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para la Reanimacin
Cardio-Pulmonar (RCP)
p. 7
Cursos Tcticos, Enfocados en el
Cuidado Bsico de Vctimas en
Situaciones de Alto Riesgo
p. 8
Como Entrevistar Correctamente
a un Paciente
p. 10
Respondiendo la Llamada
en Colombia
p. 12
Diagnstico Diferencial:
La Parlisis de Bell vs. Stroke
p. 15
Derribando los Mitos ms
Comnes en Atencin del Trauma
p. 19
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Aunque hay muchas diferencias
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peditricos, enfermedades, lesiones
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FEBRERO/MARZO 2016
VOL. 1 | ISSUE 1
AR TICULOS
10 Como Entrevistar
Correctamente a un Paciente
La comunicacin exitosa con el paciente
requiere estrategia, flexibilidad y prctica.
Por Mike Rubin
12 Respondiendo la Llamada
10
en Colombia
La pasin de un proveedor de emergencias
mdicas en Florida est mejorando la atencin
prehospitalaria en su tierra natal.
Por Susan E. Sagarra
15 Diagnstico Diferencial:
12
EDITORIAL
6 Queridos Colegas:
15
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Prximamente:
Educacin Mdica
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SOCIOS
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EDUCACIN/ENTRENAMIENTO
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sobre este artculo:
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NUESTRO TRADUCTOR
Cristian Cabrera es originario
de la Ciudad de Mxico. Es
Paramdico y Rescatista en
la Subdireccin de Urgencias del Estado de
Mxico y como voluntario en el Herico Cuerpo
de Bomberos de Toluca, Estado de Mxico.
EDUCACIN/ ENTRENAMIENTO
Para ms
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Componentes Bsicos
Una serie de acontecimientos recientes han
contribudo a dar ms nfasis a este mensaje, se pueden encontrar muchos cursos
de tipo TECC en el mercado. ptimamente los departamentos podran desarrollar
su propio curso, basado en sus amenazas,
poblaciones y circunstancias. Si eso no
resulta prctico, los cursos estn disponibles
para diferentes industrias y organizaciones
privadas, que generalmente se basan en las
directrices del Comit TECC, pero no son
cursos aprobados oficialmente.
Los procedimientos utilizados para la
atencin de vctimas en escenarios de alto
riesgo son bastante comunes: control de
hemorragias, abrir una va respiratoria, a
veces sellar un neumotrax. El impartir
conocimientos bsicos de trauma no es en
realidad lo que los cursos TECC ofrecen. El
Comit TECC proporciona los componentes
bsicos para la estructuracin; le toca a los
departamentos adoptar y poner en prctica
lo que consideren apropiado.
No necesito mostrar cmo usar un
torniquete, usted debe saber por ser un
Tcnico en Emergencias Mdicas Bsico,
dice Smith. La puesta en prctica de las
directrices TECC sucede cuando se hacen
las cosas. Hacen esto en base a este riesgo.
El cundo, generalmente se basa en tres
fases de la asistencia identificados en la
experiencia militar:
Asistencia en amenazas directas:
La asistencia dada bajo ataque o en
condiciones adversas;
Asistencia en amenazas indirectas:
Asistencia dada cuando la amenaza ha
sido contenida pero que puede volver a
resurgir en cualquier momento;
Asistencia en la evacuacin
Asistencia dada cuando la vctima est
siendo evacuada de la zona del accidente.
Esto coincide con nuestros conceptos de:
zonas calientes, tibias y fras.
En la zona caliente: Se corre un alto riesgo
de lesin o muerte, as que la asistencia es
mnima; deben mantener vivo al paciente
y sacarlo de all.
En la zona tibia: Puede existir una
amenaza potencial o indirecta. Una bomba
secundaria, que se caiga una estructura
inestable, o que ceda una zanja; pero en
medio de los riesgos, se pueden llevar a
cabo intervenciones adicionales.
En la zona fra: El riesgo es mnimo y se
puede prestar una asistencia completa.
Lo que estamos haciendo es permitir que
el proveedor cambie el protocolo basado en
el riesgo, dice Smith: Si mi percepcin del
riesgo es del nivel ms alto, o no es tan alto,
o por el contrario; mi percepcin del riego es
NUESTROS TRADUCTORES
Dr. Osvaldo Rois. Originario
de Argentina. Actualmente
es Facultado Internacional
PHTLS-TCCC-AMLS-BLS-ACLS, Coordinador
Latinoamericano PHTLS-TCCC y Presidente de
la Fundacin EMME.
