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Novoa Monreal Escamoteo de Juristas El Concepto de Propiedad

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UN ESCAMOTEO DE LOS JURISTAS:

EL CONCEPTO DE PROPIEDAD*
Eduardo NOVOA MONREAL
[Captulo IV del libro Derecho, Poltica y Democracia,
Editorial TEMIS, Bogot, 1983,
digitalizado por Centro Documental Blest]

1. El silencio de los juristas


2. Las alternativas posibles
3. Concepto tradicional de propiedad
4. Caracteres del derecho de propiedad en la doctrina tradicional
5. Trasformacin del concepto de propiedad y sus principales novedades
6. Derecho de acceso de todos a la propiedad
7. Reconocimiento de dos formas de propiedad: individual y colectiva
8. Nueva localizacin jurdica del derecho de propiedad
9. La privacin de la propiedad
10. Funcin social de la propiedad
11. Actitud de los juristas
Notas

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1. EL SILENCIO DE LOS JURISTAS


Cuando un hecho de notoria relevancia no es destacado, y ni siquiera es mencionado o
aludido por aquellos a quienes toca captarlo y analizarlo dentro de sus estudios propios,
es preciso averiguar cul es la razn de tal silenciamiento. Es lo que sucede con la
manifiesta trasformacin que ha ido experimentando el concepto de derecho de propiedad
a lo largo del siglo presente, trasformacin extraordinaria y de gran alcance, de la cual los
juristas que deben ocuparse del tema no han acusado recibo.
Una materia de tanta importancia social como esta, cuya finalidad es una mejor
determinacin de la relacin del hombre con la naturaleza y de todo aprovechamiento que
este haga de los bienes que la ltima le proporciona, no recibe la atencin de quienes se
tienen por cientficos del derecho, pese a constituir la propiedad una de las instituciones
*

Este captulo corresponde a un artculo publicado en la revista espaola de ciencias sociales Sistema,
nmero 47, de marzo de 1982, Madrid, con el ttulo de: "Una transformacin silenciada por los juristas: el
concepto de propiedad".

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fundamentales en las que se basa todo el sistema de organizacin poltico-econmicosocial del llamado mundo occidental cristiano. Tan fundamental, que solo las nociones de
Estado y de matrimonio podran aspirar -y eso con dificultades- a siturseles a la par (1).
El concepto de propiedad trasciende ampliamente el campo del derecho, pues se
trasforma en un elemento irreductible del sistema econmico que rige en una sociedad
concreta y en la variable ms esencial de su rgimen social. Con ello aparecen
manifiestas sus vinculaciones con el proyecto poltico que recibe acogida en esa sociedad
y se hacen evidentes, por otra parte, sus implicaciones filosficas y ticas. "Difcilmente
podra encontrarse, por ello, una categora jurdica de mayor resonancia social y ms
definitoria de la forma que asume la organizacin social de un pas, que la propiedad" (2).
Hemos de exponer la tan marcada evolucin que ha tenido en Occidente el concepto de
propiedad, no tan solo de parte de filsofos y pensadores que se ocupan de su idea, sino
tambin de parte de polticos y legisladores encargados de darle efectiva aplicacin en el
seno de sociedades de muy variado pelaje desde el punto de vista econmico, ideolgico y
de desarrollo (3). Y despus de hacerlo, habremos de repetirnos una y otra vez la
pregunta: por qu los tericos del derecho omiten referirse a ella? (4).

2. LAS ALTERNATIVAS POSIBLES


Dar una respuesta acertada supone recorrer las alternativas posibles para escoger, luego,
la que mejor concuerde con los hechos y sus circunstancias.
Una primera posibilidad parecera ser que la evolucin referida sea efectivamente
desconocida por los estudiosos del derecho civil. Nos parece preferible descartarla, pues a
lo largo de los ltimos sesenta aos muchas exteriorizaciones de ella han sido
consideradas y debatidas en mbitos muy prximos y vinculados al derecho. Una
ignorancia de esta clase acusara, por otra parte, un grado de vencibilidad de ella apto
para transformarla en francamente culpable y en vehementemente sospechosa de ser
simulada, con el fin de no darle acogida en el plano jurdico y de no alentar ideas
diferentes de las tradicionales. O sea, en ltimo trmino, esta alternativa llevara ms
bien a acusar a los juristas de desentenderse de las novedades del mundo con tal de no
verse exigidos a cambiar sus enseanzas clsicas sobre la materia.
La segunda alternativa podra consistir en que tales juristas tuvieran debida y oportuna
informacin acerca de la mudanza a la que nos referimos, pero estimaran que ella no
tiene en el campo del derecho ni el relieve ni la significacin que nosotros le asignamos.
Para excluir este extremo nos parece que basta exhibir la profundidad y sentido de la
trasformacin que anotamos, los que ms adelante se constituirn en el centro de este
trabajo. De sostenerse tan equivocado juicio, fruto de un grave error de apreciacin, se
requeriran, por otra parte, una consideracin explcita del asunto dentro del discurso y
una argumentacin apropiada para sustentar la tesis, cosas ambas que brillan por su
ausencia. Es por ello por lo que asoma otra vez la sospecha de que se prefiere prescindir
de la realidad para no modificar los principios tradicionales.
La tercera y ltima posibilidad sera que de modo abierto, directo y franco, y no como
mera sospecha o inferencia, comprobramos que los juristas tradicionales, animados del
espritu conservador que impregna a quienes cultivan los estudios jurdicos (5), optan
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para mantener inclumes las antiguas enseanzas acerca del derecho de propiedad,
suprimiendo deliberadamente los antecedentes y hechos que exigiran su alteracin,
como forma de cegar una revisin profunda de las teoras, principios y tesis que han
dominado hasta ahora dentro del derecho.
Como vemos, las alternativas posibles frente a una realidad tangible y a una significacin
que resultan imposibles de desconocer, quedan reducidas a una sola: los juristas
tradicionales prefieren mantener sus teoras y principios de otra poca, pese a que las
ideas y los hechos les muestren el desapego de ellos con la vida social y sus necesidades.
Una ltima pregunta podra ser propuesta: es tal obstinacin a expresin de una
fantica fe en tesis obsoletas o es una manera de servir a determinados intereses? Nos
parece que la sola interrogacin adquiere un sentido ofensivo impropio de un trabajo
serio. Por ello nos conformamos con las consideraciones que la precedieron.

