La Inseguridad en El Perú
La Inseguridad en El Perú
La Inseguridad en El Perú
Por otro lado, los estudios realizados hasta el momento para el caso peruano
han incidido en una u otra manifestacin violenta o criminal para sugerir as los
niveles de inseguridad imperantes. Asimismo, gran parte de las inquietudes se
han focalizado en el mbito de Lima Metropolitana.
Esto plante nuevos retos a la poltica de seguridad del pas. Los daos que
produce la delincuencia son elevados para el tamao de la economa peruana
y, por otro lado, generan un clima de desconfianza muy perjudicial para la
organizacin social.
Los resultados, hasta el momento, han sido la reduccin de las reas de cultivo
de coca y, por otro lado, que el Per deje de ser un exclusivo productor de
materia prima para pasar a ser productor final, es decir, de clorhidrato de
cocana.
Por otro lado, la violacin de los derechos humanos tambin debe ser
incorporada como un factor importante que afecta la seguridad del pas. Si
bien se reconoce internacionalmente que Per ha avanzado significativamente
en este campo durante los ltimos aos, es obvio que an subsisten graves
problemas al respecto.
La falta de respuesta por parte del Estado ha motivado que la sociedad opte
por algunas formas de defensa que, salvo algunas excepciones -como los
serenazgos organizados por las municipalidades de Lima Metropolitana-, son
ms bien espontneas y sin ningn control institucional.
Entre las causas de inseguridad que se detectan, est el desempleo que vive
una gran cantidad de personas; las personas que atentan contra los bienes y la
integridad fsica de los ciudadanos lo hacen, frecuentemente, por no tener un
empleo estable que les garantice ingresos suficientes para mantener a su
familia.
Caminar por las calles de Lima ya no es tan fcil como era antes. Ahora, es
comn que, al despedirnos, nos digamos ten cuidado. Nadie est exento de
ser vctima de un asalto y esto genera un miedo constante. En el siguiente
artculo, trataremos las consecuencias de la inseguridad ciudadana.
Por otra parte, en el caso del abuso sexual, no solo sufren los acosados, sino
tambin los agresores, los testigos, los padres, las madres, los hermanos, los
familiares: en definitiva, la sociedad entera. Los testigos de la violacin
padecen bloqueos emocionales, intelectuales y alteraciones de conducta que
les pueden llevar a un final funesto. Sus sufrimientos no son transitorios y
pueden desafiar un desarrollo futuro normal. El abuso sexual acarrea
desconfianza en la vctima, adems de originar conciencia de culpa y
vergenza en ella, pues, en cierta medida, queda la culpa inconsciente de
haber incentivado dicho acto.
Y, por ltimo, en el mbito policial, se les debe dar importancia a dos aspectos.
En el primer aspecto, est la descentralizacin jurisdiccional y geogrfica. Esta
se refiere a separar por niveles de gravedad los delitos cometidos en
determinados lugares y circunstancias: no se puede imponer con una misma
pena a alguien que rob y a otro que mat. En el segundo aspecto, se debe
observar una clara divisin de funciones de los policas. Nuestro sistema de
seguridad debe separar adecuadamente las funciones y estar debidamente
dirigido y vigilado por un especialista en dicho aspecto.
Estos delitos se generan por factores de ndole econmico social y tiene gran
incidencia en nuestra sociedad, cometindolos individuos de los diferentes
estratos sociales en sus diversas tipologas, algunas veces individualmente y
otras conformando grupos organizados, constituyen el mayor nmero de las
infracciones en agravio respecto de los bienes muebles y en menor porcentaje
en lo relacionado con los bienes inmuebles (usurpacin y daos).
De modo que podemos decir que el trfico ilcito de drogas constituye una
amenaza a la seguridad nacional y global de los Estados, en tanto concurren
los dos elementos para entender que ella se configura: de un lado, la voluntad
de las mafias y los crteles de la droga de causar un dao a los Estados para
facilitar sus actividades ilcitas, y, de otro, la gran capacidad de movilizacin de
recursos materiales y humanos con que cuentan estos grupos delictivos.
Por debajo del ndice promedio estn Cusco (0.05), Ancash (0.05), Junn (0.04),
Callao (0.03), Arequipa (0.02), Puno (0.02), Cajamarca (0.02) y Moquegua
(0.02). Tambin Huancavelica y Apurmac, ambos con ndice 0 en este rubro.
e) Terrorismo
f) Consumo de drogas
g) Accidentes de trnsito