Tomo 73
Tomo 73
Tomo 73
Contenido:
EDITORIAL
CONSULTAS A LA CARTA
ESPECIAL JURISPRUDENCIA PENAL VINCULANTE
ANLISIS Y CRTICA JURISPRUDENCIAL
INFORME JURISPRUDENCIAL
ENTRE CORCHETES: JURISPRUDENCIA COMENTADA Y ANOTADA
JURISPRUDENCIA VINCULANTE
TENDENCIAS JURISPRUDENCIALES
BUZN DE LTIMAS JURISPRUDENCIAS
ANLISIS DE ACTOS Y PIEZAS PROCESALES
MARCOS DE PAPEL
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EDITORIAL
tica periodstica y la necesidad de un tribunal que la garantice
abogados. Al revisar los nombres de los miembros de dicho tribunal, cualquier miedo se
nos disipa. Su honorabilidad y calidad intelectual garantizaran a priori la imparcialidad
y pertinencia de los fallos. Se trata de abogados verdaderamente preparados, por lo cual
su profesin no los deslegitima en absoluto.
Lo dicho, sin embargo, no libra a este Tribunal de posibles errores. Y ello a
nuestro parecer se habra dado en un caso recientemente cuestionado. As, pues la
interposicin de una queja previa, como as lo hizo una reconocida periodista, implica
un sometimiento tcito a dicho Tribunal para ser denunciado? Moralmente tal vez s,
pero jurdicamente la respuesta ms certera parece ser la negativa; si no cul es el
fundamento legal-procedimental para ello? Hay que recordar que no nos encontramos
frente a un rgano jurisdiccional, por lo que prima la voluntariedad del sometimiento
del denunciado, que no nos parece se d con una simple actuacin anterior como
agraviado.
Es claro que la dificultad de controlar a la prensa pasa tambin porque los
medios emplean indiscriminadamente sus espacios para defenderse de cualquier
agresin. Al ser su influencia tan preponderante, cuentan en verdad con todas las de
ganar y cualquier atisbo de control justificado se convierte fcilmente en una agresin a
la libertad de expresin o informacin, garantizando la impunidad. De all que no haya
un lmite para las llamadas guerras de titulares, en las que las denuncias muchas veces
valen ms por lo que venden que por la rigurosidad de la investigacin que las respalda.
Ante esta situacin resulta desesperado que se efectivicen los principios de tica
periodstica.
En ningn caso debe perderse de vista la delicada responsabilidad que asiste a la
prensa, al ser el medio que vincula al ciudadano comn con la fenomenologa poltica,
creando as (intencionalmente o no) corrientes de opinin. Por eso, si alguna forma de
control debe existir, es aquella que oriente la informacin periodstica a la promocin de
los valores democrticos, tarea muy complicada en un pas en el que ni la clase poltica
aparenta dirigirse hacia este objetivo.
Finalmente, nos reafirmamos en que es conveniente contar con un tribunal de
tica periodstica, pero sin perjuicio de que se someta tambin a la crtica, como sucede
con toda corte, y rectifique las equivocaciones en las que pudiera incurrir. Si no, se corre
el riesgo de que la institucin se hunda en el descrdito y, paradjicamente, a causa
quizs de la misma prensa (a la cual supuestamente controla), como parece est
sucediendo. No esperemos necesitar una cruzada para salvar este interesante medio de
control, como recientemente hubo de hacerse con el sistema anticorrupcin.
Federico G. MESINAS MONTERO
CONSULTAS A LA CARTA
Por razones de espacio solo publicamos las cartas de mayor inters jurdico (y de estas,
nicamente los fragmentos pertinentes a las consultas que contienen). Las
correspondencias dirigirlas a nuestro correo electrnico: legal@gacetajuridica.com.pe, o
al telefax 241-2323.
PRESCRIPCIN LABORAL DE REINTEGROS REMUNERATIVOS
FALTA DE OPOSICIN A INSCRIPCIN DE POSESIN Y PROPIEDAD DE
PREDIO RURAL
DESPIDO NULO EN CASO DE NULIDAD DE CONSTITUCIN DE SINDICATO
OTORGAMIENTO DE ESCRITURA DE DONACIN ANTIGUA
FALTA DE RENOVACIN DE CONTRATO MODAL DE MUJER GESTANTE
RESOLUCIONES
EXP. N 2906-2002-AA/TC - AREQUIPA
MARIO FILIBERTO FIGUEROA AYALA
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 20 das del mes de enero de 2004, la Sala Segunda del Tribunal
Constitucional, con asistencia de los seores magistrados Rey Terry, Revoredo Marsano
y Garca Toma, pronuncia la siguiente sentencia.
I.
ASUNTO
ANTECEDENTES
FUNDAMENTOS
FALLA
ASUNTO
ANTECEDENTES
FUNDAMENTOS
HA RESUELTO
INTRODUCCIN
En das anteriores han sido publicadas dos sentencias emitidas por el Tribunal
Constitucional recadas en los expedientes Ns 2906-2002-AA/TC y 009-2004-AA/TC.
A travs de dichas sentencias el Tribunal se ha pronunciado respecto a la
constitucionalidad del acuerdo o convenio celebrado entre el empleador y el trabajador
con la finalidad de reducir las remuneraciones y la categora profesional de este ltimo.
En tal sentido, la sentencia recada en el expediente N 2906-2002-AA/TC
pareciera establecer que, a criterio de la Segunda Sala del Tribunal Constitucional, el
pacto entre trabajador y empleador celebrado con la finalidad de reducir el salario y la
categora profesional de aquel vulnera sus derechos constitucionales a la dignidad y a la
irrenunciabilidad de derechos, consagrados en el artculo 23 y el inciso 2) del artculo
26 de nuestra Constitucin Poltica de 1993, respectivamente.
Por su parte, la Primera Sala del Tribunal Constitucional, a travs del
pronunciamiento correspondiente al expediente N 009-2004-AA/TC ha sealado que la
reduccin de las remuneraciones del trabajador no vulnera derecho constitucional
alguno de este, siempre y cuando el trabajador haya manifestado su voluntad en tal
sentido. Ello significa que el empleador puede convenir vlidamente con el trabajador la
disminucin de sus remuneraciones.
A partir de lo sealado, podemos apreciar que el Tribunal Constitucional ha
emitido dos pronunciamientos contradictorios respecto a la reduccin de
remuneraciones y la categora profesional de los trabajadores, lo cual genera
inseguridad jurdica para todo el sector laboral de nuestro pas. Debido a ello, en el
presente artculo comentaremos y cuestionaremos los aspectos ms importantes de
dichas sentencias.
II.
ANTECEDENTES DE LAS SENTENCIAS
EXP. N 2906-2002-AA/TC Y
EXP. N 009-2004-AA/TC
1. Sentencia Exp. N 2906-2002-AA/TC
El 11 de marzo de 2002, el Sr. Mario Filiberto Figueroa Ayala interpuso una
demanda de amparo contra la empresa Southern Per Copper Corporation solicitando se
declare nula y sin efecto legal la rebaja de categora y remuneraciones, as como la
transferencia del puesto de trabajo y cambio de las funciones que el accionante vena
desempeando en dicha empresa. Cabe destacar que el demandante aleg que las
medidas adoptadas por Southern Per Copper Corporation vulneraban sus derechos a la
libertad de trabajo, debido proceso, principio de razonabilidad de los actos,
irrenunciabilidad de los derechos adquiridos, legalidad, defensa, igualdad y no ser
discriminado.
El demandante sustent su petitorio en el hecho que la empresa ejerci coaccin
sobre su persona para obligarlo a firmar una carta y un acta, mediante las cuales
renunciaba a sus derechos adquiridos y solicitaba una rebaja de categora, de
remuneracin y su transferencia de seccin de trabajo.
Al momento de resolver la causa, la Primera Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Arequipa declar fundada la excepcin de caducidad deducida por la
empresa demandada y en consecuencia, improcedente la demanda. Debido a ello, el
demandante interpuso recurso extraordinario ante el Tribunal Constitucional y en
consecuencia, esta judicatura emiti la Sentencia del 20 de enero de 2004 (Expediente:
2906-2002-AA/TC).
2. Sentencia Exp. N 009-2004-AA/TC
El 10 de julio de 2002, el Sr. Castillo Melgar interpuso una demanda de amparo
contra su ex empleadora Empresa Prestadora de Servicios SEDAPAR S.A. con el
objeto que se declare la nulidad y se deje sin efecto la rebaja de nivel, categora y
remuneracin que vena percibiendo. Cabe destacar, que el demandante aleg que las
medidas adoptadas por SEDAPAR S.A. vulneraban sus derechos constitucionales a la
libertad de trabajo, al debido proceso, al principio de razonabilidad de los actos, a la
irrenunciabilidad de los derechos adquiridos, a la legalidad, a la defensa y no ser
discriminado.
medida que el constitucionalismo tiene una esencial cualidad: implica una limitacin
jurdica del gobierno; es la anttesis del gobierno arbitrario(4).
Finalmente, debemos sealar que los derechos fundamentales que surgen de la
relacin laboral y que se encuentran directamente relacionados con la dignidad del
trabajador, son: la igualdad de trato, igualdad de oportunidades, no discriminacin,
libertad sexual y otros derechos ntimamente relacionados a la personalidad del
trabajador.
2. La violacin a la dignidad del trabajador y al principio de irrenunciabilidad de
derechos laborales en la Sentencia del 20 de enero de 2004
En el considerando 5 de la Sentencia del 20 de enero de 2004, el Tribunal
Constitucional ha sealado que la rebaja de la categora y de sueldos evidentemente se
tratan de hechos que no pueden ni deben ser tolerados en nuestro ordenamiento jurdico,
pues estn en abierta contradiccin con el artculo 23 de la Constitucin y es
concordante con su artculo 26 inciso 2), que dispone un principio de la relacin laboral
el carcter irrenunciable de los derechos reconocidos por la Constitucin y la ley,
principio que no ha sido respetado en el caso de autos.
A partir de la confusa redaccin de la Sentencia materia de anlisis, el Tribunal
Constitucional ha establecido que la rebaja de la categora y del sueldo de un trabajador
no puede ser aceptada por nuestro ordenamiento jurdico, pues vulnera los derechos
constitucionales reconocidos en el artculo 23 y el numeral 2) del artculo 26 de nuestra
Constitucin Poltica. A continuacin, analizaremos los criterios del Tribunal
Constitucional para determinar la vulneracin de dichos derechos constitucionales.
2.1. La vulneracin del artculo 23 de la Constitucin
Antes de analizar la violacin del artculo 23 de la Constitucin Poltica de 1993,
debemos sealar que un hecho de suma importancia en el presente caso es la supuesta
coaccin ejercida por Southern Per Copper Corporation sobre el demandante para
obligarlo a firmar la carta y el acta en las cuales acepta la rebaja de su remuneracin y
categora profesional.
En tal sentido, en el proceso constitucional de amparo el agraviado debe
demostrar dos elementos para obtener un pronunciamiento favorable: el primero, la
titularidad del derecho constitucional vulnerado y, el segundo, el acto lesivo a dicho
derecho. Ello significa, que en el caso analizado el trabajador debi haber demostrado la
supuesta coaccin ejercida por su empleadora.
Sin embargo, del texto de la Sentencia del 20 de enero de 2004 no se desprende
que el trabajador haya demostrado la supuesta coaccin ejercida en su contra por la
empresa demandada para obligarlo a aceptar la reduccin de su remuneracin y
categora profesional. Asimismo, el Tribunal Constitucional, al momento de resolver el
conflicto constitucional no seala si la existencia de la coaccin sobre el trabajador es
un elemento determinante para que se configure la vulneracin del derecho a la
dignidad del agraviado.
disposicin por parte del titular del derecho (trabajador) y el derecho dispuesto tiene un
origen legal (la RMV debera ser fijada a travs de Decretos Supremos, pero
ltimamente viene siendo regulada a travs de Decretos de Urgencia), que tiene una
evidente naturaleza imperativa.
As pues, la remuneracin pactada sobre la RMV y la categora profesional del
trabajador son derechos de origen contractual y no de naturaleza constitucional o legal.
Debido a ello, el principio de irrenunciabilidad de derechos no puede aplicarse en este
caso, pues el trabajador unilateralmente puede renunciar a la remuneracin que percibe
sobre la RMV o a su categora profesional.
IV.
CONCLUSIONES
INTRODUCCIN
DERECHO COMERCIAL
DERECHO REGISTRAL
DERECHO PROCESAL CIVIL
DERECHO DE SUCESIONES
DERECHO COMERCIAL
ANULACIN DE LAUDO ARBITRAL (Oswaldo Hundskopf Exebio)
suscribir el contrato sino tampoco a someter las controversias que pudiesen surgir a una
solucin arbitral, argumentando que la clusula arbitral era inoponible e ineficaz al
Banco, pues el Presidente se haba excedido en el ejercicio de sus atribuciones y que no
era voluntad del Banco someter a arbitraje alguno, expresndole lo mismo al Sr. CCC;
4) Que, el rbitro nico, mediante resolucin nmero 10 de fecha veintiuno de febrero
de dos mil uno, declar no haber lugar a la oposicin del Banco, e igualmente, con
fecha veintids de marzo del dos mil uno, el Banco formaliz su oposicin al proceso
arbitral, peticin que el rbitro nico, mediante resolucin de fecha veintinueve de
marzo del dos mil uno, declar sin lugar; 5) Que, si bien el artculo 39 de la Ley de
Arbitraje seala que los rbitros estn facultados para decidir acerca de su competencia
y sobre las oposiciones relativas a la existencia, a la eficacia o a la validez del convenio
arbitral y llevar adelante el proceso, procede la interposicin del recurso de anulacin; y
6) Que, el convenio arbitral como todo acto jurdico requiere de la capacidad de los
sujetos que lo celebran, capacidad que supone que quienes lo celebren estn
debidamente legitimados para hacerlo, como lo precepta, como requisito de validez, el
inciso 1 del artculo 140 del Cdigo Civil, aprecindose que el entonces Presidente del
Directorio del Banco suscribi el convenio de otorgamiento de beneficios
complementarios, que dio contenido a una clusula arbitral, sin estar premunidos de
facultades para hacerlo, pues los Estatutos no lo facultaban a suscribir el mencionado
convenio, pues para convenir en someter al Banco a arbitraje requera de una facultad
especial que ni le otorgaba el Estatuto ni se la dio el Directorio, configurando la
actuacin de aquel ejercicio de una representacin sin poder tal como prev el artculo
161 del Cdigo Civil, resultando ineficaz el convenio arbitral antes referido, pues
conforme el artculo 162 del mismo Cdigo sustantivo debi ser ratificado, lo que no ha
ocurrido y como consecuencia de ello el laudo ha sido expedido sobre materia no
sometida expresa o implcitamente a la decisin del rbitro, lo que configurara la causal
de anulacin prevista por el inciso 6 del artculo 73 de la Ley General de Arbitraje. Que,
por su parte el demandado CCC al contestar la demanda en su escrito de fojas ciento
veintitrs a ciento veintiocho, sustenta su posicin en lo siguiente: 1) Que, el Banco
BBB en liquidacin suscribi convenio de otorgamiento de beneficios complementarios
incluyendo una clusula arbitral con los principales funcionarios, entre ellos, con el Sr.
CCC los mismos que desplegaron sus efectos desde su celebracin y nunca fueron
objeto de observacin, revocacin u oposicin por el Gerente General, el Directorio o la
Junta General de Accionistas; 2) Que, los convenios de otorgamiento de beneficios
complementarios que suscribi el Banco BBB han sido ejecutados total o parcialmente
y en muchos de ellos ya se ha hecho uso de la clusula arbitral, por lo que resulta
incoherente y sin fundamento que ahora el demandante pretenda desconocer el convenio
y la clusula arbitral suscrita con el Sr. CCC; 3) Que, el demandante se someti a la
jurisdiccin arbitral pues inclusive pretendi recusar judicialmente al rbitro nico que
emiti el laudo que ahora pretende anular; 4) Que, igualmente el demandante reconoce
la validez de los convenios de beneficios complementarios ante las autoridades
competentes, prueba de ello es que las ha provisionado en una cuenta especial, y 5) Que,
el Laudo Arbitral emitido por el rbitro nico cumpli lo establecido en la Ley N
26572, por lo tanto es vlido y ejecutable; que, habiendo las partes ofrecido solo medios
probatorios de carcter documental que no requeran de ser actuados en la audiencia de
pruebas, por lo que vista la causa y odos los informes orales de los seores abogados de
las partes y siendo el estado de emitir sentencia se procede a dictarla y
CONSIDERANDO: PRIMERO: Que, la potestad de administrar justicia emana del
pueblo y la ejerce el Poder Judicial con sujecin a la Constitucin y a las Leyes, siendo
la funcin jurisdiccional del Poder Judicial exclusiva, y solo excepcionalmente se
INTRODUCCIN
La nulidad del laudo arbitral, por las causales contenidas en los incisos 1 y 6
del artculo 73 de la Ley General de Arbitraje (en adelante LGA), sobre nulidad del
convenio arbitral y, en consecuencia, haber laudado sobre materia no sometida a
decisin arbitral.
La Sala resolvi declarar infundada la demanda sobre anulacin de laudo arbitral
por las siguientes consideraciones:
Que la funcin jurisdiccional es exclusiva del Poder Judicial, y solo
excepcionalmente se faculta a las partes a someterse al arbitraje, el cual es limitado y
sometido a control posterior.
Asimismo, que la jurisdiccin arbitral debe ser ejercida de acuerdo con el
principio de legalidad, pues no goza de autonoma completa, est sometido a reglas de
actuacin que determinan la validez y legalidad de sus decisiones.
Que el Poder Judicial tiene la facultad de anular los laudos arbitrales cuando
vulneran la legalidad institucional, y fiscalizar inclusive de oficio, de acuerdo con el
artculo 73 de la LGA.
Que dichos parmetros estn dados por la propia norma legal, pues las causales
de nulidad se establecen taxativamente en el artculo 73 de la LGA, de las cuales, para
la presente demanda de anulacin se han invocado los incisos 1 y 6 del citado artculo;
Que, en el primer inciso del artculo 73, se establece que es causal de anulacin
la inexistencia o nulidad del convenio arbitral, siempre y cuando se hubiese reclamado
en la primera oportunidad, de acuerdo con el artculo 39(1) de la LGA.
Que, por otro lado, el rbitro nico declar no ha lugar la oposicin al proceso
arbitral, sustentndola en que en anteriores procesos similares, basados en el mismo
texto del convenio arbitral, el banco no ha cuestionado su validez ni eficacia.
Que, respecto del segundo argumento o causal de anulacin, el banco sostiene
que el convenio arbitral fue celebrado por persona no facultada para ello (el presidente
del directorio), por lo cual el convenio celebrado con el seor Zolezzi Moller no obliga
al banco a someterse a la va arbitral.
Que, el banco sostiene que por carecer de facultades quien celebr el convenio,
este devendra en ineficaz, de acuerdo con el artculo 161 del Cdigo Civil, aspecto que
no puede ser alegado por la entidad accionante en este tipo de procesos, debiendo
haberlo hecho en va de accin, manteniendo el acto jurdico su validez hasta que su
ineficacia no haya sido declarada judicialmente.
Que, el artculo 162 del Cdigo Civil invocado por el banco se refiere a la
ratificacin del acto jurdico ineficaz, por lo que no puede ser alegado por cuanto esta
figura sera de cargo de la entidad misma, cuando en realidad persigue lo contrario, esto
es, que se declare la ineficacia del acto jurdico.
Que, como es de advertir, los argumentos fcticos con que pretenden invocar
vlidamente el inciso 6 del artculo 73 de la Ley N 26572 no guardan relacin con la
norma, por lo que este argumento tambin debe ser rechazado.
Que, siendo ello as, la presente demanda no es amparable por no estar incursa
dentro de las causales alegadas.
II.
jurdico efectuado por el rbitro son inamovibles, tienen calidad de cosa juzgada(7).
Fernando Cantuarias, por su parte, seala(8):
En otras palabras, aun cuando los jueces encuentren que los rbitros han
incurrido en errores de apreciacin de los hechos o han aplicado errneamente el
derecho, por ningn motivo podrn modificar lo decidido en el laudo, simplemente
porque dicha funcin, para bien o para mal, fue asignada libremente por las partes de
manera exclusiva a los rbitros.
Fernando Vidal Ramrez comenta este efecto(9):
El artculo 61 de la LGA norma el sentido del recurso de anulacin y precisa su
finalidad al prescribir que su objeto es la revisin de la validez del laudo, pero no del
fondo de la controversia, enfatizando la prohibicin de revisarlo bajo responsabilidad.
Asimismo, Cantuarias y Arambur comentan estas disposiciones(10):
Teniendo presente que el Poder Judicial nunca puede revisar el fondo de la
controversia, que las causales de anulacin o de no reconocimiento son taxativas, que
estas deben ser interpretadas de manera restrictiva y que en principio deben ser
invocadas y probadas por quien solicita la anulacin o se opone al reconocimiento,
necesariamente se desprende que nuestra LGA como la Convencin de Nueva York,
sancionan una presuncin de validez del laudo arbitral.
Incluso, muchos autores, tomando una posicin mucho ms audaz, desvirtan la
conveniencia de cualquier recurso de control de la jurisdiccin ordinaria sobre el laudo.
En ese sentido, Chocrn Girldez citando a Almagro Nosete comenta(11):
Y adems, en palabras de Almagro Nosete, la admisin de acciones de nulidad
contra el laudo firme, supone una discriminacin injustificada del laudo frente a la
sentencia; contrara, adems, al espritu legal que claramente equipara el valor del laudo
firme o sentencia arbitral y el de la sentencia o sentencia judicial.
Habiendo visto las causales de anulabilidad del laudo, es evidente entonces que
las causales invocadas en el presente proceso, consistentes en la supuesta nulidad del
convenio arbitral y haber laudado sobre materias no sometidas a arbitraje, no han sido
adecuadamente sustentadas ni probadas(12). Como establece la regla general procesal,
quien alega un hecho debe probarlo, y en el caso de la anulacin de un laudo, el
demandante debe probar fehacientemente que se ha incurrido en las causales de
anulacin, sin lo cual se mantiene la presuncin de validez del laudo(13).
Finalmente, es importante destacar que para la nulidad de un laudo arbitral,
tampoco son aplicables los criterios de nulidad de acto jurdico contenidos en el Cdigo
Civil y la nulidad de sentencias o actos procesales, contenida en el Cdigo Procesal
Civil. Contra lo resuelto por la Corte Superior en el proceso de anulacin, solo procede
casacin si el laudo hubiese sido declarado nulo total o parcialmente.
3. Consecuencias de la anulacin del laudo arbitral
CONCLUSIONES
El laudo arbitral solo puede ser anulado por las causales taxativamente
previstas en el artculo 73 de la Ley General de Arbitraje.
En ese sentido, tampoco les son aplicables las causales de nulidad de acto
jurdico ni de resoluciones judiciales previstas en los Cdigos Civil y Procesal Civil.
El proceso de anulacin de laudo se orienta a salvaguardar la legalidad del
laudo, no puede revisar el fondo del asunto y la decisin en s es inimpugnable.
La anulacin de un laudo arbitral solamente trae como consecuencias los
efectos especficos para las causales de nulidad previstas en el artculo 73 de la Ley
General de Arbitraje, por lo que cualquier pretensin que disponga efectos diferentes a
los establecidos, deber ser desestimada.
El laudo goza de una presuncin de validez, el que alega su anulabilidad debe
probarlo.
Si el laudo es anulado, y la consecuencia establecida es el restablecimiento de
la competencia del Poder Judicial, se debe iniciar el proceso desde la etapa postulatoria
misma, ya que no puede seguirse el proceso viciado.
Lima, 5 de setiembre de 2004.
DERECHO REGISTRAL
LA IMPUGNACIN DE LOS ACTOS DEFINITIVOS Y LOS DE MERO TRMITE
(Jos Antonio Len Rodrguez)
DECISIN IMPUGNADA
III.
ANTECEDENTES
IV.
CUESTIONES A DILUCIDAR
ANALISIS
Es por esta razn, que si bien en la Resolucin de Gerencia N 833-2003SUNARP-Z.R. N IX/GR, se ha resuelto sobre la improcedencia del Recurso de
Reconsideracin interpuesto por la apelante, esta Gerencia considera que el escrito del
08 de julio de 2003 es una nueva presentacin de solicitud que realiza la interesada
durante el proceso de reconstruccin, por cuanto de su texto no se desprende una
oposicin a un acto o resolucin anterior, mxime cuando habindose iniciado el
proceso de reconstruccin mediante Resolucin N 326-2003-SUNARP-Z.R. N IX/GR
del 26 de junio de 2002, la anterior presentacin a travs del escrito del 15 de abril de
2003 no dio mrito a la conclusin del proceso de reconstruccin.
Asimismo, en caso que el solicitante de la reconstruccin requiera una
declaracin de la autoridad competente, durante el proceso de reconstruccin, en ella el
funcionario correspondiente se pronunciar respecto a s los documentos presentados
por el recurrente logran la reconstruccin o no, indicando que el procedimiento de
reconstruccin no ha concluido, manifestando adems que sin perjuicio de lo
mencionado el recurrente puede acudir a la va judicial para solicitar la correspondiente
reconstruccin conforme lo dispone el artculo 125 del Reglamento General de los
Registros Pblicos.
Por dicha consideracin y aplicando lo regulado por el artculo 206.2 de la Ley
de Procedimiento Administrativo General, Ley 27444, solo son impugnables los actos
definitivos que ponen fin a la instancia, por lo que la Resolucin de Gerencia N 3742003-SUNARP-Z.R.N IX/GR es una declaracin de la autoridad competente a fin de
dar contestacin al petitorio realizado por el recurrente del 15 de abril de 2003, sobre los
documentos presentados en dicha oportunidad, pero no define el resultado de la
instancia, por ende la solicitud del 08 de julio de 2003 presentada por la interesada no
podra ser considerada como recurso de reconsideracin.
No obstante ello, en ninguna de las Resoluciones de Gerencia Registral de la
Zona Registral N IX, antes indicadas, se ha resuelto la conclusin del proceso de
reconstruccin del vehculo de placa de rodaje UG 3736; por lo que habindose
determinado que el procedimiento de reconstruccin de los antecedentes registrales de
la partida registral del vehculo en mencin, no ha finalizado porque solo ha de concluir
con la reconstruccin misma, en el numeral siguiente se analizar la formalidad que
deben reunir los documentos que permitan la reconstruccin (...)
SE RESUELVE
Artculo Primero.- Revocar la Resolucin de Gerencia N 833-2003-SUNARPZ.R.NIX/GR del 17 de setiembre de 2003 emitida por la Gerencia Registral de la Zona
Registral N IX, por los fundamentos expuestos en el numeral 1 de la parte
considerativa de la presente Resolucin.
Artculo Segundo.- Disponer la continuacin del procedimiento de
reconstruccin de los antecedentes registrales del vehculo de placa de rodaje UG 3736,
toda vez que los documentos presentados por la recurrente no son suficientes para
reconstruccin de sus antecedentes registrales y no se ha producido la conclusin del
proceso de reconstruccin.
Regstrese y comunquese.
INTRODUCCIN
indefensin. En ese sentido, los actos que ponen fin a la va administrativa, es decir, que
causan estado, solo pueden ser materia de impugnacin en la va judicial, siguiendo el
proceso contencioso-administrativo, pero ya no pueden ser impugnados en sede
administrativa.
Ahora bien, la diferencia entre los actos definitivos y los actos de mero trmite
tiene su origen en la propia naturaleza del acto administrativo, el cual es concebido
como el resultado de un procedimiento a travs del cual se engarzan las actuaciones de
diversos rganos de la Administracin(6).
De ah que las actuaciones administrativas, tales como los dictmenes, los
informes o las pericias, constituyan meras fases del procedimiento y no actos
propiamente dichos, en la medida que carecen de valor si los colocamos fuera del
procedimiento, por lo cual no pueden ser materia de impugnacin por s solos(7).
Al respecto, Villar Palasi seala que: el elemento de esta distincin consiste,
pues, en diferenciar los autnticos actos administrativos (que son los definitivos y los
equiparados a estos) de las meras actuaciones (actos de trmite), ya que estas ultimas
carecern de autonoma para ser impugnadas(8).
En ese sentido, para establecer el verdadero lmite entre un acto definitivo y un
acto de mero trmite, debemos basarnos en la relacin existente entre el acto y las
consecuencias que este puede producir en la esfera de los administrados y no solamente
en el momento de su expedicin, ya sea durante o al final del procedimiento.
De forma tal, que si un acto del conjunto de los que forman el procedimiento,
lesiona los derechos o intereses legtimos de los administrados, el procedimiento
quedara interrumpido, debido a que dicho acto ya no tendra la particularidad de ser de
mero trmite convirtindose en un acto definitivo.
Por consiguiente, los actos de trmite que pueden ser considerados como actos
definitivos y por lo tanto recurribles, son aquellos: i) que decidan directamente o
indirectamente sobre el fondo del asunto poniendo fin a la va administrativa o que
hagan imposible o suspendan su tramitacin; y ii) que produzcan indefensin en los
particulares(9).
En segundo lugar debemos indicar, que los actos de trmite que no son
considerados como actos definitivos, tambin pueden ser impugnados, pero con la
diferencia de que la recurribilidad de los mismos no puede producirse inmediatamente
luego de ser expedidos.
Sobre el particular, Garca de Enterria(10) afirma que la regla de irrecurribilidad
de los actos de trmite no puede llevarnos a sostener que dichos actos constituyan una
suerte de dominio soberano de la Administracin que resulte infiscalizable por los
recursos. Quiere decirse, ms simplemente, que los actos de trmite no son impugnables
separadamente.
En ese sentido, podemos afirmar que la impugnacin de los actos de mero
trmite que no determinen la imposibilidad de continuar con el procedimiento ni causen
A MODO DE CONCLUSIN
cautelar de embargo en forma de retencin hasta por la suma de ocho mil quinientos
dlares americanos, habiendo el Banco de Crdito del Per efectuado la retencin hasta
por la suma de mil novecientos cuarenta y siete punto diecisiete dlares americanos
conforme al escrito de fojas ochenta y cinco, su fecha trece de marzo del dos mil,
habindose ejecutado de esta forma la decisin cautelar ordenada en autos; CUARTO:
En este sentido no ha transcurrido el plazo de cinco aos que establece la norma
invocada, consecuentemente la resolucin impugnada se encuentra sujeta al mrito de lo
actuado, segn lo prev el inciso tercero del artculo ciento veintids del Cdigo
Procesal Civil: MI VOTO ES POR QUE SE CONFIRME la resolucin apelada que en
copia corre a fojas ciento diecinueve, nmero seis, de fecha diecisiete de diciembre de
dos mil dos, que declara IMPROCEDENTE la caducidad peticionada por la ejecutada,
con lo dems que contiene; hgase saber y los devolvieron.
ANLISIS Y CRTICA JURISPRUDENCIAL
I.
INTRODUCCIN
al hecho de que no existe norma legal que establezca el plazo de caducidad de los
embargos trabados en ejecucin de sentencia, por lo que el pedido del demandado
carecera de sustento legal.
Con fecha 07 de abril de 2003 el demandado apela de la resolucin anterior,
siendo esta apelacin resuelta el 23 de julio de 2003 por la Cuarta Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima, en donde por mayora revocaron la resolucin de primera
instancia, declarando fundado el pedido de caducidad de la medida cautelar,
argumentando que el plazo de caducidad para los embargos ordenados en ejecucin de
sentencia es de 2 aos contados a partir del momento en que queda consentida o
ejecutoriada dicha sentencia, sentando con ello un precedente que incluso contradice
criterios anteriores que con carcter de precedente de observancia obligatoria haba
establecido desde hace varios aos el Tribunal Registral.
De all la importancia del problema, pues ahora tenemos dos criterios
perfectamente definidos: uno de la Cuarta Sala Civil de Lima, que indica que los
embargos ordenados en ejecucin de sentencia caducan a los dos aos de consentida o
ejecutoriada la sentencia, y el segundo del Tribunal Registral que indica que este tipo de
embargos caduca a los 5 aos de ejecutado el mismo.
En las prximas lneas pasaremos a desentraar esta problemtica, y
sustentaremos la necesidad de regular este supuesto, pues la indefinicin legislativa est
trayendo graves problemas de interpretacin y sobre todo de inseguridad jurdica.
II.
NATURALEZA JURDICA DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
ORDENADAS EN EJECUCIN DE SENTENCIA
Desde hace mucho tiempo la doctrina procesal civil nos ha enseado las
caractersticas bsicas de toda medida cautelar, dentro de las cuales destacan la
provisoriedad, el prejuzgamiento, la instrumentalidad y la variabilidad. En pocas
palabras, las medidas cautelares han sido diseadas como un instrumento de
precaucin a favor de la parte accionante, y que persigue no hacer ilusoria la
ejecucin del fallo definitivo (sentencia).
Las medidas cautelares se constituyen as en un instrumento eficaz que permiten
salvaguardar el inters del accionante que puede verse perjudicado con lo dilatado de
todo proceso judicial. Las medidas cautelares, en consecuencia, fueron ordinariamente
pensadas como mecanismos que deban ser dictadas antes de la sentencia(1).
Sin embargo, qu sucede cuando la medida es dispuesta en ejecucin de
sentencia?, seguir acaso conservando su carcter de cautelar? Veamos. Cabanellas
define el trmino cautelar como prevenir, adoptar precauciones, precaver(2), de lo
que se colige que las medidas cautelares son siempre disposiciones que se adoptan para
salvaguardar la eficacia de una futura decisin de fondo(3), que no es lo propio en una
medida dictada en ejecucin de sentencia, pues aqu la decisin de fondo ya se dict
previamente.
En efecto, cuando una de las medidas llamadas cautelares es ordenada en
ejecucin de sentencia es lgico que esta ya no conserve su carcter de cautelar, pues
este trmino indefectiblemente alude a un mandato dictado antes de la decisin de
fondo, y que en buena cuenta tiende a asegurar la efectividad del pronunciamiento final;
sin embargo en las medidas ordenadas en ejecucin de sentencia es evidente que la
decisin final ya se dio, por lo que aqu ya no se asegura una futura sentencia sino ms
bien la ejecucin de una presente que ya cuenta con la calidad de cosa juzgada.
Entonces, podemos convencernos que las medidas propiamente cautelares y las medidas
dictadas en ejecucin de sentencia tienen objetivos claramente diferenciados.
De este modo, el mandato dictado en ejecucin de sentencia ya no podr ser de
ningn modo una medida cautelar sino ms bien, como ha optado en llamarlo el
Tribunal Registral y cuyo trmino compartimos, ser un mandato ejecutivo(4), pues
con ella lo que se persigue es ejecutar la sentencia ya expedida. Son, en consecuencia,
dos instituciones jurdicas totalmente diferentes.
En esa lnea, podemos mencionar una serie de caractersticas que diferencian las
llamadas medidas cautelares de las medidas ejecutivas. As por ejemplo, diremos
que los requisitos exigidos para toda medida cautelar, como la verosimilitud del derecho
invocado, el peligro en la demora y la contracautela, ya no son exigibles en las medidas
ejecutivas, pues en estas ltimas no hay apariencia del derecho sino que el derecho ya
est definido, es decir, ya existe certeza sobre el derecho que le asiste al ejecutante.
De igual modo, en las medidas ejecutivas no existe el peligro en la demora, pues la
sentencia, que es la razn de la espera, ya se dio; y por ltimo, la contracautela tampoco
es exigible, pues no hay posibles daos ni perjuicios que reparar, ya que no existe la
posibilidad de revertirse el fallo de fondo que en esta etapa ya cuenta con autoridad de
cosa juzgada.
De all que en las medidas ejecutivas no se exija sustentar ninguno de los tres
requisitos bsicos de toda medida cautelar que hemos mencionado; sin embargo, s es
necesario cumplir con un requisito que adicionalmente tambin es exigido de manera
intrnseca a las medidas cautelares y que subyace del artculo 608 del Cdigo Procesal
Civil y de la parte final del primer prrafo del artculo 611 del mismo cdigo, que es que
la medida solicitada sea idnea para efectivizar la ejecucin de la sentencia; es decir,
que la medida sea adecuada atendiendo a la naturaleza de la decisin de fondo.
De lo dicho se desprende tambin que no todas las medidas cautelares son
pasibles de dictarse en ejecucin de sentencia. As por ejemplo el secuestro judicial, por
su propia naturaleza, tiene carcter preventivo y solo puede concederse con anterioridad
a la sentencia definitiva; lo propio sucede con la anotacin de demanda, las medidas
temporales sobre el fondo, las de innovar y las de no innovar. Sin embargo, las medidas
de embargo en todas sus modalidades, las de secuestro conservativo y las genricas s
son pasibles de dictarse en ejecucin de sentencia, lo que es una consecuencia directa
del hecho de que las medidas ejecutivas (las dictadas en ejecucin de sentencia) son
viables solamente cuando en el proceso principal se haya emitido una sentencia de
condena (ejemplo, las de obligacin de dar suma de dinero), no sucediendo lo propio
con las llamadas sentencias declarativas de derecho ni con las sentencias
constitutivas de derecho, pues en estos ltimos casos no hay nada que ejecutar(5).
