Carnaval
Carnaval
Carnaval
SINGULARIDAD
Por Jos G. Guerrero1
CARNAVAL: poca de fiestas, bullicios que precede a la cuaresma, los tres das preceden al
Mircoles de Ceniza (da en comienza un perodo de ayuno para los catlicos); italiano carnevale, del
italiano antiguo carnelevare, del latn medieval carnelevamen, carnaval (idea implcita: quitar la carne).
La palabra del latn medieval se refera originalmente al Mircoles de Cenizas, primer da de la cuaresma
CARNESTOLENDA: del latn medieval carnes tollendas, quitar la carne, las que habrn de ser
quitadas.
Gmez de Silva, Guido: Breve diccionario etimolgico de la lengua espaola.
Verdad, pap Dios, que no te pones bravo si me visto de diablo el da de Halloween?
Carta de un nio a Dios.
El carnaval en el mundo: lo que tienen en comn todos los carnavales
El carnaval es quizs la festividad ms universal y antigua del mundo Occidental. Cuando la Repblica
Dominicana celebra su carnaval en la capital y las provincias con sus singularidades, participa sin
saberlo de un viejo inconsciente colectivo que, una vez despierto en la Hlade dionisaca, recorre y
sobrepasa las grandes civilizaciones grecorromanas, el nacimiento y muerte de Cristo, la Edad Media
(donde toma la forma de carnevale), las luces del Renacimiento, el Descubrimiento de Amrica, la
esclavitud de Africa, el colonialismo europeo, las guerras de independencia, el desarrollo del capitalismo
manufacturero, el ascenso y cada del socialismo europeo, la represin de las dictaduras, el prurito
hipcrita del falso moralista, la crtica de los censores eternos, la alienacin cultural y la actual prdida
de los valores patrios.
No es casual que nuestro carnaval reciba cada vez ms la atencin y el apoyo del sector turstico, las
empresas privadas y el pueblo en general que lo perciben como un evento cultural y un producto
comercial muy atractivo para la promocin del turismo. El reconocimiento al carnaval dominicano no
es una excepcin, pues lo mismo sucede con los carnavales de Europa, Brasil, Nueva Orleans, Trinidad,
Canarias, Guadalupe y Hait, para mencionar slo algunos de los conocidos.
Para una mejor comprensin de nuestro carnaval es necesario conocer sus manifestaciones singulares
y darle un seguimiento permanente a su organizacin, ponderar la dinmica y organizacin de otros
carnavales del mundo, as como establecer lo que tienen en comn, a pesar de sus diferencias. En este
sentido, mi exposicin se limitar, en primer lugar, a una reflexin comparativa del carnaval dominicano
y otros carnavales, especialmente, el de Ro de Janeiro. En segundo lugar, explicaremos la estructura
comn a todos los carnavales del mundo, es decir, lo que de universal tienen los carnavales, incluyendo
el dominicano. En tercer lugar, la relacin entre lo sagrado y lo profano en el carnaval.
En casi todas partes del mundo existe una celebracin semejante al carnaval en la cual las personas
hacen algo totalmente diferente al da-da. Colocarse mscaras y vestirse de diablo o animal durante
una poca especial es una prctica ldica registrada por antroplogos en muchas culturas del mundo.
El carnaval en la Repblica Dominicana se origina con la colonizacin espaola. Segn Carlos Estaban
Deive (1997), la referencia documental ms antigua para las Carnestolendas -el carnaval de la coloniaes de 1578 y la misma referencia a su existencia para 1553. Sin embargo, es posible que existiese
desde los inicios ovandinos, ya que para 1507 el padre Las Casas observa un carnaval en Espaa y lo
describe en su Historia Apologtica. A su vez, las carnestolendas se remontan en Espaa hacia 1258,
una fecha incluso anterior a la Bula In Transitarus de Urbano 1V, que legitima indirectamente al
carnaval como una celebracin previa a la cuaresma cristiana. Posteriormente cada pas le incorpora y
desarrolla su propia idiosincrasia.
900 msicos, de los cuales unos 400 tocan la batera o seccin rtmica (redoblantes, tamborinos, cucas,
reco-recos, etc.). Le acompaan el mestre sala y la porta bandeira, una mujer que porta la bandera de
la escuela y un hombre que la corteja con bailes circulares. Salvo un error involuntario, esta pareja
debe recibir la mxima puntuacin, pues de lo contrario es casi seguro que la escuela perder. Luego,
le siguen la comisin de frente que es un grupo de personas famosas o no, relacionadas con las escuelas
(no bailan, apenas caminan o marchan). Despus, viene el ala de las bahianas, obligatoria en todas las
escuelas, un grupo de mujeres gordas, de edad avanzada, con vestidos-cretonas que bailan en forma
circular. Finalmente, desfilan los carros alegricos, alegoras y alas de las cinco mil personas de la
escuela o agregados.
