Noam Chomsky
Noam Chomsky
Noam Chomsky
ASPECTOS DE
LA TEORIA
DE LA
SINTAXIS
Introduccin, version, notas y apcndicc de
C. P. OTERO
University of California, Los Angeles
AGUILAR
1
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ra/cHf(o
edicin espaola
aeuilar s a de ediciones 1970 juan bravo 38 madrid
deposito legalI m 28213/1976 primera edicin-tercera
reimpresin-1976 ISBN 84-03-12029-X
printed in Spain impreso en espaa por grficas color mara
zayas 15 madrid
edition original
the massachusetts institute of technology 1965
aspects of the theory of syntax
the mit press Cambridge mawachusetts
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PR OLOG OS
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RECONOCIMIENTO
haber devuelto a ciertas expresiones gramaticales un sentido que se dira ms genuino (e. gfrase nominal, usada por
Zubiri en otro sentido, tomado de Meillet). El uso de ingenio en el sentido tcnico ms ato de "device aconsejable
por varias razones (vase la Introduccin), tiene lo suyo de homenaje (ya muy diferido) al gran Huarte de San Juan.
Es oportuno parapetarse, en todo caso, detrs de la justificacin ya esgrimida hace ms de cuatro siglos por Valds:
"Pues me hazis hablar en esta materia en que no he visto cmo otros castellanos han hablado, es menester que
sufris me aproveche de los vocablos que ms a propsito me parecern, obligndome yo a declararos los que no
entendiredes
Las indicaciones bibliogrficas quedan reducidas las ms veces a la escueta mencin del autor o autores,
seguida casi siempre de alguna indicacin diacrtica de base cronolgica. Para completar la referencia es preciso
consultar la Bibliografa o el Apndice Bibliogrfico, al final del volumen. Aunque el autor usa siempre la fecha de
publicacin, el Apndice est basarlo, en general, en las fechas de redaccin (y aun a veces a de pre paracin
inicial) para poner bien de manifiesto la prioridad cronolgica real de unas publicaciones respecto a otras. De ah la
necesidad de una tabulacin de ajuste en el caso de a bibliografa de Noam Chomsky, que ha parecido conveniente
dar, en lo posible, completa hasta a fecha (quiz con a nica excepcin de un trabajo de 1957 en hebreo) para que
se pueda apreciar directamente la extensin y alcance de sus publicaciones y de sus investigaciones. En la
Introduccin la referencia puede quedar reducida al nombre del autor (si no hay posibilidad de equvoco) o puede
aludir a cualquiera de los aos mencionados en el Apndice Bibliogrfico, segn convenga al propsito del
momento, pero la edicin citada es siempre la ltima, salvo indicacin expresa en contrario cuando la paginacin no
basta para identificarla. En las remisiones ms escuetas al cuerpo del libro, el numeral romano indica el captulo, y
el dgito (o dgitos), la seccin (o sub- seccin) o el nmero de una nota (si va precedido de n.). Algunas de estas
notas, dicho sea de paso, son tan importantes como cualquier pasaje del texto (e. g., I I , n. 18).
Para reducir al menor nmero posible las notas a un texto ya muy anotado por el autor, convena dar por
supuesta cierta familiaridad previa o simultnea con las diversas partes del Apndice y de la Introduccin, cuyo
objeto principal es servir de ayuda al lector de buena (y recia) voluntad y, de paso, poner relativamente al da la
doctrina. Los comentarios son todos esencialmente expositivos, borradores de apuntaciones personales (con toda la
falibilidad que corresponde al caso) y, por supuesto, no tienen la menor pretensin de pronunciamiento de escuela ni
tampoco ningn propsito crtico. La Introduccin, en particular, pretende ser ni exhaustiva ni rigurosa. Para un
estudio detenido y a fondo es inevitable consultar las obras escritas o recomendadas por Chomsky. A fin de clarificar
la exposicin y facilitar a comprensin (sobre todo al poco avezado) se ha elegido los ejemplos ms sencillos y
ultrasimplificados. Sera absurdo pretender refutar un punto concreto de la exposicin (y menos la exposicin n
toto) exhibiendo fenmenos dejados intencionalmente al margen del remedo rudimentario de gramtica impuesto por
las circunstancias.
En un libro de este tipo, la traduccin puede tener ciertas ventajas sobre el original, sobre todo en lo que
respecta a la terminologa y a las ejem- plificaciones. Como en el texto no hay ms que ejemplos ingleses (salvo dos
tomados del alemn y uno del francs), la lengua espaola se convierte inevitablemente en una especie de
"metalenguaje" respecto al material lingstico no espaol. Para ayudar al que no sepa ingls lo suficientemente
bien, todos los ejemplos van glosados, preservando, a ser posible, la sintaxis, aun a costa de la literalidad, de modo
que en muchos casos la glosa espaola puede servir tambin de ilustracin; cuando ello no ha resultado posible, se
ha aadido en nota algn ejemplo espaol gramaticalmente similar al del original y, a falta de esto, se ha tratado de
explicar el sentido del ejemplo ingls.
El traductor ha procurado, por todos los medios, verter al espaol el texto ingls de la manera ms directa,
resistiendo en lo posible toda tentacin de re-escribir. Quiz el resultado se resienta de ello en parte, y en parte
quiz tambin la impresin se deba a lo poco aclimatado que est en espaol el modo de decir objetivo e impersonal
(en contraste, p. e con las efusiones "lricas"). Como no son pocos los que suelen hacer bascas ante ciertas
construcciones pasivas (perfectamente legtimas, a lo que parece, y hasta acaso inevitables en el lenguaje
cientfico), el traductor se vio en el brete de tener que poner puertas al campo para reducirlas al mnimo, aun
discrepando de los remilgados, y a reducir todava con ms tesn (por difcil de creer que parezca) las
construcciones en que se ocupa el lugar de una frase nominal-sujeto mximamente inespecificada. con el objeto
(pero no el verbo) en plural.
Tampoco permite el pie forzado de la traduccin evitar la plaga de las cacofonas ms tozudas (en la sec. 5 del
cap. I ha sobrevivido un ejemplo de los ms escandalosos: una sarta de media docenita de -ntes, algunos sumamente
disonantes); ni las extensiones un tanto extraas de ciertas familias lxicas (e. g.f distintiad o animadidad frente a
distincin y animacin); ni las intromisiones de vocablos ingleses (entre parntesis), ya sea para aclarar un trmino
sin arraigo en espaol (e. g.t "map%\ 44output"f etc.), subrayado las primeras veces (remisin tcita al Glosario), ya
para precisar la acepcin de un vocablo espaol que corresponde a ms de un vocablo ingls (pinsese en "proof" y
"test", "testimony" y "evidence" f "entrance" y "entry"9 "mode" y "mood%\ "time" y "tense", "case" y 44occurrence"9
"deferid" y 44claimn, etc.). Otras veces dos vocablos esparto- Ies, como abarque y gama, aberracin y desviacin (el
adjetivo 44deviant" parece imponer aberrante), ingenio y medio, u oracin y sentencia, corresponden a un solo
vocablo ingls. El uso de sentencia (trmino de solera hispana, contra lo que pudiera hacer pensar el olvido en que
yace, pese a ferrater y Leblanc) permite preservar el smbolo inicial S (y evitar adems el uso de O, que fcilmente
se tomara por cero). No se confunda la oracin (o sentencia) con la proposicin (o juicio) que la oracin expresa (o
enuncia), confusin tan lamentable en lingstica como en lgica ( c f . II!, n. 11).
Para resolver ciertas ambigedades sintcticas es imperativo el uso de guiones entre las palabras que forman
una unidad (modificada en bloque). Tambin los numerales (o letras) entre parntesis forman una unidad con la
expresin que inmediatamente los precede (como es frecuente en lgica), a lo cual hay que prestar atencin para no
vaciar de su sentido a la frase ( e . g - , una expresin como 44la lista (16)" debe ser leda como 44la lista [del
ejemplo) 16").
H a n quedado sin traducir las citas que el autor no traduce, y han sido traducidas de la lengua original todas
las dems (en vez de retraducirlas del ingls).
La versin tendr, sin duda, muchos de los defectos caractersticos de o que sale de una sola mano, y acaso
muy pocas de sus virtudes. En los tiempos que corren es difcil que nadie tenga asueto suficiente para contri buir a
44
despeorar" nada. El traductor es el primero en lamentar su (impuesto) robinsonismo, as como el infortunio
adicional de que slo a posteriori haya sido posible contar con la 44sagessen de las exposiciones y versiones de las
revistas La linguistique y Langages, cuando ya pareca lo ms cuerdo dejar las cosas como estaban, a la buena de
Dios (la versin espaola qued terminada el 15 de noviembre de 1966, salvo algunas correcciones de detalle). Sea
de ello lo que fuere, el tecnicismo generar (dicho sea como descargo) parece preferible a 44engendrar" en todo pas
de engendros (y ms an en el de Huarte).
Es muy justo y oportuno aprovechar para dar aqu las gracias a todos los que han contribuido, de un modo u
otro, a facilitar una labor bastante prolongada y ms bien ardua. Ante todo, a Noam Chomsky, por haber
encontrado tiempo para contestar preguntas y atender (solcitamente) ruegos, y por el obsequio de informacin muy
valiosa; a Paul Postal, por la ocasin de inquirir a boca llena, con impunidad y provecho, en un mano a mano muy
grato; a James Foley y James Harris, por la aleccionadora primicia de sus ideas e investigaciones; a Charles
Fillmore y Terence Langen- doen, por los ejemplares de sus escritos, muchos de ellos inditos; a Francisco Rico,
por las pginas de dos artculos, y a Joseph Silverman, por las de una resea entonces inaccesible; a Michael Sha
piro, por su diligencia en la consulta; a Roben Wilson, por haberme hecho co-<lestinatario de una carta muy
significativa; a Vctor Snchez de Zavala, Agustn Garca Calvo,
Isabel Llcer y, en especial, a Rafael Snchez Ferlosio (entusiasta promotor y anfitrin de aquellas inolvidables
44
orgas lingsticas"), por su ejemplo e inspiracin; finalmente, pero con sostenido ardor, a Barbara Rossbach y,
sobre todo, a J u d y Strozer, sin cuya oportuna colaboracin y estmulo hubiera sido poco menos que imposible dar
cima a la tarea, y a Maria Antonia Codesal, que ha sabido poner, con admirable perseverancia e idoneidad, o que
faltaba.
