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Nadie Ha Visto La Salud

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Publicado en: http://johnbo100.blogspot.com/2012/10/nadie-ha-visto-la-salud.

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Nadie ha visto la salud


Relacin Salud Economa
Por:
Carlos Eduardo Maldonado Castaeda
Filsofo, Doctor en Filosofa, Profesor Titular Universidad del Rosario
John Jairo Bohrquez Carrillo
Mdico Universidad de Antioquia, Magster en Administracin en Salud, Universidad
CES-Universidad del Rosario
La salud esa armona intensa,
pero oculta (Gadamer)
Todas las especies sobreviven de lo que la naturaleza les ofrece, a menos que hayan
sido domesticadas por el ser humano, quien, al contrario, no puede sobrevivir, en tanto
especie, con la oferta natural: requiere produccin, es decir, transformar constantemente
los recursos naturales para garantizar su permanente disponibilidad. Sin produccin no
hay subsistencia, y sin conocimiento no puede haber produccin. La especie humana
debe su supervivencia al conocimiento, y ello lo diferencia de todas las dems especies.
Es el conocimiento humano el que hace que pueda mantener una extraccin sucesiva de
alimentos y de otros elementos para la vida, y lo ha hecho en la historia de muy diversas
maneras.
En otras palabras, la relacin entre economa y salud es la misma que existe entre
economa y vida. La organizacin de la produccin es la que garantiza que la vida
humana perviva, y con ello que haya posibilidades para la salud humana. En cambio, la
salud del resto de la naturaleza no requiri del concurso humano, y ms bien se afect
negativamente con su aparicin. Pero podra ser afectada de manera positiva si as lo
entendiera y lo decidiera.
A qu sector pertenece la salud?
Ver la salud como componente del sector Servicios de la economa (el tercer sector,
despus de la industria que es el segundo y de la agricultura y la ganadera, el primero)
es una visin medicalizada que entiende por salud la oferta de servicios de atencin
mdica. Pero, hay que insistir, las dos son bien diferentes: una cosa es estar sano y otra
es poder ser atendido cuando hay enfermedad.
La sociedad ms avanzada no sera la que ms y mejores servicios de atencin mdica
tenga sino la que ms sana tenga a su poblacin. La gente no enferma por falta de
mdicos, de hospitales o de medicamentos, o de tecnologa, sino porque existen unas
condiciones de vida que generan enfermedad como la miseria, la ignorancia, el trabajo
indigno o indecente, el estilo de vida, el estrs, los conflictos cotidianos, etc.
Los servicios de atencin mdica, no la salud, pueden ser vistos de dos maneras:

Como un componente del mercado, es decir, un commodity, una mercanca sujeta a las
leyes de oferta y demanda, al alcance de unos pocos favorecidos y lejos de los
miserables, como cualquier otra mercanca. Hara parte del sector Servicios, igual que
los servicios financieros, por ejemplo.
Como componente de la Economa del Conocimiento, el cuarto y ms reciente sector de
la economa, en el que la calidad y la dignidad de la vida aumentan en la medida en que
aumentan el conocimiento, la investigacin, la tecnologa y la gestin en salud.
En el primer caso, la gestin de los servicios de atencin mdica, genricamente
llamada Administracin en Salud, se comporta ms bien como una Gestin de la
Enfermedad, en la que se trata de hacer eficiente el recurso a la hora de atender
enfermos: la mayor recuperacin de la salud con el mnimo de recursos. Es la misma
visin que llev al extremo de pensar que los hospitales y los mdicos ofrecen salud o
devuelven la salud. Una visin de la administracin que tiene su origen en la fsica y
en la ingeniera clsica: mquinas eficientes, maximizacin de la produccin,
optimizacin de recursos, muy til en la historia de la produccin industrial.
Pero, quin ha visto la salud que all se ofrece? Nadie, porque la salud es un bien
inmaterial, no tangible, a diferencia de la mayora de los bienes de la economa. Lo que
all se ofrece es servicios de atencin para recuperar la salud extraviada. La salud
humana precisa de ellos solo cuando hay enfermedad, pero est determinada por otros
factores como la biologa, el medio ambiente, la economa, el estilo de vida y dems. Si
esos factores modificables estuvieran en armona con la vida humana, las personas no
utilizaran el servicio o lo haran muy poco. La salud no se ve: se vive, se concibe, se
imagina incluso.
En el segundo caso, el derecho a la salud se confunde positivamente con el derecho a
estar sano, es decir, el derecho a la vida, el ms importante derecho humano.
Si la vida econmica y social se organizara de otra manera, no para garantizar un modo
de produccin, ustedes trabajan y yo disfruto!, sino para garantizar el sustento vital de
toda la poblacin humana y de Gaia, para generar una forma de vida, sera ms fcil
entender que la salud es el producto de la vida misma y no de los servicios ofrecidos,
que tienen sentido solo para la recuperacin, para el tratamiento de la enfermedad. Una
visin de la administracin en la que se gestionara la salud, en el sentido de gestionar
vida, propiciando los medios para ella.
Todos los sectores acadmicos, sociales y polticos reconocen la imperfeccin del
mercado que sufrimos. Y peor an, reconocen la imperfeccin del llamado mercado en
salud. Pero no todos estn dispuestos a hacer los cambios para superarla. Quin es el
llamado a corregir dichas imperfecciones, segn la ms elemental y clsica economa
poltica? El Estado. Es decir, la sociedad tratara de resolverlas mediante la sperinstitucin. Que podra hacerlo contribuyendo a distribuir la riqueza social y creando las
mejores condiciones para que la salud la vida sea posible. Pero todo parece indicar
que el Estado tiene serias limitaciones para acometer semejante tarea l solo y que le
corresponde a la sociedad civil, por lo tanto, un papel proactivo y determinante en ese
sentido.

