El León y El Ratón
El León y El Ratón
El León y El Ratón
El len no tuvo palabras para agradecer al pequeo ratn. Desde este da, los dos
fueron amigos para siempre.
Esta fbula ensea a los nios que hay diferencia entre perder lo que se puede
reponer y perder lo que no se puede reparar.
La paloma y la hormiga
Obligada por la sed, una hormiga baj a un
arroyo; arrastrada por la corriente, se encontr
a punto de morir ahogada.
Una paloma que se encontraba en una rama
cercana
observ
la
emergencia;
desprendiendo del rbol una ramita, la arroj a
la corriente, mont encima a la hormiga y la
salv.
Al poco tiempo, un cazador de pjaros se
alist para cazar a la paloma. La hormiga, que
se encontraba cerca, al ver la emergencia lo
pic en el taln hacindole soltar su arma.
El instante fue aprovechado por la paloma para levantar el vuelo.
El caballo y el asno
Un hombre tena un caballo y un asno.
Un da que ambos iban camino a la
ciudad, el asno, sintindose cansado, le
dijo al caballo:
Toma una parte de mi carga si te
interesa mi vida.
El caballo hacindose el sordo no dijo
nada y el asno cay vctima de la fatiga,
y muri all mismo.
Entonces el dueo ech toda la carga encima del caballo, incluso la piel del asno.
Y el caballo, suspirando dijo:
Qu mala suerte tengo! Por no haber querido cargar con un ligero fardo ahora
tengo que cargar con todo, y hasta con la piel del asno encima!
Cada vez que no tiendes tu mano para ayudar a tu prjimo que honestamente te lo
pide, sin que lo notes en ese momento, en realidad te ests perjudicando a ti
mismo.
Esta fbula ensea el valor del trabajo y del esfuerzo.
La cigarra y la hormiga
La cigarra era feliz disfrutando del verano: El
sol brillaba, las flores desprendan su aromay
la cigarra cantaba y cantaba. Mientras tanto su
amiga y vecina, una pequea hormiga, pasaba
el da entero trabajando, recogiendo alimentos.
Amiga hormiga! No te cansas de tanto
trabajar? Descansa un rato conmigo mientras
canto algo para ti. Le deca la cigarra a la
hormiga.
Mejor haras en recoger provisiones para el
invierno y dejarte de tanta holgazanera le
responda la hormiga, mientras transportaba el grano, atareada.
La cigarra se rea y segua cantando sin hacer caso a su amiga.
Hasta que un da, al despertarse, sinti el fro intenso del invierno. Los rboles se
haban quedado sin hojas y del cielo caan copos de nieve, mientras la cigarra
vagaba por campo, helada y hambrienta. Vio a lo lejos la casa de su vecina la
hormiga, y se acerc a pedirle ayuda.
Amiga hormiga, tengo fro y hambre, no me daras algo de comer? T tienes
mucha comida y una casa caliente, mientras que yo no tengo nada.
La hormiga entreabri la puerta de su casa y le dijo a la cigarra.
Dime amiga cigarra, qu hacas t mientras yo madrugaba para trabajar? Qu
hacas mientras yo cargaba con granos de trigo de ac para all?
Cantaba y cantaba bajo el sol- contest la cigarra.
Eso hacas? Pues si cantabas en el verano, ahora baila durante el inviernoY le cerr la puerta, dejando fuera a la cigarra, que haba aprendido la leccin.
Fabula el Astrnomo
En un pas muy lejano, donde la
ciencia es muy importante para sus
habitantes,
haba
un
anciano
astrnomo, le gustaba realizar el
mismo recorrido todas las noches
para observar las estrellas.
Un da, uno de sus viejos colegas
le
dijo que haba aparecido un
extrao astro en el cielo, el anciano
sali de la ciudad para poder verlo
con sus propios ojos. Muy
emocionado estaba el astrnomo
mirando al cielo, no se dio cuenta que a pocos pasos de l haba un agujero.
Cuando se cay al agujero comenz a gritar pidiendo ayuda.
Cerca del agujero pasaba un hombre, el cual se acerc hasta el agujero para ver
lo que suceda; ya informado de lo que haba ocurrido, le dijo al anciano:
"Te ayudar a salir de ah, pero ten mucho cuidado la prxima vez que salgas por
un lugar que desconoces, tienes que estar muy atento por donde caminas ya que
te puedes encontrar con cualquier cosa en el suelo."
Moraleja: Antes de lanzarse a la aventura, hay que conocer el lugar por el que se
transita.
comenz a
por
la
qu era lo
Tras
su
y le dijo
Quedaron 3 pjaros.
Moraleja: Decidir algo no es suficiente.
Tienes que hacerlo!
Moraleja: Debemos aceptar la vida tal cual como se presenta, de esta manera
nunca se sentirn infelices.
El dinosaurio torpn
Existi una vez un dinosaurio, apodado Dino, que era tan grande como un castillo.
A pesar de su tamao Dino era un dinosaurio bueno y muy feliz, y amaba tanto a
la naturaleza que era absolutamente incapaz de hacerle dao ni a un molesto
mosquito. Se pasaba el da tan alegre que saltaba y danzaba por doquier
animando a cuantos pasaban a su alrededor.
