HISTORIA DE ITALIA

Desde los orgenes al Renacimiento. A mediados del II milenio a.C., pueblos

indoeuropeos se asentaron en la llanura del Po con una civilizacin contempornea de
Micenas, llamada de las terramaras. A continuacin se desarroll la civilizacin de los
vilanovianos, mientras que se instalaban en la Pennsula poblaciones designadas bajo el
nombre genrico de italiotas. A partir del siglo VIII a.C., los griegos fundaron colonias
en las costas meridionales de Italia (Magna Grecia); el resto de la Pennsula fue
ocupada durante dos siglos (del VI al V a.C.) por los etruscos, cuyo dominio choc con
la expansin de Cartago y luego con la invasin gala (siglo IV a.C.): el declive de los
etruscos benefici a Roma, la cual, entre los siglos IV y II a.C., llev a cabo la conquista
de Italia.
Progresivamente se constituy un Estado romanoitlico al cual Augusto, gran
unificador de la Pennsula, incorpor la Galia cisalpina. Si bien una magnfica red vial
contribuy al desarrollo de las ciudades italianas, el aflujo de trigo desde el exterior
provoc la degradacin de las tierras: por otra parte, la misma inmensidad del Imperio
Romano hizo que Italia perdiera su papel dirigente. Italia, que fue una de las primeras
regiones del Imperio convertida al cristianismo, fue tambin una de las primeras en ser
invadidas por los brbaros godos, hunos y vndalos en el siglo V d.C.
En 476 fue destituido el ltimo emperador de Occidente; el rey hrulo Odoacro y
luego el ostrogodo Teodorico (entre 489 y 526) fueron sucesivamente los dueos de
Italia. Justiniano I, emperador de Oriente, secundado por el general Belisario, logr
arrancar a los godos el dominio de la Pennsula (535-555); pero, desde el ao 568, los
lombardos se instalaron en la Italia septentrional y central, mientras que los bizantinos
quedaron dueos tan slo del exarcado de Ravena, que cay en el 751 en poder de los
lombardo; stos, si bien convertidos al cristianismo desde mediados del siglo VII, se
enfrentaron con un Papado cada vez ms poderoso, el cual, sintindose amenazado en
sus derechos, recurri a los Pipnidas francos (753). En 774, el rey franco Carlomagno,
patricio de los romanos, se convirti tambin en rey de los lombardos; su conquista de
Italia se vio reforzada gracias a su coronacin como Emperador (Navidad del ao 800
en Roma). Hecho significativo es que otorg a su hijo Pipino el ttulo de rey de Italia.
De hecho, los bizantinos permanecieron slo en el Sur de la Pennsula, mientras que la
rica Venecia era ya autnoma.
Para Italia, el siglo IX fue un siglo negro, ya que fue saqueada por los
normandos y por los musulmanes: la autoridad del Rey que era tambin emperador de
Occidente choc tambin con la ambicin de los grandes vasallos, al tiempo que la
aristocracia romana paralizaba la accin pontificia. Al coronar como Santo Emperador
Romano Germnico al rey de Germania y de Italia Otn I (962), el papa Juan XII pens
salvar la Pennsula de la anarqua mediante una unin con Alemania. De hecho, el Sacro
Imperio Romano Germnico hizo pronto pesar una fuerte hipoteca sobre la Iglesia
romana, ya que los emperadores dispusieron de la Mitra pontificia e intervinieron
constantemente para mantener sus derechos en Italia (de 973 a 1073). Cuando el papa
Gregorio VII tom las disposiciones para frenar esta injerencia imperial, estall la
querella de las Investiduras (1073-1122), que termin con la victoria del Papado sobre
el Imperio.
El siglo XII presenci, en Italia primeramente, la gran revolucin econmica que
acompa el despertar de Europa. Las ciudades Pisa, Gnova, Miln y Florencia, para
dedicarse mejor a la industria (en especial a la textil) y comerciar con mayor comodidad
y de acuerdo a las tcnicas modernas, se sacudieron el yugo de los autoridades feudales
y se proveyeron de instituciones comunales o municipales. Su riqueza estuvo

