Love John F - Mcdonalds - La Empresa Que Cambio La Forma de Hacer Negocios en El Mundo
Love John F - Mcdonalds - La Empresa Que Cambio La Forma de Hacer Negocios en El Mundo
Love John F - Mcdonalds - La Empresa Que Cambio La Forma de Hacer Negocios en El Mundo
Love
MCDONALDS
LA EMPRESA QUE CAMBI LA FORMA DE HACER NEGOCIOS EN EL MUNDO
Este no es un libro institucional. Ello quiere decir que no es uno de sos que las
compaas mandan escribir para conmemorar algn aniversario. Yo soy un periodista
independiente, y McDonald's no ha tenido control editorial sobre este trabajo.
Con todo, yo jams habra podido revelar los secretos del xito de una de las
sociedades ms visibles y menos comprendidas de los Estados Unidos, si no hubiera
contado con su colaboracin para realizarlo.
Rara vez le ha revelado una compaa tanto acerca de s misma a una persona de
fuera; y esto es doblemente sorprendente tratndose de McDonald's Corporation, que
tradicionalmente ha sido una de las ms reservadas del pas. Ello es que para la
elaboracin de este libro no qued pregunta alguna sin respuesta ni hubo ninguna fuente
inaccesible. Se necesitaron cuatro aos y medio y ms de trescientas entrevistas con
personas dentro y fuera de la empresa para obtener esta radiografa, que slo fue posible
porque la compaa quiso prestarse a tan minucioso escrutinio. Esto tengo que
agradecrselo a Fred Turner, el presidente de su junta directiva.
Pero mi mayor gratitud es para con mi esposa, JoAnn, a quien se le inform hace
cinco aos que el proyecto durara un ao. Como yo hube de desempear dos oficios
simultneamente durante casi todos esos cinco aos, ella cri a nuestros hijos con muy
poca ayuda de mi parte. Me prest apoyo cuando el proyecto se complicaba y yo me senta
ms frustrado; y lo ms importante fue que me oblig a hacer lo que todo periodista tiene
que hacer, aunque le pese, con un gran reportaje: ponerle fin.
John Love
Prlogo
La McDonald's desconocida
Pero no hay en ella ninguna otra cosa para presumir. Como todo lo de McDonald's,
la sala de guerra es estrictamente funcional, y hasta igualitaria. Casi no contiene ms que
una mesa redonda, grande, en torno de la cual se sientan como iguales los gerentes de la
corporacin a discutir libremente las polticas. No hay muebles de caoba, ni sillones de
cuero de alto respaldo, ni costoso enchapado de madera en las paredes. La sala no contiene
nada de lo que podra esperarse en el sanctasanctrum de una organizacin que realiza
anualmente ventas por valor de US$11000 millones.
McDonald's puede ser la marca mejor conocida, pero la organizacin que est
detrs de ella es una de las menos comprendidas de los Estados Unidos. La imagen de
mercadeo se ha hecho fbula; la realidad social es desconocida.
Para ello existen buenas razones, siendo una de ellas la manera en que la prensa
informa sobre la compaa. Esta ocupa hoy el cuarto lugar entre las ms grandes empresas
minoristas del pas, pero a los peridicos los deslumbra ms su brillante exterior. Cuando
McDonald's abri su ochomilsimo restaurante y complet sus cincuenta mil millones de
hamburguesas vendidas (ambas cosas en 1984), fueron grandes noticias. Pero nunca
reciben tanta atencin las estrategias que pone en prctica la compaa para dominar la
industria de servicio de comidas que vale US 1130000 millones en los Estados Unidos y
representa un mercado que es casi el doble de la industria nacional de computadores.
Existe otra razn para que el interior de McDonald's siga siendo un misterio. Es,
sencillamente, que el exterior de la cadena es ya un distintivo tan corriente del estilo de
vida norteamericano, que la organizacin en s se da por supuesta. No menos del 96 por
ciento de los consumidores del pas han comido en alguno de sus restaurantes en el ltimo
ao, y un poco ms de la mitad de la poblacin de los Estados Unidos vive a menos de tres
minutos en automvil de una unidad McDonald's. Su marca se promueve en treinta
anuncios breves de radio y televisin al da. Su presencia en el mercado minorista es tan
esperada, que su identidad institucional y su podero no se notan. McDonald's es lo que
ms se acerca en los Estados Unidos a un servicio pblico al por menor.
Pero tal vez el rea en que menos se conoce el impacto de la empresa en la economa
nacional es la de recursos humanos. Con ms de 500 000 empleados en su nmina en
cualquier momento dado, el sistema McDonald's es sin disputa uno de los mayores
empleadores de los Estados Unidos. Como adiestra a tantos estudiantes de escuela
secundaria para su primer empleo, la mayor parte de sus trabajadores ascienden
rpidamente a puestos mejor remunerados, lo cual explica por qu la tasa de rotacin de
personal en sus restaurantes siempre ha pasado del ciento por ciento al ao. Tambin se
explica as que durante sus primeros treinta aos les haya dado empleo a unos 8 millones
de trabajadores que hoy estn en otros oficios, o sea el 7 por ciento del total de la fuerza
laboral de los Estados Unidos. De cada quince trabajadores norteamericanos, uno obtuvo
su primer empleo en McDonald's; y aunque la mayora de ellos trabajan hoy en otras
partes, fue all donde aprendieron las rutinas del trabajo, la disciplina en el oficio y el
trabajo organizacional en equipo. McDonald's ha reemplazado al Ejrcito de los Estados
Unidos como la mayor organizacin de adiestramiento para el trabajo.
Pero los que estn dentro saben que no es as. Kroc construy la ms hbil
organizacin de servicio, no imponindose dictatorialmente a sus gerentes sino
confirindoles una enorme autoridad para tomar decisiones. Desde el principio formaron
su equipo administrativo individuos muy diversos, no del tipo de los gerentes que
normalmente sobreviven en las burocracias corporativas. No eran hombres de la
organizacin; eran lo que Kroc entenda por empresarios dentro de la compaa.
Aun cuando a los individuos que estn dentro del sistema los mueve su propio
inters empresarial, ste no prevalece nunca. Las entidades de McDonald's son tan
diversas y el poder se encuentra tan fragmentado que el sistema no tiene un amo. Gran
parte de su fuerza puede atribuirse al hecho de que las relaciones que hay entre los
gerentes corporativos, sus 2 100 concesionarios y sus 250 proveedores, se basan en un
concepto de frenos y cortapisas. Son bien conocidas las meticulosas inspecciones que
realiza la compaa en los diversos establecimientos para verificar el cumplimiento de las
disciplinas operativas. Lo que no se conoce es el poder de que gozan los concesionarios
para coartar los excesos de los gerentes corporativos. Las relaciones de los proveedores
descansan en principios anlogos: los vendedores no son extraos sino que forman parte
de la familia, y se les considera tan responsables de la preservacin de la calidad
McDonald's como a los concesionarios y a los gerentes.
La historia del sistema McDonald's es la historia de una organizacin que supo
poner a su servicio el poder de los empresarios no de unos pocos sino de centenares. Se
maneja por decisiones y polticas que se considera que son para el bien comn; pero la
definicin de bien comn no la formula un jefe ejecutivo ni un comit administrativo, sino
que es el producto de la interaccin de todos los jugadores. El genio de Ray Kroc consisti
en haber organizado un sistema que les exige a todos sus miembros cumplir reglas como
las de las corporaciones, pero que al mismo tiempo los recompensa por expresar su
creatividad individual. En esencia, la historia de McDonald's es un caso de estudio sobre
manejar empresarios dentro de un ambiente corporativo.
En una poca en que las corporaciones norteamericanas buscan emular con sus
rivales extranjeras, esa historia nos recuerda que los negocios s pueden alcanzar el xito,
aun ms all de los ms locos sueos de sus creadores, confiando en tpicas caractersticas
norteamericanas. Esta es la historia de la compaa que cambi los hbitos alimentarios de
todo un pas y revolucion las industrias de servicio y procesamiento de comidas en los
Estados Unidos al mismo tiempo que legitim la prctica, hoy ya muy difundida, de
conceder licencias industriales. Es la historia de la McDonald's desconocida el primer xito
empresarial moderno de los Estados Unidos un sistema que llena el vaco entre
empresarios y sociedades annimas.
Captulo 1
S hay un McDonald
Pocos das antes, la compaa haba anunciado que se propona cerrar la unidad
McDonald's construida por Ray Kroc en 1955 en Des Plaines, suburbio de Chicago. Este
anuncio provoc la protesta de los historiadores locales que deseaban convertir aquel
pequeo restaurante en un museo (cosa que hizo McDonald's) y los peridicos de todo el
pas publicaron la noticia del cierre del McDonald's "original". Si en esas noticias se
mencionaba a los hermanos McDonald, slo era para explicar la idea corriente de que Kroc
no haba obtenido de ellos otra cosa que el nombre. Todo el mundo estaba convencido de
que Kroc haba construido el primer McDonald's.
Los hermanos cuyo nombre adorna los 9 300 restaurantes de la empresa han sido
virtualmente borrados de la leyenda. En esta era de los medios de comunicacin masiva, al
primero que lleve un producto nuevo al mercado de masas se le reputa por inventor, de
manera que no ha de sorprender que habiendo sido Kroc el que fund la compaa y llev
a las masas el concepto de la comida rpida, se le tenga por creador del restaurante de
autoservicio rpido. No sorprende, pero no es exacto.
A los hermanos McDonalds no los ataban tales tradiciones. Poco despus de salir de
la escuela secundaria abandonaron a New Hampshire, su tierra natal, y se fueron a
California en 1930 en busca de nuevas oportunidades cualquier cosa que ofreciera algo
mejor que la suerte de su padre. Este haba sido capataz en una fbrica de zapatos, pero la
Depresin lo dej sin empleo. Las fbricas de calzado y las hilanderas de New Hampshire
se estaban cerrando, mientras que California ofreca nuevos campos de trabajo.
En unos pocos aos California se volvi una tierra de drive-ins, y los nuevos
hosteleros que los manejaban pasaron a ser los operadores ms innovadores de la
industria. Ensayaban todo lo imaginable. En su afn por prestar un servicio veloz, no se
paraban en pelillos, y hasta les pusieron patines a las chicas que les llevaban la comida a
los parroquianos. Al poco tiempo, stos, para hacer los pedidos, se servan de novedosos
telfonos de altoparlante colocados en cada lugar de estacionamiento.
Esto llev a un drive-in mucho ms grande, que los McDonalds abrieron en 1940 en
San Bernardino, a unos 80 kilmetros al este de Los Angeles. San Bernardino haba sido en
otro tiempo la capital de las naranjas, y hasta del Adventismo del Sptimo Da, por all en
los aos 40, y ahora se estaba convirtiendo en una floreciente ciudad de clase obrera, y uno
de los principales beneficiarios fue el drive-in de los McDonalds.
Nadie habra sospechado que sta iba a ser la cuna de una nueva generacin de
restaurantes. Con slo 56 metros cuadrados de espacio, era apenas una fraccin de lo que
eran los drive-ins ms elegantes de Los Angeles. Tena una forma curiosa octogonal y
ventanas ligeramente oblicuas desde el techo hasta el mostrador alrededor de la mitad
delantera del edificio, con lo cual se violaba una regla bsica del diseo de restaurantes
porque se expona toda la cocina a la vista del pblico. En el interior no haba asientos ni
mesas, pero por fuera se colocaron bancos a lo largo del mostrador. Las paredes exteriores
debajo del mostrador eran de acero inoxidable.
Pero, de todos modos, s era muy llamativo, y para mediados de los aos 40 era el
sitio predilecto de reunin de los adolescentes. Una cuadrilla de veinte chicas atenda a los
125 automviles estacionados en el patio al anochecer durante los fines de semana. En la
carta se ofrecan 25 platos, entre ellos emparedados de carne de vaca y de cerdo y costillas
asadas a la brasa sobre astillas de nogal americano que los McDonalds hacan traer de
Arkansas. Si este drive-in pareca extrao a la luz de las normas del servicio de comidas,
su registradora hablaba un lenguaje que todos los hosteleros entendan: Las ventas anuales
pasaban de US$200 000.
El pequeo drive-in plant a los McDonalds entre las filas de los nuevos ricos de
San Bernardino. Cada ao se repartan entre los dos US $50 000 de utilidades, y
sbitamente se vieron alternando en lo social con lo ms granado del establecimiento local
la familia Guthrie, editora del Daily Sun, los hermanos Stater, dueos de la cadena ms
grande de supermercados, y los Harrises, propietarios de la gran tienda de departamentos.
Se pasaron a vivir a una de las mejores casas de la ciudad, mansin de US$90 000, de 25
habitaciones, construida en una colina de las afueras.
Para colmo de males, Dick y Mac descubrieron que el concepto del cual haban sido
precursores adoleca de graves fallas econmicas porque los drive-ins, que se identificaban
como fuentes de comidas baratas, tenan costos muy altos y requeran uso intensivo de
mano de obra. Los afectaba tambin una elevada tasa de rotacin de personal, y se vieron
en el caso de estar disputndoles a sus nuevos competidores las empleadas, casi tanto
como los clientes. Y si los competidores no se llevaban a las chicas, se las llevaba el halago
de oficios mejor pagados en otras industrias que alimentaban la floreciente economa de
California. Debido en gran parte a que los parroquianos eran muchachos, el desgaste de
cubiertos y vajilla era casi tan serio como la rotacin de la fuerza laboral. Molestos con
estas cosas, los hermanos estuvieron a punto de vender su drive-in y abrir en cambio un
nuevo restaurante de hamburguesas en uno de los grandes centros comerciales que
empezaban a aparecer en todas partes en los suburbios del pas. All no tendran tantos
problemas ni quebraderos de cabeza. Lo llamaran The Dimer porque todo lo que
apareciera en su limitada carta (principalmente bebidas gaseosas, papas fritas y
hamburguesas) se vendera por uno o dos dimes [monedas de diez centavos]. Hasta se
proponan bruir estas moneditas todas las maanas y darlas de vuelta. "Pensbamos que
cada vez que alguien sacara del bolsillo una monedita brillante se acordara de The
Dimer", dice McDonald.
Pero, ya casi resueltos a ejecutar su plan, reaccionaron ante los peligros de una
aventura que los llevara ms all de su limitada experiencia. La nica experiencia que
haban tenido en materia de servicio de comidas era en drive-ins, y con stos se quedaran.
Con todo, hicieron algo que pocos propietarios de negocios pequeos se atreven a hacer
una vez establecidos: resolvieron reformar totalmente la operacin existente. Estudiando
los recibos de ventas correspondientes a los tres ltimos aos vieron que el 80 por ciento
del negocio lo generaban las hamburguesas, de modo que no se justificaba prestarles tanta
atencin a los asados a la parrilla ni gastar las fuertes sumas que dedicaban a anunciar
stos en los peridicos y la radio. "Cuanto ms recortbamos al negocio de parrilla, ms
hamburguesas vendamos", recuerda Dick.
Desde el principio se hizo claro que el nuevo restaurante les ofreca a los nios un
atractivo muy especial. Art Bender, el primer dependiente del restaurante refaccionado,
recuerda que la primera parroquiana fue una nia de nueve aos que compr una bolsa de
hamburguesas para llevar a casa. Esa primera compra fue proftica, y en adelante los nios
acudan en bandadas al restaurante en que podan ellos mismos hacer sus pedidos. "A los
nios les encantaba acercarse al mostrador", observa Bender. "Llegaban con sus monedas
en el puo, pedan una hamburguesa y una coke. Alcanzaban a ver a la mam que los
esperaba en el automvil, pero tambin se sentan independientes. Pronto uno se da
cuenta de que esto es muy bueno para el negocio; es importante".
La importancia estaba en el poder de atraer a los adultos atrayendo a los nios. Esto
no se les pas por alto a los McDonalds, quienes inmediatamente adaptaron su mercadeo
al nuevo mercado. En los anuncios destacaron el atractivo de su restaurante para las
familias, y en sus promociones incluyeron regalos para los nios. Al mismo tiempo, les
dieron instrucciones a sus dependientes para que se mostraran especialmente atentos con
la gente menuda.
Algunas de las cosas que invent no fueron grandes novedades, como por ejemplo
unas esptulas ms grandes y rgidas para reemplazar a las delgadas que se usaban antes
y que no eran apropiadas para produccin en masa. Otros de sus diseos s fueron
ingeniosos. Para automatizar el proceso de adobar las hamburguesas, desarroll un
distribuidor manual de acero inoxidable que con un solo apretn del disparador lanzaba
uniformemente sobre el panecillo la cantidad necesaria de salsa de tomate y mostaza. Por
desgracia, nunca patent este dispositivo. Vendi US $500 000 de estos distribuidores a los
primeros operadores de comidas rpidas, pero obviamente perdi un mercado mucho ms
grande: una variacin de este aparato sigue siendo hasta el da de hoy equipo normal en
todos los 9 300 McDonald's, lo mismo que en casi todas las dems cadenas de
hamburguesas para comidas rpidas.
El equipo fabricado a la medida no fue el nico secreto de los hermanos McDonalds
para acelerar el servicio. Adoptaron tambin rgidos procedimientos operativos para
eliminar el obstculo principal al servicio de comidas rpidas, o sea el elemento humano.
Antes la cocina comercial se consideraba un arte personal, y el servicio resultante variaba
muchsimo en calidad y rapidez. Pero el concepto de una carta limitada les permiti a los
hermanos dividir la preparacin de alimentos en tareas simples y de repeticin que podan
aprender rpidamente aun los que entraban por primera vez en una cocina comercial. Al
refinar los McDonalds sus tcnicas de produccin, los miembros de su equipo de cocineros
se hicieron especialistas. Hubo entonces tres "parrilleros", que no hacan ms que asar
hamburguesas; dos "batidores", cuyo nico oficio era preparar la leche malteada; dos
"freidores", especializados en hacer papas fritas; dos "adobadores", que adobaban y
envolvan las hamburguesas; y tres "despachadores", que no hacan otra cosa que atender
los pedidos de los clientes en las ventanillas.
Los procedimientos eran tan detallados y los oficios tan especializados, que las
operaciones de McDonald's no slo lograron mayores velocidades de produccin sino que
obtuvieron los mismos beneficios de economa de trabajo que Henry Ford descubri
cuando introdujo las tcnicas modernas de lnea de montaje en el proceso de fabricacin.
Los hermanos pudieron entonces emplear a cocineros sin experiencia con menores sueldos
y entrenamiento mnimo y pudieron producir con mayor rapidez y mejor control de
calidad de lo que alcanzan aun los mejores cocineros en este campo. Incluso las prcticas
de contratacin proyectaron una nueva atmsfera de eficiente lnea de montaje que sin
duda faltaba en otros drive-ins. Quiz como reaccin exagerada por los problemas que les
haban causado antes las chicas del servicio y las multitudes que atraan, en el nuevo
restaurante McDonald's slo se empleaban hombres.
Aos atrs, otros haban creado restaurantes con carta limitada y hamburguesas de
bajo precio. La primera cadena de este tipo la fund en 1921 E. W. Ingram, que serva una
hamburguesa de cinco centavos, frita al vapor y cargada de cebolla, en un restaurante que
llam grandiosamente White Castle, tratando de darle al producto un toque de elegancia
que le faltaba. Algunos aos despus, tena restaurantes en once Estados y su xito haba
estimulado imitaciones como las llamadas White Tower y Royal Castle. Aquel negocio de
Ingram tena algunas de las caractersticas de las comidas rpidas. Casi desde el principio,
White Castle estimulaba a sus parroquianos a "comprarlas por bolsas", y las diminutas
hamburguesas (dieciocho por libra) se consuman con tal glotonera que fueron llamadas
"las resbaladoras" por su supuesto efecto laxante. Pero el sistema White Castle no fue
diseado originalmente para autoservicio de gran rapidez. En los pequeos restaurantes
de la cadena haba mostradores con asientos, se usaban cubiertos de metal, y por lo
general en cada uno no haba sino uno o dos cocineros de platos rpidos que hacan de
todo, desde cocinar las hamburguesas hasta registrar las ventas.
Tambin se ha dicho que fue Kroc el que sugiri la idea de conceder dichos
privilegios; pero lo cierto es que ellos ya haban empezado por su cuenta a otorgar permiso
sobre su Sistema de Servicio Rpido dos aos antes de conocer a Kroc. Hasta haban
publicado un anuncio de pgina entera en una revista del ramo, para solicitar
concesionarios. El texto se lea en un minuto y el llamativo ttulo deca: "Estos pueden ser
los 60 segundos ms importantes de su vida".
Lo que Meston no saba era que su diseo como para un circo se hara clsico en la
arquitectura de los aos 50, smbolo del juvenil, experimental y floreciente negocio de
comidas rpidas. Pero lo ms notable del edificio no fue idea de Meston. Por el contrario, al
principio l la rechaz. McDonald recuerda: "Una noche yo estaba haciendo unos bocetos,
tratando de darle al nuevo edificio algo de altura porque me pareca muy chato. Dibuj un
arco grande paralelo al edificio de un lado a otro, y no me pareci muy bien; entonces trac
otros dos arcos en sentido contrario". Entonces s qued muy contento con el resultado y se
lo ense a su amigo Meston. Pero ste le dijo que estaba de acuerdo con todo menos con
esos arcos "espantosos", y que si insistan en conservarlos tendran que conseguirse otro
arquitecto. McDonald, empero, no estaba dispuesto a hacer eso. "Los arcos eran el todo",
dice. "Sin ellos no quedaba sino un edificio rectangular igual a todos los dems".
Pero como Meston era el nico arquitecto que conoca, McDonald no quiso
indisponerse con l, y le dijo que siguiera adelante con el diseo sin los arcos, y cuando
tuvo los planos en su mano acudi a otra parte para agregar el toque final que quera.
Acudi a George Dexter, diseador de muestras que no tena ningn prejuicio
arquitectnico contra los arcos, y como era propietario de una compaa grande fabricante
de letreros de nen, no tiene nada de sorprendente que saliera con unos brillantes arcos
amarillos que se vean a la legua. Originalmente, McDonald haba pensado que los arcos
serviran de soporte estructural para el edificio, y si los hubiera diseado un arquitecto
probablemente as los habra aprovechado; pero como la tarea le correspondi a un
fabricante de letreros, los "arcos dorados" de Dick McDonald vinieron a ser la caracterstica
ms sobresaliente del nuevo restaurante... y el nuevo smbolo del sistema McDonald's.
Los dos hermanos mostraron igual inventiva cuando disearon la cocina del nuevo
establecimiento, cuyo tamao era el doble de la de San Bernardino, pues queran estar
seguros de que cupiera cmodamente su bien definido sistema de produccin. Tuvieron
una idea brillante. En la cancha de tenis de su casa dibujaron la traza de la nueva cocina, y
una noche despus de cerrar el restaurante invitaron a todo el personal nocturno a hacer
un simulacro de la produccin de hamburguesas. Mientras los trabajadores se movan en
la pista haciendo imaginarias hamburguesas, malteadas y papas fritas, los hermanos los
seguan marcando con tiza roja exactamente dnde deba colocarse el equipo de la cocina.
A las tres de la maana la cancha estaba totalmente marcada, y por una fraccin de lo que
les hubiera costado el trabajo normal de diseo, los hermanos contaban con un plano
detallado de la cocina. Sin embargo, el dibujante a quien haban contratado para
trasladarlo al papel opin que ya era demasiado tarde para comenzar ese trabajo y
prometi emprenderlo muy temprano a la maana siguiente. Pero entonces un cambio
inusitado en el rido clima de San Bernardino anul todo lo hecho durante la noche: "Cay
el aguacero ms espantoso que yo recuerde", dice McDonald. "En la cancha de tenis no
quedaron sino unas rayas coloradas".
Con toda la atencin que se les estaba prestando, los McDonalds habran podido
ganar muchsimo dinero negociando derechos de explotacin. Pero en este campo no
desplegaron el mismo entusiasmo y actividad que en las operaciones del restaurante.
Cuando Neil Fox solicit la primera concesin, ellos supusieron que l quera ponerle a su
restaurante de Phoenix el nombre de Fox's, y se sorprendieron cuando l les dijo que
quera llamarlo McDonald's. "Y eso por qu?", le pregunt Dick. "McDonald's no significa
nada en Phoenix". Adems teman que si un McDonald's en Phoenix no se administraba
tan bien como el de San Bernardino, su propio negocio podra sufrir las consecuencias. A
pesar de todo, le dieron gusto a Fox... y as comenz la clebre cadena.
En resumen, no pudieron organizar una cadena por su propia cuenta porque no los
devoraba esa idea. Ninguno de los dos quera viajar. Ambos estaban satisfechos
repartindose los US$100000 anuales que ganaban en San Bernardino. Ganar ms les
pareca que slo les traera ms impuestos y quebraderos de cabeza. Ninguno de los dos
tena hijos, de modo que no haba a quin dejarle una gran fortuna. "Tendramos que
dejrsela a alguna iglesia o algo por el estilo, y nosotros no bamos a la iglesia", dice
McDonald.
En el fondo, el problema estaba en que tanto los hermanos como sus concesionarios
vean los derechos de explotacin como una manera de ganar dinero fcilmente. La
mayora de los concesionarios eran inversionistas, propietarios ausentistas que contrataban
gerentes para manejarles drive-ins. Y los McDonalds por su parte vean en el sistema de
licencias una manera de ganar dinero sin necesidad de construir una organizacin
encargada de supervisar la calidad de las operaciones. Esto no era raro. Hasta entonces
nadie haba visto el negocio de otra manera.
Tarde se dieron cuenta de que una idea original que su creador no promueve ni
controla adecuadamente pronto le ser robada. A principios del decenio de los 50, el
concepto de comidas rpidas de los McDonalds era copiado por operadores
independientes con ms xito del que ellos alcanzaban autorizndolo. En efecto, los
hermanos eran tan generosos en suministrar a cuantos los visitaban la informacin relativa
a sus procedimientos de produccin, su equipo y sus proveedores, que en realidad nadie
necesitaba una concesin para aprender los secretos.
El chiste no dur mucho porque los hermanos acabaron por instalar en el negocio
ms competidores que concesionarios. En efecto, los mismos que reciban instruccin
informal de los McDonalds les traspasaban el nuevo concepto de comidas rpidas a otros
empresarios, y en 1954 la revolucin que haban iniciado los hermanos en California se
estaba extendiendo tambin al Este. El mismo Collins cobraba US $100 diarios por
adiestrar a independientes que le llevaba la Carnation, deseosa de ayudar a instalar a
operadores en el negocio de servicio rpido de hamburguesas, a fin de fomentar su propio
comercio de lcteos. En total, Collins adiestr a diez operadores que iniciaron por su
propia cuenta cadenas por el estilo de McDonald's en mercados muy diversos como San
Francisco, Seattle y Austin.
Hasta algunos de los parroquianos habituales empezaron a copiar la idea. Glen Bell,
reparador de lneas telefnicas, era cliente habitual del drive-in McDonald's de San
Bernardino antes de su conversin a comidas rpidas. Cuando vio el negocio que haca la
unidad reformada, persuadi a un amigo, Neal Baker, constructor, de que le edificara un
restaurante de autoservicio. Baker, despus de cumplir esta comisin, resolvi iniciar l
mismo una cadena de puestos de comidas rpidas en San Bernardino. Otros siguieron
estos ejemplos, y esa ciudad se convirti en el paraso de ese tipo de restaurantes. Bell fue
el ms clebre de los imitadores de McDonald's, pues extendi el concepto a la comida
mexicana con una cadena de restaurantes que llam Taco Bell.
A pesar de todo este frenes, a mediados del decenio de los 50 no haba todava en
California ninguna cadena que dominara el mercado. Evidentemente, los McDonalds no
iban a ninguna parte con la negociacin de derechos de explotacin, y si bien la
instruccin informal que impartan les haba creado decenas de competidores, todos stos
eran jvenes independientes con poco capital, sin los recursos ni la experiencia necesarios
para crear una cadena nacional. Por lo dems, la misma afluencia de competidores al
mercado no dejaba que ninguno de ellos obtuviera una bonanza en comidas rpidas. Sin
duda, algunos de los primeros imitadores ganaron ms dinero de lo que crean posible con
un puesto de hamburguesas. A Collins, que entonces tena 26 aos de edad, su Hamburger
Handout le produjo el primer ao entradas brutas de US$420000, con una ganancia neta
de US$80000. Pero a medida que otros independientes inundaron el mercado, los
volmenes de cada restaurante disminuyeron fuertemente. Por ejemplo, ninguno de los
otros tres Hamburger Handouts de Collins le produjo tan buen rendimiento como el
primero. Sin embargo, el hecho de que ni los hermanos McDonalds ni nadie ms hubiera
aprovechado la obvia oportunidad de organizar una cadena nacional de hamburguesas
para comida rpida slo significaba que la oportunidad exista an y esperaba quin la
explotara. Esa persona apareci en el escenario en el verano de 1954 y fue un vendedor de
equipos para servicio de comidas llamado Ray Kroc. Este tena los derechos nacionales de
mercadeo de la Multimixer, multimezcladora de cinco husos que los hermanos McDonalds
usaban para hacer sus leches malteadas, y por conducto de su representante de ventas en
la costa occidental, William Jamison, Kroc estaba detalladamente enterado de los
progresos de los hermanos McDonalds desde haca ms de un ao. Haba escrito una nota
sobre stos en el boletn que distribua a sus representantes de ventas y agentes a fines de
1953.
Aunque los McDonalds distaban mucho de ser los mejores clientes de las batidoras
de Kroc, s eran los que ms le intrigaban. En los drugstores lo corriente era que la fuente
de soda tuviera una sola Multimixer, y aun las muy grandes no requeran ms de dos. En
cambio, el drive-in de los McDonalds mantena tres o cuatro funcionando todo el tiempo.
En 1954 los hermanos haban comprado unas diez de estas mquinas, adems de partes de
repuesto, y Kroc se estaba volviendo loco. Qu poda estar haciendo un puesto de
hamburguesas con diez Multimixers? El no poda contener la curiosidad. Lo tena que ver
por s mismo. En su siguiente viaje a la costa occidental Kroc llam por telfono a Dick
McDonald, y acordaron una visita funcional al restaurante de San Bernardino.
Cuando Ray Kroc conoci el pequeo puesto de hamburguesas, ste ya era famoso
en toda California, y por todas partes lo estaban imitando. Lo haba destacado en su
cubierta una revista nacional del gremio, y haba cautivado a centenares de operadores e
inversionistas de todo el pas. Nada de esto merm el sentimiento de descubrimiento
personal de Kroc. Haba dejado su automvil estacionado en el patio de estacionamiento
de McDonald's una hora antes del medioda, pero ya entonces empezaban a formarse colas
ante las dos ventanillas del frente donde se despachaban los pedidos principales, y ante la
ventanilla lateral donde se despachaban por separado los pedidos de papas fritas.
Kroc haba visto decenas de puestos de salchichas, hamburguesas y leche malteada,
y a primera vista ste no le pareci muy distinto; pero en todo caso, la forma octogonal del
edificio no tena mucha importancia. No era eso lo que llamaba la atencin sino ms bien
la velocidad con que todo se mova. Al medioda el pequeo establecimiento estaba repleto
con 150 clientes, y el personal de McDonald's trabajaba a toda velocidad. Ray Kroc no
haba visto jams nada que se aproximara a la velocidad de una operacin que despachaba
pedidos en 15 segundos. "En toda mi vida yo jams he esperado en cola una
hamburguesa", exclam con el nimo de provocar conversacin de los clientes, y al punto
se vio apabullado de opiniones favorables sobre la calidad y el precio de la comida, sobre
el servicio, sobre la limpieza de la cocina. Pero lo que ms lo emocion fueron los pedidos
que los clientes hacan. Por lo menos en la tercera parte de stos se inclua leche malteada
hecha con sus Multimixers. En la Carnation haban calculado que McDonald's estaba
vendiendo 20 000 malteadas al mes, y aunque Kroc no haba odo hablar de esa cifra,
reconoci otros indicios de un enorme volumen. Los McDonalds estaban preparando
malteadas tan rpidamente que hicieron cortarles unos cuantos centmetros a los husos de
las batidoras Multimixer para poder mezclar directamente en los vasitos de papel de 35
centilitros en lugar de los vasos de acero inoxidable de 47 centilitros que usaban las fuentes
de soda. La compaa de Kroc venda un marco de 5 centmetros de acero inoxidable para
permitir hacer la mezcla en los vasos, pero los hermanos no tenan tiempo para lavar los
marcos.
"Por Dios, he estado observando all afuera, y no lo puedo creer", les dijo a los
hermanos. Dick y Mac le aseguraron que la reaccin de l era normal y tan tpica como el
negocio de ese da.'' Cundo terminar esto?" pregunt Kroc. "Esta noche, ya tarde", le
contest Dick. "De alguna manera yo tengo que meterme en esto", declar Kroc.
Captulo 2
El vendedor
En una palabra, Ray Kroc fue un vendedor. Fue el tipo de individuo que se
necesitaba en los negocios durante los aos formativos de las sociedades annimas
norteamericanas. Hasta la era go-go, a finales de los aos 60, los vendedores dominaban
las oficinas ejecutivas. El que le hubiera echado el ojo a la presidencia de una corporacin
tena pocas probabilidades de ver cumplido su anhelo si no haba ascendido primero por
los peldaos del departamento de ventas. Eso era antes de que la Escuela de Negocios de
Harvard consagrara el diploma de magister en administracin como requisito para la alta
gerencia, antes de que el exceso de reglamentacin gubernamental resaltara el papel
corporativo de contadores y abogados, antes de que los analistas de Wall Street empezaran
a adorar a los estrategas financieros, y antes de que la tecnologa encumbrara a los
tecncratas corporativos.
En los ltimos aos, por cierto, los talentos fundamentales del vendedor casi han
desaparecido de la alta gerencia, y salen ocasionalmente a la superficie en casos tan
clebres como el salvamento de la Chrysler Corporation por el primer vendedor de
automviles del pas, Lee Iacocca. La devocin del vendedor a los principios bsicos hace
mucha falta hoy en los negocios norteamericanos; pero cuando Ray Kroc se preparaba
para su carrera con McDonald's, sus talentos eran los que gobernaban la empresa
econmica.
Despus de la guerra, Kroc combin la msica de piano profesional con las ventas.
La Liiy Cup Company lo contrat como vendedor en 1922; venda vasitos de papel durante
el da, y por la noche tocaba el piano para una estacin local de radio. En busca todava de
un nicho apropiado, obtuvo una licencia de Lily, y a mediados de los aos 20 se fue a la
Florida a vender finca raz. Pero cuando se acab la gran bonanza territorial de la Florida
en 1926, dejndolo varado a 2400 kilmetros de su casa, recurri otra vez a su destreza de
pianista. Tena slo 25 aos cuando regres a Chicago, y lleg a la conclusin de que no le
convena la vida de msico ambulante y que su futuro estaba en perfeccionar su otro don
natural: la habilidad de vender. Cuando regres a su empleo con la Lily se encontr en el
primer piso de un segmento completamente nuevo y en rpido crecimiento de la industria
de servicio de comidas, basado en la idea de vender comidas para llevar fuera del
restaurante.
Los 25 aos siguientes los pas casi todos comercializando nuevos conceptos de
venta al por menor en la industria de servicio.de comidas, que estaba llena de
tradicionalistas chapados a la antigua. Nunca haba manejado un restaurante ni haba
servido una hamburguesa, ni haba vendido una leche malteada. Pero al final de ese
periodo saba ms que los profesionales acerca de las nuevas tendencias, de manera que
cuando vio por primera vez el drive-in McDonald's en San Bernardino en 1954, no era un
extrao. A diferencia de las docenas de jvenes empresarios atrados por la novedad al
negocio de comidas rpidas en los aos 50, Kroc saba por aos de experiencia cul era
exactamente la importancia del descubrimiento de los dos hermanos. "Cuando conoc a los
hermanos McDonalds", explica Kroc, "yo estaba preparado para esa oportunidad. Ya haba
adquirido experiencia suficiente en comidas y bebidas para distinguir una verdadera idea
de una falsificacin".
Kroc poda ver las tendencias del mercado porque haba desarrollado el activo ms
importante de un vendedor: la capacidad de ponerse en el lugar de los clientes y atender a
sus necesidades e intereses.
Pero lo que lo hizo apreciar mejor las posibilidades del servicio de comidas rpidas
fue una sugerencia de promocin de ventas. El avance definitivo ocurri cuando persuadi
a Walgreen Drugs, la cadena de drugstores ms grande del Medio Oeste, de que
estableciera el servicio de comidas para llevar fuera, concepto totalmente nuevo. Las
cadenas de drugstores y otros restaurantes se resistan a utilizar vasitos de papel en lugar
de los corrientes de vidrio porque crean que el cambio slo aumentara sus costos sin
aumentar las ventas. Kroc estaba convencido de que el servicio de comidas para llevar
resolvera el problema, y por eso se lo propuso a Walgreen.
Cada uno de los mostradores de la cadena atenda a unas cien personas por hora, en
promedio, y si bien es cierto que a la hora del almuerzo estaban completamente ocupados,
Kroc crea que se estaba desperdiciando una gran oportunidad. "Quiz haya otras cien
personas en cada uno de sus restaurantes que quieren almorzar, pero o bien no encuentran
puesto, o no pueden alejarse de su puesto de trabajo", le dijo al gerente de compras de
Walgreen. Este rechaz la idea, pero Kroc sigui proponindola hasta que el gerente
convino en hacer una prueba en uno de los restaurantes. El experimento tuvo un xito
instantneo y rpidamente Walgreen extendi el servicio de comidas para llevar fuera del
restaurante a todos sus establecimientos. Al cabo de unos pocos meses esa cadena era la
mejor clienta de la Lily-Tulip. Y Kroc era uno de los vendedores estrella de la compaa.
Contribua a su xito el aprecio que les profesaba a las mejores tcnicas, pues
aunque l no era un tcnico, le fascinaban las innovaciones de los que s eran. Adems,
tena un notable ojo avizor, al cual no se le escapaba la menor ineficiencia, y un inters en
ver que las cosas marcharan mejor. Su infatigable bsqueda de innovaciones lo llev al
cabo al producto ms prometedor: la mezcladora mltiple o Multimixer.