En Ro de Janeiro desfilan unas 20 escuelas de samba durantes los tres das previos al Mircoles de
Ceniza. Aqu hay una experiencia que aprender. En Santo Domingo, un da de desfile nacional agrupa
ms de 200 carrozas, lo que implica repeticin y cansancio de los participantes, por lo que se imponen
selecciones y evaluaciones ms rigurosas.
En Brasil, salvo las excepciones del nordeste, el carnaval termina el Mircoles de Ceniza, un da
cargado de saudade o tristeza porque se anuncia el fin de la alegra. Una famosa cancin de Vinicius de
Moraes y Tom Jobim dice: Tristeza no tiene fin, felicidad s. En este da es muy comn la frase: Nos
vemos en el prximo carnaval.
La evaluacin del desfile y la seleccin de la escuela ganadora se realiza bajo un estricto sigilo y
discrecin. La votacin se realiza en un amplio estadio y cada escuela lleva sus simpatizantes. No se
sabe cmo ni por qu, pero las personas intuyen la ganadora. De todos modos, los resultados siempre
son muy apretados y nunca falta la crtica y el disenso. El jurado es muy estricto con la evaluacin: el
tiempo (30 minutos ms en el desfile es una puntuacin descalificadora); las alegoras, los temas, la
batera (no puede tocar fuera del comps), las alas no pueden disgregarse y, finalmente, los fanticos
tienen que pararse a aplaudir y bailar en las graderas. Realmente, es muy impresionante cmo se
organizan ms de cinco mil personas de manera tan coherente y armoniosa. Luego que la escuela
ganadora es escogida, sta desfila nuevamente el domingo prximo y, las dems, se retiran a sus
respectivos barrios para organizarse para el prximo carnaval.
La organizacin del carnaval carioca es extraordinaria. La iniciativa la tienen los pobladores de los
barrios marginados o favelas. Pero, a la escuela se integran (previo pago) artistas conocidos, artesanos,
costureros, sastres, escultores, etc. Finalmente, el Estado y la Riotur (Oficina de Turismo) realizan
toda la promocin interna y externa. Al cobrar los derechos de transmisin por la TV, entradas a los
desfiles y clubes, pago del vestuario, el carnaval carioca permite a los organizadores sufragar los gastos
y vivir de esa actividad considerada una prestigiosa profesin. Este es el secreto de la suntuosidad y
creatividad. A pesar de que muchos brasileos critican la comercializacin del carnaval, el mismo se
realiza en planos diversos que no impiden la participacin gratuita del pueblo. De todas maneras, hay
que pensar en una mnima organizacin comercial del carnaval, sin que pierda su autenticidad, pues es
la nica forma de lograr su sustentabilidad y evitar el clientelismo de las instituciones del Estado. En
Santo Domingo se podra realizar propuesta para que el carnaval resulte una actividad ldica
comercialmente provechosa para la poblacin que la organiza con el objetivo de abaratar los costos,
garantizar la participacin de todos, incluyendo los turistas que nos visitan. Nuestra organizacin no
tiene que ser en forma de escuelas de samba, aunque s podemos rescatar el aspecto didctico y popular
de la escuela como un centro de aprendizaje y desarrollo cultural permanentes. Otro aspecto muy
desarrollado en el carnaval brasileo -en el cual el nuestro es muy deficiente- es la msica. En Brasil,
cada agrupacin carnavalesca tiene su msica. En Ro de Janeiro, cada escuela de samba compone su
samba-enredo, una modalidad exclusiva de samba para el carnaval. En Santo Domingo se escoge un
tema del carnaval porque obviamente las agrupaciones no crean msicas particulares. Adems, nuestras
carrozas y comparsas suelen estar acompaadas de msica grabada, de merengue o salsa, algunas
tocadas por combos conocidos. Si el carnaval es hacer algo diferente o invertido del da-da o introducir
una ruptura con la cotidianidad, y si el merengue y la salsa son msicas cotidianas, obviamente, que no
pueden ser la msica del carnaval. No estoy diciendo, entindase claramente, que se excluyan, sino
que se toquen de manera diferente. Adems, la letra debe hacer referencia al tema de la comparsa. He
aqu un aspecto en el cual nuestros msicos, compositores y arreglistas pueden hacer grandes
contribuciones.
