Griff Nach Der Weltmacht
Griff Nach Der Weltmacht
Griff Nach Der Weltmacht
Abstract:
For nearly 80 years, since the Austro-Prussian War (1866) until the end of World War II, the
German doctrine and military elite marked the evolution of the war and were instrumental in
triggering and evolution of the two world wars . The objective of this research is to explain how this
military doctrine that made it possible, first, converting Prussia into a great power and the state of
the process leading German unification was conceived, but was later responsible for double failure
Germany as a nation in the two world wars, and territorial mutilation and material destruction during
the second of these conflicts.
Keywords:
Los empleos de los militares de distintos pases se citan en su forma original, y entre parntesis, aparece su equivalente
espaol.
Despus Turena ilustre los Franceses soldados hizo con su ingenio grande llenando Ludovico de laureles
FEDERICO II: El Arte de la guerra, Madrid, Imprenta Real, 1793, p. 22. Ludovico es Luis XIII de Francia.
3
Ibidem, pp. 58-59.
4
Federico II de Prusia tena un gran respeto por su ilustre antecesor. As escriba: Y t, hroe inmortal, honor y gloria
deste Prusiano suelo, baxa benigno del augusto cielo y dignate mirar la descendencia de tu famoso nombre que
aspirando con ansia tu renombre la Prusia regir piensa con tu ejemplo. Ibidem, p. 62.
5
HOWARD, M.: La Guerra en la historia europea, Madrid, FCE, 1983, pp. 123-126
6
Ibidem, p. 128.
Su nieto, el rey Federico Guillermo I (1713-1740) llamado el Rey Sargento, continuara esta
poltica, y lograra poner en pie un ejrcito de 80.000 hombres, el cuarto en tamao de Europa;
mandado por esa lite nobiliaria, que estaba en proceso de formacin, y que an no haba
desarrollado una doctrina militar propia. Sin embargo, este monarca se neg a usar ese ejrcito en
aventuras exteriores, limitndose a mimarlo y cuidarlo celosamente 7. Esta poltica iba a ser
modificada por su hijo Federico II (1740-1788), llamado el Rey Soldado o Der Alte Fritz (El Viejo
Fritz), quien iba a utilizar ese ejrcito en mltiples conflictos, poniendo las bases de la doctrina
militar alemana tanto desde el punto de vista tctico como estratgico. As, tcticamente introdujo
tres grandes novedades que marcaran al futuro Ejrcito alemn. La primera, la creacin de la
artillera tirada a caballo, para situarla en cualquier punto de la batalla, y dar as apoyo a la infantera
y a la caballera. La segunda, la utilizacin de esta arma, que el siempre consider auxiliar de las dos
combatientes, para abrir brechas en las lneas de la infantera enemiga, facilitando a los infantes
propios la ruptura de las mismas8. La tercera, el uso de un orden oblicuo, una reminiscencia del
pensamiento militar de la Grecia clsica, que los generales tebanos Pelpidas y Epaminondas haban
utilizado con gran xito contra los ejrcitos espartanos en las batallas de Leuctra (371 a. C.) y
Mantinea (362 a. C.)9. El objetivo era desbordar al enemigo por el flanco, alcanzando as una rpida
victoria, y en caso de no lograrlo, minimizar las prdidas propias10.
Desde el punto de vista estratgico, y vinculada con las novedades tcticas que acabamos de citar,
Federico I introdujo un nuevo tipo de guerra basado en acciones rpidas, una Guerra Relmpago
(Blitzkrieg), afirmando que las guerras de Prusia deben ser cortas e intensas, ya que comprendi
que, dada la situacin geoestratgica de su pas rodeado de enemigos- y su limitacin de recursos,
le era imposible sostener guerra de desgaste. No obstante, jams apost por las batallas decisivas,
sino por los pequeos triunfos tcticos que permitieran culminar con xito una campaa, y lograr el
objetivo poltico que se buscaba. As lleg a escribir: Obtener muchos xitos pequeos significa
alcanzar un tesoro11.
Sin embargo, a pesar de la brillantez de su pensamiento, en toda la doctrina militar de Federico se
manifest una carencia; ya que aunque tuvo la capacidad para comprender la importancia que el
patriotismo poda tener en las acciones militares, no la tuvo para incentivarlo en sus ejrcitos,
prefiriendo a los soldados mercenarios. Precisamente seran unos ejrcitos basados en el amor a la
Patria y a la idea de libertad, los que destrozaran la obra de Federico I. El 14 de octubre de 1806, las
tropas francesas del mariscal de Francia (capitn general) Jean Lannes (1769-1809) derrotaron en
los campos de Jena a las prusianas, dirigidas por el veterano general der infanterie (teniente
general), prncipe Federico de Hohenlohe (1746-1818).
12
18
La segunda, era la composicin de la guerra, donde distingua tres elementos: violencia y pasin;
incertidumbre, oportunidad y probabilidad, y el objetivo poltico y sus efectos; asignando a cada una
de ellas un campo de accin para los diferentes segmentos de la sociedad. En su conjunto, el primer
elemento, violencia y pasin, estaba dirigido principalmente a las personas. El segundo,
incertidumbre, oportunidad y probabilidad, estaba orientado al coraje, determinacin y talento de los
comandantes y de sus fuerzas. El tercero, los aspectos polticos, es un tema particular del
gobierno23.
La tercera era la importancia que en el desarrollo de la guerra jugaban los principios de friccin y
genialidad. Por friccin entenda las incertidumbres, errores, accidentes, dificultades tcnicas, as
como los imprevistos y los efectos que estos factores tenan en las decisiones, en la moral y en las
acciones. Por genialidad entenda las caractersticas psicolgicas y morales, la creatividad e
imaginacin que definan no slo al lder militar, sino tambin a las aptitudes y a los sentimientos en
los que se basa el comportamiento de un hombre normal. Era la creatividad la que evitara que la
friccin dominase en el campo de batalla24.
La cuarta fueron los distintos tipos de guerra, de acuerdo con la dialctica hegeliana en funcin
de los objetivos polticos que se perseguan, ya que estos podran ser limitados, es decir, no derrotar
completamente al enemigo, o absolutos, es decir, la destruccin completa del enemigo. Esta ltima
forma de guerra, l la denomin guerra absoluta o Vernichtungsschlacht (guerra de aniquilacin)
ya que supona un desencadenamiento extremo de la violencia guerra ideal, segn el concepto de
la poca-25, fue la base sobre la que se articul posteriormente la idea de Guerra Total, tan criticada
por autores como Basil Liddell Hart, ya que responsabiliz a Clausewitz de las grandes matanzas de
la Primera Guerra Mundial26.
