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DE
EMERGENCIA
CARCELARIA
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SENTENCIA
En el proceso de revisin de las decisiones judiciales proferidas por los jueces
de tutela de instancia, en los nueve procesos de la referencia [T-3526653, T3535828, T-3554145, T-3645480, T-3647294, T-3755661, T-3759881, T3759882, T-3805761].1
I I. ANTECEDENTES
A la presente Sala de Revisin le corresponde revisar nueve expedientes de
accin de tutela, referentes a las violaciones de los derechos a la dignidad
humana, a la vida en condiciones dignas, a la integridad personal, a la salud y
a la reintegracin social de personas privadas de la libertad en seis (6) centros
de reclusin del pas. En todos los casos, se hace referencia a la necesidad de
tomar medidas adecuadas y necesarias, de manera urgente para superar el
estado de cosas en que se encuentra el sistema penitenciario y carcelario que,
se alega, es contrario al orden constitucional de manera estructural y general.
En consecuencia, han sido acumulados para ser analizados y resueltos de
manera conjunta.
A continuacin se hace referencia a los antecedentes de cada uno de los nueve
(9) expedientes, en sus elementos principales y esenciales, agrupndolos por
crceles (seis en total: las crceles de Ccuta, la Tramaca de Valledupar, la
Modelo de Bogot, Bellavista de Medelln, San Isidro de Popayn, y la de
Barrancabermeja). La informacin detallada y datos relevantes de cada uno
de estos expedientes, sern usados y expuestos a lo largo de las
consideraciones; a medida que sean necesarios para analizar y resolver los
problemas jurdicos planteados. En todo caso, se puede ver una descripcin
detallada y pormenorizada de cada uno de los expedientes en el segundo
anexo que acompaa la presente sentencia.2
1 Los expedientes fueron seleccionados por las siguientes Salas de Seleccin de la Corte
Constitucional: los expedientes T-3526653, T-3535828 y T-3554145 por la Sala Nmero Siete,
conformada por los Magistrados Jorge Ivn Palacio Palacio y Jorge Ignacio Pretelt Chaljub; los
expedientes T-3647294 y T-3645480 por la Sala de Seleccin Nmero Diez, conformada por los
Magistrados Mara Victoria Calle Correa y Mauricio Gonzlez Cuervo; los expedientes T-375566,
T-3759881 y T-3759882 por la Sala de Seleccin Nmero Uno, conformada por los Magistrados
Mauricio Gonzlez Cuervo y Gabriel Eduardo Mendoza Martelo; y el expediente T-3805761 por la
Sala de Seleccin Nmero Tres, conformada por los Magistrados Mauricio Gonzlez Cuervo y Luis
Ernesto Vargas Silva.
2 Tcnicas similares han sido empleadas en el pasado por la Corte Constitucional, para poder
ponderar el acceso a la informacin que hace parte del caso, por una parte, y el acceso a una
sentencia judicial con una extensin razonable, que pueda ser leda, conocida y divulgada. Los
anexos, ndices, resmenes y guas de lectura, son algunas de las estrategias empleadas por la Corte
Constitucional en distintas oportunidades. Por ejemplo, en la sentencia T-153 de 1998 que se refiri
al sistema penitenciario y carcelario, se dijo al respecto: En vista del gran volumen de
informacin obtenido no se har un resumen de los escritos remitidos a esta Corporacin. En su
lugar, se har referencia a cada escrito en el momento en el que se haga uso de sus datos. Al
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figura,12 la Corte identific los principales seis (6) factores que han sido
valorados para establecer que una determinada situacin fctica constituye un
estado de cosas inconstitucional, as:
Dentro de los factores valorados por la Corte para definir si
existe un estado de cosas inconstitucional, cabe destacar los
siguientes:
(i) la vulneracin masiva y generalizada de varios derechos
constitucionales que afecta a un nmero significativo de
personas;13
(ii) la prolongada omisin de las autoridades en el cumplimiento
de sus obligaciones para garantizar los derechos;14
(iii) la adopcin de prcticas inconstitucionales, como la
incorporacin de la accin de tutela como parte del
procedimiento para garantizar el derecho conculcado;15
12 Corte Constitucional, sentencia T-025 de 2004 (MP. Manuel Jos Cepeda Espinosa). Dijo la
sentencia: La Corte ha declarado en [ocho] ocasiones la existencia de un estado de cosas
inconstitucional. La primera vez, lo hizo ante la omisin de dos municipios en afiliar a los docentes
a su cargo al Fondo Nacional de Prestaciones Sociales del Magisterio, a pesar de que se les hacan
los descuentos para pensiones y prestaciones sociales previstos en la ley (SU-559 de 1997, MP
Eduardo Cifuentes Muoz). Con posterioridad a esta sentencia, la Corte ha declarado un estado de
cosas inconstitucional en [al menos siete] ocasiones ms: 1) [por la situacin de los pensionados de
la Caja Nacional de Previsin (T-068 de 1998, MP. Alejandro Martnez Caballero)], 2) por la
situacin de violacin continua de los derechos de sindicados y procesados detenidos en las
distintas crceles del pas (T-153 de 1998, MP. Eduardo Cifuentes Muoz]; 3) debido a la falta de
un sistema de seguridad social en salud para los sindicados y reclusos (T-606 y T-607 de 1998, MP
Jos Gregorio Hernndez Galindo); 4) por la mora habitual en el pago de mesadas pensionales,
durante un perodo prolongado de tiempo, en los departamentos del Bolvar (T-525 de 1999, MP.
Carlos Gaviria Daz) y 5) de Choc (SU-090 de 2000, MP. Alejandro Martnez Caballero); 6) por
omisiones en la proteccin de la vida de defensores de derechos humanos (T-590 de 1998, MP.
Alejandro Martnez Caballero) y 6) por la omisin en la convocatoria de un concurso de mritos
para el nombramiento de notarios (Sentencias SU-250 de 1998, MP. Alejandro Martnez Caballero,
y T-1695 de 2000, MP. Marta Victoria Schica Mndez).
13 Por ejemplo en la sentencia SU-559 de 1997 (MP. Eduardo Cifuentes Muoz), donde la Corte
declar un estado de cosas inconstitucional por la omisin de dos municipios de afiliar a los
docentes a su cargo al Fondo Nacional de Prestaciones del Magisterio, a pesar de que se hacan los
descuentos respectivos de los salarios devengados para el pago de dichos aportes, al encontrar que
la vulneracin a muchos maestros de todo el pas. Dijo la Corte: 30. De acuerdo a lo expuesto, la
situacin planteada por los actores tiene que examinarse desde una doble perspectiva. De una parte,
se trata de un problema general que afecta a un nmero significativo de docentes en el pas y cuyas
causas se relacionan con la ejecucin desordenada e irracional de la poltica educativa. De otra
parte, la accin de tutela compromete a dos municipios que por falta de recursos no han dado
cumplimiento efectivo a sus obligaciones frente a los educadores que han instaurado la accin de
tutela.
14 Por ejemplo, en la sentencia T-153 de 1998, MP. Eduardo Cifuentes Muoz, que declar el
estado de cosas inconstitucional por el hacinamiento y las condiciones indignas de reclusin en las
distintas crceles colombianas [].
15 Por ejemplo, en la sentencia T-068 de 1998 (MP. Alejandro Martnez Caballero), en la que se
declar un estado de cosas inconstitucional por la mora habitual de Caja Nacional de Previsin en
resolver las peticiones presentadas por jubilados. La Corte dijo: 8. As mismo, como se constat
en la inspeccin judicial, la accin de tutela es prcticamente un requisito para que se resuelva la
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Ejecutivo que en sus informes reconocan una situacin igual o peor en centro
de reclusin que no haban sido objeto de revisin por los rganos de
control.32 Los agudos problemas con relacin a las temperaturas que se deben
enfrentar en condiciones de hacinamiento en los climas clidos, que tambin
son alegados en algunos de los casos de tutela que se revisan actualmente,
fueron destacados por la jurisprudencia constitucional as: [] es
importante tener en cuenta la apreciacin del INPEC acerca de que el
problema de hacinamiento es ms agudo en el caso de los establecimientos
que tienen una poblacin superior a 50 internos y estn ubicados en zonas
clidas, a causa de las deficientes condiciones de ventilacin y de la
insuficiente infraestructura de servicios pblicos.33
4.2.2.3. La Corte tambin consider el fenmeno del hacinamiento desde una
perspectiva histrica, la cual, de acuerdo con la propia descripcin hecha por
el INPEC, la expuso en cuatro etapas as,
El fenmeno del hacinamiento carcelario desde una
perspectiva histrica. || Las condiciones de hacinamiento en los
centros de reclusin del pas no constituyen, sin embargo, una
gran novedad. En efecto, en otros momentos de este mismo siglo
tambin se han presentado crticas situaciones de sobrepoblacin
carcelaria. Importa ahora hacer referencia a ellas, con el objeto
tanto de contextualizar el estado actual de hacinamiento, como
de observar las medidas que se adoptaron para combatir esa
situacin. Para ello, esta Corporacin se apoyar en un estudio
realizado por la Oficina de Planeacin del INPEC, en 1997,
denominado Anlisis de la poblacin general de recluidos y el
fenmeno del hacinamiento. || De acuerdo con el mencionado
estudio, se pueden distinguir cuatro etapas dentro del fenmeno
de la ocupacin carcelaria en Colombia, a saber: la poca del
asentamiento, entre 1938 y 1956; la poca del desborde, entre
1957 y 1975; la poca del reposo, entre 1976 y 1994; y la poca
de la alarma, desde 1995 hasta la fecha.
[i] La poca de asentamiento, entre 1938 y 1956, tendra como
antecedentes la expedicin del cdigo penitenciario de 1934 32 Dijo la Corte al respecto: En el informe de la Defensora se precisa que, a octubre 31 de 1997,
los establecimientos carcelarios con el mayor ndice de hacinamiento eran: La crcel del distrito
Judicial de Medelln Bellavista, con capacidad para 1500 personas y alberg a 5146 internos;
Crcel del Distrito Judicial de Santa Fe de Bogot, la Modelo, con una capacidad para 1920
personas y acogi a 4926 internos; penitenciara central de Colombia la Picota en la capital del
pas, con un cupo para 700 personas, habitaron 1410 reclusos; crcel del Distrito Judicial de Cali
Villahermosa con solo 900 cupos y estaban recluidos 2846 personas, y en la Crcel del Distrito
Judicial de Valledupar que con una capacidad para 150 cupos, permaneca una poblacin de 525
reclusos. || Sin embargo, el Ministerio de Justicia presenta un cuadro que permite concluir que
otros penales menos conocidos por la opinin pblica - como los de Mocoa, Fusagasug,
Villavicencio, Yopal, Leticia y Zipaquir - se encuentran en peores o en tan malas condiciones
como los mencionados por la Defensora. []Corte Constitucional, sentencia T-153 de 1998 (MP.
Eduardo Cifuentes Muoz).
33 Corte Constitucional, sentencia T-153 de 1998 (MP. Eduardo Cifuentes Muoz).
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1938 1939 1940 1941 1942 1943 1944 1945 1946 1947
8.6869.39110.807 11.86112.331 13.63414.136 15.01812.25313.742
Ao
N
1948 1949 1950 1951 1952 1953 1954 1955 1956 1957
17.29719.32619.38419.44221.01123.53226.02230.87834.46335.770
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40
4
Ao
N
[]36
[iv] La poca de la alarma tiene su comienzo en 1995 y se
prolonga hasta el da de hoy. Ese ao se inicia con una cifra
similar al promedio de la poca anterior (29.537), pero el
nmero de reclusos aumenta progresivamente hasta llegar a
31.960, todo ello a pesar de que la aplicacin del Decreto 1370
de 1995, sobre desjudicializacin, contrarrestaba la tendencia al
incremento de la poblacin carcelaria. || Segn el Inpec, el ao
1996 rompe la barrera del reposo y en forma similar a lo
ocurrido entre los aos de 1966 a 1971, incrementa la poblacin
en ms de 6.000 personas (38.063). En diciembre, cerca de la
barrera de los 40.000 internos, deja el ambiente carcelario en
alerta para lo que ocurrir durante los aos que restan del
presente siglo. La poblacin carcelaria a noviembre 30 de 1996
asciende a 39.574 internos, con un cupo en cifras cerradas de
28.300, lo cual constituye un sobrecupo de 11.700 internos. || El
estudio concluye con la siguiente manifestacin: En 1997 hay
otro sntoma preocupante. En enero y febrero sigue creciendo la
poblacin (39.742 y 40.590, respectivamente). De continuar esta
curva podra repetirse el fenmeno del desborde y llegar a
poblaciones que por proyecciones superara los 60.000 internos.
Entonces el presente hacinamiento, que nos aterr en el pasado,
nos desafa en el futuro (sic). 37
4.2.2.4. La sentencia T-153 de 1998 advirti que algunas de las medidas
adoptadas para enfrentar la crisis, ya se haban revelado insuficientes. As, se
tuvo presente que el diecinueve (19) de diciembre de mil novecientos noventa
y siete (1997) se haba expedido la Ley 415 de 1997, por la cual se
consagran normas de alternatividad en la legislacin penal y penitenciaria y
se dictan otras disposiciones tendientes a descongestionar los
establecimientos carcelarios del pas, pero a la vez, tuvo en cuenta la
informacin dada por el INPEC, segn el cual la Ley no haba producido los
36 Aadi la Corte sobre esta tercera etapa lo siguiente: El estudio destaca que en esta poca se
pondra fin al llamado tringulo de la infamia, compuesto por la Colonia Penal de Araracuara, la
Crcel de La Ladera, en Medelln, y el presidio de la isla Gorgona. Igualmente, destaca que, en
1993, se crea el INPEC, con lo cual la institucin carcelaria adquiere el status de instituto
descentralizado, y se inicia un proceso de adecuacin y construccin de la infraestructura
carcelaria, marcada por la ereccin de los pabellones de alta seguridad y por la inversin en no
menos de 50 crceles. Adems, indica que a pesar de las caractersticas de esta etapa el
hacinamiento se volvi un personaje comn en las crceles preventivas.
37 Corte Constitucional, sentencia T-153 de 1998 (MP. Eduardo Cifuentes Muoz).
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agua suficiente, con servicios sanitarios, con asistencia en salud, con visitas
familiares en condiciones decorosas, etc. || Las condiciones actuales en las
prisiones colombianas implican que los bienes mnimos para garantizar una
vida digna en la prisin (una celda, un camastro, oportunidad de trabajar y
de estudiar) sean absolutamente escasos. En el medio carcelario ello
significa que la distribucin y asignacin de esos bienes se realice a travs de
los mecanismos de la corrupcin y la violencia. []. En especial, la Corte
resalt la imposibilidad de separar adecuadamente a las personas sindicadas
de las condenadas, dadas las condiciones de espacio.
4.2.3. Teniendo en cuenta este estado de cosas, por una parte, y el
reconocimiento constitucional, legal y jurisprudencial de los derechos de las
personas privadas de la libertad, por otra, la Corte Constitucional concluy
la existencia notoria de un estado de cosas inconstitucional en el sistema
penitenciario; como se dijo, concluy que las condiciones de vida en los
penales colombianos vulneran evidentemente la dignidad de los penados y
amenazan sus derechos fundamentales.43 Las consecuencias que produce el
hacinamiento no son aceptables. No solamente por las condiciones insalubres,
de mxima incomodidad y de irrespeto a la intimidad y la dignidad que
conlleva, sino por la violencia y agresiones que tales condiciones genera. Al
respecto dijo la sentencia,
[] es claro que el hacinamiento genera corrupcin, extorsin
y violencia, con lo cual se comprometen tambin los derechos a
la vida e integridad personal de los internos. En un lugar donde
la demanda por una habitacin es mucho ms alta que la oferta y
donde la guardia no est en capacidad de imponer el respeto a las
normas establecidas, slo cabe esperar que se imponga la ley del
ms fuerte, con todas sus consecuencias.44
Con base en la jurisprudencia existente hasta el momento sobre estado de
cosas inconstitucional, la Corte sostuvo,
Las crceles colombianas se han convertido en un problema de
orden pblico y en centros donde se violan sistemticamente los
derechos fundamentales de los internos. [].45
43 Corte Constitucional, sentencia T-153 de 1998 (MP Eduardo Cifuentes Muoz).
44 Corte Constitucional, sentencia T-153 de 1998 (MP Eduardo Cifuentes Muoz).
45 Corte Constitucional, sentencia T-153 de 1998 (MP Eduardo Cifuentes Muoz). Dijo la Corte
respecto a la jurisprudencia anterior: En las sentencias SU-559 de 1997 y T-068 de 1998 esta
Corporacin ha hecho uso de la figura del estado de cosas inconstitucional con el fin de buscar
remedio a situaciones de vulneracin de los derechos fundamentales que tengan un carcter
general - en tanto que afectan a multitud de personas -, y cuyas causas sean de naturaleza
estructural - es decir que, por lo regular, no se originan de manera exclusiva en la autoridad
demandada y, por lo tanto, su solucin exige la accin mancomunada de distintas entidades. En
estas condiciones, la Corte ha considerado que dado que miles de personas se encuentran en igual
situacin y que si todas acudieran a la tutela podran congestionar de manera innecesaria la
administracin de justicia, lo ms indicado es dictar rdenes a las instituciones oficiales
competentes con el fin de que pongan en accin sus facultades para eliminar ese estado de cosas
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90 Informe de abril 29 de 2011, Estado actual del plan de construccin, dotacin y mantenimiento
de infraestructura carcelaria. Contralora Delegada para el Sector Defensa, Justicia y Seguridad,
Direccin de Estudios Sectoriales.
91 Informe de abril 29 de 2011, Estado actual del plan de construccin, dotacin y mantenimiento
de infraestructura carcelaria. Contralora Delegada para el Sector Defensa, Justicia y Seguridad,
Direccin de Estudios Sectoriales.
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5.4.4. En dos mil once (2011), la Defensora del Pueblo tambin adelant el
seguimiento al cumplimiento de la sentencia de Tutela 062 de 2011, a travs
de la Defensora Delegada para la Poltica Criminal y Penitenciaria, sobre
personas de la comunidad LGBTI privadas de la libertad en prisin.117
5.4.4.1. En la sentencia T-062 de 2011, la Corte Constitucional decidi
reiterar la jurisprudencia sobre proteccin a las personas recluidas en prisin,
para no ser afectadas en sus derechos, en razn a su orientacin sexual. 118
Siguiendo tres decisiones judiciales previas las sentencias T-499 de 2003, T1096 de 2004, T-493 de 2006 en las que se haba hecho referencia a la
necesidad de expedir reglamentos respetuosos de la libertad y la orientacin
sexual.
[1] En la sentencia T-499 de 2003 se tutel el derecho de una mujer
recluida en la Crcel de Villa Josefina de Manizales, a que se le garantizara el
goce efectivo de su derecho a tener una visita ntima con su pareja en
condiciones dignas, sin discriminacin alguna en razn a su orientacin
sexual.119 Teniendo en cuenta que este no es un problema exclusivo de la
accionante, o de las mujeres de la crcel en que ella se encontraba, sino del
Sistema penitenciario y carcelario y general, la Corte Constitucional decidi
sentencia T-971 del 2009 la Corte Constitucional seala que en la actualidad persiste el estado de
cosas inconstitucional en materia penitenciaria y carcelaria declarado mediante la sentencia T-153
de 1998, ya que no se ha cumplido el mandato impartido en la misma de separar a los detenidos(as)
de los(as) condenados(as), razn por la que la Corte reitera la orden al Director del INPEC y al
Ministro del Interior y de Justicia para que en un trmino de dos (2) meses a partir de la
notificacin del examinado fallo inicien las gestiones administrativas y presupuestales necesarias
para proceder a separar las internas condenadas de las que estn sindicadas o acusadas en todos los
establecimientos penitenciarios y carcelarios del pas donde esa medida no se aplica. || De acuerdo
con lo expuesto, esta Defensora Delegada recalca que los esfuerzos que tanto el Ministerio de
Justicia como el INPEC han puesto en marcha para cumplir con lo ordenado en la sentencia T-153 /
98 de la Corte Constitucional, han sido insuficientes y errados: la creacin de una nueva
clasificacin para los establecimientos de reclusin. Esto por cuanto las medidas adoptadas no han
solucionado el problema de la divisin entre reclusos(as) por situacin jurdica. En otros casos,
estos esfuerzos se han concentrado en realizar divisiones fsicas de algunos espacios de las
crceles, sin contemplar tambin un trato diferenciado para sindicados(as) y condenados(as) a
travs de los diversos servicios de los establecimientos penitenciarios y carcelarios. Defensora del
Pueblo, Defensora Delegada para la Poltica Criminal y Penitenciaria. 2011. Seguimiento al
cumplimiento de la sentencia de Tutela 971 de 2009.
117 Defensora del Pueblo, Defensora Delegada para la Poltica Criminal y Penitenciaria. 2011.
Seguimiento al cumplimiento de la sentencia de Tutela 062 de 2011.
118 Corte Constitucional, sentencia T-062 de 2011 (MP. Luis Ernesto Vargas Silva, SPV Mauricio
Gonzlez Cuervo).
119 Corte Constitucional, sentencia T-499 de 2003 (MP. lvaro Tafur Galvis). Reiter la Corte:
[] que las personas privadas de la libertad pueden reclamar oportunidades para afianzar en la
intimidad sus relaciones de pareja, y que las autoridades carcelarias no pueden entorpecer sus
propsitos, en razn de que la dignidad humana de los reclusos est especialmente protegida, en los
artculos 1, 2, 4, 5, 15 y 16 constitucionales. Por lo que decidi: [] la Directora del
Reclusorio Villa Josefina de Manizales, y el Director del INPEC accionados, como lo disponen los
Jueces de Instancia y atendiendo las precisiones de las sentencias que se confirman, debern
permitir el ingreso de la seora Martha Luca Alvarez al reclusorio en mencin, a fin de que sta
pueda entrevistarse en intimidad con la seora Martha Isabel Silva, o debern disponer el lugar
donde se realizaran tales encuentros, salvaguardando la dignidad y los derechos a la igualdad, e
intimidad de las nombradas.
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dar una orden de carcter general a la Defensora del Pueblo que, de ser del
caso, recurriera a los recursos judiciales que llevaran a la administracin
pblica a tomar tales decisin y expedir dichos reglamentos.120
[2] En la sentencia T-1096 de 2004 la Corte Constitucional decidi que
el INPEC desconoce de forma grave y manifiesta los derechos a la dignidad,
la vida, la integridad fsica y a la libertad sexual de una persona privada de
la libertad, cuando no adopta las medidas necesarias para evitar que otros
reclusos abusen sexualmente de ella y vulneren sus derechos, en especial si se
trata de una persona que pertenece a un grupo que tradicionalmente ha sido
discriminado.121 De forma similar a lo decidido en la sentencia anterior (T499 de 2003), se tomaron varias medidas de proteccin a favor del accionante,
a la vez que se indic a la Defensora del Pueblo que tomara las acciones
correspondientes para que las autoridades responsables de impedir que los
reclusos y reclusas sean objeto de violaciones y abusos sexuales le otorguen a
ese grave problema la prioridad que merece y tomen medidas efectivas para
solucionarlo. Con relacin al accionante se orden tomar medidas adecuadas
y necesarias para (i) proteger inmediatamente su libertad sexual; (ii) ubicarlo
en el trmino de tres meses, en un establecimiento penitenciario y carcelario
que asegure su tranquilidad y seguridad personal y corporal; y (iii) adelantar
las investigaciones para esclarecer los hechos ocurridos.122 La sentencia T1096 de 2004 indic que se deban adoptar especiales medidas de proteccin
al accionante, para evitar que fuera vctima de retaliaciones o restricciones
irrazonables como requisito de su proteccin. Especficamente se reiter la
sentencia T-153 de 1998 en los siguientes trminos: recuerda la Corte que
la labor de resocializacin no consiste en imponer determinados valores a los
reclusos, sino en brindarles los medios para que, haciendo uso de su
autodeterminacin, establezca cada interno el camino de su reinsercin al
conglomerado social.123 No es aceptable, por tanto, que se pretenda
solucionar los inconvenientes del accionante imponindole modificaciones a
su personalidad tales como, por ejemplo, pretender modificar su orientacin
sexual.124
120 Dijo la Corte: No obstante la Sala no puede desconocer las dificultades por las que atraviesan
los centros de reclusin dada las falencias que dejan al descubierto las reglamentaciones atinentes a
las visitas ntimas de los internos, no slo cuando las solicitan parejas homosexuales, sino en los
casos en que quien requiere ingresar al establecimiento i) no posee documentos de identidad, ii) no
puede certificar sus antecedentes judiciales y de polica, y iii) hace uso de permiso o cuenta con un
mayor grado de libertad, en razn del estado de resocializacin en que se encuentra. || En
consecuencia se instar a la Defensora del Pueblo para que impulse las acciones judiciales o
administrativas pertinentes para que las autoridades penitenciarias sean conminadas a expedir la
reglamentacin que esta Sala y el Defensor Regional de Caldas echan de menos, a fin de que los
directores de los penales cuenten con criterios claros, generales y uniformes en la materia, que les
permitan garantizar a los internos el ejercicio de la sexualidad en condiciones de igualdad, y
salvaguardando su dignidad e intimidad, sin desconocer las condiciones especficas de cada
establecimiento. Corte Constitucional, sentencia T-499 de 2003 (MP Alvaro Tafur Galvis).
121 Corte Constitucional, sentencia T-1096 de 2004 (MP. Manuel Jos Cepeda Espinosa).
122 Corte Constitucional, sentencia T-1096 de 2004 (MP. Manuel Jos Cepeda Espinosa).
123 Corte Constitucional, sentencia T-153 de 1998 (MP. Eduardo Cifuentes Muoz).
124 Corte Constitucional, sentencia T-1096 de 2004 (MP. Manuel Jos Cepeda Espinosa).
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80
mantienen.129
5.4.5. En el dos mil once (2011), la Defensora Delegada para la Poltica
Criminal y Penitenciaria tambin realiz el estudio Agua potable en los
establecimientos de reclusin de Colombia. Muchos de los problemas
relacionados con este derecho fundamental siguen estando presentes.
establecimientos
Nivel de riesgo del agua en los
establecimientos
2%
Riesgo Mximo
18%
Riesgo Alto
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Pensilvana, Caldas
7%
Riesgo Medio
Riesgo Bajo
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93
a una persona del patio que le fue asignado y esconderla en otra celda o lugar
de la crcel, hasta que algn pariente o amigo cancele el dinero para que se le
deje en libertad y pueda volver a vivir las condiciones normales de privacin
de la crcel. Secuestrar a una persona privada de la libertad, al interior de
prisin a la que el Estado la confin, condenada o preventivamente, es quiz
una de las pruebas ms grandes de la crisis por la que atraviesa el Sistema
penitenciario y carcelario colombiano.165 El siete (7) de mayo de dos mil trece
(2013), un diario regional reportaba un secuestro en la crcel de Picalea.166
5.5.2. Tratos crueles, inhumanos e indignos
En las condiciones de hacinamiento y deterioro de la infraestructura
penitenciaria y carcelaria, as como de los servicios que se presentan en cada
establecimiento, la posibilidad de que se den tratos crueles, inhumanos e
indignos aumenta notoriamente. La deshumanizacin de las personas en los
actuales contextos carcelarios es evidente. Las condiciones en que son
mantenidas las personas privadas de la libertad, por ejemplo, suelen ser
relacionadas con las condiciones en que existen algunos de los animales
relegados en nuestra sociedad a los lugares de suciedad.167
Por ejemplo, las personas que son sancionadas dentro de los establecimientos
de reclusin, en ocasiones, son sometidas a condiciones inhumanas e
indignantes. As lo constat la Procuradura en la Crcel de Medelln, tal
como fue reportado por la Prensa: En Bellavista se pudo observar que estas
celdas tienen una proporcin de 2 metros de ancho por 8 de largo
denominada el rastrillo, sin unidad sanitaria ni ducha, ni colchones. All
encierran a los reclusos que son castigados por convivencia, y que al pasar a
esta celda pierden todas sus pertenencias; ropa, colchones, y cualquier otro
bien que pudieran poseer. Para el 11 de diciembre se encontraban 15
reclusos quienes manifestaron estar all desde hace un mes sin recibir sol y
hacer sus necesidades fisiolgicas en un tarro; slo los sacan a las duchas en
horas de la tarde cuando todo el personal se encuentra encerrado en los
pasillos. Su palidez es evidente.168
165 AGUDELO T. Fabio Enrique (2008) Modelando en el infierno. Digicali. Colombia, 2008. p. 37.
166 El Nuevo Da. 7 de mayo de 2013, Secuestrado recluso dentro de la crcel de Picalea. Dijo
el diario tolimense al respecto: Un secuestro al interior de la crcel de Picalea por parte de un
grupo de internos a un recluso, parece ser una voz de mxima alerta frente a la situacin que
atraviesa el complejo carcelario en Ibagu. || Santiago Ramrez, defensor del Pueblo, confirm
ayer durante el evento de socializacin de las nuevas reformas al cdigo penitenciario, el plagio del
cual fue vctima un interno, al parecer, a cambio de dinero. Este hecho se habra presentado en uno
de los patios de las antiguas instalaciones del complejo. || El funcionario seal en su momento
que la vctima sufri algunas lesiones por parte de los secuestradores y se espera que las
autoridades inicien la investigacin pertinente. El interno interpondr una denuncia. || A este
acontecimiento se suma un posible amotinamiento que se iba a adelantar por algunos internos el
pasado viernes, como una manera de protestar por las condiciones precarias en las que estn
viviendo en el centro de reclusin.
167 El Tiempo, En la crcel los reclusos estn como las ratas. Dice el Magistrado del Consejo de
la Judicatura tras la visita a crcel de Villavicencio; 29 de mayo de 2013.
168 El Espectador, El infierno carcelario; 6 de mayo de 2013. Perlas halladas por la Procuradura.
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Pas
EEUU
Cuba
El Salvador
Panam
Uruguay
Costa Rica
Brasil
Chile
Colombia
Repblica
Dominicana
Mxico
Per
Venezuela
Nicaragua
Honduras
Ecuador
Argentina
Bolivia
Canad
Paraguay
Guatemala
Hait
179
Personas
presas cada Poblacin
100.000
del pas
habitantes
Poblacin
en prisin
Nivel de
ocupacin
716
510
422
411
281
314
274
266
245
308.5 m
11.2 m
6.2 m
3.5 m
3.4 m
4.7 m
196.5 m
17.2 m
47.1 m
2.239.751
57.337
26.568
15.126
9.524
14.963
548.003
46.718
118.201
99.0%
93.8%
324.7%
169.7%
119.9%
117.0%
171.9%
118.8%
156.1%
240
9.9 m
24.744
195.5%
210
202
161
153
153
149
147
140
118
118
105
96
110.9 m
29.7 m
29.1 m
5.7 m
7.7 m
13.8 m
40.2 m
10.3 m
33.4 m
6.4 m
14.4 m
9.7 m
246.226
61.390
48.262
9.168
12.263
21.080
60.789
14.770
40.544
7.901
16.336
9.936
123.1%
211.4%
270.1%
128.0%
151.0%
139.2%
100.0%
269.8%
96.4%
145.3%
251.6%
417.0%
97
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103
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falta de legitimidad procesal de los actores o del medio judicial elegido o falta
de competencia judicial para abordar tales cuestiones. En Colombia, aunque
la justicia constitucional ha reiterado que la no intervencin es una respuesta
inaceptable, bajo el orden constitucional vigente que protege el goce efectivo
de los derechos fundamentales, algunos jueces de tutela siguen considerando
que esta es una salida vlida bien sea por el primer camino de las formas (la
va procedimental; por ejemplo, porque se ha debido usar una accin
popular),201 o de las divisiones funcionales (argumentando, por ejemplo, que
al depender la proteccin individual de acciones estatales generales, el juez
pierde toda posibilidad de intervencin y proteccin del derecho). As, la no
intervencin judicial es una respuesta judicial que existe en la regin, incluso
en aquellos casos en los que, como Colombia, esa respuesta es constitucional
y legalmente inaceptable [pues supone renunciar al deber del juez de todo
juez de la Repblica de tutelar el goce efectivo de los derechos cuya violacin
o amenaza, son verificadas (art. 86, CP)]. (ii) La segunda respuesta judicial
es ordenar una reforma al Sistema penitenciario y carcelario. Este camino, el
mayoritario segn la evidencia emprica, parte del supuesto que las
violaciones individuales son resultado de problemas y deficiencias
estructurales del Sistema y que, por lo tanto, la solucin consiste justamente
en ordenar que se adopten las medidas adecuadas y necesarias para superar
los problemas estructurales que afronta el Sistema. La solucin tomada por la
Corte Constitucional en la sentencia T-153 de 1998 sera un ejemplo de este
tipo; buscar aumentar la capacidad instalada para tener privadas de la libertad
a las personas y asegurarse de que la calidad de las condiciones del encierro
sea digna. (iii) La tercera respuesta, el cierre de prisiones, y el control y la
reduccin del encierro, se presentara cuando los jueces consideran que dado
el grado de indignidad en que se encuentran las personas en prisin y la
incapacidad estatal para responder a la situacin por polticas pblicas
ordinarias. Cuando se ha constatado que las personas privadas de la libertad
son sometidas a tratos crueles, inhumanos y degradantes, se han dado rdenes
como dejar en libertad a las personas recluidas en un determinado centro, e
incluso cerrarlo.202 Se ha destacado por parte de la Academia la decisin
judicial adoptada en Brasil por el Tribunal de Justicia del Estado Ro Grande
201 En estricto sentido esta opcin puede dar lugar a establecer una diferencia entre un juez que
decide que ante una accin de tutela no puede intervenir y ante una accin popular s y uno que
considera que en ninguno de los dos casos puede hacerlo.
202 ARIZA, Libardo Jos (2011) Reformando el infierno: los tribunales y la transformacin del
campo penitenciario en Amrica Latina, en Los muros de la infamia, prisiones en Colombia y
Amrica Latina. Ariza & Iturralde. Universidad de Los Andes. Bogot, 2011. Dice el texto (p. 45):
En Honduras, ante el hacinamiento, se interpuso por parte de la Fiscala Especial de Derechos
Humanos un hbeas corpus correctivo que culmin con la sentencia de la Corte Suprema de
Justicia que ordena la libertad de las personas presas sometidas a trato crueles, inhumanos y
degradantes. Dicha sentencia confirma la orden de libertad para los detenidos den la Celda Veinte o
Celda de Castigo de la Penitenciaria Nacional de San Pedro Sula, [] toda vez que las
condiciones higinicas en las que se encuentran son deplorables, pues carecen de los servicios
bsicos mnimos, dndose el caso de que hacen sus necesidades fisiolgicas dentro de la misma
celda y sobre peridicos, y que estando alojados ah siete reclusos, nicamente cuentan con una
colchoneta para dormir, vulnerndose de ese modo, lo dispuesto en el artculo 68 de la
Constitucin de la Repblica que proscribe los tratos crueles, inhumanos o degradantes (Corte
Suprema de Justicia, Sala Constitucional, mar. 7/2009).
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230 La prensa inform que la Ministra de Justicia y del Derecho del momento, Ruth Stella Correa,
indic que se buscaban soluciones para reducir los ndices de hacinamiento, como la creacin de
casi 45 mil nuevos cupos con la construccin de seis megacrceles y la ampliacin de otras
prisiones. Sin embargo, se report [] insiste en que ser un Estado carcelero no puede ser la
nica solucin. Por eso presentar un proyecto de Cdigo Penitenciario que, basado en el principio
del sistema acusatorio de privilegiar la libertad, plantea que algunas penas sean excarcelables. []
Segn la Ministra, la propuesta es la de un sistema penitenciario y una poltica criminal diferente.