En muchos carnavales del mundo americano se utilizan las llamadas marchas, originalmente tocadas
por las bandas municipales de origen francs. Durante el carnaval, en sentido estricto no se baila; las
actividades son brincar, jugar, marchar (sin el estilo militar). Un tema interpretado magistralmente en
forma de merengue por Joseto Mateo llamada Jardinera es una famosa marcha o rancho del carnaval
carioca de 1939:
h! Jardinera, Por que ests tao triste?
Oh! Jardinera, por qu ests tan
Mas o que foi que te aconteceu
triste?, qu fue lo que te
Foi a camelia que caiu do galho
pas; fue la camelia que se
Deu dois suspiros, e depois morreu
rompi dio dos suspiros, y
se muri
El contenido de las marchas suele ser banal y de doble sentido: Mam yo quiero, mam yo quiero,
mam yo quiero mamar... As, el samba-enredo pico-lrico se complementa con la marcha irreverente.
Otro aspecto relevante del carnaval carioca que podra enriquecer el nuestro es el tipo de participacin
y apoyo de las autoridades. El carnaval es un ritual de la farsa, la comedia, pero realizado muy en serio.
La autoridad pblica entrega el gobierno de la ciudad al rey Momo, la figura principal del carnaval, y
su corte de bufones. Durante tres das mnimos, se realizarn acciones totalmente diferentes a la
cotidianidad. Quin es o debe ser el rey del carnaval? En Brasil, el rey Momo es casi siempre una
persona muy obesa que come, bebe y re con profusin y, sobre todo, baila horas enteras. Mientras ms
gordo, mejor, para que contraste con su corte de bellsimas y atrevidas damas. He aqu la
complementaridad entre la bella y la bestia. El carnaval se inicia con la coronacin del rey Momo en
plaza pblica y la entrega de las llaves de la ciudad. Termina cuando ste las devuelve al sndico o
gobernador. En nuestro pas, especialmente durante el desfile del Malecn, el rey del carnaval es una
figura irrelevante para el carnaval y el mismo se limita a subir y bajar de una carroza. Debemos recordar
que se trata de la figura principal y debe ser significativo para la organizacin del carnaval. Para m, el
mejor candidato para el rey del carnaval dominicano sera Dagoberto Tejeda. Tampoco es correcta la
seleccin del personaje Calif como rey, porque ste tiene su papel singular. Fradique Lizardo deca
que el rey Momo era exclusivo del carnaval brasileo. En realidad, aparece en el primero de los
carnavales del mundo que eran las fiestas dionisacas de la Grecia antigua.
Otro aspecto muy poco trabajado en el carnaval de Santo Domingo es la organizacin del desfile,
comparsas y carrozas en la Avenida George Washington. La interferencia del pblico y de las autoridades,
el comportamiento desnaturalizador de las comparsas ante los medios de comunicacin, el predominio
visual de las carrozas, el nmero ilimitado de comparsas y figuras que se repiten, la ausencia del
tiempo como variable fundamental del desfile, la ausencia de una msica carnavalesca relacionada
con las comparsas, los altoparlantes y bocinas de algunas casetas, el uso inadecuado de la publicidad,
la visibilidad de los jurados, la ausencia de criterios sistemticos y explcitos en la evaluacin, son
aspectos que deben ser corregidos en nuestro desfile nacional. Algo parecido sucede en las provincias
del pas.
su carcter social.
Los rituales como el carnaval constituyen una regin privilegiada para penetrar en el meollo de la
cultura de una sociedad, en su ideologa dominante y dominada y en su sistema de valores, al tiempo de
permitir tomar consciencia de los planos ms profundos de la convivencia social que la propia sociedad
no reconoce claramente, pero que desea colocarlos como un ideal eterno.
Durante el carnaval, un conjunto de factores social e histricamente dados es combinado y
recombinado para realizar lo que percibimos como carnaval antiguo o moderno, rural o urbano, de los
ricos o de los pobres. Lo que todos tienen en comn es que son eventos dominados por la idea de que
acontecen en un tiempo especial: un tiempo fuera del tiempo y del espacio cotidiano, marcado por
acciones invertidas, personajes, gestos y ropas caractersticamente diferentes a la cotidianidad.
