Catarismo
Catarismo
Catarismo
Rutas herticas
de Francia y Espaa
Ruta del Misterio de Rennes-le-Chteau
E. Mil
A mis hijos,
para que ellos
tambin busquen respuestas
como hicieron sus antepasados.
Introduccin
Desde 1975 suelo viajar a Montsegur con cierta frecuencia. Me gustan aquellos
parajes y creo conocerlos bien. Pero siempre, en cada viaje, aprendo algo nuevo;
descubro episodios de la historia occitana que desconoca y fragmentos de leyendas
que hasta ese momento me haban permanecido velados. Vuelvo algo ms sereno para
soportar la locura que los "urbanitas" debemos afrontar en el da a da; una locura que
parece dar la razn a los ctaros cuando decan que ste es el reino del Maligno.
Mis races son occitanas. He logrado reconstruir el rbol genealgico de mi
familia hasta el siglo XV y s de cierto que mis hijos son los ltimos vstagos de aquella
pareja de provenzales que, justo cuando mora el bienamado Prncipe de Viana, se
asentaban en el Peneds cataln. Antes, mis antepasados haban iban de uno a otro
lado de los Pirineos, acompaando al ganado. Pastor era una de las profesiones que
solan adoptar los ctaros en aquellos malhadados tiempos de persecucin.
territorios comunes con el catarismo. Los hombres y mujeres quemados en las piras de
Montsegur, Agen, Castres, Lavaur, etc., murieron por que disponan de una f que les
daba fuerza suficiente para soportar el martirio. Vale la pena conocerla.
ALLI Y ENTONCES...
Occitania ha pasado a la historia de la humanidad gracias al drama del
catarismo. Entre los siglos XI y XIV, en poco ms de doscientos cincuenta aos, la
fisonoma, las costumbres y la historia de Occitana cambiaron decisivamente. El
catarismo fue uno de los elementos -no el nico, ni siquiera el ms importantedesencadenantes de una crisis que di a Francia (y a Espaa, por lo dems) su actual
fisonoma. Era evidente que el diseo geopoltico del territorio galo obligaba a
establecer una frontera en el Sur. Esa frontera no poda ser otra que los Pirineos.
Lamentablemente para los ctaros occitanos, su pas se encontraba vinculado a la
Corona de Aragn, pero en el mbito geogrfico del Norte. La excusa de la lucha contra
la hereja fue el "casus belli" para justificar la intervencin y la expansin del reino de
Francia hasta los confines pirenaicos. Pero nos equivocaramos si solo viramos este
episodio histrico motivado por el expansionismo franco. Adems de un conflicto
poltico -lucha del Norte contra las veleidades independentistas occitanas- fue tambin
una guerra ideolgica. Dos concepciones religiosas chocaron frontalmente sin
esperanzas de solucin negociada. A medida que el conflicto fue avanzando, ambas
partes dieron muestras de un salvajismo creciente. La matanza de Beziers obrada por
los cruzados del Norte rivaliza, sino en cantidad, si en crueldad con la cometida por los
ctaros en Avignonet (ver pg. ). En cualquier guerras, ninguno de los dos bandos
termina siendo inocente. En los captulos siguientes sabremos cmo pensaban los
ctaros, conoceremos mil detalles de su peripecia histrica. Pronto veremos como los
grandes nombres propios -los Montfort, los condes de Foix, los Raymond de Tolosa, la
casa de los Trencavel, Fulco de Marsella y muchos otros ilustres varones- se convierten
en protagonistas de unos sucesos que ocurrieron ahora hace ms de 700 aos. Pero la
orgullosa Occitania medieval estaba poblada por algo ms que un par de docenas de
grandes linajes. Haba un pueblo que tan solo ansiaba un lugar bajo el sol; tambin l
fue el protagonista de aquellos aos intensos. Estas primeras pginas son un homenaje
a aquellas generaciones sin rostro.
* * *
Hasta el siglo XII Occitania haba sido diferente. Su lengua, evolucionada de
manera distinta a la hablada en el Norte, se haba convertido en vehculo de saber. El
secreto de la pujanza cultural occitana era esa lengua que haba sido adoptada por
poetas herrantes e incluso mereca ser hablada y leda, por la nobleza local. El pueblo
hablaba occitano, mientras el clero lo haca en la antigua lengua sagrada, el latn.
Al producirse el desplome del Imperio Romano, la presencia germnica, aun
existiendo, fue extremadamente tenue en Occitania. Los visigodos que hicieron de
Toulouse su capital se trasladaron con armas y bagajes a Espaa tras la derrota de
Vouill; apenas dejaron rastros. As como en otras zonas de Europa con mayor
presencia de sangre germnica se produjo una colusin entre el cristianismo y la
antigua religin pagana, en Occitania, al menos a nivel popular, la impregnacin
cristiana fue dbil y la religin popular practicada y amada por la poblacin tena
mucho que ver con el cristianismo primitivo, sin que la componente nrdicogermnica atenuara alguno de sus aspectos y los sustituyera por un sistema jerrquico
y sacramental. La Iglesia local era muy dbil en esa poca y sus sacerdotes no daban el
ejemplo que la poblacin esperaba de ellos. Los ctaros la llamaban con gran regocijo
de la poblacin, "alcahueta" e "Iglesia de Satn".
La lengua y la religin practicada eran un factores de separacin, pero la
estructura feudal haca de Occitania una zona no muy diferente del resto de Occidente.
La organizacin trifuncional de las comunidades era idntica all a la existente en la
Corona de Aragn, Castilla, el Sacro Imperio Germnico o la Inglaterra de los
Plantagenet. La nobleza guerreaba y se encuadraba en las rdenes militares. Los
templarios y hospitalarios se implantaron ampliamente en la zona durante el siglo XII.
Los monjes oraban y meditaban dentro de los monasterios pertenecientes a la orden
del Cster y ms adelante a los franciscanos, dominicos y otras muchas. Los burgueses y
artesanos trabajaban con sus manos o comerciaban y sus organizaciones gremiales
eran tan fuertes en Occitania como en cualquier otra zona de Europa. Estas tres
columnas de la sociedad medieval europea -Ordenes Religiosas, Militares y Gremialesestaban sostenidas por vnculos de cohesin, derechos, obligaciones y lealtades de
cada uno respecto a los dems. La prueba de que esta organizacin feudal estaba viva
en Occitania es que muchos nobles situados dentro de la rbita catlica consintieron
tomar las armas a favor del catarismo. Los condes de Toulouse y el mismo Pedro II de
Aragn, llamado "el Catlico", guerrearon en defensa de sus sbditos ctaros, no por
identidad con sus ideales sino obligados por el compromiso feudal.
Si este era el modelo ideal de sociedad, en la prctica, tanto en el Norte como en
el Sur de Francia, proliferaban los bandidos, los caminos resultaban inseguros y muy
pocos se osaban adentrarse solos por territorios que desconocidos. Los peregrinos se
desplazaban en grupos numerosos sin evitar que los seores locales les impusieran
peajes. Los puentes eran verdaderas torres fortificadas imposibles de cruzar sin abonar
el consabido tributo de paso. Los nobles necesitan dinero para costear sus ejrcitos
privados y las disputas con los vecinos. Los mercaderes no se aventuran a viajar sin el
acompaamiento de "truanes", "ribaldos" y "brabanzones", fuerzas mercenarias
heterclitas venidas de allende fronteras -frecuentemente vascos y aragoneses- y
seguidos de cerca por legiones de prostitutas y barricas de vino aguado. La usura est
ms extendida de lo que podra pensarse a tenor de la prohibicin eclesial; reducida a
los judos, tambin los banqueros lombardos han amasado inmensas fortunas
mediante el prstamo con inters. Ms adelante la ciudad libre de Cahors, al Norte de
Occitania se convertir en otro importante centro usurario. Los desproporcionados
intereses impedan el reembolso a poco que la cosecha fuera mediocre.
Finalmente estaban los terrores apocalpticos. El ao 1000 no ocurri gran cosa;
paradjicamente, el milenarismo se manifest dcadas despus. Joaqun de Fiore y
Arnau de Vilanova fueron su intrpretes y hacia finales del siglo XII, se tena por
inminente el fin de la cristiandad. Era lgico que el inters por la salvacin de las almas
su abuela tena cuatro aos cuando cay el fuerte de Montsegur y, ante el candil, le
haba contado historias sobre los "bons homes", tal como llamaban a los herejes en la
regin. En poca de Gabrielle, el catarismo, aunque distante en el tiempo, segua
formando parte del paisaje occitano, casi a modo de naturaleza muerta. La dureza de
los tiempos de persecucin haba calado hondo en el psiquismo profundo de los
lugareos. Su madre y abuela haban conocido bien a los ctaros y aun a pesar de
apreciarlos y, en ocasiones de socorrerlos, no queran que sus hijos se mezclaran con
ellos. La hereja no traa ms que desgracias. Los pocos ctaros que ellas haban
conocido eran tenidos por buenos vecinos y excelentes ciudadanos; sus valores se
ponderaban por la poblacin, al margen de cual fuera su fe. Se deca que nunca faltaban
a la palabra dada, que respetaban a sus mujeres en un tiempo en el que la condicin
femenina era denostada en otras regiones; ellos procuraban evitar mirar a mujeres para
evitar con ello la tentacin. Los lugareos contaban que eran pacficos, jams
entablaban peleas por motivo alguno y si alguien los desafiaba procuraban disuadir al
atacante con palabras y argumentos, antes de empuar el palo o la espada. Se deca
incluso que liberaban a los animales presos en cepos, resarciendo al cazador. Si alguin
les preguntaba como se llamaban ellos decan simplemente que eran "buenos
cristianos". Cuando Fulco, obispo de Toulouse, orden a sus presbteros que
denunciaran y persiguieran a los ctaros, estos no supieron como negarse, "son
nuestros vecinos y son buenos vecinos", decan. A pesar de existir entre ellos muchos
comerciantes, no hacan ostentacin de riqueza ni lujo e, incluso, la lite de los ctaros,
los "perfectos", renunciaban a todo, incluso a una mala montura. Solan trabajar con
sus manos para mantenerse all donde predicaban. La pobreza era para ellos la mejor
forma de vida. Predicaban de una ciudad a otra, "como ovejas entre lobos", segn les
gustaba decir, llevando el mensaje de la "iglesia perseguida y pobre".
No todos los ctaros tenan una sofisticada cultura, muchos de ellos albergaban
temores irracionales, especialmente entre los estratos ms populares. La supersticin
alcanzaba, no solo a las capas populares, sino incluso a los mismos eclesisticos y a la
nobleza. El vuelo de un cuervo indicaba presagios siniestros, el gato negro un alma en
El cuadro de aquellas pobres cabaas de los siglos XII y XIV era triste: olores
pestilentes de los animales a un lado, al otro un jergn sobre el que dorman los padres
y en torno suyo sobre la paja, los hijos, sin importar edad ni sexo. Nadie deba
explicarles los misterios de la procreacin, podan ver a un lado de la casa como se
unan los animales, mientras que al otro, sus padres realizaban ritos parecidos.
No exista ms educacin que la que el cura imparta en sus sermones o la que
eran capaces de transmitir los padres. El saber era eminentemente prctico; la
humanidad de aquellos aos saba solo lo necesario para sobrevivir. Ya desde la
infancia aprendan a reconocer los signos de la naturaleza, las nubes que traeran
tempestad, el momento adecuado para sembrar, la utilidad de tal o cual hierba para
lograr este o aquel efecto esperado. Solo era indicado sembrar rboles y casarse,
durante la Luna Nueva; tambin entonces era posible cortarse el pelo y las uas que
haba que conservar si se deseaba obtener suerte y fortuna.
La instruccin religiosa haba sido siempre pobre en el Pirineo y en Occitania; la
presencia de rdenes religiosas en la zona fue menor que en otras latitudes y la religin
antigua, mezcla de saberes antiguos desfigurados y cristianismo, ha subsistido casi
hasta nuestros das a travs de creencias y tradiciones populares apenas adulteradas.
La iglesia ofreca la "salvacin de las almas" y eso entraaba poner el nfasis en el buen
morir. La enseanza religiosa tenda a crear sugestiones psquicas sobre lo que el fiel
encontrara tras la muerte, en el otro mundo. Todas las pequeas iglesuelas pirenaicas
y occitanas albergaban imgenes de San Pedro pesando las almas de los difuntos, a un
lado de la balanza un ngel, en el otro el diablo; muy frecuentemente, otro diablillo
juguetn de menor talla se colgaba del platillo de la balanza que albergaba al alma para
impedir que sta se equilibrara con la pluma del otro platillo. Las descripciones del
infierno eran tan terrorficas, como amables y deliciosas las venturas que esperaban al
justo. Todas las iglesias y hermitas, por pequeas que fueran estaban cubiertas de
verdaderos "programas iconogrficos" que resuman la historia sagrada. El sacerdote
enseaba a "leer" la Biblia en los capiteles y archivoltas, relives y frescos. Las imgenes
eran suficientemente explicativas, frecuentemente dramticas, y calaban hondo en un
pueblo humilde e impresionable. Para un pueblo que no saba leer ni escribir, la nica
transmisin y retencin de conocimientos poda realizarse mediante smbolos e
imgenes.
Los ctaros no amaban entrar en las iglesias, decan que en ellas estaba presente
el dios malvado. Sostenan que el verdadero tesoro del gnero humano era su alma y
sta, al ser inmaterial, no precisaba de soportes fsicos para su culto. Ni siquiera cuando
las lechuzas gritaban anunciando una muerte, los ctaros utilizaban los santos leos
para los ritos funerarios. Ellos ofrecan algo ms que la "salvacin" del alma de la que
no renegaban y que era el objetivo a alcanzar por los "creyentes". La "salvacin"
implicaba el obtener renacimientos afortunados e irse purificando a lo largo de los
mismos. Los "perfectos" -lite religiosa del catarismo- ofrecan la "liberacin" del alma,
es decir, su retirada del eterno ciclo de los renacimientos en formas y especies diversas,
hasta integrarla en la pura luz divina. Y esto solo lo daba una estricta disciplina interior.
Gabrielle no haba visto nunca a los "perfectos". Cuando empez a tener uso de
razn, la persecucin contra el catarismo se haba extremado y ya no podan recorrer
las tierras occitanas con la libertad que en tiempos de su abuela. Esta le haba contado,
como de muy nia, sola ver por los valles pirenaicos a los "bons homes". Iban de dos
en dos, cubiertos de hbito negro con capuchn, ceido por cordn de lino, signo de
que haban sido regularmente ordenados; en ocasiones, su cabeza se cubra con un
bonete redondo. No se cortaban la barba y hasta el siglo XIII, llevaron el pelo ms largo
de lo normal. Sus hbitos solan estar gastados y cubiertos de remiendos. Por todo
equipaje llevaban una bolsa a la altura de la cintura que muy pocas veces contena
alimentos, tan solo una copia manuscrita del Evangelio de San Juan. Y una olla.
Preferan comer y cocinar en su propia olla que utilizar otras que pudiran contener
restos de grasas animales. Eran vegetarianos. La abuela asisti a las catequesis que
organiz Guilhabert de Castres, noble aquitano, predicador de la buena nueva hertica
en toda Occitania. La llamaban "Na" Therese, contraccin de "donna" o "dmina",
dama. El buen Guilhabert la introdujo, en la comunidad ctara, apenas por unos
meses. Se arrodill tres veces ante su maestro y le pidi la bendicin, mostrando as la
naturaleza sincera de su fe, tal como indicaba el ceremonial. Therese cont a su nieta
que este rito mejoraba su condicin ante el buen Dios y por eso Guilhabert le llamaba
"meolhiorament". Un buen da Guilhabert ya no vino ms a la aldea, la edad y la
persecucin sistemtica, le obligaron a refugiarse en Montsegur. La comunidad ctara
se dispers y cuando lleg la Inquisicin, apenas unos pocos fueron condenados a
penitencias menores. Solo all donde hubo lucha o una implantacin insolente, se
dieron grandes procesos y quemas masivas de herejes. Therese, afortunadamente,
pudo contarlo a su nieta.
El hecho de que los "perfectos" viajasen en parejas se deba a una mezcla de
pragmatismo, fraternidad y precaucin. Los caminos eran inseguros, frecuentemente
asaltados por bandidos. Ni la sofisticada civilizacin occitana se haba librado de esta
plaga. Dos hombres se defendan mejor que uno. Por lo dems, los "perfectos" deban
de interrumpir su sueo seis veces cada noche para rezar sus oraciones. Un "perfecto"
velaba y rezaba, para despus despertar a su compaero que hara otro tanto mientras
el primero dorma. Y as seis veces cada noche. No era pues raro que los sueos se
recordaran a la perfeccin. Los ctaros sostenan que el mundo onrico traa mensajes
ocultos a los hombres. Decan que, mientras el yo fsico dorma, el alma volaba en
libertad en el mundo de los sueos. Era inevitable que los ctaros, al interrumpir sus
sueos para meditar, los recordaran mejor y ms detalladamente. Finalmente, se
procuraba impedir que un "perfecto" pecara; su hermano deba vigilar su
comportamiento y salvarlo y, al mismo tiempo, ser vigilado por l.
En tiempos de Gabrielle, los "perfectos" haban cambiado de costumbres. Sus
ropas ya no podan ser las que la Inquisicin conoca a la perfeccin. Como los
comerciantes, solan llevar ropas azul oscuro y frecuentemente, las parejas de
"perfectos" fueron de sexo opuesto. Aparentaban ser marido y mujer, pero cuando
deban acostarse juntos en cualquier posada, no se desvestan y procuraban que sus
cuerpos ni siquiera rozaran. Si la tentacin planeaba sobre ellos se realizaban sangras.
Aun en ese perodo tardo del catarismo, la inquisicin sola descubrir a los
perfectos por su aspecto fsico. La extrema palidez de sus rostros, era una pista no
Mientras en el Norte se viva una sociedad masculina, viril y guerrera, el Sur era
recorrido por trovadores que buscaban un tenue signo de amor en su dama: a veces
solo el premio de una mirada o el permiso para quitarle un zapato.
Los mismos "perfectos" deban apartarse al paso de una mujer, aunque cayeran
necesariamente en un charco o en el arroyo. Jams compartan un banco con personas
del sexo opuesto, a no ser que fuera una "perfecta" y no por displicencia sino como
seal de respeto y subordinacin. Las nobles ctaras aportaron a la comunidad sus
bienes y mansiones, frecuentemente se instalaron en ellas conventos y casas de retiro.
Podan aplicar el rito del consolamentum y predicar la fe.
Cuando Gabrielle y sus padres llegaron a la capital occitana, Toulouse era la
tercera ciudad de la cristiandad, tras Roma y Venecia. La ciudad que dcadas antes
haba sido llamada "madre de la hereja y cabeza del error", restaaba las heridas
sufridas un siglo antes en tiempos de Raymond VII. Los ctaros haban desaparecido
de la altiva ciudad, pero ni siquiera la llegada de los barones del Norte consigui
cambiar extraordinariamente las costumbres de sus habitantes. El dinero segua en
manos de los judos y muchos orfebres y artesanos pertenecan a la raza de Yavh. Si
bien la llegada de los "franchimanos", "francigenae" u "homines gallice lingue", es decir
los barones del Norte haba coartado las libertades tolosanas, los prohombres de los
gremios seguan siendo escuchados y los trovadores sonaban sus instrumentos en los
palacios nobles. Donde mucho hubo, siempre queda algo, podan decir con razn los
tolosanos. En 1324, siete notables de lengua occitana fundaron la "Compaa del Gay
Saber" que cada ao, el 3 de mayo, premiaba con una flor a los mejores rapsodas y
poetas.
En el tiempo en que Gabrielle Teissere lleg a Toulouse, la Universidad se haba
convertido en teatro de controversias ideolgicas. El centro haba surgido de una
clusula del Tratado de Meaux firmado entre el rey de Francia y el Conde Toulouse que
puso fin a la guerra civil y obligaba a ste a contratar maestros en teologa y derecho
cannico, artes liberales y gramtica, para dar clases en la capital occitana. Pero
quienes estaban prximos a la hereja hicieron la vida imposible a los profesores,
lgico que la hereja no pudiera mantener durante mucho tiempo su alto nivel
teolgico.
Gabrielle apenas poda moverse en el mercado de Toulouse; hombres y ganados,
yendo y viniendo, pblico a la bsqueda de la mejor oferta, mendigos pidiendo y
bribones robando, monjes dominicos de manto blanco a los que la poblacin trataba
con una deferencia no exenta de temor y, de tanto en tanto, algn noble que por rasgos,
ropas y ademanes mostraba ser oriundo de la tierra occitana, componan el colorista
paisaje urbano que maravillaba a una pobre campesina de apenas 16 aos. Sus ojos se
posaron en una dama noble trasladada en palanqun por abnegados sirvientes.
Reparta pan a los pobres y procuraba escuchar sus quejas y no envanecerse con sus
agradecimientos. Gabrielle not que, sobre todo, tena buen cuidado en ser ms
generosa con los mendigos pelirrojos. Aquello le hizo pensar en las historias que le
haba contado su abuela, sobre el hermano de su esposo, que se encolerizaba ante los
pelirrojos y luego las que oy de su madre sobre una serpiente que los atacaba y, ms
tarde, un halcn que los respetaba. Y ahora tena ante s una noble dama que los
alimentaba. Fue entonces cuando se pregunt si no sera cierto aquello que le haba
contado su madre y que recibi de su abuela, sobre las almas que migran de unos
cuerpos a otros y contra mas justas son ms alto se elevan. La belleza de aquella dama y
su bondad le hacan pensar que all donde ella estaba, estaba el Edn. Tal como lo
recibi de su madre lo contara a sus hijos y as, siglo tras siglo, la doctrina de los
ctaros, convertida en leyenda ha llegado hasta nuestros das. Yo escuch esta historia
narrada en el Marne por una marquesa occitana cuya familia haba emigrado del
Languedoc tras la Segunda Guerra Mundial, huyendo de la "depuracin". Lo que en un
tiempo fue una teologa completa y convincente, con el paso del tiempo termin
transformndose
en
una
creencia
extica
enunciada
de
forma
ingenua.
Bienaventuradas las leyendas que nos dicen como fueron los hombres que las
enunciaron.
Sobre este trasfondo humano y cultural se desarroll la aventura ctara.
1
DESDE ZOROASTRO A LOS CATAROS
PARA LOS QUE SE INTERESAN POR LA TEORIA
MANIQUEISMO Y CATARISMO
Anne Brenon, presidenta del Centro de Estudios Ctaros de Carcasona, ha
cuestionado la filiacin maniquea del catarismo. Ciertamente no es posible trazar una
lnea de continuidad ininterrumpida entre ambos movimientos; pero s resulta
incontrovertible que, por encima del espacio y del tiempo, existen denominadores
comunes y similitudes entre ambos movimientos. Por vas que la historiografa actual,
ha sido incapaz de reconstruir, lo esencial de los contenidos del maniqueismo, muy
evolucionados, distorsionados y adulterados, en ocasiones, reaparecen en el catarismo.
Da la sensacin que quienes dieron vida al catarismo, conocan, al menos los
razonamientos de partida, del viejo maniqueismo, aun cuando ignoraban sus
jerarquas, rituales y organizacin.
Desde San Bernardo se ha venido sosteniendo que el catarismo tena su origen
en la doctrina maniquea; sin embargo, las cosas no son tan simples. La lnea de
evolucin que lleva al catarismo occitano pasa por una seria de jalones intermedios :
zoroastrismo -> mandeismo -> maniqueismo -> paulicianismo -> bogomilos -> ctaros
El viaje terico que vamos a emprender nos va a llevar por algunas de las
grandes concepciones religiosas de la humanidad.
Nuestra primera etapa sera el zoroastrismo.
El dualismo zorostrico.
Es difcil ponerse de acuerdo sobre el perodo en el que naci Zoroastro. Algunos
sostienen que no se trat, siquiera, de un personaje autntico, sino de un mito
colectivo. De entre todas las cronologas nos parece ms probable la que sita su
nacimiento en torno al siglo VI a. de JC.; motivo?, por motivos desconocidos, la
humanidad vivi en aquella poca una mutacin religiosa simultnea que alcanz
desde India hasta Grecia; budismo y pitagorismo nacieron en ese momento. En China,
la tradicin originaria se readapt, fraccionndose en taoismo (reservado a una lite y
compuesta por una metafsica y ciencias tradicionales especulativas) y Confucianismo
(doctrina de carcter fundamentalmente prctico). Tambin en esa poca, los judos
sufrieron la cautividad de Babilonia y desarrollaron lo esencial de su actual doctrina
religiosa. Fue, as mismo, el perodo de los "reyes mticos" de Roma y el punto de
arranque de la "civilizacin clsica" griega. Esta mutacin religiosa alcanz tambin a
Persia.
Ren Guenon sostiene que esa misma fue la poca del "ltimo Zoroastro" y
explica "Zoroastro designa en realidad, no a un personaje particular, sino una
funcin, a la vez proftica y legisladora; hubo varios zoroastros, que vivieron en
pocas muy diferentes; y es incluso verosmil que esta funcin tuviera un carcter
colectivo, lo mismo que la de Vyasa en la India, y la de Toth o Hermes en Egipto,
representa la obra de toda la casta sacerdotal".
El zoroastrismo ejerci una enorme influencia sobre las religiones y los sistemas
gnsticos posteriores y fue la religin oficial persa antes de la invasin de Alejandro
Magno. El gran conquistador griego, al llegar a Perspolis, destruy los textos sagrados
iranios. Con los fragmentos que se salvaron se compuso el "Zend-Avesta", libro sagrado
de la tradicin zorostrica desde el ao 226. Con el zoroastrismo aparece un cierto
dualismo en la historia de las religiones. Zoroastro cree en la unidad de Dios. El tiempo
produce dos principios antagnicos: Ormuz (Dios Bueno, eterno e infinito hacia lo alto)
y Ahriman (Dios Malo, infinito hacia lo bajo). Los dos principios se oponen
eternamente.
Ahura-Mazda u Ormuz es entendido como el principio y centro de todas las
cosas. Surgi de una mezcla entre el Fuego primordial y al Agua elemental. Inaccesible
y eterno, gener una jerarqua celestial cuyas seis emanaciones -los "Santos
Inmortales"- estn divididos en dos grupos, masculinos y femeninos. Estas
emanaciones, ms Ormuz, forman la "Hptada". Bajo ella se encuentran veintiocho
"Angeles Superiores"; Mitra es su jefe. Bajo estos, forman los ngeles y genios tutelares
de la humanidad. El reino de Ahriman tiene una estructura similar. Seis "Grandes
Demonios" o "Daivas", estn al frente de la jerarqua diablica. Cada ngel o principio
de la Hptada, tiene su equivalente negativo en esta jerarqua inferior.
La lucha entre Bien y Mal no es eterna; terminar por prevalecer el Bien despus
de una lucha de tres ciclos. Cada ciclo ser de tres mil aos. El gnero humano podr
ayudar a la resolucin de esta lucha mediante una vida pura y justa. El ciclo se cerrar
con un diluvio de fuego. Estos elementos estaban presentes en la religin irania en el
tiempo que naci un hombre providencial, educado en tal dualismo: Manes. Lo
esencial del dualismo zorostrico, tamizado por Manes, inspirar la hereja ctara.
nacimiento, pero iranio de raza, se educ con los magos; naci en Abrumia "en el ao
527 de la Era Selucida, el octavo da de la segunda luna", es decir, el 14 de abril del
216; algunas fuentes dicen que en su juventud fue sacerdote catlico. Visit buena
parte del mundo conocido en su poca.
Manes, empez a tener visiones a los 12 aos y la "gran revelacin" se produjo a
los 24 aos. Abandon la religin de sus padres y se crey investido por la divinidad
para crear una predicar un nuevo sistema religioso. Crey ser el "Sello del Profeta",
ltimo de los enviados divinos. Estuvo en India y se interes tanto por el
brahamanismo como por el budismo. Cuando regres a Persia, ya haba ideado su
sistema religioso, verdadera sntesis de budismo, mazdeismo y cristianismo. En marzo
del 242, Manes se present ante el rey Sapor I de Persia para exponer su doctrina que
ya consideraba como "la nica religin verdadera". Dicen las crnicas que no fue
recibido con excesivo calor y prometi volver con millones de fieles. Esa fecha se inici
la expansin del maniqueismo.
A partir de entonces, los misioneros maniqueos se desperdigaron por todo el
mundo. Predicando hacia el Este llegaron a China y tambin al Tbet; su marcha hacia
el Oeste les llev a Hispania; en la Roma Imperial se implantaron cmodamente.
Tambin estuvieron presentes en el siglo IV en Africa del Norte, Asia Menor, Iliria y
Grecia. Por entonces Manes ya haba muerto. Mani (o Manes) no tuvo en cuenta que
iba a conmover los fundamentos de las religiones institucionalizadas en muchos pases.
Iba a competir con sistemas poltico-religiosos que deseaban cualquier cosa menos
sufrir desestabilizaciones en sus estructuras ideolgicas y de poder. El maniqueismo no
tard en alcanzar el dudoso honor de "religin ms perseguida de la historia".
Diocleciano los reprimi en el 290, los emperadores bizantinos, Justiniano y Alejo
Comeno descargaron sobre la secta maniquea, todo el peso de la ley. En Persia, para
colmo, haba muerto Sapor I, que termin aceptando bien la nueva doctrina. Le sucedi
su hijo Hormizd que sigui la misma poltica favorable al maniqueismo; no en vano
pertenecan al mismo linaje de la madre de Manes. Sin embargo, Hormizd rein solo
unos meses y fue sucedido por Bahram I, favorable al "stablishment" religioso mazdeo.
Fue el fin para Manes. Detenido y cargado de cadenas que le impedan todo
movimiento, fue encerrado en la prisin. Tard 26 das en morir. La tradicin cuenta
que fue desollado y su piel, hinchada con aire, colgada en las puertas de Ctesifone.
Otros dicen que, primero, fue crucificado y luego despellejado. En cualquier caso se
sabe que su muerte acaeci el 26 de febrero del 277.
Los partidarios de Manes, perseguidos y exterminados en Persia, escaparon al
Turkestn, otras comunidades se dirigieron a la India, China y Africa, extendindose a
travs de Egipto. Aqu recibieron la influencia de las comunidades cristianas y de los
restos de las escuelas paganas de misterios. En Hipona, el que luego sera San Agustn,
fue maniqueo entre el 373 y el 382. Los misioneros que llegaron a China, lograron gran
difusin en la poca de Gengis Khan. Perseguidos en Asia Menor, huyeron hacia los
valles del Danubio. Los maniqueos no pudieron soportar durante mucho tiempo la
presin. Su ocaso se presenta desde principios del siglo V. Retrocediendo por todas
partes, sus fieles seguan extrayendo fuerzas para resistir la persecusin y las
adversidades. La jerarqua maniquea fue desmantelada; el contacto entre las distintas
comunidades se perdi y, para colmo, a medida que crecan las dificultades, la doctrina
inicial fue desvirtundose y separndose de su unidad originaria. En el Este el
maniqueismo termin parecindose al budismo y en el Oeste al cristianismo. Hacia el
siglo VI ya no podemos hablar de una religin unitaria, sino de grupos dispersos que
pugnaban, aislados unos de otros, por sobrevivir.
La doctrina maniquea.
Qu se sabe de la doctrina maniquea? Manes sostena, con los mazdeos, que
coexistan dos principios en continua lucha en todo el Universo. De un lado materia, de
otro espritu; de un lado oscuridad, del otro luz; Mal y Bien, en sntesis. La lucha entre
ambos principios se inici cuando la materia, experimentando la atraccin de la
radiacin luminosa, quiso ascender hasta ella. Reencontramos aqu el viejo tema
clsico de Prometeo, los titanes y el mito bblico de la cada luciferina. El "dios bueno"
cre al hombre, pero ste result capturado por las tinieblas y aprisionado en la
materia. El hombre, inicialmente, no era materia, sino espritu sutil, prximo a la luz. El
alma no ser feliz hasta que se separe de su prisin, el cuerpo material. Y esto ocurre en
el momento de la muerte. El sabio, no solo no debe temer llegar al final de su vida, sino
antes bien, desearla e ir hacia ella. Salvar el alma, implica sacrificar el cuerpo. El peor
mal que puede aparecer en el hombre, es la ignorancia. La "salvacin" es el
Conocimiento Inicitico. El maniqueismo es, pues, una forma de "gnosis" (camino
hacia el conocimiento o conocimiento mismo, conocimiento de lo Absoluto).
Para Manes, la creacin tena un sentido preciso. Afirmaba que el mundo haba
sido creado por Ahur Mazda, el Dios Sol, para que le ayudara en su lucha contra las
tinieblas. Pero pronto se vi aprisionado en la oscuridad. Las potencias del Bien
acudieron en ayuda del mundo, pero no pudieron evitar que buena parte de la creacin,
permaneciera en poder del Seor de las Tinieblas, prisionera de la materia. El hombre
estaba a medio camino entre el Macrocosmos y el Microcosmos y experimentaba
dramticamente esta lucha. Tambin en l, una parte, perteneca a la luz, pero, como
hemos visto, estaba encerrado en una prisin de materia. Liberar ese tomo de luz,
asfixiado, pero no muerto, que haba en el interior del hombre, era el objetivo del
maniqueismo.
Maniqueismo y catarismo
justificar y explicar el sentido de las persecuciones que estaban sufriendo los ctaros,
un tema que para ellos era extremadamente importante, en tanto que se consideraban
como los verdaderos herederos de los apstoles y divulgadores del mensaje crstico. Los
ctaros tenan una particular predileccin por San Pablo y consideraban que, en los
primeros aos de la predicacin evanglica, los espritus del Bien formaron en torno a
la figura del apostol de los gentiles constituyendo la iglesia primitiva.
La inspiracin doctrinal procede, indudablemente, del dualismo cuya tesis
central reencontramos en el catarismo: No hay entendimiento posible -pensaban los
ctaros siguiendo a los maniqueos- entre materia y espritu.
Este tipo de doctrina genera un tipo humano fundamentalmente pesimista ante
el mundo y la vida. Cree que la vida no tiene remedio, que vivir es, necesariamente,
pecar y pecar supone sujeccin al mundo de la materia. El pecado es el mundo. De no
pecar, el hombre comprobara la realidad de su naturaleza anglica, pero este estadio
solo puede alcanzarse mediante un largo proceso de purificacin que, generalmente, no
se consuma en una sola vida. Las almas debern tansmigrar hasta purgar sus culpas lo
suficiente; una vez purificadas, el bien retornar al bien. De ah se desprende el estilo
de vida ctaro, hecho de renuncia a los placeres del mundo, penitencia y expiacin.
Puede comprenderse que, en esta ptica, la tortura, la muerte en la hoguera y la
mazmorra, sean considerados como formas de expiacin necesarias para ser arrebatado
por la pura luz solar. Al morir, el "perfecto" ir necesariamente al cielo.
El drama de la naturaleza humana consiste en que est situada en un lugar
intermedio entre los dos dos universos enemigos: si bien dispone de un cuerpo
despreciable hecho de materia impura colocada bajo el dominio del Gran Arrogante (el
diablo), tambin hay en l una parcela de luz divina, el alma prisionera. Liberar este
alma es el objetivo prioritario del ctaro.
Por lo dems, el ctaro, en su visin pesimista, piensa que el mundo
manifestado es irreal e ilusorio, en tanto que perpetuo devenir; solo es real la
naturaleza suprema de Dios. No le cuesta renunciar al mundo, como no cuesta
renunciar a una imagen mental, ambos son, en su concepcin, productos ilusorios.
La Cosmogona ctara
La eterna lucha entre Bien y Mal alcanzaba su mximo dramatismo en la
cosmogona ctara, es decir, en la forma en que explicaban el nacimiento del mundo.
