Novoa Monreal Escamoteo de Juristas El Concepto de Propiedad
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Novoa Monreal Escamoteo de Juristas El Concepto de Propiedad
EL CONCEPTO DE PROPIEDAD*
Eduardo NOVOA MONREAL
[Captulo IV del libro Derecho, Poltica y Democracia,
Editorial TEMIS, Bogot, 1983,
digitalizado por Centro Documental Blest]
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Este captulo corresponde a un artculo publicado en la revista espaola de ciencias sociales Sistema,
nmero 47, de marzo de 1982, Madrid, con el ttulo de: "Una transformacin silenciada por los juristas: el
concepto de propiedad".
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fundamentales en las que se basa todo el sistema de organizacin poltico-econmicosocial del llamado mundo occidental cristiano. Tan fundamental, que solo las nociones de
Estado y de matrimonio podran aspirar -y eso con dificultades- a siturseles a la par (1).
El concepto de propiedad trasciende ampliamente el campo del derecho, pues se
trasforma en un elemento irreductible del sistema econmico que rige en una sociedad
concreta y en la variable ms esencial de su rgimen social. Con ello aparecen
manifiestas sus vinculaciones con el proyecto poltico que recibe acogida en esa sociedad
y se hacen evidentes, por otra parte, sus implicaciones filosficas y ticas. "Difcilmente
podra encontrarse, por ello, una categora jurdica de mayor resonancia social y ms
definitoria de la forma que asume la organizacin social de un pas, que la propiedad" (2).
Hemos de exponer la tan marcada evolucin que ha tenido en Occidente el concepto de
propiedad, no tan solo de parte de filsofos y pensadores que se ocupan de su idea, sino
tambin de parte de polticos y legisladores encargados de darle efectiva aplicacin en el
seno de sociedades de muy variado pelaje desde el punto de vista econmico, ideolgico y
de desarrollo (3). Y despus de hacerlo, habremos de repetirnos una y otra vez la
pregunta: por qu los tericos del derecho omiten referirse a ella? (4).
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para mantener inclumes las antiguas enseanzas acerca del derecho de propiedad,
suprimiendo deliberadamente los antecedentes y hechos que exigiran su alteracin,
como forma de cegar una revisin profunda de las teoras, principios y tesis que han
dominado hasta ahora dentro del derecho.
Como vemos, las alternativas posibles frente a una realidad tangible y a una significacin
que resultan imposibles de desconocer, quedan reducidas a una sola: los juristas
tradicionales prefieren mantener sus teoras y principios de otra poca, pese a que las
ideas y los hechos les muestren el desapego de ellos con la vida social y sus necesidades.
Una ltima pregunta podra ser propuesta: es tal obstinacin a expresin de una
fantica fe en tesis obsoletas o es una manera de servir a determinados intereses? Nos
parece que la sola interrogacin adquiere un sentido ofensivo impropio de un trabajo
serio. Por ello nos conformamos con las consideraciones que la precedieron.
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que si esto fuere impuesto por causa de utilidad pblica, al propietario habr de serle
remplazada su cosa por "una indemnizacin justa y previa".
He aqu un sistema sociopoltico que se satisface dejando a los individuos en plena
libertad para que dispongan, conforme a su propia y exclusiva voluntad, de los bienes
que han incorporado a sus respectivos patrimonios, mediante la consagracin de un
"derecho subjetivo" de propiedad privada que viene a convertirse en prototipo de otros
derechos de ndole patrimonial. Por este motivo es por el que Jellinek expresa que el
derecho subjetivo es un poder de querer o el poder de imponer a los dems el respeto de
la voluntad propia. Se caracteriza al derecho de propiedad diciendo que envuelve una
relacin directa entre su titular y la cosa sobre la cual se ejerce (derecho real), mediante
la cual dicho titular dispone del poder ms amplio posible sobre esta ltima, poder que se
extiende a su uso, goce y disposicin.
Consecuente con sus principios, la doctrina liberal-individualista eleva al propietario
privado a la calidad de ciudadano ordenado, virtuoso y confiable, por ser el que ha
demostrado laboriosidad, sensatez y espritu de economa. Boissy D'Anglas, al presentar
la Constitucin del ao ni a la Convencin, explicaba que "un pas gobernado por
propietarios es una verdadera sociedad civil; otro que se gobierna por desposedos se
halla en estado de naturaleza" (salvaje) (8). Esto explica que durante el siglo pasado, en la
generalidad de los pases tenidos por democrticos, se reconociera derecho al sufragio
nicamente a los propietarios.