Cuando trabajaba con la Lily-Tulip, haba hecho un buen negocio vendindoles
vasitos de papel a los llamados bares lcteos que proliferaron en el Medio Oeste durante
los das de la prohibicin alcohlica y poco despus. Uno de sus clientes en este ramo era
Ralph Sullivan, productor de lcteos que, mezclando estabilizadores, jarabe de maz y
sabor de vainilla con leche haba inventado el primer producto de leche helada que haba
visto Kroc apropiado para utilizarlo en los batidos de leche. En lugar de hacer un batido
con la frmula corriente de ocho onzas de leche y dos cucharadas de helado, Sullivan lo
haca mezclando por partes iguales leche y su nueva mezcla. El resultado, recuerda Kroc,
"era una bebida ms fra y ms viscosa, que el pblico prefera a la malteada convencional,
menos espesa y medio fra. Era ms refrescante y se venda mejor porque no produca
sensacin de llenura". Durante la Depresin, Sullivan estaba ganando montones de dinero
con su bar de lcteos en Battle Creek, Michigan, vendiendo malteadas de 16 onzas a slo
10 centavos, precio directamente relacionado con el bajo costo de los ingredientes. Con el
nimo de aumentar sus ventas de vasitos de papel, Kroc le llev esta idea a Earl Prince,
quien tena una cadena de puestos de helados en Chicago. Prince estaba contento
vendiendo slo helados, pero cuando Kroc lo persuadi de ir a ver la operacin de
Sullivan, cambi de opinin y resolvi introducir la nueva leche malteada en sus salones
de helados. Poco despus, Kroc le estaba vendiendo 5 000 000 de vasitos de papel al ao a
Prince, quien empez a buscar maneras de agilizar la produccin de sus malteadas de 12
centavos.
En los ltimos aos del decenio de los 30, Prince, que era ingeniero mecnico,
perfeccion una mquina mezcladora con un motor grande que mova cinco husos
independientes, lo cual constitua una gran mejora sobre las mezcladoras de un solo huso
que entonces se utilizaban normalmente en las fuentes de soda. Prince la bautiz
"Multimixer". Ray Kroc qued encantado con ella; aprovech este invento como
instrumento para aumentar grandemente la produccin de malteadas en las fuentes de
soda, que eran sus principales compradores. Pero con gran sorpresa de su parte, la Lily-
Tulip rechaz la oportunidad que se le ofreci de distribuir la mquina de Prince, y Kroc se
hall sbitamente ante una encrucijada en su camino. A la edad de 37 aos tom la
decisin de hacer lo que siempre haba querido hacer: dedicarse a negocios por su cuenta.
Obtuvo de Prince derechos exclusivos de mercadeo para la nueva Multimixer, y la fbrica
metalmecnica Sterling Manufacturing Company obtuvo los derechos de produccin.
El joven empresario se vio entonces a gatas para salvar la compaa. Otros quiz se
habran dado por vencidos y habran buscado la seguridad de un antiguo empleo, pero l
mostr la flexibilidad que ms tarde sera el sello distintivo de su compaa. "Tena que
darme maa para encontrar alguna otra cosa", recordara aos despus.
La experiencia le ense una leccin crtica. Se dio cuenta de que una compaa
tiene que estar preparada para reaccionar rpidamente ante cambios imprevistos de su
mercado aun cuando stos exijan tomar una direccin completamente nueva. Al terminar
la guerra volvi a cambiar radicalmente el mercado. Se dispuso otra vez de motores
elctricos y de helados, y Kroc respondi dedicndose de inmediato a la obra de revivir el
negocio de las Multimixers y aprovechando la bonanza de postguerra que l prevea. As
fue por lo menos en el caso de la Multimixer. Sus ventas subieron a 9000 unidades al ao.
La Prince Castle tena tres vendedores de tiempo completo (incluyendo a Kroc), ocho
representantes de ventas distribuidos por todo el pas y tres oficinistas que despachaban el
diluvio de pedidos por correo directo. Kroc se ganaba US$25 000 al ao, ingreso
impresionante a finales de los aos 40. Se hizo socio del Club Campestre de Arlington
Heights, de Chicago. Hasta le quedaba tiempo para jugar al golf un par de veces por
semana, inclusive los mircoles cuando finalizaba el trabajo al medioda. Por primera vez
en su vida el veterano vendedor estaba en grande y en la Multimixer tena un producto
con el cual se poda jubilar.
Esa felicidad no le dur mucho. A principios de los aos 50, las ventas anuales
cayeron a 2000 unidades y se vio obligado a restringir su personal a un vendedor, su
secretaria, y un oficinista. A todos los representantes de ventas los despidi. Lo que haba
parecido una slida oportunidad dos aos antes se estaba desintegrando a ojos vistas.
Al trasladarse a los suburbios, estas dos cadenas comprendieron que all la venta al
por menor requera un estilo distinto. Las reas residenciales se haban planeado en escala
mucho mayor con casitas individuales, y las propiedades comerciales estaban ms
centralizadas a lo largo de vas de mucho movimiento. En los suburbios, las vas eran
mucho mejores que en la ciudad. Los residentes no tenan inconveniente en viajar en su
automvil cuatro o cinco kilmetros para ir a hacer una compra que los que vivan en la
ciudad hacan a pie. Las tiendas de vecindario eran reemplazadas por los centros
comerciales. Los nuevos puestos de helados con patios de estacionamiento para 15 o
ms automviles y ventanillas de servicio rpido deban atender a una clientela
suburbana motorizada. Esto le indic claramente a Kroc que cuando las operaciones de
servicio de comidas se trasladaran a los suburbios tambin tendran que estructurarse
segn el modelo de servicio al automvil adoptado por Dairy Queen y Tastee Freeze.
Kroc tambin se dio cuenta de que el drive-in McDonald's de San Bernardino tena
muchos imitadores porque reciba llamadas de nuevos operadores que le pedan la misma
Multimixer que los hermanos McDonalds empleaban. Posiblemente sin proponrselo,
stos se haban convertido en los mejores propagandistas de la Multimixer, y Kroc quera
saber por qu. Lo supo cuando visit ei establecimiento de San Bernardino. All vio el
potencial de la nueva modalidad de comidas rpidas ms claramente an que los mismos
hermanos McDonalds. Kroc tena experiencia de primera mano con las fluctuaciones del
mercado que haban creado una enorme oportunidad para el nuevo servicio de comidas
adaptado a las necesidades de las familias suburbanas que andan en automvil. Las
mismas tendencias que haban creado esa oportunidad estaban acabando con las fuentes
de soda y con el negocio de las mezcladoras.
Por sus negociaciones con los drive-ins que tenan muchachas a su servicio, Kroc
saba que tenan un problema mucho ms grave que se. Tenan mala reputacin. En
muchos de ellos, si las chicas no estaban enamorando a los cocineros estaban enamorando
a los clientes. Kroc comprendi que por problemas de esta ndole los drive-ins
convencionales no estaban atrayendo al principal mercado de los suburbios: las familias
jvenes que eran las que ms contribuan a la proliferacin de nacimientos en la
postguerra. Saba que las cadenas de servicios de helados y gaseosas estaban
aprovechando ese mercado, pero con una lnea de productos muy limitada. Por debilidad
del sistema de concesiones y por limitacin de sus instalaciones, la mayor parte de estos
operadores se dedicaban nicamente al negocio de helados de las fuentes de soda de los
drugstores y no tocaban el importante segmento de comidas rpidas.
Por eso cuando Kroc vio el primer McDonald's comprendi que llenaba un gran
vaco. Un McDonald's se poda abrir con slo US $75 000, incluyendo terreno y edificio, lo
cual haca que fuera perfecto para el sistema de concesionarios. Sin chicas de servicio, se
poda enfocar directamente el mercado de las familias que los hermanos McDonalds
haban capturado. Y venda ms malteadas que cuantas jams so batir ningn operador
de fuente de soda.
Ya encontraron un agente?
Al da siguiente, Kroc tom un avin para regresar a la costa del Pacfico, esta vez
para negociar con los hermanos un contrato que le dara el derecho exclusivo de nombrar
concesionarios del sistema McDonald's en todo el pas. A Dick y a Mac les complaca tener
al frente de este negocio a un hombre de la experiencia de Kroc; sin embargo, insistieron
en fijar todas las condiciones, la ms importante de las cuales era la relativa al precio de las
concesiones. "No les cobre usted mucho a los concesionarios", le aconsej Dick. Lo cierto es
que las condiciones que los hermanos exigieron ponan a Kroc en el caso de vender los
derechos ms econmicos y menos rentables en el negocio de servicio de comidas.
Los hermanos mantuvieron el precio de cada concesin en US $950 y exigieron que Kroc le
cobrara a cada concesionario un honorario de servicio de slo 1.9 por ciento de la venta del
restaurante. De esto, la compaa de Kroc retendra para s nicamente el 1.4 por ciento
para cubrir los costos de prestarle servicios al establecimiento, y el resto 0.5 por ciento
ira a los hermanos McDonalds por el uso de su nombre y sistema de comida rpida.
Si Kroc hubiera tenido ms orientacin financiera tal vez habra visto que el trato
era muy inequitativo; y si los hermanos McDonalds hubieran comprendido que conceder
derechos de explotacin es ms que vender un nombre y dar un simple manual de
instrucciones, se habran dado cuenta de que Kroc no poda de ninguna manera prestarles
un servicio adecuado a los concesionarios y, al mismo tiempo, realizar utilidades. Que l
aceptara el trato es la mejor prueba de su desesperacin. Despus comentaba: "Lo acept
porque el negocio de Multimixer andaba muy mal y yo tena que meterme en algo que
tuviera porvenir".
Esto era natural para un vendedor que encontraba mayor satisfaccin en vender un
producto existente que en inventar uno nuevo. Sin embargo, muchos otros de los que se
aventuraron en el negocio de las comidas rpidas no procedieron as. Por el contrario, casi
todos los que precedieron a Kroc, despus de visitar a los hermanos McDonalds en San
Bernardino copiaron nicamente lo que les pareca esencial y modificaron todo lo dems
para crear un sistema que esperaban sera superior y que llevara su propio nombre. En la
prctica, no captaron todo lo que era esencial, y sus operaciones no llegaron a ser tan
buenas ni tan rentables. Este error se repiti con frecuencia en el negocio de las comidas
rpidas, y los mayores culpables fueron los ms experimentados operadores de servicio de
comidas que entraron tarde en el nuevo mercado y que estaban convencidos de que ellos
saban ms que los pioneros iniciadores de las comidas rpidas.
Tal vez por el mismo hecho de ser slo un vendedor y no un operador veterano de
servicio de comidas, Kroc no cay en esa trampa. Hubiera podido simplemente copiar el
concepto de los McDonalds como lo copiaron los dems y haber concedido derechos
sobre su propia versin sin darles a ellos la participacin del 0.5 por ciento de los ingresos
brutos. Algunos creen que no procedi as porque necesitaba un nombre ms popular que
"Kroc's", pero esta explicacin es superficial. El mismo dio una ms completa hace unos
diez aos, en una clase de administracin en Dartmouth College, cuando le preguntaron
por qu se haba dedicado a negociar el sistema McDonald's en lugar de "robrselo".
Contest que si hubiera procedido as, "habra pagado una gran cantidad en una forma
intangible para aprender todos los errores que los hermanos McDonalds haban cometido
aos antes", y agreg: "Yo no quera pasar por todos esos errores. Cuando una cosa
funciona y est probada ya lleva uno una gran ventaja".
Sin embargo, cuando se trat de negociar los derechos de explotacin del sistema
McDonald's, lleg a la conclusin de que los mtodos que haban usado otros
incluyendo los hermanos mismos no eran adecuados. Estaba convencido de que se
necesitaba un mtodo enteramente nuevo. Esto tambin fue producto de su experiencia
como vendedor de equipos. Las lecciones ms decisivas de sus aos de vender
Multimixers fueron probablemente las que aprendi observando las incontables
dificultades que se les presentaban a los primeros otorgantes de concesiones, muchos de
los cuales, como Dairy Queen y Tastee Freeze, eran sus clientes. Observ con fascinacin
los procedimientos de estas entidades, y lo que ms le fascin fue ver cmo haban
adoptado para su negocio ese concepto de ganar dinero a corto plazo y fcilmente
cargando tanto los dados a su propio favor y en contra de sus socios los concesionarios.
Sobre esto, el punto de vista de Kroc era esencialmente el mismo que sobre la venta
de equipos: que su xito dependa de encontrar la manera de que sus clientes tuvieran
xito con su producto. Por sencilla que parezca, sta era una idea revolucionaria en ese
momento y en ese tipo de negocio, y su concepto de un trato equitativo y equilibrado con
los concesionarios es sin disputa su ms importante legado.
En todas las dems negociaciones, los que otorgaban las licencias realizaban sus
utilidades antes que el concesionario, ya fuera vendiendo derechos territoriales a
inversionistas por fuertes sumas pagadas de antemano, o suministrndoles alimentos,
papel y equipo a precios bastante ms altos de los que hubieran tenido que pagar en el
mercado abierto. En el plan de Kroc, por el contrario, todo tenda a fomentar el xito de los
concesionarios primero, y sobre esa base prosperara McDonald's. El comprenda
instintivamente que realizar una ganancia fcil a expensas de sus concesionarios no
producira nada perdurable. El propsito mercantil de McDonald's era satisfacer al
consumidor; pero, como veterano vendedor, Kroc saba que su propsito tambin deba ser
servir a sus concesionarios con toda lealtad. Tambin ellos eran sus clientes, y si fracasaban
l fracasaba.
Pero, por lo menos, Kroc dominaba el arte de vender, uno de cuyos componentes
ms importantes es el don natural de la comunicacin. El era un conversador fcil y
ameno, y cuando se paraba ante un micrfono era un mago. El presidente de la junta
directiva de McDonald's, Fred Turner, recuerda su capacidad para pronunciar sin el menor
esfuerzo un discurso estimulante. "Ray era el mejor improvisador que yo haba odo en mi
vida. Cuando se presentaba a hablar ante el pblico slo llevaba en la mano un papelito en
que haba escrito tres palabras. Hablaba durante diez minutos, consultaba su apunte para
pescar una palabra, y continuaba hablando sobre otro tema".
Cuando echaba mano deesas destrezas en una presentacin personal, poda vender
casi cualquier cosa, hasta una idea tan poco probada como la comida rpida. Su arenga
vendedora cautivaba la atencin de quienes la escuchaban. Eran pocos los que no
quedaban convencidos. "Cuando Ray hablaba sobre McDonald's", observa Turner,
"conmova a la gente. Era humano, clido, tena buen sentido del humor pero siempre
llegaba a las cuestiones de fondo. Tena sus puntos de apoyo, como la calidad y la
limpieza, pero stos los humanizaba, los personalizaba. La calidad no era una cosa
subjetiva; era real. Cuando hablaba del panecillo y cmo se tuesta, uno vea el panecillo, y
cuando l acababa de hablar ya uno estaba con hambre".
Kroc tena que presentar sus argumentos ante cuatro auditorios fundamentales: sus
proveedores en perspectiva, sus jvenes gerentes, los primeros prestamistas de su
compaa, y sus concesionarios. Al fin cre la cadena McDonald's convenciendo a los
cuatro grupos de que unieran a l su suerte y corrieran los mismos riesgos de la nueva
idea. Aun cuando es cierto que tena un modelo de comidas rpidas mejor que el corriente
y un plan muy atractivo de derechos de explotacin, su xito en persuadir a estos cuatro
auditorios se debi ms a la manera como venda su sistema que al sistema mismo.
Kroc esperaba la misma relacin abierta con sus proveedores. Sus costos y precios
deban revelarse con toda franqueza para que los concesionarios supieran que su
compaa no se estaba beneficiando con comisiones confidenciales. Para l la honradez
completa era esencial al vender una cosa tan nebulosa como una concesin. "Cuando se
vende una cosa as, cualquiera puede decir que uno es un timador. Pero si lo creen
honrado, eso es otra cosa. Yo creo que mis concesionarios consideraban que mi trato con
ellos era perfectamente leal".
Aun cuando haba cumplido los 52 aos de edad pocos meses antes de fundar el
sistema McDonald's, todava le faltaba madurar. Tena la energa de un hombre de 30 aos.
Don Conley, su primer gerente para la concesin de derechos, recuerda que ambos salan
de la oficina faltando cinco para las seis, apenas con el tiempo necesario para ir a toda
carrera a la estacin y alcanzar a abordar el tren de las seis. Subiendo al tren, Conley nunca
entenda por qu l, hombre veinte aos menor que su jefe, llegaba jadeante y aqul no.
Aun cuando ya estaba en la edad en que la mayor parte de los realizadores piensan
en saborear sus triunfos, Kroc estaba dispuesto a invertir sus inagotables energas en un
nuevo proyecto. Saba que estara totalmente ocupado en un negocio nuevo, trabajando
otra vez setenta horas a la semana como en su juventud. Eso significaba reducir otras
actividades, tales como el golf. (Despus confesaba que McDonald's le agreg diez golpes
a su handicap.) Tambin saba que tendra que hacer un considerable sacrificio financiero
en una poca de su vida en que todos empiezan a pensar en la seguridad econmica. No se
iniciaba con McDonald's como un hombre rico. Sus ingresos provenientes de la Multimixer
se haban reducido a la mitad, o sea US $12 000 al ao. De ese ingreso vivira durante los
ochos aos siguientes sin retirar ni un dlar de McDonald's hasta 1961. Temporalmente
prescindi de superfluidades, como pertenecer al Club Campestre, y empez a demorar
los pagos de la casa hasta el ltimo da posible. Aument su endeudamiento provisional
con el banco y hasta tom dinero prestado sobre su pliza de seguro de vida para ayudar a
pagar los sueldos de algunos de sus nuevos empleados.
Lo que lo motivaba ms que otra cosa era la certeza de haber encontrado al fin la
idea que poda ser el fundamento de la gran empresa que siempre haba aspirado a
construir desde que dej la seguridad de la Lily-Tulip a finales del decenio de los 30. Ya en
1954, a la edad de 52 aos, Ray Kroc segua buscando algo mgico, algo que le permitiera
sacar partido de sus tres decenios de experiencia en ventas. Estaba convencido de que en
McDonald's tena la oportunidad de ventas para la cual estaba preparado. Tambin saba
que tal oportunidad no se le volvera a presentar. "Prcticamente era para m cuestin de
vida o muerte", manifest. "Si perda con McDonald's, no tendra a dnde ir".
Captulo 3
La carrera de las concesiones
Algunas empresas triunfan porque sus gestores abren nuevos caminos. Apple
Computer capt una importante participacin del mercado de computadores
introduciendo el primer computador personal. Federal Express es lder en la entrega de
paquetes de un da para otro porque fue la primera que concibi un mercado masivo para
tal servicio. Xerox domina en el campo de equipo de oficinas porque comercializ la
xerografa. Como McDonald's goza de una posicin dominante en comida rpida, es
comprensible que generalmente la consideren creadora de las concesiones en ese campo y
hasta la inventora de todas las concesiones. No fue ni lo uno ni lo otro.
Hoy la nica fama que le queda a A&W es haber dado origen a otros negocios. En
1927, J. Willard Marriott obtuvo la concesin de A&W para Washington, D.C. En el
trmino de un ao transform sus puestos de A&W Root Beer en Hot Shoppe's, una
cadena local de restaurantes especializada en emparedados con salsa picante. La Marriott
Corporation, como es sabido, lleg a ser despus la cadena hotelera ms grande del pas.
Este fcil enriquecimiento tena que atraer a otros concesionarios. Las operaciones
de servicio de comidas al automvil parecan hechas ex profeso para ello porque se
basaban en una carta fija y procedimientos operativos relativamente fciles de aprender
para un novicio. Y como eran una cosa tan distinta de los restaurantes comunes y
corrientes, atraan a una gran variedad de inversionistas de fuera de la industria
alimentaria. Los drive-ins como los de Dairy Queen eran especialmente atractivos para
inversionistas con poco capital, inclusive millares de soldados desmovilizados despus de
la segunda guerra mundial que queran recuperar el tiempo perdido.
Dairy Queen y Big Boy estaban en los dos extremos de las concesiones de servicio
de comidas. Un puesto de Dairy Queen se basaba en un solo producto, no costaba ms de
US$30000, y se cerraba durante el invierno. En cambio Wian otorgaba concesiones para
restaurantes de servicio completo, que permanecan abiertos todo el ao, y cada
restaurante exiga una inversin de capital de US $250 000, por lo menos. En los primeros
aos del decenio de los 50 era obvio que entre los dos exista un gran vaco.
En efecto, cuando Kroc hizo su trato con los hermanos McDonalds en 1954, ese
vaco ya se estaba llenando. A. L. Tunick, entre otros, haba dado dos aos antes el primer
paso ms all de los puestos de helados. Descubri al inventor de una cocina de petrleo
en que se poda frer pollo a presin en la tercera parte del tiempo que se requera con los
aparatos corrientes de freidura rpida. Entonces resolvi financiar la produccin de la
cocina y organizar un sistema de concesiones en que les exigira a los concesionarios
comprar la cocina. Esa fue la cadena Chicken Delight que vendi en 1964 cuando ya tena
varios centenares de restaurantes.
Pero la cadena ms grande de pollo frito tuvo su gnesis en 1952, ao en que Haran
Sanders, dueo de un motel restaurante en Kentucky, conoci a Pete Harmon, que tena un
restaurante de hamburguesas en Salt Lake City. Se hicieron amigos, y estando de visita
Sanders en casa de Harmon, ste le dijo que estaba buscando una especialidad para
agregarle a su men de hamburguesas. Sanders le contest: "Esta noche yo te voy a
preparar la cena".
Y esa noche la cena fue el mejor pollo frito que Harmon haba probado en su vida.
El secreto era una combinacin de 11 hierbas y especias, que Harmon obtuvo de su amigo,
y a la vuelta de pocos das le agreg el pollo a su men. Tambin pint un letrero que puso
sobre su restaurante, que deca: KENTUCKY FRIED CHICKEN. Cuando Sanders volvi a
pasar por Salt Lake City encontr que su pollo era el rengln ms apetecido en el
restaurante de Harmon, y representaba el 50 por ciento de sus ventas. En efecto, durante
su primer ao con Kentucky Fried Chicken las ventas del restaurante se triplicaron y
llegaron a US $450 000; y cuando Harmon abri un nuevo restaurante en 1952, invit a
Sanders a la gran inauguracin y lo present como el coronel de Kentucky.
Aunque 1954 fue un ao mgico para Kroc y para Sanders, ellos no estaban solos en
el negocio de comidas rpidas. Ese mismo ao Dave Edgerton obtuvo la concesin para
Miami de un sistema basado en un nuevo asador automtico, y se asoci con Jim
McLamore, administrador de un restaurante en esa ciudad.
No fueron McDonald's y Henry's las nicas cadenas que se formaron en los aos 50
con el nimo de transplantar al Oeste Medio el concepto de comidas rpidas que haba
inundado a California. Hubo por lo menos otras tres cadenas basadas en Illinois: Golden
Point de Chicago, que empez con mucho despliegue pero de la cual no se volvi a or
despus de los primeros aos 60; Sandy's de Peora; y Carol's, fundada en Chicago, que
alcanz a abrir unas doscientas unidades y desapareci en los ltimos aos del decenio de
los 60.
De modo, pues, que cuando Ray Kroc abri su establecimiento en Des Plaines el 15
de abril de 1955, no era el precursor de las comidas rpidas. Por el contrario, parece que
todo el mundo haba descubierto de pronto la oportunidad que l haba visto. Casi los
nicos que no hicieron caso del nuevo mercado fueron los que parecan ms que lgicos
candidatos para entrar en l: las cadenas de restaurantes comunes y corrientes de precio
medio. Tal vez ello se debi a que las comidas rpidas se separaban tan radicalmente de las
tradiciones de servicio de comidas, que no podan entusiasmarlos. Cualquiera fuera la
razn, el desarrollo ms significativo en servicio de comidas de este siglo no atrajo a los
ms grandes operadores de restaurantes de su poca, y especialmente a los dos que
estaban orientados a un mercado mvil: Fred Harvey, que manejaba una cadena de
restaurantes de precio mediano en las estaciones de tren y autobs, y Howard Johnson,
cuyos centenares de restaurantes a la vera de las carreteras podan considerarse
precursores del sistema de concesiones en este negocio.
Si Ray Kroc no era el nico cuando entr en el mercado de comidas rpidas en 1955,
s estaba por lo menos armado con un concepto nico. Pese a lo que ha imaginado la gente,
Kroc no invent la hamburguesa de 15 centavos, ni el drive-in de autoservicio, ni el sistema
de preparacin de comidas rpidas. Lo que s invent fue un sistema nico de concesin
de derechos de explotacin, que coloc a McDonald's en un lugar aparte de todos los
dems concesionistas del ramo.
Durante los primeros aos sostuvo con los hermanos McDonalds, que tambin
estaban apasionados por la calidad, un intercambio epistolar por medio de cintas
grabadas. El tema dominante en estas comunicaciones electrnicas era la
autodestructibilidad inherente a los "latrocinios" (as los llamaba Kroc), que constituan el
grueso de la competencia en el negocio de hamburguesas de 15 centavos. Y fue proftico
cuando pronostic lo que iba a suceder en esta industria: cmo la facilidad de emprender
en ella atraera a centenares de compaas que sucumbiran por no poder resistir los
requisitos brutalmente duros de su operacin. "Este va a ser probablemente uno de los
negocios ms competidos en los Estados Unidos", les dijo a los hermanos McDonalds en
una grabacin hecha en 1958, "y nosotros tenemos la nica actitud realmente slida en l.
Los dems morirn como moscas. Son picaros. Slo buscan el dinero fcil. Ser una
cuestin de supervivencia de los ms aptos, y nosotros encabezaremos la lista de los ms
aptos. Yo s que nosotros tenemos la nica concesin limpia y honrada".
Aun en los casos en que los concesionistas procedan con honradez, las concesiones
territoriales solan encontrar serios problemas. Fuera de las defecciones que sufri Dairy
Queen, a sta le fue sumamente difcil con su sistema ejercer control central sobre el
desarrollo de la cadena. Los grandes concesionarios, que haban hecho fuertes inversiones
de dinero en sus operaciones locales, desarrollaban sus territorios como ms les convena.
En consecuencia, Dairy Queen operaba de diferente manera en distintas partes del pas.
Algunos establecimientos servan comida, otros no. Hasta ofrecan conos de distintos
tamaos y diferentes tipos de sundae. Con poca supervisin centralizada, la calidad de las
operaciones locales variaba segn la regin del pas, y mientras que algunos ofrecan
productos y servicio de buena calidad, otros, segn dice Axene, engaaban echndoles
agua a la mezcla lctea y a los batidos.
A pesar de todo, las cadenas Dairy Queen y Tastee Freeze languidecieron por no
haber podido controlar a sus concesionarios de grandes territorios, y por ese motivo
perdieron la dorada oportunidad de entrar en el floreciente negocio de comidas rpidas a
mediados del decenio de los aos 50. Tastee Freeze cay casi en el olvido un decenio
despus; aunque Dairy Queen hizo una mejor adaptacin al servicio de comidas, sin
embargo perdi la posicin dominante que una vez ocup entre los otorgadores de
concesiones.
Axene reconoce hoy que si fuera a empezar otra vez, seguira el mtodo de Kroc, de
ir poco a poco, prestndole ms atencin al control de calidad y renunciando a las fciles
ganancias de vender derechos para grandes territorios.
Kroc logr pronto mayor control sobre sus concesionarios vendiendo, una por una,
concesiones para explotar un solo restaurante. Aunque al principio s se concedieron
derechos para reas metropolitanas como Washington, D. C., Cincinnati y Pittsburgh,
pronto Kroc empez a reducir el rea de cada concesin a un radio de no ms de dos o tres
kilmetros, y en 1969 a la calle del restaurante. Incluso en sus primeros contratos
territoriales no venda los derechos sino que los ceda gratuitamente; pero esos contratos
no autorizaban al concesionario a construir en su territorio cuantos restaurantes quisiera:
solamente le daban el derecho de obtener concesiones adicionales en el caso de que
McDonald's resolviera abrir otros restaurantes en su territorio. Poda oponerse a que
McDonald's le otorgara una concesin a una persona distinta en ese territorio, pero no
poda exigir para s mismo nuevos establecimientos.
Bien saba, desde luego, que su compaa podra haberse iniciado con un piso
financiero ms slido si hubiera vendido grandes territorios por sumas considerables
pagadas al contado; pero tambin saba que los inversionistas que las pagaran exigiran
algo en cambio, esto es, la seguridad de que podran escoger la localizacin, construir sus
propios restaurantes y administrarlos sin mucha intervencin de Kroc. Este, gracias a su
experiencia como vendedor de Multimixers a las cadenas como Dairy Queen, haba visto
el desorden que se produce cuando no hay control central. Por encima de todo, quera
uniformidad en McDonald's, marca que deba representar un mismo producto de calidad
y un mismo servicio rpido en todo el pas.
Los concesionistas tienen que disponer de alguna manera de generar ingresos, pero
venderles productos a los concesionarios puede dar la sensacin real o imaginaria de
un conflicto de intereses entre ambas partes. En efecto, ha dado origen a litigios muy
desagradables. Chicken Delight, por ejemplo, tuvo que liquidarse poco despus de haber
perdido un pleito que, bajo la legislacin que prohibe los monopolios, le entablaron sus
concesionarios, a quienes pretenda obligar a comprar nicamente las ollas que ella
fabricaba para cocer pollos.
Parece que ste fue el caso de Burger Chef, que durante algn tiempo, en el decenio
de los 60, fue el ms temible competidor de McDonald's. Su casa matriz, General
Equipment, fabricaba casi todo el equipo, por valor de US 125 000, que requera cada uno
de los restaurantes de su cadena. Burger Chef se organiz un par de aos despus de
McDonald's, le copi la hamburguesa de 15 centavos, y creci rpidamente con el apoyo
financiero de General Equipment, hasta tener casi mil restaurantes, es decir, poco menos
que McDonald's, en 1968, cuando la compr General Foods. Pero luego Burger Chef tuvo
una cada espectacular. En los primeros aos del decenio de los 70, le estaba ocasionando
prdidas cuantiosas a General Foods, y la vertiginosa expansin de la cadena se
interrumpi bruscamente. Despus la vendieron otra vez, y aun cuando sigue
funcionando, ya no es un factor importante en la industria.
Afirmaba, igualmente, que la mejor olla para frer papas la fabricaba una compaa
de Chicago llamada Keating, que abasteca a McDonald's. Tambin la usaron al principio
los Burger Chefs, hasta que General Equipment sac su propia olla de frer, que en opinin
de Roshman era inferior. Cuando un productor de equipos se mete en el negocio de
comidas a fin de vender sus equipos, dice Roshman, "la cadena no tiende a comprar los
mejores productos sino los que ella misma produce, con el pretexto de que son tan buenos
como los dems".
Para McDonald's, por el contrario, las ventas que hicieran los restaurantes eran de
capital importancia porque Kroc otorgaba una concesin nicamente para un solo
establecimiento, e inicialmente cobraba apenas US$950 como derechos. McDonald's
obtena la mayor parte de su dinero del 1.9 por ciento sobre las ventas que hacan los
restaurantes, que cobraba como derechos por servicios. No haba utilidades por venta de
territorios ni de equipos, excepcin hecha de las que obtena
Prince Castle por la venta de Multimixers, que era pequea. "Nuestro mtodo de
obtener ingresos dependa casi en su totalidad del volumen de ventas del restaurante
autorizado", explica Turner. "Por eso nuestros intereses econmicos no estaban en conflicto
con los del concesionario sino que eran compatibles con ellos".
Tan firmemente rechazaba los descuentos que los proveedores les hacan a los
concesionistas sobre los comestibles que stos les vendan a sus concesionarios, que ni
siquiera admita obsequios inocentes de los proveedores de McDonald's. Harry Smargon,
que haba fundado en 1952 una compaa de mantequilla en Chicago, empez a recibir
pedidos telefnicos de Kroc, a quien otro vendedor le haba recomendado esa mantequilla.
Corra el ao de 1956, Kroc acababa de fundar a McDonald's y no tena ms que tres
restaurantes en el rea de Chicago; sin embargo, sus pedidos, que eran de 500 libras cada
uno, le parecan grandes a Smargon, quien despus de recibir varios pedidos no
solicitados resolvi ir a conocer a su nuevo favorecedor. Pensaba que tal vez McDonald's
esperara de l algn favor, y as le dijo a Kroc:
Esto no me haba pasado nunca... que un cliente me llame por telfono para
hacerme pedidos y ms pedidos sin esperar nada en cambio. Qu es lo que usted quiere?
Al fin de cuentas, el genio de Ray Kroc consisti en que trat a sus concesionarios
como socios y como sus iguales. No fue el nico, ni mucho menos, que viera el incalculable
potencial de los restaurantes de comidas rpidas; pero tena lo que los dems no tenan:
concesionarios que trabajaban del lado suyo. Como l y su empresa trabajaban por los
intereses del sistema, perfectamente podan inspirar a los concesionarios para que obraran
con igual criterio. Lo que a la larga separ a McDonald's del resto de la manada fue la
habilidad de Kroc para organizar los esfuerzos de centenares de empresarios los
concesionarios de McDonald's para que trabajaran no slo por su propio inters egosta
sino por los intereses de McDonald's. Para Kroc todos estos intereses eran una misma cosa.
Captulo 4
El propietario-administrador
Es natural que McDonald's sea de las primeras. Nunca se ha apartado del negocio
que conoce, y ha llevado a cabo ese negocio con un conjunto de principios inconmovibles
sobre la concesin de licencias de explotacin y un compromiso inquebrantable en cuanto
a la calidad, el servicio y el aseo, que han producido una cadena de restaurantes bien
conocidos por la uniformidad que guardan entre s.
Esa mentalidad de ensayar y aprender de los errores arranca de cuando Ray Kroc
buscaba sus primeros concesionarios. Sus principios eran impecables, y no estaban sujetos
a compromisos, pero cuando quiso ponerlos por obra, a mediados del decenio de los 50,
no poda hacer milagros. En realidad, Kroc aprendi principalmente cometiendo errores, y
las primeras lecciones fueron acerca de la localizacin.
Pero el cambio de rumbo trajo nuevos problemas. En efecto, Kroc se encontr frente
a un rival capaz de administrarle el golpe de gracia a su plan revisado de licencias. A
diferencia de anteriores competidores, ste posea una cosa que Kroc crea tener
exclusivamente: una concesin de McDonald's para la zona. Este rival era la Frejlich Ice
Cream Company, que haba obtenido su concesin de los hermanos McDonalds poco antes
de que Kroc firmara contrato con ellos. Los Frejlich haban pagado US$10000 por el
derecho de construir cuatro restaurantes en Cook County, localidad de Chicago, donde se
celebraba siempre la convencin de la Asociacin Nacional de Restaurantes, y sede de
Prince Castle Sales y de su fundador Ray Kroc. All ste se haba preparado durante treinta
aos para la oportunidad que le ofreca McDonald's, y all tena sus mejores conexiones.
Chicago era la ciudad obvia, y tal vez la nica para establecer la McDonald's System, Inc.
Tambin era all donde l quera tener su restaurante McDonald's modelo, lo cual le era
imposible en virtud del derecho de Frejlich.
Por fortuna para Kroc, los hermanos Frejlichs no tenan tanto inters en abrir
restaurantes McDonald's como en ganarse rpidamente una bonita suma vendiendo los
derechos que acababan de adquirir. Kroc les ofreci compra, y ellos convinieron en
traspasarle sus derechos por la suma, ligeramente inflada, de US$25000. Kroc sin vacilar
gir el cheque. "Esperen un par de das antes de cobrarlo", les dijo a los Frejlichs, "porque
no s de dnde voy a sacar el dinero".
Superado el asunto Frejlich, el McDonald's de Kroc en Des Plaines estaba listo para
abrirse el 15 de abril de 1955. Como estaba destinado a atraer posibles concesionarios, lo
mismo que clientes, Kroc personalmente atendi a que fuera un modelo. Lo vigilaba como
una mam gallina. Todas las maanas a las siete dejaba su automvil en el estacionamiento
del restaurante y entraba para verificar con el administrador los preparativos para la
jornada. Despus se diriga a pie a la cercana estacin del ferrocarril, donde tomaba el tren
que lo llevaba al Loop, el centro comercial de Chicago donde tena su oficina. Por las
noches recorra la misma trayectoria en sentido contrario. Fred Turner, que empez su
carrera como parrillero en Des Plaines y es hoy presidente de la junta directiva de
McDonald's, lo recuerda recorriendo las tres cuadras de la estacin al restaurante: "Todas
las noches lo vea uno venir bajando la calle, andando por el borde de la acera y
recogiendo cuanto papel y vasito McDonald's encontraba. Llegaba con las manos llenas.
Era el recolector callejero de basuras del restaurante".
Pero a pesar de que Kroc mantena su restaurante en condiciones tan atractivas, las
concesiones que ofreca no llamaban la atencin de los inversionistas que l buscaba. El
problema era que los drive-ins conocidos en el Oeste Medio eran, tpicamente, puestos de
hamburguesas y salchichas de bajo presupuesto y de un solo propietario, que permanecan
cerrados cinco meses del ao. No se consideraban una inversin seria, y ninguna unidad
McDonald's por s sola, as fuera la ms resplandeciente, poda modificar de la noche a la
maana ese prejuicio regional. Kroc reaccion modificando una vez ms su plan de
concesin de derechos. Volvi los ojos a sus amigos, principalmente a sus compaeros
golfistas del Club Campestre Rolling Green, institucin patrocinada por la clase media y
que, por tanto, careca del estiramiento caracterstico de los clubs privados de los
suburbios ms elegantes de Chicago.
All los amigos de Kroc eran sus iguales en el mundo de los negocios, hombres
independientes, dueos de compaas pequeas o medianas. No se rozaba con banqueros
ni altos ejecutivos de las grandes sociedades annimas. En conjunto, los socios del Rolling
Green representaban una gran variedad de ocupaciones, todas ajenas al servicio de
comidas. Contbanse entre ellos Art Jacobs, constructor de casas; Jerry Olson, agente de
automviles; y Tony Weissmuller, dueo de un negocio de calefaccin y ventilacin. Estos
tres formaban con Ray un cuarteto permanente para el juego de golf. Tambin figuraban
entre los compaeros de Kroc el presidente del club, Bill Paley, propietario de un
cementerio; los hermanos Taubensee, Tom y Jack, dueos de un negocio de acero; Phil y
Vern Vineyard, contadores; Chris Oberheide, que tena una compaa distribuidora de
carbn; Bill Godfrey, gerente de ventas de Kelvinator; Don Coffey, cuya empresa produca
tornos roscadores; Joe Sweeney, gerente de ventas de Skil Tools; y Dick Picchietti,
contratista de enlucidos. Otro socio era Bob Dondanville, representante de anuncios de la
revista Ladies Home Journal, ocupacin demasiado seria para su natural franco y alegre.
De los socios del club era el ms independiente en su modo de pensar, y tal vez el mejor
amigo de Kroc. Cuando ste abri su restaurante en Des Plaines en 1955, lo nico que estos
amigos realmente tenan en comn era ser socios del Rolling Green. En 1958 eran
miembros de otro club: todos eran nuevos concesionarios de McDonald's.