[]. Anunci la presentacin de un proyecto de ley. El Espectador. Hacinamiento y Muerte.
Crceles : una olla de presin, mircoles 7 de noviembre de 2012.
231 INPEC, INSTITUTO NACIONAL PENITENCIARIO Y CARCELARIO (2012) De entre muros para la
libertad, 1993 2010. Imprenta Nacional. Colombia, 2012.
117
232 INPEC, INSTITUTO NACIONAL PENITENCIARIO Y CARCELARIO (2012) De entre muros para la
libertad, 1993 2010. Imprenta Nacional. Colombia, 2012. El mismo decreto establece los
siguientes mecanismos de vigilancia electrnica como sustitutivos de la pena de prisin o de la
detencin preventiva: 1) Seguimiento Pasivo RF: es el sistema de vigilancia electrnica sustitutivo
de la pena de prisin o de la detencin preventiva, a travs del cual se instala un dispositivo
consistente en un brazalete o una tobillera en el cuerpo del condenado o sindicado, con su
consentimiento, el cual se transmite a una unidad receptora, la que a su vez se encuentra conectada
a una lnea telefnica convencional. 2) Seguimiento Activo GPS: es el sistema de vigilancia
electrnica sustitutivo de la pena de prisin o de la detencin preventiva, a travs del cual se instala
un dispositivo consistente en un brazalete o una tobillera en el cuerpo del condenado o sindicado,
con su consentimiento, el cual llevar incorporada una unidad de gps (Sistema de Posicionamiento
Global), la cual transmitir la ubicacin del condenado o sindicado, indicando si ha llegado a zonas
de exclusin. Cuando el beneficiario del dispositivo llegue al lugar establecido para la ejecucin de
la pena, la informacin que as lo indique ser transmitida al centro de monitoreo, sin que durante
el transcurso del da se haya perdido la transmisin inherente al sistema de vigilancia electrnica.
233 INPEC, INSTITUTO NACIONAL PENITENCIARIO Y CARCELARIO (2012) De entre muros para la
libertad, 1993 2010. Imprenta Nacional. Colombia, 2012.
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120
de ejecucin de penas; (iii) as como los internos que renen los requisitos
para libertad condicional, libertad provisional, permisos hasta de 72 horas y
en casos concretos libertad definitiva, mediante el computo de tiempo por
trabajo, estudio y enseanza.
||
- Identificacin de personas con
enfermedades psiquitricas, y solicitud a la rama judicial para que se sustituya
la medida de detencin y prisin por la de reclusin en centro clnico
especializado. || - Celebracin de acuerdo y convenios con los Alcaldes y
Gobernadores, para poder adecuar los establecimientos a su cargo, de acuerdo
con los lineamientos generales del INPEC de respeto a la poblacin reclusa. ||
- Celebracin de convenios para asegurar los procesos de formacin de las
personas privadas de la libertad en los establecimientos del INPEC. || Intervencin de la Direccin de Poltica Criminal y Penitenciaria orientada a
impulsar a la Rama Judicial y Fiscala General de la Nacin, en la utilizacin
masiva de la detencin y prisin domiciliaria como medida sustitutiva de la
prisin en Establecimiento de Reclusin. || - Ampliacin del uso de
mecanismos de vigilancia electrnica y de detencin preventiva; uso de otros
sistemas de control como el reconocimiento de voz por va telefnica. || Asegurar los recursos presupuestales que sean necesarios. || - Polticas
sociales del Gobierno Nacional encaminadas a la prevencin del delito. || Mejoramiento y consolidacin de programas para la reintegracin, la atencin
y el tratamiento de los internos.
5.7. Departamento Nacional de Planeacin.
En un documento del tres (3) de octubre de dos mil once (2011), el
Departamento Nacional de Planeacin Nacional resalt las contradicciones y
problemas de la poltica carcelaria en Colombia. 239 Recomend corregir la
poltica pblica, entre otros, en los siguientes tres aspectos: (i) evaluar,
disear e implementar una poltica de largo aliento, sin depender de las
coyunturas y casos concretos, sino en criterios como el crecimiento histrico
de la demanda [para el Departamento Nacional de Planeacin el carcter
reactivo y ocasional de las polticas carcelarias, es uno de los factores que
explican su incapacidad para atender adecuadamente la crisis carcelaria]. (ii)
Asegurar las fuentes de recursos sostenibles, no slo para la construccin de
la infraestructura carcelaria que se requiere (adicional a la existente y para
reemplazar la obsoleta), sino para su mantenimiento y adecuado
funcionamiento. Para el Departamento de Planeacin, este segundo rubro
cada vez demandar ms recursos, dada la tendencia creciente de la poblacin
recluida. (iii) En todo caso, se advirti la necesidad de redisear la poltica
criminal de forma integral, no slo la carcelaria, de tal forma que se favorezca
la libertad y se encarcele slo lo indispensable.240 Partiendo de un anlisis
239 RESTREPO LONDOO, Diego (2011) El crecimiento de la poblacin reclusa y el hacinamiento
en Colombia en perspectiva comparada. Departamento Nacional de Planeacin. Direccin de
Justicia, Seguridad y Gobierno. Bogot, 2011.
240 RESTREPO LONDOO, Diego (2011) El crecimiento de la poblacin reclusa y el hacinamiento
en Colombia en perspectiva comparada. DNP. Dijo al respecto el documento: La necesidad de
buscar soluciones al hacinamiento por la va normativa (modificaciones normativas para
despenalizar delitos, reducciones de penas, creacin de subrogados penales, justicia teraputica,
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[3] poco reflexiva frente a los retos del contexto. La poltica criminal, seala
la Comisin Asesora, no ha sido sensible a los particulares retos que el
contexto colombiano implica. Por una parte, diversidad regional y social de
la presencia estatal. En segundo lugar, la complejidad y diversidad de
problemas criminales (por ejemplo, conflicto armado, narcotrfico y
criminalidad organizada, autoridades involucradas en violaciones de derechos
humanos, corrupcin, altos ndices de violencia sexual e intrafamiliar). Y, en
tercer lugar, la inequidad y el alto grado de pobreza. Estos aspectos son
importantes en varios sentidos. Por ejemplo, la reduccin del ndice de
delitos, puede ser notorio, pero haber beneficiado slo a una parte de la
poblacin. Los costos sociales que se deben asumir por una poltica criminal
fuerte pueden estar, de forma similar a sus beneficios, especialmente
concentrados en una parte de la poblacin. Adicionalmente, los prejuicios de
clase y de raza que acompaan la inequidad y desigualdad social, acentan los
257 Aade al respecto la Comisin: Este incremento de las personas privadas de la libertad se
explica esencialmente por el aumento de personas condenadas, que prcticamente se multiplic por
5, mientras que el nmero de personas detenidas pero no condenadas ha crecido ms levemente, al
punto de que la tasa de detencin por 100.000 habitantes ha aumentado en slo aproximadamente
20%. Esta evolucin en este aspecto tiene obviamente aspectos positivos pues implica una mayor
capacidad del sistema penal para obtener sentencias condenatorias y una menor participacin de las
personas detenidas en el total de personas privadas de la libertad, que cay de 57% a 32%. Pero en
todo caso, esa evolucin muestra una mayor severidad del sistema penal COMISIN ASESORA DE
POLTICA CRIMINAL. Informe final. Diagnstico y propuesta de lineamientos de poltica criminal
para el Estado colombiano. Bogot, 2012.
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138
cobijara todos los centros de reclusin del pas. 264 La decisin tuvo en cuenta
los requisitos, tanto formales como materiales, para dicha declaratoria. Con
relacin a estos ltimos, los materiales, el Ministerio de Justicia y del Derecho
dijo,
[] existen situaciones graves y sobrevinientes de orden
sanitario que exponen al contagio al personal de los centros de
reclusin y que acreditan que las condiciones higinicas de los
mismos no permiten la convivencia en dichos centros de
reclusin, que en ltimas generan condiciones graves en materia
de salud, advirtindose, en consecuencia, graves indicios de
calamidad pblica. || A continuacin se har referencia a algunas
de dichas causas:
2.1.1. Sobrepoblacin
[] la sobrepoblacin en los establecimientos carcelarios a
cargo de dicho instituto, ha tenido en los ltimos tres aos un
incremento inusitado, razn por la cual el ndice de
sobrepoblacin supera, para el ao 2013, en ms del 50% la
capacidad del sistema, situacin que afecta de forma grave la
totalidad del mismo, en tanto que todas las regionales del pas
presentan amplios mrgenes de sobrepoblacin, que hacen
inviable su correcto funcionamiento. || En relacin con esta
conclusin, conviene sealar los siguientes datos estadsticos
suministrados por el INPEC:
a) Poblacin actual del sistema penitenciario y carcelario
[]
264 Dice el Concepto: La solicitud formulada [] y la realidad fctica sobreviniente, relacionada
con la emergencia derivada de las dificultades de salud, sanitarias y de higiene de los centros de
reclusin, permiten concluir la necesidad de acudir a la figura del estado de emergencia
penitenciaria y carcelaria, en tanto que se configura la causal contenida en el literal (b) del artculo
168 de la Ley 65 de 1993, razn por la cual se emite CONEPTO FAVORABLE para que dicha
declaratoria cobije todos los centros de reclusin del pas.
139
b) Niveles de sobrepoblacin
El ndice histrico de los niveles de la sobrepoblacin de los
establecimientos de reclusin del orden nacional, evidencia una
intensificacin de la poblacin reclusa cuyos porcentajes se han
duplicado en los ltimos tres aos, entre otras razones: (i) por la
captura masiva de personas vinculadas a grupos terroristas al
margen de la ley, de bandas criminales organizadas y de
delincuencia comn y (ii) la expedicin de varias leyes, que en
los ltimos aos han aumentado las penas y reducido los
beneficios de libertad para los condenados.265 || En efecto, como
se observa en las tablas que a continuacin se presentan, y que
corresponden al ndice histrico de sobrepoblacin carcelaria, en
los aos 2011, 2012 y 2013 se reporta el crecimiento ms alto en
la poblacin reclusa de los ltimos aos, lo que pone en
evidencia el crecimiento exponencial e inusitado de la poblacin
intramuros en los ltimos 3 aos y por ende la agravacin del
problema penitenciario y carcelario.
HISTRICO DE POBLACIN INTRAMUROS
NIVEL DE
AO
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013*
POBLACIN
INTRAMUROS
44.398
45.064
51.518
49.302
52.936
62.277
68.020
66.829
60.021
63.603
69.979
75.992
84.444
100.451
112.840
117.396
INCREMENTO DE
POBLACIN
RESPECTO DEL AO
ANTERIOR
666
6.454
-2.216
3.634
9.341
5.743
-1.191
-6.808
3.582
6.376
6.013
8.452
16.007
12.389
4.556
265 En los ltimos aos se han expedido las siguientes normas: (i) Ley 975 de 25 de julio de 2005
Ley de Justicia y Paz; (ii) Ley 1474 de 12 de julio de 2011 Estatuto de Seguridad Ciudadana,
Ley 1142 de 28 de junio de 2007 y (iii) Ley de Convivencia de Seguridad Ciudadana, Ley 1453 de
24 de junio de 2011 [].
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[]
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III
7.2.2. Las obligaciones de respeto, proteccin y garanta de los
derechos de las personas privadas de la libertad han sido incumplidas de
forma prolongada.
IV
V
Los problemas y las violaciones de las personas privadas de la libertad
son un problema estructural de la sociedad contempornea, que han
acompaado a la crcel desde su inicio. Colombia no ha sido la excepcin. El
Sistema penitenciario y carcelario nacional, como se evidenci, ha estado en
permanente reforma. A partir de 1991, con una Constitucin que consagr el
imperio de los derechos fundamentales y de la dignidad de todo ser humano,
como principio axial del Estado, el estado de las crceles y las penitenciaras
se torn an ms intolerable e inaceptable de lo que ya era bajo el orden
constitucional que haba estado vigente hasta ese momento. Con la sentencia
T-153 de 1998, la Corte Constitucional evidenci este estado de cosas
contrario a la Constitucin e imparti rdenes para superarlo. Aunque el
Estado tom importantes medidas en tal sentido y aunque el problema
principal estudiado y tutelado en aquella ocasin (el hacinamiento) pareca
estar siendo controlado, las violaciones a los derechos fundamentales
continuaron y, ahora, han llegado a niveles histricos. Buena parte de los
problemas que se presentan se diagnosticaron hace dcadas y las soluciones
tambin han sido planteadas de forma reiterada; no obstante, las omisiones
institucionales para implementarlas han sido igualmente reiterada.
Adicionalmente, debe sealarse que esta prolongada omisin de las
autoridades carcelarias y penitenciarias en el cumplimiento de sus
obligaciones, se constata a pesar de los diferentes llamados de atencin,
diagnsticos y rdenes que han formulado respectivamente parlamentarios,
jueces, procuradores, defensores del pueblo, contralores o acadmicos y
veedores ciudadanos. Es decir, se trata de omisiones que estn identificadas.
No se dej de hacer algo que no se saba que se deba hacer o corregir. Las
autoridades carcelarias son conscientes, como lo hacen saber en sus
intervenciones en los diferentes procesos de tutela acumulados, que estas
violaciones ocurren, que hay que hacer algo al respecto y que an no se ha
hecho nada, o por lo menos no lo adecuado y suficiente.
7.2.3. El Sistema penitenciario y carcelario ha institucionalizado prcticas
inconstitucionales.
Son muchas las prcticas adoptadas por el Sistema penitenciario y carcelario
que son contrarias al orden constitucional vigente. Dejar sin atender a una
persona, a pesar de la grave situacin de salud que tiene. Prestar servicios de
salud complejos y urgentes slo a quienes presentan accin de tutela, la ganan
e insisten en el cumplimiento de la orden en un desacato. Confinar a una
persona sindicada de ciertos delitos en un determinado patio, a sabiendas que
all ser linchado y, quiz violado y asesinado. Permitir que el acceso a los
150
bienes y servicios bsicos como una celda o una cama, dependan del pago que
se haga a las redes de personas que, al interior de las crceles, administran de
facto esos bienes y servicios. Muchos de los derechos fundamentales de las
personas privadas en prisin parecen existir, nicamente, cuando un juez de la
Repblica los reconoce e imparte una orden, al respecto. Y, de hecho, en
muchos de los casos las rdenes no son cumplidas y las personas tienen que
volver a presentar otros recursos, esperando que esta vez, adems de tener
suerte en los estrados nuevamente, las rdenes impartidas judicialmente s
sean impartidas. Establecer reglamentos que obligan a las personas a asearse,
con agua helada, en el fro de la madrugada, as se trate de alguien que
padezca una afeccin de salud que se pueda agravar por dicha situacin. En
fin, la lista de prcticas inconstitucionales que tienen lugar en el Sistema
penitenciario y carcelario, como lo muestran los relatos de las acciones de
tutela acumuladas, as como la informacin aportada al proceso y obtenida
por la Corte Constitucional, son innumerables.
Da a da, los legisladores, usualmente acompaados por el Gobierno
Nacional, expiden ms normas de carcter penal para atender problemas
sociales extendidos, lo que implica, obviamente, la remisin de ms personas
a prisin; los jueces de la Repblica hacen cumplir las normas penales
vigentes y condenan a ms personas a ir a prisin; el INPEC, por su parte, a
travs de sus polticas generales y de las decisiones concretas de cada
establecimiento carcelario, cumple sus funciones y resuelve diariamente
recibir ms personas en las prisiones. Todo ello ocurre a pesar de que los
funcionarios de las tres ramas del poder pblico saben (i) que el sistema
carcelario est colapsado y hace mucho tiempo dej de cumplir su funcin de
resocializacin cabalmente; (ii) que este estado de cosas conlleva una
violacin sistemtica de los derechos fundamentales de las personas privadas
de la libertad y (iii) que los planes y programas de reformas, parciales o
estructurales, no han servido. En otras palabras, son decisiones que se
adoptan, a pesar de los costos que sobre los derechos fundamentales va a
tener. Las autoridades de las tres ramas del poder pblico se acostumbraron a
autorizar la reclusin de personas en mazmorras indignas para cualquier ser
humano y que desdicen de la sociedad y las instituciones oficiales que, por
accin o por omisin, las permiten, a pesar de saber el impacto tan nefasto
que puede conllevar la crcel para una persona e, incluso para quienes tienen
que convivir con esta realidad en su situacin de guardianes o familiares y
allegados de las personas en prisin. Esta situacin, constituye un estado de
cosas que contrario a la Constitucin Poltica vigente. Una rutina que a
normalizado el hecho de que las instituciones enven diariamente personas a
penitenciarias y crceles que las propias autoridades oficiales llaman
infiernos, en las que basta vivir dolorosas experiencias durante unas horas
para ver gravemente afectada la dignidad, la autonoma y la integridad de una
persona. Un estado social y democrtico de derecho no puede seguir siendo
manteniendo y auspiciando semejantes infiernos. Estos deben acabar de una
vez por todas.
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7.4.1.2. Las personas que han sido encontradas culpables de cometer graves
actos delictuosos, pueden ser deshumanizadas por buenos ciudadanos
escandalizados ante sus acciones. No es raro que se empleen fuertes y
discriminatorias expresiones para evidenciar el desprecio sentido hacia tales
individuos y la extraeza a que puedan ser considerados seres humanos.
Expresiones como bestias, animales, monstruos o desalmados a veces
son usadas coloquialmente para hacer referencia a asesinos o violadores.
Detrs de estas palabras, aparentemente justificadas e inofensivas, se
encuentra el germen de la deshumanizacin. Tratar a seres humanos como si
no lo fueran es el primer paso para justificar someterlos a tratos degradantes e
inhumanos. Precisamente esa es la diferencia tica y moral de una sociedad
democrtica, fundada en el respeto al principio a la dignidad, y la persona que
ha cometido un acto delictivo grave: aquella se niega a deshumanizar e
irrespetar la dignidad humana, en la forma como quien delinque lo hace con
sus vctimas. Al someter a tratos crueles, inhumanos o degradantes a las
personas, la sociedad viola el principio de dignidad humana y se convierte en
promotor y gestor de la deshumanizacin: la capacidad de ver a otros seres
humanos como si fueran inferiores o, simplemente, como si no fueran
humanos.
7.4.1.3. La proteccin a la dignidad humana en un estado social y democrtico
de derecho de todas y cada una de las personas es radical. Toda persona, sin
importar cul sea su condicin, es igualmente digna a las dems y requiere
una proteccin amplia de parte del Estado. Incluso si se trata de una persona
que ha actuado erradamente y ha cometido gravsimos crmenes en contra de
otros. De hecho, esa es precisamente la diferencia entre la posicin de quien
viola significativamente los derechos ms bsicos de los dems y quien los
respeta por principio. El Estado colombiano no respeta los derechos de
algunos seres humanos, sino la de todos. Al fundarse en el principio de la
dignidad humana, su compromiso es amplio y pleno. Se reconoce y protege
en todo su sentido y extensin, sin distincin ni discriminacin. La
Constitucin Poltica de 1991 es clara al respecto, cuando sostiene en su
artculo 11, categricamente, que el derecho a la vida es inviolable y, acto
seguido, con la misma firmeza, se advierte que no habr pena de muerte. Es
decir, ni siquiera a los delincuentes ms crueles, atroces y despiadados, se les
dejar de respetar el derecho a la vida y el respeto irrestricto a la dignidad de
toda persona. Esa es justamente, se insiste, la diferencia moral de las
instituciones pblicas, fundadas en el respeto intrnseco que merece toda
persona, todo ser humano.
7.4.1.4. El estado de cosas en el que se encuentra el Sistema penitenciario y
carcelario colombiano es una prueba fehaciente de que el compromiso
adquirido constitucionalmente con la dignidad humana de toda persona, an
requiere ser profundizado para que sea una realidad. Aunque las palabras de la
Constitucin, las leyes, los decretos y las sentencias aseguran formalmente un
compromiso pleno con la dignidad humana, no se ha logrado materializarlo a
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288 FOUCAULT, Michele (1975) Vigilar y castigar. Siglo XXI. Mxico, 2009. (p. 269).
289 Las casas de trabajo inglesas (workhouses), uno de los orgenes de la crcel como se conoce
hoy en da, eran definidas como casas del terror. En el siglo XIX se reconoca querer que las
condiciones de vida y de trabajo en esas casas fuera tan duro, que nadie aceptara, de buena gana,
salvo por necesidad, ser internado en ellas. Los Comisionados de la Poor Law decan en 1834 al
respecto lo siguiente: En una casa as, nadie entrar voluntariamente; el trabajo, el aislamiento y la
disciplina atemorizarn al indolente y al malvado, y nadie, si no se encuentra en absoluta
necesidad, obtendr lo que necesita, pagando como precio la renuncia de la libertad de contratarse
por s mismo, y del sacrificio de la gratificacin y de las prcticas habituales. PIVEN, Frances Fox
& CLOWARD, Richard A. (1971) Regulating the poor. The functions of public welfare. Random
House. USA, 1993. p. 33-34. Al respecto ver tambin: MELOSSI, Dario & PAVARINI, Massimo
(1977) Crcel y Fbrica. Los orgenes del sistema penitenciario [Carcere e fabbrica. Alle origini
del sistema penitenziario]. Siglo XXI. Mxico, 2010.
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No obstante, han existido casos en los cules las personas han tenido la
oportunidad de acceder a la justicia y lograr una proteccin de sus derechos,
antes de ser asesinados, linchados o agredidos de alguna otra forma grave. Tal
es el caso de una persona detenida por rebelin, cuya vida peligraba en razn
a las denuncias que haba hecho sobre crmenes de genocidio (como el de Los
Uvos, en el departamento del Cauca). La Embajadora Almudena Mazarrasa
Alvear de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los
Derechos Humanos en Colombia, haba solicitado la proteccin para este
detenido, reconocido defensor de derechos humanos. La Corte constat la
realidad del riesgo, generado en gran medida por las fallas estructurales de la
Crcel Modelo de Bogot, centro de reclusin en el que se encontraba. La
posibilidad de franquear las barreras de seguridad, de cambiar de patio,
permita que se planearan ataques contra la vida del accionante. 301 La
sentencia dej en claro que si bien las autoridades penitenciarias y carcelarias
tienen espacios amplios de discrecionalidad para determinar cmo administrar
las instituciones, se deben respetar uno mnimos de razonabilidad. Si un
peligro grave e inminente como perder la vida existe y se tienen
institucionalmente los medios para enfrentarlo y neutralizarlo, el Estado tiene
la obligacin constitucional de hacerlo; no puede abstenerse.302
Como lo resaltan las investigaciones acadmicas y periodsticas, las personas
que son recluidas por estar acusadas de haber cometido un delito de abuso
sexual, son uno de los grupos que ms proteccin requieren, dada la tradicin
de someterlos a venganzas y castigos inhumanos que no en pocas veces llegan
a la muerte.303 La sociedad ha permitido que este tipo de tratos inhumanos y
degradantes se normalicen y se vuelvan rutinarios; parte del paisaje. La
sociedad se ha conformado con que esa situacin es as, que eso es lo que
sucede. Al punto, que existen manifestaciones de parte de polticos y
301 Dijo la Corte al respecto: [] cuando [el accionante] instaur la tutela era tal el peligro que
su vida corra que hubo necesidad de intervencin inmediata para evitar que hubiera un atentado y,
en los ltimos das, al practicarse la diligencia de inspeccin judicial en la crcel por parte de la
Corte Constitucional, se constat que en la noche anterior un recluso de los patios comunes que se
hallan sobre el llamado patio de mxima seguridad perfectamente pas a este ltimo patio porque
no solamente hay la forma fsica de hacerlo por hueco en el techo sino porque solo hay dos
vigilantes desarmados para cuidar el patio. Adems, en la diligencia se adjunt, por parte del
[accionante], un escrito (sin firma responsable, pero dirigido a la Direccin del INPEC) que seala
provocaciones tendientes a enturbiar el proceso de paz, en cuanto se atentara contra presos
acusados de rebelin y obviamente ello repercutira en el patio donde [el accionante] actualmente
se halla. Y, como lo dice Almudena Masarraza, no hay que dejar que el hecho se produzca como
prueba nica. Adems, la proteccin es no solamente fsica sino de toda la integridad de la persona,
dentro de lo cual lo sicolgico es fundamental, lo cual indica que debe haber respeto para el temor
fundado que el recluso tiene. Corte Constitucional, sentencia T-590 de 1998 (MP Alejandro
Martnez Caballero).
302 Corte Constitucional, sentencia T-590 de 1998 (MP Alejandro Martnez Caballero); se dijo al
respecto: [] si hay el riesgo, si hay las condiciones para que quede favorecido con el traslado, si
existe el sitio hacia donde podra ser trasladado, luego la discrecionalidad del INPEC no puede ser
absoluta en este caso muy excepcional y su negativa implica una violacin a derechos
fundamentales de igualdad y de la vida. Luego, debe prosperar la tutela, con la advertencia, claro
est, de que el INPEC tomar todas las medidas necesarios para la vigilancia del recluso, no slo
para protegerle la vida sino para que se cumpla con la reclusin ordenada por los jueces. En este
caso se orden el traslado del detenido a una de las casas fiscales del INPEC.
303 Al respecto ver el captulo 5 de la presente sentencia.
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original)367
En el contexto Europeo se encuentran decisiones similares, orientadas a
garantizar los derechos humanos de las personas recluidas en prisin.368
7.5.3. Los derechos fundamentales de las personas privadas de la libertad
pueden ser limitados razonable y proporcionadamente
7.5.3.1. La jurisprudencia constitucional ha indicado que los criterios de
razonabilidad y proporcionalidad permiten determinar cundo se desconocen
los derechos fundamentales de las personas recluidas en prisin, cuando stos
son restringidos con base en competencias amplas y generales como la
posibilidad de fijar e imponer reglas de disciplina o de hacer traslados de
personas de una a otra prisin, bajo las condiciones legal y
reglamentariamente establecidas.369 La razonabilidad y proporcionalidad de la
medida son pues, los parmetros con que cuenta la administracin y el poder
judicial, para distinguir los actos amparados constitucionalmente, de aquellos
actos arbitrarios. Por eso se ha dicho que las medidas restrictivas de los
derechos de las personas privadas de la libertad deben ser, adems de legales
y reglamentarias, constitucionalmente razonables y proporcionadas [].370
As, por ejemplo, se ha considerado que no es constitucionalmente razonable,
entre otras medidas, (i) no autorizar a una persona recluida el ingreso de una
mquina de escribir;371 (ii) impedir la fuga de una persona gravemente
Interamericana de Derechos Humanos de 1 de septiembre de 2011, Considerando 21.
367 Corte Interamericana de Derechos Humanos, caso Pacheco Teruel y otros vs. Honduras,
sentencia de 27 de abril de 2012.
368 CITA SOBRE CONTEXTO EUROPEO.
369 Desde el inicio de la jurisprudencia se ha sostenido esta posicin. Ver por ejemplo: Corte
Constitucional, sentencia T-317 de 1997 (MP Vladimiro Naranjo Mesa).
370 Corte Constitucional, sentencia T-412 de 2009 (MP Mara Victoria Calle Correa). En este caso
se decidi que el Establecimiento de Alta y Mediana Seguridad de Valledupar (1) haba violado los
derechos a la dignidad, a la libertad, a la salud, a la integridad personal y a la vida, de la accionante
al haberla sometido a un aislamiento irrazonable, por innecesario y desproporcionado, y (2) haba
violado los derechos a la dignidad, a la salud y a la unidad familiar de la accionante al haber
dilatado arbitrariamente su solicitud de traslado, obstaculizando as, el goce efectivo de tales
derechos; en lo que se refiere a la unidad familiar, la Sala consider que este derecho tambin se
haba desconocido a la seora madre de la accionante.
371 Corte Constitucional, sentencia T-705 de 1996 (MP Eduardo Cifuentes Muoz); en este caso
se decidi que los motivos alegados por las autoridades carecen de fundamento objetivo y
razonable y, por ello, se tornan ilegtimos. (1) la exigencia de un documento que acredite la
propiedad de la mquina de escribir por parte del seor [] es un requisito que no se encuentra
establecido en ninguna norma del rgimen penitenciario y carcelario y que, en principio, atenta
contra el principio de la buena fe; (2) resulta absurdo exigir que la propiedad de un bien
mueble, como una mquina de escribir, deba ser acreditada mediante un documento pblico
(tarjeta de propiedad). []; (3) no parece razonable [aceptar que] el interno [] nunca solicit
permiso para ingresar la mquina de escribir a las instalaciones del centro carcelario [y] nunca
neg la posesin de la mquina. []; (4) el argumento segn el cual la mquina de escribir
constitua un elemento peligroso que podra ser utilizado por algunos internos para agredirse
entre s, [] carece de fundamento suficiente como para erigirse en motivo que autorice la
limitacin del derecho fundamental a la libertad de expresin del actor [] se hace necesaria una
motivacin razonable a travs de la cual se demuestre que, en razn de unas especficas
circunstancias de tiempo, modo y lugar, lo que en principio es inofensivo se transforma en
elemento causante de peligro. El accionante, en el pasado, haba sido Director del Establecimiento
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411 Corte Constitucional, sentencia C-581 de 2001 (MP Jaime Araujo Rentera). En este caso se
resolvi entre otras cosas, declarar constitucionales los artculos 43 y 44 del Cdigo Penitenciario
(Ley 65 de 1993), mediante los cuales se inhabilita para el ejercicio de los derechos y funciones
pblicas, pues decidi que son una restriccin legtima al derecho al sufragio y, por ende, al de
elegir y ser elegido.
412 Corte Constitucional, sentencia T-324 de 1994 (MP Eduardo Cifuentes Muoz). En este caso
se decidi reconocer el derecho al voto de las personas en los centro de reclusin de las pequeas
cabeceras municipales, que haban sido excluidas por el Registrador Nacional del Estado Civil en
una circular. Se acept la peticin de la Personera de Palestina, Caldas, de ubicar una mesa de
votacin en el centro de reclusin.
413 Corte Constitucional, sentencia C-394 de 1995 (MP Vladimiro Naranjo Mesa; SV Alejandro
Martnez Caballero). En esta demanda se estudiaron varias normas del Cdigo Penitenciario y
Carcelario (Ley 65 de 1993) Sobre los derechos polticos se dijo: El artculo 57, referente al
derecho al voto de los detenidos, es de claridad manifiesta: Si el detenido rene los requisitos que
exige la ley, podr ejercer el derecho al sufragio en su respectivo centro de reclusin. El punto ms
controvertido por el actor es el de prohibir el proselitismo poltico al interior de las crceles y
penitenciaras, tanto de extraos como de los mismos internos. El proselitismo poltico es una
manifestacin de normalidad, no de excepcin. Lo anterior no impide que pueda expresar el
detenido, a otros, sus creencias ntimas acerca del devenir de la poltica. Lo que se prohbe es el
activismo proselitista pblico, es decir, la arenga, el tumulto, el debate propio de la plaza pblica al
interior de las crceles y penitenciaras, porque rie con la disciplina. Se repite que lo anterior no
afecta el derecho que asiste a un recluso de profesar una ideologa poltica o de militar en un
partido o movimiento, ni tampoco la prudente transmisin de un contenido filosfico o doctrinario.
Lo que se entiende aqu por proselitismo, es el convertir a las crceles en un foro abierto y
beligerante que pueda llevar al desorden. Los derechos polticos se tienen siempre, pero su ejercicio
puede estar limitado y restringido en casos especiales por la Constitucin y la ley, como es el de las
crceles. En otras palabras, la crcel no es propicia para la agitacin poltica, sino para la reflexin.
Por tanto, en la norma acusada no se afectan ni la libertad de pensamiento ni la comunicabilidad
natural de los hombres; simplemente se prohben ciertas manifestaciones exteriores, en aras de la
disciplina. Por ello ser declarada exequible. Al respecto ver tambin la sentencia T-706 de 1996
(MP Eduardo Cifuentes Muoz).
414 Corte Constitucional, sentencia C-536 de 1998 (MP. Jos Gregorio Hernndez Galindo). En
esta oportunidad la Corte resolvi inhibirse de conocer la demanda de la referencia, por cuanto
haba sido interpuesta por una persona privada de la libertad. Esta decisin ha sido reiterada, entre
otras, en las sentencias C-592 de 1998 (Fabio Morn Daz, SV. Alejandro Martnez Caballero), C581 de 2000 (MP. Jaime Araujo Rentera), C-708 de 2002 (MP. Jaime Crdoba Trivio) y C-329 de
2003 (MP. lvaro Tafur Galvis).
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la dignidad humana.415
7.8. Derecho a estar privado de la libertad en condiciones respetuosas de
un mnimo vital en dignidad
Toda persona tiene el derecho constitucional a estar privado de la libertad en
condiciones respetuosas de un mnimo vital en dignidad. Esto implica, entre
otras, las siguientes condiciones mnimas.
7.8.1. Una reclusin libre de hacinamiento. Como se ha sostenido, la
jurisprudencia constitucional ha tutelado el derecho de personas en condicin
de hacinamiento, como una situacin que, evidentemente conlleva la
vulneracin de los derechos fundamentales del accionante.416
7.8.2. Infraestructura adecuada. Buena parte del estado de cosas contrario a
la Constitucin en el que se encuentra el Sistema penitenciario y carcelario se
debe a la estructura de los establecimientos de reclusin. El grave deterioro de
las construcciones, sumado al nefasto impacto sobre la dignidad de las
personas privadas de la libertad, ha llevado a la Corte Constitucional a tomar
medidas orientadas a superar estos problemas.417
7.8.3. Derecho a no estar sometido a temperaturas extremas. La
jurisprudencia ha protegido el derecho de toda persona a no ser privada de la
libertad en condiciones de reclusin indignas por carecer de los mnimos
parmetros de higiene y salubridad, bien sea en un establecimiento
penitenciario y carcelario, o algn lugar como, por ejemplo, un comando de
polica. Teniendo en cuenta la jurisprudencia interamericana (el caso Polay
Campos contra Per), la Corte record que todas las personas privadas de la
libertad tienen el derecho a no ser sometidas a temperaturas extremas, por
cuanto ello conlleva un trato cruel e indigno. 418 La jurisprudencia colombiana
415 Al respecto, ver tambin ver al respecto la jurisprudencia sobre la materia de la Corte Europea
de Derechos Humanos.
416 Corte Constitucional, sentencia T-256 de 2000 (MP Jos Gregorio Hernndez Galindo). La
decisin de la sentencia es sucinta, en tanto se trata de una reiteracin: El caso concreto. || El
peticionario, quien se halla recluido en la Crcel de Bellavista, tiene que dormir en los baos o en
el piso del pasillo. || La Directora Regional Noroeste del INPEC responde que la Crcel del
Distrito Judicial de Medelln fue construida para 1.500 internos y que, con las adecuaciones
posteriores, se ampli en 300 cupos, encontrndose actualmente recluidas 5.836 personas. || La
Sala encuentra que efectivamente se estn vulnerando derechos fundamentales del peticionario, los
cuales deben ser protegidos en forma inmediata, independientemente de los programas que se
desarrollan para el mejoramiento de nuestro sistema carcelario y que debe estar adelantando el
Ministerio de Justicia en cumplimiento de lo ordenado por esta Corporacin en Sentencia T-153 de
1998. || DECISIN []
417 Al respecto ver, por ejemplo: Corte Constitucional, sentencia T-296 de 1998 (MP Alejandro
Martnez Caballero), caso en que se reiter lo decidido en la sentencia T-153 de 1998.