Un ctaro de Saint Paul de Fenouillet, respondi as a la comisin inquisitorial
que le interrogaba: "Dios, el creador soberano, hizo y cre primero a los arcngeles,
que son, en verdad, hijos de Dios; stos, por una fuerza que haban recibido de Dios,
Bertrand Gui, sin duda el mejor conocedor del catarismo occitano, escribi que los
herejes "pretenden que el Cristo no tuvo un verdadero cuerpo humano ni verdadera
carne humana, como todos los otros hombres". La Encarnacin -nos confirma Gui- no
sera sino una apariencia engaosa. Otro tanto suceda con la Virgen que no sera sino
un smbolo elevado para inspirar amor y, en absoluto, una figura de carne y hueso.
Pero lo cierto es que la muerte de Cristo supuso un triunfo de Satn. Un triunfo, eso si,
permitido por Dios para que sirviera de gua a la humanidad en su ascenso al Mundo
del Espritu.
La Creacin pues se divida en tres estadios perfectamente diferenciados: Cada
de los Angeles y dominio de Satans - Venida de Cristo al mundo - Retorno de la
humanidad a su lugar originario. La ltima fase, la que ms interesa al ctaro, implica
un comportamiento lo ms similar al ejemplo de Cristo. De ah el nfasis puesto por el
catarismo en el estudio del Evangelio y en el valor del ejemplo.
El catarismo, aun partiendo de un razonamiento inicial distinto del
cristianismo, no difera excesivamente de ste, en la conducta que exiga a sus fieles. El
principal argumento que facilitaba la difusin del catarismo era la contradiccin entre
la predicacin evanglica y la realidad de la iglesia Occitana del siglo XI-XIV. La
opulencia del clero y de la jerarqua, el hecho de que los establecimientos religiosos
recibieran abundantes tributos de las poblaciones, no podan sino contrastar con la
austera figura de Cristo. Pero, por lo dems, al menos en teora, los dos tipos de moral
en conflicto eran muy similares.
La separacin ms evidente se produca entre formas de culto y rituales catlicos
y ctaros. Ningn sacramento era aceptado por los ctaros. Alegaban contra el
bautismo que era intil pedir a un recin nacido una promesa de vida sin pecado que
jams podra cumplir. Respecto a la comunin, no crean que en el momento de la
Eucarista se produjera la transubstanciacin, es decir, la transformacin del pan y el
vino en carne y sangre de Cristo. No confiaban en la confesin, ni en el valor de la
penitencia; conocedores de la condicin humana, reconocan el sinsentido de prometer
algo que se iba a ser incapaz de mantener.
"El alma de un hombre sali de su cuerpo y entro en el cuerpo de un caballo que una
vez, perdi una herradura entre dos peas; una vez muerto aquel cabalo, su alma
entr en el cuerpo de un justo; un da en que este ltimo pasaba con un amigo por el
sitio donde haba perdido la herradura cuando era caballo, se pusieron los dos a
buscar y hallaron la herradura entre dos rocas".
Uno de los peores pecados en los que poda caer un ctaro era matar a un
semejante. Tambin aqu se relaj la prohibicin e, incluso, como sucedi con la
matanza de inquisidores de Avignonet, o en los distintos episodios de la Cruzada contra
el catarismo, menudearon los episodios de extrema violencia que demuestran que no
siempre se tena presente el mandamiento. Cuando tuvieron ocasin, los ctaros no se
dejaron detener sin presentar batalla y, en ocasiones, vendieron muy cara su vida.
Los ctaros esperaban hasta ltima hora para recibir el "consolamentum".
Haba que morir en estado de gracia y, por tanto, lo ms adecuado era recibir la
imposicin de manos, en el ltimo momento ante una muerte inminente, cuando ya no
haba posibilidad de pecar. Particularmente en tiempo de guerra y en los asedios, los
combatientes saban que podan matar a alguin y, por tanto, morir en pecado. En las
fortalezas sitiadas, el "consolamentum" se realizaba tras las refriegas, cuando los
heridos comprobaban lo irremediable de su situacin. Tambin poda ser administrado
a los recin fallecidos.
En la vida del ctaro tena particular importancia la prohibicin de jurar.
Cuando los inquisidores queran comprobar si un detenido era o no ctaro, se le peda
que realizara algn juramento. Existen descripciones sorprendentes en las que el
sospechoso en cuestin, tras haber soportado un largo interrogatorio, incluso sobre
delicadas cuestiones teolgicas, tiembla ante el requerimiento de prestar juramento.
El tab proceda de la reiteracion con que los juramentos se repiten en el
Antiguo Testamento. Considerado -como hemos visto- obra de Satn, todo su
contenido es, por lo mismo, rechazable y las frmulas para jurar son igualmente
consideradas satnicas.
No se trataba, en general, de una vida muy diferente a la de los fieles de base
catlicos. Las normas de comportamiento -a excepcin del vegetarianismo- eran
similares, tanto para los fieles de base como para los perfectos. Los monjes catlicos
podan entender perfectamente las exigencias ctaras de castidad y de pobreza
voluntaria. Los ayunos ctaros eran ms reiterados que los catlicos. Y en cuanto a la
prohibicin de matar, era compartida por ambas religiones.
Los escritos de la poca, incluso de sus adversarios, reconocen que el valor de la
predicacin hertica radica en el ejemplo. Un monje dice de ellos que "hablan como
filsofos y se comportan como santos", pero, naturalmente, se trata de simulacin
diablica. Los ctaros repetan, sin embargo, el valor del ejemplo, decan que "La fe
Rituales y grados
Hemos hablado del "consolamentum". Recibirlo equivala a recibir al Espritu
Santo. No en vano el Gran Consolador era el Parclito al que alude San Juan. La
ceremonia se realizaba mediante un sencillo ritual en el curso del cual un "perfecto"
impona las manos al aspirante a alcanzar ese mismo grado.
El ctaro que reciba el "consolamentum" tena un elevado grado de
convencimiento y dominio de la doctrina hertica. Antes era solo un "creyente" que
deba seguir una etapa de "probatio" en el curso de la cual un "perfecto" lo instrua y
segua su evolucin. El simple "creyente" estaba solo obligado a la prctica de la
caridad, la verdad y las buenas obras.
El "consolamentum" implicaba que el adepto quedaba purificado. Cometer
cualquier acto que pudiera transgredir los votos contraidos equivala a una apostasa.
Comer carne, copular, jurar, separarse un pice del recto estilo de vida ctaro equivala
a perder el alma. De ah que el "consolamentum" se administrase solamente cuando el
adepto tena una fe suficientemente fuerte como para creer que resistira cualquier
tentacin, o bien cuando se encontraba prximo a la muerte. Tal era el caso de los
moribundos y los ancianos.
El simple creyente poda acojerse a dos ceremonias: el "melhioramentum" o
enmienda honorable era un remedo de confesin pblica con absolucin colectiva. En
cuando al "apparelhamentum" o "parcia" consista en una bendicin que reciba un
simple creyente de manos de un "perfecto".
Los "creyentes" deban tenan la obligacin de asistir a las asambleas presididas
por los "perfectos", en el curso de la cual se administraban nuevos "consolamentums".
Luego segua un gape fraterno que recordaba el de los primeros cristianos.
dicho, no estamos aludiendo a una conviccin intelectual que, en el fondo, cuesta poco
de renunciar pronunciando el consabido "oppur si muove" para los adentros. La
conviccin con la que muchos ctaros sostuvieron sus ideas indica que haban
atravesado lo que podemos llamar una "experiencia mstica".
Entendemos por "experiencia mstica" un estado diferenciado de conciencia en
el que la intuicin se agudiza, proporcionando al sujeto convicciones que disipan sus
dudas y abren su mente a la comprensin de los misterios del universo a los cuales era
imposible acceder por la va racional. Solo quien ha experimentado la vacuidad del
mundo puede renunciar al mundo. Quien ha platicado o ledo sobre esa misma
vacuidad ser, como mximo un erudito, pero la conviccin intelectual no tiene nada
que ver con esta conviccin que proporciona la intuicin espiritual. En diversos textos
se contraponen ambos tipos de experiencia e incluso se llega a afirmar que la
experiencia intelectual, al depender del cerebro, extrava en el universo de la ilusin,
mientras que la intuicin espiritual, se dirige, inexorable a la verdad como la flecha
busca la diana.
Basta estudiar las prcticas ctaras, incluso las ms banales, para advertir que
nos indican de donde los ctaros extraan la fuerza necesaria para sostener su fe.
Vegetarianos, realizaban frecuentes ayunos, trabajaban duramente con sus manos, se
desplazaban caminando de un pueblo a otro, realizaban continuas genuflexiones,
permanecan aislados muchos das... En el fondo, se trataba de una consecuencia
directa de su propia teora. Si el cuerpo es una prisin para el alma, mediante su estilo
de vida, los ctaros conseguan que los muros de esta prisin sean ms tenues y las
ventanas ms abiertas para que pase por las rendijas la pura luz del sol. Cmo puede
conseguirse eso? simplemente, debilitando el cuerpo, mediante un ascesis estricto y
prolongado.
Aldous Huxley en su libro "Las puertas de la percepcin", ha demostrado en este
siglo que es relativamente fcil provocar la aparicin de visiones. Basta con alterar la
qumica de la sangre. Si en un lugar cerrado y con escasa ventilacin, el sujeto repite
cadencialmente jaculatorias, o simplemente ora, o medita en silencio, antes o despus,
la atmsfera viciada se saturar de CO2, mientras que se empobrecer de oxgeno.
Cuando la proporcin es de cuatro partes de oxgeno por una CO2, el sujeto sufrir
alucinaciones que tomar como "experiencias msticas". Otro tanto ocurre con las
genuflexiones repetidas por un cuerpo debilitado por ayunos de pan y agua. Y con el
trabajo realizado en condiciones de extenuacin tras largos viajes por los caminos...
El mismo recurso a la castidad no tiene otro sentido que concentrar una fuerza
que se dispersa mediante el acto sexual. Las exposiciones msticas ms claras y
sinceras, previenen sobre los riesgos de la sexualidad, no por razones moralistas, sino
por consumir energas que pueden ser canalizadas en otra direccin en vistas de
alcanzar una experiencia mstica. Y el criterio es universal; los ctaros solo lo adaptaron
a su particular concepcin del mundo.
Si se comparan las prcticas ctaras con las que, expontneamente, sigui un
personaje tan prximo y conocido como Antonio Gaud, se ve que, efectivamente, son
universales, han estado presentes en todas las pocas y lugares. Vegetariano radical,
ayunando frecuentemente, caminando hasta el agotamiento, durmiendo poco,
extenuando su cuerpo mediante un trabajo infatigable, rezando constantemente el
rosario, sin sexualidad alguna, Gaud lleg a la conviccin de que su misin era edificar
un Templo por mandato divino. La frase de Gaud "a medida que se debilita mi cuerpo
se eleva mi espritu" es suficientemente significativa de los efectos que tuvieron tales
prcticas en Gaud y, seiscientos aos antes, en los ctaros.
En el fondo la experiencia mstica supone, en parte, el dominio de ciertos
"trucos" y habilidades, gracias a los cuales, la conciencia ordinaria queda inhibida y se
ponen en marcha mecanismos escasamente estudiados por la psicologa moderna, pero
que hacen surgir a la superficie estratos profundos de la personalidad. Todas las
tradiciones mistricas han hablado de la "iluminacin", como de un brusco despertar
que provoca una invasin de luz capaz de esclarecer lo que solo un instante antes
permaneca velado. Tambin esta fraseologa es comn a los ctaros: es el alma
aprisionada la que ansa conocer la luz y la que logra elevarse hacia la fuente originaria
del Bien, gracias a la predicacin y a las prcticas de su secta.
El misterio de la "endura"
En misterio de las prcticas secretas ctaras gira en torno a la "endura". Este
concepto ha desencadenado violentas polmicas entre los estudiosos. Para algunos se
trataba de una forma de suicidio ritual; otros, sin embargo, han sostenido que apenas
era otra cosa que un ayuno prolongado. Es posible que bajo el mismo rtulo se hayan
albergado conceptos distintos.
La "endura" pudo ser en la inmensa mayora de los casos un ayuno que,
acompaado de oracin y meditacin, dara acceso a la experiencia mstica a la que
antes hemos aludido. En ese sentido era, como toda iniciacin mistrica, una divisoria
entre un "antes" y un "despus" y por tanto, una experiencia simblica de la muerte. El
"hombre viejo" mora (sentido alegrico de la "endura" en tanto que suicidio) y naca
un "hombre nuevo", renovado por la experiencia mstica.
Ningn otro rito ctaro tiene la intensidad y el dramatismo de la "endura". Ni el
"consolamentum", ni el "melhioramentum", que apenas suponen otra cosa ms que la
insercin en el sujeto de una fuerza purificadora exterior a l, transmitida por un
"perfecto", tenan la fuerza del "endura". Mientras que aquellos ritos eran impartidos
por otros, la "endura" solamente poda ser experimentada por el propio sujeto, en
solitario, sin que pudiera existir ninguna ayuda o participacin exterior.
Las osamentas que se han descubierto en las inmediaciones de Montsegur,
colocadas en forma circular a modo de radios de una rueda, no implican que los
esqueletos alli yacentes se hubieran suicidado mediante la "endura" tal como se ha
dicho; muy bien pudo tratarse de fallecidos en el asedio, situados as, en el curso de un
ritual fnebre que desconocemos.
Ciertamente los ctaros no apreciaban en exceso la vida; su doctrina pesimista
les llevaba a rechazar el mundo como reino del Maligno. Existen referencias histricas
que aluden a ctaros que se dejaron morir de hambre en las mazmorras inquisitoriales
y otros que una vez detenidos y encadenados, intentaron lanzarse por precipicios. Y
cmo hay que calificar la actitud de los ctaros que hubieran podido salvarse solo
renunciando a su f, justo cuando las llamas les acariciaban?
EL CATARISMO OCCITANO
Primeras huellas
No est suficientemente documentada la presencia de herejas anteriores al
catarismo en Occitania. Los godos que, hicieron de Toulouse, su capital, antes de
pasar a Espaa, eran arrianos y su conversin se produjo bajo el reinado de
Recaredo, cuando ya haban sido empujados por los francos hacia Espaa, tras la
batalla de Vouill. Sin embargo, entre arrianismo y catarismo existen diferencias lo
suficientemente importantes que impiden pensar que los rescoldos de la primera se
reavivaron a travs de los siglos en el catarismo. No; el catarismo occitano fue un
fenmeno nuevo nacido expontneamente en los ltimos aos del siglo X, gracias al
flujo comercial exitente con el Este europeo.
Bogomilos en Bulgaria
Reiteradamente los estudios histricos sobre la poca citan un documento
contra los "bogomilos", escrito por un sacerdote blgaro llamado Cosmas, redactado
hacia el 970. Dice que eran adeptos de un pope llamado Bogomil (en latn, "Tefilo",
literalmente "amado por Dios" o "amigo de Dios") y que "seducan a las almas
sencillas". Y lo que era peor, tenan mujeres que se "arrogaban el derecho de absolver
los pecados". En el ao 1000 se tiene constancia de la expansin de los "bogomilos" por
todo el Imperio Bizantino.
Los bogomilos estaban organizados en "siete Iglesias": Macedonia, Tracia,
Constantinopla, Serbia, Bosnia y Asia Menor. Hay datos suficientes para pensar que no
se trataba de una opinin disidente en relacin a la Iglesia romana, sino ms bien, de
una alternativa que quera desembocar en otra estructura paralela, orgncia y teolgica,
ajena al catolicismo y que, entre otras fuentes, estaba inspirada por el cristianism
primitivo.
A partir del ao 1000 empiezan a proliferar en las crnicas detalles, aqu y all,
en Europa Occidental, que demuestran que ya se haba expandido una hereja similar a
la de los bogomilos. Los cronistas catlicos asimilan el carcter de herejes al de
embrujados. Un campesino de Champagne, otro del Perigord, hacen llamamientos
pblicos a la castidad, "predican el Evangelio de modo impo", rompen cruces y, sobre
Expansin
En los cien aos siguientes el catarismo se expande como una mancha de aceite
por Occitania a expensas del catolicismo. Las vocaciones sacerdotales estn bajo
mnimos en la regin, las familias se niegan a bautizar a sus hijos. Algunas iglesias,
como la de Castelnaudary, se han transformado en lugares de culto ctaros. En otros
lugares, como Saintes Puelles, todos los habitantes se han adherido al catarismo,
incluso los nobles locales. Da la impresin que el catarismo predica abiertamente y no
encuentra problemas para su expansin.
En Lombers, un obispo ctaro extremadamente culto, Sicard Cellerier, expone
sus tesis ante el tribunal reunido para condenarle. Los predicadores catlicos, por
ejemplares que sean, no llegan al corazn de la poblacin, que ve en ellos un ardid del
clero opulento que los ha explotado durante siglos. San Bernardo fracasa en Albi y
Verfeil. Ms tarde, Santo Domingo de Guzmn experimentar idntica amargura. A l
se debe la creacin de la Orden de los Padres Predicadores, gestores indmitos de la
Inquisicin.
Condena de la hereja
En 1165, el Concilio de Tours, condena la "abominable hereja venida del pais
de Toulouse, desde donde se ha difundido a la Gascua y a las dems provincias". En
1179 el III Concilio de Letrn dict severas disposiciones contra los ctaros de Gascua,
Reaccin catlica
La subida de Lothario Conti al solio pontificio con el nombre de Inocencio III,
cambi la situacin. Hombre teocrtico, raro fue el monarca que, antes o despus, no
El origen de la Inquisicin
Inocencio III lanz la anatema, no solo contra los herejes sino contra quienes no
pusieran el celo necesario en su persecucin. El Papa albergaba la fundada sospecha de
que el clero languedoquiano, reducido a la mnima expresin y desprestigiado, apenas
poda hacer nada contra los herejes; ni siquiera los obispos, tenan fuerza suficiente, ni
inters en muchos casos, por emprender una lucha que deba enfrentarles a sus
conciudadanos.
Inocencio III prefiri desposeer a los obispos locales de jurisdiccin para
procesar herejes y otorg tal prerrogativa a enviados de su confianza. Tal es el origen de
la Inquisicin que pronto fue confiada a los dominicos.
El llamamiento a la Cruzada
En una carta del 10 de marzo de 1204, Inocencio III conminaba a Felipe
Augusto, rey de Francia, a luchar contra la hereja "protegida por el Conde de
Toulouse". Ni esta carta, ni las sucesivas exhortaciones de 1205 y 1207, tuvieron xito.
El papa medit la oportunidad de una cruzada, pero la empresa era difcil justificar. El
Conde de Toulouse, Raymond VI, estaba emparentado con casi todas las casas reales
europeas. No es, ni un infiel, ni un jefe aislado polticamente.
En 1208, el legado Pierre de Castellnau excomulga al Conde de Toulouse en
nombre del Papa utilizando como excusa banal una disputa sobre lmites. El Conde,
consciente del peligro, negocia y se entrevista con Castelnou en Saint-Gilles. El legado
La cruzada
A la llamada del Papa acuden nobles del Norte, fundamentalmente aventureros
y gentes sin oficio ni beneficio. El compromiso es solo por cuarenta das y hay promesa
de botn. El rey de Francia enva a su hijo y la direccin militar de las operaciones es
asumida por Arnau Amalric.
Los ejrcitos cruzados se concentran en Lyon. Se promete a los voluntarios
indulgencia plenaria y vida eterna en el Paraso de los justos. El 24 de junio de 1209,
gruesas columnas cruzadas abandonan Lyon y, siguiendo las riberas del Rdano se
dirijen hacia Occitania. Veinte mil caballeros y doscientos mil infantes y auxiliares,
componen el ejrcito cruzado.
Raymond VI percibe el riesgo y decide negociar. Se retracta y es azotado
pblicamente en el atrio de Saint-Gilles, por el obispo Milon. Luego pide hacerse
cruzado, con lo cual sus tierras son declaradas inviolables. Pero, a pesar de haber
salvado momentneamente la situacin, el conde es consciente de lo difcil de su
situacin.
intentando entablar dilogo; pero los jvenes lo matan. Enfurecidos los cruzados,
quieren vengar al peregrino y persiguen a los jvenes hasta las puertas de la ciudad. El
inesperado ataque en masa de los cruzados coje a los defensores desprevenidos. En
pocas horas Beziers resulta devastada. El cronista Cesreo de Heisterbach cita la,
desafortunada pero significativa, frase que presuntamente pronunciara Amalric
cuando le preguntaron como distinguir catlicos de ctaros: "Matadlos a todos, Dios
reconocer a los suyos". Es probable que esa tarde fueran asesinadas entre 17 y 20.000
personas. Amalric, exultante de jbilo, escribi al Papa: "Tras una enorme matanza de
enemigos, toda la ciudad ha sido saqueada y quemada: la venganza de Dios ha sido
admirable".
La conquista de Occitania
Los legados del Papa celebran una conferencia con Raymond VI en la ciudad de
Arls, pero sus condiciones vuelven a ser insoportables para los occitanos: licenciar
tropas, entrega de herejes, solo podrn vestir hbitos oscuros, desmantelamiento de
castillos y fortalezas, tributo de cuatro escudos de plata, las posesiones del propio
Raymond VI irn a parar al Cster y l deber cumplir una penitencia en Tierra Santa
junto a los templarios. "Preferimos abandonar nuestra patria con el conde que tener
que someternos a curas o franceses", es la respuesta unnime de los vasallos del
conde.
El 6 de febrero de 1211 Raymond VI resulta excomulgado. Simn de Montfort
que se haba visto con problemas para sostenerse en sus nuevas posesiones, pasa al
contraataque. El primer episodio es el asedio de Lavaur. Cien caballeros resisten y los
guerrilleros reclutados por el conde de Foix empiezan a hacer estragos entre los
mercenarios. Tras un asedio prolongado, se produce un hecho que los cruzados tienen
por milagroso. Cuando las jerarquas religiosas entonan el himno de la cruzada, el Veni
Creator, se derrumba un pao de la muralla de la ciudad. Finalmente, Montfort entra
en Lavaur, arroja a donna Geralda, la propietaria del castillo, a un pozo que cubre con
piedras. El resto de los defensores sern degollados y cuatrocientos ctaros quemados.
En la etapa siguiente, Rabastens, son quemados sesenta ctaros. Dentro de
Toulouse, Fulco, el trovador devenido obispo, intenta fomentar la rebelin, pero es
expulsado de la ciudad por Raymond VI.
En el puente de Montaudran, cercano a Toulouse, los caballeros occitanos con
Raymond VI, Gaston de Bearn y el conde de Foix, derrotan a las tropas de Montfort y
los persiguen hacia el sud-este. A medida que el ejrcito occitano va avanzando se
producen sublevaciones y episodios de venganza contra los antiguos cruzados. Esto se
van obligados a replegarse a Carcasona, la plaza mejor protegida, e intentar estabilizar
su situacin.
La cada de Montsegur
El mayo de 1243 Hugo d'Arcis siti la fortaleza. Dentro se encuentran unas 450
personas, 150 defensores armados y 200 ctaros "perfectos". El cerco no es total, los
ctaros de Montsegur reciben mensajes de apoyo desde el exterior. Durante meses solo
se produce un duelo de catapultas. Cuando se pierde la barbacana del castillo, dos
ctaros cruzan las lneas, beneficindose de la complicidad de algunos sitiadores, y
ponen a salvo el "tesoro ctaro". Nadie sabe exactamente en qu consiste (libros
sagrados, objetos de culto, oro y piedras preciosas...).
En una de las extremidades del castillo, todava pueden verse los restos de sta
barbacana. Los mercenarios vascos que constituan lo esencial de las tropas
mercenarias se apoderaron por sorpresa del lugar, amparados en la noche y con
prdidas notables. Se cuenta que, a la maana siguiente, cuando los mercenarios
pudieron comprobar el precipicio que haban debido de salvar durante la noche para
alcanzar la barbacana, palidecieron de horror. Desde el lugar fueron instaladas
catapultas que bombardearon contnuamente a los sitiados. Para colmo la abundancia
de ratas envenen los pozos del lugar. Algunos estn convencidos que alguin les ha
traicionado, pero no hay tiempo para encontrar al culpable.
El 30 de abril se lucha al pi de la muralla. Los muertos son muchos. Los
"ancians" ctaros imparten en "consolamentum" entre los moribundos y la
"convinenza" entre quienes se aprestan al combate. Pero todo est perdido. De hecho,
con el tesoro a salvo, a nadie de los sitiados le interesa excesivamente seguir
resistiendo. Pierre Roger de Mirepoix y Ramn de Perelha, piden negociar. Las
condiciones de la rendicin, para los que no profesen el catarismo, no sern
excesivamente duras. Resultarn absueltos e indultados de sus culpas, incluso de la
matanza de Avignonet. Lograron quince das de plazo para preparar el abandono de la
fortaleza.
El 14 de marzo de 1244, da del equinoccio de primavera, se rinde Montsegur.
Diecisiete herejes -once de ellos, guerreros- reciben el consolamentum que, dadas las
circunstancias, equivala a una condena a muerte. El 16 de marzo de 1244, doscientos
quince ctaros son quemados en la explanada situada al pi de Montsegur. Aun hoy se
b)
c)
Tres son, pues, los caminos que conducen a la ciudad de la gran Esclarmonde.
Foix, al crecer, ha perdido parte de ese encanto que debi tener en otro tiempo cuando
la sombra del castillo condal se proyectaba sobre lo esencial de la villa. Hoy ese castillo
ha sufrido profundas reformas y ha quedado reducido a la mnima expresin. Junto al
castillo, la iglesia de San Volusiano, son los lugares en donde el viajero debe
ineludiblemente detenerse.
La leyenda de Volusiano.
La historia de San Volusiano no es en absoluto edificante; ms bien es una
mancha en los valores de honor y lealtad de la regin. Parece como si el clero
languedoquiano no hubiera estado muy acertado a la hora de elegir a sus santos locales.
Hacia el ao 500 los visigodos arrianos ocupaban el Languedoc. La ambicin de la
dinasta merovingia que reinaba en el norte de las Galias y el catolicismo del que hacan
gala, encontraron un perfecto aliado en Volusiano, obispo catlico de la regin. Sitiada
la ciudad de Tours por los francos, Volusiano les abri las puertas y luego huy. Los
visigodos supervivientes persiguieron al traidor y le dieron alcance en los Pirineos; lo
asesinaron. Poco despus Alarico II, rey visigodo, result derrotado por los francos en
la batalla de Vouill; su jefe, Clovis -Clodoveo- rescat los restos de Volusiano y lo
proclam santo. En torno a su tumba se edific la actual ciudad de Foix.
La Iglesia de San Volusiano es gtica y simple. Casi podra decirse que es sencilla
por gtica. Est situada en el punto en que el ro Arige, que da nombre a la comarca,
se separa de su afluente el Arget. El bside casi est situado sobre la orilla del Arige.
Las ventanas de la iglesia son extremadamente altas y estrechas. Una vez en el interior,
sorprende el altar, tardo en relacin al conjunto (alzado entre el siglo XIV y XV) que
representa las escenas de la Visitacin y de la Ultima Cena.
Foix y los Focenses
Otto Rhan cuenta que el nombre de Foix procede de los focenses que "en el siglo
VI antes de nuestra era abandonaron su ciudad materna, Focea, desplazados por el
tirano persa Harpagos y emigraron a la costa sur de la Galia, a Massilia, la actual
Marsella. Port Veneris (Port Vendrs) y muchas otras ciudades ms del Sur de
Francia surgieron de esa manera".
Se trata de un pueblo mtico. Algunos gegrafos la sitan a 32 km. al NO de
Esmirna. Entre informaciones brumosas a medio camino entre el mito y la historia,
puede deducirse que fue una de las ciudades ms prominentes del Asia griega. Los
focios eran buenos marinos y sus buques de guerra tenan 50 remeros, que les llevaron
incluso a Espaa. En nuestro suelo mantuvieron relaciones amistosas con Argantonio,
rey de Tartesos. Lucharon y vencieron a cartagineses y etruscos.
Foix fue una de las colonias que fundaron, la Focea o "Fcida del Poniente
occidental".
TOLOSA: LA "ROJA"
CAPITAL MAGICA DEL LANGUEDOC Y SEDE DEL REY DEL MUNDO
Foix est separado de Toulouse por 82 km. que pueden recorrerse siguiendo la
Carretera Nacional N-20.
En un valle situado en uno de los meandros del Garona se encuentra la capital
del Languedoc. Hoy su nombre est ligado a la industria aeronutica francesa, como
ayer lo estuvo al Gay Saber y poco antes al catarismo. Pero la historia de Toulouse -y su
leyenda- se remontan a los visigodos y, antes que ellos, a los romanos y ligures.
Un cronicn francs del siglo XVI cuenta con pasmosa seguridad que Toulouse
fue fundada 3916 aos despus de la creacin del mundo por un hroe troyano, de
nombre Tholus. Ese mismo ao, sigue el crduclo cronista, naci Dbora, la profetisa
juda. Tholus fund la ciudad observando los astros. Todava hoy en la historia y en las
leyendas tolosanas se descubre la importancia que debi tener esta ciencia tradicional
en el pasado de la villa.
El primer rey legendario de Toulouse fue "Acuario" y la ciudad fue puesta bajo la
influencia de Mercurio. Su patrn es San Saturnino (Saturno) que muri y fue
enterrado por dos "puellas" (doncella en occitano, Virgo), tras ser muerto por un toro
(Tauro). Es Marcus (Marte), cnsul romano, quien lo ha enviado al martirio. Para
colmo un carnero figura en el escudo de la ciudad. Es la alusin a Aries, el jefe de la
manada y primer signo del zodaco.
En el 376 los visigodos franquearon el Danubio y derrotaron a las legiones
romanas en Andrinpolis. En el 410 Alarico, ocup Roma. Un ao despus, su sucesor,
Ataulfo -el que inaugura la consabida "lista de los reyes godos"- se enamor de la
hermana del Emperador Honorio, Gala Placidia. La historia de este amor pasa por
Barcelona. Ataulfo consigui estabilizar un reino que alcanzaba Aquitania, Catalua y
la Septimania (el Languedoc mediterrneo). Su capital era Toulouse. Uno de sus
sucesores, nuestro Teodorico, muri al frente de sus huestes conteniendo a Atila y a los
hunos en la batalla de los Campos Catalaunicos. Era el ao 451, un ao crucial para
Europa. Cincuenta aos despus, su sucesor Alarico II fue vencido en Vouill y esta
derrota sell el destino del reino visigodo de Toulouse. Con armas y bagajes cruzaron el
Pirineo y, tras vencenr a los vndalos y suevos, se establecieron en el territorio de la
Pennsula Ibrica. Haban perdido Toulouse (Tolosa), pero se establecieron en Toledo.
Durante el tiempo que permanecieron en el Languedoc, los visigodos eran
arrianos, es decir, catlicos que no admitan la naturaleza divina de Cristo. Entre la
retirada visigoda y la aparicin de los ctaros en el Languedoc, median quinientos aos,
pero ese tiempo, no fue el suficiente para que el clero catlico consiguiera estabilizarse
en la zona e impregnar completamente a las poblaciones locales.
El sello de Raymond VI, conde de Toulouse, es famoso por su simbolismo. Se ve
en l al Conde sentado en un trono, con la espada en una mano y un castillo en la otra, a
ambos lados de su rostro, el sol y la luna. Es indudable que es una representacin del
"cosmocrator" y que su mismo nombre no es casual: Ray-mond, rey del mundo, segn
la etimologa presentada por un trovador de su corte...
El Donjon de Toulousse: el rastro de los rosacruces
Tras el Ayuntamiento de Toulouse, se encuentra un pequeo edificio de estilo
gtico, el "Donjon"; literalmente, el torren. Aun cuando el "Donjon" no exista en el
perodo ctaro, el viajero no puede dejar de visitarlo. El "Donjon" est ligado a la
historia de la alquimia y del ocultismo contemporneo.
En 1908, Spencer Lewis, afiliado a uno de los grupos que decan descender de
los primeros rosacruces norteamericanos establecidos en Filadelfia en el siglo XVII,
viaj a Francia para establecer contacto con "los Hermanos Mayores de la Rosacruz".
Spencer Lewis fue mandatado por alguin que deca ser "Delegado de la Orden
Rosacruz en la India", para que realizara el contacto con "los Hermanos Mayores".
Ningn historiador del ocultismo ha sabido dar razn de quienes eran los "rosacruces
indios", ni tampoco existen datos sobre "los Hermanos Mayores". En cuanto a los
rosacrucianos norteamericanos, no resulta evidente que lograran perpetuarse desde el
siglo XVII hasta principios del XX.
Entonces por qu Spencer Lewis viaj a Toulousse? Durante todo el siglo XIX
el Languedoc, rivaliz con Pars en ser la capital del ocultismo francs. Desde que en
1780 el marqus Franois de Chefdebien fundara el Rito Masnico de los Filadelfos en
Narbona, una corriente ocultista de rasgos ambiguos se aposent en el Languedoc. El
mstico iluminista Louis Claude de Saint Martin realiz iniciaciones en Toulouse. Se
sabe que algunos nobles locales recibieron la transmisin espiritual que imparta el
fundador del "martinismo", en especial la familia Bourg de Bozas. Pocos aos despus
Marconis de Ngre fund en Montauban el Rito masnico de Menphis y en 1815 los
hermanos Bedarride trasladaron su extico Rito de Misram a Occitania.
Si todos estos movimientos afectaban solo a ritos minoritarios y ocultistas de la
masonera, debi de llegar 1845 para que un alto grado masnico, el Conde de Lapasse,
desarrollara el Grado 18 de la masonera, cuyo ttulo es el de "Caballero Rosacruz" y
filial espaola de AMORC, est dedicado a la cultura ctaro. Los caminos neorosacrucianos pasan tambin por Toulouse y, a la postre, quieren confluir con los
ctaros.
Los Jacobinos: un edificio nico en la historia del gtico
Santo Domingo pas por aqu. Otto Rhan cuenta en su libro "La Cruzada contra
el Grial": "Juana de Aza, noble espaola, una noche del ao 1170, tuvo un extrao
sueo: llevaba en su seno un perro, que cuando lo trajo al mundo tena en su boca
una antorcha encendida con la que prendi fuego al mundo. Cuando Juana dio a luz
un muchacho sano y el sacerdote le bautiz con el nombre de Domingo, su madrina
tuvo una visin singular: vi en la frente del recin bautizado Domingo una estrella
que daba vueltas y que iluminaba toda la tierra con su resplandor". Por eso los
propios dominicos daban dos explicaciones al origen de su nombre: no solo derivaba
del patronmico de su fundador, sino que tambin decan que eran "domine cani",
perros de Dios.
El 1215, el que luego sera Santo Domingo, fund la Orden de los Hermanos
Predicadores con la intencin de combatir al catarismo. Su primer convento se instal
en Toulouse en 1216. Un ao despus se instalan en una capilla consagrada a Santiago
(Saint Jacques). De ah el nombre de "Jacobinos".
La construccin del convento y de la Iglesia -que, de paso, fue el primer "estudio
general" (universidad) tolosana- empez en 1230 y prosigui durante 110 aos. En
1369 acogi el cuerpo de Santo Toms de Aquino. Aun hoy se mantiene el culto a este
Santo y en el pequeo tenderete donde pueden adquirirse objetos cultuales y recuerdos
del lugar, est en venta la llamada "Crux Angelica" de Santo Toms de Aquino,
reputada de generar aplicacin en los estudiantes y buen aprovechamiento en su
trabajo. Desde 1974, sptimo centenario de la muerte del Santo, sus restos pueden
venerarse en un altar lateral de la Iglesia de los Jacobinos.