Un complejo mtico-ritual como el carnaval, se constituye en un dominio privilegiado para manifestar
aquello que se desea perenne o eterno en una sociedad. Tambin surge como un rea crtica -bien llama
Dagoberto Tejada a nuestro Calif como la conciencia social de nuestro carnaval-, que penetra en la
ideologa y valores de una formacin dada. El carnaval dominicano, como los del mundo, constituye
un momento en el que se concretiza un conjunto de gestos, actitudes y relaciones que son vividas y
percibidas como nuestra identidad. El carnaval est por tanto junto a aquellas instituciones que nos
permiten ser y sentir nuestra propia continuidad como grupo o nacin. A diferencia de lo que acontece
en un juego de pelota cuando un equipo dominicano juega en el exterior, el carnaval tiene la ventaja de
que, para sentirnos dominicanos triunfadores, no es necesario un desenlace o resultado. Esto significa
que el carnaval posee una funcin de una mayor integracin que nuestro deporte nacional.
El carnaval permite transformar lo singular en universal, lo local en nacional, lo individual en
colectivo, y viceversa. Es en este juego de transformaciones que una sociedad toma conciencia de su
identidad.
Como bien explica Roberto Da Matta (1979), el carnaval es un rito sin dueo, un festival con
mltiples planos donde gana importancia quien est ms cerca de algunos de sus centros; sea de la
msica, del canto, de la danza, de los desfiles, de las autoridades. All se encuentran tanto los marginales
como los importantes del mundo social, pero ambos ocupan sus lugares, disfrazados e igualados, al
comn de los mortales.
Nuestras sociedades modernas e individualistas son marcadas por ritos conmemorativos -da de la
patria, carnaval, da de la Virgen, etc.- colocados por encima de las diferencias internas. El carnaval
tiene la funcin en una sociedad compleja de ser un ritual nacional que ayuda a construir, vivenciar y
percibir el universo social como una totalidad, frecuentemente fragmentada por contradicciones internas.
Esto es lo que explica cmo y por qu el pueblo dominicano y el mundo desde los griegos pueden
darle tanta importancia a un momento de libertad y creacin como es el carnaval cuando sabemos que
ese momento es de hecho una mentira, una ilusin pasajera en escasos das al ao.
Cuando la sociedad convierte un hecho ordinario en extraordinario y enfoca un aspecto de la realidad,
consigue cambiar su significado dndole otro nuevo. La realidad se transforma en ideal en pocos das
al ao lo que permite soportar y hasta modificar idealmente la cruda realidad. Una vez que el carnaval
termina con la vuelta a casa, las personas vuelven a ser individuos, aunque con esperanzas renovadas.
En el carnaval somos, pensamos y vivimos el mundo cotidiano de una manera diferente mediante la
dramatizacin de nuestra realidad social. Es como si las contradicciones y fragmentaciones sociales
no importaran en esos das y se prefiera dejar de lado nuestro sistema de vida jerarquizado y de escasa
movilidad social, ensayando vivir, aunque efmeramente, en libertad y fraternidad. Es por esto que
para poder comprender lo que sucede en tres o varios das del carnaval es necesario conocer lo que
sucede en los trescientos sesenta y tantos das restantes del ao.
Lo sagrado y los profano en el carnaval: una relacin universal y polmica
Todos los carnavales en el mundo se realizan con gran euforia, colorido y hasta desenfreno social lo
que motiva discusiones sobre su tica y funcin social.
En Brasil, donde se celebra el ms amplio y licencioso carnaval a nivel mundial, la Iglesia
comnmente se enfrenta a los carnavales exigiendo a las autoridades pblicas la prohibicin del carnaval
ms all del Mircoles de Ceniza, fecha en que se inicia la cuaresma, uno de los das ms sagrado del
cristianismo. En Santo Domingo, varias instituciones eclesisticas y personalidades se han manifestado
a favor de la separacin del carnaval y las fechas patrias (27 de Febrero y 16 de Agosto), mocin que no
es compartida por antroplogos y carnavalescos que consideran que dicha separacin sera un
anacronismo histrico, pues sta es la forma en que el pueblo dominicano celebra las festividades
patriticas desde antao.
En verdad, esta discusin no es reciente sino ms bien la actualizacin de una vieja confrontacin
entre lo sagrado y lo profano. Por un lado, el carnaval se define en oposicin a lo sagrado (eje sincrnico)
y, por el otro, lo profano tiende a desbordar lo sagrado (eje diacrnico).
Histricamente, el carnaval habra sido legitimado oficialmente a partir de 1264 cuando el papa
Urbano 1V en la Bula In Transitarus permite que las fiestas religiosas sean celebradas popularmente.
Dicha bula manda a celebrar autos sacramentales, piezas de teatro popular medieval con temas bblicos
y el triunfo del bien sobre el mal. Es bueno recordar que los Momises o Guloyas de San Pedro de
Macors interpretan estos temas con ciertas reminiscencias antiguas. La lucha entre toros y civiles de
Montecristi podra relacionarse con este tipo de enfrentamiento simblico religioso.