418 Corte Constitucional, sentencia T-851 de 2004 (MP Manuel Jos Cepeda Espinosa). Dijo la
Corte en aquella ocasin: para la Sala no cabe duda sobre la vulneracin de los derechos
constitucionales fundamentales de las personas que se encuentran privadas de la libertad en el
Departamento de Vaups, tanto en el calabozo del Comando de Polica de Mit, como en la Crcel
Municipal de Mit si bien en este ltimo centro las condiciones de reclusin no son lesivas de los
derechos fundamentales en el mismo grado que las condiciones de reclusin del Comando de
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449 Corte Constitucional, sentencia T-1030 de 2003 (MP Clara Ins Vargas Hernndez); para la
Corte, tener que baarse con agua fra a las cinco y cuarto de la maana (5:15 am) no es en s un
trato contrario a la dignidad humana, Sin embargo, la medida se torna desproporcionada, y por
ende, contraria a la Constitucin, si se le aplica a un interno que, [por ejemplo] bajo estricta
prescripcin mdica, no deba tomar esos baos de agua helada a esa hora o durante algunos das.
En este caso, primar el derecho a la salud sobre el fin legtimo perseguido con la medida. As
pues, cuando se presenten estas circunstancias [como esas], las directivas del penal debern
inaplicar la regla contenida en el reglamento interno y hacer primar el derecho fundamental a la
salud.
450 Corte Constitucional, sentencia T-1030 de 2003 (MP Clara Ins Vargas Hernndez); se
resolvi, entre otras cosas, confirmar el fallo de segunda instancia, segn el cual, las directivas del
centro de reclusin deben entregarle a los internos, de manera peridica, los elementos de aseo
establecidos en el reglamento interno.
451 Por ejemplo, en su texto Crceles, cielo o infierno, Jos Luis Mayorga presenta el siguiente
relato, producto de vivencias en la Crcel Modelo de Bogot: [] El da que ingres a la crcel
modelo de Bogot en calidad de sindicado llegaron de las diferentes estaciones de Bogot cuarenta
personas ms, aqu empez el tratamiento penitenciario, lo primero que hacen es ingresarnos en un
saln apestoso, de cuatro metros por tres metros, en l encontramos dos baos, de los cuales uno
est tapado y lleno de excremento, lo cual genera un olor repugnante, all nos tienen desde las ocho
de la maana hasta las siete de la noche, cuando nos conducen a los patios asignados, ste saln
recibe irnicamente el nombre de bnker. Durante nuestra estada en este lugar, viene un interno
que redime pena en calidad de peluquero, vamos pasando uno a uno mientras l, con una mquina
desdentada nos pasa la cuchilla nmero uno, es decir todos quedamos cabezas rapadas, esta tarea se
realiza sin la menor norma de higiene, no se limpia la mquina entre cada corte y teniendo en
cuenta que dentro del personal que llega como reo, se encuentran algunos que viven en las calles
bogotanas como indigentes y su cabello no ha sido lavado y mucho menos cortado durante meses,
pronto se vern las infecciones en el cuero cabelludo. MAYORGA G. Jos Luis (2011) Crceles,
cielo o infierno. Historias de vida. Agencia de Reporteros Sin Fronteras. Avellaneda, Bogot, 2011.
452 Corte Constitucional, sentencia T-222 de 1993 (MP. Jorge Arango Meja). Desde esta sentencia
se reconoci que si bien podan existir limitaciones razonables, las visitas conyugales [] hacen
parte del derecho a la intimidad y al respeto de la dignidad humana, como uno de los principios
rectores del Estado social de derecho []. No se impartieron rdenes en el caso concreto por
considerar que eran una situacin superada.
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453 Corte Constitucional, sentencia T-718 de 2013 (MP. Manuel Jos Cepeda Espinosa); se
resolvi, entre otras cosas, ordenar a los Directores de los centros de reclusin disear un plan para
garantizar el goce efectivo del derecho a las visitas ntimas. Ver tambin la sentencia T-795 de 2006
(MP Clara Ins Vargas Hernndez).
454 Corte Constitucional, sentencia T-474 de 2012 (MP. Mara Victoria Calle Correa); en este caso
la Corte resolvi tutelar el derecho de la accionante, recluida en prisin (Establecimiento
Penitenciario y Carcelario El Pedregal de Medelln) a ejercer su derecho a la visita ntima con su
pareja, tambin recluido en prisin (su esposo se encontraba en el Establecimiento Penitenciario y
Carcelario de Yaruma), bajo condiciones de periodicidad, intimidad, salubridad y seguridad, de
acuerdo con las normas de seguridad y disciplina establecidas en el Reglamento del Rgimen
Interno del centro de reclusin donde se realice la visita ntima.
455 Corte Constitucional, sentencia T-265 de 2011 (MP. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub); en este
caso se decidi que la sancin [de prohibicin de ingreso] permanente impuesta a la esposa del
accionante, siendo ste un hombre que, aunque tiene sus derechos restringidos por estar en prisin,
slo los puede ver limitados conforme a criterios de proporcionalidad y razonabilidad, vulnera sus
derechos fundamentales a la intimidad y a la familia.
456 Corte Constitucional, sentencia T-269 de 2002 (MP. Marco Gerardo Monroy Cabra). En este
caso se consider que los criterios establecidos se cumplan y que, por tanto, era razonable la
limitacin impuesta en la penitenciaria de Valledupar. Esta decisin fue reiterada, entre otras, en la
sentencia Corte Constitucional, sentencia T-1030 de 2003 (MP Clara Ins Vargas Hernndez), as:
[] la Corte dej sentado que un examen sobre el reglamento interno de un centro de reclusin en
lo que concierne a las visitas ntimas deba tomar en consideracin, en su conjunto, los siguientes
aspectos: (i) las visitas ntimas se encuentran vinculadas con los derechos la intimidad y la salud
en conexidad con la vida, el libre desarrollo de la personalidad y la proteccin integral de la
familia; (ii) la capacidad del centro de reclusin; (iii) el nmero actual de internos; (iv) la
existencia o no de infraestructura adecuada para recibirlas; (v) el derecho que todos los internos
tienen a recibir visitas ntimas y (vi) la duracin de las mismas.
457 Corte Constitucional, sentencia T-269 de 2002 (MP. Marco Gerardo Monroy Cabra). La Corte
dijo al respecto: Si bien se aducen motivos de seguridad para que esto sea as, la Sala estima
necesario ordenar a los funcionarios de la penitenciara que se realicen las adecuaciones logsticas
necesarias para que la accionante y su compaero ingresen de manera simultnea al cubculo
pudiendo aprovechar as el tiempo completo de su visita y, de esta manera, disminuir los obstculos
para el ejercicio del derecho.
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adecuada administracin de justicia en casos en los cuales resulte imposible o en exceso riesgoso
- el traslado de la persona privada de la libertad a la sede del juzgado respectivo.
495 Corte Constitucional, sentencia T-966 de 2000 (MP. Eduardo Cifuentes Muoz), esta decisin
fue reiterada, entre otras, en las sentencias T-1047 de 2003 (MP. Marco Gerardo Monroy Cabra) y
T-311 de 2011 (MP Juan Carlos Henao Prez).
496 Corte Constitucional, sentencia T-1212 de 2003 (MP. Manuel Jos Cepeda Espinosa). En este
caso se decidi que dejar de apelar una sentencia condenatoria no implica, de por s, tener una
defensa tcnica que desconozca el debido proceso y el derecho de defensa. No obstante, se
consider que era necesario asegurar los derechos del accionante. Se dijo al respecto: [] la Corte
considera que, en este caso particular, el derecho a la defensa tcnica del sindicado es protegido de
una manera ms efectiva si la Defensora del Pueblo, en concordancia con la manifestado por dicha
entidad, designa un defensor pblico que (i) estudie si durante el proceso penal referido no le fue
desconocido el derecho al debido proceso, (ii) ejerza su defensa tcnica durante la ejecucin de su
condena, (iii) interponga los recursos o acciones judiciales que considere pertinentes, despus de
analizar el proceso penal en su conjunto, as como la situacin actual del condenado, y (iv), adopte
las dems decisiones que estime adecuadas. Por lo tanto, para estos efectos, la accin de tutela ser
concedida.
497 Corte Constitucional, sentencia T-753 de 2005 (MP. Jaime Arajo Rentera).
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(i) Existencia de un plan. El primer y obvio lmite que puede violar el Estado
es no contar con un plan con un programa. El contenido de un derecho
fundamental que sea de carcter programtico el contenido mnimo que tiene
es, justamente, la existencia de un programa. Si el Estado no cuenta con
planes o programas orientados a garantizar progresivamente las facetas
prestacionales de los derechos fundamentales, no puede garantizar su goce
efectivo en ese momento, ni podr hacerlo ms adelante. Por eso, para la
jurisprudencia, [es] lo mnimo que debe hacer quien tiene la obligacin de
garantizar la prestacin invocada. Se desconoce entonces la dimensin
positiva de un derecho fundamental en sus implicaciones programticas,
cuando ni siquiera se cuenta con un plan que conduzca, gradual pero seria y
sostenidamente a garantizarlo y protegerlo.514 El carcter progresivo de una
obligacin constitucional implica lmites a la posibilidad de exigir su
cumplimiento judicialmente de forma inmediata; pero en modo alguno es un
permiso para dejar de actuar, para la inaccin y la parlisis estatal, al menos
se ha de contar un programa. 515 No obstante, es obvio que contar con un plan
no es suficiente; como la Corte Constitucional lo ha manifestado una poltica
pblica no es el conjunto de promesas y de directrices que una autoridad
pblica formula en un texto.516 Una poltica pblica es el conjunto de
acciones y omisiones de una autoridad, encaminadas a resolver un problema
pblico.
(ii) Publicidad. El plan con que se cuente debe estar al alcance de todas
las personas, en especial de aquellas que tienen en juego el respeto, la
proteccin y la garanta de sus derechos fundamentales. En tal sentido, el plan
o los planes con que cuente el Estado deben estar escritos y deben poder
conocerse. Por supuesto, la publicidad de la Administracin y de sus actos,
cubre no solamente el plan o el programa en el cual se estructure la poltica,
sino todos sus actos y decisiones posteriores.
(iii) Tiempos de progreso. El plan que exista y est escrito ha de estar
514 Corte Constitucional, sentencia T-595 de 2002 (MP Manuel Jos Cepeda Espinosa).
515 Por ejemplo: Corte Constitucional, sentencias T-153 de 1998 (MP Eduardo Cifuentes Muoz)
y T-595 de 2002 (MP Manuel Jos Cepeda Espinosa); en ambos casos se orden disear planes y
programas orientados a garantizar el goce efectivo de los derechos cuya proteccin se reclam.
516 Corte Constitucional, sentencia T-113 de 2009 (MP Clara Elena Reales Gutirrez); en este caso
se dijo al respecto: La poltica pblica que ha formulado el Ejrcito Nacional en sus documentos
oficiales es sensible a los derechos de los pueblos indgenas y es respetuosa de la Constitucin
Poltica vigente y del orden pluritnico y multicultural que ella contempla. Pero una poltica
pblica no es el conjunto de promesas y de directrices que una autoridad pblica formula en un
texto. Una poltica pblica la constituye el conjunto de acciones y omisiones de una autoridad sobre
una cuestin. En tal sentido, la poltica del Ejrcito Nacional en materia de reclutamiento de
poblaciones indgenas no la constituye un texto o un documento, sin importar cul sea este, sino lo
que en la realidad hace y deja de hacer la institucin castrense a travs de sus distintos miembros,
en materia de reclutamiento de jvenes indgenas. De hecho, la poltica pblica formulada en los
textos oficiales del Ministerio de Defensa aportados al proceso y que actualmente se est
comenzando a implementar, busca cambiar y reorientar la poltica pblica que al respecto vena
implementando la administracin pblica. Se trata pues, de una dimensin prestacional de un
derecho fundamental de libertad. []
Esta es una de las nociones clsicas de poltica pblica; ver al respecto: DUNN, William (1994):
Public policy Analysis: An Introduction, New Jersey, Prentice Hall, 1994.
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los derechos de las personas en esta situacin, deben existir, deben estar
disponibles. El acceso a los bienes y servicios de los cuales dependen tales
derechos deben ser accesibles, no deben existir barreras u obstculos que
impidan a quien est prisin poder demandarlos, poder acceder a ellos. En
especial, no se deben imponer barreras de carcter econmico. Los bienes y
servicios, adems, deben ser aceptables, tienen que contar con condiciones de
calidad que permita asegurar, efectivamente, el goce efectivo de los derechos.
Y, finalmente, los bienes y servicios que aseguren un mnimo vital en
dignidad deben ser tambin adaptables a todas las personas, en especial a
aquellas que requieren una especial proteccin dada su particular situacin de
vulnerabilidad (sufrir una grave enfermedad, por ejemplo) o porque son
sujetes de especial proteccin constitucional, asunto que se abordar
posteriormente.
8.2.8. El Sistema penitenciario y carcelario debe ser sostenible; los costos de
encarcelar la libertad
8.2.8.1. El Sistema penitenciario y carcelario es insostenible, por la dimensin
que tiene. La poltica criminal ha llevado a que se haga un uso excesivo del
derecho penal y, por tanto, de la crcel. Hasta el punto de que es insostenible
por los costos que supone, en mltiples dimensiones.
(i) Elementos de la poltica criminal. La poltica criminal consta de tres
(3) elementos centrales, como lo ha resaltado la Comisin designada por el
Gobierno Nacional para enfrentar el problema carcelario. El primero de ellos
es la poltica penal, entendida como la decisin democrtica de establecer
cules son aquellas conductas que merecen un reproche penal, as como el
grado del mismo. El segundo es la poltica de investigacin y procesamiento
del delito. Las actuaciones de los estamentos y autoridades encargadas de
investigar la comisin de aquellos actos que han sido considerados
delincuenciales, as como su enjuiciamiento y procesamiento. Finalmente, el
tercer elemento es la poltica penitenciaria y carcelaria, esto es, el
cumplimiento de la sancin impuesta por el legislador a aquellos delitos que
fueron investigados y juzgados por las autoridades correspondientes. 599 La
poltica criminal debe tener en cuenta que el castigo penal es una herramienta
de control social extremadamente costosa. En trminos de derechos de la
persona condenada y en trminos sociales, en especial del grupo familiar
cercano. Pero tambin en trminos econmicos, puesto que la apropiacin de
los recursos materiales y humanos para poder perseguir y condenar los delitos
y, luego, para poder mantener privadas de la libertad a aquellas personas que
hayan sido legtimamente condenadas son altsimos.
(ii) Costo sobre los derechos. El principal costo del castigo y la sancin
penal, es el impacto que la privacin de la libertad tiene sobre los derechos
fundamentales de la personas sancionada, as sea en condiciones dignas y
599 Ver al respecto: COMISIN ASESORA DE POLTICA CRIMINAL. Informe final. Diagnstico y
propuesta de lineamientos de poltica criminal para el Estado colombiano. Bogot, 2012.
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respetuosas de sus derechos. Existen graves actos criminales que, sin duda,
ameritan la imposicin de sanciones tan drsticas como la privacin de la
libertad, pero el Legislador de un estado social y democrtico de derecho debe
promover, en principio, la libertad. Es por ello, entre otras razones, que el
castigo penal debe ser la ltima ratio, el ltimo argumento en contra de un
acto que vulnera los derechos. Afectar la libertad de una persona conlleva
afectar su salud, su integridad, restringir sus capacidades de educacin, de
recreacin o de trabajo. Pero tambin tiene un impacto sobre su ncleo
familiar y social, en especial, en el goce efectivo de los derechos de las
personas que estn a su cargo, como hijos, hijas, o personas de la tercera edad.
El orden constitucional vigente contempla la crcel como una de las
herramientas con las que cuenta el Estado para enfrentar graves violaciones
de la ley. Pero es deber del Estado asegurarse de que en realidad se trata de
graves violaciones que justifique las restricciones y cargas que el castigo
penal le impone a las personas.
Pero sin duda el mayor costo en trminos de derechos que representa el actual
estado de cosas del Sistema penitenciario y carcelario, es con relacin a los
derechos fundamentales de las personas que han sido vctimas de crmenes o
que podrn serlo. Si la crcel es la herramienta ms importante para enfrentar
al crimen, y se encuentra en un estado de crisis tal, que no pude cumplir sus
ms bsicas funciones, quiere decir que la sociedad ha quedado sin una
herramienta til para enfrentar, justamente, las ms graves violaciones a los
derechos. La crcel, que como se dijo, es llamada hace ya muchos aos la
universidad del crimen, propicia el fenmeno denominado contaminacin
criminal. Quien no sabe, aprende; quien sabe, aprende ms y, en cualquier
caso, se adquieren nuevos y mejores contactos. El costo en trminos de
derechos fundamentales para la sociedad en general es, por tanto, altsimo.
Personas que mediante sanciones alternativas hubieran podido regresar al
seno de una sociedad que los perdonara, padecen dramticas experiencias que
pueden acabar con sus vidas e impedir, ah s, toda posibilidad de volver a
vivir integrados a cabalidad en una sociedad libre y democrtica. Ncleos
familiares que hubiesen podido desarrollarse normalmente, se quiebran
dolorosamente, con los costos que ello implica para personas vulnerables
como los nios y las nias.
Cuando el Estado propicia o permite la deshumanizacin y la
indignidad de algunas de las personas, compromete la defensa del principio de
la dignidad, en s mismo considerado, y, de esta forma, la dignidad de todas y
cada una de las personas. Cuando se acepta que la dignidad de una persona
puede ser dejada de lado, se da un paso hacia el abandono del respeto de la
dignidad de cualquier persona.
Ahora bien, mientras las autoridades carcelarias y penitenciarias logran
implementar planes y programas que aseguren el goce efectivo del derecho,
los derechos fundamentales de las personas privadas de la libertad suelen
asumir los costos que ya se reconocieron como inconstitucionales. Se trata de
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que no era otro el trato que iban a recibir. Esta posicin podra argumentar,
adems, que no se trata de falta de humanidad o de no querer tratar bien a las
personas privadas de la libertad. Simplemente es una cruda realidad, si no
existe dinero para atender a todos los nios y nias en situacin de
vulnerabilidad, se podra aducir, cmo destinar esos recursos las personas
privadas de la libertad por haber atentado en contra de otras personas? Esta
terrible posicin, objetable desde los fundamentos ticos y jurdicos de la
Constitucin que lamentablemente ha sido sostenida por jueces de tutela
para justificar negar solicitudes a personas que enfrentan graves violaciones a
sus derechos en prisin,600 desconoce, para empezar, que muchas de las
personas privadas de la libertad son inocentes, y esperan que se declare
judicialmente esa situacin. Pero esta posicin tambin parte de un
presupuesto falso en materia de costos. Como se dijo, tratar bien a las
personas en prisin es un costo que ha de asumirse al ingresar al
establecimiento, estableciendo los planes y programas administrativos que
correspondan para asegurar el mnimo vital en dignidad durante la
permanencia en prisin, o a la salida de sta, cuando la persona demande al
Estado por los daos y los perjuicios que haya sufrido durante el encierro.
As, el Estado termina pagando los daos que produjeron las enfermedades
sufridas en prisin a causa del mal estado de los baos, pero tambin, los
daos a la salud por las agresiones fsicas cometidas por otros prisioneros, que
el Estado un fue capaz de controlar, a pesar de tratarse de personas en
condiciones de encierro. No se trata de un asunto menor. De acuerdo con la
Agencia Nacional para la Defensa Jurdica del Estado, junto a las acciones de
responsabilidad por los daos que han sufrido las personas con ocasin del
conflicto armado (en especial miembros de la fuerza pblica), ocupa un lugar
destacado las acciones de responsabilidad estatal por daos sufridos durante la
privacin de la libertad. De hecho, ha sido uno de los asuntos que ha ocupado
a la Agencia.601
La jurisprudencia contencioso administrativa ha sido clara en sostener
que en el contexto del Sistema penitenciario y carcelario, la responsabilidad
del Estado es objetiva, teniendo en cuenta que estas personas se encuentran
bajo la vigilancia y custodia del Estado y que, por razn del encarcelamiento,
no estn en capacidad plena de repeler por s mismos las agresiones o ataques
perpetrados por los agentes estatales, por otros reclusos o por terceros
particulares.602 As, por ejemplo, se ha condenado al estado al Estado a
600 En una de las sentencias acumuladas al presente proceso, una de las sentencias alega que no
puede quejarse el estar en la crcel en las condiciones en que est, porque fueron los propios actos
del accionante los que lo condujeron a esa situacin.
601 Agencia Nacional de Defensa Jurdica del Estado. Privacin injusta de la libertad: entre el
derecho penal y el derecho administrativo, Mayo 2013.
602 As lo decidi el Consejo de Estado, Seccin Tercera, en sentencia del 11 de agosto de 2010
(exp. 18886; CP Mauricio Fajardo Gmez). No obstante, el Consejo de Estado ha reiterado esta
posicin indicado que sin perjuicio de la decisin de la Sala Plena de la Seccin Tercera, segn la
cual no debe privilegiarse un nico ttulo de imputacin a aplicar a eventos que guarden ciertas
semejanzas fcticas entre s, ya que este puede variar en funcin de las circunstancias particulares
acreditadas dentro del proceso y los parmetros o criterios jurdicos que el juez estime relevantes
dentro del marco de su argumentacin. Ver al respecto Consejo de Estado, Seccin Tercera, Sala
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indemnizar a los familiares de una persona que fue asesinada en la crcel con
un arma que el INPEC no control, bien sea un arma blanca, 603 o una de
fuego.604 Se ha encontrado responsable al Estado de la muerte de personas
asesinadas mientras se encontraban privadas de la libertad, incluso cuando se
ha demostrado que estas haban participado en una ria, pero era claro, a la
vez, se haba fallado en las condiciones de seguridad. 605 Tampoco exime de
responsabilidad que los hechos ocurridos sean confusos y no se pueda
establecer claramente lo ocurrido, ms all de la muerte en la prisin. 606 Los
costos que el Estado ha tenido que asumir por cuenta del estado de cosas del
Sistema penitenciario y carcelario no son nicamente por los daos causados
Plena, sentencia de 19 de abril de 2012 (exp. 21515; CP Hernn Andrade Rincn), reiterada en la
sentencia de 23 de agosto de 2012 (exp. 23219; CP Hernn Andrade Rincn).
603 Ver por ejemplo: Consejo de Estado, Seccin Tercera, sentencia de 10 de septiembre de 1993
(CP Julio Csar Uribe Acosta; Exps. 7947 y 8211). En este caso la persona se encontraba en la
crcel de Bellavista. Consejo de Estado, Seccin Tercera, sentencia de mayo 3 de 2007 (CP Ramiro
Saavedra Becerra); Rad. 25000-23-26-000-1997-05080-01 (21511). La persona se encontraba
recluida en la crcel modelo.
604 Ver por ejemplo: Consejo de Estado, Seccin Tercera (CP Ricardo Hoyos Duque; AV Mara
Elena Giraldo Gmez, Ramiro Saavedra Becerra; SPV Germn Rodrguez Villamizar) Rad. 6800123-15-000-1994-0301-01 (14950)DM. Consejo de Estado, Seccin Tercera, Subseccin B,
Sentencia del 30 de enero de 2013 (CP Stella Conto Daz del Castillo) [Rad. 25000-23-26-0002000-00325-01(26158)]. Dijo el Consejo de Estado: se conoce que la vctima se encontraba
privada de la libertad, razn por la cual le corresponda al Estado y, en concreto, a la entidad
demandada (INPEC), garantizar su vida e integridad fsica, pues resulta claro que, en virtud de la
reclusin al seor Contreras Castro se encontraba en situacin de indefensin y vulnerabilidad
manifiesta que le impeda tomar medidas para salvaguardar su vida, siendo la obligacin del Estado
adoptarlas y como lo debido no ocurri, se declarar la responsabilidad de la demandada por su
muerte y se dispondrn las indemnizaciones correspondientes..
605 Consejo de Estado, Seccin Tercera, Subseccin C, sentencia de 27 de febrero de 2013 (CP
Olga Mlida Valle de La Hoz) Rad. 25000-23-26-000-2001-00794-01(26157). En el caso se dijo:
La apoderada del INPEC descorri el traslado para alegar de conclusin, mediante memorial en el
cual expuso como argumento de defensa que estaba demostrado que el interno era un peligroso
delincuente detenido por Homicidio y en el protocolo de necropsia se afirma que perteneca a una
pandilla y al parecer hubo un enfrentamiento, por ello el occiso dio positivo para la prueba de
absorcin atmica, lo que demuestra que manipul y accion un arma de fuego. Adems afirma
que se sabe que en las crceles existen bandas y las muertes se presentan por los enfrentamientos
entre ellos ya que debido al hacinamiento y a las condiciones de los centros penitenciarios es
imposible que se pueda garantizar la seguridad de cada uno de los reclusos, mxime cuando ellos
infringen el reglamento al poseer armas y otros elementos con los cuales pueden lesionar la
integridad de los otros reclusos y se genera un alto riesgo, que no todas las veces puede ser
controlado por la guardia. Dijo el Consejo de Estado al respecto: Al respecto debe resaltarse que
no se conocen las circunstancias que rodearon la muerte de los reclusos y mucho menos cules
fueron las causas de ellas, ya que en el informe rendido por los agentes que estaban de guardia ese
da y que fueron luego ratificados en declaraciones vertidas en el proceso penal, los funcionarios
coincidieron en que unos sujetos encapuchados los amenazaron con armas de fuego para quitarles
las llaves del pabelln, entraron al sitio y dispararon contra varios reclusos dejando 5 muertos y dos
heridos. || Por otra parte, en el sub lite, el resultado positivo del examen de absorcin atmica o de
residuos de plvora, es la nica prueba que indica la participacin de la vctima en los hechos, y se
contrapone al resto de los elementos probatorios obrantes en el plenario, que sealan la existencia
de un ataque con arma de fuego perpetrado por internos contra algunos de sus compaeros, sin que
se hayan logrado establecer su autora, motivacin, o las circunstancias especficas de las muertes.
606 Consejo de Estado, Seccin Tercera, sentencia de 21 de febrero de 2011 (CP Jaime Orlando
Santofimio Gamboa) Rad. 25000-23-26-000-1999-01645-01(19725). Dijo la sentencia: La
responsabilidad en el caso concreto. Si bien no se cuenta con testimonio, informe o documento en
el que se establezca las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que se produjo la muerte de Real
Martnez, la Sala encuentra de la valoracin conjunta del acervo probatorio y lo manifestado por las
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capacidad de asumir y pagar los costos de la Poltica. Debe ser sensible a los
sujetos de especial proteccin constitucional que vean sus derechos
fundamentales comprometidos por el Sistema penitenciario y carcelario. El
Estado debe contar con una organizacin institucional que permita disear,
adoptar, implementar y evaluar la poltica criminal y carcelaria. El Sistema
debe contar con informacin adecuada, suficiente y veraz, que circule con
transparencia, propiciando la participacin y la deliberacin democrtica.
Estos parmetros mnimos que debe tener una poltica criminal y carcelaria,
son desconocidos por la poltica al respecto que existe actualmente. Si bien
existen avances importantes que las diferentes evaluaciones y diagnsticos del
Sistema reconocen, no logran superar los problemas estructurales del mismo,
ni corregir los defectos de la poltica penitenciaria y carcelaria en particular,
ni la de la poltica criminal en general.
8.2.12.2. El estado actual del Sistema penitenciario y carcelario sigue
demostrando que el problema de las crceles sigue sin ocupar el lugar
destacado en la agenda pblica que se merece, como se dijo en 1998:
[] el problema de las crceles y de las condiciones de vida
dentro de ellas no ocupa un lugar destacado dentro de la agenda
poltica. A pesar de que desde hace dcadas se conoce que la
infraestructura carcelaria es inadecuada, que los derechos de los
reclusos se vulneran, que los penales no cumplen con su funcin
primordial de resocializacin y que los centros carcelarios del
pas rebosan de sindicados no se observa una actitud diligente de
los organismos polticos del Estado con miras a poner remedio a
esta situacin.
La actitud de los gestores de las polticas pblicas frente al
problema de las crceles obedece a la lgica del principio de las
mayoras, que gobierna los regmenes democrticos. Los
reclusos son personas marginadas por la sociedad. El mismo
hecho de que sean confinados en establecimientos especiales,
difcilmente accesibles, hace grfica la condicin de
extraamiento de los presos. En estas condiciones, los penados
no constituyen un grupo de presin que pueda hacer or su voz.
Por eso, sus demandas y dolencias se pierden entre el conjunto
de necesidades que agobian las sociedades subdesarrolladas,
como la colombiana. || La racionalidad constitucional es
diferente de la de las mayoras. Los derechos fundamentales son
precisamente una limitacin al principio de las mayoras, con el
nimo de garantizar los derechos de las minoras y de los
individuos. [].646
El juez constitucional est obligado a proteger el goce efectivo de los
646 Corte Constitucional, sentencia T-153 de 1998 (MP Eduardo Cifuentes Muoz).
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656 Por ejemplo, tal es el caso de aquellas acciones de tutela que son presentadas por varias
personas que se encuentran ms o menos en la misma situacin, pero que se dirigen a diversas y
distintas entidades y que plantean variaciones fcticas de la misma cuestin.
657 En la sentencia T-693 de 2007 (MP Manuel Jos Cepeda Espinosa), la Corte tutel los
derechos de las personas privadas de la libertad en la crcel de Valledupar ms all de lo alegado en
la accin de tutela, debido a que la Defensora del Pueblo haba puesto en conocimiento de la Corte
otras violaciones. Se dijo que Si bien estos hechos no fueron objeto de la demanda de tutela, ellos
no pueden ser ignorados por la Sala de Revisin. Por un lado, porque la presencia de moscas, el
incumplimiento de la periodicidad en las fumigaciones y la ausencia de agua constituyen una
amenaza para la salud de los internos. Por el otro, porque la Sala de Revisin no puede ser
indiferente ante el incumplimiento de una sentencia dictada dentro de una accin popular. Adems,
porque todos los hechos mencionados estn relacionados directamente con la dignidad de los
reclusos. Y, finalmente, porque desde la sentencia T-153 de 1998, en la que se declar la existencia
de un estado de cosas inconstitucional en los centros de reclusin del pas, se estableci que los
reclusos se encuentran en un estado de especial vulnerabilidad, razn por la cual es necesario que la
justicia constitucional intervenga especialmente para lograr la proteccin de sus derechos.
658 Corte Constitucional, sentencia T-146 de 2010 (MP Mara Victoria Calle Correa); en este caso
se estudi, entre otras cosas, la aplicacin del principio iura novit curia por parte del juez de tutela.
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del tipo de acto criminal del que se trate, y las condiciones de comisin del
mismo. Deber tener en cuenta el caso concreto de la persona de que se trate;
su condicin subjetiva, sus antecedentes, su historial; su situacin presente y
el comportamiento general; el grado de cumplimiento de la condena o el
tiempo de espera en condicin de sindicado, por ejemplo. Pero se debe tomar
la decisin a la luz de la poltica criminal y el contexto en que es adoptada. La
poltica criminal y penitenciaria en la que se enmarca la decisin de
excarcelacin deber tener en cuenta, por tanto, no slo el acto criminal de
que se trate y la condicin de la persona sindicada o condenada, sino el lugar
que la persecucin de tales actos ocupa dentro de la poltica criminal vigente.
Concretamente, una poltica de excarcelacin debe tener en cuenta las
decisiones que en materia de priorizacin frente a la persecucin del delito se
hayan adoptado en la poltica legislativa y pblica, criminal y carcelaria. Pero
adems, deber tenerse en cuenta cul es el contexto en el cual se toma la
decisin. As, por ejemplo, es diferente decidir la excarcelacin de una
persona con algn grado de peligrosidad, cuando el resto de personas que se
encuentran recluidas tienen un grado de peligrosidad mayor, a cuando el resto
de personas son claramente menos peligrosas. Adems, tomar la decisin
considerando el contexto, impide que se cometan injusticias y
discriminaciones estructurales. Por ejemplo, no sera justo ordenar la
excarcelacin de una persona que se encuentra recluida al lado de personas
que son sujetos de especial proteccin constitucional y desde hace ms tiempo
estn solicitando ser excarcelados. Finalmente, en cualquier caso, una
decisin de excarcelacin debe tomarse dentro de las reglas, los principios y
las competencias establecidas dentro del orden constitucional y legal vigente.
Esto es, las decisiones de excarcelacin deben fundarse en la proteccin del
orden constitucional vigente, en especial de su carta de derechos, y de las
decisiones que, en democracia, se han adoptado a travs del proceso de
configuracin legislativa.
Hoy en da, las decisiones de los jueces de ejecucin de penas y medidas de
seguridad, deben incorporar dentro de sus valoraciones, todas las dimensiones
que estn en juego en un determinado problema jurdico. No pueden aplicar la
ley en el vaco, sin tener en cuenta las condiciones materiales y reales de sus
decisiones. Por ejemplo, cuando un Juez considera si detiene o no
preventivamente a una persona, para garantizar la seguridad y proteccin de la
sociedad, no puede dejar desconocer si su decisin, efectivamente, est
garantizando esa finalidad. Muchos de los jueces participan en los procesos de
accin de tutela, para indicar que ellos son testigos, de primera mano, del
estado de cosas contrario a la Constitucin Poltica en el que se encuentra el
Sistema penitenciario y carcelario colombiano, y crceles concretas y
especficas como la Modelo de Bogot o Bellavista en Medelln.
En un estado de cosas contrario al orden constitucional vigente, como el que
atraviesa actualmente el Sistema penitenciario y carcelario, las personas no
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existe una accin de tutela acumulada para ser resuelta. La Sala considera
que, tal como lo decidi el juez de tutela de primera instancia, los derechos
invocados por el accionante le estaban siendo claramente violados y
amenazados por la institucin de reclusin.
9.2.1.1. Accin de tutela y solicitud
El seor Pedro Antonio Sandoval present accin de tutela contra el INPEC y
contra el Complejo Carcelario y Penitenciario Metropolitano de Ccuta,
COCUC, por considerar que al menos cuatro de sus derechos fundamentales
estaban siendo claramente vulnerados, a saber, los derechos (i) a la dignidad
humana, (ii) a no ser sometido a tortura ni a tratos crueles e inhumanos, (iii)
al agua y (iv) a la salubridad; debido a las precarias condiciones en que se le
mantiene: sin acceso continuo y suficiente al agua, sin sistemas sanitarios
higinicos, respetuosos de la privacidad, y en condiciones de hacinamiento a
altas temperaturas. El accionante haba informado que desde su ingreso al
penal haba estado encerrado [] 14 horas diarias con 3 personas ms, en
un espacio de 9 m2, soportando altas temperaturas por falta de ventilacin,
orinando en tarros y defecando en bolsas, que posteriormente deben ser
tiradas a la parte de atrs de las celdas con las consecuencias devenidas de
tanta suciedad en el medio. Todo esto debido a que slo nos ponen el agua
media hora en la tarde y media hora en la maana mientras estamos
encerrados en la celda nos encierran a las 11pm y nos sacan a las 6 am de
mltiples formas; hemos intentado que la direccin de este penal y del
INPEC general tome medidas para que se pare prontamente esta violacin y
nuestros derechos fundamentales y lo nico que obtenemos son respuestas
evasivas [].660 Solicit que se adopten las medidas adecuadas y necesarias
para asegurar las condiciones mnimas de salubridad y respetar su dignidad
como seres humanos, adecuando las instalaciones hdricas de las celdas.
9.2.1.2. Decisiones judiciales de instancia
El Juez 7 Civil del Circuito de Ccuta, adelant las diligencias judiciales
correspondientes, que le permitieron constatar con funcionarios pblicos de la
salud, la Defensora del Pueblo y la Personera Municipal, que las precarias
condiciones alegadas por los internos eran ciertas. Especialmente por las
condiciones de hacinamiento, los servicios sanitarios eran claramente
insuficientes, se encontraron en franco deterioro y, prima facie, se perciban
como de dudosa calidad e higiene.661 Exista, adems, evidencia de plagas e
insectos peligrosos para la salud.662 El juez resolvi tutelar los derechos
invocados por el accionante, las condiciones de insalubridad e higiene bsicas
a las que se les somete a las personas privadas de la libertad en el Complejo
660 Expediente, folio 3 [salvo que se indique otro cuaderno, los folios a los que se hace referencia
pertenecen al cuaderno principal].
