Pensamiento Politico Tomas de Aquino
Pensamiento Politico Tomas de Aquino
Pensamiento Politico Tomas de Aquino
DE AQUINO
POR
JOS PEDRO GALVAO DE SOUSA
I. Realismo poltico.
De Aristteles a Santo Toms no se encontrar otro pensador
poltico que, como ambos, haya pensado con tanta profundidad y
con tanto realismo, en torno a los grandes temas concernientes a la
sociedad y al poder pblico.
Viajando por las ciudades griegas de su tiempo, Aristteles estudi las diferentes constituciones o regmenes polticos entonces
existentes en el mundo helnico. Desgraciadamente, se perdieron
las pginas que escribi al respecto, conservndose tan slo unos
fragmentos del anlisis de la constitucin de Atenas. Casi se dira
un trabajo de investigacin sociolgica o de derecho constitucional
comparado, conforme a las clasificaciones habituales en nuestros das.
En el libro II de la Poltica, despus de criticar a Platn, estudia
las constituciones de Falas de Calcedonia, de Hipodamo de Mileto,
de los lacedemonios, de los cretenses y los cartagineses, la obra de
Soln y de otros legisladores.
Fue, de ese modo, un hombre vuelto hacia la experiencia de sus
contemporneos, que se alz a las elevadas consideraciones de la
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Poltica, obra en la que nos da la filosofa de la sociedad y del poder. Al contrario de Platn, que al escribir La Repblica, dejaba el
plano de la realidad para imaginar una ciudad ideal, construida, no
a la medida de los hombres concretos, sino del hombre considerado
en abstracto, desvinculado de las condiciones terrenas.
El mismo realismo del estagirita se observa en Santo Toms de
Aquino, que en el Comentario a la Etica aristotlica, escribi en
torno a las cuestiones morales mximamente conocidas por la experiencia (1).
No admira, por tanto, que en los escritos polticos de Santo
Toms se refleje la sociedad medieval de aquel siglo XIII en el que
alcanz su mayor esplendor, tal como en la obra de Aristteles se
refleja la sociedad griega de su tiempo (la xoXt;)- Ni el uno ni el
otro conocieron el Estado, realidad tpicamente moderna, constituido
a partir del Renacimiento. Por eso mismo, sera un anacronismo
hablar de Santo Toms de Aquino o de Aristteles en Teora del
Estado.
Ntese, sin embargo, que el realismo poltico del maestro de
Alejandro o del comensal de San Luis Rey de Francia, est muy
lejos de poder compararse con la Realpolitik, tal como desde Maquiavelo a Bismarck y de ste a Mao Tse Tung, viene ocupando los
anales de la historia de los pueblos modernos. Esta es la poltica
separada de la moral, la poltica a base de criterios vlidos por s
mismos, la poltica del bien til sin consideracin al bien honesto.
Para Aristteles y para Santo Toms la poltica tiene un contenido
tico; est subordinada a valores trascendentes y se ordena a la realizacin del bien comn, en el que no se ha de ver la simple utilidad social, sino el vivir de los hombres segn la virtud.
Se trata de un realismo prctico, equivalente al realismo metafsico, es decir, el de la filosofa del ser, apoyado en el conocimiento experimental de las cosas, una vez que la inteligencia conoce la realidad aprehendida primeramente por los sentidos y, de ah,
pasando por la abstraccin, al concepto. El ser inteligible de las
(1) Quae pertinent ad scientiam moralem mxime cognoscuntur per
ejeperientiam (I Et lee. 3). Se trata de la Etica a Nicomaco.
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EL PENSAMIENTO
POLITICO
DE SANTO TOMAS DE
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EL PENSAMIENTO
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es, la sociedad plenamente constituida y autosuficiente, o autrquica segn la terminologa de Aristteles (2).
La sociabilidad humana, de ese modo, alcanza su mayor grado.
Estamos frente a una sociedad ya terminada (de perficere: hacer
por completo, acabar, concluir).
Aristteles observ la ciudad griega de su tiempo. Cada ciudad
era efectivamente autrquica. Lo mismo ha de decirse de Santo Toms frente a la sociedad poltica en que vivi: el reino. Hoy en
da, con la complejidad de la vida y la multiplicacin de las necesidades, con frecuencia creadas artificialmente en la sociedad de
consumo, la situacin es muy diferente. Los Estados actuales inmensas organizaciones polticas si se comparan con las pequeas
ciudades griegas no son, sin embargo, autosuficientes como lo eran
aqullas. Su interdependencia es cada vez ms acentuada, surgiendo
orgnizaciones supra estatales para completarlos.