C. O.
P. S.La nota que precede, como la "Introduccin a Chomsky", qued terminada en junio de 1968, en las
postrimeras de una ausencia casi ininterrumpida de los F.E. UU. de ms de tres aos (cruciales), justo a partir del
mes en que fue publicada esta obra. Esta ausencia coincidi en buena parte con la proliferacin de la llamada
"semntica generativa", reto demasiado en agraz y en desconcierto para que lleve trazas de hacer seguir el plagio
de asesinato (segn la frmula propiciatoria de Campoamor). En su participacin en el Simposio celebrado en la
Universidad de Tejas hace unos das (el 30 de octubre de 1969 puede aspirar a memorable en los anales de la
lingstica), ha vuelto a hacer balance general ("Credo 1969") el autor de este libro, dejando otra vez bien claro lo
difcil que es exagerar su excepcionalidad. La teora nuevamente revisada distingue dos ASPECTOS DE LA
REPRESENTACIN SEMNTICA: la representacin de la estructura conceptual (y de las RELACIONES TEMTICAS ),
determinada por la estructura latente (cf. Intr., 1.8; 1.3, esp. n. 10; II, 2.3.1; III, esp. nn. 9 y 15, y, sobre todo, IV, 1);
y la representacin de la FORMA LGICA (referencia, cuantifi- cacin, presuposiciones), determinada por la
estructura PATENTE mediante algo- rismos (reglas interpretativas o "restricciones derivacionales") difciles de
expresar en algunos casos. Vase la reciente tesis doctoral de Ray S. Jackendoff, que publicar prximamente The
M. I. T. Press (Jackendoff parece llamado a representar en el perodo de consolidacin ya iniciado lo que Postal
represent en el perodo de expansin), as como las tesis doctorales de Ray C. Dougherty (1968), David Perlmutter
(1968)con un captulo fundamental sobre sintaxis castellana y Joseph Emonds (1969), las cuatro del M. I. T. (A
su vez, Paul Kiparsky ha argido en contra de la escisin [IV, 2J de los procesos morfolgicos en flexivos y
derivativos.)C. O.
INTRODUCCION A CHOMSKY
El siglo xx, que es el siglo de tantas cosas, parece ser, por encima de todo, el siglo de la lingstica. Quiz en
ningn otro siglo se ha dedicado nas talento y ms denodado esfuerzo al estudio del lenguaje En ningn otro siglo
se ha considerado el estudio del lenguaje fundamental desde tantas perspectivas cientficas no estrictamente
lingsticas o antropolgicas. Matemticos e ingenieros, filsofos y pedagogos, psiclogos y socilogos, bilogos y
fisilogos, unen sus afanes a los de tantos otros investigadores de esa invencin humana por antonomasia que es el
lenguaje. Y es que en ningn otro siglo se ha hecho ms del hombre la medida de todas las cosas, ni ms del lenguaje
la medida del hombre.
Si no es exagerado decir que la lingstica ha revolucionado el siglo xx ha dado un sentido nuevo a un
sinnmero de investigaciones, mucho menos exagerado parece decir que el genio de un solo hombre ha revolucionado y dado nuevo rumbo a la lingstica, la cual ha quedado temporal y, por tanto, definitivamente vinculada a un
nombre de absoluta excepcin. La historia ms reciente de la lingstica coincide, en gran medida, con la biografa
de Noam Chomsky. Decir Chomsky es decir lingstica actual, y se puede hablar muy poco de psicologa vigente o
de filosofa sin hacer saltar a la palestra, quirase o no, el nombre de Chomsky. Ya no resulta precipitado afirmar
que es la suya una de las hazaas intelectuales ms inslitas y ms fulminantes: a los veintisis aos de su edad
haba recreado Chomsky casi "ab ovo" una disciplina cientfica crucial y haba echado las bases de posibles
investigaciones de nueva planta en varias ramas centrales del saber.
1.1. Nacido en Filadelfia el 7 de diciembre de 1928, Avram Noam Chomsky empez por asimilar muy temprano
la mejor lingstica, la mejor lgica y filosofa de la generacin anterior El punto de partida para sus investigaciones
est en los mtodos de anlisis estructural desarrollados por Zellig S. Harria (1909-), en los sistemas
construccionales de Nelson Goodi Escrib por primera vez sobre este tema (con propsito muy distinto y ms distinto alcance) en mayo de 1964
(vid. Letras. I, London, Tamcsis, 1966, pginas XVIII y 1-17). Un tratamiento ms demorado es el de mi libro
Introduccin a la lingstica transformacional, Mxico, Siglo XXI, 1970.
CHOMSKY,-------II
XVII
man (1906-) y en la sintaxis nominalstica de Goodman y de Quine (I908-), y, en ltima instancia, en los sistemas
combinatoriales de Emil L. Post (1897-1954) (cf. Chomsky, 1952, pg. 242; 1964, pg. 9).
La relacin de Chomsky con Harris es un paradigma de discipulado (una relacin asimtrica desde luego, pero
de doble sentido). La deuda de Chomsky con su maestro quiz ms importante (reconocida en varias oca siones y,
concretamente, en el prlogo de Syniactic structures) es enorme, por supuesto. Pero ya en el prlogo a su Structural
linguistics, fechado en enero de 1947, menciona y agradece Harris la colaboracin de N. Chomsky, y en un trabajo
publicado en Language diez aos despus reconoce lo que deben sus investigaciones sobre anlisis del discurso
(precisamente las que le llevaran al estudio del concepto de trasformacin) a sus conversaciones con Chomsky ("in
addition to being a great pleasure in themselves"). Por lo dems, Chomsky no se limita a servirse de la idea de
trasformacin, sino que la reelabora y afina hasta dotarla de propiedades formales y funciones nuevas.
Como se sabe, Harris haba elaborado su concepto de transformacin como relacin de coaparicin poco antes
de 1950 (aunque no publica los trabajos correspondientes hasta 1952 y 1957)*. Por aquellas fechas, Chomsky estaba
tratando de construir gramticas del hebreo y del ingls utilizando como modelo para la parte sintctica los
procedimientos de Harris (con variables para los llamados "componentes largos"). Esto plante a Chomsky serias
dificultades, slo superadas al adaptar y reelaborar la nocin de transformacin para incorporarla al componente
sintctico de una gramtica generativa con reglas ordenadas (Chomsky, 1962, pg. 83). Sus investigaciones sobre el
hebreo le sirvieron de "tesis de licenciatura" (1951), ms bien tesaza que "tesina", y parte de las que hizo sobre
anlisis transformacional del ingls las present como tesis doctoral, tambin en la Universidad de Pennsylvania
(Transjormational analysis, 1955).
Pero esta tesis doctoral no es ms que una versin del captulo 8 de su "magnum opus", The logical structure
of inguistic theory, obra origina- lsima, rigurosa y verdaderamente monumental (tres cuartos de millar de
pginas), slo asequible en microfilme o a multicopista. Elaborada en sus aos de becario en la Universidad de
Harvard (1951-1955), en ella est ya en cierne o en plena floracin lo esencial del pensamiento de Chomsky. Y en
Syntactic structures, exposicin muy condensada y sucinta (se le ha llamado "manifiesto"), preparada en 1956, ya
en el Massachusetts Institute of Technology (que no tardara en ser el centro de difusin de las deas chomskianas)
se puede decir que est en forma accesible desde hace diez
2 En su artculo de 1952, Harris trata de dos tipos de trasformaciones: las relativas a grandes clases de
morfemas (e. g., activa-pasiva) y las relativas a morfemas individuales (e. g., la relacin entre comprar y vender); cf.
iv. 1.3. En el primer tipo, Harris considera las relaciones formales que median entre prandes clases de oraciones
gramaticales. Sus ideas centrales eran certeras, aunque imprecisas, y requeran mucho ms estudio (empezando por
la nocin bsica de "gramatical"), al que se consagr por algn tiempo Chomsky.
aos (primera dcada transformacional) lo esencial de la obra magna. Desde j a publicacin de este centenar de
pginas, potenciado poco despus por la comparecencia del propio Chomsky en persona ante el sanedrn de la lingstica norteamericana de 1958, se puede decir que est en rbita una lingstica nueva. Empieza entonces
verdaderamente la revolucin s. En unas pocas sesiones ms bien tormentosas de un congreso inusitado, un desconocido "enfant terrible" de treinta aos no cumplidos y aspecto casi adolescente tuvo poca dificultad en dejar
completamente atnicos y aturdidos a los consagrados de entonces, que difcilmente podan avenirse a dar crdito a
lo que tenan delante de los ojos ni evitar la imagen de un ngel exterminador o demonio iconoclasta y como
empeado en no dejar ttere con cabeza 4. Tendran que pasar cinco aos ms para que Chomsky extendiese su
perspicaz, honda e insobornable crtica a otros "dolos" (sobre todo polticos) de nuestro tiempo, sirviendo de
piedra de escndalo, no ya a un cenculo de lingistas, sino a gran parte del arepago de respetabilidades
norteamericanas
Para los descriptivistas (o "estructuralistas") de entonces, las nuevas deas no podan menos de resultar
esotricas, ni sus rigurosas formulaciones algebraicas podan menos de cobrar un cariz casi cabalstico. Surgi en
seguida una como necesidad de divorciar a Chomsky del "humanismo" (vase, ms adelante, 1.3 y 1.4). El conocido
lingista c hispanista Dwight Bolinger, hoy profesor de Harvard, empez por verlo todo como una especie nueva a
la que llam "ingenierizacin lingstica" (Bolinger, 1960). No tardaron en seguirle otros en el intento de hacer
surgir la gramtica generativa transformacional de la venera de la aplicacin de los computadores electrnicos a la
traduccin mecnica. Ms de una vez ha rechazado Chomsky con todo vigor la msica y la letra de todas estas
lucubraciones (1962, pg. 61; 1964a, pgs. 2-3). Y no ha dejado de insistir en que sus investigaciones estn
profundamente enraizadas en la remota tradicin de la lingstica por ser, a la postre, el intento ms reciente de
reelaborar las nociones fundamentales de los gramticos y lgicos de Port-Royal (1660, 1662) y de Humboldt (1836).
En definitiva, el intento de desarrollar la nocin de forma del lenguaje y de explorar sus implicaciones para la
psicologa cognoscitiva (Chomsky, 1966). Ultimamente (1966), Bar-Hillel, al defender a Chomsky de una tergiversacin ms, ha corroborado que Chomsky no mostr nunca inters en el estudio de la traducccin mecnica, ni
siquiera en el perodo inicial, cuando (burocrticamente al menos) perteneca a un grupo consagrado oficialmente a
ello (cf. Hill, ed. 1960, pg. 161).