661 Ver una referencia a las conclusiones alcanzadas en las visitas al Establecimiento en el primer
captulo del Segundo Anexo a la presente sentencia.
662 Informe presentado por funcionarios tcnicos de salud. Ver al respecto, el primer captulo del
Segundo Anexo a la presente sentencia.
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sus funciones, adopten las medias que correspondan para asegurar el goce
efectivo de los derechos invocados por el accionante, y las dems personas
recluidas en condiciones similares. No obstante se complementarn las
medidas adoptadas por el juez de instancia, para asegurar el cumplimiento
efectivo de su orden as: (1) si no se han adoptado an las medidas
recomendadas por las autoridades de control, tal como lo orden el juez de
primera instancia y lo esperaba el juez de segunda instancia, se debern
tomar las medidas adecuadas, necesarias y suficientes, a partir de las cuarenta
y ocho (48) horas siguientes a la notificacin de la presente sentencia, para
asegurar su implementacin. En cualquier caso, como se trata de actuaciones
que deban estar ya en curso, las mismas debern estar concluidas a ms
tardar antes de dos (2) meses, luego de notificada la presente sentencia. De no
poder concluirse en ese tiempo, deber indicarse al Juez de tutela de primera
instancia y a esta Sala de Revisin (i) por qu no se puede cumplir dentro de
ese trmino y (ii) establecer una fecha en que la que se habr concluido. (2)
En caso de que las autoridades no hayan realizado ninguna accin de mejora y
sigan manteniendo las condiciones que originaron el reclamo del accionante,
se debern tomar acciones inmediatas para mitigar el impacto de la afectacin
a los derechos, mientras se supera definitivamente el problema de acceso al
agua y salubridad e higiene detectados. Las medidas de choque que se
adopten para mitigar de forma inmediata el impacto sobre los derechos
debern ser comunicadas al juez de primera instancia, a las instancias de
control correspondiente y a esta Sala de Revisin, en el trmino de la
distancia. (3) Se ordenar a las entidades de control respectivas que han
acompaado el proceso, volver a visitar el centro de reclusin y verificar las
condiciones en que se encuentra, antes de dos semanas despus de haber sido
notificado la presente sentencia. En caso de que existan medidas que no se
hayan adoptado, o nuevas condiciones de afectacin a los derechos tutelados,
las autoridades debern informarlo al juez de primera instancia y a esta Sala
de Revisin, dentro de los cinco das siguientes despus a que la visita se
realice, adjuntando las recomendaciones que, en consecuencia, se deban
implementar. Se deber verificar el estado de la alimentacin, la dotacin de
alimentacin (platos, cubiertos, vaso, etc.) y el respeto, la proteccin y la
garanta de los derechos fundamentales de las personas privadas de la libertad,
tal como han sido recogidos de la jurisprudencia en la presente sentencia. Si
es necesario dar recomendaciones al respecto se dar y se debern tramitar.
(4) La Sala reconoce la competencia del juez de primera instancia para
adelantar, de la mano con los auxiliares y colaboradores de la justicia, el
cumplimiento de las rdenes impartidas, no obstante, se reserva la posibilidad
de asumir el seguimiento al cumplimiento de alguna de stas. Por tanto, ser
el juez de instancia el llamado, en principio, a establecer que se haya
alcanzado un nivel alto, o al menos medio, de cumplimiento de las
obligaciones constitucionales en cuestin. Adicionalmente, (5) se ordenar al
Consejo Superior de Poltica Criminal, a travs del Ministro de Justicia y del
Derecho, que verifique las medidas adoptadas en el Complejo Carcelario y
Penitenciario Metropolitano de Ccuta, COCUC, a raz de la presente accin
de tutela, y asegure que stas guardan relacin y se enmarcan dentro de las
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recibir tales utensilios 1.076 internos. Por tal motivo, la Defensora del
Pueblo seala que se vio obligada a recurrir a un incidente de desacato contra
el Establecimiento penitenciario, buscando hacer efectivo el cumplimiento de
las rdenes judiciales impartidas.683
(iv) Conclusin. La Defensora del Pueblo constat que s se han
tomado muchas de las medidas orientadas a mejorar la infraestructura del
Establecimiento penitenciario y carcelario, pero no han logrado su objetivo
ltimo: el goce efectivo de los derechos fundamentales de la poblacin
carcelaria.684
9.2.2.2. Accin de tutela y solicitud
La primera y principal queja presentada por los setenta y uno (71)
accionantes, se refiere a las violaciones al derecho al agua, reforzado para
personas como ellos que se encuentran en relacin de sujecin, dependiendo
del Estado. Denuncian las malas condiciones de la infraestructura y de la
administracin que conllevan restriccin de servicios bsicos como la salud,
el agua y el saneamiento bsico;685 lo cual se complementa con un psimo
683 Dijo la Defensora del Pueblo al respecto: As las cosas, es importante recordar que en
anteriores informes enviados a esa Corporacin por la Defensora del Pueblo y en desarrollo de la
vigilancia al cumplimiento de la sentencia T-693 de 2007, proferida por la Corte Constitucional, la
Defensora del Pueblo en fecha 17 de octubre de 2008, present ante el Tribunal Administrativo de
Valledupar incidente de desacato del fallo de accin popular, por los siguientes hechos: que el
tanque construido por el INPEC, equivale a una cuarta parte de los que se debi construir, por lo
tanto loa necesidad sigue sin solucin, por haberse actuado en forma irresponsable frente a lo
ordenado en el ordinal tercero de la sentencia del Tribunal, circunstancia sta que constituye
desacato al referido fallo.
684 Concluye as la comunicacin remitida a la Corte: Por todo lo anotado anteriormente se
puede concluir que aunque se han implementado todas las obras de infraestructura por la
gobernacin del Departamento del Cesar y que EMDUPAR adelant todas las diligencias necesaria
para entregar las 4 pulgadas de agua en la puerta del establecimiento Penitenciario y Carcelario de
Alta y Mediana Seguridad de Valledupar, esto no se ha traducido en beneficio alguno para los
internos que supere la prolongada situacin que desde el 2001 padece la poblacin carcelaria por la
falta del suministro de agua, elemento vital para todo ser humano. Todo lo anterior, porque como
los mismos funcionarios del INPEC lo comunican a travs de sus escritos, siguen los
racionamientos. || La Defensora del Pueblo continuar con el seguimiento a la sentencia de tutela
referida anteriormente. La Defensora del Pueblo acompao su comunicacin del 5 de septiembre
de 2012 con copia de 118 folios que dan cuenta del seguimiento adelantado por esa dependencia
del Estado.
685 Dice la accin de tutela al respecto: El establecimiento de Valledupar presenta una falla
estructural desde su construccin que hace que el suministro de agua sea insuficiente y de mala
calidad. Su prestacin se da en horarios establecidos por la guardia y por perodos de entre 10 a 15
minutos diarios. Cuando llega, no lo hace a la totalidad del penal, slo a los primeros pisos y su
prestacin no est garantizada en muchas celdas, duchas y depsitos sanitarios, lo que obliga a los
detenidos a almacenar agua en improvisados depsitos y subirlos a sus celdas. Con frecuencia el
servicio se suspende por varios das e incluso semanas. Esto trae como consecuencia el
desmejoramiento de las condiciones de asea y salubridad del penal en general. || Como
consecuencia de la falta de agua, se presenta un alto nivel de contaminacin ambiental: las bateras
sanitarias no pueden ser usadas, las tuberas expiden malos olores, los servicios sanitarios se
encuentran sucios y en psimo estado. La limpieza de los baos y de las zonas de reparto de
alimentos es deficiente y los lugares carecen de una infraestructura apropiada, lo que genera focos
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existen seas de que pueden estarse dando malos tratos por parte de la
Guardia. (i) La Direccin del Establecimiento no afirma categricamente que
no se estn dando algunos de los malos tratos reclamados; lo que advierte es
que las denuncias se han tramitado correctamente; (ii) el nmero de
denuncias formales presentadas es significativo, as como de protestas
pidiendo el cierre de la crcel; (iii) la relacin de sujecin de las personas
privadas de la libertad, que restringe las posibilidades de presentar libre y
completamente las afectaciones a la integridad personal y al derecho a no ser
torturado; y (iv) la existencia de un rgimen disciplinario ms severo, que
podra propiciar severas restricciones o limitaciones.
En tal medida, la Sala considera que no existe evidencia de violaciones o
amenazas a los derechos de los accionantes, y de las personas del
Establecimiento de La Tramaca, en general, que deban ser objeto de tutela.
Sin embargo, dado el estado de cosas contrario al orden constitucional vigente
en que se encuentra el Sistema penitenciario y carcelario y a los aspectos de
riesgo antes mencionados, la Sala adoptar medidas de proteccin que sirva
para verificar la situacin y corregirla si hay problemas o preservarla en ese
estado, si tales inconvenientes no existen. Tal como lo ha sealado la
jurisprudencia constitucional, dar un trato distinto y ms severo a las personas
sometidas a pabellones de alta seguridad, no es discriminatorio, en principio,
por cuanto existen condiciones objetivas y razonables que permiten establecer
reglas y restricciones de encierro diferentes, adecuadas a su especial situacin
y grado de peligrosidad. Por supuesto, esto no quiere decir que cualquier
trato diferente en materia disciplinaria est justificado y, en todo caso, bajo
ninguna circunstancia se puede someter a las personas a tratos inhumanos,
crueles o degradantes, o afecte un derecho fundamental como, por ejemplo, la
libertad de reunin con el abogado defensor, que asegure y garantice el goce
efectivo del derecho a la defensa.
9.2.2.2.3. Solicitud de cierre del Establecimiento; regla de equilibrio
decreciente.
Ahora bien, los accionantes solicitaron la proteccin de sus derechos a una
vida digna, a no ser sometidos a tratos crueles, inhumanos y degradantes, a la
salud, a la integridad fsica y psquica, as como a la resocializacin en
especial, a la participacin de la familia en el proceso y al derecho a la
protesta pacfica. A su juicio, la nica manera de lograr esa proteccin
efectiva es ordenando el cierre de la crcel. Como se indic, el
Establecimiento ya ha sido objeto de control y rdenes judiciales en el
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que comnmente hace parte del almuerzo, es un alimento que sabe que no
puede consumir porque sabe que normalmente produce vmito y diarrea a los
internos. Quienes tienen dinero compran alimentos; quienes no prefieren
pasar hambre antes de enfermarse, en especial, teniendo en cuenta las
condiciones de prestacin del servicio de salud.
(v) Afectacin a la salud y acceso al agua. Para la accin de tutela, las
condiciones de alimentacin, de higiene, sumadas al mal servicio mdico que
se les presta, constituyen un conjunto de graves violaciones a su derecho
fundamental a la salud. Mientras el accionante ha estado en la crcel, se han
presentado epidemias (de influenza y paperas), que dieron lugar a jornadas de
vacunacin. No se han dado revisiones ni exmenes de salud a las personas
privadas de la libertad en la Crcel.
El acceso del agua, adems de lo dicho acerca de los baos, est
restringido, es escaza y, adems, de mala calidad. En el pasillo 14, donde est
el accionante, el agua es suministrada en horas de la maana, nicamente
entre las 3:00 am y las 4:30 am. El accionante se ve obligado a baarse con
agua fra a esas horas, por un tiempo aproximado de 30 segundos, teniendo
que soportar las bajas temperaturas que se presentan a esa hora. Adems, se
alega [] durante este tiempo de la maana los internos se ven forzados a
recolectar el agua necesaria para abastecerse el resto del da. En dos
canecas grandes recolectan el agua que necesitan para bajar los inodoros,
limpiar los baos, los pasillos, lavar la ropa y los platos de los 164 internos
que habitan el pasillo 14. Entre las 5 y las 6 de la tarde vuelven a tener acceso
al agua, pero la presin es muy baja, razn por la cual casi ni llega al cuarto
piso. Esta escasez, sostiene la tutela impide [] lavar adecuadamente su
ropa, y limpiar apropiadamente los pasillos y las celdas que habitan.
Producto de lo anterior, los pasillos, el patio y las cobijas de los internos
permanecen sucios, produciendo fuertes olores. Adems de ser poca en
cantidad, es mala en calidad, presenta problemas de salubridad y calidad, pues
no es potable. Es sedimentada, tiene un aspecto amarillo y, las personas
recluidas se han enfermado al consumirla. Para hervirla, usan peligrosos
cables y resistencias que meten en una olla. Adems las alcantarillas estn
tapadas. Los internos usan herramientas para destaparlas, pero hace un
tiempo, ya no lo logran ms. El contenido de las caeras se ha estado
devolviendo.
(vi) Ausencia de recreacin. Finalmente, la accin de tutela sostiene
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del pas (su familia estn en Bogot, su esposa est en recluida en la crcel del
Buen Pastor en Bogot y sus dos nios estn con ella). 706 Adems, supondra
limitar su derecho a la defensa, pues se le aleja del lugar en el cual se llevan a
cabo las actuaciones de su proceso, tal como lo ha indicado la Comisin
Interamericana de Derechos Humanos.707 Segundo, se alega que no hay lugar
a traslado porque las situaciones que configuran los tratos crueles, inhumanos
o degradantes son de carcter sistemtico y generalizado en el sistema
carcelario colombiano. Las autoridades carcelarias y las cifras de las
entidades oficiales y de control, demuestran la situacin denunciada
masivamente por las personas privadas de la libertad, sus familiares y
allegados y mltiples sectores de la sociedad. Se afirma, a partir de los
diagnsticos existentes, que el hacinamiento es un problema creciente y en
aumento. Adems, se sabe que no puede ser contenido por las medidas con las
que actualmente se le pretende enfrentar. La accin de tutela reconoce los
lmites de sus afirmaciones, debido a la escasa y contradictoria informacin
con que se cuenta, pero es claro que la situacin tiende a agravarse con
celeridad. De hecho, se alega que las nuevas edificaciones incurren en
problemas estructurales que son cuestionables, por promover desde su diseo,
condiciones degradantes y contrarias a la dignidad humana. 708 En este
contexto de problemas estructurales, indic la tutela, el colapso del sistema de
salud de las crceles y penitenciarias ocupa un lugar especial, as como las
condiciones de higiene y salubridad. El tercer argumento, consiste en sealar
que la nueva cultura penitenciaria ha promovido una serie de reglamentos y
parmetros disciplinarios contrarios al respeto de la dignidad humana y
derechos fundamentales en general. Tal como se dijo, desde su diseo y
construccin misma. En cuarto lugar, la funcin preventiva, que lo obliga a
706 Se dice al respecto: A pesar de haber nacido en la ciudad de Medelln, desde hace 17 aos el
[accionante] se estableci en Bogot en donde form una vida y una familia. [] tiene dos hijos
menores de 6 y 7 aos, por quienes responde de acuerdo a lo que puede conseguir. Puesto que el
seor [] fue capturado junto con su compaera, actualmente ella se encuentra recluida en la
crcel el buen pastor, tambin en Bogot.
707 Se hace referencia al informe sobre los derechos humanos de las personas privadas de la
libertad en las Amricas, OEA, del 31 de diciembre de 2011, elaborado por la Comisin (CIDH).
708 Dice la accin de tutela: adems del hacinamiento que sigue siendo muy grave a pesar de la
construccin del ERON, en las nuevas instalaciones de la Crcel Picota, a pesar de ser tan
recientes, se presentan graves problemas de luz, ventilacin, frio y acceso a zonas de recreacin. Y
que, de ser trasladado a ese centro de reclusin, el seor Ortiz Agudelo se vera igualmente
sometido a soportar tratos crueles, inhumanos y degradantes. || Uno de los mayores problemas del
ERON de La Picota son la ventilacin y el acceso a luz natural que, por s mismos, constituyen
igualmente un trato cruel, inhumano y degradante. Al respecto, la regla 11 de las Reglas mnimas
para el tratamiento de los reclusos resalta la importancia de tener un acceso adecuado a la luz
natural y ventilacin, que permita a los reclusos realizar sus actividades. [] Adicionalmente,
estos problemas de iluminacin y ventilacin, aadidos a que la estructura est construida en
material de concreto, han generado serios problemas de fro. Tanto los internos como los guardias
han reconocido que al interior del ERON, a pesar de ser una construccin nueva, se siente mucho
fro durante todo el da [] particularmente, en las noches y en la madrugada [].
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concede la ley.720
[ii] Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, INPEC. El INPEC
tambin particip en los dos procesos para decir que no era su responsabilidad
lo que ocurra. En el marco del primer proceso de accin de tutela, la Jefe de
Oficina Asesora Jurdica del INPEC sostuvo que de acuerdo a la ley (artculo
38, Ley 906 de 2004721 y artculo 14 del Cdigo Penitenciario y Carcelario,
Ley 65 de 1993), corresponde al Gobierno Nacional por conducto del INPEC,
la ejecucin de la pena privativa de la libertad impuesta a travs de una
sentencia penal condenatoria, el control de las medidas de aseguramiento,
del mecanismo de seguridad electrnica y de la ejecucin del trabajo social
no remunerado, esto es, se sostiene, que el INPEC ejecuta las rdenes
judiciales que en tal sentido se profieran, pero en ningn momento dispone en
dnde debe cumplirse la sancin condenatoria o medida de aseguramiento. ||
Sobre el particular queda claro que, los competentes para satisfacer las
necesidades en cuanto la detencin domiciliaria, se encuentra en cabeza del
Despacho Judicial en Conocimiento. Resultando la falta de legitimidad en la
causa por la pasiva respecto de la Direccin General del INPEC. En el
segundo proceso de accin de tutela contra la Crcel Modelo de Bogot, el
INPEC tambin solicit al juez que los desvinculara, [] que su
pronunciamiento sea dirigido a la falta de legitimidad por pasiva. Las
decisiones de excarcelar a alguien, no le corresponden.722
[iii] Presidencia de la Repblica de Colombia. Frente a la segunda accin de
tutela, mediante apoderada, la Presidencia solicit ser desvinculada del
proceso por inexistencia de legitimacin en la causa por pasiva o, en su
720 Intervencin del Ministerio de Justicia y del Derecho, Expediente T-3647294, folios 112 a 122.
Expediente T-3554145, folios 102 a 106.
721 La norma en cuestin fue reproducida por la intervencin del INPEC as: as: Artculo 38.
De los jueces de ejecucin de penas y medidas de seguridad conocen: 1. De las decisiones
necesarias para que las sentencias ejecutoriadas que impongan sanciones penales se cumplan. || 2.
De la acumulacin jurdica de penas en caso de varias sentencias condenatorias proferidas en
procesos distintos contra la misma persona. || 3. Sobre la libertad condicional y su revocatoria. ||
4. De lo relacionado con la rebaja de la pena y redencin de pena por trabajo, estudio o enseanza.
|| 5. De la aprobacin previa de las propuestas que formulen las autoridades penitenciarias o de las
solicitudes de reconocimiento de beneficios administrativos que supongan una modificacin en las
condiciones de cumplimiento de la condena o una reduccin del tiempo de privacin efectiva de
libertad. || 6. De la verificacin del lugar y condiciones en que se deba cumplir la pena o la medida
de seguridad. Asimismo, del control para exigir los correctivos o imponerlos si se desatienden, y la
forma como se cumplen las medidas de seguridad impuestas a los inimputables [].
722 A juicio del INPEC, [] los competentes para satisfacer las necesidades en cuanto a la
detencin domiciliaria [segn el Cdigo Penitenciario y Carcelario], se encuentra en cabeza del
despacho judicial de conocimiento. Resultando la falta de legitimidad en la causa por pasiva
respecto de la Direccin General del INPEC. Intervencin del INPEC, Expediente T-3647294,
folios 123 a 124.
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accin presentada por el seor Ortiz Agudelo, el juez de primera instancia (la
Sala Penal del Tribunal Superior de Bogot), resolvi tutelar los derechos del
accionante. La Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de
Bogot, resolvi tutelar los derechos a la dignidad humana, a la vida digna y a
la salud, del accionante, en sentencia de junio trece (13) de dos mil doce
(2012).731 Teniendo en cuenta la jurisprudencia constitucional en la materia,
los hechos alegados y las respuestas de las entidades acusadas, resulta
evidente la flagrante vulneracin por parte del INPEC de los derechos y
garantas fundamentales del accionante. La Sala del Tribunal dijo: [los
derechos invocados] deben ser protegidos de forma inmediata,
independientemente de los programas que se desarrollan para el
mejoramiento de nuestro sistema carcelario y que debe estar adelantando el
Ministerio de Justicia en conjunto con los otros organismos encargados de
esa misin. Neg la solicitud de excarcelacin, por ser un asunto regulado
constitucional y legalmente en cabeza de otros jueces diferentes al juez de
tutela, pero consider que s era pertinente adoptar otras medidas, no slo
orientadas a la proteccin del accionante, sino en general de la poblacin
carcelaria de la Modelo.732 Dijo la sentencia: [] la vulneracin y amenaza
constante, masiva y reiterada de los derechos fundamentales de los internos
recluidos en el Establecimiento Penitenciario y Carcelario, La Modelo,
resulta ostensible, por lo que sta Corporacin no puede pasar inadvertido
que no es el seor Ortiz Agudelo el nico afectado con dichas situaciones,
sino que en las mismas condiciones se encuentran cientos de ciudadanos, que
sin importar el motivo por el que se encuentran all, acorde con las
disposiciones sobre derechos humanos ratificadas por Colombia, merecen un
trato digno, humano y garantista de sus derechos por parte del Estado, como
una caracterstica fundante del estado social de derecho que pregona nuestra
Nacin.
La Sala del Tribunal resolvi impartir una serie de rdenes complejas
para asegurar la proteccin de los derechos fundamentales. Orden al
Gobierno Nacional, representado por el Ministerio de Justicia, al INPEC y al
Director del Establecimiento Carcelario La Modelo, que en un plazo de
quince (15) das, implementaran conjuntamente todas las medidas necesarias
731 Tribunal Superior de Bogot, Sala Penal, sentencia de junio 13 de 2012 (MP Dagoberto
Hernndez Pea) Rad 110012204000201201504 00. Expediente T-3554145, folios 107 a 125.
732 Dijo la sentencia al respecto: en relacin con las pretensiones concretas del accionante cabe
precisar que la relativa a la excarcelacin no es procedente en este evento, debido a que tal
determinacin nicamente se da por unas causales taxativas y el competente para decretarla es el
juez penal correspondiente, de lo contrario, el juez de tutela excedera la rbita de sus facultades,
en tanto que slo puede pronunciarse respecto de la afectacin de los derechos fundamentales de
las personas.
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los internos agua potable en la cantidad y frecuencia por ellos requerida; [ii]
que los alimentos que se proporcionen estn en ptimas condiciones de
conservacin, preparacin y nutricin; [iii] que el sistema sanitario del penal,
las tuberas de desage, baos y duchas, ser reparado y ampliado de manera
que baje la proporcin de usuarios para cada uno de esos servicios,
igualmente debern entregar a los reclusos una dotacin de implementos de
aseo mensualmente. [iv] El servicio mdico debe estar disponible en el
momento que se necesite y deben contar con medicinas, equipos y personal
idneos para los requerimientos de la poblacin carcelaria. [v] El servicio de
aseo e higiene de las instalaciones debe ampliarse en procura de evitar
enfermedades, contagios e infecciones a causa de las plagas que la suciedad
genera. [vi] En relacin con las camas y las celdas debern por lo menos
entregar a cada preso, especialmente a quienes no tienen celda para su
descanso, una dotacin de colchn, cobija, sbana y almohada, que permita
un mejor descanso en un espacio adecuado para ese propsito. [vii]
Igualmente, deber acoger las recomendaciones que le hiciera la Secretaria de
Salud Distrital frente al tema de salubridad de los comedores, lo que hasta
ahora no ha efectuado y por lo que an continan clausurados, debiendo
dentro del mismo plazo de un mes, reabrirlos en las condiciones fijadas por
dicho organismo.
[viii] Finalmente, deber procurar la creacin de
actividades ldicas y recreativas, donde pueda haber participacin de todos
los detenidos, ya sea mediante destrezas fsicas o mentales.
(2) Si en cumplimiento de las rdenes que fueron impartidas, no se han
desarrollado planes de choque y de emergencia que aseguren los contenidos
mnimos ms bsicos, estos debern ser adoptados dentro de las cuarenta y
ocho (48) horas siguientes. Estos planes de emergencia no podrn suplantar ni
remplazar a las medidas y acciones de mediano y largo plazo que necesaria y
obligatoriamente tambin se deben adoptar. Dentro de quince (15) das
contados a partir de la notificacin de la presenten sentencia, el Director de la
Crcel Modelo de Bogot, en conjunto con la Direccin General del INPEC y
el Gobierno Nacional, debern remitir un informe al Juez de primera instancia
(la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogot), con copia para esta Sala de
Revisin, para la Procuradura General de la Nacin y para Defensora del
Pueblo, en el que se referencie de manera detallada: (i) cul fue el plan de
choque y emergencia diseado para garantizar los contenidos ms bsicos de
los derechos fundamentales; (ii) cmo se han venido implementando de
forma concreta y especfica; y (iii) cul ha sido el resultado en trminos de
goce efectivo del derecho, verificable y constatable. En caso de que los
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presenten sentencia.
(3) El Gobierno Nacional, a travs del Ministerio de Justicia y del
Derecho, junto con el INPEC y la Direccin de las autoridades de la Crcel
Modelo debern aplicar las reglas de equilibrio decreciente y de equilibrio, en
los trminos indicados en la parte motiva de la presente sentencia (ver
apartado 9.2.7.2.1. de las consideraciones de la presente sentencia), para
asegurar la disminucin del hacinamiento y la no repeticin de ese estado de
cosas. (4) Los seores Mesa Rosero y Ortiz Agudelo debern ser valorados
mdicamente, si an no se ha hecho, en el trmino de cuarenta y ocho (48)
horas contadas a partir de la notificacin de la presente sentencia. Acto
seguido, se debern tomar las medidas adecuadas y necesarias para garantizar
el acceso a los servicios de salud que se requieran con necesidad. El INPEC,
el Gobierno Nacional a travs de su Ministerio de Justicia y del Derecho y
la Direccin de la Crcel Modelo de Bogot, respondern solidariamente por
el cumplimiento de esta orden. (5) La Direccin de la Crcel Modelo de
Bogot, junto con el INPEC debern, adoptar las medidas adecuadas y
necesarias para implementar una brigada jurdica que permita a las
autoridades judiciales correspondientes, de acuerdo con sus competencias,
tomar las decisiones que correspondan, para conceder la mayor cantidad de
solicitudes de libertad que, segn el orden jurdico vigente, deban ser
reconocidas. (6) En cualquier caso, si dentro de tres aos contados a partir de
la notificacin de la presente sentencia, no se han adoptado las medidas
adecuadas y necesarias que adecuen la Crcel Modelo de Bogot para que
deje der ser estructuralmente, en su diseo y en su funcionamiento, contraria a
la dignidad humana y a los derechos fundamentales de las personas privadas
de la libertad, la Crcel deber ser cerrada definitivamente. En tales
circunstancias, el Estado, a travs del Consejo Superior de Poltica Criminal.
(7) La Direccin de la Crcel Modelo de Bogot deber informar al juez de
primera instancia, a esta Sala de Revisin y a la Defensora del Pueblo, dos
meses despus de notificada la presente sentencia, acerca de cul es el estado
concreto y especfico en que se encuentran los accionantes y mostrara que sus
condiciones materiales ya no son irrespetuosas de su dignidad y de sus
derechos fundamentales. (8) Por ltimo, la Sala reconocer la competencia
del juez de primera instancia para hacer cumplir las rdenes relacionadas con
la Crcel Modelo de Bogot, pero se reserva el derecho de asumir
excepcionalmente la competencia para verificar el cumplimiento de alguna de
las rdenes impartidas.
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9.2.4.2.2. Respuesta judicial: El nueve (9) de agosto de dos mil doce (2012),
la Sala de Decisin Constitucional del Tribunal Superior de Medelln, resolvi
tutelar el derecho a la dignidad del seor Vctor Alonso Vera.758 Para la Sala
del Tribunal, vistos los hechos alegados nunca negados por las entidades
vinculadas al proceso, y en cambio s reconocidos por estas, [] en
entender [del Tribunal] ninguna duda surge respecto a las condiciones
infrahumanas en que se encuentra preso el accionante. || As pues,
ineludible resulta aceptar que al seor Vctor Alonso Vera, se le est
vulnerando el derecho fundamental a la dignidad humana, lo que fue
aceptado tcitamente en los pronunciamientos expuestos por los
demandados, quienes se limitaron a argir incompetencia frente al fenmeno
he hacinamiento que aqueja al accionante, pero cuidndose de referir
directamente a la situacin de miseria que est viviendo el sentenciado y las
constantes molestias que debe soportar en el bao donde debe dormir; en fin,
nada se plante al respecto tendiente a corroborar o desmentir las
afirmaciones del actor, y mientras tanto se contina con la vulneracin de su
derecho fundamental a la dignidad humana. Indic el Tribunal que si bien
desde la sentencia T-153 de 1998 constat un estado de cosas inconstitucional
en las crceles de Colombia, sta se mantiene, como lo ha sostenido la Corte
Suprema de Justicia en sentencia de veintisiete (27) de marzo de dos mil doce
(2012). En consecuencia, orden que en el plazo improrrogable de un (1)
mes, de conformidad con sus competencias, definan un plan de trabajo a fin
de que, en el plazo perentorio de dos (2) aos, en caso de remodelaciones o
ampliaciones, o de tres (3), si se trata de obra nueva, amplen el cupo
penitenciario del Establecimiento Penitenciario de Mediana Seguridad y
Carcelario, Bellavista EPMSC y reubiquen al accionante en estos nuevos
espacios, segn las consideraciones expuestas en esta decisin. Mientras
dicha solucin se materializa, el seor Director Establecimiento Penitenciario
de Mediana Seguridad y Carcelario, Bellavista EPMSC le brindar
condiciones dignas de internacin al seor accionante. No obstante, aclar el
Tribunal Superior que las soluciones estructurales no pueden dar lugar a que
no se tome una medida de proteccin individual, por eso dijo que []
mientras dicha solucin definitiva se materializa, es necesario que al interno
Vctor Alonso Vera se le modifiquen las condiciones de reclusin, para lo
cual se dispondr que el seor Director del Establecimiento Penitenciario de
amenaza seriamente con sobrepasar la seguridad y la estabilidad del reclusorio, sin dejar de lado el
progresivo nivel de descontento por parte de la poblacin detenida, empeorada adems porque el
nmero de los funcionarios para atender tal demanda, paradjicamente, ha disminuido. Agudiza lo
anterior, el cierre temporal que soporta el pabelln de comunes de la Penitenciaria de Itag y que
impide la destinacin hacia all de detenidos. Por todas estas razones, le ruego dar instrucciones a
los jueces penales y los fiscales tendientes a trasladar a los detenidos actuales y futuros hacia el
ERON PDREGAL con el nico fin de aliviar el crecimiento casi geomtrico de esta poblacin en la
Crcel Bellavista y evitar otros potenciales e inminente perjuicios, como fugas o amotinamientos.
Igualmente le solicito se agende una reunin con los jueces de penas fiscales y jueces de control de
garantas con el propsito de sensibilizar la problemtica con la profundidad y urgencia que
demanda. Expediente T-3645480, folio 54.
758 Tribunal Superior de Medelln, Sala de Tutela, sentencia del 9 de agosto de 2012 (MP Pio
Nicols Jaramillo Marn). Vctor Alonso Vera contra la Crcel Bellavista de Medelln y otros.
Expediente T-3645480, folios 88 a 95.
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conjunta y dentro del mbito de sus competencias, en asocio con los Alcaldes de los Municipios de
Bello y Medelln, la Gobernacin del Departamento de Antioquia y la Secretara Seccional de
Salud y Proteccin Social de Antioquia, adopten las medidas administrativas y presupuestales
necesarias para: (1) Garantizar la adecuacin de la infraestructura del EPMSC BELLAVISTA,
[] || (2) Adoptar, en un plazo de 6 meses, contados a partir de la notificacin de esta
providencia, un Plan de Manejo Ambiental y Sanitario General para el EPMSC BELLAVISTA,
[] || (3) Garantizar condiciones de reclusin acordes con las Reglas Mnimas para el
Tratamiento de los Reclusos []. Tribunal Superior de Medelln, Sala Sexta de Decisin Laboral,
sentencia de junio 17, 2013 (MP Ana Mara Zapata Prez).
763 Las rdenes adoptadas al respecto fueron: Al Presidente de la Repblica, en su calidad de
Jefe del Gobierno y Suprema Autoridad Administrativa, al Ministerio de Justicia y del Derecho, al
Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, a la Unidad de Servicios Penitenciarios SPC- al
Ministerio de Salud y Proteccin Social, ala EPS CAPRECOM y al Director del Establecimiento
Carcelario, que de manera conjunta y dentro del mbito de sus competencias, en asocio con la
Superintendencia Nacional de Salud y la Secretara Seccional de Salud y Proteccin Social de
Antioquia, adopten las medidas administrativas y presupuestales necesarias para: (1) Garantizar la
adecuacin de la infraestructura del rea de Sanidad del establecimiento carcelario; [] || (2)
Garantizar la recuperacin de la salud de los internos durante el tiempo en que se ejecuten las obras
derivadas del Plan de Gestin y Mejoramiento Integral y de Residuos Hospitalarios de toda el rea
de Sanidad. [] || (3) Garantizar condiciones de reclusin acordes con las Reglas Mnimas para el
Tratamiento de los Reclusos en materia de salud y que en el rea de Sanidad se implemente la
dotacin estructural asistencial y tecnolgica asistencial especfica, para una adecuada prestacin
de los servicios de salud en cada rea. [] || Garantizar la continuidad en la prestacin de los
servicios de salud de los internos del EPMSC BELLAVISTA. Tribunal Superior de Medelln, Sala
Sexta de Decisin Laboral, sentencia de junio 17, 2013 (MP Ana Mara Zapata Prez).
764 Dijo la sentencia al respecto: TERCERA: Habindose constatado la existencia de mltiples
omisiones e irregularidades por la EPS CAPRECOM y por LA CLNICA DEL NORTE y dems
IPS y ESE que se han negado a recibir a los internos del EPMCS BELLAVISTA para brindar la
atencin inicial de urgencias con el argumento de que no se encuentra vigente el convenio con
CAPRECOM, se [] exhort a la Secretara Seccional de Salud y a Proteccin Social de
Antioquia para que tomarn acciones al respecto, dentro de sus competencias legales y
reglamentarias, as como a la Superintendencia Nacional de Salud para lo de su competencia.
Tribunal Superior de Medelln, Sala Sexta de Decisin Laboral, sentencia de junio 17, 2013 (MP
Ana Mara Zapata Prez).
