Hist. Perú Colonial - Dennis Vargas Vega
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CDIGO
: 14150142
mecanismos que funcionaban como forma de recompensa para con los sbditos, el
sistema del don.
Es lo que M. Mauss nos muestra a lo largo de todo su ensayo sobre los dones.
Sospecha que exista en todas las sociedad, en la ms diversas formas, el intercambio, que
parece estar en el centro de la organizacin social aunque no la veamos. Implica que los
miembros de un grupo no solo dan, sino que tambin reciben y retribuyen, siendo
obligaciones a las que no se puede eludir.2
Una economa del regalo en el que se establecan relaciones mutuas, porque no
hay nada tan odioso como la ingratitud, pues estas tenan mucho mayor fuerza coercitiva
que las leyes mismas. De este modo, la confianza, la lealtad personal, los obsequios y
todas las virtudes de la tica del honor se convierten en los elementos definidores del
poder.
Es a travs de estas bases, por tanto, que los virreyes encontraron la posibilidad,
por medio de la concesin de gracias y de la distribucin de oficios, de crear una red de
patronazgo que alimentara su poder del mismo virrey.
Patronazgo regio que sostena la idea de que en cualquier comunidad poltica bien
gobernada, el gobernante, nunca debe dejar de recompensar a los buenos sbditos y de
1
Caeque. A. (2005). De parientes, criados y gracias. Cultura del don y poder en el Mxico colonial (siglos
castigar a los malos. Es as que varios de los autores de la poca, argumentaban que la
virtud de los prncipes deba de representarse en liberalidad y magnificencia, pues esta
ensalsa la imagen del Rey, y en reciprocidad se consegua la lealtad de los sbditos. Es a
travs de la liberalidad que se construye estos mecanismos, pues la distribucin de oficios
y mercedes les permita creas un ambiente de patronazgo que sirviera para la cohesin de
la monarqua. Esto era algo con lo que todos los tratadistas de la poca estaban de
acuerdo: el gobernante (ya fuera el monarca o uno de sus virreyes) deba ser liberal. Para
Juan de Santa Mara, el influyente autor poltico de principios del siglo XVII.3 Cuanto
ms liberales se mostraran los reyes al repartir los bienes comunes de la repblica
conforme a los mritos y servicios de cada uno, escogiendo para los oficios y dignidades
los ms dignos en virtud, letras y merecimientos, ms se pareceran a Dios, quien reparte
su gracia divina a manos llenas. (Caeque. 2005: 3)
Los efectos como de este recurso, la liberalidad, son decisivos, pues con ella el
prncipe, por medio del agradecimiento que estos sientes por el beneficio recibido. Por
eso es importante que el prncipe inicie su gobierno mostrndose liberal, lo cual asegurar
la lealtad de sus sbditos. Este concepto abre las puertas a unos de los mecanismos de
poder ms importante de la corona, pues la distribucin de oficios y mercedes le permiti
crear redes de patronazgo que sirvieron para dar cohesin a la monarqua y cimentar el
poder regio, especialmente a partir de la segunda mitad del siglo XVI y al menos hasta la
dcada de 1660, periodo en el cual el poder monrquico alcanz su mximo desarrollo.4
En este caso, los virreyes se convertan en la principal fuente de patronazgo, pues
ellos eran encargados de distribuir los premios (es decir, los oficios) entre los habitantes
del virreinato que as lo mereciesen. Con esto lograban dos objetivos; Primero, el de
establecer un control ms efectivo sobre el virreinato al crear redes de lealtad con los
alcaldes y, segundo, el monarca se aseguraba a la fidelidad de los sbditos americanos al
quedar estos unidos al soberano por una deuda de gratitud, ya que la distribucin de
mercedes realizada por el virrey se haca en nombre del rey. De esta manera, la nobleza
quedaba atrapada en la invisible red de la economa de la gracia: al beneficio concedido
por el soberano, el noble quedaba obligado, por la ley de la gratitud, a devolver el don de
la nica manera que le resultaba posible: sirviendo y reverenciando ms al monarca,
3
Santa Mara, Juan de. Tratado de repblica y polica cristiana para reyes y prncipes, y para los que en el gobierno tienen sus
veces
4
Caeque. A. (2005). De parientes, criados y gracias. Cultura del don y poder en el Mxico colonial (siglos
XVI-XVII). Historica XXIX.1. Pg. 5.
