Martín Malharro
Martín Malharro
Martín Malharro
http://www.buenosaires.gob.ar/areas/cultura/arteargentino/02dossiers/malharro/02_produccion_4.php?
menu_id=15602
MARTN MALHARRO
Introduccin | Produccin | Obras | Legado artstico | Biografa | Bibliografa
Malharro y su poca
Hacia fines del siglo XIX Buenos Aires es una ciudad compuesta socialmente por oleadas
inmigratorias y, por lo tanto, atravesada por variadas concepciones filosficas. Coexisten
en ella tanto el positivismo, el anarquismo, el socialismo como las posturas
conservadoras, en general cercanas al poder poltico, que an discuten consignas como
civilizacin y barbarie.
En el mbito de las artes plsticas, sobresale un conjunto de artistas e intelectuales que
se empean en la construccin de instituciones capaces de profesionalizar las prcticas
creativas. Esta circunstancia genera una serie de debates que ponen de relieve el
pensamiento y la accin poltica de hombres como Eduardo Schiaffino, Eduardo Svori y
Ernesto de la Crcova que, al igual que Malharro, forman parte de la generacin del 80 y
sostienen una posicin cosmopolita y moderna. Bajo este impulso se crean la Sociedad
Perfil de un innovador
De ese contraste naci mi primera duda, de ah la primera resistencia contra todo lo que representara un
obstculo la libre manifestacin de mis sensaciones [] De ah dat la independencia de mi espritu, la
felicidad oral de mi inteligencia; y viv desde entonces mi vida!
Martn Malharro, "Del Pasado. Pginas de un libro indito", Athinae, Buenos Aires, Ao II, N 15-16,
noviembre-diciembre de 1909, p. 6.
de
Barbizon,
los
impresionistas,
los
posimpresionistas,
los
Paisaje, 1901
Ilustracin para el libro El corsario La Argentina
Ilustracin para el libro El faro
Con el nuevo siglo recin inaugurado regresa a Buenos Aires y realiza su primera
exposicin individual. Presenta en sus obras ensayos sobre el paisaje y el color, y por
ellos ingresa a la historia del arte como uno de los primeros artistas que trae el
impresionismo a la Argentina. Pero ya sus contemporneos advierten la imposibilidad de
reducir su produccin vinculndola a un solo estilo y consideran su cercana al simbolismo
y a las modalidades posimpresionistas. Apasionado, romntico y de mal genio se define
apostando por la naturaleza. Est inmerso en ella desde su nacimiento, lo seduce y por lo
tanto la persigue, trata de asirla, pero tambin de transformarla con todos los medios
pictricos a su alcance.
Malharro busca influir en el ambiente, encender el entusiasmo. Es un intelectual formado
que comprende la necesidad de participar en todos los mbitos culturales y con sus ideas
revoluciona la creacin y la enseanza. Difunde sus propuestas mediante artculos
publicados en los medios ms importantes de la poca. Desde sus pginas introduce la
modernidad esttica, discute el rol del artista, del pblico y pugna por la conformacin del
mercado.
Incide sobre la docencia. Tanto en su prctica efectiva como en su rol de terico, renueva
el concepto de la educacin artstica en las escuelas. Recoge su experiencia como
Inspector del Consejo Nacional de Educacin en el libro El dibujo en la escuela primaria,
donde anarquismo, positivismo y psicologa experimental le permiten amalgamar sus
ideas y hablar de "mtodo", evolucin y orden, pero tambin de libertad expresiva y
de la importancia de la relacin directa con la naturaleza en el proceso formativo del nio.
Malharro es adems una figura gua, un maestro espiritual para los jvenes de la poca
con quienes activa las discusiones sobre la modernidad. Frecuentan su taller, entre otros,
Falcini, Giambiagi, Silva, Thibon de Libian, de Navazio y Lamanna, continuadores de
muchas de sus ideas y sus prcticas.