Luis Roberto Ypez Alvarado
es Capitn de Bomberos,
Tcnico en Emergencias
Mdicas y Paramdico.
Diplomado en Medicina de Montaa,
Criminalista en Incendios y Explosiones,
Coordinador Nacional de PHTLS en Ecuador y
Facultado Latinoamericano de TCCC.
Cmo entrevistar
a un paciente correctamente
La comunicacin exitosa con el paciente requiere
estrategia, flexibilidad y prctica.
AU T O R
Mike Rubin es un paramdico
en Nashville, TN , y miembro del
consejo editorial del SEM Mundial.
Contctelo a mgr22@prodigy.net
10
Entrevistar es un poco como vender. Un buen entrevistador (vendedor) intenta conseguir que el sujeto
(comprador) se vaya con algo de valor: informacin
en vez de dinero. Hacer esto demanda estrategia y
prctica. Ms importante an, es que un entrevistador exitoso necesita habilidades especializadas de
comunicacin, no aquellas habilidades que llevan a
largos discursos acerca de temas intelectuales en aulas
llenas de personas; sino de habilidades que permiten
al entrevistador conectarse sin esfuerzo con el sujeto
de una forma eficiente y atractiva, obtenindose una
relacin excepcional de informacin til, por minuto
de conversacin.
Los buenos entrevistadores tambin requieren
humildad, la habilidad de subordinar el ego a la tarea
que est en mano. Aquellos que se hacen a s mismo el
El Encuentro Inicial
Al conocer a alguien por primera vez se
deben usar, por sentido comn, normas
bsicas de cortesa, no un discurso amenazante. Empezando por tratar de que el paciente este cmodo. Cuando Cul parece ser
el problema? No funcionaba para m, lo
cambiaba por Entonces por qu nos llam
hoy? Directo pero tambin ligeramente
prepotente, no lo crees? Algunos de mis
pacientes, al menos uno para estar seguros,
me mir disgustado y respondi con tanto
sarcasmo como su EPOC se lo pudo permitir:
Por qu, tena usted algo ms importante
que hacer?. Obviamente a l no le gusto mi
saludo inicial.
Entonces empec saludando a los pacientes de la forma en que lo hacan la mayora de
las personas: Cmo va todo? Sin importar la
respuesta obvia del paciente: No muy bien.
Me d cuenta entonces, que el paciente apreciaba ms la informalidad que la formalidad.
Tan importante como nuestra primera
palabra, es nuestra postura. A menudo
obtendrs ms informacin rpidamente,
por medio del contacto visual al nivel de
los ojos; no muy lejos, ni muy cerca; lo que
usualmente significa arrodillarse al lado del
El Paciente Urgente
Dejando a un lado por un momento, que la
escena est bajo control y fuera de peligro,
reconocer que tan urgente es la atencin
que amerita el paciente, es el primer paso.
El segundo paso sin duda sera decidir cmo
podemos tratar efectivamente una enfermedad grave fuera del hospital.
A excepcin de cuando encontramos un
caso de tratamiento inmediato, como un
paro cardaco, una hipoglicemia profunda,
necesitamos considerar que no tenemos ni
las herramientas ni el entrenamiento para
diagnosticar sistemticamente y tratar
correctamente las enfermedades, en estos
casos, es mejor llevar a los pacientes al hospital. Una vez convencidos de esto, nuestros
esfuerzos en la escena
deben centrarse en iniciar el transporte, lo
que significa que el reloj
no se detiene cuando
comenzamos la entrevista con el paciente.
Cuando estaba en
clase para Tcnicos en
Emergencias Mdicas.
aprend a usar la mnemotecnia SA MPLE
como una gua para la
entrevis-ta. Este no es
siempre el mejor acercamiento. A menudo la A
( alergias ), la M ( medicamentos ), la L ( Last
meal ltima comida
) y la E ( eventos precipitantes ) no son tan
importantes como otros
asuntos durante los primeros 60 segundos
con un paciente. Como seala el educador
del SEM Dan Limmer: SAMPLE es un pro-
11
EDUCACION/ ENTRENAMIENTO
Respondiendo
la llamada en Colombia
D
Juan Cardona, Jefe
de la Divisin EMS,
Departamento de
Bomberos
Coral Springs, FL
AU T O R
Susan E. Sagarra es escritor,
editor y autor de libros con sede
en St. Louis, MO.
