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Lecciones de Ética

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THMATA.

Revista de Filosofa
N50, julio-diciembre (2014) pp.: 319-323
ISSN: 0212-8365 e-ISSN: 2253-900X

Polo, Leonardo.: Lecciones de tica. Pamplona: EUNSA,


2013, 182 pp.

Jess Fernndez-Muoz
Universidad de Sevilla (Espaa)

Este libro, como indica el profesor Juan Fernando Sells en la presen-


tacin, corresponde a los apuntes transcritos de un curso de tica de 3 de Li-
cenciatura de Filosofa en la Universidad de Navarra del curso 1981-82. Es una
obra novedosa y de agradable lectura, en cada pgina nos hace pensar mientras
leemos sus pensamientos y reflexiones. Ponindome en la piel de un alumno al
que por primera vez le imparten la asignatura, creo que quedara sorprendido y
pensativo, porque no son unas lecciones de tica al uso.
Quiero destacar la elocuente y vvida presentacin por parte de Juan
Fernando Sells en la que expone cmo vivi l, y sus compaeros, esas clases
de tica de don Leonardo y, adems, la forma en la que ste imparta sus cla-
ses. En la presentacin se expone la circunstancia que rodea a las lecciones, a
saber, a este libro y la propia circunstancia y forma de ser del profesor home-
najeado en este volumen de Thmata. Revista de Filosofa.
Centrndome en el libro Lecciones de tica destaca, entre otras cosas,
en el modo de abordar los problemas filosficos que ms adelante se irn des-
cribiendo. Hemos de empezar porque se divide en siete captulos los cuales
tienen, a su vez, subapartados que, como se indica en la presentacin, se han
nombrado y dividido pstumamente, es decir, no los explicitaba Leonardo Polo
en sus clases. Los captulos son: I) La tica como saber de fines. Los plantea-
mientos clsico y moderno; II) Hacia un nuevo sentido de physis; III) La
accin humana y el espacio; IV) Fundamento y objeto de la tica. La voluntad
como tendencia; V) La voluntad como intencin de Nietzsche; VI) Anlisis
de lo prctica: cultura, historia y sociedad; VII) Las grandes nociones de la
tica: virtudes, normas y bienes; VIII) La prudencia y otras virtudes.
Es un libro sin aparato crtico, no tiene notas a pie de pgina, porque
como expone el profesor Sells, el autor deca que pensar es algo ms, distinto
que realizar citas de saln. En el libro se muestran, grosso modo, los aciertos

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y los inconvenientes de las diversas concepciones ticas: el planteamiento tico


clsico y el moderno. No obstante, quisiera empezar esta recensin citando el
primer prrafo del libro que aparece en el captulo I La tica como saber de fi-
nes que, para m, es fundamental para el posterior desarrollo de sus lecciones:
No sera una actitud correcta considerar la tica como algo desligado del sujeto, como
algo abstracto. La tica es muy humana; eso no significa que la tica se reduzca a la ex-
periencia tica. La tica no es lo ms alto de lo humano. Superior a ella es el conocer. La
tica no puede separarse de nuestra experiencia; pero si se objetiviza demasiado, queda
desvitalizada (p. 21).

