Catalogo Man Ray
Catalogo Man Ray
Catalogo Man Ray
Marion Meyer
Contenido
MAN RAY
PRESENTACIN
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MAN
RAY
El renacentista del siglo XX
Marisa Oropesa
Marisa Oropesa
ERA EL AO 1913.
Francis
Picabia
viajaba desde Pars hasta Nueva York, ciudad que aos ms tarde
sustituira en su puesto de capital mundial del arte a la ciudad de la luz.
Su viaje se debi a que el 17 de febrero se haba inaugurado el International Exhibition of Modern Art ms conocido hoy en da como el
Armory Show que se clausur el 15 de marzo. La gran exposicin
se celebraba en la Armera del 69 Regimiento de Nueva York y supuso
un antes y un despus para la historia del arte norteamericana.
Mientras el realismo inundaba las paredes de los museos de los Estados
Unidos, el Armory Show supuso un punto de inflexin introduciendo
nuevos estilos y dejando ver las ltimas tendencias que ya dominaban
el panorama artstico en el viejo continente. En la armera haba ms
de mil seiscientas obras de artistas europeos; sin embargo, el nico que
acudi en persona fue Picabia. El artista franco cubano era para los
americanos la clara representacin de la vanguardia.
Una obra en especial, titulada Nu desdendant un escalier, fue la protagonista del Armory Show, y el francs Marcel Duchamp era su autor.
La obra fue criticada hasta la saciedad, tanto que el propio presidente
de los Estados Unidos, Theodore Roosevelt, se pronunci refirindose
al arte moderno y sentenciando: Thats not art!. A pesar de que en
los peridicos se burlaban de Duchamp y satirizaban el arte moderno,
muchos neoyorquinos vieron que esa gran exposicin de 1913 era
mucho ms que una feria de arte con las ltimas tendencias europeas.
De este modo, el Armory Show de 1913 fue el revulsivo necesario para
romper las reglas hasta entonces establecidas con conceptos estticos
que se haban quedado anticuados y obsoletos.
Marcel Duchamp, amigo inseparable de Picabia, viaj dos aos ms
tarde a Nueva York precedido por el escndalo que haba causado su
obra.
Los dos, Picabia y Duchamp, encontraron en la ciudad de los rascacielos un mundo nuevo lleno de posibilidades donde desarrollar todas sus
inquietudes artsticas.
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Iban muy a menudo al 291 de la Quinta Avenida, la galera del fotgrafo Alfred Stieglitz, alma mter de la revista Camera Work (19021917) y fundador del grupo Photo-Secession cuyo objetivo era que la
fotografa fuera reconocida como un medio distintivo de expresin
individual. En 1905, Stieglitz fund Little Galleries of the Photo-Secession, ms conocida como Galera 291 por su ubicacin en la Quinta
Avenida. La importancia de este lugar fue crucial para el desarrollo del
arte vanguardista, ya que era la nica galera en la que se exponan
obras de artistas europeos, como Henri Matisse o Pablo Picasso, y norteamericanos, como Arthur Dove.
All Duchamp y Picabia conocieron a un joven artista, Emmanuel Radnitzsky, ms conocido como Man Ray. Los tres artistas entablaron entonces una amistad sincera y duradera que adems fue fructfera en
trminos artsticos, porque los tres Duchamp, Picabia y Man Ray
formaron el triunvirato dadasta en Nueva York.
Man Ray naci en 1890 en Filadelfia; su familia se traslad a Brooklyn
cuando l tenia siete aos. Su verdadero nombre era Emmanuel Radnitzsky y era descendiente de inmigrantes rusos judos. El apellido lo cambiaron por Ray en 1912 a causa de los sentimientos antisemitas que haba
en los Estados Unidos. El nombre Man Ray lo acu el artista utilizando el
diminutivo del apodo Manny, como lo llamaban en su familia.
En 1913 se instal en New Jersey, en una comunidad de artistas, y
contrajo matrimonio con la poetisa belga Dona Lacroix, de quien se
separara pocos aos despus.
Fue en el ao 1915 cuando realiz su primera exposicin individual y
en ese mismo ao naci su gran amistad con Marcel Duchamp. La camaradera con su contemporneo francs fue clave para el desarrollo
de su carrera y para la definicin de su trayectoria artstica, que desde
1913 estaba encaminada hacia la modernidad tras visitar el Armory
Show. Ah fue donde vio por primera vez la obra de Duchamp Nu
desdendant un escalier (figura 1), y cuando su modernidad latente dio
el giro que le permiti la proyeccin y el desarrollo renacentista que
impregn toda su obra.
Figura 1
Man Ray, Fotografa de la
obra de Marcel Duchamp,
Nu descendant un escalier.
Marisa Oropesa
Figura 2
Desde ese momento, todo se sucedi vertiginosamente. Compr su primera cmara fotogrfica, se instal en Manhattan y sorprendi con
tcnicas revolucionarias. Es cuando, adems, comenz a modificar el
concepto de la pintura que haba practicado hasta entonces para indagar en nuevas vas de expresin. Y es, a partir de esa poca de
fructferas innovaciones, cuando podemos preguntarnos cuntos Man
Ray existen?