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verdad regan tan solo relaciones entre "individuos poseedores". Por esta razn se ha
denominado al Cdigo Civil "el Cdigo de los propietarios" (excepcin hecha de su parte
relativa al derecho de familia).
La exclusividad del derecho de propiedad privada, otro de sus caracteres, consiste en la
facultad del propietario de rechazar cualquier intervencin de terceros en el uso, goce y
disposicin de la cosa que le pertenece.
La ilimitacin cuantitativa del derecho de propiedad privada supone que un propietario
no tiene lmites en cuanto a la cantidad de bienes que puede acumular para s, sin que
importen para ello ni la clase de bienes ni el aprovechamiento ni el destino que les d o el
abandono en que los mantenga (13).
La perpetuidad del mismo derecho significa que este no lleva en s nota de caducidad,
puesto que durar mientras dure la cosa (14).
La transmisibilidad de dicho derecho asegura su perpetuidad, en cuanto le permite durar
incluso ms all de la vida individual del propietario, puesto que va pasando a los
herederos de este que lo suceden. As mirado, el derecho de propiedad es eterno, en tanto
la cosa que es su objeto subsista (15).
He ah al sustrato jurdico que permiti la implantacin del capitalismo en casi todos los
pases occidentales.
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de expresar el derecho que tienen todos los hombres a participar en el disfrute de tales
bienes.
La nueva forma de redaccin, destinada a expresar tan importante cambio de enfoque,
est preada de consecuencias de vasto alcance:
a) ya no se sacraliza ni se tiene por inmutable una forma de distribucin de los bienes del
mundo en la que unos pocos tienen demasiado y la mayora no tiene nada, calificada de
injusta por el criterio de vastos sectores de opinin y de figuras rectoras del pensamiento
humano;
b) se abre el paso a medidas ms justas de distribucin de la riqueza, con el fin de que
esa gran mayora de desposedos pueda adquirir los bienes que demandan las
necesidades de su desarrollo humano (19);
c) convierte al texto, por consiguiente, en una norma trasformadora de la organizacin
social existente, en oposicin a la ndole fundamentalmente conservadora de la clusula
sobre propiedad prevista en la Declaracin de 1789; sobre esta base, los desposedos
pueden esperar un trmino su condicin de tales, en virtud de reformas estructurales de
fondo.
Conviene tener presente que esta forma de entender el derecho de propiedad (mejor
dicho: "a la propiedad"), coincide en buena parte con el que se desprende de tradicionales
y tambin recientes declaraciones de pensadores y jerarcas cristianos, entre ellas la que
afirma: "Los bienes y riquezas del mundo, por su origen y naturaleza, segn la voluntad
del Creador, son para servir efectivamente a la utilidad y provecho de todos y cada uno de
los hombres y los pueblos. De ah que a todos y a cada uno les competa un derecho
primario y fundamental, absolutamente inviolable, de usar solidariamente esos bienes en
la medida de lo necesario para una realizacin digna de la persona humana" (20).
Una consecuencia muy importante de este aspecto del art. 17 citado, es que afirma un
principio cuya validez no se restringe al plano interno o nacional, sino tambin al orden
internacional. De l puede deducirse, en efecto, que debe propender se a que todas las
naciones tengan acceso a los bienes y riquezas que la naturaleza proporciona o que el
hombre ha logrado producir; de este modo, los pases pobres podran salir de su actual
desvalimiento y podra obtenerse una mejor distribucin de la riqueza entre las naciones.
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El tema se aborda, por consiguiente, desde una perspectiva mucho ms vasta, poniendo
como su objeto a todas las cosas que interesan o aprovechan al ser humano y que este
puede usar, gozar y disponer. Y se resuelve que tales cosas pueden ser posedas no solo
en forma individual y privada, sino tambin en forma colectiva o comn. Con ello la
propiedad pasa a ser, muy correctamente, la relacin de aprovechamiento y utilidad de
los bienes del mundo respecto del hombre y se admite que ambos pueden darse tanto
dentro de un rgimen de propiedad privada como dentro de otro de propiedad colectiva; o,
cuando menos, dentro de un rgimen mixto dentro del cual pueden coexistir propiedad
privada y propiedad comn.
