Pikaza - El Diablo Que Tentó A Jesús
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X. Pikaza
11.Feb.2016
Tomado del blog de X. Pikaza
Dom 1 Cuaresma, ciclo C. Es
el domingo del Diablo, que
quiere apoderarse de Jess
No era un diablo cualquiera
(=un demonio) , sino el Diablo,
Uno y Falso, en contra de Dios
que es Uno y Verdadero.
Como sabe bien la tradicin
juda (y luego la cristiana),
Diablo slo hay Uno, y es el
anti-Dios; demonios, en
cambio, hay casi infinitos,
tantos como seres humanos,
pues cada hombre tiene su
ngel, pero tambin su
demonio, su yo deformado,
de manera la historia
verdadera de cada ser humano
culmina all donde el ngel que
lleva dentro de s destruye
(aniquila) a su demonio.
sta es una historia
compleja y profunda, que
ha sido revelada por las
Escrituras, pero que nuestro mundo parece olvidarla, quedando
as a merced de sus propios demonios, que no son los que aparecen en
las pelculas, casi siempre simplistas, de exorcismos, sin otros mucho
peligrosos. El Nuevo Testamento ha distinguido con toda precisin:
Los hombres normales tenemos demonios, y en nuestra
tradicin eclesistica muchos son demonios sexuales de tercera
categora De todas formas, hay algunos demonios ms profundo: de
destruccin psquica, de posesin mental, de destruccin humana contra
los que luch Jess y contra los debe luchar su iglesia. Pero el Diablo en
s slo se ha revelado por Jess.
Segn el libro de los Jubileos (10-11) el jefe de los malos espritus recibe
el nombre de Mastema, que parece significar lo mismo que Satn y su
funcin consiste en pervertir, en acusar y en castigar a los humanos. El
Testamento de los XII Pat. (cf. TestBen 3) ha acuado un hombre que ha
de hacer fortuna: Belial (el que pervierte); Belial es el principio del mal y
del engao de tal forma que los hombres se dividen en aquellos que
obedecen a Dios y los que siguen el engao de Belial o la Tiniebla.
Los demonios. Ese Satn/Diablo, ya citado, tiene un gran imperio de
espritus perversos. Sin llegar al dualismo estricto de los persas, ese
imperio se concibe un poco como doble del reino de los cielos. Existe en
ambos casos un prncipe supremo (Dios, Satn); hay una corte de
siervos y enviados que ejercen las funciones de su amor (los ngeles de
Dios, los demonios del Diablo .
Sobre el origen de los demonios no existe certeza absoluta. En el
mito aparecen, por un lado, como hijos de los ngeles cados, es decir,
como las fuerzas enemigas que proceden de los gigantes (fruto de la
unin de las mujeres de la tierra y de los ngeles del cielo). Por otro
lado, pueden concebirse simplemente como espritus que acompaan a
Satn en su pecado y su cada pervirtiendo ahora la tierra.
Sea cual fuere ese origen, lo cierto es que Israel ha unido para
siempre la figura teolgico-apocalptica de Satn (el Diablo) y la
experiencia religiosa universal de los demonios. De esa forma el
Diablo ya no es slo el adversario de Dios; es el poder que por medio de
los suyos, los demonios, amenaza toda la existencia o vida de los
hombres. Por su parte, los demonios dejan de ser ambivalentes y se
vuelven simplemente malos, emisarios de Satn, perversos.
Temas abierto
Desde ese fondo podemos releer el relato de las Tentaciones de Jess,
que ofrecen la ms poderosa de todas visiones del Diablo y los
Demonios. Estas son las novedades ms significativas de este pasaje,
novedades que deberemos estudiar en otro contextos, en nuevas
postales:
a. Slo all donde Dios se revela totalmente puede desvelarse el
riesgo de Satn, es decir, de lo contrario a Dios. En ese sentido, el
Diablo no es persona, ni unitaria ni trinitaria, sino anti-persona, lo que
destruye a las personas. No es realidad sino anti-realidad.
b. Este Diablo, que domina sobre el mundo a travs de los
demonios no tiene un carcter bsicamente sexual (como en la
primera etiologa juda ya indicada), ni un carcter simplemente
religioso, sino que se expresa en el poder econmico-poltico que
se diviniza a s mismo y destruye a los seres humanos. Slo en
esa lnea se puede hablar de Diablo religioso (de la tercera tentacin).