12
Tienen formacin
mdica pero no
pueden hacer la
mayora de los
procedimientos
porque no tienen
un Director Mdico.
Si alguien est
sangrando, pueden
poner un
torniquete, pero
ellos no pueden
iniciar una Va
Intravenosa a
menos que puedan
conseguir a un
mdico que lo
autorice.
13
El paciente no urgente
Un aspecto sobresaliente de trabajar en un
SEM de entorno no tradicional, como en mi
caso, es que muchos pacientes presentan
condiciones no urgentes que restan prioridad al transporte y permiten entrevistas
ms exhaustivas.
A medida que nuestra industria asimila
el paradigma de la atencin prehospitalaria, vamos a escuchar ms y ms quejas
vagas con pistas sutiles como el dolor o
malestar gastrointestinal leve. La voluntad
de entrar a modo de detective y realizar una
entrevista sin prisas, por el bien de ambos,
14
Resumen
As como la atencin en la comunidad y los
escenarios no urgentes se convierten en un
lugar comn para el SEM, los proveedores
de atencin van a necesitar habilidades de
comunicacin que van ms all de las listas de
comprobacin del SAMPLE. Un acercamiento minimalista al dilogo con los pacientes, lo
que alguna vez fue considerado preferido sino
esencial en un contexto de luces y sirenas, no
es aceptable cuando las intervenciones prehospitalarias requieren de un conocimiento
profundo no slo de la queja principal, sino
tambin de cmo el entorno del paciente
influye en las las manifestaciones clnicas
de la enfermedad y el trauma.
Ser considerado, ser lo ms preciso que el
tiempo permita, y prestar atencin!.
NUESTRO TRADUCTOR
Laureano Ricardo Quintero
Barrera es originario de
Colombia. Actualmente es
Director General en Clnica Amiga, Director
en Clnicas Quirrgicas de la Universidad
Javeriana y Director Cientfico de la Fundacin
Salamandra. Tiene una Maestra en Desarrollo
Sustentable con nfasis en Emergencias y una
Maestra en Educacin.
PARALISIS FACIAL
Por Glen Mayhew, DHSc, NRP, & Elliot Carhart, EdD, RRT, NRP
Diagnstico diferencial:
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15
16
Antecedentes
La parlisis de Bell es una condicin que
limita las habilidades neurolgicas, se le
llama asi por Sir Charles Bell, un cirujano
en el ejrcito britnico que sirvi en la
batalla de Waterloo. Bell, identific
varias conexiones importantes
entre los nervios espinales y
craneales. Entre estos hallazgos, descubri que una
lesin en el sptimo nervio
craneal puede causar
parlisis facial1.
La Parlisis de Bell es una
de las causas ms comunes
de la parlisis facial unilateral (debilidad) o paresia, seguida por el
stroke2 . A menudo
considerado como
un diagnstico de
exclusin, la parlisis
de Bell es el diagnstico
ms comn entre los pacientes que sufren parlisis
del nervio facial unilateral o
parlisis de origen desconocido3. Hay aproximadamente
40.000 nuevos casos al ao en los Estados Unidos, lo que puede afectar a una de
cada 60-70 personas durante su vida2. Esta
condicin se produce en todos los grupos
de edad, gneros y razas. La prevalencia
aumenta con la edad, el tercer trimestre
de embarazo y diabetes 4, 5. Otras causas
de parlisis facial incluyen tumores de la
partida, zoster, sarcoidosis y enfermedad
de Lyme3.
Los pacientes que sufren parlisis de Bell
pueden creer que estn experimentando un
derrame cerebral6. Por esta razn a menudo
se llama al SEM. El derrame cerebral puede
ser una afeccin potencialmente mortal
que requiere regmenes de tratamiento precoz e invasivos. Sin embargo, la parlisis
de Bell no es peligrosa para la vida; hasta
90% de los pacientes pueden tener una
recuperacin completa7.