En consecuencia, no es posible continuar refirindose al derecho de propiedad privada como se ha hecho hasta ahora- como el nico que tiene categora jurdica y es acreedor a
garantas y seguridades. Ser un concepto mucho ms amplio de propiedad (comprensivo
de la privada y de la colectiva), dentro del cual la propiedad privada es tan solo una
especie, el que deber requerir la atencin de los juristas.
Es comprensible que una idea de esta naturaleza, que da acogida en una declaracin
internacional tan conspicua a un rgimen de propiedad que se aplica en los pases
socialistas respecto de los medios de produccin (21), despierte resistencias vehementes
entre los juristas tradicionales. A ello debemos atribuir que el internacionalista S. Petren
haya expresado, en una interpretacin abiertamente arbitraria, que la expresin
"propiedad colectiva" del art. 17 citado se refiere a la propiedad privada de la que son
titulares corporaciones, sociedades u otros entes jurdicos de derecho privado formados
por pluralidad de individuos (22).
El art. 17 solo puede entenderse correctamente como referido a la propiedad colectiva en
que consiste ese sistema de propiedad que es opuesto al de propiedad privada; esta es la
nica interpretacin aceptable para un precepto que fue debatido largamente en una
asamblea internacional de la que formaron parte pases socialistas, donde el significado
de las palabras fue bien conocido y aplicado, y es la nica posible desde un punto de
vista lgico-jurdico. En efecto, invariablemente se ha admitido, sin controversia alguna,
que el derecho de propiedad privada puede ser ejercido por individuos aislados (personas
naturales) o por personas morales o jurdicas que materialmente estn integradas por
varios individuos. Esto es algo que toca al titular del derecho y no al derecho en s
mismo. Por tratarse de un punto ajeno a toda discusin -pasada, presente o futura- era
innecesario introducirlo en un texto con propsitos de innovacin; con tanta mayor razn
cuanto que no existe diferencia alguna entre el derecho de propiedad privada que ejerce
un ser humano individual y el que ejerce una corporacin o una persona jurdica, por lo
que toca con su contenido o alcance jurdicos. En ambos casos se trata de derecho de
propiedad privada que se reconoce a los particulares. Carecera, pues, de sentido una
supuesta referencia a que el derecho de propiedad puede tener como titulares tanto a
personas naturales como jurdicas, aspecto que nunca ha ofrecido problemas y que
quedara fuera de lugar en un texto tan conciso como el elaborado; tanto ms cuanto
que, de ser ese el propsito, habra de apreciarse de inmediato la posibilidad de
descaminar al intrprete -por el empleo de trminos ambiguos- llevndolo a la distincin,
mucho ms usual y controvertida, entre propiedad privada y propiedad colectiva a que
nos hemos referido.
En resumen, el art. 17 de la DUDH asegura a todo ser humano el que pueda disponer y
aprovechar de los bienes que ofrcela naturaleza o el ingenio de los hombres, bien sea
que el aprovechamiento de ellos se realice en forma de propiedad privada o de propiedad
colectiva.
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9. LA PRIVACIN DE LA PROPIEDAD
Conforme al acpite segundo del art. 17 que estudiamos, la nica garanta que se
concede hoy a un propietario ante una medida estatal que tienda a despojarlo de su
propiedad, es que la privacin no podr ser arbitraria.
Obsrvese el cambio enorme producido en relacin con la vieja frmula de 1789, que
estaba dirigida esencialmente a vedar cualquier privacin de la propiedad o, si eso no
poda cumplirse, a asegurar en ltimo extremo su reemplazo por una indemnizacin
previa. Esta oposicin frontal a cualquier privacin de propiedad no era sino la
consecuencia natural de proclamar al derecho respectivo como "inviolable y sagrado".
El art. 17 de la DUDH elimina de su texto no solo los calificativos de inviolable y sagrado,
sino cualquier referencia a un pretendido derecho del propietario a ser indemnizado en
caso de privacin de su cosa (24). Si no fuera por la acusada modificacin que a las ideas
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tradicionales traen las explicaciones de las tres secciones precedentes, tal vez podra
afirmarse que aqu se encuentra la ms revolucionaria de las consecuencias que se
infieren de este nuevo texto.