23
Aunque nunca pudo acabar su gran obra, Clausewitz se convertira probablemente en el terico
de la guerra ms influyente y conocido a nivel mundial. En el caso de la doctrina militar prusianaalemana, su trascendencia se concretara en dos aspectos fundamentales. El primero, la importancia
de la batalla decisiva, o al menos importante, frente a los pequeos xitos, a diferencia de lo que
pensaba Federico II. La segunda, la obsesin por la friccin que haba que evitarse a toda costa, y de
donde surgira el concepto posterior de operaciones a priori. Por el contrario, la direccin poltica
de la guerra que defenda Clausewitz, fue totalmente rechazada por la lite militar prusianaalemana. Los Jefes del Estado Mayor y los Comandantes en Jefe del ejrcito prusiano-alemn
pensaron siempre que la guerra era una actividad propia de los militares profesionales e hicieron
todo lo que estaba a su alcance para proteger al ejrcito, su estrategia y sus operaciones, de las
interferencias polticas. Esta actitud no se debi, como afirma Peter Paret, al proceso de
industrializacin y al imperialismo en el que entr el futuro Imperio Alemn en la segunda mitad del
siglo XIX, que produjo una cultura poderosamente regida por especialistas y tecncratas, con un
agresivo y ansioso deseo de los militares por alcanzar el liderazgo poltico 27, sino que, por el
contrario, fue consecuencia del espritu de casta aristocrtica y antiliberal que la lite militar
prusiana haba desarrollado desde el siglo XVII, y que les haca situarse por encima del poder
poltico, estando subordinados nicamente a la figura del rey y luego del rey-emperador.
Por ltimo, no podemos dejar de citar un hecho de suma importancia, y que constituye un error
de gran trascendencia en la obra de Clausewitz: la ausencia de cualquier mencin a las guerras
asimtricas. Por edad y por contexto histrico, el gran terico militar prusiano debera haber
comprendido la importancia que la guerra de independencia espaola (1808-1814) tuvo en la
derrota final de Napolen I. Sin embargo, tal vez por el carcter estrictamente militar de su
pensamiento y de su formacin, no supo o no quiso desarrollar este concepto de conflicto. Esta
omisin sera comn en la casi totalidad de los tericos militares alemanes.
LA POCA DORADA: IDEALISTAS Y TECNCRATAS.
El periodo comprendido entre 1848 y 1914 constituye el periodo de mximo desarrollo del
pensamiento militar alemn, pudiendo distinguirse dentro de la lite militar prusiano-alemana dos
grandes escuelas: la de los pensadores militares puros o escuela idealista, y la de los tecncratas o
escuela emprica.
Los pensadores militares puros se caracterizaron por centrarse nica y exclusivamente en el
campo de la tctica y de la estrategia militar ideal. Hasta 1914, destacaron dos grandes soldados en
este grupo: los generalfeldmarschlle Helmuth von Moltke (1800-1891) y Alfred von Schlieffen
(1833-1913).
Moltke28, de origen dans y con un carcter taciturno29 que esconda su gran personalidad, fue sin
discusin el militar ms grande de su poca, un hombre de una vasta cultura y un discpulo fiel de
Clausewitz, que siempre consider la guerra como una actividad estrictamente poltica. A l se debe
27
la reorganizacin del Estado Mayor General, y su conversin en el alma del ejrcito del II Reich tras
su creacin en 1871, tomando entonces el nombre de Gran Estado Mayor General30.
No obstante, su gran aportacin fue la doctrina del envolvimiento estratgico, retomando as la
idea de orden oblicuo que haba desarrollado Der Alte Fritz. As, Moltke, perfecto conocedor de las
nuevas armas artillera de mayor calibre y precisin, fsil de repeticin, etc.- y verdadero experto
en el uso militar de los ferrocarriles, desarrollo el concepto de atacar por los flancos al enemigo en
una secuencia estratgico-operativa, en la que se deban combinarse movilizacin, concentracin,
movimiento y choque, para llevar las tropas al campo de batalla 31. El objetivo era llevar siempre la
iniciativa ofensiva, para cercar al enemigo de forma total o parcial, y luego destruirle en una batalla
decisiva o Kesselschlacht32. Se trataba, por tanto, de recrear de nuevo, ms de 2000 aos despus, el
gran triunfo de Anibal en la batalla de Cannas (216 a. C.). De hecho, con Moltke naci el mito de
Cannas, la bsqueda de la batalla decisiva, que permiti al brillante general alemn las victorias de
Kniggrtz (1866) y Sedan (1870)33, que rubricaron la unificacin alemana, y que mas tarde, se
convertira en una obsesin para los militares alemanes del siglo XX.
Para hacer realidad esta teora, Moltke introdujo en el Gran Estado Mayor General el concepto
de Auftragstaktik34, que implicaba mandar por directivas y no mediante rdenes, dejando gran
libertad de actuacin a los mandos operativos. Para que este sistema funcionase, era preciso que
existiese una unidad de doctrina estratgica en todo el ejrcito, algo que Moltke consigui35.
Las ideas de Moltke fueron perfeccionadas por Schlieffen36, aunque difcilmente se podra
encontrar un hombre de un carcter ms diferente al suyo. Este gran soldado jams tuvo inters por
28
Moltke no escribi ninguna obra similar a De la guerra. Para conocer su pensamiento militar, es necesario recurrir a
su correspondencia y a algunos opsculos que escribi, que fueron recogidos y publicados por Daniel Hugues y Harry
Bell. Vase HUGHES, D. J. y BELL, H.: Moltke on the Art of War, Novato, California Press, 1993.
29
El gran taciturno. GORLITZ, op. cit., p. 73.
30
Tras la unificacin, no se cre un ejrcito alemn como tal, sino que las fuerzas armadas terrestres del Imperio alemn
estuvieron formadas por cuatro componentes: El prusiano, que era el ms importante; el bvaro; el sajn y el
wrtemburgus. Cada uno de los tres ltimos, consejo su propio Estado Mayor G, de ah que el de Prusia, para
distinguirse del resto, y actuar como elemento de coordinacin y mando, tom el nombre de Gran Estado General. Para
conocer el funcionamiento de esta estructura vase MOMBAUER, A.: The origins of the First World War. Controversies
and consensus, London, Pearson, 2002, pp. 14-41.