Pero estas caractersticas palidecen ante las dos naves en las que est dividido el
templo. En efecto, no hay ninguna otra iglesia gtica en la que la nave est dividida por
siete columnas centrales de 28 metros de altura. La ltima de estas columnas sostine la
bveda del bside. Se conoce como "la palmera de los Jacobinos", de ella parten 22
nervios que sostienen la bveda y van a parar a las columnillas del bside. Es evidente
la voluntad deliberada de utilizar los nmeros sagrados: el 7 la suma del ternario
(mundo espiritual) con el cuaternario (mundo material), es decir, nmero de la
totalidad manifestada; el 22, los veintin arcanos del Tarot (tres veces siete), ms el
Loco, es decir, la totalidad de posibilidades de lo manifestado y de la vida humana.
Por distintos canales la Iglesia de los Jacobinos ha influido un estilo
genuinamente barcelons. La Iglesia tolosana, contrariamente al gtico septentrional
-Notre Dame de Pars, de Chartres, Catedral de Beauvais, etc.- tiene los contrafuertes de
la nave lateral integrados en el conjunto. Los contrafuertes constituyen las divisiones
entre las capillas laterales. Su proporcin es alargada, casi cuatro veces de largo ms
que de ancho. Este estilo se conoce como gtico meridional. La iglesia del convento de
los dominicos de Barcelona (ver Ruta de los Ctaros en Barcelona) tena esta misma
fisonoma. La gran diferencia estriva en que el Convento de Santa Caterina (que as se
llamaba la sede de los dominicos de la Ciudad Condal) tena una sola nave central.
Pero existe otra influencia no desdeable. La Iglesia de los Jacobinos est
recubierta interiormente por nervios policromados, tanto las bvedas como las paredes
estn cubiertas por baldosas que reencontramos en las construcciones de los
modernistas barceloneses. Comprese esta Iglesia con el Hospital de San Pablo
diseado y construido por el modernista Domenech i Montaner y se ver que los
modernistas encontraron su inspiracin neogtica y su estilo de construccin en
Toulouse, "la Roja". Para otros modernistas, el ladrillo rojo, propio de la capital
languedoquiana, es el elemento ms frecuentemente repetido.
Catedral de Saint Sernin.
Saint Sernin es nuestro San Serenn o San Saturnino y en Catalua, Sadurn.
San Saturio sera un avatar ms de un personaje que parece polimrfico. El santo
En el tercer pilar del prtico principal se encontraba una escultura que hoy ha
sido trasladada al museo de los Agustinos (otro lugar digno de ser visitado). En ella
pueden verse a dos mujeres embarazadas, con las piernas cruzadas ritualmente; una ha
dado a luz un len, el otro un carnero, alusin hermtica a los dos poderes, real y
sacerdotal. Las dos mujeres tienen un pie calzado y el otro no y bajo los pies descalzos
de ambas hay una cabeza de len: los dos poderes -real y sacerdotal- no son ms que
uno, unificado en la figura del Emperador o del Rey del Mundo (Ray-mond). La
temtica gibelina y antigregoriana, no haca ms que insinuarse.
Antes que la gigantesca catedral que podemos ver hoy, hubo en el lugar una
modesta ermita que albergada a Saint Sernin. En el 1075 se inici la construccin de la
catedral que debera prolongarse por espacio de dos siglos. Primero se emple piedra
en la construccin, pero luego se opt por el ladrillo. El campanario y la nave central
estn casi completamente construidos en ese ladrillo rojo que otorgar sobrenombre a
la ciudad. En 1855 fue restaurada por Viollet-le-Duc.
La catedral tiene forma de cruz latina. Su aspecto es excepcionalmente slido y
lo parecera todava ms de no ser por los cinco pisos que preceden a la aguja del
campanario. Una vieja leyenda urbana nos cuenta que el diablo serpentea en este lugar.
Se trata, sin duda, de una leyenda que tiene su origen en la animadversin que senta la
poblacin tolosana hacia quienes haban abolido su independencia y que identificaban,
no tanto con Francia como con el papado.
El oro maldito bajo las naves de Saint-Sernin
Cuando alguin tiene mala suerte en el Languedoc, se dice que "Ha encontrado
el oro de Toulouse". La frase procede de un episodio a medio camino entre la historia y
la leyenda.
Hacia el ao 200 a. de JC los galos, con Breno al frente, conquistaron Iliria y
saquearon Delfos, la ciudad en la que Apolo se transform en delfn para guiar la nave
de los sacerdotes cretenses. Los galos regresaron a su pas con el tesoro que depositaron
en Toulouse. Poco despus estall una epidemia en la ciudad y los arspices culparon
al oro robado en Delfos. Recomendaron que se arrojara el tesoro al fondo de un lago
Las primeras referencias a Albi aparecen en el siglo V. Los visigodos fueron sus
primeros habitantes. A lo largo de los quince siglos siguientes Albi ha cobrado merecida
fama por dos hechos muy distintos. Como se sabe los ctaros son llamados
indistintamente "albigenses". Albi fue uno de sus primeros centros de difusin en
Occitania. Siglos despus, tras extinguirse las piras y apaciguarse la regin, surgi en
esta misma ciudad otro hereje, ste de la pintura. Su estilo es tan personal que
intilmente ha intentado ser imitado en cientos de ocasiones. En efecto, Henri de
Toulouse-Lautrec, vino al mundo en esta ciudad. Si tenemos una mnima sensibilidad
artstica, la visita a Albi, nos servir, adems de cubrir otro jaln en nuestra ruta por
tierras ctaras, para conocer mejor la obra de Toulouse-Lautrec.
Con el catarismo siempre ha existido una indeterminacin a la hora de fijar un
nombre con el que llamar a ese amplio fenmeno hertico que se extendi desde los
Balcanes al Reino de Len. Da la sensacin que los obispos ctaros tuvieron una
excepcional autonoma y que -cuestin debatida y que an no se ha cerrado- jams
existi un "papa" ctaro, es decir, una autoridad situada en la cspide jerrquica de la
secta. Los 77 km. que nos separan de Albi son una buena oportunidad para meditar
sobre este tema.
Los ctaros no se conocan a s mismos como tales. En la Edad Media, llamar a
alguin ctaro -hereje o no- significaba insultarlo. La etimologa que quiere que la
palabra "ctaro" derive del trmino griego "katharo" que indicara pureza, son
fantasiosas. El ctaro era aquel que adoraba a un gato (cat). En tanto que secta
disidente de la iglesia oficial, los ctaros eran considerados gente supersticiosa -luego
veremos que, efectivamente, algunos lo eran- y de ah procedera el nombre, en
principio despectivo, con el que han pasado a la historia.
Cuando llegaron de los Balcanes a travs de Lombarda, la lgica hubiera
querido que el nombre originario que tenan en los Crpatos, bogomilos, se hubiera
transmitido. Pero no fue as. En Miln y la Lombarda se les conoci como "Patarinos",
pero tampoco se generaliz el nombre. A pocos kms. de Miln, ya se les llamaba
"concorrezanos". San Bernardo los llam simplemente "maniqueos" y otros pro-
de contactos y las comunicaciones regulares, as que podemos pensar que despus del
impulso inicial dado por los misioneros bogomilos y lombardos, las relaciones entre los
ncleos herticos fueron ms bien tenues. Esto ocasion el fraccionamiento en la
denominacin y que en cada burgo fueran llamados como mejor se adecuara a cada
realidad concreta.
Catedral o fortaleza?
Cuando cay Montsegur y se extingui el fragor de los combates, la Iglesia
catlica procur rehacerse como pudo en el territorio Occitano. Albi era sede obispal,
pero al llegar su pastor Bernard de Combret, all no haba ni catedral ni palacio obispal.
No vamos a preocuparnos ahora del gigantesco edificio que Barnard de Combret
construy como sede obispal y que aun hoy permanece en pi destinado a otro fin. Su
sucesor, Barnard de Castanet en 1282 emprendi la construccin de la nueva catedral.
Cuando el viajero ve de lejos la catedral, sobre todo si ha entrado en la ciudad
por el Norte, ms le recordar una fortaleza que un edificio sagrado. Los contrafuertes,
ocultos por los muros parecen torreones y el campanario muy bien puede ser tenido
por la torre del homenaje. Tal era el mensaje que el clero catlico quera transmitir a su
grey: catedral y fortaleza, oracin y fuerza, predicacin y amenaza.
Todo el edificio est construido en ladrillo rojo, salvo el prtico principal -de
Santa Cecilia- labrado en piedra y cubierto por un baldaquino. La catedral tard un
siglo en edificarse y solo el prtico de Santa Cecilia es posterior; quien lo pag, Louis I
de Amboise, observ que el campanario apenas sobresala del edificio y el conjunto
quedaba excesivamente pesado. Gracias a l, en los ltimos aos del siglo XV se
edificaron los tres pisos del campanario.
Cuando se flanquea el prtico, la sensacin de austeridad que nos haba
acompaado hasta ah, se desvanece. Con casi 20 capillas laterales, todas ellas ornadas
ricamente, el programa iconogrfico que nos presenta, en retablos, tapices y esculturas,
cubre prcticamente todo el Evangelio, sin que falten los profetas del Antiguo
Testamento que auguraron la venida de Cristo.
Dos estatuas llaman la atencin guarneciendo ambas puertas de acceso al coro:
todava hoy existen, siguiendo las mismas tcnicas que utilizaban sus ancestros hace
quinientos aos y que se han ido transmitiendo generaciones de artesanos.
CARCASONA:
LA
MONUMENTAL
CIUDAD
DE
LOS
TRENCAVEL
Si al llegar a Toulouse hemos decidido que no nos adentraremos ms en el
territorio occitano y eludiremos visitar Albi, bastar dirigirnos por la
Autopista A-61 o la Carretera N-113 para cubrir los casi 100 km. que separan
la capital languedoquiana de Carcasona.
Si, por el contrario, es, tras visitar Albi que decidimos desplazarnos a la
ciudad amurallada, la ruta ms directa es a travs de la Carretera N-112
hasta Mazamet (un tramo de 58 km.) y a partir de ah, la Carretera D-118 (49
km. ms) que nos llevarn hasta sus puertas.
Carcasona alcanz importancia en el perodo de Csar. En su libro "La Guerra de
las Galias" se refiere a ella como Carcaso. Humbolt ha insistido en que este nombre no
es latino. Fue en el siglo I cuando se transform en colonia latina, formando parte de la
Galia Narbonensis hasta el siglo IV. Se sabe que luego fue fortaleza visigoda y que los
francos no pudieron conquistarla hasta el siglo VIII, siendo fiel al reino de Toledo. El
cerco al que Clovis la someti en el 507 termin en fracaso. Ms tarde, un ejrcito
mandado por el conde de Limoges intent apoderarse de la ciudad para el rey de los
francos, Gontrn de Borgoa. Los carcasoneses les abrieron la puerta y una vez dentro,
los invasores fueron muertos. El conde de Limoges pereci de una pedrada. Recaredo
acudi en socorro de sus vasallos y consigui recuperar para la corona visigoda de
Toleda algunos fortines como Cabaret, al Norte de Toulouse. Por entonces Recaredo era
todava arriano; cuando se convirti al catolicismo sus vasallos al Norte de los Pirineos
se sublevaron, pero los visigodos lograron superar la crisis y Carcasona, as como las
ciudades de la Septimania, permanecieron en su poder hasta la invasin sarracena. El
713 entraron en Carcasona, dos aos despus de la derrota de Don Rodrigo. La ciudad
solo permaneci en poder islmico 46 aos. Luego se inici la historia de los condes de
Francesa. La novela de Vctor Hugo sobre "El Jorobado de Pars" gener una corriente
de simpata hacia la catedral de Notre Dame que Viollet-le-Duc transform en tcnica
de reconstruccin. Viollet, escribi los nueve tomos del "Diccionario Razonado de
Arquitectura Medieval" que fueron considerados libros de texto para los modernistas
catalanes y para el propio Gaud. El neo-goticismo modernista deriv de la inspiracin
que imbuy Viollet a los estudiantes de la Escuela de Arquitectura de Barcelona.
Siempre se ha dicho que Viollet reconstruy Carcasona a su manera y que, en
particular, la restauracin de la Catedral de Saint Nazaire es excesivamente
"imaginativa". Por nuestra parte, felicitamos a Viollet por su imaginacin.
Viollet, conoci a mediados del siglo pasado a un oficial de Ingenieros al que le
unira una gran amistad. Supo transmitir a ese oficial el amor por el arte gtico y por
sus claves simblicas. Luego, ese oficial dara mucho que hablar tras publicar sus dos
libros "El misterio de las Catedrales" y "Las moradas filosofales". Era Fulcanelli, el
ltimo alquimista del siglo XX.
Las murallas de Perceval
Carcasona fue la ciudad de los Trencavel. Fue la gesta de Raymond-Roger de
Trencavel la que inspir al "minnesinger" alemn, Wolfram von Eschembach, su
poema "Parsifal". Por eso algunos han llamado a la cruzada contra los albigenses,
"Cruzada contra el Grial".
La tesis, enunciada, inicialmente por Josephin Peladan en su libro "El secreto de
los trovadores", fue desarrollada por el investigador alemn Otto Rhan en "La Corte de
Lucifer". Lo esencial de la tesis es que los ctaros alemanes, y en particular Wolfram,
describieron y elevaron a la categora de poema pico, a los principales protagonistas y
eventos de la lucha contra le hereja ctara.
Wolfram llama a su hroe "Perceval" es decir, el que "corta bien" o el "bien
cortado". En Catalua se conoca a los Trencavel como "Tallaferro" (corta hierro) y en
occitano la traduccin literal era "corta bien". Para Peladn y Rhan, Raymond-Roger de
Trencavel y Perceval son una sola y misma persona. La madre de Trencavel era
Adelaida, cortejada por Alfonso el Casto. En el poema de Wolfram, Adelaida se
seguridad de sus moradores, en el siglo XII se construy este fuerte del que descuellan
ocho altas torres. Una barbacana y un amplio foso hicieron esta fortaleza prcticamente
inexpugnable.
No siempre est abierto al pblico, solamente en das sealados se ofrecen
espectculos de caballera en el patio. En las proximidades del castillo se encuentran
dos museos que pueden interesar al visitante: el Museo de la Tortura y el Museo de la
Edad Media.
necesario hacer referencia al que tuvo lugar en esta ciudad el 1233. Era el perodo en el
que la Inquisicin se estaba organizando. Se aprobaron 26 cnones en los que se
ordenaba excomulgar todos los domingos a los herejes, se di capacidad a cualquier
ciudadano para que pudiera detener por s mismo a herejes y conducirlos ante el
obispo, que los conversos que no hicieran la penitencia de llevar una cruz seran
tratados como herejes y seran vigilados por los sacerdotes para comprobar si
efectivamente acudan a los oficios sagrados los domingos.
La iglesia de La Madeleine, romnica, sufri enormes reformas en los siglos de
apogeo del gtico que alteraron completamente su prtico sur y las naves. En cuanto a
la segunda iglesia monumental de la ciudad, la de San Afrodisio, lo ms notable es la
cripta donde est enterrado el primer obispo de la ciudad. Un sarcfago galo-romano es
utilizado como pila bautismal.
Pero estas dos iglesias apenas pueden destacar a la sombra de la magnificencia
de la catedral de Saint Nazaire, situada sobre una pequea elevacin. Recuerda el estilo
de la catedral de Albi, con su prtico principal, ms semejante a un fuerte que a una
edificacin religiosa. Se construy entre el siglo XIII y el XIV. El gran rosetn de la
fachada es uno de los mas notables de la Francia meridional.
Intilmente buscaramos en Beziers recuerdos del catarismo, ni monumentos,
ni lpidas, tan solo algunos restos aislados en el Museo du Veiux Biterrois, situada en el
antiguo convento de los Dominicos, dedicado, en parte, a la historia de la ciudad.
solo por que en las inmediaciones se encuentra la abada de Frontfroie, sino por que la
ciudad es rica en lugares que interesarn al turista sensible que busca ecos del ayer.
Fue Narbona la ciudad ms poblada de Francia en tiempos del Divino Augusto.
Su fundacin se remonta al 118 a. de JC. Un decreto del Senado Romano plasm la
voluntad poltica de crear esta colonia mediterrnea. En el ao 27 a. de JC, Augusto di
el nombre de Narbona a la provincia en torno a la cual se encontraba enclavada la
floreciente colonia. Durante un corto perodo Narbona fue, luego, capital visigoda.
Apenas treinta aos la situaron bajo el dominio musulmn. Carlomagno cre el Ducado
de Gothia con Narbona como capital.
La influencia juda en la zona fue enorme hasta el punto que Pipino el Breve les
di el mando de una parte de la ciudad en el 768. Se sabe muy poco de este episodio,
tan solo que a principios del siglo VIII los musulmanes cruzaron los Pirineos y
ocuparon la Septimana (literalmente "siete ciudades"). La presencia islmica se
prolong del 720 al 759 y para ellos la plaza de Narbona fue muy importante. Les
permiti recibir refuerzos y vituallas por mar y prolongar sus ataques hacia el Norte.
Moros partidos de Narbona ocuparon Lyon. Carlos Martel, vencedor de la morisma en
Poitiers, no logr franquear los altos muros de Narbona, acaso por que entonces los
judos fueron fieles al ocupante.
Algunos historiadores sostienen que, Pipino les di una autonoma
prcticamente total y que el gobernador de la zona era, esencialmente independiente.
Por qu tal condescendencia? Los judos narboneses, despus de sublevarse contra los
moros en el 759 y recibir ayuda del rey de los francos, lo reconocieron como sucesor
legtimo de los reyes del Antiguo Testamento. Por eso los medios legitimistas y
monrquicos franceses, aun hoy, suelen recrearse diciendo que su monarqua est
emparentada con la del Rey David y, por tanto, con el linaje de Jesucristo. Algunos
audaces han intentado, incluso, buscar la tumba de Cristo en la Septimania.
Los judos se instalaron en la ciudad nueva con total autonoma. Algunos
hitoriadores han podido afirmar que el pacto de Pipino con los judos inclua la
concesin de un "principado judo de las galias" que extendera sus dominios por todo
el Languedoc y cuya frontera sera la Marca Hispnica incluida, hasta la divisoria del
Ebro. Todo esto se apoya en muy pocos datos objetivos, pero lo que s es cierto es que,
tras la sublevacin contra los moros, se inici un perodo de gran progreso y
prosperidad econmica para Narbona. Culturalmente, el poder judo se plasm en una
importante escuela de cabalistas que competan con la de Gerona. All fueron Arnau de
Vilanova y los cabalistas cristianos que queran ampliar sus conocimientos y
profundizar en el estudio del profetismo bblico.
Narbona es descrita por los trovadores del siglo XIII como un emporio de
opulencia y buen vivir. Todo esto deba de cambiar menos de setenta aos despus. Las
desgracias de la guerra de los cien aos, el cambio de curso del ro Aude y las epidemias
de peste, junto a la expulsin de los judos, marcaron el ocaso de la ciudad. Para colmo
las tierras de aluvin bloquearon la drsena de Narbona y la orilla se alej.
Catedral de San Justo: a la cuarta, la vencida.
El 75% de la riqueza monumental de Narbona se concentra en un abigarrado
espacio, un retngulo de 100 x 130 metros dentro del cual se sita la Catedral de San
Justo y su claustro anexo, el palacio obispal, la sala de los Cnsules, los dos palacios,
viejo y nuevo y, finalmente el baluarte Gilles Aycelin... imposible concentrar ms
edificios religiosos y administrativos en menos espacio. Los narbonenses lo lograron a
partir del 13 de abril de 1272. En el siglo pasado seguan en ello y buena parte del
conjunto se termin en esa poca, cuando se aprovech para restaurar lo construido
anteriormente.
La Catedral de San Justo es prcticamente cuadrada. Hubiera podido
prolongarse nave y transepto, pero para ello debera de haberse derribado parte de las
defensas de la ciudad. Y la humanidad medieval prefera una buena alta muralla a una
amplia catedral, sobre todo cuando menudeaban los conflictos feudales.
San Justo es la cuarta iglesia que se ha edificado en el lugar, las otras dos
corresponden a perodos anteriores (la paleocristiana, la visigtica, la romnica y la
actual). La dedicacin de los narboneses a sus iglesias es tal, que nunca han dejado de
reformar, ampliar y mejorar la actual catedral. A pesar de ser una ciudad de marcado
Esta curiosa sala es del siglo XIV. Estaban de moda en la poca. La bveda circular est
sostenida por un pilar central. El castillo de Queribs tiene una similar y en otras
muchas iglesias, frecuentemente templarias, encontramos alardes arquitecntnicos
como ste. El pilar central es el "Arbol de la Vida" o la "Palmera de la Vida",
frecuentemente construida en posesiones templarias. Hemos podido percibir en
muchas ocasiones como, justo encima del capitel, se encuentra un pequeo habitculo
-probablemente tambin debi haber alguno en Narbona- donde el templario, recin
iniciado en los misterios de la Orden, meditaba en silencio y soledad sobre la
trascendencia de la opcin que acababa de asumir.
Para rematar la visita
Lo que queda al sur del Pasaje del Ancla es el Palacio Nuevo, ayuntamiento de
la ciudad. Su factura es gtica pero fue construido por el inefable Viollet-le-Duc el siglo
pasado. En el extremo, casi como apoyndose, vale la pena fijarse en el Donjon GillesAycellin, una de las pocas edificaciones que restan en la ciudad y que vieron los ctaros.
Antes haba sido una de las torres de defensa del conjunto amurallado galo-romano. Su
aspecto actual lo adquiri a finales del siglo XIII. En uno de sus ngulos, una escalera
de caracol con 179 peldaos -ni uno ms ni uno menos- llevan hasta la plataforma
superior. La vista que se tiene entonces de Narbona y, en especial del conjunto de la
catedral y los palacios, aminora la sensacin de esfuerzo que hemos tenido que hacer
hasta llegar all.
Los amantes de los museos no debern salir de este "Palacio Nuevo". All, el
museo arqueolgico, les dar a conocer las ricas antigedades paganas del perodo
romano. Y si quieren profundizar en este terreno, al salir del palacio debern cruzar el
canal de la Robine que trae aguas del Aude. En la otra orilla, debern recorrer
aproximadamente doscientos metros antes de toparse con el Museo Lapidario. Mil
trescientas inscripciones aguardan al visitante, algunas de ellas con smbolos ctaros y
otras con carcteres hebreos. El museo, instalado en una antigua iglesia del siglo XIII,
Notre Dame de la Mourgui, dar una visin completa de la historia del a Galia
Narbonensis.
RUTA
DE
CATARISMO
LA
CRUZADA
CONTRA
EL
Tras las grandes capitales, vamos a seguir una ruta, en parte superponible: la
ruta que siguieron los cruzados en su lucha contra el catarismo. Encontraremos en
algunos de estos lugares un atractivo adicional, si lo que queremos es comprender
mejor el fenmeno ctaro. Muchos de estos pueblos son pequeas acumulaciones,
hasta hace poco, olvidadas de los recorridos tursticos convencionales. La promocin
de las "rutas ctaras" ha hecho que cualquier pequeo ayuntamiento de esta zona se
haya preocupado de sacar a la superficie el ms mnimo vestigio ctaro a modo de
reclamo para el visitante. As encontraremos en pueblos alejados como Minerva
interesantes museos y rememoraciones de su pasado ctaro.
No nos hemos limitado a reconstruir, paso por paso, la trayectoria que siguieron
los cruzados. Es evidente que dicha trayectoria es solo accesible desde el Norte de
Francia y no sigue una lgica turstica, sino estratgica. El recorrido propuesto est
pues descrito en sentido inverso. Viniendo de Espaa, termina en Limoux y empieza en
Bellcaire. Una serie de etapas ya han sido descritas anteriormente (Toulouse,
Carcasona, Beziers, Narbona).
Los cruzados, partiendo de Bellcaire, llegaron a Montpelier, saquearon Beziers;
sitiaron Carcasona y desde all tomaron los fuertes de Minerva, Termes y Puigvert. El
grueso de las fuerzas ocup Castres y de ah acudieron a Mirepoix. Finalmente, en un
vertiginoso descenso, dieron por finalizada la lucha en Limoux. Es precisamente este
pequeo pueblo el que, procediendo de Espaa, debemos de tomar como punto de
partida para un recorrido que nos deparar las mayores satisfacciones.
Algunos de estos puntos, entran tambin en la ruta siguiente, la de los castillos
ctaros. En efecto, Termes y Puigvert estn incluidos dentro de una ruta,
excepcionalmente lineal, que une casi una decena de fortalezas y que sern tratadas con
detalle en nuestro siguiente recorrido.
b)
sus puertas y pas a manos de uno de sus caballeros. Fue a partir de esa poca, cuando
el catarismo creci hasta convertir a prcticamente toda la ciudad. Puede suponerse
que los excesos cometidos por los barones del Norte contra la poblacin, determin el
cambio de orientacin de sus habitantes.
Cuando el Conde de Foix recuper la ciudad y ms tarde Trencavel y su
improvisado ejrcito, llegaron a la villa y desalojaron a los "franchimanes", la poblacin
les recibi entusisticamente. La contraofensiva hizo que cayera definitivamente en
manos del rey de Francia y luego la inquisicin realizara la correspondiente "limpieza"
de ctaros. Despues, naturalmente, de saquearla.
Ya por entonces era zona de buenos caldos, pero los barones del Norte trajeron
consigo nuevos mtodos de crianza del vino y as surgi, el "blanquete", un vino
espumoso que ha santificado el nombre de Limoux en la gastronoma francesa. Hablar
de vinos es ocioso, solo la degustacin cuenta y en la zona es posible encontrar varios
centros de distribucin que lo ofrecen.
CATHA-RAMA: ACEPTABLE MARKETING TURISTICO
Limoux ha sido una de las poblaciones que ms ha promocionado su turismo a
costa del fenmeno ctaro. En el centro de la villa tiene su sede "Catha-Rama", local
donde se proyecta un exhaustivo audiovisual sobre la hereja. El espectculo, traducido
a siete idiomas, se proyecta sobre tres pantallas. La sala, moderna y acondicionada para
76 plazas, consigue transmitir la tensin y el inters por el fenmeno ctaro. Justo al
lado de esta sala, otra menor, proyecta "En la poca de los caballeros", coleccin de
diapositivas para nios.
Si nos hemos propuesto visitar el territorio occitano, "Catha-Rama" nos sirve
como resumen audiovisual de los lugares que luego conoceremos en directo.
SAN HILARIO, PARA RECUPERAR LA FE DEL PUEBLO
Saliendo del pueblo, por la Carretera D-104 se llega a la pequea iglesia de Notre
Dame de Marseille y al final de la carretera, la abada de Saint Hilaire. Si la segunda es
anterior al catarismo y hunde sus races probablemente en los antiguos cultos
drudicos de la regin, Notre Dame de Marceille, surgi de la necesidad de la Iglesia de
PAMIERS:
ESCENARIO
DE
LA
CONVERSION
DE
ESCLARMONDE
Existen dos formas de llegar a Pamiers:
a)
b)
Chteau.
- llegando a Lavelanet puede accederse a Montsegur, por
pequeas carreteras a travs de Montferrier.
- Puivert enlaza con la ruta de los castillos ctaros.
Otto Rhan, el investigador alemn perteneciente a las SS que relanz el tema del
catarismo, haba pasado por Pamiers. All le dijeron que iba a aburrirse soberanamente.
Incluso le molest la presencia de rabes y senegaleses que no encajaban con su
arquetipo de pureza racial. La ciudad ha crecido mucho desde entonces. Pamiers es
una ciudad en desarrollo que ha aventajado a Foix. Las posibilidades de diversin son,
desde luego mayores que cuando al visit Rhan.
En recuerdo de Tierra Santa
El toponmico Pamiers no tiene parangn con ningn otro de la regin. Se
empieza a tener noticia de ella en 1111, cuando Roger II, Conde de Foix, pact con el
abad Isarn, dueo del lugar. Durante la Primera Cruzada, el conde de Foix, particip
junto con otros seores occitanos ganando laureles para la cristiandad. En dicha
ocasin, los cruzados permanecieron durante unos das en Apamea, ciudad de Asia
Menor, de la que las huestes cruzadas guardaron un buen recuerdo. Al regresar a su
tierra, Roger II quiso que ese recuerdo permaneciera vivo y le di el nombre a este lugar
del Languedoc.
El debate entre ctaros y catlicos
El paseo por Pamiers puede ser ilustrativo. Quedan todava vestigios de las
iglesias que fueron teatro de las controversias entre catlicos y ctaros. En aquella fecha
estaban en pi dos iglesias hoy en muy mal estado. La Catedral de Saint Antonin en la
Plaza du Marcadal, contruida en el siglo XII, de la que no subsiste ms que el prtico
principal y parte del campanario fortificado, es, junto con los restos de las
construcciones que el Conde de Foix, Roger-Bernard III levant en 1285 (la torre
cuadrada del Carmelo, originariamente baluarte), las dos ltimas muestras del perodo
en que los legados papales vinieron aqu a discutir con ctaros y albigenses. Se suele
recordar solo la invectiva que lanz un fraile contra Esclarmonde, pero se olvida que
fueron los catlicos -Fulquet de Marsella, entre ellos- quienes llevaron la mejor parte
hasta el punto de que Durn de Huesca, jefe de los valdenses, se convirti al
catolicismo y cre un movimiento de "pobreza catlica", los "pauperes catholici" (ver
pg. 229).
Durn no hizo otra cosa que insertar el estilo de vida ctaro en el catolicismo.
As los "pobres catlicos" se abstenan del "juramento ilcito", eran castos, usaban
hbito blanco o gris, no dorman en cama salvo en caso de grave enfermedad, ayunaban
desde Todos los Santos hasta la Navidad, se abstendran de carne en unos perodos del
ao y de pescado en otros, oraran siete veces por da, repitiendo quince veces el Padre
Nuestro, el Credo y el Miserere; finalmente, se consagraran al servicio de los pobres.
Iniciados los contactos con la Santa Sede -reinaba en Roma Inocencio III- el papa
albergaba recelos contra los valdenses convertidos en Pamiers. Inocencio III
recomend al obispo de la ciudad prudencia y observacin de los sermones
dominicales. El movimiento se desintegr aos despus. Lamentablemente el cronista
utiliza para explicar su final la palabra "defecerunt", que puede indicar, tanto que
volvieron a la hereja como que murieron los fundadores. Menndez y Pelayo crey
siempre en la sinceridad de la conversin de Durn de Huesca y le di la gloria de
figurar durante 40 lneas en su "Historia de los Heterodoxos".
Existen datos como para pensar que en el episodio que ha pasado a la historia
como el "coloquio de Pamiers", la erudicin de los Folquet y de los representantes
catlicos, unido a su amplio conocimiento del rival -no en vano fue bohemio y trovador
en su juventud y se relacion con herejes- fueron decisivos para la victoria de las tesis
catlicas. La percepcin de la poblacin de esta villa -que sigui fiel a la Iglesia cuando
todo el Languedoc se sublev contra Montfort- avalan esta hiptesis.
Esclarmonda y los Belissen
Fue en esta ciudad donde las mujeres de la casa condal de Foix recibieron la
iniciacin ctara y donde vivieron muchos aos una especie de monacato. Primero fue
la mujer de Raymond Roger de Foix, luego la hermana de esta y, finalmente, la
hermana del conde, Esclarmonde, aquella que, segn la tradicin, convertida en
que tomar la carretera D-119 (21 km.). Desde Lavelanet basta con ascender
por la D-625 (19 km.)
Antes del cristianismo, Mirepoix se llam Beli Cartha, es decir, Ciudad
Luminosa. Beli es tambin el dios pirenaico Abellio y Abellio es, en palabras de Otto
Rhan, uno de los avatares del Apolo luminoso. En esta regin se adoraba a la hermana
de Beli o Abelio, equivalente a la diosa clsica Artemisa. La regin entera adopt el
nombre de su dios tutelar: Belisena. En esta tierra vivi Pierre Roger de Mirepoix, del
linaje de los Belisen, ltimo defensor de Montsegur. Estamos pues en una plaza de
primer orden de la iglesia ctara.
Una ciudadela medieval
Del castillo de Mirepoix restan algunas huellas. Queda alguna puerta medieval
de acceso a la ciudad y, sobre todo, la plaza principal, compuesta por edificios del siglo
XIII a XV. Vigas de carpintera, techos inclinados, soportales con columnas de madera
y una catedral prxima, iniciada en el siglo XIV y terminada hace algo ms de cien
aos, nos reconstruyen el paisaje que debieron tener las poblaciones de hace
setecientos aos.
Solo faltan los trovadores. Podemos imaginar esas mismas calles con rapsodas
deambulando de un sitio a otro, cantando sus canciones en cada esquina, con esas
letras que no eran sino verdaderos guios en los que se satirizaba a los clrigos y nobles
oportunistas, se condenaba la iglesia romana y se cantaba al amor. Muchos de estos
trovadores haban sido caballeros antes de llevar una vida herrante y bohemia.
Manejaban la espada con tanta habilidad como la viyuela. Algunos optaron por el
catarismo o bien se mantuvieron prudentemente callados durante el perodo de la
cruzada. Solo dos adoptaron abiertamente una postura a favor de la Iglesia y de la
nobleza del Norte: ya hemos hablado de uno, Folquet de Marsella; el otro atenda al
nombre de "Perdign" y termin sus das en un convento quejndose del vaco que le
otorgaban sus antiguos compaeros.
Mirepoix y sus nobles ctaros
Cincuenta aos antes de que ardiera la pira de Montsegur, los enviados del Papa
Aguilar
Para llegar al castillo de Aguilar hay que partir de Perpignan en busca de
Rivesaltes (D-117) y seguir hasta el desvo de Tautavel (muy bien indicado; el
pueblo es interesante de recorrer por los yacimientos arqueolgicos). Luego
hay que dirigirse a Tuchan por pequeas carreteras departamentales (D-59,
D-611). Una vez en Tuchan el castillo est a apenas 1 km. siguiendo la D-611 en
Direccin a Durban.
Esta fortaleza debi ser solo una torre de defensa y observacin en el perodo
ctaro. Cuando la zona fue conquistada para Francia, esa torre se reforz con una
recinto exagonal y un torren situado en cada vrtice. En su interior se encuentra una
capilla romnica en relativo buen estado.
Padern
De Aguilar a Padern hay apenas 8 km. a recorrer por la D-14. Es necesario
retroceder a Tuchan y desde all abordar esta va.
Fortaleza prxima a Queribus. En otro tiempo propiedad de los abades de
Lagrasse. Las primeras referencias indican que se trat de una torre de defensa aislada
que formaba parte de la cadena de puntos de observacin de los que Queribs y
Peyrepertuse eran las fortalezas ms importantes.
Queribus
Desde Padern, abordando la Carretera D-14, se llega al pequeo y famoso
pueblo de Cucugnan despus de 5'5 km. Queribs est prximo, apenas 2 km.
por la Carretera D-123.
Queribs fue la ltima fortaleza sitiada de la cruzada contra los ctaros. Este
hecho y algunas peculiaridades del edificio, han hecho que su nombre destaque, junto
a Montsegur, de entre todas las fortalezas ctaras.
Pero no hay que llamarse a engao, tambin aqu, el castillo que se puede visitar
hoy, tiene muy poco que ver con el castillo ctaro del siglo XIII. Durante unos aos,
Queribs fue una pieza avanzada del cinturn defensivo fronterizo entre Espaa y
Francia. Los progresos de la artillera hicieron que sus muros debieran adecuarse a las
nuevas tecnologas blicas y, poco a poco, el castillo creci, perdiendo, al mismo
tiempo, sus caractersticas originales.
Las primeras referencias al castillo de Queribus datan del siglo XI. Entonces era
propiedad del linaje de los Barber, vasallos de los Trencavel de Carcasona. En el
perodo de la cruzada el seor del lugar era Chabert de Barber, que formaba parte del
ejcito de los reyes de Aragn y estaba, concretamente, encargado de las mquinas de
guerra.