No es por simple inadvertencia que este art. 17 asumi la forma expuesta. Los redactores
hubieron de considerar:
a) que el derecho de propiedad no ser considerado, en adelante, como inviolable y
sagrado;
b) que no debe ser negado el derecho del Estado a adoptar las medidas de inters general
que sean requeridas, en cuanto estas exigieren de privacin de propiedad; por esto
desaparecen las limitaciones y restricciones precedentes que reducan ese derecho esta
tal a los casos de "necesidad pblica evidente" y lo condicionaban a una "indemnizacin
previa y justa";
c) que, aparte de la tradicional "expropiacin por causa de utilidad pblica" pueden darse
otras medidas aceptables de privacin de propiedad, entre ellas la nacionalizacin, la
confiscacin y la requisicin;
d) que no siempre es necesario el pago de una indemnizacin al propietario al cual se
priva de su propiedad.
Por tales razones ellos hicieron retroceder, en gran medida, la barrera protectora de los
derechos del propietario y se limitaron a indicar que este no poda ser despojado
arbitrariamente de su propiedad (25).
Es importante dejar establecido que esta norma de la segunda parte del art. 17 de la
DUDH est referida, como se desprende de lo dicho, a las medidas de privacin de
propiedad que imponga el Estado o que consumen sus representantes.
Obrar arbitrariamente significa proceder en forma irracional, siguiendo meros caprichos
u obrando por motivos o fines menguados. Es lo contrario de aquellas medidas que
decreta el Estado y que se inspiran en razones de bien pblico. El procedimiento ser
arbitrario, por lo tanto, cada vez que se prive a alguien de la propiedad que le pertenece
de manera inmotivada, por venganza o solo para daarlo, con olvido de los altos fines
sociales que toca al Estado desarrollar, alcanzar y proteger.
Toda privacin de propiedad que no se halle en la condicin de arbitraria, queda
permitida por el segundo acpite del art. 17, sin exigencia de pago de indemnizacin y,
mucho menos, de que ella sea completa y previa (26). Esto implica un giro completo de los
principios jurdicos que hasta entonces se haban tenido como subsistentes por amplios
sectores de los tericos del derecho y significa abrir el paso a la accin del Estado para
una organizacin ms justa de las economas nacionales. En este sentido, el aspecto que
ahora tratamos guarda congruencia perfecta con la declaracin del derecho de todos de
tener propiedad.
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propiedad es realizado por los alumnos de derecho de fines del siglo XX en forma
semejante a la de sus iguales de comienzos del siglo pasado.
Claramente manifiestan los juristas la decisin de tomar como fundamentos de su
posicin (pretendidamente) cientfica, los antecedentes y bases que sirvieron para la
elaboracin del concepto liberal-individualista de propiedad. Ellos no toman en cuenta los
elementos que hemos sealado en nuestro desarrollo precedente y reflexionan y actan
como si ellos no existieran (33).
En la seccin 2 sealamos las alternativas posibles para comprender un actitud de esa
especie. En ese momento no habamos mostrado todava, ni tampoco explicado, el
enorme caudal de nuevas ideas tericas y de aplicaciones prcticas que posteriormente
cumplimos. En este momento, tras una demostracin que, aunque sucinta pretendemos
completa, cabe repetirnos la pregunta: a qu se debe el silencio de los tcnicos del
derecho?
La respuesta no es difcil.
Notas:
1. Sin embargo, la nocin de Estado, desde un punto de vista cientfico, es absorbida
preferentemente por la politologa; la de matrimonio lo es por la sociologa. De las tres
instituciones referidas, la de propiedad es estudiada prevalentemente por el derecho y adquiere su
ms amplio desarrollo en su dimensin jurdica.
2. Nuestro trabajo El derecho de propiedad privada, Bogot, Editorial Temis, 1979, pg. 2.
3. Es conveniente esclarecer que en ese captulo nos referimos principalmente al derecho de
propiedad que versa sobre cosas corporales, muebles o inmuebles. En la teora jurdica ms
reciente se distinguen varias clases de propiedad (por ejemplo, la propiedad intelectual, la
propiedad minera, los derechos de invencin, etc.), a no todas las cuales conciernen nuestros
comentarios.
4. Por cierto, nos referimos a las obras jurdicas del ltimo tiempo que han llegado a nuestro
conocimiento. Nada nos alegrara ms que comprobar que estamos equivocados.
