El Gran Federico Guillermo José Schelling
El Gran Federico Guillermo José Schelling
El Gran Federico Guillermo José Schelling
Schelling
las ideas cristianas; pero esto slo sirvi para que resaltara ms la incompatibilidad
absoluta entre el pantesmo y el Cristianismo, segn veremos despus.
As como los actos y modos o estados de la conciencia coinciden en su origen y en su
fondo con las fuerzas de la materia, siendo como una eflorescencia y la expresin
superior de aqullas, as la historia es la revelacin del absoluto o de Dios por medio
del espritu humano, pero revelacin progresiva ascendente, y por ende parcial e
incompleta en cada uno de sus momentos o perodos. Porque lo absoluto se revela y
manifiesta en la historia: primero, como destino o fatalismo; despus, como naturaleza
o fuerza instintiva; y, por ltimo, como providencia. Si cada uno de los perodos
histricos entraa y expresa un aspecto de la vida divina, slo considerada en
conjunto y en su totalidad, es como la historia puede apellidarse revelacin adecuada
y explcita de Dios, y como constituye una prueba de su existencia real.
En conformidad con este concepto de la historia, es preciso decir que esta es la
revelacin de los misterios del reino de Dios, la cual revelacin se verifica de una
manera ms directa y explcita en el Cristianismo. Sabemos por el Cristianismo, entre
otras cosas: a) que el absoluto, el infinito, considerado en s mismo, es el Dios Padre
de todas las cosas; b) que el Cristo o Hijo de Dios es el principio divino en una forma
finita, y c) que el Espritu Santo es el principio ideal que conduce de nuevo lo finito a lo
infinito, o sea segn que produce la conviccin de la identidad originaria y substancial
de los seres, por virtud de la cual se resuelven todas las antinomias, y entre ellas la
antinomia de lo natural y divino (L'antnomie du divin et du naturel, qui se reproduit
partout, ne s'efface que par la resolution du subjet de concevoir les deux termes
comme identiques), que es la que predomina en el Cristianismo. La Iglesia, rgano y
encarnacin, pero encarnacin simblica, del Cristianismo, es una manifestacin a la
vez infinita y finita (de lo Absoluto), no real como el Estado, sino ms bien ideal; una
representacin visible o simblica de la unidad de todos en el espritu universal (4),
que corresponde a la Iglesia.
En los ltimos aos de su vida, y principalmente en su Filosofa positiva de la
mitologa y de la revelacion, Schelling modific sus ideas teolgicas y religiosas, pero
sin salir por eso del terreno esencialmente racionalista y anticatlico. A pesar de las
apariencias en contra, y a pesar de sus frecuentes citas de los Padres de la Iglesia y
de la Biblia, sus teoras teolgico-religiosas de ltima hora tienen ms analoga con
ciertas ideas de los neoplatnicos, y ms afinidad con el misticismo extrao de Bhm
que con la doctrina de los Santos Padres y de la Biblia. Su trinidad de ltima hora no
pasa de ser una trinidad sabeliana, consistente en tres manifestaciones o potencias
del ser Uno y Absoluto.
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Otro tanto debe decirse de sus esfuerzos para sustituir el tesmo al pantesmo, y para
poner en salvo la idea de la creacin y la libertad humana. Como no renuncia a lo que
constituye la idea madre de su concepcin, a la identidad originaria y substancial de
los contrarios en el Absoluto, las modificaciones introducidas ltimamente en su
doctrina no rebasan los lmites del principio pantesta y del principio fatalista.
La teora de Schelling que acabamos de bosquejar y que presenta grande afinidad
con la de Hegel, es una tesis esencialmente pantesta. El ser absoluto es lo nico que
realmente existe, es la esencia y substancia de todas las cosas, las cuales no son en
s mismas y por s mismas ms que fases y grados diferentes de la evolucin del
absoluto, aspectos varios de ste, como esencia una e idntica de todo cuanto es.
Que con esta concepcin es incompatible la idea de un Dios inteligente, personal, libre
y trascendente, cosa es de suyo manifiesta. En la teora del absoluto ad sensum
Schelling, no cabe ms Dios que el mismo absoluto, es decir, una divinidad inmanente
y sujeta a un proceso necesario y ascendente; lo cual vale tanto como admitir un Dios
rudimentario (Deus in fieri, Deus implicitus) en el primer momento de la evolucin del
absoluto, y un Dios actual, completo y hecho (Deus in facto esse, Deus explicitus),
trmino y complemento de la misma eflorescencia final del absoluto a travs de sus
transformaciones y desarrollos en demanda de la perfeccin y de la razn consciente.
Si la concepcin de Schelling es pantesta en su principio, no lo es menos en sus
aplicaciones, no solamente en lo que dice orden a la naturaleza y al espritu como
evoluciones y fases del absoluto, sino tambin en lo que dice orden a la religin y a la
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historia, segn queda apuntado, por ms que su concepcin religiosa haya atravesado
diferentas fases. As, por ejemplo, en la ltima etapa de su vida cientfica, Schelling,
atrado por las ideas cristianas y con el designio de conciliar con stas su teora
filosfica, introdujo profundas modificaciones en la misma. Sin embargo, no acert a
entrar de lleno en la verdad cristiana, ni a salir completamente del terreno pantesta.