Su instinto lo llev hasta objeto-cuadro, una nueva forma de expresin en la que desviaba a los objetos de su funcin habitual. Todas estas creaciones nos permiten hablar de un Man Ray protodadasta antes
de los aos veinte. Igualmente funda junto a Katherine Dreier y Marcel
Duchamp la Socit Anonyme, Inc. que se ocupaba de promover conciertos, lecturas y publicaciones, aunque su principal actividad era la
promocin de exposiciones de arte: en veinte aos organiz un total de
80 muestras de arte moderno, incluyendo la International Exhibition of
Modern Art en el ao 1926, en el Brooklyn Museum.
Como dadasta Man Ray defendi una aproximacin libre al arte volvindose destructivo e irreverente. Como su amigo Duchamp, se sirvi
del azar y de lo absurdo para imprimir en sus creaciones un carcter
nuevo. El arte se presenta como una manifestacin del subconsciente
del artista y los objetos de Man Ray son el mejor ejemplo de ello. Son
utensilios de la vida cotidiana que se convierten en piezas fundamentales para sus obras arte, en el centro de stas. Este americano convierte en arte todo lo que le rodea, como en la obra Cadeau (figura
2), que es una plancha manipulada por l con gran ingenio.
En los aos veinte tom las riendas de su carrera y decidi instalarse en Pars donde, gracias a su carcter abierto y jovial, consigui
integrarse perfectamente en la vanguardia de la capital francesa.
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Marisa Oropesa
Figura 3
Man Ray, Peggy
Guggenheim con
vestido de Poiret.
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Figura 4
Man Ray, Gertrude
Stein y su retrato realizado
por Pablo Picasso.
Figura 5
Man Ray, Retrato de
Marcel Duchamp.
Figura 6
Man Ray, Le
No deja de sorprender su frmula renovadora que lo convirti en un artista de culto gracias a su supremaca en el dominio de distintos medios
Violon dIngres.
Figura 7
Man Ray, Trompe loeuf.
Marisa Oropesa
artsticos, como la fotografa, el cine, la pintura, los readymades, los assemblages... Tan slo durante el periodo de entreguerras, Man Ray fue
dadasta, surrealista, fotgrafo mundano, fotgrafo innovador, creador de
objetos, pintor, cineasta, colaborador de distintas revistas, cronista excepcional de Pars, y todo ello gracias a su particular simbiosis de los medios.
Si algo define la trayectoria artstica de Man Ray es su carcter transgresor y la bsqueda insaciable de nuevos estilos y recursos artsticos.
BIBLIOGRAFA
MAN RAY, Revolving doors, 1916-1917: 10 planches. Paris, ditions Surrealistes, 1926.
En 1951 volvi a su aorado Pars donde permaneci hasta su muerte. Era, entonces, un artista maduro que continuaba manteniendo sus
inquietudes y que no par jams de experimentar buscando nuevos
significados al arte.
Al final de la dcada de los cincuenta ensay con la fotografa en color;
sin embargo, no pudo evitar mirar al pasado y centrarse en la pintura, y
realiz entonces pinturas abstractas, como les Peintures naturelles (1958).
Ya en la dcada de los sesenta vuelve a crear assemblages utilizando
objetos cotidianos como hace en la obra Trompe-leuf (figura 7) y publica en 1963 su autobiografa Self-Portrait.
Man Ray muere en 1976 y sus restos se encuentran en el celebre cementerio de Montparnasse donde su epitafio recoge unas palabras que
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MAN
RAY
LA REALIDAD MOLDEADA POR LA FANTASA
Jaime cern
Jaime cern
YA HABA
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Jaime cern
Este efecto de presencia se desprenda de la valoracin de los procesos fsicos y qumicos que se articulan para dar cuerpo a una fotografa
y que sugieren una continuidad entre ella y el mundo. Muchos acercamientos tericos a la fotografa se han basado en esta concepcin,
y entre ellos se destaca el enfoque de Andre Bazin planteado en su
famoso texto La ontologa de la imagen fotogrfica, donde dice que
la imagen fotogrfica es el objeto en s, el objeto liberado de las condiciones de tiempo y espacio que lo gobiernan. Independientemente
de cun borrosa, distorsionada o descolorida sea la imagen e independientemente de su valor documental, ella comparte, en virtud del
proceso de su devenir, el ser del modelo del cual es una reproduccin.
Es el modelo. 5
La aproximacin que hace Bazin a la fotografa est sostenida por su
creencia en el valor de la impersonalidad y la objetividad como ejes
fundamentales de la comprensin del sentido de la imagen. De esa
manera, para Bazin es lgico valorar los principios de continuidad entre la fotografa y el mundo, aunque implique reprimir sus fundamentos
convencionales, ficticios y en general culturales.