765 Dijo la sentencia al respecto: CUARTA: Habindose constatado durante el trmite de este
proceso, que en los meses de enero y junio de 2013, fallecieron los internos JOHAN ANDRS
OSPINA (6 de enero), HECTOR MARIO RUIZ RICO (16 de enero) , JHONATAN STEVEN
RENDON ZAPATA (8 de febrero), FRANCISCO ERNESTO MARTINEZ MONTOYA ( 16 de
mayo), JUAN ALBERTO MONTOYA AGUDELO (13 de abril), ARGIRO DE JESUS ARANGO
GONZALEZ (10 de abril de 2013), ADRIAN SNEIDER ANGEL GOMEZ (8 de abril de 2013),
JOAQUIN ALEJANDRO MEDINA VILLEGAS (2 de abril de 2013) y JORGE WILLIAM
GAVIRIA (19 de marzo de 2013) y partiendo de las siguientes premisas: i) Que las muertes al
parecer tuvieron como causa el agravamiento de su estado de salud y se presentan en un contexto
similar; ii) En tanto su investigacin fue asignada a fiscales distintos; iii)En atencin a la gravedad
de estos hechos y en aras de garantizar una investigacin integral, oportuna y que permita
esclarecer la verdad de lo ocurrido dentro del marco del estado de cosas inconstitucional que en la
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Director del INPEC para que se tomen las medidas correspondientes. 783 El
Juez Primero de Ejecucin de Penas y Medidas de Seguridad, Hctor Martn
Rodrguez, competente de la vigilancia de la segunda accin de tutela
(Expediente T-3759881), solicit que se declare que ese Juzgado no ha
violado los derechos del accionante.784 El Juez Primero de Ejecucin de Penas
y Medidas de Seguridad, Hctor Martn Rodrguez, competente de la
vigilancia del caso del seor Jhon Jairo Cifuentes U.L., solicit que se declare
que ese Juzgado no ha violado los derechos del accionante.785
Direccin de la Crcel San Isidro de Popayn. El Director de la Crcel, TC
(r) Gonzalo Alberto Barriga Flechas, participo en el proceso de la referencia
para solicitar desvincular a esta direccin puesto que la problemtica del
estado inconstitucional en las crceles de Colombia no es a causa de las
direcciones locales de los establecimientos carcelarios, para este caso
Popayn. Esta situacin trasciende a polticas del Estado.786 Con relacin al
centro carcelario, el Director del mismo dijo,
que con la misma busca se tomen medidas para descongestionar el Establecimiento Penitenciario,
ante lo cual estos despachos judiciales no son competentes para tomar dichas decisiones, pues la
competencia primordial es la de vigilar la ejecucin de la pena de los condenados, no pudiendo
ordenar traslados a otros establecimientos, pues esa funcin radica en el INPEC.
783 Dijo al respecto: Es importante anotar que este Juez es consciente de la situacin
penitenciaria que se est viviendo actualmente en el pas, pues es de pblico conocimiento el
hacinamiento que se vive en las crceles de Colombia, no obstante, no podemos tomar medida a
motu proprio con el fin de descongestionar las crceles o algo similar, puesto que dichas acciones
debe ser adoptadas por el poder legislativo al expedir leyes tendientes a mejorar la situacin
carcelaria, las cuales s pueden ser aplicadas por los Juzgados de Ejecucin de Penas. ||
Resaltamos que en varias oportunidades se ha oficiado al Director Nacional y Regional de INPEC,
poniendo en conocimiento el hacinamiento que presentan los centros carcelarios del Cauca,
relacionando los cupos de cada establecimiento y el nuevo efectivo de detenidos que tienen
actualmente, donde se evidencia el sobrecupo, lo que ha sido constatado personalmente en las
visitas carcelarias, pero no se ha obtenido respuesta de parte de las autoridades del INPEC.
784 Expediente T-3759881, folios 70 y 71. Sustent su posicin as: [] a este despacho
correspondi por reparto conocer del proceso [] correspondiente al seor Omar Rolando Herrera
Nastacuas, quien result condenado por el Juzgado 001 Penal Especializado del Circuito de Pasto,
Nario, mediante sentencia de 28 de junio de 2011, por el delito de homicidio agravado y debe
descontar la pena de quinientos veinte meses (520) de prisin, no le fue concedido el beneficio de
la suspensin condicional de la ejecucin de la pena. Hechos acaecidos el 4 de febrero de 2009.
785 Expediente T-3759882, folio 57. Sustent su posicin as: [] a este despacho correspondi
por reparto conocer del proceso [] para ejecutar la pena de ciento veintids (122) meses, quince
(15) das y nueve (9) horas de prisin impuesta en contra del seor Jhon Jairo Cifuentes U.L., por
el Juzgado Primero Penal del Circuito Especializado de Popayn, Cauca, mediante sentencia de
fecha 29 de septiembre de 2009, por el delito de terrorismo en concurso con rebelin, no le fue
concedido el beneficio de la suspensin condicional de la ejecucin de la pena, por hecho acaecidos
el 16 de octubre de 2007. || Por auto de sustanciacin N 855 del 9 de junio de 2011, este despacho
avoca el conocimiento del proceso y gira la boleta de encarcelacin N 227 ante el seor Director
del Centro Penitenciario de esta ciudad. || Se han decidido las siguientes peticiones. || - solicitud
de informacin elevada el 16 de agosto de 2012, se decide mediante sustanciatorio N 553 del 22
de agosto de 2012. || - derecho de peticin elevado el 17 de septiembre de 2012, se decide
mediante sustanciatorio N 616 del 20 de septiembre de 2012. || - redencin de pena elevada el 21
de septiembre de 2012, se decide mediante sustanciatorio N 983 del 25 de septiembre de 2012. ||
En cuanto al fundamento de la accin de tutela interpuesta por el interno-accionante, este despacho
considera que no se le ha vulnerado derecho fundamental alguno. As las cosas, le solicito
respetuosamente se nos desvincule de la misma.
786 Expediente T-375561, folios 34 a 40.
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(vii) Derechos de la Guardia. Esta tutela tiene una variacin con relacin a las
dems. El Defensor Regional considera que los derechos de la Guardia estn
igualmente violentados y amenazados por el estado de cosas en que se
encuentra el Sistema penitenciario y carcelario. Por ello, se invoca la
proteccin de los derechos fundamentales de estos funcionarios a los que les
corresponde cumplir tareas heroicas en condiciones de precariedad, escasez y
ausencia de polticas criminales y carcelarias coherentes. En tal medida, se
sugiere que antes que ser quienes violan los derechos de las personas
recluidas en prisin, muchos de los miembros de la Guardia son personas que
se encuentran en situaciones similares; afectados por el hacinamiento
creciente y la falta de polticas pblicas adecuadas, coherentes y sostenibles.
La tutela alega, por tanto, que parte de los obstculos y las barreras que
existen para poder asegurar el goce efectivo del derecho de las personas
recluidas, se encuentra en la desproteccin de los derechos fundamentales de
la Guardia. Concretamente, las condiciones de hacinamiento y de indignidad
por tener que soportar, por ejemplo, condiciones climticas extremas, y tener
que cumplir tan complejas y delicadas funciones con muy poco personal. El
nmero de funcionarios, se afirma, claramente no permite atender la
demanda, creciente y en condiciones de hacinamiento.817
9.2.6.1.2. Fundamentos y solicitud. La accin de tutela fund su reclamo en
los derechos consagrados en la Constitucin Poltica, el Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Polticos, en la Convencin Americana sobre Derechos
Humanos, en el Pacto Internacional de Derechos Econmicos, Sociales y
Culturales, en el Protocolo de San Salvador Adicional a la Convencin
Americana, en el Conjunto de Principios para la proteccin de todas las
personas sometidas a cualquier forma de detencin o presin, en las reglas
mnimas para el tratamiento de los reclusos y en la jurisprudencia nacional.
La accin de tutela aport una denuncia pblica presentada por la Asociacin
Sindical Unitaria de Trabajadores Pblicos del Sistema Penitenciario y
Carcelario, UTP, al Procurador Provincial, a la Personera Municipal y al
Defensor del Pueblo, para dar a conocer la grave crisis que aqueja al
Establecimiento Penitenciario de Barrancabermeja.818
817 Dijo al respecto: Con relacin a la situacin que deben padecer los miembros de custodia y
vigilancia, se pudo constatar que padecen un total hacinamiento que se agrava por las psimas
condiciones en los servicios de sanidad, la falta de un saln y un comedor para cuando deban
permanecer en las labores de vigilancia. [] el rea de los dormitorios de estos funcionarios []
se puede observar que es un sitio que se encuentra pegado a la terraza, donde pega el sol todo el
da, se almacena el calor, carece de ventilacin, es un lugar con poca iluminacin, y los aires
acondicionados son viejos, se daan constantemente y en ocasiones han tenido que sacar de sus
propios recursos para arreglarlos. || Es preocupante el escaso nmero de funcionarios de custodia
y vigilancia del INPEC, en el establecimiento, frente al nmero de internos que deben custodiar,
teniendo en cuenta que para 652 reclusos hay un total de 49 guardianes que conforman tres
compaas: Santander, Bolvar y Nario, cada una conformada por 12 y 11 miembros, de los cuales
algunos tambin deben cumplir funciones administrativas, otros van de vacaciones mes a mes y en
algunas ocasiones otros estn incapacitados, para la fecha de la visita hay cinco incapacitados,
incluido el sargento.
818 Denuncia pblica presentada por el Presidente de la UTP, Seccional Barrancabermeja,
Ormilson de Jess Leal Mrquez, el 25 de julio de 2012. Expediente T-3805761, folios 13 y 14.
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sentencia que resolvi la accin de tutela anterior por las mismas razones y
con base en los mismos hechos.838
Se refiri a las condiciones de la Crcel, a las cuales hizo alusin la accin de
tutela que se present nuevamente, en caso de que se considere pertinente su
anlisis. Para la Directora de la Crcel de Barrancabermeja, el hecho de que la
accin de tutela no se refiera a un nmero especfico de internos en un
determinado momento en cuanto al patio especial, impide saber si en algn
momento hubo o no hacinamiento.839 Los documentos presentados por la
Directora de la Crcel muestran que el servicio de salud se encontraba en
graves condiciones, incluso en septiembre de dos mil doce (2012), lo cual,
claramente, afectaba el derecho fundamental de las personas recluidas en ese
Establecimiento.840 Pero, incluso ahora que ha mejorado, persisten problemas
estructurales.841 Para la Directora de la Crcel s existieron problemas con la
prestacin del servicio de salud, pero a su juicio eso es algo del pasado por
cuanto el asunto ya fue superado. En cuanto al deficiente stock de
a la construccin de un nuevo centro penitenciario en la ciudad, de acuerdo a la parte motiva de
ste provedo. || Segundo. Negar la accin de tutela []. || El abogado Christian Gordon
Chaparro, obrando como Defensor Regional del Pueblo ante la adversidad del fallo de primer grado
de fecha [] no impetr el recurso vertical de apelacin al que tena derecho, y de manera
hartamente curiosa y extraa, despus de diecisiete (17) meses, pretendiendo revivir momentos
procesales que ya fenecieron, intenta promover otra accin pblica de tutela por los mismos
hechos. || En consideracin a que para ser Defensor Regional del Pueblo tiene como requisito
acreditar cualificacin profesional de abogado, salvo mejor criterio, esta direccin considera que el
profesional del derecho Christian Gordon Chaparro ha incurrido en una actuacin temeraria, a
voces de lo normado en el artculo 38 del Decreto 2591 de 1991, por medio del cual se reglament
el artculo 86 de la Constitucin Poltica.
838 Juzgado Segundo Penal del Circuito de Barrancabermeja, sentencia del 1 de marzo de 2011.
Expediente T-3805761, folios 218 a 243.
839 Dice al respecto: Lastimosamente, para la claridad fctica que demanda esta accin pblica se
requera necesariamente, que el accionante hubiera indicado exactamente el nmero de internos
que supuestamente tena dicho patio en algn momento especfico del tiempo; para poder entrar a
corroborar la informacin y acceder al derecho de rplica, garante del derecho de defensa y as
hubiera demostrado si en dicho patio, en alguna fecha especfica, se present hacinamiento; pero
lastimosamente ello no ocurri, siendo evidente que el accionante no aport material probatorio
que demuestre al seor juez constitucional, que los hechos narrados por l, son ciertos.
840 La Directora de la Crcel de Barrancabermeja adjunt a su intervencin comunicaciones
dirigidas a la Directora de la Regional Oriente del INPEC informndole, entre otras cosas: que el
odontlogo no asiste a laborar desde el 17 de septiembre por estos motivos, por lo cual no estn
atendiendo pacientes en el rea de odontologa (comunicacin del 19 de septiembre de 2012;
Expediente T-3805761, folio 185); que se slo se contaba con un mdico para atender a todos los
internos, por perodos de cuatro horas (comunicacin del 13 de agosto de 2012; Expediente T3805761, folio 186); que no hay insumos mdicos ni odontolgicos, ni siquiera jeringas o guantes.
Escasez marcada de medicamentos, no hay analgsicos orales ni parenterales (comunicacin del 25
de julio de 2012; Expediente T-3805761, folio 187); que se tiene personas privadas de la libertad
que requieren insulina, a las cuales no se les suministra (comunicacin del 31 de mayo de 2012;
Expediente T-3805761, folio 192); o que no hay una persona encargada de recoger los residuos
hospitalarios (Expediente T-3805761, folio 193).
841 En comunicacin a la Asesora Jurdica de la EPMSC, Gladis Quintero de Quintero, el mdico
Gilberto Hernndez Peluffo reclama que se tiene un solo mdico durante cuatro horas, cuando
debera haber dos mdicos 8 horas diarias. Sostiene que hay un aceptable suministro de
medicamentos pero s hay demora para la autorizacin de operaciones. Se reclama que slo se
cuenta con el Hospital del Magdalena Medio y no se cuenta con urologa, otorrinolaringologa,
neurologa y oftalmologa (comunicacin del 23 de octubre de 2012; Expediente T-3805761, folio
183).
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medicamentos, dice que es cierto que es precario, pero que ello es as para que
no se pierdan por vencimiento; en todo caso, afirm, se requieren pocos
medicamentos pues a su parecer la regla general en su crcel es el buen
estado de salud.842 No obstante se reconoci que [es] cierto que la falta de
contratacin de una operaria para el aseo del rea de la salud. De acuerdo
al esquema de salud de CAPRECOM, falta el suministro de una higienista
oral y una auxiliar administrativa. Indic que se han atendido siete (7)
casos de varicela, pero que se han tomado las medidas de necesarias y
adecuadas para atenderlos. En relacin con las condiciones de salubridad de la
alimentacin se consider que s se encontraban las canecas tal como el
accionante lo haba sealado, pero que tal situacin cambi. 843 Consider que
la acusacin con relacin a la UTE (Unidad de Tratamiento Especial) era
cierta cuando se present la primera accin de tutela, un (1) ao antes. Pero
consider que ahora era un acusacin falsa, pues en razn a que [es] cierto
que dichos cubculos no cuentan con bateras de bao internas [] desde el
ao anterior no se recluye de manera permanente a ningn interno all [].
Reconoci la escasez de inodoros, pero indic que la situacin no es tan
dramtica, pues hay unos orinales que tambin se pueden usar las 24 horas.844
La Directora de la Crcel de Barrancabermeja reconoci que s ocurre en
ocasiones que la poblacin de reclusos tenga que dormir a la intemperie. 845
842 Dijo la Directora de la Crcel de Barrancabermeja en su intervencin: Con relacin al stock
de medicamentos, no se mantienen altas existencias para evitar el vencimiento de la misma, pero s
lo necesario para el suministro adecuado del servicio de salud. Con relacin a este tem es
necesario advertir a esa corporacin judicial que el EPMSC Barrancabermeja es un centro de
reclusin cuya regla general es el buen estado de salud de los internos, y por tanto no se requiere
mantener altos stocks para atender a toda la poblacin, pues las estadsticas nos muestran que la
poblacin que requiere el servicio no sobre pasa el cinco por ciento (5%) de la poblacin reclusa.
843 Dijo la Directora de la Crcel de Barrancabermeja al respecto: [] a la fecha de contestacin
de la accin pblica de tutela, ya se han realizado varias mejoras y remodelaciones fsicas en esta
rea del EPMSC-Barrancabermeja, que mejoraron el manejo de residuos orgnicos e inorgnicos,
pues se ubicaron en mejor sitio, en un rea especial a las afueras del Rancho, con grandes canecas
con sus respectivas tapas.
844 Dijo la Directora: El seor Defensor del Pueblo, Regional Magdalena Medio hace una
descripcin de los Patios N 1 y 2, en los que expone la composicin fsica de los mismos, la cual
considera insuficiente en cuanto a celdas, inodoros, duchas, lavaderos, lavamanos, los cuales narra
que estn en regular estado, no dando abasto a los 652 internos que menciona. || El accionante
omiti informar la existencia de los baos orinales, los cuales descongestionan enormemente los
inodoros. Con relacin a los inodoros, duchas, lavaderos y lavamanos la informacin suministrada
por el accionante es cierta en cuanto al nmero, pero ha de tenerse en cuenta que ellos estn
disponibles para los internos las veinticuatro (24) horas del da, por cuanto las celdas nunca se
cierran, lo cual facilita el uso de los mismos, por turnos que los mismos internos asignan. ||
Aunado a lo anteriormente acotado, debe tenerse en cuenta que el personal interno del EPMSCBarrancabermeja, en razn del cumplimiento fsico de la condena o medida de aseguramiento,
cuenta con el tiempo suficiente para someterse al programa de turnos que los mismos internos
fijan.
845 Dijo al respecto: En lo concerniente a la denuncia que en el patio 2 algunos internos duermen
en carpas ubicadas a la intemperie, es parcialmente cierto, en la medida que la poblacin carcelaria
fluctuante, tiene que dormir en colchonetas mviles ubicadas en los pasillos o corredores al interior
de este patio 2, y para guarnecerse de la lluvia, los internos arman carpas mviles en pocas de
lluvia. || Dormir bajo techo es una necesidad sentida en este panptico, pero ello se ha presentado
por el incremento desproporcionado de personas que tienen que enfrentar procesos judiciales,
siendo los recursos asignados por el Gobierno Nacional, insuficientes para suplir todas y cada una
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Para decidir qu rdenes impartir la Sala debe ponderar todos los aspectos
relevantes, evitando posiciones extremas que desconozcan alguno de los
valores constitucionales que est en juego y ha de ser protegido.856
10.1.1. De las decisiones judiciales que por han optado por la no intervencin
judicial, la Sala retomar el respeto que stas profesan por las competencias
propias de las instancias polticas y administrativas, establecidas en
democracia. Por eso, no se impartirn rdenes concretas y especficas, pues se
reconoce la legitimidad que proviene de la deliberacin democrtica o de las
capacidades tcnicas, segn sea el caso. La Sala indicar cul es el derecho
fundamental vulnerado e indicar en trminos constitucionales, cul es la
regla constitucional especfica que debe ser respetada; ordenar que se
adopten las medidas adecuadas y necesarias para superar los obstculos y las
barreras al goce efectivo del derecho que est siendo violado o amenazado,
pero se abstendr de establecer y precisar cuestiones que deben obtener
respuesta en la deliberacin democrtica, fundada en la mejor evidencia que
se pueda obtener. No obstante, la Sala no dejar de tutelar los derechos
invocados ni de dar rdenes al respecto, porque, como se dijo, implicara
renunciar al deber bsico del juez de tutela de asegurar el goce efectivo de los
derechos cuya violacin o amenaza constate. Se deben respetar las
competencias constitucionalmente establecidas, propiciando la colaboracin
armnica de las ramas del poder pblico y la deliberacin democrtica con
participacin ciudadana, pero sin llegar a dejar de tutelar los derechos
fundamentales, funcin bsica de los jueces.
10.1.2. De las rdenes judiciales que han optado por disponer que se adopten
medidas de largo aliento que reformen el Sistema penitenciario y carcelario
actual, se retomarn al menos tres (3) elementos. Por una parte, la actuacin
del juez. Este tipo de respuestas se niegan a que el juez deje de actuar y
permanezca impvido ante la realidad que las pruebas del proceso someten a
su consideracin. Segundo, reconoce la complejidad de las medidas a
implementar y la necesidad de diseo y planeacin de las actuaciones. Las
elementos que permitan a los internos cumplir con sus actividades laborales; vincular instructores y
docentes para que capaciten a los reclusos en las diferentes reas de trabajo y estudio; e
incrementar el nmero de guardias con el objeto de brindar un acompaamiento a todos los
reclusos en sus actividades. || (viii) Dentro del trmino de diez (10) das siguientes, adopten las
medidas administrativas internas a que haya lugar, que permitan responder las peticiones
presentadas por los internos de fondo, en forma clara, precisa y oportuna, esto es, dentro de los 15
das siguientes a la fecha de su recibo, si es preciso incrementando el personal para atender tales
solicitudes. || (ix) Advertir que no deben desatender las actividades deportivas y culturales. || (x)
Advertir que tienen que proveer a los actores de los implementos necesarios para el debido aseo
personal. || Cuarto. ORDENAR al Ministerio de Justicia y del Derecho, al Instituto Nacional
Penitenciario INPEC y a la Direccin de la Penitenciaria Las Heliconias adelantar todas las
gestiones y apropiaciones presupuestales necesarias para dar cumplimiento a lo ordenado en la
presente sentencia.
856 Adems de los criterios a los que se hace referencia en este apartado de las consideraciones de
la sentencia, la Sala tendr en cuenta los parmetros expuestos en el la primera parte del captulo 8,
acerca de la jurisprudencia constitucional sobre la proteccin de facetas prestacionales, de
realizacin progresiva, de los derechos fundamentales.
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estructural en las penitenciaras y crceles del pas. Las medidas que se piensa
adoptar, se presentaron, como se dijo, en tres (3) grupos distintos: medidas de
corto, de mediano y de largo plazo. En los primeros informes se dieron
trminos y plazos para el cumplimiento de las medidas. As, las de corto
plazo, son para ser implementadas en los siguientes doce (12) meses, las de
mediano plazo antes de dos (2) aos, y las de largo plazo, cuya ejecucin es
mayor de dos (2) aos. En el corto plazo, (1) brigadas jurdicas, (2)
redistribucin de la poblacin condenada, (3) gestin de beneficios de
libertad, (4) censo carcelario, (5) propuesta de creacin de una Comisin de
Seguimiento al Sistema Penitenciario y Carcelario, (6) entrega de funciones
administrativas a la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios, SPC,
(7) la ampliacin de la lista de elegibles de la Comisin Nacional del Servicio
Civil y (8) enfrenar los problemas de salud que existen el Sistema. En el
mediano plazo, se propusieron tres medidas distintas. (1) El diseo de la
poltica criminal, (2) modificacin del Cdigo Penitenciario y Carcelario y
(3) la creacin de una comisin Interinstitucional de Expertos para la revisin
del Cdigo Penal y del Sistema Acusatorio. Finalmente se propuso una
Comisin para disear e implementar una poltica criminal racional y
coherente que implica la racionalizacin de las penas y de los delitos y que
busque mecanismos para que el Sistema Penal Acusatorio mejore su
capacidad de gestin. En el largo plazo se habl tambin de tres (3) medidas
concretas. (1) Plan 20 mil. Para 20.000 cupos, (2) Convenio CAF, y (3)
Colonias Agrcolas de mnima seguridad. Especial nfasis se hizo en que en el
Decreto ley 4150 de dos mil once (2011) que escindi el INPEC y cre la
Unidad de Servicios Penitenciarios como una unidad administrativa especial
con personera jurdica, autonoma administrativa y financiera adscrita al
Ministerio de Justicia y del Derecho, que tiene como objeto principal el
suministro de bienes y servicios para los centros de reclusin, as como todo
lo referente al manejo de la infraestructura de los establecimientos
penitenciarios y carcelarios. El Ministerio insisti: [la] citada Unidad est
orientada a enfrentar la problemtica de los establecimientos de reclusin
para garantizar el bienestar de la poblacin privada de la libertad. La Sala
considera preciso hacer una serie de comentarios sobre estas propuestas y la
manera como fueron presentadas durante el proceso de la referencia.
10.2.1.1. No se establecen trminos temporales ni plazos, y los que haba se
quitaron. Las medidas que se piensa adoptar, se presentaron en tres (3) grupos
distintos: medidas de corto, de mediano y de largo plazo. En los primeros
informes se dieron trminos y plazos para el cumplimiento de las medidas.
As, las de corto plazo, son para ser implementadas en los siguientes doce
(12) meses, las de mediano plazo antes de dos (2) aos, y las de largo plazo,
cuya ejecucin es mayor de dos (2) aos. No obstante, en los informes
posteriores presentados por el Ministerio de Justicia y del Derecho los
trminos y los plazos fueron retirados. Primero para las medidas de mediano y
largo plazo y, finalmente, a las de corto plazo. Esto es, claramente, una
violacin a los mnimos constitucionales que deben observar las polticas
pblicas de las cuales depende el goce efectivo de un derecho fundamental.
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Para que una poltica pblica asegure la realizacin progresiva de una faceta
prestacional de un derecho debe contar por lo menos, con plazos y tiempos
que le permitan al Estado, y a la sociedad en general, saber si se est
avanzando o no segn lo presupuestado. En este caso, las primeras respuestas
s cumplan este mnimo requisito, pero en las posteriores este elemento
indispensable de planeacin se retir. De hecho, vale la pena resaltar que uno
de los tres parmetros que existan era inadecuado. En efecto, el plazo de
ejecucin de las medidas de corto y mediano plazo realmente fija un lmite
temporal (dentro de los 12 meses siguientes, en el primer caso, y de los 2 aos
siguientes, en las de mediano plazo). No obstante, las medidas de largo plazo
nunca tuvieron un trmino real, puesto que fijaban un mnimo temporal, no un
mximo. Esto es, se saba que tales medidas no se demoraban menos de 2
aos en su ejecucin, pero no se estableca un lmite mximo. Esto es, pueden
durar cuatro (4), seis (6) u ocho (8) aos; no se sabe. Cuando el goce efectivo
de un derecho fundamental depende de los programas y de los planes que se
diseen e implementen con tal objeto, se viola la Constitucin Poltica si no
se cumple con el mnimo requisito de fijar un cronograma bsico, en el que se
establezca los ritmos y los tiempos en los que se avanzar en la proteccin del
derecho. Es una de las condiciones mnimas que se requiere con relacin a las
facetas de realizacin progresiva de los derechos fundamentales, para
asegurar que, en efecto, se avance.
10.2.1.2. Las polticas pblicas de la que depende el goce efectivo de los
derechos fundamentales de las personas en prisin, no pueden ser eventuales
o depender de la buena voluntad de terceros; el Estado debe asegurar que
sean adecuadas y sostenibles. Las medidas de choque y urgencia, para
garantizar el goce efectivo de derechos fundamentales como el acceso a la
justicia, deben fundarse en polticas pblicas que respeten los mnimos
parmetros de racionalidad y razonabilidad. Por ejemplo, garantizar un acceso
a la justicia a personas privadas de la libertad, dadas las condiciones de
indignidad de la reclusin y el estado de cosas inconstitucional generalizado
en el Sistema penitenciario y carcelario, requiere medidas que efectivamente
permitan conseguir este resultado mediante programas y planes de accin
sostenible. Segn el Ministerio estas medidas de choque y urgencia se
conseguirn en el corto plazo, mediante estudiantes de universidades con las
que se ha realizado contactos. Una poltica pblica de la cual depende el
goce efectivo el derecho fundamental de una persona que recibe especial
proteccin de la Constitucin Poltica, sobre todo, cuando sta ha fallado en
sus cometidos y los derechos en cuestin se encuentran ampliamente
desprotegidos, no puede depender de acciones eventuales de actores que estn
levemente vinculados al Estado. El Estado debe contar con los recursos
suficientes y necesarios para garantizar poder implementar la poltica, y
asegurar su sostenibilidad en el tiempo. Las medidas de choque y de urgencia,
como garantizar a las personas privadas de la libertad el acceso a la justicia,
no pueden ser eventuales y depender de la buena voluntad de terceros.
Adicionalmente, el uso de los estudiantes universitarios es un medio de
solucin que ya est siendo empleado. Por ejemplo, la Directora de la Crcel
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acciones que se han venido desarrollando para atender la crisis carcelaria. 861
En especial, se han remitido documentos de los planes de accin que se han
venido adelantando como respuesta, tanto a las denuncias pblicas sobre la
crisis carcelaria y a las rdenes complejas impartidas por jueces de tutela a lo
largo y ancho del pas. As, por ejemplo, durante el ao dos mil trece (2013),
el INPEC ha avanzado en el cumplimiento de la sentencia proferida por el
Consejo Seccional de la Judicatura de Bogot (Sala Jurisdiccional
Disciplinaria, accin de tutela N 2012-4075). El cuatro (4) de marzo de dos
mil trece (2013) el Director General del INPEC 862 expidi la Directiva
Transitoria 000008, con la finalidad de impartir instrucciones y asignar
responsabilidades para el cumplimiento de las medidas ordenadas al Instituto
Nacional Penitenciario y Carcelario [],863 mediante aquella decisin
judicial del Consejo Superior de la Judicatura.
Los nueve (9) procesos de accin de tutela acumulados para ser resueltos
mediante la presente sentencia, son una muestra del universo de las tutelas
que, da a da, las personas privadas de la libertad se ven obligadas a
interponer, con la esperanza de que su dignidad y sus derechos fundamentales
sean asegurados, al menos mnimamente. Pero no ha sido slo en los procesos
judiciales. El Gobierno ha hecho pblicos desde hace meses sus acciones
concretas para superar la crisis del Sistema penitenciario y carcelario.864
Una de las formas con la que el Gobierno Nacional busca enfrentar la crisis
carcelaria es con la separacin del INPEC de las funciones de prestacin de
servicios bsicos, como salud, higiene o alimentacin. Mediante el Decreto
4150 de 2011, el Presidente de la Repblica creo la Unidad de Servicios
Penitenciarios y Carcelarios, SPC. Se justific esta decisin, por ser una
manera de afianzar el cumplimiento de los mandatos del Estado Social y
Democrtico de Derecho, relacionados con el respeto a la dignidad humana
y el ejercicio de los derechos fundamentales de la poblacin privada de la
libertad en los establecimientos de reclusin es necesario contar con una
entidad especializada en la gestin y operacin para el suministro de los
bienes y la prestacin de los servicios requeridos para garantizar el bienestar
de la poblacin privada de la libertad (considerandos del Decreto 4150 de
2011). El Gobierno busca que la nueva entidad pueda desarrollar de manera
eficiente, eficaz y efectiva, la prestacin de los servicios penitenciarios y
carcelarios, en directa consonancia con el objeto y dems funciones del
INPEC.865
861 El INPEC ha hecho referencia, entre otros, a los siguientes planes: Plan de salud PLANSAL
jornadas de vacunacin y bridadas de salud; Plan de deshacinamiento PLANDES [ingreso de 935
judicantes, 6.462 libertades otorgadas; 179 convenios firmados para formacin de internos; 3.005
traslados de internos; 3.142 domiciliarias gestionadas y otorgadas]; Plan de seguridad (PLANSEG)
4072 operativos de registro y control; 105.232 remisiones; 4.016 internos con dispositivos de
vigilancia electrnica o el Plan aumento de personal (PLANTAH) nombramiento de 715 nuevos
dragoneantes; 785 nuevas unidades de personal del cuerpo de custodia y vigilancia.
862 Mayor General Gustado Adolfo Ricaurte Tapia.
863 INPEC, Directiva Transitoria 000008; 4 de marzo de 2013.
864 Ver por ejemplo: El Espectador, crceles de papel; lunes 24 de diciembre de 2012.
865 El Decreto 4150 de 2011 dio lugar al Decreto 4151 de 2011, por el cual se modifica la
399
Las autoridades carcelarias han hecho saber a esta Corporacin judicial, que
cuenta con una hoja de ruta de doce (12) pasos para enfrentar el estado de
cosas en que se encuentra el Sistema penitenciario y carcelario: (1) el
reconocimiento del problema; (2) mantenimiento y construccin de la
infraestructura carcelaria; (3) diseo e implementacin de una poltica
criminal racional, coherente y eficaz; (4) aumento del personal del INPEC;
(5) trabajo armnico de las instituciones y mayor presencia en los
establecimientos de reclusin;
(6) articulacin de los sistemas de
informacin; (7) oralidad en la ejecucin de las penas y de las medidas de
seguridad; (8) fortalecimiento de la defensa tcnica y aplicacin de las
medidas de libertad contenidas en la legislacin penal; (9) salud y dignidad;
(10) convenios con universidades para la participacin de judicantes y la
socializacin de buenas prcticas; (11) fortalecimiento de las actividades
administrativas y (12) capacitacin.
10.2.2.2. La reforma al Cdigo Penitenciario y Carcelario
La Sala de Revisin es consciente que mientras analiza los procesos de tutela
acumulados, el Congreso de la Repblica adelanta el trmite de una reforma
al Cdigo Penitenciario y Carcelario presentada por el Gobierno Nacional. 866
La exposicin de motivos de la reforma al Cdigo Penitenciario y Carcelario
(esto es, a la Ley 65 de 1993) parte del estado de cosas en que se encuentra el
Servicio penitenciario y carcelario, tal como lo constat la Corte
Constitucional en 1998,867 el cual, se considera, se mantiene.
10.2.2.2.1. Diagnstico
Para el Gobierno Nacional la crisis del sistema penitenciario y carcelario es
estructural y de largo plazo. Por tanto, considera que las soluciones tienen
que ser, igualmente de largo aliento y estructurales. El Gobierno advierte,
adems, que el estado de cosas contrario al orden constitucional vigente no se
debe nicamente a la sobrepoblacin. Existen otras causas como las tres (3)
siguientes: la insuficiencia de la guardia penitenciaria, la corrupcin existente
en los centros penitenciarios y la falta de infraestructura carcelaria. Las causas
para que la situacin se haya mantenido en ciertos aspectos y se haya vuelto a
agravar en otros se debe a falta de planeacin en la construccin de
estructura del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, INPEC, y se dictan otras
disposiciones. Este segundo Decreto sirvi para ajustar los cambios del INPEC a la creacin de la
nueva Unidad SPC.
866 Gaceta del Congreso N 117 de 2013. Proyecto de Ley 256 de 2013, Cmara. El Proyecto fue
presentado el 21 de marzo de 2013 al Congreso por la Ministra de Justicia Ruth Stella Correa
Palacio.
867 Dijo la Exposicin de motivos al respecto: La Corte Constitucional, en Sentencia T-153 de
1998, declar la existencia de un Estado de Cosas Inconstitucional en materia penitenciaria y
carcelaria y reconoci en su momento que [] las condiciones de hacinamiento en los centros de
reclusin del pas no constituyen, sin embargo, una gran novedad. En efecto, en otros momentos de
este mismo siglo tambin se han presentado crticas situaciones de sobrepoblacin carcelaria.
Gaceta del Congreso N 117 de 2013
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regin suelen destinar dentro de sus rubros una menor cantidad para los
programas de los cuales depende el respeto, la proteccin y la garanta de la
dignidad humana y la resocializacin.882
El Departamento Nacional de Planeacin ha resaltado que los planes de
financiamiento del sistema carcelario deben garantizar una fuente de
recursos sostenida que permita asumir el costo de la construccin de
nuevos establecimientos, pero sobre todo, ha de ser una fuente de recursos
que garantice, de manera sostenida, su mantenimiento y operacin; este
segundo rubro, se considera que demandar ms recursos que el primero. 883
En promedio, calcula el Departamento, los costos de funcionamiento y
operacin de una crcel por seis (6) aos son equivalentes a los de su
construccin.884 Para el Departamento Nacional de Planeacin, si bien no
existe evidencia de la posibilidad de un colapso total a corto plazo, esto s
podra ocurrir a mediano o largo plazo si no se tomaran las medidas
adecuadas y necesarias para revertir la tendencia de crecimiento constante y
acentuado de la poblacin carcelaria.885
Las leyes penales s implican rdenes de gasto. Deben ser evaluadas de tal
prioridad en las agendas gubernamentales desde el punto de vista presupuestario. Lo mismo se
observa cunado se definen remodelaciones o construccin de nuevas crceles cundo las malas
condiciones han sobrepasado todos los lmites. Sin embargo, el objetivo de mejorar las condiciones
no se cumple, por cuanto las polticas criminales cada vez ms punitivas aceleran el hacinamiento
de los nuevos recintos.
