Historia 3 y 4 Alamos
Historia 3 y 4 Alamos
Historia 3 y 4 Alamos
real, del aire libre, aunque jams, nos confiesan, pero jams, de su
amor por seguir viviendo. Si la primera lucha la haban perdido; de
la segunda, la mejor de todas, saldran victoriosos.
Nez sigue rememorando y gesticulando, no quiere olvidar ningn
dato ni menos dejar de colocar los nfasis necesarios para dar a
conocer la historia de lo que fue este centro y su propio paso por l.
A su lado, nios y adultos lo observan impvidos. Hay conmocin
en sus miradas. Sus expresiones no dan crdito a lo que escuchan.
Conmueven los ejemplos de los ex detenidos y la forma cmo
lograban burlar la vigilancia, para darse fuerza unos a otros,
compartiendo informacin o bien apoyando a quien se hallaba ms
dbil o simplemente estaba solo.
Centro de Detencin Tres y Cuatro Alamos
Entre 1974 y 1977, uno de los perodos ms crueles de la Dictadura
de Pinochet, 3 y 4 lamos fue el centro de detenciones legales e
ilegales, de torturas y exterminio de personas ms grande que tuvo
el pas. Creado por decisin administrativa, fue ubicado en lo que
antiguamente era la periferia de Santiago, en calle Canad 5359,
esquina Llico, a la altura del 3 mil de Vicua Mackenna, paradero 5,
casi al llegar a Departamental. Por esos aos, el recinto estaba bajo
el mando de un Coronel de Carabineros llamado Conrado Pacheco,
recordado por los sobrevivientes como un tipo sdico, de tomo y
lomo. Muchos aos despus, sera pasado a retiro como un acto
de compensacin menor- por reiteradas estafas y cheques
protestados. Hoy se sabe que vive en la Gran Avenida, solo de su
retiro y de sus macabros recuerdos.
A este lugar solo podan acceder funcionarios de la Direccin
Nacional de Inteligencia y Carabineros. La temible DINA, cuya sigla
era sinnimo de los mayores horrores perpetrados por el mundo
militar. Hasta hoy, solo una parte de este sitio ha sido declarada
Monumento Nacional, la que, adems, an no ha sido entregada a
ningn organismo de Derechos Humanos.
Un hombre de unos ochenta aos, con voz emocionada pregunta:
Queda algn recuerdo de los compaeros?. Nez comprende la
emocin y le toma el hombro, en un gesto de cario, para
enseguida responder: Adentro quedan numerosos recuerdos.
Todava estn las piezas que entonces eran las celdas. Por eso
queremos que los pabellones, tambin sean reconocidos como
monumento nacional.