3. CONCEPTO TRADICIONAL DE PROPIEDAD


Conscientes de que toda fuerza de nuestras deducciones se apoya en una efectiva,
notoria e indesmentible modificacin del antiguo concepto de propiedad, acallada por los
juristas, mostremos en qu ha consistido ella. Con este propsito situmonos primero en
el concepto tradicional, para desde all verificar los profundos cambios producidos.
Para nuestros fines no hemos de remontarnos indefinidamente en la historia del derecho.
Nos basta exhibir, como punto de partida apropiado, el que se origina en la doctrina
liberal-individualista, soporte ideolgico del capitalismo que perdura hasta nuestros das.
El estamento burgus, apoyado en las ideas de su revolucin triunfante, la de 1789,
coloca como eje central de toda su elaboracin poltico-social al derecho de propiedad
privada. El concepto que impone es el que deriva de dos grandes documentos con los que
se abre y se cierra el ciclo revolucionario en el plano del pensamiento: la Declaracin de
los Derechos del Hombre y del Ciudadano, aprobada por la Asamblea Constituyente el 26
de agosto de 1789, por un lado, y los arts. 544 y 545 del Cdigo Napolen, de 1804, por
la otra. Junto a ellos, pero ms con inters histrico que por su contenido jurdico
novedoso, puede mencionarse tambin la Quinta Enmienda de la Constitucin de los
Estados Unidos (6).
El punto XVII de la Declaracin citada prohbe toda privacin del derecho de propiedad,
por asignar a este los caracteres de "inviciable y sagrado". Esto significa que asegura de
modo permanente, con toda la fuerza y la respetabilidad de dichos solemnes calificativos,
la plena vigencia y eficacia del derecho de los particulares sobre los bienes que poseen.
Tal derecho, al igual que los dems amparados por la Declaracin, tiene tambin los
caracteres de "natural e imprescriptible", por lo que a ningn legislador, ni actual ni
futuro, ser lcito desconocerlo o disminuirlo (7). Nunca antes haba alcanzado el derecho
de propiedad tan alta categora conceptual.
El art. 544 del Cdigo Napolen define la propiedad como "el derecho de gozar y disponer
de las cosas del modo ms absoluto, siempre que no se haga de ellas un uso prohibido
por las leyes y reglamentos". Y el precepto siguiente, en plena corroboracin de lo
expresado por el anterior, agrega que "nadie puede ser obligado a ceder su propiedad", y
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que si esto fuere impuesto por causa de utilidad pblica, al propietario habr de serle
remplazada su cosa por "una indemnizacin justa y previa".
He aqu un sistema sociopoltico que se satisface dejando a los individuos en plena
libertad para que dispongan, conforme a su propia y exclusiva voluntad, de los bienes
que han incorporado a sus respectivos patrimonios, mediante la consagracin de un
"derecho subjetivo" de propiedad privada que viene a convertirse en prototipo de otros
derechos de ndole patrimonial. Por este motivo es por el que Jellinek expresa que el
derecho subjetivo es un poder de querer o el poder de imponer a los dems el respeto de
la voluntad propia. Se caracteriza al derecho de propiedad diciendo que envuelve una
relacin directa entre su titular y la cosa sobre la cual se ejerce (derecho real), mediante
la cual dicho titular dispone del poder ms amplio posible sobre esta ltima, poder que se
extiende a su uso, goce y disposicin.
Consecuente con sus principios, la doctrina liberal-individualista eleva al propietario
privado a la calidad de ciudadano ordenado, virtuoso y confiable, por ser el que ha
demostrado laboriosidad, sensatez y espritu de economa. Boissy D'Anglas, al presentar
la Constitucin del ao ni a la Convencin, explicaba que "un pas gobernado por
propietarios es una verdadera sociedad civil; otro que se gobierna por desposedos se
halla en estado de naturaleza" (salvaje) (8). Esto explica que durante el siglo pasado, en la
generalidad de los pases tenidos por democrticos, se reconociera derecho al sufragio
nicamente a los propietarios.

4. CARACTERES DEL DERECHO DE PROPIEDAD EN LA


DOCTRINA TRADICIONAL
La doctrina liberal-individualista elabor un concepto de propiedad privada con los
siguientes caracteres: absoluta, exclusiva, ilimitada en su cantidad, perpetua y
transmisible (9).
El carcter absoluto del derecho de propiedad privada consiste en reconocer el ms
amplio valor, en todo lo relativo a la forma y condiciones en que el propietario puede
ejercer sus facultades sobre la cosa que le pertenece, a la voluntad omnmoda de este.
Los juristas franceses Aubry y Rau se expresaban de la siguiente manera, a mediados del
siglo pasado: "La propiedad, en el sentido propio de esta palabra (dominium), expresa la
idea del poder jurdico ms completo de una persona sobre una cosa, y se puede definir
como el derecho en virtud del cual una cosa se encuentra sometida, de una manera
absoluta y exclusiva, a la voluntad y a la accin de una persona" (10). Otro gran civilista
francs, Baudry-Lacantinrie, afirmaba: "el propietario puede realizar legtimamente con
su cosa actos de cualquier clase, aun cuando no tenga ningn inters confesable en
realizarlos", y su colaborador M. Chneaux aada que el propietario "goza de la cosa
como quiere, incluso, si le place, de una manera abusiva" (11).
Es la voluntad individual de una minora de propietarios la que decidir, libremente y sin
trabas (12), sobre el empleo y destino de bienes que la naturaleza ha puesto a disposicin
de todos los hombres. Con base en estos lineamientos fueron redactados los cdigos
civiles de todos los pases occidentales, cdigos que entendan contener toda la legislacin
comn permanente necesaria para las relaciones jurdicas de los hombres entre s. En
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verdad regan tan solo relaciones entre "individuos poseedores". Por esta razn se ha
denominado al Cdigo Civil "el Cdigo de los propietarios" (excepcin hecha de su parte
relativa al derecho de familia).
La exclusividad del derecho de propiedad privada, otro de sus caracteres, consiste en la
facultad del propietario de rechazar cualquier intervencin de terceros en el uso, goce y
disposicin de la cosa que le pertenece.
La ilimitacin cuantitativa del derecho de propiedad privada supone que un propietario
no tiene lmites en cuanto a la cantidad de bienes que puede acumular para s, sin que
importen para ello ni la clase de bienes ni el aprovechamiento ni el destino que les d o el
abandono en que los mantenga (13).
La perpetuidad del mismo derecho significa que este no lleva en s nota de caducidad,
puesto que durar mientras dure la cosa (14).
La transmisibilidad de dicho derecho asegura su perpetuidad, en cuanto le permite durar
incluso ms all de la vida individual del propietario, puesto que va pasando a los
herederos de este que lo suceden. As mirado, el derecho de propiedad es eterno, en tanto
la cosa que es su objeto subsista (15).
He ah al sustrato jurdico que permiti la implantacin del capitalismo en casi todos los
pases occidentales.