Y eso nos muestra la relatividad del concepto de communitas
perfecta. Y, adems, ha de tenerse en cuenta otro aspecto: que la
comunidad ms perfecta es la comunidad poltica en cuanto se considera la capacidad de proveer a s misma o de ser autosuficiente;
pero la familia es mucho ms perfecta en cuanto a la intensidad
comunitaria, en cuanto a la fuerza de los vnculos sociales el
consortium omnis vitae, segn la definicin clsica del matrimonio
dada por Modestino, los lazos de afecto entre padres e hijos, en
(2) En el prefacio a los Comentarios la Poltica de Aristteles, Santo
Toms escribi: Quarum quidem communitatum cum diversi sint gradus
et ordines, ultima est communitas civitatis ordinata ad per se sufficientia
vitae humanae. Unde inter omnes communitates humanas ipsa est perfectissima. Y, ms adelante: Est enim civitas principalissimum eorum quae
humana ratione constitu possunt. Nam ad ipsara omnes communitates humanae referuntur... Si igitur principalior scientia est de nobiliori et perfectiori, necesse est politicano inter omnes scientias practicas esse principal iorem et architectonicam omnium aliarum, utpote considerans ultimum et perfectum bonum in rebus humanis (In libros Politcorum Aristoteli* expositio, Prooemium, 4 e. 7). (Puede verse una edicin del Prooemium con
versin y explicacin de Hugues Keraly, traducida al castellano por Jos
Mara AbascaJ, y editada por Tradicin, Mxico, 1976, n. del t.)
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fin, todo aquello que corresponde cabalmente al concepto de Gemeinschaft (comunidad), distinta del concepto de Gesellscbaft (sociedad), segn. la terminologa de Tnnies.
Y sea nuestra preocupacin, a travs de esas doctrinas, la de alcanzar la verdad de las cosas, atentos a la advertencia del mismo
Santo Toms (3). Advertencia que tan necesario es que sea escuchada respecto a los temas polticos, ante los cuales la pasin y la
propaganda impiden, con frecuencia, entrever con claridad!
V. El bien comn.
Aplicando a la sociedad poltica las cuatro causas estudiadas por
Santo Toms en su opsculo De principis rtdfurae es decir, las
causas eficiente, final, material y formal- es preciso comenzar por
la causa final, dado que en las ciencias prcticas el fin desempea
el papel que corresponde a los principios en las ciencias meramente
tericas.
La causa final y la causa eficiente son causas extrnsecas. No entran en la constitucin interna die un ser. La causa eficiente se denomina tambin causa gente, porque designa al agente que obra,
y ste slo acta teniendo un fin que procurar.
Tratndose de 'la sociedad poltica, su fin se expresa en ei len(3) De coelo, 1, 22, 8: studum philosophiae non est ad hoc quod
sciatur quid homines senserint, sed qualiter se habeat veritas rerum. Sin
embargo, hoy, el estudio de la filosofa ha pasado a ser casi exclusivamente
el de la historia de la filosofa y la preocupacin ya no consiste en averiguar
la verdad de las cosas, sino lo que los hombres pensaron y piensan de las
cosas.
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gaje tomista, con dos palabras ricas de contenido, que el Aquinatense emplea con frecuencia: bien comn (4).
La sociedad debe proporcionar los hombres no slo las condiciones necesarias para su subsistencia, sino tambin aquellas con
las que puedan alcanzar la felicidad a la que aspiran. De ese modo
los hombres pueden vivir y vivir bien. En qu consiste vivir bien ?
En vivir segn la virtud, lo que quiere decir, en la plena realizacin de la naturaleza humana, cuyas legtimas inclinaciones son satisfechas de ese modo (5).
No basta, por tanto, la prosperidad material. Si los hombres se
reuniesen en sociedad con el slo objeto de mantener su existencia
y su salud, en tal caso, deberan ser gobernados por mdicos. Si su
propsito fuera tan slo producir riquezas, el gobierno debera corresponder a los economistas. Pero para lograr aquel fin superior
vivir bien, llevar una vida virtuosa, practicar la justicia que, de
todas las virtudes, es la que especficamente regula las relacioones
entre los hombres, los ciudadanos de una comunidad poltica o
civil deben ser dirigidos por hombres sabios y prudentes.
En el De regimtne prinpum libro I, captulo 15 se pone
de relieve que los bienes particulres procurados por los hombres
han de ser ordenados al bien de la colectividad, ya se trate, entre
(4) As, la ley, teniendo en cuenta el orden jurdico del que resulta la
convivencia pacfica de los hombres, es una ordenacin del legislador pra
el bien comn, conforme a esta definicin lapidaria: rationis ordinatio ad
bonum commune, ab eo qui curam communitatis habet promulgata Suma
Teolgica,
II, q. 90, art, 4), Est en preparacin la nueva edicin de
la versin portuguesa de la Suma Teolgica, del eminente profesor Alexandre Correia, con texto latino (en castellano existe una edicin bilinge
en 16 tomos editada por la B. A. C., nota del traductor).