Siguiendo las ideas anteriores, se podra decir que el papel central
que cumple la fotografa dentro del campo cultural se sustenta en la
suposicin de transferencia desde el mbito de la experiencia humana hacia el terreno de la imagen. Ese principio transferencial, entre la
naturaleza y la cultura, parece darle sentido a la experiencia social
e histrica de una determinada comunidad y se percibe como fundamento de una articulacin simblica que genera proposiciones discursivas, entre las que se encontraran las prcticas artsticas. Como
lo ha dicho Douglas Crimp, la centralidad de la fotografa dentro
de la gama actual de prcticas artsticas la convierte en un asunto
clave para elaborar una distincin terica entre modernismo y posmodernismo. La fotografa no slo ha saturado nuestro medio ambiente
visual al punto de convertir la invencin de imgenes visuales en
algo arcaico, sino tambin es claro que la fotografa es demasiado
mltiple, demasiado til para otros discursos, como para que pueda
confinarse por completo a las definiciones tradicionales de arte.6
5 Andre Bazin, Ontologa de la
imagen fotogrfica, en Qu es
el cine?, trad. Jos Luis Muoz,
Madrid, Editorial Rialp, 1990.
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Jaime cern
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Jaime cern
Su trabajo escultrico, basado en la apropiacin, alteracin y yuxtaposicin de objetos cotidianos, se propone como otra manera de hacer
que la realidad se transforme en signo. Los principios de conexin de
los objetos que emplea tienden a poner en prctica la lgica explosiva
de la famosa comparacin propuesta por el Conde de Lautremont para
describir a un joven transente de quien dijo que era bello como el
encuentro fortuito de un paraguas y una mquina de coser sobre una
mesa de diseccin.18 La larga cadena de asociaciones que producen
las combinaciones de los diversos objetos a los que recurre en sus
obras funciona segn los principios de lo reprimido que retorna,
porque vuelve extraos los objetos ordinarios. Esta extraeza se produce bsicamente por la alteracin de las temporalidades tcitas que
los caracterizan. Como son objetos comunes y corrientes, participan
de la misma temporalidad que las personas, pero por lo inusitado de
los encuentros de que son protagonistas, desenvuelven simultneamente otra temporalidad distendida como la que caracteriza la fantasa.
(Isidore
Ducasse),
Criadero de polvo, la primera de ellas, como ya fue mencionado al comienzo, resalt que la acumulacin de polvo es una huella producida
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Jaime cern
tanto en el espacio como en el tiempo. En ese sentido, presagia la concepcin de la fotografa como un mecanismo invisible para registrar
pasivamente un acontecimiento que haya tenido lugar en el mundo.
Sin embargo, esta invisibilidad del acto fotogrfico, se revela como un
principio convencional que le permite a la imagen fotogrfica articular
su significacin, porque dejar que el polvo se acumule es un artificio
manipulador de la realidad para que sirva como prueba documental.
Este mismo hecho ocurre en todas sus imgenes de objetos encontrados
o intervenidos, que dieron lugar a fotografas, como si hubieran sido
esculturas de muy corta duracin.
La otra colaboracin fue el retrato de Marcel Duchamp como Rrose Selavy,
producido en 1921. Duchamp aparece ataviado con maquillaje, sombrero y abrigo, y sus brazos y manos fueron reemplazados por los de una mujer, mediante un retoque para acentuar su feminidad.21 El significado de
esta obra se soporta igualmente en el principio convencional de la marca
de presencia incorporada en la fotografa, para sustituir el hecho o situacin verdadera del cual la cmara dara cuenta. Sin embargo se produce
una paradoja dado que una vez identificamos el retrato como la imagen
de una mujer, caemos presas de la construccin artificial que la sustenta.
Esta imagen utiliza la creencia en torno a la veracidad documental de la
imagen fotogrfica para proponer un desmantelamiento crtico en el mismo orden de lo real, porque verifica la existencia de algo que en realidad
no existe.
20 Joan Fontcuberta, Elogio del
Vampiro, en El beso de judas, fotografa y verdad, 3 ed. Barcelona, Editorial Gustavo Gili, 2000.
p. 37-51.
21 Se trataba de Germaine Evarling,
compaera sentimental del artista
Francis Picabia, y el episodio lo
Se podra demarcar una suerte de corriente dentro del arte contemporneo donde muchas fotografas tienen sentido porque parecen
depender de un acto referencial inmediato que instituye una transferencia. La nocin de documentacin se ve como el efecto de una apropiacin desde otro mbito, lo que la carga de contingencias culturales.
En este sentido, podemos pensar en la funcin de la fotografa en la
consolidacin de lo que pensamos actualmente como performance,
instalacin o intervencin especfica de sitio. As mismo, esta misma
concepcin de la fotografa ha sido de vital importancia para el trabajo de los artistas que se han apropiado de diferentes experiencias
humanas a travs de los principios de las fotos instantneas (que parecen incluso ms verdaderas que los documentos fotogrficos) con el
fin de hacer alusin a los fundamentos convencionales de la propia
vida social.