Pronto se dio cuenta de que aunque McDonald's no fuera una mina de oro para el
concesionista, s poda ser un negocio lucrativo para el concesionario. Bastaban para
probarlo las cifras de Kroc relativas a su propio restaurante. Si el establecimiento mova US
1200 000 alao y esas fueron las ventas de la unidad de Des Plaines en su segundo ao
poda dejar una utilidad del 20 por ciento antes de impuestos, o sea US$40000 para el
empresario. Y esta utilidad se ganaba sobre una fraccin de la inversin necesaria para un
drive-in con muchachas. Para operaciones de este tipo, generalmente se necesitaba una
inversin de capital de US $250 000 para arriba, mientras que para los primeros
McDonald's (incluyendo terreno, edificio y equipo) bastaban US$80000. Si el concesionario
encontraba un propietario que le arrendara el terreno y un banco que le concediera un
prstamo hipotecario sobre el edificio, su inversin no pasara de unos US $30 000 que se
necesitaban para el equipo, la muestra y las existencias iniciales, y aun esa suma poda
obtenerse a crdito.
Por ejemplo, Weissmuller no invirti ms que US $17 000 de su propio dinero para
ser dueo de su primer restaurante McDonald's, que tena el potencial de ganar el doble
de esa cantidad el primer ao. Y otros hubo que pusieron mucho menos en efectivo...
algunos slo US $5 000. Cuando se generaliz en el Club Campestre de Rolling Green el
conocimiento de lo que produca uno de aquellos puestos de hamburguesas McDonald's,
ya Kroc no tuvo que preocuparse por convencer a nadie. Sus amigos venan a solicitarle los
derechos.
Durante los tres primeros aos, Kroc encontr entre los socios del Rolling Green
como la mitad de sus concesionarios. El club le dio una enorme base inicial a la cadena;
pero infortunadamente no era una base slida. Se puede decir que, con pocas excepciones,
el grupo del Rolling Green constituy para McDonald's la peor coleccin de
administradores en los treinta aos de historia de la cadena. Salvo uno, todos ellos eran
hombres que vivan de otros negocios y slo vean en McDonald's una fuente secundaria
de ingresos. Arriesgaban parte de sus economas pero no comprometan la fuente misma
de su subsistencia. Desde el principio Kroc presinti que un concesionario de McDonald's
deba ser un administrador de tiempo completo, y as se lo dijo a sus amigos. "Ray estaba
totalmente en contra del control remoto", recuerda Weissmuller. "Le pareca que el xito
del negocio sera mucho mayor si el que inverta trabajaba en l".
Los problemas con los socios del Rolling Green que compraron concesiones fueron
muchos, pero casi todos acabaron por poner furioso a Kroc porque no cumplan sus
exigencias de uniformidad de operacin y limpieza en los restaurantes. El que ms pecaba,
por lo menos en lo que a la uniformidad concerna, era el mejor amigo de Kroc en el club,
Bob Dondanville.
Dos aos antes de que Kroc iniciara el sistema McDonald's, Dondanville haba
abierto en el sur de California un restaurante de hamburguesas llamado Choo Choo,
copiando una idea de un empresario de Chicago que haba utilizado un juego de trencitos
elctricos para llevar las hamburguesas desde la cocina hasta los compartimientos donde
se sentaban los comensales. Despus fue el primer concesionario contratado por Kroc,
pero desde el principio se vio claramente que su temperamento independiente lo haca
ms apto para presentaciones novedosas como la de los trencitos que para ceirse a un
rgimen de una cadena de comidas rpidas, sobre todo una cadena cuyo organizador
insista fieramente en la uniformidad.
Pero lo que ms irrit a Kroc fue que Dondanville subi el precio de las
hamburguesas de 15 a 18 centavos, justificndose con argumentos comerciales, pues su
establecimiento de Reseda, al igual que casi todas las primeras unidades McDonald's en
California, apenas daba para cubrir los gastos, y l estaba desesperado. "En casa comimos
hamburguesas durante veintisiete das seguidos", recuerda, "y yo ya estaba harto. Entonces
fue cuando resolv subir el precio".
Pero cuando perjudic irreparablemente sus relaciones con Kroc fue cuando abri
otro restaurante. A los concesionarios de McDonald's les est prohibido poseer puestos
parecidos de servicio de comidas, y el segundo restaurante de Dondanville, llamado
Hamburger King, era evidentemente una violacin de esta regla. No sorprender, pues,
que jams volviera a obtener una concesin McDonald's, pero no guarda rencor: "A m no
me gusta que me manden", reconoce, "pero Ray no poda tener rebeldes como yo
crendole problemas cuando estaba tratando de crear una imagen nacional. McDonald's
debe darle gracias a Dios de que yo le resultara tan inmanejable porque eso los hizo ms
cuidadosos en la eleccin de sus concesionarios".
La experiencia operativa con el grupo de Rolling Green fue un duro golpe para
Kroc y le cost casi todas sus valiosas amistades. Cuando la cadena McDonald's empez a
prosperar en los primeros aos 60, los socios del Rolling Green naturalmente creyeron que
ellos se iban a beneficiar por haber sido de los primeros concesionarios de McDonald's,
pero no fue as. De los dieciocho, slo cinco acabaron teniendo ms de un restaurante; y de
ellos, slo Phil y Vern Vineyard, los contadores, supieron aprovechar su temprana
asociacin con la cadena McDonald's y con el tiempo organizaron una operacin de
veintin restaurantes en la Florida. Esto fue para Kroc el ms claro indicio de que deba
permanecer inviolable su regla de otorgar las concesiones unidad por unidad y
nicamente a empresarios de primera.
Se senta traicionado por tantos amigos del club campestre, y aun aos despus le
costaba trabajo nombrarlos. A pesar de todo, reconoca que su experiencia con ellos le
haba enseado una leccin: "Eran todos individuos que tenan otros negocios, y tenan la
idea de que podan ser dueos de un McDonald's sin dedicarle tiempo", coment. "Eran
propietarios ausentistas a quienes slo les interesaba ganar dinero. Lo que vendan les
importaba un pepino".
Pero al mismo tiempo que estos amigos inversionistas le ocasionaban tan amargas
decepciones, surga otro grupo que le empezaba a despejar el horizonte. Descubiertos casi
accidentalmente, estos nuevos concesionarios dieron la pauta de lo que haba de ser el
administrador con quien Kroc edificara el sistema McDonald's. Ninguno era rico, ni
mucho menos. Algunos ni siquiera tenan un negocio de su propiedad. Ciertamente no
eran los grandes inversionistas a quienes buscaban casi todos los que otorgaban licencias
de explotacin para negocios de comidas rpidas, ni eran siquiera pequeos inversionistas
como los que Kroc haba encontrado en el Rolling Green. Estaban abandonando
actividades en otros campos y arriesgando en McDonald's todas sus economas y todo lo
que podan conseguir en prstamo de amigos y parientes. Dedicaban tanto tiempo a
trabajar en su restaurante, que ste se les convirti en un segundo hogar; y, si bien
anhelaban la independencia, no estaban por lo general preparados para emprender el
negocio enteramente por cuenta propia. McDonald's les ofreca un atractivo trmino
medio: les permita controlar su propio negocio y al mismo tiempo recibir el apoyo de un
sistema nacional siempre y cuando que cumplieran sus reglas bsicas. Eran empresarios de
una concesin una mezcla entre empresarios independientes y empleados de una
corporacin y su devocin a sus restaurantes dio resultados tales que hablar de una
concesin McDonald's lleg a ser como hablar de una mquina de hacer dinero.
Pero alguna haba de ser la primera boca, y sta fue la de Sanford Agate, o "Sandy",
prensista de Chicago, de 46 aos de edad, que soaba con independizarse y oy hablar de
McDonald's en 1955. Haba obtenido en una escuela nocturna diploma de optmetra, pero
el ejercicio de esta profesin por las noches y durante los fines de semana no le
proporcionaba un ingreso suficiente para permitirle abandonar su trabajo de prensista. Fue
entonces cuando su mujer, Betty, resolvi contribuir a reforzar el presupuesto familiar
dedicndose a vender biblias de puerta en puerta. Las biblias eran catlicas y los Agates
eran judos, y adems ella escogi un sector un poco curioso para ejercer su comercio: las
oficinas del Loop, es decir, el distrito financiero de Chicago.
No parecer esto una combinacin muy prometedora, pero les abri a los Agates las
puertas de un mundo nuevo. Una de las primeras visitas de Betty fue la que hizo al
nmero 221 de la Calle North LaSalle, donde Ray Kroc tena las oficinas centrales de sus
dos compaas, Prince Castle Sales Divisin y McDonald's System, Inc., en un espacio de
80 metros cuadrados. Era a principios de 1955 y Kroc no haba podido vender todava
ninguna concesin fuera de las de California. Cualquiera que entrara en su oficina, aun
cuando fuera una vendedora de biblias, tena que considerarse como una buena
posibilidad.
Ms tarde, ese mismo ao, le pagaron a Kroc los US $950 que peda por una
concesin, y Harry Sonneborn, a quien Kroc haba contratado para que ayudara a
encontrar dnde ubicar los McDonald's, les habl de un lugar que se ofreca en
arrendamiento en Waukegan, 80 kilmetros al norte de Chicago. No les gust ese local,
pero s la idea de establecerse en Waukegan que, al decir de Betty Agate, era, como San
Bernardino, "un pueblo de portaviandas". Su poblacin, preponderantemente de clase
obrera, era justamente la clientela que haba apoyado inicialmente a los McDonald's, y en
Waukegan, que por entonces tena 60 000 habitantes, slo haba un drive-in con puesto de
hamburguesas, y ste se cerraba durante el invierno. Los Agates tuvieron la suerte de
encontrar a un banquero dueo de un lote situado justamente enfrente del sitio donde se
iba a construir un centro comercial. El banquero, John O'Meara, persuadido por la labia de
Kroc, convino en construir en su lote un McDonald's y alquilrselo a los Agates por un
canon equivalente al 5 por ciento de sus ventas, hasta un mximo de US $1000 mensuales y
con un mnimo de US $500. Los Agates no tenan dinero para construir ellos mismos un
McDonald's, pero cuando O'Meara accedi a correr ese riesgo, no vacilaron en mudarse a
Waukegan.
O'Meara jams imagin que las ventas de tan pequeo establecimiento pudieran
pasar de US $20 000 mensuales, punto en el cual el porcentaje de arrendamiento llegara a
US $1 000; pero result que ese volumen de ventas se alcanz el primer mes, por lo cual
O'Meara llam a Kroc:
A este paso, pronto va a ser millonario mientras que yo seguir recibiendo una
miseria. Deben pagarme ms arrendamiento.
Con un criterio muy distinto del que animaba a los socios del Rolling Green, los
Agates se dedicaron a McDonald's con alma y vida. Sandy dej su oficio en la imprenta
para dedicarse a la cocina, y su mujer trabaj tras el mostrador, formando ellos el primero
de cientos de equipos de marido y mujer que administraran restaurantes de la cadena. El
depsito de garanta del arrendamiento, el pago de la concesin y los fuertes desembolsos
para los primeros contados sobre la muestra y el equipo, consumieron los US $25 000 que
haban economizado durante los ltimos veinte aos. Sabiendo cmo eran las cosas, Kroc
les fue informando poco a poco sobre todos los gastos que hay que hacer para abrir un
drive-in. Al fin, dos das antes de la apertura y cuando Agate ya haba gastado casi todo lo
que tena, le;record que necesitaba US $100 en efectivo para dar vueltas a los clientes.
Agate estall:
Usted no me ha dicho toda la verdad. Si yo hubiera sabido todo lo que tena que
hacer, no me habra metido en este negocio.
la registradora y le dio los otros US $50 a Betty para gastos de la casa dicindole:
"Estralos".
Por fortuna, el de Sandy Agate result una mina de oro, que sorprendi hasta al
optimista Kroc. Desde el primer da, las colas de clientes se extendan hasta la calle. Esa
maana el repartidor de Mary Ann, panadera que era el primer proveedor de panecillos
para McDonald's, le advirti a Agate que se le haba ido la mano en su pedido de 125
docenas. "Esta tarde cuando cierren se los tendrn que tirar ustedes a la cabeza", le dijo.
Pero a las cinco de la tarde se haban acabado los panecillos y Agate tuvo que llamar
urgentemente para que le mandaran ms. Al final de la jornada cont los ingresos: US 1450
en total. "Ya est usted del otro lado", le dijo Kroc.
En efecto, haba empezado a subir. Al da siguiente, que era viernes y las ventas de
hamburguesas deban disminuir por ser Waukegan un vecindario predominantemente
catlico, la cola le daba la vuelta al restaurante y se extenda por la calle adelante. Las
ventas llegaron a US $800, y se present el contratiempo de que las dos registradoras con
que se contaba resultaron demasiado pequeas. Al final del da estaban atestadas de
dinero en efectivo, y a Agate no se le haba ocurrido pedir en el banco una bolsa para
depsitos. Temeroso de dejar tanto dinero en el restaurante toda la noche, meti billetes y
monedas en bolsas de papel y se las llev a su casa.
Sin previo aviso, y sin ningn anuncio en los peridicos, la apertura del McDonald's
que venda una hamburguesa mucho ms sabrosa de lo que esperaba todo el mundo
fue un acontecimiento social en Waukegan. El sbado, a pesar de una lluvia constante, el
pblico empez a formar cola desde las 10 de la maana, una hora antes de la apertura, y
la cola no se disolvi hasta la una de la maana del da siguiente, dos horas despus de la
proyectada para cerrar. El establecimiento de Agate lleg ese da a US $1 000 de ventas,
cosa que ni el de Kroc haba alcanzado an.
Para Kroc ese xito instantneo fue la confirmacin de lo que l intua sobre el tipo
de concesionario que McDonald's necesitaba para ganar la carrera de las comidas rpidas,
que apenas se iniciaba. Agate no era un inversionista en un negocio marginal sino un
hombre totalmente dedicado a su McDonald's. Se pas a vivir a una casa vecina que tom
en alquiler; pero donde realmente viva era en el restaurante. Era el primero que llegaba, a
las 7 de la maana, y el ltimo que sala por la noche. Cuando pasaba a su casa a descansar
un rato, estaba casi todo el tiempo en la cocina, donde haba hecho instalar una ventana
desde la cual poda ver lo que estaba ocurriendo en el restaurante y cuntos autos entraban
y salan del estacionamiento en determinado tiempo, para calcular la rapidez del servicio.
Para estar seguro de que en su establecimiento se dominaba el rgimen de produccin de
McDonald's, seleccion cuidadosamente el personal, dando preferencia a jvenes de la
Marina entrenados en el cercano Centro de Entrenamiento Naval de Great Lakes. En los
momentos de mxima actividad, Agate daba rdenes de produccin a gritos como todo un
capitn de mar que dirige el zafarrancho de combate. Viendo al equipo de Agate en accin,
Kroc comprendi lo que tena que hacer: encontrar ms Sandy Agates.
La verdad es que Agate ya estaba ganando cuatro veces ms que Kroc, pero el
fundador de McDonald's tom esto como un buen sntoma. A diferencia de todos los
dems otorgadores de licencias de su poca, crea que McDonald's slo podra tener xito
si sus concesionarios se enriquecan, y ya l estaba en capacidad de vender ese sueo.
Aprovech todas las oportunidades de contarles la experiencia de los Agates a otros
posibles concesionarios cortados por la misma tijera: operadores independientes
dispuestos a invertir todo lo que tenan a cambio de la oportunidad de no seguir
trabajando para otros y establecerse por cuenta propia. Cuando alguno de stos se
presentaba en sus oficinas, no dejaba de ensearle los estados de prdidas y ganancias del
restaurante de Waukegan.
Pero lo que definitivamente lo enemist con Kroc fue que, despus de varios aos,
se le meti en la cabeza que Pepsi-Cola se vendera mejor que Coca-Cola en su territorio.
Tratndose de muchos otros productos, McDonald's les daba a sus concesionarios libertad
para escoger proveedores, pero en materia de colas, Coke era la nica autorizada (y sigue
sindolo). Nadie sabe qu propuesta tan atractiva le hara a Agate el distribuidor de Pepsi,
pero por ese entonces, a principios del decenio de los aos 60, ya McDonald's era un
cliente importante de bebidas gaseosas y otros competidores se pirraban por romper el
monopolio de Coca-Cola.
Agate fue el primero que abri brecha en la estructura de colas de McDonald's ...
pero tambin fue el ltimo. Aunque haba tambin otras razones para que se le negara el
permiso de abrir nuevos restaurantes, se fue en realidad el castigo que le impuso Kroc
por haberse pasado de Coke a Pepsi. En 1975, habindole informado McDonald's que al
vencerse su concesin, que era por veinte aos, sta no le sera renovada, Agate vendi sus
dos restaurantes y se sali del sistema. Despus de haber cambiado de gaseosa y de las
consecuencias que esto le acarre a Agate, ningn otro operador de McDonald's ha tratado
de repetir su versin del "desafo Pepsi".
A finales del decenio de los 50, Kroc haba empezado a identificar el tipo de
concesionario ms apropiado para trabajar con McDonald's. Si bien continu otorgndoles
permisos de explotacin a algunos inversionistas, los operadores ms pequeos y ms
emprendedores, por el estilo de Sandy Agate, obviamente estaban dando mejores
resultados. Eran individuos que manejaban personalmente su negocio, no simples
inversionistas pasivos; y debido a que casi todos provenan de fuera de la industria de
servicio de comidas, estaban ms dispuestos a aceptar y aprender el novedoso sistema de
McDonald's.
Esta era una cuestin de criterio. Pero reteniendo en sus manos el control completo
de nuevos restaurantes cosa que los concesionistas territoriales haban perdido Kroc
tena el poder de imponer su criterio en aquellos aspectos de la operacin que a su juicio
deban ser uniformes. Y al ejercer ese poder sobre el primero y ms importante de sus
empresarios-concesionarios dej en claro que en las cuestiones bsicas su criterio no se
poda desestimar. Dice Betty Agate: "Cuando uno trataba con Ray haba que entender que
tena la cabeza como una roca. Nunca olvidaba y nunca perdonaba".
Captulo 5
Un crisol de fundicin
"Si una compaa tiene dos jefes ejecutivos que piensan lo mismo, uno de ellos est
de ms".
Fred Turner, a quien Kroc acababa de ascender a jefe ejecutivo de McDonald's, les
dio a los estudiantes de Dartmouth un ejemplo ms grfico de las diferencias de opinin
que Kroc toleraba y hasta estimulaba en su empresa, recordando que el ao anterior,
cuando McDonald's haba sido objeto de una publicidad desfavorable por haber
contribuido Kroc con US$250000 a la campaa presidencial de Richard Nixon, Turner, y
otros pocos altos ejecutivos haban votado por el ultra-liberal George McGovern. Esto
complaci mucho al rector de Dartmouth, el Dr. John Kemeny, que era liberal, y quien ms
tarde, durante un coctel, se acerc a Turner creyendo haber encontrado por fin un
copartidario en medio de aquel mar de conservadores.
Kroc fue un genio gerencial, aunque esta cualidad no se le haya reconocido mucho,
tal vez porque la opacaban sus juicios aparentemente arbitrarios y sus explosiones
temperamentales. Era un hombre intensamente emotivo y tena opiniones muy vigorosas
sobre cmo deban funcionar las cosas y comportarse las personas. Sus principios del viejo
mundo eran inconmovibles, y sus juicios sobre los problemas y las personas no admitan
equvocos. Pero al mismo tiempo saba justipreciar los talentos que se requeran para hacer
de McDonald's una organizacin de superior eficiencia.
Pero hasta los allegados a McDonald's, inclusive muchos que hoy trabajan en la
compaa, tienen la idea de que era una especie de dictador benvolo, y esta idea es hasta
cierto punto comprensible porque Kroc tena indudablemente gestos de autcrata. No se
puede negar que tena opiniones muy arraigadas sobre las peculiaridades individuales,
que l posea de sobra y que expresaba sin rebozo, a veces en forma explosiva. Detestaba
definitivamente incontables pecadillos personales mascar chicle-bomba, leer las tiras
cmicas, y usar calcetines blancos. Le molestaba el descuido en la apariencia personal,
como uas sucias o mordidas, el traje arrugado o el cabello despeinado. Al final del da
quera ver los escritorios limpios y las mquinas de escribir tapadas. Hasta insista en que
los empleados conservaran limpios sus automviles particulares.
A primera vista pareca que las contravenciones de las reglas de conducta de Kroc
eran motivo de despido. Una vez uno de los abogados de McDonald's se present en las
oficinas de la compaa con un gorro de guardia en la cabeza (un gorro de color azul
marino, tejido, que muchos en Chicago se ponen en los das ms fros del invierno).
Inmediatamente Kroc orden su despido, con el argumento de que los altos funcionarios
deben usar sombreros y no gorros de calcetas. Igual sentencia recay sobre un
representante estatal que sali a recibir a Kroc al aeropuerto y le pidi dos dlares
prestados para pagar el estacionamiento. Kroc se sinti muy ofendido de que todo un
gerente no hubiera tenido la previsin de proveerse antes de dinero de bolsillo. Y cuando
en Oklahoma un gerente de servicio en el terreno, que calzaba botas de cowboy, fue a
recibir al jefe en su convertible polvoriento, tambin decret su destitucin, aunque no sin
haberle mandado antes que parara en el primer puesto de lavado de automviles que
encontraron en el camino.
Pero las ms de las veces las rdenes de despido se quedaban sin ejecutar. El mismo
contaba que una maana entr en la oficina de uno de los gerentes con un asunto urgente,
y lo encontr arreglando su escritorio para marcharse.
Qu hace usted? le pregunt.
Cuando realmente se despeda a alguien, no era por violaciones del cdigo personal
sino por incompetencia del empleado. Por ejemplo, Turner recuerda que l se neg a
despedir al gerente de servicio de Oklahoma, que era uno de sus mejores colaboradores.
"Yo no iba a destituir a nadie porque a Ray le diera uno de sus berrinches", dice. "Yo me
plantaba".
Kroc nunca desautorizaba tales decisiones. Imparta sus rdenes con mayor
frecuencia por conducto de June Martino, su secretaria de siempre, pero ella no las
ejecutaba inmediatamente, sabiendo que el jefe cambiara de parecer cuando le pasara el
mal humor. "Si me ordenaba que despidiera a alguien", explica, "yo no le deca que no,
porque entonces me echaba a m tambin; sino le deca que s, que tena mucha razn. Pero
al da siguiente le deca: Seguro que si lo piensa un poco cambiar de opinin. Y as
suceda. Sus disgustos con el personal eran cosa del momento".
En otros trminos, los que lo conocan bien saban que ms era lo que ladraba que lo
que morda, y que en el fondo era ms pragmtico que autcrata. En efecto, toleraba las
diferencias entre las personas mejor que muchos ejecutivos que se fijan menos en
pequeeces. Si los gerentes contribuan al progreso de McDonald's como Kroc lo conceba,
estaban del lado de l, por ms que la personalidad de ellos fuera diferente de la suya.
No slo toleraba esas diferencias sino que se expona a ellas contratando gente con
caractersticas personales que saba que haban de disgustarle. Despus de buscar durante
tres decenios, saba que haba encontrado en McDonald's una carta de triunfo, pero slo a
condicin de que pudiera encontrar colaboradores idneos. Antes de ingresar en la
compaa como gerente de personal en 1962, James Kuhn recuerda que ley en la revista
Time un artculo en que se comentaba que Kroc haba fijado un aviso cerca del botelln de
agua de la oficina, para notificar a los empleados que el que no arrojara los vasitos de
papel en el receptculo apropiado sera despedido. "Le y me pregunt: Qu tipo chiflado
es ste?", dice Kuhn, hoy vicepresidente de McDonald's. Pero cuando ste empez a
trabajar con la compaa se sorprendi al encontrar que "lo que pareca ser en la superficie
una personalidad rgida e inflexible era en el fondo muy flexible. El hombre tena tanto
inters en hacer bien las cosas, que si uno lo convenca de que algo estaba bien, a l no le
importaba de dnde vena el consejo".
Algunos gerentes conocan muy bien la dualidad del carcter de Kroc porque a
ellos les constaba que toleraba en silencio algunas de sus caractersticas que l consideraba
reprochables. Turner recuerda que cuando se present a trabajar el primer da, en 1957,
June Martino lo puso al corriente del reglamento: "Tiene que trabajar con el saco puesto y
no puede fumar en el escritorio". Eso fue a las 8 y 30; a las 9 y 30 Turner se haba quitado el
saco, se haba arremangado las mangas de la camisa y se estaba fumando su primer
cigarrillo. A cambio de la dedicacin de Turner a la perfeccin operativa, Kroc estir el
reglamento: no dijo nada.
Los vacos que Kroc quera llenar no eran los tpicos que se presentan en el
organigrama de una sociedad por acciones, puesto que no haba ninguna sociedad como la
que l trataba de formar. Otras compaas que otorgaban concesiones en el negocio de
comidas a mediados del decenio de los 50, por estar estructuradas sobre el concepto de
vender tales derechos, buscaban obviamente gerentes orientados a las ventas. Kroc quera
algo ms: quera una organizacin bien equilibrada, con personal diestro en operaciones,
mercadeo, finanzas, propiedad raz, diseo de equipo y de edificios, y compras de vveres
y de papel. Estaba en realidad forjando el primer sistema de concesiones en el campo de
comidas rpidas que les ofreciera a sus concesionarios un conjunto completo de servicios.
Los requisitos de personal para tal organizacin eran tan variados, que Kroc no poda de
ninguna manera satisfacerlos contratando personas parecidas a l o parecidas entre s.
Por lo dems, el concepto de comidas rpidas era tan nuevo que no haba un lugar
de entrenamiento para l. Ni las mejores escuelas de hotelera y restaurantes tenan idea de
lo que era el negocio que Kroc estaba desarrollando. Por tanto, los gerentes que ste
reclutaba tenan que ser muy distintos de los que contrataban los negocios tradicionales de
servicio de comidas. El sistema McDonald's no se haba probado an, y Kroc se vea
obligado a correr el albur con talentos no experimentados y personajes excepcionales y
hasta un poquito excntricos.
James Kuhn, al incorporarse a McDonald's en 1962, se enter con gran alivio de que
esta empresa no exige un grado universitario para los puestos gerenciales. Dice Kuhn: "Lo
que me encant fue que me dijeron que consiguiera los mejores empleados que pudiera,
fijndome en ellos mismos y no en sus credenciales. Contratamos gente que no habra
podido pasar de la puerta en otras compaas, no por falta de capacidades sino por no ser
convencional".
Desde el principio Kroc busc individuos a quienes les gustara trabajar en una
compaa no tradicional. En efecto, se puede decir que si algn hilo conectaba la gran
diversidad de personalidades de sus gerentes, era el comn malestar que experimentaban
frente al "establecimiento" mercantil, que todos vean casi con hostilidad; y esto explica por
qu les atraa un negocio que a mediados del decenio de los 50 careca totalmente de
prestigio.
La palabra secretara, sobre todo como se entenda en los aos 50, dista mucho de
explicar su papel y da una falsa idea de su carcter. Se contaba ella entre las poqusimas
mujeres que superaron los estrechos lmites de ese ttulo, porque supo ser esa mujer rara
en su tiempo que no se dejaba intimidar por un lugar de trabajo dominado por hombres.
Sin duda fue la mujer excepcional que hizo carrera en los negocios antes del
movimiento feminista, pero triunf por la fortaleza de su carcter, no por sus credenciales
acadmicas. Tena una manera encantadora de atacar directamente los problemas. Una
vez, en los primeros aos de McDonald's, le pidi a un restaurante una gran bandeja de
emparedados de carne para un grupo de ejecutivos que celebraban una reunin ya tarde
por la noche, pero slo cuando lleg el pedido cay en la cuenta de que era viernes, da de
abstinencia para la gran mayora de los asistentes a la reunin, que eran catlicos de
ascendencia irlandesa. En esos das, McDonald's luchaba por sobrevivir, de modo que no
se poda desperdiciar toda esa cantidad de comida. Pero se le ocurri inmediatamente la
solucin: Apelar a la cabeza de la Iglesia local para obtener una dispensa, y telefone al
cardenal arzobispo de Chicago, John Cody.
Para que los recibiera el gerente financiero Harry Sonneborn, resolvi decirle que lo
buscaban dos funcionarios de la Administracin de Impuestos. Previendo que se trataba
de alguna investigacin, Sonneborn los recibi inmediatamente, pero cuando se dio cuenta
del truco, se ri, y como haba quedado muy impresionado con los visitantes, los contrat
a ambos. El uno era Robert Ryan, hoy tesorero de McDonald's; el otro era Richard Boylan,
miembro de la junta directiva y que hasta 1983 actu como vicepresidente ejecutivo
principal y jefe financiero de la compaa.
Tal ve.nadie comprenda tan bien como June Martino la buena disposicin de Kroc
para abrirles las puertas a individuos de los ms diversos antecedentes. Cierta vez,
enterada de que una maestra de su hijo se haba comprometido con un joven italiano,
apadrin al novio dndole un empleo para que pudiera obtener visa de inmigrante a los
Estados Unidos. Era el joven Luigi Salvaneschi, doctor en derecho cannico y buen
lingista que dominaba nueve idiomas... aun cuando no el ingls. Sin embargo,
convencida de que pronto salvara este obstculo, lo contrat para trabajar en un
McDonald's que ella y su esposo tenan en un suburbio de Chicago. Salvaneschi ascendi
rpidamente en la compaa hasta llegar a ser vicepresidente encargado de propiedad raz.
Despus se separ de McDonald's para aceptar una vicepresidencia ejecutiva en Kentucky
Fried Chicken.
Harry Sonneborn y Ray Kroc ofrecen un profundo contraste. Sonneborn fue el socio
de Kroc en la iniciacin de McDonald's, y su contribucin fue tan importante que puede
considerarse que fue un cofundador. Sin embargo, los dos no tenan nada ms en comn.
Kroc era sociable, simptico, encantador. Sonneborn era introvertido, y casi todos los
gerentes y concesionarios de McDonald's lo consideraban fro e impersonal. Kroc era un
libro abierto; Sonneborn era increblemente reservado. Kroc confiaba en los dems a veces
con exceso; Sonneborn era todo lo contrario.
Por lo dems, a Sonneborn le gustaban en los negocios todas las cosas que Kroc
detestaba. Le gustaba manejar una compaa por sus cifras financieras, mientras que Kroc
tena tan poco inters en las finanzas que no saba interpretar un balance general. Por el
contrario, mientras que a Kroc le encantaba el negocio de hamburguesas y personalmente
ejerca la supervigilancia de los restaurantes, para Sonneborn habra sido igual que
McDonald's vendiera pizzas en lugar de hamburguesas. "Yo siempre pens que le podra
pagar a alguien por manejar un puesto de hamburguesas", dice Sonneborn. "A m no me
importaba ni la calidad de la comida ni la limpieza de la unidad. Bien saba que alguien
tena que encargarse de esto, pero no me corresponda a m hacerlo. En los primeros 15
puestos de venta, yo fui el primer cliente, y a todos les di un billete de un dlar firmado.
Eso fue lo que hice. Luego me sal".
Mientras que Kroc fraternizaba con sus concesionarios y ellos con l, a Sonneborn le
gustaba el prestigio de asociarse con abogados y banqueros bien vestidos, a todos los
cuales Kroc consideraba como un mal necesario, un apndice de un negocio. Kroc vea su
mayor realizacin en funcin de los multimillonarios que haca McDonald's de los
hombres independientes; Sonneborn se enorgulleca ms con los millones que los
inversionistas ganaban en McDonald's, y su momento de triunfo fue el da en que hizo
admitir a la compaa en lo que l consideraba el club ms prestigioso del mundo: la Bolsa
de Valores de Nueva York. En suma, Harry Sonneborn era el socio en extremo discreto de
Ray Kroc, el financista que permaneca a la sombra del fundador. Kroc lo contrat porque
necesitaba ayuda para vender concesiones, y Sonneborn ya haba tenido experiencia en
ello con Tastee Freeze y le entusiasmaban tanto las perspectivas de McDonald's que acept
trabajar por US$100 a la semana, menos de la cuarta parte de su sueldo con Tastee Freeze.
Sonneborn empez inmediatamente a demostrar su habilidad para ganar dinero, cosa en
la cual Kroc no haba pensado bien, y entonces ste hizo de Sonneborn su segundo en la
compaa y le dio poderes casi ilimitados sobre las finanzas porque respetaba su
capacidad en la nica rea del negocio que l no manejaba bien. Su confianza no fue nunca
defraudada. Aun cuando desconocido fuera de McDonald's (y aun para muchos dentro de
la misma empresa) Sonneborn fue el que desarroll la frmula para hacer de McDonald's
una gran potencia econmica.
Cuando Kroc contrat a Sonneborn, saba que estaba contratando a su contrario. Era
como si intencionalmente dispusiera el escenario para un posible conflicto futuro. "A m
no me importaba nada el dinero, y no le prestaba tanta atencin como debiera haberle
prestado a este aspecto del negocio", reconoce Kroc. "Todo lo que yo quera era un ganador
en el negocio de hamburguesas, y las utilidades las daba por descontadas. Pero Harry no
saba nada de hamburguesas y papas fritas, ni le importaba eso. Lo que la compaa
vendiera o quines fueran sus concesionarios lo tena sin cuidado. Era un financista fro y
calculador, pero eso era lo que yo necesitaba".
Cuando Kroc empez a contratar los gerentes que necesitaba para supervigilar las
operaciones de los restaurantes, uno podra haber esperado que se valiera de sus colegas
en el negocio de servicios de comidas, todos experimentados y de edad madura. Fred
Turner, que slo tena 23 aos cuando conoci a Kroc, evidentemente no encajaba en ese
molde. En febrero de 1956 Turner se present en las oficinas de Kroc en compaa de su
hermano Don, del suegro de ste, J. W. Post y del hijo de Post, Joe. Don Turner haba estado
discutiendo con su suegro un proyecto para invertir en una concesin de comidas. La idea
era que entre los dos pondran el capital y que Fred Turner y Joe Post administraran el
restaurante. Fue entonces cuando Joe vio un pequeo anuncio de McDonald's en el
Chicago Tribune, en el cual solicitaba concesionarios. A la semana siguiente Fred Turner,
que acababa de cumplir dos aos de servicio como oficinista-mecangrafo en el ejrcito,
viaj desde el campamento de Fort Dix, en New Jersey, a Chicago, de modo que los cuatro
socios pudieran entrevistarse con el fundador de McDonald's. La noche vspera de la
entrevista, Fred Turner y Joe Post haban estudiado durante tres horas el McDonald's de
Des Plaines contando el nmero sorprendente de clientes que desafiaban el intenso fro de
febrero para esperar a la intemperie las hamburguesas que deban comer en sus
automviles. Lo que ms les interes fue la calidad de la clientela: "Veamos familias y
pedidos de tamao familiar, y esto nos llam la atencin porque era distinto de un servicio
de pedidos para llevar", recuerda Turner. "En una fra noche de viernes se haca suficiente
negocio para que hasta dos observadores extraos se dieran cuenta de que era algo
significativo".
Al da siguiente los cuatro socios de la Post-Turner Corporation se reunieron con
Kroc para escuchar su arenga vendedora. Este habl de su ideal de llegar en cada
restaurante McDonald's a ventas de US $300 000, o sea el doble de los ingresos del primer
ao en Des Plaines; pero lo que influy en Turner fue el entusiasmo que de l emanaba.
Aunque se podra sostener que Kroc se vio obligado a darle a Sonneborn gran
poder en finanzas, rea en la cual l mismo tena poco inters, no se puede decir lo mismo
de la gran autoridad que le dio a un joven inexperto precisamente en el rea del negocio
que a Kroc s le interesaba. Pero lo cierto es que a pesar de todas sus reglas sobre la manera
como deban vivir y presentarse y comportarse sus empleados, Kroc los motivaba
aflojndoles la cuerda. "Siempre le daba a uno espacio", dice Turner. "Nunca lo acosaba.
Deca que uno deba divagar un poco. Sabamos que era vivo de genio y que en cualquier
momento poda estallar, pero a m siempre me escuchaba y me daba la oportunidad de
exponer mis ideas y me deca su parecer. Y si yo expresaba mi punto de vista en forma
convincente, generalmente me permita proceder como yo quera. Por eso uno se esforzaba
por que l le respetara su perspicacia, y uno quera tomar la iniciativa para complacerlo".
Estaba all en 1955 cuando Kroc acudi a l para que le resolviera un problema que
se le haba presentado en su nuevo restaurante de Des Plaines. Secciones de mostrador,
hechas de lminas de acero delgado colocadas sobre madera y soldadas en el sitio, se
combaban con el fro. Schindler las reemplaz con secciones prefabricadas inoxidables que
eran veinte veces ms gruesas y se colocaban en su sitio sujetndolas con pernos. Kroc vio
que Schindler las haba diseado para resistir los cambios de temperatura en un drive-in
que permaneca abierto todo el ao. Los amplios conocimientos de construccin y diseo
de Schindler y su respeto por la calidad hicieron una impresin profunda en Kroc, quien
finalmente lo incluy en su nmina en 1958.
Crear una estructura descentralizada, sin embargo, no era una medida estratgica
para Kroc, sino la cosa ms natural. Aunque en la superficie l tena muchas caractersticas
autocrticas, en el fondo era un libre pensador que no deseaba coartar la creatividad de su
jvenes gerentes. Era pragmtico y comprenda que para realizar sus fines tena que dejar
que los gerentes hicieran su oficio sin estorbarlos. Es cierto que enseaba y aconsejaba, y
hasta exiga en aquellas reas en que eran ms profundas sus convicciones, pero no se
impona dictatorialmente. "No admiro a los dictadores", dijo, "porque yo nunca habra
podido trabajar para un dictador. Me gustaba delegar autoridad, y siempre admir en los
negocios a las personas capaces de tomar en consideracin alternativas a su propia manera
de hacer las cosas". Pero tambin comprenda Kroc que no poda imponer su criterio
porque l era tan nuevo en el negocio de comidas rpidas como todos los dems que
trabajaban a sus rdenes. Prohibi la discusin de unas pocas ideas, como por ejemplo,
incluir perros calientes en el men (porque crea que "en la tripa embuten cantidad de
carnes de tercera y de cuarta") y tener en los restaurantes tocadiscos automticos (porque
crea que con stos los McDonald's dejaran de ser restaurantes de familia para convertirse
en sitios de reunin de adolescentes). Pero en todo lo dems estimulaba a los gerentes para
que expresaran sus diferencias y experimentaran con nuevas ideas. "Yo no tena
experiencia previa en el negocio de hamburguesas", explic. "En realidad, ninguno de
nosotros tena bases muy firmes para sustentar sus puntos de vista, de modo que si ellos
tenan una idea distinta de la ma, yo los dejaba que la llevaran adelante durante seis
meses, a ver hasta dnde llegaban. Discrepbamos, yo cometa errores y ellos cometan
errores, pero crecimos juntos".