Otro aspecto que diferencia a las llamadas medidas ejecutivas de las cautelares
es el hecho de que en las primeras no es necesario formar cuaderno separado, pues las
mismas se conceden en el propio cuaderno principal en va de ejecucin de sentencia,
mientras que en las segundas s se exige que se forme cuaderno separado, no solo por no
confundir el trmite cautelar del proceso principal, sino adems para preservar el
carcter de inaudita pars de las medidas cautelares, cuestin que ya no se requiere con la
misma rigurosidad en las medidas ejecutivas, pues aqu es evidente que el perdedor del
juicio va a esperar siempre que la otra parte ejecute inmediatamente la sentencia a su
favor mediante alguna medida ejecutiva, lo que hace que no sea necesario preservar el
factor sorpresa que se conserva en las medidas cautelares.
Un ltimo aspecto importante que diferencia las medidas ejecutivas de las
cautelares es el referido a sus propias caractersticas. As, de acuerdo a nuestro Cdigo
Procesal Civil las medidas cautelares importan un prejuzgamiento, y son provisorias,
instrumentales y variables; sin embargo, en el caso de las medidas ejecutivas no hay un
prejuzgamiento, pues ya existe una sentencia con autoridad de cosa juzgada, ni tampoco
existe la provisoriedad en la medida que no cumplen su ciclo con la expedicin del fallo
definitivo, y esto porque en las medidas ejecutivas el fin ya no es preservar una
situacin en espera de lo que se decida en la sentencia definitiva, sino que aqu el fin es
ejecutar la sentencia misma.
Aunque en lo relativo a la provisoriedad, debemos hacer la salvedad que las
medidas ejecutivas en algn modo tambin cuentan con esta caracterstica pero no en la
misma connotacin que las medidas propiamente cautelares; en otras palabras, las
medidas ejecutivas sern provisorias desde que cumplen su ciclo una vez satisfechos
todos los aspectos del fallo definitivo, es decir, se extinguen en tanto se haya ejecutado
ntegramente la condena impuesta por la sentencia, lo que es distinto a la provisoriedad
de las medidas cautelares que, como ya hemos anotado, cumplen su ciclo no con la
ejecucin de la sentencia sino con la expedicin de esta. En tal sentido, cuando
hablamos que las medidas ejecutivas no son provisorias, lo hacemos en trminos
propiamente cautelares, sin perjuicio que en trminos ejecutivos s lo sean.
De lo dicho en los dos prrafos anteriores vemos que las nicas caractersticas de
las medidas cautelares que s conservan plenamente las medidas ejecutivas son las de
instrumentalidad y variabilidad. En el caso de la primera porque toda medida
ejecutiva siempre estar ligada al proceso principal y subordinada a la existencia de una
sentencia definitiva, sin la cual no tendra razn de ser; y variabilidad ya que las
medidas dictadas en ejecucin de sentencia pueden modificarse en su monto, forma,
etctera, o ser reemplazadas por otras en la medida que sea requerido para ejecutar de
una mejor manera la sentencia. As por ejemplo, en el caso de una sentencia que
condena al pago de una suma de dinero, vemos que la misma puede ser ejecutada en un
primer momento mediante un embargo en forma de retencin sobre las cuentas
bancarias, y si ya se hubiese agotado el dinero en dichas cuentas se puede variar por otra
medida de embargo en forma de intervencin en recaudacin y as sucesivamente, hasta
que se cumpla con ejecutar ntegramente el mandato de fondo.
De este modo, vemos muy claramente las diferencias fundamentales entre las
medidas cautelares y las medidas ejecutivas. Incluso podemos intentar una definicin de
las medidas ejecutivas, designando por ellas a aquellas instituciones procesales
mediante las cuales, a instancia de parte, se satisface lo ordenado en las sentencias de
condena que cuentan con autoridad de cosa juzgada.
Analizada la naturaleza jurdica de las medidas ejecutivas podemos ahora s
pasar a la siguiente etapa de nuestra investigacin que se circunscribe a estudiar las
siguiente: A las medidas dictadas en ejecucin de sentencia bajo las normas del Cdigo
Procesal Civil, se les aplica el plazo de caducidad de cinco aos computados a partir de
la fecha de su ejecucin.
Los principales fundamentos de dicho precedente se encuentran en el tercer y
cuarto considerando de la mencionada resolucin, que indican textualmente lo
siguiente:
TERCERO: Que esta interpretacin surge del texto mismo de la norma
(artculo 625 del Cdigo Procesal Civil), pues si pretendisemos aplicar el plazo de dos
aos a las medidas cautelares dictadas en ejecucin de sentencia, se dara el caso
absurdo de que algunas medidas cautelares estaran destinadas a caer inexorablemente
en caducidad, si estas hubiesen sido dictadas dos aos despus de haber concluido en
definitiva el proceso principal. Y tampoco sera posible aplicar el plazo de dos aos a
partir de la fecha de ejecucin del embargo como lo sealan algunos, pues la ley nos ha
sealado nicamente dos plazos de caducidad: el primero de dos aos cuyo cmputo
debe efectuarse a partir de haber quedado consentida o ejecutoriada la sentencia que
pone fin al proceso, y el segundo de cinco aos contados a partir de la fecha de
ejecucin de la medida cautelar.
CUARTO: Que, siendo as no es posible va interpretacin establecer un
cmputo del plazo de caducidad a partir de un supuesto no previsto expresamente en la
norma, en consecuencia el plazo de cinco aos es aplicable para los casos en que el
proceso principal an no ha concluido, para las medidas cautelares dictadas en va de
ejecucin, as como para todas las medidas cautelares provenientes de los procesos de
ejecucin coactiva, en los cuales no es aplicable el plazo de dos aos, por lo sealado en
los considerandos que anteceden.
Este precedente obligatorio dentro del mbito registral ha sido a su vez reforzado
con otras resoluciones dictadas con posterioridad. As por ejemplo, en la Resolucin N
206-2003-SUNARP-TR-T del 5 de diciembre de 2003 (publicado en El Peruano el 27
de mayo de 2004) se indic que:
QUINTO: () Reiterada jurisprudencia ha establecido que para aplicar el plazo
de caducidad de dos aos es necesario que la medida sea tpicamente cautelar; es decir,
que preceda al momento en que la decisin final adquiere calidad de cosa juzgada. Esto
de desprende cuando el primer prrafo del artculo 625 del CPC seala: Toda medida
cautelar caduca a los dos aos de consentida o ejecutoriada la decisin que ampar la
pretensin garantizada con esta. Esta norma supone la existencia previa de la medida a
la decisin final del proceso principal.
Entonces, constituyen requisitos concurrentes para la aplicacin del plazo de dos
aos:
i) que el proceso principal haya concluido con decisin firme, y ii) que la medida
preceda al momento en que dicha decisin adquiri firmeza. Si fue o no ejecutada dicha
medida es irrelevante: la ejecucin cautelar est desvinculada totalmente del momento
en que adviene la cosa juzgada en el proceso principal().
SEXTO: Los presupuestos para la aplicacin del plazo de caducidad de cinco
aos son distintos. El momento de la ejecucin de la medida es de vital importancia,
pues constituye el trmino inicial del plazo de caducidad. Esto nos lleva a concluir que
no hay caducidad quinquenal sin ejecucin de la medida().
Es intrascendente para los efectos de la aplicacin del plazo de cinco aos
determinar si el proceso principal ha concluido o no, o si la medida fue cautelar o en
ejecucin de sentencia, pues el requisito esencial para que opere la caducidad es que
haya ejecucin de la medida().
STIMO: Sin embargo, nace una pregunta: cul es la situacin de aquellas
medidas dictadas luego de que la decisin final del proceso principal ha quedado firme?
Se tratara de una medida en ejecucin de sentencia a la cual tendra que aplicrsele el
plazo de caducidad de cinco aos. Si bien el proceso principal ha concluido, no se
cumple con el segundo requisito para aplicar el plazo de caducidad de dos aos; esto es,
que la medida haya sido dictada antes de que dicho proceso obtenga decisin favorable
firme.
As, el Tribunal Registral ha establecido que el plazo de caducidad de las
medidas ejecutivas es de cinco aos contados a partir de la fecha de su ejecucin. Sin
embargo, vemos que las propias resoluciones del Tribunal Registral tienen una
contradiccin, pues partiendo de que los plazos de caducidad los fija expresamente la
ley, aplican va interpretacin el plazo de caducidad de las medidas cautelares a las
medidas ejecutivas, lo cual es impropio e ilegal, siendo lo correcto que al no tener plazo
de caducidad las medidas ejecutivas, entonces se entiende que estas no caducan, sino
que persisten mientras se mantenga insatisfecha la condena impuesta por la sentencia, o
mientras suceda un supuesto de prescripcin extintiva previsto en el propio Cdigo
Civil (artculo 2001 inciso 1).
Parece ser que el Tribunal Registral ha asumido que toda medida cautelar o
ejecutiva necesariamente deben tener un plazo de caducidad, por ello al no encontrar en
la ley dicho plazo acuden a la interpretacin a fin de establecerlo, sin percatarse que el
mismo solo debe fijarse expresamente por ley, y si la ley no lo establece es porque ha
credo conveniente que dicho derecho no caduque.
Otro aspecto no tomado en cuenta por el Tribunal Registral es que no se puede
asumir que las caractersticas y regulaciones de las medidas cautelares tengan que ser
necesariamente aplicables a las medidas ejecutivas. Ya hemos visto que ambas medidas
tienen sus propias caractersticas y en esencia son dos instituciones jurdicas totalmente
distintas y con fines radicalmente diferentes, por lo que con mayor razn no se puede
permitir que los plazos de caducidad de uno sean aplicados al otro.
De all que tenemos que ser muy cuidadosos al momento de aplicar las
caractersticas de una institucin jurdica a otra. Siempre hay que observar si la
aplicacin de esas caractersticas va o no a tergiversar la naturaleza jurdica de la
institucin afectada y, principalmente, hay que observar si no se va contra ley expresa,
como ocurre con el presente caso.
V.
ESTUDIO
Ello nos debera hacer reflexionar sobre la necesidad de que por la va legislativa
se regule expresamente el plazo de caducidad de las medidas ejecutivas(13), el cual
podra ser de dos aos contados a partir de la fecha de su ejecucin, lo que por un lado
evitara los efectos inconsistentes y contradictorios que hemos advertido de la sentencia
de la Cuarta Sala Civil y por otro lado dara cierta seguridad jurdica a los justiciables,
pues ya no tendran que lidiar con las diversas interpretaciones dismiles que
actualmente se vienen observando en el Poder Judicial y en los Registros Pblicos.
Adems, una regulacin como la propuesta incentivara a los justiciables a realizar con
mayor premura todos los actos tendientes a hacer efectiva su sentencia, pues detrs de
ellos estara la caducidad como penalidad ante la desidia.
VI.
REFLEXIONES FINALES
Menudo problema el que surge a raz del estudio del plazo de caducidad de las
medidas dictadas en ejecucin de sentencia.
Como vemos, hasta el momento tenemos dos posiciones claramente
diferenciadas: una del Tribunal Registral que indica que dicho plazo es de 5 aos
contados desde la fecha de ejecucin de la medida, y otra del Poder Judicial que indica
que es de 2 aos contados desde que la sentencia quede firme.
Ambas posiciones como hemos visto son completamente erradas, pues no toman
en cuenta lo regulado en el artculo 2004 del Cdigo Civil, que indica que todo plazo de
caducidad lo tiene que establecer expresamente la ley, sin admitir pacto en contrario.
Tampoco toman en cuenta que la regulacin contenida en el artculo 625 del
Cdigo Procesal Civil necesariamente debe concordarse con lo dispuesto en el artculo
612 del mismo Cdigo, es decir, que los plazos de caducidad establecidos en la primera
solo son aplicables en el supuesto que la medida tenga las caractersticas que se
describen en el segundo de los artculos nombrados, sobre todo que importen un
prejuzgamiento, lo que implica que bajo ningn supuesto el plazo de caducidad
establecido en el mencionado artculo 625 pueda ser aplicado a las medidas dictadas en
ejecucin de sentencia que, como ya hemos advertido, tienen fines distintos a las
medidas cautelares y por lo tanto no se puede confundir las caractersticas de uno con el
otro, en el entendido que son instituciones jurdicas tangencialmente distintas.
Ello nos lleva a concluir vlidamente que existe entonces un vaco legal en torno
al plazo de caducidad de las medidas dictadas en ejecucin de sentencia, el cual debera
ser llenado en aras de la seguridad jurdica, pues tampoco se puede permitir que una vez
ejecutada una medida ejecutiva esta se mantenga vigente sin que la inaccin del
ejecutante pueda ser sancionada con algn plazo de caducidad.
En ese sentido, y atendiendo a que dos aos son ms que suficientes para hacer
efectiva una medida ejecutiva, es que sera interesante que se legisle en el sentido de
que el plazo de caducidad de estas medidas sea de dos aos contados desde su
ejecucin, con lo cual no solo llenaramos el vaco legal advertido y tendramos una
regla predecible, sino que principalmente estaramos en armona con lo que dispone el
artculo 2004 del Cdigo Civil.
DERECHO DE SUCESIONES
A QUIN LE CORRESPONDE LA CONDICIN DE GESTOR DE HERENCIA? El
Estado como heredero legal y el gestor de herencia (Emilia Bustamante Oyague)
de la Mujer y del Desarrollo Humano, y por ende como parte del Poder Ejecutivo, se
encuentra exenta del pago de costas y costos, por as disponerlo el artculo cuatrocientos
trece del Cdigo Procesal Civil y el artculo veinticuatro del Texto nico Ordenado de
la Ley Orgnica del Poder Judicial, sin embargo, estando al resultado final del proceso,
favorable a dicha entidad, y que determina la nulidad de la Sentencia de Vista, carece de
objeto emitir pronunciamiento extremo del amparo de la segunda causal denunciada.
DECLARARON: FUNDADO el recurso de casacin interpuesto a fojas
doscientos ochentinueve por la Sociedad de Beneficencia de Lima Metropolitana; en
consecuencia NULA la Sentencia de Vista de fojas doscientos sesentitrs, su fecha
veintisis de mayo de mil novecientos noventinueve, y actuando en sede de instancia
REVOCARON la sentencia apelada de fojas ciento ochentids, su fecha veinticinco de
mayo de mil novecientos noventiocho, que, declara Fundada la demanda de fojas nueve;
la que Reformndola declararon INFUNDADA; ORDENARON la publicacin del
texto de la presente resolucin en el Diario Oficial El Peruano; en los seguidos por don
Dante Augusto Ore Blas contra la Sociedad de Beneficencia de Lima Metropolitana,
sobre Impugnacin de Resolucin Administrativa; y los devolvieron.
SS. SILVA V; PALACIOS V., GARAY S., HUAMAN LL., WALDE J.
ANLISIS Y CRTICA JURISPRUDENCIAL
1. LA VOCACIN HEREDITARIA
La calidad de heredero se encuentra sustentada en la vocacin hereditaria
(vocatio hereditatis). Al fallecer una persona, es natural que todos los parientes que le
sobrevivan quieran ser considerados sus herederos, pero quin tiene derecho a heredar
al causante (de cujus)?, obviamente, tendr derecho a heredar aquella persona que sea
llamada a suceder al causante, aquella que tenga vocacin hereditaria.
La existencia jurdica de una persona natural termina con la muerte, ya sea por el
hecho de la muerte misma o como efecto consecuente de la declaracin judicial de
muerte presunta. Correlativamente, debe sealarse un segundo efecto que produce la
muerte de una persona fsica, nos referimos a la apertura del proceso sucesorio del
fallecido a favor de determinadas personas, conocidas como sus sucesores hereditarios.
Tngase en cuenta que se entiende por sucesin hereditaria, la sustitucin que
opera, a consecuencia de la muerte de una persona, por la cual otra u otras personas
asumen los bienes, derechos y obligaciones transmisibles de las que aquella era titular.
Ms que un proceso de adquisicin por causa de muerte, se trata aqu de una sustitucin
de titulares, porque quienes suceden al causante, pasan a ocupar su lugar, asumiendo la
posicin jurdica que detentaba aquel, en relacin a los bienes, derechos u obligaciones
que sean de naturaleza transmisible por sucesin hereditaria.
2. LOS SUCESORES HEREDITARIOS
Se distinguen en Derecho sucesorio: la sucesin testamentaria y la sucesin
legal, por la primera, se atribuye la herencia por testamento; mientras que por la
segunda, es la ley la que establece quines son los herederos del causante.
Los sucesores o causahabientes son aquellos que tienen vocatio hereditatis, esto
es, los llamados a heredar al causante. Los causahabientes son aquellas personas que
reciben los bienes, derechos y obligaciones que constituyen la herencia dejada por el
causante. Debe anotarse que, la denominacin genrica de sucesores comprende tanto a
los herederos como a los legatarios.
Por la sucesin testamentaria se ordena la sucesin patrimonial de los bienes,
derechos y obligaciones de una persona para despus de su muerte, al otorgarse
testamento. En esta clase de sucesin hereditaria, se pueden encontrar ambas clases de
sucesores, nos referimos a los herederos y los legatarios. Los herederos sern forzosos,
esto es, a quienes les corresponde la legtima de la herencia (artculo 724 del CC), o
voluntarios, estos ltimos son los que son instituidos a falta de aquellos. En cambio, los
legatarios solo pueden ser instituidos mediante testamento, y son considerados como
acreedores de la masa hereditaria ya que sus derechos a los legados que haya dispuesto
el testador, se encuentran supeditados a la existencia de la herencia lquida, la que se
determinar una vez que sean pagadas las cargas y deudas de la herencia.
En el caso que no hubiera testamento, o si lo hubo y este fue declarado nulo o
ineficaz, total o parcialmente, la sucesin de una persona se regir por las normas de la
Sucesin Legal o Intestada. En cuyo caso, la nica clase de sucesores que se establecen
por la sucesin legal es la de los herederos legales, de acuerdo al orden sucesorio que
establece el artculo 816 del Cdigo Civil(1).
En torno a los herederos, es de suma utilidad, la clasificacin elaborada por
Ferrero, quien distingue, segn se trate: a) por la clase de sucesin: en testamentarios
cuando suceden en virtud a un testamento, y legales cuando heredan por mandato de la
ley a falta de testamento; b) por su ttulo: en legales, en virtud a lo establecido en el
artculo 816 del Cdigo Civil y voluntarios que son aquellos que el causante instituye
como tales en el testamento a falta de los herederos forzosos; c) por la calidad de su
derecho: en forzosos, y que el causante no puede excluir salvo por las causales de
indignidad o desheredacin, y no forzosos que son el resto de parientes consanguneos
que estando comprendidos en el artculo 816 citado, no tienen la calidad de forzosos; d)
por su relacin con el causante: en regulares que son los parientes consanguneos, y en
irregulares como es el caso del cnyuge; y e) por el mejor derecho a heredar: en
aparentes que son aquellos que entran en posesin de la herencia por considerar que le
corresponde la misma, hasta que aparecen herederos con mejor derecho a heredar, como
es el caso de los verdaderos o reales, que son aquellos a quienes les toca recibir la
herencia de acuerdo a lo establecido en el testamento o sealados por la ley.(2)
En virtud al artculo 660 de nuestro Cdigo Civil se tiene que desde el
momento de la muerte de una persona, los bienes, derechos y obligaciones que
constituyen la herencia se trasmiten a sus sucesores. Con la muerte del causante se
origina la sucesin hereditaria, la que es entendida, como la transmisin patrimonial por
causa de muerte.
En el caso de los herederos, estos adquieren la herencia a ttulo universal porque
sustituyen al causante en todos sus bienes, derechos y obligaciones o en una parte de
ellos, siendo que esa transmisin opera en un solo acto y por un solo ttulo sucesorio.
Sea cual sea la clasificacin del heredero, interesa tener en cuenta que, una vez que el
heredero sea declarado como tal por sentencia judicial o acta notarial, de acuerdo al
proceso de sucesin legal o intestada, o haya sido instituido mediante un testamento
vlido y eficaz, los efectos de dicha designacin estarn referidas a la totalidad del
patrimonio objeto de transmisin, o a una parte alcuota del mismo, en cuyo caso se est
ante el heredero, o sucesor a ttulo universal, porque este asume los bienes, derechos y
obligaciones que componen la herencia como un todo. Asimismo, al contener la
herencia las obligaciones a cargo del causante, el heredero deber responder por las
obligaciones que asumi en vida el causante y que tengan naturaleza de transmisibles
por sucesin hereditaria(3).
3. LA VOCATIO HEREDITATIS EN LA SUCESIN TESTAMENTARIA E
INTESTADA
En la sucesin testamentaria como en la legal, la herencia se defiere a quienes
son llamados a la adquisicin. Este llamamiento es conocido como vocacin hereditaria
(vocatio hereditatis)(4).
Maffia distingue la capacidad para suceder de la vocacin hereditaria, as
mientras que la primera consiste en la aptitud para recibir por transmisin mortis causa,
por la segunda se entiende al llamamiento de un sucesor a una sucesin determinada,
llamamiento que presupone necesariamente como sustento previo la capacidad del
llamado(5).
1. La sucesin de rdenes: vocacin hereditaria actual y eventual
La ley al organizar el sistema de llamamientos hereditarios, lo hace con base en
una sucesin de rdenes. Entendindose como concepto de orden, al conjunto de
parientes que, considerados colectivamente, excluyen a otros parientes del causante; o
son excluidos, a su vez, por otro grupo o categoras de parientes del de cujus(6).
La vocacin hereditaria de los herederos existe en cabeza de cada llamado desde
el momento mismo de la muerte del causante. La vocacin hereditaria del llamado en
primer lugar y de los sucesibles en grados ulteriores coexiste simultneamente desde la
apertura de la sucesin. Por ello se debe hacer la distincin entre vocacin hereditaria
actual y eventual, el que resulta llamado a suceder en primer trmino ser quien posee
un llamamiento actual a la herencia que le otorga el derecho de aceptar (delacin). En
cambio, la vocacin hereditaria del llamado en segundo o ulterior grado es, pues, una
vocacin eventual, sin delacin. Podramos decir que esta ltima es una vocacin que
aspira a convertirse en actual, pero que debe ser desplazada al predominar la vocacin
hereditaria del llamado en primer lugar.
La aplicacin de este sistema de las vocaciones simultneas, segn Zannoni,
sirve de sustento de cmo por renuncia o muerte del sucesible llamado en primer lugar,
la herencia pasa a deferirse a los sucesibles de orden o grado ulterior, no desde o a partir
de la renuncia o muerte de aquel, sino retrotrayndose en todo caso al momento de la
apertura de la sucesin.(7) En otras palabras, el llamado en un orden posterior, al
perderse la vocacin hereditaria del primer llamado, ya sea por muerte, renuncia,
desheredacin o exclusin de la herencia por indignidad de suceder, el llamado de orden
sucesorio posterior, pasa a actualizar su vocacin hereditaria, convirtindose en el
inmediato llamado a suceder.
INFORME JURISPRUDENCIAL
para legislar en materia procesal penal. Pues bien, resulta entonces oportuno expresar un
punto de vista que, estamos convencidos, es importante para efectos de mejorar el
proyecto del Cdigo Procesal Penal.
Nos referimos concretamente al captulo denominado De las diligencias
especiales en el que se encuentran comprendidas las diligencias de levantamiento de
cadver, necropsia, embalsamamiento, exmenes de vsceras y materias sospechosas,
pericias balsticas y medicolegales, entre otras.
Hace poco, en la sede central del distrito Judicial Hunuco-Pasco, tuvimos la
oportunidad de participar en una charla a cargo del Dr. Jetrho Flores Ugarte, quien es
actual mdico legista de la provincia de Leoncio Prado, y que disert sobre temas
inherentes a las funciones medicolegales y las innovaciones a aplicarse para mejorar el
servicio medicolegal.
Su exposicin nos dej gratamente impresionados, fundamentalmente porque
nos dio a conocer que en sus diversas actividades de la prctica forense emplea no solo
la tcnica de la fotografa sino tambin de las imgenes audiovisuales, es decir en todas
las necropsias, levantamientos de cadveres en los que participa y en los
reconocimientos medicolegales que realiza, tratndose de casos delicados, llmese
lesiones graves, abortos, violaciones sexuales, no solo toma fotografas sino que
adems, filma los detalles ms importantes para localizar, ubicar y detallar elementos de
inters medicolegal con el objeto de perennizar, por ejemplo, las lesiones, huellas o
indicios de las partes afectadas, convirtindolas en pruebas o evidencias contundentes.
Despus de interrogarlo acuciosamente, nos coment que esta tcnica de trabajo,
lamentablemente, no se realiza en ninguna otra sede medicolegal del Per y ni siquiera
en nuestra capital. l supone que esto es as porque el Instituto Mdico Legal no cuenta
con recursos econmicos suficientes para destinarlos a la adquisicin de cmaras
filmadoras, cintas de vdeo o CDs y puertos USB. Frente a esta realidad se vio obligado
a adquirir una filmadora personal y un puerto USB, gracias al cual logra pasar las
imgenes a la computadora de la divisin medicolegal, de tal manera que no solo remite
en envases aparentes, cerrados y lacrados las vsceras y materias sospechosas que se
encuentran en el cadver o en otra parte al Instituto Mdico Legal en Lima para los
anlisis correspondientes, sino que adems enva tales imgenes a travs del correo
electrnico directamente al perito o peritos encargados concretamente de realizar tal
examen, ya sea de las subdivisiones de biologa, antomo-patologa o toxicologa de la
divisin de exmenes de laboratorio del referido instituto, facilitndoles a estos una
visin verdaderamente objetiva de la materia a analizar, a efectos de emitir un informe
preciso que no admita lugar a confusiones o dudas.
Durante la charla, uno de los mdicos legistas presentes adujo que para lograr
ello se necesita de un presupuesto adicional, y que resulta oneroso dada la actual
remuneracin de los mdicos legistas y que en ese sentido el Instituto de Medicina
Legal no cuenta con los recursos econmicos necesarios. A esta objecin, el Dr. Jetrho
Flores Ugarte contest algo simple pero muy significativo; explic que en una cinta de
vdeo se poda archivar hasta un total de 30 a 36 necropsias (a 10 minutos por necropsia
aproximadamente) y que el envo de estas imgenes por Internet a la ciudad de Lima
tiene un costo de S/. 1.00 (un nuevo sol) por hora de Internet, de tal manera que no se
OBJETIVO
FINALIDAD
III.
BASE LEGAL
ALCANCE
NORMAS GENERALES
NORMAS ESPECFICAS
RESPONSABILIDAD:
CONCLUSIONES
Despus de leer esta excelente gua mdico legal podemos colegir lo siguiente:
1 La citada directiva, que repetimos fue publicada en el ao 1996, demuestra
que al momento de elaborarse exista una clara voluntad de implementar estas tcnicas
en todas las divisiones mdico legales a nivel nacional, tanto as que en su primera
disposicin complementaria establece que: La Divisin Central de Administracin
dotar a las Divisiones Mdico Legales a nivel nacional de los equipos, materiales y
servicios necesarios para la implementacin del procedimiento de toma, conservacin y
seguridad de pruebas por medio de elementos grficos, de los archivos tcnicos
periciales especializados, de acuerdo a los recursos presupuestales.
2 El autor o autores de la directiva materia de anlisis, eran profesionales con
amplios conocimientos mdicos y legales, toda vez que lograron, a nuestro criterio,
normar de manera integral todos los aspectos necesarios para la toma, mantenimiento y
archivo de fotografas e imgenes audiovisuales por parte de los mdicos legistas,
profesionales de la salud u otros profesionales designados como peritos por la autoridad
judicial o fiscal, estableciendo incluso la posibilidad de contar con el auxilio del
personal tcnico-administrativo autorizado por el gerente de la divisin correspondiente.
3 Han transcurrido algo ms de 7 aos y esta directiva no fue implementada por
parte del Instituto de Medicina Legal, peor an ni siquiera ha sido puesta en
conocimiento de los propios mdicos legistas y del sistema de fiscales a nivel nacional.
4 Mientras la resolucin N 382-96-MP-FN-CG no se derogue es de obligatorio
cumplimiento por parte de la Jefatura Nacional del Instituto de Medicina Legal, as
como de las Gerencias Centrales de Presupuesto, Informtica y Planeamiento del
Ministerio Pblico, bajo responsabilidad.
5 De acuerdo a los manuales de procedimientos existentes en las Divisiones
Centrales de Exmenes Tanatolgicos, Mdico Legal y Cientfico Forense del Instituto
de Medicina Legal del Ministerio Pblico (vase la base legal de la directiva analizada),
es necesario complementar las acciones que permitan el resguardo de los instrumentos
periciales.
6 Los procesos de investigacin realizados por los fiscales requieren de
instrumentos reales y objetivos que garanticen los elementos de prueba que contienen
los informes periciales, por tanto es imprescindible la existencia de un archivo
fotogrfico y de imgenes audiovisuales que permitan la conservacin y/o
perennizacin de evidencias periciales.
7 La Directiva N 16-MP-FN-IML debe ser puesta en conocimiento del mayor
nmero posible de estudiosos del Derecho y de la Medicina a efectos de que con sus
aportes pueda tener mejores niveles de aplicacin.
8 La directiva antes citada debera ser tomada en consideracin por parte de la
comisin especial dedicada a la elaboracin del nuevo proyecto del Cdigo Procesal
Penal a efectos de incorporarse en el captulo pertinente (sugerimos el De las
Diligencias Especiales), una norma que contemple la obligatoriedad por parte de los
DERECHO DE FAMILIA
SI EL ESPOSO NO HA NEGADO LA PATERNIDAD DEL HIJO MATRIMONIAL
Puede la madre pedirle alimentos a un tercero?
DERECHO COMERCIAL
SI SE OBSERVA GENRICAMENTE EL SALDO DEUDOR EMITIDO POR UNA
EMPRESA DEL SISTEMA FINANCIERO La letra de cambio a la vista pierde mrito
ejecutivo?
quince das de recepcionadas, con observar las comunicaciones cursadas por el Banco
Latino, y no habiendo esta levantado las observaciones, se encontraba impedida de girar
contra el cliente las letras a la vista materia de cobro, con lo cual dichas cambiales
carecen de mrito ejecutivo. CONSIDERANDO: Primero.- Que, a efectos de
determinar si la norma que se dice ha sido errneamente interpretada es preciso revisar
los autos, debiendo tener en cuenta que la presente accin ha sido interpuesta por el
Ministerio de Economa y Finanzas, a fin de que la demandada cumpla con pagar la
suma de dos millones ciento cincuentinueve mil novecientos treintinueve nuevos soles
con cincuentitrs cntimos de nuevo sol y la suma de dos millones doscientos
cuarentids mil ochocientos cincuentiocho dlares americanos con ocho centavos de
dlar, las que se originaron por el incumplimiento en el pago de las letras de cambio,
ambas de fecha veintinueve de noviembre de mil novecientos noventinueve giradas por
el Banco Latino al haber cerrado las cuentas corrientes nmero treinticuatro mil
trescientos cuarentiocho y nmero doscientos ochenticuatro mil veintinueve, debiendo
precisar que dichas letras fueron endosadas en propiedad al Ministerio de Economa y
Finanzas. Segundo.- Que, de otro lado, la empresa demandada a fojas setentisis refiere
que las letras mencionadas son nulas, ya que han sido giradas a pesar de que se haban
formulado las observaciones pertinentes al requerimiento de pago, como es de verse de
las cartas que obran a fojas sesentinueve a setenticuatro. En las citadas comunicaciones,
la ahora demandada, refiri de manera expresa que "dentro del trmino de Ley y al
amparo de lo dispuesto en el quinto prrafo del artculo doscientos veintisis de la Ley
nmero veintisis mil setecientos dos[2] cumplimos con observar el saldo deudor del
saldo de la cuenta corriente nmero doscientos ochenticuatro mil veintinueve, toda vez
que los intereses a que se hace mencin no se ajustan a las condiciones pactadas,
habindose capitalizado los mismos, por cuanto la cifra que arroja es excesiva".
Tercero.- Que, en el presente caso, las instancias de mrito han determinado que de la
revisin de las observaciones efectuadas por la ejecutada al saldo deudor mediante las
cartas notariales, ya antes citadas, no se advierte que se hayan precisado con
minuciosidad en qu consiste el defecto u omisin del saldo deudor, por lo que en virtud
a ello, la observacin hecha por la demandada no rene a cabalidad el requisito
establecido por el artculo doscientos veintiocho de la Ley nmero veintisis mil
setecientos dos. Dicha conclusin a la que han arribado las instancias se sustenta en la
Casacin nmero mil ochentisis-noventiocho, Lima, de fecha catorce de setiembre de
mil novecientos noventiocho emitida por la Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema
de Justicia de la Repblica, la misma que ha sido publicada el doce de enero de mil
novecientos noventinueve en el Diario Oficial El Peruano; en dicha ejecutoria suprema
se estableci que, el observante de la liquidacin de saldo deudor precise y describa con
minuciosidad en qu consiste el error, defecto u omisin del saldo deudor que se le
comunica, sealando las cantidades que correspondan, en su caso, al dbito o al
haber[3]. Cuarto.- Que, es preciso sealar que el artculo doscientos veintiocho de la
Ley General del Sistema Financiero y del Sistema de Seguros y Orgnica de la
Superintendencia de Banca y Seguros Ley nmero veintisis mil setecientos dos
establece que: "La empresa puede, en cualquier momento, remitir una comunicacin al
cliente, advirtindole la existencia de saldos deudores en su cuenta y requirindole el
pago. Transcurridos quince das hbiles de la recepcin de la comunicacin sin que
hubiere observaciones, la empresa est facultada para girar contra el cliente por el saldo
ms los intereses generados en dicho perodo, una letra a la vista, con expresin del
motivo por el que se la emite". Quinto.- Que, es importante precisar que habr
interpretacin errnea cuando las instancias de mrito en sus resoluciones le dan a
determinada norma material un sentido que no tiene: aplica la norma pertinente al caso,
resolucin de vista de fojas quinientos cuarentitrs, su fecha doce de mayo del dos mil
tres, expedida por la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa que
confirm la sentencia apelada de fojas trescientos setenticuatro de fecha cuatro de
noviembre del dos mil dos, la misma que declar fundada la demanda, en los seguidos
por Juan Roberto Jayo Naventa contra la Empresa de Transportes Jacantaya Sociedad
Annima y otro, sobre tercera preferente de pago. FUNDAMENTOS DEL RECURSO.
Por resolucin de esta Sala Suprema de fecha veinticinco de agosto del dos mil tres,
obrante a fojas veinticuatro del cuadernillo formado ante esta Suprema Sala, se ha
declarado procedente el recurso de casacin interpuesto por el Banco de Crdito, del
Per por la causal prevista en el inciso tercero del artculo trescientos ochentisis del
Cdigo Procesal Civil, relativa a la contravencin de normas que garantizan el derecho
a un debido proceso. CONSIDERANDOS: Primero.- Que, el recurso de casacin se
sustenta en a) la contravencin del artculo trescientos veinte del Cdigo Procesal Civil
y del artculo tercero del Cdigo de Procedimientos Penales[1], ya que la Sala Superior
seala que la existencia del proceso penal, pendiente de dictamen fiscal, no resulta
suficiente para la suspensin del presente proceso. Por ello, el recurrente advierte que el
artculo tercero del citado Cdigo de Procedimientos Penales no refiere que el proceso
penal cuente con dictamen fiscal, sino simplemente la existencia de indicios razonables
de la existencia de un delito perseguible de oficio, situacin que se produce en autos
desde la apertura de instruccin contra el tercerista y otros, cuya copia certificada obra
en autos, porque los hechos denunciados penalmente constituyen delito, el mismo que
no ha prescrito y que adems se ha individualizado a sus presuntos autores, por lo que a
tenor del artculo trescientos veinte del Cdigo Procesal Civil se debe suspender el
proceso; b) contravencin de lo dispuesto por el artculo tercero del Ttulo Preliminar
del Cdigo Procesal Civil[2], pues cabe la posibilidad de que existan sentencias
contradictorias, ya que lo correcto atendiendo a la finalidad del proceso sera que
primero se establezca la comisin o no del delito; y, c) contravencin de lo dispuesto en
el segundo prrafo del artculo quinientos treintiocho del Cdigo Procesal Civil[3], al
sealar la Sala Superior en su stimo considerando que la eficacia y validez de los
documentos pblicos y el proceso judicial no pueden ser dilucidados en este proceso
que es lo que indirectamente pretende el Banco demandado con la alegada simulacin,
pues, tal artculo prev la posibilidad de que en el proceso de tercera se acredite la
connivencia entre el demandante y tercerista, imponiendo incluso como sancin una
multa e indemnizacin por daos y perjuicios ms costas y costos, situacin por la que
incluso es necesaria la suspensin del proceso, dado que tal connivencia podra ser
fehacientemente acreditada en la va penal. Segundo.- Que, analizada la sentencia de
vista de fojas quinientos cuarentitrs se aprecia en su tercer considerando, que la Sala
Superior considera que si bien al demandante Juan Roberto Jayo Naventa se le ha
abierto instruccin en un proceso penal por el delito de falsedad genrica, defraudacin
y falsedad material as como contra la fe pblica en la modalidad de falsedad material,
el mismo que se encuentra en el Ministerio Pblico para pronunciamiento final, dicho
proceso penal an no ha concluido, por lo que siendo as, la existencia de un proceso
penal pendiente de dictamen fiscal no resulta suficiente para la suspensin del
presente proceso. Tercero.- Que, segn la norma del artculo trescientos veinte del
Cdigo Procesal Civil, se tiene que la misma dispone que facultativamente "se puede
declarar la suspensin del proceso, de oficio o a pedido de parte en los casos previstos
legalmente, y cuando a criterio del juez sea necesario". Asimismo, el artculo tercero del
Cdigo de Procedimientos Penales precisa que "cuando en la substanciacin de un
procedimiento civil aparezcan indicios razonables de la comisin de un delito
perseguible de oficio, el juez dar conocimiento al representante del Ministerio Pblico
para que entable la accin penal correspondiente. En este caso, el juez suspender la
tramitacin civil, siempre que juzgue que la sentencia penal puede influir en la que debe
dictarse sobre el pleito civil[4]. Cuarto.- Que, del estudio de las normas antes glosadas
no se advierte que para la citada suspensin, el proceso penal dentro del cual se
encuentra inmerso el demandante deba de haber concluido, dicha interpretacin a la que
ha arribado la Sala Superior, deviene en errnea, sin embargo, ello no acarrea una
infraccin al debido proceso, puesto que la Sala Superior lo que pretenda sealar es que
no resulta suficiente para la suspensin de un proceso civil, la existencia de un proceso
penal en trmite. Quinto.- Que, si bien la suspensin a que se refiere el artculo
trescientos veinte del Cdigo Procesal Civil puede ser dispuesta de oficio o a pedido de
una de las partes, este queda sujeto al criterio jurisdiccional, dado que no existe norma
legal alguna que prevea el hecho acontencido e invocado como causal de suspensin, lo
cual supone por parte del juez evaluar si se est o no ante una causa justificatoria de
suspensin del proceso. Es por ello que, en el presente caso, las instancias de mrito
aplicando su criterio jurisdiccional, que les confiere la norma adjetiva antes citada, han
precisado claramente que el hecho de que exista un proceso penal no es suficiente para
la suspensin del presente proceso[5]. Sexto.- Que, de otro lado, es preciso sealar que
el proceso penal que viene siguiendo el recurrente no procede de la substanciacin del
presente proceso civil sobre tercera, supuesto que debe darse para la aplicacin del
artculo tercero del Cdigo de Procedimientos Penales, sino que ms bien el mismo se
ha originado por una denuncia penal realizada por el Banco de Crdito del Per, fuera
del proceso civil ya antes citado, por lo que en consecuencia, no proceda que el juez
civil declarara la citada suspensin del proceso. Stimo.- Que, siendo as, la Sala
Superior no ha contravenido las normas que garantizan el derecho a un debido proceso
al expedir la recurrida, por lo que el recurso debe ser declarado infundado. Estando a las
conclusiones que preceden y de conformidad con el artculo trescientos noventisiete del
Cdigo Procesal Civil: Declararon INFUNDADO el recurso de casacin interpuesto a
fojas quinientos setentids por el Banco de Crdito del Per, en consecuencia, NO
CASARON la resolucin de vista de folios quinientos cuarentitrs, su fecha doce de
mayo del dos mil tres; CONDENARON al recurrente al pago de una multa de dos
Unidades de Referencia Procesal, as como al pago de las costas y costos originados en
la tramitacin del recurso; DISPUSIERON la publicacin de la presente resolucin en el
Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por Juan Roberto Jayo
Naventa contra la Empresa de Transportes Jacantaya Sociedad Annima y otro, sobre
Tercera Preferente de Pago; y los devolvieron.