Muchos de los ctaros que lograron escapar de Montsegur o que no pudieron
Pierrepertuse
Retrocediendo desde Queribus a Cucugnan, hay que retomar luego la
Carretera D-14 y 4 km. ms adelante encontraremos el castillo de
Pierrepertuse.
Uno de los castillos dependientes de Toulouse, ms fuertemente fortificados, era
Pierrepertuse. El castillo mide casi 300 metros de uno a otro extremo y sus primeros
rastros se remontan al perodo romano. Las murallas situadas sobre el acantilado a
veces parecen integradas en la roca. Las almenas en muchos puntos dan directamente
sobre el abismo y permiten pensar lo cmodo de la defensa.
El castillo est dividido en tres partes: el Castillo Bajo, la esplanada amurallada y
el Castillo de San Jorge al cual solo es posible llegar a pi por medio de una escalera
tallada en la misma roca. El viento siempre azota el lugar y las cadenas situadas a modo
de pasamanos suponen el nico punto de apoyo. Desde la fortaleza de San Jorge se
divisa Queribus.
El castillo de San Jorge fue construido con posterioridad al perodo ctaro. El
Castillo Bajo, por su parte, fue defendido por tropas dependientes de los Trencavel de
Carcasona; pero se rindi sin combate al representante de Luis IX en 1240. Se trata de
una construccin en forma de tringulo issceles en cuyo interior se encuentra un
baluarte construido en el siglo XII, dentro de la cual existe la capilla fortificada.
Puylaurens
El camino desde Peyrepertuse hasta Puilaurens hay que cubrirlo a travs de la
Carretera D-14 (19 km.) hasta llegar a Bugarach, pueblo situado a la sombra
del impresionante pico del mismo nombre. En Bugarach hay que buscar la
direccin de Caudis de Fenouilledes (a travs de la pequea Carretera D-45
hasta el pueblo de Saint Louis, y a partir de aqu por la D-9). Una vez en
Caudis, la cmoda Carretera D-117 nos llevar, 6 km. ms adelante, hasta
Puylaurens.
El castillo de Puylaurens domina el valle de Boulzane desde sus casi 700 m. de
altura. Desde la carretera pueden divisarse las cuatro torres del castillo. Es un castillo
que vale la pena visitar, o al menos tener en cuenta en el recorrido, aun a pesar de que
no tuvo arte ni parte en la cruzada contra los ctaros. Su importancia creci en los aos
siguientes a la cruzada, cuando fue la posicin ms avanzada de Francia ante el reino
de Aragn. En el siglo XVII segua siendo una fortaleza operativa que fue tomada al
asalto por las tropas espaolas en 1636.
Aun circula una leyenda de origen ctaro que enlaza con otra similar que hemos
recogido en Andorra. Las ruinas del castillo de Puylaurens son recorridas en las noches
de luna llena por una "Dama Blanca", fantasmal aparicin, heredera de los "bons
homes" a los cuales busca sin encontrar. La leyenda forma parte del sustrato tnico
pirenaico. Se trata de una supervivencia de las sacerdotisas drudas del perodo celta.
Puivert
Pyerrepertuse est separado por 31 km. de Puivert, que pueden recorrerse sin
abandonar la Carretera D-117 y nos lleva a travs de Quillan.
El pequeo pueblo de Puivert (menos de medio millar de habitantes) tiene
adosado el castillo del mismo nombre. En el pueblo vale la pena detenerse en el Museo
de Quercorb. En una de las salas superiores encontraremos una muestra de
instrumentos utilizados por los antiguos trovadores que no faltaron en esta zona. El
resto del museo, tambin interesante, est dedicado a los oficios tradicionales de la
regin.
Se trata de uno de los pocos castillos ctaros del que quedan muy pocos restos
del perodo ctaro. En aquella poca fue sitiado y asaltado por Simn de Montfort en
1210 y entregado a uno de sus lugartenientes. El pao de muro situado al Oeste es,
probablemente, lo nico que queda del antiguo castillo ctaro.
El conjunto construido sobre las ruinas del asedio de 1210 conserva la puerta
con el escudo de un len, propio del linaje de los Bruyeres que recibieron el castillo tras
la cruzada. El baluarte es alto, y comprende cuatro salas abovedadas superpuestas de
las que se puede visitar la inferior. All est tambin la capilla y, contigua a ella una sala
de abluciones. Otra de las salas es llamada "de los Msicos"; era el lugar frecuentado
por los trovadores; en las ojivas estn representados msicos con instrumentos
medievales.
Montsegur
La Carretera D-117 nos conducir desde Puivert a Lavelanet (distantes 19
km.). Una vez ah hay que virar hacia el Sur por la D-109 y luego por la D-9. A
8 km. se encuentra el ms famoso castillo ctaro.
Se ignora la poca que vi alzarse el castillo de Montsegur. Se sabe de cierto que
fue reconstruido en el 1204. Este segundo fue el castillo ctaro. Tras el asedio 1244, el
castillo no sufri excesivos daos a pesar de la dureza de los combates, especialmente
en la ltima semana. Sin embargo dos aos despus se inici la reconstruccin en el
curso de la cual adopt la fisonoma que tiene hoy. Los historiadores son concluyentes:
el castillo que podemos visitar hoy no tiene nada que ver con el antiguo castillo ctaro.
Los muros que se han ido reconstruyendo desde hace veinticinco aos, son los del
castillo que hizo edificar Guy de Levis, Seor de Mirepoix, uno de los pares de
Montfort.
En los aos cincuenta el ingeniero Ferdinan Niel realiz mediciones en los
muros de Montsegur y comprob la existencia de ciertas irregularidades en lo alto de
los muros e incluso de troneras en los paos de muralla que no estaban justificados por
las necesidades defensivas. Niel estableci que existan alineaciones dirigidas hacia el
orto solar en el solsticio de invierno, situadas en los puntos medios de los muros. El
plano de Montsegur depende del recorrido solar. En cada entrada del sol en un signo
del zodiaco corresponde un punto clave del castillo. Por lo dems, el castillo est
orientado en relacin a los puntos cardinales. Pero esto no se advierte inmediatamente,
para comprobarlo es preciso unir los dos ngulos de la construccin con la mitad de la
fachada opuesta. Esto le permiti afirmar: "Montsegur? Fortaleza para los
vencedores, templo para los vencidos".
Pero las cosas no eran tan sencillas. A lo largo de los aos 80 se exhumaron
documentos que demostraban que el castillo actual es una construccin que nada tiene
que ver con el segundo castillo levantado en aquella cumbre, el ctaro. El
descubrimiento de Niel era, casi tan importante como los documentos encontrados
posteriormente. Pues, si bien Niel tena razn en considerar a Montsegur como una
fortaleza orientada segn los signos del zodaco y los trnsitos solsticiales, el mrito de
tal ciencia no correspondera a los ctaros, sino a quienes vinieron despus. Y otro
tanto vale para Queribs. Hemos visto en otros lugares de Francia, fenmenos
parecidos; los rayos del sol solsticial que entran solo por determinados huecos del
muro en castillos y catedrales, no son propios del Languedoc, ni mucho menos del
catarismo. Las que hemos visto estn siempre relacionadas con la ingeniera templaria
o bien con catedrales construidas por hermandades de canteros ligadas directamente al
templarismo. Montsegur cae en el 1243. Los templarios son perseguidos sesenta aos
despus, pero su sabiruda no se extingue en ese preciso momento, sino que logra
prolongarse en algunas hermandades de constructores. Estamos persuadidos que el
tercer fuerte de Montsegur debi ser construido por maestros de hombres nacidos, no
de la mstica ctara, sino del entorno templario.
Una ltima precisin. El ascenso a Montsegur es difcil en determinados
perodos del ao y poco recomendable con la montaa nevada o en perodo de lluvias.
A pesar de que el ayuntamiento local ha mejorado en los ltimos aos las condiciones
del ascenso, colocando barandillas y peldaos, sigue siendo intrnsecamente dificultoso
por lo escarpado de la zona. Sin embargo, el viajero que decida llegar a la cumbre podr
contemplar el espectculo nico de contemplar otras cumbres pirenaicas a su misma
altura.
La ascensin se inicia en el llamado "pla dels Cremats", donde hace ahora
setecientos aos se encendi la pira que consumi a los ctaros que no renegaron a su
f. Un monolito que imita las estelas funerarias herticas fue colocado en los aos
sesenta por la Sociedad del Recuerdo y de los Estudios Ctaros.
El castillo de Montsegur es proclive a las leyendas. Buena parte de ellas han sido
urdidas en el presente siglo y carecen de inters histrico o cultural. Un ingeniero que
en los aos treinta realiz excavaciones en Montsegur afirm que bajo el castillo se le
aparecieron sbitamente tres tibetanos. La aparicin fantasmal se prolong solo unos
segundos y nunca fue capaz de explicar lo que haba ocurrido. Hay que aadir que el
ingeniero -que, efectivamente, exista- perteneca a la Sociedad Teosfica, muy dada a
este tipo de sugestiones. Un miembro de otra sociedad paralela, la Esprita, "recibi" un
mensaje en Montsegur vertido en carcteres orientales, que tampoco fue capaz de
explicar.
Algn lugareo coment a Otto Rhan que hace aos, entre las ruinas del castillo
se encontr un libro escrito en carcteres orientales. Rhan deduca que deba tratarse
de un libro persa o hind. Hay que decir tambin que este relato casaba muy bien con
la interpretacin que Rhan quiso dar al catarismo como surgido en el contexto del
hinduismo. De hecho no hay que dar por buenas todas las leyendas que Rhan nos
cuenta en sus libros; varias las improviso "ad hoc".
Pero, sin duda, la profeca ms chocante es la que aseguraba que setecientos
aos despus de la cada de Montsegur reverdecera el laurel ctaro. En dicho
aniversario, Francia estaba ocupada por el ejrcito alemn. Se ha dicho que un grupo
de entusiastas del catarismo ascendi a Montsegur y sobre ellos una avioneta alemana,
en la que viajaba Alfred Rosemberg -el Ministro de Asuntos exteriores del III Reich,
atraido por el ocultismo- dibuj una cruz cltica en el aire. Hoy se sabe que, ese da,
Rosemberg apareca pblicamente en Berln y solo uno de los entusiastas neo-ctaros
-hoy fallecido- recordaba el episodio de la avioneta.
Roquefixade
Partiendo de Montsegur hay que regresar a Lavelanet y una vez all tomar la
Carretera D-117. A 9 km. se encuentra el desvo a Roquefixade, castillo que
puede verse desde la carretera.
Roquefixade jams sufri un asedio durante la cruzada contra los ctaros. Los
herejes lo consideraban un lugar de refugio que tena la ventaja de estar prximo al
fuerte de Montsegur, cuya silueta se observa desde all perfectamente. Los defensores
de Montsegur se comunicaban con los ctaros de Roquefixade mediante hogueras. El
castillo fue finalmente tomado por Enrique el Temerario en 1272.
4
LOS HOMBRES BUENOS EN ESPAA
Introduccin1.
Las siguientes afirmaciones sorprendern a algunos, incluso a quienes conozcan el
material de divulgacin publicado en los ltimos aos:
1) la expansin del catarismo en Catalua fue, en algunas zonas, casi tan importante
como en Occitania, con la llegada de contingentes ctaros exiliados y la adhesin de
algunos nobles locales.
2) La suerte del catarismo occitano estuvo ligada a la de la Corona de Aragn y
Catalua.
3) El catarismo cataln logr sobrevivir en unas dcadas al Occitano y se extendi,
como mnimo hasta Jtiva y, probabemente hasta Murcia.
4) La dispora de los ctaros catalanes les llev a Lombarda, Albania y Bosnia,
donde prolongaron su vida hasta el ltimo tercio del siglo XV.
El hecho de que la implantacin en Espaa se produjera a partir del foco occitano y
que adquiriera cierta importancia cuando ste ya sufra las primeras persecuciones,
hizo que los ncleos formados a este lado de la frontera fueran ms prudentes y, en
ocasiones, casi completamente clandestinos. As como en la vertiente francesa la
nobleza local tom partido por el catarismo, en Espaa este apoyo estuvo casi
completamente ausente, exceptuando los condados fronterizos.
Los monarcas aragoneses siempre permanecieron fieles a la religin catlicas,
jams se aproximaron al catarismo y nunca hubieran participado al lado de los ctaros
de no haber existido entre la corona y sus vasallos pirenaicos el vnculo de la "fides"
En la monumental "Historia de los Heterodoxos Espaoles", Menndez Pidal
apenas dedica veinte pginas al catarismo, centrndose en generalidades y en
tenues huellas herticas en Len. Afortunadamente, el catarismo en la antigua
Corona de Aragn ha sido tratado en profundidad por Jorge Ventura Subirats. En
este captulo seguimos las investigaciones de ambos, reconociendo, de paso, su gran
contribucin a la investigacin de nuestro pasado desconocido.
1
medieval. Probablemente en esto radica la grandeza del rey Pedro, que di su vida por
una causa en la que no crea, guiado solo por su sentido del honor y la lealtad hacia sus
vasallos.
La aparicin de los ctaros en Occitania y la cruzada que sigui, cambiaron, no
solo la historia francesa, sino el diseo geopoltico de la Corona de Aragn. El desenlace
desfavorable de la batalla de Muret y el consiguiente tratado de Corbeil, entraaron el
final de la influencia aragonesa en el Sur de Francia. La frontera pirenaica se estabiliz
desde entonces y solamente se volvi a modificarse cuatrocientos aos despus hasta
adquirir la fisonoma que conoce.
Si ha quedado memoria de las comunidades ctaras espaolas ha sido gracias a
los archivos inquisitoriales. El catarismo apenas ha dejado documentos propios en
nuestra tierra. Es fcil suponer que si algunos ctaros llegaron hasta el Sur del Reino de
Aragn huyendo de la Inquisicin Occitana y formaron comunidades adictas, otros
debieron cruzar la frontera y afincarse en territorios dominados por el Islam. Lejos de la
Inquisicin, debieron sobrevivir hasta que, poco a poco, tal como hicieron sus
hermanos bosnios o albaneses, terminaron convirtindose al Islam, en la medida en
que se iban interrumpiendo sus lazos con las glesias ctaras, desmanteladas por la
Inquisicin.
Lamentablemente los ctaros espaoles no han dejado rastros arquitectnicos,
ni tampoco enterramientos que hayan sobrevivido al paso de los siglos, ni mucho
menos castillos o fuertes. Si podemos establecer algunas rutas ctaras, no es tanto para
buscar restos de la hereja, sino para conocer los lugares donde discurri la vida de los
ctaros espaoles del siglo XIII y XIV. Un viaje que, ya de por s, apasionante.
LA PRIMERA DIOCESIS CATARA DEL VALLE DE ARAN
En 1167 no existan iglesias disidentes en Espaa. Las actas del concilio ctaro
celebrado en Sant Flix de Caramanh en 1167 -los ms antiguos documentos ctaros
que se han encontrado y sobre cuya autenticidad no estn de acuerdo todos los
historiadores- no mencionan ningn grupo constituido a este lado de los pirineos. Tan
solo se cita al obispo ctaro del Valle de Arn, Ramn de Casals, que particip en las
deliberaciones.
Se ha repetido que el concilio fue convocado por Nikitas, patriarca de la iglesia
ctara de Constantinopla, llegado a Occitania para regularizar las nacientes
comunidades segn los rituales y principios de las "iglesias madres de Asia". Parece un
buen arranque para la historia del catarismo espaol; pero, lamentablemente, hay
sombras de duda sobre el episodio. Algunos historiadores recuerdan que solamente un
texto da cuenta de este concilio e incluso sostienen que se trata de un documento
espreo, entre otros motivos por la referencia a la dicesis "aranensis". La forma
correcta de expresin hubiera sido vallis Arani, de Aranno, de Aran, homo de Aranno,
barones de Arn, etc., pero nunca aranensis. Hoy, la crtica histrica no se ha puesto
completamente de acuerdo sobre el episodio.
Sea como fuere, a finales del siglo XII en 1198 una constitucin del Rey Pedro,
promulgada en Gerona, ordena la expulsin del reino de los herejes. El fragmento ms
significativo deca as: "Se hace saber que si alguien, noble o plebeyo, descubre en
nuestros reinos a un hereje, y lo mata o mutila, lo despoja de sus bienes, o le causa
cualquier otro dao, no ser castigado, antes al contrario, merecer nuestra gracia".
A pesar del dramatismo de la constitucin, no ocurri absolutamente nada.
Sibilinamente el Rey Pedro haca alusin a los "valdenses", apenas presentes en sus
dominios, pero nada deca de los ctaros que ya gozaban de cierta implantacin entre la
nobleza de los condados pirenaicos. Ventura Subirats opina que se trat "de una
maniobra destinada a evitar los duros golpes que se anunciaban en el horizonte"
desde que Inocencio III ocup la silla de San Pedro.
ASI PENETRO EL CATARISMO EN LA CORONA DE ARAGON
A pesar de la escasa documentacin existente, es fcil establecer cmo se
extendi el catarismo en la Corona de Aragn. Al hablar del catarismo occitano se
enfatiza el papel de la nobleza, pero se suelo olvidar que existi una burguesa y un
artesanado que constituyeron lo esencial de su implantacin entre la poblacin.
Muchos cratos occitanos fueron comerciantes, viajaban con frecuencia, aprovechaban
cada etapa para realizar proselitismo y buscar apoyos. Se encontraban ctaros entre los
artesanos, especialmente en el gremio de tejedores, hasta el punto de que, entre los
siglos XIII y XIV, ejercer este oficio demostraba la condicin de hereje.
La relacin entre el comercio y la expansin del catarismo se remontan ya a los
orgenes. Los primeros misioneros blgaros que llegaron a Occitania para expander su
fe eran mercaderes en telas. Tenan facilidad para establecer vnculos comerciales entre
Bizancio y Occidente y sus establecimientos fueron centros de difusin hertica. El
catarismo encontr en las mujeres a sus primeras y principales difusoras. En un tiempo
en que la mujer ocupaba un lugar muy secundario en la sociedad, el hecho de que las
de una localidad coincidieran en las tiendas de los tejedores, unido al mayor respeto -e
incluso idealizacin- con que la mujer era tratada en tierras occitanas, hizo que se
formaran crculos femeninos en torno a estos comercios que, luego, en una fase
siguiente de evolucin, desembocasen en la creacin de iglesias. Las mujeres llevaron,
primero a sus hijos, luego a sus hermanos, ms tarde a sus padres y, finalmente, a sus
maridos. La inquisicin llam a estas tiendas "operatoria haereticum".
Algunas zonas occitanas eran fundamentalmente ganaderas. Se criaban ovejas
cuya lana iba a parar a los hiladores y tejedores ctaros. A medida que fue aumentando
la dureza de la Inquisicin, muchos ctaros optaron por dedicarse al pastoreo y
permanecer aislados en la montaa durante largos perodos de tiempo. De esta forma,
Ramn de Niort, mientras que Ramn de Perelha, Seor de Montsegur era su cuado.
Poco antes de la cada de Montsegur, en la Navidad de 1243 un enviado del Conde de
Tolosa y del Seor de Niort, cruz las lneas enemigas y lleg a la fortaleza. Escot de
Belcaire, que as se llamaba el emisario, comunic a los defensores que se encendera
una hoguera en la cumbre del Bidorta, una montaa visible desde la cumbre de
Montsegur, "si el conde de Toulouse arreglaba bien sus asuntos". Tras la marcha del
emisario, la hoguera se incendi, efectivamente, a los pocos das. Solo entonces se
produjo el episodio ya narrado de la salida de dos defensores del castillo llevndose
consigo un cargamento cuya naturaleza se ignora.
Dado que la familia Niort tena dominios en Rennes-le-Chteau, algunos han
podido suponer que el Padre Bernger Saunire encontr en esta localidad el tesoro
que los dos ctaros habran puesto habran salvado in extremis de los cruzados de
Simn de Monfort. Se trata de una improbable leyenda que citamos solo a modo de
curiosidad (ver Ruta de Rennes-le-Chteau, pg ).
CATARISMO EN EL ENTORNO DE JAIME I
El seor de Termes, "viejo de mente, depravado y hereje demostrado", segn la
crnica de la cruzada, era otro noble con posesiones en Catalua. En efecto, Olivier de
Termes fue amigo y compaero de batallas de Jaime I. Su padre, Ramn de Termes,
muri vctima de malos tratos en las mazmorras de Carcassona, donde Simn de
Monfort lo haba encerrado. Su viuda, cas con Bernat Hug de Serrallonga, a su vez,
excomulgado en 1242 por su vinculacin a la hereja. La inquisicin tema que siendo
Termes y Niort, seoros prximos a la frontera, el entusiasmo de las familias nobles de
la zona, se contagiara a la otra vertiente pirenaica, como de hecho as ocurri.
Es de destacar que una parte considerable de los nobles catalanes de los que su
fe ctara es conocida, fueron amigos o pares de Jaime I El Conquistador, hasta el punto
que el investigador tiene el derecho de preguntar, qu pensaba exactamente el buen
Rey Jaime sobre la hereja. Distintos documentos histricos indican que no comparta
en absoluto sus postulados, sin embargo, el hecho de que el futuro rey fuera hecho
prisionero tras la batalla de Muret en la que su padre di la vida por la causa ctara,
debi de predisponerlo a ver, como mnimo, con indulgencia a la hereja. Por otra
parte, algunas leyendas que circulaban por la Catalua medieval y que han llegado
hasta nuestos das son suficientemente significativas de las relaciones entre el Rey
Jaime y la Iglesia, que distaron mucho de ser buenas.
Se cuenta que el confesor del rey, San Raimundo de Peafort, lo acompa a la
campaa de Mallorca. El rey llev consigo a su amante, Berenguela, hecho que
contrari extraordinariamente al Santo. Este intent abandonar la isla pero el rey hubo
ordenado que ningn navo lo admitiera. El Santo, finalmente, hubo de etender su capa
sobre las aguas del mar, anudar un extremo a su callado y venir flotando hasta los
molestados y que se cumplira el deseo del papa. Gracias a esta medida -que una vez
nos demuestra la predisposicin de Jaime I a impedir que cayeran en manos de la
Inquisicin- casi ningn ctaro de su reino se vi implicado en los cientos de procesos
que se desarrollaron entre 1246 y 1258 en tierras occitanas, tras la cada de Montsegur.
En 1253 los dominicos encarcelaron a un grupo de habitantes de Fenouillet,
feudo de Jaime I. En 1256 se produjeron nuevos arrestos en la zona y, a partir de ese
momento, da la sensacin de un aumento de la presin inquisitorial sobre los feudos
ultrapirenaicos de Jaime I. A partir de entonces, el rey, quizs por prudencia, o por que
considera que la hereja se haba extendido demasiado, ofreci menos resistencia a las
detenciones. Hugo de Saissac, hijo del ctaro, Pedro de Fenouillet, fue, as mismo
ctaro. Haba tomado parte en la conquista de Jtiva y el rey Jaime lo tena en alta
estima. En 1258, la Inquisicin lo convoc en la sala capitular del convento de los
dominicos de Perpignan. Estaban presentes, el rey y los obispos de Lrida y Barcelona.
Pedro de Tenes fue nombrado Inquisidor del Condado y, all mismo pronunci la
primera sentencia contra dos ctaros que fueron quemados en la plaza de La Canorga.
Los vizcondes de Fenouillet, cruzaron los Pirineos y se afincaron en Illa, de donde
tomaron el ttulo nobiliario. En 1261 la Inquisicin Occitana les desposey de sus
posesiones en Fenouillet. Un ao despues, ya fallecido, Pedro de Fenouillet, fue
condenado por hereje y sus huesos exhumados y quemados. Su familiar, Pedro de
Saissac, ingresado en la Orden de los Templarios, fue igualmente condenado al poco de
fallecer. La Inquisicin desenterr su cadver sepultado en la Comandera de Mas Deu
y sus huesos, igualmente, fueron entregados a la hoguera.
El Conflent, en aquella poca bajo la influencia de la Corona de Aragn, result
tambin salpicado por la actividad inquisitorial. En 1260 result procesado el poderoso
Pons de Vernet, cabeza de una de las familias ms nobles, pares del conde Nuo Sans.
Amigo del Rey Pedro el Catlico, ya haba muerto cuando la Inquisicin advirti su
pertenencia a la hereja; no pudiendo nada contra el padre, volvieron sus armas contra
su hijo, buen amigo de Jaime I, al que acompaaba siempre que se desplazaba por sus
dominios del Roselln.
A pesar de las presiones eclesisticas, Jaime I restituy los bienes y la fama de
los Vernet, si bien es cierto que a costa de una sustanciosa suma. Los Vernet se
encontraron al borde de la ruina y hubieron de vender sus propiedades al Norte de los
Pirineos. En 1261 permutaron las fortalezas de Millars, Taltaull y Torrellas, por la villa
costera de Cadaqus donde se asentaron. En 1266 fue condenado Ot de Paretstortes y
desposeido de sus bienes. Ventura Subirats nos dice de l que "era el ltimo de los
seores herejes que quedaban de los que, en 1217, firmaran la constitucin de paz y
tregua, en previsin de la lucha abierta con los cruzados de Simon de Montfort". Pero
a este lado de los Pirineos subsisti durante mucho ms tiempo la hereja y su
edad".
El establecimiento de la Inquisicin en Catalua se produjo solo tres aos
despus de su aparicin en Occitania. Est claro que el inicio de actividades
inquisitoriales a ste lado de los Pirineos, se produjo cuando el papado advirti la
extensin que estaba tomando la hereja. Por otra parte, San Raimundo de Peafort
tom particular inters en traer a su tierra esta institucin en cuya formacin haba
tomado parte en calidad de dominico.
En 7 de febrero de 1233, Jaime I se reuni con la naciente Inquisicin catalana.
San Raimundo de Peafort asisti; Ventura Subirats sostiene que fue el autor del
estatuto de 26 artculos en el que el rey daba instrucciones sobre el mtodo para
reprimir la hereja. Los sospechosos, por ejemplo, deban ser apartados del ejercicio de
cargos pblicos, se prohiba leer la Biblia en otra lengua que no fuera el latn, se exclua
de las constituciones de paz y guerra a los "herejes y a sus fautores o protectores" y,
finalmente, se encargaba a un clrigo para que, junto con dos o tres legos, designados
por la autoridad civil, buscaran, parroquia por parroquia, a sospechosos. Los
dominicos fueron imponindose y, a los pocos aos, todas las investigaciones corran
exclusivamente a su cargo, sin control o supervisin civil.
La llegada de la Inquisicin se impuso tras la llegada masiva de refugiados
occitanos que, huyendo de la cruzada, expandieron su credo. El hijo del joven conde
Trencavel de Carcassona, encontr refugio en la corte de Jaime I. Ventura Subirats
comenta: "Trencavel se refugi con todo su squito, la mayora hereje, como as
mismo lo eran los garantes del pacto que Remn VII de Tolosa y el vizconde
Trencavel firmaron en Barcelona, el 17 de octubre de 1241, a favor de Jaime I".
Tambin cuenta el curioso caso de "Pere de Santa Coloma y su hermana Adalais,
establecida en Catalua de manera tan definitiva que, olvidando a su marido, Pon
de Castell, tom a Ramon de Lastors como segundo esposo y, cuando el primero
volvi, vivi con ambos en nuestra tierra".
Una leyenda cuenta que al caer Montsegur, su defensor, Pierre Roger de
Mirepoix, llev el tesoro de la Iglesia Ctara a Catalua. A pesar de las especulaciones
sobre la naturaleza de ese tesoro y su destino final, nada se ha logrado averiguar hasta
la fecha. Parece lgico, en cualquier caso, que el Seor de Mirepoix intentara poner en
un lugar seguro los preciados bienes que recibi en custodia. Y, desde luego, el lugar
ms seguro era a este lado de los Pirineos.
LAS RETRACTACIONES. CATAROS APOSTATAS
Cuando todava se combata en Occitania, Montsegur se aprestaba a la defensa y
el castillo de Queribs iba a resistir todava durante unos aos, los exiliados ctaros
haban conseguido extenderse hasta Tarragona, Ampurias, Mallorca y Valencia, Lrida
y Andorra. No hubo, prcticamente ninguna comarca del Reino de Aragn donde los
Autier para recibir el consolamentum. Con todo, la mayor parte de fieles reclutados por
Autier eran pastores pirenicos, pero a pesar de su aislamiento, el grupo progres
pronto hasta llamar la atencin de Bertrand Gui, el temible inquisidor de Tolosa.
Delatado por un traidor, Pierra Autier y la mayor parte de su grupo, fueron detenidos y
quemados el 9 de abril de 1311. Las cifras que nos ofrece Ventura Subirats sobre este
caso son espeluznantes: "500 sentencias, 30 condenados a la hoguera, 60 cadveres
exhumados y quemados, 20 viviendas rurales arrasadas y el resto eran penas de
crcel, porte de cruces, peregrinajes, etc.".
GUILLAUME BELIBASTE: EL ULTIMO PERFECTO
La habilidad de Autier consisti en preveer lo que poda ocurrir y establecer
comunidades clandestinadas en el sur del pas, justo en la frontera con Catalua. El
paso de frontera se realizaba por La Tor de Querol. El primero en seguirla fue un
sacerdote catlico pasado al catarismo. Otro fue Guillaume Belibaste, jerarca ctaro
fugado de la crcel de Carcasona en 1310. Era discpulo de Pierre Autier, y tras su fuga
huy a Catalua donde represent la legitimidad ctara durante diez aos.
Belibaste ejerci en Catalua el oficio de fabricante de peines de tejedor. En 1313
viaj a Flix y Lrida, amparado por comunidades ctaras. Dos aos despus haba
descendido hasta Morella. Se le vio por Sant Mateu a pocas leguas de Morella,
celebrando reuniones cada vez ms numerosas y logr que los ctaros occitanos
exiliados y sus descendientes oyeran hablar de l, como de un "perfecto" autorizado
para aplicar el "consolament". Algunos llegaron hasta all con sus ganados, por etapas
siguiendo la ruta Puigcerd - Lrida - Flix - Tortosa - Sant Mateu. Unos procedan de
las comunidades ctaras de Teruel, otros de Lrida e incluso algunos descendieron de
Ax, en el actual territorio francs.
La inquisicin destruy el grupo infiltrando a un traidor, Arnau de Sicre,
perteneciente a una conocida familia que antiguamente se haba adherido al catarismo.
Su hermano resida en la Seo de Urgel e intentaba recuperar su patrimonio mediante
splicas y memorias dirigidas a las autoridades. Arnau, ms prctico, pact con la
inquisicin la recepcin de 50 libras por cada hereje entregado. En 1318 lleg
casualmente a Sant Mateu y pronto entr en contacto con el grupo ctaro. Lo ignoraba
todo sobre la hereja. Ofreci carne a los miembros de la comunidad y hubo de jurar y
perjurar que no era un enviado inquisitorial. Los bondadosos e ingenuos ctaros
exiliados, despus de muchas dudas, lo instruyeron en su religin. Finalmente, en 1319,
Sicre regres a Francia, puso en conocimiento de la Inquisicin sus pesquisas y regres
a Sant Mateu con el fin de terminar su tarea delatora. Cont que haba encontrado a su
familia en el Pallars, alegando que su ta estaba vieja y enferma y ansiaba recibir el
"consolament" de algn "perfecto" ctaro. Incluso pag a Belibaste el costo del viaje. Un
adivino consultado por ste le pidi que no emprendiera la ruta, pero, desoyendo sus
religin cuya crueldad solo pudo compararse a la que estall quinientos aos despus,
en nuestros das. Tambin entonces las fuerzas religiosas enfrentadas eran tres,
cristianos, ortodoxos y ctaros. Salvo un grupo de nobles advenedizos, buena parte de
la nobleza y, desde luego, el pueblo llano, se sentan ctaros de corazn y marchaban a
colocarse bajo la proteccin del duque Esteban Vuchicht. Este reconoci en 1454 como
soberano a Alfonso el Magnnimo el cual jur ayudarle en su lucha contra el Islam.
Pero todo termin cuatro aos despus con la muerte de Vuchicht, Aquel ducado
ctaro logr sobrevivir todava hasta 1483, haciendo profesin de su f. Veinte aos
antes, Bosnia haba cado en manos de los turcos, entregada por un antiguo ctaro,
Radak, convertido por la fuerza al catolicismo y que se desquit a la primera ocasin.
Algunas costumbres herticas se mantuvieron ms de doscientos aos en
aquellos territorios islamizados. Los ctaros convertidos a la f de Mahoma, sostenan
que el Profeta era el Parclito anunciado por sus ancestros. Junto al Corn lean, el
Nuevo Testamento en su lengua. Luego solo quedaron unas cuantas tumbas y el
folklore.
No resistimos citar la conclusin a la que llega el historiador que nos ha guiado
hasta aqu, y al nico que le debemos buena parte de la recopilacin aqu presentada y,
sin duda, las pistas que hemos podido seguir para recomponer la portentosa hazaa de
los herejes catalano-aragoneses. Dice Ventura Subirats: "La paradoja de la historia ha
querido que las tropas de un rey de Catalua, defensoras de los herejes antes de su
desparicin en tierras occitanas, fuesen tambin las ltimas en defenderlos antes de
su desaparicin en tierras europeas, coincidiendo tambin en la prdida de la
identidad nacional".
EL MISTERIO DE LOS CATAROS LEONESES
"La Historia de los Heterodoxos Espaoles" dedica apenas 30 pginas a los
ctaros, de las que 20 aluden a generalidades sobre la hereja. El ltimo pargrafo de
este captulo est dedicado a "Los Albigenses en tierra de Len". Dice Menndez y
Pelayo: "Aunque la secta de los albigenses dur poco e influy menos en Espaa, no
ha de negarse que penetr muy adentro en nuestro pas, puesto que de sus visicitudes
en Len tenemos fiel y autorizado cronista". Nuestro autor alude a Lucas de Tuy,
obispo de esa ciudad, nacido en Len. Los datos que ofrece Menndez y Pelayo son, en
este terreno, muy ambiguos, y en algn momento cuesta creer que Lucas de Tuy est
aludiendo a los ctaros. Sin embargo no es improbable que hubieran llegado rastros de
la hereja hasta all. No hay que olvidar que muchos ctaros para salvar su vida, se
retractaban de sus errores teolgicos y eran enviados en peregrinacin a Santiago de
Compostela. Es en la ruta a Finisterre, precisamente, donde florecen, en ese perodo,
comunidades de "agotes" y "cagots" (ver captulo ) y donde se encuentran focalizados
distintas "etnias malditas". Len est en la ruta de Santiago. Es posible que en el curso
que esparcieron por el monte para que fueran encontradas. Decan que esas cartas
haban sido escritas por el Hijo de Dios y transmitidas por mano de los ngeles a los
hombres (...) Prometanse en ellas indulgencia a todo el que las copiase o leyese". La
crnica da la impresin que la agitacin hertica fue grande en Len. Menndez y
Pelayo la define como "grande, aunque pasajera".
El brote fue yugulado por San Fernando. El padre Mariana dice de l que "De
los herehes era tan enemigo que, no contento con hacellos castigar a sus ministros, l
mismo, con su propia mano, les arrimaba la lea y les pegaba fuego". Termina
Menndez su crnica sobre esta heterodoxia, citando una crnica del gobierno del Rey
Santo, "en 1233 San Fernando enforc a muchos homes e coci muchos en calderas".
No queda, con todo, claro que, la hereja que apareci en Len a principios del siglo
XIII fuera el mismo catarismo languedoquiano. Por nuestra parte creemos que el
fenmeno leons fue un eco desfigurado del catarismo occitano, y si hemos de creer a
Lucas de Tuy, ms bien un fenmeno de picaresca que de verdadera disidencia
religiosa.