Kroc pareca comprender que sus gerentes tenan necesidad de cometer errores... y
de aprender de ellos. As, pues, a pesar de que l era un jefe totalmente distinto,
Sonneborn dedicaba gustoso largas horas a trabajar por las mismas metas. "Harry
respetaba a Ray porque Ray le daba la oportunidad de ser algo y le aflojaba la cuerda para
que pudiera demostrarlo", observa June Martino.
En gran parte ese espritu de familia fue un subproducto del sentido de misin que
Kroc desarroll. Aunque distintos unos de otros, sus gerentes trabajaban en armona
porque l los convenci de que estaban dedicados a una noble empresa la creacin de
una cadena nacional de puestos de hamburguesas de 15 centavos que los de afuera
consideraban frivola. Compartan el deseo de mostrarle a la familia y de mostrarles a los
amigos y a los hombres de negocios que ellos eran los precursores de una nueva industria
que algn da ejercera un impacto trascendental en la vida y en los negocios de los
Estados Unidos.
Inspir este afecto porque desempe una vital funcin pacificadora sin tener en
cuenta sus propios intereses. Esto era de importancia definitiva en una compaa que se
iniciaba, que no tena una organizacin administrativa formal, y sin embargo necesitaba
relaciones ms estrechassi bien potencialmente ms voltiles entre los empleados.
Cuando una secretaria estaba a punto de sufrir un colapso nervioso porque un ejecutivo
casado no tomaba sus relaciones tan en serio como las tomaba ella, era la seora Martino la
que la llevaba a su casa para someterla durante varios das a una terapia casera. Cuando
un gerente nuevo se presentaba en la oficina con la ropa sin planchar o las uas sucias, o
con alguna otra imperfeccin que seguramente hara estallar a Kroc, era ella la que se
adelantaba a corregir tales defectos. Y tambin era ella la que haca participar a las esposas
en la familia McDonald's y escuchaba sus quejas por las largas horas que los maridos
permanecan en la oficina. Una vez Kroc le dio a Turner una bonificacin de US $ 1 500 al
final de su primer ao de trabajo. La seora Martino agarr al joven jefe de operaciones
apenas sali de la oficina y le dijo:
Ven conmigo.
A dnde vamos?
Pero el mayor sentido de unin entre los diversos gerentes provena de una lealtad
poco comn para con el patriarca de la compaa, Kroc. Pocos comprendan mejor que l
que un jefe tiene la lealtad de sus colaboradores solamente cuando l mismo la practica. La
cre internamente sentando desde el principio un precedente de generosidad con los
empleados, muchos de los cuales aceptaron fuertes rebajas de sueldo cuando empezaron a
trabajar para McDonald's durante los aos improductivos de los comienzos. Sonneborn,
por ejemplo, vino a trabajar con Kroc por US 1100 a la semana despus de haber sido
vicepresidente de Tastee Freeze con US $25 000 al ao. La rebaja para Conley fue mayor
an; pero cuando McDonald's dispuso de recursos, Kroc los compens a todos con
acciones y buenos sueldos.
Aun desde antes de que la compaa empezara a ganar bastante dinero, Kroc no era
avaro en esta materia. Para lograr que Schindler cambiara de empleo en 1958 tuvo que
pagarle US$12 000 al ao, que era lo mismo que el propio Kroc reciba de Prince Castle
Sales (Kroc no retir de McDonald's ni sueldo ni dinero para gastos hasta 1961). En esa
poca McDonald's estaba casi quebrada y para poder pagarle a Schindler su sueldo, el
fundador tuvo que tomar dinero prestado sobre su pliza de seguros.
Dos aos antes, Kroc haba convenido en pagarle a Fred Turner, para empezar, un
sueldo de US $475 mensuales en lugar de los US $425 que le haba ofrecido antes. Turner le
haba pasado una lista de todos los gastos de transporte y de hogar que crea que
justificaba su peticin, pero se sorprendi de que Kroc no la hubiera objetado. "Ray no
retiraba entonces ni un centavo del negocio, y sin embargo no vacil en darme lo que yo
peda", recuerda Turner.
Pero el papel de Kroc como patriarca iba ms all de las cuestiones de dinero. En
gran parte hizo de sus gerentes una familia unida no dicindoles cmo deban realizar sus
tareas especficas sino ensendoles principios fundamentales aplicables a todo el mundo.
Prcticamente para todos sus gerentes que eran 20 o 30 aos menores que l Ray
Kroc representaba la figura cabal del padre.
Siempre les estaba enseando, y muchas de sus lecciones, lo mismo que muchos de
sus regaos, no se referan directamente a decisiones de negocios sino que eran reglas para
vivir, reglas que Kroc consideraba vlidas y benficas para ellos.
En el decenio de los 50, cuando McDonald's luchaba por sobrevivir, Kroc les daba a
sus agentes instrucciones personales sobre la economa. Les deca dnde se compraba la
comida ms barata, les aconsejaba recortar los cupones y comprar los cereales para los
nios en cajas de tamao econmico, y una vez hizo circular un memorndum para todo el
personal, en que les haca ver que era mucho ms barato comprar los cigarrillos por
cartones que por cajetillas. La enseanza de la economa por el ejemplo continu aun
despus de haberse vuelto rico Kroc. Algunos ejecutivos recuerdan que en un vuelo con l
y su tercera esposa, Joan, en su avioneta Gulfstream que vala US $8 millones, le reclam a
su esposa porque le llev una naranja con tres servilletas en lugar de una sola.
Pero tambin enseaba su filosofa de los negocios que era en gran parte aplicacin
de la misma tica puritana. Les predicaba sin cesar a sus jvenes gerentes que se
concentraran en las utilidades a largo plazo, que se derivan de un desempeo de calidad, y
que no buscaran ganancias a corto plazo que se pueden obtener sin dedicacin a los
detalles. Les aseguraba que si ejecutaban bien su oficio, el dinero vendra por aadidura.
En efecto, repeta con tanta frecuencia sus lecciones, que ms de una docena de ellas se han
convertido en aforismos y adornan hoy muchas de las oficinas de McDonald's. Vaya de
muestra: "El xito no es gratis; ni tampoco el fracaso". Y otra: "Ninguno de nosotros es tan
bueno como todos juntos". Y otra ms: "La libre empresa funciona si usted funciona".
Pero los gerentes de McDonald's aceptaban los principios de vida de Kroc porque
en realidad no los privaban de ninguna libertad en el desempeo de sus oficios. Por el
contrario, asignndoles a sus jvenes gerentes corporativos enormes responsabilidades,
Kroc los estimulaba para que expresaran su diversidad en forma creativa. Actuando como
su patriarca los incitaba a halar en la misma direccin. Haba dominado el arte de manejar
a individuos creativos manteniendo el delicado equilibrio entre su necesidad de libertad y
su necesidad de gua. Dice Turner: "Haca que cada uno diera lo mejor de s. Era el mejor
jefe que uno poda tener en la vida".
Captulo 6
Haciendo hamburguesas
Comenzaba el decenio de los 60. Desde un Burger Chef que se preparaba para abrir
en Springfield, Ohio (el primero de ms de un centenar que abrira en aquel Estado) Jack
Roshman observaba enfrente, al otro lado de la calle, a una cuadrilla de obreros que daba
el ltimo toque a un novsimo McDonald's. Aqul sera su primer encuentro directo con el
rival de los arcos.
Vio que de all sala un individuo que vena a su encuentro y supuso que sera el
nuevo concesionario de McDonald's, pero en realidad era Ralph Lanphar, el nuevo
supervisor de rea de aquella compaa, y mientras se acercaba, Roshman se prepar para
intercambiar algunas frases agradables y sugerir que los dos restaurantes de
hamburguesas podran ayudarse mutuamente en caso de necesidad prestndose carne,
panecillos, y otras cosas. Saba que McDonald's no tena fama de ser una empresa muy
amistosa, pero, a pesar de ello, le sorprendi el saludo de aquel hombre: "Hola, soy el
nuevo supervisor de McDonald's", le dijo Lanphar. "A ustedes los vamos a sacar del
negocio".
Desde luego, Ray Kroc fue el que fij la poltica. Aun cuando se hayan subestimado
sus capacidades administrativas en cuestin de concesiones, es bien conocido su
compromiso personal con la calidad, el servicio y la limpieza, y de estas caractersticas
hizo el distintivo de McDonald's entre todos sus competidores en una industria en que
todo se copiaba. Los hermanos McDonalds no le haban dado ninguna receta secreta de
hamburguesas, ni de malteadas, ni de papas fritas. No posea patentes ni inventos
tecnolgicos, ni tampoco un producto nuevo. Nadie le dio una Xerox ni una Polaroid.
Los gerentes de otras cadenas de comidas rpidas saban que las suyas, cuando se
preparaban bien, eran ms o menos iguales a las de McDonald's. Hubo muchas razones
para que McDonald's acabara por dominar una industria en que nadie tena ninguna
ventaja especial, pero sus competidores slo se han puesto de acuerdo en una: en que
McDonald's tom ms en serio la tarea de desarrollar una operacin de sistema uniforme.
Eso cre la diferencia que antes no exista. Uno poda estar seguro de que los
concesionarios de McDonald's siempre servan la misma calidad de comidas y prestaban
los mismos servicios en todas partes, en todos los restaurantes. Sus competidores
reconocen que ellos no podan hacer lo mismo.
Cuando McDonald's empez en 1955, las dos cadenas ms grandes Dairy Queen
y Tastee Freeze ya haban fijado ese patrn. Como les vendan grandes territorios a
concesionarios que los subarrendaban a operadores locales, el que deba supervisar las
operaciones era el concesionario para todo un Estado. Se comprende que las operaciones
variaran. Algunos concesionarios territoriales vigilaban los restaurantes y otros no;
algunos controlaban la calidad de los productos; otros no.
Una vez que hubo parcelado todo el territorio de los Estados Unidos entre sus
concesionarios, Moranz no tena nada ms que hacer sino cobrar sus regalas de diez
centavos sobre todo galn de mezcla que los operadores les compraban a las lecheras
escogidas por l. Tena una mquina de hacer dinero que le pareca no necesitaba aceite.
"En promedio yo reciba una regala de US$600 por restaurante al ao", recuerda. "Eso no
parece mucho hasta que uno lo multiplica por 1 500 y piensa que yo no tena muchos
gastos fijos". Tambin ganaba dinero vendindoles a los concesionarios los congeladores
que haca su compaa, y si se agregan a la ecuacin las utilidades, dice, se ganaba
fcilmente ms de un milln de dlares al ao, lo cual era una bonita suma para los aos
50. "Yo me iba a Palm Springs a pasar seis meses durante el invierno", dice. "El negocio
andaba solo".
Los problemas de Henry's eran todos operativos y provenan de la idea que tenan
los Bresslers de utilizar la cadena de hamburguesas como vehculo para vender sus
helados. Esto creaba tremenda presin para vender concesiones y abrir puestos que
empezaran a comprar productos Bressler. Por el contrario, no tenan incentivo para
organizar un equipo de operaciones. Charles Bressler, uno de los cinco hermanos dueos
de la Bressler Ice Cream Company, cree que el mayor problema de la cadena era su falta de
una supervisin adecuada de los establecimientos, y comenta: "No me gusta criticar a mis
hermanos, pero ellos no estaban en el negocio de los drive-ins". Su inters en Henry's,
agrega, era "principalmente por el negocio de los helados".
En fuerte contraste con otros recin venidos al negocio de las comidas rpidas a
mediados de los aos 50, McDonald's encauz gran parte de sus esfuerzos hacia la
definicin, el refinamiento, y el mejoramiento de su sistema de operaciones. Hubiera
podido esperarse todo lo contrario puesto que la empresa comenz con un sistema
sumamente detallado que tenia ms de seis aos de experiencia en San Bernardino. Sin
embargo, Kroc instintivamente entendi que el Sistema de Servicio Rpido de los
hermanos McDonalds poda mejorar y que l tena las facultades para hacer los cambios
necesarios, a pesar de que el contrato con los hermanos claramente contrariaba semejante
suposicin. Segn dicho contrato, ellos tenan que aprobar por escrito cualquier cambio,
cosa que nunca hicieron. Kroc pens que para crear una cadena nacional con centenares de
concesionarios que eran nuevos en el negocio de restaurantes, tena que desarrollar un
sistema mucho ms refinado de operacin que el que haban empleado los McDonalds en
San Bernardino. Necesitaba un sistema slido y a la vez suficientemente sencillo para que
los novicios pudieran convertirse en fuertes operadores en unas pocas semanas. Por eso
desde que abri su restaurante en Des Plaines, se dedic con su personal a introducir
modificaciones sustanciales en las tcnicas de los hermanos, a sabiendas de que con ello
McDonald's Corporation violaba las restricciones contractuales.
Segn el criterio de sus nuevos gerentes, la tarea de definir el sistema tocaba cuatro
reas: mejoramiento del producto, desarrollo de relaciones superiores con los proveedores,
mejoramiento de los edificios y equipos, y organizacin de una fuerza tctica para entrenar
a los concesionarios y controlar sus restaurantes. Con el estmulo y la direccin general de
Kroc, el equipo que cre el nuevo sistema de operaciones de McDonald's se compona
deTurner, el especialista en equipos Schindler, y Nick Karos, cuya familia tena un puesto
de emparedados y helados.
Aun despus de haber determinado lo que pareca ser la graduacin ptima para
cada tipo de aparato de frer, los operadores siguieron observando que algunas tandas se
frean completamente mientras que otras, con la misma graduacin de temperatura, salan
doradas por fuera pero medio crudas por dentro. Las diferencias ocurran aun cuando no
se cambiara de proveedores y se usara la papa normal, que era la N1 Idaho Russet, la
preferida para el plato, debido a su forma oblonga y su alto contenido de slidos. Nadie
saba explicar estas diferencias, ni los cultivadores, ni los procesadores ni los
distribuidores. Al igual que muchos interrogantes que McDonald's se planteaba en sus
primeros tiempos, ste no haba sido planteado antes.
Este descubrimiento los llev a buscar otras mejoras. Por los elaboradores de
hojuelas de papa se enteraron de que la variedad Idaho Russet vara grandemente en
contenido de slidos, lo cual influye mucho para que permanezcan bien tostadas despus
de fritas. Entonces empezaron a medir la proporcin de slidos para determinar el
contenido preciso que se necesitara para producir una papa quebradiza, y al fin llegaron a
una norma que consista en aceptar nicamente papas con un contenido de slidos por lo
menos del 21 por ciento. Karos, Tumer y otros especialistas se dedicaron a visitar a los
abastecedores de materia prima armados de hidrmetros, instrumentos de flotacin que
miden la gravedad especfica y por consiguiente el contenido de slidos de las papas
sumergidas en un gran balde de agua. Ver a estos jvenes de McDonald's armados de
hidrmetros fue una experiencia que les produjo sobresaltos a muchos distribuidores de
papa. Sus clientes jams se haban presentado en sus depsitos para hacer pruebas de
gravedad especfica ni de ninguna otra cosa. Dice Karos: "Estos paperos eran un gremio
difcil de tratar. La mayora de ellos ni siquiera haban odo hablar de gravedad especfica,
pero los convencimos de que necesitbamos papas con alto contenido de slidos".
Por razones que l mismo no sabe explicar, Smargon insista en que friendo las
papas con la manteca de Interstate quedaban ms tostadas y de mejor sabor que frindolas
en grasa totalmente vegetal, que era la prctica corriente en los restaurantes para frer en
cazuela. Celebrado el acuerdo entre Kroc y Smargon, McDonald's pas a ser el primer
cliente de Interstate. Smargon prepar especficamente para McDonald's una grasa que
llam Frmula 47, por los 47 centavos que cobraba a la sazn McDonald's por su llamada
comida tpica Americana: una hamburguesa de 15 centavos, 12 centavos de papas fritas, y
una malteada de 20 centavos.
Cunto mejor la Frmula 47 el sabor de las papas fritas es cuestin de gustos. El
hecho es que la decisin de McDonald's en cuanto a grasa se convirti en norma de la
industria, y la compaa de Smargon, que no tena sino tres empleados cuando Kroc hizo
su primer pedido en 1955, y es hoy filial de CFS Continental, vende al ao USS100 000 000
de su mezcla de grasa vegetal y animal. No slo les suministra la Frmula 47 a casi todos
los 9 300 McDonald's, sino que les vende una grasa parecida a Burger King, Wendy's,
Hardee's y Jack-In-The-Box. Con un 40 por ciento que se le calcula del mercado, la
Interstate domina el negocio de grasas para comidas rpidas, el cual, sin la influencia de
McDonald's, habra sido controlado por Procter and Gamble, Wesson, o algn otro de los
grandes del mercado de grasas.
Pero ni siquiera con esos cambios qued satisfecha la pasin de McDonald's para
refinar lo que se haba convertido en su producto ms importante a finales del decenio de
los 50. La cadena, que tena para entonces un patrimonio inferior a US $100000 y apenas
daba para pagar los gastos, empez a investigar cmo se fren papas de la misma manera
que las compaas farmacuticas investigan nuevas drogas. En 1957, Louis Martino, el
esposo de June, les present a Kroc y a Turner una idea que transformara el arte de la
freidura en una ciencia. Haba dejado su empleo como ingeniero electricista de Motorola
para manejar la unidad McDonald's que posean l y su esposa, y en el stano de ese
restaurante desde haca meses vena investigando el tema. Estaba convencido de que lo
que necesitaba McDonald's era un laboratorio en que l pudiera trabajar de tiempo
completo, pues a pesar de las mejoras que ya se haban realizado, saba que el proceso de
frer a la francesa todava adoleca de resultados disparejos y le pareca que el nico
remedio era automatizarlo.
El trabajo detallado que se realiz con las papas fritas se repiti con todos los dems
productos, y tambin en esas reas McDonald's revis todas las normas de la industria.
Kroc no perdi tiempo en convertir sus 30 aos de experiencia en la industria lechera en
mejoras operativas para la leche malteada de su nueva cadena. Los hermanos McDonalds
siempre haban hecho las malteadas lo mismo que las hacan las fuentes de soda:
poniendo, a mano, helado de leche duro en una copa, en la cual se mezclaba con leche y
sabores en una Multimixer. El mtodo no solamente exiga mucha mano de obra, sino que
adems requera grandes congeladores para el helado de leche y armarios para guardar
hasta 80 leches malteadas preparadas de antemano, de modo que estuvieran listas a la
hora de mayor demanda. El departamento de batidos de leche ocupaba la cuarta parte del
rea de los primeros restaurantes McDonald's en California, y Kroc quera eliminar eso.
Saba que ya exista tecnologa para hacer malteadas automticamente en mquina,
usando una mezcla concentrada lquida. Esta se transportaba en grandes bidones que
ocupaban mucho menos espacio que la base de helado de leche, se verta en la mquina,
que la congelaba y la serva automticamente como un helado blando a base de leche, listo
para mezclar en una copa con jarabes y sabores. Ya no haba necesidad de preparar las
malteadas con tanta anticipacin a las horas de mxima demanda, con lo cual se
eliminaban los armarios que los hermanos McDonalds haban usado en San Bernardino.
Kroc us la mquina en su McDonald's prototipo en Des Plaines, y cambiaron
grandemente el tamao y la eficiencia de la unidad. Esa innovacin junto con la
utilizacin de un stano para almacenamiento redujo el rea de su restaurante a 84
metros cuadrados, en comparacin con los 150 metros cuadrados de los primeros
McDonald's que se construyeron en la costa del Pacfico, de conformidad con las
concesiones vendidas por los hermanos.
No fue Kroc el primero que experiment con las mquinas de hacer malteadas, pero
McDonald's fue la primera que aprovech en grande la nueva tecnologa. Y la introduccin
de la mezcla fue una de las muchas cuestiones de que se vali Kroc para aumentar el
poder de compra de McDonald's frente a las grandes lecheras. "Las lecheras se aferraban
a la manera antigua", dijo Kroc criticndolas por rechazar las innovaciones. En Chicago
aqullas eran especialmente poderosas porque operaban casi como un cartel de compaas
de familia, fijando precios y mrgenes que eran el 33 por ciento ms altos que los de la
mayor parte de los mercados vecinos, y se resistan a todo lo que pudiera alterarles tan
cmoda posicin.
Pero Kroc estaba resuelto a usar su arma poderosa para forzarlas a cambiar. Cada
unidad McDonald's compraba ms de 15 000 galones de mezcla de malteada al ao por
lo menos cinco veces lo que antes se consideraba un buen cliente comercial. Un cliente
permanente de esa magnitud era oro en polvo para las lecheras, industrias de uso
intensivo de capital cuyas plantas funcionaban con mxima eficiencia para satisfacer
pedidos grandes y predecibles. "Nuestros volmenes deslumhraban a los tipos de las
lecheras, y acudan a la oficina de Kroc como peces tras la carnada", observa Turner.
Kroc quera que las lecheras satisfacieran su demanda de mezcla lquida, no que
insistieran en su preferencia para seguir suministrando la tradicional base congelada.
Exiga ms eficientes entregas tres das a la semana, cuando ellas queran seguir con su
programa de cinco das. Quera una mezcla para hacer las malteadas ms espesas; ellas
queran conservar sus productos menos espesos. Le entregaban la mezcla lquida en
bidones de diez galones que slo dos hombres podan mover, mientras que l quera
bidones de cinco galones que podra transportar un solo hombre. Y, ms que todo, l
quera que sus compras de gran volumen se reflejaran en el precio mientras que los
lecheros preferan cobrarles a todos sus clientes el mismo precio alto. Kroc, que haba
pasado muchos aos de su carrera tratando con los lecheros, ahora estaba encantado de
poderlos meter en un puo.
Gastaron tanto tiempo en esa frmula como el que gast Karos redactando
especificaciones de papas. Invirtieron la mayor parte del tiempo investigando el factor
clave: el estabilizador que controla la cantidad de cristales de hielo que contiene la mezcla
cuando se saca de la mquina. McDonald's introdujo un tipo de leche malteada que era
nuevo en los mercados, que estaban acostumbrados a una bebida ms delgada y ms
batida. La de McDonald's era mucho ms espesa y ms fra debido a su mayor contenido
de cristales de hielo y de slidos en la leche. Quitaba mejor la sed, y Kroc crea que no
dejaba al cliente con el regusto y la sensacin de llenura que dejaban las malteadas
convencionales. "Se lleva mejor", deca, para indicar que el consumidor no seguira
percibiendo el sabor horas despus de haberla bebido. La cristalizacin adecuada era la
clave, y cuando McDonald's la populariz, esta malteada ms fra y ms espesa se
convirti en una norma en la industria de comidas rpidas.
El negocio de lechera fue tambin una de las muchas industrias en que McDonald's
introdujo innovaciones en materia de envases. La bsqueda de mejoras llev a Kroc a lo
que result ser finalmente el material de envase ms eficiente para estos productos: una
bolsa de plstico durable, de poco peso, dentro de una caja de cartn. Cuando vio por
primera vez bolsas experimentales de plstico usadas para envasar lquidos en cajas,
visualiz el recipiente perfecto para su mezcla lquida de malteadas, ms liviano,
desechable, y ms sanitario que los envases de uso repetido. Adems de ser ms fciles de
mover que los pesados bidones de cinco galones utilizados entonces para los despachos
comerciales, los envases de bolsa en una caja se prestaban para un almacenamiento mucho
ms reducido. Esto satisfaca el sentido innato de eficiencia de Kroc. "La mayora de las
personas, viendo un despacho de bidones de leche, ve los bidones", observa Turner. "Pero
lo que vea Ray eran los espacios que haba entre los bidones, y esto lo volva loco". El
primero que us las bolsas en cajas fue Sam Lerner, cuya lechera Dairy Fresh, de
Stoughton, Wisconsin, nunca haba estado en el negocio de mezclas, y por consiguiente
poda adoptar la nueva tecnologa sin tener que deshacerse de una enorme existencia de
bidones. Este problema era en parte la razn por la cual la mayora de las lecheras que
abastecan a McDonald's no quisieron cambiar, y entonces Kroc les pas su negocio a
Dairy
Por semejante agujero de escape, los frigorficos podan hacer pasar todo un hato de
ganado, y eso fue lo que hicieron. Qu contena exactamente la hamburguesa era un
misterio, pero a menudo se encontraban en ella aditivos baratos de protena de soya que,
absorbiendo humedad, dilataban la carne y reducan su contraccin durante la coccin. A
veces contena tambin una excesiva cantidad de sangre para disimular las grandes
cantidades de grasa. Se usaban nitratos para conservar la carne rosada aun cuando hubiera
comenzado a descomponerse. Y partes del animal de poco o ningn valor comercial, tales
como callos (estmago) y mejillas, se aprovechaban molindolas para albndigas. "A la
frmula se llegaba con lpiz", recuerda Jim Williams, quien abasteca de hamburguesas a
los drive-ins de California. "Uno negociaba un precio con el restaurante y despus
encontraba la manera de producir en forma econmica. La hamburguesa de pura carne era
un mito. Pocos eran los aditivos que no se usaban".
Turner y Karos fijaron las normas ms rgidas que haya conocido jams la industria
crnica, y que todava siguen produciendo la hamburguesa ms magra que sea posible
encontrar en los supermercados o en la industria de comidas rpidas. El Departamento de
Agricultura de los Estados Unidos permite que la carne as llamada contenga hasta el 33
por ciento de grasa, pero McDonald's exige apenas entre 17 y 20.5 por ciento. Aun cuando
en algunas hamburguesas se siguen usando aditivos, McDonald's los prohibe en absoluto,
y cuando habla de "ciento por ciento carne", no incluye partes indeseables sino, segn la
regla fijada por Turner y Karos, el 83 por ciento de carne magra de aguja y espaldas de
ganado alimentado con pasto, y el 17 por ciento de costilla escogida, de ganado
alimentado con grano. Desde luego, la fijacin de una norma rgida no era sino el
comienzo, porque los proveedores no hacan caso de las especificaciones cuando los
restaurantes las fijaban. Engaar era la regla, no la excepcin.
Tenan sus razones para creer que podan engaar a McDonald's. Durante los
primeros doce aos de la cadena toda la carne que sta utilizaba era fresca, no congelada, y
los proveedores eran locales. Antes de que optara por la hamburguesa congelada en 1968,
el nmero de sus proveedores llegaba a 165. A medida que stos se multiplicaban, algunos
no hacan caso de la costosa frmula, confiados en que el sistema de abastecimientos de
carne estaba tan fragmentado que McDonald's no podra controlarlo. Pero no contaban con
la intensidad del compromiso que tena McDonald's con sus normas. En lugar de limitar la
inspeccin a un examen visual del producto que era el mtodo que haban empleado los
hermanos McDonalds y muchos otros operadores de drive-ins Turner y Karos les
aconsejaron a sus concesionarios que sistemticamente hicieran analizar la carne en
laboratorios.
Karos tambin prepar una prueba de 50 puntos que les permita a los operadores
determinar por s mismos si la carne que reciban tena aditivos. Aprendieron a asar
albndigas de muestra de los pedidos que les llegaban, en busca de los sntomas delatores
anotados por Karos. Si la carne pareca gomosa o fofa y nunca tomaba color moreno al
envejecer, probablemente era de toro. Si el problema era que persista el color rojizo, eso se
deba seguramente a "dinamita" o nitratos. Y la que despeda excesiva humedad durante la
preparacin indicaba por lo comn la presencia de protena de soya tostada. La carne que
se doblaba en la parrilla probablemente haba sido molida en forma inapropiada. Karos
invent tambin un sencillo mtodo de anlisis que les permita a los operadores medir
rpidamente el contenido de grasas, sirvindose de una pequea redoma y cido
clorhdrico.
Durante los primeros aos, estos "asaltos" sobre los proveedores de carne y de
papas eran comunes, principalmente porque las normas de McDonald's eran poco
comunes. Los compradores comerciales generalmente aceptaban lo que las carniceras
llamaban hamburguesas y lo que los negociantes en productos agrcolas llamaban papas
de asar, y su falta de supervisin estimulaba a los proveedores para echar por el atajo. Si
McDonald's sorprendi a tantos con las manos en la masa fue porque los proveedores
nunca se imaginaron que una cadena tomara tan en serio sus especificaciones relativas a
un producto como la hamburguesa. "Estos eran tipos de vieja trayectoria", dice Turner.
"Sus prcticas dolosas eran ampliamente toleradas; pero si nosotros los pescbamos,
entonces s se vean en aprietos".
Esos aprietos consistan, desde luego, en que perdan el mejor cliente que haban
tenido en su vida. Cada restaurante McDonald's peda 1 800 libras de carne para
hamburguesas por semana; los vendedores de papa podan contar con pedidos de 30 sacos
de 100 libras semanalmente. Estos pedidos eran fcilmente cinco veces mayores que los
que antes se consideraban grandes. Joan Kroc recuerda que en 1959, cuando ella y su
primer esposo Rawley Smith abrieron un McDonald's en Rapid City, South Dakota, un
incrdulo abastecedor de papa llamado Fred Kypers no hizo caso del pedido que le haban
hecho y se present en el restaurante la vspera de la apertura con un solo saco de papas.
Ellos insistieron en que eran 30 sacos los que haban pedido. Entonces Kypers tuvo que
desocupar su bodega y llevarse lo que tena al stano del nuevo restaurante. "Ah se les
van a podrir", le dijo a la seora Kroc, pero al final de la semana todas haban sido
consumidas.
Perlman acept, dice Barnes, porque "Ray nos convenci de su potencial de llegar a
ser una de las ms grandes cadenas de restaurantes. Lo mismo hizo con todos los
proveedores, y eso muestra su capacidad de convencer a la gente de que l iba a ser un
gran consumidor de sus productos". Barnes qued tan impresionado ese da que le dijo a
su mujer: "Algn da yo trabajar para este hombre". En efecto, Barnes, que es hoy
presidente de la junta directiva de McDonald's International, fue el primer coordinador de
compras de Kroc en 1961. Pero Barnes fue apenas uno de los muchos proveedores
ampliamente recompensados por su temprana fe en el plan de Kroc. "Los proveedores que
entonces lo apoyaron y le hicieron las concesiones de precio que necesitaba", dice Barnes,
"se han vuelto multimillonarios porque creyeron en l".
Williams opina que la lealtad de Kroc para con sus abastecedores le economiz a
McDonald's un tiempo precioso durante el perodo crtico de desarrollo, cuando docenas
de competidores incipientes trataban de salir adelante en el negocio de comida rpida. "Le
permita a McDonald's dedicar la mayor parte de su tiempo a las operaciones", afirma
Williams, "mientras que muchos otros minoristas gastaban el noventa por ciento de su
tiempo en el lado del abastecimiento y desatendan el rea de operaciones del negocio".
En nada se hizo tan patente su predileccin por las cosas hechas a la medida como
en los diseos de Jim Schindler para los equipos y los edificios de la cadena. No tard Kroc
en darse cuenta de que para el edificio y todo cuanto en l haba no bastaban las cosas
corrientes. Desde el punto de vista de las operaciones, McDonald's no estaba
introduciendo un nuevo restaurante sino un sistema de fabricacin de comidas. Como el
volumen de comidas que manejaba era hasta cinco veces superior al de los restaurantes
tpicos, y como se vala tanto de los procedimientos automticos adaptados para la mano
de obra no calificada, cada establecimiento McDonald's era una fbrica en pequeo. Todos
los detalles del equipo y del edificio tenan que disearse para la nueva norma de
velocidad, sencillez y duracin.
Los hermanos McDonalds sin duda haban empezado con la misma premisa, pero
Kroc aprendi que lo que funcionaba en San Bernardino no era suficientemente bueno
para emplearlo en todo el pas. Los mostradores que se pandeaban en la unidad de Des
Plaines son un buen ejemplo. Cuando Schindler reemplaz los mostradores de lmina
metlica por partes prefabricadas de acero estructural veinte veces ms gruesas, duplic el
costo de los mostradores a US $500, pero fij un patrn que McDonald's seguira en todo
diseo de edificios y equipos. La regla de Schindler era: Siempre es mejor pagar ms para
obtener cosas de calidad hechas a la orden que comprar los objetos ms baratos que hay en
existencia. "Para m la calidad es como comprar avena en el mercado", dijo. "Siempre se
puede conseguir mucho ms barata si primero la pasan por el caballo".
Schindler redise casi todos los aspectos del edificio rojo y blanco que McDonald's
haba heredado de los hermanos. Los cambios no fueron superficiales. En realidad, no
cambiaron mayor cosa el aspecto del edificio, pero s aseguraron que una estructura que
funcionaba bien el primer da no se deteriorara rpidamente con el uso constante a que
estaba destinada. Pocas cosas empaan ms la imagen de una cadena de comida rpida
que edificios que empiezan a desbaratarse poco despus de construidos. Aun cuando era
poco lo que poda hacer para quitarle la atmsfera de circo a la unidad original de baldosn
rojo y blanco, Schindler la convirti en la estructura ms funcional y ms durable que
hubiera conocido jams el negocio de drive-ins.
Schindler insisti en que las especificaciones de todos los materiales de construccin
deban mejorarse muchsimo. Los problemas de las unidades existentes, desde escapes de
agua hasta desages de aguas negras, se corrigieron con refinamientos continuos de
diseo. Los aparatos comunes y corrientes se volvieron a disear para hacerlos ms
funcionales. Por ejemplo, los armarios se levantaron del piso y se fijaron en las paredes
para facilitar el aseo. Hasta los arcos se reconstruyeron para que resistieran los vientos
fuertes y para crear la ilusin de que el edificio estaba suspendido de ellos. Se utiliz
pesado acero estructural en lugar de lmina metlica para producir arcos de curvatura
ms uniforme, y la iluminacin exterior se reemplaz por modernas lmparas
fluorescentes colocadas dentro del arco. Despus de las mejoras, los McDonald's de color
rojo y blanco quedaron tan slidamente construidos que Schindler se jactaba de que
resistan huracanes, tornados, inundaciones, y, por lo menos en un caso, una explosin de
cuatro tacos de dinamita. La ciudad de Cleveland vio las ventajas que esos edificios tenan
como proteccin para explosiones grandes y design a los driveins McDonald's
oficialmente como refugios antiareos.
Pero la mayor contribucin de Schindler fue el diseo del primer equipo integral
concebido para la industria de comidas rpidas. Lleg a la conclusin de que el equipo de
cocina comn y corriente era poco menos que intil porque McDonald's estaba
estableciendo nuevas marcas en cuanto a la cantidad de comida que se poda producir en
un estrecho puesto de hamburguesas. "No podamos comprar equipo corriente de cocina",
explic, "porque nunca nos daba la capacidad que necesitbamos dentro del espacio
disponible".
En muchos casos fue necesario redisear por completo artculos corrientes. Y los
aparatos de servir gaseosas hubo que proyectarlos para sacar 250 galones al da, cinco
veces la capacidad requerida en la mayora de los restaurantes, lo cual aument
enormemente la capacidad de enfriamiento y flujo de agua de los aparatos convencionales.
En las parrillas se pusieron pesados salpicaderos para que los cocineros no las agujerearan
con las paletas, problema que rara vez se presentaba en restaurantes que no cocan 24
hamburguesas cada cuatro minutos. La colocacin tpica de trampas para grasa enfrente
de las parrillas de gas tampoco creaba problemas en los restaurantes convencionales, pero
con los grandes volmenes de McDonald's, esas trampas pronto se obstruan con cebollas
y grasa, y su proximidad a la llama provocaba docenas de incendios. Schindler agrand las
trampas y las coloc a ambos lados de la parrilla, lejos de la llama. Por los cambios que
realiz Schindler, el costo de las primeras parrillas subi de US $350 a US $800, pero
produjeron la parrilla especial que necesitaba McDonald's. "A m me echaban ms a
menudo que a los dems empleados", dice Schindler, "porque yo siempre estaba
aumentando el costo del edificio y de los equipos".
En algunos casos, Schindler tuvo que disear equipos empezando desde la nada
porque no lograba satisfacer las necesidades de McDonald's ni siquiera modificando
extensamente los equipos que haba. Por ejemplo, cuando la compaa resolvi a mediados
de los aos 60 liberar espacio en las parrillas tostando aparte los panecillos, el equipo de
ingenieros de Schindler tuvo que inventar un nuevo tipo de tostadora comercial. Las
tostadoras de transportador que se usaban corrientemente en los restaurantes de gran
volumen producan una corriente continua de panecillos tostados, pero no podan cumplir
la exigencia de McDonald's de tostar 24 coronas y tapas a la vez. Los ingenieros
desarrollaron una tostadora, a manera de una gran plancha de hacer tortillas, que poda
igualar el volumen de las mayores tostadoras de transportador, y adems encajar en el
proceso de McDonald's de cocer tandas.
Hoy, sin embargo, McDonald's tiene ms cuidado de proteger los instrumentos que
inventan sus ingenieros, que cada vez los hacen ms especializados y refinados. Por
ejemplo, todos los nuevos restaurantes reciben ahora la nueva parrilla "concha de almeja",
que cuece las hamburguesas en la mitad del tiempo asndolas por ambos lados
simultneamente. Lo que empez por la reparacin de los mostradores de Des Plaines que
hizo Schindler, creci hasta convertirse en la creacin de equipos de ingeniera como los
que se podan encontrar en una compaa manufacturera de mediano tamao. Hoy
McDonald's emplea 240 ingenieros en todo el mundo, y ellos le deben su trabajo a la
insistencia de Schindler en que el diseo de los edificios y los equipos de McDonald's fuera
una funcin interna.
Pero la mayor parte del manual se dedicaba a definir las tcnicas operativas que
Turner consideraba que encerraban el secreto del alto volumen. Claramente deca que
haba una manera correcta y una incorrecta de manejar un McDonald's, y que la compaa
no vera con buenos ojos a los que no cumplieran sus normas. Esta idea la comunicaba en
la frase inicial, un poco presuntuosa, que deca: "Aqu se esboza el mtodo del xito". Ms
tarde escribi: "USTED TIENE QUE SER UN PERFECCIONISTA! Hay centenares y centenares de
detalles que vigilar. No se puede transigir. O bien (A) los detalles se vigilan y su volumen
crece, o bien (B) usted no se cuida, no es exigente, no tiene orgullo ni ama el negocio, caso
en el cual se quedar atrs. Si usted entra en la categora B, este negocio no es para usted".
