, citado por Rodrguez Prez gde Agreda, Gabriel. La adecuacin judicial de la
pena. Revista cubana de Derecho. No 31. Enero-Junio. 2008. p. 69.
44 Medina Cuenca, Arnel. Tesis en opcin del ttulo de Master en Derecho pblico.
Departamento de Derecho Penal de la Facultad de Derecho de la Universidad de Valencia,
Espaa. 2004. p. 11.
45 La Declaracin de los Derechos del Hombre y del Ciudadano fue aprobada por la Asamblea
Nacional Constituyente en 1789, la cual sirvi de prembulo a la Constitucin de 1791,
convirtindose en un smbolo, no ya slo de la Revolucin Francesa, sino tambin del mundo
contemporneo. La Declaracin defina los derechos naturales del hombre, entre los que
consideraba bsicos la libertad (individual, de pensamiento, de prensa y credo), la igualdad
(que deba ser garantizada al ciudadano por el Estado en los mbitos legislativo, judicial y
fiscal), la seguridad y la resistencia a la opresin.
46 Medina Cuenca, Arnel. Op. cit. p.7.
47 Rodrguez Prez de Agreda, Gabriel. Op. cit. p.75.
48 Snchez Vinent, Daisy. Op. cit. p. 58.
49 Quirs Prez, Renn. Op. cit. p.75
50 Vera Toste, Yan. Op. cit. p. 14.
51 Mora Gmez, Vladimir. Estudio motivacional en el trabajo de Contrainteligencia. La Habana,
ISCI Hermanos Martnez Tamayo. 1992. p. 7.
52 Nez, Marilyn: Estudio psicolgico operativo de los procesos grupales. Psicologa
Operativa II. La Habana: ISCI Hermanos Martnez Tamayo. 1992. p.78.
53 Idem. p. 79.
54 Mora Gmez, Vladimir. Estudio de la personalidad en personas de inters para la
Contrainteligencia/ Vladimir Mora Gmez.-- La Habana: ISCI Hermanos Martnez Tamayo.-1992. p. 42.
55 Nez, Marilyn Op. cit. p. 87.
56 Modo.En Microsoft Encarta 2009. {s.p}
57 Quirs Prez, Renn. Manual de Derecho Penal.-- La Habana: Editorial Pueblo y Educacin,
2005.--t2. p. 138.
58 La autora considera que este elemento no se aprecia en los delitos por imprudencia, pues el
descuido del sujeto no puede ser planeado.
http://www.eumed.net/rev/cccss/19/st
dh.html
CATHEDRA -
N 2 - Ao 2 - Mayo 1998
El Bien Jurdico1
I. Introduccin
En la leyenda de Guillermo Tell, se narra que "Hermann Gessler,
gobernador austraco que ocupaba el territorio suizo, en una ocasin
expuso su sombrero en el suelo bajo el tilo de Altdorf e hizo saber a la
poblacin que tenan que prestarle reverencia cada vez que pasaran ante
l, porque el sombrero era lo mismo que si estuviera el gobernador en
persona; Tell precisamente fue detenido y castigado por negarse a doblar
la rodilla ante el smbolo del tirano, pero luego logr escapar y matar al
gobernador, encabezando la rebelin de los suizos contra Austria"2.
El profesor Claus Roxin utiliza el ejemplo del sombrero de Gessler para
recordar que no se puede exigir bajo pena al ciudadano que tribute
reverencia a algo como el sombrero de Gessler o a otro smbolo
cualquiera; pues ello ni sirve a la libertad del individuo en un Estado liberal
ni para la capacidad funcional de un sistema social basado en tales
principios3.
El Derecho penal no es instrumento a ser utilizado bajo razones polticas,
morales, ideolgicas, culturales, econmicas o de cualquier orden que no
sea precisamente aquella vinculada a preservar la libertad del individuo en
su esencia, dotado de posibilidades dentro del sistema social y el
funcionamiento del sistema mismo como expresin de participacin y
realizacin.
El contenido que se le asigne o niegue al bien jurdico, tiene la virtud de
social".