882 DAMMERT, Luca & ZUIGA, Liza (2008) La crcel: problemas y desafos para las Amricas.
OEA & FLACSO-Chile. 2008 (160). Dice al respecto: [] los montos destinados a la
administracin penitenciaria siguen siendo ostensiblemente menores para los programas de
reinsercin o para la entrega de insumos como la alimentacin, ropa de cama, utensilios de aseo,
medicamentos y atencin de salud.
883 RESTREPO LONDOO, Diego (2011) El crecimiento de la poblacin reclusa y el hacinamiento
en Colombia en perspectiva comparada. Departamento Nacional de Planeacin. Direccin de
Justicia, Seguridad y Gobierno. Bogot, 2011. Dice el documento al respecto: El Plan debe
asegurar una fuente de recursos sostenida que permita financiar no slo la construccin de nuevos
establecimientos sino sobre todo su mantenimiento y operacin. En este orden de ideas, y dado que
la poblacin reclusa es creciente, el funcionamiento del Sistema Penitenciario y Carcelario
demandar cada vez ms recursos, no tanto para la construccin de nuevos establecimientos, sino
para su operacin y mantenimiento.
884 Al respecto se dice: El costo de un recluso en Colombia es del orden de los 12 millones de
pesos al ao. La construccin de un establecimiento para 1.000 reclusos puede estar por el orden de
los $75 mil millones de pesos, por lo que la operacin durante seis (6) aos de un establecimiento
de este tamao es igual a su costo de construccin. RESTREPO LONDOO, Diego (2011) El
crecimiento de la poblacin reclusa y el hacinamiento en Colombia en perspectiva comparada.
DNP.
885 RESTREPO LONDOO, Diego (2011) El crecimiento de la poblacin reclusa y el hacinamiento
en Colombia en perspectiva comparada. DNP. RESTREPO LONDOO, Diego (2011) El crecimiento
de la poblacin reclusa y el hacinamiento en Colombia en perspectiva comparada. Departamento
Nacional de Planeacin. Direccin de Justicia, Seguridad y Gobierno. Bogot, 2011. Dice al
respecto: Las tasas actuales de hacinamiento no parecen amenazar en el corto plazo al Sistema
Penitenciario y Carcelario colombiano, sin embargo, los datos muestran que la tasa de crecimiento
anual de la poblacin reclusa desde el 2006 hasta el 2010 (aos durante los cuales el crecimiento ha
sido prcticamente lineal), ha sido del 10,2% anual en promedio. Este crecimiento tan elevado y
constante hace prever un posible colapso del sistema si no se toman medidas y correctivos a
tiempo.
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que llevan a una persona a estar privada de la libertad, deben ser removidas.
10.3.7. Promocin de una poltica de informacin y formacin.
Con el debido respeto por la autonoma y la libertad de los medios de
comunicacin, es deber del Estado promover una poltica informativa que
asegure a las personas la posibilidad de conocer los hechos criminales que
ocurren, dentro de un contexto que permita entender la dimensin de lo
sucedido. El carcter participativo y democrtico de una poltica pblica
como la criminal, implica la existencia de un conjunto de medios de
comunicacin que, en libertad, puedan ofrecer la informacin necesaria para
que las personas, autnomamente, participen y acten polticamente. La
necesidad de adoptar acciones en tal sentido ha sido resaltada por la OEA a
propsito de las polticas de seguridad en los siguientes trminos: Los
medios de comunicacin juegan un papel activo en la presentacin de los
hechos delictuales, la configuracin del temor ciudadano y la percepcin de
impunidad o corrupcin institucional. Se necesita de responsabilidad social
editorial para avanzar en materia de cobertura por parte de los medios y que
la misma habilite un anlisis serio de la problemtica.893 Los medios de
comunicacin juegan un papel crucial y determinante en informar a las
personas los hechos criminales que ocurren, en determinar cules son
importantes y por qu, en establecer sus causas o en definir sus soluciones,
entre otros aspectos. Existe una responsabilidad impostergable e imperiosa en
cabeza de los medios de comunicacin de asegurar el goce efectivo del
derecho a la informacin de las personas, para que stas, en el ejercicio de sus
derechos polticos, participen en democracia en la construccin de la poltica
criminal.
Como se indic uno de los mnimos constitucionales con los que ha de contar
una poltica pblica, es la transparencia. La opacidad en el manejo de la
informacin pblica, salvo cuando ello es estrictamente necesario, impide a
los ciudadanos en general, ejercer sus derechos polticos de control a las
instituciones. La Sala entiende y comprende que exista informacin del
sistema penitenciario y carcelario que deba ser restringida o guardada por
razones de seguridad. Pero la mayora de la informacin que ese Sistema
maneja es de carcter pblico y debera estar a disposicin de la sociedad en
general y de las entidades estatales competentes en la materia, de manera
Fiscala como el Juez indicaron permanentemente que el paradero del procesado era desconocido, y
en tal virtud fue declarado reo ausente y tramitado el proceso sin su presencia y sin que le fuera
notificada ninguna actuacin. || [] A juicio de la Sala, la anterior situacin fctica dio paso a la
configuracin de una va de hecho que fue posible por un defecto en los sistemas de informacin de
las entidades de seguridad del Estado involucradas en el asunto, especialmente de la Fiscala
General de la Nacin. En efecto, la incapacidad de este ente investigador para tener al da y a
disposicin de sus propios servidores en todo el pas la informacin concerniente a la detencin de
las personas que ella misma ha ordenado privar de la libertad ocasiona, en el presente caso, la
vulneracin del derecho a la informacin del procesado detenido, y, de contera el desconocimiento
de sus derechos al debido proceso, y a la defensa material y tcnica.
893 OEA (2006) La seguridad pblica en las amricas: retos y oportunidades. OEA, Washington
EEUU, 2008 (p. 78).
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requieran.
Derecho a espacios higinicos y limpios. Espacios con mnimas condiciones
de limpieza. Espacios en los que exista control de plagas, insectos o animales
que afecten la integridad fsica y psicolgica de las personas. Las
descripciones periodsticas que se han hecho de las crceles, as como las
inspecciones judiciales realizadas por jueces de tutela, suelen poner de
presente que la violacin de este derecho fundamental de las personas
privadas de la libertad se constata desde el ingreso a las crceles y
penitenciaras: el olor. El ftido y nauseabundo hedor de las prisiones es uno
de los elementos ms caractersticos del dantesco estado de cosas en que se
encuentra el Sistema penitenciario y carcelario colombiano. Esta situacin
debe controlarse, pues no tiene cabida bajo un orden constitucional respetuoso
de la dignidad humana. En un estado social y democrtico de derecho,
fundado en la defensa y proteccin de la dignidad humana, sin discriminacin
alguna, no es aceptable, bajo ningn punto de vista, que una persona sea
sometida a vivir en condiciones insalubres para un ser humano, o entre ratas,
insectos y desperdicios. Si el Estado permite situaciones como esas, est
minando el principio axial de la dignidad humana. Est abriendo la puerta a
que se deshumanice a ciertas personas, a que la sociedad las vea como no
plenamente humanos; como seres distintos al resto de las personas, por los
crmenes que han cometido (o por lo que se les acusa de haber hecho). El
valor intrnseco de todo ser humano debe ser objeto de respeto, de proteccin
y de garanta plena por parte de las instituciones del Estado.
El Magistrado Ciro Angarita Barn, recordaba una frase que evidencia el
sentido medular de la dignidad humana: toda vida tiene un objeto y puede
ser til, no importa cun menguada est. Cualquier persona, no importa que
tan menguada la tenga la crcel, vive una vida que debe ser protegida, por
principio, bajo el orden constitucional vigente.
10.3.11. Medidas de proteccin en salud y de descongestin judicial.
El Gobierno Nacional deber coordinar, a travs del Consejo Superior de
Poltica Criminal, la elaboracin un plan de medidas de contingencia
orientadas a superar de forma gil y pronta los problemas en materia de salud
de la poblacin carcelaria. Deber darse participacin a la ciudadana y a las
organizaciones sociales interesadas, en espacios de deliberacin a los que sea
sensible el diseo y concepcin de las medidas que se adopten.
Concretamente, se debern disear e implementar las medidas adecuadas y
necesarias para remover los obstculos y las barreras al acceso a los servicios
de salud. En todo caso, los Directores de cada establecimiento carcelario,
junto con el INPEC, son solidariamente responsables de garantizar el acceso
pronto y gil al servicio de salud de los internos que lo requieran con
necesidad, as sea mediante prestadores externos. En los centros en los que la
prestacin del servicio sea precaria, debern implementarse brigadas de salud
quincenales, o cualquier otro medio que permita un acceso fcil, rpido y
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que muchos de los centros carcelarios son tan obsoletos que no es posible
modificarlos para aumentarlos en su capacidad. Slo pueden ser mantenidos y
conservados. La Sala exhorta al Gobierno Nacional para que considere la
posibilidad de cerrar definitivamente estos centros penitenciarios y carcelarios
y convertirlos en lugares donde se conserve la memoria de las tragedias que
ocurrieron en esas edificaciones.
10.3.18. Medidas adicionales.
Como se indic previamente,900 algunas personas haban solicitado a esta Sala
de Revisin que se iniciara un proceso de cumplimiento de la sentencia T-153
de 1998. De forma similar a como lo manifestaron varias autoridades
judiciales en algunos de los procesos de accin de tutela acumulados en el
presente caso, estas personas consideraron que lo que proceda para enfrentar
la grave situacin penitenciaria y carcelaria era, precisamente, hacer cumplir
las rdenes impartidas en aquella oportunidad. Sin embargo, como se
concluy, se trata de un estado de cosas contrario a la Constitucin similar la
anterior, y conectado en varios aspectos, pero que tambin supone un contexto
y un escenario diferente. En tal medida, como respuesta a la solicitud de estas
personas, se remitir copia de la presente sentencia a esos solicitantes.
Uno de los problemas de la poltica criminal en general, y de la penitenciaria
y carcelaria en particular, es el hecho de haber estado actuando durante un
tiempo de manera reactiva. Como lo seal la Comisin Asesora de Poltica
Criminal, muchas de las acciones estatales suelen ser una reaccin a un
escndalo social, meditico o a una demanda judicial. En tal sentido, las
autoridades carcelarias han estado atendiendo reclamos y apagando incendios,
y no implementando una poltica penitenciaria y carcelaria razonable y
proporcionada, respetuosa de la dignidad humana y los derechos
fundamentales. Actualmente, como lo ha manifestado el Gobierno Nacional y
el INPEC a esta Corporacin y al Congreso de la Repblica, existen muchas
rdenes judiciales referentes al estado de cosas inconstitucional que deben ser
cumplidas. En este contexto, se hace necesario armonizar las decisiones que
los jueces han ido adoptando en cada uno de los procesos, para proteger los
derechos fundamentales invocados ante ellos, con las decisiones de poltica
pblica que las autoridades penitenciarias y carcelarias han ido tomando, y
seguirn decidiendo e implementando, para enfrentar el estado de cosas del
Sistema penitenciario. En tal medida, se ordenar al Ministerio de Justicia
que, con el apoyo del Consejo Superior de Poltica Criminal, tome las
medidas adecuadas y necesarias ayudar a las autoridades carcelarias,
armonizar el cumplimiento de las polticas criminales que se estn diseando,
adoptando e implementando, con las rdenes judiciales que se hayan
adoptado en defensa de la Constitucin Poltica. Las decisiones judiciales,
segn las cuales una determinada situacin constituye una violacin a un
en Colombia en perspectiva comparada. Departamento Nacional de Planeacin. Direccin de
Justicia, Seguridad y Gobierno. Bogot, 2011.
900 Apartado (4.5.) de las consideraciones de la presente sentencia.
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RESUELVE:
Primero.- RECHAZAR las solicitudes ciudadanas y judiciales de que esta
Sala de Revisin retome la competencia del proceso que dio lugar a la
sentencia T-153 de 1998, por las razones expuestas en la parte motiva de la
presente sentencia.
Segundo.- DECLARAR que el Sistema penitenciario y carcelario
nuevamente est en un estado de cosas contrario a la Constitucin Poltica de
1991, por las razones expuestas en la parte motiva de esta providencia.
Tercero.- ORDENAR al Gobierno Nacional, a travs del Ministerio de
Justicia y del Derecho y al INPEC que convoque al Consejo Superior de
Poltica Criminal para que contine tomando las medidas adecuadas y
necesarias para superar el estado de cosas inconstitucional penitenciario y
carcelario, teniendo en cuenta, de forma preponderante, los parmetros
establecidos en el captulo (8) y el apartado (10.3.) de las consideraciones de
la presente sentencia.
Para verificar el cumplimiento de esta orden, el Gobierno Nacional, en
compaa del Consejo Superior de Poltica Criminal deber remitir dos
informes a esta Sala de Revisin, as: (i) El primer informe ser remitido en
dos (2) meses contados a partir de la notificacin de la presente sentencia,
informando cul ha sido el cumplimento de las ordenes de aplicacin
inmediata, en general y particularmente en las seis crceles que fueron objeto
de alguna de las acciones de tutela de la referencia, e igualmente precisar
cmo sern aplicadas las reglas de equilibrio y equilibrio decreciente, tal
como fueron descritas en la parte motiva de esta sentencia, y las medidas
complementarias que se adoptarn para asegurar la correcta implementacin
de las mismas. (ii) El segundo informe se deber presentar en dos (2) aos
contados a partir de la notificacin de la presente sentencia, informando cul
ha sido el cumplimiento de las rdenes complejas de realizacin progresiva,
en general y particularmente en las seis (6) crceles que fueron objeto de
alguna de las acciones de tutela de la referencia.
El cumplimiento de esta orden deber atender los siguientes parmetros: (i)
los informes requeridos debern incorporar los parmetros de estructura,
proceso y resultado, segn lo previsto en el numeral 8.1.2.3. de esta
providencia, as como indicadores de goce efectivo del derecho y niveles de
cumplimiento alcanzados. (ii) El Ministerio de Justicia y del Derecho, deber
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de esta providencia:
(1) Se reiteran las rdenes impartidas por la Sala de Decisin
Constitucional del Tribunal Superior de Medelln, dictada dentro del
proceso de tutela adelantado por el seor Vctor Alonso Vera
[Expediente T-3645480].
(2) Dentro de las cuarenta y ocho (48) horas siguientes a la notificacin
de esta providencia se debern adoptar las medidas adecuadas y
necesarias para que el seor Vctor Alonso Vera y dems personas
que se encuentran durmiendo en los baos del centro carcelario
puedan pernoctar en un espacio adecuado y se les garantice una
dotacin de colchn, cobija, sbana y almohada. Asimismo, tanto el
accionante como aquellas personas que comparten sus mismas
condiciones de reclusin y que as lo soliciten, debern ser
valorados mdicamente. Acto seguido, se debern tomar las medidas
adecuadas y necesarias para garantizar el acceso a los servicios de
salud que se requieran con necesidad. El INPEC, el Gobierno
Nacional a travs de su Ministerio de Justicia y del Derecho y la
Direccin de la Crcel de Bellavista respondern solidariamente por
el cumplimiento de esta orden.
Dcimo primero.- Dentro de los procesos T-375561, T-3759881, T-3759882,
revocar las respectivas decisiones de instancia comprendidas en las sentencias
del tres (3) y veinticuatro (24) de octubre de dos mil doce (2012), de la Sala
Civil y Familia del Tribunal Superior de Popayn], y en su lugar, tutelar los
derechos a la dignidad humana, la vida e integridad personal y el debido
proceso de Luis Enrique Leal Sosa, Omar Rolando Herrera Nastacuas, Jhon
Jairo Cifuentes Ul. Dado que en el presente caso la vulneracin de derechos
fundamentales de los accionantes se deriva de las condiciones estructurales en
las que se encuentra el Establecimiento Penitenciario y Carcelario de Alta y
Mediana Seguridad de Popayn, San Isidro, para hacer cesar la vulneracin de
los derechos de los accionantes y dems personas all recluidas, el objeto
material de proteccin consistir en ordenar a la Direccin de este
Establecimiento el cumplimiento de las rdenes que, con carcter general, se
imparten en los ordinales dcimo tercero a dcimo octavo de esta providencia.
Dcimo segundo.- Dentro del proceso T-3805761, revocar la sentencia de la
Sala Penal del Juzgado Tercero Penal del Circuito de Bucaramanga, que
resolvi negar por improcedente la accin de tutela interpuesta por el
Defensor del Pueblo Regional del Magdalena Medio, en Defensa de las
personas recluidas en prisin. En su lugar, se resuelve tutelar los derechos
fundamentales de las personas que se encuentran recluidas en el
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ANEXOS
PRIMER ANEXO
NDICE
VI I. ANTECEDENTES
VII
1.
2. 1. Competencia
2. Problemas jurdicos a resolver
3. Decisiones y resumen del argumento de la sentencia
4. El estado de cosas del sistema carcelario constatado en 1998 no es igual
a la que atraviesa actualmente, por lo que requiere un anlisis propio e
independiente
5. Informacin acerca de la situacin del Sistema penitenciario y carcelario
colombiano suministrada y recopilada por la Corte
6. Declaracin de Estado de Emergencia Penitenciaria y Carcelaria
7. El Sistema penitenciario y carcelario nuevamente se encuentra en un
estado de cosas contrario a la Constitucin Poltica
8. Toda persona que est privada de la libertad, o puede estarlo, tiene el
derecho constitucional a que exista una poltica criminal y carcelaria
respetuosa de su dignidad y orientada a materializar el goce efectivo de sus
derechos; el estado de cosas actual de la poltica criminal desconoce los
mnimos constitucionales
9. Cuestiones a resolver comunes a todos los casos, y aquellas especficas
a cada proceso y a cada prisin
10. rdenes
11. Conclusin
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III. DECISIN
PRIMER ANEXO NDICE
SEGUNDO ANEXO DESCRIPCIN
ACUMULADOS
444
SEGUNDO ANEXO
DESCRIPCIN DETALLADA DE LOS EXPEDIENTES ACUMULADOS
1. Accin de tutela contra el Instituto Penitenciario y Carcelario de
Ccuta, Norte de Santander (Expediente T-3526653)
1.1. Hechos y solicitud. El seor Pedro Antonio Sandoval present accin de
tutela contra el INPEC y contra el Centro Nacional Penitenciario y carcelario
de Ccuta por considerar que sus derechos fundamentales a la dignidad
humana, a no ser sometido a tortura ni a tratos crueles e inhumanos, al agua y
a la salubridad, debido a las precarias condiciones en que se le mantenan; sin
acceso continuo y suficiente al agua, sin sistemas sanitarios higinicos y
respetuosos de la privacidad y en condiciones de hacinamiento a altas
temperaturas.906 Solicita el accionante que se adopten las medidas adecuadas y
necesarias para asegurar las condiciones mnimas de salubridad y respetar su
dignidad como seres humanos, adecuando las instalaciones hdricas de las
celdas. El Juez 7 Civil del Circuito de Ccuta, resolvi admitir la demanda
y dispuso, entre otras medidas, que las autoridades administrativas y de
control respectivas, presentaran un informe acerca de la situacin alegada por
los internos. El veintisiete (27) de marzo de dos mil doce (2012), una visita de
funcionarios pblicos de la salud, la Defensora del Pueblo y la Personera
Municipal constataron las precarias condiciones alegadas por los internos eran
ciertas; debido a las condiciones de hacinamiento, los servicios sanitarios eran
claramente insuficientes, se encontraban en franco deterioro y, prima facie, se
perciban como de dudosa calidad e higiene. En el informe tcnico presentado
se constat lo siguiente:
A. Saneamiento bsico. 1. La estructura fsica del Centro de
Reclusin se encuentra en buenas condiciones. || 2. La torre 2
cuenta con dos niveles, con una capacidad de 172 internos, la
906 Dice la accin, presentada el veinte (20) de marzo de dos mil doce (2012) ante el Consejo
Seccional de la Judicatura, reparto: Desde mi ingreso a este penal, estoy encerrado 14 horas
diarias con 3 personas ms, en un espacio de 9 m2, soportando altas temperaturas por falta de
ventilacin, orinando en tarros y defecando en bolsas, que posteriormente deben ser tiradas a la
parte de atrs de las celdas con las consecuencias devenidas de tanta suciedad en el medio. Todo
esto debido a que slo nos ponen el agua media hora en la tarde y media hora en la maana
mientras estamos encerrados en la celda nos encierran a las 11pm y nos sacan a las 6 am de
mltiples formas; hemos intentado que la direccin de este penal y del INPEC general tome
medidas para que se pare prontamente esta violacin y nuestros derechos fundamentales y los nico
que obtenemos son respuestas evasivas Expediente, folio 3 [salvo que se indique otro cuaderno,
los folios a los que se hace referencia pertenecen al cuaderno principal].
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adems, era una respuesta positiva. En tal sentido, el Tribunal consider que
era suficiente la respuesta del INPEC, al indicar que estaban tomando
medidas para aumentar el servicio de agua en las celdas en pocos das (10). Al
ser suficiente esa proteccin de los derechos involucrados, concluy que la
violacin alegada era un hecho superado.917
2. Accin de tutela contra el Establecimiento Penitenciario de Alta y
Mediana Seguridad y Carcelario de Alta Seguridad, EPAMSCAS de
Valledupar La Tramaca (Expediente T-3535828)
2.1. Hechos y solicitud. La 2 accin de tutela acumulada al proceso de la
referencia fue presentada el veintisiete (27) de mayo de dos mil once (2011),
por setenta y uno (71) accionantes918 recluidos en el Establecimiento de Alta
y Mediana Seguridad de Valledupar La Tramaca contra el INPEC, por
considerar que se les estn violando varios derechos fundamentales al
someterlos a un sistema penitenciario que subordina la dignidad e integridad
de los detenidos a la seguridad.919 Denuncian que se les somete (i) a un
severo rgimen que incluye malos tratos e incluso torturas, tratos crueles,
inhumanos y degradantes contra la poblacin reclusa tales como agresiones
917 En el expediente reposa copia del Acta de la reunin celebrada por los internos representantes
de cada una de las torres el 9 de abril de 2012, con la Directora del Establecimiento Penitenciario,
en la cual se indica lo siguiente: En atencin a sus peticiones, el Establecimiento Penitenciario
est realizando las gestiones necesarias para adecuar la motobomba en el transcurso de 10 das, de
tal forma que se permita un suministro de agua a todas las celdas, en un periodo superior al
establecido de 4:30 a 5:30 en las horas de la tarde, de tal forma que no se afecte la presin del agua
y su suministro en las horas de la maana, atendiendo las peticiones de suministro de agua de los
internos de la torre 2A.
918 Luis Hernando Tangarife Suaza, Gustavo Gonzalis Figueroa, Pablo Jamer Orozco Gmez,
Jhon Alexander Sanches Vasques, Libardo Pavn, Carlos Segundo, Juan Fernando Sangun Vargas,
Jhonatan Ortiz Suaza, Jaime Mier, Edwin Muriel Vega, Leonidas Gonzlez Martnez, Manuel Baza
Valderrama, Juan Astilla, Milton Prez Julio, Carlos Ruiz Armesto, Ediverto Orozco, Hilder Ortiz
Mieles, Manuel Mendoza Meriado, Alexander Martnez Saenz, David Alfonso Hernndez Delas
Salaz, Esteban Snchez, Heiver Guerrero Rivera, Jorge Ivn Ruiz Toro, Jos Isaas Surez Morelo,
Yoanni Zapata Leganda, Arnedh Padilla Sanchez, Azael Paciteco Bravo, Jorge Leonardo
Hernandez Herrera, Peter Gonzlez Perez, Alvaro Vergara, Roberto Alvarez, Pablo Patio, Yaider
Joaquin Cavo Carrillo, Leomar Jose Otupana, Francisco Javier Ramos, Miguel Antonio Gutirrez
Martnez, Daniel Petro, Luis Jos Martnez, Jorge Eliecer Herrn, Silvinton Gmez Hernndez,
Carlos Perres Corea, Richard Alfredo Mosquera Bolaos, Jos Issa Pumarejo, Lacidez Iliarte
Herrera, Vctor Rodrguez Altamar, Rafael Romaa, Jailer Anibal Murillo, Julio Csar Arrieta
Beltrn, Harry Tellez, Deivi Mndez Gil, Carlos Pahuana, Robinson Ton, Pedro Sarmiento
Oquendo, Hever Menga, Edwin Romero, Roberto Carlos Hernndez Quintero, Nolan Baena, Jerry
Ayala, David Lammar Agliota, Jorge Luis Gonzlez Peinado, Jose Luis Pea Cantillo, Enrique
Kerguelem Perez, Jainer Mendez Casadiego, Angel lvarez, Carlos Rodriguez, Janio Cardozo
Guerra, Hilario Martnez, Luis Eduardo Lozano Campo, Yorguin Cesar Crdoba, lvaro David
Moreno.
919 Dice la accin de tutela: El Establecimiento de alta seguridad de Valledupar La Tramaca
fue inaugurado en el ao 2000 como el primer centro de reclusin creado bajo la asesora del bur
federal de prisiones de Estados Unidos, que dio inicio a la nueva cultura penitenciaria que
subordina la dignidad e integridad de los detenidos a la seguridad. Expediente T-3535828, folio 1.
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quienes los afectan, al darles malos usos a los baos y daarlos a propsito;
tanto los de los patios como los de las celdas. 933 El Establecimiento reconoci
que existan problemas estructurales en el suministro y el acceso al agua, pero
que estos han sido superados, puesto que ya se realizaron las obras
correspondientes.934 Se dice que la lnea de conduccin al Establecimiento
carcelario, como se reporta fotogrficamente al expediente, se encuentra
nuevamente en funcionamiento.935 Se afirm que la problemtica que se
present en el mes de mayo en cuanto al suministro del agua fue
superada..936 Se advirti que se han puesto medidores para tener el registro y
los controles necesarios para establecer la adecuada prestacin del servicio y
que la Direccin General del INPEC tiene proyectado para el dos mil doce
(2012) la construccin de unos tanques elevados con el propsito de cambiar
el sistema de agua de presin por gravedad, con el fin de superar las
dificultades generadas por el vandalismo. En tercer lugar, se advirti que se
tiene un adecuado plan de limpieza e higiene. 937 Advierte que frente a los
alimentos, por ejemplo, la empresa encargada hizo unas contramuestras, entre
las que se determin que los alimentos s eran de calidad. 938 En cuarto lugar,
advirti que se adelantan las investigaciones correspondientes por las
933 Dice la Directora de la Crcel La Tramaca al respecto: [] [los baos de los patios] siempre
se les entregan en buen estado, son los internos quienes le dan el mal uso, los daan, los destruyen,
les arrojan toda clase de objetos que obstruyen la caera, los puntos hidrulicos de los pabellones
son destruidos por los internos para la elaboracin de armas de fabricacin carcelarias, ocasionando
con esto el desperdicio del precioso lquido. || Nos hemos visto afectados por las conductas
vandlicas de los internos, donde a pesar de habrseles entregado las celdas en buen estado, siguen
daando la infraestructura del penal como muestra de su resentimiento y no aceptacin de la pena
impuesta por los jueces, como tambin lo hacen con el objeto de encaletar armas de fabricacin
carcelaria, donde tambin toman partes de los sanitarios y baldosas que rompen como armas
cortopunzantes tanto para agredir a sus compaeros como al personal de la guardia que los
custodia. Si su despacho a bien lo tiene, puede realizar una inspeccin simple a la oficina de
investigaciones a internos donde se presentan innumerables informes, sanciones e investigaciones
en curso, por estos tpicos, de tal suerte, que si la presin del agua en ciertas ocasiones no llega
hasta el quinto piso pasillo de seguridad no es por el querer de la administracin ya que esto no
tendra presentacin, deviene por el dao constante a la infraestructura del penal por parte de los
rprobos, como quiera que el suministro de agua en el penal se realiza por presin; vale decir,
desde una alberca, con motobombas que la bombean para que llegue hasta ese sitio, empero si hay
fugas de aguas se hace dispendiosa.
934 Dice la Direccin de la Crcel La Tramaca: [] comparando los datos obtenidos el
suministro ha estado por debajo con la necesidad real del establecimiento. || [] se realiz una
visita tcnica [por varias autoridades locales y tcnicos, ] encontrndose con las situaciones de
poco abastecimiento de agua para con el Establecimiento como anteriormente se mencion y se
muestra en el registro fotogrfico. || []. Ante la anterior situacin la Direccin General del
INPEC autoriz la realizacin de una obra que ya fue efectuada.
935 Expediente T-3535828, folio 78.
936 Participacin de La Tramaca ante el juez de primera instancia.
937 Se adjuntan copias de acta e informes en los cuales se afirma haber realizado dichas labores.
Expediente T-3535828, ver, por ejemplo, folios 165 a 180.
938 No obstante, la Sala resalta que los exmenes que certifican la calidad de los alimentos
advierten de forma precisa y clara que los resultados de laboratorio son vlidos nicamente para las
muestras analizadas. Expediente T-3535828, folio 112.
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2.2.3. Para la Juez 3 Penal del Circuito de Valledupar la accin de tutela debe
ser negada por dos (2) razones. Porque los setenta y uno (71) accionantes no
aportaron ninguna prueba que acompaara sus dichos. Sostuvo que los
demandantes no allegan elemento probatorio alguno que sustente sus
manifestaciones por vulneracin de sus derechos, y al rendir el
correspondiente informe, la directora del Establecimiento Penitenciario y
Carcelario de Alta y Mediana Seguridad, doctora Imelda Lpez Solrzano, lo
rechaza explicando cmo se han dispuesto por esa Penitenciario y por el
INPEC los recursos para la debida atencin de la poblacin reclusa.942 Y
porque invocaron derechos colectivos desde una perspectiva colectiva, no
individual, lo que hace improcedente la accin de tutela. Se advirti que los
accionantes hacen referencia a vulneracin de derechos colectivos [] De
manera que no se descarta la posibilidad de que por situaciones generales
como defectos en el suministro de agua potable se genere vulneracin a
derechos fundamentales individuales pero esa no es la situacin presentada
en el presente caso, sino que lo planteado se mantiene como una situacin
colectiva.
2.3. Decisin de segunda instancia. El diecinueve (19) de enero de dos mil
doce (2012), la Sala Penal del Tribunal Superior de Valledupar resolvi
confirmar la decisin de instancia por dos (2) razones. Por considerar que las
autoridades carcelarias vienen tomando medidas adecuadas para enfrentar los
problemas que comprometen el goce efectivo de los derechos fundamentales
de los accionantes, y por considerar que el cierre total del Establecimiento es
una peticin que est fuera de la rbita de decisin de los jueces de tutela, a su
parecer esta es una decisin de tipo administrativo que no le es permitido
tomar a esta Sala en su funcin constitucional. 943 Luego de considerar que la
accin de tutela [] es procedente para amparar los derechos
fundamentales de las personas recluidas en el Establecimiento Penitenciario
de Mediana Seguridad de [Valledupar] y hacer referencia a la jurisprudencia
constitucional sobre la proteccin de las personas privadas de su libertad, la
Sala resalt que [] segn lo expuesto por la entidad accionada, se
encuentra que se han tomado las medidas correspondientes para solucionar
los diversos inconvenientes que presenta el penal, como son la falta de un
servicio ptimo de agua, los inconvenientes en el servicio de alimentos y el
942 Sentencia del Juzgado 3 Penal del Circuito de Valledupar. Juez Rosario Villalobos Caamao.
Expediente T-3535828, folios 189 a 197.
943 Tribunal Superior de Valledupar, Sala Penal, sentencia de 19 de enero de 2012. MP Franklin
Martnez Solano.
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maltrato que reciben por la guardia del penal. Sin duda las diferentes
problemticas planteadas son de raigambre constitucional porque ste tipo
de circunstancias generan vulneracin en los derechos fundamentales de los
internos, sin embargo se observa que la administracin del penal viene
disponiendo de los correctivos para solucionar la problemtica que se
presenta, tal y como se observa en la documentacin que anexa a esta tutela,
donde pueden observarse los diferentes avances en la solucin de los
problemas objeto de debate, lo que permite un ambiente propicio para que se
cumpla la resocializacin del infractor de la ley penal, fin ltimo de los
establecimientos penitenciarios.
3. Acciones de tutela en contra de la Crcel Nacional Modelo de Bogot
(Expedientes T-3554145, T-3647294)
Dos (2) de las acciones de tutela acumuladas para ser resueltas mediante la
presente sentencia, se dirigieron contra la Crcel Modelo de Bogot, DC, y
dems autoridades carcelarias correspondientes. En el primero de los
expedientes se tutelaron los derechos, mientras que en el segundo la
proteccin fue negada.
3.1. Expediente T-3554145
El diecisiete (17) de mayo de dos mil doce (2012), Jhon Mario Ortiz Agudelo,
apoderado por un abogado del grupo de inters pblico de la Facultad de
Derecho de la Universidad de Los Andes,944 present accin de tutela contra la
Nacin, el Ministerio de Justicia y el INPEC, por considerar que el colapso
del centro de reclusin por diversas causas resaltando entre ellas el
hacinamiento, el deterioro de las instalaciones y la ausencia de personal
suficiente para la prestacin de servicios bsicos como la salud y la
seguridad, le ha implicado estar en condiciones de reclusin que atentan
gravemente su dignidad, su salud, su vida y dems garantas bsicas conexas
que el Estado, an en reclusin, est obligado a respetarle, protegerle y
garantizarle. En un extenso y detallado documento, el apoderado presenta los
hechos del caso, los derechos violados; los fundamentos de derecho; la
peticin, los fundamentos de la peticin, y las pruebas y dems requisitos
formales.
3.1.1. Hechos, fundamentos y solicitud (Expediente T-3554145). El
accionante, el seor Jhon Mario Ortiz Agudelo es un reciclador que fue
sometido a una medida de aseguramiento por conductas relacionadas con el
944 El abogado Lukas Montoya Burgos represent al accionante.
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Cuando llueve, el agua entra por las rendijas que hay en la parte
superior del muro que protege el pasillo. En consecuencia, el
seor Ortiz Agudelo, as como los dems internos, no slo deben
soportar el fro, sino que adems deben aguantar la lluvia que los
moja y les impide dormir. De hecho, para tapar las rendijas de la
parte superior del muro y protegerse de la lluvia, [] se han
visto obligados a colgar su ropa y sus cobijas para protegerse de
la lluvia; muchas veces teniendo que escoger entre cubrirse de la
lluvia o evitar el frio. || Sin embargo, por la dificultad de lavar
adecuadamente sus cobijas, cuando llueve, la humedad produce
olores muy fuertes que impiden dormir al [accionante].
(iii) Las condiciones de higiene bsicas. La accin de tutela denuncia la
psima infraestructura de baos con que cuenta el Establecimiento para poder
atender las solicitudes de los internos. Relatan la situacin en los siguientes
trminos,
Adicionalmente, el pasillo 14 en el que habita mi defendido,
slo cuenta con un bao para aproximadamente 164 internos.
Este bao se compone de dos duchas (que en realidad son dos
tubos de PVC), de dos inodoros (aunque actualmente y desde
hace varios meses uno se encuentra inutilizable) y de un
lavadero (que los mismos internos adecuaron, gracias a una
ampliacin que se hizo en el pasillo). Las instalaciones del bao
no se encuentran enchapadas, es decir, no estn cubiertas por
baldosas ni ningn otro material, por lo que tanto el piso, como
el techo y las paredes son de concreto. Debido a esto se
presentan problemas de humedad en el techo y las paredes.