Le aplic esa filosofa al manual mismo, que estaba lleno de minucias. Les deca a
los operadores exactamente cmo servir una malteada, cmo asar hamburguesas, cmo
frer papas. Especificaba el tiempo preciso de coccin para todos los productos y la
regulacin de la temperatura para todos los aparatos. Fijaba las porciones exactas de cada
ingrediente, hasta el cuarto de onza de cebolla que se haba de poner sobre cada
hamburguesa y las 32 tajadas por libra de queso. Especificaba que para frer las papas,
stas deban cortarse con un espesor de 7 milmetros. Y defina controles de calidad que
eran nicos en el servicio de comidas, incluyendo la regla de desechar todo producto de
carne o de papas que hubiera permanecido ms de 10 minutos en un recipiente de servir.
En algunos pasajes el manual iba demasiado lejos. Por ejemplo, especificaba los
precios de todos los productos lo cual era una violacin de las leyes vigentes sobre
restriccin del comercio y los ttulos de los empleos, todos para hombres, eran
intencionalmente discriminatorios. Aun cuando no constaba en forma explcita en el
manual, durante el primer decenio de McDonald's la regla era que no se podan contratar
mujeres en los restaurantes, con el argumento de que muchas tareas como la de subir
desde el stano sacos de papas de 100 libras eran demasiado pesadas para las mujeres.
Pero esto era apenas un pretexto para disimular la razn verdadera: Kroc tema que si se
contrataba personal femenino, como las chicas que atendan en los drive-ins
convencionales, atraeran a muchos muchachos, y los McDonald's se convertiran en sitios
de reunin de estudiantes. Esto era todo lo contrario de lo que Kroc buscaba. El quera que
McDonald's fuera el primer drive-in para las familias. Por esta razn la regla no escrita
contra las mujeres era tan sagrada como las prohibiciones escritas (y en vigor hoy) contra
los tocadiscos automticos, las mquinas de vender cigarrillos y los telfonos pblicos.
Kroc le dijo una vez a un reportero: "Yo llegu a la conclusin de que todos los puestos de
hamburguesas tenan tocadiscos automtico, telfonos y mquinas de cigarrillos, y que ni
mi esposa ni la esposa de usted entraran en esos lugares frecuentados por tipos de
chaquetas de cuero, y llenos de humo".
El manual de Turner especificaba que todos los das haba que limpiar las ventanas,
lavar el lote con manguera, y fregar los recipientes de basura y desperdicios. Da por
medio deban brillarse todas las partes de acero inoxidable, inclusive reas generalmente
pasadas por alto como las chimeneas de escape. Todas las semanas haba que lavar el techo
del restaurante. Fregar los pisos y limpiar los mostradores se hizo un proceso casi
continuo, y el trapo de limpiar fue herramienta indispensable de todo miembro del
equipo. "Si usted tiene tiempo de descansar, tiene tiempo de limpiar", fue uno de los
primeros aforismos de Kroc que se infiltraron en todo el sistema y formaron toda su
filosofa operativa.
Pero no era mucha la comprensin que Kroc mostraba con los que amenazaban el
sistema violando repetidamente los procedimientos desarrollados por Turner y Karos. En
consecuencia, la compaa tomaba tan en serio la observacin de sus normas como su
desarrollo. Kroc estaba convencido de que el sistema del honor no era adecuado para
McDonald's. En efecto, sus cartas electrnicas para los hermanos McDonalds a finales de
los aos 50 dejan ver que les tena una desconfianza fundamental a los concesionarios que
se abandonaban a su propia suerte. Esos mensajes no dejan duda de que desde el principio
comprenda que en una cadena nacional de servicio de comidas era necesario que todos
los operadores acataran normas muy estrictas. "Nosotros hemos encontrado, lo mismo que
ustedes, que no podemos confiar en ciertas personas que no son conformistas", les deca en
marzo de 1958. "Las volveremos conformistas sin prdida de tiempo. An amigos
personales que sabemos que tienen las mejores intenciones pueden no conformarse.
Tienen una opinin distinta acerca de diversos procesos y de ciertas calidades del
producto. Desde el punto de vista del crecimiento sobre las ms slidas bases, la nica
forma en que podemos saber positivamente que estas unidades estn obrando como deben
obrar... es hacer que no tengan absolutamente ninguna alternativa. No se les puede ceder
ni una pulgada. La organizacin no puede confiar en el individuo; el individuo tiene que
confiar en la organizacin. De lo contrario no debe meterse en este negocio".
El primer informe que rindi Turner sobre la visita a un restaurante fue sin duda el
ms completo que jams se haya hecho sobre el manejo de un drive-in. Slo hubo un
problema: era demasiado largo y Kroc no se tom el trabajo de leerlo. En su prximo
informe Turner resolvi ese problema sintetizndolo todo en calificaciones (A, B, C, D y F),
que se escriban en la parte superior derecha y se referan a cuatro temas: el primero,
"servicio"; el siguiente, "calidad"; el tercero, "limpieza"; y, finalmente, una calificacin para
"rendimiento" general. Despus las categoras se abreviaron como SQC 1, pero dos aos
despus Kroc le pidi a Turner que pusiera la calidad primero en el sistema de calificacin
y as naci la sigla QSC, smbolo universal de desempeo en la industria de comidas
rpidas.
A finales del decenio de los 50, cuando Karos y otros ingresaron en la plana mayor
de Turner, el oficio de visitar y evaluar restaurantes se hizo una posicin de tiempo
completo, con el ttulo de consultor visitador. Al principio, este funcionario no era
primordialmente un inspector de calidad sino un asesor que les ayudaba a los operadores
Hoy la compaa tiene cerca de 300 consultores visitadores, cada uno de los cuales
no hace otra cosa que visitar y evaluar unos 18 restaurantes cuatro veces al ao. En cada
visita ellos y los administradores de los restaurantes llenan informes de 27 pginas que
evalan el restaurante en ms de 500 renglones, desde aseo de los cuartos de bao hasta
calidad de las hamburguesas y las papas fritas. En 1985 solamente, McDonald's gast ms
de US$19000000 en operaciones de inspeccin. Ms que cualquier otro factor, las
calificaciones determinan si se le puede conceder a un concesionario licencia para
expansin, y hoy se considera necesario por lo menos una calificacin B para poder
obtener este derecho.
"Decan que tenan una manera mejor de hacer las cosas, y queran convencerme de
que todo el sistema deba funcionar como ellos decan".
Tuvo una pelea continua con Tony Weissmuller, otro del Rolling Green, que tena
una unidad McDonald's en Aurora, Illinois, sobre cmo manejar las papas fritas para
disminuir la rotura. En defensa de su mtodo, Turner citaba las pruebas que haba llevado
a cabo con otros operadores, pero Weissmuller no se convenca. A otros les parecer cosa
de risa, pero Turner dioe: "Para m, sta era mi causa. Pas horas enteras discutiendo con
l, a veces hasta la medianoche". Estos encuentros dejaron en el nimo de los operadores la
impresin ntida de que Turner, Karos y otros gerentes estaban firmemente resueltos a
imponer el cumplimiento de las normas. Parece que hasta el mismo Weissmuller se
impresion porque le ofreci a Turner la cuarta parte de su nueva concesin en Ann Arbor
si se comprometa a administrarla. Muchos otros concesionarios le hicieron ofertas
parecidas. "Si no reciba una oferta al mes de trabajo de los operadores, me pareca que no
estaba haciendo bien mi oficio", dice.
Desde luego que si no hubiera contado con el apoyo de Kroc, no podra haber
exigido tan rgido cumplimiento de las normas. Este apoyo era todava ms importante
para Karos, quien tena un estilo casi tan ostentoso como el del mismo Kroc. Karos inici la
prctica de tomar fotos de los restaurantes sumamente desaseados para documentar las
transgresiones de los operadores. (Esto todava se hace en McDonald's.) A veces la mana
que tena Karos de dramatizar las cosas provocaba furiosas reacciones. En cierto ocasin
observ que haba mucha basura en los patios del vecindario donde funcionaba un
McDonald's, en New Jersey, seal de que el respectivo concesionario no haba seguido las
instrucciones de examinar el rea comprendida en un radio de dos manzanas en torno del
restaurante. Karos recogi toda la basura que pudo llevar en los brazos, entr con ella en la
oficina del concesionario, se la ech sobre el escritorio y le dijo: "Cmo puede usted
tolerar esto en el patio de su vecino?" Slo mucho tiempo despus supo por Turner que
haba estado muy cerca de que aquel concesionario le rompiera la crisma. Era un
hombrazo de 1.93 de estatura y 115 kilos de peso, ex jugador de rugby. "Poco falt para que
se te echara encima", le dijo Turner.
Fuera de estos encontrones, la mayor parte del trabajo de los consejeros visitadores
consista en instruir a los concesionarios acerca de los detalles del sistema. En 1957
McDonald's estaba haciendo pelculas rudimentarias de entrenamiento. La primera de
ellas la film Conley, con Turner como "actor" que haca la presentacin del sistema de
hamburguesas. Estas pelculas caseras se cambiaron despus por pelculas profesionales, y
en 1961 McDonald's estaba preparada para lanzar un programa de aprendizaje que
cautivara la imaginacin de la industria y del pblico: Hamburger University, la
Universidad de la Hamburguesa.
Con esta iniciativa, McDonald's les cogi la delantera a todos sus competidores en
materia de entrenamiento. Desde el da que inaugur su restaurante en Des Plaines, Kroc
se desviva por darle un toque de posicin social a la hamburguesa que, vendindose a 15
centavos, tena una imagen negativa. En 1961, todava el pblico no poda creer que un
artculo que se venda tan barato y mucho menos una humilde hamburguesa pudiera
ser de calidad. Nada contrariaba tanto a Kroc como esa imagen de baja calidad que se
asociaba con el precio de 15 centavos. En 1962 orden suprimir el precio en la muestra de
McDonald's; y cuando Dick McDonald le envi a Kroc un dibujo del escudo de su familia,
lo hizo incluir en la muestra como smbolo de calidad, en reemplazo de Speedee
[Rapidito], la caricatura de un nio cocinero que los hermanos McDonalds haban
inventado para designar su Sistema de Servicio Rpido. A otros les pareci que el escudo
era cursi, y entonces se empez a buscar un smbolo ms elegante. Turner pens en un
logotipo basado en la "V" de la insignia del Cadillac, y Schindler tom esta idea para
disear un logotipo en que aparece la lnea oblicua del techo de los restaurantes
atravesando un dibujo de los arcos dorados en forma de "M". (En 1968 se prescindi de la
lnea oblicua y se agreg el nombre McDonald's para llegar al logotipo actual.)
Turner comprende esto tal vez mejor que cualquier otro de sus colegas, y por eso
reconoce que el sistema operativo que l cre tena serias limitaciones. Las reglas slo
daban un marco general, y eso por s solo no poda liberar el potencial verdadero de
cualquier sistema de concesiones: el ingenio humano de centenares de hombres de
negocios independientes. En fin, el secreto del xito de McDonald's consisti en que sus
casi fanticos especialistas en operaciones, encabezados por el propio Kroc, reconocieron
que el sistema operativo de la cadena sin duda el ms vigoroso en la industria de
comidas rpidas no era suficiente.
Captulo 7
Cmo hacer dinero
En 1957 Kroc haba reunido todos los elementos que necesitaba para que
McDonald's triunfara. Su sistema de concesiones les brindaba a los empresarios la
oportunidad de establecer un negocio propio sin tener que pagar una suma exorbitante
por los derechos y sin adquirir compromisos injustos de compras. La fama del xito de sus
concesionarios atraa a decenas de individuos que estaban dispuestos a invertir sus
economas de toda una vida para ponerse a hacer hamburguesas. Sus acuerdos con
proveedores de fuera les estaban brindando a docenas de compaas pequeas pero
innovadoras la oportunidad de obtener utilidades en pedidos de gran volumen sin pagarle
comisin a Kroc. El sistema sumamente disciplinado de McDonald's haba fijado altas
normas de calidad, servicio y aseo, antes desconocidas en la industria de drive-ins.
En todo este plan slo haba una falla: no haba manera de que McDonald's
realizara utilidades. Kroc era un romntico del negocio de comidas rpidas. Al vendedor
que haba en l lo atraan el potencial del volumen y la demanda popular de una buena
hamburguesa de 15 centavos, mientras que al espritu de economa del Viejo Mundo que
haba en l le encantaba la eficiencia de la lnea de montaje en un servicio de comidas.
Estaba resuelto a convertir lo que haba encontrado en San Bernardino en una respetable
cadena nacional y a cambiar la forma en que solan hacer las cosas las industrias de
comidas y los procesadores de alimentos; pero ganar dinero no era parte de su
romanticismo. Aunque lleg a ser uno de los hombres ms ricos del pas, con un
patrimonio que se calculaba en US $600000000, cuando muri, en 1984, nunca habl de
acumular riquezas. No lo mova el deseo de adquirir dinero. Nunca analiz un negocio
por su estado de prdidas y ganancias, y nunca se tom el trabajo de entender el balance
general de su propia compaa.
Lo que convirti a McDonald's en una mquina de hacer dinero no tuvo nada que
ver con Ray Kroc ni con los hermanos McDonalds, ni siquiera con la popularidad de sus
hamburguesas, sus papas fritas y sus malteadas. McDonald's gan su dinero con bienes
races y con una sencilla frmula ideada por Harry J. Sonneborn, antiguo ejecutivo de
Tastee Freeze a quien Kroc contrat en 1956 y quien trabaj para McDonald's exactamente
diez aos. Durante ese tiempo fue socio de Kroc un socio muy callado y discreto. Ray
Kroc se convirti en una figura legendaria en el mundo de los negocios, mientras que
Harry Sonneborn fue poco menos que desconocido fuera de un pequeo crculo de
veteranos de McDonald's.
Pero lo mejor de la frmula era que el recargo del 40 por ciento no era sino el
arrendamiento mnimo que deba pagar el concesionario. Le proporcionaba a McDonald's
dinero suficiente para cubrir sus gastos generales. La mayor parte de las utilidades
provenan de otro aspecto del plan, en virtud del cual el arrendamiento se calculaba como
un porcentaje de las ventas del restaurante inicialmente el 5 por ciento. El concesionario
deba pagar o bien un canon fijo o bien un porcentaje de sus ventas, el que fuera ms alto
de los dos. Sonneborn haba encontrado la manera de participar en las ganancias
provenientes de las crecientes ventas de los restaurantes. En efecto, se aprovechaba
doblemente: no les pagaba porcentaje a los propietarios, pero s se lo exiga a los
concesionarios. "Yo no lo justificaba ante nadie", dice. "Ese era el trato: o lo tomas o lo
dejas. Nunca me puse en el trabajo de decirles a los concesionarios cules eran los factores
de su arrendamiento. Ese era el arrendamiento".
Las utilidades no fueron el nico aporte que hizo Sonneborn con sus operaciones en
bienes inmuebles: Kroc y Sonneborn consideraban que el control de los bienes inmuebles
tambin le permiti a McDonald's obtener el tipo de control que quera ejercer sobre los
concesionarios y que no poda obtener mediante un simple acuerdo de concesin.
Posteriormente los tribunales han definido en muchsimos casos los derechos de los
concesionistas y de los concesionarios; pero en los aos 50 la legislacin no los reconoca
muy claramente. Qu le impeda a un concesionario quitar el letrero de McDonald's,
cambiarle el nombre al restaurante y no pagar regalas? Qu autoridad tena McDonald's
para castigar a los rebeldes que no quisieran cumplir las reglas sobre el men o las normas
operativas? "Yo nunca pens que un contrato de concesin valiera lo que el papel en que
estaba escrito", dice Sonneborn, pensando en la posibilidad de un juicio. "Pareca que no
tendra validez alguna ante los tribunales. Sera el caso de la gran corporacin contra el
pequeo operador, y la corporacin jams ganara semejante pleito".
Sin duda el mayor beneficio del negocio de bienes inmuebles fue que constituy la
forma menos ofensiva en que McDonald's poda ganar dinero. Al igual que cualquier otro
negocio, las compaas concesionistas tienen que generar utilidades, pero, a diferencia de
otros negocios, aparecen muchas veces como usufructuarias de utilidades mal habidas. La
venta de derechos territoriales por una fuerte suma se ve como utilidades no ganadas. Si
los concesionistas ganan dinero suministrndoles a sus concesionarios materiales que ellos
mismos fabrican, se considera que se estn beneficiando de un conflicto de intereses. Y si
reciben un porcentaje sobre la venta de productos que acuerdan con terceros, se estima que
se estn aprovechando de las rebajas por compras en gran volumen, rebajas que
legtimamente les pertenecen a los concesionarios.
El gran beneficio del control sobre los locales es el incentivo econmico que le da a
McDonald's para fomentar la excelencia en las operaciones. Mientras que otros
concesionistas obtenan grandes ganancias de entrada vendiendo concesiones y abriendo
nuevos restaurantes, el plan de Kroc hizo depender la rentabilidad de McDonald's de su
habilidad para inducir a los concesionarios a mejorar sus operaciones y aumentar sus
ventas. Turner explica: "Nuestro ingreso dependa ms de aumentar el volumen de los
restaurantes existentes, que de abrir nuevas unidades".
Para los hombres de nmeros como Harry Sonneborn, la conexin con los bienes
inmuebles era de oro. Cuando McDonald's se convirti en sociedad annima abierta, l se
complaca en decirles a los analistas de ttulos y valores que McDonald's era una compaa
de bienes inmuebles, no de comidas rpidas. Y desde mucho antes esgrima el mismo
argumento para tranquilizar a los posibles prestamistas que se sentan cmodos prestando
sobre bienes inmuebles pero vacilaban en financiar compaas del arriesgado negocio de
servicio de comidas rpidas. Naturalmente, la afirmacin de Sonneborn era una
exageracin que enfureca a Kroc; pero vindola framente y desde el punto de vista de los
nmeros, haba ms verdad de la que queran admitir los funcionarios de McDonald's.
Pero lo que realiz Sonneborn no fue simplemente descubrir la conexin con bienes
races sino encontrar la manera de hacer que funcionara. En 1956, cuando fund la
Franchise Realty, las probabilidades de que McDonald's fracasara en este ramo eran
enormes. Kroc haba empezado en 1954 con una inversin de US$1 000, y cuando la
compaa decidi desarrollar sus bienes races, tres aos despus, su patrimonio apenas
llegaba a US$24 000. Este balance vinculado con un plan de otorgar concesiones para
drive-ins especializados en hamburguesas de 15 centavos no era tan llamativo como
para que los propietarios de tierras corrieran a pedirles a sus banqueros prstamos
hipotecarios a fin de construir drive-ins de color blanco y rojo para alquilrselos a
McDonald's. Y un par de aos despus, cuando McDonald's empez a comprar tierras con
contratos de pago a plazos durante diez aos y a construir los edificios, sus posibilidades
de conseguir dinero sobre hipotecas eran menores an. Como norma general, los bancos
no estaban dispuestos a financiar compaas nuevas, y mucho menos restaurantes, a causa
de su elevada proporcin de fracasos.
Pero, en medio de todo, Sonneborn saba cundo tena que ceder para lograr un
trato, y en muchas ocasiones cedi ms que cualquier otro. Crea que la manera ms barata
de financiarse una compaa en crecimiento era endeudndose, y pudo obtener prstamos
que otras compaas de comidas rpidas no conseguan porque estaba dispuesto a pagar
ms para obtenerlos. Cuando McDonald's creci, Sonneborn se volvi exigente en esa
materia, pero al principio reconoca que tena que hacer concesiones en cuanto a tipos de
inters. En 1957 Kroc lo mand a Peora, en Illinois, para que se entrevistara con Harry
Blanchard y Cari Young, viejos socios en negocios al por menor y cerveceras, quienes
acababan de fundar una compaa para hacer prstamos de alto riesgo sobre bienes races
que los bancos se abstenan de hacer. Sonneborn habl con ellos brevemente sobre una
propiedad en Peoria, que ellos se comprometieron a financiar, pero se dio cuenta de que
las posibilidades eran mucho mayores. "Ya que ustedes estn dispuestos a financiar este
local", les dijo, "por qu no financian seis? Yo les puedo mostrar muchos sitios
esplndidos".
De esa velocidad es ejemplo la manera como pas de una etapa a otra en sus
operaciones con inmuebles. Al principio la propuesta que les haca a los propietarios era
sencilla: El dueo del terreno consegua un prstamo hipotecario de US$40000 para
construir all un McDonald's que luego le arrendaba a la compaa por veinte aos, ms o
menos por US$700 mensuales. Corra un riesgo grande porque McDonald's era
desconocida, el negocio de hamburguesas a 15 centavos era una novedad, y el propietario
levantaba una edificacin que no poda servir para nada ms.
Otra clave para persuadir a los propietarios de que se arriesgaran con una unidad
McDonald's fue la decisin de no mantener la funcin de bienes races enteramente
interna, sino valerse tambin de corredores de bienes races de fuera. Estos conocan mejor
los mercados locales y los inversionistas, y pudiendo ganar buenas comisiones, tenan un
fuerte incentivo financiero para hacer tratos.
Ninguno aprovech esa oportunidad mejor que Richard Schubot, joven e inexperto
corredor de Cleveland, que empez a conseguir lotes para McDonald's en 1958. Despus se
hizo tambin concesionario, pero antes de eso cerr unos 250 convenios de arrendamiento
para McDonald's, ms o menos la cuarta parte de todos los restaurantes que la compaa
construy en el decenio de los 60. Se volvi un as para encontrar los sitios adecuados,
labor a la cual dedicaba siete das a la semana. Estudiaba los mercados locales ms
minuciosamente que los mismos funcionarios de McDonald's, y adopt una actitud muy
desenfadada para tratar con los propietarios y sus abogados. Al estudiar cada nuevo
mercado en Ohio y los Estados circunvecinos, empezaba por tomar incontables
aerofotografas que le permitan localizar rpidamente las principales carreteras, escuelas e
iglesias que indicaban la presencia de familias suburbanas. Despus recorra el territorio
en automvil para hacer el croquis de las calles y tomar nota del flujo del trnsito. Acab
por tener una pequea biblioteca de fotos areas y mapas, y a muchos corredores que lo
llamaban para ofrecerle a McDonald's las propiedades de sus clientes, los dejaba
indudablemente sorprendidos dndoles por telfono ms informacin sobre esas
propiedades de la que ellos mismos tenan.
Era igualmente heterodoxo para elegir algunos sitios. En 1964 le llev a McDonald's
un contrato firmado de arrendamiento de una propiedad en el lmite sur de Ithaca, Estado
de Nueva York, que no cumpla las exigencias de Sonneborn de estar en calles de mucho
trnsito y con "anclas" cercanas a ambos lados para atraer la clientela. El sitio escogido por
Schubot s estaba en una calle de bastante trnsito, pero no tena nada ms que lo
recomendara. Estaba situado a ocho kilmetros de la Universidad de Cornell, el mercado
que obviamente buscaba McDonald's, y su "ancla" no compensaba esta lejana: estaba
rodeado de un depsito de chatarra.
Sonneborn rechaz el negocio pero fue desautorizado por Kroc. Sin embargo, al fin
se sali con la suya porque no pudieron encontrar un concesionario que tomara ese sitio, y
el mismo departamento de operaciones lo objet. Entonces Sonneborn le dijo a Schubot:
"Te tengo un negocio: te voy a otorgar a ti la concesin de Ithaca". Ya para entonces el
mismo Schubot empezaba a dudar de aquel sitio, pero Kroc lo llam y le dijo: "Mustrale
quin eres. Acepta".
Jursich no quiso perder tiempo en una lucha que consideraba perdida de antemano
por conseguir dinero para muchos restaurantes con los grandes prestamistas de Chicago,
sino que limit sus primeros esfuerzos a los bancos y las cajas de ahorros de las
poblaciones pequeas, donde solicitaba prstamos nicamente para un restaurante que se
instalara en su mercado local. Puesto que prcticamente todas las unidades McDonald's
durante el primer decenio se estaban abriendo en los suburbios o en las poblaciones
pequeas, las solicitudes de Jursich seguan el mismo camino. El pensaba que los
banqueros locales tenan inters econmico en apoyar un restaurante McDonald's en su
pueblo, pues creaba como treinta y cinco empleos nuevos.
Adems, les haca una propuesta muy atractiva. Saba que tenan ms depsitos de
lo que podan prestar localmente, y que los fondos excedentes los invertan en papeles de
bajo rendimiento, como certificados de depsito en los bancos de los centros financieros.
Explot, pues, su deseo de mejores rditos, as como Schubot haba atrado a los
propietarios pagndoles arrendamientos superiores al trmino medio. "Bsicamente, todo
el mundo tiene en s algo de ladrn", observa Jursich. "Yo les di la oportunidad de ser
ladrones". Muchos de los primeros prstamos los consigui con bancos de ahorros que se
especializaban en hipotecas al 5 por ciento para viviendas y que deseaban (aunque pocas
veces lo lograban) hacer prstamos comerciales a ms alto inters sobre inmuebles. Jursich
les ofreci la tentacin del 7 por ciento sobre hipotecas a diez aos ms una comisin del 5
por ciento por slo hacer el prstamo. Algunos se mostraron tan ansiosos de hacer tan
buen negocio que dejaron a un lado sus escrpulos tradicionales sobre el alto riesgo de la
industria hostelera. En ms de una ocasin los ejecutivos de esas cajas de ahorros fueron
tan ingenuos que aceptaron que el propio Jursich redactara el documento de prstamo
comercial.
A los pequeos banqueros de los pueblos los sedujo con las mismas condiciones,
ms la adehala de que el operador del McDonald's se comprometa a mantener la cuenta
corriente de su negocio en el banco que le prestara a la compaa los US $40 000 para
levantar el edificio. Hasta les mostr extractos de cuentas de operadores existentes de
McDonald's, que mostraban saldos de US $15 000 en promedio. En seguida les soltaba el
argumento clave: "Nmbreme usted otro cliente que est dispuesto a mantener en depsito
la tercera parte del prstamo como condicin para obtenerlo".
Su estilo era tan persuasivo como sus condiciones. Lo mismo que otros del personal
de bienes races llegaba a los pueblos en una avioneta de la compaa, con lo cual ya se les
empezaba a quitar de la cabeza a los banqueros la idea que tenan de que todos los
empresarios de comidas rpidas eran unos pobres diablos. Al banco se presentaba
correctamente vestido y llevando una gran cartera repleta de fotos en colores de nuevas
unidades McDonald's, historiales de ventas de varios restaurantes, y otras informaciones
para documentar su solicitud, e insista en no hablar sino con el presidente del banco. "Yo
buscaba un prstamo que no estaba contemplado en el reglamento del banco", explica
Jursich, "y los vicepresidentes siempre se cien al reglamento. El nico que se atreve a
separarse de l es el jefe ejecutivo".
Tal vez a usted no le guste este prstamo, pero yo estoy seguro de que a los seores
de la junta s les va a gustar repuso Jursich preparndose para retirarse. Entonces el
presidente del banco le indic que volviera a tomar asiento, y pocos minutos despus la
operacin hipotecaria qued aprobada.
Sonneborn, desde luego, saba que con los balances corporativos de McDonald's no
se poda jugar de esta manera. Pero as como dos cocineros convierten la misma carne y las
mismas papas en dos hamburguesas y papas fritas que saben distinto, as tambin dos
contadores, sobre la base de nmeros igualmente legtimos, pueden producir balances y
estados de prdidas y ganancias que presentan a una compaa en forma distinta, para
bien o para mal. Sonneborn necesitaba lo primero y, virando 180 grados, dej a sus osados
especialistas en bienes races y acudi a un gerente que trabajaba detrs del teln pero
dominaba totalmente el negocio valindose de las cifras, y poda utilizarlas para beneficio
de McDonald's. Se trataba de Richard J. Boylan, abogado y contador. En 1958, cuando
Sonneborn lo contrat, Boylan haba trabajado ocho aos en la Administracin Federal de
Impuestos, en las divisiones de renta y de sucesiones y donaciones, y era experto en
contabilidad, avalos y gravmenes de bienes races. Sonneborn pens que ste era un
hombre que podra mejorar las cifras financieras de McDonald's todo lo que la ley
permitiera.
A las pocas semanas de entrar en la compaa, Boylan empez a aplicar las tcnicas
de avalo de la Administracin de Impuestos para aumentar dramticamente el valor neto
declarado de McDonald's. As como dicha Administracin haba sentado el principio de
que una testamentara tena un valor actual, Boylan dio por sentado que la renta futura de
McDonald's por concepto de arrendamientos pagados por sus concesionarios tambin
tena un valor actual, que se deba contabilizar como un activo. Puesto que dicho valor
equivala a unas diez veces lo que McDonald's reciba de sus concesionarios en un ao
cualquiera por concepto de arrendamientos, Boylan haba descubierto una manera
milagrosa de agregarle riqueza al balance general. El nico problema era que el concepto
de capitalizar contratos de arrendamiento no se inclua entonces en la llamada
contabilidad GAAP2 los "Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados" por los
cuales se rigen prcticamente todos los contadores de las sociedades annimas.
Cerca de la mitad de los activos de la compaa estaban contenidos en una cifra que
la mayora de los contadores no habra aceptado. En 1964, cuando McDonald's se dispona
a ofrecerle acciones al pblico, contrat los servicios de una firma de contadores de mucho
prestigio, Arthur Young and Company, para satisfacer las exigencias de la Bolsa de Nueva
York. Pero la respetabilidad que con ello adquira tena su precio. Arthur Young no
aceptaba de ninguna manera la capitalizacin de contratos de arrendamiento, y
McDonald's se vio en la necesidad de eliminar de su balance general para 1964 unos US$17
400000 en activos contabilizados el ao anterior. Esto redujo sus activos casi a la mitad,
pero ya para entonces la capitalizacin de arrendamientos futuros haba cumplido su
cometido de hacer ms atractivo el balance general de McDonald's para las grandes
Ninguno de estos ajustes era aceptable en la prctica contable normal, pero otra vez
Boylan persuadi a Doty and Doty de que los permitieran, y en 1960 aparecieron los
primeros resultados de su programa en el estado de prdidas y ganancias de la compaa,
que ese ao mostr utilidades de US$109000 casi diez veces la suma correspondiente a
1958 y gran parte del aumento provena de la novedosa contabilidad. Que sta no se
ciera a los principios GAAP, tena sin cuidado a Sonneborn. A quienes l quera
impresionar era a los financistas, no a los contadores. "Fue el truco contable ms grande
que se haya inventado jams", observa Sonneborn refirindose al sistema de Boylan de
capitalizar arrendamientos futuros; "los banqueros quedaban confundidos y
desconcertados porque no lo haban visto antes; pero a nosotros ciertamente nos ayud a
conseguir algunos prstamos".
McDonald's, desde luego, explic sus novedades contables, pero las cifras que
aparecan en el rengln de utilidades eran ms prominentes que las notas marginales que
contenan las explicaciones del balance. "Todo lo revelbamos en las notas, pero nadie lee
las notas", comenta Gerry Newman, vicepresidente ejecutivo principal y jefe de
contabilidad. "Nuestros nmeros eran capciosos, pero sin ellos jams habramos
conseguido los prstamos para la expansin, porque en realidad nosotros no estbamos
realizando utilidades". Boylan rechaza vigorosamente ese punto de vista y arguye: "En
nuestros estados financieros todo estaba completamente explicado y se apoyaba en
principios contables. No haba en ello nada capcioso. Los nmeros capciosos son
imaginarios, y los nuestros no eran imaginarios".
Pese a lo modesto de los sueldos, stos sobrepasaban a veces al magro flujo de caja
de la compaa. En realidad, nunca haba seguridad de poder cubrir la nmina de pagos
semanales. Las nuevas polticas de propiedad inmobiliaria de Sonneborn aumentaban
notablemente los ingresos, pero stos escasamente marchaban a la par con los costos
disparados del personal necesario para sostener el doble compromiso de la cadena con la
perfeccin de las operaciones y las inversiones en bienes races. La vspera de un da de
pagos June Martino sola hacerles frenticas llamadas de urgencia a los concesionarios
para que pagaran regalas vencidas. Si todava eso no bastaba, el vicepresidente de
concesiones, Conley, apelaba a los concesionarios en perspectiva que estaban en lista de
espera para negociar nuevos restaurantes, y les deca que si podan mandar
inmediatamente una parte o la totalidad del depsito de garanta de US $10000, les
reservara un sitio que acababa de hacerse disponible.
En una de estas ocasiones la escasez de fondos fue tan aguda que no se pudo suplir
con los arbitrios de costumbre. Todos los altos gerentes se encontraban fuera de la ciudad,
y el viernes a las 3 de la tarde Newman comprendi que esta vez la crisis no tena remedio:
no haba manera de pagar los sueldos de esa semana. Newman se vio en la alternativa de
girar cheques sin fondos, que el banco no pagara, o confesarles a los empleados que la
compaa no tena dinero. Ambas cosas eran por dems desagradables, de modo que
redact un memorndum tan creativo como la contabilidad de Boylan. A pesar de que l
no estaba autorizado para modificar la poltica de sueldos de la compaa, anunci que en
adelante stos no se pagaran semanalmente sino quincenalmente. La crisis se evit
sencillamente eliminando el pago ese viernes, y de ah en adelante McDonald's siempre les
ha pagado a sus servidores por quincenas.
Por angustiosas que fueran esas crisis peridicas de dinero, eran plidas en
comparacin con la crisis financiera que estall en la oficina de Sonneborn a principios de
1959 en forma de un embargo. Un contratista de construccin en Milwaukee exiga el pago
de los servicios prestados a una empresa urbanizadora llamada General Associates, Inc.,
que estaba construyendo varios restaurantes para McDonald's. Al principio Sonneborn no
hizo mucho caso, pensando que tal vez se trataba de un atraso en los pagos, pero pocos
das despus ocurri otro embargo, y luego muchos ms, todos contra General Associates.
Sbitamente McDonald's se vio enfrentada al riesgo que implicaba la poltica inmobiliaria
de Sonneborn. Si fracasaba un restaurante con el cual no tena otra relacin que el haberle
otorgado una concesin, slo perda los honorarios por los servicios que le prestaba. Los
que realmente perdan eran el concesionario, que se quedaba sin negocio, y el propietario
del inmueble que se quedaba con un edificio desocupado y que no serva para nada ms.
Pero apenas McDonald's se interes en inmuebles, tambin comenz a correr el gran
riesgo de prdidas en bienes races.
Pero lo que en el papel pareca muy bien, en la prctica result una pesadilla para
Sonneborn. Bohr adquiri la propiedad utilizando para pagar el primer plazo los
depsitos de garanta de los concesionarios, y negoci con los contratistas, quienes
empezaron a construir las unidades; pero, por razones que McDonald's nunca supo, no
consigui las hipotecas para pagar las construcciones. En la primavera de 1959 no les haba
pagado un centavo a los contratistas. Estos haban realizado ms de la mitad de su trabajo,
pero se negaron a terminarlo. Lo peor de todo era que a Bohr no lo encontraban en
ninguna parte.
Con razn dice Fred Turner que ese periodo fue "una poca traumtica" para
McDonald's. El desastre de Clem Bohr produjo tal tensin que sacudi hasta al mismo
Sonneborn, cuya calma en los momentos graves era tan grande que muchos la
interpretaban como arrogancia. Pero ya no haba tal arrogancia. "Le confieso que estuve a
punto de suicidarme ', dijo Sonneborn. "No vea la manera de sacar a la compaa de aquel
enredo. Pas muchas noches sin dormir".
Para evitar los juicios y los embargos, McDonald's necesitaba una inyeccin
inmediata de dinero con qu pagarles a los contratistas, y Sonneborn volvi los ojos a la
fuente ms segura: los proveedores de la compaa. Estos ya se estaban beneficiando con el
gran volumen de ventas que hacan los restaurantes de la cadena, y estaban casi tan
comprometidos en la salvacin de McDonald's como sta misma. Habl con cinco de ellos
Continental Coffee, Perlman Paper Company, Honey Hill Dairy, Mary Ann Baking, e
Interstate Foods con la esperanza de persuadirlos de que cada uno comprara US $25 000
en bonos emitidos por McDonald's. No tuvo que hacer esfuerzo para convencerlos. "Louie
Kuchuris [el propietario de Mary Ann Baking que suministraba los panecillos] ni siquiera
quiso los bonos", cuenta Sonneborn. "Almorc con l un da y me extendi un cheque
inmediatamente. Si no hubiera sido por los prstamos de estos proveedores, McDonald's
no habra sobrevivido cinco minutos".
Pero esta transfusin de US$125 000 slo le dio a Sonneborn el tiempo necesario
para buscar financiacin institucional. Dedic todo momento disponible a entrevistarse
con gerentes de compaas de seguros, corredores de bienes races y banqueros
inversionistas. Hasta acudi a los fondos de pensiones de los sindicatos. "Yo investigaba
por todas partes y habl con todos los que quisieron escucharme", recuerda. "Yo no era
orgulloso: era un pordiosero".
Sigui todas las pistas posibles, y una de ellas lo llev a la oficina de E. E. Ballard,
presidente de All-American Life and Casualty, hoy filial de U. S. Life, una de las
aseguradoras ms grandes del pas. En 1959 All-American era una compaa pequea pero
activa que Ballard haba fundado siete aos antes. Este escuch a Sonneborn (que no
mencion el desastre de Bohr) y le interes la idea de una cadena de hamburguesas de 15
centavos. Das despus su hijo se interes en McDonald's y visit a Ray Kroc para hablar
de una concesin. Kroc aprovech la oportunidad de ese contacto para interesar a Ballard,
padre, en algo ms grande.
Se le presentaba la oportunidad de salvar su compaa, y despleg toda su
capacidad de persuasin. "Fue el fervor de Ray lo que me hizo interesar", recuerda Ballard.
"Nunca olvidar su conocimiento de los detalles del negocio. Saba exactamente lo que iba
a hacer y cmo lo iba a hacer. Me gust su limpieza, su manera de pararse y de hablar".
El saba mejor que nadie que era urgente tener acceso a los grandes mercados de
capital, y All-American les abri la puerta. El capital institucional es muy tmido. Los
grandes prestamistas sobre todo en el campo de los bienes races prefieren colocar su
dinero donde otras instituciones han hecho prstamos parecidos. Ahora Sonneborn se
poda presentar ante otros aseguradores en busca de prstamos y sealar orgullosamente
la presencia de hipotecas de All-American en el balance general de McDonald's. Pronto
obtuvo un prstamo parecido de otra aseguradora de Chicago, la Central Standard Life.
Lo que pareca ser la gran oportunidad lleg rpidamente y casi sin esfuerzo. Meses
despus de haber realizado sus acuerdos hipotecarios con All-American y Central
Standard, Sonneborn hizo contacto con un rico inversionista de Nueva York a quien le
haba impresionado la estrategia inmobiliaria de McDonald's y estaba dispuesto a
comprometerse en algo mucho ms grande de lo que Sonneborn soaba. Sonneborn vol a
Nueva York para cerrar el trato. Cuando entr en la oficina del abogado del inversionista,
vio sobre el escritorio de ste un cheque que le confirm la seriedad de aquella gente.