SS. ROMN SANTISTEBAN; TICONA POSTIGO; LAZARTE HUACO;
RODRGUEZ ESQUECHE; EGSQUIZA ROCA.
Asunto:
Separacin de cuerpos
Fecha :
27 de mayo de 2004 (El Peruano 30/09/2004)
Las causales previstas en el inciso 1 del artculo 486 del CPC (aplicacin indebida e
interpretacin errnea de una norma de derecho material) son excluyentes entre s
cuando estn referidas a una misma norma. En un caso as, no pueden aducirse ambos
supuestos de forma simultnea. Complementariamente, el actor debe postular la correcta
interpretacin o de ser el caso la debida aplicacin de la norma en cuestin.
Cas. N 2817-2003 LA LIBERTAD
Lima, veintisiete de mayo de dos mil cuatro.- VISTOS: Con los acompaados;
verificado el cumplimiento de los requisitos de admisibilidad del recurso de casacin
interpuesto por don Germn Hildebrando Ortiz Daz, conforme al artculo 387 del
Cdigo Procesal Civil; y ATENDIENDO: Primero: Al recurrente no le es exigible el
requisito de procedencia previsto por el inciso 1 del artculo 388 del Cdigo Procesal
Civil, por cuanto la sentencia de primera instancia no le fue adversa. - Segundo: El
impugnante invoca como sustento legal del recurso, la causal relativa a la aplicacin
indebida de una norma de derecho material. Tercero: Seala que se ha aplicado
incorrectamente el artculo 345 - A del Cdigo Civil, toda vez que dicho articulo
establece que para incoar el inciso 12 del artculo 333, esto es, la causal de separacin
de hecho, el demandante deber acreditar que se encuentra al da en el pago de sus
obligaciones alimentarias u otros que hayan sido pactados por los cnyuges de mutuo
acuerdo, lo que se encuentra acreditado. Agrega que el anotado numeral establece que el
juez deber sealar una indemnizacin por daos, incluyendo el dao personal u
ordenar la adjudicacin preferente, en tal sentido, lo que establece es que el juez velar
por la estabilidad econmica del cnyuge que resulte perjudicado con la separacin de
hecho, as como la de los hijos; por lo que deber sealar una indemnizacin por daos
o perjuicios u ordenar la adjudicacin preferente de bienes de la sociedad conyugal, y en
la sentencia expedida por el a quo si ha existido pronunciamiento por ello se seal una
indemnizacin a favor de la demandada. Habindose fundamentado as la denuncia, la
misma debe ser rechazada toda vez que el artculo 388 inciso 2 del Cdigo Procesal
Civil, exige como requisito que el recurrente fundamente su recurso con claridad y
precisin, expresando en cul de las causales descritas en el artculo 386 se sustenta y,
segn sea el caso, aplicar las reglas establecidas en los acpites 2.1, 2.2 y 2.3 del
anotado numeral; sin embargo, del recurso, se advierte que el impugnante denuncia la
aplicacin indebida e interpretacin errnea de una norma de derecho material tal como
es el artculo 345 del Cdigo Civil, sin tener en cuenta que dichas causales son
excluyentes entre s[1]; adems, a mayor abundamiento, se aprecia de la denuncia que
no se cumple con el deber procesal contenido en el numeral 2.1 del inciso 2 del artculo
388 del acotado Cdigo Procesal, por cuanto no seala cul debe ser la correcta
interpretacin o cmo debe ser la debida aplicacin de la norma de derecho material[2].Cuarto: Asimismo, el recurrente si bien no denuncia la causal de contravencin de las
normas que garantizan el derecho a un debido proceso, sin embargo expresa que se
incurre en error en la sentencia de vista materia de impugnacin, por cuanto el
Colegiado ha considerado que la parte demandada ha ofrecido medios probatorios
extemporneos, siendo que los mismos estn relacionados con los fundamentos
esgrimidos en su escrito de contestacin de la demanda; sin embargo, estos medios
probatorios no han sido admitidos; adems, que ha incurrido en error al precisar que el
juez ha dispuesto el cese de la pensin alimenticia cuando en ningn momento en la
sentencia expedida por el a quo se ha ordenado el cese de dicha pensin. Sin embargo,
habindose examinado esta argumentacin, la misma debe ser desestimada en atencin
a que el recurrente no cumple con denunciar con claridad y precisin conforme exige el
artculo 388 inciso 2 del acotado Cdigo Procesal, la causal de contravencin de las
normas que garantizan el derecho a un debido proceso; en tal sentido, estara
denunciando vicios procesales bajo el amparo de una causal sustantiva; lo que no es
posible, toda vez que las causales sustantivas estn dirigidas a observar la correcta
aplicacin e interpretacin del derecho sustantivo. Por las razones anotadas y en
aplicacin del artculo 392 del Cdigo Procesal Civil, declararon IMPROCEDENTE el
recurso de casacin interpuesto por don Germn Hildebrando Ortz Daz, en los
seguidos con doa Prescila Velsquez Muoz sobre separacin de cuerpos;
CONDENARON al recurrente al pago de tres Unidades de Referencia Procesal
originado en la tramitacin del recurso mas no as de las costas y costos por gozar de
auxilio judicial; DISPUSIERON la publicacin de la presente resolucin en el Diario
Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; y los devolvieron.
SS. ALFARO LVAREZ; CARRIN LUGO; AGUAYO DEL ROSARIO;
PACHAS VALOS; BALCZAR ZELADA.
intereses legales desde la fecha en que se produjo el dao; en los seguidos por don
Lucio Mesones Mocarro con la empresa de Distribucin Elctrica de Lima Norte
Sociedad Annima Abierta (EDELNOR Sociedad Annima Abierta) sobre
indemnizacin por daos y perjuicios. 2. FUNDAMENTOS POR LOS CUALES SE
HA DECLARADO PROCEDENTE EL RECURSO: Mediante resolucin obrante de
fojas cuarentids a cuarenticuatro del cuaderno de casacin, su fecha catorce de marzo
del dos mil tres se ha declarado procedente el recurso de casacin interpuesto por la
empresa de Distribucin Elctrica de Lima Norte Sociedad Annima (EDELNOR
Sociedad Annima Abierta) por las causales previstas en los incisos 1 y 3 del artculo
386 del Cdigo Procesal Civil, relativas a la aplicacin indebida de normas de derecho
material, contenidas en los artculos 1361, 1362 y 1332 del Cdigo Civil[1], y la
contravencin de normas que garantizan el derecho a un debido proceso, esto es al
derecho a la defensa y el principio de congruencia, normado por el artculo 50 del
Cdigo Procesal Civil. 3. CONSIDERANDO: Primero: Que, de primera intencin, es
necesario examinar la causal referida al inciso 3 del artculo 386 del Cdigo Procesal
Civil, ya que de declararse fundado el recurso por contravencin de normas que
garantizan el derecho al debido proceso no cabe pronunciarse por la otra causal
relacionada con el derecho material. Segundo.- La denuncia por la causal relativa a la
contravencin de normas que garantizan el derecho al debido proceso, la empresa
recurrente, la sustenta esencialmente en los siguientes agravios: a) se ha violado su
derecho a la defensa por cuanto el Colegiado ha cambiado la naturaleza de la litis, todo
el proceso ha versado sobre una indemnizacin extracontractual, sin embargo ha
sustentado su fallo en normas que rigen la responsabilidad contractual, recortndose as
su derecho a la defensa; b) se ha violado el principio de congruencia procesal normado
en el artculo 50 del Cdigo Procesal Civil, toda vez que la recurrida fundamenta su
decisin en la responsabilidad contractual, pero ordena el pago de una indemnizacin al
amparo del artculo 1969 del Cdigo Civil; c) no existe identidad jurdica entre lo
resuelto por la Sala y la pretensin de la demandante siendo el pronunciamiento de vista
un fallo extra petita; y d) no se ha determinado con claridad en que consiste cada dao
alegado. Tercero: En efecto, analizada la sentencia impugnada se advierte las siguientes
irregularidades: a) la Sala Superior al absolver el grado, confirmando por sus propios
fundamentos la apelada y revocando en parte respecto a la suma fijada por concepto de
indemnizacin, no ha tenido en cuenta que la demanda de autos versa sobre
indemnizacin por daos y perjuicios en la que se invoca como fundamento jurdico,
entre otros, los artculos 1969, 1970, 1982, 1984 y 1985 del Cdigo Civil[2] relativos a
la responsabilidad extracontractual, como se ha resuelto en primera instancia; sin
embargo, la recurrida resuelve sobre responsabilidad contractual; b) la impugnada
fundamenta su decisin en normas relativas a la responsabilidad contractual, pero
tambin aplica el artculo 1969 del Cdigo Civil, norma material relativa la
responsabilidad extracontractual, incurriendo en error "in cogitando" pues en la
sentencia debe guardarse logicidad en las motivaciones fcticas y jurdicas, apoyndose
en un proceso deductivo lgico[3]; c) la impugnada al resolver aplicando normas sobre
responsabilidad contractual ha incurrido en sentencia extra petita vulnerando el
principio de congruencia procesal que impone a los jueces el inciso 6 del artculo 50 del
Cdigo Procesal Civil[4]; d) en la sentencia no hay un orden lgico y congruente en el
desarrollo de la argumentacin jurdica, pues, el Juzgador en trminos lgicos debe
consignar los fundamentos relativos a los daos, luego los argumentos relativos a la
responsabilidad, sealando en su caso, el tipo de responsabilidad atribuible al
demandado; en seguida debe fijarse el monto correspondiente a la indemnizacin si se
hubieran acreditado los daos materiales y morales y si se hubiera determinado el tipo
Cas. N 2322-03
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPBLICA
Demandante :
Adela, y Juan Angel Armas Ansaldo
Demandado :
Carlos Antonio Gmez Snchez Demichelis
Asunto:
Prescripcin adquisitiva de dominio
Fecha :
23 de junio del 2004 (El Peruano, 30/09/2004)
Cuando se declara fundada una demanda que favorece a terceros ajenos al proceso, a
quienes no les asiste el derecho a la tutela jurisdiccional efectiva por: a) no haber
intervenido en la relacin jurdica sustantiva y b) no haber sido incorporados al
proceso, dichos actos procesales que otorgan derechos devienen en ineficaces e
invlidos.
CAS. N 2322-03 LIMA
PRESCRIPCIN ADQUISITIVA DE DOMINIO. Lima, veintitrs de junio del
dos mil cuatro. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA DE LA REPBLICA; vista la causa nmero dos mil trescientos veintids
-dos mil tres, en Audiencia Pblica de la fecha, y producida la votacin con arreglo a
Ley, emite la siguiente sentencia; MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de
casacin interpuesto por Carlos Antonio Gmez Snchez Demichelis mediante escrito
de fojas seiscientos treinta, contra la sentencia de vista emitida por la Primera Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas seiscientos diecinueve, su fecha
treintiuno de enero de dos mil tres, que Confirma la sentencia apelada que declara
infundada la tacha formulada por el demandado y fundada la demanda de prescripcin
adquisitiva de dominio, y declara que los demandantes Adela, Juan Benjamn, Juan
Alberto, ngela y Juan ngel Armas Ansaldo son propietarios del inmueble sito en la
avenida Francisco Pizarro nmero setecientos setenticinco, setecientos setentisiete y
setecientos setentinueve del distrito del Rmac, provincia y departamento de Lima, con
lo dems que contiene; FUNDAMENTOS DEL RECURSO: Que, el recurso de
casacin fue declarado procedente por resolucin del veintinueve de octubre del dos mil
tres, por la causal prevista en el inciso tercero del artculo trescientos ochentisis del
Cdigo Procesal Civil, en virtud de lo cual la recurrente denuncia la infraccin de las
formas esenciales para la eficacia y validez de los actos procesales, toda vez que tanto la
sentencia de primera instancia, como la de mrito que la reproduce, incurren en error
insubsanable en su parte resolutiva, pues no obstante haberse admitido la demanda
teniendo como demandantes solo a Adela y Juan Benjamn Armas Ansaldo, conforme se
advierte del admisorio de la instancia de fojas doscientos siete (excluyndose como
accionantes a los hermanos Juan Alberto, ngela y Juan ngel Armas Ansaldo, por no
haber otorgado estos facultades para demandar a favor de primera de las citadas,
conforme se indica en el escrito de subsanacin de fojas doscientos cuatro, en el que se
solicit modificar el extremo de las personas que conforman la parte demandante). Sin
embargo, se ampar la demanda de prescripcin adquisitiva de dominio declarndose
como propietarios a los cinco hermanos, por lo que si el juez pretenda modificar la
relacin jurdica procesal, conforme al artculo ciento veintiuno del Cdigo Procesal
Civil[1], debi pronunciarse en forma expresa y motivada sobre la nueva relacin
jurdica procesal vlida por la que se vara la establecida en la resolucin de
saneamiento procesal para incluir a los tres litisconsortes, pero dicho pronunciamiento
tambin sera invlido porque contradice el artculo noventitrs del citado cuerpo
procesal[2], que establece que la decisin a recaer en el proceso ser vlida si todos los
litisconsortes necesarios han comparecido al proceso; CONSIDERANDO: Primero:
Que, la tutela jurisdiccional efectiva constituye un derecho fundamental de la persona
reconocido en el inciso tercero del artculo ciento treintinueve de la Constitucin
Poltica del Estado, que comprende a los derechos de accin, contradiccin y debido
proceso como derechos fundamentales especficos en consecuencia, el rgano
jurisdiccional debe resolver el conflicto de intereses planteado por las partes, con
pronunciamiento sobre las pretensiones formuladas por estas u ordenadas por mandato
de la ley, dentro de una relacin jurdica procesal constituida y desarrollada
vlidamente, con el objeto de que el proceso alcance los fines concreto (resolver un
conflicto de intereses o eliminar una incertidumbre, ambas con relevancia jurdica,
haciendo efectivos los derechos materiales) y abstracto (promover la paz social en
justicia) previstos en el artculo Tercero del Ttulo Preliminar del Cdigo Procesal Civil.
Este derecho de acceso pleno y efectivo a la jurisdiccin tiene como sujeto activo a toda
persona, sea natural o jurdica, capaz o incapaz, aun el concebido en cuanto le
favorezca, y as todo el que tenga la calidad de demandante o de demandado es titular
de este derecho y, consecuentemente, en forma directa o por medio de representante
puede ejercitarlo; Segundo: Que. la denuncia del recurrente est dirigida a cuestionar los
efectos subjetivos de la estimacin de la demanda de prescripcin adquisitiva, en tanto
estos alcanzan igualmente a tres personas que son ajenas al proceso, que no han
participado como terceros legitimados en l y que tampoco han sido incorporadas como
litisconsortes al mismo; Tercero: Que, conforme se advierte en autos, mediante escrito
de fojas ciento ochentitrs, Adela Armas Ansaldo, por su propio derecho y en
representacin de sus hermanos Juan Benjamn, Juan Alberto, ngela y Juan ngel
ni haber sido incorporados al proceso, por lo que carecen de eficacia y validez los actos
procesales que otorgan inmotivada e ilegalmente derechos de propiedad a Juan Alberto,
ngela y Juan ngel Armas Ansaldo[3]; Dcimo: Que, por tanto, al verificarse la
infraccin de las formas esenciales para la eficacia y validez de los actos procesales,
debe ampararse el recurso de casacin y proceder conforme a lo dispuesto en el numeral
dos punto tres del inciso segundo del artculo trescientos noventisis del Cdigo
Procesal Civil; por cuyos fundamentos, Declararon: FUNDADO el recurso de casacin
interpuesto a fojas seiscientos treinta por Carlos Antonio Gmez Snchez Demichelis;
en consecuencia, NULA la sentencia de vista de fojas seiscientos diecinueve, su fecha
treintiuno de enero de dos mil tres, e INSUBSISTENTE la apelada de fojas quinientos
cincuenticuatro, su fecha veintids de mayo del dos mil dos; DISPUSIERON que el
juez de la causa emita nuevo fallo con arreglo a derecho y a lo actuado; ORDENARON
la publicacin de la presente resolucin en el Diario Oficial El Peruano; en los seguidos
por Adela Armas Ansaldo y Otro contra la Sucesin de Julio Gmez Snchez sobre
prescripcin adquisitiva de dominio; y los devolvieron.
SS. ECHEVARRA ADRIANZN; TICONA POSTIGO; LAZARTE HUACO;
RODRGUEZ ESQUECHE; EGSQUIZA ROCA
DERECHO PENAL
COAUTORA Y PRINCIPIO DEL REPARTO FUNCIONAL DE ROLES Interesa la
Entidad Material de la Intervencin del Agente?
VALORACIN DE ATENUANTES DE RESPONSABILIDAD PENAL Confesin
sincera, tentativa inacabada y estado de ebriedad
PARA FIJAR LA REPARACIN CIVIL Deben tenerse en cuenta la escasa educacin
y el dao mnimo al estado?
Valentn Arratea Maiz como autor del delito de peligro comn tenencia ilegal de
armas en agravio del Estado, a tres aos de pena privativa de la libertad, cuya
ejecucin se suspende bajo el cumplimiento de reglas de conducta; y fija en doscientos
nuevos soles el monto que por concepto de reparacin civil, deber abonar el
sentenciado a favor del Estado; con lo dems que contiene; los devolvieron.
SS. GAMERO VALDIVIA; PALACIOS VILLAR; BALCZAR ZELADA;
LECAROS CORNEJO; SAAVEDRA PARRA
DERECHO LABORAL
EL PAGO DE BENEFICIOS SOCIALES DEL TRABAJADOR, tiene preferencia
frente al derecho de garanta a favor de una entidad financiera?
Demandante :
Mario Jess Miano Snchez
Demandado :
Banco de Crdito del Per Sucursal Trujillo y otros
Asunto:
Tercera preferente de pago
Fecha :
15 de julio de 2004 (El Peruano, 30/09/2004)
En funcin de la interpretacin de las normas contenidas en la Constitucin que
reconocen la preferencia de pago de beneficios sociales, la primaca de esta norma sobre
otras de menor jerarqua y la potestad de administrar justicia por el juez observando la
Constitucin, se debe realizar el control difuso y privilegiar al trabajador en el pago de
sus deudas, por sobre aquellas reconocidas a las entidades financieras aun cuando
estuvieren garantizadas.
Cas. N 237-2002 LA LIBERTAD Lima, quince de julio del dos mil cuatro. La
SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, vista la
causa el da de la fecha, producida la votacin correspondiente de acuerdo a ley, emite
la siguiente sentencia: 1. MATERIA DEL RECURSO: Es materia del presente recurso
de casacin la sentencia de vista de fojas ciento setentiuno, su fecha cuatro de
Diciembre de dos mil uno, expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de La Libertad que, revocando la sentencia de primera instancia de fojas ciento
quince, su fecha treintiuno de Julio de dos mil uno, declara improcedente la demanda
incoada por Mario Jess Miano Snchez; en los seguidos contra el Banco de Crdito
del Per Sucursal Trujillo y otros, sobre tercera preferente de pago. 2.
FUNDAMENTOS POR LOS CUALES SE HA DECLARADO PROCEDENTE EL
RECURSO. Mediante resolucin de fojas cuarentiuno del cuaderno de casacin, su
fecha cinco de setiembre de dos mil tres, se ha declarado procedente el recurso de
casacin interpuesto por don Mario Jess Miano Snchez por la causal prevista en el
inciso 2 del artculo 386 del Cdigo Procesal Civil, relativa a la inaplicacin de los
numerales 51 y 138 de la Constitucin Poltica del Estado. 3. CONSIDERANDOS:
Primero.- El impugnante, en efecto, denuncia la inaplicacin de los artculos 51 y 138
de la Constitucin Poltica del Per, relativos a la supremaca de la Carta Magna y al
control difuso del texto constitucional a cargo de los jueces, respectivamente. Arguye,
adems, que dichas normas son pertinentes para dirimir la presente controversia, pues,
en el presente caso, debe aplicarse la ley ms favorable al trabajador. Segundo.- El
artculo 51 de la Constitucin del Estado establece que: "La Constitucin prevalece
sobre toda norma legal; la ley, sobre las normas de inferior jerarqua, y as
sucesivamente. La publicidad es esencial para la vigencia de toda norma del Estado".
Asimismo, el artculo 138 de la citada Carta Magna establece que "La potestad de
administrar justicia emana del pueblo y se ejerce por el Poder Judicial a travs de sus
rganos jerrquicos con arreglo a la Constitucin y a las leyes. En todo proceso, de
existir incompatibilidad entre una norma constitucional y una norma legal, los jueces
prefieren la primera. Igualmente, prefieren la norma legal sobre toda otra norma de
rango inferior". Tercero.- El punto central de la presente controversia radica en
establecer si el derecho alegado por el accionante, consistente en el pago de sus
beneficios sociales reclamados en el proceso laboral correspondiente, tiene preferencia
de pago frente al derecho de la entidad financiera codemandada Banco de Crdito del
Per Sucursal Trujillo, garantizada mediante la hipoteca constituida sobre el bien
inmueble de propiedad de los codemandados don Alfonso Len Saavedra y doa
Bartola Auria Rodrguez Sumarn, a que se contrae la ficha registral obrante a fojas tres.
Cuarto.- Para determinar si en el caso de autos son pertinentes o no la aplicacin de las
citadas normas para dirimir la controversia es preciso analizar los hechos aportados al
proceso. Es que las normas materiales se aplican a los hechos acreditados en el proceso
utilizndose los medios probatorios. Quinto.- De autos se tiene pues lo siguiente: 5.1.
Por escritura pblica de fecha quince de Abril de mil novecientos noventisiete se
acredita que la sociedad conyugal constituida por don Alfonso Len Saavedra y doa
Bartola Auria Rodriguez Sumarn adquirieron la propiedad del inmueble sito en Calle
Sinchi Roca Nmeros mil uno, mil tres, mil cinco, mil siete mil veintitrs, mil
veinticinco, mil veintisiete, mil veintinueve y mil treintiuno, del distrito y provincia de
Trujillo, de su anterior propietaria Aida Adriana Mannucci Vega. En el mismo acto la
citada sociedad conyugal constituy hipoteca sbana sobre el inmueble mate de la
compraventa a favor del Banco de Crdito del Per Sucursal Trujillo hasta por de
veintids mil ochocientos tres dlares. 5.2. Ante el incumplimiento, por parte de la
sociedad conyugal demandada, en el pago de sus deudas, el Banco de Crdito del Per
Sucursal Trujillo, inici un proceso sobre ejecucin de garantas, el cual viene siendo
tramitado por ante el Primer Juzgado Civil de Trujillo (expediente nmero quinientos
trece guin dos mil), donde se ha ordenado sacar a remate, en segunda convocatoria, el
inmueble a que se refiere el numeral precedente, conforme se aprecia de fojas
cuarenticinco. 5.3. Por su parte, el demandante ha seguido un juicio sobre pago de
beneficios sociales contra la sociedad conyugal codemandada Len-Rodrguez, el
mismo que viene siendo tramitado por ante el Primer Juzgado de Trabajo Provisional
(expediente nmero tres mil cuatrocientos ochentiocho guin noventisis), en el cual se
ha ordenado, mediante resolucin nmero 66 de fecha diez de abril de dos mil (obrante
a fojas cuatro), que la citada sociedad conyugal cumpla con cancelar la suma de ocho
mil ochocientos con treintinueve centavos de nuevos soles por beneficios sociales e
intereses legales. 5.4. Asimismo, se advierte que se ha trabado embargo sobre el
inmueble de propiedad de la citada sociedad conyugal hasta por seis mil cincuentinueve
con sesentiocho centavos de nuevos soles, el mismo que ha sido anotado registralmente
el quince de octubre de mil novecientos noventiocho, conforme se constata del
certificado de gravamen obrante a fojas veintisis. Sexto.- De lo expuesto anteriormente
se concluye lo siguiente: 6.1. El demandante, don Mario Jess Miano Snchez, ha
acreditado que la sociedad conyugal codemandada le adeuda la suma de ocho mil
ochocientos con treintinueve centavos de nuevos soles por concepto de beneficios
sociales. 6.2. Conforme al segundo prrafo del artculo 24 de la Constitucin Poltica
del Estado el pago de la remuneracin y de los beneficios sociales del trabajador tiene
prioridad sea cualquiera otra obligacin del empleador. 6.3. En virtud de la normas que
se dicen inaplicadas, los artculos 51 y 138 de la Constitucin, la norma contenida en el
artculo 24 de la Constitucin prevalece sobre las normas contenidas en el Decreto
Legislativo nmero 856[1] (que para la efectividad de la preferencia de los crditos
laborales sobre otros crditos de distinta naturaleza establece condiciones y requisitos
no previstos por la norma constitucional), correspondiendo a esta Sala, ejerciendo el
control difuso que la Carta Magna le autoriza, preferir la norma constitucional frente a
la legal, esto es, frente al mencionado Decreto Legislativo. Stimo.- Consecuente con lo
anterior corresponde a esta Sala, haciendo uso del control difuso, amparar el recurso de
casacin interpuesto al haberse constatado la inaplicacin de las normas contenidas en
los artculos 51 y 138 de la Constitucin Poltica del Estado; y, actuando en sede de
instancia, declarar fundada la demanda de tercera preferente de pago, 4. DECISION: A)
Declararon FUNDADO el recurso de casacin[2] de fojas ciento setenticinco
interpuesto por don Mario Jess Miano Snchez y, en consecuencia, CASARON la
sentencia de vista de fojas ciento setentiuno, su fecha cuatro de diciembre de dos mi
uno, la misma que la declararon nula. B) Actuando en sede de instancia: REVOCARON
la sentencia de primera instancia de fojas ciento quince, su fecha treintiuno de julio de
dos mil uno, que declara infundada la demanda de tercera preferente, la que
REFORMNDOLA declararon FUNDADA y, en consecuencia, dispusieron que el
crdito de don Mario Jess Miano Snchez se pague con preferencia al crdito del
Banco de Crdito del Per, sucursal de Trujillo. C) DISPUSIERON la publicacin de la
presente resolucin en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; y los
devolvieron.
SS. ALFARO LVAREZ; CARRIN LUGO; AGUAYO DEL ROSARIO;
PACHAS VALOS; BALCZAR ZELADA
DERECHO TRIBUTARIO
LA CESIN DE POSICIN CONTRACTUAL DE LOS DERECHOS DEL
ARRENDATARIO EN LEASEBACK Est gravada con IGV?
MULTA POR FALTA DE DECLARACIN DE ALCABALA Es necesario declarar
este impuesto?
EL BENEFICIO DE DEDUCCIN DE LA BASE IMPONIBLE DEL IMPUESTO
PREDIAL A FAVOR DE PENSIONISTA Debe ser renovado?
del Impuesto General a las Ventas y por tanto su transferencia no se encuentra gravada
con el referido Impuesto.
3. La cesin de posicin contractual efectuada por la empresa no califica como
venta de bien inmueble, toda vez que la transmisin de derechos y obligaciones no
implica en el caso del leaseback la transferencia de la embarcacin.
4. La cesin de posicin contractual en un contrato de arrendamiento financiero
no implica bajo ningn supuesto que la empresa haya vendido a la cesionaria una
unidad de negocios ya que solo se cambi la titularidad de una de las partes en la
relacin obligacional. El cesionario como nuevo titular le cancel una cantidad de
dinero con el objeto de tener derecho al uso del bien materia de contrato, a cambio de lo
cual se obliga a cancelar al arrendador financiero cuotas peridicas (merced conductiva)
como contraprestacin, teniendo derecho a ejercer la opcin de compra en su momento
si as lo estimara conveniente.
5. Al suscribir inicialmente el contrato de arrendamiento financiero la verdadera
voluntad no consista en adquirir el bien sino utilizarlo, no a ttulo de propiedad sino de
arrendatario. Posteriormente, y con el transcurso del tiempo evaluara la adquisicin del
mismo y en ese sentido en lugar de adquirir el bien cedi su posicin contractual a favor
de la Empresa Pesquera Asturias S.A. y nunca ejerci la opcin de compra de dicho
bien.
Que la Administracin Tributaria seala que:
1. El tema controvertido consiste en determinar si el ingreso percibido por la
recurrente por concepto de cesin de posicin contractual respecto del contrato de
arrendamiento financiero bajo la modalidad de leaseback, se encuentra gravado con el
Impuesto General a las Ventas.
2. En la definicin de bien mueble que contiene el inciso b) del artculo 3 de la
Ley del Impuesto General a las Ventas, se incluye a los bienes incorporales o
intangibles. Los derechos, obligaciones y deberes que derivan de un contrato de
leaseback califican como intangibles, en tanto constituyen bienes incorporales pues no
tienen una naturaleza material, no son espaciales, ni accesibles a los sentidos, son
percibidos intelectualmente.
3. En la cesin materia de autos, se transfiere a un tercero la posicin contractual
o situacin jurdica derivada de una relacin obligacional existente, entendida dicha
cesin de posicin contractual como un conjunto de derechos y obligaciones, la que
califica para efectos tributarios como bien mueble y al ser estos transferidos a un
tercero, mediante un contrato de cesin de posicin contractual, se encuentran dentro
del concepto de venta y por tanto afecto al Impuesto General a las Ventas.
4. Con respecto a lo alegado por la recurrente en el sentido que la cesin de
posicin contractual de un contrato de leaseback de una embarcacin pesquera no
implica la transferencia de un bien mueble, precisa que de acuerdo con lo dispuesto por
el articulo 5 del Decreto Supremo N 026-92-PE el arrendatario est obligado a ejercitar
la opcin de compra en cualquier momento hasta el vencimiento del plazo convenido en
el arrendamiento financiero, por lo que concluye que la firma del contrato ya implica la
Por su parte, Max Arias Schreiber indica que en efecto, se trata de una forma de
transmitir la titularidad de los contratos y funciona de un modo tal que los derechos y
obligaciones pasan a otras manos de una manera unitaria, en la que concurren las
declaraciones de tres sujetos distintos(4): el cedente, el cesionario y el cedido.
4. De otro lado, cabe sealar que el contrato de leaseback o leasing retro es un
contrato por medio del cual la empresa locadora adquiere el bien que tiene en propiedad
la persona con quien va a celebrar el contrato de leasing(5).
De acuerdo con la doctrina jurdica en un contrato de leaseback coexisten dos
contratos distintos: a) compra venta (la entidad financiera adquiere un bien de su
cliente) y b) arrendamiento financiero (el bien adquirido es arrendado al mismo
vendedor).
En el caso de autos, el contrato de compraventa de la embarcacin pesquera
Zorritos 2 as como las relaciones jurdicas patrimoniales creadas en virtud de dicho
contrato se extinguieron con la sola suscripcin del referido contrato, de acuerdo con lo
establecido por el artculo 949 del Cdigo Civil, oper la transmisin de propiedad de la
embarcacin pesquera Zorritos 2 y con el pago del dinero, por parte de la entidad
financiera, se extinguieron las relaciones jurdicas patrimoniales creadas.
En cambio, el contrato de arrendamiento financiero y las relaciones jurdicas
patrimoniales creadas en virtud de dicho contrato subsistieron hasta la fecha de
vencimiento del plazo establecido en el contrato de leaseback.
En tal sentido, en el presente caso, a travs del contrato de cesin de posicin
contractual del contrato de leaseback, la recurrente transfiri a Pesquera Asturias S.A.,
el arrendamiento financiero de la embarcacin pesquera Zorritos 2, toda vez que a la
fecha de suscripcin de la cesin de posicin contractual el arrendamiento financiero
an no se haba ejecutado totalmente.
5. De conformidad con lo establecido por el inciso a) del articulo 1 de la Ley del
Impuesto General a las Ventas, Decreto Legislativo N 821, se encuentra gravada con
dicho impuesto la venta en el pas de bienes muebles.
Asimismo, el inciso a) del artculo 3 de la citada ley, establece que se entiende
por venta todo acto por el que se transfieren bienes a ttulo oneroso, independientemente
de la designacin que se de a los contratos o negociaciones que originen esa
transferencia y de las condiciones pactadas por las partes.
De otro lado, el inciso b) del artculo 3 antes mencionado, considera como
bienes muebles a los corporales que pueden llevarse de un lugar a otro, los derechos
referentes a los mismos, los signos distintivos, invenciones, derechos de autor, derechos
de llave y similares, las naves y aeronaves, as como los documentos y ttulos cuya
transferencia implique la de cualquiera de los mencionados bienes.