31
GORLITZ, op. cit., p. 79.
32
PARET (coord.), op. cit., p. 313.
33
Enfrentamiento entre Moltke y Bismarck. GORLITZ, op. cit., p. 95.
34
El origen de este concepto est en los cambios introducidos en el Ejrcito alemn tras la derrota de Jena por
Scharnhorst. WIDDER, W.: Auftragstaktik and Innere Fuhrung. Trademarks of German Leadership,
Military Review, 82 (2002), pp. 3-9. ZUBER, T.: The Moltke Myth. Prussian War Planning, 1857-1971, New
York, University Press Of America, 2008, pp. 98-99.
35
algo que no fuera del mbito militar, hasta el extremo de que consideraba los domingos y los das de
fiesta como las jornadas de trabajo ideales, ya que nadie interrumpa con las rutinas diarias37.
Su pensamiento militar parta de la gran tradicin prusiana, especialmente de Gneisenau,
Clausewitz y Moltke38, pero adaptado a las nuevas condiciones socioeconmicas y polticas de
finales del siglo XIX y de inicios del siglo XX. As, si bien consider la guerra como una actividad
poltica, su preparacin y desarrollo debera estar desvinculada del poder y de la sociedad civil,
convirtindola en un mbito estrictamente limitado a la lite militar, en lo que coincida con Moltke.
No obstante, ms all de esta consideracin sobre la naturaleza de la guerra, la gran aportacin de
Schlieffen fue el concepto de Gesamtschlacht o batalla total39. Para l, las operaciones militares
deberan desarrollarse, dentro de la doctrina del envolvimiento estratgico, mediante una serie
sucesiva de combates parciales dentro de una operacin integral que culminara en una gran batalla
decisiva contra el grueso del ejrcito enemigo, que sera aniquilado.
Por tanto, y a diferencia de la tctica auspiciada por Moltke, la operacin integral no se defina ni
por un campo de batalla especfico ni por la concentracin de tropas en un punto determinado, sino
por el movimiento continuo y combinado, cuyo objetivo era un envolvimiento completo de la
totalidad del teatro de operaciones para provocar la completa derrota de una nacin o un grupo de
naciones mediante la aniquilacin de sus ejrcitos. Estas ideas seran la base sobre la que se
establecera el famoso Plan Schlieffen de 1905, que, tal como haba pensado ms de 50 aos antes
Clausewitz40, abarcaba la totalidad del teatro de operaciones europeo, y postulaba la rpida derrota
de Francia primero, y poco despus, de Rusia41.
37
LEACH, B. A.: El Alto Estado Mayor Alemn, Madrid, San Martn, 1974, p. 6.
FOLEY, op. cit., pp. 227-234.
39
Ibidem, p. 185.
40
Clausewitz ya haba previsto la posibilidad de una guerra entre Prusia por un lado, y Rusia y Francia por otro,
insistiendo en la necesidad de derrotar separadamente a ambos enemigos, ya que al ser pases distintos, actuaran de
forma diferente, aunque fueran aliados. CLAUSEWITZ, op. cit., pp. 731-758.
38
41
La mejor obra sobre el Plan Schlieffen y sobre los planes de guerra alemanes desde 1871 a 1914 es la de Zuber.
ZUBER, T.: Inventing the Schlieffen Plan: German War Planning 1871-1914, Oxford, Orford University Press,
2002.
10
Segn Leach, el problema del pensamiento de Schlieffen era que, aunque l no lo buscase, traz
las lneas maestras de la alta estrategia alemana, funcin que debera haber correspondido a los
civiles, y no al Gran Estado Mayor General. El origen de este hecho se resume en un clebre
discurso que en 1871 pronunci Benjamin Disraeli (1808-1881) a propsito de la guerra francoprusiana: La guerra representa la revolucin alemana, un acontecimiento poltico ms importante
que la Revolucin Francesa del siglo pasado. No hay tradicin diplomtica que no haya sido
barrida. Tenis un mundo nuevo. El equilibrio de poder ha sido destruido por completo 42.
Efectivamente. La proclamacin del rey de Prusia Guillermo I como Emperador Alemn (Deutsche
Kaiser), el 18 de enero de 1871, en la Galera de los Espejos del palacio de Versalles (cerca de
Pars), culminando la unificacin alemana, haba cambiando radicalmente el sistema de poder en
Europa con la aparicin de una nacin, el Imperio Alemn, capaz de dominar el continente. Su
creador, el canciller prusiano prncipe Otto von Bismarck (1815-1898), haba sido capaz de actuar
como arbitro mundial, evitando as que el creciente poder alemn provocase suspicacias entre las
otras potencias europeas. Sin embargo, tras su cada en 1890, provocada por el nuevo Kaiser
Guillermo II (1888-1918), los polticos que se sucedieron en el cargo de canciller, y sobre todo el
Guillermo II, desarrollaron una poltica internacional errtica, que termin provocando la alianza de
tres tradicionales enemigos -Francia, Gran Bretaa y Rusia- en contra del Imperio Alemn 43. En
estas circunstancias, Schlieffen con su plan, estableci un mecanismo para romper mediante la
guerra el cerco del II Reich, y adems, fij cual debera ser la actuacin de su pas, si estallaba un
conflicto en Europa. Es decir, se vio obligado a tomar para s una responsabilidad que no le
corresponda44, y que tericamente, el Ejrcito en su mayor parte rechazaba, siguiendo la tradicin
prusiana de no intervencin en los asuntos polticos. Como consecuencia de este hecho, y siguiendo
las directrices marcada por Schlieffen, el 3 de agosto de 1914, el gobierno alemn declar la guerra a
Francia, y de forma automtica de acuerdo con las indicaciones de su plan, invadi Blgica, sin
determinar las consecuencias que esa accin poda provocar, y que sera la entrada de Gran Bretaa
en el conflicto45.
Sin embargo, por encima de este error, no achacable a l en exclusiva, exista uno mayor en su
pensamiento, y este era de carcter estrictamente militar: el concepto de maniobra a priori.
Schlieffen, partiendo de Clausewitz y de Moltke, fue quien elev el triunfo de Anibal en Cannas a la
categora de mito, estando convencido no slo de las bondades del envolvimiento como doctrina
tctico-estratgica, sino que, sobre todo, pens que el ejrcito francs iba a actuar de la misma forma
en que lo hizo el comandado por Cayo Terencio Mario Varrn y Lucio Emilio Paulo en dicha batalla.