5
RUTAS CATARAS DEL REINO DE ARAGON
Ruta de los ltimos "perfectos":
Tortosa - Sant Mateu - Morella - Beceite - Asc - Flix - Roca - Lrida Agramunt - Castellb - Tirvia
Ya hemos resumido la historia de Guillaume Belibaste. El periplo que supuso
su perdicin transcurri por una ruta a lo largo de la cual se apoy en comunidades
ctaros de las que la historia apenas ha dejado rastro. Los cuatrocientos kilmetros
que recorri Belibaste, desde su salida de Sant Mateu, donde haba establecido su
centro clandestino, hasta el final de la ltima etapa en Tirvia, son una ruta de la que
las crnicas inquisitoriales han dejado cumplida cuenta. Si Belibaste sigui esta
trayectoria era, sin duda, por que otros antes que l la haban practicado. Belibaste
no fue un caso nico en la aventura del catarismo, si ha pasado a la historia ha sido
como el "ltimo perfecto conocido". Otros, antes y despus que l debieron tener ms
suerte.
Tortosa
Cuando Belibaste cruz la frontera se hizo llamar Pere Penchenier, apellido
ligado al oficio de la fabricacin de peines de cardar. Sus compaeros de
hereja lo contrataron como pastor. Durante meses recorri el Maestrazgo,
por el lugar donde se encuentra la ermita de Santa Magdalena y por el
presencia de esta leyenda, toda vez que Tortosa fue plaza templaria de primer orden.
Pedro II, en efecto, entreg la ciudad a los templarios en 1210 y permanecio en
poder de la orden guerrera hasta que Jaime II la cambi por unos territorios en el
Maestrazgo.
Sant Mateu - Morella
El acceso ms directo a Morella es a travs de la Autopista A-7. Tras la salida
de Castelln, camino hacia el Norte el viajero pasar por las importantes
villas de Pescola, Benicarl y Vinaroz. Pues bien, en el desvo de Vinaroz
deber buscar la Carretera N-232 que le llevar directamente a Morella a
travs de 35 km. en el curso de los cuales cruzar el macizo del Maestrazgo. Si
su punto de partida ha sido Tortosa, deber descender hacia el Sur por la
Carretera N-340 o la Autopista A-7, hasta Vinaroz.
No sabremos jams en donde habit Belibaste y sus compaeros. Es posible que
se tratase de viviendas de pastores situadas en las montaas del Maestrazgo prximas
al pueblo. En la plaza de la ciudad antigua fue donde Arnau Sicr, el traidor, reconoci
a la primera ctara clandestina del grupo. Aquella entrevista entra la perdicin del
ltimo "perfecto" occitano.
San Mateo, en la poca, estaba incluida en la dicesis de Tortosa. El Gran
Maestre de la Orden Militar de Montesa tuvo aqu una plaza fuerte, ya derribada, junto
al convento de los dominicos. De todo eso solo queda hoy una torre aislada no lejos de
las ruinas del convento de los franciscanos. El templo parroquial gtico en honor de
San Mateo, es, sin duda, una de las mejores construcciones religiosas de Castellon; data
de 1350. En 1240 exista una puerta romnica con tres arcos en gradacin apoyados
sobre columnillas con capiteles. El campanario octogonal, recibi la visita de Reyes y
del papa Benedicto XIII. Existi ya en tiempos romanos. Jaime I prometi darle a una
villa el nombre de San Mateo si terminaba la conquista de Valencia.
La vecina Morella, capital del Maestrazgo, vi terminaba su iglesia arciprestal de
Santa Mara, en los aos en que Belibaste rondaba por la comarca. En esa misma poca
Jaime II deposit all un "Lignum Crucis".
Morella se vi muy agitada en aquel perodo de la Edad Media. Su historia era
antigua; hubo all un poblado visigtico, Bisgarbis, y luego un campamento romano,
Castro Elia. Tito Livio explica que Sertorio estableci all sus cuarteles de invierno. Los
musulmanes se sintieron atraidos por esta poblacin mediterrnea y reconstruyeron su
castillo. Cerca del casco de la poblacin se libr la batalla entre el Cid y Sancho Ramrez
de Aragn que venci. La poblacin result degollada. Un noble levantisco, vasallo de
Aragn, Don Blasco, atac y conquist la ciudad en 1234. El incumplimiento de las
promesas realizadas a Jaime I entra que a su regreso a Valencia, la ciudad fuera
nuevamente asediada y Don Blasco ejecutado. Cuando llegaron Belibaste y sus
Los dos herejes y el traidor pasaron por aqu en la tercera jornada de viaje.
Conquistada en tiempos de Ramn Berenguer IV, a mediados del siglo XII,
muchos musulmanes decidieron quedarse en la zona y obtuvieron del conde la
promesa de respeto para su religin. La ciudad pas de unas a otra manos hasta que en
1398 la ciudad de Barcelona compr la barona de Flix con objeto de controlar el trfico
fluvial del Ebro.
En el siglo XIV la poblacin sufri un bajn; en 20 aos, a poco del paso de
Belibaste por la villa, entre 1358 y 1378, de 112 fuegos se baj a 40, quizs por la peste.
En 1497 quedaban 74 fuegos cristianos y 31 sarracenos. Antiguamente la poblacin,
rodeada por el Ebro como defensa natural, estuvo, adems, amurallada. En el interior
de la oblacin se encuentra la Iglesia de Santa Mara, gtica, desfigurada por sucesivas
restauraciones. Se tiene la conviccin de que en el lugar donde se encontraba el castillo
de Flix, hubo en otro tiempo un antiguo faro ibrico. Lo que resulta evidente es que el
castillo ha sufrido muchas y frecuentes modificaciones, desde la guerra de los
Segadores hasta las guerras carlistas, pero que es de una antigedad innegable.
Cerca de Flix se encuentra el santuario de la Mare de Deu del Remei que, segn
la tradicin, fue construida por el ermitao Dionisio en torno a 1600. Pero tambin
aqu se trata de un lugar de culto anterior. Este santuario hoy muy restaurado tiene la
particularidad de que una del mismo ha sido excavado en la roca.
Lrida
Al salir de Flix, Belibaste sigui remontando el camino hacia el Norte, pararon
en la Roca y pernoctaron all. Luego, en el cuarto da, llegaron a Lrida. Algo
ms de 60 km. deben recorrerse a partir de Flix para llegar a Lrida. No
habr que abandonar la Carretera C-230.
El castillo de Gardeny, uno de los puntos a visitar en la capital de la Terra Baixa,
estaba en poder te los templarios cuando Belibaste pas por aqu. Haba sido donado a
la Orden por Ramn Berenguer IV despus de que se declarara nulo el testamento de
Alfonso I el Batallador en el que les entregaba el templo. El baluarte se encontraba en el
interior de la ciudad amurallada, buena parte de la cual perteneci en el siglo XII a la
orden templaria.
La Seo Vella, era la primitiva catedral leridana, que se encontraba dentro del
recinto del castillo de la Zuda. Su construccin se inici en el 1203. La construccin
termin en 1334. Belibaste pas bajo los pis de la Seo, pero no entr en ella; lament el
lujo de la iglesia que contrastaba con la austeridad del estilo ctaro.
Agramunt
Al abandonar Lrida, Belibaste se dirigi a Agramunt donde lleg en una sola
jornada, la quinta de su largo viaje. All vi dos cuervos que graznaban, que
ruinoso despus de la guerra civil, fue reconstruida en 1955 por arquitectos inspirados
en el modernismo cuya influencia se nota en el interior de la nave.
Justo al lado de la colegiata se encuentra un antiguo edificio de los Agramunt,
tesoreros del vizcondado y que sigui en manos de la familia hasta 1956. El puente
romnico de una sola arcada merece ser contemplado como un clsico de la
arquitectura pirenaica. Hoy la mayor parte de las masas que rodean al pueblo han sido
abandonadas. Los carnavales nunca ms han vuelto a celebrarse, aun a pesar de que
tenan ecos de la ms remota edad media.
Tirvia
La ltima etapa de Belibaste y sus compaeros, entre Castellb y Tirvia pudo
cubrirse en apenas un da. En el siglo XIV la ruta se recorra bordeando el alto
pico pirenaico del Coll de la Baseta. La ruta que separa hoy ambos pueblos, se
ha simplicado extraordinariamente bordeando altas cumbres, pero siguiendo
por carreteras sinuosas pero bien pavimentadas.
Saliendo de Castellb habr que desandar lo andado y recuperar la Carretera
N-260, descendiendo luego hasta Adrall (3 km.). Luego, a travs de la N-260,
deberemos llegar a Sort (distante 47 km.) y de ah ascender por la Carretera
C-147 hasta Llavors (14 km.). En direccin a Ribera de Cards,
encontraremos el desvo hasta Tirvia (5 km.).
En el documento de consagracin de la Catedral de Urgel (ao 839), que ya
hemos mencionado en otras ocasiones, se menciona a Tirvia y a otras parroquias del
valle. En el siglo XII era una de las posesiones del obispo de Urgel, si bien, pocos aos
despus -en 1272 sera adquirida por el Conde Roger Bernat III de Foix.
La ciudad est situada a casi 1000 metros de altura. Lamentablemente parte de
las calles antiguas de la ciudad, porticadas y con un sabor tradicional, fueron daadas
durante la guerra civil, as como la iglesia romnica de Sant Feliu, cuyas torres, sin
duda, divisaron Belibaste, Mauri y Sicr.
El nombre de la poblacin alude a su privilegiada situacin estretgica. En
efecto, Tirvia, deriva de Trivia, cruce de caminos. Parece que fue poblada desde tiempo
muy antiguo. Se han encontrado estelas funerarias pre-romnicas, hoy depositadas en
la capilla de la Pietat, situada cerca del cementerio del pueblo.
Aqu fue donde Belibaste result, finalmente, arrestado. Dos das antes, tuvo el
fatal presentimiento. Tirvia perteneca en la poca a los dominios del conde de Foix,
tributario del rey de Francia.
Puigcerd
Si incluimos Puigcerd en la Ruta de Belibaste es, en primer lugar, por que
pas por aqu de camino a Barcelona, en su viaje al exilio y, en segundo lugar,
porque tras su arresto, algunos de sus fieles se refugiaron aqu. El 10 de
octubre de 1321 ya haba sido arrestado uno de los miembros del grupo ctaro
de Morella, Guillem Maurs, gracias a un colaborador de la red de espionaje e
infiltracin creada por Sicr.
El acceso a Perpignan puede realizarse a travs de la Carretera N-260 que
puede tomarse en la Seo de Urgell, de regreso de Castellb y Tirvia. Los 50 km.
que separan ambas ciudades pueden cubrirse en algo ms de treinta minutos.
Fundada por Alfonso I en 1178, antes de esa fecha solo exista una pequea torre
de vigilancia. El lugar perteneca al monasterio de Sant Miquel de Cuix. A poco de la
fundacin la comarca fue repoblada y se construyeron los principales edificios de
administrativos y de culto (iglesia, mansin real, casa episcopal y mercado). Jaime I
ampli los privilegios de la villa en 1243 confirmando las anteriores franquicias y la
amurall.
Siempre se ha sospechado, aun cuando no se han encontrado pruebas
concluyentes, que existi una comunidad ctara en esta ciudad. Debi tratarse de
pequeos grupos de pastores que se filtraban por los Pirineos y que deban seguir
existiendo en tiempos de Belibaste.
Durante la guerra civil, la poblacin sufri graves daos, entre otros la
destruccin de la iglesia de San Bartolom donde se encontraban los restos de Sant
Durand, protector de los peregrinos que cruzaban los Pirineos.
Los templarios tuvieron distintas posesiones en esta villa y dejaron un edificio
sagrado, la iglesia de Santa Mara cuyo campanario ochavado delata su origen
templario.
probablemente los elementos ms antiguos daten del siglo anterior, es decir, trescientos
aos despus que los ctaros hubieran desaparecido.
La "flor d'aigua"
Hacia el Norte, ya casi en los confines de la provincia de Barcelona, una vieja
tradicin habla de la "Flor d'Aigua", surgida en las fuentes de la regin, desde Berga
hasta Bag -la tierra de la saga de Pins- y desde Guardiola de Berga a la Pobla de Lillet.
La "Flor d'Aigua", de ptalos cristalinos, nace solo en el equinoccio de
Primavera. Obtenerla supone estar predispuesto, ese ao, para el amor y la felicidad.
Contra ms alto surge, ms pura es; pero al mismo tiempo, su tacto es sensible y
quebradizo. Suele romperse entre los dedos y son pocos quienes han disfrutado de ella
a lo largo de las centurias. Solo los elegidos. All donde hay una fuente natural en la
regin, all el viajero puede encontrar la tan preciada "Flor d'Aigua".
Se ignora el origen de esta tradicin. Estamos tentados de pensar que se trata de
una adaptacin o corrupcin de leyendas y tradiciones ctaras. Algunos autores han
subrayado la importancia que para los ctaros tena el equinoccio de primavera. Y, as
mismo, se sabe su concepto de Dios reducido a su pura esencia de Amor. Por lo dems,
la altura que garantiza una pureza creciente de la flor indica elevacin, sublimacin y
espiritualidad. Se trata, sin duda, de un smbolo mstico de contenido similar al que
unos cientos de km. se repite en San Juan de la Pea.
Queralt, una Virgen Negra como punto de partida
No podra existir lugar ms adecuado para emprender nuestra ruta que el
Santuario de Nuestra Seora de Queralt, patrona de la comarca -el Bergued-; desde el
Santuario puede verse la ciudad de Berga y la comarca del Baix Bergued.
Cuenta la tradicin que la imagen all venerada fue escondida ante la llegada de
los moros, en una pequea gruta proxima al Castell Bergued. En el siglo XI un pastor
la descubri al buscar una vaca que se le haba escapado. Tal como poda suponerse a
tenor de la leyenda, Nuestra Seora de Queralt es una Virgen Negra.
La Ruta dels Bons Homes se inicia en Queralt y la primera etapa discurre hasta
Casanova de les Garrigues. Siete kilmetros de recorrido que no debern de
demorarnos ms de dos horas. Es camino pasa por Espinalbet, semiabandonado, con
iglesia y un castillo en ruinas. Casanova de las Garrigues es el lugar donde podemos
descansar.
Cercs, la huella de los Querbucos
A poco ms de un kilmetro de Casanova encontraremos un mirador sobre el
pueblo de Cercs. El nombre del pueblo indica que, en otro tiempo, debi tratarse de un
lugar de culto, probablemente celta o romano. En efecto, Cercs, es evidentemente una
derivacin de "cercos", variante de "quercus", roble o encina, rbol sagrado. Otra
etimologa hace derivar el nombre de "quer", "pea grande o roca". Y, finalmente, otra
libro "La otra Espaa del Temple", una tradicin que merece repetirse aun cuando no
entre propiamente en la temtica ctara. Pero sera lamentable que abandonramos
este pueblo sin saber que all pudo estar la cuna del fundador de la Orden del Temple.
Corresponde a Rafael Alarcn el mrito de haber exhumado del olvido el
manuscrito sign. 7.377 de la Biblioteca Nacional de Madrid, que contiene las
genealogas de la familia Pins. El manuscrito redactado en 1622 se titula "Declaracin
de la inscripcin griega de la cruz de la iglesia de San Esteban de Bag, cabeza de las
Baronas de Pins, guin de la Armada, que tom Tierra Santa, ao de 110. Don Hugo
de Bag, primer Maestre del Temple".
Se alternan en dicho texto datos de incontrovertible veracidad con otros que
desearamos fueran ciertos. Es autntico que un contingente cataln acompa a
Godofredo de Bouillon a la conquista de Jerusaln. Entre ellos los condes del Roselln
y la Cerdaa, as como don Guilln de Ganete -cito a Alarcn- "el cual llevaba entre sus
hombres a los hijos del almirante de Catalua y de doa Berenguela de Montcada,
los hermanos Galcern y Hugo de Pins". Ambos hermanos destacaton en los
combates del 1099 que permitieron quebrantar la resistencia musulmana,
particularmente en la Puerta de San Esteban de Jerusaln. El empuje y la tenacidad de
los cruzados catalanes hizo posible esta esplndida victoria para la cristiandad. A partir
de aqu entramos en el terreno de la leyenda. En 1110 -vuelvo a citar a Alarcn"sintiendo la necesidad de organizar una milicia que defendiese a los pelegrinos de
los constantes asaltos que sufran por parte de los musulmanes, varios caballeros
catalanes se agruparon en torno a los hermanos Pins y crearon una cofrada o
milicia, puesta bajo la proteccin de Santa Mara, cuya primera residencia fueron
unas humildes estancias en las ruinas del Templo de Salomn". Urbano II les entreg
un fragmento de la "Vera Cruz". Por eso -sigue la leyenda- los templarios lucan en sus
capas el emblema de la cruz roja. El primer maestre de esta milicia fue Hugo de Pins
que adopt el nombre de su tierra natal, Bag, pasando a ser Hugo de Bag, latinizado
como Hugo de Bag o Baganus. Galcern, su hermano, regres a la patria para reclutar
caballeros; trajo consigo el fragmento de la Vera Cruz que, desde entonces puede
venerarse en la iglesia de San Esteban de Bag, donde an sigue.
El fundador oficial de la Orden del Temple fue Hugues de Payns. La
transformacin fontica de Hugo de Bag en Hugues de Payns sigue un tortuoso
recorrido: pasando una primera etapa de latinizacin en la que queda como Hugo de
Baganus, luego, por corrupcin fontica pasa a ser Hugo de Paganus y, finalmente, se
convierte en Pagani, Paencium, Paence, Paiens, Payens y, finalmente, en Payns.
Consciente de los reproches que podran hacerse, Alarcn, recuerda, atinadamente, que
los franceses son maestros en el arte de "nacionaliar" los nombres y que otros maestres
templarios, en principio, incuestionablemente franceses, resultan ser, finalmente,
Palacio Real. Todava se puede ver una pequea ventana, situada sobre la puerta de
acceso al Saln del Tinell y a la Capilla de Santa Agata, por donde logr escaparse el
Conseller.
Esta leyenda, algunos de cuyos datos, le dan una verosimilitud muy superior al
mero relato imaginario, evidencia un enfrentamiento entre el poder gremial y la
autoridad inquisitorial. Si tenemos en cuenta que los misioneros ctaros y los exiliados
occitanos pertenecan, como ya hemos dicho, a los gremios de tejedores y constructores
y que los gremios barceloneses -ya sea por el contagio con el comercio oriental o por las
relaciones entre comerciantes occitanos y barceloneses- todo esto induce a pensar que
el catarismo, aun poco implantado en un primer momento y clandestino ms tarde,
lleg a tener una fuerza considerable. Con el paso del tiempo y la desaparicin de los
"ancians" patriarcas, la interrupcin de la tranmisin inicitica de unosa otros
"ancians", debi de producirse la confusin y la dispersin entre los antiguos ctaros
barceloneses que regresaran, progresivamente a la iglesia, pero manteniendo unas
posiciones anti-clericales y, fundamentalmente, anti-inquisitoriales que se reflejan en
la leyenda urbana que acabamos de relatar y en otras similares que indican un
enfrentamiento entre clero y una faccin de la sociedad.
Los cordeleros: etnia maldita
Existi en Barcelona una "etnia maldita" de la que ya hablamos en nuestro libro
"Gua de la Barcelona Mgica". Existen unos cuantos detalles significativos. Los
cordeleros barceloneses eran nmadas, iban all donde se cultivaba camo. El gremio
se constituy oficialmente en un perodo tardo, 1404, pero existen rastros de su
actividad a partir del ao 1000. Hacia el inicio del siglo XIV las cuerdas fabricadas por
los cordeleros barceloneses tenan fama en todo el Mediterrneo.
A pesar de su alta cualificacin profesional, eran detestados por la poblacin y
sometidos a un estrecho rgimen de marginacin. Sus mujeres no podan dormir en el
interior de las murallas de la ciudad; se deca que les sangraba el ombligo y que podan
mover las orejas; si escupan al suelo, de all salan insectos inmundos, escondan la
cola entre sus calzas, se les obligaba a que escucharan misa desde la calle y solo podan
casarse entre ellos.
Es significativo que estos mismos motivos, justificaban la segregacin de los
agotes y cagots de quienes tenemos sobrados motivos para pensar que se trataron de
etnias constituidas por ncleos ctaros represaliados tal como tratamos en otro lugar
(pg. 197). Solo resta una infamia no incluida: la acusacin de leprosos. Pues bien,
existan dos ncleos de cordeleros, los del barrio de la Ribera y los del barrio del Raval.
Hasta 1991 subsisti la ltima tienda de este gremio en las inmediaciones de la Plaza
del Padr, en pleno Raval. En esta Plaza se encuentra la Capilla de San Lzaro, durante
la Edad Media, hospital de leprosos... La misma plaza sobre la cual se alz la estatua de
amor. Rhan ligando distintas leyendas y tradiciones clsicas, alcanza el tema del Grial y
el catarismo. Veamos si consiguimos resumir sus razonamientos.
Rhan cuenta que los helenos venidos de Argos desembarcaron en el Puerto de
Venus. Rhan identifica Port Vendrs con el objetivo final de los Argonautas, el lugar
donde se gurdaba el Vellocino de Oro. Los Argonautas, explica, lucharon contra el Rey
Bebrix quien retaba al pugilato a todos los que llegaban a sus tierras. Bebrix, padre de
Pyrene, llegaba a matar a puetazos a los visitantes. Los Argonautas, conducidos por
Jasn, lo vencieron. Uno de estos Argonautas fue Hrcules. Tras uno de sus trabajos
debera enamorar a la hija del rey Bebrix y seducirla (ver pg. 109). El Amor y los
Argonautas se unen en este Puerto dedicado a la Diosa del Amor, Venus. Por eso Rhan
defiende la tesis de que las "Leyes de Amor" de los trovadores provenzales habran
nacido aqu. Rhan termina su exposicin: "Los argonautas han viajado al puerto de
Venus, los Discuros vencieron a Bebrix, en la Cueva de Lombrives lo han enterrado
los lugareos del Sabarthes. De Provenza debe haber recibido Wolfram von
Eschembach la leyenda del Grial. No lejos del Grial pirenaico los lugareos del
Ornolac creen que el gigante convertido en dios descansa de sus trabajos. Y prximo
a Port Vendres, el cabo Cerbere recuerda al Can Cerbero, guardin de los infiernos".
El famoso gegrafo latino Pomponio Mela cita a Portus Veneris de la que dice
estaba cerca de un templo clebre. Sin duda se refiere a Sant Pere de Roda que, antes
que cenobio cristiano, fue templo de Venus Afrodita. Jaime I hizo de esta villa el puerto
ms famoso del Roselln.
No queda apenas queda ningn resto en el casco urbano de lo que fue su
dilatado pasado. Tanto el faro como el fuerte defensivo de la baha datan de fines del
siglo XIX, reconstruidos sobre la base de una construccin del inefable ingeniero
militar Vauvain, quien, por lo dems, tiene una avenida y un cine que ostentan su
nombre. Existi aqu una torre de observacin ms antigua que, como mnimo, fue
construida a principios del siglo XIV, construida por los reyes de Mallorca.
En el interior existe el pequeo pueblo de Crospons, mencionado en las crnicas
desde 1197. La ermita romnica fue construida hacia el 1200 y alberga en su interior
una talla de Cristo en la cruz que los marineros de Port Vendrs, encontraron en la mar
y al que se atribuyen curaciones milagrosas.
Elne
Si no decidimos recorrer los agradables pueblos costeros prximos a Port
Vendrs, nuestro siguiente objetivo ser Elne. Los 12 km. que separan Port
Vendrs de Elne se cubren a travs de la Carretera N-114.
Pasar por Elne implica necesariamente la obligacin de visitar la catedral de
Santa Eulalia y Santa Julia. Elna fue fundada por tribus beras que le dieron su primer
nombre, Iliberis. Luego los romanos, en recuerdo de la madre de Constantino el Grande
le llamaron Castrum Helenae, de donde deriv el nombre actual. Elne floreci bajo el
Imperio Romano consolidndose como la ciudad ms populosa del Roselln.
El obispado de Elne fue uno de los baluartes contra la propagacin del catarismo
fuera de Occitania. En la visita a Elne es ineludible entrar en la catedral de Santa
Eulalia y Santa Julia. All contemplaremos el claustro de sobrio estilo romnico (aun
cuando una parte fue construido en el perodo gtico, pero se decidi no romper la
unidad de estilo). Las columnillas gemelas que sostienen los capiteles estn grabadas y
se alternan con columnas rectangulares, tambin dotadas de capiteles corridos en los
que se representan escenas del Antiguo Testamento. En un tiempo en el que la Biblia se
lea solo en latn y apenas exista para los fieles material religioso escrito, los capiteles y
toda la iconografa de las iglesias tenan una funcin mnemotcnica que los capiteles de
Elne cumplen perfectamente.
El visitante podr observar en el corredor norte del claustro capiteles con toda
una fauna de animales mticos similares a los que se encuentran en los capiteles de
Sant Cugat del Valls, prximo a Barcelona. El visitante podr observar en esos mismos
capiteles toda una fauna de animales mticos similares a los que se encuentran en los
capiteles de Sant Cugat del Valls, prximo a Barcelona. Sirenas, hipoglifos, animales
zodiacales, mujeres-pjaro, etc. se alternan con dioses clsicos, Mercurio es fcilmente
reconocible y Venus est igualmente presente, y los temas all reproducidos remiten al
hermetismo medieval (rbol de lavida, pjaros de la inmortalidad, tres serpientes,
dragones, etc.). No ser la primera vez en nuestras rutas ctaras que se plantee un
problema: buscando huellas del catarismo, recorriendo los lugares que en otro tiempo
tuvieron alguna relacin con la hereja medieval, nos encontraremos huellas
notoriamente herticas, pero no ctaras, en el interior mismo de recintos catlicos.
Estas huellas atestiguan la persistencia de concepciones precristianas que se filtraron
en el seno de la catolicidad y que, sorprendentemente, quedaron registradas en piedras,
atestiguando que en el siglo XIV todava gozaban de buena salud. El claustro de Elne es
la muestra.
Adosado a la galera Oeste del claustro se encuentra un pequeo museo de
arqueologa de la regin en donde el visitante encontrar abundante material recogido
en las inmediaciones sobre la prehistoria de la comarca y en particular sobre las races
beras de la poblacin primitiva.
A diferencia del claustro, la catedral tiene superpuestos varios estilos. Romnica
en su base, la prolongacin de las obras -desde el siglo XI hasta el XIV- hizo que fuera
continuada en gtico y que, incluso, se pudieran evidenciar las distintas fases de
transformacin de este nuevo estilo. En su conjunto, la catedral de Elne y el claustro
evidencian la pujanza de la iglesia del Roselln.
El obispo de Elne, Bernat, y el inquisidor de la dicesis, fray Ferrer, condenaron
de Mallorca, por su segundo monarca, Sancho. Se encuentra apenas a 200 metros del
Castillet y su nave nica es de notables dimensiones. Auna estilos gtico y romnico y
su decoracin interior ha proseguido hasta bien entado el siglo XVII. Los contrafuertes
interiores delatan su estilo mediterrneo y la incluyen en la misma familia de
construcciones sagradas que va desde Barcelona hasta Toulouse.
En la parte Nort-Este de la ciudad quedan algunos de los paos de la muralla
medieval y en uno de sus extremos se encuentra la pequela iglesia de Saint Jacques,
adosada a los jardines de la Miranda. Esta iglesia est consagrada al gremio de
tejedores y en torno a ella se polarizaron los artesanos que ejercan esta profesin. La
iglesia es del siglo XIV y, por tanto, coincide con el perodo en el que los ctaros
asentados en esta zona -reconciliados con la Iglesia la mayora- haban arraigado en la
ciudad.
Salses
De Perpignan a Salses hay 11 km. a recorrer por la Carretera N-9. Si el viajero
no quiere seguir recorriendo la Ruta de los Condados Transpirenaicos, puede
enlazar aqu con la Ruta de los Castillos Ctaros. Salses est excepcionalmente
prximo del Castillo de Aguilar, que hemos dado como punto de arranque de
la Ruta de los Castillos. Si se ha tomado esta decisin, hay que llegar por la N9 a la poblacin de Cave-des-Corbires y tomar all la Carretera D-12 que nos
llevar a Tuchn, a los pies del castillo de Aguilar.
Salses es el punto ms avanzado en este recorrido. Cuenta la tradicin que
Hrcules, despus pas por aqu, despus de atravesar el Pirineo por el actual paso de
Le Perthus. En el 218 a. de JC los cartagineses intentaron emular al hroe clsico y, en
su marcha hacia Roma, cruzaron estos mismos montes. El Senado romano envi una
delegacin para entrevistarse con las tribus galas y ganar su adhesin, pero estas
concluyeron un tratado con Anibal que Roma jams perdon. Sin embargo, la tarea
civilizadora del Imperio se puso de manifiesto en la construccin de la Via Domiciana
que pasaba por aqu. Pomponio Mela citaba ya a la ciudad con su nombre actual,
Salsulae fons. Y, en efecto, existen en la zona diversas aguas ricas en magnesio, y de
sabor salino.
El hecho de que se tratara de una posicin fronteriza entra su infortunio. Su
posicin geoestratgica, entre Narbona y Perpignan, la haca paso obligado de los
invasores que iban en una u otra direccin. Anbal fue el primero en seguir esta ruta,
despus suyo otros muchos la recorrieron.
En 1285 cay en manos de Felipe el Atrevido. Fernando el Catlico la recuper
para su reino. En el siglo XV se construy el primer fuerte de Salses, justo cuando el
Roselln fue reintegrado a la Corona de Aragn. Era 1497 y durante siglo y medio
permaneci en poder de Espaa hasta 1642. El fuerte que puede visitarse hoy fue
urgente. Verdaguer trabaj durante cinco aos en el poema que debera rivalizar con
"La Atlntida" como su mejor obra. El "Canig", subtitulado "Leyenda pirenaica del
tiempo de la Reconquista", se public finalmente en 1885. Un grupo de nobles, entre
ellos Bernat Tallaferro, conde de Besal, de regreso de una cacera, descansan en Sant
Mart de Canig; el hijo del conde, armado caballero, se enamora de una pastora. Un
ataque de los sarracenos les hace aprestarse a la lucha. Por la noche un escudero
muestra las faldas de las montaas, cubiertas de nieve. Para el escudero no es nieve,
sino las capas de las hadas. Conseguir una, implica alcanzar cualquier deseo por
imposible que sea. El vstago joven de los Tallaferro, asciende al Canig y en cuentra a
la reina de las hadas, Flordeneu. La reina lo hechiza y aparece ante l con la imagen de
la pastora (recurdese el tema del rey Arturo, embrujado por Merln que toma la
apariencia del Duque de Cornualles para yacer con Ygerne, su esposa). El joven olvida
sus deberes de caballero y su padre y los dems caballeros deben huir derrotados por la
morisma. El conde Guifr, al ver al joven sin espada y con lira, lo arroja por un
precipicio y luego, tras reconstruir sus huestes, alcanza la victoria. Bernat Tallaferro,
quiere vengar la muerte del hijo pero es frenado por el abad Oliba, hermano de Guifr,
quien le convence de expiar su crimen construyendo all una abada. El poema termina
con una exaltacin al signo de la cruz, plantado en la cumbre del Canig como smbolo
de la grandeza de la Catalua cristiana.
Villefranche de Conflent
Deshaciendo lo recorrido, desde Canigou hasta Vernet, en este pueblo hay que
tomar la direccin de Vilefranche de Conflent, situada a 6 km. a recorer por la
Carretera D-116.
La ciudad, fundada en 1090 por el conde de la Cerdaa, Guillem-Raymond, vi
ganar su papel estratgico con el paso del tiempo. Vauban estuvo tambin aqu, tras el
Tratado de los Pirineos y modific la fortificacin inicial dndole el aspecto que hoy
puede verse. Hasta 1925 hubo guarnicin armada. Su papel estratgico se inici en
1258 tras el Tratado de Corbeil, como posicin fronteriza del Reino de Aragn. La
proteccin de las murallas ofreci garantas a los ctaros fugitivos, muchos de los
cuales establecieron aqu sus telares y comercios.
En el interior del recinto fortificado, algunas construcciones evocan el estilo
medieval, en especial la iglesia de Saint Jacques, construida en el siglo XII. Los
capiteles, similares a los de Sant Miquel de Cuix, ostentan diversos motivos esotricos.
Una estatua de San Jos de Arimatea, el primer guardin del Grial, no deja de
sorprender.
Sobre la ciudad amurallada, en el monte de Belloch se encuentra el Fort Liberia
al cual puede accederse por la "escalera de los mil peldaos".
Bourg-Madame
6
ANDORRA, CATARA E INDEPENDIENTE
El poeta Jacinto Verdaguer dijo de Andorra que era "una fortaleza,
poderosamente defendida, con sus torres avanzadas, sus troneras, sus torres de
vigilancia, que la separan de sus alrededores". As es, en efecto; las parroquias
andorranas aparecen perdidas entre los valles pirenaicos y rodeadas de altsimas
montaas. Su altura ha permitido que circulara la leyenda de que fue aqu donde No
amarr el arca tras el diluvio. En efecto, dice una tradicin que, el primer punto de la
tierra que se sec despus del Diluvio fue la montaa del Font Argent a 2682 metros
hacia el valle del Incles, NE de Andorra, pero fuera de sus lmites. All, dice la tradicin,
se conserva la anilla que le sirvi para amarrar el Arca de No. El arca, escondida, se
conserva dispuesta a servir de refugio a los justos cuando vuelva a haber otro diluvio.
Para protegerla de los curiosos soplan trece vientos que impiden el acceso. La anilla de
Font Argent, durante la noche de San Juan se vuelve de oro mazizo. Todos la buscan
esa noche pero nadie consigue encontrarla.
La anilla es, casi, como la presencia de ctaros en el Principado cuyas huellas
son tenues, apenas visibles, pero no por ello inexistentes. Ms aun, si Andorra es hoy el
orgulloso pas de los Pirineos, que conocemos bien, se debe al catarismo. El factor
ctaro ha pesado tanto en la Andorra de los orgenes que, la misma existencia del pas
est ligada a la aventura de los herejes.
Andorra con Santa Coloma, la Samsa y Ordino, i tambin Encamp as como Canillo,
con todas las iglesias y as mismo los pueblos correspondientes". A mediados del siglo
XII el seoro episcopal de Andorra era una realidad a pesar de que los condes de
Barcelona y Urgel conservaran derechos particulares.
La historia de Andorra ha dependido en parte de la vecina Urgell. Se han
encontrado monedas beras en las que figura el nombre de "Orgia" u "Orgelia", ciudad
principal de la comarca que ha devenido, con el paso de las centurias, Urgel. Urgel es,
desde el siglo VI, sede episcopal. Andorra fue un feudo del conde de Urgel, detentado
por el obispo de Urgel. A medida que la reconquista fue recuperando tierras al Islam, el
conde se desinteres por estos valles, demasiado elevados y de difcil acceso; las tierras
fueron cedidas al obispo para que ste las administrara. El clrigo, por su parte,
encargaba el cultivo a los campesinos. Poco a poco, el obispo se convirti en seor de
los valles de Andorra y los enfeud al seoro de Cabot (Caboet, Cabah o Cab).
ARNAU DE CASTELLBO, CATARO.
La heredera de la familia Cabot, Arnalda, cas finalmente con el conde Arnau de
Castellb en 1185, con la oposicin del obispo de Urgel. Arnau de Castellb, fue
consejero y miembro del squito de Jaime I, desde 1217 hasta su muerte 1226. Era
ctaro y nadie dudaba de sus opiniones religiosas, ni siquiera la inquisicin que,
cuarenta aos despus de su muerte, quem sus huesos.