Es de observar que el tema del derecho de propiedad es desarrollado jurdicamente dentro del
campo terico por el derecho civil, dentro de una de las cuatro partes bsicas en que este se divide
habitualmente, la que recibe denominaciones no siempre coincidentes, como son: "bienes",
"derechos reales" o "derecho de cosas". Las dems ramas del derecho acostumbran a remitirse al
derecho civil, tras muy someras explicaciones acerca de las particularidades que presenta en su
campo el rgimen de propiedad. Tal es el caso del derecho constitucional, del derecho
administrativo y del derecho internacional.
5. La tendencia conservadora que se imprime hasta ahora a los estudios jurdicos, derivada del
sentido que se atribuye al ordenamiento normativo, ha tenido como consecuencia que se convierta
en un tpico -aun entre los mismos juristas- la afirmacin de la conformacin abiertamente
conservadora de la mentalidad de estos. As lo reconocen pensadores del derecho de la talla de E.
Bodenheimer, J. Leclebcq, G. Ripert y P. Vinogradoff, entre muchos otros.
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6. Dicha Quinta Enmienda, producida en 1791, dispone que a nadie "se le privar de la vida, la
libertad o la propiedad sino por medio del debido proceso legal; ni se podr tomar propiedad
privada para el uso pblico sin la debida compensacin". Conviene retener la equiparacin de la
propiedad privada a valores tan altos como la vida y la libertad.
7. Si bien ese art. XVII se pone en el caso de que se pueda tomar propiedad privada para el uso
pblico, una medida de esta clase envuelve una confirmacin del sagrado derecho de propiedad,
pues habr de darse al desposedo una compensacin equivalente, con lo cual este no pierde su
propiedad sino que la ve remplazada por otra de igual monto. Segn Lucifredi, en este caso se da
una conversin del derecho de propiedad, mediante la cual, aunque las cosas cambien, l se
mantiene inclume en su consistencia, pues subsiste inalterable su valor econmico.
8. Vase nuestra obra El derecho como obstculo al cambio social, 5 edicin Mxico, Siglo XXI
Editores, 1981, pgs. 121-128.
9. Estos caracteres se originan en el concepto romano de propiedad privada que domin al trmino
de la evolucin del derecho romano. Se ha sostenido que todo este derecho romano puede ser
reducido a un concepto de poder, en el que el orden pblico conduce a la concentracin de todo el
poder en el emperador (imperiurm) y el orden privado a la concentracin de las fortunas en una
clase minoritaria de propietarios (dominium).
10. G. Aubry y C. Rau, Cours de droit civil franais, t. u, 4 ed., nm. 190 Marchal Billard, Pars,
1869.
11. Baudry-Lacantinrie, Prcis de droit civil, 1.1, 10a ed., nm. 1296, pg. 726.
12. La frase final del art. 544 del Cdigo Napolen, en cuanto pone un lmite al propietario en
aquello que las leyes y reglamentos prohben, significara, aparentemente, una restriccin al poder
absoluto de este. No fue ese su espritu original, sin embargo, porque de acuerdo con los
antecedentes histricos esa frase no significaba una reduccin de las amplsimas facultades que
concede al propietario el derecho de propiedad privada, sino que tena por finalidad evitar que se
produjeran choques entre los diversos propietarios, por invasin por parte de uno o algunos de
ellos del rea de los derechos de otro u otros. Ver nuestra obra citada en nota 2, pgs. 40 y 41.
13. Ntese que esta nota tan esencial del derecho de propiedad (tan esencial que es la que ha
permitido el desarrollo del capitalismo), no es mencionada por los juristas tradicionales.
Es curioso sealar que en nuestra poca un distinguido jurista francs, J. Carbonnier, se alza
contra esa gran propiedad capaz de multiplicarse al infinito a travs de posesiones simblicas o
por intermedio de otros. Estima que esta propiedad pierde respetabilidad y se convierte en "algo
monstruoso e inhumano". Ver Derecho flexible, trad. de Luis Diez P., Madrid, Edit. Tecnos, 1974,
pgs. 235-238.
14. Es interesante notar que la legislacin del antiguo Israel no admita que la tierra pudiera ser
vendida en forma perpetua, pues dispona que al cabo de 49 aos esta revertira a su primitivo
propietario: Sagrada Biblia, Levtico, cap. XXV, vers. 8-16.
15. El mismo J. Carbonnier, ya citado, recomienda hoy que se busque un lmite temporal a la
propiedad conforme a la duracin de una vida humana, por estibar que el derecho no debe prestar
su garanta ms all de este lapso (misma obra, pgs. 246-248).