A los 46 aos fallece inesperadamente cuando su obra y su pensamiento se consolidaban
y proyectaban con fecundo porvenir. El crtico de arte Atalaya, lo describe con acierto:
Martn Malharro
Por Natalia March, con la colaboracin de Patricia Nogueira
Julio de 2012
Con su pintura antiacadmica Malharro contribuye, desde el arte, a conformar el perfil de la Argentina como
nacin moderna. Introductor del impresionismo y destacado ilustrador, realiza tambin importantes aportes
pedaggicos. Su legado artstico se prolonga y enriquece a travs de artistas como Silva, de Navazio, Falcini,
Thibon de Libian, Giambiagi y Lamanna.
Docencia y pedagoga
Debemos a nuestros alumnos una enseanza razonada inteligentemente
experimental; conviene familiarizarlos con las fuentes originarias de la verdad
hacindoles utilizar la naturaleza como objeto de sus investigaciones, de ah surgirn
interpretaciones personales que importarn un conocimiento ms intenso.
Martn Malharro (1)
Martn Malharro, Concepto del dibujo, en revista Athinae, reproducido del
Boletn de Instruccin Pblica, Buenos Aires, ao III, 1910, p. 31.
MALHARRO EDUCADOR
Martn Malharro
Cao. Caricatura de Martn Malharro
Luis Falcini, Malharro, 1912
A partir de 1903 desarrolla una intensa labor docente que queda reflejada en la portada
del libro El dibujo en la escuela primaria. Pedagoga Metodologa (publicado en 1911,
poco despus de su fallecimiento). A manera de breve currculum, all se lee:
Profesor de la Universidad Nacional de La Plata, de la Escuela Normal de Profesores,
Colegio Nacional Central, Colegio Nacional anexo al Instituto del Profesorado y Escuela
Normal de Maestras de Barracas. Ex-inspector tcnico de dibujo de las escuelas pblicas
de la Capital, ex-miembro de la Comisin Nacional de Bellas Artes, ex-director de los
Cursos Temporarios de Dibujo del Ministerio de Instruccin Pblica (1906) y de los del
Consejo Nacional de Educacin (1905 1908).
En ningn caso son stos empleos rutinarios. Analiza exhaustivamente las ms
destacadas corrientes pedaggicas aplicadas a la enseanza del dibujo en la escuela.
Las enriquece con aportes de recientes estudios psicolgicos y sobre todo les suma su
experiencia como pintor e ilustrador. Las teoras que sostiene, que se dan a conocer
paulatinamente en las revistas y diarios donde escribe, quedan ampliamente desplegadas
en la publicacin referida y transforman por completo la enseanza del dibujo en la
primaria y secundaria de nuestro pas.
Es tambin necesario recordar, en un mbito ms ntimo, alejado de las cuestiones
metodolgicas de la instruccin pblica, lo que significa para las nuevas generaciones el
taller del artista en el barrio de Belgrano, entonces frecuentado, entre otros, por Carlos
Giambiagi, Ramn Silva, Walter de Navazio, Valentn Thibon de Libian, Nicols Lamanna
y Luis Falcini, quien escribe:
[] con pasin y buen humor nos encareci la necesidad del trabajo disciplinado por una
voluntad directriz que obligue a la inspiracin a permanecer encendida, [] Por primera
vez entre nosotros un artista abra su taller a los jvenes y se entregaba con su obra
plenamente, sin reservas ni secretos. Y nos invitaba a volver. Se sucedieron las
peregrinaciones peridicas al taller de la calle Congreso [] En ese taller, que
considerbamos un templo, asistimos a la creacin de la ltima obra del maestro y a la
aparicin de las anticipaciones que ella aport a la pintura argentina. (2)
Luis Falcini, Homenaje, en Malharro (1869-1911), Buenos Aires, Amigos del
Arte, s/f, s/p
La Plata
Dardo Rocha, Francisco Pascasio Moreno y Joaqun V. Gonzlez son, para Conrado Bauer, los prohombres
que influyeron en la configuracin de la ciudad de La Plata. Se fund la Universidad Nacional que tom al
Museo como su centro vital. ste, que haba nacido como una coleccin particular de Moreno, fue luego
provincial y se expandi con la creacin de Rocha de la ciudad capital, etapa en la que se construy el edificio
en el Bosque y se incorporaron investigadores y tcnicos, lo que consolid al Museo institucional y
cientficamente. As lo relata Bauer en la Presentacin de Arte en el Museo de La Plata-Pintura, La Plata,
Fundacin Museo de la Plata Francisco Pascasio Moreno, 1995, p. 7.