A los tcnicos de emergencias mdicas
y paramdicos se les ensea a utilizar una
gua/escala de derrame cerebral u otra
herramienta para evaluar a un paciente que
pueda estar presentando un stroke . Estas
herramientas normalmente evalan tres
reas: la simetra facial, el habla y la fuerza
de las extremidades. Aunque una de estas
herramientas, como la escala prehospitalaria
ictus Cincinnati; slo requiere la presencia
Fisiopatologa
La parlisis de Bell es el resultado de la inflamacin
del nervio facial, el VII9 nervio craneal. Este nervio,
con sus diversas ramas, consta de aproximadamente
10.000 neuronas10. Las ramas del nervio facial son
responsables de las funciones motoras y sensoriales
de la lengua, la boca, los prpados, las mejillas y las
glndulas lagrimales. Las funciones del nervio craneal VII incluyen parpadear, sonrer, fruncir el ceo,
el gusto, lagrimeo y salivacin3, y la Parlisis de Bell
puede afectar cualquiera de stas funciones. El nervio
facial atraviesa el hueso temporal a travs de una va
estrecha en forma zeta, conocido como el canal de
Falopio. Las limitaciones de espacio dentro de este
canal, provocan que el nervio facial a su paso por ste,
sufra un pinzamiento en presencia de inflamacin10.
La parlisis de Bell
no es una amenaza
de vida, el 90%
de los pacientes
se recuperan
completamente.
Evaluacin
Los pacientes con parlisis de Bell, a menudo presentan un inicio repentino de los sntomas, incluyendo
parlisis facial unilateral, acompaado de la incapacidad de parpadear, disminucin del lagrimeo y
cada de la boca13 en el lado afectado. Otros signos y
sntomas comnes que pueden presentarse, dentro
de 48 horas despues de los primeros sntomas son:
alteracin del sentido del gusto, dificultad para hablar,
Parlisis de Bell
Stroke
Probable
Posible
Probable
Possible
Mover el entrecejo
Probable
Poco
Probable
Probable
Poco
Probable
Posible
Poco
Probable
Posible
Poco
Probable
No
Posible
Alteracin de la conciencia
No
Posible
No
Posible
Pupilas desiguales
No
Posible
17
Manejo
El tratamiento para pacientes con Parlisis
de Bell es el apoyo. Los pacientes pueden
necesitar apoyo psicolgico, sobre todo
si las expresiones del habla o faciales
son alterados 6. Se deben tomar medidas
especiales si el paciente es incapaz de
cerrar su prpado, como colocar un parche
en el ojo afectado para protegerlo de
lesiones y ayudar a mantenerlo hmedo12 .
Considere obtener el nivel de glucosa en
la sangre de un paciente con sntomas
similares a un derrame cerebral4 . Los
pacientes deben ser transportados a un
centro hospitalario, para una evaluacin,
diagnstico y tratamiento ms apropiado.
Conclusin
La Parlisis de Bell, no es una amenazan
vital que necesite intervenciones urgentes
durante la evaluacin primaria. Durante
la evaluacin secundaria, enfoque su
historia y examen fsico en la evaluacin
de los signos y sntomas especficos, tales
como dificultad para hablar o incapacidad
para parpadear. El proveedor debe
examinar el rea de trauma y completar
una evaluacin neurolgica detallada15. La
evaluacin neurolgica debe incluir el nivel
de conciencia, la evaluacin de la escala
de la respuesta pupilar y la evaluacin de
las extremidades. Una evaluacin ms
detallada del nervio craneal, tambin puede
incluirse durante la evaluacin secundaria
(vea www.emsworld.com/11245200).
Historias clnicas pasadas y actuales
tambin son esenciales en el proceso de
evaluacin. Mientras que la parlisis de
18
R E FE R E N CIA S
1. A sociacin de Parlisis de Bell. Sir Charles Bell: 1774-1842,
http://bellspalsy.org.uk/charlesbell.htm.
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y prednisolona. Otol Neuroltol, 2003 Nov; 24 (6): 948-51.
19. N
umthavaj P, Thakkinstian A, Dejthevaporn C, Attia J.
corticosteroides y terapia antiviral para la parlisis de Bell:
un meta-anlisis de redes. BMC Neurology, 2011 05 de
enero; 11 (1): 1-10.