Al respecto, cabe precisar que este Tribunal ha dejado establecido mediante la
Resolucin N 02424-5-2002 del 3 de mayo de 2002, que salvo lo expresamente
dispuesto para naves y aeronaves, la Ley del Impuesto General a las Ventas grava los
dems bienes considerados como bienes muebles segn la legislacin comn,
manera pacfica y continua han venido ejerciendo tal competencia sobre el mencionado
predio, corroborndose aquello en la Partida Electrnica N 11480243 remitida por la
Oficina Registral Lima, Zona Registral IX Sede Lima y del Plano Fsico Poltico del
Departamento de Lima elaborado por el Instituto Geogrfico Nacional (IGN);
Que el artculo 127 de la Ley Orgnica de Municipalidades, Ley N 27972,
seala que los conflictos de competencia que surjan entre las municipalidades, sean
distritales o provinciales, y entre ellas y los gobiernos regionales o con organismos del
gobierno nacional con rango constitucional, son resueltos por el Tribunal Constitucional
de acuerdo a su ley orgnica, agregando que los conflictos no comprendidos en los
supuestos anteriores son resueltos en la va judicial;
Que tal como se desprende de los documentos que obran en el expediente y lo
seala expresamente la Municipalidad Distrital de Santo Domingo de los Olleros en la
apelada, tanto esta como las Municipalidades Distritales de Pachacamac y Lurn
consideran que el inmueble de propiedad de la recurrente se encuentra dentro de los
lmites territoriales de cada una de las mencionadas, materia sobre la cual, conforme con
lo sealado por el artculo 127 antes citado, este Tribunal no es competente para
pronunciarse;
Que sin embargo, la Dcimo Tercera Disposicin Complementaria de la referida
Ley Orgnica de Municipalidades, dispone que tratndose de predios respecto de los
cuales dos o ms jurisdicciones reclamen para s los tributos municipales que se
calculan en base al valor de autoavalo de los mismos o al costo de servicio prestado, se
reputarn como vlidos los pagos efectuados al municipio de la jurisdiccin a la que
corresponda el predio segn inscripcin en el registro de propiedad inmueble
correspondiente;
Que al respecto, se observa a fojas 17 del expediente, copia de la anotacin de la
independizacin de los predios de la recurrente Sub Lote 1, de un rea de 1,700.32 Hs.,
y Sub Lote 2 con un rea de 216.74 Hs. asignados con las Unidades Catastrales Ns
12619 y 12620, respectivamente, correspondientes a las Partidas Electrnicas Ns
11480243 y 11 480244, informacin que consta en la Partida N 11069102 referida a la
Inscripcin de Propiedades-Terreno Rstico de Huarochir, segn copia informativa
expedida por la Oficina Registral Lima de la Superintendencia Nacional de los
Registros Pblicos y en cuyos antecedentes (folio 20) se hace referencia como ubicacin
del terreno el distrito de Santo Domingo de los Olleros;
Que no obstante, segn lo expresado por la recurrente en su recurso de apelacin
y conforme se aprecia de la copia de la Partida N 11480243-Inscripcin de Registro de
Predios (folios 50 a 52), el predio de la recurrente materia de autos (Sub Lote 1-Unidad
Catastral N 12619) ha sido independizado del tomo 11-H fojas 695 que contina en la
Partida Electrnica N 11 069102 del Registro de Propiedad Inmueble de Lima,
encontrndose en la jurisdiccin del Distrito de Pachacamac en un rea de 1,403.44
Hs., y dentro de la jurisdiccin del distrito de Lurn en un rea de 296.88 Hs., (rea
total 1,700.32 Hs.), ubicado, consecuentemente, entre los distritos de Pachacamac y
Lurn;
Que estando a lo expuesto y siendo que tanto en la Partida Registral N
11069102 (folio 17) como la N 11480243 (folio 51) se da cuenta de la informacin
antes referida en virtud a "El ttulo presentado el 11/10/02 a las 10:12:19 a.m. horas,
bajo el N 2002-0190587 del Tomo Diario 0430. Derechos: S/. 9804.68 con Recibo N
004716 y N 057291. Lima, 24 de febrero de 2003": para dar cumplimiento a lo
establecido por la Dcimo Tercera Disposicin Complementaria de la Ley Orgnica de
Municipalidades, la Municipalidad Distrital de Santo Domingo de los Olleros deber
solicitar la informacin pertinente a los Registros Pblicos a fin de establecer si la
jurisdiccin del predio materia de acotacin ha sido modificada;
Que asimismo deber tener en cuenta que el tercer prrafo de la Dcimo Tercera
Disposicin Complementaria de la Ley Orgnica de Municipalidades estableci que la
validacin de los pagos, tendr vigencia hasta que se defina el conflicto de lmites
existente, de manera tal que a partir del ao siguiente a aquel en que se defina el
conflicto de lmites, se deber tributar al municipio a cuya jurisdiccin se haya atribuido
el predio;
Que la mencionada norma tambin dispone que a partir del da siguiente de su
publicacin, se dejar sin efecto todo proceso de cobranza iniciado respecto de tributos
municipales por los predios ubicados en zonas de conflicto de jurisdiccin, con la sola
acreditacin por el contribuyente de los pagos efectuados de acuerdo a los prrafos
precedentes;
Que en tal sentido, atendiendo a que de lo actuado no existe certeza de la
jurisdiccin a que corresponde el predio segn el Registro de Propiedad Inmueble, la
Administracin Tributaria debe verificar tal situacin y emitir nuevo pronunciamiento
tomando en consideracin lo prescrito en la citada Dcimo Tercera Disposicin
Complementaria de la Ley Orgnica de Municipalidades;
Que sin perjuicio de lo sealado, en lo que concierne a la Resolucin de Multa
emitida, cabe indicar que la infraccin por no presentar declaraciones juradas se
sanciona de acuerdo con lo previsto por el numeral 1) del artculo 176 del Texto nico
Ordenado del Cdigo Tributario aprobado por Decreto Supremo N 135-99-EF y no de
conformidad con lo establecido por el numeral 1) del artculo 178 del mismo cuerpo
legal, por lo que la sancin aplicada por la Administracin y de la cual se da cuenta en
el valor materia de autos no resulta arreglada a ley;
Que asimismo cabe sealar que las normas aplicables no establecen obligacin
alguna de presentar Declaracin Jurada respecto del Impuesto de Alcabala;
Con las vocales Mrquez Pacheco, Caller Ferreyros y Zelaya Vidal, a quien se
llam para completar Sala, e interviniendo como ponente la vocal Mrquez Pacheco,
RESUELVE:
DECLARAR NULA E INSUBSISTENTE la Resolucin de Alcalda N 0472003-MDSDO del 13 de mayo de 2003 en el extremo referido a la Resolucin de
Determinacin impugnada, debiendo la Administracin Tributaria proceder conforme
con lo sealado en la presente Resolucin, y REVOCARLA en el extremo referido a la
Resolucin de Multa, debiendo dejarse sin efecto el referido valor[1].
obligacin tributaria, la que de acuerdo con lo previsto por el artculo 163 del Texto
nico Ordenado del Cdigo Tributario aprobado por el Decreto Supremo N 135-99-EF
es apelable ante el Tribunal Fiscal.
Que con relacin al asunto controvertido, el artculo 19 de la Ley de Tributacin
Municipal aprobada por el Decreto Legislativo N 776, modificado por el artculo nico
de la Ley N 26952, otorga a favor de los pensionistas propietarios de un solo inmueble,
a nombre propio o de la sociedad conyugal, que sea utilizado como vivienda de los
mismos, una deduccin de la base imponible del Impuesto Predial por un monto
equivalente a 50 Unidades Impositivas Tributarias (UIT), vigentes al 1 de enero de cada
ejercicio gravable, agregando que excepcionalmente se cumple con el requisito de la
nica propiedad, inclusive cuando el pensionista posea otra unidad inmobiliaria
constituida por la cochera.
Que de acuerdo con la norma antes citada, para gozar del beneficio se requiere:
i) tener la calidad de pensionista, ii) ser propietario de un solo inmueble, iii) que la
propiedad del inmueble sea a nombre propio o de la sociedad conyugal y iv) que el
inmueble est destinado a vivienda del pensionista[1].
Que en el presente caso la Administracin seal que no proceda atender lo
solicitado por la recurrente al no haberse verificado la condicin de pensionista para el
ejercicio 2004.
Que sin embargo, consta en el expediente una copia de la Resolucin Directoral
N 290-90-PE/OGA-Op que dispone la extensin de una pensin nivelable a favor de la
recurrente por parte del Ministerio de Pesquera (hoy Ministerio de la Produccin-folio
25), que acredita que la recurrente percibe una pensin de cesanta, pagada por dicha
entidad. Este certificado, la constancia de haberes del mes de diciembre de 2003 (folio
24) y la copia de la planilla nica de pagos del mes de enero de 2004 del folio 6 del
expediente, permiten concluir que la recurrente tiene la condicin de pensionista para
efecto del beneficio bajo anlisis.
Que en tal sentido, la recurrente cumple con los requisitos establecidos en el
artculo 19 de la Ley de Tributacin Municipal, para el goce del beneficio contemplado
en dicha norma.
Que sin perjuicio de lo expuesto, la Administracin deber tener en cuenta que el
beneficio a que se refiere el artculo 19 de la Ley de Tributacin Municipal es aplicable
a todo aquel contribuyente que se encuentre comprendido en el supuesto de la norma,
sin necesidad de acto administrativo que lo conceda, pues la ley no ha establecido ello
como requisito para su goce[2].
Que en consecuencia, no corresponde que se condicione el goce del beneficio a
una solicitud de renovacin, debiendo entenderse por el contrario que constituye una
nueva solicitud, en la cual la recurrente esta demostrando cumplir con los requisitos de
ley, debiendo tenerse en cuenta adems el artculo 10 de la Ley de Tributacin
Municipal, que dispone que "el carcter de sujeto del impuesto se atribuir con arreglo a
la situacin jurdica configurada al 01 de enero del ao al que corresponda la obligacin
tributaria".
Con las vocales Chau Quispe, Olano Silva y Muoz Garca, e interviniendo
como ponente la vocal Muoz Garca.
RESUELVE:
REVOCAR la Resolucin Jefatural N 6002-2003-OR-MSS de 30 de diciembre
de 2003.
Regstrese, comunquese y remtase a la Municipalidad Distrital de Santiago de
Surco, para sus efectos.
SS. CHAU QUISPE; OLANO SILVA; MUOZ GARCA; EZETA CARPIO.
DERECHO REGISTRAL
SI EL LIQUIDADOR PROVISIONAL DESIGNADO POR LA SBS REVOCA LOS
PODERES DE LOS ANTERIORES LIQUIDADORES Se puede cuestionar este acto
en sede registral?
SI SE ADOPTAN DOS ACUERDOS CONTRADICTORIOS EN UNA MISMA
JUNTA PERO EN DIFERENTES CONVOCATORIAS Ambos se pueden inscribir?
REGULARIZAR LA DEMOLICIN DE UNA FBRICA ANTES REGULARIZADA
Implica una doble regularizacin?
Res. N 132-2004-SUNARP-TR-L
TRIBUNAL REGISTRAL
Interesado
:
Banco Popular del Per en Liquidacin
Asunto:
Revocatoria de poderes
Fecha :
05 de marzo del 2004 (El Peruano 08/04/2004)
No corresponde evaluar en sede registral si la revocatoria est o no dentro de los actos
que el liquidador considere pertinente para el desarrollo de las labores y el mejor
cumplimiento de las acciones que le han sido encomendadas, resultando suficiente la
acreditacin de las facultades de liquidar en la forma sealada por la resolucin de la
Superintendencia de Banca y Seguros.
RESOLUCIN N 132-2004-SUNARP-TR-L
SUPERINTENDENCIA NACIONAL DE LOS
REGISTROS PBLICOS
TRIBUNAL REGISTRAL
Lima, 5 de marzo de 2004
APELANTE :
BANCO POPULAR DEL PER en liquidacin,
representado por
FELIPE JAVIER TAM FOX.
TTULO
:
237163 del 4.12.2003.
RECURSO :
5152 del 27.1.2004.
REGISTRO :
De Sociedades de Lima
ACTO (s)
:
Revocatoria de poderes
SUMILLA
Facultades de los liquidadores
No corresponde que en sede registral se evale si la revocatoria de poderes est
o no dentro del marco de los actos que el liquidador considere pertinentes para el
desarrollo de las labores y el mejor cumplimiento de las acciones que le han sido
encomendadas, resulta suficiente que se haya acreditado que tiene las facultades de
liquidar.
I.
ACTO CUYA INSCRIPCIN SE SOLICITA Y DOCUMENTACIN
PRESENTADA
DECISIN IMPUGNADA
registral se desprende que FELIPE JAVIER TAM FOX no cuenta con facultades para
revocar poderes.
- Con respecto al punto 4, la referencia a los artculos 156 y 167 del Cdigo
Civil[4], no sealan que sean los nicos supuestos de facultades expresas e
inequvocas.
Tngase presente que lo establecido por el artculo 155 del Cdigo Civil, esto es,
que el poder general slo comprende los actos de administracin y que el poder especial
"comprende los actos para los cuales ha sido conferido".
Con respecto al artculo 151 del Cdigo Civil[5], debe tenerse presente que la
designacin del liquidador es de carcter transitorio en tanto se seleccione por concurso
pblico a la persona jurdica a la que se le encomendar la administracin del proceso
liquidatorio.
- Con relacin al ltimo prrafo del escrito de reingreso debemos sealar que es
una garanta del Sistema Nacional de los Registros Pblicos la autonoma de sus
funcionarios en el ejercicio de sus funciones registrales.
Srvase subsanar con arreglo a ley.
III.
FUNDAMENTOS DE LA APELACIN
encuentra la de revocar poderes; mxime si el artculo 151 del Cdigo acotado seala en
forma inequvoca que la designacin de nuevo representante para el mismo acto...
importa la revocacin del poder anterior....
- Que, nuestra parte considera que el ttulo observado no contraviene en forma
alguna lo dispuesto por los artculos 160 y 2015 del Cdigo Civil; pues el acto jurdico
de revocar los poderes otorgados por la anterior liquidadora: Comisin Administradora
de Carteras que se ha disuelto mediante Decreto de Urgencia N 062 del 21.11.2002,
conforme se seala en los considerandos segundo, tercero y cuarto de la Resolucin
SBS N 959-2003, se encuentra dentro de los lmites de las facultades que por mandato
de la ley se le ha conferido a nuestro liquidador.
- Que, el literal s) del artculo segundo de la Resolucin SBS N 959-2003 por la
que se nombra a nuestro actual representante legal, dispone en forma expresa La
descripcin de las facultades tiene un carcter enunciativo y no limitativo, siendo
extensivas a todos los actos que se requieren para ejecutarlos eficazmente....
- Que, nuestro representante legal don Felipe Javier Tam Fox, en su calidad de
liquidador designado por la Superintendencia de Banca y Seguros, se encuentra
premunido de la facultad de revocar poderes, pues tal acto est comprendido dentro de
sus facultades, a las que se refieren los literales a), r) y s) ltimo pargrafo, de la
Resolucin SBS N959-2003 inscrita en el asiento C00018 de la partida electrnica N
03027987.
IV.
ANTECEDENTE REGISTRAL
V.
ANLISIS
funciones que les corresponden por el solo hecho de firmar los contratos
correspondientes. Cuentan con todas las facultades generales y especiales para litigar,
contenidas en los artculos 74 y 75 del Cdigo Procesal Civil, gozando estos poderes de
las prerrogativas sealadas en el artculo 368 de la Ley General. Adicionalmente, podrn
delegar facultades para el mejor desarrollo de sus actividades. Inc. s) Las dems
acciones necesarias para realizar su labor de administracin, as como las que la
Superintendencia autorice.
Adems, el liquidador cuenta, entre otros, con las facultades de vender bienes
inmuebles, acreencias, derechos, y ms, en la forma sealada en el inc. e) modificado
por Resolucin SBS N 1299-2003 inscrita en el asiento C 19 de la partida registral;
transferir parcial o totalmente la cartera de colocaciones (inc. j); las cuales, segn se
indica, tienen un carcter enunciativo y no limitativo, siendo extensivas a todos los
actos que se requieren para ejecutarlas eficazmente. Los liquidadores debern observar
lo dispuesto por el Reglamento de los Regmenes especiales y de la Liquidacin de las
Empresas del Sistema Financiero y del Sistema de Seguros, aprobado por Resolucin
SBS N 495-99 del 25.5.1999, as como sus disposiciones modificatorias y
complementarias.
4. La citada Resolucin SBS N 495-99 del 25.5.1999, establece en su artculo
19 que en tanto se nombre a la persona jurdica que se encargar de la liquidacin, el
Superintendente designar dos representantes, cuyas funciones sern las que se
establezcan en el Captulo. Estos representantes ejercern sus funciones hasta la
designacin de la persona jurdica encargada de la liquidacin o, en caso del segundo
prrafo del artculo 18, hasta la designacin del liquidador de la Corte Suprema.
Asimismo, dichos representantes podrn realizar, cuando sea pertinente, los actos
establecidos en los artculos 27(1) y 28(2) del presente Reglamento, previa autorizacin
de la Superintendencia, sujetndose a la obligacin contenida en el tercer prrafo del
artculo 26 del Reglamento(3) esto quiere decir que los representantes tienen las
facultades que les seale la Superintendencia.
5. En el presente caso, estamos frente a un liquidador cuya representacin
orgnica se encuentra limitada por la especial circunstancia de ser un representante
temporal y sujeto a las autorizaciones que le concede la Superintendencia de Banca y
Seguros, pero no por ello consideramos que esa representacin orgnica ha sido
totalmente recortada para convertirla en un mero representante voluntario. Por ello,
debe tenerse en cuenta que si bien es cierto las facultades del liquidador transitorio o
representante como lo denomina la Resolucin SBS N 455-99, est sujeto a la libre
discrecionalidad de la Superintendencia de Banca y Seguros, no menos cierto es que se
advierte que este organismo ha otorgado amplias facultades al liquidador, de
administracin y disposicin, sin nimo de establecer limitaciones.
En esa lnea, siendo que se ha concedido las facultades de liquidar los negocios
de la empresa en liquidacin, realizar y suscribir todos los actos y contratos que
considere pertinentes para el desarrollo de las labores y el mejor cumplimiento de las
acciones que le han sido encomendadas, entonces puede realizar todo aquello que se
encuentra dentro del marco de la liquidacin.
El artculo 4 de la Ley General del Sistema Financiero y del Sistema de Seguros
y Orgnica de la Superintendencia de Banca y Seguros, prescribe que las disposiciones
del derecho mercantil y del derecho comn, as como los usos y prcticas comerciales,
son de aplicacin supletoria a las empresas.
Por lo tanto, resultan aplicables las normas sobre esta materia prevista en la Ley
General de Sociedades, as, en virtud del artculo 413, en el momento en que se acuerda
o declara la disolucin, cesa la representacin de los administradores de la sociedad y
los liquidadores asumen funciones para conducir el proceso de liquidacin; a partir de
ese momento los liquidadores sustituyen a los administradores, para realizar el encargo
especfico de administrar la sociedad para liquidarla. Para realizar la liquidacin los
liquidadores gozan al menos de las atribuciones que se sealan en el artculo 416 de la
Ley General de Sociedades, sin perjuicio de otras facultades que el estatuto, el pacto
social, los convenios entre socios inscritos ante la sociedad y los acuerdos de la junta o
asamblea de socios pudiera establecer. Aplicado al presente caso, sera, sin perjuicio de
las atribuciones que establezca la Superintendencia de Banca y Seguros.
Dentro del marco de la liquidacin de la empresa, los liquidadores tienen la
representacin de la sociedad en liquidacin y su administracin para liquidarlas con las
facultades conferidas. El liquidador se convierte en el nico representante de la sociedad
en liquidacin y teniendo en cuenta su condicin de rgano social, el liquidador ejerce
sus facultades de acuerdo a los lineamientos de la representacin orgnica.
6. En consecuencia, no corresponde que en sede registral se evale si la
revocatoria de poderes est o no dentro del marco de los actos que el liquidador
considere pertinentes para el desarrollo de las labores y el mejor cumplimiento de las
acciones que le han sido encomendadas, resulta suficiente que se haya acreditado que
tiene las facultades de liquidar en la forma sealada en la Resolucin SBS N 959-2003.
7. Ms an, cabe tener presente que siendo que la Comisin Administradora de
Carteras ha concluido el encargo de conduccin, representacin y seguimiento
administrativo de las empresas del sistema financiero y de seguros en liquidacin,
transfirindose a la SBS la conduccin y supervisin del proceso liquidatorio del Banco
Popular en Liquidacin, entre otros; los poderes que aquella otorg tampoco podran
seguir ejercindose, por lo que est dentro de las funciones del actual liquidador el
sanear estas revocatorias de poderes que evidentemente ya no pueden ejercerse por la
extincin de la otorgante.
Estando a lo acordado por unanimidad;
VII.
RESOLUCIN
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DECISIN IMPUGNADA
El Registrador Pblico del Registro de Sociedades de la Zona Registral N IX Sede Lima, Guillermo Isidoro Hernndez Ramos, deneg la inscripcin, formulando la
siguiente tacha sustantiva:
(...) de la revisin del antecedente registral (ttulo archivado 253260 del
31.12.2003 que diera mrito al asiento C 00013) no procede la inscripcin del presente
ttulo toda vez que es incompatible con el asiento C00013 de la partida de la sociedad:
De la revisin del antecedente registral y del ttulo adjunto se advierte que tanto la junta
materia de calificacin (JG del 26.12.2003) como la junta general del 29.12.2003 (C
00013) se desprenden de una misma convocatoria. (publicaciones realizadas en el
Diario Oficial El Peruano y en el diario Extra con fecha 23.12.2003). Habindose
inscrito primeramente la junta general realizada en segunda convocatoria y de
conformidad con el principio de prioridad excluyente, no podr inscribirse la junta
general realizada en primera convocatoria por ser incompatible con el asiento C00013.
Por ltimo se deja constancia que el acta de junta general del 29.12.2003 (ttulo
archivado 253260 del 31.12.2003) acuerda no modificar los acuerdos adoptados en
junta general del 5.5.2000 (primer punto de la convocatoria), no modificar los estatutos
(punto dos de la agenda), ni aprobar la venta de los activos (punto tres) adoptando
acuerdos concernientes solamente a los puntos cuatro y cinco de la agenda; sin
embargo, el acta del 26.12.2003 adems de ser incompatible con el acta del 29.12.2003
por las consideraciones expuestas anteriormente, adopta acuerdos concernientes a los
puntos uno, dos y tres de la agenda as como nombra a otros apoderados (punto 4) y a
otro directorio diferente al que obra inscrito en el asiento C 00013, directorio cuyo
perodo de duracin (2003-2005 se superpone al que ya obra inscrito. (punto 5 de la
agenda). Art. 42 del Reglamento General de los Registros Pblicos[1].
III.
FUNDAMENTOS DE LA APELACIN
ANTECEDENTE REGISTRAL
ANLISIS
En tal sentido, no es posible que obrando inscrita en la partida registral una junta
general proveniente de una segunda convocatoria, acceda al registro la junta general
celebrada en primera convocatoria, o viceversa pues ambas resultan excluyentes entre s
en tanto provienen de una misma convocatoria.
As, se concluye que no pueden coexistir acuerdos adoptados en primera y
segunda convocatoria de una junta general, pues la junta general es una sola la que se
realiza en primera o en segunda convocatoria[2].
En consecuencia, resulta de aplicacin lo dispuesto en el artculo 2017 del
Cdigo Civil que recoge el principio de prioridad excluyente o impenetrabilidad, por el
cual no puede inscribirse un ttulo incompatible con otro ya inscrito, aunque sea de
fecha anterior.
4. Asimismo, puede apreciarse que los acuerdos adoptados en ambas juntas
tambin resultan incompatibles. As, en la junta general del 29.12.2003 (inscrita) se
acord declarar innecesario proceder a modificar los acuerdos adoptados en junta del
5.5.2000, mientras que la junta general del 26.12.2003 acord modificar la junta general
del 5.5.2000 y como consecuencia de ello se otorga poder a Ernesto Vctor Schutz
Freundt y Pedro Arbul Seminario para que celebren contratos de compraventa sobre
los inmuebles descritos. En la junta general del 29.12.2003 (inscrita) se acuerda no
modificar el estatuto en cuanto al nmero de directores, y en la junta general del
26.12.2003 se acuerda modificar el artculo 28 del estatuto referente al nmero de
directores. En la junta general del 29.12.2003 se revoca en el cargo de directores a
Ernesto Schutz Landzuri, Ernesto Schutz Freundt, Werner Schuler Schutz, Pedro
Arbul Seminario, Rafael Ravettino Cabieses elegidos el 5.5.2000, designndose en su
reemplazo a Genaro S. Delgado Parker, Jorge F. Castro Ramrez, Francisco Rodrguez
Ziga, Pedro Francisco Mujica Benavides y Luis Pagano Luza, mientras que en la
junta general del 26.12.2003 se designa como miembros del directorio para el perodo
2003-2005 a: Presidente: Ernesto Shutz Freundt, Vicepresidente: Pedro Arbul
Seminario y Director: Egberto Sixto Giorffino Cunibertti.
5. La apelante sostiene que en tanto ambos directorios no son para el mismo
perodo no resultan incompatibles, pues el elegido en junta general del 26.12.2003 es
para el perodo 2003-2005, mientras que el elegido en junta general del 29.12.2003 para
el perodo 2001-2003.
6. Sin embargo, ello no resulta exacto en virtud de lo expuesto en el tercer
considerando, pues aun cuando se traten de directorios para perodos distintos, como ya
ha sido expuesto, no pueden realizarse dos juntas generales distintas provenientes de
una misma convocatoria.
Asimismo, vista el acta que obra en el ttulo archivado N 253260 del
31.12.2003, se aprecia que los directores elegidos en junta general del 29.12.2003
(inscrita) fueron en reemplazo de aquellos elegidos en junta general del 5.5.2000 (As.
C00005): Ernesto Schutz Landzuri, Ernesto Schutz Freundt, Werner Schuler Schutz,
Pedro Arbul Seminario, Rafael Ravettino Cabieses, a quienes se les revoca como
miembros del directorio; en tal sentido no podra en junta general del 26.12.2003 es
decir, en fecha anterior, elegirse al directorio para el perodo 2003-2005, cuando es
recin en junta general del 29.12.003 que se revoca en el cargo de directores a quienes
fueron elegidos el 20.5.2000, designndose a sus reemplazantes[3].
7. De acuerdo a los fundamentos vertidos en el presente anlisis, existen
obstculos insalvables que emanan de la partida registral, por lo que de conformidad
con el artculo 42 del Reglamento General de los Registros Pblicos, resulta procedente
formular la tacha sustantiva del ttulo presentado.
Estando a lo acordado por unanimidad;
VII.
RESOLUCIN
SUPERINTENDENCIA NACIONAL
DE LOS REGISTROS PBLICOS
TRIBUNAL REGISTRAL
Lima, 21 de mayo de 2004
APELANTE
TTULO
RECURSO
REGISTRO
ACTO (s)
SUMILLA
FBRICA
:
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:
:
:
:
DECISIN IMPUGNADA
FUNDAMENTOS DE LA IMPUGNACIN
- Cabe sealar que se ha evidenciado un error material por parte del verificador
responsable al haber considerado en el Formulario N 1 como fecha de terminacin de
la demolicin parcial y modificacin de la declaratoria de fbrica agosto de 1999,
cuando la fecha verdadera es agosto de 2001, lo que se subsana con la declaracin
jurada del citado verificador en documento con firma legalizada.
- Respecto al punto 2 de la observacin, el verificador responsable s ha anotado
expresamente observacin de la transgresin a la normativa urbanstica o de edificacin
en el numeral 5 del informe tcnico de verificacin, con el agregado que no impide su
inscripcin.
IV.
ANTECEDENTE REGISTRAL
Interviniendo como Vocal ponente Elena Rosa Vsquez Torres, con el informe
oral de la abogada Maritza Alzamora Torres.
De lo expuesto y del anlisis del caso, a criterio de esta Sala la cuestin en
discusin es la siguiente:
Si es procedente la inscripcin de la demolicin y modificacin de una
declaratoria de fbrica conforme a lo establecido por la Decimocuarta Disposicin
Complementaria de la Ley Orgnica de Municipalidades cuando la fbrica primigenia
fue inscrita al amparo de la Ley N 27157.
VI.
ANLISIS
segn el certificado de parmetros (uno cada 40 m2), aunque esto no implica anotacin
de carga registral a tenor de lo dispuesto por el Art. 13 del D.S. N 008-MTC-2000.
Por lo tanto, siendo que en el caso alzado existe una transgresin a los ndices
edificatorios (especficamente el ndice de estacionamiento) esta debe constar como
observacin en el FOR y el Informe Tcnico de Verificacin y ser inscrita como carga,
por lo que debe aclararse la discrepancia, consignada por el verificador responsable en
el rubro 6 del FOR y el rubro 5 del Informe Tcnico de Verificacin y sealarse en
forma detallada el dficit de estacionamientos de la edificacin[5].
En ese sentido, debe confirmarse el punto 2 de la observacin.
Estando a lo acordado por unanimidad.
VII.
RESOLUCIN
DERECHO ADMINISTRATIVO
ANTECEDENTES
CUESTIONES EN DISCUSIN
(i) Determinar si el Banco cobr indebidamente al seor Garca los US$ 822,56
por concepto de penalidad por cancelacin anticipada, infringiendo lo dispuesto en el
artculo 8 de la Ley de Proteccin al Consumidor.
(ii) Determinar si corresponde ordenar una medida correctiva.
(iii) Graduar la sancin.
fundamento 3 de esta sentencia], sino de una labor garantista de los mismos rganos
estatales frente a las restricciones de los derechos y libertades fundamentales aceptadas
voluntariamente por la parte contratante ms dbil, es decir, en aquellos casos en los que
los presupuestos funcionales de la autonoma privada no estn suficientemente
garantizados. [Subrayado aadido]
Puede observarse que, los negocios jurdicos sobre todo aquellos celebrados en
el marco de la contratacin masiva no pueden servir como instrumentos para restringir
derechos, alegando que dichas restricciones fueron voluntariamente aceptadas. Una
consecuencia de esta constatacin es que las autoridades estn obligadas a garantizar
que los derechos legalmente reconocidos prevalezcan sobre los mecanismos de
restriccin de dichos derechos, sin importar que intenten presentarse como
voluntariamente aceptados.
Siguiendo la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, esta Sala considera que,
el derecho de los consumidores a realizar pagos anticipados en forma total o parcial
reconocido por el literal g) del artculo 5 de la Ley de Proteccin al Consumidor, no
puede ser vaciado de contenido por un negocio jurdico celebrado en el marco de la
contratacin masiva, donde el ejercicio de la libertad contractual y la autonoma privada
se encuentran relativizados por la inexistencia de una relacin de simetra e igualdad,
presupuesto de la autonoma privada.
En tal sentido, esta Sala no puede convalidar la distorsin o desnaturalizacin
del derecho de los consumidores a realizar pagos anticipados en forma total o parcial
reconocido por el literal g) del artculo 5 de la Ley de Proteccin al Consumidor, el cual
no es de libre disposicin y regula las relaciones entre los particulares. Dicha distorsin
o desnaturalizacin podra provenir de una clusula contractual mediante la cual se
intentara recuperar, total o parcialmente, los intereses dejados de cobrar por la
cancelacin anticipada del crdito, privando, de esta manera, de contenido al referido
derecho.
En efecto, la Ley de Proteccin al Consumidor garantiza el derecho de los
consumidores a efectuar pagos anticipados de sus deudas y, si bien a la vez, seala que
los proveedores pueden cobrar los gastos derivados del ejercicio de este derecho, esto
ltimo no puede ser entendido como una autorizacin para limitar los efectos del
derecho a efectuar pagos anticipados mediante la recuperacin parcial o total de los
intereses dejados de cobrar. Es claro que el ordenamiento no puede estar en
contradiccin consigo mismo, estableciendo, por un lado, el derecho a efectuar pagos
anticipados -con la consiguiente liquidacin de intereses- y, por otro lado, privar de
contenido al mismo derecho mediante la posibilidad de recuperar, por la va de las
penalidades, los intereses dejados de cobrar.
El literal g) del artculo 5 de la Ley de Proteccin al Consumidor, al establecer
que los proveedores pueden cobrar los gastos derivados del pago anticipado, busca
defender equilibradamente el inters de los consumidores y usuarios en forma
consistente con el mandato del artculo 65 de la Constitucin Poltica del Per, sin que
ello signifique perjudicar a los proveedores, permitindoles recuperar, precisamente, los
gastos administrativos que surjan del pago anticipado pero, de ninguna manera, los
intereses dejados de percibir por el ejercicio del derecho a efectuar pagos anticipados.
pagos anticipados, a travs del cobro de una penalidad que sirviera para recuperar
parcialmente los intereses dejados de percibir por la cancelacin anticipada del crdito.
Dado que los beneficios esperados por el Banco en el presente caso ascendan,
precisamente, a los US$ 822,56 cobrados indebidamente al seor Garca y,
considerando que la probabilidad de deteccin de la infraccin por parte de esta
autoridad administrativa era baja debido a su cobertura contractual motivo por el cual
la Sala ha tenido que recurrir a la jurisprudencia del Tribunal Constitucional sobre el
deber especial de proteccin en casos de contratacin masiva, en aplicacin del
artculo 41 de la Ley de Proteccin al Consumidor y del principio de razonabilidad de la
potestad sancionadora administrativa contenido en el artculo 230.3 de la Ley del
Procedimiento Administrativo General, corresponde imponer al Banco una sancin de
multa ascendente a dos (2) Unidades Impositivas Tributarias.
III.4. El pago de las costas y costos del procedimiento
En su denuncia, el seor Garca solicit a la Comisin que ordene al Banco el
pago de las costas y costos del procedimiento. En la medida que en este caso se ha
acreditado que el Banco infringi la Ley de Proteccin al Consumidor, de conformidad
con lo establecido por el artculo 7 de la Ley sobre Facultades, Normas y Organizacin
del INDECOPI(7), corresponde ordenar al Banco que asuma el pago de las costas y
costos incurridos por el seor Garca durante la tramitacin de este procedimiento[1].
IV.
RESOLUCIN DE LA SALA
JURISPRUDENCIA VINCULANTE
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
TRIBUNAL FISCAL
TRIBUNAL REGISTRAL
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
USO INDEBIDO DEL CORREO ELECTRNICO POR TRABAJADOR Necesidad
de investigacin judicial e inviolabilidad de las comunicaciones
TRIBUTO FIJADO PARA LAS PENSIONES MAYORES A UNA UIT Afecta el
derecho a la seguridad social?
OBLIGACIN DE LOS BANCOS DE ENTREGAR INFORMACIN A LA SUNAT
SOBRE OPERACIONES EXONERADAS DEL ITF. Contravencin de principios de
razonabilidad y proporcionalidad
3) Por otra parte y conforme lo ha sealado este Colegiado en la sentencia 9762001-AA/TC, la proteccin adecuada contra el despido arbitrario, prevista en el artculo
27 de la Constitucin, ofrece dos opciones: a) la primera, general y de carcter
indemnizatorio (resarcimiento por el dao causado), en la que el juez laboral, respecto
de los trabajadores sujetos al rgimen de la actividad privada, ordena el pago de la
indemnizacin correspondiente, y b) la segunda, especial y de carcter reparador
(readmisin en el empleo), en la que el juez constitucional, en el mbito del amparo,
debe reponer las cosas al estado anterior a la violacin o amenaza de violacin de un
derecho constitucional, como expresamente lo indica el artculo 1 de la Ley N 23506,
lo que supone restituir al trabajador en su centro de trabajo, siempre que quede
acreditada la existencia de un despido nulo, incausado o fraudulento.
4) Segn aparece de autos, la demandada comunic al recurrente, conforme al
procedimiento legal previsto, la imputacin de una falta grave mediante la Carta
Notarial N 489-G/02, entregada el 13 de junio de 2002, atribuyndole una conducta
tipificada en el inciso a) del artculo 25 del citado Decreto Supremo N 003-97-TR, y
otorgndole un plazo de seis das naturales para que ejercitara su derecho al descargo.
Este colegiado observa, sin embargo, que despus de iniciado dicho procedimiento e
incluso, desde fecha anterior al mismo, se ha venido incurriendo, por parte de la
demandada, en una serie de infracciones que en buena cuenta han terminado por
desnaturalizarlo, no solo en trminos formales sino, incluso, sustantivos. Es necesario,
por consiguiente, analizar por separado cada una de estas infracciones a efectos de
delimitar los alcances de la presente sentencia y los criterios en los que la misma se
fundamenta.
5) En primer lugar y si la supuesta falta grave atribuida al recurrente se sustenta
en el hecho de haber utilizado indebidamente recursos pblicos dentro del horario del
trabajo, para realizar labores de ndole particular, totalmente ajenas al servicio,
constatndose el envo de material pornogrfico a travs del sistema de comunicacin
electrnica, denotando falta de capacidad e idoneidad para el desempeo del cargo e
inobservancia del Reglamento Interno de Trabajo, es imprescindible precisar si dicha
conducta se encuadra en el citado inciso a) del artculo 25 del Decreto Supremo N 00397-TR, cuyo texto prev que Falta grave es la infraccin por el trabajador de los
deberes esenciales que emanan del contrato de tal ndole, que hagan irrazonable la
subsistencia de la relacin; agregando que dentro de las diversas variantes que la
configuran se encuentra: El incumplimiento de las obligaciones de trabajo que supone
el quebrantamiento de la buena fe laboral, la reiterada resistencia a las rdenes
relacionadas con las labores, la reiterada paralizacin intempestiva de labores y la
inobservancia del Reglamento Interno de Trabajo o del Reglamento de Seguridad e
Higiene, aprobados o expedidos, segn corresponda por la autoridad competente, que
revistan gravedad.
6) De una simple constatacin entre lo que establece el citado dispositivo legal y
la conducta atribuida al recurrente, no se observa, prima facie, coherencia o relacin
alguna, salvo que se entienda que la misma supone, exclusivamente, una infraccin al
Reglamento Interno de Trabajo, que, segn aparece del texto reseado, podra permitir
una interpretacin mucho ms extensiva de los tipos de conducta grave. Sin embargo,
revisado el texto de dicho reglamento, obrante de fojas 119 a 152 de autos, se aprecia
que, por el contrario, los hechos imputados no son calificados como faltas graves que
privados y la garanta de que tal reserva solo puede verse limitada por mandato judicial
y dentro de las garantas predeterminadas por la ley.
22) La demandada, por otra parte, tampoco ha tenido en cuenta que en la forma
como ha obtenido los elementos presuntamente incriminatorios, no solo ha vulnerado la
reserva de las comunicaciones y la garanta de judicialidad, sino que ha convertido en
invlidos dichos elementos. En efecto, conforme lo establece la ltima parte del artculo
2, inciso 10), de la Constitucin, los documentos privados obtenidos con violacin de
los preceptos anteriormente sealados, no tienen efecto legal. Ello, de momento, supone
que por la forma como se han recabado los mensajes que han sido utilizados en el
cuestionado proceso administrativo, su valor probatorio carece de todo efecto jurdico,
siendo, por tanto, nulo el acto de despido en el que dicho proceso ha culminado. Se
trata, pues, en el fondo, de garantizar que los medios de prueba ilcitamente obtenidos
no permitan desnaturalizar los derechos de la persona ni, mucho menos, y como es
evidente, que generen efectos en su perjuicio.