Germn Burmeister
Carlos Berg
Florentino Ameghino
Eduardo Holmberg
Rodolfo Senet
Malharro toma contacto con diferentes personalidades que le plantean las necesidades
que, en su rea, debe cubrir la enseanza del dibujo. En la revista Athinae recuerda las
palabras del director del Museo de Historia Natural:
"Hace veintids aos, visitaba al clebre hombre de ciencia, doctor Germn Burmeister,
director en esa poca de nuestro museo de Historia Natural. Si se dedica Vd. al dibujo,
haga que sus conocimientos y sus energas estn al servicio de la ciencia, me dijo;
ser el nico modo de ser til su tierra en el gnero de actividades que piensa
dedicarse. Este pas no ser por mucho tiempo todava un pas propicio al arte. Y
agreg: pero todo hombre debiera saber dibujar como sabe escribir.' (7)
Martn Malharro, Concepto del dibujo. En la enseanza secundaria, Athinae,
ao III, N 23, julio de 1910, p. 29.
Ms adelante, destaca a los pensadores que emplean el dibujo como valioso auxiliar
de sus materias de estudio, entre ellos a Carlos Berg, Florentino Ameghino, Eduardo
Holmberg, Carlos Spegazzini y Rodolfo Senet, quienes tambin se sirven de l para
transmitir conocimientos en sus cursos. En apoyo de estas ideas, Malharro cita a
Francisco P. Snico:
lo que he podido darme cuenta, es de la maravillosa aptitud que desarrolla en el
hombre de ciencia, dotndolo de una nueva facultad que le permite, ante todo, manejar
las cuestiones casi con ms dominio que con la escritura, especialmente en materias de
aplicacin [] Muchas veces he tenido por delante pginas interesantsimas de las que
yo hubiera hecho un resumen imborrable, reemplazando la letra por la grfica, tal vez en
cuatro hbiles lneas; y no slo de cosas y objetos sino de los ms ntimos procesos, de
los ms intrincados fenmenos [] El laboratorio es, sin duda alguna, el brazo de la
ciencia; pero l mismo no llena todas las necesidades, cuando falta el dibujo; la
fisiologa, la bacteriologa, la psicologa experimental, para no citar las grandes
ramas de las ciencias fsico-naturales, deben al lpiz sus ms preciosas
ilustraciones. El arte del dibujo da, adems, ms sobriedad la exposicin, ms
autoridad las determinaciones, ms nobleza la enseanza. (8)
Martn Malharro, Concepto del dibujo. En la enseanza secundaria, Athinae,
a. III, n. 23, julio de 1910, pp. 30-31.
Es importante sealar aqu, el acercamiento de Malharro a la psicologa experimental
que se da a travs de la relacin con Rodolfo Senet, (9) docente de psicopedagoga en la
la
enseanza
11. Para ampliar ver Miguel ngel Muoz, Martn Malharro, arte,
pedagoga y positivismo, en: Segundas Jornadas Estudios e
Investigaciones en artes Visuales y Msica. Instituto de Teora e Historia
del Arte J. Payr, Buenos Aires, Facultad de Filosofa y Letras, UBA, 1998, pp.
67-69.
Luego la escuela se traslada a la calle 53 hecho que la emancipa de alguna manera del
Museo y en poco tiempo se reubica en los Altos del Teatro Argentino como Escuela de
Dibujo y Artes Aplicadas, anexa a la nueva Escuela Superior de Bellas Artes de la
Universidad. (12)
En el edificio de la calle 51 donde ahora est el Hotel La Plata, funcionaban los
salones de arte del diario Buenos Aires. Despus fue la sede del Museo
Provincial de Bellas Artes y en 1930 Emilio Pettoruti se hace cargo de la
direccin del Museo, le parece que el local quedaba lejos del centro,
'extramuros', segn sus palabras. La humedad, las goteras del techo
arruinaban las obras. Por eso solicita el traslado al Pasaje Dardo Rocha en la
esquina de 19 y 6, Osvaldo Nessi (ed.)Diccionario temtico de las Artes en La
Plata 1882-1982, La Plata, Instituto de Historia del Arte Argentino y Americano,
Facultad de Bellas Artes, Universidad Nacional de La Plata, 1982, pp. 4-5.