AU T O R E S
Glen Mayhew, DHSC, PNR. En la actualidad es profesor
asociado y decano asociado de la eficacia institucional en el
Jefferson Facultad de Ciencias de la Salud en Roanoke, VA.
Contctelo a grmayhew@jchs.edu.
Elliot Carhart, EdD, RRT, PNR, es profesor asociado de
los servicios de emergencia en el Jefferson Facultad de
Ciencias de la Salud en Roanoke, VA. Asociado del Foro de
Investigacin de Atencin Prehospitalaria UCLA y miembro
del Consejo Asesor Editorial para EMS Mundial. Contctelo a
researchmedic@icloud.com.
NUESTRO TRADUCTOR
Dra Ana Mara Montaez
Mendoza. Originaria de
Per. Mdico Internista e
Intensivista, Magister en Gestin en Salud y
Jefe de la oficina de Control de Calidad y de la
oficina de Apoyo a la Docencia e Investigacin
del Centro Mdico Naval. Directora General
del PLST y Coordinadora Internacional de los
cursos del NAEMT-ACS, AHA y ASHI.
EDUCACION CONTINUA
Por Kevin T. Collopy, BA, FP-C, CCEMT-P, NREMT-P, WEMT, Sean M. Kivlehan, MD, MPH, NREMT-P, Scott R. Snyder, BS, NREMT-P
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Enfoquese en
determinar si tiene
las herramientas
necesarias para
estabilizar al
paciente.
urante la ltima dcada, la atencin prehospitalaria ha experimentado una transformacin hacia la medicina basada en evidencias. Los avances en la investigacin han
cambiado cmo los proveedores de atencin
prehospitalaria realizan RCP, el manejo de los pacientes
que sufren ataque cardaco, accidente cerebrovascular
y el uso de luces y sirenas de emergencia. Desafortunadamente, la atencin prehospitalaria fue fundada en la
aplicacin de buenas ideas que parecan tener sentido
comn. Algunas de las habilidades y prcticas realizadas
en antiguos servicios de emergencia mdica, permanecen
basados en la aceptacin cultural, en lugar de la medicina
19
Foto 1a :
Manera
correcta
de insertar
cnula
nasofarngea
hacia la parte
posterior de
la cabeza.
Objetivos
20
La evidencia
Una revisin exhaustiva sobre el uso y las indicaciones de las vas areas nasofarngeas fue
publicada en el 2005 en el Journal of Emergency
Medicine. Esta revisin admiti ampliamente
que se ensea que las fracturas de crneo son
una contraindicacin para la colocacin de
cnulas nasofarngeas; se identificaron slo
dos informes de casos, a partir de 2005, en
toda la medicina publicada. Un informe fue
publicado en 1991 en Anesthesiology, y el otro
en el Journal of Trauma en 20001. Estos autores
concluyeron que la colocacin de una cnula
nasofarngea a travs del crneo es extremadamente rara y probablemente se asocie con una
tcnica inadecuada, as como con lesiones que
ya cuentan con morbilidad y mortalidad significativas. Esta postura fue seguida por un caso
reportado en 2006 y las cartas de tres mdicos
de Londres al Journal of Emergency Medicine.
En estas cartas, los mdicos informaron de otro
caso de una cnula nasofarngea en el crneo,
despus de un traumatismo facial grave en un
paciente cuyas vas respiratorias no podran
haber sido manejadas de otro modo debido
a una mandbula apretada. Los autores coincidieron en que la colocacin de una cnula
nasofarngea en el crneo es extremadamente
rara y muy probablemente a causa una mala
tcnica de colocacin. Fue su opinin que el
manejo de la va area debe prevalecer sobre el
riesgo de una consecuencia extremadamente
rara2. Adems, la colocacin de cnulas nasofarngeas se recomienda entre los proveedores
militares de atencin prehospitalaria, incluso
en el caso de traumatismo craneoenceflico.
El mdico David Steinbruner, identific que la
postura militar de la colocacin apropiada de
una cnula nasofarngea para establecer una
va area permeable, ofrece significativamente
mayor beneficio en el manejo de la va area,
y un riesgo relativamente pequeo de que la
cnula pueda penetrar el crneo.
