Un águila avariciosa intenta comerse a un ratón, pero el ratón usa su ingenio para engañar al águila y escapar. El ratón le ofrece a sus ocho hijos a cambio de su vida, y cuando el águila acepta, el ratón huye a través de un túnel subterráneo, dejando al águila con hambre. La historia enseña que la codicia puede hacer que uno pierda lo que tiene.
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Un águila avariciosa intenta comerse a un ratón, pero el ratón usa su ingenio para engañar al águila y escapar. El ratón le ofrece a sus ocho hijos a cambio de su vida, y cuando el águila acepta, el ratón huye a través de un túnel subterráneo, dejando al águila con hambre. La historia enseña que la codicia puede hacer que uno pierda lo que tiene.
Un águila avariciosa intenta comerse a un ratón, pero el ratón usa su ingenio para engañar al águila y escapar. El ratón le ofrece a sus ocho hijos a cambio de su vida, y cuando el águila acepta, el ratón huye a través de un túnel subterráneo, dejando al águila con hambre. La historia enseña que la codicia puede hacer que uno pierda lo que tiene.
Un águila avariciosa intenta comerse a un ratón, pero el ratón usa su ingenio para engañar al águila y escapar. El ratón le ofrece a sus ocho hijos a cambio de su vida, y cuando el águila acepta, el ratón huye a través de un túnel subterráneo, dejando al águila con hambre. La historia enseña que la codicia puede hacer que uno pierda lo que tiene.
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El ratn listo y el guila avariciosa
Muy lejos de aqu, en lo alto de una escarpada montaa de
la cordillera de los Andes, viva un guila que se pasaba el da oteando el horizonte en busca de alguna presa.
Una aburrida maana, con sus potentes ojos oscuros,
distingui un ratn que correteaba nervioso sobre la tierra seca. Bati fuertemente las alas, emprendi el vuelo y se plant junto a l antes de que el animalillo pudiera reaccionar.
Hola, ratn! Puedo saber qu ests haciendo? No paras
de moverte de aqu para all!
El roedor se asust muchsimo al ver el gigantesco cuerpo
del guila frente a l, pero simul estar tranquilo para aparentar que no senta ni pizca de miedo.
No hago nada malo. Solo estoy buscando comida para
mis hijitos.
En realidad al guila le importaba muy poco la vida del
ratn. El saludo no fue por educacin ni por inters personal, sino para ganarse su confianza y poder atraparlo con facilidad Haca calor y no tena ganas de hacer demasiados esfuerzos!
Como ya lo tena a su alcance, le dijo sin rodeos:
Pues lo siento por ti, pero tengo mucha hambre y voy a
comerte ahora mismo.
El ratoncito sinti que un desagradable calambre recorra
su cuerpo. Tena que escapar como fuera, pero sus posibilidades eran mnimas porque el guila era mucho ms grande y fuerte que l. Solo le quedaba un recurso para intentar salvar su vida: el ingenio.
Armndose de valor, sac pecho y levant la voz.
Escchame con atencin, te propongo un trato! T no
me comes pero a cambio te doy a mis ocho hijos.
El guila se qued pensativa unos segundos La oferta
pareca bastante ventajosa para ella!
A tus hijos? Y dices que son ocho?
S, ocho son! Yo que t no me lo pensaba demasiado,
porque claramente sales ganando No te parece?
Al guila le pudo la gula y sobre todo, la codicia.
Est bien Acepto, acepto! Llvame hasta tus cras inmediatamente! Adems, hace horas que no pruebo bocado y si no como algo, voy a desmayarme.
El ratn, sudando a chorros pero tratando de conservar la
calma, comenz a caminar seguido por el guila, que iba pisndole los talones y no le quitaba ojo. Al llegar a una cuevita del tamao de un puo, le dijo:
Eres demasiado grande para entrar en mi casa. Aguarda
aqu afuera, que ahora mismo te traigo a mis pequeos.
De acuerdo, pero ms te vale que no tardes.
El ratn meti la cabeza en el oscuro agujero y desapareci
bajo tierra. Pasaron unos minutos y el guila empez a inquietarse porque el ratn no regresaba.
Vamos, maldito roedor! Date prisa, que no tengo todo
el da!
El guila permaneci quieta frente a la topera casi una hora
y harta de esperar, comprendi que el ratn se haba burlado de ella. Acerc el ojo al orificio y gracias a su buena vista distingui un profundo tnel que se comunicaba con un montn de galeras kilomtricas, cada una en una direccin. Este ratn ha huido con sus cras por uno de los pasadizos! Se ha burlado de m!
Enfadada consigo misma y avergonzada por no haber sido
ms lista, se lament:
Eso me pasa por avariciosa! Tena que haberme comido
al ratn!
As fue cmo el astuto ratoncito logr salvar su vida y
llevarse bien lejos a su querida familia, mientras que el guila tuvo que regresar a la cima de la montaa con el estmago vaco.
Moraleja: Esta fabulilla nos ensea que a veces el ansia por
tener ms de lo que necesitamos hace que al final nos quedemos sin nada. Recuerda siempre lo que dice el viejo refrn: Ms vale pjaro en mano que ciento volando