5. TRASFORMACIN DEL CONCEPTO DE PROPIEDAD Y SUS


PRINCIPALES NOVEDADES
Sern necesarios casi ciento setenta aos de historia para que el concepto de propiedad
sea manifestado, con asentimiento generalizado (aun cuando de parte de muchos
meramente formal), en trminos bien diferentes de los que le dedicaron los grandes
documentos de la Revolucin individualista, al punto que basta conocerlos para captar la
honda mutacin producida.
Ntese que se trata de una evolucin gradual, producida principalmente en el ltimo
tercio de tan prolongado perodo, pero que se concreta en un texto que resume aspectos
muy importantes de ella, si bien no todos.
No es nuestro propsito agotar, en un breve resumen como este, todas las modificaciones
experimentadas por la institucin de la propiedad, tanto desde el punto de vista de su
concepto (principalmente jurdico) como desde el de su vigencia real en las sociedades
humanas. Por ello vamos a reducir nuestras observaciones a las que tienen lugar en el
art. 17 de la Declaracin Universal de los Derechos Humanos, aprobada por la ONU, en
Pars, el 10 de diciembre de 1948. Solo agregaremos a ella otra de muy vasto alcance,
recogida en la mayor parte de las constituciones modernas, consistente en el carcter de
funcin social que se admite hoy para la propiedad privada.
La Declaracin Universal de los Derechos Humanos (DUDH) condensa en treinta artculos
aquellos derechos fundamentales del hombre que el adelanto de la civilizacin obliga a
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reconocer ahora a los pases integrantes de la ms vasta y ms completa de las


organizaciones internacionales que hayan existido. En esos preceptos se precisan tales
derechos, su contenido y su alcance esenciales. Conforme a ese texto y a la Carta de la
ONU, ellos han de tenerse por aceptados, no solo por los pases que en 1948 formaban
parte de la ONU, sino tambin por todos los otros pases que desde entonces se han
incorporado a esta organizacin internacional, hasta exceder el nmero de ciento
cincuenta naciones afiliadas (16). Intilmente podra buscarse, por ello, algn instrumento
de esta naturaleza que en cualquier momento de la historia humana hubiera contado con
ms universal consenso.
Dice el art. 17 de la DUDH:
"1. Toda persona tiene derecho a la propiedad, individual o colectivamente.
"2. Nadie ser privado arbitrariamente de su propiedad".
Apartemos de nuestra mente la idea de que este enunciado sea excesivamente avanzado y
que hubiera sido introducido por sorpresa en un momento dado, ms all de la verdadera
intencin de quienes lo aprobaron. Por el contrario, este texto procura ser un punto de
encuentro o de conciliacin entre posiciones ideolgicas divergentes que se manifestaron
durante el debate. Fue con esta frmula precisa con la que se alcanz el asentimiento de
aquellos que lo votaron favorablemente (17).
Marquemos los puntos en los que este art. 17 se aparta del enunciado de la Declaracin
de 1789 y de los preceptos legales mediante los cuales se puso esta en aplicacin. Hemos
de ver que estos puntos, aun cuando no formulados de manera explcita como diferencias
que separen a dicho artculo de estos documentos, sealan con entera claridad principios
muy diversos, cuando no opuestos, dentro de una redaccin altamente concisa y rica en
contenido (18).

6. DERECHO DE ACCESO DE TODOS A LA PROPIEDAD


El art. 17 de la DUDH no se ocupa de proporcionar garantas inviolables a los actuales
poseedores de riqueza, como lo haba hecho la Declaracin de 1789. Aquel pretende
asegurar, en cambio, a todos los hombres, el acceso al uso y aprovechamiento de los
bienes del mundo, apoyndolos en su derecho a contar con un patrimonio mnimo o
necesario.
Esta idea, francamente novedosa (para no calificarla de revolucionaria), se introduce
sobre la base de la sustitucin de una preposicin brevsima por otra. No se habla, como
en 1789, del derecho de propiedad, vale decir, del derecho que puede corresponder a
ciertos individuos sobre determinados bienes conforme a un sistema de distribucin de
riqueza ya establecido, al que se reputa como "inviolable y sagrado", sino que se trata del
derecho a la propiedad que asiste a todo ser humano para contar con los bienes
necesarios, el que se reconoce a cada uno de manera clara y precisa.
El vuelco es manifiesto: no se trata de asignar a los actuales propietarios de los bienes del
mundo la garanta de que su situacin no ser tocada, que es lo que antes se hizo, sino
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de expresar el derecho que tienen todos los hombres a participar en el disfrute de tales
bienes.
La nueva forma de redaccin, destinada a expresar tan importante cambio de enfoque,
est preada de consecuencias de vasto alcance:
a) ya no se sacraliza ni se tiene por inmutable una forma de distribucin de los bienes del
mundo en la que unos pocos tienen demasiado y la mayora no tiene nada, calificada de
injusta por el criterio de vastos sectores de opinin y de figuras rectoras del pensamiento
humano;
b) se abre el paso a medidas ms justas de distribucin de la riqueza, con el fin de que
esa gran mayora de desposedos pueda adquirir los bienes que demandan las
necesidades de su desarrollo humano (19);
c) convierte al texto, por consiguiente, en una norma trasformadora de la organizacin
social existente, en oposicin a la ndole fundamentalmente conservadora de la clusula
sobre propiedad prevista en la Declaracin de 1789; sobre esta base, los desposedos
pueden esperar un trmino su condicin de tales, en virtud de reformas estructurales de
fondo.
Conviene tener presente que esta forma de entender el derecho de propiedad (mejor
dicho: "a la propiedad"), coincide en buena parte con el que se desprende de tradicionales
y tambin recientes declaraciones de pensadores y jerarcas cristianos, entre ellas la que
afirma: "Los bienes y riquezas del mundo, por su origen y naturaleza, segn la voluntad
del Creador, son para servir efectivamente a la utilidad y provecho de todos y cada uno de
los hombres y los pueblos. De ah que a todos y a cada uno les competa un derecho
primario y fundamental, absolutamente inviolable, de usar solidariamente esos bienes en
la medida de lo necesario para una realizacin digna de la persona humana" (20).
Una consecuencia muy importante de este aspecto del art. 17 citado, es que afirma un
principio cuya validez no se restringe al plano interno o nacional, sino tambin al orden
internacional. De l puede deducirse, en efecto, que debe propender se a que todas las
naciones tengan acceso a los bienes y riquezas que la naturaleza proporciona o que el
hombre ha logrado producir; de este modo, los pases pobres podran salir de su actual
desvalimiento y podra obtenerse una mejor distribucin de la riqueza entre las naciones.

