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Retos y Encrujadas Del Estado Plurinacional en Bolivia

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Retos y Encrujadas del estado en Bolivia, entre la

naturaleza estatal y lo plurinacional


Nidia Catherine Gonzlez
UNIVERSIDAD DE LA SALLE
ABSTRACT
The recent mobilization processes in Bolivia transformed radically the
political system until to create e New Constitution (2009) and accordingly an
Unitary Social law State, plurinational and communitarian ("Estado Unitario
Social de Derecho Plurinacional Comunitario"). What occurred in Bolivia could
be similarly to a moment in which the nation creates the state, therefore this
country originally with only one nation become to be auto recognized as a
territory of many nations, the "naciones originarias". This article analyze the
challenges and crossroads of the Bolivian State in order to guarantied the
establishment of a plurinacional nation, democratic, productive, pacific,
committed with the integral development and autonomy of their people1.
Keywords: state, nation, Bolivia, institutionalization, plurinacional.
Los procesos de movilizacin dados recientemente en Bolivia
transformaron su sistema poltico hasta crear la Nueva Constitucin (2009) y con
ella, un "Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario". Lo
ocurrido en Bolivia puede asimilarse como un momento en que la nacin crea al
Estado, este pas pasa de ser una sola nacin ha reconocerse como un territorio
de "naciones originarias". Este artculo analiza los retos y las encrucijadas del
Estado boliviano para garantizar el establecimiento de una nacin plurinacional,
democrtica, productiva, pacifista, comprometida con el desarrollo integral y la
libre determinacin de los pueblos.
Palabras claves: Estado, nacin, Bolivia, institucionalizacin, plurinacional.

Metodolgicamente este artculo usa fuentes secundarias y es una mirada desde fuera de esta

CONFLUENZE Vol. 5, No 2, 2013, pp. 107-118, ISSN 2036-0967, Dipartimento di Lingue e Letterature
Straniere Moderne, Universit di Bologna.

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Introduccin: lo indgena en el contexto latinoamericano


El caso boliviano ha sido sui generis en toda su historia. La revolucin de
1952 fue la primera y nica revolucin obrera en todo el continente (Mires, 1988).
El ascenso y mantenimiento del Movimiento Al Socialismo MAS en la
Presidencia, el debate de la Asamblea Constituyente, la Nueva Constitucin que
asume el Estado Plurinacional como Sistema de gobierno del siglo XXI para la
sociedad boliviana, hacen de este caso un modelo de transformacin social y
poltica para la realidad latinoamericana. La influencia de estas luchas en su
sistema poltico y a escala internacional, no solo ha puesto en cuestin al Estado
liberal, su rgimen poltico y sus polticas, sino a la vez ha desafiado elementos
centrales del proyecto civilizatorio de la modernidad y esquemas de desarrollo
de la sociedad capitalista.
Bolivia ha sido en los ltimos aos escenario de un ejercicio poltico
indgena caracterizado por mecanismos y estrategias efectivas de materializacin
de derechos para las etnias que constituyen su nacin. El ciclo de movilizacin
boliviana comienza con una crisis donde los movimientos indgenas, la clase
obrera, los sindicatos, entre otros sectores populares muestran su inconformidad
con las polticas tradicionales y con las herramientas de dominacin del Estado.
Escenarios de movilizacin social masiva como la guerra del agua, la guerra del
gas, las marchas por la Asamblea constituyente, la Soberana Popular, el
Territorio y los Recursos Naturales y en defensa de la hoja de coca, promovieron
la formacin de un nuevo Estado surgido desde la nacin. Esos miles de
indgenas, campesinos y afrobolivianos lanzados a las calles eran la nacin
ejerciendo poder popular, ratificando que el pueblo rebelde de 1952, ha
continuado su ejercicio poltico emancipador, y desde el 2005 logr
institucionalizarse en el Estado (Chvez y Mokrani, 2007: 55-66).
La llegada de Evo Morales a la presidencia finaliza un primer ciclo de la
movilizacin indgena en Amrica Latina, ya que fue el primer Presidente
indgena del subcontinente. Este lder poltico obtuvo su primera eleccin con
53,7% de votos y fue reelecto en el 2009 con an ms votos (64%) (Svampa et al,
2010: 35). El debate de la Asamblea constituyente, la nueva carta magna y las
recientes protestas indgenas contra el gobierno de Evo Morales pueden
significar un nuevo ciclo de la relacin Estado-nacin en Bolivia. Puede decirse
que este ltimo ciclo est marcado por la tensin entre el reto estatal por ser un
igualador social y la naturaleza2 misma del Estado de mantenerse como aparato
institucional de dominacin, precisamente este punto de inflexin es el que
profundiza este artculo.
El ascenso de Morales a la Presidencia fue un suceso sin precedentes en la
historia latinoamericana y mundial, sin embargo este gobierno y sus electores
tienen a futuro un desafo mayor, mantener el nuevo rumbo de la nacin
plurinacional gestada. Desde el 2009 esta nacin se concibe como un Estado
Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, que ampara legalmente a
las "naciones originarias" en su territorio y que se establece al mismo tiempo
como igualador social con las funciones de democratizar, igualar y transferir la
renta. Ello implica sin embargo, realizar y sostener rupturas con la sociedad
2 Al referirnos a la naturaleza del Estado delimitamos sus caractersticas esenciales, bajo las
cuales podemos predecir comportamientos y elecciones del mismo, condicionar comportamientos
y elecciones institucionales, etc.