Verdad es que Schelling conceda cierta prioridad al orden ideal sobre el real, y
enseaba que Dios es un ser absoluto superior al mundo; pero al propio tiempo
afirmaba que Dios est sujeto a una evolucin interior necesaria, a una objetivacin de
s mismo en el mundo y por el mundo. La naturaleza y el pensamiento, el mundo
externo y la conciencia, la materia, la vida y el espritu, que en la precedente etapa o
fase intelectual de Schelling representaban grados determinados del desarrollo
progresivo y ascendente del absoluto hacia la perfeccin, en esta ltima evolucin del
filsofo de Leomberg representan, por el contrario, formas degeneradas,
participaciones descendentes y muy distantes de la perfeccin propia del absoluto.
Esta concepcin, que entraa, al parecer, como una reminiscencia de las ideas
neoplatnicas y origenistas, se halla amalgamada a la vez con otras muchas ideas
propias de las escuelas msticas y teosficas antiguas y modernas. As es que lo que
algunos llaman la ltima manera de Schelling, se reduce a una especie de sincretismo
mstico-pantesta, combinado con algunas ideas cristianas ms o menos desfiguradas.
Schelling divide la historia de la humanidad en tres grandes perodos: el perodo del
destino, el perodo de la naturaleza y el perodo de la providencia, los cuales
representan tres fases o grados de la manifestacin de Dios (5) o del absoluto. En el
primer perodo domina una fuerza ciega y fatalista, bajo la cual todo cede y se dobla, y
corresponde a los grandes imperios de la antigedad. Durante el segundo perodo el
destino ciego se transforma en naturaleza, es decir, el movimiento histrico se verifica
con sujecin a una ley fija, pero de una manera instintiva ms bien que consciente y
refleja, perodo que se extiende hasta nosotros a contar desde la expansin de la
repblica romana. En el tercero y ltimo perodo, Dios, despus de haberse
manifestado como destino y como naturaleza, se manifestar como providencia. No
nos es posible decir cundo comenzar este perodo; lo que s podemos decir es que
el ser perfecto y actual de Dios depende de la realizacin de este perodo: Dios ser
cuando se realice y exista el ltimo perodo de la historia: Quand cette periode sera,
Dieu sera.
Sin embargo, sobre este punto, como sobre otros varios, el pensamiento de Schelling
dista mucho de ser constante y conforme consigo mismo. Despus de haber dicho en
su Sistema del Idealismo trascendental que no es posible determinar cundo
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comenzar este tercer perodo (Quand cette periode commencera-t elle? Nous ne
pouvons le dire), o sea el perodo de la providencia, nos dice en otra parle que
comienza con el Cristianismo (6), el cual representa su inauguracin en el mundo.
De todos modos, es evidente que en el fondo de la concepcin de Schelling, lo mismo
que en sus aplicaciones a la religin y a la historia, palpita la idea pantesta con sus
corolarios legtimos, la negacin de la libertad y la negacin del orden sobrenatural.
Porque casi parece excusado advertir que, a pesar de sus veleidades, o digamos
aficiones msticas y cristianas, el pensamiento y las ideas de Schelling con respecto al
Cristianismo, coinciden con el pensamiento y las ideas de su maestro Kant. Si se
excepta el elemento moral, el Cristianismo con sus dogmas y misterios se resuelve,
en manos de Schelling, en un conjunto de ideas msticas, naturalistas y simblicas. La
encarnacin de Dios en el hombre no es ms que una fase de la evolucin eterna y
como la objetivacin del absoluto en la naturaleza. Jesucristo, o el Hijo de Dios, no es
ms que la revelacin perfecta del absoluto en el hombre y por medio del hombre. El
misterio de la Trinidad es Dios, principio inmanente, general (Dios-Padre) e idntico de
todas las cosas, encarnado en el mundo y el hombre (Dios-Hijo), para adquirir y
manifestar toda su perfeccin, y volviendo otra vez al Padre (Dios-Espritu Santo) por
medio del conocimiento de la identidad real de la naturaleza y del espritu en la
substancia primitiva del absoluto. De igual manera desaparecen bajo la pluma de
Schelling todos los grandes dogmas del Cristianismo, desfigurados y anulados por
interpretaciones filosfico-simblicas, en armona con su concepcin pantesta, por
ms que durante los ltimos aos de su vida haya pretendido transformar sus ideas
teolgico-religiosas, y comunicarles cierto carcter de ortodoxia cristiana en sentido
protestante.
Por lo dems, el vicio radical de la concepcin de Schelling, como lo es igualmente de
todas las grandes construcciones del idealismo germnico, es la carencia de toda
base racional y cientfica. La obra de Schelling, lo mismo que la de Fichte y la de
Hegel, es una obra de la fantasa y no de la razn, en la cual tienen ms parte la
imaginacin y la poesa que la verdad y la ciencia. Porque es sabido que la base
principal, por no decir nica, de todo el edificio filosfico de Schelling, es la existencia
en el hombre de una intuicin intelectual inmediata del absoluto en su esencia ntima y
en sus manifestaciones, o, digamos mejor, como unidad del pensamiento y del ser
(concevoir l'unit de la pense et de l'tre.... s'apelle s'lver l'intuition de l'unit
absolue, et par l, en gnral l'intuition intellectuelle), como identidad de los
contrarios, como indiferencia de los diferentes. Y no hay para qu recordar que ni la
ciencia, ni la razn, ni la conciencia prueban la realidad de esa pretendida intuicin
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