acompaada de un gran impulso intelectual y artstico. Esta prosperidad provoc

sangrientas rivalidades entre las ciudades, mientras que en el interior de las mismas
donde dominaba la aristocracia, como en Venecia, o la burguesa comerciante los
conflictos enfrentaron a las diferentes clases. Slo el Sur, donde en el siglo XI se
instalaron los normandos, vencedores de rabes y bizantinos, no particip en este gran
movimiento: la monarqua absoluta, feudal y burocrtica, se perpetu en esa zona del
pas. Sicilia, que en 1194 cay en poder de los Hohenstaufen, se convirti en una
brillante encrucijada de civilizaciones.
Sin embargo, la eleccin para la dignidad imperial de Federico Barbarroja (1152)
volvi a instalar en Italia la lucha entre Iglesia e Imperio (1154-1250), que dividi y
asol el pas; la victoria final del Papado sobre Federico II (nieto del Barbarroja) fue
una victoria prrica. En efecto, una vez vencidos del Hohenstaufen, Roma e Italia
pasaron al rea de influencia del prncipe francs Carlos I de Anjou, cuya poltica
imperialista fue causa de las Vsperas sicilianas (1282). A partir de entonces, la Corona
de Aragn se adue de Sicilia y de Cerdea (1302), mientras que la Casa de Anjou
mantuvo Npoles hasta la formacin del reino de las Dos Sicilias, en 1442, a raz del
triunfo de los catalano-aragoneses. La larga estancia de los papas en Avin (13091376) y luego el Cisma de Occidente (1378-1417) disminuyeron la influencia papal y
aceleraron el parcelamiento y la anarqua. Cuando el Papado, ya restaurado, volvi a los
Estados romanos, stos, al igual que las Dos Sicilias, se hallaban marcados por el
arcasmo poltico y econmico.
Por el contrario, las ciudades (especialmente Gnova, Miln, Venecia y Florencia)
conocieron durante los siglos XIII-XIV una gran prosperidad que tuvo como resultado
el impulso del humanismo y la formacin de corrientes de pensamiento favorables a una
vuelta a la pobreza evanglica (San Francisco de Ass). En 1416, la creacin del ducado
de Saboya puso de manifiesto la ascensin de una nueva potencia territorial: el
Piamonte.
Del Renacimiento a 1870. En su conjunto, esta Italia prspera y radiante de los
siglos XV y XVI, centro del Renacimiento, estaba asentada sobre bases polticas
frgiles, lo que explica las intervenciones extranjeras, especialmente de espaoles y
franceses. Despus de una serie de campaas que enfrentaron a ambos (guerras de
Italia), Espaa, por el tratado de Cateau-Cambrsis (1559), logr quebrar
definitivamente las pretensiones francesas sobre Npoles y el Milanesado. Italia cay
entonces bajo la influencia de los Habsburgo de Espaa, dueos directos del Milanesado
en decadencia, de Npoles y de Sicilia. Despus de 1598, la Casa de Saboya,
entonces en plena ascensin, tom nuevo impulso. En Toscana, durante los ltimos
Mdicis se produjo la decadencia florentina; los Estados Pontificios siguieron siendo
presa de la anarqua, del nepotismo y de la miseria. Incluso Venecia se resinti del
predominio atlntico y del avance de los turcos. Asimismo, en los siglos XVII-XVIII, la
vida social se estanc, la demografa declin y se extendi el pauperismo. Tras la guerra
de Sucesin espaola (1714), los Habsburgo austriacos se hicieron presentes en Italia
(Milanesado, Npoles, Sicilia y Toscana), pero pronto los Borbones espaoles entraron
en liza con ellos, consiguiendo instalar dinastas segundonas en Parma y las Dos
Sicilias. En cuanto al Piamonte, logr Cerdea y fortific sus posiciones.
La Revolucin Francesa hall muchas simpatas entre los italianos; pero los
gobiernos, inquietos, reaccionaron y declararon casi de manera unnime la guerra a la
Francia revolucionaria (1792-1793), la cual no intervino en Italia y se content con la
anexin de Saboya y Niza (1792) y con la ocupacin de la Repblica de Gnova (1794).
Por su parte, Napolen Bonaparte, quien consideraba a Italia su segunda patria, estim
que sta habra de desempear un papel esencial en la guerra contra Austria. De esta