quien, a su vez, estaba obligado a recompensar el amor del noble hacia su persona (y los
servicios realizados) con un nuevo beneficio. Todo ello funcionaba como un proceso de
conversin de riqueza en poder y en autorreproduccin de ese poder. (Caeque. 2005: 8)
La moral de la dadiva y las relaciones de patronazgo sometan a no solo la figura
del sbdito, sino a una tan poderosa como la del virrey, pues suma en obligaciones con
respectos a los miembros de sus familia5
Gracias a ello es que los reyes de Espaa, sin nunca visitar las indias, gozaron de
legitimidad poltica. El Rey fue visto en amrica latina como la cabeza de la monarqua
espaola durante el periodo colonial. Es ms, en el virreinato del Per muchos limeos
se mantuvieron leales a l hasta el trmino de las Guerras de Independencia en el siglo
XIX. (Osorio. 2004: 7) Reforzado continuamente a travs del ritual, en las que se
simulaban la presencia del Rey, en toda ceremonia:
El acto de jurar y expresar lealtad al Rey es de singular importancia para entender
el pacto entre los vasallos y el Rey. La obligacin poltica en Amrica colonial, como
seala Guerra, se bas en un muy personal con una persona muy concreta: el Rey,
formalizada por el juramento. Dado que la lealtad al monarca de sus vasallos se bas en
una relacin personal, la presencia del Rey en las ceremonias coloniales era
fundamental. En la Lima del diecisiete el Rey estuvo personalmente presente en
diversas formas: presida sus ceremonias cortesanas cmodamente sentado en el trono
en la plaza mayor; su voz se escuchaba cada ao cuando su juramento anual a la ciudad
era enunciado por el oidor ms antiguo; su voluntad se comunicaba pblicamente en la
ceremonia del pregn cuando se lean sus cdulas reales en voz alta; su sello real y firma
Yo EL REY agraciaba los papeles coloniales. El Rey espaol tena un cuerpo original
biolgico que resida en Espaa, pero su simulacro resida en Lima, y cuando ste
se desplegaba en elaborados rituales pblicos permita a sus distantes pero leales
vasallos verlo, orlo, y sentirlo como si l realmente estuviese all. (Osorio. 2004: 11)
Con el tiempo la distribucin de estos oficios por parte de los virreyes, que
encontraba su legitimidad en el concepto de la liberalidad y en una cultura del don que
abordaba todos los aspectos de la sociedad hispana de la poca, acab convirtindose en
un complejo red. El virrey deba de ser polticamente hbil pues si era inepto y
monopolizaba el reparto de oficios entre los miembros de sus clientela, ignorando a los
Bibliografa
Mauss, M., Ensayo sobre los dones: razn y forma del cambio en las sociedades
primitivas. En Mauss, M. Sociologa y antropologa. Editorial Tecnos, Madrid,
1985
Osorio. A. El Rey en Lima: el simulacro real y el ejercicio del poder en Lima del
diecisiete. Lima: IEP. 2004.
Jouve. J. Esclavos de la ciudad letrada. Esclavitud, escritos y colonialismo en Lima (1650 1700)
cotidianidad, en la sociedad colonial, algo que es considerado por Jouve como un proceso
de adquisicin y no de aprendizaje. (Jouve. 2005:120)
La escritura fue un terreno crucial por el que lucharon tanto el conquistador
como el colonizado, tal y como ocurre todava hoy en muchos pases del tercer mundo,
Las poblaciones nativas se vieron en la necesidad de producir e incluso falsificar
documentos escritos que formaba parte de un sistema ajeno a su cultura para as intentar
mantener las propiedades que garantizaban su subsistencia, mientras que , a su vez, los
conquistadores se hicieron dependientes de los pergaminos, documentos y leyes en los
que se sostena su poder poltico y su legitimidad 7
Otro aspecto importante y resaltante en la sociedad colonial es, como lo
mencionamos en el ensayo anterior, la presencia de rituales polticos durante el estado
colonial, pues considera a este como el eje importante de articulacin del poder en los
andes, entre el virrey y las elites andinas, poder estatal y las poblaciones andinas
autctonas.
Desde la comparacin entre los rituales precolombinos y coloniales, la poca
diferencia existente, ya que en ambos casos, estos rituales configuraban y establecan
relaciones de integracin entre los pobladores del estado. La diferencia radica solo en
aspectos culturales, pero ello no impeda que se establezca una reciproca comunicacin
Cita consultada en el texto Jouve. J. Esclavos de la ciudad letrada. Esclavitud, escritos y colonialismo en
Lima (1650 1700). Sobre el control de la poblacin africana no se llev a cabo nicamente mediante el
ejercicio de la fuerza y su legitimacin jurdica, sino mediante el dominio de la escritura y el uso de las
prcticas y discursos letrados cuya posesin haba sido desigualmente repartida entre los distintos actores
coloniales.
entre el poder estatal y la poblacin local, que en gran medida era organizada por los
rituales polticos. Adicionalmente, estos rituales establecieron un espacio que contribuye
a la cohesin estatal que adecuaba la participacin de las elites andinas en los rituales del
virreinato.
Los rituales polticos se caracterizaban por encontrarse dentro de dos vertientes
simultneas: El mbito religioso y la esfera poltica de la sociedad. De las cuales unos son
introducidos por espaoles mientras que los otros fueron adaptados a la situacin colonial
(precolombinos). (Gareis. 2008: 102)
El Corpus Cristi es una de los rituales que ms aporte significativo brinda al
estudio realizado8, pues realza la intervencin de las elites andinas en estas festividades.
Desempea un rol interesante porque muestra en cmo es que se desenvolvieron
los agentes de distintos niveles, y para el autor, la de los curacas, que incluso llegaron a
ser representados iconogrficamente. Esto permite, y brinda informacin, demostrar la
buena situacin econmica de alguno de los curacas, de modo que coloca a las elites
andinas en el mismo nivel que la elite espaola y criolla. Estos hechos dan un gran
protagonismo a los curacas como nexo articulador de la sociedad colonial. Por ello Las
pinturas de la fiesta cuzquea ponen de relieve que las elites andinas utilizaron los rituales
polticos del estado colonial para reafirmar su propia posicin sociopoltica como
descendientes y herederos de los soberanos incas y como dirigentes de la poblacin
indgena [] los cuadros hacen referencia al protagonismo de los curacas en el campo
religioso, mostrndolos como actores de primer plano en una de las fiestas ms
importantes de la monarqua catlica. (Gareis. 2008: 106)
Bibliografa
-
Gareis. I. Los rituales del estado colonial y las elites andinas. Bulletin de
l'Institut franais d'tudes andines [En lnea]. 30-01-2008.