Es decir, de acuerdo con los planes alemanes. De esta forma, lleg a una conclusin completamente
absurda: Su plan era una operacin puramente mecnica que los generales alemanes ejecutaran de
forma automtica, contando con el apoyo para su triunfo de sus contrapartes franceses. La Primera
Batalla del Marne (5-9 de septiembre de 1914) demostr este planteamiento tan errneo.
42
GRENVILLE, J.A.S.: (1991): Europa remodelada, 1848-1878, Madrid, Siglo XXI, 1991, p. 459.
KISSINGER, H.: Diplomacia, Barcelona, Ediciones B, 1998, pp. 238-243.
44
LEACH, op. cit., p. 19. GORLITZ, op. cit., p. 123.
45
BETHMANN-HOLLWEG, T.: Reflections on the World War, London, Thornton Butterworth Ld.., 1919, part I, pp.
138-140 y 146-161.
43
11
Otro error que se puede achacar a Schlieffen, como tambin al propio Moltke, fue no haber
estudiado ni los conflictos asimtricos ni la primera guerra total e industrial de la historia: la guerra
de secesin americana (1861-1865), donde por primera dos estados movilizaron todas sus energas
en la lucha, demostrando que la guerra como acontecimiento haba dejado de ser un asunto
exclusivo de los militares. Ese error, muy grave, explica la incapacidad de los militares alemanes,
pero tambin europeos en general, para comprender la Primera Guerra Mundial (1914-1918), y en
consecuencia, para desenvolverse eficazmente en este conflicto.
Es evidente que, a pesar de estos notables errores de apreciacin de las caractersticas del mundo
en el que vivan, el pensamiento de Moltke y de Schlieffen ocupan un lugar muy alto en la historia
de las doctrinas militares. No obstante, el del grupo de los tecncratas no le desmerece lo ms
mnimo, aunque realmente ni la escuela historiogrfica militar anglosajona ni la alemana les hayan
concedido la misma importancia.
En este segundo grupo destacaron dos personalidades extraordinariamente fuertes: el
generalfeldmarschall Wilhelm Leopold Colmar von der Goltz (1843-1916) y el general der
Kavallerie Friedrich Adolf Julius von Bernhardi (1849-1930)46.
Colmar von der Goltz fue sin duda la personalidad militar ms fascinante de finales del siglo XIX
y comienzos del XX47, ya que combinaba una enorme claridad como terico militar, grandes dotes
como tctico y estratega, una vasta cultura que abarcaba la casi totalidad de los mbitos del saber, y
una dureza de carcter que le convirti en modelo para Hitler 48 y en corresponsable del genocidio
armenio que comenz en 191549.
Pero ms all de todos esos aspectos, la razn por la que von der Goltz ha entrado en la historia
militar fue por haber escrito una obra mtica, Das Volk in Waffen (La nacin en armas)50, publicada
en 1882 donde demostr una capacidad nica para situar el pensamiento militar dentro del contexto
histrico en el que viva.
46
Peter Paret, uno de los grandes historiadores militares de nuestro tiempo, no incluye las teoras de von der Goltz y de
Bernhardi en la obra que coordin, y que hemos citado varias veces en las pginas anteriores. Edward Mead Earle, en
una obra homnima a la de Paret y que tambin coordin, llamada Makers of modern strategy. Military Thought from
Machiavelli to Hitler, publicado en Princeton en 1943, tampoco lo hizo. Si les dio la debida importancia Basil Lidell
Hart en su obra The sword and the pen. Selections from the world's greatest military writings, editada por su hijo Adrian
Liddell Hart, y publicada por Crowell, en Nueva Cork en 1976; Michael I. Hanndel en su obra Masters of War. Clasical
strategic thought, publicada por Frank Cass en Londres en 2003, y sobre todo Grard Chaliand en su magnfica obra The
art of war in World history. From antiquity to the nuclear age, publicada en Berkeley por California University Press en
1994, y Beatrice Heuser en su obra The evolution of Strategy. Thinking from Antiquity to the Present, publicada por
Cambridge University Press en 2010.
47
Sin duda la cabeza ms capaz del ejrcito era el general von der Goltz, aunque tena ideas utpicas en el campo de la
poltica; pero por su personalidad voluntariosa e inflexible era inaceptable para el emperador GORLITZ, op. cit., p.
131.
48
Durante su estancia como Gobernador General de Blgica, ocupada por los alemanes, von der Goltz no dud en
fusilar a civiles en represalia por los actos de sabotaje realizados por la resistencia belga. Por estas acciones, fue relevado
el 2 de diciembre de 1914. Para Hitler, sin embargo, la actuacin de von der Goltz en Blgica fue modlica. Vase
HITLER, A.: Hitler's Secret Conversations, New York, Farrar, Straus and Young, 1953, pp. 25.
12
As, von der Goltz parta del principio de Clausewitz de que la guerra era la continuacin de la
poltica por otros medios, pero su idea principal fue que la Revolucin Francesa de 1789 haba
marcado un antes y despus en la historia de la guerra, abriendo el camino a las guerras entre
naciones51 -cuya primera y ms primitiva manifestacin fue la guerra de independencia espaola-,
que haba culminado con la guerre outrance francesa desencadenada por Leon Gambetta (18381882) contra la invasin alemana en 1870-187152, mostrando as una comprensin ms profunda de
este acontecimiento de la que demostr Moltke, pues este gran militar, nunca entendi el origen y
significado de esta resistencia53.
49
Tras cesar como Gobernador General de Blgica, von der Goltz fue enviado al Imperio Otomano como asesor militar,
donde ya haba servido, entre 1883 y 1895, como instructor, recibiendo el ttulo de Pasha. Inicialmente, actu como tal,
pero a mediados de octubre de 1915, y ante el avance britnico sobre Bagdad, fue nombrado Comandante en Jefe del 5
Ejrcito turco por Enver Pacha (1881-1922), el hombre fuerte del Gobierno turco. En este destino, von der Goltz, que ya
contaba con 72 aos, dio muestras de su genio militar, inflingiendo a las tropas britnicas del major general (general de
Divisin) Charles Townshend (1861-1924), la segunda derrota ms humillante de la historia de Gran Bretaa -tras la de
Singapur de 1942 ante los japoneses- la de Kut-el-Amara (7 de diciembre de 1915-29 de abril de 1916), que supuso la
prdida de 30.000 hombres. Pero, adems de por su destreza militar, von der Goltz tambin destac en este nuevo
destino por su crueldad, participando activamente en la deportacin de armenios a partir de 1915, aunque luego se opuso
a las mismas, amenazando con dimitir sino se detena. Sobre su papel en el sitio de Kut-el-Amara, vase WILCOX, R.:
Battles on the Tigris: The Mesopotamian Campaign of the First World War, London, Pen and Sword Military, 2006, pp.