manera, Italia, a partir de 1796, pas a la zona de influencia francesa, con la formacin
de repblicas hermanas Ciscalpina, Cispadana, Partenopea, Ligrica (1797-1799), en
las cuales se aplicaron la legislacin y las instituciones francesas y luego con la del
reino de Italia (1805-1814), del que Napolen I fue titular y Eugenio de Beauharnais
Virrey, y con la anexin de los Estados Pontificios (1809).
Despus de la cada del primer Imperio francs (1814-1815), Italia volvi al
Antiguo rgimen: los antiguos soberanos regresaron a sus capitales, el Papa a los
Estados Pontificios, los Borbones a Npoles y Sicilia; la Casa de Saboya rein una vez
ms en el Piamonte-Cerdea-Saboya. El resto de la Pennsula qued bajo dominio
austriaco, ya directamente (reino Lombardo-Vneto), ya de modo indirecto (Parma,
Toscana y Mdena, en poder de archiduques austriacos). Muy pronto, bajo la influencia
de sociedades secretas tales como el carbonarismo se desarroll, sobre todo en el
Norte de Italia, un movimiento liberal y nacional cuyo liderazgo pas progresivamente
al Piamonte, el cual se convirti a partir de 1821 en la principal sede del Risorgimento.
La reaccin contra este movimiento sigui durante diez aos (1821 a 1831), hasta que
aqul encontr una salida en la revolucin liberal europea (1848). Pero el movimiento
se revel demasiado dbil frente a Austria, lo cual hizo que Vctor Manuel II, rey del
Piamonte, y su ministro el conde de Cavour (de 1852 a 1861) se volvieran hacia Francia
solicitando su ayuda para constituir la unidad italiana. La campaa francopiamontesa de
1859 se resolvi con la anexin de Lombarda por el Piamonte. Un conjunto de
movimientos locales, en los que Garibaldi desempe un papel esencial, alcanz
entonces la liberacin de las Dos Sicilias, de la Romaa y de los ducados centrales
(1860-1861), de manera que, a partir de 1861, se proclam el reino de Italia, cuya
primera capital fue Turn y luego, en 1865, Florencia, y cuyo primer soberano fue
Vctor Manuel II de Cerdea-Piamonte. La guerra de 1866 vali a Italia la anexin del
Vneto. En setiembre de 1870, Roma se convirti en la capital del joven reino, la unidad
del cual no fue completa hasta la anexin de las provincias irredentas, el Terntino y
Trieste.
De 1870 a nuestros das. A partir de entonces, los sucesivos gobiernos derecha
histrica (1870-1876), izquierda anticlerical (1876-1900), especialmente con Crispi
chocaron con la mediocridad de los recursos industriales, con el feudalismo, con el
atraso del Mezogiorno y con el hecho de que el Papa, que se consideraba afectado por la
toma de Roma, haba prohibido a los catlicos la participacin en la vida poltica. Para
dar cierto impulso al pas, los gobernantes rompieron con el librecambio y con la
francofila de Cavour (firma de la Trplice, 1882) e hicieron volcar las ambiciones
italianas hacia empresas de ultramar (Tnez y Etiopa) que resultaron desafortunadas. A
un claro progreso econmico respondieron el desarrollo de la miseria y la emigracin y,
por consiguiente, el favorecimiento del anarquismo responsable en 1900 de la muerte
del segundo rey de Italia, Humberto I (de 1878 a 1900) y sobre todo del socialismo. El
advenimiento del tercer Rey en 1900, Vctor Manuel III, y, tres aos ms tarde, la
llegada de Giolitti que se mantuvo en el poder prcticamente hasta 1914 coincidieron
con el alza econmica: sta se vio favorecida por la buena gestin financiera de Giolitti
y por la aprobacin de una legislacin social importante. El acercamiento a Francia, a
partir de 1902, orient a Italia hacia el nacionalismo y despert una vez ms el
irredentismo. Esto explica la anexin de Libia (1911) y del Dodecaneso (1912) y su
entrada en la guerra en el bando aliado, contra Austria, en 1915. Esta guerra cost cara a
Italia, pero le vali la anexin del Trentino, del Alto Adigio y gracias a DAnnuzio de
Fiume (1919). No obstante, la crisis econmica, moral y social de la posguerra
favoreci la creacin de un Partido Comunista fuerte (1921); al mismo tiempo, se form
un movimiento democristiano, con Dom Luigi Sturzo. Pero uno y otro se vieron