Puesto que en el pasillo 14, donde habita mi defendido, slo hay
un bao (en las condiciones descritas en el hecho anterior), el
seor Ortiz Agudelo, as como los 164 internos que habitan all,
no pueden ir al bao en las noches, por la imposibilidad de pasar
entre los 60 internos que duermen en el suelo del pasillo y los 20
internos que duermen en las colchonetas amarradas al techo. ||
Producto de las dificultades descritas en el hecho anterior, los
internos se han visto obligados a orinar en botellas y defecar en
bolsas (que los mismos internos denomina como chicheros). ||
Muchas de las bolsas con los deshechos, a pesar de la
prohibicin interna que tienen los mismos presos, son arrojadas
en el patio o en el mismo pasillo, creando una situacin de
insalubridad. || Durante los das de visita se presenta una
situacin particular que empeora las condiciones de salubridad.
Puesto que el patio est lleno y en esos das llegan tantas
personas, los ya escasos baos de los pasillos son destinados
nicamente para las visitas. Por esta razn, los internos slo
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pueden hacer uso de los baos del primer piso que estn en muy
malas condiciones. En consecuencia, los das de visitas el seor
Ortiz Agudelo debe compartir un bao con casi 200 personas.
(iv) Calidad de la alimentacin. La calidad de la alimentacin es
psima. Afecta la salud y la integridad de los internos, como ha sido probado
por instituciones competentes en la materia. Se sostiene al respecto,
Hace aproximadamente un ao, la Secretara Distrital de Salud
de Bogot, orden el cierre de los comedores por problemas de
salubridad. Y a pesar de que han realizado exmenes peridicos
para ver si ya existen condiciones adecuadas para los internos, la
Secretara de Salud ha considerado que stas no han mejorado,
razn por la cual los comedores siguen clausurados. || Por esta
razn, el seor Ortiz Agudelo y los 1990 internos del patio 5 se
han visto obligados a recibir los alimentos y comer en el mismo
patio, en las condiciones de salubridad descritas en los hechos
21, 22 y 46, rodeados de basura y excrementos. || De acuerdo al
rgimen alimenticio dentro de reclusin, el seor Ortiz Agudelo
debe desayunar a las 6:00 am, almorzar a las 11:30 am y comer
por ltima vez en el da a las 2:00 pm. Puesto que mi defendido
no tiene los medios para proveerse de ms comida, debe pasar 16
horas (de 2:00 pm a 6:00 am) sin consumir ningn alimento. ||
Adems, producto de las condiciones en que son entregados los
alimentos, mi defendido, as como otros internos, se ha
intoxicado. Por lo tanto, el seor Ortiz Agudelo ha identificado
algunos alimentos que lo enferman. Por ejemplo, las sardinas,
que es un elemento que comnmente hace parte del almuerzo, es
un alimento que sabe que no puede consumir porque sabe que
normalmente produce vmito y diarrea a los internos. || [] los
internos que tienen capacidad econmica, han empezado a
conseguir alimentos por su cuenta para poder comer sin
enfermarse. [] los internos sin capacidad econmica [] se
han visto obligados a pasar hambre, pues prefieren esto a
intoxicarse con los alimentos que le son proporcionados. || A
pesar de que el seor Ortiz Agudelo se ha intoxicado en algunas
ocasiones por la comida, no ha recibido ninguna atencin
mdica.
(v) Afectacin a la salud y acceso al agua. Para la accin de tutela, las
condiciones de alimentacin, de higiene, sumadas al mal servicio mdico que
se les presta, constituyen un conjunto de graves violaciones a su derecho
fundamental a la salud. El acceso del agua est restringido, es escaso y,
adems, es de mala calidad. Dice la accin de tutela al respecto,
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953 Dice la accin de tutela: [] a pesar, de que estas cifras hablan por s solas, frente a estos
nuevos datos hay tres elementos que se deben destacar: en primer lugar, las cifras son
contradictorias, puesto que se estn contando los nuevos cupos del ERON como parte de la
capacidad, aun cuando no todos estn habilitados. Como es bien sabido, por problemas de
infraestructura, de diseo y de seguridad, no todos los nuevos cupos han sido habilitados. En
consecuencia, el nmero de reclusos que ahora sube a la alarmante cifra de 7.341, parecen estar
viviendo en un espacio con mucha menor capacidad que la que dice el INPEC. En segundo lugar,
producto de lo anterior, es evidente que las cifras de hacinamiento son entonces mayores al 48,9%
y, aunque no hay datos reales de cul es la capacidad del espacio que est albergando a los 7.341
internos de La Picota, es importante resaltar que actualmente de los 3.344 cupos que se crearon con
el ERON, no estn habilitados en su totalidad. Finalmente, en tercer lugar, se destaca que, a pesar
de usar cifras que difcilmente reflejan la realidad prctica, la cifra de hacinamiento sigue llegando
al 48,9% (habiendo subido el 5% tan slo en 9 meses). Esto indica que, si bien se estn contando
cupos que an no han sido habilitados la cifra de hacinamiento sigue siendo importante. Sobre
todo, mirando la situacin a futuro, pues, segn datos de la Defensora del Pueblo, la poblacin
reclusa se encuentra aumentando a pasos agigantados.
954 Dice la accin de tutela: adems del hacinamiento que sigue siendo muy grave a pesar de la
construccin del ERON, en las nuevas instalaciones de la Crcel Picota, a pesar de ser tan
recientes, se presentan graves problemas de luz, ventilacin, frio y acceso a zonas de recreacin. Y
que, de ser trasladado a ese centro de reclusin, el seor Ortiz Agudelo se vera igualmente
sometido a soportar tratos crueles, inhumanos y degradantes. || Uno de los mayores problemas del
ERON de La Picota son la ventilacin y el acceso a luz natural que, por s mismos, constituyen
igualmente un trato cruel, inhumano y degradante. Al respecto, la regla 11 de las Reglas mnimas
para el tratamiento de los reclusos resalta la importancia de tener un acceso adecuado a la luz
natural y ventilacin, que permita a los reclusos realizar sus actividades. [] Adicionalmente,
estos problemas de iluminacin y ventilacin, aadidos a que la estructura est construida en
material de concreto, han generado serios problemas de fro. Tanto los internos como los guardias
han reconocido que al interior del ERON, a pesar de ser una construccin nueva, se siente mucho
fro durante todo el da [] particularmente, en las noches y en la madrugada [].
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3.1.2.1. El Ministerio de Justicia y del Derecho aleg que no debi haber sido
vinculado al proceso, por considerar que las acusaciones presentadas por los
accionantes se refieren a asuntos de competencia exclusiva de una
dependencia especfica del Estado.961 No obstante se reconoci que es verdad
que existe un problema de hacinamiento y que, adems, est en aumento. El
Ministerio tambin advierte que este problema se pretende enfrentar con la
construccin de ms crceles as: [] es importante aclarar que por el
crecimiento casi exponencial de la poblacin privada de la libertad ha
obligado al Gobierno Nacional a pensar en la necesidad de acudir a la
construccin de nuevos establecimientos penitenciarios y la ampliacin y
restructuracin de algunos establecimientos existentes con el fin de poder
brindarles mejores condiciones a la poblacin penitenciaria en el pas. Es
por ello que en el 2010 como resultado de los documentos CONPES 3277 de
2004, 3412 de 2006 y 3575 de 2009 se habilitaron 21.245 cupos para reducir
la situacin de hacinamiento en el pas. || As mismo este Ministerio ha
conformado un Comit Asesor para la creacin de un plan maestro de
crceles, entendiendo por ste, el conjunto de estrategias, programas y
proyectos de inversin de recursos para la adquisicin de terrenos,
construccin, refaccin y equipamiento de los establecimientos de reclusin
condiciones de reclusin. Por tal motivo, haba ordenado a los organismos administrativos del pas,
adoptar polticas pblicas que garantizaran unas condiciones de vida digna para los presos,
particularmente del centro penitenciario en el cual se encontraba recluido el seor Quesada Morn.
|| Al valorar que 14 aos despus de la orden, las condiciones de reclusin seguan siendo similares
y no respondan a los estndares mnimos para el tratamiento de los reclusos del Consejo
Econmico Social de Naciones Unidas. En consecuencia, el alto tribunal opt por ordenar al
Gobierno costarricense que, a partir de la comunicacin de la providencia, no permitiera el ingreso
de ms privados de la libertad en el Centro de Asistencia Institucional de San Jos. Adems orden
que en el plazo de un ao, la Administracin Penitenciaria debera disminuir paulatinamente la
poblacin penal hasta llegar a la capacidad real de ese centro carcelario. As, si bien no se le
concedi la libertad al seor Quesada Morn, s se tomaron una serie de medidas para proteger sus
derechos, como la orden de prohibir la entrada de ms reclusos a los centros carcelarios y
penitenciarios, que van ms all de las soluciones estructurales tradicionales de ordenar la
construccin de ms crceles.
959 Con relacin al caso argentino dice la accin de tutela: La Corte argentina estim que las
condiciones de vida en las crceles, que datan desde el ao 2003, implicaban un trato cruel,
inhumano y degradante, por ende, orden: a) cesar, en un plazo no mayor a los sesenta das la
detencin en comisaras y dems dependencias policiales, de los menores y enfermos que se
encuentren a su disposicin. Y b) en lo sucesivo, no admitan ni dispongan la detencin de personas
que renan tales condiciones en dichas dependencias. Adems, orden que en la medida de lo
posible, los jueces de la Provincia de Buenos Aires debern ponderar nuevamente la necesidad de
mantener [a cualquier recluso] en dicha situacin o bien, disponer medidas de cautela o formas de
ejecucin de la pena menos lesivas.
960 Se cita al respecto el caso de Venezuela, en la accin de tutela.
961 Ministerio de Justicia y del Derecho. Directora Poltica Criminal y Penitenciaria. Giovanna
Prieto Cubillos. Expediente T-3554145, folios 102 a 106. Dijo el Ministerio en su participacin:
As las cosas y teniendo en cuenta la normatividad sealada, la autoridad competente en todo lo
referente al tema de infraestructura carcelaria es la Unidad de Servicios Penitenciarios y
Carcelarios, pues esa entidad es la que, de conformidad con los lineamientos establecidos en el
Decreto 4150 de 2011, determina su propio objeto y estructura.
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derecho a la salud. Esta decisin fue anulada por la Sala Penal de la Corte
Suprema de Justicia luego de haber sido impugnada.
3.2.4. Participacin del Juzgado de Ejecucin de Penas y Medidas de
Seguridad y del Ministerio de Hacienda y Crdito Pblico. (Expediente T3647294). El 11 de julio (mes 07) de 2012, la Sala Penal de la Corte Suprema
de Justicia decidi anular todo lo actuado en primera instancia por considerar
que no se haban vinculado a todas las autoridades competentes y con inters
en la situacin debatida en el proceso de Wilfredo Mesa Rosero. Se resolvi
ordenar que tambin se vincularan al proceso el Juzgado de Ejecucin de
Penas y Medidas de Seguridad respectivo y al Ministerio de Hacienda y
Crdito Pblico.977
3.2.4.1. El Treinta (30) de julio de dos mil doce (2012), el Juzgado Quinto de
Ejecucin de Penas y Medidas de Seguridad de Bogot, DC, particip en el
proceso a peticin de la Corte Suprema de Justicia, Sala Penal, para que se
pronunciara con relacin a la peticin del accionante. 978 El Juez de Ejecucin
de Penas solicit que se reconociera en el fallo de tutela que el Juzgado en
cuestin no haba violado los derechos del accionante y que se le desvinculara
del trmite de tutela. Sobre la peticin presentada dijo lo siguiente,
Frente a la peticin central que enmarca la demanda de tutela
[ de que se] ordene la excarcelacin [] y en su lugar decrete
las medidas que considere necesarias para proteger el inters de
la comunidad, pues no existen otros medios para evitar el
sometimiento del interno a los tratos crueles, inhumanos y
degradantes que se encuentra sufriendo actualmente, este
Despacho encuentra improcedente pues a pesar de que no se
desconoce el problema de hacinamiento en que se encuentran
tanto las personas vinculadas a un proceso penal como aquellas
que cumplen una pena de prisin impuesta por un juez
competente para hacerlo, pues en las visitas que hace este
operador judicial as lo percibe no slo de manera visual sino por
brazos, razn por la cual desde entonces presenta problemas de movilidad de tales miembros. De
igual modo, que en el establecimiento no ha recibido el tratamiento adecuado; sin embargo, en los
posteriores apartes del estricto de tutela admite haber sido atendido en varias oportunidades por
medicina general para exteriorizar la inconformidad con el criterio del galeno que lo atendido [sic],
en cuanto no ha accedido a la solicitud de aqul de su remisin al especialista en ortopedia. || En
sntesis, la atencin que reclama no ha correspondido en manera alguna a un tratamiento, examen o
medicina que le haya sido prescrita y negada, sino a una valoracin que Correa Fonseca [sic]
estima, en contrava del criterio del mdico tratante, que resulta necesaria. En consecuencia, por
esta causa no puede admitirse que result vulnerado el derecho fundamental referido.
977 Expediente, T-3647294, segundo cuaderno, folios 3 a 10.
978 Intervencin del Juez Quinto de Ejecucin de Penas y Medidas de Seguridad de Bogot, DC.
Expediente T-3647294, folios 221 a 223.
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los derechos fundamentales objeto de esta accin, para lo cual debe tenerse
en cuenta las funciones asignadas en el Decreto 4712 de 2008 []. Se
advierte que [] la Nacin, Ministerio de Hacienda y Crdito Pblico no
puede legalmente satisfacer las pretensiones del actor, no slo porque no
determin ni tiene incidencia en ejercicio de funciones con los hechos que
dan origen a la presente accin sino tambin que el fondo de la
determinacin de las polticas de ejecucin de los recursos destinados a
poblacin carcelaria est a cargo del INPEC. || Este Ministerio ha dado
estricto cumplimiento a sus obligaciones constitucionales y legales,
especialmente en lo relacionado con la funcin presupuestal y de giros,
asunto en que ha sido especialmente diligente priorizando los giros
correspondientes a las entidades encargadas de atender en forma directa las
necesidades bsicas de la poblacin carcelaria del pas, como ya se
manifest con la partida de $1.009.364.822.282 girados al INPEC para el
ao 2010, de $1.087.876.271.510 para el ao 2011 y $ 1.202.174.529.951
para la vigencia actualmente en curso.
3.2.5. Decisin de primera instancia (Expediente T-3647294). El dos (2) de
agosto de dos mil doce (2012), la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogot
resolvi de forma similar a como lo haba hecho inicialmente: neg la tutela
de los derechos invocados por Wilfredo Mesa Rosero y orden remitir copia
del proceso de tutela al juez de primera instancia del proceso en el cual la
Corte Constitucional declar el estado de cosas inconstitucional en el sistema
penitenciario y carcelario colombiano.980 Reiterando los argumentos
expuestos en la primera sentencia que dict, el Tribunal dijo: No obstante,
atestado sea desde ahora en cuanto excluye la prosperidad de la tutela, la
situacin demostrada en este asunto no ha sido ajena a la jurisdiccin
constitucional, que en pretrita decisin imparti las rdenes a las
autoridades estatales orientadas precisamente a superar esa violacin
generalizada y persistente de los derechos fundamentales de los internos, uno
de ellos, se insiste, el ahora accionante. || En efecto, la Corte
Constitucional, desde hace ms de dos lustros declar la existencia del
estado de cosas inconstitucional en las prisiones mediante un
pronunciamiento que comport el reconocimiento de la sistemtica
vulneracin o amenaza de violacin de los derechos fundamentales de los
reclusos; supuesto con apoyo en el cual inst a las autoridades competentes a
la adopcin de medidas orientadas a garantizar las condiciones de vida
dignas en los penales. En concreto, tratndose de lo que interesa destacar, en
980 Tribunal Superior de Bogot, Sala Penal, sentencia 2 de agosto de 2012 (MP Marco Antonio
Rueda Soto; AV Carlos Hctor Tamayo Medina). Expediente, T-3647294, folios 237 a 262.
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Modelo para dar solucin a los tratos crueles inhumanos y degradantes que
debe soportar mi poderdante, no protegen de forma inmediata sus derechos.
Por el contrario, consisten precisamente en programas de mejoramiento a
travs de algunas modificaciones a las condiciones de reclusin de la Crcel
Modelo, sin determinar con certeza cundo sern celebrados los aducidos
contratos, y menos, cundo sern entregados los productos contratados. ||
Lo anterior convierte la situacin bajo estudio en un caso tradicional de
aplicacin progresiva de derechos a travs de una reforma estructural,
excluyendo otros tipos de reparacin que, como la excarcelacin, s protegen
de forma inmediata los tratos crueles, inhumanos y degradantes que sufre el
seor Mesa Rosero. En otras palabras, ni la Direccin de la Crcel Modelo
ni el fallo impugnado, explican o siquiera discuten por qu mi cliente debe
asumir la carga de soportar condiciones de vida infrahumanas mientras el
establecimiento es reformado. Esto ltimo, a pesar de las precisiones
sealadas en torno a la exigibilidad directa de los derechos de las personas
presas.
Por ltimo se hace referencia al [] indigno rgimen de comidas, en donde
los internos pasa ms de 12 horas diarias sin recibir alimentos, en que: (i)
esto se encuentra aprobado por la Resolucin 3034 de mayo 30 de 2005; y
(ii) que la realizacin del procedimiento de conteo de los internos durante el
da, que guarda estrecha relacin con la necesidad de dar la cena a ms
tardar a las 2:00 pm pues se requiere que las puertas de los pasillos se
cierren a las 5:00 pm, responde a un criterio de seguridad y de dificultad
aprobado por la Corte Constitucional en la sentencia T-825 de 2009. La
impugnacin cuestiona el uso que hace el Director de la Crcel de la
jurisprudencia de la Corte Constitucional, pues ella se ocupa del derecho de
peticin y el derecho y su relacin con el fin resocializador de la pena.
Solicita a la Corte Suprema que considere la situacin fctica que se le
presenta y la evale a la luz de toda la jurisprudencia aplicable, como la
sentencia T-190 de 2003.
3.2.7. Decisin de segunda instancia (Expediente T-3647294). La Sala de
Decisin de Tutelas de la Sala de Casacin Penal de la Corte Suprema de
Justicia, resolvi confirmar la decisin de primera instancia de negar la tutela
de los derechos fundamentales invocados por Wilfredo Mesa Rosero. 983 La
Corte Suprema de Justicia reconoce que es un hecho notorio el hacinamiento
que estn viviendo los reclusos de ese penal, de conformidad con la respuesta
983 Expediente, T-3647294, segundo cuaderno, folios 21 a 35.
493
del propio Director, [] el cual supera el cien por ciento de los cupos
disponibles. Pero a la vez, resalt las acciones orientadas a mejorar la
situacin del accionante, como la entrega de la colchoneta, la existencia de
criterios para dar comida de calidad, la existencia de horarios de acuerdo con
las necesidades de seguridad y el acceso a servicios de salud que ha tenido el
accionante. En cualquier caso, se consider que tena razn el juez de
instancia al considerar que se trataba de la misma situacin evaluada por la
Corte Constitucional en el ao 1998. Dijo al respecto la sentencia,
De acuerdo a las circunstancias que afronta tanto el accionante
como el resto de penados, resultan acertadas las rdenes dadas
por el a quo, ya que la Corte Constitucional en la sentencia T-153
de 1998, declar la existencia del estado de cosas
inconstitucional en las prisiones del pas, y esa situacin hasta la
fecha no se ha superado. Con independencia de que el quejoso
no hubiera estado privado de la libertad para esta poca, lo cierto
es que el precedente estuvo encaminado a superar una
problemtica institucional que todava persiste y que ha
vulnerado sistemticamente los derechos de los reclusos de todo
el pas.
No obstante, a pesar de considerar que no era procedente la tutela invocada y
que la situacin de colapso carcelario ya haba sido objeto de estudio por
parte de la jurisprudencia constitucional en 1998, la Corte Suprema de Justicia
resolvi [] instar al Ministerio de Justicia y del Derecho y al Director del
Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, INPEC, para que inicien
conjuntamente las gestiones necesarias tendientes a garantizar a los reclusos
de la penitenciaria La Modelo de esta ciudad, condiciones de subsistencia
dignas y humanas, tales como disminuir el ndice de hacinamiento y mejorar
su estado sanitario. En cualquier caso, para la Corte no es posible pensar en
una excarcelacin. Para la Corte, [] de ninguna manera puede entenderse
que con ocasin de la problemtica de hacinamiento, el interesado tenga
derecho de forma inmediata a su libertad, pues como este lo advierte, se
encuentra privado de ella en virtud de un proceso penal dentro del cual
result condenado y cuya sentencia est ejecutoriada. || Adems, el
accionante no acredit haber presentado solicitud de libertad ante el
despacho judicial que vigila su pena, es decir, no existe ningn presupuesto
del cual deduzca la obligacin constitucional de atender las peticiones
presentadas por el actor.
4. Accin de tutela contra el Establecimiento Penitenciario de Mediana
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497
498
499
500
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Uno
Dos
Tres
Cuatro
Cinco
Seis
Siete
Ocho
Nueve
Diez
Once
Doce
Trece
Campamento
Celdas P
Novedades
1004
Total
NMERO DE
CELDAS
82
82
82
82
82
82
82
82
82
40
225
225
15
(comunitarias x
4)
3
16
CAPACIDAD
NMERO
ACTUAL
INTERNOS
164
164
164
164
164
164
164
164
164
80
450
450
50
191
233
206
212
193
243
242
238
143
48
359
326
32
6
0
2
47
11
2726
2512
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1008 Corte Suprema de Justicia, Sala de Casacin Laboral. Sentencia de 3 de mayo de 2011.
Expediente 32425 (MP Gustavo Jos Gnecco Mendoza).
1009 Expediente T-375561.
1010 Expediente T-3759881, folios 1 a 8.
1011 Al igual que en el caso anterior, la accin de tutela se present ante la Corte Suprema de
Justicia, Corporacin que, por las reglas de reparto, la remiti al Tribunal Superior de Popayn,
Sala Civil y de Familia, despacho que finalmente admiti la accin de tutela y la tramit.
Expediente T-3759881, folios 9 a 17.
1012 Para ver en detalle los argumentos de esta accin de tutela, ver el resumen de los cargos del
caso anterior; Expediente T-375561.
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1023 Tribunal Superior de Popayn, Sala Civil y de Familia, sentencia de octubre 24 de 2012, (MP
Manuel Antonio Burbano Goyes). Expediente T-3759881, folios 74 a 87.
1024 Cfr. Con los expedientes T-375561 y T-3759881.
1025 Expediente T-3759882, folios 1 a 7.
1026 Al igual que en los dos casos anteriores, la accin de tutela se present ante la Corte Suprema
de Justicia, Corporacin que, por las reglas de reparto, la remiti al Tribunal Superior de Popayn,
Sala Civil y de Familia, despacho que finalmente admiti la accin de tutela y la tramit.
Expediente T-3759882, folios 8 a 16.
1027 Para ver en detalle los argumentos de esta accin de tutela, ver el resumen de los cargos del
primer caso contra la crcel San Isidro de Popayn, en el proceso de la referencia; Expediente T375561.
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1041 Tribunal Superior de Bucaramanga, Sala Penal, sentencia de 12 de agosto de 2011 (MP Luis
Edgar Albarracn Posada). Expediente T-3805761, folios 41 a 54.
1042 Expediente T-3805761, folios 78 a 88.
1043 Dijo el Ministerio al respecto: El Ministerio ha realizado contactos con varias universidades
del pas para que estas, a travs de sus estudiantes de consultorio jurdico y de judicatura, puedan
colaborar a descongestionar las solicitudes de los reclusos, tanto en las oficinas jurdicas de los
establecimientos de detencin como ante los despachos de los jueces de ejecucin de penas y
medidas de seguridad. || Bajo esta temtica, se llev a cabo una reunin con las oficinas jurdicas
de las crceles Modelo, La Picota y el Buen Pastor con la finalidad de iniciar una coordinacin
entre los jueces de ejecucin de penas y medidas de seguridad y las universidades interesadas para
participar en este proyecto. En esa ocasin, las oficinas jurdicas se comprometieron a suministrar
la informacin necesaria para hacer las solicitudes de libertad de los internos. || En el mes de
septiembre se espera repetir esa experiencia con universidades de Cali, Medelln, el Eje Cafetero y
Atlntico. Posteriormente, se extender a todo el pas, pero especialmente a aquellas regiones
donde el hacinamiento presenta mayores ndices. || Esta medida va acompaada de un trabajo con
los jueces de ejecucin de penas y medidas de seguridad para que concedan, a quienes corresponde,
una serie de beneficios establecidos en la ley, y para que las solicitudes se resuelvan en la mayor
brevedad posible. El Consejo Superior de la Judicatura ha nombrado tres jueces de descongestin
para resolver prontamente las solicitudes pendientes.
1044 En esta oportunidad el Ministerio reiter la meta del 48% de hacinamiento generalizado en el
pas, en los siguientes trminos: En observancia de los derechos de los internos, esta redistribucin
se realizara sobre aquellas personas ya condenadas que cumplan con los requisitos legales. La
idea es que el nivel de hacinamiento sea del 48% en todo el pas. De esta manera, se busca
disminuir sustancialmente la presin sobre aquellos centros que tienen los niveles ms altos de
hacinamiento. Lo anterior, se espera lograrlo con una poltica de traslados que no afecte los
derechos de la poblacin interna y utilizando los cupos libres que an existen en los nuevos
establecimientos de reclusin.
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de las personas recluidas en ese Establecimiento. 1066 Pero, incluso ahora que
ha mejorado, persisten problemas estructurales.1067
6.4.1.4. Para la Directora de la Crcel s existieron problemas con la
prestacin del servicio de salud, pero a su juicio eso es algo del pasado por
cuanto el asunto ya fue superado.1068 En cuanto al deficiente stock de
medicamentos, dice que es cierto que es precario, pero que ello es as para que
no se pierdan por vencimiento; en todo caso, afirm, se requieren pocos
medicamentos pues as su parecer la regla general en su crcel es el buen
estado de salud.1069 No obstante se reconoci que [es] cierto que la falta de
contratacin de una operaria para el aseo del rea de la salud. De acuerdo
al esquema de salud de CAPRECOM, falta el suministro de una higienista
oral y una auxiliar administrativa. Indic que se han atendido siete (7)
1066 La Directora de la Crcel de Barrancabermeja adjunt a su intervencin comunicaciones
dirigidas a la Directora de la Regional Oriente del INPEC informndole, entre otras cosas: que el
odontlogo no asiste a laborar desde el 17 de septiembre por estos motivos, por lo cual no estn
atendiendo pacientes en el rea de odontologa (comunicacin del 19 de septiembre de 2012;
Expediente T-3805761, folio 185); que se slo se contaba con un mdico para atender a todos los
internos, por perodos de cuatro horas (comunicacin del 13 de agosto de 2012; Expediente T3805761, folio 186); que no hay insumos mdicos ni odontolgicos, ni siquiera jeringas o guantes.
Escasez marcada de medicamentos, no hay analgsicos orales ni parenterales (comunicacin del 25
de julio de 2012; Expediente T-3805761, folio 187); que se tiene personas privadas de la libertad
que requieren insulina, a las cuales no se les suministra (comunicacin del 31 de mayo de 2012;
Expediente T-3805761, folio 192); o que no hay una persona encargada de recoger los residuos
hospitalarios (Expediente T-3805761, folio 193).
1067 En comunicacin a la Asesora Jurdica de la EPMSC, Gladis Quintero de Quintero, el mdico
Gilberto Hernndez Peluffo reclama que se tiene un solo mdico durante cuatro horas, cuando
debera haber dos mdicos 8 horas diarias. Sostiene que hay un aceptable suministro de
medicamentos pero s hay demora para la autorizacin de operaciones. Se reclama que slo se
cuenta con el Hospital del Magdalena Medio y no se cuenta con urologa, otorrinolaringologa,
neurologa y oftalmologa (comunicacin del 23 de octubre de 2012; Expediente T-3805761, folio
183).
1068 Dijo la Directora de la Crcel de Barrancabermeja en su intervencin: Con relacin a la
denuncia sobre el sistema de salud, ello es falso para este momento; toda vez que CAPRECOM
mejor ostensiblemente el servicio, y en la actualidad funciona de manera coordinada con este
EPMSC-Barrancabermeja. Para atender el servicio de salud de la poblacin carcelaria
CAPRECOM suscribi un contrato interadministrativo con el Hospital Regional del Magdalena
Medio (anterior Hospital San Rafael), y es esta entidad la que atiende los casos de urgencia y
cirugas de los internos de este panptico. || Teniendo en cuenta que el Hospital del Magdalena
Medio no cuenta con el servicio especializado de urologa, otorrinolaringologa, neurologa y
oftalmologa; si eventualmente algn interno necesita de esta atencin especializada se remite a
Bucaramanga. || Para el rea de sanidad dentro del penal, actualmente el EPMSC Barrancabermeja
cuenta con el siguiente esquema o modelo de atencin: 2.1.- Por parte de CAPRECOM: Un (1)
mdico, dos (2) auxiliares de enfermera, un (1) odontlogo, una (1) regente de farmacia. || 2.2.
Por parte del INPEC: Contamos con un (1) mdico y (1) enfermera, quienes en conjunto con los
profesionales de la salud adscritos a CAPRECOM se encargan de atender la poblacin carcelaria de
Barrancabermeja; siendo eficientes en la prestacin del servicio de salud, y en la remisin oportuna
a consulta especializada y cirugas.
1069 Dijo la Directora de la Crcel de Barrancabermeja en su intervencin: Con relacin al stock
de medicamentos, no se mantienen altas existencias para evitar el vencimiento de la misma, pero s
lo necesario para el suministro adecuado del servicio de salud. Con relacin a este tem es
necesario advertir a esa corporacin judicial que el EPMSC Barrancabermeja es un centro de
reclusin cuya regla general es el buen estado de salud de los internos, y por tanto no se requiere
mantener altos stocks para atender a toda la poblacin, pues las estadsticas nos muestran que la
poblacin que requiere el servicio no sobre pasa el cinco por ciento (5%) de la poblacin reclusa.
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Respecto al estado actual del lugar de reunin entre las personas internas y los
defensores pblicos, la Directora de la Crcel dice en su intervencin;
El mismo accionante reconoce que [se les] tiene asignado un
espacio en la dependencia de la Pagadura, donde cuenta con una
mesa y silla para atender a los internos que apoderan; siendo esta
parte fctica cierta, pues la Direccin de este Centro
unilateralmente lo dispuso [], para que la Defensora del
Pueblo tenga un sitio de trabajo permanente, en especial, para el
(la) abogado(a) que en representacin de la Defensora []
tramita todas las solicitudes de los beneficios administrativos a
los que tienen derecho los internos que renan los requisitos
objetivos y subjetivos que dispone la normatividad vigente.
La asignacin del sitio, al igual que los muebles de oficina
efectivamente fueron puestos a disposicin de la Defensora del
Pueblo, por parte de la Direccin de este penal, lo cual se hizo
gustosamente, y con el nimo de brindar una colaboracin eficaz
a la barra de abogados del sistema nacional de defensora
pblica; a pesar de que no estamos obligados legal ni
reglamentariamente a ello, aspecto fctico que por s mismo, nos
llama hartamente la atencin la posicin que adopta el seor
Defensor del Pueblo, quien a sabiendas que no estamos
obligados a asignarles oficinas dotadas a los abogados
defensores al interior del Penal; a pesar de ello, lo hicimos y con
mucho agrado, para que en la hora de ahora se nos pretenda
enrostrar que los recursos puestos a disposicin, son modestos, y
que estn localizados en la oficina de la pagadura.
A la fecha de presentacin de este libelo, las leyes, los
reglamentos y los protocolos de seguridad que rigen a los
establecimientos penitenciarios y carcelarios de todo Colombia
administrados por el INPEC, impiden que les sea asignado
oficinas dotadas a los abogados defensores contractuales, ni
discriminatoriamente a los abogados defensores de la defensora
pblica, contrario a lo que entiende el respetado Defensor del
Pueblo.
[]
A ttulo conciliatorio, esta Direccin propone que la Defensora
del Pueblo siga utilizando el espacio fsico asignado en la
dependencia de la Pagadura y asigne sus propios muebles de
oficina (escritorio y silla) para sus abogados.
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El veintids (22) de enero de dos mil trece (2013), la Juez Tercera Penal del
Circuito de Bucaramanga resolvi declarar improcedente la accin de tutela
presentada por el Defensor Regional del Pueblo con ocasin de las
violaciones a los derechos fundamentales de las personas internas en la Crcel
de Barrancabermeja, por considerar que es un asunto que no puede ser
resuelto por el juez de tutela.1076 Dijo en su sentencia.
[] para el caso concreto se encuentra que si bien el catlogo
de problemas puesto de presente por el accionante en el
establecimiento carcelario de Barrancabermeja y que no difiere
mucho del de los dems panpticos del pas, resulta a todas
luces escabroso, tanto por las cifras como por los registros
fotogrficos allegados; lo cierto es que las nobles pretensiones
del libelista no estn llamadas a prosperar por esta va
jurisdiccional, en la medida que para solucionar las
complicaciones del sitio de reclusin, esta sede de tutela debera
disponer si bien no de forma expresa, ms s tcita de la
destinacin de erario hacia el sector penitenciario entendido no
slo de las personas internas sino tambin del personal de
guardia, convirtindose en determinador de la prevalencia de
una arista de la sociedad sobre las otras, es decir, anteponiendo
la solucin de los asuntos carcelarios a los de otros sectores
sociales, verbi gracia, al educativo, al laboral, al de la poblacin
infantil, desplazados, damnificados, madres cabeza de familia,
discapacitados, etctera.
Y es que en efecto, si este despacho accediera a las pretensiones
del actor: de forma tcita estara sealando los derroteros de
inversin presupuestal del INPEC, del Ministerio, de la
Gobernacin Departamental o de la Alcalda Municipal de
Barrancabermeja si se le ordenar, por ejemplo, la ampliacin o
construccin de un nuevo centro carcelario con capacidad
suficiente para albergar el personal interno en la crcel de
Barrancabermeja, mandato judicial que a todas luces no puede
ser proferido por el fallador de tutela. || [] resultara absurdo
que esta va sirviera para determinar el personal profesional que
debe ser contratado para solucionar aspectos que previamente
deben contar con un adecuado respaldo tcnico y operativo. Nos
referimos en concreto a la solicitud del libelista encaminada a
que se orden la contratacin de personal mdico, odontolgico,
jurdico y de trabajo social, respaldado nicamente en lo que al
actor le parece conforme su visita al lugar []
Esta sentencia no fue impugnada por la Defensora Regional del Pueblo, por
lo que fue remitida a la Corte Constitucional para su eventual revisin.
1076 Expediente T-3805761, segundo cuaderno, folios 117 a 127.
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TERCER ANEXO
DEBATES PARLAMENTARIOS DE AGOSTO DE 2011,
POSTERIORES A LA INFORMACIN REMITIDA EL 10 DE JULIO (07) DE 2012
1. La Comisin Segunda de la Cmara de Representantes, en ejercicio de sus
facultades de control poltico, deliber los das veinticuatro (24) y treinta (30)
de agosto de dos mil once (2011) acerca de la situacin actual del sistema
carcelario y de las polticas pblicas que existen y se implementan en la
materia.
1.1. El veinticuatro (24) de agosto, se plante el debate al INPEC y al
Gobierno por parte del Representante a la Cmara Ivn Cepeda, como
respuesta a mltiples manifestaciones sociales y pblicas, tan diversas como
las diferentes quejas de la poblacin carcelaria o las denuncias de los medios
de comunicacin, o como las decisin judiciales, tales como la declaratoria de
estado de cosas inconstitucional (sentencia T-153 de 1998 de la Corte
Constitucional), y teniendo como sustento una investigacin adelantada al
sistema carcelario por parte de la unidad de trabajo legislativo del Congresista.