16. Al ser aprobada la DUDH en 1948, la ONU contaba con 56 Estados miembros. Votaron en
favor 48 Estados, ninguno en contra y se registraron 8 abstenciones correspondientes a Estados
socialistas, Unin Sudafricana y Arabia Saudita. Atendido el carcter de la DUDH y su vinculacin
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directa con los fines de la ONU, ha de entenderse que su texto cuenta con la adhesin formal (cosa
bien diversa de su re conocimiento prctico) de todos los pases afiliados.
17. Es preciso recordar que los Estados socialistas se abstuvieron en la votacin y que la URSS
haba depositado antes una proposicin de enmienda en la que sealaba que el derecho de
propiedad y su garanta deban quedar librados a las leyes internas de cada pas.
18. Un internacionalista conservador, F. MNCH, hondamente preocupado por la suerte del
derecho de propiedad privada tradicional se lamenta de que en el citado art. 17 los principios de
resguardo del derecho de propiedad privada no hayan sido "definidos con ms detalle" (vase
Recueil de Cours de l'Acadmie de Droit International, vol. III, ao 1959, pg. 53). Pareciera buscar
consuelo en tal eufemismo.
Conviene agregar que la ONU procur, en los aos siguientes a la aprobacin de la DUDH, la
elaboracin de una declaracin o convencin adicional que desenvolviera los principios sobre
derecho de propiedad. Sin embargo, las profundas discrepancias existentes sobre la materia
dentro de la comunidad internacional, lo impidieron, motivo por el cual la Comisin de Derechos
Humanos, que tena a su cargo dicha tarea, se vio en la necesidad de aplazarla por trmino
indefinido (Actas de sesin de dicha Comisin, x, pg. 7). Este hecho concede un particular valor
al art. 17 de la DUDH, pues ha pasado a constituirse en el nico documento internacional que en
el curso de este siglo haya alcanzado un consenso tan amplio en materia controvertible como lo es
el derecho de propiedad.
19. Segn J. Carbonnier, ello debe ser entendido en el sentido de que "cada Estado tiene el deber
de promulgar y de poner en prctica una legislacin que facilite el acceso de todo ser humano a un
mnimo de propiedad" (ob. cit., pg. 244).
20. Declaracin de la Conferencia Episcopal de Amrica Latina, en su reunin de Puebla, Mxico,
en febrero de 1979 (nm. 492). Esta declaracin se conforma a las proposiciones del Concilio
Vaticano II sobre propiedad (vase Gaudium et Spes) y a las de la encclica Populorum Progressio
(1967).
21. Muchas veces se olvida o se aparenta olvidar que el socialismo no rechaza el derecho de
propiedad privada, sino que lo acepta bajo el nombre de "propiedad Personal", siempre que se
refiera a cosas cuyo origen ltimo es el trabajo personal. Solamente se opone a ella cuando se
trata de medios de produccin.
22. Vase Recueil de Cours de l'Acadmie de Droit International, vol. II, ao 1963, pg. 31.
En cambio, correctamente, G. Fouilloux deja establecido que el art. 17 referido permite que cada
Estado elija entre las formas de propiedad individual y de propiedad colectiva (vase La
nationalisation et le droit international public, Paris, 1962, pgs. 61 y 62).
23. La apreciable interpenetracin de muchas reas del derecho pblico y del derecho privado no
puede llevarnos a negar toda diferencia entre ellos, mucho menos en una poca como la presente
en que las tendencias liberal-individualistas pugnan otra vez por el predominio. Recordemos
tambin que en otros trabajos hemos sostenido la aparicin de un tercer miembro que aadir a la
tradicional biparticin derecho pblico-derecho privado; se trata del derecho social.
24. Esto explica la reaccin de muchos juristas de amplio criterio (no civilistas), que han tenido
que admitir el cambio total operado en el plano jurdico.
As, B. Chenot declara que "la nocin de propiedad... no es ms el derecho inviolable y sagrado,
anterior y superior al Estado, que no cedera sino por excepcin a las exigencias del inters
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pblico mediante una previa y justa indemnizacin..." (Organisation Economique de l'Etat, Paris,
Dalloz, 1965).
G. Fouilloux sostiene: "La propiedad no es ya inviolable y sagrada..." (ob. cit.).
25. Esto origina quejas de parte de los juristas tradicionales. S. petren califica al art. 17 de
"bastante incoloro", que convierte en considerablemente ms dbil la proteccin del derecho de
propiedad privada, pues "no podra, evidentemente, ser interpretado como que testimonia la
existencia de un principio general de derecho que proteja la propiedad contra toda medida no
seguida de indemnizacin" (ob. cit., pg. 30).