Sin embargo, un da ocurri un accidente terrible. Dino, en uno de sus joviales
paseos, pis sin querer, con su gran pie, una preciosa flor que haba junto al
camino. La bella flor no pudo soportar la fuerza de aquella pisada, y aquel terrible
accidente supuso el fin de la alegra para Dino. A pesar de que todos le animaban
dicindole que haba sido un percance desafortunado y que poda haberle pasado
a cualquiera, Dino no se consolaba y no se perdonaba a s mismo el no haber
estado ms atento.
De esta forma, Dino se senta cada vez ms triste y desolado, y sus vecinos que le
queran mucho, no podan aguantar aquella situacin. De manera que decidieron
tramar un plan para acabar con la tristeza de Dino, pero no eran capaces de dar
con l.
Hasta que un da a un saltamontes se le ocurri lo siguiente:
Tal vez la solucin sera que Dino
caminase de un lado a otro dando saltos y
cabriolas, como a l le gusta. De esta
forma, no podr hacer dao nunca a nadie
ms- Exclam orgulloso de su idea.
Y tena motivos para estar orgulloso, ya
que a todos les pareci una fantstica
idea, incluso al mismsimo Dino que, a
partir de entonces, fue de ac para all
saltando y bailando siempre, y con
muchsimo cuidado, de puntillas. Y de esta
sencilla forma, Dino recuper su alegra y
se reconcili con la naturaleza a la que
tanto quera.
Doa Cebra y Doa Jirafa
Doa Cebra y Doa Jirafa eran dos grandes amigas, y esto se comprob en cierta
ocasin, en la cual doa Jirafa cay tremendamente enferma de la garganta.
amigas. Una de las dos tena un ala con tres puntos negros como el azabache. La
otra tena an ms: siete puntos negros como el azabache. Y as, observndose la
una a la otra pasaban el da, compitiendo a ver cul de las dos era las ms
perfecta y la ms bella.
Es que no has visto que yo tengo las alas ms bonitas que t? Los puntitos de
mis alas son ms negros y perfectos- Deca una.
Pero si solo tienes tres! Ya te gustara a ti tener siete, como yo, e igual de bien
puestos y brillantes- Dijo la otra.
En uno de los das en los cuales las dos
mariquitas discutan de forma tan trivial,
apareci un gran y peludo abejorro que
sobrevolaba el jardn con la firme
intencin de darse un festn de
mariquitas voladoras. Al verle, las
mariquitas se asustaron muchsimo y
corrieron para ponerse a salvo tras un
matorral. En el camino, y con las prisas,
se engancharon las alas entre ramas
espinadas, y aquello fue el fin de sus
discusiones frvolas y vanidosas.
Sobrevivieron al peludo y hambriento
abejorro,
pero
les
sirvi
para
comprender que la belleza es efmera al
contrario que la amistad nacida del
corazn.
El buen tiempo y la lluvia
Nunca llueve a gusto de todos. As dice el refrn, y la historia que sigue parece
darle la razn. Escuchad:
Haba una linda escuela en un pueblo apartado. A ella acudan tres perritos y tres
ranitas. Vivan muy cerca unos de otros y eran buenos amigos. Naturalmente, iban
juntos a clase, y con mucha puntualidad.
A veces, antes de llegar a la escuela, comenzaban las peleas. Si el da haba
amanecido lluvioso, las ranitas se ponan locas de contentas. En cambio, a los
perritos se les torca el gesto.
Yuuupiii! Menudo chapuzn nos vamos a dar en las charcas que la lluvia est
formando! Ahhh, qu frescor y bienestar siento!- deca una de las ranitas.
Bah! Es da perdido para m. Me deprime tanto la lluvia!- responda uno de los
perritos.
Cuando el da amaneca soleado, ocurra todo lo contrario; los perritos no caban
en s de gozo y las ranitas se sentan muy desdichadas, pues ya se imaginaban el
calor y la sequedad agobiante
que iba a torturarlas. Os
preguntaris
que
cundo
estaban contentos tanto los
perritos como las ranitas. Muy
sencillo!
Los
das
que
amanecan grises y plomizos;
pero sin lluvia, que no eran
pocos en esa zona de la sierra.
No sera mejor, amiguitos, que
aceptsemos todos la vida tal y
como se presenta? De esta
manera, nunca nos sentiramos
infelices.
Los dos mulos
Dos mulos caminaban por un
terreno con cargas sobre sus
espaldas. Uno, que trabajaba
para un humilde molinero,
cargaba avena. El otro, que
serva al rey del lugar,
cargaba monedas de plata.
Pasebase muy orgulloso y
altivo el segundo de los
mulos con su carga, haciendo
sonar al paso su gran cencerro de oro. Pero aquel sonido alert a unos ladrones
que iban por su mismo camino. Tras observar bien lo que llevaban, ni cortos ni
perezosos, decidieron atacar al segundo de los mulos. ste, procurando defender
su valiosa carga, result finalmente malherido por los bandidos, quedando tendido
y desconsolado sobre el suelo del camino.
-Para esto he trabajado tan duro y he soportado tanta carga sobre mis
espaldas?- Exclam el mulo del rey aturdido.
-Tal vez, lo que aparenta ser un gran negocio, no siempre resulta serlo- Le
contest el mulo del molinero.