23) Este Colegiado considera, por lo tanto, que en cualquiera de los supuestos en
que sea observado el procedimiento seguido contra el recurrente, este resulta
absolutamente inconstitucional. Ello, no obstante, no significa que el empleador carezca
de medios adecuados para fiscalizar la labor del trabajador y la eficiencia de las
responsabilidades que al mismo se le encomienda; pero es un hecho que la
implementacin de tales medios no puede hacerse en forma contraria a los derechos de
la persona, sino de manera razonable, de modo tal que permita satisfacer los fines de
toda relacin laboral sin perjudicar los mbitos propios de autodeterminacin que en
todo momento deben quedar sujetos a lo establecido en la norma fundamental.
24) Queda por sealar que, a pesar de ser fundada la presente demanda,
conforme al extremo principal del petitorio, el referido al pago de las remuneraciones
dejadas de percibir resulta improcedente, ya que, como lo tiene definido este Tribunal,
dicho pago tiene naturaleza indemnizatoria y no, obviamente restitutoria, por lo que no
es esta la va en la que corresponda atender tal pedido, sin perjuicio de dejar a salvo el
derecho de reclamarlo en la forma legal que corresponda.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le
confiere la Constitucin Poltica del Per
HA RESUELTO
1. Declarar FUNDADA la accin de amparo.
2. Ordena que la emplazada reponga a don Rafael Francisco Garca Mendoza en
el puesto de trabajo que vena desempeando hasta el 22 de junio de 2002.
3. IMPROCEDENTE el extremo referido al pago de las remuneraciones dejadas
de percibir, conforme al fundamento 24, supra.
Notifquese y publquese.
SS. ALVA ORLANDINI; GONZALES OJEDA; GARCA TOMA
Comentario
Aun cuando se alegue el ejercicio de la facultad fiscalizadora, convenimos en
que el empleador no puede vulnerar el derecho a la inviolabilidad de las
comunicaciones de sus trabajadores a efectos de acreditar el uso indebido del correo
electrnico. Sin embargo, judicializar absolutamente la facultad fiscalizadora del
empleador en estos casos la convertira simplemente en ineficaz. Por tanto, el empleador
puede acreditar el uso indebido del correo electrnico por cualquier medio de prueba
que no suponga una revisin del contenido de la comunicacin, por ejemplo, restringir
el envo de archivos de gran tamao que contengan imgenes y sonido, entre otros.
derecho de esa raigambre; y que solo se puede recurrir a la analoga cuando existe un
vaco legal, y este no es el caso.
Sobre la imposicin de topes
Si bien la aplicacin de topes significara la vulneracin de la Constitucin,
conforme ya lo ha sealado el Tribunal Constitucional, sostiene que ese no es el caso de
la Ley impugnada, que establece un tributo y no disminuye el derecho a la nivelacin,
pues dicho monto se establece y calcula como siempre se ha hecho; y que otra cosa es
que el legislador haya dispuesto imponer a unos ciudadanos el deber constitucional y
cvico de tributar para solucionar la crisis del sistema del rgimen del D.L. N 20530.
Sobre los gravmenes y el Decreto Ley N 20530
Respecto a este punto, manifiestan que haciendo un clculo de los aportes que
los pensionistas y el Estado sufragan, se concluye que en el mejor de los escenarios
estos alcanzan para cubrir una pensin equivalente a la remuneracin que el pensionista
tena en actividad solo durante 3 aos, 7 meses y 6 das, es decir, 43 remuneraciones
brutas; desde esta perspectiva, para cubrir las pensiones de un beneficiario se necesita,
en promedio, contar con los recursos para pagar un total de 240 remuneraciones brutas
(bajo el supuesto que el pensionista se jubile a los 55 aos de edad y su esperanza de
vida flucte entre los 70 y 75 aos), de modo que el soporte para sufragar las 197
remuneraciones brutas restantes proviene de la recaudacin de tributos.
Sobre el Principio de no Confiscatoriedad
Sostiene que la Contribucin solidaria para la asistencia previsional no resulta
confiscatoria, pues a partir de un anlisis cuantitativo que sirve como referencia se
demuestra que ella es razonable. As, por ejemplo, si un pensionista recibe una pensin
de 3750 nuevos soles mensuales, estara obligado al pago que establece el artculo 5 de
la ley impugnada, lo que supone una aplicacin del 15%, equivalente a una contribucin
igual a 6 750 nuevos soles al ao, es decir, 562.50 nuevos soles al mes, lo que resulta
plenamente razonable.
Sobre el Principio de Legalidad
Seala que la Ley N 28046 tiene como fin impedir que las potestades que la
Constitucin confiere a los entes autnomos se ejerzan de manera descoordinada
(carcter unitario del gobierno, artculo 43 de la Norma Suprema), y que si el Congreso
ha creado un tributo, la determinacin de su naturaleza no tiene incidencia en el
principio de reserva de ley, y mucho menos en el caso en que la norma haya sido
aprobada de acuerdo a la forma y los parmetros establecidos en la Constitucin y en el
Cdigo Tributario.
Por otro lado, afirma que a travs de la norma se ha creado una contribucin y
no un impuesto, en observancia de la Norma II del Cdigo Tributario, y que dicha
contribucin financiar el fondo destinado a pagar las pensiones y nivelaciones de los
pensionistas comprendidos en el rgimen del D.L. N 20530.
Sobre el Principio de Igualdad
respeto de los derechos fundamentales de la persona; que ningn tributo puede tener
efecto confiscatorio; que los decretos de urgencia no pueden contener materia tributaria;
que las leyes relativas a tributos de periodicidad anual rigen a partir del primero de
enero del ao siguiente a su promulgacin; que las leyes de presupuesto no pueden
contener normas sobre materia tributaria; y que no surten efecto las normas tributarias
dictadas en contravencin de lo que establece dicho artculo.
Es, fundamentalmente, a la luz de este precepto constitucional, que el Tribunal
examinar y resolver las acciones acumuladas.
4. Existe un derecho adquirido a la intangibilidad del monto de las pensiones?
4.1 La doctrina jurisprudencial del Tribunal Constitucional sobre derechos
adquiridos en materia pensionaria
6. Los recurrentes alegan la existencia de un derecho a la intangibilidad de las
pensiones (expresin utilizada en el fundamento 15 de la demanda), esto es, la
imposibilidad de establecer un lmite a la percepcin efectiva del monto de la pensin
una vez que el derecho ha sido adquirido, sea que dicho lmite se manifieste a manera
de tope pensionario o de cualquier otra forma posible.
Tal argumento pretende encontrar sustento en la doctrina de los derechos
adquiridos recogida en la PDFT de la Constitucin, por lo que corresponde evaluar, a la
luz de la jurisprudencia expedida por este Tribunal, cules son los componentes del
derecho adquirido en materia pensionaria a cuya proteccin se encuentra orientada la
referida PDFT.
7. En el FJ. 15 de la STC N 008-1996-AI, se precisa que los derechos
adquiridos son aquellos que han entrado en nuestro dominio que hacen parte de l, y de
los cuales ya no puede privarnos aquel de quien los tenemos. Por su parte, en el FJ. 19
de la misma sentencia el Tribunal Constitucional expuso que "como el Decreto Ley N
20530 y sus modificatorias sealan cules son los requisitos necesarios para gozar de tal
beneficio y la forma cmo este se efectivizar, la administracin est en la obligacin de
reconocer tal beneficio desde el momento en que se cumplen (...) tales requisitos, aun
cuando el administrado contine laborando efectivamente, por cuanto este incorpora a
su patrimonio un derecho en virtud del mandato expreso de la ley que no est
supeditado al reconocimiento de la administracin.
Asimismo, los componentes del derecho adquirido que el Tribunal
Constitucional considera como reconocidos por la PDFT de la Constitucin fueron
fijados en el segundo prrafo del FJ. 18 de la misma sentencia, al disponerse que el
principal efecto de la incorporacin al rgimen del Decreto Ley N 20530 consiste en:
1) tener la calidad de pensionista del mismo, 2) tener la facultad de adquirir derecho a
pensin al alcanzar quince aos de servicios el hombre y doce y medio la mujer, las
mismas que se regulan conforme a lo establecido por el artculo 5 del mismo, 3) tener el
derecho a una pensin nivelable, con los requisitos establecidos en el antes referido
Decreto Ley, todos estos constituyen entonces derechos adquiridos conforme lo
establece la Primera Disposicin Final y Transitoria de la Constitucin vigente
(subrayado agregado).
patrimonio un derecho en virtud del mandato expreso de la ley (...), tambin resulta
pertinente el artculo 21 de la Convencin que reconoce el derecho a la propiedad
privada, con las limitaciones en funcin al inters social y a la utilidad pblica que ah
se contemplan.
13. As lo ha reconocido la Corte en el Caso Cinco Pensionistas, al indicar
que, [a] la luz de lo sealado en la Constitucin Poltica del Per, de lo dispuesto por el
Tribunal Constitucional peruano, de conformidad con el artculo 29.b) de la Convencin
el cual prohbe una interpretacin restrictiva de los derechos, y mediante una
interpretacin evolutiva de los instrumentos internacionales de proteccin de derechos
humanos, esta Corte considera que, desde el momento en que [los cinco pensionistas]
pagaron sus contribuciones al fondo de pensiones regido por el Decreto Ley N 20530,
dejaron de prestar servicios a la SBS y se acogieron al rgimen de jubilaciones previsto
en dicho decreto ley, adquirieron el derecho a que sus pensiones se rigieran en los
trminos y condiciones previstas en el mencionado decreto ley y sus normas conexas.
En otras palabras, los pensionistas adquirieron un derecho de propiedad sobre los
efectos patrimoniales del derecho a la pensin, de conformidad con el Decreto Ley N
20530 y en los trminos del artculo 21 de la Convencin Americana. (prrafo 103)
(subrayado agregado).
En tal sentido, es evidente que aun cuando tal referencia se hace respecto al caso
de los cinco pensionistas, la Corte, amparndose en la jurisprudencia emitida por este
Tribunal Constitucional, y con carcter general, asimila los efectos patrimoniales del
derecho adquirido a la pensin con el derecho a la propiedad privada . Tal conclusin, a
su vez, permite a la Corte sostener que es posible reducir el monto de las pensiones. En
efecto, la Corte expresamente refiere que: (...) los Estados pueden poner limitaciones al
goce del derecho de propiedad por razones de utilidad pblica o inters social. En el
caso de los efectos patrimoniales de las pensiones (monto de las pensiones), los Estados
pueden reducirlos nicamente por la va legal adecuada y por los motivos ya indicados.
Por su parte, el artculo 5 del (...) Protocolo de San Salvador solo permite a los
Estados establecer limitaciones y restricciones al goce y ejercicio de los derechos
econmicos, sociales y culturales, mediante leyes promulgadas con el objeto de
preservar el bienestar general dentro de una sociedad democrtica, en la medida que no
contradigan el propsito y razn de los mismos. (prrafo 116) (subrayado agregado).
14. Desde luego, esta doctrina estipulada por la Corte y cuyos criterios de
alcance general son de observancia obligatoria, no puede ser incompatible con las
disposiciones constitucionales que versan sobre la materia, en tanto y en cuanto ha sido
la jurisprudencia de este Colegiado, quien por antonomasia tiene a la Constitucin como
parmetro de control, el factor sine qua non para arribar a ella.
En efecto, en la medida que no sean afectados los componentes del derecho
adquirido a la pensin destacados en el FJ. 8, supra, no puede considerarse que la PDFT
de la Constitucin niegue, per se, la aplicacin de un juicio ponderado que permita un
justo equilibrio con otras disposiciones constitucionales sobre la materia, tales como la
Segunda Disposicin Final y Transitoria, que garantiza el pago oportuno de las
pensiones con arreglo a la previsiones presupuestarias y a las posibilidades de la
economa nacional, y el artculo 70 de la Carta Fundamental, que reconoce al bien
comn y a la necesidad pblica como dos factores que incorporan el elemento social
objetivo propio del Estado social de derecho a toda titularidad patrimonial subjetiva.
posterior de los requisitos para obtenerla, la cual ser calculada con arreglo a las
disposiciones de dicho decreto ley y, cumplidos ms de 20 aos de servicios en la
administracin pblica, progresivamente nivelable con los haberes de los servidores
pblicos en actividad de las respectivas categoras.
No se trata, pues, de la constitucionalizacin de las disposiciones de una
norma con rango de ley sino, meramente, del reconocimiento del derecho adquirido a
una pensin al amparo de una suma de requisitos establecidos por dicha norma, sin los
cuales no hubiera nacido y cuyo monto debe ser calculado con arreglo a un sistema
preestablecido, que soporta, incluso, la posibilidad de una nivelacin progresiva.
26. En segundo lugar, porque pretender que la condicin de derecho adquirido se
extiende a la previsin del artculo 57 del Decreto Ley N 20530, de manera tal que las
pensiones adquiridas solo puedan ser gravadas en los supuestos all previstos, supondra
desconocer la doctrina jurisprudencial sentada por este colegiado, conforme a la cual la
Constitucin no ha constitucionalizado (o, a su turno, prohibido) ningn tributo, ni
tampoco ha determinado qu tipo de actividades econmicas puedan ser, o no, objeto de
regulaciones fiscales (STC N 2727-2002-AA/TC, FJ. 6; STC N 004-2004-AI/TC, FJ.
27).
Tal alegato, implicara reconocer en una norma pre e infra constitucional (el
Decreto Ley N 20530) un lmite objetivo a la potestad tributaria del Estado distinto a
los contemplados en el artculo 74 de la Constitucin Poltica (principio de reserva de
ley, no confiscatoriedad de los tributos, igualdad y respeto por los derechos
fundamentales), lo que a todas luces resulta inaceptable.
27. Debe tenerse presente, adems, que en la STC N 189-2002-AA/TC TC
(Caso Maldonado Duarte) el Tribunal Constitucional entendi como legtima la
posibilidad de imponer un tributo a determinadas pensiones al rgimen del Decreto Ley
N 20530, en la medida que ello se traduzca en un factor que coadyuve, en lnea de
equidad, a generar el equilibrio intrnseco que corresponde a todo rgimen previsional.
En efecto, en dicha oportunidad el Tribunal expres que: (...) en aplicacin de las
Disposiciones Primera y Undcima de la Constitucin Poltica del Per y de la Cuarta
Disposicin Transitoria del Decreto Ley N 20530, debe legislarse sobre el monto de las
pensiones, a fin de que no existan abismales diferencias en la cuanta de las mismas y
sin perjuicio de disponer el pago de los tributos que la ley imponga. Asimismo, estima
su deber formular un llamado para que, de conformidad con los principios
constitucionales respectivos, se revise y perfeccione el sistema de la Seguridad Social,
teniendo en cuenta los artculos I y XVI de la Declaracin Americana de los Derechos y
Deberes del Hombre de 1948.
28. As pues, si algn vicio de inconstitucionalidad puede ser detectado en una
ley que, como la impugnada, regula materia tributaria, debe ser a la luz de los principios
tributarios constitucionales referidos, mas no invocndose una disposicin legal previa,
que bien puede ser objeto de modificacin por una ley posterior inmediatamente
aplicable.
29. En atencin a lo expuesto, si bien este Colegiado considera que la Ley
impugnada no vulnera los derechos adquiridos en materia pensionaria reconocidos por
la PDFT de la Constitucin, resulta ahora necesario determinar si la reduccin en el
monto de las pensiones, mediante la aplicacin del tributo regulado por la norma
cuestionada, ha sido impuesta por razones de utilidad pblica o inters social.
6. La incidencia del rgimen del Decreto Ley N 20530 en la economa
nacional
30. Es importante reconocer tambin que el referido rgimen es un sistema
inherentemente desfinanciado, pues, en la mayora de casos, los aportes que los
pensionistas de este rgimen han realizado durante sus aos de actividad han sido
claramente insuficientes para financiar los beneficios que perciben.
31. En efecto, durante 24 aos (julio de 1979 a julio de 2003), la tasa de aporte
al rgimen del D.L. N 20530 fue de 6% (solo recientemente, a partir del mes de agosto
de 2003, fue incrementada a 13%), factor que, obviamente, determina su inviabilidad,
ms an si se toma en cuenta que fue en el ao 1982 en que entr en vigencia la Ley N
23495 que, en desarrollo de la Octava Disposicin General y Transitoria de la
Constitucin de 1979, permiti la nivelacin progresiva e ilimitada de las pensiones con
las remuneraciones de los trabajadores del sector pblico de las respectivas categoras.
32. De acuerdo a la informacin enviada por el Ministerio de Economa y
Finanzas a solicitud de este Tribunal Constitucional, respecto de la relacin de los altos
funcionarios beneficiarios del Decreto Ley N 20530, el informe Marco
Macroeconmico Multianual 2004-2006 revisado (publicado en el Diario Oficial El
Peruano el 31 de agosto de 2003), y a la informacin de conocimiento pblico
proporcionada por el mismo Ministerio, publicada en www.proyecto20530.gob.pe, [s]e
estima que, bajo condiciones optimistas, el valor de los aportes al sistema entre 1974 y
2003 apenas alcanza US$ 10,147 millones, en comparacin con los US$ 36,950
millones que fueron pagados en el mismo perodo. A futuro, se estima que solo se
recaudarn US$ 149 millones en aportes, mientras que se tendrn que pagar pensiones
por US$ 24,564 millones.
Debido al reducido valor de los aportes, las pensiones del DL 20530 deben ser
financiadas a travs de recursos pblicos, provenientes de los impuestos que pagamos
todos los peruanos. As, el costo del DL 20530 representa el 17% de los ingresos
tributarios del Gobierno Central y el 81% de la inversin pblica. En tal sentido,
recursos que podran destinarse a sectores prioritarios como la salud, la educacin y la
infraestructura bsica, deben ser destinados al pago de pensiones de 290 mil
pensionistas, que apenas representan el 2.5% de la PEA del pas [...].
El costo anual para el Estado del rgimen del DL 20530 asciende a S/ 5,206
millones. Este monto es financiado en gran medida a travs de los impuestos, tasas y
arbitrios pagados por la ciudadana y es destinado a financiar los beneficios de 295 mil
pensionistas de este sistema. [...] [S]e estima que para que una persona se jubile con
una pensin equivalente al 100% de su sueldo, que luego sea transferida en su totalidad
a su viuda de manera vitalicia, con solo treinta aos de servicios se requerira una tasa
de aportes de equilibrio de, por lo menos, 38%, para que no requiera subsidio del
Estado. Ms an si se considera que, al no existir edad mnima de jubilacin y solo
requisitos de lapso de tiempo y de aportacin en los cuales se incluye hasta los aos de
estudio para acceder a pensin nivelable, normalmente los pensionistas se han jubilado
a una edad muy temprana, lo que tiende a alargar el perodo de pago de pensin.
MS DE 5000 CIUDADANOS
FUDAMENTO DE VOTO DEL MAGISTRADO GONZALES OJEDA
Aun cuando coincido tanto con el fallo como con los fundamentos de la
sentencia, considero justo y pertinente advertir que las causas expuestas en el rubro 6,
denominado La incidencia del rgimen del Decreto Ley N 20530 en la economa
nacional, no son las nicas que han determinado el colapso del sistema del Decreto
Ley N 20530 y sus diversas normas complementarias.
En efecto, es preciso reconocer que a aquello que con correccin se ha
denominado la inherente desfinanciacin del referido rgimen, corresponde agregar el
sumo grado de irresponsabilidad con el que actuaron diversos gobiernos de nuestra
reciente historia, encargados de administrar los aportes al Fondo Nacional de Pensiones.
Conforme al artculo 1 de la Ley N 22595, el aporte para las pensiones de los
trabajadores del Sector Pblico Nacional comprendidos en el rgimen del Decreto Ley
N 20530 era equivalente al 12% del monto de las remuneraciones pensionables, del
cual 6% era descontado al trabajador y 6% deba ser abonado por el Estado. Sin
embargo, resulta claro que el Estado no afront con responsabilidad el compromiso
asumido, en algunas ocasiones incumpliendo con efectuar el referido aporte, y en otras
lo que resulta ms grave aun destinando parte de los montos a fines distintos de los
previsionales, a pesar de que, como resulta evidente, el Fondo Nacional de Pensiones se
encontraba exclusivamente destinado a cubrir las pensiones de los ex servidores
pblicos.
S. GONZALES OJEDA
Comentario
No solo es posible legalmente sino tambin una necesidad econmica que las
pensiones que por deficiencias del sistema resultan irrazonablemente altas sean objeto
de mayores cargas tributarias, peor an si devienen de una desnaturalizacin del sistema
pensionario pblico, como lo es el rgimen de la cdula viva. En nuestro presente
contexto econmico, nada justifica excesivas pensiones pblicas, por lo cual el Estado,
sin privar del derecho al asegurado, pueda detraer montos adicionales de quienes
perciben ms, lo que debera destinarse para incrementar las pensiones de quienes
reciben menos.
existencia de una operacin gravada, por lo que al quebrantarse el nexo relacional entre
la aplicacin de un impuesto temporal (el ITF) y el traslado de informacin a la SUNAT
a que tal aplicacin da lugar, se afecta el subprincipio de necesidad correspondiente a
todo test de proporcionalidad, por cuanto ello implicara que se extienda sine die la
posibilidad de que la SUNAT administre informacin protegida por el secreto bancario.
(El Peruano, 29 de setiembre de 2004)
EXPEDIENTES N 0004-2004-AI-TC
N 0011-2004-AI/TC, N 0012-2004-AI/TC
N 0013-2004-AI/TC, N 0014-2004-AI/TC
N 0015-2004-AI/TC, N 0016-2004-AI/TC Y
N 0027-2004-AI/TC (ACUMULADOS)
LIMA
COLEGIO DE ABOGADOS DEL CUSCO Y OTROS
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 21 das del mes de setiembre de 2004, reunido el Tribunal
Constitucional en sesin de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los seores
magistrados Alva Orlandini, Presidente; Bardelli Lartirigoyen, Vicepresidente;
Revoredo Marsano, Gonzales Ojeda y Garca Toma, pronuncia la siguiente sentencia,
con el fundamento de voto del magistrado Alva Orlandini y, por sus propios
fundamentos con el voto singular de la magistrada Revoredo Marsano
ASUNTO
Demandas de inconstitucionalidad interpuestas por el Colegio de Abogados del
Cusco, el Colegio de Abogados de Huaura, ms de 5000 ciudadanos, el Colegio de
Contadores Pblicos de Loreto, el Colegio de Abogados de Ica, el Colegio de
Economistas de Piura y el Colegio de Abogados de Ayacucho, a las que se han adherido
el Colegio de Abogados de Hunuco y Pasco, el Colegio de Abogados de Puno, el
Colegio de Abogados de Ucayali y el Colegio de Abogados de Junn, contra los
artculos 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19 y 20 del Decreto
Legislativo N 939 Ley de medidas para la lucha contra la evasin y la informalidad,
y, por conexin, contra su modificatoria, el Decreto Legislativo N 947, que regulan la
denominada "bancarizacin" y crean el Impuesto a las Transacciones Financieras (en
adelante ITF); as como contra los artculos 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16,
17, 18 y 19 de la Ley N 28194 Ley para la lucha contra la evasin y para la
formalizacin de la economa, que subroga los referidos Decretos Legislativos.
DEMANDAS CONTRA LOS DECRETOS
LEGISLATIVOS Ns. 939 Y 947
A) Antecedentes
El Colegio de Abogados del Cusco, con fecha 19 de enero de 2004, interpone
demanda de inconstitucionalidad contra los artculos 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13,
14, 15 y 16 del Decreto Legislativo N 939 Ley de medidas para la lucha contra la
evasin y la informalidad, publicada en el Diario Oficial El Peruano el 5 de diciembre
de 2003, y contra el Decreto Legislativo N 947, que modifica el Decreto Legislativo
que tampoco se verifica afectacin del secreto bancario. Indica que la informacin
proporcionada a la SUNAT se mantendr en reserva, pues solo se utilizar para fines
tributarios.
c) Sobre la supuesta violacin del derecho de propiedad, afirma que si bien el
ITF es aplicable a las operaciones de entrada y salida de dinero del sistema financiero,
de ello no se puede deducir que se afecta dicho derecho constitucional. En cuanto a que
grava el mismo dinero que ingresa una y otra vez a las cuentas bancarias, refiere que el
inciso a) el artculo 9 de la ley, seala que no se encuentran gravadas las operaciones
entre cuentas de un mismo titular mantenidas en una o en diversas entidades del sistema
financiero; y, tratndose de transacciones entre cuentas de diferentes titulares, tampoco
se afecta el derecho de propiedad, ya que se grava el patrimonio de distintas personas.
Por otro lado, aduce que resulta irrelevante que el impuesto grave aspectos distintos a la
renta, al patrimonio, al consumo, a la transferencia de bienes o al pago de servicios,
puesto que ello constituye el ejercicio de la potestad tributaria, ms an cuando el ITF
no tiene efectos confiscatorios.
d) Acerca de la supuesta afectacin del principio de no confiscatoriedad, indica
que el ITF no es un impuesto que grava la renta, por lo que el argumento de que grava
de manera directa el capital empresarial, no es pertinente. Asimismo, aade que la
utilizacin obligatoria de los medios de pago en el sistema financiero para ciertas
operaciones y el ITF no generan efectos confiscatorios, dado que la alcuota es del
0.10% de la transaccin, monto que decrecer progresivamente, concluyndose que no
extrae una parte importante de la propiedad particular, pues la tasa es razonable y
proporcionada.
e) Respecto de la eventual vulneracin del fomento y la garanta del ahorro,
refiere que el contenido esencial de la proteccin al ahorro consagrada en la
Constitucin, radica en la seguridad que se busca transmitir a los potenciales ahorristas
sobre la seguridad de los fondos que confan a las empresas del sistema bancario y
financiero, lo que no tiene nada que ver con las disposiciones establecidas en la ley
cuestionada.
FUNDAMENTOS
1. Mediante auto de fecha 18 de febrero de 2004, se acumularon los procesos de
inconstitucionalidad promovidos contra diversas disposiciones del Decreto Legislativo
N 939, modificado por el Decreto Legislativo N 947, con el proceso de
inconstitucionalidad iniciado contra diversos artculos de la Ley N 28194, que derog
los referidos decretos legislativos. En consecuencia, la primera cuestin que debe
resolverse es la relacionada a los alcances de este pronunciamiento, respecto de los
decretos legislativos derogados.
1. Vigencia, derogacin, validez e inconstitucionalidad de las normas
2. La cuestin, a juicio del Tribunal, debe examinarse efectuando una distincin
entre las categoras de vigencia, derogacin, validez e inconstitucionalidad de las
normas jurdicas.
En este sentido, la ley cuestionada, para los efectos de control debe ser
confrontada, especialmente, con el artculo 74 de la Constitucin Poltica del Per que
en la parte pertinente seala que: "los tributos se crean, modifican o derogan, o se
establece una exoneracin, exclusivamente por ley o decreto legislativo en caso de
delegacin de facultades, salvo los aranceles y tasas, los cuales se regulan mediante
decreto supremo. (...) El Estado, al ejercer la potestad tributaria, debe respetar los
principios de reserva de la ley, y los de igualdad y respeto de los derechos
fundamentales de la persona. Ningn tributo puede tener efecto confiscatorio. (...) No
surten efecto las normas tributarias dictadas en violacin de lo que establece el presente
artculo", y el artculo 44 de la misma Carta Fundamental que establece como deberes
primordiales del Estado: "defender la soberana nacional; garantizar la plena vigencia de
los derechos humanos; proteger a la poblacin de las amenazas contra su seguridad; y
promover el bienestar general que se fundamenta en la justicia y en el desarrollo integral
y equilibrado de la Nacin".
3. "Bancarizacin", ITF y libertad contractual
5. Los demandantes argumentan que la norma impugnada afecta el derecho a la
libertad de contratar, ya que sus artculos 3, 4, 5 y 6 vulneran la autonoma privada
porque ordenan que el pago de ciertas sumas de dinero se efecte mediante la forma que
sanciona esta norma, es decir, "a travs de medios de pago previstos por el legislador y
no por los contratantes". Asimismo, aducen que el artculo 5 obliga a las partes a
concluir o celebrar un contrato con una entidad del sistema financiero para que esta los
provea del medio de pago necesario para cumplir con el pago de su obligacin, lo que
supone un vaciamiento del contenido de dicha libertad, dado que la nica opcin
impuesta por la ley es la de acudir a contratar con una empresa financiera.
6. Sobre este extremo de la demanda, el Congreso ha argumentado que tanto el
inciso 14 del artculo 2 como el artculo 62 de la Constitucin, han establecido un marco
de actuacin de la libertad contractual, sometiendo dicha libertad a las "leyes de orden
pblico" y a "las normas vigentes al tiempo del contrato".
7. Al respecto, la exigencia de utilizar un determinado medio de pago para
cumplir las obligaciones que surjan como consecuencia de la celebracin de un
contrato, bajo la amenaza de perder el derecho a deducir gastos, costos o crditos, a
efectuar compensaciones, a solicitar devoluciones de tributos, saldos a favor, reintegros
tributarios, recuperacin anticipada y restitucin de derechos arancelarios, constituye
una evidente limitacin del derecho fundamental a la libertad de contratacin. Sin
embargo, conforme al criterio uniforme de este Colegiado, ningn derecho fundamental
tiene la condicin de absoluto, pues podr restringirse: a) cuando no se afecte su
contenido esencial, esto es, en la medida en que la limitacin no haga perder al derecho
de toda funcionalidad en el esquema de valores constitucionales; y, b) cuando la
limitacin del elemento "no esencial" del derecho fundamental tenga por propsito la
consecucin de un fin constitucionalmente legtimo y sea idnea y necesaria para
conseguir tal objetivo (principio de proporcionalidad).
8. El derecho a la libre contratacin establecido en el inciso 14 del artculo 2 de
la Constitucin, ha sido enunciado por este Tribunal como: "(...) el acuerdo o
convencin de voluntades entre dos o ms personas naturales y/o jurdicas para crear,
regular, modificar o extinguir una relacin jurdica de carcter patrimonial. Dicho
las transferencias que se realicen en distritos en los que no existe agencia o sucursal de
una empresa del sistema financiero (artculo 6 de la ley impugnada).
12. En consecuencia, si bien este Colegiado constata que existe una limitacin
del derecho fundamental a la libertad contractual, tal restriccin no afecta el contenido
esencial del derecho y se encuentra acorde con el principio de proporcionalidad, de
modo que este extremo de la demanda debe ser desestimado.
4. Excepciones al uso de los medios de pago bancarios en las localidades donde
no existan entidades del sistema financiero
13. Los recurrentes sostienen que los requisitos previstos en el artculo 6 de la
ley cuestionada para que las obligaciones de pago que se cumplan en un distrito en el
que no existe agencia o sucursal de una empresa del sistema financiero queden
exceptuadas del uso de los medios de pago previstos en el artculo 5 de la misma norma,
resultan irrazonables, en tanto se exige que, para efectos de que opere la excepcin, se
presenten concurrentemente.
14. La parte pertinente del referido artculo 6, establece lo siguiente:
"(...).Tambin quedan exceptuadas las obligaciones de pago, incluyendo el pago de
remuneraciones, o la entrega o devolucin de mutuos de dinero que se cumplan en un
distrito en el que no existe agencia o sucursal de una empresa del Sistema Financiero,
siempre que concurran las siguientes condiciones:
a) Quien reciba el dinero tenga domicilio fiscal en dicho distrito. Tratndose de
personas naturales no obligadas a fijar domicilio fiscal, se tendr en consideracin el
lugar de su residencia habitual.
b) En el distrito sealado en el inciso a) se ubique el bien transferido, se preste el
servicio o se entregue o devuelva el mutuo de dinero.
c) El pago, entrega o devolucin del mutuo de dinero se realice en presencia de
un notario o juez de Paz que haga sus veces, quien dar fe del acto. Mediante Decreto
Supremo refrendado por el Ministro de Economa y Finanzas se podr establecer a otras
entidades o personas que puedan actuar como fedatarios, as como regular la forma,
plazos y otros aspectos que permitan cumplir con lo dispuesto en este inciso"
15. En criterio de este Colegiado, la exigencia de que se presenten
conjuntamente los aludidos requisitos para que las obligaciones de pago que se cumplan
en un distrito en el que no existe agencia o sucursal de una empresa del sistema
financiero queden exceptuadas de usar los medios de pago previstos en el artculo 5 de
la Ley N 28194, resulta plenamente justificada, pues cada uno de ellos cumple, al lado
de los otros, una funcin indispensable en el objetivo de evitar que los particulares que
pretendan evadir el pago del tributo, puedan encontrar los medios idneos para quedar
exceptuados de acudir a las entidades del sistema financiero para cumplir sus
obligaciones contractuales.
En efecto, por un lado, resulta plenamente legtima la exigencia de que quien
reciba el dinero tenga domicilio fiscal o residencia habitual en el distrito carente de
entidad financiera; y es que si no se exige que cuando menos una de las partes del
30. De otro lado, los demandantes alegan que el artculo 17 de la Ley N 28194
lesiona el secreto bancario, puesto que el ITF "(...) plantea la necesidad injustificada,
indebida e inconstitucional (...)" de acceder a la informacin bancaria de los ciudadanos
en supuestos distintos a los contemplados en el inciso 5 del artculo 2 de la Carta
Fundamental, siendo las empresas del sistema financiero las encargadas de efectuar la
declaracin del pago del impuesto por cuenta de los contribuyentes, situacin que se
agrava segn sostienen los demandantes cuando el propio artculo 17 establece que
esta informacin se proporcionar tambin respecto de determinadas operaciones
exoneradas del impuesto, lo que pondra de manifiesto "(...) que el verdadero inters del
Estado no es conocer la base imponible del tributo, sino acceder, indebidamente, a la
informacin financiera de los ciudadanos (...)".
31. Al respecto, el Congreso sostiene que el secreto bancario protege solo las
"operaciones pasivas" de los clientes de los bancos o entidades financieras, es decir,
fundamentalmente, depsitos de ahorro, a plazo, a la vista, innominados y certificados
de depsito. La extensin del secreto bancario a otros espacios ms all de las
"operaciones pasivas" de los clientes segn afirma el representante del Congreso
obedecera, en todo caso, a la prctica comercial o a razones de ndole contractual,
puesto que no se encontraran bajo la proteccin del secreto bancario.
32. El artculo 17 de la Ley N 28194 puede ser interpretado, cuando menos, en
dos sentidos distintos, a criterio de este Colegiado. De un lado, como una disposicin
que autoriza el levantamiento del secreto bancario, quebrando el ncleo duro del
derecho a la intimidad personal de la que es manifestacin concreta, y de otro, como
una restriccin de dicho secreto prolongndolo hacia la Administracin Tributaria, cuyo
uso solo podr tener finalidades institucionales de control de la tributacin y de
fiscalizacin conforme a las normas vigentes sobre la materia.
Solo la primera de las interpretaciones resulta incompatible con la Carta
Fundamental. Empero, respecto de la segunda, es necesario efectuar un juicio de
proporcionalidad, a efectos de determinar su legitimidad o ilegitimidad. Y es que nos
encontramos ante un conflicto entre el derecho al secreto bancario y los fines
institucionales de la Administracin Tributaria, orientados a hacer efectivo el principio
de solidaridad contributiva, sobre el que se asienta toda la teora tributaria del Estado
Constitucional.
33. La Constitucin, en el inciso 5 de su artculo 2, establece que el
levantamiento del secreto bancario procede a pedido del juez, del Fiscal de la Nacin o
de una comisin investigadora del Congreso, con arreglo a ley y con la finalidad de
investigar un delito o indicio de delito; sin embargo, no ha delimitado de manera
explcita el contenido de la institucin, por lo que corresponde ahora analizarlo para
lograr su cabal elucidacin.
34. El derecho fundamental a la intimidad, como manifestacin del derecho a la
vida privada sin interferencias ilegtimas, tiene su concrecin de carcter econmico en
el secreto bancario y la reserva tributaria. As lo ha sostenido este Colegiado en el Exp.
N 1219-2003-HD/TC, al considerar que: "(...) la proteccin constitucional que se
dispensa con el secreto bancario, busca asegurar la reserva o confidencialidad (...) de
una esfera de la vida privada de los individuos o de las personas jurdicas de derecho
privado. En concreto, la necesaria confidencialidad de las operaciones bancarias de
cualquiera de los sujetos descritos que pudieran realizar con cualquier ente pblico o
privado, perteneciente al sistema bancario o financiero.
En ese sentido, el secreto bancario forma parte del contenido
constitucionalmente protegido del derecho a la intimidad, y su titular es siempre el
individuo o la persona jurdica de derecho privado que realiza tales operaciones
bancarias o financieras". (FJ. 9).
35. As pues, mediante el secreto bancario y la reserva tributaria, se busca
preservar un aspecto de la vida privada de los ciudadanos, en sociedades donde las
cifras pueden configurar, de algn modo, una especie de "biografa econmica" del
individuo, perfilndolo y poniendo en riesgo no solo su derecho a la intimidad en s
mismo configurado, sino tambin otros bienes de igual trascendencia, como su
seguridad o su integridad.