Arnau educ en el catarismo a su hija Ermesinda que transmiti a la Casa de
Foix la herencia de Castellb con sus derechos sobre Andorra. Ermesinda fue a casar
con Roger IV de Foix-Castellb. Su hijo Roger Bernat III -tambin fue seor de Bearn
por su casamiento- fue terrible enemigo del obispo de Urgel. La guerra entre el noble
ctaro y el obispo de Urgel fue larga y terrible para ambas partes.
En 1278 se estableci un "Pariatge", paz negociada, entre el obispo Pere d'Urxt y
la nobleza local. El Pedro II de Aragn y Catalua, responda de la ejecucin del Acta y
el papa Martn IV daba su aprobacin. Este "Pariatge" es considerado como el primer
instrumento jurdico del rgimen de co-soberana andorrano.
LA DAMA BLANCA Y LA IGLESIA CATARA
Pero sera un error pensar que solamente la nobleza local tom partido por el
catarismo. Tambin existi feligresa hertica en los valles de Andorra y, sobre todo,
emigracin occitana. En la "caunya", cerca de Arinsal se escondan los ctaros y la
presencia de los "Bons Homes" ha quedado eternizada en las leyendas locales.
En Aubinya hay una cascada y, junto a ella, una casa seorial dominaba el
camino de la Seo de Urgel. All viva una mujer joven sola y vestida de blanco. Tena
fama de conocer las artes mgicas. Ms de una vez haba prohibido al obispo la entrada
en su territorio. En cierta ocasin el obispo intent cruzar, pero la "Dama Blanca" se le
apareci en un claro de luna cerca de la cascada, lo encant y lo introdujo en el bosque.
Jams se supo que haba ocurrido en el bosque, pero cuando el obispo volvi con los
suyos su cabello haba encanecido y jams cont lo que haba sucedido. El tiempo pas
y la dama no volvi a aparecer; todos la daban por ausente. Fue as como el obispo se
atrevi a volver a Andorra. Justo al atravesar la cascada desapareci. Casi
inmediatamente un lobo hambriento se enseore de la comarca. El sndico, tras dura
lucha en la result herido, consigui matar a la fiera, pero a partir de entonces no volvi
a conciliar el sueo; las pesadillas le asaltaban en las noches hasta el punto de
arrastrarlo al desasosiego y el agotamiento. Cuando estaba a punto de morir, apareci
la fantasmal "Dama Blanca". Cont a los presentes que no estaba en su mano salvar al
sndico, pero si las libertades de Andorra. La vida de sndico, explic, estaba en manos
del obispo hechizado; l era el lobo. El sndico muri y la dama no ha vuelto a aparecer,
pero desde entonces nadie ha osado atentar contra la independencia de Andorra. Y dice
la tradicin que si eso vuelve a ocurrir, la "Dama Blanca" volver para defender el
Principado.
El relato legendario tiene como centro la existencia de una "dama blanca". Muy
frecuentemente los trovadores occitanos en su lenguaje velado se referan a la iglesia
ctara como a una "blanca seora" hecha de amor. La ubicacin histrica del relato
legendario es la rivalidad entre el obispo de Urgel y la nobleza local. La figura del obispo
no queda en absoluto favorecida en el relato legendario, que muy bien puede ser
tomada como una leyenda de sabor catarizante. No es la nica.
LAS LEYENDAS ANTICATARAS
Si la leyenda anterior responde perfectamente al ideario ctaro, tambin el clero
catlico consigui imponer sus esquemas. El primer argumento que utiliz Roma
contra los ctaros fue demonizarlos, reducirlos a un culto supersticioso y brujeril. Este
arquetipo se advierte perfectamente en una de las leyendas que circulan en torno al
lago de Engolasters.
Aun hoy se dice que las brujas andorranas pululan por los montes la noche
mgica de san Juan. Juntas van a celebrar sus aquelarres a la cima del Font Argent y a
Envalira. Pero si hay un lugar en donde se concentran las mayores brujas de los valles
es en torno a Engolasters. All bailan desnudas toda la noche entorno al lago. Hacen
tres crculos concntricos y el demonio toca para ellas el tambor y la flauta. Si algn
intruso las observa, brujas apostadas y provistas de una vara embrujada los convierten
en gatos negros...
En otro tiempo Andorra tena una abundante poblacin de brujas. Cuando
mora una de ellas le abran el pecho para ver a qu lado tena el corazn. Las brujas
andorranas pululaban por los montes la noche de san Juan. Se van a la cima del Front
Argent y Envalira y sobretodo a Engolasters, bailan desnudas toda la noche rodeando al
lago. Hacen tres crculos concntricos en torno al lago y el demonio les toca el tambor y
la flauta. Si algn intruso las observa, las que permanecen vigilantes los tocan con una
vara embrujada, convirtindolos en gatos negros.
Ya hemos mencionado que el clero atribuy a los herejes el culto al gato (cat) y
de ah precisamente deriv su nombre. Satn, la brujera y el gato conforman en la
leyenda de Engolasters elementos suficientes como para que podamos intuir en ella
propaganda anti-ctara. Pero ese mismo lugar, Engolasters, es objeto de otro relato
leyendario de sentido opuesto. Podemos imaginar a los trovadores, de parroquia en
parroquia, cantando baladas en las que se hablara del castigo que recibieron quienes
maltrataron a los "pobres de Cristo", tal como los ctaros gustaban llamarse.
Cerca del lago hay una iglesia solitaria, pero antes hubo un pueblo cuya maldad
le hizo desaparecer en el fondo de las aguas. La gente de all tena fama de avaros e
inmisericordes. No conocan la virtud de la caridad. En cierta ocasin, cuenta la
leyenda que un mendigo entr en el pueblo a pedir pan. Nadie quiso drselo. Cuando,
expulsado del lugar, pareca a punto de morir, una muchacha le ofreci un trozo de
pan: "Tu que has tenido compasin, te salvars -dijo el mendigo-, huye hacia la
montaa". As lo hizo la muchacha, justo antes de que una tormenta inundara el valle,
transformndolo en lago. El pobre, naturalmente, era Jesucristo.
La figura del "pobre" como Jesucristo es significativa de toda una corriente de la
espiritualidad medieval que abarca desde los ctaros y valdenses hasta los franciscanos
y su faccin extremista, los "fraticelli". Todos ellos predicaban una vida de pobreza y
austeridad, sin propiedad y viviendo en comunin de bienes, tal como el mendigo que
llega al pueblo y solo una muchacha -nueva alusin a la "dama" entendida como Iglesia
Ctara- le asiste.
LA CRUZ DE LOS SIETE BRAZOS
La ltima leyenda del ciclo andorrano tiene como protagonista al diablo y a una
cruz. La cruz existe y puede ser visitada, pero de sus siete brazos, uno ha desaparecido.
Cuenta la leyenda que en Prats haba 7 compaeros, uno era muy pusilnime y tema al
diablo. Los otros decidieron hacerle una broma. Le invitaron a comer a Canillo y le
dieron una escopeta para que disparara al diablo si le aparecia. La escopeta estaba
preparada para que al disparar no daara. En un hostal el posadero le arregl la
escopeta. Cuando uno de sus amigos se disfraz de diablo, l dispar y lo mat. Al da
siguiente, cuando fueron a buscar el cadver, vieron que el diablo se lo haba llevado y
con l uno de los brazos de la cruz.
La leyenda difunde el mensaje ctaro del diablo como entidad real y personal
que secuestra a los humanos en tanto que todos ellos le pertenecen. Ya hemos visto, por
lo dems, que el nmero siete tiene importancia dentro de la gnosis maniquea y que
supone la suma de los cuatro elementos (fuego, tierra, agua y aire) ms los tres
vehculos del ser (cuerpo, alma y espritu).
7
LA RUTA DE LOS AGOTES DEL BAZTAN
Introduccin
Hasta hace pocas dcadas existi una "etnia maldita" en pleno Pirineo cuyo
radio de accin abarc todo el sur-oeste de Francia y parte de la zona
pirenaica espaola, desde Jaca hasta el Cantbrico. En la vertiente espaola,
en el Valle del Baztn, subsisten restos de la misma "etnia maldita".
Rastreando por el barrio de Bozate y aledaos, puede todava hoy reconocerse
a un tipo tnico diferenciado, probablemente producto de la endogamia de
estas comunidades. Son los ltimos descendientes de los ctaros.
ORIGEN CATARO DE UNA ETNIA MALDITA
"Agotes" en Espaa, "Cagots" en Francia, son los apelativos con los que se
conoci a una comunidad marginada hasta lo aborrecible y cuyos orgenes, los
historiadores son incapaces de explicar. Por nuestra parte, no albergamos ninguna
duda que se trata de antiguas comunidades ctaras segregadas. Llegamos a esta
conclusin por tres motivos:
1) las reas de expansin del catarismo occidental y el de esta etnia maldita son
correlativas.
2) ambos aparecen en fechas superponibles en el tiempo y, finalmente,
3) los oficios que histricamente ejercieron los ctaros eran idnticos a los que
hasta hace poco desarrollaron los cagots y agotes.
Uno de los alicientes de viajar a las antiguas tierras de "agotes" es reconocer con
los propios ojos aquello que se ha ledo en los libros. Animamos, pues, a nuestros
lectores a desplazarse a las zonas que describimos a continuacin y observar con la
mirada respetuosa, a las gentes que pueblan las villas y valles que citaremos. Algunos
de ellos son el eco ancestral del pasado, los ltimos descendientes del catarismo. Honor
a los herederos de quienes fueron perseguidos en defensa de un ideal.
Historia y caractersticas.
LOS AGOTES DEL BAZTAN
El "Noble Valle y Universidad del Baztn" se extiende por cuatrocientos
kilmetros cuadrados y agrupa catorce pueblos (Almndoz, Aniz, Arizcun, Arrayoz,
Azpilicueta, Berroeta, Ciga, Elvetea, Errazu, Garzain, Irurita, Lecroz, Maya y Oronoz).
Su capital es Elizondo. El Valle est administrado por la Junta General compuesta por
15 jurados -cada una de ellos elegido por una de las villas en Navidad y cuyo mandato
es de dos aos- y 4 junteros, electos por cada uno de los cuatro cuarteles en los que se
divide el valle. El escudo de todos ellos es evocador: un tablero de ajedrez y la leyenda:
"Generoso con los extranjeros, no soportamos su yugo".
Segn la ponderada "Enciclopedia Vasca" se menciona a los agotes ya en textos
del siglo XIII. Lo que, en su brevedad, la locucin "agote" no menciona, es que
Inquisicin.
Etnicamente, los "cagots" franceses responden, ms o menos, a un mismo
arquetipo. De baja estatura, con alta proporcin de rubios y de ojos azules, y lo ms
significativo, con las orejas desprovistas de lbulos, segn unos, o bien con los lbulos
pegados al crneo, segn otros. Pero buscaramos vanamente esta caracterstica entre
los agotes espaoles. Se trata de algo privativo de algunas zonas francesas. Sin duda,
tales caractersticas fueron aceradas con el correr de los siglos a base de fuertes dosis de
endogamia.
EL BARRIO DE BOZATE
En territorio espaol los ncleos numricamente ms significativos han
subsistido hasta el presente siglo en el valle del Baztn y, ms en concreto, en el barrio
de Bozate, anexo a la villa de Arizcun.
El seoro del Baztn fue instituido por Sancho el Mayor de Navarra hacia 1025
y entregado a Senen I Ochaniz, seor de los castillos de Jauregizar, Maya y Soba. Desde
el siglo XII hasta mediados del XIII la zona vi la lucha entre distintos seores feudales
y luchas entre iglesia y seores.
Lope de Vega en su "Jerusaln Conquistada" dedic varios versos en loor de don
Enrique del Baztan quien, con 100 hidalgos, asisti a la conquista de Tierra Santa junto
al infante don Ramiro de Navarra. Los reyes de navarra reconocieron y honraron a los
habitantes del Baztn. Alfonso I de Navarra y Aragn se titul rey de su nombre en
1213. Un ao antes Sancho el Fuerte les haba concedido el escudo por el valor con que
se comportaron en la batalla de las Navas. Hay un estandarte guardado en el
Ayuntamiento de Elizondo que se cree arrebatado a los almohades en esta batalla. Estas
glorias iban parejas al desprecio por los agotes.
En Bozate, anexo a Arizcun se localiz la comunidad de agotes ms numerosa
del pas junto con los barrios de Bayona, pero como veremos en la descripcin de la
ruta, existieron "agotes" en los valles del Roncal y Salazar, tambin en las dicesis de
Huesca y Jaca y, en la parte francesa en las de Dax y Bayona. En todas estas zonas, o
bien se tiene constancia de la existencia bien documentanda de ncleos ctaros
(Huesca y Jaca), o bien se trata de zonas perifricas de Occitania en la que el catarismo
no fue reprimido con la misma virulencia que all.
CAMINO DE SANTIAGO
Algn observador ha notado que la mayor parte de los pueblos segregados en la
Pennsula Ibrica (pasiegos, vaqueiros, maragatos), y los mismos "agotes" y "cagots", se
encuentra en la ruta de Santiago de Compostela. Puede tratarse de una casualidad, sin
embargo, no hay que olvidar que una de las penitencias que los inquisidores utilizaban
para lavar las culpas de los herejes acusados de delitos de menor gravedad, consista en
realizar una peregrinacin. Dicha penitencia se realizaba, a veces, en Tierra Santa,
mientras que otros extinguieron sus culpas arrodillndose ante la tumba de Santiago
en Galicia. Tambin exista la dura pena del destierro, casi equivalente en la mentalidad
antigua, a una condena a muerte. Quizs, ncleos de antiguos herejes resultaron
exiliados y tambin muchos de ellos fueran obligados a peregrinar; estos, no quisieron
regresar a sus lugares de origen, horrorizados por las hogueras y los excesos
inquisitoriales que haban dejado atrs. Se asentaron all donde pudieron, intentaron
olvidar su origen; el adversario, los predicadores y la inquisicin, los cubrieron de las
peores infamias. Los propios segregados quisieron olvidar los motivos de su
segregacin y subsisti solo la leyenda que justificaba la marginacin ms extrema.
Este, para nosotros, es el origen ms plausible de todas estas comunidades de agotes o
cagots.
Otras interpretaciones se nos antojan dbiles. No existe ni una sola prueba de
que fueran godos arrianos, tal como han sostenido algunos eruditos. Para Guilbeau,
procederan de Francia expulsados por Felipe el Luengo en el siglo XIV; creemos, ms
bien, que la marginacin se remont una centuria atrs, cuando las piras ardan en
Minerva y Montsegur. Muchas menos huellas indican que se trate de descendientes de
musulmanes. Agotes y cagots solan ir a misa e incluso, no slo parecan, sino que
adems eran buenos cristianos.
EL LARGO CAMINO HACIA LA INTEGRACION
A finales del siglo XVI, por decreto del Parlamento de Burdeos y a peticin de la
poblacin, se ponan en vigor viejas disposiciones legislativas que segregaban a los
agotes implacablemente. La situacin lleg a ser tan agobiante que, en 1514, los agotes
navarros escribieron al papa Leon X para ser relevados de las restricciones infamantes
que se les vena imponiendo en las prcticas del culto. El papa les di la razn; pero un
pontfice radicado en Roma difcilmente poda borrar por decreto un tab tan ancestral.
Los Enciclopedistas -recuerda Gerard de Sede- que adoptaron la defensa de todas las
minoras oprimidas, solamente citan dos veces a los "cagots" (por su fama de
hipcritas, segn recuerda Sde).
Nada cambi hasta el siglo XIX. Las Cortes de 1817 y 1818, hicieron todo lo
posible por destruir la marginacin de los agotes. Se prohibi el uso del nombre
infamante y se les concedi prenitud de derechos. Mendizbal, el desamortizador de
sangre juda conversa (otra etnia maldita), fue el gran corrector de este error histrico.
El 27 de diciembre de 1817, el Conde de Ezpeleta, firmaba un decreto en el que los
agotes pasaban a ser hombres iguales a los dems. Curiosamente, en el mismo texto
legal se aluda a su origen: "conjeturan ser descendientes de las reliquias disipadas del
gran ejrcito albigense, que fue derrotado en el ao 1214 por el Conde Simn de
Monforte, junto al castillo de Murello [Muret], sito a las mrgenes del Garona".
Otto Rhan, el investigador alemn, miembro del Estado Mayor Personal de
Himmler, alude en una sola ocasin a los cagots, solo para decir que "la desaparicin
total de un movimiento tan importante como el catarismo ha parecido tan
improbable que con frecuencia se ha credo que los cagots o agotes eran los
descendientes de los ctaros". Rhan, solo unas pginas ms adelante, cuenta la historia
que se produjo en Suc, pueblo del Sabarths, en el ao 1807. Unos cazadores
localizaron en el pico del Montcalm, a una mujer desnuda que saltaba de risco en risco
con una seguridad envidiable sin que pareciera importarle nada la altura, ni el vaco de
los abismos. Capturada al da siguiente, sufre un ataque de nervios y aunque luego se
calma, por la noche, abandona las ropas que le han dado y huye hacia el Montcalm.
Meses despus volver a ser vista en el pico de Bassies, all pasar el invierno. En
primavera el juez de paz de Vicdessos, acompaado de una fuerza de polica, ascender
al Montcalm. Capturada, el funcionario le preguntar cmo ha logrado sobrevivir a los
osos. "Los osos? Son mis amigos. !Ellos me daban calor!". Quienes la han podido ver
coinciden en que, a pesar del abandono fsico, debi tratarse de una mujer de gran
dignidad; con rasgos de nobleza o, al menos, educada por nobles. Llevada al hospital de
Foix tras caer enferma, volver a fugarse en el verano de 1808. Detenida en Tarascn,
ser devuelta a Foix y encarcelada en la prisin de la fortaleza. All morir a la 1 de la
madrugada del 29 de octubre de 1808. Otto Rhan, quien refiere la historia, sentencia
"la nostalgia de los montes la mat". Y luego aade "los campesinos de aquellos
remotos valles queran hacerme ver que era la ltima descendiente de los herejes". La
historia es misteriosa y terrible, pero los ltimos descendientes de los ctaros ya no
habitaban en los valles occitanos, se haban desplazado a otras zonas y, perdidos,
muertos o prisioneros, todos los "ancians" que sobrevivieron prefirieron hacerse
olvidar. La "loca de Montcalm", no fue la ltima ctara, tal honor les corresponde a los
"agotes" y "cagots". Pero tambin ellos, poco a poco, fueron desapareciendo como
comunidad organizada.
ITINERARIO
Existen tres posibilidades para seguir la Ruta de los Agotes. O bien se inicia en
Pamplona, o en Zaragoza, o como tercera posibilidad, partir de Barcelona. Depender
del tiempo que estemos dispuestos a invertir que podamos cubrir toda la zona o
solamente una parte. La ruta puede recorrerse en dos sentidos: Pamplona - Bayona Commingues - Lrida - Zaragoza - Pamplona. Esto supone tres das de trayecto. Hay
que tener presente, por lo dems, que esta ruta nos sita fundamentalmente en la
periferia del territorio occitano. Se trata de una ruta con entidad propia. El
emplazamiento de la ruta de los agotes nos confirma en nuestra intuicin de que se
trat de comunidades de origen ctaro. La zona que vamos a recorrer es, casi como el
cerco que deja una mancha, marca la periferia misma de la mancha y subsiste aun
cuando lo esencial de la mancha ya haya desaparecido. As mismo, los agotes y cagots
se sitan en una zona no especficamente ctara y en la que apenas hubo catararismo, o
ms frecuentemente, no lo hubo en absoluto.
La mayor parte de pequeos pueblos que vamos a visitar, nos muestran la
soberana austeridad en la que siempre han vivido los habitantes de los Pirineos. Estos
pueblos y villas nos pueden ensear que la sencillez y el seguir la mxima platnica de
"nada de ms" (esto es, nada superfluo) puede generar comunidades extremadamente
atractivas y tranquilas, lugares en donde el stress jams ha tenido lugar.
1 Fase del Trayecto: el Valle del Baztn
Existen dos formas de acceso.
a) a partir de San Sebastin (Donostia).
Quienes, por razones de ubicacin u oportunidad, partan de San Sebastin,
tienen que tener presente que, si deciden desplazarse hacia el sur y visitar el
Valle del Baztn, les quedar descolgada una parte del recorrido, la que les
llevar a Bayona y Dax. En ese caso, pueden optar por iniciar el recorrido a
partir de Bayona y dejar el Valle del Baztn en ltimo lugar, si lo que
pretenden es realizar todo el circuito de los agotes y cagots.
En cualquier caso, para el viajero que parte de San Sebastin, la Carretera N121a le permitir cubrir los, aproximadamente, cien km. que le separan de
Pamplona. Es a mitad de este recorrido, justo al llegar a la poblacin de
Narbarte, y luego, seguir diez km. ms al sur hasta llegar a Almandoz,
primera poblacin del Valle del Baztn.
b) a partir de Pamplona (Iruea)
Quienes emprendan el recorrido desde Pamplona debern tomar la Carretera
N-121a hacia el Norte, con direccin a Hendaya y San Sebastin. A algo ms
de 30 km. del punto de partida llegarn a la pequea poblacin de Almndoz,
pronto a su barrio, querido por maldito que fuese". Intilmente, pues, buscaramos
agotes en las proximidades de Alcal. Sin embargo, en las poblaciones navarras de
Lesaca, Urdax, Maya, Elvetea, Irurita, Elizondo, Oyeregui, San Esteban de Lerin, Lanz,
Larrasoana, Isaba, Echavarri, Urroz, Burgui, Estella, Arandigoyen, Monreal, Lumbier,
Cirauqui, Puente la Reina, Mendigorria, Berasoain, Aibar, Sangesa, Artajona, Tafalla,
Cseda, Allo, Larraga, Gallipienzo, Olite, Mlida y Miranda de Arga, existieron ncleos
agotes, como mnimo hasta el siglo XVI. En siglos sucesivos, se fueron difuminando y,
entrado ya el XX, solo en Bozate exista un ncleo de poblacin agote.
Dejado atrs Bozate y la torre de los Ursa, la Carretra N-121b nos llevar hasta
el puerto de Otxondo a 20 km. de Bozate. Un poco ms adelante, por esa misma
carretera, ya en la parte francesa, a 10 km., se encuentra Ainhoa, otro ncleo de agotes
ya desaparecidos, pero que conserva todo su sabor vascuence.
2 Fase del trayecto: La ruta de los agotes franceses
Esta ruta es relativamente larga; consta de dos partes perfectamente
diferenciadas, el centro de los Pirineos (Lourdes, Commingues, Luz) y el Oeste
francs (Bayona y Dax). Existe una facilidad de comunicaciones entre todos
estos puntos y la posibilidad siempre, para los residentes en Espaa, de
desviarse, en cualquier momento del recorrido hacia el Sur y volver a sus
puntos de origen, ya sea por San Sebastin, Navarra, Huesca-Zaragoza o,
finalmente, Lrida.
Hendaya y su cruz cclica
El viajero que decida desplazarse de San Sebastin a Bayona, con solamente
cruzar la frontera se encontrar en Hendaya. Tiene a su disposicin, tanta la
Autopista A-10, como la Carretera N-10.
Si es amante de lo oculto y del esoterismo, no puede dejar de visitar la iglesia de
esta primera localidad francesa. All, cerca del transepto Norte, en el exterior de la
iglesia encontrar una extraa cruz que ha hecho verter ros de tinta a los amantes del
esoterismo. Se trata de la famosa "Cruz cclica de Hendaya" que el genial Fulcanelli, el
ltimo alquimista del siglo XX, describi en el ltimo captulo de "El Misterio de las
Catedrales".
El origen de este monumento es misterioso. No debe ser anterior a finales del
siglo XVII, ni posterior a principios del XVIII. Fue trasladada al actual emplazamiento
en 1842. Su factura es primitiva e ingenua, no fue, desde luego, labrada por ningn
cantero profesional. Todo induce a pensar que su artfice fue un amante del noble arte
de la alquimia y quiso llevar su ciencia a la piedra, constituyendo lo que Fulcanelli
llama una "morada filosofal", es decir, un soporte fsico de verdades hermticas.
Su forma es la de una cruz griega; el brazo transversal ostenta una enigmtica
inscripcin: "Ocruxaves pesunica" que ha sido descifrada alterando la separacin de las
letras, "O crux ave spes unica", te saludo, oh cruz, esperanza nica.
Fulcanelli, no contento con esta explicacin, dio otra. Para el ltimo de los
alquimistas, la cruz profetiza el fin de nuestra civilizacin y enuncia la ley cclica por la
que se rige el cosmos.
Escribe Fulcanelli: "La letra S, que adopta la forma sinuosa de la serpiente,
corresponde a la ji (X) de la lengua griega y toma de ella su significado exotrico. Es
el rastro helicoidal del sol llegado al cenit de su curva a travs del espacio, al
producirse la catstrofe cclica. Es la imagen terica de la bestia del Apocalipsis, del
dragn que vomita, en los das del Juicio Final, fuego y aufre sobre la creacin
macrocsmica. Gracias al valor simblico de la letra S, desplazada adrede,
comprendemos que la inscripcin debe expresarse en lenguaje secreto, es decir, en la
lengua de los dioses, o en la de los pjaros". En cuanto a la inscripcin INRI que se
encuentra en el reverso de la cruz, Fulcanelli recuerda que para los antiguos
alquimistas y rosacruces quera decir "Igne Natura Renovatur Integra", solo el fuego
renueva ntegramente a la naturaleza. El alquimista aade: "Pues es con ayuda del
fuego y en el mismo fuego que nuestro hemisferio ser pronto anegado".
En cuando al pedestal es igualmente rico en simbolismo. En cada uno de sus
cuatro lados puede verse un smbolo diferente, que excede con mucho el meramente
cristiano. En una cara se ve el smbolo del sol, en otra la luna, la tercera muestra una
estrella y la cuarta una figura geomtrica circular dividida en cuatro cuartos. Fulcanelli
sostiene que las cuatro caras son el jeroglfico de las cuatro edades de la humanidad y
que la ltima figura es la sntesis de la doctrina cclica.
Hoy nos encontramos, siempre siguiendo a Fulcanelli, en la ltima de las cuatro
edades, la Edad del Hierro. "La edad de hierro no tiene ms sello que el de la Muerte.
Su jeroglfico es el esqueleto provisto de los atributos de Saturno: el reloj de arena
vaco, imagen del tiempo cumplido, y la guadaa, reproducida en la cifra siete que es
el nmero de la transformacin, de la destruccin, del aniquilamiento. El Evangelio
de esta poca nefasta es el que fue escrito bajo la inspiracin de San Mateo.
Matthaeus, en griego , viene de ?, ?o, que
significa Ciencia. De esta palabra deriva ?, ?,
estudio, conocimiento, de , aprender, instruirse. Es
el Evangelio segn la Ciencia, el ltimo de todos, pero el primero para nosotros,
ya que nos ensea que, salvo un pequeo nmero de elegidos, debemos perecer
colectivamente. Por esto se dio a San Mateo el atributo del ngel; porque la ciencia,
nica capaz de penetrar el misterio de las cosas, de los seres y de su destino, puede
dar al hombre alas con que elevarse hasta el conocimiento de las ms altas verdades
y llegar hasta Dios".
Aqu terminan las reflexiones de "El Misterio de las Catedrales" y el captulo que
el Maestro Fulcanelli dedic a la cruz cclica de Hendaya. Si hemos decidido incluir este
punto en nuestro recorrido, no es por su relacin con los agotes, sino con el misterio en
general. El espritu pesimista que destila la interpretacin que Fulcanelli hace de la cruz
cclica de Hendaya, es, en el fondo, el mismo estado de nimo que ostentaron los
ctaros y el fatalismo que, luego, hemos encontrado en los agotes. Son distintas lecturas
de un mismo tema: la gnosis, una visin pesimista del mundo en la que el adepto
tiende al conocimiento de la realidad ltima. Quien tall la cruz cclica de Hendaya era,
en espritu, un heredero del catarismo.
Bayona
Despus de este inciso recuperemos nuestro camino. Encontraremos distintas
rutas alternativas. Si queremos seguir la ruta de la costa hasta Bayona,
podremos tomar la Carretera D-912 hasta San Juan de Luz y, una vez alli,
enlazar con la Autopista A-63 o con la Carretera N-10. No necesariamente
tendr que detenerse en Biarritz, puede seguir directamente hacia su destino.
En el barrio que hay pasada la puerta de Saint Simn, tras la puertucha de Saint
Lazare se encontraba en otro tiempo el barrio de los "cagots". Es significativo que el
origen de la zona se encuentre bajo el patronazgo de San Lzaro el patrn de los
leprosos. No en vanos los cagots eran considerados como aquejados por esta
enfermedad. Hoy cuesta encontrar tipos raciales que encajen con la descripcin
tradicional de los "cagots"; sin embargo queda el barrio en que vivieron. Los obispos de
la ciudad se alarmaron en distintas ocasiones por la proliferacin de "cagots" y no
pararon hasta encerrarlos en un barrio marginal, descolgado de la ciudad antigua.
La visita a Bayona puede servir, igualmente, para presenciar algunos de los
lugares en donde se desarrollaron importantes conferencias diplomticas y se firmaron
tratados decisivos para la historia de Francia y Espaa. Fue all donde Carlos IV
estableci su exilio tras la salida de Madrid y all mismo donde fue a visitarlo el
aventurero Domingo Bada, ms conocido como Ali-Bey. Podemos imaginar la sorpresa
de este hombre que regresaba de La Meca (fue el primer europeo no musulmn en
llegar hasta la mezquita de esta ciudad y ver la piedra Kaaba) cuando Carlos IV le
afirm framente que "Espaa ha sido integrada en Francia en virtud de un tratado".
Doscientos cincuenta aos antes, en aquella ciudad Catalina de Mdicis y su hija Isabel
se reunieron con el Duque de Alba para importantes tratados.
Dax
A 30 Km de Bayona se encuentra la ciudad de Dax a la que se puede acceder
siguiendo varias carreteras, cuya eleccin depender del tipo de recorrido que
queramos hacer (rpido por autopista, pintoresco, por la carretera nacional).
En Dax se encontraba otro ncleo de "cagots" del cual hoy no queda ni rastro. Se
trata del ncleo situado ms al norte. Se sabe de l por los registros de la dicesis. En
padre, Franois Soubirous est enfermo; hasta entonces se ha ganado la vida como
albail y carretero. La madre se dedica a hacer tareas de hogar en otras casas. Son seis
los hermanos que ha dado a luz. Bernadette, una hermana y una vecina, han ido a traer
madera del bosque. Va a ser el principio de su portentosa aventura.
Llegados a unas formaciones rocosas, Bernadette se queda rezagada. El lugar se
llama Massabielle, hoy es fcil encontrarlo, all se encuentra un santuario mariano. El
nombre, en el dialecto antiguo de la zona quiere decir "vieja roca"; el lugar est
jalonado de cuevas como otros muchos montes pirenaicos. Bernadette acaba de tener
una crisis de asma y pide que se le ayude a atravesar el arroyo sin mojarse; pero sus
compaeras desaparecen. En ese momento siente una viento suave (uo rumou) que
le acaricia el rostro. Ninguna rama se mueve. Bernadette cree haber soado y se
introduce en el arroyo. De nuevo un rumor misterioso le hace levantar la cabeza;
entonces ve, ante ella, en la entrada de la cueva, la cosa, aquero... Cuando relate su
experiencia, primeramente se referir a la forma, el vestido y el rostro que ha visto,
llamndole "la joven", ms tarde "la seorita" y finalmente "la Seora", vocablo que
cree ms conveniente, por respetuoso. Es evidente que, fuera lo que fuere que vio,
inicialmente, la nia no lo consideraba una aparicin mariana. Cuando vuelven sus
amigas la encuentran arrodillada e inmvil, con las manos juntas y los ojos fijados en la
pared rocosa. Vuelve a entrar en el agua y les dice "Decais que estaba fra, pero est
templada como el agua de lavar la vajilla". Por la tarde, medio centenar de personas
conocern la historia que, a partir de ese momento, no dejar de extenderse a velocidad
prodigiosa por toda la cristiandad.
La visita a Lourdes disgusta a muchos creyentes. Huyssman a finales del siglo
pasado critic las masas de catlicos que llevaban a sus enfermos en busca de un
milagro, mientras a las puertas del santuario se vendan todo tipo de estampas y
objetos religiosos de ms que dudoso gusto. Zola visit la zona en 1891 y se sinti
inmensamente incmodo. Ant en su "Journal de Voyage": "En este momento de
misticismo, de revuelta contra la ciencia, un tema admirable: mostrar la necesidades
de sobrenatural persistente en el hombre, con esta extraordinaria historia de
Bernadette Soubirous".
El 25 de febrero de 1858, naci la fuente Massabielle, bajo los dedos de la
pequea Bernadette. Aun hoy la gente recorre la zona buscando milagros y sanaciones
para enfermedades incurables. Algunas veces, es innegable, tales milagros se producen.
Todo induce a pensar, que la zona era, ya antes de las apariciones, un lugar sagrado
para los pueblos que habitaban el lugar. La historia de Lourdes es rica en episodios
histricos, mitos y leyendas.
El lago de las proximidades fue siempre considerado un lugar maldito del que la
leyenda deca que retena las almas de quienes se arrojaban a l. Un dicho lugareo
deca de alguin capaz de escapar a no importa qu peligro, "Que podra tirarse al lago
de Lourdes". Se dice que se arrojaron algunas campanas al interior del lago que suenan
en las tardes melanclicas del otoo.
A principios del siglo XIX empez a circular la leyenda de la fundacin de la
ciudad por la princesa Lorda, venida de Egipto con su hermana Tarbis (fundadora a su
vez de la vecina Tarbes, a la que se llega siguiendo la Carretera N-21 y que apenas dista
21 km. de Lourdes). En las excavaciones que se han realizado en las proximidades del
castillo, se han encontrado restos romanos de una posesin llamada Lapurdum, quizs
dotada de una pequea guarnicin. En la rampa de acceso al castillo se encontr una
inscripcin funeraria dedicada a los manes de Primulus, hijo de Primus y a su mujer,
as como una cabeza finamente tallada de una mujer de edad avanzada pero de gran
dignidad, que los arquelogos han identificado con Livia, esposa de Augusto. Entre los
escombros de la vieja iglesia parroquial romana se encontraron, as mismo, los restos
de la diosa Tutela, protectora de varias ciudades de la antigua Aquitania.
Nada se sabra del paso de los musulmanes por aquellas tierras de no ser por las
leyendas que nos han dejado y que, sin duda, son adulteraciones de episodios reales.
En tiempos de Carlomagno, un grupo de moros fugitivos se apropi del fuerte de
Lourdes. Al acercarse las tropas carolingias al lugar, el emperador de Occidente pens
en la oportunidad de desalojar la plaza. Pero el lugar era impenetrable. Lo prolongado
del asedio hizo que en el interior de la fortaleza se empezara a pasar hambre. Acert a
pasar sobre el lugar un guila que acababa de pescar una trucha y que aun la llevaba
atenazada entre sus garras. El guila dej caer la trucha a los pies del jefe musulmn,
llamado Mirat. Este envi la trucha a Carlomagno dicindole que el Cielo mismo lo
alimentaba. Cuando el Emperador estaba a punto de levantar el cerco, el obispo de Puy
tuvo la idea de plantear a Mirat una salida airosa: "Ya que no quieres rendirte al
mayor soberano de la tierra, rndete a la reina de los Cielos que es honrada en mi
iglesia y que tu tambin reverenciars". Mirat accedi a capitular y con sus hombres
march hasta la iglesia del Puy donde deposit su espada a los pies de la Virgen Negra.
El Puy-de-Dome es uno de los lugares donde estuvo acreditada la presencia de una
comunidad "cagot".