7. RECONOCIMIENTO DE DOS FORMAS DE PROPIEDAD:


INDIVIDUAL Y COLECTIVA
La frmula del art. 17 de la DUDH sobrepasa el mbito de la pura propiedad privada,
nica que era tenida en consideracin dentro de las garantas de la Declaracin de 1789
y de sus aplicaciones legales y nica de la cual trata hasta ahora la casi totalidad de los
juristas occidentales.
Ahora, la propiedad privada, llamada en el texto "individual", pasa a ser tenida como uno
de los extremos de un enfoque bipolar; pues la propiedad (en general) es reconocida y
protegida en el doble aspecto de propiedad individual y de propiedad colectiva.
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El tema se aborda, por consiguiente, desde una perspectiva mucho ms vasta, poniendo
como su objeto a todas las cosas que interesan o aprovechan al ser humano y que este
puede usar, gozar y disponer. Y se resuelve que tales cosas pueden ser posedas no solo
en forma individual y privada, sino tambin en forma colectiva o comn. Con ello la
propiedad pasa a ser, muy correctamente, la relacin de aprovechamiento y utilidad de
los bienes del mundo respecto del hombre y se admite que ambos pueden darse tanto
dentro de un rgimen de propiedad privada como dentro de otro de propiedad colectiva; o,
cuando menos, dentro de un rgimen mixto dentro del cual pueden coexistir propiedad
privada y propiedad comn.
En consecuencia, no es posible continuar refirindose al derecho de propiedad privada como se ha hecho hasta ahora- como el nico que tiene categora jurdica y es acreedor a
garantas y seguridades. Ser un concepto mucho ms amplio de propiedad (comprensivo
de la privada y de la colectiva), dentro del cual la propiedad privada es tan solo una
especie, el que deber requerir la atencin de los juristas.
Es comprensible que una idea de esta naturaleza, que da acogida en una declaracin
internacional tan conspicua a un rgimen de propiedad que se aplica en los pases
socialistas respecto de los medios de produccin (21), despierte resistencias vehementes
entre los juristas tradicionales. A ello debemos atribuir que el internacionalista S. Petren
haya expresado, en una interpretacin abiertamente arbitraria, que la expresin
"propiedad colectiva" del art. 17 citado se refiere a la propiedad privada de la que son
titulares corporaciones, sociedades u otros entes jurdicos de derecho privado formados
por pluralidad de individuos (22).
El art. 17 solo puede entenderse correctamente como referido a la propiedad colectiva en
que consiste ese sistema de propiedad que es opuesto al de propiedad privada; esta es la
nica interpretacin aceptable para un precepto que fue debatido largamente en una
asamblea internacional de la que formaron parte pases socialistas, donde el significado
de las palabras fue bien conocido y aplicado, y es la nica posible desde un punto de
vista lgico-jurdico. En efecto, invariablemente se ha admitido, sin controversia alguna,
que el derecho de propiedad privada puede ser ejercido por individuos aislados (personas
naturales) o por personas morales o jurdicas que materialmente estn integradas por
varios individuos. Esto es algo que toca al titular del derecho y no al derecho en s
mismo. Por tratarse de un punto ajeno a toda discusin -pasada, presente o futura- era
innecesario introducirlo en un texto con propsitos de innovacin; con tanta mayor razn
cuanto que no existe diferencia alguna entre el derecho de propiedad privada que ejerce
un ser humano individual y el que ejerce una corporacin o una persona jurdica, por lo
que toca con su contenido o alcance jurdicos. En ambos casos se trata de derecho de
propiedad privada que se reconoce a los particulares. Carecera, pues, de sentido una
supuesta referencia a que el derecho de propiedad puede tener como titulares tanto a
personas naturales como jurdicas, aspecto que nunca ha ofrecido problemas y que
quedara fuera de lugar en un texto tan conciso como el elaborado; tanto ms cuanto
que, de ser ese el propsito, habra de apreciarse de inmediato la posibilidad de
descaminar al intrprete -por el empleo de trminos ambiguos- llevndolo a la distincin,
mucho ms usual y controvertida, entre propiedad privada y propiedad colectiva a que
nos hemos referido.
En resumen, el art. 17 de la DUDH asegura a todo ser humano el que pueda disponer y
aprovechar de los bienes que ofrcela naturaleza o el ingenio de los hombres, bien sea
que el aprovechamiento de ellos se realice en forma de propiedad privada o de propiedad
colectiva.
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8. NUEVA LOCALIZACIN JURDICA DEL DERECHO DE


PROPIEDAD
Conforme a las ideas tradicionales, segn se vio, el derecho de propiedad es tratado
dentro del derecho civil, en el libro correspondiente a los bienes, los derechos reales o las
cosas, segn la triple denominacin que se usa, y es mirado siempre como un derecho
subjetivo.
Basta imponerse de las dos novedades ya explicadas en las secciones 6 y 7 precedentes,
para caer en la cuenta de que no corresponde que permanezca all ni que reciba ese
tratamiento.
En efecto, en cuanto pasa a prevalecer en la DUDH el derecho de todo ser humano a
acceder a una propiedad necesaria para l, el tema no puede quedar situado dentro de
una rama jurdica dedicada a resolver los conflictos que pueden oponer a individuos
aislados (justicia conmutativa), como es el caso del derecho civil, y habr de reubicrsele
fuera de las fronteras del derecho privado.
Por otra parte, no hay que olvidar que las normas sobre reconocimiento y vigencia de los
derechos fundamentales del hombre, entre los que se halla el derecho u la propiedad,
pertenecen hoy al mbito del derecho internacional pblico, en cuanto obligaciones de los
Estados entre s y medidas destinadas a dar amparo a tales derechos por la comunidad
internacional de naciones, y pertenecen al mbito del derecho constitucional (parte
dogmtica) en cuanto al aseguramiento de ellos dentro de un Estado concreto, como
garantas ciudadanas. Adems, debe tenerse en cuenta que el propsito de trasformacin
social y de redistribucin de la riqueza que anida en la actual idea de derecho a la
propiedad (justicia distributiva) encuentra su lugar propio dentro del derecho poltico.
Tambin la amplificacin del derecho de propiedad a la propiedad colectiva envuelve un
necesario desplazamiento de l desde el campo del derecho privado hacia el del derecho
pblico o del derecho social (23).