Paralelamente veramos surgir otra concepcin de la imagen fotogrfica, en donde lo que se muestra acta significativamente en primera
instancia como si de un documento se tratara, pero que posteriormente revela un ncleo conceptual anmalo. Se trata de situaciones que
por una ausencia de evidencia sugieren mediaciones, alteraciones y
reconstrucciones crticas de lo real, y que de hecho proponen en muchos casos una desnaturalizacin tal del campo cultural que podran
entenderse como imgenes sin referentes. Cuando Joan Fontcuberta
hace referencia a la consabida metfora de comprensin de la fotografa como un espejo con memoria utilizada desde finales del
siglo XIX, alude a diferentes ejemplos culturales de la conexin del
espejo con una cierta idea de verdad que incluyen tanto a Pitgoras
como a Blanca Nieves.22 No obstante, tambin menciona sus enlaces
con las nociones de especulacin o espejismo que se orientan en una
direccin ficcional. Sin embargo, segn l, dos referencias se destacan por sus resonancias con esa paradoja del espejo como vehculo
de las verdades o las mentiras: Narciso y el vampiro. Si el primero
llega a excederse en la valoracin de la verdad de su reflejo hasta
el punto de enamorarse de l, el segundo en cambi cae presa de
la vocacin de mentir de los espejos hasta el punto de que le devuelven un reflejo invisible. Fontcuberta propone cmo en la fotografa
contempornea se realiza una especie de confusin entre uno y otro.
Volviendo a las dos obras mencionadas, se podra decir que considerramos el Autorretrato como Rrose Selavy dentro del orden ficcional
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Jaime cern
22 Joan Fontcuberta, Elogio del vampiro, en El beso de Judas, fotografa y verdad, 3 ed. Barcelona,
Editorial Gustavo Gili, 2000. p.
37-51.
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Jaime cern
El viaje, 1975
Bernardo Salcedo (1939 - 2007)
Ensamblaje madera, aluminio y figuras
de pretensados plsticos; pintura
polyacril blanco y negro
109 x 120 x 58 cm
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MAN
RAY
Arte de lo fantstico, lo real
maravilloso y lo maravilloso:
mitologa e historia de una idea1
[38] Arte de lo fantstico, lo real maravilloso y lo maravilloso: mitologa e historia de una idea
ESTE TEXTO
En los cuarenta, el viejo continente estaba listo para que Amrica Latina apareciera en el mapa. Las vanguardias europeas, especialmente
el surrealismo, haban abogado por la aceptacin del otro como un
bien preciado.
MA y Ph.D en Historia y Teora del Arte Moderno, Universidad de Essex, U.K. Actualmente se desempea como investigadora en el
proyecto Surrealismo en Amrica Latina en el
Getty Research Institute, Los ngeles y como
profesora invitada del Departamento de Arte
en la Universidad de Los Andes, Bogot.
Como el ttulo lo sugiere, Art of the Fantastic pretenda ser una revisin
del desarrollo del modernismo en Amrica Latina estableciendo como
su principal caracterstica lo fantstico. El director del museo afirma
en el prlogo del catlogo que el arte latinoamericano del siglo veinte
usa imaginera fantstica como un vehculo para definir su particular
identidad cultural.3 En la misma publicacin, Day ofrece la definicin
de arte fantstico que los curadores tenan en mente para hacer la
english/platform3/index.html
3 Hollister Sturges en Holliday T.
Day y Hollister Sturges, Art of
the Fantastic: Latin America 1920
1987, Indianapolis Museum of
Art, 1986. p.10.
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[40] Arte de lo fantstico, lo real maravilloso y lo maravilloso: mitologa e historia de una idea
Ibd.
Ibd.
se intensifica filtrada por el lente de lo maravilloso. La realidad maravillosa americana de Carpentier no implica un asalto consciente
sobre la realidad convencional, sino una amplificacin de la percepcin de realidad requerida e inherente a la naturaleza y la cultura
latinoamericanas.
Lo maravilloso presente en lo real maravilloso, escribe Carpentier, se
refiere a una inesperada alteracin de la realidad (el milagro), una
revelacin privilegiada de la realidad, una iluminacin poco habitual
o singularmente favorecedora de las inadvertidas riquezas de la realidad, una amplificacin de las escalas y categoras de la realidad,
percibidas con particular intensidad en virtud de una exaltacin del
espritu que conduce al hombre a un estado lmite.6 Este estado
lmite de la mente es, para Carpentier, experimentado cuando lo cotidiano se percibe bajo unas intensidades sensoriales particulares.
Carpentier argumenta que lo extraordinario no es bello ni hermoso
por fuerza. Ni es bello ni feo; es ms que nada asombroso por lo inslito. Todo lo inslito, todo lo asombroso, todo lo que sale de las normas
establecidas es maravilloso.7 Esta extraeza es considerada como una
fuente de pureza, como originalidad, como algo que no ha sido domesticado por el pensamiento occidental y representa, por lo tanto, una
caracterstica verdaderamente latinoamericana.