Por lo dems, se sabe que Chomsky (quiz el investigador que ms ha contribuido, sin proponrselo, al avance
de los estudios sobre traduccin mecnica) es sumamente escptico en lo que respecta a las posibilidades futuras de
esta mecanizacin (I, 5, n. 17). La razn es bien sencilla: parece ser que todas y cada una de las migajas del
conocimiento humano posible pueden resultar imprescindibles para la desambiguacin de alguna oracin y, por
tanto, de su comprensin en el contexto adecuado. De ello resulta que no puede existir una teora general de la
funcin de los contextos en la seleccin de una entre varias interpretaciones posibles de una oracin cualquiera; y
que son vanos, a la postre, todos los intentos prcticos de reemplazar por autmatas mecnicos los traductores
humanos (cf. Postal, 1964b, pgs. 263-64).
Quiz lo que llam a engao a ms de uno fue la preocupacin fundamental de Chomsky en los aos de
elaboracin de su obra capital. Su empeo no era otro que la formalizacin (precisin y explicitacin) de la teora
lingstica. Su primer trabajo publicado (Chomsky, 1952) es ya un interito de formalizar la sintaxis elaborada por
Harris (1951, caps. 15 y 16, nueva versin esta de Harris, 1946) y aparece, significativamente, en The Journal of
Symbolic Logic en septiembre de 1953, casi un ao despus de escrito. Es tambin un intento de desarrollar una
nocin adecuada de categora sintctica dentro de un encuadre nominalstico inscripcional.
Pero este intento, por valioso que sea, no pasa de ejercicio preparatorio para la imponente creacin de The
logical structure of linguistic theory. Para construir y formalizar esta teora, Chomsky haba empezado por adquirir un bagaje intelectual de absoluta excepcin (no slo en lingstica, sino tambin en filosofa, lgica,
matemticas, etc.), para reexaminar a fondo todo el dominio de la lingstica descriptiva y desarrollar luego, con
profundidad, rigor y claridad de superacin difcil, nociones tan fundamentales como las de "gramtica", "regla",
"nivel", "descripcin estructural", "ahor- macin", "trasformacin", etc., esclareciendo al mismo tiempo nociones
filosficas fundamentales de alcance general (realidad, naturaleza de la ciencia, teora, evaluacin de la simplicidad,
explicacin, etc.).
Los primeros cinco captulos de esta obra son con mucho los ms difciles, por estar cifrados en un simbolismo
lgico-matemtico que requiere preparacin, concentracin y esfuerzo. En ellos crea Chomsky la lingstica
matemtica o, si se quiere, la gramtica algbrica, extensin genuina de la rama de la matemtica pura llamada
lgebra abstracta, y desarrolla con mucho detalle un lgebra trasformacional para la descripcin lingstica, dando
cumplida razn de la gramtica trasformacional. Los cuatros captulos siguientes (6, 7, 8 y 9) contienen un
minucioso anlisis de la estructura de la lengua inglesa (cf. Chomsky, 1956 y 1958) y pueden ser ledos, hasta cierto
punto, sin estudiar a fondo los primeros, aunque no independientemente de ellos, pero no son lo que se dice fciles
(el cap. 6, p ej., formaliza el algorismo de diagramacin arbrea de las derivaciones). El ltimo captulo (10) recoge
y resume los temas ms importantes del libro.
Desde 1955 es Chomsky profesor del Instituto de Tecnologa de Massachusetts (M. I. T.), una de las ms
importantes instituciones universitarias de los Estados Unidos. Su poder de atraccin intelectual y su impacto c
influjo sobre una amplsima gama de colegas y discpulos de dotes excepcionales ha sido siempre enorme. Entre sus
colaboradores destacan quiz sobre todos los dems, por lo crucial de su aportacin, Morris Halle (1923-) y Paul
Postal (1936-) y por su proximidad desde otras disciplinas, el psiclogo George A. Miller (1920-) y el bilogo Eric
H. Lenneberg (1921-). Entre sus alumnos y ex alumnos figuran muchos de los ms brillantes y pro- metedores
lingistas del momento, desde Robert B. Lees (1922-), el primer doctor en lingstica (Communication Science,
Department of Electrical Engineering) salido del M. I. T., nico para 1959, hasta la esplndida y pujante plyade de
1965: Foley, Grubcr, Hall (Partee), Kiparsky, Kuroda, l.ightner, McCawley, Rosenbaum, Schane, Zwicky...
Las publicaciones de Chomsky y las de sus discpulos y colaboradores ponen bien de manifiesto que el impacto
de su obra afecta no slo a la lingstica, sino tambin a la matemtica, a la psicologa, a la filosofa y a otras
disciplinas cientficas. Afecta tambin a las conclusiones iniciales de Chomsky, llevndole a introducir ciertos
cambios y precisiones. Aspectos de la teora de la sintaxis (publicado como libro a mediados de 1965, pero casi
completo ya en 1963, antes del recrudecimiento en la guerra de Vietnam, y expuesto oralmente en su esencia antes
de su publicacin) representa un alto en el camino y una como mirada panormica y resumidora de las investigaciones de estos aos (apenas dos lustros). Pero antes de detenerse a examinar estos cambios "inmanentes",
como si dijramos, conviene situar cn su perspectiva histrica (aunque no sea ms que en esbozo) y en su encuadre
tcnico (por fuerza muy simplificado) la aportacin de Chomsky.
usa), desde la atalaya que hoy podemos considerar sin resquemor como vigente. (Claro que lo vigente en un
determinado momento no tiene que ser por fuerza precario y pasajero.)
Por lo dems, la historia, como deca aquel personaje de Papini, tiene ms sentido "a ritroso", vista desde lo
ms reciente. Una cosa es el 18 de julio de 1936 a los dos o tres das, otra en abril de 1939, otra en febrero de 1968 y
otra ser (para quien lo sea) el ao 2036. En primer lugar, los datos pasan siempre por las mentes de los que los
manipulan, y se los trasmite siempre con esa impronta. En segundo lugar, al volver la vista atrs se ve por los ojos
del presente. (Deca Crocc que toda historia es historia contempornea.)
Tratndose de la historia de un saber, a las lucubraciones del pasado se las somete siempre (implcita o
explcitamente) a las perspectivas en uso. La legitimidad de los objetivos y problemas investigates viene
determinada siempre por el nivel de los conocimientos y por la orientacin en vigor (Kuhn, 1962). Cuanto ms sea el
"desvo" predominante, tanto ms intensa ser la "deformacin" con que se historian los esfuerzos y aportaciones
de las generaciones pasadas.
Las crnicas de la evolucin del saber lingstico suelen trazar una gran divisoria hacia 1800, y generalmente
no dan demasiada importancia a todo lo "anterior al siglo xix" "La lingstica es una ciencia muy joven, nacida a
principios del siglo xix", escribe, p. ej., Amado Alonso (1943, pg. 7). Desde esta perspectiva, la "lingstica"
propiamente tal empieza con la gramtica comparativa (quiere decir, con la filologa comparativa). Se ha dicho que
la expresin "gramtica comparada" aparece por primera vez en un libro 7 de Friedrich von Schlegel (1772-1829)
publicado en 1808, pero el primer tratado (ms o menos rudimentario) es, segn se mire, el estudio comparativo
sobre el islands antiguo y otras lenguas germnicas presentado
un concurso, en 1814, por el dans Rasnius Rask (1787-1832), y publicado 1818, o la monografa sobre la
conjugacin del snscrito comparada con ja del griego, latn, persa y germnico, publicada en 1816 por el alemn
pranz Bopp (1791-1867). Si las circunstancias hacen a los hombres no menos que los hombres a las circunstancias,
es de suponer que el mundo estaba entonces "maduro para la filologa comparativa". Parece que el snscrito,
importacin reciente entonces en Europa, lo hizo todo ms fcil. En contraste con la del griego o la del latn, la
morfologa del snscrito resultaba "transparente" y permita entrever relaciones y correspondencias antes ocultas,
hacia las que se orient la exploracin de Bopp y de sus mulos.
Los primeros comparativistas pertenecen a la que cabra llamar, en trminos europeos, generacin de 1808, y
ms exactamente a la segunda "hornada" de esa generacin. Bopp y Rask, lo mismo que el germanista Jakob
Cirimm (1785-1863) y que el romanista Friedrich Diez (1794-1874), son ge- ncracionalmente coetneos de los
ltimos premarxistas (Owen, Fourier), de los primeros "ingenieros" (Maudslay, Stephenson) y de los primeros
estudiantes de las instituciones educativas realmente "nuevas" desde el Renacimiento (Malus, Thenard, Gay
Lussac, Fresnel), a los que tanto debe la ciencia. Son tambin coetneos de una granada generacin de romnticos
(de Words- worth a Keats, de Fscolo a I.eopardi y a Pushkin, de Holderlin y Hegel a Schopenhauer y Heine). Son
coetneos, en definitiva, de toda una plyade de hroes carpetobctnicos inconfundibles (San Martn, Espoz y Mina,
Bolvar, Riego, Facundo, Aviraneta...). Todos nacen en el transcurso de aquellos ltimos treinta aos del siglo xviu
momento crucial en la historia del mundo, cuando las pautas de la vida cotidiana del "ancicn rgime" empezaban
a ser resquebrajadas y arrumbadas por el mpetu de la nueva tecnologa y la nueva industria capitalstica (de
productividad quintuplicada en pocos aos) y por un periodo significativamente sincrnico de revoluciones y
guerras sin precedente, dando paso a una reinstalacin (ms dominante y segura) del hombre en su mundo. Con
ms o menos conciencia de ello en cada caso, estos hombres son los primeros habitantes de un mundo en brote que
sufre todava los dolores y desgarros del alumbramiento en aos decisivos por sus consecuencias prcticas tanto en
la ciencia como en la poltica, aos todava ms vigorosos y expansivos, ms fructferos, que los primeros treinta
aos del siglo xix.
Los rpidos y sensacionales logros del comparativismo borraron en seguida del mapa, como el que dice, la
tradicin de la gramtica general o filosfica, mucho ms rica y ambiciosa. Desde la perspectiva actual, el concepto
de lengua tpico de los comparativistas no poda ser ms primitivo y reducido, y por ello mismo result sumamente
apropiado para los fines de Ruellos fillogos, que eran de una angostura extrema. Como la tradicin descriptivstica
anterior ya a la tradicin filosfica de la gramtica general, fillogos comparativistas se limitaban, irracionalmente,
al acopio y desmenuzamiento de los datos del uso, ajenos (y aun hostiles) a todo intento de explicacin general y no
digamos universal. Para los comparativistas, la lengua era un simple inventario (ms o menos entramado, segn los
casos, pero casi siempre atomstico) de unidades fonolgicas que a veces cambiaban (al correr del tiempo) en ciertos
contextos determinados fonticamente: el caballo de batalla del comparativismo es el "cambio fontico", definido
por leyes ("Lautgesetze") sin excepcin ("ohne Ausname").