36. Empero, el derecho a la intimidad no importa, per se, un derecho a mantener
en el fuero ntimo toda informacin que atae a la vida privada, pues sabido es que
existen determinados aspectos referidos a la intimidad personal que pueden mantenerse
en archivos de datos, por razones de orden pblico (vg. historias clnicas). De all la
necesidad de que la propia Carta Fundamental establezca que el acceso a dichas bases
de datos constituyan una excepcin al derecho fundamental a la informacin, previsto
en el primer prrafo del inciso 5 del artculo 2 de la Constitucin.
A su vez, debe tenerse presente que respecto al derecho fundamental a la
intimidad, tambin cabe la distincin entre aquella esfera protegida que no soporta
limitacin de ningn orden (contenido esencial del derecho), de aquella otra que permite
restricciones o limitaciones, en tanto estas sean respetuosas de los principios de
razonabilidad y proporcionalidad (contenido "no esencial").
37. En criterio de este Colegiado existen, cuando menos, tres motivos que
permiten sostener que el secreto bancario, en tanto se refiere al mbito de privacidad
econmica del individuo, no forma parte del contenido esencial del derecho a la
intimidad personal: a) la referencia al contenido esencial del derecho a la intimidad
personal, reconocido por el artculo 27 de la Constitucin, hace alusin a aquel mbito
protegido del derecho cuya develacin pblica implica un grado de excesiva e
irreparable afliccin psicolgica en el individuo, lo que difcilmente puede predicarse en
torno al componente econmico del derecho; b) incluir la privacidad econmica en el
contenido esencial del derecho a la intimidad, implicara la imposicin de obstculos
irrazonables en la persecucin de los delitos econmicos; c) el propio constituyente, al
regular el derecho al secreto bancario en un apartado especfico de la Constitucin
(segundo prrafo del artculo 2 inciso 5), ha reconocido expresamente la posibilidad de
limitar el derecho.
38. As pues, determinadas manifestaciones del derecho a la intimidad no
importan conservar en conocimiento privativo del titular la informacin a ella relativa,
sino tan solo la subsistencia de un mbito objetivo de reserva que, sirviendo aun a los
fines de la intimidad en tanto derecho subjetivo constitucional, permitan mantener esa
informacin reservada en la entidad estatal que corresponda, a fin de que sea til a
valores supremos en el orden constitucional, dentro de mrgenes de razonabilidad y
proporcionalidad.
39. As las cosas, las afectaciones del secreto bancario que estn proscritas
constitucionalmente sern solo aquellas que conlleven, en s mismas, el propsito de
quebrar la esfera ntima del individuo, mas no aquellas que, manteniendo el margen
funcional del elemento de reserva que le es consustancial, sirvan a fines
constitucionalmente legtimos, tales como el seguimiento de la actividad impositiva por
parte de la Administracin Tributaria, en aras de fiscalizar y garantizar el principio de
solidaridad contributiva que le es inherente.
40. Dichos fines son los que pretenden ser alcanzados por los numerales 1, 2 y
primer prrafo del numeral 3 del artculo 17 de la norma cuestionada, en tanto permiten
que, como consecuencia de la imposicin del ITF, la Superintendencia Nacional de
Administracin Tributaria (SUNAT), competente en la materia, tenga acceso a
determinada informacin garantizada por el secreto bancario, con el propsito de que,
manteniendo la informacin en reserva, se aboque a la fiscalizacin y deteccin del
fraude tributario.
41. Por lo dems, y siempre respecto de los aludidos preceptos del artculo 17 de
la norma impugnada (numerales 1, 2 y primer prrafo del numeral 3), tratndose del
acceso a una informacin directamente relacionada con actividades gravadas por el ITF,
cuyo tiempo de vigencia es considerablemente limitado (hasta el 31 de diciembre de
2006, de acuerdo a lo previsto por el artculo 23 de la Ley N 28194), la restriccin del
secreto bancario que el acceso a dicha informacin implica, resulta, como consecuencia
inmediata, tambin temporalmente limitada, con lo que la institucin no resulta
restringida ms all de lo razonablemente necesario.
42. Distinto es el caso del ltimo prrafo del artculo 17 de la Ley N 28194, el
cual obliga a que las instituciones financieras tambin proporcionen informacin "(...)
respecto de las operaciones exoneradas (del impuesto)".
Esta atribucin que otorga la norma impugnada a la Administracin Tributaria,
es lo que motiva a que a la parte demandante sostenga que: "(...) el verdadero inters del
Estado no es conocer la base imponible del Tributo, sino acceder, indebidamente, a la
informacin financiera de los ciudadanos, en contra de lo establecido en la Constitucin
sobre esta materia (...)".
43. Por ello, para este Tribunal el ltimo prrafo del artculo 17 de la Ley N
28194 es incompatible con el principio de razonabilidad, puesto que, al franquear a la
SUNAT el conocimiento de operaciones en el sistema financiero exoneradas del ITF, sin
que medie una decisin judicial, del Fiscal de la Nacin o de una comisin
investigadora del Congreso, se quiebra el nexo lgico que auspiciaba la intervencin de
la entidad competente en materia tributaria; esto es, la existencia de una operacin
gravada.
De otra parte, y fundamentalmente, este Colegiado considera que al quebrantarse
el nexo relacional entre la aplicacin de un impuesto temporal (el ITF) y el traslado de
informacin a la SUNAT a que tal aplicacin da lugar, el ltimo prrafo del artculo 17
de la Ley N 28194 afecta el subprincipio de necesidad correspondiente a todo test de
proporcionalidad por cuanto ello implicara que la posibilidad de que la SUNAT
administre informacin protegida por el secreto bancario se extienda sine die.
refiere a lo que all in toto se ha previsto, sino a que no se haya excluido de las
operaciones gravadas a las cuentas de ahorro que se encuentren abiertas en las empresas
del sistema financiero.
49. La proteccin y fomento del ahorro supone un amplio margen de
maniobrabilidad de parte del Estado. Sin embargo, en este caso, los lmites a las
polticas pblicas se expresan, de un lado, en no suprimir o vaciar de contenido a la
institucin del ahorro (deber de garantizar), y, de otro, en cuidar en grado extremo que
tales polticas pblicas no supongan un entorpecimiento u obstaculizacin irrazonable o
desproporcionada de su prctica (deber de fomento).
50. El Tribunal Constitucional ha sostenido que el artculo 87 de la Constitucin
reconoce al ahorro como un derecho subjetivo constitucional, en la medida que el
Estado se encuentra, de un lado, prohibido de apropiarse arbitrariamente de l, y de otro,
obligado a fomentarlo y garantizarlo; y tambin como una garanta institucional que
auspicia la proteccin del ahorrista en el sistema financiero. (STC N 0410-2002AA/TC, FJ. 2)
51. Como el ahorro est constituido por un conjunto de imposiciones de dinero
que realizan las personas naturales y jurdicas en las empresas del sistema financiero, el
factor de real relevancia para determinar el cumplimiento del Estado de su obligacin de
garantizar y fomentar el ahorro, sera el anlisis de la ley que, por mandato directo del
propio artculo 87 de la Carta Fundamental, tiene reservada la regulacin de las
obligaciones y los lmites de las empresas que reciben los ahorros del pblico, as como
de la labor que cumple la Superintendencia de Banca y Seguros en el control de las
empresas bancarias, conforme a las prescripciones previstas en dicha ley. As, el
cumplimiento de la labor estatal de fomento y garanta del ahorro no puede apreciarse a
partir de una medida aislada como la imposicin de un tributo sobre la transferencia de
los montos contenidos en una cuenta de ahorro, sino a la luz del conjunto de medidas y
regulaciones asumidas por el aparato estatal y orientadas a garantizar la cabal eficacia
del artculo 87 de la Constitucin.
52. Consecuentemente, este Colegiado comparte la apreciacin del representante
del Congreso de la Repblica, en el sentido de que es preciso atender a la suma de
garantas contenidas en diversas disposiciones de la Ley N 26702-Ley General del
Sistema Financiero y del Sistema de Seguros y Orgnica de la Superintendencia de
Banca y Seguros para determinar si, cuando menos en un sentido objetivo y abstracto
(tal como corresponde en un proceso de inconstitucionalidad), el Estado cumple con el
artculo 87 de la Constitucin.
53. Por consiguiente, el establecimiento de lmites y prohibiciones, la obligacin
de mantener una reserva en el capital social de las empresas financieras, la constitucin
de provisiones genricas y especficas de cartera, individuales o preventivas globales
por grupos o categoras de crdito, para la eventualidad de crditos impagos; la
constitucin de otras provisiones y cargos a resultados, tratndose de las posiciones
afectas a los diversos riesgos de mercado, entre otras medidas previstas en el artculo
132 de la referida ley, as como la necesidad de auditoras externas; la supervisin para
que las empresas bancarias cumplan con los lmites individuales y globales, adems de
otras medidas dispuestas por el artculo 134 de la Ley N 26702; y, en fin, la necesidad
de que se tenga una debida informacin sobre el estado de las empresas financieras, un
Y N 0027-2004-AI/TC (ACUMULADOS)
LIMA
COLEGIO DE ABOGADOS DEL CUSCO Y OTROS
FUNDAMENTO DE VOTO DEL MAGISTRADO ALVA ORLANDINI
El principio de legalidad de la tributacin es en el Per ms terico que real. En
efecto, la revisin de la legislacin dictada en nuestra Nacin acredita que los diversos
impuestos fueron creados por disposiciones emanadas de los gobiernos de facto,
denominados decretos-leyes, muchos de los cuales mantienen vigencia, mas no por
leyes aprobadas en el Congreso o por decretos legislativos, en caso de delegacin
(prevista en las Constituciones de 1979 y 1993).
Como lo tiene ya determinado este Tribunal (sentencia de 3 de enero de 2003,
Exp. N 010-2000-AI), se ha seguido la teora de la continuidad en cuanto a la
legislacin de facto; y, por ende, los decretos-leyes no perdieron vigencia, cuando se
restableca el orden constitucional, casi siempre precaria y temporalmente, en las
distintas etapas de la Repblica.
Obvio es, sin embargo, que a la luz del Estado Social y Democrtico de Derecho
que rige hoy en el Per, es insoslayable examinar como efectivamente lo hace la
sentencia ut supra si las normas legales impugnadas en estos procesos son o no
compatibles con la Constitucin Poltica de 1993.
La Constitucin Histrica
Los preceptos pertinentes de la Constitucin Histrica sirven, sin duda, de gua.
1. Las Bases de la Constitucin Peruana, del 17 de diciembre de 1822,
enunciaron (9-7) que la Constitucin debe proteger la igual reparticin de
contribuciones, en proporcin a las facultades de cada uno, lo mismo que la de las
cargas pblicas; y (18) que la imposicin de contribuciones y modo de repartirlas se
determinar exclusivamente por el Congreso.
2. La Constitucin de 1823 estableci como potestades exclusivas del Congreso
(60-9) decretar las contribuciones, impuestos y derechos para el sostn y defensa de la
Repblica; y del Poder Ejecutivo (80-6), decretar la inversin de los caudales destinados
por el Congreso a los diversos ramos de la administracin pblica. Asimismo, dispuso
que (148) constituyen la Hacienda Pblica todas las rentas y productos que conforme a
la Constitucin y a las leyes deban corresponder al Estado; que (149) el Presupuesto de
los gastos pblicos fijar las contribuciones ordinarias, mientras se establece la nica
contribucin y se adopte por regla constante el acrecimiento de la Hacienda con el
fomento de ramos productivos a fin de disminuir las imposiciones en cuanto sea
posible; y que (151.2 y 151.3) el Ministerio de Hacienda presentar anualmente al
Gobierno, para que lo haga al Congreso, el Presupuesto de los Gastos para el servicio de
la Repblica y el plan de contribuciones ordinarias para cubrirlos.
3. La Constitucin de 1826 otorg a la Cmara de Tribunos (43-2) la iniciativa
en las contribuciones anuales y en los gastos pblicos; y al Presidente de la Repblica
(83-19) el cuidado de la recaudacin e inversin de las contribuciones con arreglo a las
la ley para el sostenimiento de los servicios pblicos. Estableci adems (80), que son
deberes fundamentales del Estado defender la soberana nacional, garantizar la plena
vigencia de los derechos humanos, promover el bienestar general basado en la justicia y
en el desarrollo integral y equilibrado del pas, y eliminar toda forma de explotacin del
hombre por el hombre y del hombre por el Estado. Igualmente (110), que el rgimen
econmico de la Repblica se fundamenta en los principios de justicia social orientados
a la dignificacin del trabajo como fuente principal de la riqueza y como medio de
realizacin de la persona humana; y que el Estado promueve el desarrollo econmico y
social mediante el incremento de la produccin y de la productividad, la racional
utilizacin de los recursos, el pleno empleo y la distribucin equitativa del ingreso y que
con igual finalidad fomenta los diversos sectores de la produccin y defiende el inters
de los consumidores. En cuanto a la Hacienda Pblica, la propia Carta dispuso (139)
que solo por ley expresa se crean, modifican o suprimen tributos y se conceden
exoneraciones y otros beneficios tributarios; que la tributacin se rige por los principios
de legalidad, uniformidad, justicia, publicidad, obligatoriedad, certeza y economa en la
recaudacin; y que no hay impuesto confiscatorio ni privilegio personal en materia
tributaria.
La Constitucin de 1993
13. Los deberes primordiales del Estado estn declarados en el artculo 44, y
son: defender la soberana nacional; garantizar la plena vigencia de los derechos
humanos; proteger a la poblacin de las amenazas contra su seguridad; promover el
bienestar general que se fundamenta en la justicia y en el desarrollo integral y
equilibrado de la Nacin; y establecer y ejecutar la poltica de fronteras y promover la
integracin, particularmente latinoamericana, as como el desarrollo y la cohesin de las
zonas fronterizas, en concordancia con la poltica exterior.
En la medida que el impuesto materia de la Ley N 28194 est destinado a
cumplir tales deberes primordiales del Estado, este no es inconstitucional.
La doctrina
14. Rodolfo R. Spisso, adhiriendo a la opinin de Giuliani Fonrouge, sostiene
que: "(...) se puede definir al tributo diciendo que es una prestacin obligatoria,
comnmente en dinero, exigida por el Estado en virtud de su poder de imperio, que da
lugar a relaciones de derecho pblico. La relacin que se establece entre el Estado,
titular del poder tributario, y los contribuyentes o responsables que deben satisfacer la
prestacin jurdica de contenido patrimonial impuesta por aquel, se denomina
obligacin tributaria y es de orden personal". (Derecho Constitucional Tributario,
Ediciones Depalma, Buenos Aires, 2000, pg. 39).
15. La legislacin nacional y extranjera acredita la diversidad de impuestos. La
clasificacin ms extendida es la que los divide en impuestos directos e impuestos
indirectos, aunque hay autores que niegan rigor cientfico a tal clasificacin. De igual
modo, se considera que se ha diseado impuestos que gravan unos el patrimonio y otros
el consumo; y otros que tienen como destinatarios al gobierno central, a los gobiernos
regionales y a los gobiernos municipales.
llamar ley a los ex decretos legislativos y cambiar los nmeros, subsistiendo en ese caso
la materia y su impugnabilidad.
En verdad, son varias las materias que se encuentran reguladas de manera
idntica en la Ley N 28194 y en los Decretos Legislativos Ns. 939 y 947. Creo, por
tanto, que el fallo del Tribunal debi declarar procedentes las demandas en esos
extremos y avocarse al conocimiento del fondo tanto de los decretos como de la ley. De
lo contrario se tendra que, para burlar las declaraciones de inconstitucionalidad de las
normas que haga el Tribunal Constitucional le bastara al Congreso duplicar las reglas
inconstitucionales en una nueva ley, lo cual no puede admitirse.
En el pargrafo 3 de la sentencia, mis colegas se eximen de pronunciarse sobre
los "efectos" que cumplieron, en el pasado, los Decretos Legislativos Ns 939 y 947
sobre materia tributaria. Justifican su abstencin en que "algunas de las transacciones"
exoneradas por la Ley N 28194 permiten la devolucin a los trabajadores y
pensionistas del monto del ITF cuyo dbito sea indebido.
Sin embargo, los trabajadores y pensionistas no son los nicos contribuyentes de
la ley 28194; y, adems, los efectos de los Decretos Legislativos pueden ir ms all que
la simple devolucin del monto del ITF
Opino que los Decretos Legislativos impugnados, siendo de carcter tributario,
surtieron efectos durante el tiempo que estuvieron vigentes, de modo que el Tribunal
Constitucional estaba en la obligacin de pronunciarse sobre dichos efectos, tal como lo
ordena su Ley Orgnica.
La circunstancia de que hayan surtido efectos "solo 25 das" tampoco exonerara
a mis colegas de establecer en la sentencia el tratamiento jurdico respecto a sus efectos,
pues aun siendo tal porcin de tiempo, son muchsimas las transacciones bancarias
realizadas por individuos y empresas en ese lapso.
Adems, llama la atencin el hecho de que, si mis colegas consideraban
improcedentes las demandas contra los Decretos Legislativos Ns. 939 y 947 por haber
sido derogados por la Ley N 28194, las "acumularan" (en mayo de 2004) con la
demanda contra la Ley N 28194 (interpuesta en abril de 2004).
3. Por otro lado, considero que s se vulnera el derecho a la igualdad al exigir
como requisito para deducir gastos, costos o crditos con fines tributarios que el pago de
ciertas sumas de dinero tenga que efectuarse forzosamente mediante la forma prevista
en los artculos 3 al 6 de la Ley N 28194 (bancarizacin). El esfuerzo de la ley por
exonerar de dicha formalidad a ciertos tipos de transacciones, no libera a la norma de su
irregularidad constitucional: todos tenemos igual derecho para deducir lo regularmente
deducible en el campo tributario. No puede imponerse a algunos ciudadanos ciertas
obligaciones como prerequisito para ejercer el derecho de deduccin de gastos, y a otros
no; menos aun cuando la forma exigida por la ley es onerosa, pues tiene el costo del
tributo. En sntesis, para ejercer el derecho a deducir los gastos tributarios, algunos
ciudadanos (los que usan el sistema financiero) deben pagar un tributo, y otros no.
4. Al finalizar el pargrafo 8 de la sentencia ut supra, mis colegas sostienen que
el medio de pago a travs del cual la obligacin contenida en el contrato debe cumplirse,
pas dos tipos de moneda: una con valor inalterado, alejada del sistema financiero, y otra
que s circula en dicho sistema, pero con una especie de minusvala, por estar sometida
al pago del ITF.
7. En cuanto a la violacin que causa la Ley impugnada al secreto bancario, la
mayora de los Magistrados del Tribunal Constitucional sostiene en los pargrafos 34 y
39 de la sentencia que el secreto bancario forma parte del contenido del "derecho a la
intimidad" y que las afectaciones al secreto bancario que estn constitucionalmente
proscritas, son "solo aquellas que conlleven, en s mismas, l propsito de quebrar la
esfera ntima del individuo, mas no aquellas que (...) sirvan a fines constitucionalmente
legtimos".
En primer lugar, no creo que el secreto bancario forme parte del derecho a la
"intimidad" de la persona, sino ms bien del mbito de su privacidad, que es algo
distinto. En segundo lugar, no creo que el secreto bancario se entienda vulnerado solo o
nicamente cuando el agresor tenga el "propsito" de quebrar la esfera ntima del
individuo: la intencin del agresor es un elemento subjetivo, y no interesa para advertir
la vulneracin del secreto bancario de la vctima.
S creo que en s solo es un fin constitucionalmente legtimo que la
Administracin Tributaria detecte a quienes evaden tributos o lavan dinero. Si este es,
como lo han declarado los representantes del Congreso y como lo seala la propia
norma, y como consta fehacientemente en el expediente, el verdadero objetivo de la ley,
ciertas medidas establecidas de modo uniforme y sin que impongan tributos para
detectar el fraude tributario s seran adecuadas y proporcionadas a dicho objetivo.
Congruentemente, as como considero inconstitucional el impuesto por no
adecuarse al objetivo de la ley, considero constitucionales las disposiciones de la ley
sobre el secreto bancario, pues se ajustan al objetivo de formalizar la economa y de
evitar el fraude tributario. Claro que, dudo de la eficacia del levantamiento del secreto
bancario sin la vigencia del ITF; sin embargo, su eventual ineficacia no lo hace
inconstitucional. Dejo, por otra parte, constancia de que, al ratificarse la
constitucionalidad del ITF por el Tribunal Constitucional, considero inconstitucional el
extremo del levantamiento del secreto bancario a las operaciones exoneradas del
impuesto (ltimo prrafo del artculo 17 de la Ley N 28194).
Mi voto es, en consecuencia, por declarar inconstitucionales los artculos de la
Ley N 28194 impugnados y los efectos de las disposiciones anlogas contenidas en los
Decretos Legislativos Ns. 939 y 947 relativos al impuesto a las transacciones
financieras y el ltimo prrafo del artculo 17 de la Ley N 28194, y por declarar
constitucionales las disposiciones relativas al secreto bancario solo por el lapso que la
ley establece, dejando a salvo el derecho de los particulares que se sientan afectados en
casos concretos por las normas impugnadas, para acudir al control difuso de los jueces.
SRA. REVOREDO MARSANO
Comentario
A nuestro entender el conocimiento de las operaciones exoneradas del ITF por
parte de la SUNAT no quiebra el nexo lgico que auspiciaba la intervencin de esta
entidad, como se dice aqu. Que una conducta est exonerada de un tributo no significa
que no se encuentra gravada, en tanto una exoneracin constituye un beneficio tributario
otorgado de manera temporal a actividades concretas que en principio si estn sujetas al
tributo. Por tanto, nos parece razonable que la SUNAT pueda acceder a los movimientos
de operaciones a fin de verificar el uso correcto de las cuentas exoneradas del ITF.
TRIBUNAL FISCAL
APELACIN EN PROCEDIMIENTO NO CONTENCIOSO No suspende el
procedimiento de Cobranza Coactiva
7512-04
INTERESADO
ASUNTO
Queja
PER
:
PROCEDENCIA
FECHA
Callao
Vocal
ARISPE VILLAGARCA
Vocal
MOREANO VALDIVIA
Secretario Relator
Comentario
Nos parece que lo adecuado es que un procedimiento de cobranza coactiva se
suspenda porque se cuestiona administrativamente el cobro de la obligacin tributaria
que se ejecuta. Como se seala, al ser uno de los requisitos de la exigibilidad de la
deuda que el ttulo o acto haya quedado consentido o causado estado, proceder la
ejecucin mientras no exista un procedimiento en trmite vinculado directamente con la
obligacin que es objeto de cobro. Esto no sucede con un procedimiento no
contencioso, que no cuestiona en concreto acto de cobro alguno, por lo cual no puede
ser causal de suspensin de una cobranza coactiva.
TRIBUNAL REGISTRAL
LA DUPLICIDAD DE PARTIDAS Es causal para denegar la inscripcin?
SI EN OTRO REGISTRO SE ADVIERTE QUE EL ESTADO CIVIL DEL
RECURRENTE ES DISTINTO DEL CONSIGNADO EN EL TTULO Procede
denegar la inscripcin?
SI SE PRESENTAN OBSTCULOS DERIVADOS DE OTRAS PARTIDAS
REGISTRALES Procede la inmatriculacin?
PARTIDA DIRECTAMENTE VINCULADA Definicin
SI EL PLAZO DE VENCIMIENTO DE LA OBLIGACIN GARANTIZADA DEBE
CONTARSE DESDE LA ENTREGA DEL DINERO MUTUADO Desde cundo se
computa el plazo de caducidad?
DECISIN IMPUGNADA
El registrador pblico, Dr. Jos Amando Tazza Chapuis del Registro de la Zona
Registral N VIII-Sede Huancayo, deneg la inscripcin formulando la siguiente
observacin:
VISTOS LOS DOCUMENTOS (escritura de aclaracin y certificados expedidos
por el RENIEC) presentados por don Eulogio Rojas Rosales con solicitud de reingreso
N 050328 de 07-07-2003, se comunica al usuario que se encuentra pendiente el
pronunciamiento de la Gerencia del rea Registral respecto de la posible duplicidad de
partidas advertida y que fuera comunicada a dicha Gerencia con Informe N 050-2003ZRVIII-SHYO-SEPRRPI de 24-04-2003, de cuyo hecho el usuario tiene conocimiento
conforme consta la esquela de 24-04-2003.
FUNDAMENTO LEGAL: Ley N 26366, artculos 923, 2011 del Cdigo Civil;
artculos I, II, III, VI, VII, 7, 12, 25, 31, 32, 57 del Reglamento General de los Registros
Pblicos.
III.
FUNDAMENTOS DE LA APELACIN
ANTECEDENTE REGISTRAL
Interviene como vocal ponente la Dra. Rosario del Carmen Guerra Macedo.
De lo expuesto y del anlisis del caso, a criterio de esta Sala, la cuestin a
dilucidar es la siguiente:
- Si la existencia del proceso de cierre por duplicidad de partidas registrales,
impide la extensin de asientos de inscripcin en las partidas involucradas.
VI.
ANLISIS
jurdica o natural, o para el mismo elemento que determine la apertura de una partida
registral conforme al tercer prrafo del numeral IV del Ttulo Preliminar del
Reglamento acotado.
Se considera tambin como duplicidad de partidas la existencia de superposicin
total o parcial de reas inscritas en partidas registrales correspondientes a distintos
predios.
Los autores espaoles estudian el tema de duplicidad de inscripciones limitada al
Registro Inmobiliario o Hipotecario, siempre respecto a predios o fincas,
denominndola "doble inmatriculacin. Al respecto, Dez-Picazo, expresa que se
denomina doble inmatriculacin, "al hecho de que una misma finca se encuentre
inmatriculada en dos folios independientes uno de otro. La inmatriculacin puede ser
plural si se ha producido ms de dos veces. Existe doble inmatriculacin cuando las dos
fincas son absolutamente idnticas entre s, aunque sus respectivas descripciones
(linderos, etc.) estn hechas de una manera distinta. Hay tambin doble inmatriculacin
si una de las fincas coincide solo parcialmente o se encuentra superpuesta respecto a
otra(1)
QUINTO: Conforme a lo establecido por el artculo 60 del Reglamento General
de los Registros Pblicos, "cuando las partidas registrales duplicadas contengan
inscripciones o anotaciones incompatibles, la Gerencia Registral correspondiente
dispondr el inicio del trmite de cierre de partidas y ordenar se publicite la duplicidad
existente, mediante anotaciones en ambas partidas. La resolucin que emita dicha
Gerencia, ser notificada a los titulares de ambas partidas as como a aquellos cuyos
derechos inscritos puedan verse afectados por el eventual cierre, en el domicilio que
para estos aparece sealado en el ttulo inscrito con fecha ms reciente.
(...)
Transcurridos 60 das desde la ltima publicacin del extracto de la Resolucin a
que se refiere el segundo prrafo del presente artculo, la gerencia dispondr el cierre de
la partida registral menos antigua, salvo que dentro del plazo indicado se formule
oposicin; en cuyo caso, dar por concluido el procedimiento administrativo de cierre
de partidas, ordenando que se deje constancia de tal circunstancia en las partidas
duplicadas. En este ltimo caso, queda expedito el derecho de los interesados para
demandar ante el rgano jurisdiccional correspondiente la declaracin de cierre,
cancelacin, invalidez o cualquier otra pretensin destinada a rectificar la duplicidad
existente".
SEXTO: Del mismo modo, el artculo 62 del ya citado reglamento indica que
"extendidas las anotaciones que publicitan la duplicidad de partidas, y en tanto no se
produzca el cierre respectivo, resultar procedente extender los asientos de inscripcin
que se soliciten sobre las partidas correlacionadas, sin perjuicio que el eventual cierre de
partidas que se practique afectar a todos los asientos registrales de la partida de menor
antigedad".
La previsin indicada en la norma precitada se fundamenta en el hecho de que
una vez publicitada la duplicidad producida, todo aquel interesado que contrate respecto
del bien materia de la duplicidad tendr conocimiento efectivo de la existencia del
procedimiento, por lo que su derecho siempre se encontrar sujeto a ser afectado por el
eventual cierre de la partida registral de menor antigedad. Por ello, encontrndose la
duplicidad sujeta a la presuncin de conocimiento propia del contenido de los asientos
registrales, resulta lgico que no debe equipararse el inicio del procedimiento al cierre
del mismo, puesto que negar la posibilidad de inscripciones durante dicha tramitacin
hubiera implicado adelantar, innecesariamente, los efectos de un cierre que podra o no
producirse.
En tal sentido, y como se encuentra expresamente establecido en el artculo bajo
comentario, no resulta procedente que durante el proceso de cierre por duplicidad, se
formulen observaciones sustentadas en la duplicidad existente, puesto que sern los
interesados los que debern evaluar si conviene a su derecho contratar respecto a una
partida sujeta al eventual cierre, con el pleno conocimiento de que el cierre de partidas
no distinguir ni dar mejor derecho a asiento alguno (extendido antes o despus de
publicitarse la duplicidad), pues lo que se cerrar ser la partida registral y no solo
alguno de sus asientos.
De acuerdo a todo lo expuesto corresponde revocar la observacin del
registrador.
Estando a lo acordado por unanimidad.
VII.
SE RESUELVE:
DECISIN IMPUGNADA
del Cdigo Civil vigente, srvase adjuntar acta notarial ratificatoria otorgada por su
cnyuge, prestando en su caso, consentimiento al presente acto jurdico (indicar: precio,
placa y compradores). En caso de ser bien propio srvase acreditarlo, pudiendo adjuntar
copia certificada de la partida de matrimonio respectiva donde se verifique que la fecha
de matrimonio fue posterior a la adquisicin del vehculo por parte del vendedor.
BASE LEGAL: artculos 310, 315, 2011 Cdigo Civil; artculo 8 de la Res. 25599 SUNARP; artculo V del Ttulo Preliminar y artculos 7, 31 y 32 del Reglamento
General de los Registros Pblicos; artculos 104, 106, y siguientes de la Ley de
Notariado.
III.
FUNDAMENTOS DE LA APELACIN
ANTECEDENTE REGISTRAL
De lo expuesto y del anlisis del caso, a criterio de esta Sala las cuestiones en
discusin son las siguientes:
1. Determinar si las inscripciones efectuadas en partidas no vinculadas en forma
directa o complementaria con el bien cuya inscripcin se solicita, podrn considerarse
como obstculos para su inscripcin.
2. Si es procedente la verificacin del estado civil del titular registral de un
vehculo en otro registro.
VI.
ANLISIS
RESOLUCIN
DECISIN IMPUGNADA
FUNDAMENTOS DE LA APELACIN
ANTECEDENTE REGISTRAL
Interviene como ponente la vocal Mirtha Rivera Bedregal, con el informe oral de
la abogada Claudia Lucena Mayorga.
De lo expuesto y del anlisis del caso, a criterio de esta Sala las cuestiones a
determinar son las siguientes:
1. Determinar si las inscripciones efectuadas en partidas no vinculadas en forma
directa o complementaria con el predio cuya inmatriculacin se solicita, podrn
considerarse como obstculos para su inscripcin.
2. Si el ttulo venido en grado cumple con los requisitos exigibles para su
inscripcin.
VI.
ANLISIS
complementaria (en el caso de los ttulos archivados), ser posible siempre que la
informacin contenida en ellos no contradiga los asientos registrales, pues en caso
contrario primar la informacin publicitada por los asientos de inscripcin en
aplicacin del principio de legitimacin registral contenido en los artculos 2013 del
Cdigo Civil(6) y VII del Ttulo Preliminar del Reglamento General de los Registros
Pblicos(7).
En este sentido, el artculo 32 literal a) del precitado Reglamento efecta una
precisin con relacin a los alcances de la calificacin cuando se trata de la o las
partidas registrales involucradas, al sealar que la adecuacin del ttulo se produce con
relacin a los asientos de inscripcin de la partida registral correspondiente y
complementariamente con los antecedentes registrales, sin perjuicio de la legitimacin
de aquellos.
6. En cuanto a las partidas relacionadas que debe tener en cuenta el registrador
de manera complementaria en su calificacin, son aquellas que se encuentran
directamente vinculadas con el acto o derecho cuya inscripcin se solicita. Por ejemplo,
la partida en donde corre registrado el poder del representante de la persona natural o
jurdica interviniente en el contrato a travs del cual se transfiere la propiedad de un
bien.
En consecuencia, en el caso del Registro de Predios no se debe tomar en cuenta
en la calificacin registral los datos que provengan de partidas de predios que no tengan
relacin directa con el predio sobre el que recae la inscripcin del ttulo. Al respecto,
Roca Sastre y Roca-Sastre Muncunill sealan que en cuanto ...a la determinacin de
cuales son los asientos que ha de tener en consideracin el registrador calificante, hay
que puntualizar (...), que son todos los que estn vigentes respecto de la finca a que se
refiere el ttulo a calificar, o sea, los que con valor actual compongan o integren el
contenido de la hoja o registro particular abierto a la finca de que se trate(8).
7. Como se ha sealado en el rubro ANTECEDENTE REGISTRAL, se ha
determinado que el predio sobre el que recaen los actos materia de la rogatoria, no
consta inscrito, lo que constituye el supuesto bsico para la procedencia de inscripcin
de la primera de dominio la que se efectuar a travs de la inmatriculacin.
En efecto, la naturaleza de los inmuebles inmatriculados es precisamente,
carecer de un soporte causal en otro anterior, por tanto, la inmatriculacin de un
inmueble se encuentra expresamente exceptuada de la aplicacin del principio de tracto
sucesivo conforme lo prescribe el artculo 2015 del Cdigo Civil(9) y el numeral VI(10)
del Ttulo Preliminar del Reglamento General de los Registros Pblicos.
En consecuencia, en el caso bajo examen siendo que el predio submateria no
consta registrado, no resulta posible efectuar la confrontacin y determinacin de la
adecuacin y existencia de tracto sucesivo del ttulo por cuanto no existe una partida o
partidas vinculadas directamente con este.
En forma complementaria deber recurrirse a las partidas en las que constan
registradas las facultades de los representantes de las personas naturales o jurdicas que
intervienen en los actos o contratos objetos de solicitud de inscripcin.
pagarse de acuerdo al siguiente detalle (...). Sulliden declara que el pago del precio se
efecta por las concesiones mineras en su conjunto, segn relacin contenida en el
anexo I, y la propiedad de los terrenos superficiales que se indican en forma referencial
en el anexo I-A....
Finalmente, en el numeral 4.6 de la clusula 4 del precitado contrato, se indica
que En tanto Sulliden no cancele el precio total de la venta establecido en la clusula
tercera, de conformidad con el artculo 1119 del Cdigo Civil, una hipoteca legal sobre
las concesiones se inscribir de pleno derecho. Las partes se comprometen a suscribir y
formalizar diligentemente, una vez pagado el ntegro del precio, todos los documentos
que fueran necesarios con el fin de levantar dicha hipoteca legal de las partidas de las
concesiones mineras.
Como podr apreciarse de lo estipulado en las clusulas de la escritura referida
previamente, existe contradiccin respecto a la naturaleza del contrato por el cual se
transfiere la propiedad de los terrenos superficiales (predios), pues en la clusula
segunda se estipula que las transferencias de dichos terrenos se efectan a ttulo gratuito
y acorde con ello el precio est referido solamente a la transferencia de las concesiones
mineras, conforme se indica en la primera parte de la clusula tercera y en el numeral
4.6 de la clusula cuarta, en donde expresamente se solicita la constitucin de hipoteca
legal solamente sobre las concesiones mineras; en tanto que en la parte final de la
clusula tercera se indica que el pago del precio se efecta por las concesiones mineras,
en su conjunto, y por la propiedad de los terrenos superficiales.
En consecuencia, corresponde que se aclare las referidas clusulas contractuales
a fin de determinar la naturaleza del contrato a travs del cual se transfieren las
propiedades superficiales. Cabe sealar que de tratarse de una donacin deber
cumplirse con el requisito de validez de dicho acto jurdico segn se ha indicado en el
ltimo prrafo del punto 12 del anlisis de la presente resolucin.
14. De otro lado, de conformidad con lo prescrito por el artculo 9(16) del
Reglamento General de los Registros Pblicos, deber cumplirse con presentar
testimonio o parte notarial de la escritura pblica del 5 de octubre de 1997 otorgada ante
el notario Luis Martn Miranda Llaque, dado que la copia legalizada obrante en el ttulo,
no cumple con la formalidad exigida por el artculo citado; siendo este el documento
que contiene la descripcin del inmueble materia de la solicitud de inmatriculacin.
15. Asimismo, se aprecia que se ha presentado copia simple de los planos de
ubicacin y perimtrico del predio as como de la memoria descriptiva visados por el
PETT, por lo que resulta necesario se adjunte original o copia legalizada(17) de los
referidos documentos.
16. La presente resolucin se expide en mrito a la Resolucin N 010-2004SUNARP/SN del 19 de febrero de 2004, mediante la cual se designa a la Primera Sala
del Tribunal Registral para conocer el recurso venido en grado.
Estando a lo acordado por unanimidad;
VII.
RESOLUCIN
DECISIN IMPUGNADA
judicial es anterior a la inscripcin del acuerdo de escisin. artculo 2011 del Cdigo
Civil y 32 del Reglamento General de los Registros Pblicos. Lima, 2 de agosto de
2002.
III.
FUNDAMENTOS DE LA APELACIN
ANTECEDENTE REGISTRAL
Interviene como vocal ponente la Dra. Martha Silva Daz, con el informe oral
del abogado Dr. Juan Luis Hernndez Gazzo.