86-92, y sobre su papel en el genocidio armenio, vase HULL, I. V.: Absolute Destruction: Military Culture and the
Practices of War in Imperial Germany, Cornell, Cornell University Press, 2005, pp. 270-277
50
GOLTZ, C. v. d.: The nation in arms, London, W. H. Allen and Co., 1887.
51
Ibidem, p. 380.
52
Las impresiones de von der Goltz sobre este acontecimiento quedaron plasmadas en su obra. GOLTZ, C. v. d.: Leon
Gambetta und seine Armeen, Berlin, Schneider, 1877.
53
En este sentido, von der Goltz destac por encima del resto de sus contemporneos, ya que fue el nico que se detuvo a
estudiar no slo la resistencia de Gambetta, sino tambin la guerra de secesin norteamericana, y de comprender que los
Estados del sur la perdieron, entre otras razones, por el bloqueo martimo al que le someti el norte. GOLTZ, op. cit.
(nota 49, 1887), p. 123. Es curioso que en este inters por el conflicto de secesin norteamericano, coincidiera con un
hombre que estaba en sus antpodas ideolgicas: Friedrich Engels (1820-1895). PARET (coord.), op. cit., p. 285.
13
A este tipo de guerra lo denomin Volkskrieg (guerra popular), y sobre este concepto
desarrollara su teora sobre la guerra y sobre la organizacin de los ejrcitos 54. Teora que parti de
la idea fundamental, frente a las de Moltke y Schlieffen, de que ni el ejrcito ni la guerra como tal
deban pertenecer al mbito exclusivo de los militares, sino que el pueblo debera ser el gran
protagonista en ambos campos. De ah que defendiese en primer lugar un aumento del ejrcito, un
mejor entrenamiento de los oficiales del Landwehr (reserva) y el entrenamiento premilitar en
escuelas y organizaciones juveniles55. Pero, no de detuvo ah, sino que tambin defendi una
alimentacin muy rica y variada para los soldados56; la creacin de industrias militares nacionales
para abastecer al ejrcito57, reformas sociales para mejorar las condiciones de vida de todos los
ciudadanos, convirtindolos as en autnticos patriotas 58; el control estatal de la economa con objeto
de tener preparado al pas para cualquier conflicto que pudiera producirse 59, y la necesidad de
destruir fsica y moralmente al pueblo enemigo para poder derrotarle 60. Es decir, fue el primer
terico militar capaz de defender la Movilizacin Total de la Nacin como nico camino para poder
derrotar al enemigo en una Volkskrieg, es decir, en una Guerra Popular. Y esta teora la elabor a
partir de un estudio emprico de la guerra, y no de planteamientos idealistas, como si lo hicieron
Moltke y Schlieffen.
En el plano de la estrategia y la tctica militar, aunque consideraba el ataque por los flancos como
el ms efectivo61, tambin se separ de los pensadores idealistas, rechazando los cuatro conceptos
sobre los que estos articulaban su pensamiento: el principio de la ofensiva a ultranza, pues tambin
consider las ventajas de las tcticas defensivas 62; el de batalla decisiva, pues en una Volkskrieg era
imposible derrotar al enemigo en un solo encuentro 63; el de Auftragstaktik de Moltke, siendo un
defensor del principio contrario, la Befehlstaktik o conduccin de las operaciones mediante
rdenes64, y el de maniobra a priori de Schlieffen -a quien estuvo a punto de suceder cuando se
retiro en 1906-, ya que limitaba completamente la actuacin de los mandos militares, acabando con
la capacidad de iniciativa en el campo de batalla65.
54
14
Es curioso que a pesar de sus brillantes ideas, von der Goltz, que si bien alcanz el ms alto grado
de la jerarqua militar alemana el 1911 generalfeldmarschall-, fue siempre considerado una especie
de paria dentro del ejrcito, quedando sus teoras en un segundo plano frente a las de Moltke y
Schlieffen, con quien mantena una mala relacin66. Por el contrario, en el resto de las potencias,
especialmente EE.UU. su obra fue rpidamente traducida, siendo profundamente estudiada67.
Por su parte, Bernhardi, luterano, pangermanista y socialdarwinista, se convertira a comienzos
del siglo XX en un gran escritor de best sellers militares, destacando su obra Alemania y la prxima
guerra68. En la misma, defenda una concepcin organicista del Estado y una visin positiva de la
guerra y la violencia, as como una defensa del vitalismo, del racismo biolgico, del control de la
economa por el Estado y su movilizacin para la guerra, de la militarizacin de las relaciones
sociales y del expansionismo territorial que lo sitan dentro de un pensamiento prefascista 69, y lo
convierten en uno de los creadores del concepto de Guerra Total.
En otros aspectos, coincida con von der Goltz, como por ejemplo en la importancia de la
enseanza premilitar70, o en la necesidad de mejorar las condiciones de vida de las clases
trabajadoras, no slo para que se identificasen con el Estado y la Patria, sino tambin para
desvincularlos del socialismo71. Sin embargo, demostraba un conocimiento del sistema econmico
capitalista y de las relaciones econmicas internacionales muy superior a los de su antecesor72.
66
Al igual que el emperador, tampoco toleraba Schlieffen a hombres originales; personas rectas e independientes como
Goltz y Schlichting fueron pasadas al retiro o alejadas de sus cargos importantes y reemplazadas por <<receptores de
rdenes>>. GORLITZ, op. cit., p. 123.
67
Vase Journal of the United States Artillery, 6-7 (1896), pp. 28; Antiaircraft Journal, 27 (1907), p. 320; Selected
articles on national defense, 2 (1917), p. XIII.
68
BERNHARDI, F.A.J. v.: Alemania y la prxima guerra, Barcelona, Gustavo Gili Editor, 1916.