La culminacin del comparativismo es el deseriptivismo de principios del siglo xx. Para los generativistas existe
una clara vinculacin doctrinal, emprica e histrica entre el deseriptivismo sincrnico de la generacin de Jakobson y Harris y el diacrnico de sus antecesores comparativistas (Chomsky, 1966a; Postal, 1967, pg. xiv; cf. Maikiel,
pg. 824). Los descriptivistas convirtieron la concepcin evolutiva decimonnica en una concepcin esttica
aplicable a un momento determinado en la historia de la lengua. Al nfasis fontico de los comparativistas
decimonnicos, los descriptivistas o "estructu- ralistas" aparean otro punto de referencia: la necesidad de distinguir
repeticin y no-repeticin entre los especmenes del habla. El nuevo caballo de batalla es el "fonema" ("uno de los
logros intelectuales ms significativos de las ciencias sociales" para los entusiastas de mediados de siglo). El objeto
segua siendo catalogar y clasificar los elementos constitutivos inventariados en cada lengua de acuerdo con sus
restricciones de "distribucin". Los estudios ms recientes no atribuyen ms viabilidad al "fonema" y a la "fono-
loga autnoma" (cf. Alarcos, 1961, pg. 29) que al "cambio fontico" y a la "filologa comparativa" de medio siglo
antes (Postal, 1967).
Pese a sus evidentes limitaciones, no son pocos los logros del deseriptivismo. wSalta a la vista, ante todo, el
acopio de datos sobre las lenguas ms diversas y, a veces, menos conocidas, reunidos en relativamente poco tiempo
(un cuarto de siglo). Pero es evidente tambin (aunque menos general) el avance metodolgico, que culmina en el
libro de Harris, a mediados de siglo. Las nuevas exigencias de claridad, precisin y objetividad superaban, con
mucho, todo lo anterior y, junto al acopio de informacin emprica, hicieron posible volver a plantear, con
probabilidades de xito, el problema de construir la teora (o gramtica generativa) de cada lengua y, lo que es ms
importante, el de la teora general del lenguaje. Las aportaciones ms importantes del deseriptivismo son, pues,
instrumentales y metodolgicas, con excepcin (entre otras menos importantes) del extraordinario avance que la
obra de Jakobson supone hacia una teora fontica universal. De especial importancia es la idea (desarrollada en
parte por Harris y por Hockctt) de que el lenguaje poda ser estudiado como sistema formal, aunque esto no fue
realmente posible hasta que los estudiosos de los fundamentos de la matemtica elaboraron la teora de la
conmutabilidad (vase ms adelante). La idea expuesta por Harris y por Hockett, junto con la nueva teora matemtica, hicieron posible replantear con xito las cuestiones que la gramtica general racionalstica haba tenido
que dejar sin resolver. Qu cuestiones eran stas? Se impone dar otro salto atrs para poder contestar cumplidamente.
1.3. Eslc salto atrs tiene que ir como mnimo 8 lo bastante lejos para comprender la obra de dos espaoles
(coetneos) de verdadera excepcin: el clebre doctor Huarte de San Juan (ca. 1529-1589) y el tambin celebrado
Francisco Snchez, de las Brozas (1523-1600). El doctor de San Juan del pie del Puerto nace con toda probabilidad
en 1529 (Iriarte, pgs. 27 y 60), el ao de la paz de Cambray y del Reloj de prncipes (Il Cortigiano es del ao
anterior; la conquista del Per empezara dos aos despus, al mis- nio tiempo que el cisma anglicano). Slo dos
aos antes, en 1527, haban nacido el prncipe Felipe (el futuro Felipe II), fray Luis de Len y Arias Montano.
Snchez de las Brozas haba nacido con poco ms de un lustro de anterioridad y, como Arias Montano, era
probablemente "ex illis", como indican sus sonados procesos inquisitoriales*. Montemayor (quiz tambin "ex
illis") vendra a ser slo dos o tres aos ms viejo que el Brcense, y Teresa de Cepeda y Ahumada tendra un lustro
ms que Montemayor. Bastar aadir que Camoens y Palestrina, Ronsard y Du Bellay, Acua y Cetina, Silvestre y
Ramrez Pagn (petrarquistas los cuatro ltimos, como Monte- mayor y fray Luis), Maln de Chaide y Bodin, eran
contemporneos de Huarte y del Brcense, para poder concretar un poco la faz del momento: petrarquismo,
literatura a lo pastoril y a lo divino, y, en general, filipo- trentismo e incipiente jesuitismo (en Europa, Amrica y
Oceania). La Espaa de la poca no se limita a extender el orbe conocido, sino que contribuye de otras maneras a
dar un sesgo a la historia de la lingstica, enriqueciendo a la vez el conocimiento de las lenguas conocidas (Biblia
poliglota de Alcal) y, sobre todo, el de las exticas (amerindias y polinesias).
Huarte y el Brcense asisten desde nios a la instauracin de los nuevos saberes, en lucha sorda (o ruidosa) con
los bajeles varados de las universidades. (Las navegaciones de portugueses y espaoles dan un sentido nuevo a la
aventura de vivir y aprender.) Muy poco despus de Huarte (en 1530 exactamente) nace el Collge Royal (luego
Collge de France) con el fin de ensear todo lo que no toleraba la Sorbona; cuatro aos despus del Examen de
ingenios nace en Inglaterra Gresham College, fundado por el fundador del Royal Exchange, un hombre de negocios
(estrictamente coetneo del autor del Examen) que podra muy bien encarnar el ayuntamiento del nuevo capital
mercantil que navegaba los mares (el gran gegrafo John Dee nace el mismo ao que Felipe II) y el nuevo saber
humanstico de proyeccin universal cada vez ms iluminado por el sol de Coprnico.
Naturalmente, Huarte no es hombre de universidad, sino de aprendizaje V enseanza libre: creador de
curiosidad insaciable y fina percepcin, ms que archivador de insulseces pasadas de mano en mano y de
generacin en generacin. En su aprobacin (11 de agosto de 1574) dice el doctor Hcrcdia, con acierto, que el
Examen "muestra singular ingenio inventivo, y ejercitado en sutil filosofa natural", y que "su argumento es
exquisito entre todos" los que l ha visto y odo en su gnero. Tambin en la Aprobacin de Villa- vicencio aparece
como "doctrina grande y de nuevo ingenio, fundada y sacada de la mejor filosofa que puede ensearse".
Para nuestro propsito, huelga escindir la originalidad de Huarte de su tradicionalidad. Lo que importa es
destacar su papel histrico como posible fuente de Descartes (Chomsky, 1966, pg. 78) y anticipador de Leibniz
(ibd., pg. 93) y de A. W. Schlegel (ibd., pg. 18). Ms todava importa sealar su penetracin y su sorprendente
afinidad con la letra y el espritu de la lingstica generativa (Chomsky, 1967, pg. 8 y sgs.).
Ya en 1490 define Alonso Fernndez de Palencia el ingenio como "fuerza interior del nimo con que muchas
vezes inventamos lo que de otro no aprendimos" (Coraminas, s. v. genio), y no meramente fuerza interior o
cualidades innatas. Como este "ingenio y habilidad de los hombres (Huarte, pg. 40) es el "sujeto total" del
Examen, Huarte trata ante todo de definirlo y precisar "qu es lo que contiene en su esencia", para lo cual empieza
por relacionarlo con los "tres verbos latinos gigno, ingigno, ingenero Como se sabe, gigno (o geno) significa
'engendrar', y su derivado ingenero, 'generar, producir': Natura ingenerat amorem (Cicern), lngeneratum, como
ingenitum (de ingigno), significa 'innato'; ingenium es la 'capacidad mental' o 'disposicin natural'. (Genio no
usurpa esta significacininnovacin francesahasta el siglo xviii. Para Huarte, "por antonomasia quiere decir el
gran engendrador", i. e., Dios (pg. 41), aunque tambin "el nima racional y las dems sustancias espirituales" "se
llaman genios por ser fecundas en producir y engendrar conceptos tocantes a ciencia y sabidura" (pg. 42). Bello y
otros gramticos hablan de la "propensin genial" de una lengua. Ingeniero (1585) est ya en fray Luis de Len.
Engeo como 'mquina de guerra'acepcin anticipadora de los ingenios espaciales de hoyest ya en El conde
Lucanor, terminado en 1335.)
En opinin de Huarte, "no debi ser liviana" "la invencin deste nombre ingenio, que para descubrirla fue
menester una contemplacin muy delicada y llena de filosofa natural. En la cual discurriendo, hallaron que haba
en el hombre dos POTENCIAS GENERATIVAS: una comn con los brutos animales y plantas, y otra participante con las
sustancias espirituales... De la primera no hay que tratar por ser tan manifiesta y notoria; la segunda es la que tiene
alguna dificultad, por no ser sus partos y manera de engendrar al vulgo tan conocidos". Los filsofos naturales
"bien saben que el entendimiento es POTENCIA GENERATIVA y que se emprea y pare...; el entendimiento tiene virtud
y fuerzas naturales de producir y parir dentro de s un hijo, al cual llaman los filsofos naturales noticias o
concepto, que es "verbum ments" (Huarte, pg. 41). (Hago gracia al lector de otras muchas citas.)
Si la "filosofa natural" de Huarte anticipa la filosofa racionalstica de
Descartes y, concretamente, la elaboracin cartesiana de la distincin entre dos potencias generativas contrapuestas,
de una parte la de los brutos animales, mecnica o automtica ("instinto de naturaleza, la cual muestra y ensea a
cada uno en su especie lo que ha de hacer"), y de otra la de las nimas racionales creativas, "agentes libres" cuya
luz es el bien hablar, la sintaxis del Brcense, estudio concentrado de la potencia generativa racio nal. es
anticipacin y punto de partida reconocido de la Grammaire gnrale et raisonne cartesiana (Lzaro, 1947, pg.
135; Mounin, pg. 123). A juicio je Lancelot, Snchez "passe sans comparaison tous ccux qui Tont devane".
En su famosa Minerva (1587) ampla y fundamenta el Brcense teoras va expuestas en sus Verae brevesque
grammatices latinae institutiones (1562), libro editado cuatro veces en los primeros diez aos, popular ya en
Espaa y Francia mucho antes de 1587. Al Brcense no poda satisfacerle el dcs- criptivismo positivstico que muy
recientemente ha vuelto a estar en boga. Lo que fascinar a Lancelot (a quien tampoco contentaba el mero descriptivismo de Vaugclas) ser precisamente la diafanidad que Snchez proyecta sobre los mltiples datos al reducir su
aparente maraa a unas pocas reglas o principios razonados de alcance general. No es, pues, extrao que al Brcense le repela Nebrija por "falso, prolijo y muy oscuro", y que le repela todava ms el dogmatismo infundado y
absurdo a que haba dado lugar (que, naturalmente, se ha perpetuado hasta nuestros das).