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tradicional que discriminaba a una mayora indgena, campesina as como


afroboliviana, y cuyas prcticas histricas estn arraigadas desde hace ms de
cinco ciclos de predominio de una cultura excluyente.
En la medida de lo anterior cabe preguntarse si el nuevo Estado
Plurinacional podr resolver la tensin entre dos realidades poltico-histricas
dismiles. De una parte una realidad articulada al desarrollo del Estado Comunal
que lo establece como un igualador social capaz gestionar la nacin
plurinacional. Y de otra parte un Estado cuya naturaleza lo configura como un
aparato institucional de dominacin, que desde la modernidad ha organizado y
administrado a la sociedad desde una perspectiva Liberal. Con el fin de ampliar
este anlisis el presente artculo se estructur en las tres partes ya mencionadas
en el resumen.
Cules son los principales retos y encrucijadas del Estado Plurinacional
Boliviano?
El Estado boliviano tiene la responsabilidad de sustentar el proyecto
nacional establecido en su Carta Magna. Morales y Garca Linera esperan dar
sentido a esta nueva forma de Estado asegurando su fin como cohesionador
social y gestor econmico, en palabras de Garca Linera: El Estado es lo nico
que puede unir a la sociedad, es el que asume la sntesis de la voluntad general y
el que planifica el marco estratgico y el primer vagn de la locomotora
econmica. El segundo es la inversin privada boliviana; el tercero es la
inversin extranjera; el cuarto es la microempresa; el quinto, la economa
campesina y el sexto, la economa indgena. Este es el orden estratgico en el que
tiene que estructurarse la economa del pas (Garca Linera citado en Stefanoni,
2010: 72). En este contexto la nueva y principal funcin de ste Estado es
constituirse en un igualador social con la triple vocacin de descentralizar,
democratizar y transferir la renta (Svampa, 2010: 36-42). Cada una de estas
vocaciones se convierte en s mismas en un reto, y al mismo tiempo en una
encrucijada. Veamos en lo siguiente cada una de estas vocaciones estatales.
Descentralizar
La encrucijada estatal inherente a la tarea descentralizadora del Estado se
relaciona de un lado con el mxime del Estado Plurinacional de asegurar la
autonoma de los diferentes tipos de territorios instituidos constitucionalmente3.
Y de otro lado el esfuerzo del Movimiento Al Socialismo en su ejercicio
gubernamental de limitar la independencia administrativa de la regin del
Oriente. ste an no ha resuelto la ruptura con la oposicin ni tampoco le ha
otorgado un margen suficiente de autonoma. En este conflicto sobre la
descentralizacin se disputa lo racial, al igual que el control poltico y de los
recursos naturales (Svampa et al, 2010: 86-87, Alb y Romero, 2009). Durante la
Asamblea Constituyente en el tema de la capitalidad hubo procesos fracturantes
como el racismo contra los constituyentes, la masacre de Pando, las protestas
sociales, entre otros hechos. La nueva Constitucin establece por varios medios
legales la descentralizacin administrativa, sin embargo frente a las posturas de
3 Es decir las Tierras Comunitarias de Origen, los distintos territorios indgenas (Chimn,
Multitnico, Originario Campesino, Pluritnico Parque Nacional Isiboro-Secur, entre otros), las
Entidades Territoriales Indgenas Originarias Campesinas; e igualmente la autonoma
departamental, regional, municipal (Alb y Romero: 2009).