El moderno concepto de bien jurdico _ en palabras de Albin Eser- nace en
el siglo XIX y prosigue su "marcha victoriosa en el siglo XX". La idea del
bien jurdico se cerraba alrededor de la defensa de los derechos subjetivos
de los ciudadanos. Concepcin que el contrato social expresa muy bien. El
derecho penal defiende derechos, el delito es lesin de un derecho,
entonces, lesin jurdica. Del contrato social surga un derecho a ser
respetado y un deber de respetar, por lo cual el delito era una lesin a ese
derecho (subjetivo) surgido del contrato social y que en sntesis era la
libertad, como derecho resumen surgido del contrato social21.
b) Feuerbach
Feuerbach sostuvo la tesis de la lesin de un derecho subjetivo tal como la
doctrina de Kant y que debe entenderse "en el contexto de la pugna entre
opciones filosficas iusnaturalistas y de la Ilustracin"22 como objeto de la
proteccin penal. Si los individuos decidieron libremente constituir la
sociedad civil, la libertad quedar garantizada por todos, la funcin del
Estado ser la de crear los medios adecuados que impidan las lesiones
jurdicas. El objetivo del Derecho es la conser-vacin de derechos, sus
conminaciones prote-gern los derechos de los sbditos como los del bien
jurdico "seguridad". p. 137, nota 40.
c) Birnbaum
Fue Birnbaum quin distingui entre lesin de un derecho subjetivo y
lesin de un bien. El derecho no puede ser disminuido ni sustrado, ello
slo puede suceder respecto de lo que es objeto, esto es, un bien que
jurdicamente nos pertenece. En este sentido, la proteccin penal -segn
Birnbaun- se establece mas all de las personas y las cosas, esto es as,
porque no se asume de partida la doctrina de los derechos subjetivos de
Feuerbach que limitan el objeto en la cual recae la proteccin, por el
contrario, el punto de referencia se encuentra en el criterio de los "bienes
comunes". Si el delito quiere considerarse como lesin, este no puede
estar referido a un derecho sino a un bien. Birnbaum supera as la posicin
subjetivista del contrato social por la cual todo era derecho del ciudadano o
del Estado, todo estaba juridizado en trminos absolutos, sin lmite alguno.
El Estado era el Derecho y el Derecho surga del contrato, el ejercicio de la
voluntad del Estado se converta en Derecho, no haba posibilidad alguna
de limitar al Estado. La concepcin de Birnbaum se caracteriza por
otorgarle un carcter limitador al poder estatal, pues establece que bienes
jurdicos estn ms all del derecho, no se confunden con l y sirven de
fundamento al momento de establecer los delitos25 26 27.
d) Binding
El planteamiento de Karl Binding tiene como presupuesto la existencia de
un derecho subjetivo. A diferencia de Feuerbach que los conceba como
derechos subjetivos de los particulares o del Estado, en Binding ste slo
le pertenece al Estado. El derecho subjetivo del Estado es un derecho a
mandar, capaz de exigir obediencia y ejercer el imperio. El rehusar la
obediencia es, por lo tanto, siempre negacin del poder pblico siempre
contravencin de un derecho pblico establecido exclusivamente a favor
del Estado.
El bien jurdico en Binding debe reflejar todo lo que a los ojos del
legislador tiene, como condicin de la vida sana de la comunidad jurdica,
valor para la misma. Binding en la segunda edicin de voluminosa obra
"Las normas y su contravencin" sostiene: todo aquello que para el
legislador es valioso como condicin de una vida sana de la comunidad
jurdica, en cuyo mantenimiento sin cambios y no perturbado la
comunidad tiene inters en opinin del legislador, intentando este
protegerlo por medio de sus normas frente a las lesiones o puestas en
peligro no deseadas28.
La valoracin del legislador quedar expresada en la norma. Cada norma
lleva en s su propio bien jurdico, esto es, el objeto del delito que es un
producto de la decisin poltica del Estado y que su lesin constituye una
infraccin al derecho subjetivo de obediencia que el Estado puede exigir a
sus sbditos. La norma no necesita ningn otro presupuesto que el de ser
expresin de la soberana del Estado. El bien jurdico es un bien del
derecho29.