Durante la poca medieval europea y la colonial americana, la Iglesia Catlica permiti
manifestaciones populares carnavalescas, inclusive, en fiestas religiosas tan solemnes como Corpus
Christi. Ahora bien, la Iglesia no inventa el carnaval, apenas le confiere un corte o dimensin religiosa
a una celebracin pagana practicada por los egipcios, griegos, galos y especialmente romanos. Lo que
era una fiesta relacionada con la fertilidad, el drama, el culto al macho cabro, la cosecha del vino, el
cambio de las estaciones, el baile de mscaras y la inversin de roles sociales, la Iglesia la reestructur
con el objetivo de que el pueblo celebre con disfraces alegricos el triunfo del bien sobre el mal, al
tiempo que integraba la celebracin pagana de llevar o botar la carne antes del inicio de la Cuaresma,
un tiempo especial de ayuno, recogimiento y preparacin espiritual. Pero, la relacin entre lo sagrado
y lo profano se mantena -y todava se mantiene- en una tensin latente, permanente. Con el desarrollo
material y racionalizacin de la sociedad, lo profano cava vez ms desborda el contenido sagrado del
carnaval.
El carnaval, las fechas patrias y las procesiones religiosas son los tres modos bsico a travs de los
cuales ritualizamos nuestra identidad en el mbito nacional. En verdad, se trata de una relacin universal
de las sociedades occidentales modernas que se traduce en la relacin entre cultura (carnaval), poltica
(desfiles) y religin (procesiones). Son rituales de expresin de la estructura de una sociedad, sea
dominicana, brasilea u otra cualquiera. En estos rituales se observan los mecanismos fundamentales
de la dramatizacin del mundo o de la sociedad. Los tres estn relacionados, pero pueden ser analizados
de manera particular. Es a travs de ellos que la sociedad dominicana desdobla ante s misma su
imagen o construye aspectos fundamentales de su identidad nacional. En otras palabras, la identidad se
expresa de manera privilegiada en los desfiles conmemorativos, las procesiones y carnavales, en los
cuales la sociedad en su conjunto se orienta en torno al evento centralizador de la ocasin, parando o
cambiando sus sentidos de la cotidianidad. He aqu la impronta de la sincrona en la historia de una
sociedad, vlida tambin para la nuestra.
Obviamente, sin estos rituales la sociedad corre el riesgo de diluirse o destruirse en sus diferencias
o inequidades internas. He aqu el marco conceptual de la polmica sobre la separacin del carnaval y
las fechas patrias. Estos tres rituales forman un tringulo de la identidad nacional, y algunos sectores
entienden que dos de los vrtices estn superpuestos cuando se celebran el carnaval y la independencia
en la misma fecha. En cada evento se establece una autoridad: en el desfile, la autoridad es el Estado;
en la procesin es la Iglesia y en el carnaval el pueblo, la sociedad, la cultura. Los tres tienen diferentes
movimientos: el desfile es una marcha, la procesin es un caminar y el carnaval es un brincar, jugar,
una postura gestual corporal.
Ante esta situacin, se impone la celebracin de un evento nacional en el cual se discutan las
ventajas y limitaciones de cada posicin en torno a dejar como est o cambiar la fecha del carnaval. El
tema debe ser tratado dentro de un clima de consenso y no de imposicin. De cualquier manera, la voz
y el voto del pueblo y sus carnavalescos no deben faltar en la toma de decisin. De todos modos, es
preciso apoyar el carnaval dominicano en todas sus manifestaciones. Por ms increble que parezca,
las alegoras brasileas, el diablo cojuelo dominicano, los diablicos panameos o los vejigantes de
Ponce son tan antiguos y universales como la cruz cristiana y el misterio de la salvacin.