La tica es un saber hacer, es un saber prctico, sin embargo, no es algo


desligado del sujeto, la tica est incorporada al hombre, a un cuerpo. Por eso
es, pues, tambin una forma de inteleccin, una comprensin pero no un inte-
lectualismo al modo socrtico. Segn Leonardo Polo la tica tiene, sin duda,
mucho que ver con la voluntad, con la capacidad de querer, desear y hacer;
porque la voluntad est, qu duda cabe, conectada con la libertad: sin libertad
no hay voluntad.
Para el autor, basndose en Santo Toms de Aquino, la voluntad, a
su vez, es una aspiracin infinita, el hombre tiende, entonces, hacia lo ms
perfecto, a la perfeccin. Es el hombre un ser en constante movimiento, que no
se detiene, es un proyecto. Pero no es voluntad absoluta como se expone en el
voluntarismo a partir de Ockham: donde se anula completamente la razn. En
la modernidad ya se va compatibilizando voluntad y razn, sin embargo, Polo
no acepta a los modernos aunque considera que hay que ir un poco ms all de
Toms de Aquino. En el primer captulo se centra en la cuestin de la voluntad
en relacin a la libertad y basndose en diversos filsofos como, por ejemplo, en
Aristteles y exponiendo las diferencias entre causa eficiente, causa formal,
causa material, etc.
Y es que para Polo el voluntarismo moderno es una deficiencia tica
y elimina el sentido de la responsabilidad y es por ello que l se retrotrae a
la antigua Grecia, a Parmnides: Lo mismo es ser y pensar deca ste, el
poema de Parmnides es existencial y refleja el camino y mtodo que sigue el
hombre para llegar a la plenitud, al ser. Lo que hay en los griegos es una tica
intelectualista pero es que para don Leonardo sin filosofa no hay camino, el
camino del hombre es el mtodo. En el planteamiento este, la praxis es teora,
por tanto, hacer es un saber hacer. Por eso, el nico modo de habrselas con el
fundamento es el conocimiento (p. 38).
En el captulo II Hacia un nuevo sentido de physis comienza tratando
sobre el problema de la muerte: el hombre es un ser finito, efmero. En cambio
la physis es estable; y el problema est en que no se puede hacer nada para
no morir, para no perder la energa. Por eso Scrates y Platn trascienden
la physis y les interesa saber qu sea el hombre eliminando la apora de la
muerte. Necesitaban una justificacin ltima y esa justificacin no les vena de

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la physis, tenan que ir ms all. De qu les servira a ellos conocer la physis


si en ella no se conocan?
El problema de la muerte no es que me morir, sino que radicalmente
nunca estoy fundado desde fuera, a no ser que sea autrquico, es decir, que
est fundado yo mismo (p. 42). As, la tica filosfica es tambin antropolgica
cuando sta es antropologa filosfica (autrquica). Y es que la vida humana no
es solo ultravida como lo denomina Polo es esta vida que vivimos aunque,
como indica, eso se entendi como un dualismo. Se dedica el captulo a tratar
tambin el problema alma-cuerpo desde diferentes perspectivas y tambin so-
bre los valores humanos como una adecuacin con los medios. La cultura no
es slo el espritu objetivado, es tambin el conjunto de articulaciones operati-
vas humanas [espritu subjetivo] que son adecuadas con ellas: el hacha es tal
cuando se corta con ella; el filo es el acto del hacha si all est implicada una
actividad humana (p. 52).
Lo que se pretende en el captulo III La accin humana y el espacio
es llegar a una buena nocin de voluntad porque sin voluntad no hay tica. El
hombre, segn Polo, no es un ser homeosttico sino desequilibrado as pues la
evolucin no puede explicar la maduracin del hombre, el hombre trasciende
la biunivocidad. Y es que la configuracin de una conducta por una idea vie-
ne desde lo pensado. El objeto en la mente pasa a ser objeto en la realidad a
travs de la configuracin humana, que se realiza de acuerdo con una idea o
conocimiento (p. 57). El hombre construye el mundo, y tambin a diferencia
del animal, el hombre configura su propia conducta.
El pensador sigue analizando cuestiones de la costumbre, la conducta y
el espacio como condicin de posibilidad para la praxis humana. La costumbre
es un ethos y habitar es el establecer nexos pragmticos para organizar el mun-
do. Por eso el Dasein de Heidegger es ethos, incluso indica Polo que la filosofa
de Heidegger es filosofa prctica en su primera parte; despus es una crtica
de la prctica (p.63). Pero habitar es ordenar los espacios, el espacio: en ello
radica otra diferencia entre los humanos y los animales. As las cosas, la expre-
sin ser-en-el-mundo solo le vale al hombre no le vale ni a los animales ni a
las cosas. Y la tica trata de evitar que el hombre caiga y pase a ser tenido
por el mundo (p. 64). Es el hombre, pues, un animal autopoitico que descubre
el mundo, descubre desvela la verdad: el hombre constantemente abre el
mundo. Lo que seala Polo es que el hombre es capaz de una representacin
imaginativa del espacio infinito (que nunca acaba) eso quiere decir que el sis-
tema nervioso del hombre se organiza transbiolgicamente, es decir, el hombre
puede modelar sus conductas que no tienen relacin gentica. El espacio es un
mbito que est por organizar y es tarea del hombre organizarlo
El Fundamento y objeto de la tica. La voluntad como tendencia es el
ttulo del siguiente captulo el IV. El objeto de la tica, como se sabe, son las
acciones humanas, la pragmtica del hombre. Pero lo que subraya el filsofo es

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la importancia que tiene la relacin intrnseca de tica y naturaleza humana.