Estaba cuidadosamente colocado de manera que el visitante pudiera leerlo desde el otro
lado: "Pguese a la orden de McDonald's US$22 000000".
Rechazado por la Hancock, Stack habl con Wilson, de State Mutual. Este se
interes y llam a su oficina a una estrella naciente de su grupo financiero, Fred Fedelli, de
29 aos de edad. Este era un novato en cuanto a hacer prstamos arriesgados, pero no le
cost ningn trabajo analizar las 25 pginas del prospecto de McDonald's que Stack le
entreg. Aun cuando las proyecciones de crecimiento de la cadena estuvieran exageradas
en un ciento por ciento, Fedelli pens que McDonald's s poda responder por el prstamo;
pero el gran aliciente era la bonificacin que ofreca Sonneborn: el 20 por ciento de las
acciones de McDonald's si los aseguradores le concedan el crdito. Wilson y Fedelli
llegaron a la conclusin de que McDonald's mereca una investigacin de primera mano,
sobre todo porque era Stack quien recomendaba la operacin; y como ninguno de los dos
haba odo hablar antes de McDonald's, decidieron que Fedelli fuera a Chicago a
investigar.
Durante los dos das siguientes, Fedelli vol por el Medio Oeste en una avioneta de
McDonald's, visit veinte restaurantes de la cadena, y lleg a una conclusin sobre el
prstamo. "No poda creerlo", recuerda. "Se poda tomar una bebida, papas fritas y una
hamburguesa por menos de cincuenta centavos, y la comida era buena. No era nada caro.
Los puestos eran todos aseados, los estacionamientos limpios y barridos. Pens que no los
haban aseado para que yo viera, porque visitamos muchas unidades distintas, y en todas
era lo mismo".
En el momento del prstamo, en 1960, nadie saba el valor de 22.5 por ciento de algo
que Sonneborn haba cambalacheado para entrar en el campo de las altas finanzas; pero
cinco aos despus, cuando McDonald's se hizo sociedad abierta, se vio claramente que
los aseguradores haban hecho el mejor prstamo de su vida. En ese momento las
compaas State Mutual y Paul Revere eran dueas, cada una, de US$3 300000 en acciones
de la cadena. En el transcurso de los diez aos siguientes, ambas vendieron todas sus
acciones, por no tentar ms la suerte, realizando entre ambas compaas ganancias de
capital ligeramente inferiores a US$20000 000; y, desde luego, el prstamo de US$1 500000
que le haban hecho a McDonald's les fue reintegrado a su vencimiento, en quince aos.
Gracias a este golpe, Fedelli pas a ser uno de los ms progresistas gerentes de
cartera en la industria de seguros, y en 1979 haba llegado a la presidencia de State Mutual.
Hoy dice que el prstamo a McDonald's fue la mejor recomendacin de inversin que hizo,
y agrega: "Fue un triunfo el solo hecho de persuadir a un grupo de directores de seguros,
ya de edad y conservadores, de que hicieran ese prstamo. Era el mayor riesgo que haban
corrido hasta ese momento". Pero para no darse muchas nfulas le bastara a Fedelli
recordar tambin que en los aos 70 l vendi la totalidad de las acciones de State Mutual;
y aun cuando esa venta produjo una notable ganancia de capital, de US$12000000, el
prstamo habra sido una verdadera mina de oro si State Mutual hubiera conservado sus
150000 acciones de McDonald's, o sea el 10 por ciento del capital social de la cadena. Con
ajustes por divisin de acciones, hoy valdran ms de US S600 000 000.
Dick McDonald esperaba una respuesta del otro extremo de la lnea. No la haba.
Diez segundos de silencio telefnico le parecieron una eternidad, y hasta lleg a temer que
se hubiera cortado la comunicacin con Chicago. Acababa de informarle a Ray Kroc que l
y su hermano Mac pedan US $2 700 000 por venderle a la compaa de Kroc sus derechos
a la razn social y su sistema de comidas rpidas. No aceptaban pagars ni pago a plazos
durante varios aos; queran un solo pago al contado. Calculaban que a cada uno le
quedara US II000000 despus de pagar los impuestos sobre ganancias de capital, y eso era
lo que esperaban recibir por haber sido los fundadores de la industria de comidas rpidas.
S... No oste el ruido que hice al caer de lo alto del edificio a la calle? repuso
Kroc dominando su clera, y luego prosigui con buen humor : Ese precio es excesivo,
Dick. Dime la verdad: Cunto es lo que quieren?
En ese momento la antipata que Kroc haba venido desarrollando por los hermanos
McDonalds durante los dos ltimos aos se convirti en verdadero desprecio. Ellos tenan
que saber que su empresa no dispona de ese dinero que pedan. Estaba seguro de que le
estaban haciendo una jugada comercial. Aos despus explic Kroc: Fijaron una suma tan
alta que, si yo la consegua y les compraba, ellos quedaran muy satisfechos. Pero crean
que yo no tena la menor probabilidad de conseguirla".
Y sin embargo, en 1961 se haba hecho imperativo para Kroc sacar a los hermanos
del negocio. En su afn por obtener los derechos de otorgar a nivel nacional concesiones
del sistema de comidas rpidas que ellos haban inventado, l se haba puesto una camisa
de fuerza legal. Los abogados que posteriormente analizaron el contrato que celebr con
los hermanos se asombraron de encontrar tantas restricciones. Kroc entraba en un campo
totalmente nuevo campo que estaba cambiando a diario y por tanto requera enorme
flexibilidad y sin embargo su compaa no tena legalmente campo para maniobrar.
Segn el contrato, Kroc no era ms que un agente de los hermanos, y sus facultades
se limitaban a vender concesiones. No haba en l ni el menor indicio de que su papel fuera
desarrollar un sistema de abastecimiento, supervisar el funcionamiento de los restaurantes
autorizados, desarrollar nuevos productos, procedimientos y equipos, ni siquiera escoger
nuevos sitios para drive-ins. Por el contrario, se insinuaba que estas funciones no eran de
su competencia. Se daba por sentado que los elementos fundamentales del sistema de los
hermanos, que haban dado buen resultado en San Bernardino, no necesitaban refinarse al
exportar el sistema a otros mercados del pas. Kroc no estaba autorizado para cambiar
nada sin el previo consentimiento escrito de los hermanos.
Durante los siete aos en que su compaa, McDonald's System, Inc., vendi
concesiones en nombre de los hermanos, Kroc muchas veces les pidi a stos que
aprobaran cambios que consideraba necesarios. Rara vez obtena permiso verbal, y jams
lo obtuvo por escrito como lo exiga el contrato. Bien saba l que cindose a ese
documento al pie de la letra nunca iba a poder organizar una cadena nacional de
hamburguesas, y lleg a la conclusin de que el abogado de los McDonalds, en su afn de
"protegerlos", haba redactado un contrato que no era viable.
Procedi, en consecuencia, como procedera todo hombre prctico: hizo caso omiso
del contrato. En efecto, su primer acto oficial como concesionista (venderse a s mismo una
concesin) fue una violacin de una clusula contractual que le prohiba a l ser
concesionario de McDonald's. Pero estaba convencido de que la nica manera de tener un
restaurante que sirviera de muestra era construirlo l mismo. Y ese prototipo que instal
en Des Plaines tampoco se ajustaba al diseo de los hermanos McDonalds. Por el contrario,
se apartaba de l en muchas cosas, como en la innovacin de usar mquinas batidoras para
preparar las malteadas, en vez de los antiguos procedimientos manuales, los mostradores
pesados de acero inoxidable diseados por Schindler, el empleo de un pequeo
cerramiento de acero y vidrio frente al restaurante para proteger a los parroquianos
durante el crudo invierno de Chicago. Viol tambin el contrato instalando una estufa en
el stano, pues el restaurante de San Bernardino no necesitaba ni stano ni calentador.
Aunque se supone que los hermanos comprendan la necesidad de esos cambios bsicos,
nunca los aprobaron por escrito. "Sencillamente no me contestaban cuando les propona
algn cambio", explic Kroc aos despus. "Yo manejaba el negocio, y los dueos del
sistema no cooperaban. Entonces me dije: Que se vayan al diablo!"
Los McDonalds nunca amenazaron con utilizar las violaciones del contrato para
retirarle los derechos de otorgar concesiones, pero tampoco despejaron la nube que se
cerna sobre Kroc. Si por cualquier razn ellos hubieran querido entablar una demanda
contra Kroc y su compaa por la ilegalidad de sus modos de proceder, les habran
sobrado razones para sustentarlas. Sonneborn necesitaba urgentemente eliminar ese riesgo
contractual para conseguir financiamiento adicional en grande.
En 1960 el contrato de Kroc con los hermanos McDonalds planteaba otra amenaza:
Se aproximaba la fecha de su vencimiento. Del trmino inicial de diez aos slo quedaban
cuatro, y aun cuando Kroc tena la opcin de renovarlo por otros diez, la renovacin
podra negarse basndose en la violacin de cualquiera de las clusulas originales. Aun sin
necesidad de entablar demanda judicial Mac y Dick McDonald podran tratar de oponerse
a la renovacin a fin de recuperar el control total de los concesionarios. La compaa de
Kroc se desorganizara de tal manera que su supervivencia peligrara.
Habindose hecho crtica la necesidad de estabilidad legal, la compaa McDonald's
empez en 1960 a renegociar su contrato con los hermanos. Kroc quera que el plazo se
extendiera a noventa y nueve aos y que l quedara con poderes completos para hacer
cambios en las operaciones de los restaurantes de los concesionarios y para abrir otros
operados directamente por McDonald's, sin concesin. Durante este proceso de
renegociacin Kroc choc cara a cara con Frank Cotter, abogado de los hermanos
McDonalds, que lleg a ser su mortal enemigo y se opuso tenazmente a todos los cambios
que proponan los abogados de Kroc.
Esta oposicin era comprensible desde el punto de vista jurdico. Lo nico que los
hermanos tenan para justificar su regala del 0.5 por ciento era el control del nombre y del
sistema que le dieron a Kroc para otorgar concesiones. Si despus Kroc modificaba el
sistema, podra argir que era de l y no de ellos. Podra sencillamente cambiarle el
nombre a la cadena, otorgarles nuevas concesiones a sus operadores y dejar por fuera a los
hermanos. Por eso Cotter insista en un contrato que asegurara los intereses de sus clientes
si algn da el acuerdo entre ellos y Kroc llegaba a los tribunales de justicia.
La discusin sobre la duracin del contrato modificado fue la que produjo el mayor
rencor entre Kroc y el abogado Cotter. Kroc insista en un contrato segn el cual
McDonald's fuera la concesionista a nivel nacional durante noventa y nueve aos, mientras
que Cotter slo aceptaba un plazo de veinte aos. Pero sta fue la nica vez que los
hermanos no siguieron el consejo de su abogado, y el 5 de febrero de 1960 firmaron un
convenio por el cual le concedan a Kroc derechos para otorgar concesiones en toda la
nacin durante noventa y nueve aos.
Sin embargo, ya el dao estaba hecho. Cuando Kroc conoci a los hermanos en 1954
admiraba sinceramente su espritu de empresa, y en los primeros aos fueron buenos
amigos. Pero esa calurosa relacin se fue enfriando poco a poco, y la negociacin del
nuevo contrato acab de congelarla del todo. Kroc no consigui la libertad de accin que
consideraba indispensable. Todos estuvieron de acuerdo en que, para alcanzar el
verdadero xito que buscaban en el negocio, tenan que libertarse de los hermanos
McDonalds. Y fue la urgente necesidad de libertad lo que hizo que Kroc aceptara
condiciones que consideraba sumamente injustas. Sin embargo, la nica exigencia que
realmente lo sac de quicio fue la insistencia de los hermanos en que la compra fuera al
contado. Esto aparte, crea que el precio de US $2 700 000 alto en comparacin con el
tamao de McDonald's en 1961 era una ganga a la larga. Desde haca tiempo vena
hablando con mucha confianza de crear una cadena de 1 000 restaurantes, y teniendo ya
250 en funcionamiento, esa meta no pareca tan fantstica como antes. McDonald's creca a
razn de 100 restaurantes nuevos al ao, y a ese paso, la meta se alcanzara a finales del
decenio. Aun cuando las ventas anuales de los restaurantes no pasaran del promedio
actual de US $210 000, era probable que la compaa de Kroc les estuviera pagando a los
hermanos ms de US$1000000 anuales a finales del decenio de los 60.
Si esa progresin alentaba a Kroc para comprarles a los hermanos, a stos los
estimulaba ms an para vender. El ingreso por regalas estaba sujeto al pago de
impuestos sobre la renta, con las tarifas normales, y con una renta de US$1 000000 al ao
pesara sobre ellos una enorme carga tributaria. Pero una amenaza ms grave an era el
impuesto que afectara a su patrimonio en el momento de su muerte. "Dick es mejor que t
y tu hermano se conserven sanos" le dijo a Dick McDonald un abogado especialista en
impuestos, "porque si se mueren dentro de cinco aos y en el momento del fallecimiento
estn ganando regalas de US$1 000000 al ao, el fisco avaluar su sucesin en el quntuplo
de esa cantidad. De dnde va a sacar tu mujer ese dinero? Tendra que vender cuanto
tiene".
Los McDonalds calcularon rpidamente que ms les convena convertir sus futuras
regalas gravadas con una tarifa superior al 50 por ciento en una ganancia de capital
de US $2 700 000 gravados con slo el 25 por ciento. Eso les producira, despus de pagar
el impuesto, US$1000000 a cada uno. Saban que podan aspirar a una riqueza muchsimo
mayor con slo conservar sus derechos sobre el sistema de comidas rpidas, pero en las
grandes riquezas no vean sino grandes preocupaciones, principalmente por cuestiones
tributarias. Ms tarde Dick McDonald deca que l jams se haba arrepentido de haber
renunciado a la fabulosa opulencia de que l y su hermano hubieran disfrutado si
hubieran conservado sus derechos. "Yo habra terminado en algn rascacielos", dice, "con
unas cuatro lceras y ocho abogados tratando de resolver cmo pagar todos los
impuestos".
Lo que los hermanos queran era simplemente vivir con comodidad, y esa meta ya
la haban alcanzado. "Desde los tiempos de la Depresin y nuestro destartalado teatro",
dice McDonald, "yo quera una seguridad financiera completa. Qu maravilla sera,
pensaba entonces, no tener que preocuparse por pagar el arrendamiento. Pues lleg ese
da. Mi hermano y yo tuvimos un garaje lleno de Cadillacs, una casa en Palm
Springs, otra en San Bernardino, y otra en Santa Brbara. Recuerdo que Mac me
pregunt: Qu demonios podremos hacer con cinco millones que no podamos hacer
ahora?"
Yo nunca he dicho tal cosa replic Dick, y explic que l y Mac desde haca
tiempo haban resuelto cederles su restaurante (aunque no la propiedad) a dos antiguos
empleados.
Pero una cosa era aceptar el precio y otra encontrar el dinero para pagarlo. Si
Sonneborn no hubiera negociado el ao anterior el prstamo de US $1 500000, no habra
habido compra porque la compaa McDonald's no habra podido conseguir la suma que
los hermanos exigan. La nica manera de financiar la compra era con nuevos prstamos, y
stos haba que conseguirlos en cosa de pocos meses porque el valor de los derechos de
explotacin aumentaba constantemente y el precio de US$2700000 no se poda sostener
mucho tiempo.
Gosnell no haba podido escoger mejor candidato para suministrar los US $2 700
000 que necesitaba McDonald's. Adems de ser ms orientado a los riesgos que otros
gerentes monetarios institucionales, Bristol se enamor de las operaciones inmobiliarias de
McDonald's. El haba invertido fondos de sus clientes en centenares de estaciones de
gasolina, que les compraba a las grandes compaas petroleras y luego se las arrendaba a
las mismas; de manera que cuando Sonneborn se present en sus oficinas de Nueva York y
empez a hablarle de los bienes races de McDonald's, le estaba hablando en su mismo
idioma. "En el Este no se entenda el negocio de comidas rpidas, y la hamburguesa de por
s no gozaba de buena reputacin", dice Bristol, que no haba odo hablar de McDonald's
cuando lo visit Sonneborn, pero le encant la idea de ste de mezclar inmuebles y
hamburguesas. "Harry impresionaba mucho a un inversionista", dice Bristol. "Lo convenca
a uno de que McDonald's estaba acumulando bienes races de muchsimo valor, y de que
los concesionarios estaban obligados a seguir pagando arrendamiento por los locales
durante un tiempo mucho ms largo del que McDonald's necesitaba para pagar sus
compras de inmuebles. Harry conoca el negocio".
Por fin Sonneborn haba encontrado una persona que apreciaba el mrito de su plan
inmobiliario. Por fortuna Bristol tambin controlaba los fuertes capitales que Sonneborn
necesitaba y pronto. Entre otras cosas, Bristol manejaba la cartera de inversiones de la
Universidad de Princeton, que aun en ese tiempo vala ms de US 1100 000 000
(actualmente sobrepasa los US$1 000 millones). Tambin administraba fondos fiduciarios
de otras instituciones educativas privadas, como Colby College, la Universidad Hcward, la
Universidad de Syracuse, el Instituto de Estudios Superiores de Princeton, y Swarthmore
College; y los de varias fundaciones de beneficencia.
Tenan buenas razones para sentirse felices. Sonneborn haba triunfado a pesar de
que todas las probabilidades indicaban que una compaa tan dbilmente capitalizada
como McDonald's no poda asumir una deuda tan onerosa. Ms extraordinaria an fue la
manera como se estructur el prstamo de los Doce Apstoles. Fue sin duda una de las
negociaciones privadas ms complejas que se hayan hecho jams y logr varias metas
contradictorias. Sonneborn logr resistir con xito la exigencia de una compensacin en
acciones, como la que se haba dado en el caso de la State Mutual y la Paul Revere. Pareca
que tal bonificacin para los prestamistas era indispensable tratndose de un crdito tan
cuantioso y de tanto riesgo, pero Kroc, Sonneborn y June Martino se opusieron
firmemente a diluir todava ms su propiedad. Como transaccin, Sonneborn propuso un
plan de bonificacin que les daba a los inversionistas todo el incentivo necesario para hacer
el prstamo y al mismo tiempo estimulaba a McDonald's a reembolsarlo lo ms pronto
posible. Lo notable es que con la negociacin se logr todo esto y adems se mejor la
posicin de caja de McDonald's.
Richard Boylan, el contador a quien haba contratado Sonneborn para que ayudara
a manejar las finanzas, agreg un toque sutil para aliviar la angustiosa escasez de efectivo
de la empresa. Propuso diferir el 20 por ciento de los pagos correspondientes a las etapas
de amortizacin y de bonificacin, para un tercer periodo que comenzara al completarse
los otros dos. As, pues, McDonald's les adeudara a los prestamistas el 0.5 por ciento de
sus ventas durante las etapas primera y segunda, pero slo les pagara entonces el 0.4 por
ciento, difiriendo el 0.1 por ciento restante para pagarlo en el tercer periodo, cuando se
esperaba que ya se habran superado las estrecheces monetarias de la compaa. En suma,
la compaa se librara de los hermanos con un prstamo que la obligaba a pagar
mensualmente el 20 por ciento menos de lo que les estaba pagando a ellos en regalas. No
hay duda de que Sonneborn se gan la palma con esta negociacin, y en cuanto pareci
que todo estaba arreglado, se fue con su esposa Aloyis y varios colegas a pasar unas
improvisadas vacaciones en Las Vegas.
Lleg a Nueva York a las 9 de la maana, sin afeitarse y sin haber dormido en toda
la noche, y tom el helicptero transbordador para poder estar a las 10 de la maana en la
oficina de Dean Mathey, donde se celebraba la reunin. Mathey era un banquero
especializado en inversiones petroleras que haba ayudado a construir la compaa
Lousiana Land and Exploration, una de las mayores exploradoras independientes de
petrleo del pas. Era tambin presidente del comit de inversiones de la Universidad de
Princeton. Cuando lleg Sonneborn, lo primero que hizo fue ofrecerle un trago, y
Sonneborn pens: Son las 10 de la maana; por qu me ofrece whisky este tipo, si no es
para confundirme? Inmediatamente comprendi quin era el que haba organizado la
oposicin al prstamo.
Seor Sonneborn empez Mathey , hemos resuelto negar este prstamo porque
no vamos a prestarle dinero a nadie que est en el negocio de servicio de comidas. El
porcentaje de quiebras en el negocio de restaurantes es ms alto que en cualquier otro.
Este argumento ya lo haba odo muchas veces Sonneborn en su lucha por financiar
a McDonald's y no lo coga desprevenido, as que contest con firmeza:
Pero, hereja o no, el punto de vista de Sonneborn era el nico que entenda un
hombre de criterio estrictamente financiero como Mathey. Agotado despus de hacer su
exposicin, Sonneborn les dijo a los miembros del comit que no haba dormido en toda la
noche y que necesitaba ir al bao. "Yo tema que el prstamo estuviera perdido, y
seguramente eso se me vea en la cara", recuerda ahora. Cuando el grupo tom la decisin
final, uno de los miembros no quiso hacerlo esperar ms y fue a buscarlo al cuarto de bao:
"Harry", le dijo, "su argumentacin ha sido formidable. Le hemos aprobado su prstamo".
A la vuelta de unas pocas semanas los hermanos McDonalds les mostraban a sus
amigos sendos cheques de US II 000 000 que haban recibido en la operacin, mientras que,
apenas cerrada sta, Kroc les dio rienda suelta a los sentimientos de frustracin que haba
acumulado durante siete aos de tratar con los hermanos. Lo primero que hizo fue tomar
un avin rumbo a Los Angeles, fue a San Bernardino, compr un terreno a pocos metros
de distancia del drive-in original de los hermanos, y orden construir all un novsimo
McDonald's, cuyo propsito nico era sacarlos a ellos del negocio. Los dos hermanos se
vieron obligados a retirar la muestra con su nombre, puesto que la razn social perteneca
ahora a la compaa de Kroc, y el McDonald's primitivo se rebautiz con el de Big M.
Durante la visita que hizo a la costa del Pacfico para escoger el nuevo sitio, Kroc
visit a Art Bender, concesionario de McDonald's en Fresno, quien entenda mejor que
nadie su resentimiento con los hermanos. Bender haba estado con McDonald's desde el
principio y fue el primer empleado de mostrador de los hermanos cuando stos
convirtieron su drive-in de San Bernardino en un negocio de comidas rpidas, en 1948.
Ellos se lo haban prestado a Kroc para que le ayudara a abrir su restaurante de Des
Plaines en 1955, y un ao despus Bender empez a trabajar como el primer concesionario
de Kroc. Recordando los dos aquellos tiempos, era evidente que Kroc no poda
sobreponerse a la rabia que les tena a los hermanos. "Art", le dijo a Bender, "yo no soy
normalmente un hombre vengativo; pero esta vez me las pagan esos malditos".
Esa diferencia fue definitiva. Muchos parroquianos del restaurante original dieron
por sentado que se haba mudado a un nuevo local y se pasaron a ste. A pesar de que las
ventas del nuevo McDonald's de San Bernardino eran modestas, su efecto sobre el
primitivo fue devastador. Las ventas del Big M (que ahora controlaban dos antiguos
empleados) se fueron al suelo en cuanto empez a funcionar el nuevo McDonald's a
mediados de 1962. El restaurante que durante el decenio de los 50 haba asombrado a la
industria con ventas superiores a los US$400000 anuales, apenas lleg en 1967 a US$81 000.
A principios de 1968 se lo vendieron a Neal Baker, que tiene una cadena local de comidas
rpidas especializada en hamburguesas y tacos; pero Baker no pudo salvarlo y al fin lo
cerr en 1970. Hoy lo nico que queda es la armazn del letrero que montaron los
hermanos en su drive-in, pero en lugar de proclamar el nmero de hamburguesas
vendidas, hoy reza: THE MUSIC BOX, que es el nombre de una tienda de msica que ahora
ocupa el lugar que fue la cuna de la industria de comidas rpidas.
Si no hubiera vendido su derecho al 0.5 por ciento de las ventas de la cadena que les
habra correspondido a l y a Mac durante los noventa y nueve aos de su contrato con
Kroc, hoy sera uno de los hombres ms ricos del pas, casi tan rico como Ray Kroc. Desde
que los hermanos vendieron sus derechos en 1961 por US$2700000, los restaurantes de la
cadena han vendido un total de US$77 000 millones, de modo que las regalas para los
hermanos habran llegado a US $388 000 000. Hoy se estaran ganando ms de US $55 000
000 anuales. El da que Kroc les compr a los hermanos realiz, sin saberlo, su mejor
venganza.
La compra a los hermanos McDonalds le dio a Ray Kroc control total sobre los
restaurantes de los concesionarios. Su equipo de lugartenientes encargados de operaciones
exigieron un cumplimiento tan estricto de la disciplina como ninguna otra cadena poda
exigirlo, y su plan de concesiones era invulnerable: no se concedan territorios exclusivos,
los derechos se daban para un solo restaurante a la vez, y si los concesionarios no
cumplan, no se les conceda licencia para nuevos establecimientos. El personal corporativo
de Kroc controlaba todas las normas de operacin. Harry Sonneborn le haba dado a
McDonald's el control de los bienes races, cosa en que otras cadenas no haban pensado
an. Y gracias a las maniobras financieras de Sonneborn, McDonald's poda disponer del
dinero necesario para ampliarse sin estar a merced de los financistas.
Por su parte, Ray Kroc pens que la existencia de esas cuatro "unidades
controladas", como l deca, estimulara a algunos concesionarios voluntariosos a
enmendarse. A veces pareca que nicamente consideraciones prcticas le impedan
organizar toda una cadena de restaurantes propios. "Si yo viera que podamos financiarla y
crecer rpidamente", les dijo entonces a los hermanos McDonalds, "casi me inclinara a no
volver a vender concesiones. Por buena que sea la operacin de un concesionario, nunca
ser tan buena como una unidad controlada por la compaa porque cuando un individuo
tiene su dinero invertido en un lugar, quiere tener el derecho de intervenir en l".
Existan para esto dos buenas razones. En primer lugar, el mercado masivo de una
cadena nacional de comidas rpidas no era una ciencia, como lo eran las operaciones. Era
un arte un arte que nadie conoca. Cuando McDonald's coloc sus primeros anuncios
por televisin en un puado de mercados a finales de los aos 50, entr en un terreno
virgen. Los restaurantes no anunciaban en absoluto en la televisin, y muy poco en otros
medios. Los negocios de servicio de comidas confiaban en la propaganda de boca en boca.
Sus programas formales de mercadeo no haban avanzado ms all de las Pginas
Amarillas y los carteles ambulantes. Por eso en materia de mercadeo Kroc pens, con buen
criterio, que cuantas ms ideas nuevas le llegaran a su compaa de cualquier
procedencia que fueran tanto mejor.
Haba otra razn ms prctica para que Kroc se apoyara en sus socios con respecto a
publicidad y nuevos productos: el personal corporativo de McDonald's se haba
concentrado tanto en operaciones y finanzas, que haba adquirido muy poca experiencia
en mercadeo.
Ms importante fue el ejemplo que Kroc les dio a sus concesionarios, de buscar
activamente y por accin personal la publicidad para McDonald's. En 1957 contrat a la
firma de relaciones pblicas Cooper, Burns y Golin, de Chicago, a fin de obtener
publicidad en los peridicos para su cadena de hamburguesas. El costo (US $500 al mes)
no representaba una fuerte erogacin, ni siquiera en esa poca; pero para una compaa
del tamao de McDonald's, que en 1957 tuvo ingresos de US$243000, s era mucho dinero
por ver su nombre en los peridicos. En efecto, Harry Sonneborn se puso furioso por el
hecho de que Kroc gastara tanto dinero en lo que l consideraba una frivolidad.
Pero Kroc sostena que McDonald's no era un negocio tpico de consumo ni siquiera
un restaurante tpico. La extraordinaria velocidad de su servicio, combinada con el efecto
de pecera del diseo de sus drive-ins, haca que una visita a un McDonald's fuera una
diversin la primera vez que el cliente tena la oportunidad de ver una cocina comercial
en accin. Kroc les repeta a sus concesionarios y a sus gerentes: "McDonald's no es un
negocio de restaurantes; es un negocio de espectculo".
Para propalar esta idea no pudo haber escogido un equipo mejor que el que
formaban Max Cooper, Ben Burns y Al Golin, y los US $500 mensuales que les pagaba
produjeron la mejor publicidad posible. Hoy se ha puesto de moda que las firmas de
relaciones pblicas se consideren expertas en relaciones financieras, y hablan de la razn
precio-utilidades de sus clientes y de rendimiento sobre patrimonio, y las mejores saben
utilizar la prensa financiera para llegar a la audiencia que principalmente les interesa: los
inversionistas. Pero Kroc haba contratado a una firma ms tradicionalista, que no se
avergonzaba de buscar pura publicidad. "Fue despus de las agencias de prensa y antes de
las relaciones pblicas", explica Cooper, hoy concesionario de McDonald's con veinticuatro
restaurantes en Birmingham, Alabama. "Hubo un periodo intermedio llamado publicidad,
y eso era lo que nosotros hacamos".
Cooper y Golin eran especialmente aptos para hacerle propaganda a un negocio con
su aspecto de entretenimiento y cuyo dueo tena una gran disposicin para el
espectculo. Cooper haba fundado la firma a mediados del decenio de los 50 y se haba
especializado en escribir dichos ingeniosos que hicieran citar a sus clientes del mundo de
la farndula en las columnas de chismes de los peridicos de Chicago.
Golin tambin haba tenido experiencia como agente de prensa, y haba sido agente
de publicidad para la MGM en la poca de la postguerra, cuando ese estudio se refera a
tales especialistas un poco despectivamente como gente "de explotacin". El oficio de Golin
en la MGM, que consista en viajar con las estrellas de cine para promover las pelculas,
hizo de l el perfecto publicista que necesitaba Kroc: el individuo que pasa el tiempo
ideando maneras de hacer aparecer a su cliente en los peridicos, no de evitar que
aparezca. Golin recuerda que una vez fue a una estacin de ferrocarril a recoger a Clark
Gable y a una actriz hoy olvidada, quien se quej de que ya estaba aburrida de que sus
admiradores le pidieran autgrafos. Gable le dijo: "Querida, lo aburrido empieza cuando
dejan de pedrtelos".
Sorprende cmo estas minucias las tragaban con avidez el pblico y la prensa.
Antes, nadie haca mucho caso de las hamburguesas, pero ahora haba una compaa que
las tomaba en serio. Golin explica: "Nadie esperaba que las hamburguesas fueran un gran
negocio, de manera que las cifras de McDonald's producan una sacudida".
Por fin logr que accediera a entrevistar a Kroc, y ste viaj a Nueva York, pero
Golin, que era previsivo, viaj la vspera para recordarle a Boyle el compromiso.
Haciendo acopio de paciencia, Golin le record la cita que tena para almorzar al
da siguiente con Kroc.
No es posible dijo Boyle . Maana es el almuerzo anual de la AP y tengo que
asistir.
Golin propuso entonces que la entrevista se celebrara por la maana en las oficinas
de la AP, y el periodista acept.
A los pocos das de esta primera publicidad nacional, la compaa se vio inundada
de solicitudes de concesin. Conseguir concesionarios nunca haba sido un problema, pero
la publicidad nacional cre el problema de un exceso de solicitudes. La lista de espera de
solicitantes aprobados pas de un centenar, y hubo quienes esperaron dos aos para
obtener un establecimiento.
No fue sta, sin embargo, la nica manera de obtener publicidad gratuita. Tambin
se aprovecharon las actividades de caridad. Se aconsej a los concesionarios que tomaran
parte en las campaas de beneficencia patrocinadas por los peridicos locales, manera
segura de hacerse nombrar en stos. Cooper, Burns y Golin les mandaron carpetas de
propaganda en que se les sugeran diversos programas de relaciones comunitarias de
inters para los distintos mercados. Por ejemplo, se recomendaba hacer donacin de
utilidades de las hamburguesas para compra de uniformes para una banda como manera
de ganar simpatas en un mercado de familias, y al mismo tiempo obtener el apoyo de un
ejrcito de jvenes voluntarios para fomentar la asistencia de adultos a los drive-ins. Las
carpetas contenan tambin sugerencias sobre la manera de lograr que los peridicos
hablaran del programa y, principalmente, sobre la manera de escenificar las fotos para la
prensa.
Apoyar obras de caridad no era slo una manera barata de anunciar. Era algo ms.
Para una cadena de drive-ins que buscaba el patrocinio de las familias y respetabilidad en
una industria de dudosa reputacin, la participacin de sus operadores locales en esas
campaas produca la publicidad que McDonald's necesitaba para crear una buena
imagen. Sin embargo, su trabajo para la comunidad no tena ms que un objeto: vender
hamburguesas. "Tomamos parte en esas actividades por razones muy egostas", recuerda
Turner. "Era una manera barata e imaginativa de llevar nuestro nombre ante el pblico y
de crear una reputacin que contrarrestara la imagen de estar vendiendo hamburguesas a
15 centavos. Probablemente era noventa y nueve por ciento comercialismo".
Uno de los innovadores ms importantes fue Jim Zien, propietario del importante
restaurante Criterion, de St. Paul y de siete salas de cine. Cuando abri su primer
McDonald's en Minneapolis, en 1958, estaba acostumbrado a anunciar en los peridicos.
"Yo tena en McDonald's algo realmente nico", dice; "pero confiando solamente en la
propaganda de palabra tardara demasiado tiempo en desarrollar el negocio". Entonces
hizo algo en que no haban pensado otros operadores de restaurantes, inclusive los
concesionarios de la cadena: resolvi gastar el 3 por ciento de sus ventas en publicidad y le
pidi a Patty Crimmins, operadora del McDonald's de St. Paul, que hiciera lo mismo. As
reunieron entre los dos un fondo cooperativo de propaganda, aportando cada uno US 1600
mensuales. Pero Zien quera causar un impacto mayor que el que poda esperar con los
pocos avisos de rutina que le suministraba McDonald's, y para ello acudi a la agencia de
publicidad de Jaffe, Naughton y Rich para que le organizara una campaa ms novedosa.
El mismo Al Jaffe, uno de los socios de la firma, no entenda por qu quera gastar
dinero Zien anunciando un puesto de hamburguesas de 15 centavos, y mucho menos US$1
200 mensuales. "Yo haba visto ese estrafalario edificio en construccin y me sorprenda
que hubiera alguien capaz de afear as el vecindario", dice Jaffe recordando su primera
impresin del nuevo drive-in de Zien. "Cuando me propuso que le hiciera publicidad,
supuse que l saba algo que yo ignoraba".
Por esta razn dedic todo el fondo combinado de Zien y Patty Crimmins a una sola
campaa en un medio hasta entonces rara vez utilizado para anunciar restaurantes: la
radio. Para hacer el anuncio memorable la agencia resolvi escribir una alegre tonadilla, la
primera de muchas que se produjeron despus para ensalzar a McDonald's y que se
incorporaron en la cultura pop de los Estados Unidos. La tonadilla tuvo un xito
inesperado e instantneo en Minneapolis. "Era suficientemente cursi para que todos se la
aprendieran", dice Jaffe, y "pronto todo el mundo la tarareaba".
En efecto, la televisin era el vehculo perfecto para el caso a finales de los aos 50.
Las cadenas y los sindicatos no se haban apoderado todava de la televisin infantil. Los
programas para nios, preparados localmente, tenan la ms alta calificacin de la
televisin diurna, y todos eran presentados por personalidades a quienes los chicos
miraban como dolos, de modo que los productos que ellas recomendaban eran bien
acogidos. Adems, los comerciales resultaban baratos; los de un minuto no costaban ms
que la cuarta parte de lo que costaran en tiempo preferencial. Los resultados eran tan
buenos que Zien dedic todo su presupuesto de publicidad a comprar tiempo en tres
programas para nios en Minneapolis. Su xito se conoci pronto en todo el sistema, y a
comienzos de los aos 60 los operadores de McDonald's en una docena de mercados
haban tomado una firme posicin en apoyo de la televisin infantil.
Mientras tanto, otro antiguo vendedor industrial llamado Reub Taylor estaba
desplegando sus habilidades de mercadeo para establecer una fortaleza McDonald's en el
Nordeste, donde no arraigan con facilidad los conceptos de nuevos productos y servicios.
Adems del tradicionalismo de Nueva Inglaterra, Taylor tena que enfrentarse al hecho de
que l estaba operando en el territorio en que se hallaba la base del podero de la cadena
de servicio de comidas ms grande del pas en esa poca: Howard Johnson.
La grabacin abarcaba todos los aspectos del trato con el cliente durante sus quince
segundos ante la ventanilla de McDonald's. Se le enseaba al empleado a iniciar el servicio
con una pregunta corts: "Su pedido, por favor?" Y a ningn parroquiano se le dejara
abandonar la ventanilla sin decirle: "Muchas gracias... que vuelva usted". A los encargados
de las ventanillas se les enseaba tambin la secuencia ms eficiente para despachar un
pedido. Taylor recuerda que la grabacin les daba a los aprendices instrucciones tan
detalladas como stas: "Las hamburguesas que se vean ms limpias dnselas a las mujeres,
y las ms descuidadas en las que se trasluzcan la mostaza y la salsa de tomate por la
envoltura a los conductores de camiones".
El xito de los mtodos de servicio que empleaba Taylor no poda ponerse en duda.
Sus restaurantes siempre dieron un rendimiento superior al trmino medio, y su tercera
unidad, en Newington, Estado de Connecticut, fue el famoso puesto que hizo decidir a
Fred Fedelli, de la State Mutual, a recomendar el prstamo de US 11 500 000 que introdujo
a McDonald's en el mundo de las grandes finanzas. Con ventas que duplicaban el
promedio nacional de McDonald's, ese restaurante lleg a ser en 1964 el primero del
sistema que pas de USS500000 anuales en ventas, y de todo el pas acudan
concesionarios hasta los de otras cadenas para ver cmo el personal de ventanilla de
Taylor poda servir cortsmente ms pedidos de cuanto se haba credo posible en la
industria de comidas rpidas.
Tan eficaz result la grabacin de Taylor como elemento de enseanza, que Fred
Turner se la pidi para utilizarla como base de una pelcula ms profesional de
entrenamiento, y cuando sta se difundi por todo el sistema, los empleados de
McDonald's en todo el pas se guiaron por los preceptos de Taylor para prestar el servicio
en las ventanillas. Hoy son pocas las cadenas de comidas rpidas que no sigan los
procedimientos iniciados por Taylor en Connecticut.