En su seno surge el Centro de Estudiantes de Bellas Artes que, en el perodo que va de
junio de 1909 a agosto de 1912, edita la revista Ars, de la que aparecen 21 nmeros. Sus
fines son informar sobre las actividades realizadas por academias de arte, conservatorios
y el Crculo Ars. Tambin resea exposiciones, se ocupa de conciertos, de poesa y
literatura en general. Entre los principales colaboradores aparecen Malharro y Coutaret,
mientras que las ilustraciones son de Atilio Boveri, Reinaldo Olivieri, Emilio Pettoruti y el
propio Coutaret, entre otros. (13)
La revista comprende varias secciones: 'Bajo el dintel, Mirando la avenida,
Chchara mensual, Tinta fresca, Del cercado ajeno, Lpices, pinceles y
cinceles'. En el primer nmero se transcriben las deliberaciones de los
egresados del Museo para la redaccin de su carta orgnica, de la que surgir
el 'Crculo Ars' y la revista homnima, rgano de difusin de sus actividades.,
en Osvaldo Nessi (ed.), Diccionario temtico de las Artes en La Plata 18821982, La Plata, Instituto de Historia del Arte Argentino y Americano, Facultad de
Bellas Artes, Universidad Nacional de La Plata, 1982, p. 11.
En estos aos de docencia, Malharro aplica todas sus ideas sobre el dibujo, en
especial su importancia como medio de expresin basado en el estudio del natural.
Para el pintor, ensear a dibujar es ensear a ver. Sin embargo, despus de su
fallecimiento, la seccin de dibujo del Museo y la estructura didctica que la
contina en Bellas Artes como escuela, vuelve a los mtodos acadmicos. (14)
Osvaldo Nessi (ed.) del Diccionario temtico de las Artes en La Plata
1882-1982, La Plata, Instituto de Historia del Arte Argentino y
Americano, Facultad de Bellas Artes, Universidad Nacional de La Plata,
1982, p. 108.
Durante 1904, con Ponciano Vivanco como Presidente y Pablo Pizzurno como
Inspector Tcnico General, se comienza a dar importancia a las materias especiales
en los planes educativos, adems de crearse las inspecciones para cada una de las
asignaturas. (15) Es as que Martn Malharro es convocado para asumir el cargo de
Inspector Tcnico de Dibujo. Distintas personalidades allegadas al artista, como Joaqun
dibujo,
modificndose
as
substancialmente
su
concepto
como
agente
educativo. (22)
Martn Malharro, Concepto del dibujo, en revista Athinae, reproducido del
Boletn de Instruccin Pblica, Buenos Aires, ao III, N 21, mayo de 1910, p.
31.
As es posible observar cmo, en muy poco tiempo, cambia la forma de enseanza,
instrumentndose una manera completamente diferente a la tradicional que otorga,
en el desarrollo cognitivo, un valor destacado a las materias especiales. Es por eso
necesario reconocer la fuerza revolucionaria que tuvo la aplicacin de su mtodo.
***
Hacia 1909 cambian las autoridades y se cierran los cursos temporarios de dibujo. Estos
hechos determinan el alejamiento de Malharro de su puesto de inspector y de alguna
manera la prdida de su mtodo de enseanza. Desde 1908, Jos Mara Ramos Meja
El contenido del libro, editado por Cabaut, sistematiza las ideas que Malharro logra poner
en prctica a partir de 1905 y que se publican en diferentes medios como Athinae, Ideas,
el Monitor de la Educacin, entre otras.
Analizando diferentes propuestas didcticas de Europa y EE.UU., organiza y
fundamenta sus pensamientos. En ocasiones coincide con Spencer y Rousseau o
discute con Pestalozzi. Indudablemente el positivismo y la psicologa experimental
se filtran en su mtodo de enseanza. Combina, el orden y el rigor con la libertad
expresiva y redimensiona la importancia del maestro en la escuela, el cual debe ser
un claro conocedor de la niez.
Pugna por el abandono de modelos vetustos, que alejan al nio del arte y del
disfrute. Se opone a la divisin que considera al dibujo, en forma excluyente, como
arte o como ciencia, como sentimiento o como razn, como expresin o como
imitacin. Sostiene que estos conceptos deben unirse y no rechazarse como
opuestos.