De lo expuesto y del anlisis del caso, a criterio de esta Sala, las cuestiones en
discusin son:
- Si la calificacin de la escisin que se solicita inscribir, debe comprender no
solo el estudio de las partidas correspondientes a las sociedades involucradas
directamente con el acto a inscribir, sino tambin a la partida de una sociedad distinta,
cuya escisin previa dio origen a la constitucin de una de las partidas precitadas.
- En todo caso, determinar si la medida cautelar genrica anotada en la sociedad
distinta, cuya escisin dio origen a la constitucin de una de las sociedades involucradas
directamente con el acto a inscribir, constituye un obstculo para la inscripcin del acto
solicitado.
- Si el ttulo presentado se adecua a las normas legales y reglamentarias que
regulan la escisin.
VI.
ANLISIS
RESOLUCIN
N 292-2003-SUNARP-TR-L del 9 de mayo de 2003, Resolucin N 307-2003SUNARP-TR-L del 16 de mayo de 2003, Resolucin N 268-2004-SUNARP-TR-L del
30 de abril de 2004 y aprobado como precedente en la sesin del Octavo Pleno del
Tribunal Registral de la SUNARP Res. N 040-2004-SUNARP/SA).
(El Peruano 01 de octubre de 2004)
RESOLUCIN N 292-2003-SUNARP-TR-L
SUNARP
TRIBUNAL REGISTRAL
Lima, 9 de mayo de 2003
APELANTE :
OSCAR RAFAEL GUTIRREZ VIZCARRA
TTULO
:
N 221267 DEL 25 DE NOVIEMBRE DE 2002
HOJA DE TRMITE :
N 7506 DEL 13 DE FEBRERO DE 2003
REGISTRO :
REGISTRO DE PROPIEDAD INMUEBLE DE LIMA
ACTO :
CADUCIDAD DE HIPOTECA
SUMILLA :
CADUCIDAD DE HIPOTECA
Conforme al artculo 3 de la Ley N 26639, las inscripciones de las hipotecas se
extinguen a los 10 aos de las fechas de las inscripciones, si no fueran renovadas, y
cuando se trata de gravmenes que garantizan crditos, se extinguen a los 10 aos de la
fecha de vencimiento del plazo del crdito garantizado.
I.
ACTO CUYA INSCRIPCIN SE SOLICITA Y DOCUMENTACIN
PRESENTADA
Mediante el ttulo materia de grado el apelante solicita la cancelacin de la
hipoteca inscrita en el asiento d-2) de la Ficha N 1307807 del Registro de Propiedad
Inmueble de Lima, correspondiente al Lote 10 de la Manzana A, urbanizacin
Monterrico Sur Primera Etapa, Santiago de Surco, por haber transcurrido ms de 10
aos desde el vencimiento del plazo del crdito garantizado. Adjunta para ello,
Declaracin Jurada suscrita por Oscar Rafael Gutirrez Vizcarra con firma certificada
por la notaria de Lima, Dra. Ana Mara Alzamora Torres el 25 de noviembre de 2002, al
amparo del artculo 3 de la Ley N 26639.
II.
DECISIN IMPUGNADA
FUNDAMENTOS DE LA APELACIN
ANTECEDENTE REGISTRAL
ANLISIS
PRIMERO: Consta del ttulo archivado N 68876 del 5 de julio de 1991 -que
diera mrito al asiento d-2) de la ficha N 1307807 materia de cancelacin-, que
mediante escritura pblica de mutuo con garanta hipotecaria del 4 de julio de 1991,
otorgada por Julio Alfredo Romaa Herrera y su cnyuge, Sabina Elsa Zegarra Ponce e
Ivn Gustavo Hugo Villar Prez y autorizada por el notario de Lima Dr. Jaime
Alejandro Murguia Cavero, los primeros constituyeron hipoteca en favor del segundo
hasta por la suma de US $ 20,000 para garantizar el pago del dinero mutuado (US $
17,900.00).
Asimismo, conforme al ttulo archivado N 66898 del 30 de mayo de 1994 que
dio mrito a la extensin del asiento d-5) de la ficha N 1307807, aparece que se cedi
la acreencia por un monto liquidado de $ 17,900.00 en favor de Hctor Ali Ali, segn
escritura pblica del 26 de mayo de 1994, notario de Lima Dr. Jaime Alejandro Murguia
Cavero.
SEGUNDO: En la minuta contenida en la referida escritura pblica del 4 de julio
de 1991 se aprecia que, en la clusula primera se precis que la entrega del prstamo o
mutuo en efectivo se efectuar a la inscripcin de la escritura pblica originada por la
presente minuta. Agregando seguidamente que, de acuerdo a los artculos 1428 y 1653
del Cdigo Civil en el improbable caso que los mutuantes incumplan con la entrega en
la oportunidad convenida, los mutuatarios podrn solicitar el cumplimiento o resolver el
contrato adems de exigir indemnizacin por daos y perjuicios.
En la clusula tercera las partes convinieron en que el importe del capital
mutuado y referidos en la clusula primera ms los intereses compensatorios ser
devuelto a los mutuantes en el plazo mximo de 180 das calendario siguientes a la
fecha de entrega del prstamo, los mismos que estarn representados por seis letras de
cambio de vencimientos escalonados y consecutivos de 30 das cada una, siendo el
vencimiento de la primera letra de cambio a los treinta das calendario siguientes de
recibida la suma mutuada (...).
TERCERO: El artculo 1112 del Cdigo Civil establece que la extincin de la
hipoteca se produce por extincin de la obligacin que garantiza, anulacin, rescisin o
resolucin de dicha obligacin, renuncia escrita del acreedor, destruccin total del
inmueble, consolidacin, y a tenor de la Ley N 26639, por caducidad.
CUARTO: El artculo 3 de la Ley N 26639 establece que, las inscripciones de
las hipotecas (...) se extinguen a los 10 aos de las fechas de las inscripciones, si no
fueren renovadas, y cuando se trata de gravmenes que garantizan crditos, se extinguen
a los 10 aos de la fecha de vencimiento del plazo de crdito garantizado.
QUINTO: En este sentido, la extincin por caducidad, acorde con la norma
sobre la materia, requiere necesariamente que el registrador verifique el transcurso del
plazo a partir de una fecha determinada, cual es, la del vencimiento del plazo del crdito
garantizado con ella.
A este efecto, corresponde determinar los alcances del contrato inscrito en el
asiento d-2) de la ficha 1307807.
SEXTO: As, la clusula tercera del referido contrato establece que la devolucin
de la suma mutuada deba producirse en el plazo mximo de 180 das calendario
siguientes a la fecha de entrega del prstamo, por lo que debe, a su vez, determinarse la
fecha de entrega del prstamo. La clusula primera, en ese sentido, precis que la
RESOLUCIN
TENDENCIAS JURISPRUDENCIALES
DERECHO CONSTITUCIONAL LABORAL
I. CONCEPTOS GENERALES
II. ESTABILIDAD LABORAL
III. CONDICIONES DE TRABAJO
IV. CONCLUSIN DE LA RELACIN LABORAL: Reposicin e indemnizacin
V. BENEFICIOS SOCIALES
I. CONCEPTOS GENERALES
Conceptos previos.- Esta primera parte trata sobre algunos derechos principales o
principios en materia laboral, sobre los cuales se ha pronunciado el Tribunal
Constitucional, como el derecho a la igualdad (la no discriminacin) o la primaca de la
realidad. Aun respecto a estos temas la crtica subsiste sobre si no deberan ser
conocidos por los jueces laborales ordinarios. Lo dejamos a criterio del lector.
1. Igualdad y proteccin del impedido fsico
Expediente N :
363-97-AA/TC Lima
Fecha :
03/04/98
La condicin de impedido fsico que el actor pudiera tener no faculta ni
autoriza impunidad o irresponsabilidad con los deberes y obligaciones que surgen de
una relacin de trabajo, sino nicamente un tratamiento especial en cuanto a las
condiciones de acceso, desenvolvimiento y permanencia en el centro donde se realiza la
prestacin del trabajo.
Comentario
Un trabajador con impedimento fsico, a los efectos laborales, solo se distingue
en los aspectos vinculados con las consecuencias de su impedimento, esto es, acceso y
desenvolvimiento en el centro de trabajo, mas no con el tratamiento que se le deba dar
al igual que a los otros trabajadores. Nada justifica un trato diferenciado respecto a las
obligaciones laborales que deba cumplir en ejercicio de sus funciones y los derechos
que le correspondan.
2. Trato discriminatorio: Calificacin de trabajadores bajo estndares distintos de
evaluacin
Expediente N :
535-2000-AA/TC - Lima
Fecha :
12/08/2002
Si un grupo de trabajadores es evaluado en fecha distinta de la de otro grupo de
trabajadores de la misma institucin, ello no supone que exista un atentado contra el
principio de igualdad ante la ley. En tanto, s implica un trato discriminatorio el que se
someta a uno de estos grupos a reglas distintas de las del otro sin que exista algn
elemento objetivo que permita justificar una diferencia de trato.
Comentario
Como se seala aqu, no puede considerarse como discriminacin que la
evaluacin de los trabajadores se realice en fecha distinta, siempre que se trate de la
misma evaluacin. Si no fuera as y se establecieran reglas diferentes entre los grupos
de trabajadores, sin que exista una justificacin objetiva y clara, se configuraria un acto
discriminatorio.
3. Corroboracin del vnculo laboral: Por abandono de trabajo
Expediente N :
1145-99-AA/TC - Cusco
Fecha :
30/05/2000
La entidad demandada, al expresar que el demandante, por el hecho de haber
incurrido en inasistencia a su centro de trabajo por tiempo superior a tres das
consecutivos hizo abandono de trabajo, ha corroborado de esta manera la naturaleza del
vnculo laboral del demandante, vale decir, su condicin de trabajador permanente,
nico caso en el que cabe la figura del abandono de trabajo, la misma que se tipifica
como falta grave disciplinaria prevista en el artculo 28 del Decreto Legislativo N 276.
Consecuentemente, el demandante se encontraba dentro de los alcances de la Ley N
24041 y solo poda ser cesado o destituido por falta grave, previo proceso disciplinario,
de conformidad con el Decreto Legislativo citado y su Reglamento aprobado por el
Decreto Supremo N 05-90-PCM.
Comentario
Como se aprecia en la sentencia, no puede negarse la condicin de trabajador del
demandante si es que, a la vez, se le responsabiliza de haber cometido la falta grave de
abandono de trabajo, pues esta es una figura netamente laboral.
4. Discriminacin: Discapacitado despedido
Expediente N :
324-99-AA-TC-Tacna
Fecha :
09/07/99
Expediente N :
640-2000 AA/TC
Fecha :
13/12/2000
La clausura de un local comercial que cambie del giro que fuera objeto de la
licencia de funcionamiento no vulnera el derecho de libertad de trabajo, puesto que el
ejercicio de este derecho se enmarca en lo legalmente admisible.
La libertad de trabajo que alega el demandante no se encuentra vulnerada, en
vista de que esta consiste en la libre determinacin de cada persona para dedicarse a una
o ms actividades que pudiera desarrollar para su realizacin personal con sujecin a la
ley, y de autos no consta que la municipalidad emplazada le hubiese limitado o
restringido dicha libertad... el demandante no ha probado que la entidad emplazada (la
Municipalidad Provincial de Ilo) haya obrado arbitrariamente... al realizar sus
inspecciones en el local del demandante... (y proceder) a clausurar dicho local.
Comentario
En este caso, la Municipalidad no ha vulnerado la libertad de trabajo del
demandante pues en su oportunidad le otorg la licencia de funcionamiento para que
pueda realizar actividades en su local comercial y el hecho de que se haya clausurado
este ltimo, no implica en absoluto una transgresin a su derecho a la libertad de
trabajo. La Municipalidad ha procedido con arreglo a sus atribuciones, fiscalizando al
demandante en el mbito administrativo, luego de que ste hiciera efectiva su libertad
de trabajo en el mbito constitucional.
En este caso no existe una relacin laboral a plazo indeterminado por tratarse de
un encargo dado al demandante para cubrir temporalmente una plaza de docente de la
cual no era titular, es decir una vinculacin de carcter determinado que no permite
alegar estabilidad laboral.
2. Carrera administrativa: Trabajadores comprendidos
Expediente N :
385-96-AA/TC -Arequipa
Fecha :
18/09/1996
En congruencia con los fundamentos anteriores y habindose acreditado en
autos que la situacin laboral de la agraviada era la de un funcionario de confianza, no
le alcanza el derecho a la estabilidad laboral establecido por el artculo 100 del Decreto
Supremo N 005-90-PCM; razn por la cual no puede aducirse que hubo despido
arbitrario (...) las acciones de garanta proceden en los casos que se violen o
amenacen los derechos constitucionales por accin o por omisin, de actos de
cumplimiento obligatorio; lo que no ha sucedido en el caso de litis.
Expediente N :
501-96-AA/TC-Piura
Fecha :
01/12/97
No estn comprendidos en la carrera administrativa los servidores pblicos
contratados, ni los funcionarios que desempean cargos de confianza... y habindose
acreditado en autos que la situacin laboral de la actora era la de un funcionario de
confianza, no le alcanza el derecho a la estabilidad laboral establecido por el artculo
100 del Decreto Supremo N 005-90-PCM; razn por la cual no puede aducirse que
hubo despido arbitrario.
Comentario
El derecho a la estabilidad laboral no alcanza a los funcionarios que desempean
cargos de confianza, debido a que sus labores se originan en el nexo de confianza
existente con el funcionario que los nombr. As, la confianza que sustenta el
desempeo del cargo es un elemento subjetivo, y cuando se pierde, carece de sentido
mantener la relacin con el funcionario, por lo cual no puede hablarse aqu de
estabilidad laboral alguna.
4. Violacin al principio de estabilidad laboral
Expediente N :
1112-98-AA/TC
Fecha :
21/01/99
La falta grave imputada al trabajador no estaba tipificada, por cuanto en la carta
que le fue dirigida por el empleador se le atribua la "disminucin de la productividad",
cuando la ley laboral seala como causal de despido "la disminucin deliberada y
reiterada en el rendimiento de las labores o del volumen o de la calidad de produccin".
Esta falta de precisin de la causa de despido no permiti al trabajador ejercer
eficazmente su derecho de defensa, que junto con la tipicidad de la falta son aspectos
constitutivos del derecho a un debido proceso, amparado en la Constitucin, y su
Expediente N :
567-97-AA/TC
Fecha :
03/03/98
El inciso g) del artculo 23 del Estatuto de la Universidad demandada establece
como una de las obligaciones de los profesores universitarios presentar informes cuatro
veces al ao sobre el desarrollo de su labor docente, de investigacin, consejera y de
proyeccin universitaria; y que en el caso del demandante, pese a estar obligado a
preparar y presentar cuatro informes al ao sobre el desarrollo de su labor lectiva y no
lectiva, no present ningn informe. En consecuencia, la demanda resulta infundada en
razn que la Universidad demandada actu con arreglo a las atribuciones que la Ley
Universitaria y su Estatuto Universitario le confieren, no habiendo vulnerado los
derechos constitucionales invocados.
Comentario
Cuando al demandante se le modifica su condicin de profesor a tiempo
completo por la de tiempo parcial, por no haber cumplido con las obligaciones
establecidas por la universidad respecto a los informes que deba presentar, no se
produce vulneracin alguna del derecho constitucional al trabajo, en el sentido de que se
haya limitado el ejercicio de sus derechos constitucionales o que se haya desconocido y
rebajado su dignidad como trabajador. La universidad actu conforme a ley, sin cometer
acto arbitrario alguno.
5. Disposicin de derechos laborales: Por coaccin del empleador
Expediente N :
2906-2002-AA/TC-Arequipa
Fecha :
20/01/2004
Debe distinguirse entre la rebaja de categora, la rebaja de sueldo y la rotacin
del trabajador de un rea a otra; en los dos primeros casos, evidentemente se trata de
hechos que no pueden ni deben ser tolerados en nuestro ordenamiento jurdico, pues
estn en abierta contradiccin con el artculo 23 de la Constitucin, y es concordante
con su artculo 26, inciso 2), que dispone que constituye un principio de la relacin
laboral el carcter irrenunciable de los derechos reconocidos por la Constitucin y la
ley, principio que no ha sido respetado en autos, razn por la cual cabe amparar la
demanda en tal extremo... habiendo manifestado el demandante su disposicin a ser
trasladado a otra rea de trabajo, dentro de su categora, lo que fue aceptado por la
emplazada, como aparece de la Clusula Tercera del Acta, no puede pretender sustraerse
a las consecuencias de sus actos.
Comentario
Si bien un trabajador se encuentra, en una situacin de subordinacin respecto al
empleador, ello no significa que pueda ceder y disponer de los derechos laborales que le
otorga el ordenamiento constitucional y legal, como consecuencia de coaccin u otro
motivo, pues cuenta con derechos irrenunciables que no pueden tornarse en
renunciables solamente porque haya otorgado su consentimiento para que sus
condiciones laborales sean modificadas.
6. Libertad de trabajo: Destacamento por motivos de salud
Expediente N :
156-97-AA/TC Arequipa
Fecha :
28/10/97
La peticin de la accionante ha sido atendida parcialmente, dado que si bien no
ha sido reasignada a la ciudad de Arequipa, se le han brindado las facilidades que han
estado al alcance de los demandados, para que la actora pueda ser atendida
mdicamente al ser destacada a un lugar ms cercano... la demandante no ha
demostrado que se le haya transgredido algn derecho de rango constitucional.
Comentario
Un trabajador no puede pretender que cualquier falta de ndole laboral sea
considerada como un atentado contra la libertad de trabajo, a los efectos de la
interposicin de una accin de amparo. El hecho de que la demandante haya sido
trasladada de su centro de trabajo en la ciudad de Arequipa no afecta su libertad de
trabajo, a pesar de que existan motivos de salud que la vinculen con dicha ciudad, pues
no se le est privando de la posibilidad de trabajar adems de que el empleador le otorga
las facilidades respectivas para su atencin mdica.
7. Libertad de trabajo: No permitir el ingreso
Expediente N :
616-96-AA/TC La Libertad
Fecha :
30/06/97
Si el demandante adquiri legtimamente una accin nominativa proveniente de
un socio de la Empresa de Transporte Seor de los Milagros, le corresponde el derecho
a ser transportista con una unidad operativa que no es de la empresa sino propiedad del
socio o de un tercero, resultando cualquier actitud contraria, transgresora de su derecho
como socio... la negativa de la demandada de permitir el ingreso del demandante a
laborar con la unidad vehicular de su propiedad, adems de ratificar la violacin del
derecho mencionado (derecho de asociacin), transgrede igualmente su libertad de
trabajo, por lo que es deber de este colegiado reponer las cosas al estado anterior al de la
violacin o amenaza de violacin de los derechos constitucionales invocados.
Comentario
En este caso se aprecia una afectacin de la libertad de trabajo pues no existi
ninguna razn para privar al demandante de ejercer la actividad, al encontrarse
autorizado como nuevo socio de la empresa de transporte para laborar con la unidad
vehicular de su propiedad. Existe vulneracin del derecho a la libertad de trabajo as
como al derecho de asociacin.
8. Derecho a la libertad de trabajo: Afectado por prohibicin de trnsito
Expediente N :
202-2000-AA/TC - Lima
Fecha :
29/01/2002
Queda acreditada la afectacin del derecho constitucional de la demandante,
pues al impedirse que sus trabajadores transiten libremente por la va que da acceso al
cumplen todos los requisitos proceder el despido, sin que se haya vulnerado el derecho
a la libertad de trabajo.
V. BENEFICIOS SOCIALES
Conceptos previos.- Los beneficios sociales son aquellos conceptos que perciben los
trabajadores como contraprestacin a su trabajo, que pueden tener origen en la ley o el
contrato, pudiendo variar la oportunidad y el monto del pago, as como su carcter
obligatorio o voluntario. Constituye una de las principales pretensiones en los procesos
laborales.
1. Beneficios sociales
Expediente N :
116-97-AA/TC-Ucayali
Fecha :
19/03/98
La accin de amparo no es la va pertinente para solicitar un mejor derecho
pensionario, ya que en rigor ello es lo que se pretende... respecto del extremo del
petitorio referente al pago de reintegro de liquidacin de beneficios sociales, reintegro
de incentivos por renuncia voluntaria y otros conceptos que se reclaman, la demandante
deber hacer valer el derecho que le corresponda en la va judicial ordinaria pertinente.
Comentario
La accin de amparo es un remedio contra las vulneraciones y amenazas frente a
derechos de orden constitucional, esto es, una va residual que constituye una medida de
urgencia para solicitar el cese de la vulneracin o amenaza de vulneracin del derecho
constitucional, la cual, al no contar con estacin probatoria no debera ser utilizada para
reclamar el pago de beneficios sociales, pues no se puede probar en ella la exigibilidad
del pago de las acreencias que se reclaman.
2. Cobro de beneficios sociales: Convalidacin del cese
Expediente N :
534-97-AA/TC-Lima
Fecha :
11/11/97
El actor ha efectivizado el cobro de sus beneficios sociales as como la
compensacin extraordinaria, de conformidad con lo facultado por el artculo 2 del
Decreto Ley N 25636, que autoriz el proceso de racionalizacin en el Instituto
Peruano de Seguridad Social, lo que en suma, acredita que se someti expresa y
voluntariamente a los alcances de dicha norma legal... y que ha convalidado su cese
laboral, razn por la que este Colegiado considera que resulta improcedente la presente
accin de garanta.
Comentario
Comentario
Como ya hemos sealado, la accin de amparo no puede utilizarse
indiscriminadamente para reclamar derechos laborales cuando existe una va pertinente
para efectuar dicho reclamo; ms an si es que el derecho laboral reclamado (pago de
remuneraciones) requiere ser acreditado en el proceso, lo que no puede hacerse en una
accin de amparo.
Juan Pablo Apolaya
DERECHO CONSTITUCIONAL
PROTECCIN CONSTITUCIONAL FRENTE AL DESPIDO Restitucin del
trabajador en su centro laboral
PROCEDENCIA DE HBEAS DATA Acceso a la informacin de uso de recursos de
posta mdica
causal de improcedencia, toda vez que las acciones tutelares alcanzan su objetivo con la
dilucidacin del conflicto de intereses como expresin del valor justicia, conforme al
artculo 15 de la Ley N 25398 y al artculo III del Ttulo Preliminar del Cdigo
Procesal Civil, aplicable en forma supletoria; por lo tanto, procede emitir
pronunciamiento sobre el fondo de la controversia.
3. La demandada alega que la pretensin de la recurrente, esto es, que se ordene
su reincorporacin en el puesto de trabajo que desempeaba, no sera posible atenderla a
travs de la accin de amparo, toda vez que al haberla despedido en aplicacin del
artculo 34 del Decreto Supremo N 003-97-TR, Ley de Productividad y Competitividad
Laboral, en concordancia con el artculo 27 de la Constitucin Poltica del Per, solo
procedera el pago de una indemnizacin.
4. El trabajo, base del bienestar social y medio de realizacin de la persona, es
un derecho fundamental consagrado en el artculo 22 de la Constitucin y, como tal,
corresponde al Estado garantizar su plena vigencia. En armona con ello, el artculo 27
de la Constitucin prescribe que "La ley otorga al trabajador adecuada proteccin contra
el despido arbitrario", sin que ello suponga consagrar el derecho a la estabilidad laboral
absoluta; es decir, que solo se reconoce el derecho del trabajador a la "adecuada
proteccin" contra el despido arbitrario.
5. Como lo ha sealado este Colegiado en la sentencia 976-2001-AA/TC, la
diversidad de formas como el legislador puede desarrollar el contenido del derecho en
referencia puede ser abordada desde dos perspectivas: por un lado, a travs de un
rgimen de carcter "sustantivo" y, por el otro, a travs de un rgimen de carcter
"procesal". Este ltimo consiste en el establecimiento, mediante ley, de un rgimen de
proteccin jurisdiccional contra el despido arbitrario que, en algunas oportunidades,
puede encontrarse estrechamente relacionado con el rgimen sustantivo, pero que, en
otros, tambin puede tener un alcance totalmente independiente:
a) En efecto, un modelo de proteccin procesal, estrechamente ligado al rgimen
de proteccin sustantiva (de carcter reparador), es lo que sucede con la accin
indemnizatoria o, excluyentemente, la accin impugnatoria de despido (con excepcin
del supuesto de despido "nulo") en el mbito de la jurisdiccin ordinaria. En tal
supuesto, el rgimen de proteccin procesal se encuentra inexorablemente vinculado a
lo dispuesto por el Decreto Legislativo N 728, pues, de advertirse que el despido del
que fue objeto un trabajador fue arbitrario, el juez laboral solo podr tutelar el derecho
conforme a lo que en dicha legislacin se prev; es decir, ordenar el pago de la
indemnizacin correspondiente. Se trata de un sistema de proteccin adecuada contra el
despido arbitrario que tiene una eficacia resarcitoria y, como tal, se trata de un derecho
que nuestro ordenamiento jurdico reconoce al trabajador, tal como se desprende, por lo
dems, de la propia ubicacin estructural asignada al artculo 34 dentro del Decreto
Legislativo N 728.
b) Puede establecerse, tambin, un modelo de proteccin procesal o
jurisdiccional con alcances diferentes. Es decir que, en vez de prever una eficacia
resarcitoria, pueda establecerse una va procesal de eficacia restitutoria. Es lo que
sucede con el rgimen de proteccin procesal previsto a travs del proceso de amparo
constitucional. Por la propia finalidad del amparo, la proteccin procesal contra el
despido arbitrario no consiste, como s ocurre en las acciones incoadas en la jurisdiccin
que presentarse con un responsable de la posta mdica del asentamiento humano para la
entrega de lo solicitado, argumentando que, por tratarse de documentos internos, no
podan salir de dicho lugar.
La Procuradora Pblica a cargo de los Asuntos Judiciales del Ministerio de Salud
contesta la demanda sealando que el actor no ha cumplido el requisito de
procedibilidad exigible para el ejercicio de la accin, toda vez que, tratndose de la
accin de hbeas data, necesariamente debe satisfacerse el trmite de requerimiento por
conducto notarial con una antelacin no menor de quince das calendario.
El Director Ejecutivo de la Unidad Territorial de Salud de La Caleta contesta la
demanda, y la contradice aduciendo que no ha existido la intencin de denegar dicha
solicitud, ya que al recurrente se le explic sobre el uso del 10% por la venta de
MEDIN- SISMED, precisndose que el respectivo porcentaje es exclusivamente para el
servicio de farmacia, no pudindose darle otro fin conforme a la Resolucin Ministerial
N 1753-2002-SA/DM, Directiva del Sistema Integrado de Suministro de
Medicamentos Insumos Mdico Quirrgico- SISMED; agregando que cit al recurrente
para otorgarle por escrito dicha informacin, a la cual no acudi.
El Cuarto Juzgado Civil de Chimbote, con fecha 09 de mayo de 2003, declara
improcedente la demanda, por considerar que el recurrente no ha cumplido con agotar la
va previa.
La recurrida confirma la apelada con los mismos argumentos.
FUNDAMENTOS
1. El recurrente pretende que la emplazada le proporcione informacin sobre el
destino del 10% de las utilidades que provienen de la farmacia de la posta mdica del
asentamiento humano Esperanza Baja.
2. Dos son los argumentos que esgrimen las resoluciones recurridas para
desestimar la pretensin. Por un lado, que no se habra cumplido con requerir
notarialmente a la emplazada; y, por otro, que tampoco se habra seguido el
procedimiento administrativo regulado por el artculo 11 de la Ley N 27806.
3. Respecto a que no se habra cumplido con requerir notarialmente a la
emplazada, de autos se ha podido corroborar que ello no ha sucedido. No obstante,
tambin se observa que el recurrente present una solicitud simple a la emplazada,
requirindole la informacin mencionada en los antecedentes de esta sentencia.
La cuestin, por tanto, es dilucidar si, pese a haberse cumplido con el propsito
de la ley esto es, que antes de iniciarse una accin judicial, se requiera
administrativamente la informacin solicitada, el solo hecho de que ese requerimiento
no haya sido efectuado por conducto notarial, impide que el juez pueda expedir una
sentencia sobre el fondo.
4. Aunque en lnea de principio se acepta que las normas procesales
constitucionales limitan la actividad de los jueces, la interpretacin y aplicacin de esas
normas debe efectuarse conforme a la Constitucin y, fundamentalmente, a los derechos
fundamentales. Esto quiere decir que si, a travs de la ley, se pretende alcanzar un
objetivo bajo el cumplimiento de determinadas formalidades, y que esos mismos fines
se alcanzan, aunque no siguindose la formalidad prevista, entonces una interpretacin
y aplicacin de la ley de conformidad con los derechos fundamentales no puede arrojar
un resultado que reste eficacia prctica al ejercicio del derecho fundamental. Hacerlo
supondra admitir que los derechos fundamentales valgan en el mbito de la ley, y no a
la inversa, esto es, que las leyes valgan en el mbito de los derechos fundamentales,
como debe ser en un Estado constitucional de derecho, en el que precisamente esos
derechos fundamentales constituyen su sistema material de valores.
En ese sentido, este Tribunal considera que, en el caso, no era de aplicacin el
inciso c) del artculo 5 de la Ley N 26301, pues conforme se advierte a fojas 2, el
actor cumpli, mediante una solicitud simple, con comunicarle a la emplazada la
informacin que requera.
5. Asimismo, la recurrida ha sostenido que el actor no habra cumplido el
procedimiento administrativo a que se refiere el artculo 11 de la Ley N 27806 (Ley de
Transparencia y Acceso a la Administracin Pblica), que establece:
El acceso a la informacin pblica se sujeta al siguiente procedimiento: a) Toda
solicitud de informacin debe ser dirigida al funcionario designado por la entidad de la
Administracin Pblica para realizar esta labor. En caso de que este no hubiera sido
designado, la solicitud se dirige al funcionario que tiene en su poder la informacin
requerida o al superior inmediato; b) La entidad de la Administracin Pblica a la cual
se haya presentado la solicitud de informacin deber otorgarla en un plazo no mayor de
siete (7) das tiles; plazo que se podr prorrogar en forma excepcional por cinco (5)
das tiles adicionales, de mediar circunstancias que hagan inusualmente difcil reunir la
informacin solicitada. En este caso, la entidad deber comunicar por escrito, antes del
vencimiento del primer plazo, las razones por las que har uso de tal prrroga; de no
hacerlo se considera denegado el pedido.
En el supuesto de que la entidad de la Administracin Pblica no posea la
informacin solicitada y de conocer su ubicacin y destino, esta circunstancia deber ser
puesta en conocimiento del solicitante; (...) d) De no mediar respuesta en los plazos
previstos en el inciso b), el solicitante puede considerar denegado su pedido; (...) f) Si la
apelacin se resuelve en sentido negativo, o la entidad correspondiente no se pronuncia
en un plazo de diez (10) das tiles de presentado el recurso, el solicitante podr dar por
agotada la va administrativa; g) Agotada la va administrativa, el solicitante que no
obtuvo la informacin requerida podr optar por iniciar el proceso contenciosoadministrativo, de conformidad con lo sealado en la Ley N 27584 u optar por el
proceso constitucional del hbeas data, de acuerdo a lo sealado por la Ley N 26301.
6. En el caso de autos, conforme se aprecia del documento obrante a fojas 2, el
recurrente remiti su solicitud de informacin al Director del Hospital de La CaletaChimbote. No obstante, la recurrida ha considerado que era preciso, incluso, acudir a la
Direccin Regional de Salud de Ancash, superior jerrquico de la autoridad
administrativa demandada.
Sobre el particular, el Tribunal Constitucional considera que, en el caso, se ha
pretendido exigir el trnsito por una instancia administrativa que no era la competente,
pues, como precisa el inciso a) del referido artculo 11 de la Ley N 27806: Toda
solicitud de informacin debe ser dirigida al funcionario designado por la entidad de la
Administracin Pblica para realizar esta labor. En caso de que este no hubiera sido
designado, la solicitud se dirige al funcionario que tiene en su poder la informacin
requerida o al superior inmediato.
Y es que, de conformidad con la Ley N 27806, toda entidad pblica est en la
obligacin de disponer una oficina en la que se preste la informacin solicitada y, en
caso de que no la hubiera, esas solicitudes deberan resolverse alternativamente, bien
por el funcionario que tiene en su poder la informacin, bien por el superior inmediato
de este.
En el caso de autos, el recurrente solicit la informacin al funcionario que la
tena en su poder, de modo que satisfizo el procedimiento establecido por el artculo 11
de la Ley N 27806 y, por tanto, corresponde expedir una sentencia sobre el fondo.
7. La emplazada ha alegado que la informacin requerida iba a ser entregada el
13 de febrero de 2003, pero que el recurrente no se aperson; en tanto que este ha
alegado que la informacin requerida simplemente se le deneg, entre otro tipo de
razones, argumentndose que era documentacin interna del nosocomio y que l no
haba acreditado tener la representacin del asentamiento humano.
Cualquiera que sea el caso, ninguno de estos criterios constitucionalmente
justifica la denegatoria de la informacin ni est en consonancia con un derecho
constitucional, como el de acceso a la informacin pblica, derecho que goza de la
condicin de libertad preferida.
8. En primer lugar, porque entre la fecha de presentacin de la solicitud de
informacin y la de entrega de la informacin requerida, transcurri el plazo de 7 das
para responder a la solicitud, no encontrndose en el supuesto de excepcin
contemplado en el artculo 11 de la Ley N 27806.
En segundo lugar, porque la informacin solicitada mediante la carta de fecha 31
de enero de 2003, respecto al destino del 10% de la venta de farmacia, no es una
informacin que pueda considerarse reservada, confidencial o secreta.
Y, finalmente, porque del hecho de que el recurrente haya solicitado la
informacin alegando su condicin de representante de un pueblo joven, adems de su
condicin de morador, no se deriva exigencia alguna de acreditar su condicin de
representacin. El derecho de acceso a la informacin pblica no est sujeto al
acreditamiento de representacin alguna, por ser un derecho fundamental que lo
titularizan, en principio, las personas naturales (lo que no supone, desde luego, que las
personas jurdicas de derecho privado no lo puedan ejercer).
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le
confiere la Constitucin Poltica del Per
HA RESUELTO
1. Declarar FUNDADO el hbeas data.
2. Ordena que la emplazada informe sobre el destino del 10% de las utilidades
de la farmacia que administra, as como la inversin y el gasto que con esos fondos se
haya podido efectuar.
Publquese y notifquese.
SS. ALVA ORLANDINI; GONZALES OJEDA; GARCA TOMA.
COMENTARIO
El hbeas data como garanta constitucional no puede estar supeditado a la
acreditacin de representacin alguna por parte de la persona que solicita la
informacin, pues no es necesaria para el ejercicio vlido del derecho constitucional a la
informacin, ms an si la informacin no tiene carcter de reservada y el rgano que
cuenta con ella no justifica su negativa para brindarla.
recurrente como nico heredero legal y universal de quien en vida fuera doa Bertha
Yolanda Manrique Soldevilla, fallecida ab intestato en la ciudad de Lima el once de
enero de mil novecientos noventinueve, de quien el recurrente es pariente colateral de
tercer grado en su condicin de sobrino de la causante; b) la declaracin judicial de
nulidad del asiento registral anotado en la partida electrnica nmero once millones cero
sesentinueve mil quinientos diecisis del Registro de Sucesin Intestada de la Oficina
Registral de Lima y Callao en la parte que aparecen como herederas de la de cujus, las
demandadas sobrinas- nietas Luisa Anglica, Marita Marcela, Mara del Pilar y Ana
Cecilia Zavaleta Rez; c) la nulidad del asiento registral anotado en la Partida
Electrnica nmero cuarentiun millones novecientos ochentinueve mil cero veinticinco
del Registro de Propiedad Inmueble de la Oficina Registral de Lima y Callao en la parte
que aparecen como titulares de derechos y acciones sobre el inmueble ubicado en la
Calle Las Garzas nmero ciento ochentiuno distrito de Surquillo las coherederas
demandadas. Tercero: El artculo 122 inciso 4 de Cdigo Procesal Civil establece que
"las resoluciones deben contener la expresin clara y precisa de lo que se decide u
ordena, respecto de todos los puntos controvertidos"; por lo tanto, el incumplimiento de
lo dispuesto en el anotado numeral constituye causal de nulidad contemplada en el
artculo 171 del acotado Cdigo Procesal. Cuarto: En tal sentido, la sentencia de
primera instancia de fecha veintiocho de enero del dos mil dos, corriente a fojas ciento
veinte, que declara fundada en parte la demanda de fojas diecinueve a treintiuno,
subsanada a fojas treinticuatro, interpuesta por don Irving Estuardo Rez Manrique
contra las demandadas Luisa Anglica, Marita Marcela, Mara del Pilar y Ana Cecilia
Zavaleta Rez sobre peticin de herencia, en consecuencia, declara que el actor tiene la
calidad de nico heredero de doa Bertha Yolanda Manrique Soldevilla; sin embargo, se
advierte que el a quo no se pronuncia en forma clara y precisa con respecto a todos los
puntos controvertidos, es decir, con respecto a las pretensiones accesorias; por lo que se
incumple con lo previsto en el artculo 122 inciso 4 del Cdigo Procesal Civil. Quinto:
Asimismo, resulta pertinente anotar que dicha omisin configura la contravencin de las
normas que garantizan el derecho a un debido proceso al no haberse resuelto sobre
todos los extremos de la demanda conforme dispone el anotado numeral; en tal sentido,
dicha infraccin impide a este Supremo Tribunal pronunciarse sobre el recurso de
casacin interpuesto referido a la causal sustantiva consistente en la interpretacin
errnea de una norma de Derecho material. Sexto: En este orden de ideas y a fin de dar
cumplimiento a lo dispuesto por el artculo III del Ttulo Preliminar del Cdigo Procesal
Civil, que establece que "el juez deber atender a que la finalidad concreta del proceso
es resolver un conflicto de intereses o eliminar una incertidumbre, ambas con relevancia
jurdica, haciendo efectivo los derechos sustanciales ...", este Supremo Tribunal
considera que debe declararse fundado el recurso de casacin por la contravencin de
las normas que garantizan el derecho a un debido proceso; y, a su vez, ordenar al juez de
primera instancia expida nuevo fallo resolviendo sobre todos los extremos de la
demanda. 4. DECISION: a) Por las razones anotadas y en aplicacin del articulo 396
inciso 2 acpite 2.3 del Cdigo Procesal Civil: declararon FUNDADO el recurso de
casacin interpuesto por don Irving Estuardo Rez Manrique; en consecuencia, NULA
la sentencia de vista de fojas doscientos diez, su fecha diecisiete de junio de dos mil dos,
expedida por la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, e
INSUBSISTENTE la apelada de fecha veintiocho de enero de dos mil dos de fojas
ciento veinte, que declaraba fundada en parte la demanda de fojas diecinueve a
treintiuno, subsanada a fojas treinticuatro. b) ORDENARON el reenvo de los autos al
juez de primera instancia a fin de que expida nuevo fallo, resolviendo sobre todos los
extremos de la demanda; en los seguidos por doa Luisa Anglica Zavaleta Rez y otros
se puede extender a los terceros de cuyos derechos dependen los de las partes, si
hubieran sido citados con la demanda. La resolucin que adquiere la autoridad de cosa
juzgada es inmutable, sin perjuicio de lo dispuesto en los artculos 178 y 407". De otro
lado, el artculo 370 del Cdigo Procesal Civil establece que "el juez superior no puede
modificar la resolucin impugnada en perjuicio del apelante, salvo que la otra parte
tambin haya apelado o se haya adherido. Sin embargo, puede integrar la resolucin
apelada en la parte decisoria, si la fundamentacin aparece en la parte considerativa.