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autonoma separatista del Departamento de Santa Cruz, el gobierno ha tomado


decisiones ms centralistas y jerrquicas que progresistas, arguyendo que priman
los intereses de la nacin sobre los intereses de la clase empresarial del Oriente.
Lo que de fondo queda inconcluso es la legitimacin de lo popular nacional y lo
plurinacional popular en el Estado y en la nacin boliviana.
La administracin de este conflicto por parte del Estado debe encontrar
varios puntos de equilibrio al respecto. Uno primero tiene que ver con lograr la
reivindicacin histrica en contra del racismo de ms de quinientos aos, sin caer
en un proyecto de colonizacin del oriente cuya lgica y mecanismos sean igual
de perversos que el adoctrinamiento del que fueron vctimas indgenas,
campesinos y afros (Svampa et al, 2010: 239-264). Otro se relaciona con el
desarrollo de la autonoma regional propugnada constitucionalmente, an
cuando las marcadas transformaciones del Estado, la sociedad y la economa
obligan a la toma de decisiones centralistas por parte del ejecutivo.
Democratizar
La nueva constitucin de Bolivia adopt como forma de gobierno la
democracia participativa, representativa y comunitaria (Art 11). Este proyecto
poltico implementa una democracia de alta intensidad que le apuesta a la
autonoma departamental, regional, municipal as como de lo indgena,
originario, campesino. Se crearon cinco gobiernos autonmicos con regmenes
especiales, al igual que espacios de deliberacin, representacin y proteccin de
derechos. En su vocacin como redistribuidor universalista o igualador social, el
gobierno ha puesto en marcha bonos de transferencia de la renta como el Bono
Juanchito Pinto, la Renta Dignidad, el Bono Juana Azurduy, el Plan Nacional de
Alfabetizacin y el Programa de Desnutricin Cero.
En el ejercicio de poder del gobierno frente a las oligarquas tradicionales
existe un norte del Estado como institucin, ste consiste en implementar a travs
de polticas pblicas los objetivos emancipadores que inspiraron la movilizacin
y la nueva Constitucin (Gamboa, 2010: 152-188, Stefanoni, 2010: 6796). Sin
embargo la institucionalidad estatal supone procesos administrativos,
diplomticos y de gestin gubernamental que ostentan la tensin entre de una
parte, una armazn administrativa que responde a la lgica del Estado Liberal y
de otra parte, un Estado alternativo inclinado a construir creativamente lo
Comunal.
Segn Pablo Mamani, la Nueva Constitucin de Bolivia oscila entre lo
Liberal y lo Comunal, lo cual tiene dos consecuencias. La primera es la creacin
de un nuevo imaginario social e histrico de reconocimiento legal que es plural y
diverso, distinto a la concepcin moderna de la nacin, la ciudadana y el Estado.
La segunda es el debate entre un lugar o un vaco de la lucha de poder en la
institucionalidad. El Estado reivindica su naturaleza sui generis en una
interpelacin binaria entre nacin vs. antinacin, pueblo vs. oligarqua,
democracia participativa y directa vs. democracia representativa , decisionista y
plebiscitaria (Mamani, 2011: 31-67).
Transferir la renta
La funcin igualadora del Estado al transferir la renta es el reto con
mayores pretensiones, y a la vez la ms grande encrucijada de este proyecto de
refundacin del Estado. La nacionalizacin de los recursos naturales se convierte

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en una herramienta estratgica para adquirir poder econmico e igualmente la


sostenibilidad no solo en el escenario nacional, sino tambin en el internacional.
En la Constitucin boliviana se formaliz la proteccin a: la coca como
patrimonio cultural (Art 384), los recursos mineros y metalrgicos (Art 369), los
recursos hdricos (Art 373), las formas de energa (Art 378), la biodiversidad y los
recursos naturales renovables (Art 380), la Amazonia (Art 390), las reas
protegidas (Art 385), los bosques naturales y los suelos forestales (Art 386), la
tierra y el territorio (Art 393). Todos estos como recursos estratgicos cumplen
una funcin social, econmica social, cultural o ambiental que predomina sobre
el derecho a la propiedad privada individual. En ese sentido el Estado se
convierte en un agente regulador y productor activo de bienes y servicios, que ha
adquirido un crecimiento econmico sin precedentes en su historia.
A partir de los hidrocarburos, la minera y la agroindustria el Estado pas
de recibir un 27% de ganancias a un 7275%, si en principio reciba 500 millones
hoy da recibe 2000 millones (Gonzlez, 2011). Esta encrucijada de la
administracin estatal boliviana es la ms relevante pues se trata de poner en
marcha exitosamente su propuesta de capitalismo andino. En este escenario el
Estado debe usar la ganancia proveniente de los recursos naturales
nacionalizados para modernizar el pas, implementando una poltica social
universalista, que iguale los sectores que constituyen esta nacin. Lo que implica
implementar la reivindicacin indgena frente a la desigualdad histrica entre los
pueblos de las nacionalidades originarias y los mestizos, as como solventar la
distancia entre concepciones de desarrollo del modelo Liberal y el propio
Comunal de las nacionalidades originarias.
Por qu la propuesta gestante de Estado y nacin en Bolivia tiene un nuevo
significado poltico?
Una lucha ancestral
Para entender acerca de la ruptura histrica que actualmente pretende
realizar la nacin boliviana es importante comprender porque la lucha indgena
es una lucha ancestral. La historia de los indgenas en Amrica Latina ha estado
marcada por distintas estrategias de resistencia, entre estas el discurso oculto4.
Esta resistencia es la manera como estos colectivos han mermado el papel
subalterno que han tratado de asignarles social, cultural, poltica y
econmicamente. Las luchas indgenas por el reconocimiento de su autonoma,
su territorio, sus derechos, sus autoridades, han costado procesos de tensin
profunda entre poderosos y oprimidos (Achila y Gonzlez, 2010: 148-173).
Aunque en muchos casos apenas pueda identificarse una superacin relativa de
la exclusin, y no absoluta, hay que reconocer la capacidad de autogestin,
autodesarrollo y pensamiento propio, de solidaridad y de participacin
comunitaria de los movimientos indgenas en las ltimas dcadas (Zibechi, 2007).
4 James Scott analiza la relacin entre dominadores y subordinados, que parte de las relaciones
de poder apreciables en dos tipos distintos de discurso: el pblico u oficial, motivado en el poder
hegemnico de las elites y aceptado socialmente como el legtimo, y el oculto, donde se expresan
los cdigos, las reacciones, las estrategias y las prcticas del lenguaje de los dominados. Este
lenguaje subalterno est aislado de las esferas pblicas y de la sociedad oficial y es desplegado en
el nivel interno del movimiento a travs de prcticas subalternas entre los oprimidos, as como
permite crear solidaridades y mecanismos fluidos de comunicacin (2000).

