Realismo Crítico: Una Alternativa en El Análisis Social
Realismo Crítico: Una Alternativa en El Análisis Social
Realismo Crítico: Una Alternativa en El Análisis Social
anlisis social1
Recibido: 21/10/2015
Aprobado: 06/05/2016
Resumen
El artculo resalta las limitaciones del positivismo en las ciencias sociales. Sus crticos
apelan a su superficialidad ontolgica, y sus consecuencias sobre su pertinencia epistemolgica, para reivindicar la necesidad de alternativas metodolgicas en la investigacin
social. Se presentan a continuacin el realismo crtico, como postura filosfica, y el enfoque morfogentico de Margaret Archer, como una implicacin terica, para contrarrestar
el paradigma dominante. El artculo es innovador en su esfuerzo por vincular discusiones
filosficas con implicaciones en la prctica acadmica, incluyendo la referencia a tres
trabajos que han utilizado el realismo en el anlisis institucional. La contrapropuesta es
an prematura, pero cuenta con un gran potencial cientfico.
Palabras clave: ontologa; metodologa; positivismo; realismo crtico; enfoque
morfogentico.
Abstract
The article highlights the limitations of positivism in the social sciences. Critics of positivism appeal to its ontological superficiality and the consequences on its epistemic
pertinence, and claim the need of methodological alternatives in social research. Critical
Realism, as a philosophical stand, and Margaret Archers Morphogenetic Approach, as a
theoretical implication, are both presented to contest the dominant research paradigm.
The paper innovates in the sense that it makes an effort to link philosophical discussions
with its practical implications for social research, including an explicit reference to three
previous works that have used realism to inform an institutional analysis. The counterproposal is still premature, but it has an important scientific potential.
Keywords: ontology; methodology; positivism; critical realism; morphogenetic approac.
Resumo
O artigo salienta as limitaes do positivismo nas cincias sociais. Seus crticos interpelam
sua superficialidade ontolgica, e as consequncias sobre sua pertinncia epistemolgica,
reivindicando a necessidade de alternativas metodolgicas na pesquisa social. Assim, se
apresenta o realismo crtico como postura filosfica, e o enfoque morfogentico de Margaret Archer, com sua implicao terica que faz contrapeso ao paradigma dominante. O
artigo inovador no esforo por vincular discusses filosficas com implicaes na prtica acadmica, incluindo a referncia a trs estudos que tm usado o realismo na anlise
institucional. Esta alternativa ainda prematura, mas tem um grande potencial cientfico.
Palavras-chave: ontologia; metodologia; positivismo; realismo crtico; enfoque
morfogentico.
Introduccin
A pesar de posibles discrepancias en su interpretacin y uso, la literatura tiende a concluir la existencia de vestigios del positivismo insertos en el anlisis
econmico dominante (Blaug 1992; McCloskey 1989; Mki 2003). Es decir, un paradigma que predica sobre modelos basados en la observacin para determinar
la veracidad y la validez de afirmaciones sobre el conocimiento (Kanbur and
Shaffer 2007, 185). De acuerdo con esta corriente de pensamiento, la cual recoge
elementos de las discusiones del Crculo de Viena de principios del siglo XX, las
buenas teoras deben juzgarse por su consistencia interna y por su verificacin
emprica (Caldwell 1980)3.
De hecho, la economa contempornea dominante se apega a la tesis de que
la ciencia debe preocuparse solo por establecer afirmaciones causales () y soportarlas por medio de evidencia emprica certificada (Keita 1997, 85)4. En trminos metodolgicos, ello se traduce en el uso de herramientas inductivas y deductivas de investigacin, como la econometra y las matemticas, para explicar
patrones sociales observables. Dasgupta (2007), por ejemplo, defiende los modelos cuantitativos que simplifican la realidad para extraer lecciones causales sobre el mundo. A su vez, argumenta la utilidad de enfocarse en el individuo como
nivel bsico de agregacin, para luego migrar el anlisis a conjuntos sociales
ms complejos (ej. familias, comunidades, distritos, pases), razonamiento que
favorece la modelacin precisa y la prediccin del comportamiento humano.