Que el racionalismo filosfico y lingstico que hoy culmina en la obra de Chomsky tenga algunos de sus ms
remotos manes en la Espaa de Cervantes no tiene por qu resultar extrao al que est dispuesto a leer el Quijote
un poco contra la corriente de la exgesis al uso (Otero, 1966, 93-126, esp. pgs. 109, 121 y 125-26). El Examen de
ingenios (1575) y la Minerva (1587), como El ingenioso hidalgo (1605), son pbras de la "divinidad" o genio
racional. Huarte y Snchez de las Brozas, como Cervantes una generacin despus, son espaoles de absoluta
excepcin por partida doble: ingenios poco comunes y espaoles poco en consonancia y no demasiado bien avenidos
con la Espaa que les haba tocado en (digamos) suerte. En pleno triunfo de la sinrazn trentina, el doctor de San
Juan del Pie del Puerto navarro y el maestro de la antpoda extremea son algo as como abanderados, no ya
nacionales, sino europeos y universales, de la razn, y no de los que se dejan atemorizar por las medidas represivas
de la poca. Son, en definitiva, representantes egregios del humanismo universalista que merecen ser engarzados, a
continuacin de Pereira y al nivel que les corresponda, en la lnea que continuarn Galileo, Descartes, Leibniz,
Rousseau, Kant, Humboldt, Marx, Russell y Chomsky.
La "emancipacin" de la lingstica y la psicologa frente a la filosofa es un fenmeno tpicamente "moderno"
que no permite entender las cosas en profundidad. De ah que Chomsky se haya echado sobre sus espaldas la tarea
de escribir "un captulo de la historia del pensamiento racionalstico", 'a historia del pensamiento cartesiano que
hoy culmina precisamente en Chomsky (el autor no puede menos de incluirse en sus Meninas, pero el autorretrato
de Cartesian linguistics es la cifra del comedimiento). El punto de partida es, por supuesto, Descartes en filosofa y
en psicologa, y la Grammaire gnrale et raisonne (1660), en lingstica. Principio generalmente admitido en el
siglo xvn (y bsico en el cartesianismo) es que las propiedades generales de la estructura lingstica son comunes a
todas las lenguas, por reflejar propiedades fundamentales de la mente o espritu humano. Una distincin cartesiana
clave, anticipada ya, como hemos visto, por Huarte (y no slo por Huarte 10), es la que opone el instinto o "principio
mecnico" del automatismo animal a la razn o "principio creativo" de la libertad humana. En el curso de su
cuidadoso e intenso estudio de la extensin y lmites de la explicacin mecnica o automtica, que le llev desde la
mera fsica a la fisiologa y a la psicologa, Descartes acab por persuadirse de que la conducta animal puede ser
adecuadamente explicada partiendo de que un animal es un autmata, mientras, por el contrario, el hombre tiene
capacidades nicas, no explicables mecnicamente (aunque la conducta humana y las funciones corporales puedan,
en gran parte, ser explicadas as). La diferencia esencial entre el animal y el hombre aparece bien de mani fiesto en
el lenguaje humano, y concretamente en la capacidad tpicamente humana de expresar pensamientos nuevos
apropiados a situaciones nuevas por medio de frases nuevas y nunca odas. No hay hombre normal tan imperfecto
que sea incapaz de expresar sus pensamientos, ni bruto tan perfecto que pueda hacerlo. La perfeccin del instinto
animal es la mejor prueba de que los animales son meros autmatas, y el lenguaje humano la mejor prueba (para
Descartes) de la existencia de otras mentes (la existencia de la mente la hace obvia la introspeccin: cogito, ergo
sum).
La concepcin cartesiana del lenguaje (en Descartes, Cordernoy y sus epigonos, y hasta en algunos
anticartesianos declarados) supone, pues, que el uso lingstico normal no depende de ningn control estimular ni
tiene una mera funcin comunicativa, sino que es un medio para expresarse libremente y para responder
apropiadamente a situaciones nuevas e imprevistas. Estas observaciones son luego reelaboradas en el siglo xvnr y a
principios del xix (por Harris, Herder, A. W. von Schlcgcl y W. von Humboldt, entre otros) en la que pudiramos
llamar segunda fase (o fase romntica) de este perodo moderno o (en contraposicin con la filologa comparativa,
que a veces se apropia el trmino") "premoderno", que va de Descartes a Humboldt (Chomsky. 1966, pgs. 3. 59 y
passim) En claro contraste con esta conccpcin racionalstica, la teora lingstica "moderna" (i. e., decimonnica),
en boga hasta 1950, sobre poco ms o menos, representa, en general, una larga interrupcin o parntesis (Chomsky,
1966, pgs. 59 y 72) en una tradicin secular. Lejos de las "explicaciones" de la psicologa popular hasta hace poco
("condicionamiento", "refuerzo", "hbito", "entrenamiento", etc.), la lingstica cartesiana (la prechomskiana lo
mismo que la chomskiana) parte del supuesto de que los principios de la lgica natural y del lenguaje los sabe el ser
humano innata e inconscientemente (a la consciencia puede convocarlos la introspeccin) y de que estos principios
son requisito indispensable para la adquisicin espontnea del lenguaje en la infancia. Las argucias empiricsticas
(del siglo xvn o del siglo xx) no explican ni la adquisicin del lenguaje ni la creatividad caracterstica del uso
lingstico.
El nfasis cartesiano en el aspecto creativo del uso lingstico, como caracterstica esencial y definitoria del
lenguaje humano, cobra su ms vigorosa expresin en el intento de Humboldt de construir una teora de la
lingstica general. Fundamental para Humboldt, ya desde su ensayo de 1792, es el concepto de energa humana (el
entender es una manifestacin de esta energa) cultivada slo por medio de la actividad propia de cada individuo
particular, de su inventividad o de la utilizacin que haga de las invenciones de otros. Humboldt hace pensar en
Maquiavelo cuando afirma, en 1792, que la energa es la primera y nica virtud del hombre ("Meiner Idee nach ist
Energie die einzige und erste Tugcnd des Menschen"). En 1792 no aparece todava el trmino griego enrgeia,
contrapuesto luego a ergon, dicotoma desde entonces tan repetida como mal entendida. No es extrao que se suela
traducir mal estos trminos (sobre todo al espaol) y se los suela entender peor (cf. Croce, pg. 365). Aunque para
Chomsky (1966, n. 37) tampoco estn del todo claros, parece lgico tener en cuenta que en-ergs (de donde deriva
enrgeia), traducible como 'productivo', es precisamente lo opuesto de argos (o sea a-ergs), 'improductivo' (dicho,
p. ej., de una tierra sin laborar). Enrgeia es, pues, 'productividad' (en definitiva, 'creatividad', 'recur- sividad'), y
ergon es 'producto', cosa hecha (ergo quiere decir 'obrar, producir'). Es significativo que Humboldt mismo
traduzca estos trminos por Thtigkeit y Werk, respectivamentesabido es que Tat (frente a A k i ) es la realizacin
personal, el logro individual, y luego los parafrasee eine Er- zeugung 'una generacin (engendracin)' y ein
todtes Erzeugtes 'un encorn principio generativo que determina la clase de organismos fsicamente posibles (el
factor invariable que subyacc a todas las modificaciones superficiales determinadas por el entorno), surge en
biologa como reaccin a la nocin de forma (esttica) de Linneo y Cuvier. La "forma orgnica" de Humboldt es
sorprendentemente paralela a la "Urform" (Chomsky, 1966, n. 3 y pgs. 22 y sgs.). ks interesante (creo) hacer notar
que Cuvier y Napolen eran solo dos aos jvenes que Humboldt y que A. W. von Schlegel. Si frente a la forma estica de Cuvier, Humboldt (con Goethe) elabora una nocin de forma orgnica ^ creativa, frente al excesivo poder
del Estado autoritario y a todo tipo de fe ^ogmtica, Humboldt cnarbolar con bro, ya desde 1792, la doctrina de
los fechos naturales del hombre (de la que es uno de los ms preclaros defensores), paralelismo con Chomsky es
evidente (cf. la n. 5, supra, y 1.9, ms adelante).
PROLOGOS
gendro muerto', o sea 'improductivo'. La Forma del Lenguaje es Arbeit des Geistes 'trabajo de la
inteligencia o de la mente' (de l'esprit ou de l'me, como dira un cartesiano), y no del instinto (ya
en 1792 Humboldt contrapone la "verdadera energa humana" del trabajo libre y creativo, que
es, para l, necesidad humana bsica, a la "mera habilidad mecnica"). Esto no parecen haberlo
entendido a derechas ni Amado Alonso (que llega a identificar enrgeia con habla 11945, pg. 27])
ni sus cspiritualsticos inspiradores (cf. Chomsky, 1966, pgs. 19-28, 64-72)12.
August Wilhelm von Schlcgel concibe el aspecto creativo del lenguaje de manera bastante
afn a la de Humboldt. Como para Rousseau y para Her- der, para Schlegel el uso ordinario del
lenguaje tiene ya en s una cualidad "potica" inevitable (cf. Bousoo, 1952) que hubiera hecho
muy fcil demostrar a M. Jourdain que hablaba tambin "poesa" y no slo prosa. Esta
poeticidad del lenguaje ordinario deriva precisamente de su independencia de estimulacin
inmediata del universo perceptible y su libertad respecto a todo fin prctico (caractersticas
cartesianas). Para Schlcgel no slo es potica la creatividad lingstica ordinaria, sino tambin la
creatividad artstica del genio. La potencialidad expresiva del arte es, como la del lenguaje, ilimi tada, pero la poesa es nica entre las artes porque su medio de expresin (el lenguaje) es libre e
ilimitado (un sistema de potencialidades innovativas ilimitadas para la formacin y expresin de
las ideas) y porque la creacin de una obra de arte tiene que ser precedida por una actividad
mental de la imaginacin creativa que slo el lenguaje hace posible (recurdese la tercera diferencia de ingenio de que hablaba Huarte). La creatividad artstica est, pues, relacionada, en
definitiva, con el aspecto creativo del uso lingstico ordinario.
Entendiendo los conceptos y teoras del perodo cartesiano como partes integrantes de un
proceso argumentativo en evolucin, visto sistemticamente en el contexto de la obra postuma
(1836) de Humboldt, cabra reducirlas (con Viertel) a tres nociones fundamentales:
1) El concepto cartesiano de las facultades mentales humanas (en contraste con la trabada
conducta instintiva del "mecanismo animal"), puestas de manifiesto en la creatividad del
lenguaje (caracterizado por respuestas siempre nuevas y apropiadas, libres de control
estimular) emerge (reelabo- rado) en la concepcin del lenguaje como enrgeia, proceso
generativo en el cual la Forma del Lenguaje aparece como un sistema finito de reglas
capaz de especificar ("erzeugen") infinitas formaciones.