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Este ejercicio histrico de resistencia indgena puede caracterizarse a partir


de los siguientes aspectos: 1) ha sido permanente desde la Conquista hasta hoy,
es un ejercicio de posicin poltica comunitaria que unas veces se expresa en el
escenario poltico oficial, y se mantiene desde el discurso oculto; 2) emana de un
sentido de pertenencia y defensa de su territorio5; 3) su fin poltico colectivo es
defender su autonoma; y 4) las estrategias ms exitosas de este ejercicio de
resistencia se han expresado por la va no armada (Gonzlez, 2006: 87-102).
Bolivia ha sido cuna de caudillos que han hecho resistencia. La memoria
de emancipacin boliviana est marcada por distintos lderes, Tupac Amaru y
Tupac Catari en la poca colonial, el Cacique Wilka (Pablo Zarate) quien marc
un periodo entre 1874 y 1895, Jess de Manchaca en 1921 y Chayanta en 1927
(Mires, 1988: 224278). La revolucin de 1952 la primera y nica revolucin
nacional obrera y agraria, que logr la reforma agraria y destruy a la hacienda
como estructura econmica, social y poltica. Esta revolucin al lado de la cubana
fueron las de mayor impacto nacional en todo el subcontinente (Ibd.).
Dicha revolucin fue organizada por los pobres urbanos, los campesinos,
los trabajadores sindicalizados y el Movimiento Nacional Revolucionario
MNR contra el Estado, en respuesta al proceso paulatino de expropiacin de las
tierras por parte de la minora oligrquica. En 1880 el 50% de la tierra estaba en
manos indgenas. Desde la reforma del Presidente Melgarejo (1886) hasta 1930
los indgenas solo posean menos de un tercio. Esto sumado a la Guerra del
Chaco y a las ventas de comienzos del siglo XX a Brasil y Chile, mostr como la
cuestin nacional estaba irresuelta. Era una nacin sin Estado y un Estado sin
nacin (Mires, 1988).
El MNR se articul bajo los siguientes principios: luchar hasta conseguir la
nacionalizacin de las minas y ferrocarriles; propugnar por la reforma agraria;
enfocar la diversificacin de la industria y la creacin de nuevas fuentes de
riqueza por la accin del Estado. Los rpidos efectos de la revolucin de 1952 a
favor de los movilizados, pues se logr la nacionalizacin de dos tercios de la
industria minera- fueron minimizados por EEUU y por la cooptacin del partido
Liberal. As influy la poltica norteamericana de definir las fronteras ideolgicas
de la guerra fra en todos los pases latinoamericanos y tambin los llamados
Varones del Estao, quienes aliados a los liberales y la iglesia reprimieron a
indgenas y campesinos (Ibdem).
Analizando comparativamente la revolucin del 52 con la realizada por el
pueblo boliviano entre el 2000 y 2005, podemos ver como ambos procesos de
5 El sentido nuclear de estas acciones se interpreta segn su capacidad de construir, reafirmar y
dinamizar, a travs de los aos, la identidad comn del movimiento. Un ejemplo de estas
acciones son las recuperaciones de tierra, stas avivan la unidad entre sus miembros y reafirman
su identidad comn. Para los indgenas la expropiacin de las tierras signific no solo un despojo
de territorio, sino tambin de su libertad y su autonoma, la dispersin de la comunidad, la
desintegracin familiar, la prdida de la identidad y del control de la vida propia de los
comuneros (Muelas, 2005: 60-61). Cuando los nativos hablan de las recuperaciones de tierra,
rememoran el sentido profundo de sus luchas su necesidad de mantenerse unidos y los
esfuerzos de sus ancestros. Las recuperaciones de la tierra significan en la construccin de una
identidad comn del movimiento tres cuestiones: la reincorporacin colectiva de la tierra como
posibilidad de enmendar la historia, los sentimientos colectivos, los ancestros comunes; el
fortalecimiento de la autoridad del Cabildo y la articulacin de los espritus de los antepasados al
contexto presente. De ah que la tierra es uno de los principales motivos de movilizacin, donde
se puede analizar la construccin poltica tnica a escala continental (Archila y Gonzlez, 2010).