Antes de terminar, es necesario ponderar algunas caractersticas del carnaval dominicano que se
convierten en ventajas nicas para el disfrute popular. En primer lugar, nuestro carnaval es una fiesta
muy barata y accesible al pueblo. En Ro de Janeiro, cada escuela de samba gasta aproximadamente 15
millones de pesos al salir a la avenida; la entrada ms barata al Sambdromo cuesta ms de 30 dlares
y, los camarotes, lugares exclusivos de ricos y artistas famosos, sobrepasan los 10 mil dlares por
noche. En nuestro pas, aunque recientemente se han introducido vistosos y caros trajes de diablo, en
regiones como Cotu y San Cristbal, el pueblo confecciona trajes simples con materiales baratos
(papel u hojas de pltanos) sin perder su belleza y realismo. Adems, se registran figuras permanentes
como Se me muere Rebeca, Calif y otras que indican cierta continuidad histrica con las
representaciones teatrales de antao. Existen variantes regionales -La Vega, Santiago, la Capital, Cotu,
Salcedo, Elas Pia- que sirven para las identidades locales, al tiempo que festividades mgico-religiosas
con aspectos carnavalizados se realizan a lo largo del ao entero, algunas inclusive durante el perodo
de Semana Santa, como son las Cachas de Cabral y los Gags de los bateyes. Los fines de semana del
mes de febrero y en las fechas patrias de la Independencia (27 de Febrero) y la Restauracin (16 de
Agosto) se celebran festividades carnavalescas. Tambin, nuestro carnaval integra diversas
manifestaciones de grupos tnicos y nacionalidades extranjeras que han emigrado al pas como son los
cocolos de la Antillas inglesas y Turkilandia, los haitianos y cubanos. Finalmente, hasta el momento,
nuestro carnaval se realiza en un marco de convivencia pacfica y fiesta popular sin desencadenar en
tragedias o reyertas lamentables. El carnaval es la nica fiesta en la que el pueblo es el protagonista.
El carnaval: sus orgenes y dimensiones
(Entrevista con Pedro Can)
El carnaval es sobre todo inversin, dice Jos Guerrero, investigador antroplogo que ha dedicado
un tiempo precioso al estudio de la expresin popular dominicana y a identificar y conocer los recorridos
que han hecho los elementos que conforman nuestras tradiciones para que hoy contemos con un complejo
sistema de representacin que nos son propias.
El Lic. Guerrero nos habla sobre los orgenes griegos de una festividad casi universal, de las
contradicciones en la lectura de los smbolos y de cmo se desentraa el misterio de los significados.
El carnaval, dice, es la fiesta ms universal y antigua del mundo occidental: He buscado alguna
otra festividad, pero todo lo que he hallado es propio del mundo cristiano, mientras que el Carnaval se
remonta al menos al siglo VII antes de Cristo. Hay otras celebraciones que se remontan muy atrs, pero
que no han logrado la vigencia de que goza el Carnaval; por ejemplo, el da de Ao Nuevo es una
celebracin importante, pero es un slo da y no tiene la complejidad del carnaval. El nuevo ao es un
cambio de tiempo, pero la persona no cambia; en el Carnaval la persona cambia interior y exteriormente.
El carnaval nos ha llegado alterado, plantea, pero lo que se cambia es la relacin entre lo sagrado y
lo profano. En el carnaval opera esta relacin determinante entre lo sagrado y lo profano. En un momento
ambos trminos se acercan y en otro, se alejan. Esto constituye el centro de la dinmica histrica del
carnaval. El carnaval es una estructura con elementos definidos, que se modifican con el tiempo y de
acuerdo a la cultura, pero que se mantiene esencialmente en todos los lugares. La estructura del
carnaval es la inversin. Ahora bien, qu cambia el carnaval? Muchas cosas, pero sobre todo cambia
el tiempo-espacio. El tiempo ordinario se convierte en extraordinario, pero predominando el tiempo
profano. Todas las sociedades, incluyendo las no occidentales, dividen su tiempo en ejes que se
corresponden con tiempo ordinario y extraordinario. El carnaval pondera el tiempo profano. El carnaval
se estructura a partir de la inversin en todos los mbitos: la inversin del tiempo, de los roles, de los
valores. El carnaval que no invierte, no es carnaval.
Hay que aclarar que nuestros carnavales, los carnavales latinoamericanos, los caribeos, beben de
diversas fuentes; tienen elementos primordialemente europeos, pero tambin elementos propios de las
culturas donde se desarrollan, eso es innegable. Por otro lado, slo se puede hablar de carnaval en
sociedades de tipo occidental, sociedades divididas en clases sociales, sociedades con Estado. Pienso,
aunque hay que confirmarlo, que no hay carnaval propiamente dicho en sociedades sin divisin de
clases, pues el carnaval no hace sino unir lo que est desunido. En sociedades en que no se da la
divisin entre clases sociales o no hay una drstica divisin entre el hombre y la naturaleza, no hay
necesidad del carnaval. No hay una necesidad social para que este exista. No se me ocurre pensar que
entre los tanos haba un carnaval.
Entiendo, en definitiva, que el carnaval es un rito que toma valores de la realidad cotidiana y los
convierte en extraordinarios y, en segundo lugar, une, por espacio de dos o tres das, segmentos sociales
que el resto del ao permanecen separados. Esas son las grandes virtudes y la especificidad del carnaval.