2) El concepto (Port-Royal) de una Gramtica General o Universal, de
Tampoco parece entender a derechas A. Alonso el Cours de Saussure, en el que es patente
la influencia de Humboldt (si bien desprovista de su crucial dimensin generativa). No deja de
resultar curioso y significativo que en el prlogo a su traduccin (1945) pase por alto A. Alonso las
ms obvias deficiencias del libro (el sistema como inventario de elementos y no como conjunto de
reglas, los procedimientos de segmentacin y clasificacin a falta de procesos re- cursivos, la
vaguedad e imprecisin de algunas nociones capitales, etc.) y ponga, sin embargo, gran nfasis en
reprochar a Saussure deficiencias atribuibles exclusivamente a su foslrica ("vosslrica")
interpretacin del Cours.
estructuras internas universales expresadas en la mltiple diversidad de estructuras externas que
es caracterstica de la variedad de las lenguas humanas, cs reelaborado en la distincin entre Forma
Interior ("innere Sprachform") y Forma Fnica ("Lautform").
3) El concepto del papel constitutivo del lenguaje en la "raciocinacin", icinterpretado
racionalsticamente por Hobbes y por Leibniz c historizado por Merdcr, reaparece en la teora de
la interdependencia entre el pensamiento y la lengua nativa en la creatividad intelectual del
individuo y de la comunidad (nacional) de hablantes. La lengua viene a ser el eslabn elave entre
la creacin individual y el progreso social, adems de representar un papel bsico en la
formulacin de la diversidad cultural dentro de la cultura humana universal. Este relativismo
romntico es, sin embargo, una modificacin importante (pero infundada) de la concepcin
estrictamente cartesiana del lenguaje como medio constitutivo universal del pensamiento
(Chomsky, 1966, pg. 30; Lenneberg, 1967, pg. 363). Los romnticos niegan la posibilidad de
traducir de lengua a lengua, ya que para ellos las lenguas reflejan idiosincrasias culturales
intraducibies ("el tutano intraductible / de nuestra lengua espaola", Cancionero, num. 274).
Esta tradicin, que culmina, de cierto modo, en Humboldt, fue interrumpida sbita y casi
absolutamente, como queda dicho, por el historicismo comparativstico del siglo xix (supra, 1.2).
PROLOGOS
PROLOGOS
Sabido es que hay un mtodo matemtico para contestar s o no a cierta cuestin (p. ej., si se
quiere saber si el nmero a es mltiplo de b, basta con dividir a por b y ver si el resto es o no
cero). Este mtodo se llama algorismo o procedimiento de decisin (el problema de encontrar el
algorismo de una clase de cuestiones es el pro- introduccion a chomsky
blcflW de decisin de esa clase) M. De manera anloga, para una clase de uestiones que requieren
como respuestas, no s o no, sino la produccin je un cierto objeto, hay tambin un algorismo o
procedimiento de computacin (v. h n- 18). Esto requiere una formulacin matemtica exacta, tal
como ja dada sucintamente por Post en 1936 y ms detalladamente por Alan jf t Turing poco
despus. Lo que hizo Turing en 1936-1937 fue describir un computador ideal (sin lmites en su
capacidad de absorcin de datos y sin posibles fallos, contrariamente a lo que ocurre con las
mquinas reales), es decir, construir un sistema matemtico conceptualizado como mquina
computadora (anlogo a los computadores digitales). Un resultado muy importante de la teora
de la computabilidad cs la existencia de mquinas Turing universales (i. c., mquinas Turing que
pueden llevar a cabo la computacin de que sea capaz cualquier mquina Turing). Las
implicaciones filosficas de la teora son obvias en el teorema de la incomplctabilidad (1931) del
austraco Kurt Gcxlel (1906-) y en el teorema que cabra llamar de la irreso- Jubilidad absoluta
(1936) de Church; sus implicaciones lingsticas aparecen bien de manifiesto en las
investigaciones de las propiedades formales de las gramticas (anlogas a las propiedades de los
autmatas), iniciadas por Chomsky, como luego se dir. Se ha dicho con razn que no se lleg a
comprender todo el alcance de la nocin de rccursividad hasta que Post le dedic su preciosa y
profunda conferencia de 1944. De precocidad digna de Gdel, el polaco Emil L. Post (emigrado
de muy nio a los Estados Unidos, no formado ya como Carnap, Tarski y Gdel) tena el raro
don de ser a la vez profundo y claro. Aunque el balance sera prematuro, creo que est fuera de
toda duda que la lingstica actual tiene con Post una deuda considerable u.
Para dar dea de la operacin de un sistema recursivo puede servir un ejemplo sencillsimo y
trivial. Consta de un smbolo axiomtico inicial y de dos reglas, como se puede ver en el ejemplo
1:
E. 1.
Axioma inicial: S
R. 1 S -> W R. 2 W W + W
PROLOGOS
1. S
D + B
+ D + B
+ B
1. W (al aplicar R. 1 de E. 1);
+ b
(dada)
(aplicando R. 1)
(R. 2)
(R. 3)
(R. 4)
(R. 5)
PROLOGOS
y ahora, algo muy importante: Los parntesis de R. 5 indican una opcin, en el sentido de que
el smbolo b puede ir solo o puede ir concatenado con el smbolo 5. Si se opta por lo primero
(como acabamos de hacer), la derivacin queda terminada. Pero si se opta por lo segundo, en vez
de la lnea 6 de E. 4, obtenemos esta otra:
6\ c + d + b + S.
y el smbolo S nos remite a R. 1 de nuevo, y de R. I pasaramos a R. 2, y luego, sucesivamente, a R.
3, R. 4 y R. 5, y, por tanto, de nuevo a la opcin (con posible vuelta a empezar). Optando tambin
por S en la segunda aplicacin de R. 5, tendramos:
E. 5. c + d + + c + + + S.
Un elemento como 5 en este ejemplo se llama elemento recursivo (las cadenas derivadas de l
pueden, a su vez, contenerlo). Gracias a este elemento recursivo, la gramtica de E. 3 puede
generar un conjunto infinito de cadenas terminales de la forma cdb, cdbcdb, cdbcdbcdbotro
ejemplo trivial de "lengua".
No es necesario insistir en que estas dos "lenguas" que acabamos de considerar tienen muy
poco que ver con el lenguaje humano. Sin embargo, el aspecto "creativo" del lenguaje humano
hace suponer que el conocimiento que el hablante nativo tiene de su lengua no puede menos de
incluir procesos recursivos anlogos al de la regla R. 5 de la "gramtica" de E. 3. El conocimiento
de un hablante cualquiera es, por supuesto, finito (cs decir, aprendible), lo mismo que su memoria
(que es, adems, bastante limitada), y, no obstante, el hablante est, de cierto modo, en posesin
de un infinito nmero de oraciones. Esto se sigue de que no hay una oracin que sea la ms larga.
Dada una oracin, es siempre posible hacerla ms larga, y "alargar" luego la oracin que resulte,
y la que resulte del "alargamiento" anterior, y as sucesivamente, hasta el infinito. Si una oracin
no es nunca 4tla ms larga", pues siempre hay otra ms larga, es evidente de toda evidencia que el
conjunto de las oraciones de una lengua es infinito. Por tanto, para poder generar un nmero
infinito de oraciones con un nmero finito y determinado (aprendible) de reglas, la gramtica
tiene que ser un sistema de procesos recursivos capaz de generar o especificar todas las oraciones
generadas. Recurdese que el hecho crucial del lenguaje humano es la potencialidad de formar
oraciones nunca antes formadas y de entender oraciones antes nunca odas, y que, comparado
con el nmero de oraciones que Ur* nio puede pronunciar y entender con toda facilidad, el
nmero de segundos de una vida es ridiculamente minsculo.
Todas las gramticas de las lenguas naturales parecen tener la propiedad de incorporar una o
mltiples oraciones a la oracin que llamaramos prin- C|Pal. He aqu, p. ej., un caso de
ramificacin a la derecha (el cuento de 'a buena pipa):
E. 6.
Este es aquel gato / que cogi la rata /
que comi el queso / que compr la chica / que puso el vestido /
que hizo la modista / que vive en el piso / que es del oficial / que
arm aquel cotarro / que inici la guerra / que ...
Ms interesante (y complicado) es el proceso recursivo de la incrustacin (sobre todo la
autoincrustacin, vase el cap. I, sec. 2). As, p. ej., la frase que sea providencial no deja de
sorprenderme puede engullir una y otra vez (en trminos gramaticales) un pez igualmente gordo,
como si dijramos, de donde:
E. 7.
1. Que sea providencial no deja de sorprenderme.
2. Que que sea providencial no deje de sorprenderme no deja de sorprenderme.
3. Que que que sea providencial no deje de sorprenderme no deje de sorprenderme no
deja de sorprenderme.
Y as sucesivamente. Pero basta con eso para que la gramtica ponga de manifiesto las
limitaciones del hablante. Lo cual, por supuesto, no indica que el hablante no "sepa" las reglas
gramaticales, como el no poder multiplicar mentalmente y en un tris 98.765 X 12.345 no indica
que uno no sabe las reglas de multiplicar. El que una frase no sea "aceptable" no quiere decir que
PROLOGOS
PROLOGOS
prcticas para el estudio de una lengua en particular no quiere decir que el lingista necesite una
formacin matemtica de gran amplitud. Por otra parte, cada vez resultar ms difcil seguir las
investigaciones actuales y poder leer y someter a juicio las pginas de las revistas profesionales
sin tener algunas nociones relativamente claras de 1a teora de los conjuntos y la teora de los
sistemas formales. Por lo menos es preciso haber adquirido una cierta facilidad en el manejo de
los smbolos y la prctica suficiente en la manipulacin de las convenciones notacionalcs. Slo los
ms ambiciosos necesitarn remontarse al lgebra abstracta (en particular, a la teora de los
grupos) y a la teora de los autmatas y de la conmutabilidad i*.