En De lo real maravilloso americano Carpentier describe cmo un
viaje a Hait en 1943 le revel un mundo mgico y sincrtico. l alega que ste fue el mundo en donde los elementos que los surrealistas
buscaban utilizando medios artificiales existan en un estado puro.
Admite que lo maravilloso existe en otros lugares pero insiste en la
superioridad de lo maravilloso latinoamericano que se encarna en tres
dimensiones segn l: la naturaleza, la historia y el hombre.
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[42] Arte de lo fantstico, lo real maravilloso y lo maravilloso: mitologa e historia de una idea
8 ibd., p. 88.
para entender e interpretar este nuevo mundo haca falta un vocabulario nuevo para el hombre, pero adems porque sin el uno no
existe el otro, una ptica nueva.9
Segn Carpentier, el arte latinoamericano es un arte de revelacin porque el primer problema que enfrenta el artista consiste en develar, explicar e interpretar la nueva realidad que lo rodea.10
Carpentier intent por todos los medios demostrar que el realismo mgico era el nuevo lenguaje que Amrica Latina estaba buscando para
expresar sus singularidades. Sin embargo, en una revisin del trmino
Lo real maravilloso su historia y teora es posible ver que aunque
Carpentier alegaba que slo los latinoamericanos tenan la habilidad de
hablar sobre el tema en los trminos apropiados, el trmino que l escogi tiene sus races en mltiples influencias europeas. Lo real maravilloso
de Carpentier est claramente relacionado con dos fuentes: el realismo
mgico de Franz Rohs, por un lado, y el surrealismo, por el otro.
Fotografia
29 x 20 cm
El realismo mgico
Para expresar la realidad maravillosa de Latinoamrica, el artista
seala Carpentier no puede usar el lenguaje acuado en Europa
ya que los lenguajes existentes no permiten una lectura apropiada de
Latinoamrica. El artista necesita crear un lenguaje nuevo que pueda
expresar esta singular realidad. Para probar su punto narra la historia
de la reaccin de la armada espaola al conquistar Amrica Latina:
1985. p. 31
11 Franz Roh, Magical Realism:
Post-Expressionism, en Parkinson
Zamora y Faris, ed. p.15.
12 Gustav Hartlaub, Introduction to
New Objectivity: German Painting Since Expressionism, en Kaes
Anton et. al., The Weimar Republic sourcebook, London, University of California Press, 1995.
13 Franz Roh citado en Seymour
Menton, Magic Realism rediscovered, Philadephia, The Art Alliance Press, 1983. p. 22.
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[44] Arte de lo fantstico, lo real maravilloso y lo maravilloso: mitologa e historia de una idea
y escribi a favor de una maravilla presente en la vida diaria y susceptible de existir en lo feo e indeseable.
El surrealismo, segn Carpentier, buscaba lo maravilloso en libros
y situaciones prefabricadas; rara vez, en la realidad. Carpentier se
opuso a la premeditacin en la bsqueda de lo maravilloso: Invocando por medio de frmulas consabidas que hacen de ciertas pinturas un montono baratillo de relojes amelcochados, de maniques de
costurera, de vagos monumentos flicos, lo maravilloso se queda en
paraguas o langostas o mquinas de coser, o lo que sea, sobre una
mesa de diseccin, en el interior de un cuarto triste, en un desierto de
rocas.15
A estas alturas del texto, es evidente que las diferencias entre lo maravilloso del surrealismo y lo maravilloso bajo la acepcin de Carpentier
residen en un concepto crucial. Tanto Carpentier como los surrealistas
buscaban lo maravilloso en la realidad pero la diferencia est en
lo que entenda cada uno por realidad. Mientras para Carpentier
experimentar la realidad era encontrar las cosas como estn en el
mundo sensible, los surrealistas tenan una concepcin ms amplia
del trmino realidad, la cual inclua las proyecciones del inconsciente
sobre el mundo. Para ellos la realidad era no slo el resultado de la
continuidad entre el mundo interno y el externo sino, ms an, haba
all una unidad esencial. sta es una diferencia importante ya que ah
yace la discrepancia que motiv los argumentos de Carpentier contra
lo maravilloso trabajado por los surrealistas y lo llev a la creacin de
sus propias teoras.
Aunque no se pueden negar las importantes contribuciones de Carpentier, es imposible tambin negar que el cubano nos presenta una
visin panormica de Amrica Latina altamente influenciada por la
mirada europea. A pesar de sus esfuerzos por distanciarse del surrealismo, el tiempo que comparti con el grupo marc su sensibilidad.
La visin de un universo que se disolva como consecuencia de la
decadencia de Occidente, la bsqueda de la evasin, el primitivismo,
la esclavitud del hombre moderno, entre otras, fueron temas que Carpentier comparti con los surrealistas.