La teora de Binding, por su contenido, absorbe el bien jurdico en aras de
la teora de la
desobediencia (En los delitos de lesin, se esconde bajo la cscara de la
desobediencia un ncleo que es lesin de los bienes)30. En palabras de
Bustos, el planteamiento de Binding, pierde su carcter limitador y
autnomo y depende del carcter limitador de la norma... en el fondo no
hay ms lmite que el que surge de la propia voluntad del Estado (de
derecho). La crtica a Binding y a su concepcin es la total desproteccin
en que queda la persona frente al Estado31 32.
e) Liszt
Fue Franz von Liszt quien planteo que el bien jurdico no es un concepto
puramente jurdico -con lo cual se distingue de Binding que considera que
el bien jurdico lo crea el legislador y se plasma en la norma- sino un
concepto material, previo al Derecho positivo, una creacin de la vida, un
inters del individuo, de la comunidad que el derecho protege y lo eleva a
la categora de bien jurdico, en fin un bien de los hombres. El orden
jurdico no crea el inters, lo crea la vida; pero la proteccin del Derecho
eleva el inters vital a bien jurdico. La libertad personal, la inviolabilidad
del domicilio, el secreto de la correspondencia eran intereses vitales, como
los derechos de autor e inventor, mucho antes de llegar a estar
garantizados por la Constitucin contra las intromisiones arbitrarias del
poder del Estado o por las leyes penales, contra las violaciones
procedentes de los individuos33 Liszt sita el bien jurdico ms all del
ordenamiento
jurdico: en la vida. Una frontera, un lmite al establecer lo punible. Liszt no
estableci el contenido del bien jurdico ni como condicin de vida ni como
inters jurdicamente protegido, dejo sin precisar los supuestos de
necesidad de proteccin, ... no pas, por ello, de constituir un programa
sin desarrollar34. No debe olvidarse que la opcin de von Liszt obedeca a
su concepcin que el derecho penal es una ciencia penal integral
1972, p. 361).
III. Justificacion del bien jurdico
La intervencin del derecho penal se justifica como proteccin de bienes
jurdicos61. En este sentido, los bienes jurdicos expresan necesidades
bsicas de la persona y los procesos de relacin social, de instituciones,
sistemas y de su participacin62.
El bien jurdico se justifica como categora lmite al poder punitivo del
Estado, un obstculo capaz de impedir arbitrariedades, distorsiones o
confusiones en la elaboracin de la estructura penal; las funciones de
garanta son inherentes al bien jurdico penal y se vincula a la relacin
individuo-Estado. Bajo el mecanismo de garanta resulta posible denunciar
todos los elementos que amenacen o avasallen a la persona en su relacin
con el Estado. Las funciones de interpretacin de la norma penal,
conducir siempre al bien
jurdico, en cuya sede se pueden establecer criterios esclarecedores o
correctivos de los alcances de la proteccin a fin de evitar distorsiones en
la comprensin del contenido de los bienes jurdicos en concreto.
Ius necessitatis
De suma importancia resulta la definicin de los elementos
fundamentadores del bien jurdico penal. Por regla general, no todo es
considerado "bien jurdico penal" y por el contrario, slo algunos
comportamientos pasarn a ser calificados como tales en virtud del ius
necessitatis, que se conecta con el principio de reserva de la ley penal63.
El ius necessitatis expresar la "condicin necesaria". As, si no tenemos
una respuesta favorable respecto a la "condicin necesaria" dentro del
marco jurdico-penal, como son la vida, la libertad, seguridad, honor,
privacidad, etc. no se justificar la prohibicin o el mandato.
El criterio de condicin necesaria es un lmite, y no un nuevo instrumento
para calificacin o valoracin de conductas. Como ensea Mir en el "caso
del tabaco". No cabe negar que la salud pblica es un inters colectivo que
afecta a cada individuo, pero habr que exigir un determinado grado de
lesividad individual para que importe al Derecho penal, y, asimismo, la
proteccin penal que merece depender tambin de esa lesividad
individual. Hasta ahora no se ha credo que el alcohol o el tabaco afectan
suficientemente a la salud como para criminalizar su venta o su consumo64.
IV. Proteccin de bienes jurdicos.
a) La persona como fundamento de la proteccin.