Cuando la apelacin es de un auto, la competencia del superior solo alcanza a este y a su
tramitacin". Finalmente, el artculo 7 y 12 del Texto nico Ordenado de la Ley
Orgnica del Poder Judicial establecen que "en el ejercicio y defensa de sus derechos,
toda persona goza de la plena tutela jurisdiccional, con las garantas de un debido
proceso. Es deber del Estado, facilitar el acceso a la administracin de justicia
promoviendo y manteniendo condiciones de estructura y funcionamiento adecuados
para tal propsito"; y "Todas las resoluciones, con exclusin de las de mero trmite, son
motivadas, bajo responsabilidad, con expresin de los fundamentos en que se sustentan,
pudiendo estos reproducirse en todo o en parte solo en segunda instancia, al absolver el
grado", respectivamente. Tercero.- A fin de determinar si las instancias de mrito han
incurrido en contravencin de normas que garantizan el derecho al debido proceso es
necesario examinar los autos, de lo que se tiene lo siguiente: 3.1. Por documento
denominado "Contrato de crdito con otorgamiento de garanta hipotecaria" de fecha
treinta de marzo de mil novecientos noventiocho, con firmas certificadas por notario
con fecha siete de abril de mil novecientos noventiocho, la Caja Rural de Ahorro y
Crdito Los Aymaras Sociedad Annima (hoy Caja Rural de Ahorro y Crdito Los
Andes Sociedad Annima) concedi a favor de don Vctor Denis Carrera Choquehuanca
y doa Susana Choquehuanca viuda de Carrera un crdito por la suma de cuarenta mil
nuevos soles. En el mismo acto, Nicols Apaza Calle y Toribia Jurez de Apaza
constituyeron hipoteca a favor de la citada Caja Rural sobre el inmueble de su propiedad
sito en la avenida Santa Rosa nmero doscientos diecisis doscientos veinte, ciudad de
Juliaca, provincia de San Romn - Puno, por la suma de cincuentitrs mil ciento
cincuentisiete nuevos soles con treintin centavos, con la finalidad de garantizar el pago
del capital mutuado, intereses pactados, comisiones, gastos y eventuales costas y costos
judiciales. La garanta fue inscrita en los registros pblicos con fecha quince de abril de
mil novecientos noventiocho, conforme aparece del certificado de gravamen de fojas
trece. 3.2. Por escrito de fojas diecisiete la Caja Rural de Ahorro y Crdito Los Andes
Sociedad Annima interpuso demanda de ejecucin de garantas, solicitando que los
coejecutados Vctor Denis Carrera Choquehuanca, Susana Choquehuanca viuda de
Carrera, Nicols Apaza Calle y Toribia Jurez Pacoricona de Apaza le paguen la suma
de ciento un mil trescientos seis nuevos soles con treintids centavos (capital cuarenta
mil nuevos soles, ms intereses pactados, gastos notariales y administrativos segn
liquidacin de fojas veintisis), bajo apercibimiento de ordenarse el remate del inmueble
otorgado en garanta. 3.3. Por escrito de fojas sesentids el coejecutado Nicols Apaza
Calle contradijo el mandato de ejecucin invocando la causal de inexigibilidad de la
obligacin, hacindola consistir en que los obligados principales nunca recibieron la
suma mutuada sino que esta fue aprovechada por el entonces funcionario de la entidad
ejecutante, Wilfredo Contreras, para cubrir deudas personales. Asimismo, ofreci en
calidad de prueba el expediente penal nmero noventiocho guin cero trescientos dos
sobre delito de fraude en la administracin de personas jurdicas y otros. Igualmente,
por escrito de fojas ochentids, los coejecutados Vctor Denis Carrera Choquehuanca y
Susana Choquehuanca viuda de Carrera formularon contradiccin en los mismos
trminos que su coejecutado Nicols Apaza Calle. 3.4. Mediante resolucin de fecha
veintisiete de marzo de dos mil dos el Segundo Juzgado Mixto declar infundada las
contradicciones formuladas por la parte ejecutada y orden el remate del inmueble
otorgado en garanta. El fundamento principal del a quo para desestimar las
contradicciones formuladas por los citados ejecutados fue que la negacin del
desembolso de dinero corresponde determinar en otra va ms lata, siendo que el ttulo
que contiene la garanta cumple con los requisitos de los artculos 176 de la Ley N
26702 y 1098 del Cdigo Civil. 3.5. Por escrito de fojas ciento cincuentitrs el
coejecutado Nicols Apaza Calle interpuso recurso de apelacin, alegando, adems de la
inexigibilidad de la obligacin sustentada en la negacin del desembolso, la nulidad
formal del ttulo que contiene la garanta por no haber sido otorgada por escritura
pblica. Por resolucin nmero veintitrs, obrante a fojas ciento setentids, el a quo
concedi el recurso de apelacin. 3.6. Mediante resolucin de vista (materia del
presente recurso) de fecha tres de setiembre de dos mil dos, obrante a fojas doscientos
veinte, se revoc la resolucin apelada y reformndola se declar fundada la
contradiccin formulada por el ejecutado Nicols Apaza Calle, mediante escrito de fojas
sesentids; y por los ejecutados Vctor Denis Carrera Choquehuanca y Susana
Choquehuanca viuda de Carrera, mediante escrito de fojas ochentids, ambas basadas
en la inexigibilidad de la obligacin. El fundamento principal de la referida resolucin
para amparar las contradicciones aludidas fue que, segn consta del expediente penal, el
dinero mutuado no fue retirado por Vctor Denis Carrera Choquehuanca, sino que fue
desviado para cubrir saldos de cuentas pendientes por rendir a cargo de Wiltredo
Contreras Terroba (ex funcionario de la Caja ejecutante) a favor de la Caja ejecutante,
operacin que fue ejecutada en la misma fecha que supuestamente habra ocurrido el
desembolso, habindose constituido la inexigibilidad de la obligacin por la inexistencia
de la deuda. Cuarto: Pues bien, de lo expuesto precedentemente se puede concluir lo
siguiente: 4.1. Si bien el coejecutado Nicols Apaza Calle fue el nico en interponer
recurso de apelacin contra la resolucin definitiva de primera instancia, no es menos
cierto que las alegaciones vertidas por los otros coejecutados Vctor Denis Carrera
Choquehuanca y Susana Choquehuanca viuda de Carrera, en calidad de obligados
principales, no tienen mayor trascendencia, si se tiene en cuenta que lo que se pretende
ejecutar en el presente proceso es la hipoteca constituida por Nicols Apaza Call y su
cnyuge Toribia Jurez de Apaza. 4.2. No se puede hablar de reforma en peor en la
medida que uno de los perjudicados con la resolucin, esto es, el coejecutado Nicols
Apaza Calle interpuso recurso de apelacin, siendo que la reforma en peor se hubiera
dado en el caso de que la Caja Rural ejecutante, para quien result favorable la
resolucin definitiva de primera instancia, hubiese interpuesto, recurso de apelacin y la
Sala hubiera resuelto en su contra. 4.3. En la resolucin materia del presente recurso la
Sala Superior no se ha pronunciado por la causal de nulidad formal del ttulo alegada
por el coejecutado Nicols Apaza Calle en su escrito de apelacin de fojas ciento
cincuentitrs debido a que dicha causal no fue alegada oportunamente, esto es, en su
escrito de contradiccin. Es ms, la resolucin materia del presente recurso ha sido
expedida conforme a ley. Por lo dems, si se tiene en cuenta que la demandante al
proponer su pretensin procesal la ha dirigido contra los cuatro demandados, sin
discriminacin alguna; de ello se deduce que se trata de una pretensin procesal nica
que comprende a los cuatro ejecutados y, por tanto, no podra dividirse, como pretende
la ejecutante, situacin en la cual la impugnacin de uno de los demandados debe
favorecer a todos los emplazados. Quinto.- Consecuente con lo anterior, se llega a la
conclusin de que la resolucin impugnada no se encuentra inmersa en la causal de
contravencin de normas que garantizan el derecho al debido proceso, por lo que el
recurso debe declararse infundado. 4. DECISIN: a. Declararon INFUNDADO el
recurso de casacin interpuesto por la caja Rural de Ahorro y Crdito Los Andes
Sociedad Annima; en consecuencia NO CASAR la resolucin de vista de fojas
doscientos veinte, su fecha tres de setiembre de dos mil dos, expedida por la Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Puno; en los seguidos con doa Susana
Choquehuanca Viuda de Carrera y otros, sobre ejecucin de garantas. b.
CONDENARON a la entidad recurrente al pago de la multa de una Unidad de
Referencia Procesal, as como las costas y costos del recurso. c. DISPUSIERON la
publicacin de la presente resolucin en el Diario Oficial El Peruano bajo
responsabilidad; y los devolvieron
SS. ALFARO LVAREZ; CARRIN LUGO; AGUAYO DEL ROSARIO;
PACHAS VALOS; BALCZAR ZELADA.
COMENTARIO
En este caso queda claro que la pretensin procesal nica comprende a los cuatro
ejecutados, y por lo tanto no puede dividirse pues todos se encuentran involucrados en
la obligacin materia de garanta hipotecaria, constituida por el impugnante. La
impugnacin va a favorecer a todos los emplazados pues su resultado va a determinar la
realizacin del pago que pretende ejecutarse.
DERECHO DE FAMILIA
CONVENIO DE PAGO DE ALIMENTOS Subsistencia luego del divorcio
SOCIEDAD DE GANANCIALES Responsabilidad por deuda de uno de los cnyuges
DIVORCIO POR SEPARACIN DE HECHO Improcedencia de la exoneracin de
alimentos
de los cnyuges resulte ms perjudicado por la disolucin del vnculo; Quinto: Que, en
consecuencia, siendo los alimentos un derecho humano fundamental de atencin
prioritaria, que se encuentra estrechamente ligado a la subsistencia y desarrollo de la
persona, por lo que goza de proteccin; existiendo una pensin fijada por el rgano
jurisdiccional en proceso especfico que ventila los alimentos, esto es, en uno en que se
vean las necesidades del alimentista y las posibilidades del obligado, debe mantenerse
hasta su modificacin en otro proceso en que varen las condiciones por las que se fij
la pensin; Sexto: Que, en cuanto a la aplicacin indebida del artculo trescientos
cincuenta del Cdigo Civil; la remisin del artculo trescientos cuarentids del Cdigo
Sustantivo resulta concordante con lo dispuesto en el segundo prrafo del artculo
trescientos cuarenticinco guin A del mismo cuerpo legal, reiterndose de este modo la
obligacin del juez, que decrete la separacin de cuerpos, de fijar una pensin
alimenticia a favor del cnyuge que resulta ms perjudicado como consecuencia de la
separacin; bajo este razonamiento, el beneficio de la norma resultara aplicable en
perjuicio del abandonado, como consecuencia de la separacin; Sptimo: En
consecuencia, al haberse configurado las causales acusadas por la recurrente resulta de
aplicacin lo dispuesto en el inciso primero del artculo trescientos noventisis del
Cdigo Procesal Civil; SENTENCIA: Por estas consideraciones; declararon:
FUNDADO el recurso de casacin interpuesto por Cira Mara Mamani Lector, a fojas
ciento catorce; en consecuencia NULA la resolucin de vista de fojas ciento siete, su
fecha diecinueve de mayo de dos mil tres, integrada a fojas ciento trece, su fecha diez de
julio de dos mil tres, en el extremo que declara fundada la exoneracin de alimentos, la
DEJARON subsistente en lo dems que contiene; y actuando en sede de instancia
REVOCARON la apelada de fojas ochentinueve, su fecha cuatro de noviembre del dos
mil dos, en cuanto declara fundada la exoneracin de alimentos; REFORMNDOLA en
dicho extremo la declararon IMPROCEDENTE; en consecuencia, subsistente la pensin
alimenticia a favor de Cira Mara Mamani Lector; dejando a salvo el derecho del actor
para hacer valer este extremo de su pedido en la va pertinente; en la causa seguida por
Jorge Reynerio Angulo Saldaa contra Cira Mara Mamani Lector, sobre divorcio por
causal de separacin de hecho y otro; MANDARON se publique la presente resolucin
en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; y los devolvieron.
S.S. ROMN SANTISTEBAN; TICONA POSTIGO; LAZARTE HUACO;
RODRIGUEZ ESQUECHE; EGSQUIZA ROCA.
COMENTARIO
Nos parece equivocado el fallo. El divorcio extingue la obligacin alimenticia,
aun si se da por separacin de hecho, y salvo que se determine un cnyuge culpable a
quien se le asignar una obligacin alimenticia conforme el artculo 350 del Cdigo
Civil. Por tanto, si no media declaracin de cnyuge culpable, toda obligacin
alimenticia debe cesar, incluso la ordenada previamente por resolucin judicial.
DERECHO COMERCIAL
PAGARS A LA VISTA Exigibilidad y fecha de vencimiento
aplicacin de los artculos 133 y 63 del cuerpo legal antes acotado. Agrega que por esta
razn el indicado pagar puede o no tener fecha de vencimiento determinada, no
hacindole perder su calidad de ttulo valor el hecho de no tener fecha expresa de
vencimiento. Stimo.- Estando al razonamiento expresado en los considerandos
precedentes, es obvio que la norma antes enunciada ha sido errneamente interpretada
al dirimirse la presente controversia en la instancia superior, pues, efectuando una
interpretacin sistemtica de la normativa vinculada a los ttulos valores, dentro de ella
el precepto contenido en el artculo 133 de la referida Ley de Ttulos Valores, se llega a
la conclusin de que no obstante carecer el pagar puesto a cobro de fecha precisa de
vencimiento, debe entenderse que dicho ttulo valor ha sido emitido a la vista y, por
tanto, se tiene como fecha de vencimiento el de su emisin, que en este caso se produjo
el da once de febrero del ao dos mil, por lo que resulta exigible ejecutivamente a la
parte demandada la obligacin que se reclama en este proceso. Octavo.- Por las razones
jurdicas anotadas debe declararse fundado el recurso de casacin propuesto por el
ejecutante y actuando en sede de instancia debe confirmarse la sentencia de primera
instancia. 4. DECISIN: a) Declararon FUNDADO el recurso de casacin interpuesto
por Alex Halberstein a fojas ciento noventicuatro y, en consecuencia, casaron la
sentencia de vista de fojas ciento ochentinueve, su fecha treinta de setiembre del dos mil
dos, la misma que se declara nula. b) Actuando en sede de instancia: CONFIRMARON
la sentencia apelada obrante a fojas ciento cuarentids, su fecha ocho de marzo del dos
mil dos, que declara infundada la contradiccin planteada por la parte ejecutada y, en
consecuencia, ordena llevar adelante la ejecucin hasta que el demandado don David
Sztuden Kremer cumpla con pagar al ejecutante la suma de ciento cincuenticinco mil
doscientos dlares americanos; con lo dems que contiene. c) DISPUSIERON su
publicacin en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; y los devolvieron.
SS. ALFARO LVAREZ; CARRIN LUGO; AGUAYO DEL ROSARIO;
PACHAS VALOS; BALCZAR ZELADA
COMENTARIO
Cuando el pagar puesto a cobro no tiene fecha expresa de vencimiento para el
cumplimiento del pago respectivo, ello no le resta mrito ejecutivo en absoluto, por lo
que resulta exigible ya que no es un requisito esencial del pagar que se establezca
expresamente su fecha de vencimiento. La presente resolucin seala que si el pagar ha
sido emitido a la vista, se tiene como fecha de vencimiento el de su emisin, lo que es
errneo, pues el vencimiento se produce el da en el que su tenedor lo presente para su
pago, dentro de un ao desde su emisin o con un plazo ampliado o recortado.
DERECHO LABORAL
INDEMNIZACIN POR DAOS Y PERJUICIOS Acreditacin de la conducta dolosa
del empleador
DERECHO DE LA COMPETENCIA
SISTEMA DE PRECIOS MNIMOS DE TRANSPORTE TERRESTRE Permite la
formalizacin y el incremento de la recaudacin?
ANTECEDENTES
(i) No en todos los casos resulta innecesario que se consigne el costo mnimo
para los fines de fiscalizacin. As, en el supuesto que el transportista traslade carga de
varios remitentes, el costo mnimo no puede ser calculado por la SUNAT, hecho que
determina que la informacin obtenida sea distorsionada conllevando una seleccin
errada de los contribuyentes a fiscalizar. Por ello, resulta necesario que el transportista
consigne los costos mnimos en la gua de remisin del transportista.
(ii) No se haba producido el incremento del flete por el transporte de carga y la
consiguiente elevacin del precio de los bienes y productos que seal la Comisin.
Seal que considerando los meses de enero, febrero, marzo y abril de 2003,
excluyendo los meses siguientes por las distorsiones en la economa que puedan haberse
producido por la dacin del Decreto Supremo N 021-2003-MTC, se poda observar que
la variacin del ndice de Precios al Consumidor no haba sido traumtica y que su
incremento respondera a variables distintas al incremento de fletes. En todo caso,
seal que el incremento de costos en el transporte de carga se habra diluido en toda la
cadena de comercializacin.
(iii) Reiter que los costos mnimos eran referenciales para la SUNAT y que la
exigencia impuesta se encuentra justificada por el inters pblico, cual es la evasin
tributaria, y resulta proporcional a los fines que se quieren alcanzar, habiendo
demostrado ante la Comisin que si bien existan otras opciones para lograr el mismo
objetivo, estas representaban mayores costos.
Mediante Resolucin N 03-STCAM-INDECOPI/EXP-000017-2003 del 19 de
setiembre de 2003, la Comisin concedi las apelaciones interpuestas por el MTC y la
SUNAT contra la Resolucin N 05-CAM-INDECOPI/EXP-000017-2003.
El 22 de octubre de 2003 se llev a cabo la Audiencia de Informe Oral
convocada por la Sala, a la que asistieron los representantes del MTC y la SUNAT de un
lado, y de otro, la SNI. En dicha audiencia el representante de la SUNAT hizo referencia
a datos estadsticos que no han sido validados en el procedimiento.
II.
CUESTIN EN DISCUSIN
Determinar si las disposiciones contenidas en los Decretos Supremos N 0492002-MTC y N 021-2003-MTC, as como las Resoluciones de Superintendencia N
004-2003/SUNAT y N 028-2003/SUNAT constituyen la imposicin de barreras
burocrticas ilegales e irracionales que limitan el desarrollo de las actividades de los
agentes econmicos en el mercado.
III.
III.1
Precios al Consumidor deben excluirse los meses posteriores a la vigencia del Decreto
Supremo N 021-2003-MTC, por las distorsiones en la economa que esta norma pueda
haber producido.
Por el contrario, al determinarse que el recurso a la fijacin de precios mnimos
resulta ineficiente como mecanismo destinado a reducir la informalidad y aumentar la
recaudacin, devienen tambin en ineficientes los instrumentos destinados a su
implementacin, como es la exigencia de consignar los costos mnimos establecidos por
el MTC en la gua de remisin, cuyo fin, en todo caso, es detectar las infracciones en la
aplicacin de los precios mnimos establecidos por el MTC que se pudieran presentar.
Atendiendo a lo sealado, desvirtuados los argumentos de los apelantes y
teniendo en consideracin los fundamentos contenidos en el Informe N 0302003/INDECOPI-CAM, esta Sala considera que:
(i) El establecimiento de un sistema de precios mnimos para el servicio de
transporte terrestre de carga no guarda relacin clara con el objetivo de la formalizacin
de la oferta de transporte terrestre de carga ni con el objetivo de incrementar la
recaudacin.
Por el contrario, es previsible que el efecto de este rgimen sea contrario al
perseguido, es decir, incrementar la informalidad y reducir la recaudacin.
(ii) Si bien los argumentos que aluden al fenmeno de la competencia
destructiva o ruinosa(11) han sustentado en el pasado la aplicacin de polticas
tendientes a reducir la competencia en el mercado de servicios de transporte en otros
pases; dicho efecto se obtiene con la aplicacin de estrictas polticas de fiscalizacin y
la plena vigencia del principio de autoridad para el cumplimiento de las normas y
reglamentos.
IV.
RESOLUCIN DE LA SALA
Confirmar en todos sus extremos la Resolucin N 05-CAM-INDECOPI/EXP000017-2003 emitida por la Comisin de Acceso al Mercado el 4 de setiembre de 2003.
Con la intervencin de los seores vocales: Juan Francisco Rojas Leo, Julio
Durand Carrin, Luis Alonso Garca Muoz-Njar y Santiago Francisco Roca Tavella.
JUAN FRANCISCO ROJAS LEO
Presidente
COMENTARIO
De ningn modo se justifica un sistema de control de precios, mediante la
fijacin de precios mnimos, si es que no nos enfrentamos a una prestacin monoplica
del servicio pblico, lo que tampoco lleva a mayor formalidad.
DERECHO CONCURSAL
CRDITOS DE ORIGEN LABORAL Pacto por el cual se destina la CTS a
operaciones de tipo comercial
ANTECEDENTES
CUESTIN EN DISCUSIN
La naturaleza de los crditos invocados a favor de los sucesores del seor Feliu:
1. El apelante seal que los crditos ascendentes a US$ 54 456,22 por capital y
US$ 1 596,93 por intereses se originaron en el incumplimiento en el pago de la CTS
momento del cese del referido ex trabajador, dado que nicamente en dicho momento
proceda el abono del importe depositado en la referida empresa correspondiente a su
CTS, importe con el cual se oblig a pagar el valor de los bienes adquiridos. Cabe
precisar que el seor Feliu ces el 1 de marzo de 2001, es decir, con posterioridad a la
fecha de adquisicin de los bienes en cuestin.
7. Atendiendo a ello, el monto que el seor Feliu deba pagar a Altimira por el
referido concepto, deba ser registrado contablemente a fin de que, una vez producido el
cese del trabajador y en el momento del pago de sus beneficios sociales, se efectuasen
las imputaciones que correspondiesen, de acuerdo a lo pactado por las partes.
8. Sin embargo, antes de que Altimira efecte el pago de los beneficios sociales
que le correspondan al seor Feliu, las partes efectuaron una nueva tasacin de los
bienes adquiridos por el referido ex trabajador, concluyndose que el importe que deba
imputarse a aquel depositado en la referida empresa por concepto de CTS, era menor al
inicialmente determinado. Atendiendo a ello, se emiti una Nota de Crdito a favor del
seor Feliu en vista de que, efectuadas las imputaciones correspondientes, result un
saldo a su favor.
9. En ese sentido, el importe incorporado en la referida nota de crdito se refiere
al saldo del depsito de la CTS adeudada por Altimira a favor del seor Feliu (en la
actualidad, a favor de los sucesores), luego de deducir el valor que finalmente las partes
acordaron darle a los bienes adquiridos por el referido ex trabajador. Al respecto, no
obstante que empleador y trabajador hayan decidido incorporar una obligacin de
origen laboral en un documento usualmente utilizado en transacciones comerciales,
dicha obligacin conserva su naturaleza laboral, no existiendo sustento alguno, ni legal
ni fctico, para desconocer que esta se origin en un contrato de trabajo.
10. Del mismo modo, el hecho de que las partes hayan previsto, con
anterioridad al pago de la CTS adeudada al trabajador, que esta sera destinada a
operaciones de tipo comercial, ello no implica en modo alguno la variacin de la
naturaleza laboral del referido beneficio social, ni desvirta los fines para los que el
mismo fue establecido, uno de los cuales es el de promocin del trabajador y su familia,
dado el carcter intangible e inembargable de su depsito. Por ello es que la referida
norma, as como la legislacin dictada con posterioridad a esta(5), otorga a los
trabajadores el derecho de disponer de manera libre y voluntaria de hasta el 50% del
monto depositado por CTS e, inclusive, del 100% de los depsitos devengados a partir
del 1 de enero de 2001.
11. Dilucidado el origen de los crditos invocados a favor de los sucesores del
seor Feliu, corresponde determinar si ha quedado acreditada su existencia y cuanta,
atendiendo a los medios probatorios presentados en el procedimiento.
Determinacin de la existencia y cuanta de los crditos invocados
12. En el expediente ha quedado acreditado que el seor Feliu celebr un
convenio de sustitucin de depsito con la empresa insolvente, a fin de que sea esta la
que mantenga en su poder los depsitos correspondientes a su CTS. Ello se desprende
de la carta remitida por el referido ex trabajador en diciembre de 1998 mediante la cual
solicit que el importe de su CTS depositada en la empresa insolvente sea convertido a
RESOLUCIN
DERECHO TRIBUTARIO
EXONERACIN DEL IMPUESTO A LA RENTA Se pierde si la asociacin cumple
fines adicionales a los exonerados?
COMENTARIO
Como bien lo seala la Resolucin del Tribunal Fiscal, no puede inscribirse en el
Registro de Entidades Exoneradas del Impuesto a la Renta una asociacin sin fines de
lucro que no desarrolle de manera exclusiva alguno o algunos de los fines sealados en
la ley; ya que si esa exclusividad no es cumplida por la asociacin, la totalidad de sus
rentas se encontrar gravada con el Impuesto a la Renta, sin importar que la aclaracin
de estatutos se encuentre en proceso, pues la solicitud se califica con los estatutos
existentes al momento de su presentacin. Para el caso, es esencialmente el hecho de
desarrollar proyectos de agua, desage, electrificacin y pequeas irrigaciones, el que
no se encuentra comprendido dentro de los fines que establece la ley.
I.
INTRODUCCIN
PRESUPUESTOS
Para solicitar la medida temporal sobre el fondo, a tenor del artculo 674 del
CPC se requiere:
a) Necesidad impostergable: Se verifica este presupuesto cuando el transcurso
del tiempo pone en riesgo intereses fundamentales imposibles de ser desatendidos en lo
que dura el proceso principal, requirindose que la pretensin del actor sea satisfecha
con prontitud; o
b) Firmeza del fundamento de la demanda y de la prueba aportada: El juez debe
advertir una marcada veracidad en lo sealado por el actor y en la prueba que lo
corrobora, de modo que de inicio existan pocas dudas sobre el pronunciamiento. Es
decir, que en vista de lo aportado se presuma con un alto grado de probabilidad que se
emitir un fallo en los mismos trminos del fallo anticipado.
III.
CARACTERSTICAS
675), asuntos de familia e inters de menores (art. 677), administracin de bienes (art.
678), desalojo (art. 679), separacin y divorcio (art. 680), y devolucin del bien por
despojo (art. 681). Sin embargo, no se precisa si la aplicacin de la medida cautelar se
reduce a esta gama de casos o si caben otros. Pese al silencio normativo sobre este
punto entendemos que no hay bice para que se efectivice una medida temporal sobre el
fondo en casos o procesos distintos, siempre que se cumpla alguno de los requisitos a
los que nos hemos referido lneas arriba, esto es, que concurra una necesidad
impostergable en el actor o firmeza en el fundamento de la demanda y prueba aportada.
IV.
CIVIL
1. Asignacin anticipada de alimentos
El caso ms comn de medida temporal sobre el fondo lo constituye la
asignacin anticipada de alimentos, que ya contemplaba nuestra legislacin
procedimental anterior. En virtud de esta medida el demandado deber prestar alimentos
anticipadamente, esto es, antes de que se emita sentencia, a quien se los reclame en va
judicial.
Este supuesto de medida temporal sobre el fondo responde al evidente carcter
de necesidad impostergable que tienen los alimentos, pues de ellos depende la
supervivencia misma del alimentista y la satisfaccin de sus necesidades vitales. Pese a
ello, el Cdigo Procesal Civil hace determinadas precisiones respecto a la forma como
se hace efectiva la medida cautelar en estos casos. En principio, establece que solo
procede cuando sea solicitada por el cnyuge o por los hijos menores con indubitable
relacin familiar. Se descarta as que con esta medida puedan verse favorecidos otros
alimentistas, como los hijos mayores de edad, los ascendientes, los hermanos o
cualquiera cuyo vnculo familiar no est suficientemente acreditado. Inmediatamente
despus, la norma adjetiva precisa la forma como se har efectivo el pago de los
alimentos, sealando que el juez determinar su monto los que debern ser pagados por
mensualidades adelantadas, que finalmente sern descontadas de las mensualidades que
se establezcan en la sentencia definitiva.
Ahora bien qu sucede cuando el fallo definitivo resulta desfavorable para el
demandante? Pues si lo que se declara es que el demandante no tiene derecho a los
alimentos solicitados, quedar obligado a la devolucin de la suma percibida y el inters
legal, que sern liquidados por el secretario aplicndose si fuera necesario lo dispuesto
por el artculo 567(1). Por el contrario, si simplemente se declara que el demandante
tiene derecho a alimentos pero en un monto inferior al asignado anticipadamente, lo
apropiado ser que lo indebidamente cobrado sea descontado de las sumas que se
devenguen posteriormente. En cualquier caso, la decisin del juez respecto a la
asignacin anticipada podr ser impugnada, y la apelacin se conceder con efecto
suspensivo.
Por ltimo, debe tenerse presente que a tenor del artculo 563 del Cdigo
Procesal Civil, a pedido de parte, y estando acreditado de manera indubitable el vnculo
familiar, el juez puede prohibir al demandado ausentarse del pas mientras no est
garantizado debidamente el cumplimento de la asignacin anticipada. A tal efecto se
cursar oficio a las autoridades competentes.
Al tomar conocimiento del pedido cautelar, el juez debe verificar si el dao que
se alega realmente es inminente e irreparable, pues en caso contrario no deber conceder
la medida temporal solicitada.
5. Desalojo
En los procesos de desalojo por vencimiento del plazo del contrato o por otro
ttulo que obligue la entrega, cabe la ejecucin anticipada de la futura decisin final,
cuando el demandante acredite indubitablemente su derecho a la restitucin peticionada
y el abandono del bien.
Se exige, pues, que el demandante cuente con un ttulo del cual se desprenda
fehacientemente su derecho a la restitucin, como puede ser un contrato de
arrendamiento vencido, y concurrentemente debe acreditar que se ha producido la
desocupacin o abandono del predio por quienes se encontraban en l.
No debe confundirse la medida temporal aqu reseada, que supone la ejecucin
anticipada de la sentencia de desalojo, con la figura del desalojo con condena a futuro,
en virtud de la cual se demanda anticipadamente el desalojo, esto es, antes del
vencimiento del plazo para restituir el bien. Este ltimo se encuentra recogido en el
artculo 594 del Cdigo Procesal Civil.
6. Interdicto de recobrar
Es admisible la medida temporal sobre el fondo en los procesos de interdicto de
recobrar. Al respecto, hay que tener en cuenta que los interdictos son acciones
extraordinarias que versan sobre el hecho material de la posesin. En el caso del
interdicto de recobrar, lo que se busca es que se restituya al poseedor el bien del cual fue
indebidamente despojado.
El Cdigo Procesal Civil regula la concesin de la medida temporal sobre el
fondo en los procesos de interdicto de recobrar, si se acredita verosmilmente el despojo
y el derecho a la restitucin pretendida. La discusin, en todo caso, podra girar en torno
a si resulta factible conceder tambin una medida de este tipo cuando nos encontramos
ante un interdicto de retener. Particularmente, creemos que no habra bice para ello si
es que concurre una necesidad impostergable o la firmeza de la demanda y de la prueba
aportada, sin perder de vista, como ya sealamos que la aplicacin de la figura debe ser
siempre excepcional.
7. Expropiacin
Si bien no se encuentra contemplada en el subcaptulo de las medidas temporales
sobre el fondo, el Cdigo Procesal Civil regula otro supuesto de estas medidas en las
normas sobre expropiacin, especficamente en el artculo 530, relativo a la llamada
posesin provisoria.
El artculo 24 de la Ley General de Expropiaciones, Ley N 27117, define esta
figura sealando que de manera excepcional y solamente en los casos en que sean
estrictamente necesarios prevenir o corregir los efectos de fenmenos o catstrofes
naturales, por razones de seguridad o en los casos de proyectos de gran envergadura, se
puede otorgar la posesin provisoria del bien a expropiarse a favor del beneficiario.
Puede observarse pues cmo mediante este mecanismo se ejecuta anticipadamente lo
que ser la futura sentencia, por lo cual evidentemente se trata una medida temporal
sobre el fondo.
Como requisitos para la concesin de la posesin provisoria se exige: i) que el
sujeto activo lo solicite expresamente, ii) que acredite la peticin adjuntando el
certificado de consignacin en dinero del monto resultante de la indemnizacin
justipreciada, iii) que la posesin provisoria sea estrictamente necesaria para los fines de
la ejecucin de la obra, y iv) que se haya notificado perentoriamente a los ocupantes o
posesionarios del bien, para la desocupacin inmediata y conforme a los trminos del
procedimiento expropiatorio.
La solicitud puede presentarse en cualquier estado del proceso despus de la
audiencia de conciliacin y se tramita como cualquier medida cautelar.
V.
ANLISIS DE LA RESOLUCIN
de Minera Yanacocha Sociedad Annima, que suman un milln ciento treintisis mil
doscientos veintisis acciones, tenindose al efecto como precio provisional el de
setentinueve punto veintin dlar por accin, que alcanza un monto de noventa millones
de dlares por la totalidad de las acciones del BRGM; debiendo la nombrada Minera
Yanacocha Sociedad Annima proceder de acuerdo a lo previsto en el artculo undcimo
de su Estatuto Social; y autorizndosele para emitir nuevos ttulos representativos de sus
acciones, los que quedarn depositados en la entidad que designe el juzgado, con una
anotacin en cada uno de intransferibilidad e inafectabilidad, y para otorgar constancias
en favor de los accionistas que hagan uso de su derecho de preferencia, con indicacin
del nmero de acciones que decida suscribir cada uno de ellos, para que puedan ejercitar
sus derechos de accionistas, debiendo estos depositar el valor provisional
correspondiente, con arreglo a lo previsto en el artculo ochocientos catorce del Cdigo
Procesal Civil; y quedando subsistente la medida cautelar subordinada formulada a fojas
ochocientos y ordenada en la resolucin que es materia del grado, por ser legal y
complementaria y por no haber sido planteada de manera alternativa, hasta que culmine
lo dispuesto en la presente resolucin; en los seguidos por Compaa Minera Condesa
Sociedad Annima y otros contra la Compaa Financiera Yanacocha Sociedad
Annima y otros, sobre Derecho de Preferencia (cuaderno de medida cautelar); y los
devolvieron, interviniendo el seor Calmell del Solar Daz en aplicacin del artculo
ciento cuarentinueve de la Ley Orgnica del Poder Judicial.
SS. VEGA MAGUIA /TINEO CABRERA /CALMELL DEL SOLAR DAZ.
MARCOS DE PAPEL
Arrendatario que no devuelve el bien mantiene su ttulo vigente
Cuidado con los derechos de autor
Vacaciones despus de dos aos?
Deuda nada peligrosa
Comentario:
Suponemos que se ha debido a una simple omisin, pero recomendamos a la
Corte Suprema tener ms cuidado de colocar, cuando sea el caso, la referencia
bibliogrfica correspondiente y no violar as derechos de autor. Y es que el texto arriba
trascrito es una reproduccin literal de un pasaje de libro del doctor Alberto Hinostroza
Minguez Comentarios al Cdigo Procesal Civil, Tomo I. Gaceta Jurdica, febrero
2004, pg. 575.