Diferentes y mltiples fuentes apoyan la
colocacin apropiada de la va area nasal para
los pacientes con lesiones en la cabeza. Aqu la
clave est en el uso de una tcnica adecuada,
en detenerse cuando se encuentra resistencia
y dirigir la cnula a lo largo de la base de la
cavidad nasal como se muestra en la Figura
1a. Dirigir cualquier dispositivo nasal hacia
arriba, hacia los ojos, aumenta la probabilidad
de complicaciones. Tenga en cuenta que este
El resultado final
La colocacin de una va area nasofarngea
se puede realizar con seguridad en pacientes
con traumatismo craneoenceflico cuando es
necesario el manejo de las vas respiratorias. El
beneficio de establecer una va area sobrepasa
al pequeo riesgo de que la cnula nasofarngea
penetre al cerebro.
Mito # 2: La lidocana en la
secuencia de induccin rpida
previene el aumento de la
presin intracraneal en el
paciente con lesin cerebral
Es sabido que la manipulacin de la laringe
y la intubacin endotraqueal se asocian
con un aumento transitorio de la presin
intracraneal (PIC), y los pacientes que tienen
traumatismo craneoenceflico con aumento
de la PIC se consideran con un mayor riesgo
de lesin cerebral secundaria. Ya que un
aumento transitorio de PIC podra disminuir la
presin de perfusin cerebral, no se escatiman
esfuerzos para controlar la presin intracraneal.
En teora, la lidocana impide este aumento
transitorio de la PIC, lo que ayuda a prevenir
una lesin cerebral secundaria. En 1980
apareci la primera evidencia con respecto a
la lidocana como medida preventiva, cuando
el mdico Robert Bedford, public su artculo,
La lidocana previene el aumento de la PIC
despus de la intubacin endotraqueal, cuando
monitore a 20 pacientes que fueron sometidos
a neurociruga electiva. Sus resultados
mostraron que mientras que los pacientes
que recibieron lidocana experimentaron un
aumento de la PIC, fue significativamente
menor que aquellos pacientes que recibieron
un placebo. Por ltimo, estos resultados se
extrapolaron al uso de la lidocana como
parte de la secuencia de la medicacin para
la intubacin, aunque este estudio no abord
esta cuestin en absoluto.
La evidencia
Los doctores Mike Clancy y Neil Robinson
revisaron toda la literatura disponible sobre
el uso de la lidocana en la secuencia de induccin rpida y publicaron sus hallazgos en
2001. Despus de una exhaustiva revisin de
la literatura, slo encontraron seis artculos
que aludan a la lidocana y los cambios de
la presin intracraneal. No hay artculos de
estudios sobre el uso de la lidocana durante
la secuencia de induccin rpida. Los autores
concluyeron que no hay evidencia para apoyar
el uso de la lidocana como una intervencin
clnica durante la secuencia de induccin
rpida y recomiendan que su administracin
se limitare a pruebas clnicas.
Aunque no hay evidencia para sustentar el
uso de la lidocana, hay evidencia que sugiera que la lidocana causa dao? Un artculo
que apareci en 2012 en el American Journal
of Emergency Medicine determin que la
lidocana no tuvo impacto en la estabilidad
hemodinmica de los pacientes que reciben
secuencia de induccin rpida despus de una
lesin traumtica y determin que la administracin del frmaco era segura durante la
secuencia de induccin rpida.
Sin embargo, un problema potencial es
que la administracin de lidocana depende
del tiempo. Algunos autores sugieren que para
tener un posible beneficio para el paciente
que recibe secuencia de induccin rpida, la
lidocana debe administrarse por lo menos 2
minutos antes de la laringoscopa6. Esperar un
tiempo adicional de 2 minutos para intubar a
un paciente con traumatismo craneoenceflico
puede ser un riesgo mayor, ya que durante este
tiempo los pacientes pueden permanecer en
hipoxia, potencial broncoaspiracin y en lucha
continua, lo que agrava an ms el aumento
de la PIC. La lidocana tiene su efecto en funcin de la dosis, por lo que demasiada lidocana
puede ser perjudicial. Mientras que se produjeron cambios en la presin arterial cuando los
pacientes recibieron 1.5 mg / kg de lidocana
antes de la neurociruga, se produjo una disminucin significativa de la presin arterial
cuando la dosis de lidocana se aumenta a 2
mg / kg.