La metodologa del positivismo en la economa ha tenido tal grado de xito,
que hoy se habla del imperialismo econmico, o la forma en que esta ha colonizado el territorio de otras ciencias sociales (Hurtado 2008). Ello a pesar de ser
un paradigma prcticamente desechado en departamentos de filosofa (Alvey
2005), entre otras razones por su simplismo exacerbado, su anlisis determinista
y limitado para explicar transformaciones sociales (Hay 2002) y la resistencia de
muchos de sus grandes exponentes para entablar un debate filosfico sobre su
mtodo cientfico (McCloskey 1989). Nada ms en contrava de las necesidades
contemporneas por la interdisciplinariedad y la reflexin en torno a mtodos
que no parecen responder de todo a las demandas sociales por la verdad (Mki
2008).
El objetivo de este artculo es presentar parte de dicha crtica y proponer una
alternativa metodolgica alineada con los fundamentos del realismo crtico. Los
realistas crticos, entre quienes el principal exponente es Bhaskar (2008), dan un
paso atrs hacia la ontologa o el estudio de la naturaleza de la realidad para
desafiar, entre otras corrientes paradigmticas5, el reduccionismo y la falta de
3Segn Alvey, si bien el positivismo lgico del Crculo de Viena fue criticado por Popper (al punto
que algunos comentaristas propusieron el criterio de falsificacin como una alternativa al de
verificacin), el impacto de este primero sigue presente en el pblico en general () y en disciplinas que lo importaron, como la economa (2005, 230).
4Todas las citas procedentes de referencias en ingls fueron traducidas al castellano por el autor
de este artculo (nota de la editora).
5El realismo crtico es un paradigma que plantea una alternativa a los extremos ontolgicos y
epistemolgicos del positivismo y del posmodernismo. A modo de ilustracin de la crtica a las
vertientes del segundo paradigma en mencin (por ejemplo, el posestructuralismo) ver Porpora
(2001) y Sayer (2012).
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217
1.
la alegra que sinti Loewi cuando el ritmo cardiaco se redujo, como si el nervio
vago inexistente hubiese sido estimulado (2002) (19). Su hallazgo dejaba clara la
incidencia de un mecanismo qumico; los impulsos nerviosos secretan sustancias qumicas que actan sobre los msculos.
El experimento de Leowi, quien ganara un premio Nobel en Medicina, permite extraer enseanzas importantes sobre la forma de proceder del mtodo
cientfico. Estas ayudan a responder las preguntas de Bhaskar y su gran interrogante sobre la forma en que se presenta la realidad. Por un lado, es posible afirmar la operacin de mecanismos independiente de la conciencia, la percepcin
o la conceptualizacin humana. Es decir, sin importar si Leowi hubiese contestado su pregunta sobre el funcionamiento del sistema nervioso, el cuerpo seguira produciendo sustancias qumicas. En palabras de Bhaskar hay objetos que
existen y actan () sin importar si son identificados o no (1998b) (11), nocin
de la cual se desprende una de las mximas ontolgicas del realismo crtico: la
realidad existe independiente de nuestro conocimiento de ella (Danermark et
al. 2002, 17)6.
Una segunda enseanza es sobre la brecha existente entre lo emprico
(u observable) y lo real. De hecho, no es posible acceder a la realidad por medio
de la simple observacin, pero solo indirectamente a travs de sus efectos causales. En el caso del experimento de Loewi fue necesario utilizar un mtodo
cientfico (una prueba en laboratorio) para develar la respuesta de un enigma;
a pesar de que los cientficos de principios del siglo XX conocan los efectos
de la operacin del sistema nervioso (ej. una contraccin muscular), contaban
con una teora equivocada sobre sus causas. A lo anterior se podra agregar una
distincin entre el campo de lo emprico, el cual se encuentra delimitado por
prejuicios del investigador o la puesta en prctica de lentes tericos particulares,
y la totalidad de los eventos sociales y naturales que pueden ser registrados por
un observador. Los segundos incluyen hechos especficos que ocurren sin que
exista conciencia de los mismos. Por ejemplo, los mdicos pueden estar enterados de fenmenos anatmicos observables (ej. la contraccin muscular), que
pueden ser ignorados por un profesional de otra rama del conocimiento.