Goldstein vigilaba las operaciones con el mismo entusiasmo de Kroc por los
detalles, y Gibson le aportaba a la sociedad la misma agudeza para las finanzas y para los
bienes races que Sonneborn le haba aportado a McDonald's. Como Gibson y Goldstein
haban comprado su concesin antes de que McDonald's se dedicara al negocio de bienes
races, y como disponan de recursos para financiar sus primeros restaurantes, Sonneborn
les reconoci control permanente sobre los inmuebles en su territorio, de modo que
mientras otros operadores despus de 1958 le pagaban arrendamiento a Franchise Realty,
de McDonald's, la compaa Gee Gee era propietaria de sus locales o los tena
directamente en arrendamiento, y slo le pagaba a McDonald's el derecho de servicios del
1.9 por ciento de las ventas. Si podan generar ventas, tendran una mina de oro.
A Goldstein le encant la idea de patrocinar este programa porque era del gusto de
los nios, sector del mercado que se estaba convirtiendo rpidamente en el ms importante
para McDonald's; y, aun cuando l no lo saba en ese momento, el papel de Bozo sera
representado en Washington por un locutor muy simptico que se hizo dolo de los nios.
Se llamaba Willard Scott, y no haba hecho jams de payaso. En realidad, a los veinticinco
aos de edad no era veterano en nada. Cuando le dieron el papel de Bozo acababa de
ingresar en la televisin, y no era ms que un anunciador novicio en la WRC.
Goldstein estaba tan contento con la popularidad de estos comerciales, que le pidi
a Scott que se presentara como Bozo en la inauguracin de su segundo restaurante en
Alexandria. Lo que sucedi sorprendi a todo el mundo sin exceptuar al propio Goldstein.
Varios millares de personas fueron a ver a Bozo. El trnsito se repres tres kilmetros en
ambas direcciones, y los nios con sus padres hicieron largas colas.
Kal, Ehrlich y Merrick hicieron todo lo posible por conservar el mpetu de mercadeo
creado por Bozo. No teniendo otra estrella infantil, ensayaron con otras personalidades de
televisin como voceros de McDonald's para el mercado de adultos, y se valieron de
populares presentadores de discos para llegar al de adolescentes. Ensayaron con cuanto
personaje tena algn nombre, pero nada les dio resultado. "Finalmente", dice Merrick,
"como no pudimos encontrar otro vocero, resolvimos crearlo nosotros mismos".
Hasta ese momento todos los comerciales de McDonald's haban sido relativamente
sencillos, pues consistan nicamente en escribir el guin de lo que deba decir en el aire el
locutor. Ahora Gee Gee entraba en un campo ms complejo de produccin para la
televisin, en el cual no se haba aventurado ningn otro concesionario de comidas
rpidas. Corra el ao de 1963, y la misma McDonald's Corporation apenas empezaba a
producir su primer comercial animado de televisin de treinta segundos para que lo
usaran localmente sus concesionarios.
A pesar de todo, Goldstein insisti en seguir adelante con el proyecto del payaso.
Janet Vaughn, de la agencia de publicidad, dise un disfraz "tan comercial como no se ha
visto otro", al decir de Klein. El sombrero era una bandeja con una hamburguesa de
plstico, una bolsa de papas fritas y leche malteada. Los zapatos tenan forma de
panecillos y la nariz estaba hecha de una taza McDonald's. La hebilla del cinturn tambin
era una hamburguesa de plstico, y en la pelcula el payaso sacaba mgicamente
hamburguesas del cinturn. Willard Scott, a quien correspondera otra vez hacer ese papel,
us una rima sencilla para darle nombre: Ronald McDonald.
Lo difcil, empero, no era crear el payaso sino hacerlo tan popular como Bozo sin
contar con un programa de televisin infantil. "No estbamos seguros de poder hacer de
Ronald un personaje vivo con slo los comerciales, recuerda Harry Merrick.
"Est usted loco?", le dijo Sonneborn. "Qu vamos a hacer con un payaso?" Cooper
estaba acostumbrado a que Sonneborn le rechazara sus ideas la primera vez que se las
presentaba, de manera que lo que hizo fue recopilar cifras relativas al mercado de
Washington y prepar una argumentacin basada en dlares y centavos, que Sonneborn
entenda mejor. En efecto, aprob el plan, y en 1965 Ronald McDonald hizo su primera
aparicin nacional, al mismo tiempo que la compaa lanzaba su primera campaa
nacional de publicidad por televisin. Con el tiempo, los comerciales televisados con el
tema de Ronald crearon el nico personaje comercial en los Estados Unidos con un factor
de reconocimiento entre los nios igualado nicamente por Pap Noel.
La solucin obvia era juntar los fondos de todos los restaurantes de un mercado,
pero los operadores del mercado ms obvio para esta accin cooperativa Chicago
rechazaron tercamente la idea. Ningn otro mercado se prestaba tanto para la publicidad
cooperativa porque ninguno tena ms concesionarios en un territorio fragmentado. Pero
se era el mercado donde Kroc les haba vendido concesiones a tantos de sus amigos de
mentalidad independiente e inversionista del Club Campestre Rolling Green. Estos no
tenan ms inters en la publicidad cooperativa que en cumplir las normas de calidad y
servicio de Kroc. Como era de esperar, los restaurantes de Chicago no tuvieron tanto xito
como los de Washington, Minneapolis, Connecticut y otros mercados donde los
operadores s hicieron una publicidad vigorosa.
En el verano de 1961 ya haba seis operadores en ese mercado, y con ese nmero ya
se poda pensar en la estrategia cooperativa. Cuando los seis concesionarios celebraron su
primera reunin, Karos reiter sus argumentos en favor de un esfuerzo conjunto de
publicidad por televisin para todo el mercado, que era lo que cada cual no poda hacer
por s solo. Los operadores aceptaron la idea, no slo porque ya estaban convencidos de
antemano, sino tambin porque el promedio de ventas haba bajado, de US $256 000 en
1960 a US $220 000 en 1961. Resolvieron aportar US $7 000 cada uno, o sea el 3 por ciento
de las ventas, para publicidad en un programa local de televisin para nios. Se form as
la primera cooperativa de publicidad de McDonald's, con sus estatutos y funcionarios
elegidos. Aunque los operadores no lo saban, haban formado una organizacin que
servira de modelo para otras cooperativas de publicidad, regionales y nacionales, que son
las que aportan hoy casi todos los fondos de propaganda de la cadena McDonald's.
En mayo de 1962 Ray Kroc fue a Los Angeles, entre otras cosas a encargarse
personalmente de un nuevo esfuerzo por conquistar el mercado del sur de California, que
debiera haber sido un ambiente natural para una cadena de comidas rpidas. Le pidi a
Karos que actuara como jefe de operaciones en esta regin, y Karos sin prdida de tiempo
les inform a los operadores de California acerca del xito que haba tenido la cooperativa
de Cleveland. Tenan ellos buenas razones para mostrarse escpticos, ya que otros tambin
haban venido de Chicago a sugerirles curas milagrosas que no dieron ningn resultado en
Los Angeles. Entre otras cosas, el director de mercadeo Max Cooper dijo que la solucin
estaba en llegar hasta los viajeros atrapados en las autopistas de Los Angeles. Contrat un
avin para que volara sobre esas carreteras en las horas de trnsito ms pesado y
transmitiera el mensaje de McDonald's con letreros de nen instalados en las alas. El
mercado no se movi.
Era la primera vez que la corporacin gastaba dinero en propaganda por televisin,
y le dio inmediatamente dividendos. Ese ao el promedio de ventas por restaurante en Los
Angeles subi el 22 por ciento, y en 1965 gan otro 21 por ciento. Cuando se vio el impacto
de la publicidad televisada en este mercado, ya no hubo ms dudas en todo el sistema
McDonald's acerca de que la televisin era la clave para abrir el mercado masivo y de que
las cooperativas de concesionarios eran indispensables para financiar esas campaas. Los
operadores de otras regiones organizaron tambin sus cooperativas, y en 1967 se haban
formado stas en todo el territorio de los Estados Unidos, bajo control local y cada una con
su agencia de publicidad.
Este proceso empez desde abajo en los primeros aos del decenio de los 60,
cuando un operador de Cincinnati, Lou Groen, lleg a la conclusin de que para sobrevivir
necesitaba un producto nuevo. Su restaurante a duras penas se sostena, y l crea que el
problema estaba en que el vecindario era predominantemente catlico, y los viernes, da
de abstinencia, los parroquianos evitaban su McDonald's y frecuentaban el vecino
restaurante Frisch. Este era uno de los drive-ins de servicio completo de propiedad de
Dave Frisch, concesionario local de Big Boy. Frisch serva un popular emparedado de
pescado hipogloso, y Groen estaba convencido de que el negocio que McDonald's perda
los viernes lo afectaba tambin durante el resto de la semana. "Muchos clientes", dice, "se
hacan la consideracin de que si yo no quera servirles los viernes, ellos no tenan por qu
frecuentar mi establecimiento los dems das. Yo necesitaba urgentemente un emparedado
de pescado''.
Sin embargo, el buen xito del ensayo de Groen acab con los prejuicios en contra
del pescado, y la compaa resolvi ensayar el producto ella misma. Como McDonald's no
tena la capacidad de desarrollar semejante producto, Bernardin llam a varios posibles
abastecedores de pescado, pero el nico que respondi fue Bud Sweeney, ejecutivo de
cuentas de la Gorton Corporation, importante hoy en la distribucin al por menor de
pescado congelado pero que por entonces era un factor insignificante en el mercado
institucional. Con la esperanza de conseguir el primer cliente comercial grande para la
Gorton, Sweeney interrumpi un viaje de negocios y regres a Chicago cuando su oficina
le inform sobre la llamada de McDonald's. A la maana siguiente se present en la
oficina de Bernardin con una coleccin de muestras de pescado. "A Bernardin le
impresion ms nuestra eficiencia que nuestro producto", recuerda Sweeney.
Sin embargo, obtuvo el contrato. Y cmo lo obtuvo es un caso de estudio que revela
qu es lo que busca McDonald's en un proveedor, y sent un precedente crtico de
participacin del proveedor en el desarrollo de nuevos productos para la cadena. Si la
primera impresin que le caus Sweeney a Bernardin fue favorable, su seguimiento fue lo
que embarc a McDonald's en el negocio de pescado, y a Gorton con McDonald's. Desde el
principio fue una especie de asesor sin sueldo de McDonald's para ayudarle a encontrar un
emparedado de pescado que fuera satisfactorio. En lugar del producto casero de Groen, la
compaa necesitaba un producto que fuera cortado y rebozado en la planta y entregado a
los restaurantes congelado, listo para la freidura rpida. Entre otras cosas, Sweeney
aconsej prescindir del hipogloso que usaba Groen, pues para un sistema nacional de
restaurantes no resultaba prctico por ser un pescado relativamente escaso y sujeto a
fuertes fluctuaciones de precio.
Ofreci en cambio varias alternativas y se pas los tres meses siguientes probando
cada una de ellas en los restaurantes McDonald's. En esas pruebas no era un observador
ocioso. Por el contrario, pasaba la mayor parte de sus jornadas de trabajo dirigiendo el
departamento de pescado en el restaurante de prueba en el suburbio de Wheeling, y
durante las horas de ms movimiento tomaba una paleta y volteaba hamburguesas. En el
tiempo que le quedaba libre atenda a sus otros clientes. "Mis colegas en la Gorton
empezaron a indisponerse conmigo", recuerda. "Me preguntaban por qu pasaba todo el
tiempo en McDonald's".
En 1962 este producto fue aprobado como la primera adicin al men de toda la
cadena McDonald's, pero la tarea de Sweeney para introducirlo apenas haba comenzado.
Hubo de buscar distribuidores locales para el pescado congelado, ayudar a escoger el
necesario equipo de congelacin y ayudarles a los diseadores de McDonald's a
desarrollar un aparato para frer el pescado. Despus viaj por todo el pas convenciendo a
los concesionarios de que deban agregarle pescado a su men.
Crear a McDonald's fue la pasin de Ray Kroc. No era una profesin. Era su vida
misma. No se poda separar la persona del negocio, y en los primeros aos del decenio de
los 60 un acontecimiento de su vida personal desencaden cambios en los negocios que
alteraron fundamentalmente el rumbo de ambos. Cuando estaba a punto de obtener el
triunfo comercial que tanto haba buscado, Kroc se sinti invadido de una alegra
inesperada: se haba enamorado.
Desde 1922 haba estado casado con Ethel, pero en 1957 cuando fue a Minneapolis a
negociar la concesin para Jim Zien en esa ciudad, conoci a la mujer de quien se prend
definitivamente. Era Joan Smith, organista del Criterion, el popular restaurante y saln que
Zien tena en St. Paul.
Quiz la cosa no habra pasado a mayores, si no hubiera sido porque Zien contrat a
Rawley Smith (el marido de Joan) como administrador de su primer restaurante
McDonald's, compartiendo a medias las ganancias con l. Las utilidades que dio ese
restaurante fueron extraordinarias, y Rawley recibi una bonificacin de US $12 000 el
primer ao, o sea ms de lo que ganaba como ingeniero con el Ferrocarril de Milwaukee.
Un ao despus l y Zien se asociaron compartiendo en partes iguales una concesin
McDonald's en Rapid City, Dakota del Sur, y entonces Rawley y Joan se hicieron miembros
de la familia McDonald's y seguidores de su patriarca, Ray Kroc.
Kroc y Joan no se vieron mucho en los aos siguientes, pero l comprendi que su
matrimonio de treinta aos tena que terminar. En su autobiografa, Grinding It Out,
publicada en 1977, cuenta que sostena largas discusiones telefnicas con Joan a propsito
del progreso de la concesin de Rapid City, pero obviamente su inters iba ms all.
"Senta un estremecimiento de placer de pies a cabeza cuando colgaba el aparato", escribe;
y Joan recuerda: "Desde que Ray y yo nos conocimos, sabamos que algn da tendramos
que casarnos. No se hablaba de ello pero estaba sobreentendido".
La segunda esposa de Kroc fue Jane Dobbins Green, redactora auxiliar de John
Wayne. Kroc la conoci por intermedio de sus amigos, y a las dos semanas se casaron. Esto
fue una reaccin y un reconocimiento de que no poda vivir solo. Aos ms tarde, confes:
"Me cas con Jane por conveniencia, pero siempre segu pensando en Joan".
Si bien los hechos que llevaron a Kroc a la costa del Pacfico fueron personales, la
mudanza ejerci enorme influencia en la compaa con sede en Chicago. A las personas de
fuera pudo haberles parecido que este empresario sesentn se alejaba de McDonald's
justamente cuando tena al alcance de la mano su meta de crear una cadena nacional.
Nada estaba ms lejos de su pensamiento. No se haba impuesto pena de destierro, sino
que asuma personalmente la jefatura de una campaa encaminada a reconquistar el
territorio de la costa, potencialmente el ms lucrativo para McDonald's pero que hasta
entonces haba sido una desilusin. Cuando Kroc se mud a California, su compaa
apenas empezaba a redescubrir un mercado que casi haba abandonado en 1957 por causa
de aquellos concesionarios indmitos, a quienes no poda controlar desde Chicago. En
1961 McDonald's empez otra vez a construir restaurantes en ese Estado, pero cuando
Kroc lleg, no tena sino diecisis unidades en funcionamiento, y estaba lejos de tener la
penetracin de mercado que necesitaba para distinguirse de los millares de operadores
independientes que libremente haban copiado el concepto de los hermanos McDonalds.
Con un promedio de ventas anuales inferiores en un 20 por ciento al promedio nacional,
California segua siendo una zona de desastre para McDonald's.
Como Kroc y Turner pensaban lo mismo y se entendan tan bien, la mudanza del
primero a California no debilit su unidad de propsito, pero el desarrollo gradual de un
McDonald's en la costa occidental dirigido por Kroc acentu la divisin natural de la
compaa en dos campos: uno, el de los que seguan las orientaciones de Kroc hacia las
operaciones, y el otro formado por los que se identificaban mejor con el jefe financiero
Harry Sonneborn.
Este enfrentamiento no estall en lucha abierta hasta mediados de los aos 60, pero
tuvo sus races en un cambio relativamente poco notable ocurrido cuando McDonald's
obtuvo el prstamo de US$1 500000 hecho por los aseguradores de Boston, en 1960. Para
complacer a stos, McDonald's refundi en una nueva sociedad de capital, denominada
McDonald's Corporation, las dos compaas que haba venido administrando
separadamente: McDonald's System, Inc., que era el grupo operativo dirigido por Kroc, y
Franchise Realty Corporation, su filial de bienes races, manejada por Sonneborn. Este fue
designado presidente y jefe ejecutivo de la nueva compaa, pero para Kroc esto no
significaba nada, pues l, como fundador, dueo del 52 por ciento de las acciones e
inspirador y lder de McDonald's, saba muy bien que l era el que mandaba. "Que Harry
fuera jefe ejecutivo no significaba nada para Ray", dice Turner. "Pero Harry s lo tom muy
al pie de la letra".
Estando Kroc en California, Sonneborn hizo valer su nuevo ttulo para afianzar
sistemticamente su poder en la nueva compaa, y lentamente le cambi su carcter de
compaa orientada a las operaciones al de una compaa financiera. En efecto, entre 1962
y 1966, poca de la permanencia de Kroc en California, Sonneborn fue jefe ejecutivo no
slo de nombre sino efectivo. Ello ocurri en parte porque los controles financieros se
hacan ms importantes al crecer la compaa, pero tambin porque Kroc no quera saber
nada de finanzas. "Cuando discutamos cuestiones financieras, Ray perda todo inters",
recuerda Dick Boylan, el principal ayudante de Sonneborn, que posteriormente fue jefe
financiero de McDonald's.
En los primeros aos del decenio de los 60, Sonneborn se sirvi de sus
conocimientos en el campo de las finanzas para darle a McDonald's su orientacin general
y determinar su ndice de crecimiento. Cada vez era ms difcil obtener su aprobacin para
gastos nuevos de importancia. "No era que los dems no quisieran participar en la
formacin del presupuesto, sino que para Harry esa participacin significaba que le
pedan lo que l no quera dar", recuerda Boyle. "Era un avaro".
Dick Schubot, el corredor independiente que sin duda fue el que ms negocios de
bienes races hizo para McDonald's en los aos 60, atribuye en parte su xito a su prctica
de soslayar a Sonneborn y obtener las aprobaciones directamente de Kroc. Como
Sonneborn sistemticamente le rechazaba sus propuestas, Schubot haca una lista de sitios
posibles para que Kroc se la aprobara durante sus visitas al Oeste Medio. En estas
ocasiones llevaba a Kroc en un avin a inspeccionar desde el aire media docena de sitios
durante el da, y trabajaba toda la noche en un cuarto de hotel preparando los papeles. A la
maana siguiente le presentaba a Kroc los contratos listos para su firma, y ste
invariablemente los aprobaba.
En parte el problema era que las principales casas de corretaje estaban en Nueva
York, el nico mercado grande que ni McDonald's ni las dems cadenas de comidas
rpidas haban capturado. Es sorprendente que, aun cuando McDonald's era ya una
operacin a escala nacional con ms de setecientos restaurantes, muchos de los banqueros
de gran renombre la oan mencionar ahora por primera vez.
Por otra parte, en Wall Street no haba entonces otras acciones cuyo comportamiento
pudiera servir de gua para evaluar a McDonald's. Hoy Kentucky Fried Chicken, Burger
King, Pizza Hut y la mayora de las cadenas de comidas rpidas son parte de compaas
abiertas, y su comportamiento est sometido a continuo escrutinio por parte de los
analistas de valores que se especializan en ese ramo. Pero antes de McDonald's, ninguna
de las cadenas de comidas rpidas era compaa abierta.
Por fin algunas de las grandes firmas de Wall Street participaron en la oferta,
aunque la porcin que tomaron fue relativamente pequea. Por el contrario, Paine Webber
y unas doce firmas de corredores que acometieron con entusiasmo la suscripcin,
empezaron a notar inters en las acciones de McDonald's por parte de inversionistas
individuales pequeos que compraban cien acciones o menos. En suma, la inversin en
McDonald's era atractiva para el mismo tipo de personas que gustaban de sus
hamburguesas. Durante los primeros aos, hasta el 80 por ciento de las acciones de la
compaa estuvieron en manos de inversionistas individuales, pero hoy cerca del 65 por
ciento lo controlan instituciones.
Al aproximarse el 15 de abril, fecha del lanzamiento, era claro que la fiebre haba
alcanzado las acciones de McDonald's. Los corredores de bolsa ya las tenan distribuidas
entre los clientes que los asediaban con sus pedidos. Sonneborn saba que el inters en
ellas iba en aumento, y negoci con los suscriptores un precio que era de los ms altos para
acciones nuevas. Este precio era US$22.50 por accin, o sea poco menos de diecisiete veces
las utilidades de McDonald's en 1964, impresionante prima para una compaa de nueve
aos de edad en una industria nueva. Pero era tan nueva esta compaa que a ltima hora
hubo nerviosismo dentro del sindicato. Unos das antes de la venta, ejecutivos de Paine
Webber llamaron por telfono a Sonneborn para pedirle que redujera el precio a menos de
US $20. "Me negu terminantemente", dice l, "y lo que les contest no se pude poner por
escrito".
Sonneborn supo aprovechar bien esa circunstancia, que era como si un populista
hubiera entrado en el reino exclusivo del establecimiento industrial, y para darle
publicidad, les mand centenares de hamburguesas McDonald's a los negociantes que
estaban en el recinto de la Bolsa. Con anterioridad les haba dado a los directores de esa
institucin una muestra del espritu nada convencional de su compaa al insistir en que
su esposa Aloyis y la secretaria-tesorera de McDonald's, June Martino, fueran invitadas al
almuerzo que la Bolsa daba para McDonald's en el comedor hasta entonces reservado para
hombres. Cuando le informaron que el reglamento del comedor que exclua a las mujeres
slo se haba quebrantado una vez (en honor de la reina Isabel de Inglaterra) y que los
directores no estaban dispuestos a hacer una excepcin en favor de McDonald's,
Sonneborn dijo: "Lo que es bueno para la reina es bueno para mi mujer", y como los
funcionarios insistieran, amenaz con no inscribir sus acciones.
No era para tanto. Los ejecutivos de la Bolsa cedieron pronto; pero en medio de la
conmocin se pas por alto otro detalle mucho ms significativo: Ray Kroc, el fundador de
la compaa, no asisti al almuerzo. Estaba haciendo a la sazn un viaje alrededor del
mundo en compaa de su segunda esposa, Jane. Su ausencia puso de relieve su falta de
comprensin, y, ms an, de entusiasmo por las finanzas. "Ray no entenda la operacin de
convertir la compaa en sociedad abierta", dice Turner.
Desde afuera no era fcil percibir ese rompimiento entre los dos personajes. Pareca
que el poder supremo en McDonald's perteneciera ahora a Sonneborn. Fue l y no Kroc el
que durante los dos primeros aos de McDonald's como sociedad abierta apareca como la
cabeza. Habiendo sido antes una figura oscura, quera salirse de bajo la sombra del
fundador.
Cuando el prncipe Felipe fue a Chicago para ayudar a conseguir fondos para
Variety Clubs International, el que apareci en las fotos de los peridicos al lado del
principe fue Sonneborn, despus de haberle regalado dos autobuses a esa entidad de
caridad, para transportar nios invlidos. De igual modo, cuando los funcionarios de St.
Louis invitaron a los ejecutivos de McDonald's a la inauguracin de su gigantesco Arco
Gateway, fue Sonneborn el que se present.
La invitacin a St. Louis fue un simple gesto de reconocimiento de la creciente
importancia de los Arcos Dorados en el paisaje norteamericano, pero Sonneborn
aprovech la oportunidad para darle bombo a McDonald's, como lo saba hacer Kroc con
tanta maestra. La vspera de la inauguracin del Arco Gateway propuso que los
restaurantes McDonald's de St. Louis donaran US$100000 para contribuir al costo de
trasladar a la base del Arco el Pabelln Espaol de la Feria de Nueva York de 1964. Saba
que ste era un proyecto favorito del alcalde Alphonso Cervantes, y su ofrecimiento
inmediatamente le mereci a Sonneborn un puesto de honor al lado del alcalde durante las
ceremonias, y adems produjo amplia publicidad en la televisin local, tanto para
Sonneborn como para McDonald's.
Le dijo a Golin que buscara el bombo ms grande que pudiera encontrar y le hiciera
pintar en los dos parches el nombre de McDonald's. Golin estaba de suerte. Haba odo
hablar de un fabricante de tambores de Dodge City, Kansas, que haba hecho el tambor
ms grande del mundo para la Universidad de Texas; y cuando se puso en contacto con el
fabricante, supo que la Universidad justamente estaba buscando un comprador para su
bombo. No fue sino cuestin de que el fabricante le pusiera nuevos parches con los arcos y
el logotipo de McDonald's y lo despachara a Nueva York, apenas a tiempo para el desfile
de Macy's.
Por peticin de Cooper, D'Arcy haba empezado a trabajar en comerciales a base del
payaso que tanto xito haba tenido en Washington, Ronald McDonald. Pero aun cuando
se acept que ste fuera el vocero nacional de la compaa, se discuti muchsimo si el
personaje deba seguir siendo un payaso, o si este papel era ya cosa anticuada. Algunos
proponan que se convirtiera en un cowboy del Oeste, que era lo que entonces tena ms
acogida en los programas de televisin. Otros queran volverlo un astronauta para
aprovechar la popularidad de los nuevos programas espaciales. Paul Schrge, que era
entonces comprador de espacio en los medios de comunicacin para D'Arcy y es hoy alto
vicepresidente ejecutivo y jefe de mercadeo de McDonald's, dice: "Esas fueron las
reuniones ms ridiculas a que yo he asistido. Contando ya con un personaje que haba
tenido un xito arrollador en Washington, la agencia segua buscando otros. Al fin
prevaleci el buen juicio".
Pero si Ronald sigui siendo payaso cuando fue ascendido a vocero nacional de
McDonald's, en cambio el actor que lo representaba, Willard Scott, de la NBC, fue
sacrificado sin miramiento alguno y en cambio contrataron a Coco, un payaso
internacionalmente conocido, que trabajaba con el Circo Ringling Brothers, Barnum and
Bailey. En todos los primeros comerciales de D'Arcy figuraba Ronald McDonald, y el ms
popular de ellos mostraba al payaso aterrizando en un drive-in de McDonald's, a bordo de
un platillo volador que tena la forma de una hamburguesa. Esta serie de comerciales,
producidos originalmente para los mercados locales, fue la que se puso apresuradamente
en servicio para la transmisin televisada del desfile de Macy's el Da de Accin de Gracias
en noviembre de 1965, hecha por la cadena NBC.
Anunciar en el desfile de Macy's fue un paso decisivo, pues, por una parte, era la
primera vez que una cadena de comidas rpidas se presentaba en la televisin nacional, y,
por otra, sac a McDonald's de su marasmo invernal. Los comerciales del desfile
produjeron resultados inmediatos. En lugar de entrar en su tpico descenso de invierno, en
diciembre siguiente las ventas de los restaurantes se recuperaron en un 8 por ciento.
Lo peor era que transmitiran el partido tanto la NBC como la CBS, lo cual
disminua el potencial de evaluacin. Ambas cadenas sostenan que la popularidad del
juego sorprendera a todo el mundo, pero otros no estaban convencidos. A finales de
diciembre, faltando apenas un par de semanas para el partido, la CBS todava tena
espacios para la venta, de modo que cuando McDonald's pidi una rebaja, la cadena
accedi gustosa a darle los dos minutos por slo US$170000 agregando un par de
comerciales gratis en su programa infantil del domingo por la maana. Para protegerse,
Sonneborn resolvi comprar un minuto en la transmisin de la NBC del mismo juego, por
US $75 000. Publicistas de televisin ms experimentados podran haber pensado que
aquello era como comprar un elefante blanco, pero los descuentos fueron suficientes para
tentar a una novata como McDonald's a hacer lo que result ser la compra ms importante
y remuneradora de un espacio de televisin que se haya hecho jams.
La popularidad del juego sorprendi incluso a las mismas estaciones de TV, y fue
objeto de tanto despliegue en los medios de comunicacin que se convirti, dentro del
ftbol profesional, en el equivalente de la Serie Mundial del bisbol y se denomin Super
Bowl.
Pero la compaa no controlaba el fondo. Los concesionarios, y no ella, eran los que
haban introducido la televisin en McDonald's. Ellos controlaban los gastos de publicidad
por medio de sus cooperativas regionales, cuyos directores elegan ellos mismos. Y en 1967
los operadores conservaron igual control del fondo nacional de publicidad estableciendo
una Cooperativa Publicitaria Nacional de los Operadores. OPNAD 3.
Esto hace que la OPNAD sea una fuerza, no slo dentro de McDonald's sino
tambin en las cadenas de televisin. Dada su positiva experiencia inicial, McDonald's se
envici a la televisin, por lo cual sus concesionarios controlan uno de los fondos de
publicidad ms poderosos de los Estados Unidos. En 1985 McDonald's gast
US$180000000 en publicidad a nivel nacional, que es casi la tercera parte de sus gastos
mundiales de promocin y publicidad. Este es el mayor presupuesto de publicidad
televisada en cadena para una sola marca, y como hasta el ltimo centavo tiene que ser
aprobado por los operadores de McDonald's, es tambin el programa ms
democrticamente controlado en la industria publicitaria.
Todos los aos por Navidad Lou Perlman, el simptico proveedor de todos los
productos de papel que consuma la cadena, les daba una fiesta a los ejecutivos de
McDonald's y a sus cnyuges. Era este agasajo la nota sobresaliente en el calendario social
de la compaa, y a medida que la compaa creca y sus administradores corporativos se
especializaban ms, ofreca una rara oportunidad para la reunin familiar de McDonald's.
La de 1965 le ofreci tambin a Ray Kroc la oportunidad de llevar a Chicago a su segunda
esposa, Jane, para que conociera a todos los gerentes.
Jane ya haba conocido a los que trabajaban con su marido en California, pero slo
conoca a unos pocos de los de Chicago. Sin embargo, saba lo bastante sobre la poltica
interna de una compaa para sentir curiosidad acerca de un punto y saba que June
Martino podra darle la clave. En la fiesta de Perlman, poco antes de que los gerentes se
acercaran a presentarse, la seora de Kroc le susurr al odo a June Martino: "Dgame
cules son los hombres de Ray y cules los de Harry".
Ya en esa poca la divisin entre Kroc y Sonneborn se haba extendido por toda la
compaa. No era que los miembros de los dos bandos se hubieran vuelto rivales, pero s
seguan orientaciones distintas de los dos jefes separados por una rivalidad irreconciliable.
En efecto, el rompimiento entre las cabezas de McDonald's del Este y McDonald's del
Oeste era tan profundo, que no poda dejar de llevar a una peligrosa divisin en las filas,
entre los seguidores de Kroc, que controlaban las operaciones, y los de Sonneborn, que
controlaban el presupuesto.
"En una sociedad abierta, el papel de los abogados, los contadores y los especialistas
en impuestos necesariamente crece", dice Turner. "Ray era el hombre a propsito para
mantener a raya esas influencias profesionales, de manera que no se apoderaran de la
compaa. Pero a Harry le encantaban. Su lenguaje era la jerga jurdica, contable y
tributaria. A nosotros nos sacaba de quicio y a Harry lo indispuso con Ray".
Kroc despreciaba abiertamente el cauteloso estilo administrativo que Sonneborn
haba adoptado, y ste a su vez censuraba a aqul por no entender que McDonald's era ya
una compaa abierta, responsable ante sus accionistas, y no un imperio privado de un
magnate de las hamburguesas. Las cosas haba que hacerlas por medio de estructuras
corporativas, no segn el capricho del fundador, y le pareca que el jefe ejecutivo era el que
tena la ltima palabra. Ese funcionario era l, Sonneborn, y exiga las prerrogativas
administrativas que normalmente pertenecen a tal cargo.
En los dos ltimos aos que estuvieron juntos, June fue el nico medio de
comunicacin entre Kroc y Sonneborn, e invariablemente suavizaba su retrica para hacer
aceptable a cada uno lo que el otro deca de l. Cuando la pugna rayaba en guerra abierta,
ella apagaba la mecha del barril de plvora culpndose a veces a s misma de no haber
transmitido adecuadamente un mensaje, cuando lo cierto es que nunca se equivocaba en
las comunicaciones.
Cuando uno de los socios criticaba la actitud del otro, ella pintaba la situacin con
colores ms brillantes. Si Sonneborn rezongaba que se iba a marchar porque ya no
aguantaba ms a Kroc con su ostentacin y su temperamento quijotesco, June Martino
estaba all para levantarle el nimo: "Usted conoce a Ray", le deca. "As ha sido toda la
vida, y nadie lo puede cambiar. Djelo que rabie y que se arranque los pelos. Usted sabe lo
que hace y sabe que lo est haciendo bien". Por el contrario, cuando Kroc le confiaba que
quera despedir a Sonneborn, June le recordaba cunto haba hecho ste por la empresa:
"McDonald's es una compaa de mucho xito con Harry en esa posicin. Por qu
cambiar las cosas ahora?"
Si no hubiera sido por la actuacin de June Martino como amortiguador, la relacin
Kroc-Sonneborn no habra durado tanto como dur, y McDonald's se habra perjudicado
grandemente. Aun cuando no hubiera hecho nada ms por la compaa, su solo papel
como pacificadora bien vala el 8 por ciento de las acciones de que era propietaria cuando
la compaa se hizo pblica. Y sin embargo, hasta el da de hoy ella guarda amargos
recuerdos de esa lucha por conservar la armona: "Yo los estimaba y los respetaba a ambos
por lo que eran", dice, "y para m aquello era un tormento. Yo andaba siempre sobre la
tabla de un balancn".
Las diferencias entre Kroc y Sonneborn iban ms all de sus opuestos estilos
administrativos, y con el tiempo ni siquiera la diplomacia de June Martino pudo componer
sus disputas en materia de poltica, todas las cuales se derivaban del desacuerdo bsico
entre lo que cada uno consideraba el negocio en que estaba McDonald's: o hamburguesas
o bienes races.
Kroc crea que si las ventas de hamburguesas caan, McDonald's se caa. Su modo
de pensar era el de un clsico minorista: si la compaa se mostraba diligente en el rengln
de ventas, el rengln de utilidades crecera automticamente. Sonneborn pensaba todo lo
contrario: si la venta de hamburguesas fracasaba, McDonald's tena el respaldo de sus
bienes races. Su mtodo de aumentar las utilidades era controlar estrictamente los gastos;
y como McDonald's comenz a contabilizar buenas ganancias a mediados del decenio de
los 60, Sonneborn se preocup por defenderlas evitando los riesgos de una expansin
demasiado rpida y reduciendo el endeudamiento mediante la financiacin de una
expansin ms modesta pero ms segura con fondos obtenidos exclusivamente de la
propia corriente de efectivo de la compaa.
A mediados del decenio de los 60, los criterios antagnicos de los dos jefes
originaban disputas sobre la manera de manejar el negocio. Hasta los desacuerdos
aparentemente pequeos se convirtieron en batallas. Por ejemplo, Kroc les vendi
concesiones a media docena de parientes de su mujer sin exigirles el acostumbrado pago
de US 115 000 de depsito en efectivo como garanta sobre el inmueble, y acept en cambio
pagars personales. Sonneborn protest, y con toda razn, porque eso no estaba bien. Pero
la cosa no par ah. La firma de abogados de Chapman and Cutler, contratada por
Sonneborn aos antes para representar a McDonald's, escribi un concepto jurdico que
apoyaba la posicin de Sonneborn. Entonces Kroc les prest a los parientes de Jane US
$100000 para que pudieran hacer el depsito de garanta, pero nunca olvid la humillacin
de haberse visto desautorizado por el presidente y los abogados de su propia compaa.
A Kroc le disgustaba tambin que Sonneborn se ausentara cada vez con mayor
frecuencia de las oficinas de Chicago. Gran parte del ao de 1966 la pas Sonneborn en su
casa en Mobile, Alabama, torturado por un doloroso ataque de citica, tendido meses
enteros de espaldas en un sof, desde donde atenda a los negocios por telfono. Ese ao
se dio el caso de que los miembros de la junta directiva volaran a Mobile para asistir a una
reunin en casa de Sonneborn. A Kroc, que toleraba los dolores de su propia artritis, le
costaba trabajo reconocer las enfermedades ajenas. "Cuando Harry vena a Chicago", deca,
"iba a la oficina, atenda a lo ms urgente, y en seguida se marchaba otra vez. Nadie saba
si estaba o no estaba. En Chicago no haba direccin".
Pero ninguna de las diferencias entre Kroc y Sonneborn era tan grave y
fundamental como su diversa manera de apreciar con cunta rapidez deba efectuarse la
expansin de McDonald's. Hasta mediados de los aos 60, esto no haba sido un problema
porque todo el pas era un mercado virgen para los operadores de comidas rpidas.
McDonald's tena ms oportunidades de crecimiento que recursos para llevarlo a cabo, y
los riesgos de fracasar eran pequeos, entre otras cosas, porque era poco lo que tena que
perder.
Pero una vez que la compaa se volvi pblica, la situacin cambi. McDonald's se
vio entonces en capacidad financiera y operativa de extenderse mucho ms
rpidamente; pero al mismo tiempo, como haba alcanzado cierto xito financiero, tena
ms que perder si la expansin fracasaba. Por primera vez el optimismo de Kroc poda
estrellarse con los nmeros de Sonneborn. Aqul no vea lmite alguno; ste tema
excederse.
Esta retardacin habra sido mucho ms pronunciada si no hubiera sido por los
jvenes tigres que acompaaban a Ray Kroc en California y que con su bendicin
contravinieron abiertamente las restricciones de Sonneborn sobre expansin y bienes
races. Se dedicaron a comprar sitios mucho ms costosos que los que a la sazn se
compraban en otras regiones, pagando a veces hasta el doble de los US$50000 que l haba
fijado como mximo. Esto se deba en parte a que en California la tierra era ms costosa,
pero tambin a que Kroc no aceptaba ubicaciones de segunda, cosa que los gerentes en
otras regiones se vean obligados a hacer.
Por otra parte, Kroc estaba ampliando su grupo de bienes races en California
mucho ms rpidamente que Sonneborn el suyo en Chicago, y en consecuencia la regin
californiana se vio poco afectada por la desaceleracin de las construcciones que afect al
resto de la compaa.
Tcnicamente, Ray Kroc tena el poder de hacer obligatorios en todo el pas los
cambios iniciados en California, aunque Sonneborn se opusiera; pero no quera correr el
riesgo de un enfrentamiento con ste. Prefera ensear con el ejemplo, no imponerse por
decreto, y esperaba que el ejemplo de California se siguiera en toda la organizacin
McDonald's. Jim Kuhn, su jefe de personal, recuerda: "Constantemente nos veamos
sometidos a una gran tensin todos los que guardbamos lealtad a muchas personas que
estaban en Chicago. No era que Ray fuera hostil, pero s empezaba a considerar a muchos
del personal de Chicago como una partida de burcratas. No se cansaba de ordenarnos: Si
esos tipos les dicen que no hagan una cosa, hganla. El no quera dividir a la compaa.