Evidentemente, la leyenda de Mirat es una alteracin de un episodio histrico
en el que se mezcla Muret (que por corrupcin fontica llega a ser "Mirat"), los
smbolos imperiales del Aguila y el Emperador, el smbolo de la sabidura, el Salmn o
la Trucha y finalmente, una conversin. Adems, el eje de la trama es el culto a la
Virgen (una Virgen negra, por lo dems). Se sabe la veneracin que sentan los ctaros
por el "Seor de Occidente", el Emperador Barbarroja y, ms tarde, Federico II, o por
Raymond de Tolosa, el rey del mundo occitano. Esto explica los smbolos del guila y
el emperador. El salmn o la trucha son smbolos de conocimiento, gnosis, que los
coro, realizado por Jean de Mauleon, 521 obispo de Comminges, entre 1523 y 1551. En
varios lugares de la catedral figura la divisa de Maulen "Omnis amor tecum" (todo mi
amor es para t). Las estelas estn cargadas de simbolismo religioso. Entre ellas se
encuentra el rbol de Jess, con la lnea sucesoria de los reyes de Israel, sbilas vestidas
como en las representaciones de los misterios del siglo XV y una rueda de cuyo centro
salen unas plumas y la leyenda "Fortunat solus nostros Deus ipse labores" (solo Dios
nos hace triunfar en nuestros trabajos) divisa cuyo contenido hermtico no ha pasado
desapercibido a los especialistas que ven en la imagen la traslacin simblica del
llamado "fuego de rueda" que utilizaban los alquimistas en la segunda fase de su obra
filosofal. De todas formas aun est por hacer la exgesis completa de la Catedral de
Comminges a la luz de la tradicin hermtica.
Tras el altar mayor se encuentra el cuerpo de San Bertrn. Estn representadas
las distintas peripecias y milagros que realiz. Si el viajero tiene ocasin de visitar la
sacrista encontrar all el "cuerno milagroso", el "alicornio". Cuerno de marfil, de cinco
pies de largo, era un diente hipertrofiado de un cetceo (el "monodon monoceros" o
narval). Fue entregado por Clemente V, cuando aun era Bertrand de Goth. El cuerno
despert ambiciones en distintas pocas y Catalina de Mdicis en varias ocasiones
pidi a su marido, el Rey de Navarra, que el cuerno pasara a formar parte del tesoro
real. El cuerno fue robado por los hugonotes de Corbeyran d'Aure en marzo de 1549.
Solo lo entreg a cambio de una amnista completa y, segn algunos testimonios de la
poca, por miedo al "Seor Saint Bertrand". En el siglo XVII el inspector de bosques de
Luis XIV quiso comprobar si se trataba del cuerno del unicornio. Lo sumergi en agua,
pero esta no se recalent, tal como esperaba de haber sido el objeto mtico que buscaba.
Otra pieza enigmtica del tesoro de la catedral es un pequeo cofre de cuero
dorado que ostenta la inscripcin "Per l'amor de ma dona, combat ab aquesta libra"
(por el amor de mi mujer, combato con esta librea). El cofre debi pertenecer a algn
trobador occitano cuyo nombre se ha perdido para la posteridad.
Si el visitante pasea por el claustro de la catedral podr observar un pilar
cuadrangular, ltimo resto de un edifico romano. Sobre l, los canteros medievales
esculpieron las figuras de los cuatro evangelistas.
No muy lejos de la Catedral se encuentra la llamada Tumba de Herodes. Una
construccin misteriosa, situada sobre el acantilado de Moartrouilh, sobre el Garona, al
oeste del puente de Labroqure. En aquella zona se situ el cementerio romano de la
ciudad. La Tumba de Herodes es una construccin cuadrada de 10 m. de lado y 8 de
alto, hoy en ruinas. Una tradicin afirma que el asesino de Juan Bautista se exili en
Lugdunum Convenarum en el ao 39, reinando Calgula en Roma. Por extrao que
pueda parecer, la leyenda tiene una confirmacin histrica. Flavio Josefo en sus
"Antigedades Judas" explica que el tetrarca de Galilea y Perea fue enviado a
7
CATARISMO: ENTRE REALIDAD Y MITO
(para acotar el tema)
Pocos fenmenos histricos han suscitado tantos equvocos como el catarismo.
Se ha dicho que el misterio ctaro y el del Grial eran uno solo, se ha confundido
catarismo con valdesa, se ha identificado a ctaros y templarios como procedentes de
una misma gnosis, y, se ha llegado a decir que el rosacrucianismo y el catarismo tenan,
idntica matriz o que los trovadores constituan un fenmeno exclusivamente hertico.
En buena parte se trata de mitos o malentendidos. Para redondear una visin global del
catarismo, es preciso disipar tales equvocos.
En el marco geogrfico occitano coinciden en el tiempo distintos movimientos
que tienden a confundirse con el catarismo. Esta hereja no era sino una de las
corrientes espirituales enfrentadas a la ortodoxia romana. Pero existieron otras. La
valdesa fue, sin duda, la ms importante. En ocasiones, algunos movimientos sociales
fueron confundidos con el catarismo. En Italia, por ejemplo, el trmino "patarino" fue
sinnimo de hereje e, incluso, pas a calificar a los ctaros occitanos. En realidad,
ambos movimientos tuvieron poco que ver. Las leyendas en torno al catarismo se
fueron urdiendo a lo largo del siglo XIX y, sobre todo a partir del XX, apareci una
corriente interesada por estudiar el fenmeno desde una perspectiva cientfica. En este
ltimo captulo vamos a intentar situar todo esto en la historia y en el contexto que le es
propio.
Patarinos y pataria
En el siglo XI las clases humildes milanesas y el bajo clero se sublevaron
Guido (que muri tras ser excomulgado en el 1071) eligieron al subdicono Godofredo y
consiguieron que su eleccin fuera refrendada por Enrique IV de Alemania. La lucha se
reaviv cuando los "patarinos" no quisieron reconocer a Enrique IV el derecho de
investidura y eligieron, por su parte, al clrigo Antn como obispo en la Epifana del
1072. En varias ocasiones, Goffredo, consagrado por los obispos lombardos por orden
de Enrique IV y excomulgado por el papa, intent en vano penetrar en Miln defendida
frreamente por los "patarinos".
El sucesor de Alejandro II, Gregorio VII, intent encontrar una solucin pacfica
al conflicto. Sus simpatas estaban con la "pataria", pero esto no le impidi recurrir al
Emperador Enrique para buscar una componenda. En la Cuaresma del 1074, como
fruto de estas negociaciones, Gregorio VII proclam a Attone arzobispo de Miln.
El 30 de marzo de 1075, Lunes Santo, un incendio destruy gran parte de los
barrios milaneses. Los patarinos fueron acusados de haber propiciado el fuego. Se
reprodujeron los desordenes, durante los cuales Erlembardo fue muerto el 5 de abril
del 1075. Su muerte sell la historia de la "pataria" milanesa. La eleccin de Teobaldo,
como nuevo obispo de Miln, por parte de Enrique IV y la reaccin de Gregorio VII a
esta abierta violacin de los pactos pertenecen a la historia del conflicto entre Enrique
IV y Gregorio VII. La lucha entre el Imperio y el Papado desembocara, dcadas
despus, en las guerras entre "gibelinos" y "guelfos".
Cuando el combate se radicaliz, los patarinos tomaron resueltamente partido
por el Imperio, en especial por los Hohenstaufen y por los dos Federicos. Federico II,
"stupor mundi", era esperado como salvador por los ctaros encerrados en Montsegur.
Y si bien el Sacro Imperio permaneca, en su esencia y en su diplomacia, muy alejado
del catarismo y sus secuelas, s es cierto que algunos ctaros vieron en la idea imperial
el leit-motiv para oponerse al expansionismo de la monarqua francesa. Cuando en
1307, Felipe el Hermoso destruy la Orden de los Templarios e impuso su poder
absoluto y nivelador sobre la nobleza, se hizo evidente que se abra en Europa la era de
los "estados nacionales". La misma existencia de estas entidades iba en contra de la
autonoma feudal que tanto amaba la nobleza y el pueblo del Languedoc. La colusin
entre los intereses del catarismo y de la nobleza occitana con los del Sacro Imperio, si
bien no desemboc en pactos, se expres de forma tcita en canciones como las que
sonaban por los rincones de Occitania y cuyo estribillo AEIOU, era anagrama de
"Austri Est Imperare Orbi Universo (A Austria Corresponde Gobernar en el Universo).
Cuando la "pataria" inicial ya se haba extinguido, el nombre fue aplicado a los
herejes ctaros que haban surgido del mismo medio social y dotados de idnticos
objetivos: la destruccin del poder del clero simonaco. A partir del siglo XIII-XIV, el
nombre pas a definir a todo tipo de herejes.
No fue el nico nombre con que los herejes ctaros fueron conocidos en Italia.
El nombre de patarinos se populariz en Miln, pero en otras villas se les conoci con
nombres diferentes. En la pequea ciudad de Concorrezo, a 4 km. de Monza y a 171 km.
de Miln, los herejes ctaros tuvieron una notable implantacin. Hasta el primer tercio
de siglo todava quedaban residuos de esa implantacin en la floreciente industria textil
que haba estado presente desde la llegada de los misioneros bogomilos, la mayora de
ellos comerciantes del textil o tejedores. En la ciudad de Alba en el Piamonte, se les
conoci como "albaneses". Entre el siglo XII y XIII existieron fuertes ncleos ctaros en
Piamonte...
Al igual que ocurri en Francia con el movimiento valdense, la pataria milanesa
fue confundida, sin muchos motivos, con el catarismo. Y si bien en la valdesa exista
una reflexin teolgica, sta se encuentra del todo ausente en los patarinos.
que deba recibir el sacerdote, consideraban que poda ser administrada por cualquiera
que hiciera de la pureza su razn de vivir; por ello se confesaban unos a otros. Negaban
que el Cuerpo y la Sangre de Cristo se manifestara en la Eucarista. Daban una
interpretacin matizadamente diferente a la frase repetida por el sacerdote en la
consagracin, tomada de la Ultima Cena: cuando Cristo dijo "este es mi cuerpo", se
haba referido a su propio cuerpo, no al pan cimo que tena entre sus manos.
Fundamentalmente pesimistas, crean en el infierno, pero no en el purgatorio.
No se imaginaban en qu poda consistir sino era en este valle de lgrimas que era la
vida.
Los valdenses establecan una diferencia sustancial entre el mundo de los santos
y el de los hombres. No negaban la existencia del primero, sino que afirmaban que
estaban separados, esencial y sustancialmente, del mundo de los hombres. Ni santos ni
difuntos pueden ayudar a los hombres y ni unos ni otros estn interesados, ni tienen
capacidad para realizar milagros una vez muertos. Cualquier culto que se les depare es
tiempo perdido.
La comunidad valdense se divida en dos grupos parecidos a los ctaros:
"perfectos" y "creyentes". Cuando entraba en la fraternidad un nuevo miembro y, tras
una etapa preparatoria, manifestaba su intencin de entrar en la comunidad de los
"perfectos", prometan obediencia al superior y a la comunidad y observar la pobreza
evanglica. Hacan voto de castidad y renunciaban a cualquier propiedad; su vida
mendicante estaba ntegramente dedicada a la predicacin y solamente subsistan
gracias a las limosnas de los "creyentes" y simpatizantes. A diferencia de los ctaros se
consagraban ntegramente a su sacerdocio. Sostenan que realizaban un favor a la
comunidad y por tanto sta deba darles todo lo necesario para vivir. Durante un
tiempo fue relativamente fcil reconocer a los valdenses por su tnica, blanca o gris, sus
sandalias y su negativa a otro trabajo que no fuera la predicacin. La persecucin les
hizo desistir de algunas de estas prcticas que los delataban como herejes.
A diferencia de los ctaros, los valdenses jams pudieron penetrar en la nobleza
y en las clases altas de los pases donde predicaron. El grueso de sus efectivos estaba
constituido por campesinos pobres y artesanos de las ciudades.
EXPANSION DE LA VALDESIA
Sorprende que los valdenses lograran en poco tiempo extenderse a una
velocidad mayor a los ctaros. Pierre Zwicker, inquisidor alemn, que los persigui
durante 13 aos, entre finales del siglo XIV y principios del XV, seal su presencia en
lugares tan alejados de Lyon como el Bltico, Austria y Hungra. En 1395 Zwicker
permaneci en Alta Austria, territorio completamente dominado por los valdenses,
estableciendo su tribunal en Steyer. Entre 1392 y 1394 interrg en Stettin, a orillas del
Bltico, a 400 personas y obtuvo informacin privilegiada de valdenses arrepentidos.
Gracias a l se sabe que en 1400 los valdenses de Estrasburgo eran llamados "winkeler",
es decir, los "de la esquina", y en Habsburgo, "Grblingsleute" ("gentes del agujero").
Cuenta tambin como las redes herticas de Tubingia, la Marca de Brandemburgo,
Bohemia y Moravia, fueron desmanteladas y 2000 antiguos valdenses convertidos al
catolicismo. En 1395 un millar ms fue procesado en Austria y Hungra.
En el Alto Delfinado las comunidades valdenses lograron prolongar su
existencia hasta bien entrado el siglo XV. En el perodo comprendido entre 1487 y 1488
tuvieron lugar varios procesos contra estas comunidades herticas e incluso en 1518 el
problema no estaba completamente zanjado si tenemos en cuenta que el obispo de
Turn constat el abandono pastoral en su dicesis. Desde 1336 la Lombarda haba
sido denunciada como refugio valdense por Benito XII. En Calabria llegaron en 1358
tras las persecuciones de que fueron objeto ms al norte.
En Francia los restos de la valdesa fueron a confluir con el movimiento
hugonote. Algunos historiadores a la pregunta de qu deben los hugonotes a los
valdenses, responden sin dudar: "prcticamente todo". Las ltimas comunidades
valdenses se sumaron a la reforma pre-calvinista y, en concreto a los seguidores de
Farel de Gap, discpulo de Zwinglio. El espritu de los "pobres de Lyon" quedaba, por
entonces, ya muy lejos.
VALDENSES EN ESPAA
En 1194, Alfonso I de Aragn, promulga en Lrida el que se considera primer
decreto contra los valdenses en tierras ibricas. Todos los historiadores coinciden en
que no hay pruebas de que el decreto se aplicase. En 1198 el rey Pedro mandaba salir de
su "reino a todos los valdenses, vulgarmente llamados, insabatados, y a todos los
herejes innombrables, como enemigos pblicos nuestros y del reino. Despus del
domingo de Pasin se encuentra alguno en nuestra tierra, sus bienes sern
confiscados y dos terceras partes sern para el fisco, mientras la tercera ir a parar
al denunciante y sus cuerpos sern quemados por el fuego".
Entre 1242 y 1243 la sede episcopal de Barcelona permaneci vacante tras la
muerte del famoso Berenguer de Palou. Durante ese tiempo la dicesis de Barcelona
fue gestionada por el obispo de Tarragona. El 13 de mayo de 1242 el obispo de esta
ciudad, Pedro de Albalate, convoc un Concilio en su dicesis del que surgi el
documento que algunos especialistas no han dudado en calificar como el "primer
manual prctico para inquisidores" en su lucha contra la hereja. En este documento no
se distingue entre ctaros y valdenses, se habla de manera indistinta de "insabatatos" y
resulta evidente que se alude tanto a unos como a otros.
Jorge Ventura Subirats que ha investigado la presencia de valdenses en
Catalua reconoce que no existen apenas datos. Las alusiones de Tarragona y Lrida
parecen indicar que los predicadores valdenses cruzaron los Pirineos y que lograron
mero culto exterior) o quemar recin nacidos y de adorar a un dolo, el Bafomet (el
Bafomet era en realidad una ceremonia inicitica en la cual el postulante reciba el
"bautismo por el fuego", baphos-metheos, de ah la confusin con la acusacin de
quemar recin nacidos); es de destacar que jams se plantearon a los templarios
objeciones teolgicas. Hay que suponer que no existan diferencias doctrinales entre los
templarios y la iglesia; simplemente, los templarios queran "ir ms all" de la simple fe,
trascender el exoterismo para profundizar en el esoterismo.
En realidad la lucha de la Iglesia contra el templarismo, si pudo calificarse en
rigor de "cruzada contra el Grial" (nombre del apologtico libro escrito por Otto Rhan
sobre el catarismo). En varios relatos del Grial los guardianes de la copa sagrada son
considerados monjes-guerreros que, incluso, en Wolfram von Eschembach son
llamados "templeisen". Uno de los antepasados de Galahad, el hroe del Grial, recibi
del propio Jos de Arimatea, un escudo blanco con la cruz pat... es decir, la cruz
templaria. La vida del templario recordaba extraordinariamente a la sugerida como
modlica para los caballeros de la Tabla Redonda.
Es significativo, igualmente, que los romances de la Tabla Redonda aparecieran
con el templarismo y desaparecieran en la primera mitad del siglo XIII, cuando ste ya
estaba suficientemente instaurado. Coinciden con el momento lgido de las cruzadas y
con la incorporacin del concepto de "guerra santa" a la cristiandad. Cuando en el siglo
XIV y XV reaparecen algunos relatos gralicos, se trata de obras estereotipadas y
carentes de valor inicitico.
De hecho, todo induce a pensar que el templarismo consigui estabilizar su
sistema inicitico durante apenas un siglo. El hecho de que se tratara de una orden
guerrera, sometida a constantes situaciones blicas y a la prdida de sus mejores
efectivos en combate, hizo que hacia el ltimo tercio del siglo XIII, la tensin metafsica
de la orden se relajara. Cuando se produjo la detencin de todos los templarios de
Francia, ordenada por Guillaume de Nogaret en 1307, y en los interrogatorios que
siguieron, da la sensacin de que el significado de muchos ritos secretos ya se haba
perdido. Los templarios presos apenas eran capaces de describir las ceremonias a las
que haban sido sometidas, sin entenderlas, en ocasiones pensando que se trataba de
simples novatadas; pero el relato de algunas leyendas templarias (como aquella del
caballero que copul con la dama muerta y de su sexo naci el Bafomet, difundida entre
los templarios de Armenia) y el esoterismo (aun perceptible) de las construcciones
templarias, indican mucho sobre la doctrina interior de la Orden.
Vanamente buscaramos algo parecido en el catarismo. El hecho de que
pensemos que, efectivamente, tenan ceremonas secretas y rituales propios, no implica
necesariamente que existiera un esoterismo ctaro. Este solo existi en la mente de
muchos de sus admiradores y fue imaginado con el siglo XX (ver pg. 35).
resultar igualmente daada. Estaba situada entre los nmeros 13 y 15 de la actual rue
de la Dalbade. A partir de la destruccin de su casa en Toulouse, los templarios
instalarn su cuartel general en la encomienda de Villedieu, cerca de Montauban,
donde todava puede visitarse. Villadieu, est situada en un meandro del Garona, en la
ruta principal del Midi. Durante un tiempo, Fulco de Tolosa, el ex-travador devenido
obispo de la ciudad, tuvo all su puesto de mando.
La casa de los Caballeros de Malta, por su parte, estaba situada cerca de all, en
el nmero 30 de la misma calle y fue reconstruida en el siglo XVII.
LA IMPLANTACION DEL TEMPLE EN OCCITANIA
Se tienen informaciones muy concretas sobre la implantacin de los templarios
en Occitania. Existieron encomiendas en Narbona, Mirepoix, Carcasona, Agen y otras
poblaciones menores. La implantacin templaria en la zona se remontaba a los
primeros aos de la orden. En 1136 el conde Roger de Foix y su esposa Ximena,
fundaron en Nogarede, cerca de Pamiers, el primer centro templario en Ariege, hoy
llamado La Cavalerie. La comandera sigue siendo una gran explotacin agrcola. El 13
de octubre de 1307 el ltimo jefe templario del lugar fue detenido en Carcasona.
Torturado, confes crmenes de los que luego se retract.
Los templarios posean casa en Mirepoix, en 1207. Tambin tenan molino cerca
del ro, granja en Comegoude y una iglesia dedicada a Saint Martin. En 1219 los
templarios ayudaron a Amaury de Montfort durante su asedio a Marmande. Sino
participaron, si al menos asistieron pasivamente, al saqueo de la ciudad que cost
5.000 muertos. En 1212 los templarios de Narbona volvieron a ayudar a Amaury de
Montfort, albergndolo en su fuerte, tras ser asediada su casa durante un pequeo
motn. En 1215 cuando, su padre, Simn de Montfort fue al concilio de Montpellier,
debi albergarse en el castillo de los templarios situado fuera de los muros de la ciudad.
En otro edificio templario, en 1209, recibi a los parlamentarios que cedieron, en
nombre de Arges, viuda del vizconde de Carcasona, Trencavel, el abandono de sus
derechos.
La comandera de Mas Deu fue la mayor posesin del Temple en el Rosellon. El
lugar est situado a 3 km. de Trouillas y fue ofrecido por los Seores de Vilemolaque
antes del ao 1138. Cuando la cruzada contra los albigenses, el Roselln perteneca al
reino de Aragn y estaba gobernado por el conde Sancho.
EL DESTINO DE LOS TEMPLARIOS, LIGADO AL FIN DEL CATARISMO?
Por aquellas fatalidades del destino, los ctaros y los templarios tienen un
nombre comn, Guillaume de Nogaret. Nogaret, no solamente fue el gran perseguidor
de los templarios, el hombre que sell su ruina, sino que tambin perteneci a una
familia occitana.
Algunos estudios histricos consideran que Guillaume de Nogaret, oriundo de
Saint Felix de Caramanh, la villa en la que presuntamente tuvo lugar el primer concilio
ctaro del Languedoc. Se sostiene que Nogaret quiso vengarse de la actitud de los
templarios durante la cruzada contra los ctaros. El abuelo de Nogaret, hereje y relapso,
haba sido ejecutado tras ser prendido por los templarios y entregado a la inquisicin.
El papa Bonifavio VIII lleg incluso a acusar a Nogaret de pertenecer a una
familia de contumaces "patarinos". En el estado actual de conocimientos histricos
parece demostrado que no slo el abuelo, sino otros ascendentes de Nogaret fueron
condenados por herejes, sancionados y ejecutados en algunos casos.
Llama la atencin, eso s, que se disponga de abundante documentacin sobre
otras familias de la zona, sin embargo, la saga de los Nogaret adolece de falta de rastros
histricos. Presumiblemente, el propio interesado se encarg de destruirla y apenas se
salvaron las referencias al archifamoso abuelo, un pequeo noble local cuyo nombre
sobresali en varios procesos.
Esto explicara el odio irracional de Nogaret hacia los templarios y la saa
innecesaria con que los persigui. Explicara tambin que, templarismo y catarismo,
lejos de coincidir en punto alguno, estaban situados en trincheras enemigas.
ESOTERISMO TEMPLARIO EN EL LANGUEDOC. MONTSEGUR?
Los templarios de Cominges, lejos de colaborar con los invasores del Norte,
permanecieron en la ms estricta neutralidad. Esta actitud quizs se debi, en parte, a
que algunos nobles locales ingresaron en el Temple y, fieles a su voto, prefirieron
permanecer al margen del conflicto, sin enfrentarse -pero tampoco sin apoyarlos
ciertamente- a sus paisanos. Tal fue el caso de Dodon, conde de Cominges, armado
templario en mayo 1174. Dodon entreg el gobierno del condado a su hijo Bernard IV.
Este prometi a su padre proteger a los templarios de Montsaumes. Y si bien es cierto
que durante la cruzada luch junto a los condes de Tolosa y Foix, cumpli en todo
momento la promesa realizada a su padre.
Bernard IV de Cominges era muy amigo de Raymond VI conde de Toulouse.
Muri el 22 de febrero de 1225 y no realiz ms donaciones a los templarios de
Montsaums. Una tradicin dice que es all donde se encuentra el sepulcro del terrible
inquisidor Bernard Gui. Es posible que su sarcfago sea uno de los que pueden verse
bajo las arcadas del prtico de la iglesia.
Montsauns es una tpica capilla templaria. Austera y sencilla, recia y compacta,
tiene la planta de un rectngulo terminado en un semicrculo o coro. La construccin
realizada en estilo tolosano -esto es, en ladrillo- la construccin es muy perfecta y
cuidada. Quienes la levantaron dominaban el arte de la construccin. Los capiteles
estn ornados con escenas del Antiguo Testamento y hojas de acanto corintias. Los
firmantes de la obra dejaron una cruz en un crculo esculpido en una clave de bveda
de una pequea puerta, la cruz es similar a la templaria. En otros lugares de la iglesuela
pueden verse distintos signos lapidarios. Se detecta con facilidad la presencia de una
fraternidad de constructores, verosmilmente, ligada a la Orden de los Templarios.
Esta hermandad sintetiz tcnicas mediterrneas e irlandesas que haban sido
conservadas por los monjes de San Columbano. Algunos de estos monjes, instalados en
Lombarda, se situaron bajo la influencia cluniacense. En este ncleo tienen su origen
los "Hijos del Maestre Jacques", futuros "Compaeros del Santo Deber de Dios", la
hermandad de constructores que realiz las construcciones esotricas en el Languedoc.
La iglesia de la encomienda de Montsauns est repleta de signos astrolgicos.
Podemos ver fcilmente rosas de seis ptalos, flores de lis arcaicas, patas de oca. Pero el
sello de la hermandad es un extrao rectngulo de ocho por cinco casillas de las cuales,
una porcin de tres por tres tiene en su interior aspas. Este "cuadrado mgico" esconde
el nmero de oro y guarda el secreto de la "divina proporcin".
Solamente una hermandad de constructores capaz de haber conservado estas
sutilezas estilsticas pudo reconstruir los castillos de Montsegur, Queribs y otros de la
zona, dndoles el aspecto de templos solares. No, Montsegur, no fue un "templo para
los vencidos" tal como sostena Ferdinand Niel. Puede decirse que, en su estudio sobre
Montsegur y Queribus, haba aterrizado impecablemente... pero se haba equivocado de
aeropuerto. Si Montsegur tiene innegables connotaciones esotricas se debe a los
templarios y no a los ctaros.
Pero los malentendidos y la adulteracin histrica venan de lejos. A lo largo del
siglo XX se ha producido una verdadera pugna entre quienes se adentraron en los
romnticos caminos de la mitificacin del catarismo y quienes persiguieron la verdad
histrica.
espiritistas y rosacruces, se interesaran por el catarismo. En 1930 la Condesa de PujolMurat, primero tesofa, luego pasada a la "Sociedad Antroposfica" de Rudolf Steiner y
finalmente miembro de "La Sociedad de los Polares", reuni en su castillo un crculo
del que formaban parte el ya citado Deodat Roch, el ingeniero Arnaud, Antonin Gadal
y Otto Rhan, un joven alemn que, inexplicablemente haba ido a parar a la zona.
Otto Rhan, SS, espa y divulgador del catarismo
Rhan residi en Occitania durante varios aos. Lleg incluso a alquilar un
albergue para turistas que aun existe en Ussat-les-Bains. La finca -"Les Marroniers"est casi al pi de las cuevas de Lombrives. Rhan, aprovechando las informaciones
cedidas por Antonin Gadal, compuso dos obras que pasaron desapercibidas en su
tiempo, pero que fueron muy apreciadas por Einrich Himmler, jefe de las SS.
De hecho, la autntica misin de Rhan en Occitania no era cultural. Rhan
perteneca a las SS mucho antes de que Hitler tomara el poder en Berln. Todo induce a
pensar que se trat de un agente secreto alemn, probablemente encargado de
constituir un enlace con redes similares que operaban en Espaa, entonces zona
caliente de Europa. Ciertamente, se trataba de un nazi; las dos obras de Rhan -"La
Corte de Lucifer" y "La cruzada contra el Grial"- estn repletas de alusiones claramente
antisemitas.
Otto Rhan desapareci en 1939. Se dijo que haba muerto. Error. Rhan no haba
podido presentar a Himmler el certificado de pureza racial que se exiga a partir de
entonces a los SS. Tena antecedentes judos pero, a la vista de sus servicios prestados,
se le permiti seguir sirviendo al Reich. Rhan formaba parte del Estado Mayor Personal
de Himmler. Estaba en la cpula de las SS...
Otto Rhan desapareci -como buen agente secreto, las SS le construyeron una
nueva identidad y borraron huellas de la anterior- para reaparecer en "operaciones
especiales" en Oriente Medio e Italia durante la guerra. Utilizaba el nombre de "Rudolf
Rhan", pero se trataba del mismo hombre; ni siquiera cambi de secretaria... Pues bien,
a este agente secreto y a la popularidad que han gozado sus dos libros tras la guerra
mundial, se debe buena parte del inters actual por el catarismo.
Deodat Roch y Antonin Gadal.
Deodat Roche, nacido en el Aude en 1875, tras ejercer como Magistrado, fund
en 1950 la "Sociedad del Recuerdo y del Estudio del Catarismo". Se estableci en la
ciudad de Arqus. Estaba influido por Rudolf Steiner y la escuela antroposfica. Crey
percibir una va inicitica en el catarismo. A su impulso se debe el pequeo monolito
que se encuentra en el "Camp dels Cremats" al pi de Montsegur.
Antonin Gadal, por su parte, nacido en el Sabarths, fue presidente del Sindicato
de Iniciativa de Ussat-les-Bains. Era un tesofo convencido. Antes de la I Guerra
Mundial conoci a Adolphe Garrigou que haba consagrado su vida a estudiar el
bien presente las diferencias de enfoque cada vez que cae en nuestras manos algn
estudio sobre el catarismo.
1. Literatura de divulgacin
La obra de Otto Rhan fue recuperada en los aos 70 por Jean y Michel Angebert
en un provocador libro, "Hitler y la Tradicin Ctara". A partir de entonces, las obras de
Rhan han sido reeditadas en multitud de idiomas y ediciones. Otro escritor
especializado en la historia del esoterismo, Gerard de Sede, envuelto en la publicacin
de un libro -"El oro de Rennes" (ver pg. 253)- lleg a Occitania. All aprovech el
tiempo para escribir "El tesoro ctaro" en 1968. El libro alcanz gran xito y relanz el
tema de la hereja a nivel de masas. Desde entonces se han publicado gran nmero de
libros, algunos ms prximos a los trabajos historiogrficos y otros ms prximos a las
interpretaciones ocultistas.
2. Literatura ocultista
A partir de Deodat Roch, de un lado, de Antonin Gadal de otro, y de grupos
como AMORC (ver pg. 61), la Rosa Cruz Catlica de Josephin Peladan y, sobre todo, el
"Lectorium Rosacrucianum", puede entenderse que toda una corriente del ocultismo
contemporneo, siga considerando a Montsegur y el catarismo como "territorios"
propios, a despecho de la investigacin histrica y de los ms recientes hallazgos sobre
el catarismo.
3. Trabajos cientficos
Mientras vivi Deodat Roch, su amigo Ren Nell, se neg a impulsar ninguna
revista que pudiera competir con los "Cahiers d'Etudes Cathares". Al morir Roch,
Nelli, liberado de su compromiso, tom la decisin de crear el Centro de Estudios
Cataros en 1972. El proyecto, falto de fondos, hubo de retrasarse diez aos. En ese
momento vi la luz el Centro Nacional de Estudios Ctaros, la asociacin cuyo fin era el
"estudio cientfico del catarismo". Desde entonces los interesados por la hereja
cuentan con publicaciones, seminarios, pginas en Internet, donde la investigacin
serena y pausada se auna con el calor humano que desprenden unos estudiosos
apasionados por el tema. Hoy el centro, ha aadido a su nombre el de su fundador,
"Centro de Estudio Ctaros Ren Nelli" y est dirigido por Anne Brenon desde
Carcasona. Publica la revista "Heresis".
Turismo e historia a la busca de ctaros
A partir de mediados de la dcada de los setenta, los departamentos franceses
que incluan territorios de la vieja occitania medieval, vieron en el catarismo un valor
aadido a sus excelentes calidades tursticas.
El flujo viajero hacia Occitania no ha cesado de crecer desde entonces.
Paralelamente, el recuerdo de la hereja ctara se ha ido afianzando, aunque no siempre
de manera conforme a la historia. Tambin en Yugoslavia, las tumbas ctaras y las
Anexo
VIAJE A RENNES-LE-CHTEAU
SOLO PARA AMANTES DEL MISTERIO Y DE LOS
TESOROS OCULTOS
INTRODUCCION
La inclusin en esta gua de una ruta particular centrada en el pequeo
pueblo de Rennes-le-Chteau puede extraar. De hecho, el misterio generado
en este pueblo pirenaico no tiene nada que ver con la epopeya ctara. Existe,
eso s, una superposicin geogrfica entre ambos temas, de tal forma que el
SINTESIS HISTORICA
El Padre Bernger Saunire haba nacido en 1852 en el pueblo de Montazels.
Ordenado sacerdote en 1879, fue nombrado vicario de Alet y luego prroco de Le Clat,
siempre en la misma comarca del Razs. Finalmente, en 1885, el obispado de
Carcasona lo destin a Rennes-le-Chteau. All se desarroll su portentosa aventura.
La iglesia de Rennes, una construccin visigtica, estaba casi completamente en
ruinas cuando apareci el padre Saunire. En 1891 abord la restauracin del templo.
Poco despus de iniciadas las obras, el Padre Saunire, ayudado por cuatro albailes,
desplaz el altar; uno de los pilares sobre los que se sostena result ser hueco. En su
interior se hallaron tres tubos de madera sellados con cera que contenan cuatro
pergaminos.
Saunire propuso al obispo de Carcasona, financiar con la venta de los
pergaminos la restauracin de la iglesia. Llegado a Pars se entrevist con el director del
seminario de Saint Sulpice, el padre Bieil. Este le present a su sobrino, Emile Hoffet,
un oblato, especialista en criptografa y paleografa. Hoffet, adems, perteneca al
"Abetal", organizacin secreta vaticana, especializada en la vigilancia de asociaciones
masnicas y sectas secretas.
Algo extrao debi ocurrir en el curso de ese viaje porque, a partir de entonces,
la vida del padre Saunire dio un vuelco espectacular. Entabl amistad con
intelectuales y artistas de primera magnitud, como Emma Calv, diva del bel canto,
relacionados todos con crculos ocultistas, y, ms en concreto, con el Saln Rosa Cruz
de Josephin Peladan.
De regreso a su dicesis, Saunire dice a sus superiores que ha vendido los
documentos y liquida las deudas generadas por la restauracin de su iglesia. Es entones
cuando, con singular precisin, realiza nuevas obras en el interior del templo y
modifica el paisaje del cementerio adosado a l. Ante el altar, retira una losa (la "Losa
de los Caballeros") bajo la que encontrar una olla llena de monedas y medallas de oro.
Ms tarde, borra la inscripcin que figuraba en la lpida de una dama de la nobleza
local muerta en el perodo de la revolucin francesa, Marie de Negri d'Ables. La lpida,
redactada por el padre Bigou, antiguo presbtero de Rennes, era una pista que Saunire
decidi destruir...
El cura, ya en esas fechas, daba muestras de poseer fondos econmicos en
abundancia, realiza costosas obras y desplazamientos a Niza y Perpignan, donde
efecta transacciones financieras. Tambin abrir una cuenta corriente en la banca
Fritz Dorje de Budapest. Entre las obras que aborda figura la decoracin interior de la
iglesia que confa a Giscard, un escultor de Toulouse, franc-masn. Luego construye un
edificio que utiliza como residencia ("Villa Betania"), ms tarde una torre neogtica
("Torre Magdala") en la que instalar su biblioteca y, finalmente, un jardn provisto de
lujos orientales, entre ellos, un pequeo zoolgico, mirador e invernadero.
Es evidente que se mueve con fondos inusitados para un sacerdote. Cuando sus
superiores le pregunten de dnde obtiene tales ingresos, se niega a contestar. Es fcil
suponer que ha encontrado un tesoro.