La tercera enseanza est relacionada con el objetivo mismo del descubrimiento cientfico, el cual es, en esencia, transfctico. Es decir, consiste en develar explicaciones causales y no, como suele interpretarse, en hacer afirmaciones
sobre la observacin de regularidades empricas. Volviendo al experimento de
Loewi, lo emprico, o la observacin de las contracciones musculares, fue tan
solo el punto de partida. El valor de su hallazgo es la comprensin del mecanismo qumico actuando en el sistema nervioso de los organismos que estaba estudiando. Podran encontrarse analogas similares, como por ejemplo de ley de
gravedad, cuyo valor cientfico es la explicacin del mecanismo de aceleracin
que impulsa a toda masa al centro de la Tierra, y no la descripcin de la cada
de la manzana.
219
reflexivos que actan guiados por las circunstancias, pero tambin en funcin, bajo
la influencia e influenciando a los dems. Ello tendr una implicacin ontolgica
que se deriva del concepto mismo de estratificacin y la forma en que este permitira hacer un ejercicio casi infinito de induccin hacia atrs para identificar los
mltiples niveles y mecanismos que influencian una decisin humana, desde el
nivel atmico y orgnico, hasta llegar a un individuo, grupo o colectividad. Es decir,
se corrobora un patrn lgico de complejidad: cuanto ms alto sea el estrato que se
observa, ms son los mecanismos y las posibilidades de combinaciones [entre los
mismos] (Danermark et al. 2002, 35). Esto quiere decir que, a diferencia de los cientficos en ciencias naturales, los cientficos sociales se enfrentan a sistemas abiertos,
en los cuales es muy difcil [por no decir imposible] crear una situacin en la que
sea posible manipular y controlar sistemticamente las mltiples influencias detrs
de un solo fenmeno (Danermark et al. 2002, 35).
El vivir en un mundo de sistemas abiertos tiene, por ende, repercusiones epistemolgicas que afectan directamente la posibilidad de aplicar lgicas inductivas o
deductivas al anlisis social. Estas se manifiestan en una nocin de causalidad que
contempla la posibilidad de la incidencia de lo contingente, lo imprevisto o de la
conjugacin no constante de eventos [sociales] (Bhaskar 1998b, 10). Dicho de otro
modo, la complejidad del estudio de las relaciones entre individuos e instituciones
sociales se encuentra demarcada por el surgimiento de mecanismos imprevistos,
tanto estructurales (ej. una guerra, un desastre natural, una crisis econmica), como
agenciales (ej. un comportamiento irracional, un clculo inexacto, una interaccin
social inesperada) y que pone en entredicho todo anlisis causa-efecto lineal y fundamentado en la teora de las regularidades (Bhaskar 1998a, 7).
2.
221
3.
Abduccin, retroduccin y descubrimiento
cientfico
Resumiendo la seccin anterior, las explicaciones que se derivan de lgicas
exclusivamente inductivas y/o deductivas realmente no explican nada; simplemente describen una relacin estadstica (Danermark et al. 2002, 108). El
realismo crtico, por su parte, se adhiere a un modo de inferencia que lleve al
[investigador] de la superficie de los fenmenos a sus causas, o, en trminos an
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ms generales, de los fenmenos que se encuentran en un nivel a las explicaciones inmersas en niveles ms profundos [de la realidad] (Lawson 2003, 80). De
ah la importancia de hablar de modos de razonamiento como la abduccin y la
retroduccin, ambos inherentes a cualquier estrategia de investigacin realista
(Sayer 1992; Blaike 2007).
La abduccin, de un lado, no responde a un proceso de inferencia estrictamente lgico. Por el contrario, se circunscribe a la interpretacin y la creatividad
para asociar fenmenos observables con sus posibles explicaciones causales.
Ms all de recurrir a la acumulacin de conocimiento a partir de una referencia
a marcos tericos o conceptuales preestablecidos, la abduccin requiere de un
proceso de razonamiento creativo que permita al investigador discernir sobre
relaciones y conexiones que no son evidentes, ni obvias (Danermark et al. 2002,
92). Por lo anterior, una estrategia de investigacin abductiva implicara la teorizacin a partir de la lectura y la interpretacin de las percepciones y los imaginarios de los actores sociales que hacen parte del objeto de estudio (Blaike 2007).