Aparece en el hombre la posibilidad de elegir, el hombre tiene que pensar y
ponderar sus actos porque las acciones pueden o no hacerse llevarse a cabo.
La posibilidad es libertad y tiene que ver con la voluntad, con una voluntad
libre. Pero en el hombre se dan, segn Polo, dos posibilidades: la de elegir pri-
mero y la de hacer despus.
Sigue indagando especulativamente en la voluntad como tendencia y
en el uso activo ya que la tica estudia los actos humanos que tienen que ver
con ese uso activo y con la voluntas ut ratio (tendencia racional). Aqu es donde
don Leonardo insiste en que la voluntad no es libre si no est conectada a la
razn: es necesaria, pues, la deliberacin para tomar decisiones. Tambin su-
braya la importancia de la decisin como paso al uso activo.
La dificultad ms relevante sobre la voluntad tiene que ver con la sos-
pecha de que la voluntad no es intencin de otro. De hecho, Nietzsche se opone
totalmente a que la voluntad se la intencin de otro: en este captulo V La vo-
luntad como intencin de otro: Nietzsche. Y ste entiende que si fortalecemos
la voluntad propia podremos prescindir del otro. En este captulo Polo le da
vueltas a los diversos conceptos ya tratados en relacin al filsofo alemn con
una gran profundidad especulativa y brillantez.
Anlisis de lo prctico: cultura, historia y sociedad es, como se indica
al principio de esta resea, el ttulo del captulo VI y comienza afirmando sobre
la falibilidad de la physis humana en tanto en cuanto es poitica. Por ello, le
da don Leonardo suma importancia lo medial, que es lo cultural, lo tcnico.
Lo importante es la posibilidad, siendo la posibilidad intrnseca a la nocin
de medio: si no hay posibilidad no hay uso activo. El hombre trasciende todo
medio pero, a la vez, lo lleva ms all, lo prolonga (por ejemplo, la utilizacin
de un artefacto va ms all de su uso inmediato). El hombre es principalmente
pensante y, luego, operante: pero la cultura se basa en la accin y el hombre
constantemente va abrindose posibilidades. Por otro lado, siguiendo su ar-
gumentacin se concentra en los temas de la historia y la sociedad. Para Polo
es importante tener claros los conceptos y no confundirse porque la confusin
puede afectar a que la tica no aplique bien su accin normativa.
Para finalizar, en los captulos VII y VIII: Las grandes nociones de la
tica: virtudes, normas y bienes y La prudencia y otras virtudes es donde
Leonardo Polo indica que todo lo expuesto hasta este momento apunta al objeto
material de la tica. La tica forma una unidad entre las virtudes, normas y
bienes, estn muy relacionados entre s: los bienes exigen normas, y las nor-
mas son bienes y tienen que ver con bienes, participan del bien, si son buenas
normas. Pero solo con bienes y normas no sale una tica: necesita asimismo
de las virtudes (p. 138). Seala detenidamente los motivos de porqu no tiene
sentido ni es favorable que se den ticas solo de bienes, solo normativas, etc.
y, adems, insiste en la importancia de las virtudes. Para el autor, la tica

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tilitarista o permisivista solo se quedan con una parte de la tica y ambas


u
caen en la mediocridad.
Las normas son las leyes que estn de acuerdo con la voluntas ut na-
tura en relacin con la aspiracin de infinitud que tiene el hombre. Es decir,
la norma est por encima de la prctica y aade algo de lo emprico que no es
emprico tiene mucho de ideal.
En cuanto a las virtudes las ms importantes son cuatro, las llamadas
cardinales: prudencia, justifica, fortaleza y templanza. Entre todas ellas, la
prudencia es la principal (p. 167). Tambin se alude a la memoria como expe-
riencia de vida, a la capacidad de hacer frente a lo inesperado solertia como
propiedades de la prudencia. Y finaliza concluyendo que lo ms grandioso para
el hombre es amar y la renuncia al amor sera lo ms anti-tico de todo.

***

Este es un libro para leer despacio, pensando lo que se lee; no es un li-


bro para leer deprisa-y-corriendo. Hemos de darle la tranquilidad y las pausas
que los buenos maestros dan a sus clases. Estamos ante unas Lecciones de tica
que, sin duda, van mucho ms all de la tica.

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