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movilizacin tuvieron como norte poltico la refundacin del Estado en temas


relacionados como el manejo de los recursos nacionales. Ambos procesos
buscaron un papel ms decisivo del Estado respecto a la nacionalizacin de los
recursos. Adems ambos procesos, desde coaliciones de clase, se opusieron a los
segmentos poblacionales que concentran la tierra y otros recursos. En ese sentido
la nacin boliviana movilizada en el siglo XXI trata de superar la fragmentacin y
exclusin que la haba configurado desde su fundacin colonial. La lucha
ancestral de resistencia ha encontrado un nuevo ciclo, donde esta resistencia se
apropia de las instituciones estatales; sin embargo, aunque las cabezas y los
discursos institucionales cambien subyacen lgicas de dominacin en las
prcticas sociales e institucionales que hacen difcil renovar el discurso
hegemnico dominante por un discurso contrahegemnico dominante.
Integracin poltica
Una de las principales caractersticas del ascenso de Evo al poder fue su
capacidad de integrar los problemas, los discursos y las dificultades de la escena
poltica. Esta capacidad emerge de la habilidad indgena de comunicacin
poltica, la cual oscila entre una posicin radical frente a sus reivindicaciones y su
capacidad de escuchar y negociar con sus adversarios. Esta facultad distintiva a
la negociacin poltica, se funda en un comportamiento cultural y es su
capacidad de escucha, la cual le permite observar de manera ms cercana a sus
contrincantes.
Un rasgo final que quisiera destacar en esta caracterizacin de la
construccin poltica del Estado plurinacional Boliviano es cmo en el mundo
indgena es an vigente lo comunitario. El mundo comunitario es un mundo que
integra. Todos movimientos indgenas latinoamericanos se expresan en acciones
comunitarias, no pueden equiparase con las acciones colectivas de otros
movimientos sociales, ya que stas no orientan su valor colectivo a partir de un
criterio abstracto de bien comn, sino que adquieren su sentido social
compartido de acuerdo con sus valores culturales e histricos de sus condiciones
propias. As las Acciones Comunitarias Nucleares pueden definirse como las ms
significativas, pues condensan el sentido comunitario del proceso poltico,
recobran el sentido de la historia comn de resistencia y reafirman los valores
que fundan su identidad comn: la preservacin del territorio, la autonoma, la
unidad y la cultura propia (Archila y Gonzlez: 2010, 148-173).
Cmo comprender el Estado boliviano a la luz de los modelos tericos sobre el
Estado?
Los principales retos y encrucijadas del Estado boliviano sern
contrastadas en lo siguiente a travs de autores de la teora estatal. Los
presupuestos clsicos de autores como Maquiavelo y Hobbes verifican la
naturaleza estatal como un hecho de carcter poltico, una invencin humana
profundamente ligada al poder. ste surgi cuando las civilizaciones enfrentaron
la necesidad de monopolizar el poder, de imponerse sobre otras. En ese sentido,
qu clase de poder predomina en el ejercicio del Estado boliviano, el poder
popular de una nacin creando al Estado? o el de un Estado poderoso en s que
acomoda su rol de igualador social a sus intereses?