Si la salud, es decir, la atencin mdica, hace parte del sector servicios de la


economa, es sensato pensar que sean los economistas los que hagan la gestin, que los
ministros de salud, por ejemplo, sean profesionales en esa rea. El problema es que los
economistas sabrn hacer eficiente el servicio de salud, pero no sabrn cmo generar
salud o controlar la enfermedad, porque ese es otro asunto que desborda sus buenas
intenciones.
Todos los economistas clsicos se enredan con el tema porque la salud no es un bien
material como los dems bienes de la produccin. Se trata de otro tipo de bien que nadie
ha visto y que incluso nadie siente. La salud es el silencio de los rganos, que gritan
solo cuando hay enfermedad. Esta s se siente y se ve. Como dijo bellamente Gadamer:
la salud forma parte de ese milagro que es el olvido de uno mismo.
Y no solo los economistas tendrn dificultades con esta gestin. Tambin los mdicos,
puesto que la medicina trabaja nicamente con teoras de la enfermedad, no con teoras
de la vida. La medicina que conocemos aborda apenas un caso particular del gran
fenmeno de la vida (y ms particular an, de la vida humana), el fenmeno de la
enfermedad, por lo que devino en enfermologa, la ciencia de la enfermedad.
La salud es otra cosa. La salud es un hecho no nicamente humano, es un hecho de la
vida, que empieza mucho antes y termina mucho despus del ser humano y de la
medicina. Es la salud de Gaia, de sus ecosistemas, de todas sus criaturas y del ser
humano.
Es una gran paradoja que no tengamos hoy en medicina una teora de la salud, o dicho
de otra manera ms precisa, una teora de la vida, a sabiendas de que la humanidad ya
haba recibido dos grandes conceptos desde tiempos muy antiguos y en muy diversas
latitudes que apuntaban a eso. Los antiguos griegos propusieron el eupraxein, y los
indgenas aymara en la Abya Yala, la Amrica precolombina, haban desarrollado el
concepto de Suma qamaa. Ambos conceptos relacionados con el buen vivir, la clave
para mantener la salud y la armona individual, familiar, comunitaria y ecolgica, la
clave para la vida, y arrumados en la historia por la fuerza de la medicalizacin y del
neopositivismo (Maldonado, 2012b).
Una teora de la vida, y con ella de la salud, tendr que ser el logro de las
nuevas Ciencias de la Salud, de apenas cuatro dcadas de existencia, que hacen parte
hoy de las denominadas Nuevas Ciencias, o Ciencias de Frontera, como las Ciencias de
la Tierra, las Ciencias del Espacio, las Ciencias del Suelo Marino, las Ciencias de la
Vida y las Ciencias de la Complejidad. Ciencias todas que estn aportando un nuevo
conocimiento a la humanidad para que pueda superar el reduccionismo en el que qued
atrapada con las visiones tradicionales.
Esta nueva frontera es la que permite comprender que la vida (la salud) y la economa
se entrelazan de tal forma que hoy no es posible incluso hablar de Biologa y Economa,
como si se tratara de entidades aisladas, sino que se estudia la Bio-Economa, la misma
que brinda el conocimiento de sus muy estrechas conexiones y que nos ensea que el
Bio-Desarrollo es directamente proporcional al potencial de vida e inversamente
proporcional al crecimiento econmico (Cfr. Maldonado, 2012a). La biologa se
muestra as como la quintaesencia de la economa, de la misma manera que es la
quintaesencia de la psicologa y de la poltica.