9. LA PRIVACIN DE LA PROPIEDAD
Conforme al acpite segundo del art. 17 que estudiamos, la nica garanta que se
concede hoy a un propietario ante una medida estatal que tienda a despojarlo de su
propiedad, es que la privacin no podr ser arbitraria.
Obsrvese el cambio enorme producido en relacin con la vieja frmula de 1789, que
estaba dirigida esencialmente a vedar cualquier privacin de la propiedad o, si eso no
poda cumplirse, a asegurar en ltimo extremo su reemplazo por una indemnizacin
previa. Esta oposicin frontal a cualquier privacin de propiedad no era sino la
consecuencia natural de proclamar al derecho respectivo como "inviolable y sagrado".
El art. 17 de la DUDH elimina de su texto no solo los calificativos de inviolable y sagrado,
sino cualquier referencia a un pretendido derecho del propietario a ser indemnizado en
caso de privacin de su cosa (24). Si no fuera por la acusada modificacin que a las ideas
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tradicionales traen las explicaciones de las tres secciones precedentes, tal vez podra
afirmarse que aqu se encuentra la ms revolucionaria de las consecuencias que se
infieren de este nuevo texto.
No es por simple inadvertencia que este art. 17 asumi la forma expuesta. Los redactores
hubieron de considerar:
a) que el derecho de propiedad no ser considerado, en adelante, como inviolable y
sagrado;
b) que no debe ser negado el derecho del Estado a adoptar las medidas de inters general
que sean requeridas, en cuanto estas exigieren de privacin de propiedad; por esto
desaparecen las limitaciones y restricciones precedentes que reducan ese derecho esta
tal a los casos de "necesidad pblica evidente" y lo condicionaban a una "indemnizacin
previa y justa";
c) que, aparte de la tradicional "expropiacin por causa de utilidad pblica" pueden darse
otras medidas aceptables de privacin de propiedad, entre ellas la nacionalizacin, la
confiscacin y la requisicin;
d) que no siempre es necesario el pago de una indemnizacin al propietario al cual se
priva de su propiedad.
Por tales razones ellos hicieron retroceder, en gran medida, la barrera protectora de los
derechos del propietario y se limitaron a indicar que este no poda ser despojado
arbitrariamente de su propiedad (25).
Es importante dejar establecido que esta norma de la segunda parte del art. 17 de la
DUDH est referida, como se desprende de lo dicho, a las medidas de privacin de
propiedad que imponga el Estado o que consumen sus representantes.
Obrar arbitrariamente significa proceder en forma irracional, siguiendo meros caprichos
u obrando por motivos o fines menguados. Es lo contrario de aquellas medidas que
decreta el Estado y que se inspiran en razones de bien pblico. El procedimiento ser
arbitrario, por lo tanto, cada vez que se prive a alguien de la propiedad que le pertenece
de manera inmotivada, por venganza o solo para daarlo, con olvido de los altos fines
sociales que toca al Estado desarrollar, alcanzar y proteger.
Toda privacin de propiedad que no se halle en la condicin de arbitraria, queda
permitida por el segundo acpite del art. 17, sin exigencia de pago de indemnizacin y,
mucho menos, de que ella sea completa y previa (26). Esto implica un giro completo de los
principios jurdicos que hasta entonces se haban tenido como subsistentes por amplios
sectores de los tericos del derecho y significa abrir el paso a la accin del Estado para
una organizacin ms justa de las economas nacionales. En este sentido, el aspecto que
ahora tratamos guarda congruencia perfecta con la declaracin del derecho de todos de
tener propiedad.

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10. FUNCIN SOCIAL DE LA PROPIEDAD


No est dentro de nuestro propsito recordar en este trabajo toda la evolucin
experimentada por el derecho de propiedad, especialmente en las ltimas dcadas;
tampoco nos detendremos en un recuento de las mltiples y sucesivas limitaciones que
se le han ido imponiendo y que lo dejan, hoy da, en la condicin de mera sombra de ese
derecho subjetivo absoluto y exclusivo que se reconoca a los particulares en el siglo
pasado.
Sin embargo, aparte de las sustanciales y profundas alteraciones introducidas por el art.
17 de la DUDH, que hemos desarrollado sucintamente en las cuatro secciones
precedentes, existe otra innovacin -no incorporada de manera explcita al mencionado
precepto- que, al igual que aquellas, consta de importantsimos documentos de
proyeccin universal. Se trata del carcter de funcin social que se reconoce hoy en forma
amplia y general al derecho de propiedad privada.
Esta idea de la funcin social de la propiedad (privada o individual) aparece en la mayor
parte de las constituciones modernas y en otros documentos de encumbrado origen, y se
ha difundido tanto que resulta difcil encontrarle impugnadores abiertos (27).
Aparece por primera vez (28) en la Constitucin alemana de Weimar, en 1919, 153,
conforme a un texto que es acogido por el actual 14 de la Ley Fundamental de la
Repblica Federal de Alemania de 1949: "La propiedad obliga. Su uso debe estar a la vez
al servicio del bien comn".
La idea de funcin social queda explicada con exactitud y concisin en el texto que hemos
reproducido, porque se indica en l que la propiedad no ha de ser tenida nicamente
como derecho sino que envuelve al mismo tiempo un deber para el propietario. Esto
indica que el titular del derecho de propiedad cuenta con una esfera de actuacin dentro
de la cual puede aprovechar la cosa que le pertenece conforme a su voluntad, pero que
tambin est en la necesidad de hacerla servir al inters colectivo o bien comn y de
respetar ciertas limitaciones ligadas con estos. De este modo se procura evitar que la
propiedad se trasforme en un instrumento de privilegio para su titular.
La funcin social es una frmula de armona que intenta poner de acuerdo los intereses
del individuo (propietario) con los de todo el resto de la sociedad, por la va de impedir
que el ejercicio del derecho por el propietario pueda menoscabar o afectar de cualquier
manera el inters colectivo. Ana la libertad del propietario y las facultades con que este
cuenta, con la obligacin de respeto del inters colectivo. Esa funcin social no envuelve
nicamente una limitacin al poder del propietario, porque tambin puede determinar
formas o modos especiales de ejercicio de l destinados a poner la cosa al servicio del
inters general.
En suma, se trata de dejar establecido que el propietario tiene la cosa en nombre y con
autorizacin de la sociedad y que solo puede hacer uso de sus facultades sobre ella en
forma concordante con los intereses de la misma sociedad.