69
Sin la guerra, las razas inferiores o decadentes sofocaran fcilmente en su crecimiento a los elementos sanos, dotados
de grmenes vigorosos, y la consecuencia sera una decadencia universal. Ibidem, p. 53. Finalmente, el derecho de
conquista por medio de la guerra ha sido admitido en todos los tiempos. Puede suceder que un pueblo crezca
rpidamente y no pueda conquistar colonias de raza no civilizada, y, no obstante, deba ser conservado para el Estado ese
exceso de poblacin que la madre patria no puede ya alimentar. El nico recurso que entonces queda, es adquirir el
terreno necesario por medio de la guerra, a la cual obliga el instinto de conservacin. No est el derecho de parte del
poseedor, sino del vencedor. Ibidem, p. 56. Sobre las bases ideolgicas del fascismo, vase MUOZ BOLAOS, R.:
Estudio crtico de Fascismo en Espaa en LEDESMA RAMOS, R.: Fascismo en Espaa?, Mlaga, Sepha, 2013,
pp. 17-37.
70
En Munich, algunos oficiales bvaros se dedicaron recientemente a la meritoria labor de ocupar, en ejercicios
militares y saludables, durante las horas libres del trabajo, a la juventud no sujeta a los deberes escolares. Tambin las
sociedades juveniles que el mariscal von der Goltz organiza, trabajan con el mismo fin. Estas empresas deberan
fomentarse con el mayor celo en todas las grandes ciudades y merecer el apoyo del Estado, tanto por consideraciones de
orden fsico, como de orden social. BERNHARDI, op. cit., p. 348.
71
Ibidem, pp. 114-116.
72
Con todo, no tenemos mercados como los que tiene Inglaterra en sus colonias ; nuestras colonias no pueden comprar
mucho y los grandes Estados tratan de cerrar econmicamente sus fronteras contra el extranjero, especialmente contra
Alemania, con objeto de proteger la industria propia y para hacerse industrialmente autnomos. En tanto, la existencia
de nuestros obreros depende del sostenimiento y el aumento de nuestra exportacin. Mantener abiertas las vas
martimas constituye una cuestin vital para nosotros. Ibidem, pp. 133-134.
15
73
16
Desde el punto de vista tctico, si coincida con Schlieffen, al defender la ofensiva a ultranza,
mediante operaciones militares sucesivas, con objeto de lograr la superioridad final en un punto
crtico que decidiera el signo de la batalla82, as como al considerar claves en toda operacin blica la
genialidad influencia de Clausewitz- y la capacidad de iniciativa en los mandos militares 83. No
obstante, a pesar de esta modernidad en su pensamiento, todos los cambios que propona procedan
del estudio de campaas militares recientes europeas o donde haban participado pases europeos -la
guerra franco-prusiana, en la guerra de los boers (1899-1902) y en la guerra ruso-japonesa (19041905), a la de secesin americana84. Tampoco consider necesario desarrollar el concepto de guerra
asimtrica, estando convencido de que las fuerzas irregulares no tenan ninguna capacidad de vencer
a un ejrcito profesional, como se haba demostrado en el conflicto de Gran Bretaa con los boers85.
Por tanto, se puede decir que la obra de Bernhardi tuvo una gran influencia a nivel mundial por el
concepto que desarrollaba de la guerra, hacindose ediciones de la misma en los principales pases
del mundo. Sin embargo, si bien en algunos aspectos estaba ms desarrollada que la de von der
Goltz guerra naval o economa mundial- careca de la profundidad y de la objetividad de la de ste,
por su componente ideolgico y sobre todo por sus escasas aportaciones desde el punto de vista de
la doctrina militar.
Como conclusin de la poca dorada del pensamiento militar alemn, se puede decir que ms all
de la brillantez de todos los estudios tericos de Moltke, Schlieffen, von der Goltz y Bernhardi
subyace en todos ellos una creencia errnea y que, a la larga, sera trgica para Alemania: la
sobrestimacin del potencial de esta nacin. Todos ellos estaban convencidos de que Alemania poda
vencer a cualquier enemigo o grupo de enemigos, y en el caso de algunos como Bernhardi, que
podra llegar a dominar el mundo. Los dos conflictos mundiales demostraran lo errneo de esta
creencia.
DEL COMIENZO DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL AL INICIO DE LA
OPERACIN BARBARROJA: CENIT Y NADIR DE LA DOCTRINA MILITAR ALEMAN
La incapacidad de la lite militar alemana en general para comprender las limitaciones de su
nacin, se iba a plasmar en su fracaso durante la 1 Guerra Mundial (1914-1918). En los inicios del
conflicto, el Ejrcito alemn liderado por el generaloberst Helmuth von Moltke el joven (18481916), sobrino del gran militar- fue incapaz de conseguir la victoria mediante el Plan Schlieffen, que
se vino abajo en la Primera Batalla del Marne86.
El sucesor Moltke, otro idealista, el generaloberst Erich von Falkenheyn (1861-1922) se
encontr entonces con una guerra de posiciones con la que jams haban contado los militares
alemanes. En estas nuevas circunstancias, trat de modernizar el concepto de batalla decisiva,
82
17
Sobre la aplicacin del Plan Schlieffen por Moltke, y sobre el debate que surgi sobre la misma, vase ZUBER, T.:
German War Planning. 1891-1919, Woodbridge, The Boydell Press, 2004, pp. 259-302.
87
FOLEY, R. T.: German Strategy and the Path to Verdun: Erich Von Falkenhayn and the Development of Attrition,
Cambridge, Cambridge University Press, 2005, pp. 181-258.
88
PARET (coord.), op. cit., pp. 553-561.
89
ZABECKI, D. T.: The German 1918 Offensives. A Case Study in the Operational Level of War, London, Routledge,
2006.
90
GUDMUNDSSON, B. I.: Stormtroop Tactics. Innovation in the German Army, 19141918, New York, Praeger, 1989
91
ZABECKI, op. cit., p. 56.
92
Resulta curioso que, a pesar del impacto que los carros de combate provocaron en el Ejrcito alemana, la industria de
este pas fuera incapaz de producirlos en masa, y los modelos que crearon, eran en general extremadamente grandes e
intiles en el campo de batalla. Vase LUDENDORF, E.: Mis recuerdos de guerra (1914-1918), Barcelona, Seix Barral,
1920, p. 495; HINDEMBURG, P. v. Memorias de mi vida, Madrid, Tipografa Renovacin, 1920, p. 266-7; HAUPT, W.:
A history of the Panzer Troops 1916-1945, West Chester, Schiffer Publishing, 1990, pp. 9-15.