La retroduccin, por su parte, es un modo de inferencia en la que los eventos
son explicados por medio de la postulacin (y la identificacin) de los mecanismos capaces de producirlos (Sayer 1992, 107). Como tal, se define a s misma en
trminos de un pensamiento transfctico, en tanto se encuentra orientada al
develamiento de condiciones necesarias para la ocurrencia de fenmenos sociales. Una estrategia retroductiva parte entonces de lo observable y recurre a la
teorizacin para identificar explicaciones causales. Es falible en la medida que
cualquier resultado terico debe probar su eficacia para explicar eventos observados en el mbito de lo actual y lo emprico.
Segn el esquema de investigacin social presentado en Danermark et al.,
2002, todo proceso de descubrimiento cientfico empieza, por ende, por la descripcin de datos provenientes de un proceso previo de levantamiento de informacin cualitativa y/o cuantitativa a fin de capturar, de forma descriptiva,
la complejidad del fenmeno en estudio. A continuacin, en la fase de resolucin analtica, el investigador debe priorizar componentes o dimensiones en
las cuales enfocar su indagacin. Lo anterior, debido a una de las implicaciones
de los sistemas sociales abiertos: la imposibilidad de estudiar el todo. El tercer
paso es la construccin terica, en el cual la abduccin y retroduccin van a desempear un papel importante en la reinterpretacin de los datos descritos y el
develamiento de explicaciones causales. Este paso debe alimentarse, siguiendo
a Sayer (2000), del planteamiento de preguntas contrafactuales relevantes como
qu condicin es necesaria para la existencia de X?, es posible la existencia de
X sin Y? o qu propiedades son necesarios para que un objeto pueda llevar a
cabo cierta actividad? Finalmente, se presenta una etapa de comparacin entre
teoras y abstracciones en la cual el foco es la aplicacin de criterios dialectos
como la argumentacin (Porpora 2001; Lawson 2009) a fin de poner a prueba el
poder de la explicacin propuesta.
La anterior estructura responde a una lgica, valga reiterarlo, consecuente
con la ontologa realista. De un lado, tanto la abduccin como la retroduccin
(y la combinacin de las mismas) escapan de razonamientos deterministas o
que asumen sistemas sociales cerrados. Por ejemplo, la apertura a interpretar
las motivaciones individuales a partir de la percepcin de los actores sociales
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223
4.
Realismo crtico en prctica: un enfoque
morfogentico
Una crtica recurrente al paradigma del realismo crtico es su desarrollo prematuro de alternativas metodolgicas para informar investigaciones empricas
(Carter and New 2004; Parada 2004). Este postulado es debatible en tanto se
encuentra soporte en la literatura de la forma en que el enfoque morfogentico
de Archer (1995) logra integrar satisfactoriamente los postulados ontolgicos del
realismo a una teora social rigurosa (Willmott 2002; McAnulla 2002; Porpora
2013). A su vez porque es posible encontrar trabajos cientficos que han utilizado
el EMG para resolver preguntas en diferentes reas de las ciencias sociales.
El enfoque morfogentico, tal y como ha sido esbozado por Archer (1995) complementa el modelo de transformacin social (MTS) presentado por Bhaskar
(1998b)10 y que se fundamenta en dos ideas generales: la sociedad genera las
condiciones materiales para la accin humana y tanto la sociedad como la
prctica humana poseen un carcter dual (1998b, 37). Dicho de otro modo, de
acuerdo con el MTS es necesario entender las estructuras sociales y los agentes
de la sociedad como entidades distintas y que operan en niveles ontolgicos
diferentes, pero que dependen e interactan entre s. Algunos de sus principios, segn los enumera Archer (1995), as lo reflejan. Entre ellos, i) la sociedad
no puede reducirse a las personas, ii) la sociedad preexiste a las personas y, por
ende, es un objeto de investigacin independiente iii) la sociedad tiene poderes
causales que se identifican con el nivel de lo real y iv) los poderes causales de la
sociedad estn mediados por la actividad humana.