Destierra la copia de estampas para dar relevancia al modelo natural, para lo cual
incorpora salidas, en forma de excursiones, que establezcan un vnculo directo
entre el alumno y la naturaleza, caso en el que se verifica la influencia de su propia
prctica pictrica.
Su exposicin es organizada e intenta no dejar nada librado al azar. Prescribe los
procedimientos necesarios para aplicar su mtodo, que propone en etapas,
ofreciendo las pautas necesarias al docente. Dedica un captulo a explicar lo
indispensable del dibujo libre en la actividad diaria y censura la intervencin directa
del maestro en los trabajos. Le otorga, ms que nada, un papel de gua que
acompaa al alumno, sin obturar su expresividad natural. Siendo el dibujo una
manifestacin de la vida misma, es necesario tener en cuenta la individualidad de
cada estudiante, su libertad expresiva, la disciplina, el pensamiento, la observacin
y el sentimiento que constituirn su personalidad.
El dibujo es, para Malharro, un mtodo intuitivo, natural, a travs del cual se
expresa la imaginacin. Es aqu donde, considerando el nivel psico-fisiolgico de su
desarrollo, reside el yo esttico del nio. As, vinculando su posicin con la teora de
la Einflung, declara:
Llenar la escuela de reproducciones de bellas obras de arte para que el nio se
impresione, no puede ser un medio ms artificial y discutible, por ms que digan en
contrario los estetas de ocasin y los libros de esttica terica. La obra de arte encierra
problemas de distintas ndoles que requieren una iniciacin previa y una serie de
evoluciones sucesivas del espritu, que estn en relacin directa con toda una serie de
fenmenos psquicos, diferentes en cada espectador. (25)
Martn Malharro, El dibujo en la escuela primaria. Pedagoga-Metodologa,
Buenos Aires, Cabaut y Ca., 1911, p. 218.
Primero la experiencia, despus la teora. [] La esttica se encuentra en la verdad y
en la ficcin, en la utilidad y el desinters; en el pensamiento y en el sentimiento; en los
deseos y en las creencias; en el pesimismo y en el optimismo; en todas las
manifestaciones del Universo. [] Todos esos elementos son los que el maestro tiene a
su alcance para despertar la sensibilidad del nio en pos de la educacin
esttica. (26)
Martn Malharro, El dibujo en la escuela primaria. Pedagoga-Metodologa,
Buenos Aires, Cabaut y Ca. S.A., 1911, p. 219.
Y prosigue:
Llamar la atencin del nio sobre tal cual aspecto de la naturaleza que pasaba para l
desapercibido, es una grande y positiva leccin de esttica; hacerle observar la armona
de un detalle ornamental en una flor diminuta que, modesta, se perda en la inmensidad
de la pradera, es una gran leccin de esttica [] Y ensear, por fin, servirse de sus
ojos para ver bien cuanto le rodea, distinguiendo lo que contribuye la expresin
de un sentimiento que se desprende vago acusado, es una superior leccin de
esttica y para la cual no se necesitan cuadros y marcos ni bambollas, pero s maestros
con cabeza y alma, que trabajen contentos, en la seguridad de que al esfuerzo sucede el
estmulo como la prctica debe recin suceder la teora. (27)
Martn Malharro, El dibujo en la escuela primaria. Pedagoga-Metodologa,
Buenos Aires, Cabaut y Ca., 1911, p. 221.
intuitivas
que
inscribe
con
signos
sintticos
de
visionario
[]
Para el V grado:
***
Malharro se inserta en la historia del desarrollo pedaggico del dibujo en la Argentina,
logrando modernizar por completo las estructuras existentes, ubicando a nuestro pas al
mismo nivel de las naciones desarrolladas. Vuelve a poner en discusin a las instituciones
y, relacionando teoras que parten del cientificismo positivista, logra incluir en ellas ideales
espiritualistas, filosficos y estticos y se instala desde el mundo del arte como un
verdadero intelectual que acepta los desafos, hace suyos los problemas, propone e
implementa soluciones y en su lucha, todo lo transforma.