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La funcin social de la propiedad es expresin y sntoma del profundo cambio


jurdicosocial que se abre paso en las sociedades actuales, en bsqueda de solucin a las
mltiples contradicciones econmicosociales que se dan en ellas.
La funcin social de la propiedad est asegurada por el art. 42 de la Constitucin
Italiana, de 1947, y por el art. 33 de la Constitucin espaola, de 1978, entre otras (29).
De las constituciones latinoamericanas, las de Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, El
Salvador, Hait, Honduras, Panam, Paraguay y Venezuela, aparte de la de Nicaragua que
rigi hasta 1979, consagran la funcin social de la propiedad.
En las encclicas sociales pontificias la expresin funcin social aparece por primera vez
en Mater et Magistra (1961) (30). Con menos precisin, el actual Papa Juan Pablo II habla
de la "hipoteca social" de la propiedad, siendo que mucho ms significa y dice la funcin
social a la que nos hemos referido. Lo expuesto permite concluir que en el mundo actual
se produce un consenso universal para admitir que la propiedad comprende
simultneamente poderes y deberes, y que el ejercicio del correspondiente derecho debe
ser realizado en forma compatible con el inters general. Es un aspecto del principio
general que debiera ser tenido como bsico y primordial dentro del derecho moderno: la
subordinacin del inters privado al inters general (31).

11. ACTITUD DE LOS JURISTAS


Las trasformaciones y cambios que hemos reseado, aceptados casi universalmente, de
innegable importancia y proyeccin para la teora jurdica, bastantes para provocar una
modificacin pronunciada de los estudios de derecho y apropiados para llevar a efecto
una revisin radical de los principios y tesis tradicionalmente sustentados en materia de
bienes y de la disposicin de estos por el hombre, ha dejado, no obstante, impvidos a los
juristas, principalmente a los privatistas, que hasta ahora han monopolizado, en la
prctica, el estudio jurdico del derecho de propiedad. La enorme mayora de ellos casi no
ha introducido rectificaciones en sus obras y cursos, elaborados conforme a las ideas
jurdicas tradicionales sobre dicho derecho. Algunos, imaginndose precursores de
autnticas ideas progresistas, han incorporado a sus obras algunas novedades de tipo
tcnico de alcance muy limitado, principalmente las teoras del abuso del derecho y de la
relatividad de los derechos subjetivos, con las cuales bien poco se adelanta efectivamente
en la materia. Apenas un puado examina el derecho de propiedad privada en relacin
con su sentido de funcin social. No conocemos a alguien que haya deducido del art. 17
de la DUDH, antes analizado, la riqueza de inferencias que su texto permite (32).
Todos los estudios jurdicos sobre derecho de propiedad recuerdan el punto XVII de la
Declaracin de 1789 y, generalmente, a partir de l efectan el desarrollo del concepto.
Pero casi no hay quien mencione el art. 17 de la DUDH. Pareciera no existir el ms
importante enunciado sobre la materia producido en los ltimos ciento setenta y cinco
aos, pese a su mayor universalidad, su mejor perfeccionamiento y su amplitud. Por
qu se tiene siempre en consideracin el documento que consagra el derecho de
propiedad privada con sentido liberal-individualista y se olvida el moderno contenido del
acta de 1948? He ah una cuestin que bien merece una respuesta.
Esto se refleja y tiene su efecto en la enseanza del derecho que se imparte en facultades
y escuelas que se denominan a s mismas "de ciencias jurdicas". El aprendizaje de la
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propiedad es realizado por los alumnos de derecho de fines del siglo XX en forma
semejante a la de sus iguales de comienzos del siglo pasado.
Claramente manifiestan los juristas la decisin de tomar como fundamentos de su
posicin (pretendidamente) cientfica, los antecedentes y bases que sirvieron para la
elaboracin del concepto liberal-individualista de propiedad. Ellos no toman en cuenta los
elementos que hemos sealado en nuestro desarrollo precedente y reflexionan y actan
como si ellos no existieran (33).
En la seccin 2 sealamos las alternativas posibles para comprender un actitud de esa
especie. En ese momento no habamos mostrado todava, ni tampoco explicado, el
enorme caudal de nuevas ideas tericas y de aplicaciones prcticas que posteriormente
cumplimos. En este momento, tras una demostracin que, aunque sucinta pretendemos
completa, cabe repetirnos la pregunta: a qu se debe el silencio de los tcnicos del
derecho?
La respuesta no es difcil.