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Maquiavelo hace una ruptura entre moral y poltica, este tratado poltico
asegura que la concentracin del poder es un hecho real al cual se accede por
medio de la fuerza y la astucia (Maquiavelo, 1513). Bajo la perspectiva de
Maquiavelo el Estado boliviano debera mantener su discurso de igualador,
social sin llegar a materializarlo plenamente sino solo para que su discurso tenga
autoridad, fuerza, aliados, y enmarque su virtud cvica segn el comn de sus
ciudadanos. Hobbes arguye en defensa de la concentracin del poder a manos
del soberano. La esencia de ste Estado es un Dios mortal que representa la
voluntad de los hombres; los hombres lo eligen de manera tcita al transferir sus
derechos convirtindose en sbditos (Hobbes: 1983).
Las perspectivas de desarrollo del poder poltico de Maquiavelo y Hobbes
son usadas en las prcticas polticas de muchos lderes de la actualidad. Desde la
creacin del Estado hasta hoy el Estado ha representado un instrumento de
poder y estatus social que es usado de manera utilitaria y calculadora por
quienes lo detentan y por sus seguidores. En el caso de Evo Morales, su Gabinete
as como su esfera de asesores y amigos. Entre estos existe un trasfondo
ideolgico socialista que promovera precisamente lo contrario una promocin
del poder popular logrado desde la descentralizacin, la democratizacin y la
transferencia de la renta. Sin embargo algunas de las decisiones del gobierno de
Evo pueden caracterizarse como centralistas y en ese sentido defender que la
concentracin del poder es necesaria a la hora de imponer un nuevo orden en la
sociedad. Estas tres vocaciones del Estado: descentralizacin, la democratizacin
y la transferencia de la renta, parten de una postura estatal como aparato de
organizacin liberal.
Locke organiza la relacin Estado-sociedad civil dando los primeros pasos
hacia el liberalismo. Este autor destaca la libertad de los ciudadanos y la
propiedad privada como derechos naturales. El Estado no puede desproveer a
los ciudadanos de libertad, ni tampoco quitarles la paz, en esos casos el poder
estatal sera arbitrario y el pacto social perdera vigencia. As el liberalismo
concibe a todos los ciudadanos como libres e iguales, quienes pueden acceder a
la propiedad privada por medio de su trabajo (Locke, 1989). Los Estados actuales
continan rigiendo la propiedad privada de sus ciudadanos, este es un rol que la
globalizacin no ha quitado a los Estados; stos promueven o detienen las
reformas agrarias, nacionalizan o concesionan los recursos naturales nacionales,
expropian bienes y terrenos, otorgan y distribuyen regalas.
Los casos de Bolivia y Venezuela en la coyuntura actual son muy
significativos en este sentido, dichos Estados han tomado decisiones que
nacionalizan gran parte de los recursos nacionales de sus pases, en contrava con
las tendencias internacionales de transnacionalizacin de la propiedad de
recursos tan codiciados como el petrleo, los minerales o la energa. Al
nacionalizar el petrleo, los minerales, los parques nacionales naturales y otros
recursos estratgicos de la nacin, estos lderes polticos han aumentado el
producto interno bruto de la nacin, as como el poder efectivo del Estado para
redistribuir los recursos en otros mbitos.
Weber caracteriza el Estado Moderno como una asociacin de dominacin
poltica de carcter institucional que monopoliza la violencia fsica legtima en su
territorio. Este autor concibe al Estado como una empresa privada que debe ser
eficiente en las funciones que cumple y deber tener una capacidad coercitiva e
igualmente una capacidad cohesionadora. Los pensamientos de Locke y
principalmente los de Weber nutrieron la configuracin de la administracin

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estatal del siglo XX en occidente. Las llamadas Repblicas Liberales organizaron