Una de las innovaciones del modelo de Archer (1995) es la introduccin del
factor tiempo para separar momentneamente la sociedad (que es preexistente)
y el accionar de las personas para transformarla o reproducirla. Su propuesta
terica se fundamenta en la posibilidad de identificar discontinuidades temporales en el accionar de estructuras y agencias y como tal se desglosa en tres etapas de anlisis: i) condicionamiento, ii) interaccin y iii) elaboracin. Dicho en
trminos generales, las estructuras sociales, tanto culturales como materiales,
10Antes del desarrollo del EMG, varios comentaristas, incluido el mismo Bhaskar, encontraron
afinidades entre el MTS y la teora de estructuracin (TE) de Antony Giddens. Parte de la contribucin de Archer (1995) fue demostrar la forma en que este segundo no lograba recoger con claridad la ontologa del realismo crtico, en particular porque en la TE las estructuras sociales son
vistas como trazos de memoria que orientan la conducta de agentes humanos perfectamente
informados (Giddens 1984, 17). Esta ltima idea es incompatible con la hiptesis de la peculiaridad distintiva de las estructuras sociales de Bhaskar, segn la cual los agentes pueden hacer interpretaciones equvocas sobre las mismas. Esto ltimo implica, segn Archer (1995), que existe
una interpretacin correcta (condicin intransitiva), independiente de la percepcin humana.
4.1
Condicionamiento
225
sociales (Archer 1998, 372). Ac es importarte distinguir entre motivaciones materiales y culturales, siendo las primeras resultado de intereses manifiestos en posiciones sociales y las segundas, en el apego a valores y creencias personales (Porpora
2013). En esta fase, las propiedades emergentes materiales (PEM) y las propiedades
emergentes culturales (PEC) toman la forma de costos de oportunidad objetivos13
que acarrean formas de penalizacin a quienes opten (sea por decisin o por falta
de precisin en un clculo) por comportamientos que se desven de ciertos parmetros y expectativas sociales. Un ejemplo concreto sera el de un docente escolar. Por
un lado, todo individuo que quiera ensear en un colegio debe cumplir con unos
requisitos que exige la ley (ej. formacin, horas de servicio, objetivos concretos del
currculo escolar). La sociedad como tal (ej. un pueblo) tiene tambin sus visiones
culturales (unas ms dominantes que otras) sobre lo que es la educacin y sobre
lo que debe ensearse. Todo docente posesionado que omita cumplir con ciertos
parmetros (ej. dictar cierto nmero de clases, transmitir o reforzar ciertos valores
entre los estudiantes) podra, por ende, perder su trabajo. Nuevamente, son los interrogantes dirigidos a la configuracin especfica de esos costos los que indicaran
las condiciones que ejercen influencia sobre las conductas de los cuerpos docentes.
4.2
Interaccin social
4.3
Elaboracin social
La ltima etapa del modelo es la elaboracin, fase en la cual los actores sociales que representan agencias contribuyen hacia la reproduccin (morfostasis) o la transformacin (morfognesis) del sistema existente (Knio 2013, 861).
Para este momento algunos grupos podran haber tenido xito en modificar
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227
las condiciones para favorecer sus intereses () [y] otros podrn verse como
perdedores (McAnulla 2002, 286). Los resultados de este proceso, el cual marcar el fin de un ciclo morfogentico y las condiciones iniciales de un ciclo
subsecuente, pueden tipificarse en cuatros escenarios posibles: i) morfostasis
material y cultural, ii) morfognesis material y cultural, iii) morfostasis material y morfognesis cultural, y iv) morfognesis material y morfostasis cultural. Mientras que los dos primeros describen un proceso de transformacin
o reproduccin completa de las estructuras sociales, las dos ltimas hacen
referencia solo a modificaciones parciales. Es importante, sin embargo, mencionar que de acuerdo con la tradicin realista, segn la cual las expresiones
culturales suelen estar inmersas en prcticas sociales materiales, cdigos de
conducta, instituciones y ambientes [preestablecidos] (Sayer 2000, 44), Archer
se adhiere al argumento de que la elaboracin estructural ejerce una mayor
influencia sobre la elaboracin cultural (1995, 315)14.
5.
Esta seccin presenta tres ejemplos de investigaciones empricas informadas por el realismo crtico, y particularmente por el enfoque morfogentico.