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[46] Arte de lo fantstico, lo real maravilloso y lo maravilloso: mitologa e historia de una idea
Tom varios aos desde la separacin del surrealismo para que Carpentier aceptara el impacto que el grupo tuvo sobre l. De acuerdo con
uno de los ltimos discursos de Carpentier sobre el tema: en Amrica
Latina slo es necesario abrir los ojos para darse cuenta de que el
mundo surrealista existe en realidad ah y eso es lo que llamamos Lo
real maravilloso.
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MAN
RAY
El surrealismo o la belleza convulsiva
AVENTURA
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y enigmas, que sufren procesos de alteracin y metamorfosis tanto interiores, en la mente, como al recorrer fsicamente esos pasajes parisinos,
bajo techo, como el Pasaje de la Opera, demolido en 1926, pero que
en sus afiches, mens, avisos y pancartas es un nuevo texto que necesitamos descifrar. No es raro, entonces, que toda la obra de Walter
Benjamin, estudioso del surrealismo, est basada en dichos pasajes
pero en el caso surrealista este lanzarse a la pesca de lo imprevisto
puede hallar tanto lo absoluto como la degradacin ms profunda. Una
utopa, una lluvia inagotable de imgenes, que se refleja en las enumeraciones a veces tan delirantes como arbitrarias de muchos de sus
poemas, regidos por nuevos ritmos y renovadas afinidades. Pero es la
imagen la que estar en el corazn de esta nueva esttica de lo concreto, con todo su carcter transitorio, fugitivo, contingente e inconcluso.
Muchos de los poemas surrealistas se lanzaron a la captura ambiciosa
de esos relmpagos reveladores y luego se cortan abruptamente o se
desvanecen en una fantasmagrica huida.
El pensamiento hablado
... Haced que os traigan con qu escribir, despus de haberos situado en un lugar que favorezca al mximo la concentracin de vuestro
espritu. Poneos en la condicin ms pasiva o receptiva que podis.
Haced abstraccin de vuestra inteligencia, de vuestra capacidad y de
las de todos los dems. Repetos que la literatura es uno de los caminos
ms tristes, que lleva a todas partes. Escribid rpido, sin ningn sujeto
preordenado, lo bastante aprisa para no recordar ni estar tentado de releeros. La primera frase vendr por s sola, si es verdad, como lo es, que
a cada instante hay una frase ajena a nuestro pensamiento consciente,
que slo pugna por expresarse.... En el primer Manifiesto surrealista,
del ao 1924, as invocaba Andr Breton los poderes de la escritura
automtica. Un flujo, un desborde torrencial, que sacaba a la luz todo el
caudal de lo represado. Una oleada en la cual convivan lo deleznable
con lo maravilloso. El acierto con esos tics rgidos, esas muletillas, en
que nos apoyamos para proseguir el discurso. De igual manera el estar
abierto a las incitaciones de nuestro vagabundaje, nos traer tambin
otro de los procedimientos surrealistas: el objeto encontrado. En el mercado de pulgas (y hay fotos de Breton en uno de ellos) una vieja postal,
Otro punto que debe resaltarse es que si bien el surrealismo tiene una
impronta definitivamente francesa y en realidad parisina siendo clebre el caso de Breton, que debi partir a raz de la segunda guerra
y de la toma de Pars por los nazis y se exili en Nueva York, donde
no aprendi ingls, viva desesperado por no encontrar comida tpica
francesa a su gusto y perdi a su mujer tuvo la suficiente curiosidad
por otras tierras, en lo que se puede considerar como un inters por el
otro, donde el primitivismo extico era un imn atrayente; las gentes
del origen o de las lejanas. Como Gauguin, Apollinaire o Picasso,
al incorporar a sus estudios, y a sus obras, fetiches de Oceana o esculturas africanas, tambin Breton coleccion esos bellos muecos de
tela de los indios hopis, en Norteamrica, y Michel Leiris incorpor
sus indagaciones antropolgicas en frica luego de su separacin del
grupo surrealista, donde milito de 1924 a 1929 y firm el panfleto contra Breton: un cadver, en compaa de figuras como Desnos, Prevert,
Georges Bataille y Alejo Carpentier.
1 Herbert. R. Lottman, El Pars de
En tal sentido, el poema de Michel Leiris titulado El cazador de cabezas es un buen ejemplo al concluir en esta forma:
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1947, un manuscrito indito, Teora del tnel, que slo en 1994 su albacea literario, el poeta Saul Yurkievich, public. Cortzar ya haba escrito,
en 1941, un artculo exaltado sobre Rimbaud, donde lo que planteaba
era la obra como llave que abriese las puertas de la vida.