18
El subsiguiente ataque aliado, dirigido por el mariscal de Francia (capitn general) Ferdinand
Foch (1851-1929) hundi el frente alemn, provocando la retirada a la Lnea Hindenburg, que fue el
preludio de la derrota. El 11 de noviembre de 1918, a las 11 de la maana, una delegacin alemana,
encabezada por un poltico civil y pacifista, el dirigente del Zentrum catlico Matthias Erzberger
(1875-1821) firm el armisticio que pona fin al conflicto.
La derrota en la Primera Guerra Mundial conllev el fin del Ejrcito que haba creado El Gran
Elector, y que se basaba en un lazo mstico entre el Rey de Prusia y Deutsche Kaiser, y la vieja lite
militar surgida en el siglo XVII. El que fuera, segn Liddell Hart, el mejor tctico alemn de la
Segunda Guerra Mundial, el generalfeldmarschall Erich von Manstein (1887-1973), lo resumi
perfectamente93:
Cuando el 9 de noviembre de 1918 el Emperador y Rey renunci a ambas coronas y se fue a
Holanda, el efecto de aquello fue muy distinto en los militares que en los civiles, no pudindose limitar
a un mero cambio de la forma de Estado. Era, o al menos lo fue para el Ejrcito prusiano, el
derrumbamiento de todo su mundo. Aquel Ejrcito haba sido <<monrquico>>. Esto es, estaba
indisolublemente ligado con la persona del Rey. Un vnculo que, a travs del juramento a la Bandera,
prestado ante el Rey, tena mucho ms de tico que de poltico, y que quiz solamente podra ser
comprendido mediante el concepto germnico del vasallaje. Sin el Rey, aquel Ejrcito no era
concebible.
Pero, adems, esa derrota provoc un reexamen de la doctrina militar pruso-alemana, con objeto
de determinar las causas que haban provocado su fracaso. No obstante, las condiciones impuestas
por el Tratado de Versalles (28 de junio de 1919)94, limitaron enormemente ese reexamen y tambin
el desarrollo del Ejrcito alemn hasta que en 1933, Adolf Hitler (1888-1945) alcanz el poder.
Aun as, las dos grandes escuelas militares alemanas continuaron su desarrollo en este periodo,
destacando del lado de la idealista, los generaloberste Hans von Seeckt (1866-1936) y Ludwig Beck
(1880-1944), y en el mbito tecnocrtico, el ya citado Erich Ludendorff.
Seeckt haba destacado en la Primera Guerra Mundial como jefe del Estado Mayor del
generalfeldmarschall August von Mackensen (1849-1845), hasta el extremo de que se deca donde
est Mackense est Seeckt, y donde est Seeckt est la victoria 95, y tambin por ser enemigo de
Hindenburg y Ludendorff, se convirti a partir de 1920 en Chef der Heeresleitung o Comandante en
Jefe del Ejrcito, cargo que mantendra hasta 1926. Su periodo del mando present tres
caractersticas. La primera que, como buen idealista, alej al Ejrcito de cualquier influencia
poltica, limitando su competencia a la preparacin de la guerra, asunto que consider competencia
exclusiva de los militares96. La segunda que, a pesar de la prohibicin del tratado de Versalles,
mantuvo la organizacin del Estado Mayor, aunque bajo el nombre de Truppenamt u Oficina de
93
MANSTEIN, E. v.: De la vida de un soldado. 1887-1939, Barcelona, Luis de Caralt, 1961, pp. 43-4.
94
Las clusulas militares ms importantes eran: Reduccin del ejrcito a 100.000 hombres y 4.000 oficiales, sin
artillera pesada, submarinos ni aviacin; la disolucin del Estado Mayor y la supresin del servicio militar obligatorio
en Alemania.
95
LIDELL HART, B.: El otro lado de la colina. Ascenso y cada de los generales alemanes, Madrid, Ministerio de
defensa, 1993, p. 37.
19
Tropas97. Y, la tercera, que desarroll una nueva doctrina militar denominada de las armas
combinadas, donde incluy la aviacin y los carros de combate, junto a las armas tradicionales
infantera, caballera, artillera e ingenieros-98.
No obstante, a pesar de su carcter novedoso dentro del Ejrcito alemn y de que fue considerada
por autores como Lidell Hart un antecedente de lo que luego ser la Blitzkrieg99, era indudable que
su planteamiento no llegaba al carcter novedoso y revolucionario de las teoras que en ese
momento desarrollaban el propio Lidell Hart, su amigo el general John Charles Frederick Fuller
(1878-1966)100 y sobre todo los brillantes militares soviticos Mihail N. Tujachevski (1893-1937) y
Vladimir K. Triandifilov (1894-1931), que se conocera como Glubokaia Operatsiia u Operaciones
Profundas101. De hecho, Seeckt segua considerando la Tctica Hutier como clave para lograr la
ruptura de la lnea enemiga, y permaneca anclado en la idea de la Batalla Decisiva102.
Por su parte, Ludwig Beck, jefe del Estado Mayor del Ejrcito entre 1933 y 1938, desarroll con
sus colaboradores un manual llamado Truppenfhrung donde volva a la doctrina clsica de una
guerra de movimiento sin desatender los cambios tecnolgicos. Ensalzaba a la artillera y a la
infantera, pero sin olvidarse de las fuerzas acorazadas. Es ms, se refera a los carros de combate
como el arma reina (tonangebend) del campo de batalla. Cuando estudiaba la situacin estratgica
alemana y las guerras en las que ms le convendra involucrarse, proporcionaba una visin inusual y
equilibrada de las ventajas de la ofensiva y la defensiva. Sin embargo, lo ms importante era el
enfoque sistemtico sobre las operaciones, abarcando todos los niveles de planeamiento y ejecucin,
desde una visin profesionalizada de la guerra. La guerra en Europa siempre sera una guerra de
toda Europa y gracias a la capacidad de movilizacin de las naciones europeas, sera una guerra
multifrente con tendencia a prolongarse mucho en el tiempo. En esta nueva situacin, no se daban
las condiciones para repetir los planteamientos de Moltke y Schlieffen. Por el contrario, se haca
necesaria una combinacin de operaciones ofensivas y defensivas, dentro de un planteamiento
estratgico global que tuviera en cuenta las nuevas condiciones de Europa. Esta profundidad de
pensamiento, demostr que los autores de este manual haban resucitado lo mejor de la tradicin
militar idealista alemana, pero sin haber desarrollado ideas emprendedoras103.
96
SEECKT, H. v.: The Political Conditions in the German Army: November 6, 1923, in United States Military
Intelligence Reports: Germany, 1919-1941, Frederick: University Publications of America, 1983, pp 2-3.