En 1897 el obispo de Carcasona inaugur la iglesia reconstruida y percibi lo
anmalo de la decoracin. En efecto, abundan los temas masnicos y rosacrucianos
(que todava hoy subsisten) y, en especial, la imagen de Asmodeo, el diablo cojuelo,
sosteniendo, a la entrada, la pila de agua bendita. Saunire colocar en la puerta de su
iglesia el pilar visigtico, dentro del cual encontr los pergaminos; el pilar que ostenta
una cruz, fue colocado invertido con una imagen blanca de la Virgen encima.
De la noche a la maana el pequeo pueblo pirenaico empieza a ser visitado por
personalidades notables del mundo de la cultura (la cantante Emma Calv), la poltica
(el diputado francmasn y Secretario de Estado de Bellas Artes, Dujardin-Baumetz), la
nobleza (la marquesa de Bozas), el mundo de la cultura (la escritora Andre Bruguire)
e incluso personalidades extranjeras (el Archiduque Juan Salvador de HabsburgoLorena). Todos pasan largas vacaciones en Rennes, invitados por el padre Saunire y
consumen manjares y vinos de primera calidad.
Saunire no era el nico sacerdote implicado en el "affaire". El prroco del
pueblo vecino de Rennes-le-Bains, el padre Henri Boudet, habra desentraado una
parte del misterio para llegar al tesoro y transcrito sus hallazgos en un libro extrao e
inquietante, "La verdadera lengua cltica y el cromlek de Rennes-le-Chteu". Dicho
libro -aparentemente, una locura bibliogrfica- a poco que se consulta, resulta evidente
que esconde un sentido y ofrece unas rutas precisas. Boudet, fue, no slo un colega,
sino el gran amigo de Saunire. El secreto de uno era el secreto del otro.
Pero aun existe un tercer sacerdote, el padre Gellis, prroco de Coustausa,
pueblo situado a un km. de los dos Rennes. Gellis, result asesinado cruelmente por
alguien que conoca. En el presbiterio y en distintos lugares de su iglesia, se
encontraron cantidades desmesuradas de dinero, inhabituales para un sacerdote.
Tambin Gellis, participaba del secreto.
Los rumores sobre las actividades del Padre Saunire llegan a la polica local y al
el nombre cltico del dios del rayo es Aer Red, probablemente al llegar los romanos este
nombre fue alterado y convertido en Aereda, del que derivar Reddas o Rheddae y
Redessium. Al llegar los visigodos, cuya mitologa no estaba excesivamente alejada de
la cltica, recuperaron el significado primitivo de Aer Red, y le dieron el nombre de la
runa que representada al rayo y al carro, "Raido". De ah derivar Rennes. Tambin es
cierto, segn nos han observado que no muy lejos de all, en la parte espaola, existe el
monasterio ampurdans de Sant Pere de Roda, cuya "slaba bsica", R-D-, tiene la
misma raz que Rheddae.
Un escritor, despus de investigar durante aos todo este asunto, y de haberse
convertido en vehculo de mistificaciones, lleg finalmente a la conclusin de que el
verdadero misterio de Rennes, es Rennes mismo y que el lugar contiene, per se,
elementos mgicos.
Qu visitar en Rennes?
La Iglesia.
La pequea iglesia de Rennes-le-Chteau es un paradigma simblico de
contenido masnico y rosacruciano. Cuando el Padre Saunire tom posesin de la
Iglesia, estaba prcticamente en ruinas. Haba sido contruida hacia finales del siglo VI,
pero se tiene la certidumbre de que existi anteriormente un templo visigtico del que
se aprovecharon parte de los cimientos. La iglesia fue consagrada a Mara Magdalena
en 1059.
Las obras emprendidas por Saunire, si bien es cierto, que salvaron al edificio de
la ruina, denotan su falta de gusto artstico. Cuando se penetra en la Iglesia de Rennes,
uno siente que le pesa en el alma tanto abigarramiento de objetos devotos, unos colores
tan vivos y contrastados para unas escenas que necesitaran ms recogimiento y, sobre
todo, el hecho de que no haya paos de pared libres de estatuas, frescos, vias crucis; se
mire donde se mire, siempre hay algn motivo decorativo, con frecuencia desagradable.
A la Iglesia de Rennes no se puede acudir a buscar arte, sino a descifrar un
cdigo... Invitamos al viajero a que penetre en ella con amplitud de miras y la mente
bien despierta. Le bastar activar las luces colocando una moneda de un franco en el
contador situado a la derecha de la puerta de acceso, justo frente a la imagen del diablo.
Durante cinco minutos "se har la luz". Lo que indicamos a continuacin son
solamente algunos de los detalles de la decoracin que muestran lo factible de que se
trate de un lenguaje jeroglfico destinado a ocultar algo. Pero no queremos privar a los
lectores de placer que les provocar encontrar ms y ms anomalas en este lugar que,
consagrado por la religin cristiana, permanece muy alejado de ella. Es un templo
hermtico. Obsrvese todo lo que el hbil buscador puede encontrar en apenas 90
metros cuadrados.
El Tmpano de la Iglesia
una gruta interior, dos soldados se reparten sus vestiduras con dos dados
anmalamente grandes cuyas cifras pueden verse perfectamente, 5 y 7 (los pasos que
hay que dar?). Entre esta estacin y la siguiente se encuentra una estatua de San
Roque: este santo suele representarse con una rodilla descubierta, smbolo de los
iniciados, un perro entre las piernas (alegora a los bajos instintos vencidos que
siempre acosan) y se dice que naci con una cruz roja al pecho (como los reyes
merovingios sobre los que circulaba la misma leyenda). Por otra parte Roque, Roch en
francs, indica roca, piedra, pero tambin deriva de rubeus (rojo) en recuerdo a la cruz
con la que naci sealado (es la cruz que marca la ubicacin del tesoro?). El Via Crucis
invertido es verdaderamente la firma de la fraternidad que conoca el misterio de
Rennes. Pero es tambin, sin duda, el plano del tesoro.
El jeroglfico de La Magdalena
El altar est sostenido sobre una estructura en cuyo frontal es encuentra una
escena cuyo protagonista es Mara Magdalena. Tambin aqu encontramos
anormalidades que remiten al conjunto jeroglfico. El cuadro fue pintado por el propio
Saunire. Aparece Mara Magdalena arrodillada. El paisaje es una gruta en la que
puede divisarse la roca de Blanchefort y la montaa del Cardou. Hay tambin una
pequea pea que sugiere el perfil de una nariz. La Magdalena tiene los dedos cruzados
en una posicin anmala, acaso un signo de reconocimiento. Lleva un delantal en
forma de corazn y junto a ella hay una calavera; ante s dos ramas secas que forman
una cruz. Bajo el cuadro se encontraba una extraa inscripcin en latn en la que
hallamos varias anomalas, la ms importante el que tiene signos de puntuacin
inexistentes en latn. "Jsu.medla.vulnrum + Spes.una.poetentium. /
Per.magdalenae.lacrymas + peccata.nosta.diluas". Las slabas acentuadas son cuatro:
je, de, ne, ni, en pronunciacin francesa jais (azabache), de (dado), nez (nariz), nid
(nido). Saunire estaba indicando algunas zonas de la regin: la mina de azabache
cerca de Sougraignes; un menhir en forma de dado; la pea en forma de nariz situada
en Peyrolles; el "nido de las guilas" del monte Cardou, con sus minas de caoln. Una
vez ms, se trata de alusiones a lugares geogrficos efectivamente existentes en la
regin con qu intencin?
Los dos estatuas: San Antonio y San Roque
A ambos lados del altar se sitan las imgenes de San Antonio. El primero es
San Antonio Ermitao, cuya fiesta se celebra el 17 de enero (una fecha importante en la
mitologa de Rennes: un 17 de enero de 1382 el alquimista Nicols Flamel fabric plata
por primera vez, un 17 de enero de 1794 el Delfn de Francia, Luis XVII, fue raptado y
sustituido en la Bastilla, el 17 de enero de 1851 se produjeron manifestaciones
diablicas en Cidevilla, veinte aos despus de esa fecha, la Virgen, sosteniendo una
cruz roja, se apareci a unos pastorcilos para pedir la consagracin de Francia al
un poco para ver que el trazo vertical ms largo de la cruz est en la parte superior.
Probablemente este detalle, junto con el Via Crucis, situado al revs y la presencia del
diablo Asmodeo en un lugar preferencial de la Iglesia, son las muestras ms fehacientes
que indican que Saunire ingres en los medios rosacrucianos y, probablemente, como
frecuente en la poca, se aproxim al satanismo (en esos mismos aos toda Europa
sufra una epidemia de satanismo o, si se quiere de obsesin satnica: los
endemoniados de Jaca y la Casa de Oracin en la que Jacinto Verdaguer realizaba
exorcismos, son los recuerdos de esta epidemia en nuestro pas).
La Plaza de La Iglesia
Tras volver de su viaje a Pars y dedicarse a modificar lpidas y dar nuevos
emplazamientos a tumbas, Saunire, acompaado de Marie Denarnaud, empiezan a
salir de paseo cada maana y a regresar al medio da cargados de piedras y rocalla.
Saunire responder que ese material le era necesario para construir una plaza-jardn
triangular ante la Iglesia. A decir verdad las decoraciones con rocalla estn de moda en
la poca. Saunire construy las grutas con sus propias manos. Haca pocos aos que
Gaud haba construido grutas parecidas en el Parque de la Ciudadela, hoy
desaparecidas. Por cierto, una fuente nos ha indicado que Saunire viaj varias veces a
Barcelona y que se entrevist con el arquitecto cataln. Segn esta versin, Saunire le
solicit que proyectase lo que luego sera la Torre Magdala. Sea como fuere, Gaud -en
cuya obra encontramos algunos signos rosacrucianos y que haba viajado a las
proximidades de la regin con la Asociacin Catalana de Excursiones Cientficas- no
pudo atender el encargo, pero el aspecto final de la Torre Magdala, tiene un carcter
neogtico que tanto gustaba al modernismo cataln y que marc un perodo en la vida
de Gaud.
En el centro de la plaza colocar una cruz de hierro forjado con una serie de
extraas inscripciones, entre ellas una extraa "Christus A.O.M.P.S. defendit" que, para
unos es el lema del papa Sixto V (Christus ab omni malo plebem suam defendat, Que
Cristo proteja a su pueblo de todo mal) y para otros es el anagrama del "Antiquus Ordo
Mysticusque Prioratus Sionis".
El Cementerio de Rennes-le-Chteau
Es indudable que la muerte envuelve de manera siniestra todo el misterio de
Rennes-le-Chteau, no en vano el cementerio de Rennes tiene una importancia
particular en esta historia. Adosado a la Iglesia, se accede a l por una puerta que
ostenta una calavera en hierro forjado. Se trata de un cementerio todava en uso y
nuestra visita debe discurrir en la serenidad y el silencio propias de un lugar as.
Hacia la parte derecha, adosadas a la tapia, encontraremos las dos tumbas,
extremadamente sencillas de Marie Denarnaud y Bernger Saunire. Juntos vivieron y
juntos descansan.
stos pudieron ver dos esqueletos (uno de ellos con el crneo trepanado ritualmente) y
una olla con objetos brillantes. Saunire rest importancia al hallazgo diciendo a
quienes lo haban visto que se trataba de monedas sin valor. Si bien todo induce a
pensar que se trat de una modesta cantidad, fue el primer tesoro material hallado por
el sacerdote.
La "Losa de los Caballeros" ha estado durante mucho tiempo en el Museo de
Carcasona y solo recientemente ha sido restituida a su lugar originario.
Jardn y el mirador
Hasta aqu la visita al pueblo puede sorprender y excitar el gusto por el misterio,
sin embargo, el mirador que construy el Padre Saunire, hace comprender por qu
eligi el lugar como teatro de operaciones. La vista que se percibe desde el camino de
ronda que comunica el jardn de Villa Bethania con la Torre Magdala es grandiosa.
Desde all puede contemplarse en toda su magnificencia el valle del Razs. A lo lejos, la
cumbre del Bugarach.
En uno de los extremos situ un invernadero donde cultiv plantas exticas y lo
que hoy en da es un jardn modesto, en vida de Saunire fue un autntico zoolgico
provisto de loros, pavos reales, monos, peces exticos y patos de corral a los que
aliment con bizcochos. Siendo su huerto notable y muy elogiado por los visitantes,
har que le traigan habichuelas de la lejana Lille para su "casoulet", guisado tpico de la
zona que recomendamos buscar en la carta de los restaurantes.
Fue en este jardn donde algunos investigadores exhumaron tres cadveres en
los aos sesenta. Apenas llevaran all enterrados veinte aos; oficialmente se dijo que
poda tratarse de guerrilleros espaoles acampados all durante la guerra. Pero en la
zona no oper ningn maquis. El misterio contina.
Torre Magdala ha sido convertida en un agradable restaurante y en la
temporada estival, mesas situadas en el jardn hacen que, si bien como plido reflejo, el
lugar evoque el jolgorio que tuvo cuando los invitados de Saunire acudan a pasar all
largas temporadas.
Otros puntos de inters
A pesar de su pequeez, aun valdra visitar Rennes-la-Chteau incluso si el
padre Saunire y su tesoro jams hubieran existido. El pueblo nos pone en contacto
con la Francia rural de los Pirineos, con su pobreza y austeridad en un pas rico e
industrioso. Rennes-le-Chteau est en la Francia moderna, pero vive otra poca. Dos
lugares merecen ser visitados sin que nos desviemos un pice la ruta jalonada por las
construcciones de Saunire: el castillo de Rennes y la librera.
Castillo de Rennes
Se trata, ms bien de una casa solariega con una torre fortificada que, en otro
tiempo debi servir de defensa. No puede visitarse, tan solo es posible contemplarla
desde la verja y con la dificultad que suponen el muro y la vegetacin. La casa solariega
perteneci a las familias de Voisins, Hauptoul-Blanchefort y Freury, cuyos apellidos
aparecen una y otra vez en la historia de Rennes y en la peripecia del Padre Saunire.
Librera "du Chteau"
Situada casi enfrente de la casa solariega est instalada en una antigua casa de
piedra y cuenta en sus estanteras con la mejor recopilacin de material sobre el asunto
y, por extensin, con un fondo abundante sobre el catarismo occitano. Tambin envan
libros por correo y organizan explicaciones, audiovisuales y cursos que, sin duda,
suponen una introduccin eminentemente didctica al misterio del lugar. Sus
propietarios se han preocupado por investigar los puntos oscuros de la trama y siempre
estn dispuestos a ofrecer explicaciones a quienes les requieren. Probablemente se trate
de las personas que, en la actualidad, mejor conocen el "affaire" y el estado de la
cuestin.
Los alrededores de Rennes-le-Chteau
Coustaussa: la Rosa y la Cruz
Al dejar atrs el pequeo camino que nos ha conducido a Rennes (y que fue
esfaltado por el Padre Saunire), podemos divisar, al otro lado de la carretera nacional,
la espectacular silueta de un castillo cuya sombra se proyecta sobre Coustaussa. Vale la
pena visitar las ruinas asilvestradas de este castillo, as como el cementerio. All
reviviremos la historia del tercer cura misterioso de la regin, el padre Antoine Gellis.
Para acercarnos a Coustaussa deberemos retornos a Couiza y, girando luego,
situarnos sobre la Carretera D-613. Apenas a 2 km. ms adelante encontraremos un
desvo a la izquierda que nos llevar a esta pequea villa. Nuestro objetivo ser el
cementerio antiguo. Las tumbas estn plantadas en tierra, sus lpidas siempre torcidas;
se nota que es un lugar de temperaturas extremas; las frecuentes lluvias han inclinado
las lpidas, derribando algunas. El desorden es tal que, muy frecuentemente no
sabemos si estamos pisando las tumbas. Qu nos ha llevado hasta un lugar tan
siniestro? Otro eslabn del misterio, sin duda.
El 1 de noviembre de 1897, apareci el cadver horriblemente asesinado del
padre Gellis. Era un gran amigo del padre Saunire y haba pasado largas estancias en
Villa Bethania invitado por l. Se trataba de un hombre poco sociable y receloso, de
cuya vida nada saban incluso sus propios feligreses. En medio de un gran charco de
sangre, las dos manos estaban unidas sobre su pecho y una de las piernas dobladas
hacia dentro; el cadver del Padre Gellis presentaba 14 heridas en su cabeza y las
fracturas del crneo dejaban ver el cerebro. La sangre salpic toda la estancia. El mvil
permanece desconocido: no fue el robo; se encontraron muy accesibles 500 francos. El
asesino del padre Gellis jams fue descubierto.
El padre Gellis, muy desconfiado, dorma incluso en verano con las ventanas y
los pstigos cerrados; su asesino lleg a altas horas de la madrugada y parece difcil que
le abriera las puertas de no haberlo conocido. Primeramente fue golpeado con un
atizador de lea, luego con una pequea hacha. El bolso y la cartera del sacerdote
estaban abiertos, pero el dinero permaneca intacto. Ms tarde en otros lugares de su
iglesia y en el stano de la casa se descubrirn una gran suma de dinero: 11.000
francos-oro. Cada ao el padre Gellis confiaba a otro sacerdote 1.000 francos anuales
(el suelo que le asignaba el Estado ascenda a 900 francos anuales...) para que los
invirtiera en acciones. El cadver haba sido cambiado de sitio y colocado en posicin
yacente y "dignificada". Apareci tambin una inscripcin que nadie ha sido capaz de
descifrar: "!Viva Angelina!", posiblemente se trate de una pista falsa destinada a crear
confusin.
Hoy la tumba del padre Gellis se distingue de las dems del cementerio: est
coronada por una cruz y una rosa... Indudablemente se trataba de otro sacerdote
atrado por la misma secta rosacruciana a la que pertenecio Saunire.
Una advertencia. Existen dos cementerios en Coustaussa. El ms moderno est
alejado del pueblo y, a nuestros efectos, carece de inters; la lpida del padre Gellis se
encuentra en el antiguo, ms prximo al pueblo. Su tumba es muy fcil de ubicar. En
efecto, la lpida destaca de entre todas las dems, por su tamao y por el smbolo de la
rosacruz..
Rennes-les-Bains: el feudo del padre Boudet
Tras volver sobre nuestros pasos, descenderemos de Coustaussa y
recuperaremos la ruta por la Carretera D-613. Cuatro km. adelante se encuentra un
desvo a la derecha (la Carretera D-14) y avanzando otros tres km. llegaremos a Rennesles-Bains, otro importante jaln de esta ruta.
El segundo Rennes fue colonizado por los romanos que ya supieron apreciar la
bondad de sus aguas. An hoy sigue siendo una estacin termal de primer orden.
La Cruz del Atrio
Al llegar a la iglesia debemos advertir la cruz situada en el atrio de la Iglesia de
Rennes-les-Bains de la que fue rector el padre Boudet. No muestra al Crucificado. La
cruz y el via crucis del interior fueron erigidos en tiempos del padre Vi y puede creerse
por tanto que la inscripcin -"Domine Vie Rectore"- que ostenta es simplemente
conmemorativa. Pero una vez ms estamos es ante un jeroglfico. Es, en efecto, extrao
que se hable de un sacerdote como "seor" y "rector" a la vez; la inscripcin
convencionalmente traducida nos dira: "Al Seor Vi, rector". Pero tambin, si
jugamos con la peculiar fontica francesa, lo que obtenemos es "Domine Viae Rectore":
"Al seor que muestra la va". Sobre esta inscripcin as interpretada se encuentra otra
aparentemente convencional: "In hoc signo vinces", "con este signo vencers". El signo
al que se alude es la seal de la cruz, gesto ritual que marca con un 4 al fiel que la
realiza. A partir de aqu hay que tener en cuenta, tanto el libro "El cromlech cltico de
Rennes", escrito por el padre Boudet rector de esta iglesia (verdadero tratado de
criptografa), contemporneo y amigo de Saunire, y las modificaciones que aqul
realiz en el paisaje de su pueblo, llegando a cambiar de emplazamiento un menhir
antropomorfo.
El cementerio de la Iglesia
Al igual que el padre Saunire, Boudet modific emplazamientos de tumbas e
inscripciones de lpidas, creando toda una serie de pistas para ocultar, sin duda, algo;
pero si bien los buscadores del misterio se han visto imposibilitados para superar las
pistas hbilmente dispuestas por el padre Boudet, una cosa es clara: a lo que se refiere
la inscripcin de la cruz, la "va" a la que alude, conducen a Rennes-le-Chteau a cuya
iglesia puede llegarse siguiendo la lnea marcada por las tumbas modificadas del
cementerio de Rennes-les-Bains y cuyo otro punto es el menhir decapitado por Boudet
conocido como "el cap de l'home"...
Si el visitante quiere ver esas tumbas en el cementerio, no le costar mucho
encontrarlas. Una de ellas es la de Urban Fleury, el cual, por un azar misterioso, tiene !
dos tumbas!, la otra es la sepultura del Padre Boudet y la tercera la de "Jean Vie". Una
vez ms "Vie" es sinnimo de "va". Los datos relativos a las dos tumbas de Fleury son
completamente falsos y no encajan con los datos genealgicos incuestionables. En
cuanto a la de Jean Vie, los datos estn, igualmente falseados. El Padre Boudet,
evidentemente, perteneca a la misma secta que Saunire, si bien ms discreto e
ingenioso, se limit a legar a la posteridad, un libro misterioso escrito en lengua
"pnica" (engaosa y codificada), "El cromlech de Rennes-le-Chteau" y aumentar las
brumas del cementerio con alteraciones, igualmente, codificadas.
El Cristo de la Liebre
En el interior de la Iglesia se encuentra un extrao cuadro, "El Cristo de la
liebre". Siempre ha suscitado inters y curiosidad. No se conoce quien fue el pintor que
consigui realizar mediante un juego de luces y sombras que apareciera en la pierna
izquierda de Cristo una liebre a la altura de la rodilla. El lienzo fue donado en el curso
del siglo XIX por el marqus de Blanchefort, un hombre que reabri minas
supuestamente agotadas desde el perodo de los romanos. El brazo izquierdo de Cristo
cae sobre una bandeja encima de la cual puede verse una araa gigante. Estamos ante
un nuevo jeroglfico.
Gerard de Sde ha intentado descifrarlo subrayando el hecho aprovechando los
juegos fonticos que permite la lengua francesa: la araa aludira a Rennes (antao se
haba llamado Regnes, luego en francs "araigne" se pronuncia igual que "A Regnes");
la figura de Cristo muerto sera "L'Homme Mort", nombre de un arroyo efectivamente
existente cerca de Rennes; la bandeja aludira al "plateau", la llanura (la que est ante
del buque "Argels", sobre el que discurre la trama, se llama "Bugarach", un viejo e
imponente lobo de mar como vieja e imponente es la montaa del mismo nombre.
Qu nos quiso decir Verne en su novela? Era otro rastro dejado por iniciados
rosacruces?
Tenemos todo el recorrido de vuelta para meditar sobre tanto misterio.
EPILOGO:
DEL VALOR INICIATICO DEL VIAJE
El libro que el lector est a punto de concluir es en parte, un libro de viajes. Vale
la pena reflexionar, en la hora de las despedidas, sobre el valor esotrico e inicitico del
viaje.
Algunos viajes transforman al viajero en el curso del trayecto. Lejos del hogar, en
un marco geogrfico que no es el suyo, enfrentado a un paisage que nunca antes ha
visto, el viajero sufre un choque existencial que puede llegar a cambiar la escala de
valores que informa su vida. De ah deriva la magia del viajar y el valor inicitico de
cierto tipo de turismo.
El turismo, en tanto que fenmeno de masas, es algo propio del siglo XX. Pero
desde la ms remota antigedad el hombre sabio gust de viajar y aprovech el ir y
venir como escuela de carcter y mtodo de conocimiento. A estos hombres se les llam
"nobles viajeros"; su historia jalona los mejores momentos del mundo antiguo. Vale la
pena recordar su aventura.
Todava hoy los "Compaeros Carpinteros del Deber de la Libertad", una
fraternidad artesanal fracesa, animan a sus alumnos a que realicen un "tour de France",
esto es, una peregrinacin por todo el pas. En cada etapa son acogidos por los
compaeros de la misma fraternidad y colocados en sus talleres; as pueden adquirir
un bagaje prctico para el desarrollo de su profesin, aprendiendo los trucos del oficio
en cada regin.
A principios de siglo cuando algn joven ingenuo solicitaba al mago y satanista
ingls Aleister Crowley ser admitido como discpulo, ste ordenaba seguirle a los ms
inverosmiles horizontes: desde los glaciares polares hasta las selvas africanas, de las
altas cumbres alpinas hasta barrios hostiles magrebes, incluso en la ascensin al
peligroso K-2.
Tanto Crowley como los "compagnons" franceses trataban de someter al
discpulo a situaciones extremas obtenidas a travs del viaje; los artesanos franceses
quieren que el nuevo miembro, no tenga ms punto de apoyo que su trabajo: para ello
deber alejarse de sus amigos y familiares, de todo aquello que pueda suponer un
sostn fuera de s mismo y de su empeo. Igualmente, Crowley situaba al discpulo a
situaciones lmite en las que se haca realidad la palabra de Nietzsche, "lo que no me
destruye me fortalece".
Los gitanos, pueblo viajero por excelencia, desplazados de la India durante el
siglo XIII, iniciaron una lenta e inexorable marcha hacia el Oeste. En el curso de su
migracin atravesaron la ruta de las ms grandes culturas de la humanidad: debieron
cruzar la India vdica, Babilonia y Persia, Egipto (al llegar a Pars fueron llamados
"egyptiens", palabra que deriv en su nombre actual, "gitanos") y, ya en Europa, de
Bohemia pasaron a Francia y luego descendieron camino de Andaluca. En todas estas
etapas se familiarizaron con las artes mgicas para las que estaban excepcionalmente
dotados. Court de Gibelin afirma que fueron ellos quienes trajeron el Tarot a Europa.
Pues bien, una de las cartas del Tarot, el Arcano IX "El Ermitao", representa a
un personaje cuyas caractersticas son propias del viajero: cubierto con una gruesa
capa que lo defiende de las inclemencias del tiempo, en su mano izquierda sostiene el
cayado del peregrino, mientras que en su derecha alza un farol que ilumina su ruta.
El Ermitao no es un ser "herrante", viaja con una misin: aprender para
ensear. Sus atributos simblicos sugieren una larga marcha, a lo largo de la cual
convierte en luz la oscuridad. La carta de "El Ermitao", es inmediatamente posterior a
las de "El Carro" y "La Justicia". La primera indica rapidez, velocidad, impaciencia; La
Justicia, por el contrario, es su contrario, retarda los procesos, huye de las
improvisaciones y busca el orden y lo esttico. "El Ermitao" concilia el antagonismo
de estas dos cartas: es dinmica, pero serena. Tales eran las caratersticas de los "nobles
viajeros".
DE LA CABALLERIA ENTENDIDA COMO PEREGRINACION
Cervantes escriba en "El Quijote": "Soy caballero. Como tal vivir y morir si
place al Altsimo. Marcho por el sendero estrecho de la Caballera errante,
despreciando las riquezas, pero no el honor. He vengado las injurias, he enderezado
entuertos y castigado insolencias. No tengo intencin que no sea recta y no intento
ms que hacer el bien a todo el mundo. Un hombre que piensa, un hombre que acta
de esta suerte, merece ser tratado de loco? Os lo pregunto a Vuesas Mercedes".
Cuando Cervantes escriba estas lneas, la caballera ya haba desaparecido. De
hecho, la verdadera caballera se fundament sobre los textos del "ciclo del Grial" que
aparecieron en poco menos de cincuenta aos, entre el ltimo cuarto del siglo XII y el
primero del siglo XIII, coincidiendo por casualidad con el momento lgido del
catarismo occitano. En ese breve espacio de tiempo, como obedeciendo a una consigna
oculta, aparecen por toda Europa relatos que tienen como temtica central el viaje
inicitico de un grupo de caballeros en busca del Grial. Luego la corriente se oculta,
las grandes capitales europeas seguida por su amante Lorenza Feliciani. Nadie dudaba
de sus cualidades paranormales y los nobles se afiliaban gustosos en el Rito Egipcio de
la franc-masonera que acababa de crear. Durante su paso por Barcelona se aloj en el
Hostal del Sol, prximo a Santa Mara del Mar. All mismo sera detenido junto a su
amante acusados de estafar a un cura... Despus la calidad de los "nobles viajeros" se
encontrar de forma residual en la figura de exploradores como Savorgan de Brazza,
Stanley, o el espaol "Al Bey".
Hemos visto como los nobles viajeros de la antigedad tuvieron un carcter
sagrado; luego fueron sustituidos por los caballeros herrantes, formulacin "turstica"
adaptada a la nobleza guerrera; en una tercera etapa aparecen los viajes ligados a las
hermandades corporativas, esto es, a los gremios burgueses artesanales. Finalmente,
durante el siglo XX se produce la ltima mutacin: aparecen los circuitos tursticos
abiertos a la gran masa de la poblacin. El turismo se convierte en una forma de ocio.
Hay que celebrarlo.
En la evolucin ltima de la industria turstica se percibe una tendencia a aadir
al viaje unos contenidos educativos que cada vez ganan importancia hasta situarse, en
algunos productos, al nivel de los ldicos y festivos. El mercado tiende cada vez ms a
ofrecer circuitos temticos en los que la presencia de guas especializados, conocedores,
tanto de la historia como de los lugares de inters turstico, aparece como
imprescindible.
El viajar vuelve a ser una actividad formativa y educativa.
Esto es volver a los orgenes...
A esta tendencia nueva del viajar quiere contribuir esta gua del catarismo. Que
el lector, en el curso de su periplo, se convierta tambin l, en un "noble viajero"...
AGENDA
Los que han sido nuestras principales fuentes de informacin, son tambin los libros
que podemos recomendar a los lectores para completar su visin sobre el tema y
ampliar algunos puntos de vista.
LIBROS RECOMENDADOS
"La Verdadera historia de los Ctaros" - Anne Brenon - Martnez Roca Barcelona, 1997.
"Heresis", revista semestral de heresiologa medieval, editada por el Centro
Nacional de Estudios Ctaros "Ren Nelli", Carcasona (coleccin completa 19831997).
Importante para tener una nocin exacta del estado de las investigaciones
histricas sobre el catarismo.
"El misterio del Grial" - Julius Evola - Olaeta - Palma de Mallorca, 1997.
Para tener una visin global de las doctrinas msticas medievales y encuadrar
en ellas el fenmeno ctaro. Especialmente la ltima parte.
"El catarismo en Catalua" - Jordi Ventura Subirats - "Boletn de la Real Academia
de Buenas Letras" - Barcelona, 1960.
"Los Herejes catalanes" - Jordi Ventura Subirats - Biblioteca Selecta - Barcelona,
1963.
Ambas obras son fundamentales y, prcticamente, los nicos trabajos sobre el
catarismo en el antiguo reino de Aragn.
"La vida cotidiana de los ctaros" - Ren Nelli - Argos Vergara - Barcelona, 1984.
"Los ctaros" - Ren Nelli - Martnez Roca - Barcelona 1989.
Obras generales sobre el catarismo desde el punto de vista historiogrfico.
"El Tesoro Ctaro" - Gerard de Sde - Plaza & Jans - Barcelona, 1969.
"Hitler y la Tradicin Ctara" - Michel Angebert - Plaza & Jans - Barcelona, 1973.
"Historia de las Doctrinas Esotricas" - Jean Riviere - Ddalo - Buenos Aires,
1976.
Tres trabajos, realizados desde distintos puntos de vista, que recojen los
puntos de vista de la divulgacin histrica, el ocultismo y el esoterismo.
"Documentos Ctaros" (La Cena Secreta del Reino de los Cielos, El libro de los dos
Principios, Ritual Occitano) - Biblioteca Esotrica - Muoz y Montraveta Editores, SA Sevilla, 1989.
Documentos que contienen lo esencial de la doctrina ctara.
"Cathares et templiers" - Raymond Reznikov - Portet su Garonne - Loubatires,
1991
Sobre las relaciones entre herejes ctaros, templarios y hospitalarios.
"Cruzada contra el Grial" - Otto Rhan - Libros Hiperin - Barcelona, 1982.
"La corte de Lucifer" - Otto Rhan - Ediciones Rigal - Zaragoza, 1993.
"Montsgur et le Graal" - Christian Bernadac - France Empire - Pars, 1994
Los dos libros de Rhan, para quienes deseen conocer las teoras sobre el Grial
y los Templarios, y finalmente, una biografa sobre el polmico personaje.
"Los agotes, historia de una exclusin" - Paola Antolini - Itsmo - Madrid, 1989.
"Los pueblos malditos" - Miner Otamendi - Espasa Calpe - Madrid, 1978.
Dos obras correctas y completas sobre esta etnia marginada a ambos lados de
la frontera.
"Guide des Pyrenes mystrieuses" - Bernard Duhourcau - Editions Sand Bourges, 1985.
"La France des Lieux et des Demeures Alchimiques" - J. Charpentier Editions Retz - Pars, 1980.
"Aude, Pas Ctaro" - Jordi Bastart - Ediciones Cpula - Barcelona, 1997.
"Pyrnes Roussillon - Albigeois" - Guide de Tourisme - Pneu Michelin Clermont, 1994.
INFORMACION TURISTICA
Casa del Languedoc-Roussillon - c/Pau Claris, 656 - 08010 Barcelona.
Casa de Francia - Gran Va, 59 - 28013 Barcelona.
c/Alcal, 63 - 28014 Madrid.
Oficina de Turismo de Carcasona - 15, bvb. Camille-Pelletan - Carcasona.
Oficina de Turismo de Narbona - Plaza Roger Salengro - Narbona.
Oficina de Turismo de Foix - 45 cours Gabriel Faur - Foix.
Oficina de Turismo de Toulouse - Donjon del Capitolio - Toulouse.
CONTACTOS INTERNET
Internet es en la actualidad el principal proveedor de datos e informaciones sobre el
Catarismo. El crecimiento continuo de la red hace que sea imposible acotar unas
cuantas direcciones interesantes. Hemos seleccionado las que estn en vigor en la fecha
de aparicin del libro.
- Web sobre la Cruzada contra los albigenses.
http://freezone.exmachina.net/MonsAgenda/cath3.html
- Historia de los Castillos ctaros.
http://www.geocities.com/Paris/2354/cathare.html
- Sobre la religin ctara. Contexto histrico, bases del pensamiento.
http://www.cathares.org/cathares-et- catharisme.html
- Viajes iniciticos: Compostelle, Occitania, etc.
http://www.kyberco.com/Rotasolis/voyages.htm
- Castillos ctaros y cronologa
http://www.ilap.com/~lftor/fse/internet/cathares/cathares.htm
- Los ctaros - Le centre d'tudes Cathare
http://newescape.fr/Culture/History/Cathares/Cathares.html
- Albi y los ctaros - Historia, gentes, lugares, historia y tradicin.
http://www.mairie- albi.fr/arthisto/histoire/protestant.html
- Sobre Belibaste y los ltimos ctaros:
http://freezone.exmachina.net/MonsAgenda/cath5.html
- Ctaros, catarismo, Carcasona, Montsegur, etc.
http://www.mnet.fr/carcasun/cathare.html
- Los caballeros ctaros
http://www.endirect.qc.ca/~fleur/cabrel/chevaliers.htm
- El Centro de Estudios Ctaros: religin, historia y literatura, viaje por el Pas d'Oc.
http://www.kyberco.com/Rotasolis/cathares.htm
- Castillos ctaros
http://soleil.bart.fr/~paspgo/visite/corbiere/chato.htm
- Los ctaros: la solucin al enigma.
http://perso.magic.fr/firefox/cathares.htm
El
Centre
d'tudes
Cathares
/
Orientaciones
http://newescape.fr/Culture/History/Cathares/CatharesBiblio.html
- Web de la revista Heresis del Centro de Estudios Ctaros.
http://newescape.fr/heresis
Bibliogrficas.