El primero es un estudio sobre el sistema educativo britnico y la forma en
que las polticas de calidad orientadas exclusivamente por los resultados en
pruebas estandarizadas contribuyen a entender, paradjicamente, el bajo rendimiento escolar. El segundo caso es el de un anlisis de sistemas de informacin en una oficina de un gobierno local en el Reino Unido e ilustra, por
tanto, una aplicacin del EMG a las reflexiones acadmicas en torno a la organizacin empresarial y la operacin de firmas pblicas y/o privadas. El tercer
trabajo reseado proviene del campo de la economa poltica y las relaciones
internacionales y trae a colacin una reflexin geopoltica en Oriente Medio.
Por cuestiones de espacio y falta de acceso a los detalles metodolgicos de
cada investigacin (ej. definicin de la forma en que se lleva a cabo una estrategia retroductiva o la referencia explcita a herramientas de recoleccin de
informacin), la discusin de los casos se centra en el despliegue del modelo
de Archer (1995), haciendo hincapi en la forma en que se entrelaza con la ontologa realista. A su vez, se abre espacio para compartir posibles reflexiones
de los autores frente a fortalezas y posibles dificultades a las que se pudieron
enfrentar en la aplicacin del EMG.
14 Aunque segn Marsh (2009) la prevalencia de lo material sobre lo cultural (las ideas) puede ser
vista como una cuestin emprica, el autor provee algunos ejemplos para apoyar la posicin
realista. Uno de ellos se centra en los diferentes discursos proclamados en el planeta en torno
a la crisis financiera global de 2008, particularmente en pases como Estados Unidos, Canad,
Irlanda, Australia, Reino Unido, Nueva Zelanda y Francia. De acuerdo con Marsh la crisis fue
narrada de forma diferente en los diferentes pases y [dichas] narrativas () en cada pas variaron
y se profundizaron en el tiempo a medida que los efectos de la crisis se hacan ms evidentes
(2009, 690). Dicho de otra forma, y parafraseando al autor, a pesar de la emergencia de diferentes
discursos en cada pas (con sus respectivas influencias en la reestructuracin de sus instituciones financieras), todos son una expresin o reaccin frente a un fenmeno material comn: la
crisis financiera.
5.1
229
Al final, el ejercicio retroductivo de Willmott (1999; 2002) identifica dos mecanismos causales inobservados, pero con propiedades emergentes tanto en el
mbito material como cultural. Por un lado, la lgica gerencial inmanente a la
poltica de un Estado que busca mejorar el desempeo educativo en las escuelas
primarias de Inglaterra. Ello implica una asignacin de recursos, pero tambin
la delimitacin de metas, tareas y posibles sanciones. En particular, si el colegio
se encontraba entre los ltimos puestos de las SAT, encaraba la posibilidad de
clausura (Willmott 1999, 16). A su vez, la influencia de un paradigma educativo
prevalente que relevaba en aquel entonces la importancia del desarrollo de ciertas competencias o habilidades cognitivas y emocionales del alumno como prerrequisito para un aprendizaje integral. El encuentro entre estas dos influencias
materiales y culturales (primer momento de la fase de interaccin) generara,
por ende, la emergencia de contradicciones que dificultaran (y limitaran) la
posibilidad de transformar el sistema educativo, particularmente en Southside.
5.2
231
5.3
El artculo de Knio (2013) tiene como propsito responder una pregunta concreta en un contexto donde las acciones de un movimiento poltico en el Lbano
son, por as decirlo, inesperadas. Es el caso de Hezbollah, partido que si bien ha
apoyado pblicamente las protestas en Tnez, Egipto, Libia, Barin y Yemen se
ha opuesto vehementemente al levantamiento en Siria y ha hecho un llamado por
el mantenimiento del rgimen (Knio 2013, 856). En su estudio, el autor inicia haciendo referencia a la literatura relevante sobre la geopoltica libanesa y la forma
en que esta ha tendido a concentrarse en tres tipos de anlisis: i) una visin estructuralista, donde Hezbollah acta en un contexto de marginalizacin de los chiitas,
iii) una perspectiva voluntarista, donde Hezbollah es simplemente un cliente de
Irn y Siria, y iii) un enfoque dualista, donde se tienen en cuenta las influencias
militares e ideolgicas que motivan las acciones polticas del grupo, pero que carece de poder explicativo debido a su visin plana del tiempo. Este ltimo, seala
Knio, no logra explicar por qu el partido ha fallado en reinventar su identidad
233
6.
Reflexiones finales
235
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