la sociedad desde procedimientos administrativos que definieron los ciudadanos
como individuos, libres, iguales, con dignidad y autonoma moral. Los valores de
las instituciones del aparato estatal emanaron de conceptos universales de la
justicia, y con base en stos implementaron mecanismos legales y formales para
definir las funciones tanto del Estado, como de los ciudadanos. El liberalismo y la
eficiencia administrativa de las instituciones del Estado han sido mximos en los
procesos de modernizacin en Amrica Latina y puede decirse que en que gran
parte de los sistemas polticos nacionales e internacionales. Bajo esta perspectiva
del estado Liberal los procesos legales, educativos, sociales y culturales de la
sociedad se implementaron dimensionando una ciudadana homognea que en
el siglo XVIII significaron fuertes polticas de aculturacin.
Bolivia al igual que los dems Estado latinoamericanos tiene un aparato
institucional promovido desde el liberalismo donde predomin la
homogenizacin de los ciudadanos y de los criterios de justicia para permitir el
funcionamiento de mecanismos, normas y procedimientos aplicables a las masas.
Pero con los cambios institucionales realizados desde el 2005 hasta hoy, el Estado
reconoce el desarrollo de una sociedad ms plural que debe ser promovida por
distintos mecanismos de democratizacin distintos a los emanados desde el
pensamiento liberal. Las teoras hasta aqu presentadas explican algunas de las
caractersticas de la naturaleza estatal de occidente, pero por la influencia
indgena en el modelo Estatal surgido en Bolivia a comienzos del siglo XXI estas
no son suficientes para comprender este nuevo modelo.
El Estado Plurinacional del siglo XXI en Bolivia demuestra que las
funciones estatales se han transformado, para verter en stas el proyecto de una
naciente nacin plurinacional, intercultural y soberana. As tambin lo ocurrido
en Bolivia en este aspecto puede decirse que es un proceso tutelar de reduccin
real de la pobreza y la desigualdad. Sin embargo es incierto predecir hasta qu
punto el Estado es capaz de ser un justo redistribuidor de los recursos nacionales
o hasta que punto empieza a ejercer su poder como aparato de dominacin.
Para comprender esta otra cara del Estado debemos recordar ms adelante
algunos puntos sobre la perspectiva de anlisis marxista al respecto. Desde esta
perspectiva el Estado es un aparato capaz de concentrar el poder, diferenciarlo
del bien comn, servir al poder econmico como brazo poltico y represivo
estableciendo relaciones de dominacin y de cohesin en la esfera social. El
Estado se caracteriza desde tres rasgos: 1) es el arma represiva de la clase
burguesa, 2) su aparato burocrtico no representa el bien comn sino constituye
la expresin poltica de la estructura de clases inherente a la produccin y 3) la
clase dirigente y la clase empresarial comparten una misma clase social, un
mismo bloque de poder, as la autonoma estatal siempre se reducir al ejercicio
administrativo burocrtico (Carnoy, 1984: 63-113). Para Jessop el Estado es: una
institucin parasitaria, un factor de cohesin que ordena las preferencias
empresariales y un instrumento de dominacin neutral usado por cualquier
fuerza social. Como conclusin caracteriza el Estado destacando una cierta
independencia de lo poltico y lo econmico que lo consolida como un sistema de
dominacin con poder para mantener mecanismos de acumulacin de capital
(Jessop, 2009).
Desde lo presentado hasta aqu podramos preguntarnos si el modelo
estatal boliviano debera continuar estructurado desde los valores normativos,
las estructuras administrativas y los mecanismos sociales presupuestados en

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occidente, o si, ms bien, es pertinente concebir un modelo especfico para los


sistemas polticos latinoamericanos. Boaventura de Sousa reflexiona sobre una
epistemologa del sur para comprender la refundacin del Estado en Amrica
Latina (Sousa, 2010). Este pensador valora ciertas particularidades del escenario
actual boliviano, como por ejemplo, los saberes y las experiencias de los pueblos
originarios, as como sus prcticas culturales, que han planteado mecanismos
ms igualitarios de organizacin social. Esto gracias al valor que stos le han
dado a la existencia comunitaria y a la formacin de todos sus miembros. La
lgica de construccin de un Estado Plurinacional se origina en un contexto
precapitalista desde las particularidades de la cultura indgena, la organizacin
social y poltica dada en Bolivia no responde al modus vivendi capitalista de
eficiencia y reduccin de costos, sino que imagina alternativas poscapitalistas
partiendo de lgicas precapitalistas anteriores a la conquista y a la colonia. As lo
describe este autor en sus propias palabras: si los gobiernos imaginan el
poscapitalismo a partir del capitalismo, los movimientos indgenas lo imaginan a
partir de precapitalismo (Sousa, 2010: 28). Sin embargo, es importante analizar
el final de la aseveracin de este autor: Pero ni los unos ni los otros lo conciben
sin el colonialismo interno (Ibdem).
A pesar de que lo Comunal o comunitario proporciona un valor
excepcional al contexto boliviano, Sousa analiza lo ocurrido en Bolivia con un
horizonte emancipador difcil, ya que a pesar de que existe una fuerte
movilizacin social anticapitalista, esta no ha llegado a ser contra-hegemnica.
Las reflexiones expuestas hasta aqu en este artculo coinciden con la perspectiva
de Sousa al referirse al Estado y a la propiedad privada como dispositivos de
dominacin de la modernidad occidental. En el trasfondo de la modernidad los
Estados Nacin promovieron el mantenimiento del status quo e igualmente
negaron la diversidad tnica, mtico-religiosa y cultural.
De esta manera el norte de las polticas estatales bolivianas de
modernizacin del pas por medio de la descentralizacin, la democratizacin y
la transferencia de la renta cambian las polticas del Estado ms no su naturaleza.
El Estado boliviano sigue actuando desde una tendencia Liberal relegando lo
Comunal, que es bsicamente el legado que la nacin le hizo a travs de sus
procesos de movilizacin. Si el Estado boliviano quisiese llegar a ser realmente
emancipatorio debe iniciar una ruptura interna de lo que significa el Estado y de
cmo se ha organizado para empezar a pensar en un sincretismo entre los Liberal
y lo Comunal, pero donde predomine esto ltimo.
Las dificultades para la distribucin equitativa de sus recursos y la
dependencia de las lgicas de acumulacin econmica afectan la autonoma
indgena en Bolivia respecto al proceso de refundacin del Estado. La
institucionalizacin ha dado lugar a una mezcla de papeles opuestos a los
procesos de movilizacin de la nacin: de un lado est la adaptacin del
movimiento a la estructura de las normas legales, una lgica de presin poltica y
de inscripcin al sistema y a los procesos democrticos, y, de otro lado, aparecen
las necesidades propias del proceso comunitario, donde se sita de manera
central el buen vivir. El Estado Plurinacional ha comenzado a fundarse bajo dos
pautas muy distintas, casi excluyentes una de otra, y el movimiento no ha
podido precisar todava de qu manera debe aprovechar estas reglas para
encauzar su proyecto poltico.
En este contexto Sousa observa dos vertientes de transformacin de los
Estados latinoamericanos, recientemente articulados en el llamado giro a la