Notas:
1. Sin embargo, la nocin de Estado, desde un punto de vista cientfico, es absorbida
preferentemente por la politologa; la de matrimonio lo es por la sociologa. De las tres
instituciones referidas, la de propiedad es estudiada prevalentemente por el derecho y adquiere su
ms amplio desarrollo en su dimensin jurdica.
2. Nuestro trabajo El derecho de propiedad privada, Bogot, Editorial Temis, 1979, pg. 2.
3. Es conveniente esclarecer que en ese captulo nos referimos principalmente al derecho de
propiedad que versa sobre cosas corporales, muebles o inmuebles. En la teora jurdica ms
reciente se distinguen varias clases de propiedad (por ejemplo, la propiedad intelectual, la
propiedad minera, los derechos de invencin, etc.), a no todas las cuales conciernen nuestros
comentarios.
4. Por cierto, nos referimos a las obras jurdicas del ltimo tiempo que han llegado a nuestro
conocimiento. Nada nos alegrara ms que comprobar que estamos equivocados.
Es de observar que el tema del derecho de propiedad es desarrollado jurdicamente dentro del
campo terico por el derecho civil, dentro de una de las cuatro partes bsicas en que este se divide
habitualmente, la que recibe denominaciones no siempre coincidentes, como son: "bienes",
"derechos reales" o "derecho de cosas". Las dems ramas del derecho acostumbran a remitirse al
derecho civil, tras muy someras explicaciones acerca de las particularidades que presenta en su
campo el rgimen de propiedad. Tal es el caso del derecho constitucional, del derecho
administrativo y del derecho internacional.
5. La tendencia conservadora que se imprime hasta ahora a los estudios jurdicos, derivada del
sentido que se atribuye al ordenamiento normativo, ha tenido como consecuencia que se convierta
en un tpico -aun entre los mismos juristas- la afirmacin de la conformacin abiertamente
conservadora de la mentalidad de estos. As lo reconocen pensadores del derecho de la talla de E.
Bodenheimer, J. Leclebcq, G. Ripert y P. Vinogradoff, entre muchos otros.
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6. Dicha Quinta Enmienda, producida en 1791, dispone que a nadie "se le privar de la vida, la
libertad o la propiedad sino por medio del debido proceso legal; ni se podr tomar propiedad
privada para el uso pblico sin la debida compensacin". Conviene retener la equiparacin de la
propiedad privada a valores tan altos como la vida y la libertad.
7. Si bien ese art. XVII se pone en el caso de que se pueda tomar propiedad privada para el uso
pblico, una medida de esta clase envuelve una confirmacin del sagrado derecho de propiedad,
pues habr de darse al desposedo una compensacin equivalente, con lo cual este no pierde su
propiedad sino que la ve remplazada por otra de igual monto. Segn Lucifredi, en este caso se da
una conversin del derecho de propiedad, mediante la cual, aunque las cosas cambien, l se
mantiene inclume en su consistencia, pues subsiste inalterable su valor econmico.
8. Vase nuestra obra El derecho como obstculo al cambio social, 5 edicin Mxico, Siglo XXI
Editores, 1981, pgs. 121-128.
9. Estos caracteres se originan en el concepto romano de propiedad privada que domin al trmino
de la evolucin del derecho romano. Se ha sostenido que todo este derecho romano puede ser
reducido a un concepto de poder, en el que el orden pblico conduce a la concentracin de todo el
poder en el emperador (imperiurm) y el orden privado a la concentracin de las fortunas en una
clase minoritaria de propietarios (dominium).
10. G. Aubry y C. Rau, Cours de droit civil franais, t. u, 4 ed., nm. 190 Marchal Billard, Pars,
1869.
11. Baudry-Lacantinrie, Prcis de droit civil, 1.1, 10a ed., nm. 1296, pg. 726.
12. La frase final del art. 544 del Cdigo Napolen, en cuanto pone un lmite al propietario en
aquello que las leyes y reglamentos prohben, significara, aparentemente, una restriccin al poder
absoluto de este. No fue ese su espritu original, sin embargo, porque de acuerdo con los
antecedentes histricos esa frase no significaba una reduccin de las amplsimas facultades que
concede al propietario el derecho de propiedad privada, sino que tena por finalidad evitar que se
produjeran choques entre los diversos propietarios, por invasin por parte de uno o algunos de
ellos del rea de los derechos de otro u otros. Ver nuestra obra citada en nota 2, pgs. 40 y 41.
13. Ntese que esta nota tan esencial del derecho de propiedad (tan esencial que es la que ha
permitido el desarrollo del capitalismo), no es mencionada por los juristas tradicionales.
Es curioso sealar que en nuestra poca un distinguido jurista francs, J. Carbonnier, se alza
contra esa gran propiedad capaz de multiplicarse al infinito a travs de posesiones simblicas o
por intermedio de otros. Estima que esta propiedad pierde respetabilidad y se convierte en "algo
monstruoso e inhumano". Ver Derecho flexible, trad. de Luis Diez P., Madrid, Edit. Tecnos, 1974,
pgs. 235-238.
14. Es interesante notar que la legislacin del antiguo Israel no admita que la tierra pudiera ser
vendida en forma perpetua, pues dispona que al cabo de 49 aos esta revertira a su primitivo
propietario: Sagrada Biblia, Levtico, cap. XXV, vers. 8-16.
15. El mismo J. Carbonnier, ya citado, recomienda hoy que se busque un lmite temporal a la
propiedad conforme a la duracin de una vida humana, por estibar que el derecho no debe prestar
su garanta ms all de este lapso (misma obra, pgs. 246-248).
16. Al ser aprobada la DUDH en 1948, la ONU contaba con 56 Estados miembros. Votaron en
favor 48 Estados, ninguno en contra y se registraron 8 abstenciones correspondientes a Estados
socialistas, Unin Sudafricana y Arabia Saudita. Atendido el carcter de la DUDH y su vinculacin
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directa con los fines de la ONU, ha de entenderse que su texto cuenta con la adhesin formal (cosa
bien diversa de su re conocimiento prctico) de todos los pases afiliados.
17. Es preciso recordar que los Estados socialistas se abstuvieron en la votacin y que la URSS
haba depositado antes una proposicin de enmienda en la que sealaba que el derecho de
propiedad y su garanta deban quedar librados a las leyes internas de cada pas.
18. Un internacionalista conservador, F. MNCH, hondamente preocupado por la suerte del
derecho de propiedad privada tradicional se lamenta de que en el citado art. 17 los principios de
resguardo del derecho de propiedad privada no hayan sido "definidos con ms detalle" (vase
Recueil de Cours de l'Acadmie de Droit International, vol. III, ao 1959, pg. 53). Pareciera buscar
consuelo en tal eufemismo.
Conviene agregar que la ONU procur, en los aos siguientes a la aprobacin de la DUDH, la
elaboracin de una declaracin o convencin adicional que desenvolviera los principios sobre
derecho de propiedad. Sin embargo, las profundas discrepancias existentes sobre la materia
dentro de la comunidad internacional, lo impidieron, motivo por el cual la Comisin de Derechos
Humanos, que tena a su cargo dicha tarea, se vio en la necesidad de aplazarla por trmino