En Grecia, el carnaval se nutre de lo sagrado y de lo profano. Tenemos que hacer referencia a estos
pares de opuestos para entender el carnaval. El carnaval es una estructura viva que se va modificando;
principal y originalmente, el carnaval es un culto de fertilidad, despus se le van agregando otros
cultos, tales como los cultos a los ancestros, los muertos, los diablos, seres del otro mundo, que guardan
relacin, si bien ms velada, con cultos de fertilidad y, para explicarlo debo decir que la Semana Santa
es un rito de fertilidad, pues Jesucristo no muere simplemente, sino que muere para nacer de nuevo. Si
se tratara de un ritual de ancestros implicara la muerte de Cristo, pero para los cristianos Cristo est
vivo, porque resucit; por lo tanto, se trata de un clsico rito de fertilidad. De ah es que el Gag, otro
ritual de fertilidad, se asocia a la Semana Santa.
El carnaval tiene el mismo elemento relacionado con la fertilidad, un ritual que aparece en Grecia
como ceremonia dedicada al dios Dionisos. Dionisio o Baco, cuando se latiniza, era el dios del vino, de
la agricultura y de la locura y de la sexualidad. En Grecia y Roma estos cuatro elementos estn
ntimamente relacionados.
Hay otra fuente de origen del carnaval que se relaciona con el origen del teatro, y que no se debe
perder de vista en cuanto se refiere a la relacin entre lo sagrado y lo profano. Se trata de los misterios
de Eleusis. Los misterios son ritos de iniciacin que, al humanizarse, se dan a conocer a travs del
teatro. Este proceso lo realiz Esquilo, no sin crticas por parte de fieles de los misterios. Creo que la
teatralidad del carnaval se debe a esos ritos, los cuales son popularizados a travs del teatro. Hay una
relacin directa entre ellos. La mscara guarda relacin con todo este complejo. Recordemos que la
mscara era entendida por los romanos como la persona: ponerme la mscara para que se manifieste
la persona real. El uso de la mscara, fundamental tanto para el teatro como para el carnaval, establece
una relacin mltiple entre el teatro, lo sagrado, lo profano y el carnaval.
Hay que comprender dos momentos del carnaval; en Grecia y Roma, como primer momento, se
desarrollan las modalidades de carrozas, comparsas, la estructura del carnaval se desarrolla casi por
completo, lo que va cambiando son los aspectos exteriores. En ese sentido yo podra afirmar que el
carnaval dominicano es grecorromano, sin negar el componente africano, claro est. La estructura de
la inversin es clsicamente grecorromana, y aparece en otros rituales por igual, no solamente en el
carnaval, pero el ms invertido de todos los rituales es el del carnaval. La inversin aparece en el
origen romano de la Nochebuena cristiana, cuando el amo le serva al esclavo, pero es en el carnaval
cuando la inversin se presenta de manera ms expresiva.
El segundo momento es el momento medieval. Los siglos XI y XII d.C. son siglos de gran
oscurantismo, pero en el siglo XIII se da un reavivamiento de la cultura, se desarrollan las ciudades
italianas, el arte cambia del romnico al gtico; pero adems hay cambios en el arte, por ejemplo en el
arte religioso: Cristo aparece humano, mientras la Virgen sonre. Ah aparece el carnaval en su forma
ms prstina, se verifica un desarrollo del carnaval. Primeramente, el carnaval haba sobrevivido como
una fiesta profana, pero despus de la desaparicin del Imperio Romano, la Iglesia procura limitar el
campo de lo profano y hacer sagrado todo lo que se refiere a las festividades populares, y es cuando
aparece la bula Intransitarus del papa Urbano 1V.
La Iglesia desea evangelizar al pueblo, en trminos antropolgicos transculturizarlo. La historia
ritual de la Iglesia implica el dominio, pero tambin la adaptacin de todos los mitos y ritos que
encontr; la Iglesia no inventa nada, ms bien modifica lo que encuentra de acuerdo a sus propios
criterios, dejando afuera, con frecuencia, prcticas populares. El paso del cristianismo al catolicismo
implica la adaptacin y asimilacin de la Iglesia a todas las culturas que encontr, sea en el Viejo
Mundo como en el Nuevo. El primer Concilio (de Jerusaln) ya plantea la necesidad de eliminar la
preeminencia juda de la ritualidad y el mito cristianos. Hay que aclarar, sin embargo, que aunque
muchos entienden que el carnaval se reinstala o reaparece en Europa luego de la bula Intransitarus, del
ao 1264, no es ah donde el carnaval se origina, pues la bula, que se refiere a Corpus Christi, plantea
que se permita el teatro popular entre las festividades, as como montar autos sacramentales y celebrar
actividades festivas populares. Pero la Iglesia no manda al pueblo a vestirse de diablos, sino que, al
parecer, la bula permiti integrar o coexistir con una prctica profana existente a las actividades de la
Iglesia.