1.1.1. Luego de explicar que la investigacin realizada, lejos de arrojar la
informacin necesaria para saber cul es la real situacin en las crceles y
poder tomar decisiones adecuadas en poltica pblica, pretende evidenciar que
las alarmas que permiten advertir una situacin crtica en el Sistema
Penitenciario y Carcelario estn encendidas, y que es preciso tomar cartas en el
asunto. As pues, dos (2) sentidos tiene el informe: mostrar que la situacin
del Sistema es extremadamente grave con el fin de buscar salidas,
soluciones.1077
Gaceta del Congreso, N 712 de 2011. [Intervencin del Representante a la Cmara que cita al
debate] Tiene usted razn, seor presidente; es un debate extenso, corresponde a una labor que
hemos hecho desde la Unidad Legislativa, y de una vez anuncio nuestra intencin esencial en este
debatees buscar salidas, soluciones, sin dejar de sealar una situacin que es extremo grave, que
tiene mltiples aspectos delicados, preocupantes, ustedes lo vern en el transcurso de lo que voy a
decir en los prximos minutos, [].
1077 La gravedad de la situacin es tal, que la propia vida del Representante pudo haber estado en
riesgo, debido a la investigacin realizada, tal como fue denunciado ante el Congreso de la
Repblica. Gaceta del Congreso, N 712 de 2011. La comisin recibi y ha venido recibiendo
mltiples informes, solicitudes, testimonios, con relacin a la situacin carcelaria en el pas y, por
eso, fijamos un cronograma de visitas; pues bien, en la visita que practiqu el da 22 de mayo de
este ao a la crcel de Valledupar, debo sealar, seor ministro, seor Brigadier General y seor
Viceministro, que se present un hecho que yo considero muy preocupante: Una vez que estuve en
el pabelln de internos que estn en situacin de aislamiento y de mxima seguridad, tuve
informacin en la siguiente visita que practiqu el da 13 de junio de este mismo ao, a la misma
crcel la crcel de Valledupar, de que uno de los internos, cuando estaba recorriendo ese corredor
de mxima seguridad, haba sido incitado por dos de los guardias del Inpec a que utilizara un pual
que recibi de manos de estos seores y procediera a agredirme. || Quisiera que se mostrara
inmediatamente la imagen de la denuncia. Esta denuncia la entreg el interno a travs de un
manuscrito que ustedes estn viendo en pantalla, en la cual precis que, mientras me encontraba de
espaldas a estos seores, los guardias procedieron a entregarle el pual y a incitarlo con la promesa
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Y eso quiere decir que antes de la crcel, debiera haber una serie
de dispositivos y de mecanismos preventivos a los delitos, pues
bien, nuestra sociedad no los tiene o los tiene de manera muy
dbil, muchas de las personas que estn hoy en la crcel de
Bellavista, lo primero que uno encuentra son muchachos, miles
de muchachos entre 18 y 23 aos que conforman el 80% de la
poblacin de esta crcel, muchas de estas personas no estaran
all si tuvieran un cupo en la universidad o en el colegio, si
tuvieran un empleo, si tuvieran la posibilidad de haber salido de
las comunas donde se incuban muchas de las situaciones que los
ha llevado a esa situacin lamentable.
As que la primera recomendacin y la primera constatacin que
puede sonar obvia, pero que nunca debe ser olvidada, es que la
poltica criminal en Colombia debiera aplicarse y concebirse
sobre la base de muchos dispositivos preventivos.
La segunda, y creo de mucha vigencia en esta discusin que
estamos abordando, ayer tenamos una en la plenaria de la
Cmara, es la discusin sobre la poltica criminal del Estado
colombiano, sin lugar a dudas desde mi punto de vista es una
poltica que discrimina, es una poltica profundamente
discriminatoria y que de un lado tiene una laxitud y un
populismo como lo ha dicho la comisin que est preparando su
informe sobre la poltica criminal, una tendencia populista que
quiere decir penalizar, tipificar, sin ningn tipo de reflexin
cualquier clase de delitos menores, poblaciones vulnerables
como los menores de edad, y por otra parte permitir una
impunidad, permitir casi que una inmunidad frente a los grandes
delitos, frente a los crmenes de lesa humanidad, Viceministro,
frente a las causas que generan en nuestra sociedad el mayor
nmero de crmenes de sistema, de crmenes masivos y de
situaciones que generan un profundo dao a nuestra sociedad.
En tercer lugar est la poltica que propone este gobierno, que yo
lamentablemente tengo que decir, puede terminar profundizando,
agravando y degradando lo que ya est en esta situacin que he
descrito.
Primero, no se puede proponer como solucin la militarizacin
de las crceles o la atencin por parte de la Polica, de la guardia
y de la vida de estos penales y de estas instituciones, ya explicar
porqu; en segundo lugar, privatizar an ms las crceles y el
sistema penitenciario, grave tendencia que uno advierte en
algunos de los proyectos que han sido presentados ante esta
corporacin, y que podran repetir con un resultado peligroso y
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aguante seor General, para que usted pueda hacer una tarea
juiciosa y seria.1091
2.2. El Representante a la Cmara, Ivn Daro Sandoval Perilla, intervino en el
debate para manifestar los problemas de accesibilidad y aceptabilidad que
sufre de manera especfica y particular la poblacin del Departamento del
Vaups, en su mayora perteneciente a diferentes comunidades indgenas. Dijo
al respecto lo siguiente,
[] voy a hacer uso del tiempo, y voy a ir directamente a mi
regin, aqu los Representantes ya hicieron un anlisis de la
situacin carcelaria en Colombia, yo vengo del Departamento
del Vaups donde el 90% de la poblacin es indgena, all no hay
un centro carcelario seor General, mi peticin es de que el
Inpec pueda asumir la crcel municipal que hay en el
departamento del Vaups. Me parece muy preocupante la
situacin porque Mit que es la capital del departamento no
tengo un centro de reclusin, los indgenas de esta regin son
inicialmente pero estn en el proceso de investigacin estn all
en la crcel municipal cuando son condenados son remitidos a
Villavicencio o a Bogot donde tienen todas las cantidades de
problemas que puede tener la persona que es indgena que tiene
problemas culturales, problemas sociales, el problema de las
visitas, que venga un indgena del departamento de Vaups
donde un pasaje le cuesta 500 mil pesos a visitar a un familiar a
una crcel de Bogot o Villavicencio nunca lo hara entonces son
personas que estn completamente aisladas durante el tiempo de
su condena.
Entonces para m sera muy importante, General, que el Inpec
tuviera muy en cuenta con el Viceministro para que la crcel
municipal de Mit fuera asumida por el Inpec para que los
indgenas de esta regin que son condenados no sean sacados de
su hbitat natural, que no sean sacados del departamento del
Vaups porque tenemos problemas bastante graves, tenemos
indgenas que han sido cogidos con 55 gramos de coca y han
sido condenados a 16 aos de prisin; esas personas estn
condenadas a estar 16 aos sin visitas, prcticamente la situacin
es bastante complicada, es una ciudad con una situacin bastante
compleja para nosotros los indgenas de esa parte de Colombia,
nos tienen completamente abandonados, yo creo que una gestin
bastante importante que podra hacer el Ministerio de justicia y
el Inpec sera que se asumiera las responsabilidades de esta
crcel y que nuestros indgenas de esta regin fueran condenados
all mismo y all mismo pagaran sus penas a las cuales han sido
1091 Gaceta del Congreso N 712 de 2011.
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copar las plazas que por decreto han sido ampliadas al cuerpo de
custodia. Hoy en da tenemos un dficit de 1.300 plazas que han
sido autorizadas y que no las hemos podido utilizar, ah hemos
venido trabajando con la Comisin Nacional del Servicio Civil
para mirar cmo realmente podemos ocupar las plazas del
personal tcnico.1110
4.12. Un de las alternativas a la cantidad de personal disponible para la
vigilancia de los internos, es implementar medios electrnicos de vigilancia
que permitan requerir una sola persona para dar cuenta varios internos (entre 4
y 8). Adems, destac que Colombia es la segunda nacin del mundo, despus
del Reino Unido y antes de los Estados Unidos de Amrica, en el uso de
dispositivos de vigilancia electrnica a distancia. No obstante, aclar que se
trata de una prueba piloto que en muchos de los casos no ha dado resultados
favorables.
Se hablaba del sistema de vigilancia electrnica o dispositivo
electrnico. Este sistema que a pesar que tiene algunas falencias,
tal vez somos los segundos en el mundo de ubicacin de
dispositivos electrnicos. Inglaterra, por ejemplo tiene ubicada
ms de 22 mil dispositivos electrnicos, Estados Unidos cerca de
2.500 y en Colombia hemos llegado en su pleno desarrollo del
sistema de vigilancia electrnica a 4.400 internos con retencin
domiciliaria y con este dispositivo electrnico. Hoy en da
estamos en una disminucin, solamente hay colocados cerca de
3.938 dispositivos electrnicos y obviamente ah hay rgimen
interno diferente a los de los otros centros carcelarios; aqu se
habla de transgresin al sistema y la transgresin al sistema son
14 conductas que nos permiten saber si el interno viol la
confianza que el seor juez le dio al concederle la domiciliaria y
al concederle la ubicacin del dispositivo electrnico, pero el
dispositivo electrnico no nos permite saber a nosotros si el
interno est pecando o est rezando.
Nos permite, de pronto, tener una ubicacin geogrfica dentro,
donde de lo que le ha asignado el seor juez, pero no nos permite
poder adivinar la conducta en que el interno pueda haber
incurrido, sin embargo el INPEC apoya esta prueba piloto que
desarroll el Ministerio del Interior en su entonces, y que el
Inpec colabora con 40 funcionarios pagados por nmina y
situacin prestacional por parte del Inpec; es un programa y una
prueba piloto que la desarrolla el Ministerio del Interior el Inpec
simplemente la operacionaliza estamos en espera que el prximo
ao se mire si ese programa es exitoso para el pas, se evalen
las falencias y los informes que hace el Inpec habida cuenta que
nosotros recibimos 1.500 llamadas de transgresiones diarias al
1110 Gaceta del Congreso N 780 de 2011.
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de pesos promedio por crcel, habida cuenta que unos sitios del
pas los costos de construccin de crceles como La Guajira y el
Amazonas superan realmente los costos por traslado de
materiales; all habra que pensar en una poltica penitenciaria de
asignar recursos para la construccin de crceles en el pas y
organizar otros documentos CONPES que finalmente desarrollen
una poltica penitenciaria para bajar el hacinamiento en los
diferentes centros carcelarios.
6.6. El Director del INPEC resalt que los problemas de hacinamiento
plantean un dilema frente a las medidas eventuales de reubicacin de
internos en otras zonas del pas, por cuanto la radicacin de sus procesos
geogrficamente supone lmites para su desplazamiento. 1126
6.7. Adicionalmente, se indic que una de las dificultades del manejo de la
poblacin carcelaria es su diversidad, as como la diversidad de regmenes
que los cobijan. El Gobierno considera que se requiere unificar los
regmenes carcelarios y dejar de dar privilegios a algunos de los
reclusos. 1127 Se hizo alusin a las dimensiones especficas de algunas de
aquellas poblaciones carcelarias y a la necesidad de aumentar el pie de
fuerza encargado de prestar la seguridad en las crceles y penitenciarias. 1128
6.8. Uno de los problemas operacionales que se tiene se refiere a los
traslados, bien por rdenes judiciales, bien por asuntos mdicos. 1129 Se han
1126 Dijo el Director al respecto: Tenemos crceles como la de Pasto que solamente tiene 230
cupos y hoy en da tiene cerca de 700 internos, pero la ubicacin geogrficamente hace que no
podamos distribuir aquellos sindicados que tienen la radicacin del proceso, el caso de Tumaco, el
caso de Tquerres, el caso de otras crceles como La Unin, Nario, que necesitan una poltica, y
concentrar centros carceleros tipo complejo, que es la poltica que se ha diseado en el Ministerio
del Interior y de Justicia para poder desarrollar la poltica penitenciaria.
1127 Dijo el Director al respecto: [] en la parte operacional de los centros carcelarios
encontramos que tenemos una diversidad de poblaciones de internos. Tenemos poblacin de
justicia y paz, tenemos poblacin que estn hoy en da alojados en el pabelln R-Sur o llamado
parapoltica. Que tenemos tambin una poblacin de ex miembros de la fuerza pblica que ahora se
acercan a los mil. Que tenemos poblacin que corresponde a bandas criminales y que tenemos
tambin internos que corresponden a lo que nosotros llamamos delitos sociales. Cuando nosotros
miramos ese panorama encontramos que tenemos diversos regmenes internos disciplinarios para
las diferentes poblaciones; ah estamos haciendo un trabajo con el Ministerio de Justicia para que
una vez salga el nuevo proyecto de rgimen penitenciario podamos unificar los regmenes internos
disciplinario y que las disciplinas para todas las poblaciones del pas sean las mismas, que no unos
tengan ciertos privilegios, como tener computadores que puedan acceder a otros elementos tcnicos
a diferentes horarios de visita y muchas otras cosas que la opinin pblica y que todos conocemos
sobre esas poblaciones que recoge el pas.
1128 Dijo el Director al respecto: Sobre eso digamos que en extraditables la poblacin nuestra ya
se acerca a los 165, por delitos de rebelin a 1.836, por poblacin de personal eximieras de la
fuerza pblica en las crceles autorizadas por el Ministerio del Interior y del Inpec al Ministerio de
Defensa Nacional, cerca de 1.000 internos; y encontramos que para operacionalizar realmente todo
el sistema penitenciario en Colombia, necesitamos incrementar el pie de fuerza por una simple
regla matemtica.
1129 Dijo el Director al respecto: El ao pasado a la fecha se haban hecho 144 mil 224
remisiones, es decir que terminado el ao 2010 el Inpec hizo 310 remisiones de internos por
rdenes judiciales y por rdenes mdicas y otras que orden el Director del Inpec. Cuando
revisamos estas remisiones encontramos que el desgaste administrativo y el desgaste fiscal en la
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ms de 1.100 funcionarios.
Qu es lo que queremos realmente? Que los estndares de
custodia de los internos, una vez tengamos crceles de nueva
generacin o de tercera generacin, podamos reducir el nmero
de guardia en algunos penitenciarios con vigilancia electrnica,
en otros pases del mundo la vigilancia de un interno se hace de
uno a cuatro, en otros de uno a ocho, pero realmente la guardia
penitenciaria requiere de un aumento de pie de fuerza, requiere
de una capacitacin del personal nuestro para que podamos
aumentar la vigilancia de las crceles y especialmente lo que
corresponde a las remisiones de los internos. Sobre eso tenemos
un cuello de botella, que es la Comisin Nacional del Servicio
Civil porque los procesos de seleccin de incorporacin son
demasiado largos y obviamente no se han podido realmente
copar las plazas que por decreto han sido ampliadas al cuerpo de
custodia. Hoy en da tenemos un dficit de 1.300 plazas que han
sido autorizadas y que no las hemos podido utilizar, ah hemos
venido trabajando con la Comisin Nacional del Servicio Civil
para mirar cmo realmente podemos ocupar las plazas del
personal tcnico.
6.12. Un de las alternativas a la cantidad de personal disponible para la
vigilancia de los internos, es implementar medios electrnicos de vigilancia
que permitan requerir una sola persona para dar cuenta varios internos (entre 4
y 8). Adems, destac que Colombia es la segunda nacin del mundo, despus
del Reino Unido y antes de los Estados Unidos de Amrica, en el uso de
dispositivos de vigilancia electrnica a distancia. No obstante, aclar que se
trata de una prueba piloto que en muchos de los casos no ha dado resultados
favorables.
Se hablaba del sistema de vigilancia electrnica o dispositivo
electrnico. Este sistema que a pesar que tiene algunas falencias,
tal vez somos los segundos en el mundo de ubicacin de
dispositivos electrnicos. Inglaterra, por ejemplo tiene ubicada
ms de 22 mil dispositivos electrnicos, Estados Unidos cerca de
2.500 y en Colombia hemos llegado en su pleno desarrollo del
sistema de vigilancia electrnica a 4.400 internos con retencin
domiciliaria y con este dispositivo electrnico. Hoy en da
estamos en una disminucin, solamente hay colocados cerca de
3.938 dispositivos electrnicos y obviamente ah hay rgimen
interno diferente a los de los otros centros carcelarios; aqu se
habla de transgresin al sistema y la transgresin al sistema son
14 conductas que nos permiten saber si el interno viol la
confianza que el seor juez le dio al concederle la domiciliaria y
al concederle la ubicacin del dispositivo electrnico, pero el
dispositivo electrnico no nos permite saber a nosotros si el
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CUARTO ANEXO
TRIBUNAL SUPERIOR DE MEDELLN
SALA LABORAL
Medelln, marzo cuatro de dos mil trece
AUDIENCIA PBLICA
Siendo la 1:00 de la tarde del 4 de marzo de 2013, en el Despacho de la
Magistrada Ponente ANA MARA ZAPATA PREZ se da inicio a la
diligencia de inspeccin judicial con los Auxiliares Judiciales Dres. JORGE
ANDRS HENAO ALZATE y HERMES REINEL HOYOS GUTIRREZ y
el Doctor JOS ALEJANDRO RESTREPO SEPLVEDA identificado con
C.C. 15.507.658, contratista-delegado de la Personera de Medelln. Se
design al auxiliar HOYOS GUTIRREZ como secretario durante la
diligencia y nos desplazamos a las instalaciones del EPCMS BELLAVISTA.
1. A las 2:00 p.m. se unieron al grupo dos Delegados de la Defensora del
Pueblo, Doctora VICTORIA EUGENIA OSSA identificada con C.C.
43.629.164 y el Doctor ALEJANDRO ALZATE URIBE identificado con C.C.
71.672.539 y se realiz una reunin inicial con diversos funcionarios del
establecimiento carcelario: DIRECCION GENERAL Capitn LUIS
FERNANDO DAZA CASTAO (Director Encargado) 1131; AREA JURIDICA
Dragoneante Diego Alejandro Monsalve Builes1132; AREA DE ATENCIN
INTEGRAL Y TRATAMIENTO
- Teniente GUSTAVO AGUIRRE
1133
FERNANDEZ ; COMANDO DE VIGILANCIA Capitn CARLOS
JULIO GONZALEZ VALDERRAMA1134 y AREA DE SANIDAD Inspector
RAFAEL EDUARDO LOPEZ QUINTERO1135. Antes de comenzar la
reunin, la Magistrada Ponente solicit la presencia de la persona que se
desempea como trabajador(a) social del establecimiento, pero se inform
que ste cargo se encuentra vacante desde el mes de agosto de 2011, porque la
funcionaria que lo desempeaba se pension a partir de dicha fecha y no se
ha cubierto la vacante.
Tom la palabra la Magistrada, quin luego de presentar a cada uno de los
integrantes de la comisin designada para realizar la diligencia, inform
detalladamente sobre los hechos narrados por el accionante en el escrito de
tutela y se reiter el objeto de la inspeccin judicial. Se organiz un
cronograma de actividades con el fin de realizar un recorrido por las por el
establecimiento carcelario en compaa del responsable de cada rea segn
fuera el caso: Jurdica, Sanidad, Atencin Integral y Tratamiento, as como en
los patios de discapacitados y octavo, acordando que la visita a ste ltimo
1131 Comenz el 14 de diciembre de 2012
1132 Inici en ese cargo, el 1 de julio de 2011
1133 Inici en ese cargo el 1 de enero de 2013
1134 Est en el cargo desde el 1 de diciembre de 2012
1135 Comenz en el cargo el 30 de enero de 2013
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y un informe
entrevista.1138
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EN EL AREA DE URGENCIAS:
Tal como se constata en las fotografas1159 en ellas solo hay 5 camillas, 2
biombos, 1 monitor de signos. El piso, las paredes, las gavetas, las mesas, la
zona de esterilizacin y pocetas: todo se encuentra en psimo estado y se
advierte a simple vista la falta de higiene. Los muebles en los que se ubican
los medicamentos se encuentran prcticamente vacos, slo hay unas jeringas
y algunas inyecciones con antibiticos. La auxiliar de enfermera informa que
no hay ningn medicamento esencial ni para el dolor. Las pipas de oxigeno
no estn cargadas; los equipos son de aluminio y estn oxidados; Hay carro
de paro pero no hay insumos para un cdigo azul (para reanimacin); hay un
monitor de signos vitales que funciona y si bien hay dos aparatos para hacer
nebulizaciones, no hay mascarillas. Se observa que lo nico que funciona en
el lugar es un ventilador al fondo del cuarto.
Siendo las 7: 15 de la noche, ingresa a la zona de urgencias el interno Johan
Stiven Giraldo - paciente psiquitrico - con una herida en el brazo derecho,
en la zona interna del codo: Minutos antes se haba cortado las venas. Estando
con la auxiliar de enfermera, se cort las venas del brazo izquierdo con una
cuchilla y ante la ausencia absoluta de insumos para atenderlo, fue remitido
de inmediato al Hospital del Norte en el Municipio de Bello Antioquia.
Finalmente, se observa la UNIDAD DE PASO MENTAL 1160: En ella hay 6
internos, provenientes de los patios, que se encuentran temporalmente por
orden del psiquiatra, quin asiste al establecimiento una vez al mes y
dependiendo de la evolucin, los remite de nuevo al patio.
7. A las 7:30 pm, nos dirigimos al REA DE ATENCIN INTEGRAL y
TRATAMIENTO. Nos atendi el teniente GUSTAVO AGUIRRE
FERNANDEZ responsable del rea de atencin y tratamiento, quin explic
que se reintegr el 16 de enero de 2013 y fue ascendido al actual cargo.
Informa el funcionario que una de las causas de la problemtica existente en
el establecimiento carcelario radica en la insuficiencia de personal en todas
las reas, destacando que los funcionarios que ostentan los cargos de mando
en las reas administrativas, si bien son de carrera dentro del INPEC, se
1159 CD 3 CARPETA SANIDAD 3 piso zona de urgencias fotos 36 a 48
1160 CD 3 CARPETA SANIDAD 3 piso Unidad de Salud Mental Fotos 49, 50 y 51
619
620
la zona comn de cada patio slo hay un televisor, en algunos casos en mal
estado, sin imagen o sonido. Respecto a la alimentacin afirma que les dan
tres comidas al da: El desayuno consiste en medio pocillo de agua chocolate,
en ocasiones no tiene azcar, todos los das dan una fruta a veces en mal
estado (banano o naranja), con un huevo o salchicha salchichn, pan o arepa.
El almuerzo a veces sobra y aun as no lo reparten entre los internos: sopa, el
seco (carne o pollo), jugo y la misma ensalada siempre. En la tarde algo
similar a lo del almuerzo.
Al ser interrogado sobre los requerimientos de salud contest: i) Que supone
que a raz de la tutela lo llamaron la semana anterior y le informaron que se
encuentra en turno para lo de los ojos, pero la cita la ha pedido desde hace
ms de 5 meses, cuando fue evaluado por un mdico de CAPRECOM EPS y
le inform que deba esperar para la atencin con el especialista quin
decidira lo de las gafas y la ciruga. Precisa que tiene desprendimiento de
retina, que no ve por el ojo izquierdo, que se cansa para ver televisin o leer;
que no tiene gafas; Que pidi un optmetra u oftalmlogo para que lo opere.
ii) En cuanto al tratamiento odontolgico informa que solicit una cita a
travs de derechos humanos, le dieron la cita, le hicieron una limpieza hace 3
meses y all le informaron que le iban a hacer un tratamiento para las piezas
dentales faltantes, pero tampoco lo han llamado; iii) Que tiene dolencias en
las piernas, siente cansancio en las piernas que pide tambin valoracin para
las piernas, que los enfermos psiquitricos compartes el patio con los
discapacitados y los condenados.
Que no ha hecho solicitudes de cambio de patio; Que es la 1ra tutela que pone
para sus tratamientos mdicos pero que s haba firmado otra accin de tutela
en un grupo con otras 150 personas aproximadamente, pero no ha sido
notificado de ninguna decisin.
9. Siendo las 8:36 pm, se inici la visita nocturna con el fin de constatar el
relato del escrito de tutela en relacin con la forma como duermen los
internos. Al grupo integrado por la Magistrada, sus dos auxiliares, el
delegado de la procuradura y los dos delegados de la defensora. Durante esta
parte del recorrido nos acompaaron 6 guardianes del INPEC. Nos dirigimos
hacia los patios por un pabelln oscuro, hmedo en el que se perciban olores
putrefactos, y en la entrada a los pabellones 4-8-9-10 hay una humedad
creciente que gotea y genera un gran charco y a mano derecha se observa la
zona de comedor con capacidad tan slo para 100 personas, as como el
pabelln por donde transitan los internos despus de recibir la comida, con
un olor nauseabundo1163.
10. A las 8:45 se inici el recorrido por el patio 8 que segn los funcionarios
del INPEC tiene 1662 reclusos; mientras que el patio 4 tiene 1807 y el patio
621
2 1778. El patio est compuesto por una zona al aire libre en la que
permanecen los internos durante el da y una edificacin de dos pisos1164.
RECORRIDO POR EL PRIMER PISO: ZONA AL AIRE LIBRE - Iniciamos
el recorrido del primer piso y encontramos sobre mano izquierda el grave
estado de las columnas que soportan la edificacin en la que se albergan los
internos, debido a grandes humedades que se presentan de tiempo atrs sin
que se les haya efectuado el mantenimiento adecuado1165, generando un
charco de 3 metros de dimetro, generando terribles olores. Contiguo a este
lugar, se encuentra una precaria biblioteca1166 y al frente l rea de televisin
para los 1662 internos1167. En el fondo del patio se encuentra la zona de los
baos para todos estos internos1168: Son tres sanitarios, sin mecanismo de
descarga y justo al frente queda un rea al aire libre para duchas y en el
mismo lugar, un pequeo orinal y una poceta que destinan para lavar la loza.
Todo se encuentra en un estado de absoluto deterioro, malos olores, insectos y
cucarachas. Hay un tanque con agua de aproximadamente 2 metros de largo x
1 de fondo que segn la informacin de los guardianes sirve para surtir el
agua del balde con el que se limpian los sanitarios, as como para lavar la loza
y el agua permanece empozada mientras se acaba y se vuelve a llenar. Justo al
lado de los baos se encuentra la zona de basuras y reciclaje, zona que expide
fuerte olores1169. Al lado derecho del patio, cerca de la zona de los baos, hay
un aro para basquetbol y dos barras oxidadas para hacer algo de deporte, pero
informan los guardianes que no es posible desempear estas actividades
porque durante el da cuando los internos salen, el patio est completamente
hacinado y no queda espacio alguno libre para realizarlas1170.
En el rea libre estn al mismo tiempo, la zona de basuras, la zona de juegos y
la zona de baos, en la misma informa uno de los funcionarios que estn
desde las 5:00 am hasta las 5:00 pm, si llueve el rea se reduce y se tienen que
ir a sus celdas o estar solo en las escalas o la zona de juegos, la cual es muy
reducida. Salta a la vista que en el rea del patio apenas cabe
aproximadamente 600 personas. Sin embargo, por el hacinamiento, el espacio
para cualquier tipo de actividad deportiva o recreativa es casi nulo. El patio no
es apto para que los internos pasen en l la mayor parte del da.
RECORRIDO POR LA EDIFICACIN SEGUNDO Y TERCER PISO
En cada piso hay cuatro pasillos cada uno conformado por un corredor con
celdas y al fondo los baos. Durante el da permanecen abiertos para que los
internos puedan movilizarse y bajar a la zona de aire libre, pero a partir de las
6 de la tarde se cierran y los internos deben permanecer all, pero como no
1164 CD 3 CARPETA PATIO 8 El patio, los baos y la TV Foto 55
1165 CD 3 CARPETA PATIO 8 El patio, los baos y la TV Foto 57, 63 y 64
1166 CD 3 CARPETA PATIO 8 El patio, los baos y la TV Foto 56
1167 CD 3 CARPETA PATIO 8 El patio, los baos y la TV Foto 65
1168 CD 3 CARPETA PATIO 8 El patio, los baos y la TV Foto 58, 59, 60,61,67,68,71
1169 CD 3 CARPETA PATIO 8 El patio, los baos y la TV Foto 68,69 y 72
1170 CD 3 CARPETA PATIO 8 El patio, los baos y la TV Foto 66
622
caben en las celdas, entonces se ubican a lo largo del corredor y en los baos:
Nos acercamos a cada uno de ellos y pudimos constatar desde afuera las
condiciones en que se encuentren los internos durante la noche: Hay una
ausencia absoluta de ventilacin porque a pesar de que a lo largo del corredor
hay unas pequeas ventanas, como los internos deben improvisar unas
hamacas para dormir colgados del techo, se impide la circulacin del aire;
sale un calor impresionante y por ello estn sin camiseta y con pantaloneta.
En el piso hay colchonetas, cobijas, peridicos y as se acomodan de a tres
personas en el corredor de 1 metro de ancho; se acomodan de tres en tres
hasta llegar al fondo donde estn los baos.1171
En las entrevistas con los internos expresan: aqu no tenemos salud, tomen
fotos al fondo del corredor, dormimos en los baos, estamos enfermos
por la humedad, la humedad de los baos no deja dormir porque hay
goteras. Uno de los internos cuenta que las personas no pueden hacer sus
necesidades en el bao en durante la noche porque no se puede vaciar el
sanitario y debe usarse un balde con agua, pero como el rea est llena de
personas que duermen ah, no hay forma de caminar en la oscuridad para
recoger agua y limpiarlos, por lo que tienen que aguantarse las ganas de ir al
bao toda la noche. Otros manifiestan que no hay papel higinico y cada 8
das sus familiares les traen. La magistrada entrega la cmara a uno de los
internos con el fin de que ste tome las fotos en su interior y especialmente
en el bao1172.
Se observa tambin que hay muchos de los internos que se encuentran
enfermos fsica y mentalmente.1173 La multitud pide que se le tomen fotos a
uno de ellos que se encuentra en estado cadavrico de nombre Juan Alberto
Montoya y que al igual que los dems, duerme en el piso, quin en la
entrevista comenta que tiene 47 aos de edad, que est muy enfermo y que
cuando ha sido atendido por el mdico lo devuelven al patio sin ningn
medicamento. Los internos informan que hay reclusos que tienen sida o
tuberculosis y viven aqu con nosotros y otros dicen que hay reclusos con
enfermedades mentales que hacen muy difcil la convivencia, no les llegan los
medicamentos oportunamente y no dejan dormir.
Varios internos afirman ser pacientes psiquitricos, por ejemplo Jos Gabriel
Guzmn quin dice tener diagnstico de esquizofrenia y se encuentran en el
lugar sin tratamiento. Los internos dicen: vivimos con animales, hay
muchos chinches, cucarachas y ratones que salen de las tuberas del bao;
otros dicen que los muertos han sido por mala atencin en sanidad, que
las comidas son malas y que tienen un enfriador para meter los alimentos que
623
les llevan las familias pero est malo y la comida se vinagra, 1174 no hay
televisores en los pasillos.
Afirman los internos que hay mezcla de sindicados y condenados, y en de
los pasillos, un interno no para de gritar durante la misma frase de manera
constante: prstenme el fusil me vuelo los sesos.1175
Un interno llamado HANZ CRISTIAN VILLA ZULETA se acerc a la reja y
entreg a la magistrada un escrito de tutela para proteccin de derecho a la
salud que tena hace varios das y no haba tenido la forma de hacerlo llegar a
los Juzgados; otro interno inform que le haban hecho una ciruga
maxilofacial y por ello tena toda la boca amarrada con unos alambres y en
una requisa por parte del personal del INPEC un guardin la abri la boca a
las malas, le revent los alambres y los tornillos, y no ha podido obtener cita
para que le resuelvan el asunto, afirmando que padece de un fuerte dolor.
11. A las 9:45 p.m. nos dirigimos al patio 2 por solicitud del interno de
derechos humanos de dicho patio. Tiene una estructura similar al anterior y
los guardianes explican que as son los dems: Un rea al aire libre donde
permanecen los internos al aire libre, en la que hay una gran humedad que
baja desde la tercera planta de la estructura y permea un rea aproximada de 2
metros mojando gran extensin del piso, generando charcos de aguas
estancadas que expulsan olores ftidos. En esa zona del primer piso hay un
gimnasio absolutamente vetusto y sin ninguna funcionalidad, una zona de
televisin con un solo equipo para todos y al fondo, el rea de los baos
(duchas, sanitarios, poceta) y la de basuras y reciclaje.1176
Pero encontramos en una esquina de este patio un espacio que no haba en el
patio octavo: en una celda llamada para los rastrillados, en la que estaban en
absoluto aislamiento 4 personas. Los guardianes informaron que ellos estn
por seguridad, porque no pueden convivir en los pasillos debido a que en ellos
estn sus enemigos de otras bandas y pandillas, Nos entrevistamos con estas
personas: 2 de ellos llevan 2 meses y 1 20 das, no hay bao, no hay luz, no
hay agua, entonces les entregan unas cocas para que hagan sus necesidades
fisiolgicas y una manguera para que las puedan asear. All les llevan la
comida, el lugar es fro, hmedo, ftido y slo tienen una hora de sol, a las
5 de la maana antes de que salgan los internos al rea libre o a las 7 de la
noche despus de que stos se entran. No tienen camas ni colchonetas,
duermen en el suelo slo en cobijas.1177
1174 CD 3 CARPETA PATIO 8 tercer Piso Foto 93.
1175 CD 3 CARPETA PATIO 8 segundo piso adems del hacinamiento estn enfermos Foto
90
1176 CD 3 CARPETA PATIO 2 EL PATIO Y LAS HUMEDADES - Fotos 102, 103, 104 y
105
624
En el segundo y tercer piso, estn los pasillos en las que se pudo constatar la
misma situacin de hacinamiento del patio octavo y donde los internos en las
entrevistas, efectan las mismas denuncias y quejas,1178 resaltando incluso que
en algunos de ellos no hay baos, y reiteran que en cada celda que es para 3
personas duermen 7 y que por ello deben ubicarse a lo largo del corredor
colgados y por turnos. Informan que el da de las visitas, sobre todo el
domingo que van los nios, se triplican las personas al interior del penal y en
la edificacin porque ellos entran al patio y las celdas.
A las 10:30 de la noche termin el recorrido.
ANA MARA ZAPATA PREZ GUTIRREZ
HOYOS
Magistrada
HERMES REINEL
Secretario
1178 CD 3 CARPETA PATIO 2 SON DOS PISOS EN CADA PISO CUATRO PASILLOS Fotos 111, 112, 136
625
QUINTO ANEXO
NDICE
VIII
I. ANTECEDENTES
626
627
628
629
630
631
632
10.3.9. Resocializacin.
10.3.10. Condiciones de vida digna.
10.3.11. Medidas de proteccin en salud y de descongestin
judicial.
10.3.12. Proteccin a la Guardia.
10.3.13. Regla de cierre.
10.3.14. Reglas de equilibrio decreciente y de equilibrio.
10.3.15. Medidas concretas e inmediatas.
10.3.16. Medidas de control permanente y no repeticin.
10.3.17. Eventual cierre de establecimientos.
10.3.18. Medidas adicionales.
10.3.19. Seguimiento, acompaamiento y reserva de
competencia.
10.4. Un cambio de castigo.
11. Conclusin
III. DECISIN
PRIMER ANEXO NDICE
SEGUNDO ANEXO DESCRIPCIN
ACUMULADOS
633
634
635
Sin embargo, la Sala Primera de Revisin excedi las competencias del juez
constitucional en la medida que usurp aquellas asignadas
constitucionalmente para el diseo de polticas pblicas a cargo de las otras
ramas del poder pblico. En la mencionada providencia se formularon
explcitamente polticas, entre ellas la regla del equilibrio decreciente, que, al
carecer de una visin compresible y multidimensional del problema carcelario
y penitenciario, dificultaba an ms la formulacin general de asuntos
tcnicos que debieron ser
planteados como parmetros de regulacin para las entidades pblicas
accionadas.