indefinido (Actas de sesin de dicha Comisin, x, pg. 7). Este hecho concede un particular valor
al art. 17 de la DUDH, pues ha pasado a constituirse en el nico documento internacional que en
el curso de este siglo haya alcanzado un consenso tan amplio en materia controvertible como lo es
el derecho de propiedad.
19. Segn J. Carbonnier, ello debe ser entendido en el sentido de que "cada Estado tiene el deber
de promulgar y de poner en prctica una legislacin que facilite el acceso de todo ser humano a un
mnimo de propiedad" (ob. cit., pg. 244).
20. Declaracin de la Conferencia Episcopal de Amrica Latina, en su reunin de Puebla, Mxico,
en febrero de 1979 (nm. 492). Esta declaracin se conforma a las proposiciones del Concilio
Vaticano II sobre propiedad (vase Gaudium et Spes) y a las de la encclica Populorum Progressio
(1967).
21. Muchas veces se olvida o se aparenta olvidar que el socialismo no rechaza el derecho de
propiedad privada, sino que lo acepta bajo el nombre de "propiedad Personal", siempre que se
refiera a cosas cuyo origen ltimo es el trabajo personal. Solamente se opone a ella cuando se
trata de medios de produccin.
22. Vase Recueil de Cours de l'Acadmie de Droit International, vol. II, ao 1963, pg. 31.
En cambio, correctamente, G. Fouilloux deja establecido que el art. 17 referido permite que cada
Estado elija entre las formas de propiedad individual y de propiedad colectiva (vase La
nationalisation et le droit international public, Paris, 1962, pgs. 61 y 62).
23. La apreciable interpenetracin de muchas reas del derecho pblico y del derecho privado no
puede llevarnos a negar toda diferencia entre ellos, mucho menos en una poca como la presente
en que las tendencias liberal-individualistas pugnan otra vez por el predominio. Recordemos
tambin que en otros trabajos hemos sostenido la aparicin de un tercer miembro que aadir a la
tradicional biparticin derecho pblico-derecho privado; se trata del derecho social.
24. Esto explica la reaccin de muchos juristas de amplio criterio (no civilistas), que han tenido
que admitir el cambio total operado en el plano jurdico.
As, B. Chenot declara que "la nocin de propiedad... no es ms el derecho inviolable y sagrado,
anterior y superior al Estado, que no cedera sino por excepcin a las exigencias del inters
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pblico mediante una previa y justa indemnizacin..." (Organisation Economique de l'Etat, Paris,
Dalloz, 1965).
G. Fouilloux sostiene: "La propiedad no es ya inviolable y sagrada..." (ob. cit.).
25. Esto origina quejas de parte de los juristas tradicionales. S. petren califica al art. 17 de
"bastante incoloro", que convierte en considerablemente ms dbil la proteccin del derecho de
propiedad privada, pues "no podra, evidentemente, ser interpretado como que testimonia la
existencia de un principio general de derecho que proteja la propiedad contra toda medida no
seguida de indemnizacin" (ob. cit., pg. 30).
26. Contra este art. 17 de la DUDH choca manifiestamente, pese a que ese precepto cont con la
aprobacin de los Estados Unidos, la tesis norteamericana sobre que nadie puede ser privado de
su propiedad sino mediante el pago de una compensacin "adecuada (en el sentido de completa),
pronta y efectiva". Esa tesis ha sido formulada ante medidas de nacionalizacin dictadas por
pases pobres respecto de empresas de produccin o distribucin de bienes y servicios de gran
importancia para la ordenacin de la economa nacional o para la recuperacin de sus riquezas
naturales bsicas. A esta tesis se pliegan en la prctica los dems Estados industrializados,
incluso aquellos que decretaron, en su momento, nacionalizaciones dentro de su territorio
(Francia y Gran Bretaa). La contradiccin en que incurren es evidente. Ver nuestras obras
Nacionalizacin y recuperacin de riquezas naturales ante la ley internacional, Fondo de Cultura
Econmica, Mxico, 1974; Defensa de las nacionalizaciones ante tribunales extranjeros, Edicin
UNAM, 1976, Mxico, y "La nacionalizacin en su aspecto jurdico", en Derecho Econmico
Internacional, Fondo de Cultura Econmica, 1976, Mxico.
27. Conviene sealar que hasta una Constitucin tan retrgrada como la dada a Chile por el
rgimen del general Pinochet, que en materia econmicosocial se atiene a una lnea liberalindividualista pura, reconoce la funcin social de la propiedad en su texto (art. 19, nm. 24).
En muchos estudios jurdicos modernos sobre derecho de propiedad se procura desvanecer los
efectos del carcter de funcin social por medio de retorcidos argumentos. En esta forma se sigue
la moda pero no se renuncia a la posicin ideolgica.
28. Por primera vez en una Constitucin, puesto que antes se haban ocupado de ella varios
pensadores y juristas, entre ellos A. Comte y L. Duguit.
29. La Constitucin espaola de 1978 no es avanzada en materia de propiedad. Pues, aparte de
admitir la funcin social de la propiedad privada, queda harto ms atrs que el art. 17 de la
DUDH. As lo comprueban el acpite 1 de su art. 33, que reconoce exclusivamente el "derecho a la
propiedad privada", y el acpite 3 del mismo, que exige "causa justificada de utilidad pblica o
inters social" seguida de una infaltable "indemnizacin" para que pueda haber privacin de
propiedad privada. Ha de agregarse que el art. 47 de esta Constitucin contiene un parcial
reconocimiento de un aspecto de dicho art. 17, en cuanto declara que "todos los espaoles tienen
derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada".
30. En Rerum Novarum solo se deca que el derecho de propiedad privada ad mite moderacin
respecto de su uso cuando es necesario concordarlo con el bien comn (nm. 33) y en
Quadragesimo Anno se seal a tal derecho un doble carcter, individual y social (nm. 45).
31. El jurista socialista V. Knapp sostiene que "el derecho de los pases capita listas no conoce
hasta el presente ninguna limitacin general del ejercicio de los derechos en el inters social". Nos
parece excesiva su afirmacin, cuando menos desde un punto de vista formal, pues en las
Constituciones de Colombia (art. 30) y de Panam (art. 45) se establece que cuando resulten en
conflicto los derechos de particulares con la necesidad pblica, el inters privado deber ceder al
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inters pblico o social. Llama s la atencin que un principio tan obvio y fundamental como ese
pueda ser hallado solo como excepcin dentro de la legislacin occidental.
32. De los civilistas ms modernos, solo Carbonnier y los Mazeaud hacen referencia al art. 17 de
la DUDH. nicamente el primero descubre en l un derecho general de tener acceso a la
propiedad. Pero ninguno de ellos divisa la riqueza de las trasformaciones sobre derecho de
propiedad contenidas en dicho precepto.
33. Verifquese, por ejemplo, cuntos estudiosos de los problemas del derecho de propiedad toman
en consideracin que en este siglo ha nacido una institucin jurdica nueva, llamada
nacionalizacin, que trae numerosas limitaciones a aquel derecho. Vanse obras citadas en nota
26.

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