El derecho penal protege bienes vitales, coloca al sujeto en medio de esos
bienes concretos y reales bajo la perspectiva que deben servir al desarrollo
personal del individuo65. En este sentido el planteamiento no se reduce al
reconocimiento slo de bienes jurdicos individuales, vida, libertad, honor;
si no -como ya se dijo- la construccin del bien jurdico bajo ninguna
circunstancia debe someter las posiciones de desarrollo y participacin de
los individuos, hecho que se podra dar si por ejemplo se penalizara los
matrimonios interraciales66. El criterio lmite y en su caso corrector de
bienes jurdicos viene presidido por la persona humana, por el
reconocimiento que de l hace el Derecho y que no permite la
instrumentalizacin _va infraccin penal_ que afecte su libertad y sus
medios de participacin social. Ningn hombre puede ser medio para otro.
b) Daosidad social y bien jurdico penalmente protegido
La daosidad social deber entenderse como regla de minimizacin del uso
las posibilidades penales, en ste sentido, excluye del mbito penal hechos
exclusivamente inmorales (por sus consecuencias intolerables e
innecesarias para la proteccin tanto del individuo como de la sociedad).
As, en el mbito normativo, casos como el artculo 183 del CP que
criminaliza la ofensa al pudor pblico a sido acusada de contener
"connotaciones moralistas"67. Deber considerarse que lo decisivo no es la
valoracin
moral, sino las efectivas consecuencias para el funcionamiento de los
sistemas sociales68. La daosidad social como criterio de minimizacin del
uso del instrumental penal se orienta a valorar conductas que en el plano
material efectivamente lesionen la posicin del sujeto, de la sociedad o de
las instituciones, es decir, que nos afecte a todos. No resultaran daosas
socialmente aquellas conductas que por su naturaleza puedan ser
absorbidas por otras reas del derecho o puedan ser superadas de forma
distinta a la penal. La daosidad social se yergue as como filtro para la
concretizacin del bien jurdico con el agregado que "en un Estado social y
democrtico de derecho la determinacin de los bienes jurdicos se habr
de hacer considerando los individuos y sus necesidades antes que la
conservacin y funcionamiento del sistema social"69 70.
No existen criterios uniformes para determinar porque unos bienes
merecen proteccin jurdico penal y otros no, o, dicho de otro modo porque
se penalizan algunas conductas y otras se excluyen o le resultan
indiferentes al derecho penal. El tema es complejo y pasa por diversos
niveles de apreciacin. La formulacin que sigue tiene su sede a nivel prelegislativo no obstante que las categoras de daosidad social,
merecimiento y necesidad de pena _sobre todo estas dos ultimas- pueden
ocupar diversas facetas de la discusin a nivel de la teora general del
derecho penal o incluso como categora ulterior o cuarta categora71.
De otro lado, la relacin daosidad social y sistema social no es una
relacin pacifica y menos uniforme como lo advierte el profesor Terradillos:
"cuando se mantiene que el bien
esta diciendo que el criterio sobre lo que es digno de represin jurdicopenal ha de ser el ataque a estas condiciones sociales. Con lo que el
dogma del bien jurdico nos puede llevar a conclusiones diametralmente
distintas a las derivadas del principio de daosidad social. Si solo la idea
de disfuncionalidad respecto a la estructura social es el criterio
determinante del ejercicio del ius puniendi, pueden subordinarse las
necesidades del individuo a las sociales hasta el extremo de estar
justificada la eliminacin de los seres humanos intiles o molestos, por ser
esta "funcional"72.
b.1.- Merecimiento de Pena
La fundamentacin del bien jurdico _como se ha visto- pasa por el filtro
material de la daosidad social; la aplicacin del criterio de daosidad
social aqu se entiende desde la perspectiva de restriccin del
instrumental jurdico penal. No olvidemos, que compete al Derecho penal
la defensa, frente a los ataques ms graves, de las condiciones de
satisfaccin de las necesidades existenciales73.