97
GORLITZ, op. cit., pp. 203-210.
98
SEECKT, H. v.: Comments of the Commanding General of the German Army in Regard to His Inspections in 1922,
in United States Military Intelligence Reports: Germany, 1919-1941, Frederick, University Publications of America,
1983; Comments of the Commanding General of the German Army regarding His Inspections in 1923, in United
States Military Intelligence Reports: Germany, 1919-1941, Frederick: University Publications of America, 1983.
99
LIDELL HART, op. cit. (nota 95, 1993), p. 37-40.
100
PARET (coord.), op. cit., pp. 615-624.
101
Sobre las tcticas militares soviticas, vase MUOZ BOLAOS, R.: Bagration y las ofensivas soviticas de 1944.
La desintegracin del Cuerpo de Ejrcitos Centro alemn, Madrid, Almena, 2011, pp. 48-55.
102
CITINO, R.: The Path to Blitzkrieg: Doctrine and Training in the German Army, 1920-1939, Boulder, Lynne Rienner
Publishers, Inc., 1999, p. 12.
103
PARET (coord.), op. cit., pp. 578-579.
20
104
Habiendo cambiado el carcter de la guerra y el de la poltica, las relaciones entre la poltica y la estrategia militar
deben modificarse. Todas las teoras de von Clausewitz deben ser reemplazadas. La guerra y la poltica sirven a la
conservacin del pueblo, pero la guerra queda como la suprema expresin de voluntad racial. Por ello es que la poltica
debe servir a la guerra. LUDENDORFF, E.: La Guerra Total, Buenos aires, Pleamar, 1964, pp. 21-22.
105
PARET (coord.), op. cit., p. 591.
106
MUOZ BOLAOS, op. cit. (nota 101, 2013), p. 32.
107
PARET (coord.), op. cit., p. 592.
21
El alma de estas operaciones no consista en un empleo particular de los nuevos medios de guerra,
sino en una clase de oportunismo a nivel operativo que no conoca mtodos preconcebidos ni
estandarizados, nicamente la explotacin del xito deba ser lo ms completa posible con todos los
medios disponibles en la bsqueda del objetivo final: la derrota del enemigo mediante la ruptura de la
voluntad de sus lderes. Era el polo opuesto a una doctrina. Las operaciones consistan en una
avalancha de acciones marcadas ms por el triunfo que por el estudio. Este tipo de operaciones se
corresponda con una generacin de mandos alemanes extremadamente ambiciosa que se vio
incentivada por el Tercer Reich y que emulaba, en el campo militar, la estrategia de Hitler. Ninguno de
ellos era un nacionalsocialista convencido, pero se sentan cmodos dentro de un sistema que renda
homenaje al triunfo en la bsqueda de la conquista. Finalmente, y con algo de ayuda de Liddell Hart,
este torrente de accin destilaba algo que nunca fue: un diseo operativo. Tanto era as, que se basaba
en el convencimiento de que la tecnologa (Guderian) o el Alto Mando (von Manstein) marcaran la
diferencia en la guerra. Esto ha atrado a una multitud de estrategas de bolsillo que han dejado de
pensar en la guerra y se han dedicado a demostrar sus conocimientos sobre las armas.
Con independencia de la opinin que diferentes historiadores tienen sobre la Blitzkrieg, lo cierto
es que sobre la base de esta doctrina, los Ejrcitos alemanes comenzaron la Segunda Guerra
Mundial, y gracias a ella, consiguieron los brillantes triunfos de Polonia (1939), Francia (1940) y los
Balcanes (1941). Esos xitos convencieron a la lite militar alemana de la invencibilidad de su
doctrina militar y de la posibilidad de establecer un nuevo orden en Europa y en el mundo, y sobre la
base de ese optimismo, iniciaron la invasin de la Unin Sovitica el 22 de junio de 1941. Sin
embargo, enfrente no iban a encontrarse a un Ejrcito anticuado como el polaco, el yugoeslavo o el
griego, o anquilosado como el francs; sino a una fuerza militar que, a pesar de las purgas de Isif
Vissarinovich Stalin (1878-1953) que acabaron con la mayora de los mejores generales soviticos
como Tujachevski, fue capaz de parar las formidables ofensivas alemanas de 1941, 1942 y 1943, y, a
partir de entonces, encabezada por una lite militar de enorme capacidad, donde destacaban los
mariscales de la URSS Konstantin Rokossovsky (1897-1968), Giorgi Zhukov (1900-1975) y Boris
Shaposhnikov (1882-1945), fue capaz de invertir el desarrollo del conflicto, y utilizando la tctica de
las operaciones profundas, combinada con el envolvimiento estratgico, asentar una derrota
definitiva a los Ejrcitos alemanes, demostrando no slo la superioridad de la doctrina militar
sovitica, sino el carcter limitado de la Blitzkrieg y del concepto de Batalla Decisiva, cuyo tiempo
haba pasado ya, y sobre todo las propias limitaciones de Alemania como nacin frente a los grandes
poderes mundiales.
CONCLUSIN
A pesar de su derrota en las dos guerras mundiales, es indudable que la doctrina militar alemana
fue la ms rica y polifactica de todo el periodo contemporneo. De la mano de ilustres tericos
como Clausewitz, Moltke, Schlieffen, von der Goltz, Seeckt o Guderian, el pensamiento militar
alemn alcanz un nivel incomparable con el del resto de las grandes potencias. Todos ellos fueron
capaces de desarrollas ideas osadas y novedosas que marcaron un antes y un despus en la historia
de la estrategia y la doctrina militar.
22
Sin embargo, en su desarrollo a partir de 1870, hubo una gran falla: no comprendieron el mundo
en el que vivan ni supieron percibir que el poder del Imperio alemn primero, y de Alemania
despus, aunque enorme, era limitado. De hecho, como muy bien escribi Kissinger, el gran dilema
de este pas a partir de 1870, fue que era demasiado grande para Europa, y demasiado pequeo para
el mundo. El resultado fue que creyeron que la brillantez de sus doctrinas, y la disciplina, grandeza y
potencia de Alemania y su pueblo podan permitirles dominar el mundo. Y fracasaron. Como muy
bien escribi Michael Geyer: La fuente de la estrategia y la raz del oportunismo operativo de
Ludendorff, Halder, Guderian, Rommel, Manstein y sus colegas, fue la conviccin de que los
alemanes podan gobernar a otros en lugar de a s mismos y que Alemania deba gobernar o perecer
como nacin108.
108
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