Al valorar la importancia y conveniencia de que el lingista tenga una formacin lgicomatemtica cumple poner especial cuidado en no tomar el rbano por las hojas. Ya en 1954, en su
amistosa pero contundente polmica con su colega Y. Bar-Hillel (otro de los acreedores
enumerados en el prlogo de Syntactic structures)P dej Chomsky bien delineado lo que cabe
esperar de la lgica (concretamente, de los sistemas de Carnap) en la formulacin de una teora
general de la estructura lingstica. Una cosa es aplicar los hallazgos y tcnicas de la lgica ms
reciente para formular una teora clara y rigurosa, y otra muy distinta suponer que la lgica (u
otro sistema formal cualquiera) pueda servir de modelo para la actuacin lingstica del
hablante, o bien de repositorio de soluciones para problemas lingsticos; una cosa es un sistema
matemtico artificial, y otra muy distinta un sistema lingstico natural; una cosa la lgica
formalizada, y otra muy distinta la lingstica formalizada. No se puede saltar a ciegas de la
lgica a la lingstica sin grave peligro de estrellarse contra lo absurdo (o de hacer a
i* El libro ms recomendable en este sentido quiz sea el de Barbara Hall Partee,
Mathematical fundamentis f o r linguistics (de prxima publicacin). En espaol, el ms
adecuado tratamiento de conjunto (entre los que conozco) es. sin duda, la admirable
Introduccin a la lgica y al anlisis formal, de Sacristn (y es de esperar que lo sea an ms al
ser revisada), pero a veces no me atengo a su terminologa, ya sea por razones de peso (la
derivacin generativa es anloga a su "demostracin"), ya por preferencias personales (mi lgica
o clculo proposicional es su "lgica de enunciados", mi incompletitud c incom- pletabUidad
corresponden a su "incompletud", etc.). Cf. CHOMSKY & MIM.FR. 1963; CHOMSKY, 1963; BACH,
1964, y HOCKF.IT, 1966. Se puede ver, adems, para la lgica, FERRATER & LEBLANC (en espaol) y,
sobre todo. ROSENBI.OOM (que axioma- tiza el lgebra concatenatoria); para conjuntos y
relaciones, KURATOWSKI (en espaol), H ALMOS. SUPPES O (con cierta cautela) COOPER; para el
lgebra y los grficos. BIRKOFF & MACLANE (en espaol) y BERGE, respectivamente.
sabiendas el impostor, como algunos congresistas que gustan de "pater l'hu- jnaniste").
Las oraciones el hombre es alio y delgado, de una parte, y la bandera es negra y roja, de otra,
parecen del todo similares; de la primera cabe inferir, lgicamente, que el hombre es alio. pero
de la segunda no cabe inferir que la bandera es negra. Cabra dar otros muchos ejemplos para
poner je manifiesto que la inferencia de la lgica tiene poco que brindar a la lingstica. El hecho
de que ciertas reglas lgicas puedan ser expresadas en trminos puramente "sintcticos" (i. e.,
tipogrficos) ha contribuido mucho y seguir contribuyendo al progreso de las investigaciones
sobre lgica y fundamentos de la matemtica, pero eso no asegura una contribucin directa al
progreso de la lingstica; el que Tarski y Quine (otro de los acreedores je Chomsky) hayan
contribuido extraordinariamente al progreso de la teora de la referencia es comprensible y
admirable, pero esta teora tiene un inters lingstico muy relativo.
En una palabra, argir, inspirndose en una analoga falsa, que de los sistemas construidos
para el estudio de los fundamentos de la matemtica o de la ciencia cabe derivar conclusiones
respecto a las lenguas humanas es algo as como sostener que de las creaciones del artista
abstracto o del novelista de ciencia-ficcin se puede aprovechar el fsico para sus descripciones.
Un lingista construye sistemas artificiales en el sentido en que el fsico describe el
comportamiento de los objetos en un mundo artificial. Salta a la vista que artificial, en este
sentido, tiene poco que ver con la segunda palabra de "sistema artificial carnapiano": El mundo
del fsico no tiene gran cosa de retablo ni son maravillas de retablo las de la fsica, pero un
"sistema artificial" tiene ni ms ni menos las propiedades de que su Macse Pedro quiera
libremente dotarlo. Los "sistemas artificiales" no son, pues, ni casos especiales ni versiones
idealizadas de lenguas naturales (I, 6).
PRO! 0G0S
La mencin de trminos como "modelo" y "sistema formal" exige una cierta elaboracin,
dada la importancia que han adquirido (sobre todo en lingstica) y la variedad de opiniones 1.
Mucho antes que se pusiera en boga el trmino se deca ya que la gramtica latina haba servido
de "modelo" a las gramticas de las lenguas vernculas, pero una cosa es tomar e$a palabra en el
sentido de chica "modelo" o de la "modelo" mejor pagada, y otra en el sentido de "tres modelos
para la descripcin lingstica" (Chomsky, 1956). Para un ingeniero, p. ej., "modelar" un sistema
quiere decir construir un aparato que se asemeje a ese sistema; para un matem- tlC0> por el
contrario, "modelar" un sistema significa captar algunas de las Propiedades fundamentales de
esc sistema y darles expresin matemtica faun a costa de drsticas simplificaciones). No slo se
dice que Wiener da en su Cybernetics (1948) un (hermoso) modelo (matemtico) del cerebro, sino
tambin que para Boole la lgica de las clases y la lgica de las proposiciones eran modelos
distintos del mismo sistema formal (Rosenbloom, 1950, pgs. 207 y 196) o que ciertos modelos
prechomskianos corresponden al mismo sistema ahormacional formalizado por Chomsky (Postal,
1964; cf. IT, n. 4). Cabe decir igualmente que cualquier sistema en el que resulten verdaderos
todos los axiomas (o postulados) de Euclides es un modelo del sistema de Euclides. I.os "modelos"
pueden ser ms que los ."sistemas" v, por supuesto, los sistemas son ms que los "sistemas
formales" (hay ms sistemas que sistemas formalizados) o, si se prefiere, la nocin de "mode lacin" es ms amplia que la de "sistematizacin", que a su vez es una nocin ms amplia que la
de "formalizacin". Se formaliza abstrayendo y generalizando las propiedades de sistemas que
tienen una "estructura" similar, aunque, como queda dicho, tambin el estudio abstracto de los
sistemas formales, al margen de su posible "interpretacin", puede ser extraordinariamente
fructfero.
Que los aspectos "formales" de un sistema deben ser distinguidos de sus posibilidades
"interpretativas" (i. e., de su posible aplicacin) lo ha puesto bien de manifiesto la construccin
de las geometras no-euclidcanas y de la mecnica cuntica (Partee, II). Euclides haba
"sistematizado" la geometra mostrando que un gran nmero de proposiciones (tenidas por
verdaderas) relativas a las figuras geomtricas podan ser lgicamente derivadas de un pequeo
conjunto de asertos ("postulados") que pasaron por "evidentes" durante dos milenios. Result,
sin embargo, que la verdad de estos asertos depende de su "interpretacin": Son aceptables en la
descripcin del micro- universo de nuestras experiencias cotidianas, pero no en la totalidad
espacial del macrouniverso o Cosmos. Por su parte, Newton "sistematiz" la mecnica mostrando
que las leyes del movimiento, tanto planetario como terrestre, podan ser derivadas de tres leyes
bsicas que pasaron por "confirmadas" empricamente durante dos siglos. Pero result tambin
que estas leyes son aplicables solo en situaciones macroscpicas, y su "verdad" depende, por
tanto, de su "interpretacin".
Para "formalizar" la "sistematizacin" de Euclides habra que reemplazar las nociones
punto y lnea, dos de sus "entidades primitivas", por smbolos abstractos (no definidos), como p y
/. y definir luego en trminos de p y / las dems nociones (paralela, tringulo, etc.). Los teoremas
entonces derivables se referiran a estas entidades no definidas. La cuestin es "interpretar" los
smbolos p y / de manera que los asertos derivables sean verdaderos Cambiando el axioma de la
paralela se puede obtener sistemas diferentes (como es bien sabido desde el siglo xix). Si, p. ej.,
interpretamos p como 'punto en la superficie de una esfera' y / como 'macrocrculo en una esfera',
no existe ninguna paralela (a una lnea dada) que pase por un punto dado. Parece que la
geometra que mejor describe el Cosmos de Einstein es una geometra sin paralelas en la que. por
tanto, no tiene cabida el controvertido postulado euclideano.
INTRODUCCION A CHOMSKY
La distincin de los lgicos entre "sintaxis" y "semntica" es, en lo que atae a los
sistemas formales, la distincin entre hablar del sistema como tal ^'sintaxis") y relacionar el
sistema con sus "modelos" ("semntica"). Mostrar que un sistema tiene al menos un modelo
es demostrar "semnticamente" sU "coherencia": Un sistema formal es "coherente" si no es
posible derivar je sus axiomas un aserto y su contrario, y un sistema "incoherente" no puede
tener un modelo. Mostrar que un axioma puede ser deducido o derivado de otros axiomas es
demostrar "sintcticamente" su "dependencia": Un axioma es "independiente" si no puede
ser derivado de los otros axiomas del sistema. A las nociones de "coherencia" e
"independencia" hay que aadir la nocin de "completitud", que es una especie de Jano:
Mirando hacia la "formalizacin", un sistema es "formalmente completo" si cada aserto
cxpresable en el sistema puede ser probado (o refutado) en el sistema; mirando hacia la
"modelacin", un sistema es "modelarmente completo" si cada aserto-expresablc-en-clsistema que es verdadero en el modelo es deri- vable en el sistema formal (cf. Sacristn, cap.
3).
Aunque los modelos y las teoras (sistemticas) son muy semejantes, es preciso no
confundir el modelo con la teora que plasma o representa. Una teora (deductiva) intenta no
slo "explicar" (i. e., dar razn de) la regularidad de lo observado, sino tambin predecir lo
ocurrible Recurdese, p. ej., la prediccin de De Broglie respecto al carcter ondulatorio de la
materia, o el descubrimiento de las ondas de Hertz, o el pronstico (no reservado) de Adams y
Leverrier respecto a la existencia de Neptuno. Toda teora explicativa de reglas rigurosamente
formuladas es meridianamente contrastable (una vez hecho el acopio de datos experimentales)
y lleva en s, por tanto, el germen de una teora mejor (a veces bastar mejorar uno o varios
subsistemas, como hace Chomsky en este libro, para mejorar toda la teora). Parafraseando a
Novalis y a Popper (cap. 3), cabra decir que las( teoras son redes echadas para aprehender el
mundo objetivo de la realidad,! y del investigador depende que la malla sea cada vez ms fina.