El merecimiento de proteccin jurdico penal tanto como la necesidad de la
pena condicionaran la existencia de los tipos penales. En la creacin de los
tipos legales asistirn el merecimiento como la necesidad de tutela penal;
sin embargo debe tenerse en cuenta la precisin del profesor Silva
Snchez en el sentido "el criterio de que la necesidad de pena sin
merecimiento de pena no puede fundamentar la incriminacin, del mismo
modo que tampoco el merecimiento de pena sin necesidad de pena puede
hacerlo. En cuanto a la despenalizacin, sta puede fundamentarse tan
pronto como falte o el merecimiento o la necesidad de pena"74.
En la base de la creacin de los tipos penales subyacen juicios de valor que
permiten la elaboracin del injusto. Los criterios utilizados al determinar el
injusto vienen a conformar el quid del problema. La elaboracin de los
objetos a ser protegidos penalmente se forja bajo condiciones elementales
de admisibilidad, esto es, que se afirmen principios de justicia, confianza y
prudencia y que por el contrario se desestimen planteamientos ideolgicos
represivos con apariencia de neutralidad o esquemas normativos con
marcada intolerancia75 76.
Si el bien jurdico surge del proceso de relaciones sociales concretas, el
bien jurdico en cuanto producto social es un producto histrico, por ello se
puede afirmar que el bien jurdico es una "sntesis" alcanzada en un
momento histrico cultural77. El merecimiento de pena tanto como la
necesidad de pena se encuentran condicionados por el momento histrico
que les toca vivir y respondern conforme a la concepcin que se tenga del
mundo en un momento determinado. Como producto histrico es posible
afianzar los procesos de discusin, replanteamiento o desaparicin del
contenido de las diferentes categoras que concurren en la elaboracin del
bien jurdico y por otro lado, reconocer las necesidades y aspiraciones de
ese momento histrico especfico. Recordemos el tipo legal de adulterio del
derogado CP de 1924 que se encontraba bajo el Ttulo Delitos contra la
fami
Mir Puig, Santiago, Bien Jurdico y bien jurdico penal como lmites del
IUS PUNIENDI en El Derecho penal en el Estado Social y Democrtico de
Derecho, 1 ed. Barcelona, ARIEL S.A., 1994. En referencia a los valores
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individuales nos dice: "Se advierte, fcilmente que los bienes jurdicospenales ms indiscutidos, los que han calado ms hondo en la conciencia
social y han perdurado a lo largo de los siglos, son aquellos que afectan en
mayor medida y ms directamente a los individuos" p. 164.
QUERALT JIMNEZ, Joan J. Derecho Penal Espaol Parte Especial, 3 ed.
Barcelona, BOSH, 1996, p. 500. Cfr. HASSEMER-MUOZ CONDE, Ob. Cit.
p. 109.
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15
MIR PUIG, Santiago, Derecho Penal Parte General, Ob. Cit. p.137.
16
Cfr. MIR PUIG, Santiago, Derecho Penal Parte General, Ob. cit. p. 136.
MIR PUIG, Santiago, Derecho Penal Parte General, Ob. cit.: "As, segn
STS 15 de marzo de 1983 no hay sustraccin de menores si un padre
traslada a su domicilio a su hijo sacndole del dominio de la madre, de
quien se halla separado, pues no se lesiona El padre que traslada al hijo
sustrayndolo del dominio de la madre _de quien se halla separado_ no
lesiona el bien jurdico seguridad del artculo 153 del Cdigo Penal18.
18
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31
LISZT, Franz von, Tratado de Derecho penal, T.II, 20 ed., REUS S.A.
(traduccin de Luis Jimnez de Asa), Madrid, p. 6.
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Cfr. JIMNEZ DE ASA, Luis, Tratado, T. II, Ob. cit., p. 177, 178.
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58
Ibidem, p. 34.
59
Ibidem, p. 36.
60
Ibidem, p. 38.
MIR PUIG, Santiago, Bien Jurdico y bien jurdico penal como lmites al
IUS PUNIENDI en "El Derecho penal en el Estado Social y Democrtico de
Derecho", ARIEL S.A., Barcelona, 1994, p. 165.
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81
El art. 189 del Cdigo Penal en su prrafo final indica: "La pena
ser cadena perpetua cuando el agente acta en calidad de integrante de
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http://sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtual/
publicaciones/cathedra/1998_n3/el_bi
_jur.htm