Resultado final
La lidocana no ha demostrado prevenir un
aumento de la PIC durante la secuencia de
La evidencia
En cualquier poblacin estudiada, la incidencia
de lesiones de columna es baja. En pacientes
con trauma multi-sistmico, las tasas de lesin
de columna vertebral tienen un rango de entre
2% - 5%, mientras que la lesin de mdula espinal se produce en menos del 2% de los pacientes. En incidentes menores, como cadas y
colisiones de vehculos automotores con los
sistemas de retencin, las tasas son tan bajas
como 1.2% a 0.7% Por lo tanto, se entiende bien
que la mayor parte del tiempo los pacientes
que se inmovilizan no tienen dao real que la
inmovilizacin tericamente estabilice.
Esta es una de las muchas razones por las
que el American College of Surgeons hizo cambios en sus libros de texto del curso ATLS,
recomendando ahora retirar a los pacientes de
una camilla rgida tan rpido como posible8.
21
cidad neurolgica entre los grupos de pacientes. Los autores determinaron que, en lesiones
contundentes de la mdula, la inmovilizacin
tiene poco o ningn beneficio en los resultados
de los pacientes.
Resultado final
Las camillas rgidas no tienen ningn beneficio
comprobado para el paciente traumatizado y
pueden ser perjudiciales al comprometer sus
ventilaciones, ponindolos en riesgo de lceras
por presin y retrasar el transporte a la atencin definitiva. Dicho esto, la restriccin de
movimiento espinal en pacientes traumatizados sigue siendo una buena prctica.
Mito # 4: Posicin de
Trendelenburg
Durante la primera parte del siglo 20, el fisilogo estadounidense Walter Cannon sugiri
colocar al paciente hasta lograr que la cabeza
alcanzara una posicin ms baja que las piernas, fue puesta en prctica por primera vez por
el cirujano alemn Friedrich Trendelenburg, en
teora, esta posicin podra desplazar la sangre
desde las extremidades inferiores durante el
Resultado final
shock hemorrgico para mejorar el retorno
venoso a la circulacin central. La posicin de
Trendelenburg originalmente fue pensada para
permitir un mejor campo de visin durante la
ciruga abdominal al desplazar su contenido en
direccin ceflica y nunca fue diseado para
los cambios de la presin arterial.
La evidencia
Las guias de primeros auxilios del 2010 de
la American Heart Association establecen
claramente que todas las recomendaciones
sobre el uso de la posicin de Trendelenburg son extrapoladas a partir de estudios
de expansin del volumen y no hay evidencia directa de su beneficio en el estado de
shock13. Actualmente, las directrices de la
AHA recomiendan mantener a los pacientes
22
debidamente capacitados para retirar al paciente del vehculo y ser colocado en una frula
espinal larga. Los proveedores prehospitalarios
son capacitados en varias tcnicas, que van
desde la extraccin rpida, a la aplicacin de un
dispositivo Kendrick de liberacin (chaleco de
extraccin). Estamos literalmente enseando
que los pacientes pueden perder la vida si se
mueven por si mismos con una lesin de la
columna no reconocida.
La evidencia
En 2009, Jeffery Shafer y Rosanne Naunheim
se unieron para comparar las diferencias en
el movimiento de columna vertebral cuando
los pacientes se apartan de un vehculo seriamente daado en comparacin a cuando el
paciente se retira con la asistencia de los profesionales prehospitalarios. Estos autores realizaron cuatro pruebas con el uso de cmaras
de rastreo de movimiento y sensores colocados
estratgicamente en sus pacientes voluntarios:
la auto-liberacin con y sin un collarn cervical
y la extraccin por los rescatistas directamente
en una frula espinal larga, y mediante el uso
de un chaleco de extraccin. En cada prueba
el movimiento de la columna vertebral se registr al mismo tiempo en conjunto con los
cambios de principio a fin, as como el rango
de movimientos.