As, se comprender en profundidad el papel del mdico en la vida y en la sociedad: La


ciencia mdica es, por excelencia, aquel dominio que, al final, no produce nada en
absoluto y debe contar expresamente con la maravillosa capacidad de la vida de
restablecerse y de reincorporarse a s misma. De modo que la misin del mdico es la de
contribuir a ese restablecimiento... el curar no constituye un patrimonio exclusivo del
mdico, sino que en l interviene la naturaleza. El mdico se sabe un simple ayudante
de la naturaleza (Gadamer).
La salud es la vida y la vida se garantiza, en el mundo de hoy, con una economa que
cree las condiciones ptimas para su cuidado.
Solo los industriales, y ms especficamente las empresas de limpieza y bactericidas
(Bayer y otras) llegaron a creer que los insectos y los microorganismos no son
necesarios y que son peligrosos. Ellos no nos han explicado que por cada clula
tenemos 10 bacterias en el organismo. No saben o no quieren decirlo que somos
holobiontes, que convivimos en un ambiente armnico con ellos. Parecen olvidar que
Gaia existi durante millones de aos sin el Homo sapiens sapiens, sin la civilizacin
humana, pero que el ser humano no puede sobrevivir sin Gaia, a la que est devastando
lentamente. Que la vida humana es inviable sin las simples abejitas. El Hss es la nica
especie que construy en el ocano Pacfico un continente de plstico de diez metros de
espesor con los residuos de las basuras del mundo civilizado. A ninguna otra especie
se le ocurri jams semejante despropsito. Las nicas obras humanas visibles desde el
espacio para los primeros astronautas fueron la Gran Muralla China y el basurero de
Nueva York. El Hss, a travs de sus distinguidos industriales, fabric insecticidas que
sirven para erradicar un montn de animales peligrosos y para contaminar los
alimentos que necesitamos. Ellos no saben que la salud humana es inconcebible sin la
salud de Gaia.
La conexin salud-economa
La salud se conect con la economa por dos vas: una militar-industrial y otra
financiera. La primera se dio cuando se advirti la importancia estratgica de la salud de
la poblacin: los ejrcitos militares y los ejrcitos industriales no se pueden componer
con enfermos, sus miembros deben estar sanos. Y la segunda se dio cuando se descubri
otra gallinita de los huevos de oro, la posibilidad del lucro, la enfermedad como
commodity, un mercado que necesita gente enferma y asustada, pero no sana ni muerta,
porque no habra negocio.
En Colombia, como en muchos otros pases, no existe un modelo de salud. Est
pendiente construirlo. Lo que existe en el pas, desde la Ley 100 de 1993, es un
desarticulado modelo de negocios para atender enfermos, un modelo con serios
cuestionamientos de orden tico, social y poltico y con la siguiente composicin: el
Estado qued reducido a su mnima expresin, no es capaz de corregir las
imperfecciones del negocio. Tres actores se favorecen con el flujo del dinero:
aseguradores (las EPS), prestadores privados y multinacionales farmacuticas. Y
finalmente, el ciudadano, el actor que cotiza al sistema y luego, cuando enferma, se
ilusiona con las ofertas industriales de los servicios mdicos, hace largas filas para
lograrlas e instaura tutelas para que se las garanticen bajo el supuesto de que as se
evitarn las complicaciones. Y si no cotiza, si es subsidiado, recibir dichos servicios

por la mitad y los utilizar al doble, puesto que hay ms enfermedad en la pobreza. Ese
no es un modelo de salud. Uno de verdad tendra que producir salud, vida, el mejor
aprovechamiento de los recursos disponibles con el menor impacto en Gaia.
Y no es extrao que Colombia carezca de un modelo de salud, de la misma manera que
no extraa que aparezca como uno de los pases ms violentos y corruptos del mundo,
puesto que, como dice la UNESCO, las sociedades ms violentas son las que dependen
de los sectores ms atrasados de la economa (UNESCO, 2010) Y todo parece indicar
que lo seguir estando por mucho tiempo porque a ese atraso semifeudal debe sumarle
el hecho de que apenas ahora se hace conciencia de la importancia de restituir las
tierras despojadas violentamente a los campesinos, ni qu decir de entregar la tierra al
que la trabaje, y de que hoy una de las locomotoras de su desarrollo ser la
extraccin inclemente de toda la riqueza de su suelo.
En nuestro pas, la Economa de la Informacin es an incipiente, est apenas en
paales. Las sociedades que la tienen desarrollada son justamente aquellas donde
el modelo de atencin mdica est enfocado en la poblacin y donde sus servicios estn
a su alcance sin intermediacin y controlados por el Estado. All, el negocio con la
enfermedad no es el acceso a los servicios sino la distribucin de productos industriales.
Nuestros lderes ms conservadores y nacionalistas deberan aprender de los lderes
liberales y conservadores de aquellas naciones: saben de la importancia de que su
gente est sana o que pueda ser atendida con facilidad, por lo menos en los hospitales.
Referencias:
1. Gadamer H. El estado oculto de la salud. Barcelona: Editorial Gedisa; 2001
2. Maldonado, C.E., (2012a). Bioeconoma-Economa Ecolgica, en:
Suplemento de economa cooperativa y solidaria, No. 5, Desde abajo, No. 183,
Agosto 20-Septiembre 20, pp. 16-18
3. Maldonado, C.E., (2012b). Bioeconoma y Biodesarrollo, en: Le monde
Diplomatique, No. 116, Octubre, pp. 32-33
4. Maldonado CE. Plataforma en lnea en su pgina: www.carlosmaldonado.org

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