Precisamente por ello, por haber jugado la poesa como la carta ms
alta en su lucha contra la realidad odiosa, la obra de Rimbaud nos llega anegada de existencialismo y cobra para nosotros, hombres angustiados que hemos perdido la fe en las retricas, el tono de un mensaje y
de una admonicion.2 A ello deben aadirse dos notas, una de 1948 y
una de 1949, sobre la muerte de Antonin Artaud, una de cuyas cartas
escrita desde el asilo de alienados de Rodez contiene esta afirmacin:
Si soy poeta o actor, no lo soy para escribir o declamar poesas, sino
para vivirlas,3 carta que traduce Cortzar, y la otra nota se refiere a
un cadver viviente. Claro, me refiero al surrealismo, como inicia
su nota con humor Cortazr, para concluirla en ese mismo tono de
juego (peligroso): Cuidado con este vivsimo muerto que viste hoy el
ms peligroso de los trajes, el de la falsa ausencia, y que presente
como nunca all donde no se lo sospecha apoya sus manos enormes
en el tiempo para no dejarlo irse sin l, que le da sentido. Cuidado,
seores, al inclinarnos sobre la fosa para decirle hipcritamente adis;
l est detrs vuestro y su alegre necesario empujn inesperado puede
lanzaros dentro, a conocer de veras esta tierra que odiis a fuerza de
ser finos, a fuerza de estar muertos en un mundo que ya no cuenta con
vosotros. Impugnacin, humor negro: Cortzar haba aprendido la
leccin. Luego, en el ensayo Teora del tnel, al hablar de ese movimiento espiritual con expresin verbal, dijo: el surrealista prueba pronto que su concepcin es esencial y solamente potica. Se expresa con
un diluvio lrico de productos que slo las fichas bibliogrficas siguen
llamando poemas o novelas; enlaza formas tradicionales, las funde y
fusiona para manifestarse desde toda posibilidad; se precipita a una
novela de discurso potico, se abandona a todos los prestigios de la
escritura automtica, la erupcin onrica, las asociaciones verbales
libres. Aragon lo llamaba bellamente una ola de sueos. En el clmax
del surrealismo no hay contradiccin alguna con su repudio de lo literario y lo poemtico. Surrealismo es ante todo concepcin del universo y
no sistema verbal. Para alcanzar la suprarrealidad, sobre las huellas de
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Rimbaud, no ve otro medio de alcanzarla que la restitucin, el rencuentro con la inocencia, concluye Cortzar en su Teora del tnel, de 1947.
No existen novelas surrealistas, y s incesantes situaciones novelescas
de alta tensin potica.
ANDRE BRETON: Los vasos comunicantes . Mxico, Editorial Joaqun Mortiz, 1965.
ANDRE BRETON / LEON TROTSKY / DIEGO RIVERA: Por un arte revolucionario
e independiente. Edicin de Jose Gutirrez, Barcelona, El Viejo Topo.
ANDRE BRETON: Los pasos perdidos Madrid, Alianza Editorial, 1972.
ANDRE BRETON: La inmaculada concepcin. Traduccin de Alejandra
Pizarnik. Buenos Aires, Ediciones de la Flor, 1972.
LOUIS ARAGON
Bibliografa
ROBERT DESNOS
ANDRE BRETON
[63]
BENJAMIN PERET
ANTOLOGIAS
LUIS BUUEL
LUIS BUUEL: Mi ltimo suspiro Barcelona, Plaza y Janes, 1982 (
El surrealismo, 1929 1933 , p. 115 142)
MAN RAY
HERBERT R. LOTTMAN: El Paris de Man Ray Barcelona, Tusquets, 2003
Man Ray, 1890 1976 . Con textos de Andre Breton y Emanuelle
de lEcotais. Colonia, Taschen, 2008.
[65]
[66]
[67]
[68]
[69]
MAN
RAY
LOS GRANDES MAESTROS
DE LA FOTOGRAFA UNIVERSAL
Desnudo
Fotografia
39 x 28 cm
AS COMO
[71]
[73]
[75]
[76]
[77]
[78]
[79]
MAN
RAY
BIOGRAFA
[80]
[81]
1920 Junto
hemio, Montparnasse. All entra en contacto con distintos artistas y, concretamente, con el grupo surrealista
con quien colabora estrechamente los aos siguientes.
1922 Realiza
belga.
1915 Tiene
sus fundadores y est incluido en la primera exposicin surrealista en la galera Pierre de Pars en 1925.
Inspirado por su modelo y amante Alice Prin, conocida como Kiki de Montparnasse, hace Le Violon
dIngres (1924).
[82]
[83]
1936 Su obra est presente en la exposicin Arte Fantstico, Dad y Surrealismo del Museo de Arte Moderno
de Nueva York.