La auto-liberacin sin collarn cervical
produjo un cambio promedio de 8.7 grados de
movimiento (desviacin estndar 11.9 grados)
en la columna cervical con un rango de movimiento sobre 31 grados; la aplicacin de un
collarn cervical reduce el cambio general a 1.4
grados (desviacin estndar 4 grados) con un
rango de movimiento de 6.4 grados. La extraccin estndar en una camilla rgida produjo un
promedio de 1 grado (desviacin estndar 4.5
grados); sin embargo, el rango de movimiento
era 26.6 grados, y cuando se utiliz un chaleco
de extraccin para ayudar con la liberacin,
produjo en general un cambio en el paciente
de 2 grados (desviacin estndar 2.3 grados)
con un rango de movimiento de 31.1 grados!
Basados en este estudio, los autores concluyeron que la manipulacin del paciente para
aplicar un chaleco y deslizarlo sobre una frula
espinal larga directamente desde un vehculo
causa ms movimiento de la columna vertebral que la colocacin de un collarn cervical
y permitiendo al paciente liberarse a s mismo
Resultado final
El dispositivo chaleco Kendrick aumenta el
movimiento de columna vertebral durante el
proceso de liberacin; es necesario considerar
y explorar mtodos alternativos de liberacin.
La evidencia
La lidocana previene
el aumento de la PIC
despus de la
intubacin
endotraqueal
Para empezar a abordar este mito es importante entender los fundamentos de la hemostasia, el proceso a travs del cual se forman
los cogulos. Cuando se produce una lesin en
un vaso sanguneo, el colgeno y los factores
de Von Willebrand (vWF) estn expuestos y
promueven que las plaquetas se adhieran a la
superficie de la herida. Como se produce la
agregacin plaquetaria, se desarrolla un tapn
que detiene la hemorragia. La agregacin
de plaquetas se produce a lo largo de tejido
humano. Una vez que un tapn de plaquetas se
produce y la hemorragia se detiene, una malla
de fibrina se empieza a formar lo que estabiliza
el cogulo y lo fortalece.
Resultado final
Si la presin directa inicial falla para controlar
la hemorragia, quite el vendaje y aplique presin directa correctamente ubicada sobre la
hemorragia. Cuando esto falla, se debe utilizar
un torniquete o un agente hemosttico.
Resumen
La medicina basada en la evidencia va a cambiar continuamente los paradigmas en los que
se practica la medicina de emergencia. Hace
quince aos, los torniquetes fueron un ltimo
recurso y a menudo considerados una forma
garantizada de perder una extremidad; hoy son
un estndar de oro en el control de la hemorragia. Creer en algo, ponerlo en prctica, despus
enterarnos que es falso, en medicina, no hace a
alguien un mal proveedor, ni quiere decir que
est equivocado. Simplemente significa que la
medicina de emergencia y los servicios mdicos de emergencia continan desarrollndose
como una profesin, y nuestro conjunto de evidencias seguir creciendo a medida que aprendemos ms sobre el cuidado prehospitalario.
Mientras nos preparamos para retirar
el pantaln neumtico anti shock, la frula
espinal larga, la lidocaina, y entender a la hora
dorada en definitiva ms bien como un concepto de 60 minutos, es importante mantener
un ojo crtico para la prxima intervencin que
realmente va a ayudar a los pacientes durante
su atencin prehospitalaria.
AU T O R E S
Kevin T. Collopy, BA, FP-C, CCEMT-P, NREMT-P, WEMT,
es Coordinador de Educacin Clnica en AirLink/VitaLink in
Wilmington, NC, e Instructor Lider para Wilderness Medical
Associates. Contctelo a ktcollopy@gmail.com.
Sean M. Kivlehan, MD, MPH, NREMT-P, Investigador
Internacional en Emergencias Mdicas en Brigham & Womens
Hospital, Harvard Medical School. Contctelo a sean.
kivlehan@gmail.com.
Scott R. Snyder, BS, NREMT-P, es miembro de la Facultad de
Public Safety Training Center en el Programa de Emergency
Care en Santa Rosa Junior College, CA. Tambin Paramdico:
Sonoma Life Support in Santa Rosa, CA. Contctelo a
scottrsnyder@me.com.
NUESTRO TRADUCTOR
Cristian Romn es originario
de la Ciudad de Mxico. Con
ms de 20 aos de experiencia,
trabaja como Paramdico y Rescatista en la
Subdireccin de Urgencias del Estado de
Mxico y como voluntario en el Herico Cuerpo
de Bomberos de Toluca, Estado de Mxico.
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