Nidia Catherine Gonzlez

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CONFLUENZE Vol. 5, No. 2

izquierda en Amrica Latina. Ambas vertientes no modifican al Estado


sustancialmente. Una vertiente que lo convierte en una fachada simblico
ideolgica de una seguridad ciudadana ilusoria al servicio del bien comn, pero
sigue sosteniendo un poder clasista indivisible e intocado. La otra vertiente
ratifica la concepcin monoltica y centralizadora del poder estatal, en ese sentido
ste contina monopolizando la violencia y la usa contra los enemigos (Ibdem
82-84). Este balance no es muy esperanzador, sin embargo creemos que manera
como la refundacin del Estado en Bolivia no se limite a la primera vertiente,
debe implicar asumir temporalmente la segunda vertiente para lograr superar
obstculos tan significativos como los que refiere Sousa6.
El camino a resolver por la nacin y el Estado boliviano debera
solucionarse con base en el mandato cultural indgena de integrar las
polaridades. Sin embargo para empoderar la cosmovisin, as como la
organizacin indgena y tornarlas ms autnomas y pertinentes para la realidad
social de Bolivia, deben tomarse medidas radicales, de un lado ampliando el
concepto de administracin que rige en el pensamiento occidental, pero
sobretodo impulsando un proyecto nacional, un nacionalismo que se funde en la
base Comunal y aproveche la estructura Liberal. Si se contina modernizando las
naciones originarias de acuerdo al proyecto de occidente es posible que
aumenten la burocratizacin, la verticalidad, el personalismo, la acumulacin de
ciertos recursos y las rupturas internas.
Para concluir lo propuesto en este artculo reitero la concepcin de lo
comunitario o comunal desde lo recorrido en el mundo indgena: El mundo
comunitario es un mundo que integra. Todos movimientos indgenas
latinoamericanos se expresan en acciones comunitarias, no pueden equiparase
con las acciones colectivas de otros movimientos sociales, ya que stas no
orientan su valor colectivo a partir de un criterio abstracto de bien comn, sino
que adquieren su sentido social compartido de acuerdo con sus valores
culturales e histricos de sus condiciones propias. As las Acciones Comunitarias
Nucleares pueden definirse como las ms significativas, pues condensan el
sentido comunitario del proceso poltico, recobran el sentido de la historia comn
de resistencia y reafirman los valores que fundan su identidad comn: la
preservacin del territorio, la autonoma, la unidad y la cultura propia (Archila
y Gonzlez: 2010, 163).
Bibliografa
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Rebasar la configuracin del Estado moderno, colonial, liberal, desarrollista, burocrtico


autoritario implica superar lo siguiente: 1) El Estado es una institucin de ms de 300 aos, 2)
refundar su institucionalidad es cambiar el sentido de lucha social, cultural, simblica, de
mentalidades, hbitos y subjetividades, 3) esta lucha debe ser realizada por los oprimidos en
alianza con otros, 4) se requiere un dilogo intercultural como voluntad poltica y como
reconocimiento histrico, 5) requiere modificar relaciones sociales, la cultura y la economa, 6) es
crear algo nuevo desde las races precolombinas, 7) los lderes populistas del subcontinente
continan inclinndose por una transformacin progresista y menos radical (Sousa: 2010, 82-84).

Retos y Encrujadas del estado en Bolivia

117

CONFLUENZE Vol. 5, No. 2

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Nidia Catherine Gonzalez: Politloga; PhD. en Filosofa y Ciencia Poltica de la
Universidad Johannes Gutenberg Alemania. Realiz estudios de
Especializacin de Traduccin Alemn Espaol. Ha sido investigadora de
teora poltica en Alemania y profesora en diferentes Universidades de Colombia.
Ha escrito una decena de artculos cientficos y captulos de libro, as como, tres
libros.
Contacto: kt.gonzalez.p@gmail.com
Recibido: 18/03/2013
Aceptado: 10/12/2013

Nidia Catherine Gonzlez

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