1937 Publica junto con Andr Breton el manifiesto La photographie nest pas lart.
1963 Publicacin de
1973 El
[84]
[85]
La bsqueda de la libertad y el
placer; eso ocupa todo mi arte
[86]
[87]
LEOS
y obra sobre papel
Autorretrato, 1916/1970
tecnica mixta en altuglass
53,5 x 37 cm
[88]
[89]
[90]
[91]
Abrazo, 1936
Seguidilla, 1919/1971
45,5 x 37,5 cm
59 x 49 cm
48 x 59,9 cm
[92]
[93]
[94]
[95]
[96]
[97]
litografa
35,5x27,5 cm
60 x 150cm
[98]
Mano, 1936
34 x 24 cm
31,8 x 23,6 cm
Erotica, 1938
41,5 x 32,5 cm
33 x 25 cm
[99]
[100]
Alternativa, 1961
[101]
collage
36x30 cm
[102]
[103]
[104]
[105]
OBJETOS
y ESCULTURAS
Autorretrato, 1936-1970
Bronce
40 x 120 x7 cm
[106]
La Torre
[107]
Cristal y madera
38 x 18 x 4 cm
Varlopa, 1935-65
Tecnica mixta
54 x 20 x 20 cm
47 cm
Paletamesa, 1971
[108]
190/1971
87,5 x 51,5 x 61,5 cm
[109]
[110]
[111]
El regalo, 1921-70
Tecnica mixta
Edicin Zerbib
17 x 10,6 cm
17x10,6 cm
15,2x8,9 cm
8,5 x 75 cm
[112]
Pin-up, 1970
Collage sobre cartn
rojo,ready-made
32,5 x 25,5 cm
[113]
[114]
[115]
Solitaria, 1936-1970
Bronce
Bronce
Bronce
23 x 29 x 23 cm
38,5 x 22 x 17 cm
38 x 24 x 12 cm
[116]
[117]
Bronce
plata
Tecnica mixta
40 x 22 x 7 cm
12 x 8 x 7 cm
[118]
[119]
Puericultura, 1920
Obstruccin, 1920
edicin 1964
edicin 1964
Ready made
Bronce
perchas de madera
36 x 30,5 cm
28 cm
100x200 cm
[120]
[121]
Melocotones, 1969-72
8 ejemplares
Tecnica mixta
32 x 22 x 10 cm
34 x 23 cm
[122]
[123]
edicin Zerbib
Tecnica mixta
9 ejemplares
77 x 10 cm
85 x 23 cm
30 cm
[124]
[125]
edicin 1/3
Collage
Ready made
63,5 x 48,3 cm
45 cm
53 x 35,5 cm
38 x 18 cm
[126]
[127]
edicin 3/8
34,5 x 34,5 cm
[128]
[129]
[130]
[131]
FOTOGRAFAS
RAYOgrafAs y Solarizaciones
Autorretrato, 1930
Fotografa
34 x 26,5 cm
[132]
[133]
fotografia
21 x 16,5 cm
[134]
fotografa
28,8 x 46,3 cm
[135]
[136]
Fotografa
Fotografia
40 x 30 cm
23 x 38cm
[137]
[138]
[139]
Fotografia
Fotografa
23 x 17 cm
17 x 20cm
[140]
Fotografia
40,7 x 30,6 cm
Moda de playa
Fotografia
12,5 x 9,5 cm
[141]
[142]
[143]
Fotografia
39 x 28 cm cm
[144]
Fotografia
22,5 x 18 cm
Fotografia
Fotografa
22,5 x 18 cm
24,6x18,7 cm
[145]
[146]
[147]
Fotografia
21 x 27 cm
Modelo en carreta de
Fotografia
Fotografia
25 x 17 cm
40,7 x 30,6 cm
[148]
reimpresion fotografica
49 x 23,5 cm
Perchero, 1920
reimpresion fotografica
17,5 x 11,5 cm
[149]
[150]
[151]
[152]
[153]
[154]
[155]
reimpresion fotografica
Fotografia
fotografia
23 x 17cm
16 x 12 cm
28 x 21 cm
[156]
[157]
Fotografia
26,5 x 21 cm
reimpresion fotografica
reimpresion fotografica
20 x 17 cm
29 x 23 cm
[158]
[159]
Fotografa
Fotografa
Fotografa
25,5 x 20 cm
28 x 21 cm
23 x 18,5cm
[160]
[161]
Fotografa
28 x 22 cm
[162]
[163]
Fotografa
fotografia
28,5x20 cm
30x22 cm
16,5 x 11,5 cm
[164]
[165]
Exposicin surrealista.
impresa en 1966
fotografa
19x13,5 cm
19x13,5 cm
[166]
[167]
Lgrimas, 1933
Labios, c.1930
reimpresion fotografica
reimpresion fotografica
30 x 40 cm
19 x 29 cm
[168]
[169]
Dedos, 1930
Dos manos
fotografa
Fotografa
Rayografa
28 x 22 cm
29,2 x 22,1 cm
54 x 44 cm
[170]
Collage
Rayografa
Rayografa, 1923
fotocollage
29,3 x 21,5 cm
26 x 20 cm
27 x 22 cm
Rayografa
38 x 29,5
29 x 23,5 cm
[171]
[172]
[173]
Rayografia, 1968
Fotografia
28 x 21 cm
[174]
[175]
Autorretrato, 1930
reimpresion fotografica
Fotografa
58,8 x 48,8 cm
11 x 15,5 cm
[176]