desbordados por un movimiento de extrema derecha, el fascismo, encabezado por

Benito Mussolini, quien impuso al pas, entre 1922 y 1943, un rgimen totalitario,
nacionalista y corporativista. Aliada con la Alemania nazi a partir de 1936, la Italia
fascista entr en la Segunda Guerra Mundial en 1940, pero muy pronto dej el peso de
la guerra a los alemanes, quienes, en 1943-1944, presentaron a los aliados
desembarcados en Italia una terrible oposicin. Sin embargo, en 1943, Mussolini fue
arrestado; en 1944, el reino fue confiado a Humberto II; en 1945, en la Italia liberada,
Alcide de Gasperi, lder de la democracia cristiana, se instal en el poder durante ocho
aos (1945-1953); el tripartidismo haba muerto al mismo tiempo que la monarqua,
remplazada por la Repblica (1946).
De Gasperi se esforz en que su pas entrase en la Alianza Atlntica y en la
Comunidad Europea; al mismo tiempo, comenz a esbozarse una audiencia
internacional y, en el interior, una prosperidad econmica espectacular que recibi el
nombre de milagro. A partir de 1953, el equilibrio del Estado italiano comenz a dar
seales de fragilidad, ya que la democracia cristiana, mayoritaria, se vio amenazada
desde la extrema izquierda, por un comunismo cada vez ms poderoso. Un cierto
endurecimiento coincidi con el periodo 1958-1963, dominado por el lder de la
democracia cristiana, Aminatore Fanfani, quien esboz una apertura hacia la izquierda.
sta fue realizada por Aldo Moro, en 1963, con la formacin de un gobierno de centroizquierda: esta frmula, que prosigui hasta 1968, asegur la no interrupcin del
milagro econmico y la estabilidad gubernamental. Pero esta ltima fue cuestionada
por las elecciones de 1968, en las cuales se manifest un neto retroceso de los
socialistas. Durante cuatro aos (1968-1972), las coaliciones de centro-izquierda
demostraron su fragilidad. Frente a una situacin cada vez ms difcil, los gobiernos se
hallaron paralizados y se sucedieron con rapidez. La lentitud de la poltica de reformas y
la multiplicacin de los escndalos polticos agravaron el descontento y provocaron una
oleada de huelgas. Desde 1972, Italia sufri una grave crisis econmica, poltica y
social. En las elecciones de junio de 1976, el Partido Comunista, que preconiz un
compromiso histrico con la democracia cristiana, obtuvo el 34,4 % de los votos
(democracia cristiana: 37,7 %). Pero el gobierno presidido desde 1976 por Giulio
Andreotti, que se benefici del apoyo comunista, se vio enfrentado a la accin violentas
de las Brigadas rojas; stas, en 1978, secuestraron y asesinaron a Aldo Moro. En 1979,
los comunistas se retiraron de la mayora parlamentaria. Despus de la dimisin de
Andreotti, le sucedieron Francesco Cossiga (1979) y Arnaldo Forlani (1980), ambos
democristianos. Sin embargo, no lograron sobrevivir a la crisis interna de su partido, de
modo que en 1981, por primera vez desde la instauracin de la Repblica, un no
democristiano, el republicano Giovanni Spadolini, encabez el consejo de ministros, en
una coalicin. Tras las elecciones de 1983, Betino Craxi pas a encabezar un gobierno
de coalicin.