(5) De regimtne principm, I, 14: Videtur autem fnis esse multitudinis congregatae vivere secundum virtutem. Ad hoc enim homines congregantur, ut simul bene vivant, quod consegu non posset unusqusque singulariter vivens; bona autem vita est secundum virtutem; virtuosa igitur vita
est congragationis humanae fnis. De esta obra hay una primorosa traduccin
comentada, de Arlindo Veiga dos Santos, en edicin bilinge de Jos Bushatsky, Sao Paulo (la ltima edicin en castellano del De regimtne principm, es del P. Victorino Rodrguez, O. P., con versin y comentarios del
mismo, editada por Fuerza Nueva, Madrid, 1978, nota del traductor).
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sociedad polticia es un fin inferior, tesis que contiene la negacin radical de cualquier especie de totalitarismo, error incubado en
todas las ideologas modernas, incluso en las de color democrtico
y liberal, al pretender hacer del Estado el fin. supremo.
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del poder no exclua su moderacin y la participacin popular, aparte de entregar a los hombres capacitados la orientacin del gobierno (15).
Aristteles opona a las formas legtimas de gobierno las formas corrompidas. La corrupcin de la realeza es la tirana, la oligarqua, la de la aristocracia y el rgimen popular o politeia tiene
su corrupcin en la democracia, expresin que emplea Santo Toms
en el captulo primero del De regtmine prtndpum, adoptando el
sentido peyorativo dado ai trmino por el Estagirita. En la Suma
Teolgica, sin embargo (I--II-, q. 105, a; 1), emplea la expresin
democracia para designar el rgimen de participacin del pueblo
en el gobierno.
Santo Toms no trat de modo exprofeso de la representacin
poltica. Por la razn de que no fue un poticlogo o un constitucionalista. Pero del contexto de su obra, cuando aflor el asunto,
se deduce que estaba muy lejos de admitir la democracia en el sentido individualista o colectivista, fundado en las concepciones revolucionarias modernas y ntidamente distinta d la democracia clsica de las ciudades griegas o de las experiencias medievales.
En cuanto al mejor rgimen poltico, no deja de sealar que
requiere una cierta participacin popular (16), que se dara, diramos nosotros, por medio de un autntico sistema representativo.
Acenta la importancia de tener debidamente en cuenta la situacin
concreta de cada pueblo, como al poner de relieve que no hay un
modelo poltico ideal para todos los pueblos, pues los regmenes
deben adaptarse a las condiciones de los pueblos, que son variables. De este modo, recordando un ejemplo puesto por San Agustn, Santo Toms indica que si un pueblo es moderado, sensato y
guardan diligentsimo de la utilidad comn, es justa la ley hecha
(15) S. T., I- I&, q. 105, art. 1: optima ordinatio prineipum est in
aliqua civitate vei regno, in quo unus praeficitur secundum virtutem qui
omnibus praesit; et sub ipso sunt aliqui principantes secundum virtutem;
et tamen talis principatus ad omnes pertinet, turn quia ex omnibus eligi
possunt, turn quia etiam ab omnibus eliguntur. Talis vero est omnis politia
bene commixta ex regno... ex aristocratia... et ex democratia.
(16) Loc. cit.
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para que a tal pueblo le sea lcito elegir sus magistrados para administrar los asuntos pblicos. Pero si ese mismo pueblo,: maleado
poco a poco, convierte en venal su sufragio y entrega el gobierno
a hombres criminales y pervertidos, en ese caso es justo quitarle la
potestad de otorgar honores, para dejarla al arbitrio de unos pocos
selectos (17).
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Y en lo: relativo a la legislacin, seala que el derecho positivo
debe tener una base histrica y no ser resultado de frmulas abstractas. De ah la imjortanria de tener en Cuenta la costumbre y
las condiciones de lugar y tiempo peculiares a cada pueblo (18).
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(18)
II-, q. 95, rt. 3, remitindose a Sari Isidoro de Sevilla: Ety*
mol., V, cap. 21.
(19) De regimine pricipum, I, 6.
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EL PENSAMIENTO-POLITICO
X.
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Conclusin.
(25) Abandonadas a su suerte las libertades perecen, pues los ms dbiles sucumben ante la competencia de los ms poderosos. Es por eso por
lo que solamente un poder fuerte es capaz de contener los abusos del poder econmico, defendiendo las libertades. Aparte de que; segn el verso
de Camoens, un rey dbil debilita a los fuertes (Lusiadas, 111, 138).
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