Por otro lado, en el medioevo hubo grandes crisis como la peste negra y hambrunas, tiempos
apocalpticos, tiempos de incertidumbre y, obviamente, el carnaval aparece como una respuesta a todo
este panorama, es decir, hubo un cambio; la propia Iglesia Catlica cambia en este perodo. Quiero
aclarar que en ningn momento debe entenderse que la Iglesia organiza el carnaval, sino que se aprovech
de la coyuntura. Los autos sacramentales se segmentaron; hubo piezas que tomaron cuerpo por s
mismas y, como pas en Grecia, la tragedia se mezcl con lo cmico, con la farsa, es decir, en un
determinado momento, la persona habl de otra manera o apareci con el tamao que no era y, poco a
poco, llegamos a la farsa propiamente dicha. Lo que quiero decir es que las escenas bblicas se
humanizaron. El paso de lo sagrado a lo profano consiste en que los ritos se humanizan; en vez de ser
un dios all sentado, es un hombre, las escenas sobre la pasin de Jesucristo pasan a ser las de las
leyendas, no las bblicas. Esa es la humanizacin, y llega un momento en que la fiesta se convierte en
una fiesta popular, y tiende a perder el vnculo directo con su origen sagrado. El personaje del diablo
medieval que era vencido por Jess o San Miguel, toma vida propia, y se convierte en exorcista del
verdadero Diablo. Es por eso que el diablo cojuelo es una antpoda del Diablo. La clave est en que es
un diablo humanizado, carnavalizado.
La polmica sobre los lmites del carnaval, que hoy se ventila aqu en Repblica Dominicana, es
una polmica antigua, milenaria.
es necesario investigar. Fradique Lizardo habra comunicado personalmente a Alejandro Peguero (1999)
la informacin de que el presidente Santana, pocos aos despus de la Independencia (hacia 1848) fue
quien dispuso que el carnaval y la conmemoracin del 27 de Febrero se celebraran concomitantemente,
en vista del fuerte apoyo popular del carnaval y la apata de los dominicanos ante la fecha de la
Independencia. Segn Peguero, esta medida de fuerza tard mucho tiempo en calar en la tradicin
popular y no fue sino hasta el gobierno de Lils que se materializ dicha imposicin. Debemos recordar
que desde la colonia se realizaban fiestas carnavalescas para celebrar grandes acontecimientos polticos
de la Metrpolis. Celebrar las fechas patrias con festividades populares carnavalescas parece, pues, ser
parte de una antigua tradicin colonial-republicana. Por lo que habra que ser mucho ms cuidadoso al
modificar esa tradicin ya legitimada por el pueblo como buena y vlida. Yo no veo nada malo a que
salgan comparsas en los das patrios. He aqu el peligro de una modificacin pura y simple: debemos
saber previamente, por lo menos, lo que se va a modificar.
Hubo, tiempos atrs, un carnaval de la clase alta y un carnaval popular: eso es universal, en todas
partes hay esa segregacin. Ahora bien, el carnaval supone el disfrute, la alegra de todos, cada uno en
su espacio y, en un momento determinado, todos juntos en carnaval. El nuestro no ha logrado eso; no
ha logrado la integracin de los sectores dominantes, populares, clase media y artistas. Aqu quienes
hacen las mscaras de carnaval son los artesanos, no los artistas, y no establezco la diferencia con
nimo peyorativo. Nuestros artistas se encuentran de espaldas al carnaval. Por otro lado, al carnaval
dominicano le hace falta cierto orden. El carnaval no se ha asumido como una tarea nacional aunque,
para terminar, el carnaval es una cosa muy seria para el pueblo.
REFERENCIAS BIBLIOGRFICAS
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Tejeda Ortiz, Dagoberto. Cultura popular e identidad nacional. Tomo I, Editora MEDIABYTE, Consejo
Presidencial de Cultura-Instituto Dominicano de Folklore, Santo Domingo, 1998.
1
Lic. Jos G. Guerrero. Profesor de Antropologa, Universidad Autnoma de Santo Domingo (UASD) e Instituto
Tecnolgico de Santo Domingo (INTEC). Subdirector del Museo del Hombre Dominicano.