26. Contra este art. 17 de la DUDH choca manifiestamente, pese a que ese precepto cont con la
aprobacin de los Estados Unidos, la tesis norteamericana sobre que nadie puede ser privado de
su propiedad sino mediante el pago de una compensacin "adecuada (en el sentido de completa),
pronta y efectiva". Esa tesis ha sido formulada ante medidas de nacionalizacin dictadas por
pases pobres respecto de empresas de produccin o distribucin de bienes y servicios de gran
importancia para la ordenacin de la economa nacional o para la recuperacin de sus riquezas
naturales bsicas. A esta tesis se pliegan en la prctica los dems Estados industrializados,
incluso aquellos que decretaron, en su momento, nacionalizaciones dentro de su territorio
(Francia y Gran Bretaa). La contradiccin en que incurren es evidente. Ver nuestras obras
Nacionalizacin y recuperacin de riquezas naturales ante la ley internacional, Fondo de Cultura
Econmica, Mxico, 1974; Defensa de las nacionalizaciones ante tribunales extranjeros, Edicin
UNAM, 1976, Mxico, y "La nacionalizacin en su aspecto jurdico", en Derecho Econmico
Internacional, Fondo de Cultura Econmica, 1976, Mxico.
27. Conviene sealar que hasta una Constitucin tan retrgrada como la dada a Chile por el
rgimen del general Pinochet, que en materia econmicosocial se atiene a una lnea liberalindividualista pura, reconoce la funcin social de la propiedad en su texto (art. 19, nm. 24).
En muchos estudios jurdicos modernos sobre derecho de propiedad se procura desvanecer los
efectos del carcter de funcin social por medio de retorcidos argumentos. En esta forma se sigue
la moda pero no se renuncia a la posicin ideolgica.
28. Por primera vez en una Constitucin, puesto que antes se haban ocupado de ella varios
pensadores y juristas, entre ellos A. Comte y L. Duguit.
29. La Constitucin espaola de 1978 no es avanzada en materia de propiedad. Pues, aparte de
admitir la funcin social de la propiedad privada, queda harto ms atrs que el art. 17 de la
DUDH. As lo comprueban el acpite 1 de su art. 33, que reconoce exclusivamente el "derecho a la
propiedad privada", y el acpite 3 del mismo, que exige "causa justificada de utilidad pblica o
inters social" seguida de una infaltable "indemnizacin" para que pueda haber privacin de
propiedad privada. Ha de agregarse que el art. 47 de esta Constitucin contiene un parcial
reconocimiento de un aspecto de dicho art. 17, en cuanto declara que "todos los espaoles tienen
derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada".
30. En Rerum Novarum solo se deca que el derecho de propiedad privada ad mite moderacin
respecto de su uso cuando es necesario concordarlo con el bien comn (nm. 33) y en
Quadragesimo Anno se seal a tal derecho un doble carcter, individual y social (nm. 45).
31. El jurista socialista V. Knapp sostiene que "el derecho de los pases capita listas no conoce
hasta el presente ninguna limitacin general del ejercicio de los derechos en el inters social". Nos
parece excesiva su afirmacin, cuando menos desde un punto de vista formal, pues en las
Constituciones de Colombia (art. 30) y de Panam (art. 45) se establece que cuando resulten en
conflicto los derechos de particulares con la necesidad pblica, el inters privado deber ceder al
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inters pblico o social. Llama s la atencin que un principio tan obvio y fundamental como ese
pueda ser hallado solo como excepcin dentro de la legislacin occidental.
32. De los civilistas ms modernos, solo Carbonnier y los Mazeaud hacen referencia al art. 17 de
la DUDH. nicamente el primero descubre en l un derecho general de tener acceso a la
propiedad. Pero ninguno de ellos divisa la riqueza de las trasformaciones sobre derecho de
propiedad contenidas en dicho precepto.
33. Verifquese, por ejemplo, cuntos estudiosos de los problemas del derecho de propiedad toman
en consideracin que en este siglo ha nacido una institucin jurdica nueva, llamada
nacionalizacin, que trae numerosas limitaciones a aquel derecho. Vanse obras citadas en nota
26.
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