La invencin] cientfica de que hablaba Huarte requiere una gran actividad creativa. El mtodo inductivo "baconiano" (Bach, 1966) es diametralmente opuesto a la invencin de
hiptesis (hypothesis fingo) chomskiana, pues las hiptesis de su teora no son hiptesis
ficticias, como seran las hiptesis tenidas por falsas (Bar-Hillel, 1966). Chomsky no es un
"instrumentalista", sino un "realista" que, como tal, tiene a sus teoras por verdaderas,
aunque, por supuesto, no se le oculta que, por ser los humanos falibles, pudieran resultar
errneas. De hecho, algunas de sus partes (o subsistemas) no han resistido 'a confrontacin
con los datos que trataban de "explicar"; de ah la teora revisada (y a veces provisional) de
Aspectos, que modifica de varias maneas la de Syntactic structures como consecuencia de casi
una dcada de investigaciones. Quiere esto decir que Chomsky no es menos partidario de
FKOI.OOOS
xui
INTRODUCCION A CHOMSKY
S
FN FV
FN V FN
Art N V Art N
Art N vio Art N
Art gato vio Art
el + gato -+- vio
(dada)
(aplicando R. 1)
(R-2)
(R. 3)
(R.4)
(R. 5)
(R.6)
perro
+ el -f perro
(aplicando R. 5)
(R. 6)
FN
FV
Art
Art
prro
el
el
vio
N
I
ga t o
FN
subcadcna el perro "es un" FN, lo mismo que la subcadena el gato; la subcadena vio el gato "es
un" FV, porque "se remonta" a un FV; perro vio no es nada (no forma una subcadena); la cadena
entera "es un" S, es decir, una Oracin. Otra manera de representar esta red de relaciones sera
por medio de corchetes rotulados: c. g., si el "es un" Art podemos escribir Art[/]Art> y si perro "es
41
PRLOGOS
un" N, escribimos N[perro]^; si el perro "es un" FN, puesto que es "rastrcablc" hasta un FN,
podemos escribir FNAitfclArt n^w InIfn V asi' sucesivamente, hasta obtener el encorcheta- miento
rotulado.
E. 12b. ^[FNlArt Ait vlperro)n]m
FNUit^Ait
NIS^NIfnIFVIS
que representa el mismo Ahormante que el diagrama arbreo de E. 12a. 1.a gramtica del captulo
2 (sec. 3) genera Ahormantes bastante ms complicados, por supuesto, como el del ejemplo (59),
pero las derivaciones son muy similares, en definitiva, a la de E. 11: Quien sea capaz de construir
las derivaciones que resultan de las reglas de E. 10, ser igualmente capaz de construir las que
resultan de las reglas de (57).
Lo que hace, pues, Chomskv en el nivel ahormacional es presentar una versin formalizada
del anlisis sintctico tradicional (i. e., el "anlisis en constituyentes inmediatos" de los
dcscriptivistas de mediados de siglo). Ms importante es su reelaboracin del segundo nivel de la
estructura lingstica (el trasformacional). Las reglas trasformacionalcs operan sobre Ahormantes
enteros (esto es lo crucial) y los convierten (o "proyectan") en Ahormantes derivados. El anlisis
estructural de una trasformacin define la clase de Ahormantes a los que se aplica (i. e., segmenta
la cadena terminal del Ahormante en las partes sucesivas que requiera la trasformacin). As, p.
ej., el correspondiente a la trasformacin pasiva podra ser este:
E. 13a. T. pasiva:
Anlisis estructural: FN - Aux - V - FN
XI - X, - X3 - XI
Es decir, la trasformacin pasiva es aplicable a la clase de Ahormantes transitivos (el verbo va
seguido de un FN) y requiere analizar en cuatro sub- cadenas sucesivas la cadena terminal
correspondiente (Aux incluye Tiempo, Auxiliante y Aspecto). Sobre ese anlisis se puede definir el
cambio estructural as (para mayor claridad, sustituyo los guiones horizontales por guiones
inclinados):
E. 13b.
Es decir, el FN ( X ) que sigue al verbo inicia ahora la cadena, seguido del Aux ( X ? )
concatenado con ser y con el morfema de participio, seguido de V ( X ) y seguido de por
42
concatenacin de sus encorchetamientos rotulados 2*. Todas las oraciones complejas o compuestas
eran derivadas trasformacionalmente. De este modo las reglas rescriturales generaban tan slo los
tipos oracionales ms simples (las oraciones afirmativas activas ms elementales, sobre poco ms o
XI. VI
PROLOGOS
menos). Aprovechando las incitaciones heursticas del castellano, cabra llamar a estas oraciones
simples generadas ahormacionalmcnte oraciones-horma, y a su conjunto, hormazn ("kernel"); a
las construcciones derivadas trasformacionalmente se las llama trasformas (la oracin de E. 14f es
una trasforma), y al sistema de trasformaciones aplicadas en el proceso de la derivacin, trasformante ("transformation-marker" o "T-marker").
En la gramtica de Aspectos no hay trasformaciones "generalizadas" ni "trasformantes",
pero el nivel "intermedio" (trasformacional) sigue teniendo las mismas caractersticas
fundamentales. Una regla rescritural slo requiere tener en cuenta los resultados de la regla
anterior, pero una regla trasformacional requiere tener en cuenta toda la historia ahormacional y
trasformacional que ha precedido a su posible aplicacin. Considerada como operacin formal,
una trasformacin pertenece a una clase muy especial que satisface condiciones muy abstractas.
Por otra parte, las reglas trasformacionales relacionan estructuras subyacentes (la tan trada y
llevada "forma interior" del lenguaje) con estructuras patentes (la "forma exterior"). Las
estructuras subyacentes (o latentes) son, pues, objetos extremadamente abstractos a los que no es
posible llegar desde los datos mediante ningn procedimiento po- sitivstico inductivo (no estn
representadas en los datos en forma fsica o dctectable). Es de suponer que cuando adquirimos el
lenguaje, adquirimos un sistema (generativo) de estructuras abstractas (latentes) que subyacen las
estructuras patentes, y adquirimos asimismo un conjunto de condiciones abstractas sobre las
operaciones aplicables a esas estructuras.
El nivel 3 de E. 8 (morfofonmico o fonolgico) era el menos desarrollado en la primera
versin de la teora y el ms desarrollado, sin duda, en la actualidad (Chomsky & Halle, 1966;
Postal, 1967; Chomsky, 1967b). Se impone, pues, prestarle alguna atencin.
1.7. Contra lo que ha puesto de moda la lingstica de hace unos aos, para la fonologa
generativa la unidad fonolgica fundamental NO es el /O- nema. La razn es bien sencilla: los
fonemas son susceptibles de anlisis componencial. As, p. ej., los sonidos intermedios de las
palabras amo, ao y uno tienen varias propiedades en comn: son consonnticos (y no voclicos),
son nasales (i. c., se los pronuncia con el velo bajado y el aire sale por la nariz), etc. Es evidente que
la consonanticidad o la nasalidad que emparienta a estos sonidos es ms general (y ms
fundamental) que cada una de sus "versiones" de la consonanticidad o la nasalidad. Por otra
parte, el primero de ellos, el sonido m, comparte con los sonidos p y b (adems de
consonanticidad) la propiedad de ser pronunciados los tres con los labios cn contacto. Resulta,
pues, que los sonidos forman clases que se interseccio- nan: por su nasalidad, el sonido m va con
los sonidos n y ; por su labia- lidad, cn cambio, va con los sonidos p y b. Cada una de esas
propiedades ms generales define, pues, una claSe de sonidos, y para hacer referencia a la clase
entera as definida basta con especificar esa propiedad. Es, adems, ]a nica manera de poder
expresar las ms importantes generalizaciones, como veremos cn seguida: algunas reglas sern
aplicables a los sonidos nasales, otras a los labiales, otras a los vocales, etc. (I, 7).
Es obvio que una regla aplicable a una clase de elementos (e. g., a la clase de las labiales o a la
clase de las nasales) es ms general que una aplicable a un elemento individual (e. g., a nt), y que
cuanto ms extensa sea la clase, ms general ser la regla (c. g., la aplicable a todas las
consonantes ser ms general que la aplicable a las estridentes, que es una clase de consonantes).
Como de lo que se trata es de reducir una mirada de observaciones a un nmero reducido de
generalizaciones lo ms simples que sea posible, las reglas aplicables a las clases naturales ms
extensas (y de entre estas reglas, las que requieran la ms simple identificacin del contexto) sern
las preferibles.
Dos de las propiedades de Jakobson, 1951 (Halle, 1958, pg. 327), dividen los sonidos del
lenguaje humano en cuatro clases principales (el signo + quiere decir que el sonido tiene esa
propiedad, y el signo quiere decir que no la tiene)
E. 15a.
Voclico ....................................... +
Consonntico ..............................
+
+
Salta a la vista que esta clasificacin permite distinguir las paravocales (i. e., la hache aspirada,
las semivocales, la glotal), que son Voc(lico), Consonantico)], de las liquidas (i. c., / y r), que
son (=[+Voc, -f Con]), y de las "verdaderas consonantes" as definidas (es decir, los sonidos [
Voc, +Con]). Tambin permite reunir las vocales y las lquidas (=[+Voc]) o las lquidas y las
consonantes no lquidas (-[-'"Con]). Las vocales propiamente dichas quedan caracterizadas como
l+Vocf Con].
Para distinguir las vocales espaolas entre s necesitaramos estas otras tres propiedades (o
rasgos distintivos) del "alfabeto" de Jakobson (cf. Alar- eos, 1961, pg. 173):
E. 15b.
Grave ...................................................
Difuso.................................................... +
Denso ...................................................
++
+
+
De este modo podemos distinguir las vocales posteriores (=[+Gra(ve)]) de las no-posteriores (=[
Gra]), y unas y otras de las vocales altas (zz:[-t-Dif(uso)]), y todas ellas de las vocales no-altas (=[
Dif]), y entre estas ltimas podemos distinguir la vocal compacta de la primera slaba de paso (=z[f Den (so)]) de la vocal de la segunda slaba (=[-DenJ). Ntese que esta mnima diferencia servira
tambin para distinguir poso (=[DenJ) de paso**.
Segn el esquema, cada vocal pertenece a varias clases o categoras in- tersectas. Resulta,
pues, que el conjunto de categoras a que un sonido pertenece es precisamente la mejor
identificacin de ese sonido. Es decir, la representacin de un sonido viene a ser una matriz
clasificatoria de una sola columna en la que aparecen, en orden jerrquico, las categoras o rasgos
distintivos fonticos de que hace uso la lengua de que se trate, con indicacin expresa, en cada
representa a la vez a la i y a la e, es decir, representa lo que esas dos vocales tienen en comn.
Si decimos que E. 16a representa el "fonema" i, podemos decir que E. 16b representa el
"archifonema" [i, e] (simbolizando as lo que las dos vocales tienen en comn); si, menos
especficamente, decimos que E. 16a representa el segmento i, diremos tambin que E. 16b representa el archiscgmento [/, e).
caso, de si esa unidad o segmento (ese sonido) pertenece o no pertenece a tal o cual categora o
clase de sonidos (el signo +, repito, indica pertenencia, y el signo indica no pertenencia). Como
ilustracin puede servir la matriz (muy reducida) de la vocal castellana i:
E. 16a.
Gra -fDif
+Voc
Con