Pero haca las cosas a su manera diciendo para su capote: Con el tiempo me seguirn".
Sin embargo, s se cre una divisin entre los gerentes leales a Kroc y los que
dependan de Sonneborn, y esta situacin era especialmente molesta para los de
California, que tenan que obtener aprobacin de Chicago para los cambios. Robert Papp,
gerente de construcciones a quien Kroc llev de Chicago a California, cuenta cmo tena
que andar en la cuerda floja: "Ray quera accin y progreso mientras Chicago se enredaba
en el papeleo. Por un lado, Ray me empujaba para que hiciera modificaciones en un
edificio, y, por otro, la oficina de Chicago me deca que eso no se poda hacer. Ray me
deca: Mande a paseo a los de Chicago; yo le mando que lo haga".
Al fin Kroc se cans de la resistencia a las mejoras de diseo que l quera, y envi a
Papp a Chicago con el fin de que Sonneborn lo entrevistara para el cargo de vicepresidente
de construcciones. Desde luego, lo apoyaba para este puesto, pero como gesto de buena
voluntad quera dejar que Sonneborn hiciera el nombramiento. Pero cuando Papp se
present en la oficina de Sonneborn a cumplir una cita temprano por la maana, ste lo
hizo hacer antesala.. .todo el da. A la maana siguiente se repiti el desaire.
A medioda Papp estaba tan molesto que tom un taxi y se dirigi al aeropuerto,
donde tom un avin para regresar a California.
Sin embargo, en Chicago no todos se oponan al cambio. Kroc todava tena all
firmes partidarios, entre ellos Fred Turner, el principal; pero a ste la paralizante
administracin de Sonneborn lo apabullaba y poco a poco lo iba llevando a la depresin.
La creacin de cinco nuevas oficinas regionales en 1965 haba sacado de Chicago muchas
de las funciones administrativas que antes desempeaba l, y su escritorio estaba limpio.
La accin estaba en California, y Turner se vea aislado de ella y sobre todo de su mentor,
Ray Kroc.
Turner comenz a considerar media docena de ofertas que le haban hecho otras
cadenas de comidas rpidas y unas cuantas propuestas lucrativas de importantes
concesionarios de McDonald's. Turner haba dedicado toda su vida de trabajo a
McDonald's, y entre el personal de Chicago se le conoca como el nio mimado del
fundador. El solo hecho de que escuchara propuestas de fuera era un sntoma indudable
de que el espritu de trabajo entre los amigos de Kroc en Chicago haba cado al fondo.
Hasta hubo ocasiones en que Turner tuvo que sentirse tratado como un retardatario
por Kroc a causa de su asociacin con McDonald's del Este. Muchas veces Kroc le ri por
oponerse a sus ideas sobre nuevos productos, especialmente postres, con el argumento de
que entorpeceran la operacin de los restaurantes. Lo tachaba de conservador en esta
materia cuando Turner bien saba y tambin lo saba Kroc que la verdadera
oportunidad que estaba perdiendo McDonald's no era la ampliacin del men, sino la
expansin de la cadena. "Yo me senta alejado de Ray, abandonado por Ray", dice Turner.
"Su influencia no se haca sentir como debiera sentirse. Yo me preguntaba por qu nos
dejaba decaer. Las limitaciones y economas me molestaban. Yo estaba desilusionado".
Tanto Turner como otros fieles amigos de Kroc frenados en Chicago estaban
convencidos de que McDonald's, despus de haber construido una base esplndida,
desperdiciaba la dorada oportunidad de establecer una gran cadena nacional de servicio
de comidas. Burger Chef y Burger King se estaban ampliando ms rpidamente,
alcanzando a la que era lder de las hamburguesas. Y Sonneborn mostraba sntomas cada
vez ms claros de que ya no le importaba el negocio. En lugar de trabajar doce horas
diarias, como era su costumbre antes de que la compaa se hiciera pblica, ahora
observaba la jornada de nueve a cinco.
Mel Garb, antiguo concesionario de McDonald's, recuerda que a finales de 1966 fue
a la oficina de Sonneborn a quejarse de que no le haban concedido sino un restaurante en
Detroit, habindole prometido Kroc tres. Saba que Sonneborn era duro negociador y
esperaba que se iba a armar una marimorena, pero cuando entr, acompaado del
vicepresidente Ed Bood, se sorprendi de encontrarlo echado de espaldas todo lo posible
en su silla (sufriendo obviamente de otro ataque de citica), y de orle decir con buen
humor: "La respuesta es no. De qu se trata, Melvin?"
Yo nunca le he mentido.
Con esto lo desarm, porque Garb saba que era cierto. Sin embargo, insisti:
Ray me prometi varios puestos en Detroit, y ahora recibo una carta en que me dan
slo uno. Qu voy a hacer, mandar una persona a que supervise un solo puesto?
Turner rechaz la oferta de Garb porque vea que las relaciones que tenan Kroc y
Sonneborn se estaban desbaratando. Por alguna parte iba a comenzar el desplome, y
pronto. Era evidente que en opinin de Sonneborn McDonald's se acercaba al punto
mximo de su penetracin en el mercado, mientras que Kroc crea que apenas haba
rasguado la superficie, y esta diferencia los llevaba directamente a un choque.
Aun cuando los del grupo de Kroc estaban convencidos de que Sonneborn haba
perdido la poca fe que tena en el negocio de hamburguesas, l para aplicar los frenos se
basaba nicamente en consideraciones econmicas. Su temor de la recesin que se
aproximaba era realista, y l saba mejor que nadie cun expuesta estaba McDonald's. "Lo
que me preocupaba", explic aos despus, "era el peligro potencial a que estaba expuesta
la compaa en una recesin. Operbamos completamente a crdito. Toda nuestra
expansin se haba efectuado con dinero prestado. Si de pronto hubieran quebrado unos
pocos de nuestros restaurantes y hubiramos tenido que hacernos cargo de sus pagos por
los contratos de arrendamiento, nos habramos visto en aprietos. Si uno no tiene que correr
ese riesgo para qu exponerse?"
Pese a que tal golpe no se present hasta tres aos despus cuando McDonald's
era suficientemente fuerte para resistirlo Stults todava sostiene que la retardacin
planeada por Sonneborn para 1967 fue acertada. "No es conveniente tener un seguro de
vida aun cuando uno no se muera durante la vigencia de la pliza?" pregunta.
El problema se haba agravado tanto en 1964 que Sonneborn tuvo que crear lo que
llam un departamento "de limpieza", encabezado por Props, para deshacerse de
veinticuatro puestos McDonald's que estaban perdiendo por trmino medio US $1000
mensuales. Todos eran de propiedad de la compaa, algunos por haberlos tomado de
concesionarios que se dieron por vencidos, y otros porque el departamento de concesiones
no haba podido encontrar concesionarios para ellos. Despus de todo un ao de buscar
compradores, Props slo haba podido vender dos de estas unidades. Por fortuna, seis
aos antes, Sonneborn haba desarrollado lo que l llamaba un contrato de arrendamiento
para bajas en los negocios, para salvar el restaurante que haba estado en manos de Milo
Kroc y del cual McDonald's haba vuelto a tomar posesin, y ahora Props ech mano de
ese instrumento para resolver su problema. En lugar de venderles los restaurantes a
nuevos concesionarios, encontr operadores dispuestos a tomar los veintids puestos
restantes en condiciones favorables de arrendamiento y con un depsito de garanta de
slo US$5 000, la tercera parte del depsito normal. Dada la experiencia del departamento
de limpieza, dice Props, "Sonneborn tena razn para retardar las construcciones nuevas.
Lo malo fue que no vio que la verdadera falla no estaba en el mercado para nuevos
restaurantes sino en la incapacidad del departamento de concesiones, que no encontraba
concesionarios idneos".
De todos modos, Sonneborn habra peleado con Kroc aun cuando no hubiera
habido preocupacin con la recesin y los restaurantes marginales. Kroc estaba dispuesto a
jugarse cuanto la compaa haba logrado hasta entonces porque estaba convencido de que
un ritmo mucho ms veloz de expansin era una carta con la cual no se poda perder. El
punto de vista de Sonneborn era todo lo contrario: "Cuando uno inicia una compaa",
explic, "toma dinero prestado con un solo fin: llegar a una posicin que le permita salir de
deudas. Cuando nosotros no tenamos dinero y jugbamos con el ajeno, no tenamos nada
que perder arriesgando la expansin. Pero cuando lo que estbamos exponiendo era
nuestro propio dinero, eso s era para m un problema. En esa situacin si uno apuesta a la
lotera ilegal es como jugar a la ruleta rusa".
Por eso Sonneborn desde 1967 desarroll un plan a largo plazo que permitira una
"expansin ordenada" de nuevos restaurantes, aun despus de terminarse la esperada
recesin. En el plan se programaban exactamente doscientos nuevos restaurantes anuales
durante el decenio siguiente, lo cual, calculaba Sonneborn, se poda financiar enteramente
con la corriente de efectivo de McDonald's. Prevea Sonneborn que al final de ese periodo
la compaa tendra buenas reservas acumuladas en los bancos y ninguna deuda. La nica
falla fue que en este plan se subestim lamentablemente el potencial de McDonald's: A
finales de 1977, segn Sonneborn, McDonald's deba tener un poco menos de 3 000
restaurantes ... 2 000 menos de los que en realidad lleg a tener en esa poca.
Al final lo que los estaba separando era precisamente el xito que los dos socios se
haban esforzado tanto por lograr. Mientras McDonald's tuvo que luchar, Sonneborn y
Kroc tuvieron el mismo anhelo de expansin; mas en cuanto alcanz un nivel de xito
econmico, el deseo del primero de ganar ms dinero no se compadeca con el deseo del
segundo de vender ms hamburguesas. "Harry se meti en este negocio para ganar dinero,
y cuando tuvo lo que necesitaba, se sali", coment Kroc. Este, en cambio, trabaj en
McDonald's hasta el da de su muerte, ocurrida a los 81 aos, impulsado por algo distinto
de los centenares de millones que se gan. Todo su ser estaba comprometido con lo que los
clientes pensaran de McDonald's. Un ao antes de morir dijo: "Si yo viviera cien aos,
estara aqu [en la oficina] todos los das de la semana".
En los ltimos aos las juntas directivas de las corporaciones han venido
interviniendo ms en la fijacin de polticas, pero a mediados de los aos 60 no hacan ms
que aprobar lo que se les presentaba, y ventilar disputas administrativas ante la junta era
inconcebible. El hecho de que Kroc y Sonneborn pensaran siquiera en someter la cuestin
del precio a la junta era en s un sntoma de la gravedad de su desavenencia. "En lugar de
entenderse personalmente con Ray, Harry cometi el error de convertir la junta directiva
en un campo de batalla", dice Turner.
Pero la batalla en la sala de juntas lleg a ser casi surrealista porque Sonneborn,
preocupado por que su posicin sobre se y otros asuntos contenciosos quedara
debidamente documentada, insisti en grabar en cinta magnetofnica las reuniones.
Cuando esto trascendi, todo el mundo comprendi que no estaba ya lejano el fin. Turner
dice: "En McDonald's tenamos nuestra pequea sociedad en que reinaba la franqueza;
grabar lo que la gente deca era algo completamente extrao".
La firma de Lubin haba tenido antes la cuenta de McDonald's, pero la perdi en los
primeros aos del decenio de los 60, cuando Sonneborn escogi otra firma de abogados,
Chapman y Cutler. Estos, sin embargo, estaban considerados como los abogados
personales de Sonneborn, de modo que cuando la estructura administrativa de
McDonald's estaba a punto de romperse en 1966, Kroc acudi a Lubin. La experiencia de
Lubin, que lleg a ser miembro de la junta directiva y recuper la prestigiosa cuenta de
McDonald's, subraya el valor potencial de todo contacto profesional, aun el ms pequeo.
Aun cuando en su momento no pareca que fuera una gran oportunidad, Lubin haba
abierto una pequea rendija en la puerta de McDonald's poco despus de hacerse pblica
la compaa. June Martino lo haba llamado de buenas a primeras para hacerle una
pregunta sencilla, a nombre de una amiga que necesitaba saber qu se requera para
obtener un certificado de matrimonio en Nevada. Lubin telefone a un secretario distrital
de ese Estado, y a los cinco minutos volvi a llamar a la seora Martino para darle la
informacin que deseaba. Impresionada ella con tan eficiente servicio, le pidi despus a
Lubin que le redactara su testamento. Pronto vino un encargo ms jugoso: el testamento de
su jefe Ray Kroc.
Poco despus, Lubin se fue encargando de todas las cuestiones legales y personales
de Kroc, y eso condujo en 1967 a un nombramiento con que suean todos los abogados de
sociedades annimas. Lubin se haba dado cuenta de los problemas que haba entre Kroc y
Sonneborn, pero no estaba preparado para una llamada telefnica que recibi
encontrndose en Nueva York en viaje de negocios. Era Ray Kroc que al fin se haba
resuelto a actuar. Kroc le dijo: "Tengo un problema con Harry. Quiere irse y yo tambin
quiero que se vaya. Hgame el favor de negociar con l su separacin. Usted es el nuevo
abogado de la compaa".
No haba una amenaza real de un golpe de Estado encabezado por Sonneborn. Kroc
segua siendo propietario de ms del 40 por ciento de las acciones, y si se llegaba a una
pelea abierta, no haba duda de que l la ganara con la ayuda de los accionistas que le
eran adictos. Pero, aun cuando quera a toda costa sacar a Sonneborn de la compaa para
que McDonald's recuperara su mpetu, no quera de ninguna manera una pelea ante el
pblico sobre cuestiones de poltica. Para deshacerse de su rival deba trabajar de acuerdo
con la junta directiva.
No todos los miembros opinan como Lubin. En efecto, Alien Stults, considerado
como aliado de Sonneborn, insiste en que nunca fue dudoso el apoyo de la junta para
Kroc. Y si se hubiera llegado al punto de votar entre el uno y el otro en cualquier cuestin
de poltica, Stults dice que l y otros miembros habran apoyado solidariamente a Kroc.
"La junta no estaba a favor de Sonneborn", explica, "sino a favor de su poltica de
estabilidad financiera. Si la expansin hubiera continuado al ritmo de Ray, McDonald's
jams habra podido construir una base financiera para crecer como creci posteriormente.
Pero Ray Kroc fue el que fund la compaa. Sus ideas y su filosofa eran sanas, y l
contaba con el apoyo total de la junta directiva. Decir lo contrario es ridculo".
En todo caso, lo cierto es que Kroc perciba que se le opona una junta dominada
por Sonneborn, y estaba resuelto a reformarla con personal ms inclinado a actuar como l
quera. Le pidi a Lubin candidatos, y ste sugiri a David Wallerstein, antiguo presidente
de Balaban and Katz, cadena de teatros de cine antecesora de Plitt Theaters. Wallerstein
pareca un candidato perfecto, ms inclinado al negocio al por menor que a las finanzas, y
era como Kroc, un empresario. Adems, estaba en el negocio de espectculos y tena la
teatralidad que admiraba Kroc. Tena tambin experiencia en una junta directiva grande,
pues haba sido miembro de la de ABC cuando sta adquiri a Balaban and Katz. Despus
de una breve conferencia, Kroc resolvi llevar a Wallerstein a la junta directiva de
McDonald's para debilitar ms la influencia de Sonneborn.
Pondremos all a Fred Turner replic Kroc sin vacilar . Es muy inteligente y
aprender. Es bien capaz.
Su renuncia, a la edad de 51 aos, fue tan amarga que cuando se retir a Mobile, se
cortaron sus relaciones con los dems ejecutivos de McDonald's, y sus realizaciones
prcticamente se borraron de los registros de la empresa. A pesar de que nadie influy
ms que l, excepcin hecha de Kroc, en crear las bases de McDonald's, su retrato no
apareca entre los de los gerentes corporativos que adornan las oficinas ejecutivas de la
compaa. Apenas en 1983 Fred Turner encarg un retrato de Sonneborn para la galera
gerencial, primer paso para restablecer al antiguo presidente en el lugar que le
corresponde en la historia de la compaa. Pero Turner saba mejor que nadie cmo se
aferraba Kroc a sus juicios sobre las personas: esper hasta la muerte de ste, ocurrida en
enero de 1984, antes de colgar el retrato de Sonneborn.
En 1967 Turner y Kroc haban llegado a una relacin muy cercana a la de padre e
hijo, y cuando renunci Sonneborn era obvio que Turner sera su sucesor. Pero Kroc esper
casi demasiado. Turner estuvo a punto de irse de la compaa, que pareca haber perdido
la fe en s misma. A pesar de sus 35 aos de edad, nadie tena ms experiencia que l en el
sistema McDonald's de comidas rpidas, y nadie, fuera de Kroc, tena ms fe en su
potencial. Pero tampoco se sinti nadie ms frustrado bajo el rgimen de Sonneborn. El
haba guardado esa frustracin, y en una comida en el Hotel Whitehall, cuando Kroc le
inform de la renuncia de Sonneborn y de su nombramiento para sucederle, la emocin
sac al rostro de Turner lgrimas que no pudo contener.
Algunas eran lgrimas de alegra. Casi desde el da en que Kroc lo contrat, Turner
haba soado con llegar a ser presidente de McDonald's. Pero tambin estall su clera
reprimida, por el hecho de que Kroc no se hubiera enfrentado mucho antes a Sonneborn.
"Y t estabas en Babia?", le dijo. "Por qu no hiciste algo antes?"
Era la reaccin que Kroc esperaba, aun cuando l mismo senta la misma frustracin
contenida. "No se poda hacer antes", le contest. "Cosas como stas requieren tiempo para
resolverse".
Captulo 12
A toda marcha
Eran las 9 de la maana, y Ray Kroc slo haba dormido dos horas la noche anterior.
Sin embargo, subi a la tribuna para dirigirse a los operadores de McDonald's
congregados en convencin en el otoo de 1968. Se senta vigoroso y muy preocupado.
Haba buscado por todas partes a Joan Smith, pero no la vea entre el auditorio.
No la haba vuelto a ver desde haca siete aos, cuando ella rompi el compromiso.
Es decir, no la haba vuelto a ver hasta la noche anterior. Al igual que otros operadores,
Joan y su esposo Rawley, que eran concesionarios en Winnipeg, Canad, haban llegado a
San Diego la vspera de la convencin. Pero, a diferencia de los dems, Joan fue a parar a la
suite de Ray Kroc en el hotel, despus de una comida.
Fue una reunin inocente, aunque slo fuera por la presencia de Cari Erickson, el
chofer de Kroc. Ray y Joan pasaron varias horas interpretando en el piano sus viejas
canciones preferidas, y se volvieron a enamorar. "Echa otro tronco a la chimenea", le deca
Ray a su chofer cada media hora hasta las 4 de la madrugada, hora en que se present
Rawley para recoger a su esposa. La madre de Joan, que haba viajado con ellos con la
esperanza de evitar precisamente aquel reverdecer de viejos amores, insisti en que
Rawley y Joan deban partir de San Diego aquella misma maana. "Esto es como echar
gasolina en una hoguera", le dijo a Joan.
Kroc estaba resuelto a no permitir que esta vez Joan se le volviera a escapar. Le
haba dicho la vspera que estaba dispuesto a divorciarse y casarse con ella, y Joan le
contest que ella hara lo mismo. Pero no vindola entre el auditorio esa maana de su
discurso inaugural, temi que por segunda vez se hubiera arrepentido. Haba una manera
de averiguarlo, y la ensay: "Me gustara reconocer a todos nuestros nuevos operadores en
el Canad", empez. "Hagan el favor de ponerse de pie para que todos los vean".
Tal como lo tema, Joan no estaba entre ellos. Pero pronto supo que esto no tena
importancia. Al partir de San Diego aquella maana, Joan haba obedecido por ltima vez
los deseos de su madre. "Cuando me llevaron esa maana", dice Joan, "no saban que la
suerte estaba echada, pero as era. Yo estaba resuelta a casarme con Ray".
Tan abruptamente como siete aos antes haba anunciado su decisin de divorciarse
de Ethel, Kroc anunci ahora su resolucin de divorciarse de Jane. Haba planeado hacer
con Jane un crucero alrededor del mundo en el barco escandinavo Kingsholm cuando
terminara la convencin, y los altos gerentes de McDonald's, directores, concesionarios y
proveedores se reunieron en Fort Lauderdale para darles una fiesta de despedida. Desde
haca meses haban organizado esta despedida, que se hara a bordo de un yate contratado
al efecto, y ya era tarde para que Kroc se excusara. Primero pens en iniciar el crucero y
abandonar el barco en el primer puerto que tocaran, pero antes de llegar a Fort Lauderdale
haba cambiado de opinin y haba resuelto cancelar el crucero y anunciar
inmediatamente su divorcio. Los del clan McDonald's se congregaron a bordo del yate
como estaba previsto, pero la fiesta result muy distinta de lo esperado. Mientras
navegaban por las aguas costeras, se formaban a bordo grupos que cuchicheaban
comentando la noticia que a todos los haba sorprendido. Jane estaba hecha un mar de
lgrimas, y las amigas trataban de consolarla. Lou Perlman iba de un lado a otro
lamentndose de que acababa de mandar una canasta de US $200 de champaa, frutas y
flores al camarote de los Krocs en el Kingsholm. La fiesta en el yate, recuerda Don Lubin,
fue una versin de "El Barco de los Tontos".
Dada la experiencia que Kroc tuvo con Sonneborn, tal vez sorprenda que estuviera
dispuesto a entregarle a otra persona el poder ejecutivo. Pero l estaba seguro de que haba
escogido al hombre capaz de poner a McDonald's nuevamente en marcha, porque saba
que nadie comparta su gran visin del futuro de la compaa ms completamente que
Fred Turner.
Para un observador poco cuidadoso, Fred Turner y Ray Kroc eran tan distintos entre
s como Kroc y Sonneborn. Para Kroc el aspecto externo era definitivo, y siempre vesta con
extremada pulcritud, en tanto que a Turner las apariencias lo tenan sin cuidado. A Kroc le
gustaba figurar en pblico y no disimulaba su creciente fortuna, mientras que Turner era
tan discreto como Sonneborn y no haca ostentacin alguna de riqueza. El y su esposa,
Patty, siguieron viviendo en un suburbio de clase media aunque bien habran podido
darse el lujo de mudarse a alguno de los sectores elegantes de la lite de Chicago. Y aun
cuando durante corto tiempo, por darle gusto a Kroc se dej llevar a la oficina en un
Cadillac con chofer, pronto abandon esa limosina porque la consideraba incompatible con
su concepto de una cadena de hamburguesas como una empresa igualitaria.
Kroc tena disposicin para manejar una cadena de hamburguesas porque era
exhibicionista y comprenda que en McDonald's haba un gran elemento de teatralidad.
Turner no es as. Aun cuando su voluntad es igualmente firme y decisiva, se siente mejor
trabajando tras el teln. No busca la atencin de la prensa; ms bien parece rehuirla, y
cuando concede entrevistas, le falta el estilo pintoresco con que Kroc sintetizaba un asunto.
Su comportamiento es serio y no hace esas tajantes distinciones entre blanco y negro que
facilitan la lectura. Estas caractersticas lo han hecho vulnerable ante los reporteros que
explotan su franqueza.
Fred Turner nunca ha brillado ms que el fundador. Durante todo el decenio de los
70, Turner sigui siendo el principal vocero de McDonald's, y a medida que la cadena
inauguraba miles de locales, Kroc desempeaba el papel dominante para mantener su
imagen de organizacin pintoresca y humana. Era Kroc el que figuraba en primer plano en
la inauguracin de nuevos restaurantes; era Kroc el que pronunciaba los discursos y se
presentaba ante las cmaras de la televisin. Y en los artculos de peridicos y revistas, al
que citaban era a Kroc, no a Turner. Tambin era Kroc el mejor medio de contacto de
McDonald's con el importante sector del pblico constituido por los concesionarios. Su
oficina en San Diego (a donde se mud de Los Angeles en 1974) era visitada todas las
semanas por doce o ms de ellos que buscaban su consejo.
Turner no era un incondicional de Kroc, ni mucho menos, pero tampoco haca nada
por disipar la idea de que ste era todava "el jefe" de la cadena. Le daba este nombre y aun
en cuestiones de poca monta obraba de modo que Kroc pudiera cumplir su voluntad, si en
ello se empeaba. Aunque Turner acababa por decir la ltima palabra en proyectos
multimillonarios, insista en que Kroc tomara las decisiones finales en materia de sueldos y
bonificaciones de todos los ejecutivos, pues saba que a Kroc le gustaba tener el privilegio
de quitarle a alguno US $1 000 de la bonificacin para drselos a otro. A veces se
necesitaba bastante originalidad para darle gusto. En 1970, cuando la Guardia Nacional
hizo fuego y mat a cuatro manifestantes por la paz en la Universidad Estatal de Kent,
Kroc prohibi que las banderas de McDonald's se izaran a media asta. Un concesionario de
una poblacin universitaria fue a decirle a Turner, aterrado, que los estudiantes, que eran
sus mejores clientes, exigan que l y otros comerciantes enarbolaran la bandera a media
asta como homenaje a las vctimas. Turner encontr la manera de sacar al concesionario
del conflicto, sin llevarle la contraria a Kroc: le dijo que engranara en marcha atrs la
camioneta de reparto del pan y con ella tumbara el poste que serva de asta de la bandera.
Pero la deferencia que Turner mostraba por Kroc iba ms all de las cosas
superficiales. Kroc era su maestro, y si lo llamaba por telfono casi todos los das era
porque quera el consejo del hombre cuyo genio para el negocio al por menor y las
operaciones l respetaba. De este modo Kroc, aunque permaneci en California cuando
Turner asumi la presidencia, sigui desempeando un papel sumamente activo en la
compaa. Fue siempre el ms entusiasta partidario de nuevos productos, y recomend
centenares de sitios para nuevos restaurantes. Se preocup ms que nadie por los informes
de ventas de las nuevas unidades, y personalmente sigui fastidiando a los operadores que
dejaban algo que desear en cuanto a calidad, servicio, limpieza y valor.
A pesar de todo, la presencia pblica de Kroc opacaba tanto a Turner, que ste era
casi desconocido fuera de McDonald's, aun entre la comunidad mercantil que deba
conocer al jefe ejecutivo de una empresa que venda US$11 000 millones al ao. Esta suerte
habra sido acaso merecida si Turner hubiera sido un mero testaferro. Mas si esto era lo
que la gente crea, la realidad era muy distinta.
Al mismo tiempo que reciba los homenajes del pblico como el principal arquitecto
del gran xito de McDonald's, Kroc calladamente iba dejando que Turner tomara todas las
decisiones. Turner no perdi tiempo para ejercer tal poder, y sus decisiones ciertamente no
fueron las de un gerente de mentirijillas. Todo lo contrario. Durante los cinco primeros
aos de su presidencia de 1969 a 1973 dirigi ms cambios que cuantos haba
experimentado McDonald's en los quince aos anteriores. Kroc sin duda ech las races,
pero Turner cambi de tal modo las cosas que el McDonald's que result despus de ese
periodo apenas se pareca al McDonald's de cinco aos atrs. David Wallerstein declara:
"El moderno McDonald's es estrictamente creacin de Fred Turner".
Por otra parte, muchas compaas nuevas queran aprovechar esa fiebre de las
comidas rpidas, y se haba puesto de moda que las celebridades de la televisin prestaran
sus nombres para popularizar esos negocios. La poltica restrictiva de Sonneborn,
proyectada para una recesin que no ocurri, dej a McDonald's en la muy precaria
posicin de un lder que se deja sorprender por un explosivo crecimiento del negocio.
Turner recuerda: "La competencia saltaba por todas partes. Casi apareca una cadena
nueva cada semana".
Con semejante presin, no era nada seguro que McDonald's pudiera conservar su
liderazgo en el mercado y al mismo tiempo su independencia corporativa. Si otros se
hubieran visto en la situacin de Ray Kroc, quizs habran optado por realizar sus
utilidades de capital y habran buscado refugio en los brazos de una casa matriz rica. En
efecto, pocos meses despus de haber elegido presidente a Turner, se le present a Kroc
una maravillosa oportunidad de seguir ese camino. En compaa de Turner y de Dick
Boylan, fue invitado a cenar una noche en Nueva York, en el apartamento de Nate
Cummings, el dominante jefe ejecutivo de Consolidated Foods y arquitecto de la estrategia
de adquisiciones de dicha corporacin. Las paredes de su apartamento en el Waldorf
Astoria estaban cubiertas de cuadros impresionistas que mucho impresionaban a los
ejecutivos de las compaas que Cummings estaba explorando. "Yo me senta como una
mosca en una telaraa", recuerda Turner.
Con muchsimo tacto el anfitrin toc el tema de la adquisicin. "No habr alguna
manera en que podamos acercar nuestras dos compaas?" le pregunt a Kroc, insinuando
un posible "matrimonio" y evitando cuidadosamente emplear palabras como absorcin
que describiran ms exactamente lo que l en realidad buscaba. Kroc le contest con
mucha franqueza: "Usted tiene una compaa maravillosa, y para nosotros sera un honor.
Pero el problema es que nosotros no entraramos en ninguna combinacin de esa
naturaleza, a menos que nosotros furamos la compaa superviviente; y, francamente, no
sabramos cmo manejar una compaa como la suya". Recordando la reaccin de
Cummings, dice Turner: "Se qued con la boca abierta. No sera la primera vez que le
decan nones, pero seguramente sta debi de ser la negativa ms memorable que recibi
Nate Cummings en su vida".
Pero si la expansin era una solucin obvia ante el desafo de la competencia, las
ideas que Turner tena sobre ella tomaron a todo el mundo por sorpresa, y especialmente a
los competidores de McDonald's. En sus dos primeros aos como presidente, duplic el
personal de bienes races y de construcciones a fin de poder ejecutar su atrevido plan de
aumentar las inauguraciones de restaurantes de la cadena, en un periodo de cinco aos, de
100 a 500 unidades nuevas al ao. Si bien Burger Chef y Burger King haban empezado a
igualar el antiguo ritmo de expansin de McDonald's, no pudieron acercarse siquiera a
mantener el nuevo ritmo: 211 puestos nuevos en 1969, 294 en 1970, 312 en 1971, 368 en
1972, 445 en 1973, y finalmente 515 en 1974.
Pero en vista del desastre que haba sufrido General Foods con su Burger Chef, los
gerentes de Pillsbury tenan razn al poner en duda si una operacin de comidas rpidas
se compadeca con su negocio tradicional de empacar alimentos. A casi todos los grandes
procesadores de alimentos que se metieron en comidas rpidas a finales de los aos 60 los
sorprendi la complejidad del negocio y los desilusionaron los resultados. Servomation
prcticamente acab con Red Barn, la cadena que compr y que tanto prometa, por no
darle suficiente capital para pasar el periodo de desarrollo cuando las utilidades son pocas
o no las hay.
Pero ninguna de las recin llegadas a la industria sufri mayor desilusin que
General Foods; cuando compr a Burger Chef en 1968, sta tena 850 puestos, contra 970 de
McDonald's, y estaba acortando rpidamente la distancia, inaugurando nuevas unidades a
razn de 300 al ao, o sea el triple de lo que Sonneborn haba autorizado en McDonald's.
Robert Wildman, antiguo vicepresidente ejecutivo de Burger Chef, recuerda: "Acabbamos
de aumentar nuestro potencial para un crecimiento ms rpido an, ampliando nuestro
personal de campo y abriendo nuevos territorios, pero tenamos ms potencial de
crecimiento de lo que podamos financiar. Le vendimos la compaa a General Foods
porque pensamos que ellos podran financiar nuestro veloz crecimiento. Pero no ocurri
as".
Al principio General Foods s le dio a Burger Chef muy importantes recursos, pero
cometi el error de eliminar a todo el personal de campo, que se compona de 54 personas
dedicadas a buscar nuevas propiedades y supervigilar el desarrollo de los nuevos puestos.
Algunos de estos funcionarios ganaban ms dinero que los gerentes de General Foods
enviados a Indianpolis a manejar la cadena. Los ejecutivos creyeron que podan eliminar
los jugosos sueldos de esos empleados reemplazando todo el personal de campo por
corredores independientes de bienes races. Cuando corri la voz, los corredores
inundaron a Burger Chef de ofertas de sitios, pero la mayor parte de ellos no eran aptos
para un puesto de comidas rpidas; y al prescindir de su personal de campo, General
Foods empez a perder el control del programa de desarrollo de nuevos puestos. En 1971
era claro para todos que el programa de expansin de Burger Chef se le haba salido de las
manos: General Foods fren violentamente ese desarrollo y liquid prdidas por US$75
000000 en su operacin de comidas rpidas.
Las prdidas que sufri Burger Chef constituyeron para los gigantes y los
conglomerados del procesamiento de alimentos una clara seal de que el negocio de
comidas rpidas no era la fuente de fciles ganancias que se haban imaginado. Revelaron,
en efecto, un error conceptual que comete una compaa grande y diversificada cuando
pretende manejar una operacin de comidas rpidas como maneja sus divisiones de
fabricacin: desde la sede de la corporacin.
Las compaas de alimentos empacados descubrieron un poco tarde que hay una
diferencia enorme entre la administracin de alimentos elaborados que se les venden a las
tiendas de comestibles, y la de comidas que se preparan y se le venden directamente al
pblico en un puesto de servicio rpido. En la primera, la fabricacin est centralizada, y
es ms fcil de controlar; la venta al consumidor es indirecta, y depende mucho de las
marcas que se anuncian. En la segunda, la produccin est descentralizada y es difcil de
controlar, pues cada puesto o restaurante es una unidad autnoma de produccin; adems,
la venta al consumidor es directa y depende muchsimo del servicio local. "Burger Chef no
encajaba bien en la estructura administrativa de General Foods", dice Wildman. "Estaban
acostumbrados a manejar una fbrica de Jell-o, a llenar cajas y fomentar la demanda
mediante publicidad. Nuestro negocio era extrao para los gerentes de General Foods, que
no tenan experiencia en el trato directo con el pblico ni con el personal de servicio.
Cuando los mandaron a manejar a Burger Chef se sintieron como si los hubieran enviado a
Siberia".
Kroc se haba librado de correr igual suerte insistiendo en la independencia de
McDonald's, pero evitar la adquisicin no bastaba para eliminar el riesgo que corra Turner
con su programa de expansin masiva. Aun cuando permaneciera independiente, no haba
garanta de que McDonald's no pudiera perder el control de su crecimiento, como General
Foods haba perdido el control de Burger Chef.
Sin embargo, Turner saba que McDonald's tena el mejor servicio de campo de la
industria, mientras que Burger Chef tena uno de los peores, adems de haberse
organizado por regiones en 1965; y Turner, apenas inici su gran programa de expansin,
reforz ese sistema aumentando el nmero de regiones de cinco en 1%7 a ocho en 1973.
Una medida ms importante an fue que a los gerentes regionales les dio ms autoridad.
Hasta entonces la decisin final sobre nuevos locales y nuevos concesionarios la tomaba la
administracin central de McDonald's; Turner orden que tal decisin pasara a ser
responsabilidad exclusiva de las regiones. A los gerentes regionales se les dieron
facultades parecidas a las que tendran los gerentes de cadenas locales independientes. Sus
decisiones en asuntos de otorgar concesiones y de bienes races eran la ltima palabra.
Mantener el control era slo uno de los problemas de la expansin masiva. Otro era
la obvia carga financiera. Sonneborn crey haber resuelto la insuficiencia de capital de
McDonald's, pero l construa slo cien puestos nuevos al ao, mientras que Turner cada
ao estaba levantando casi cien ms de los que se haban construido el ao anterior. Pero
no era solamente la magnitud del programa expansionista lo que presionaba sobre las
finanzas de la compaa sino que, en lugar de tomar terrenos en arrendamiento para las
nuevas construcciones, como lo haba hecho Sonneborn, Turner les orden a los gerentes
de la cadena empezar a comprar para construir restaurantes todos los sitios que estuvieran
en venta, y casi de la noche a la maana McDonald's empez a ser propietaria de las dos
terceras partes de sus nuevos establecimientos.
As, pues, mientras que Sonneborn les ense a las cadenas de comidas rpidas las
ventajas del alquiler, Turner coloc a McDonald's en la envidiable posicin de ser la mayor
propietaria de bienes races en el mundo.
El cambio fue tambin traumtico desde el punto de vista financiero, tanto para
McDonald's como para los concesionarios. Modernizar cada sucursal costaba US$50000
segn el nuevo diseo, y al pedirles a los operadores que hicieran ese gasto la compaa
haca lo que ninguna otra cadena se haba atrevido a hacer. Pero los convenci de que con
mesas y asientos sus ventas aumentaran por lo menos el 20 por ciento, y de que con las
correspondientes utilidades la inversin se pagara en tres aos.
Desde luego, la compaa misma dio el ejemplo, pues a partir de 1968, todos los
nuevos restaurantes se construyeron segn el nuevo modelo. Esto agrav la presin sobre
las finanzas de McDonald's. Cada edificio nuevo costaba US SI00 000, el doble de lo que
costaban los antiguos, y agregando esto al costo del terreno, que ya era mayor, y a los
costos provenientes del tamao del programa de expansin, era claro que la tarea de
financiar esa expansin iba a ser monumental.
Como Boylan era hombre de lenguaje fino y maneras suaves, al principio pareca
que iba a ser un juguete en las manos de Turner; pero en materia de su especialidad,
Boylan se mostr firme y tenaz. A pesar de la presin que ejercan Turner y los banqueros
inversionistas para que ofreciera acciones en venta, Boylan financi el ambicioso programa
de expansin de McDonald's mediante sucesivas emisiones de ttulos de deuda. En efecto,
aument el endeudamiento de la compaa de US $43 500000 en 1968 a US$353 000000 a
finales de 1974. Y durante ese periodo McDonald's slo consigui US$65 000 000 sobre
patrimonio. Esa fue la nica concesin que le hizo Boylan a Turner, y fueron las nicas
acciones que jams vendi McDonald's. Todas las dems ventas de acciones, incluyendo la
inicial, fueron bloques vendidos por Kroc y otros de los principales accionistas.
Pero Boylan proyect cuidadosamente las utilidades de McDonald's para los cinco
aos siguientes de manera tal que sta no se endeudara hasta quebrar. Cuando los
analistas y los miembros de la junta directiva sostuvieron que era preciso vender acciones
por valor de US $100 000 000 para lograr un mejor equilibrio entre deuda y patrimonio, l
les mostr cuadros y proyecciones segn los cuales la compaa aumentara su patrimonio
en esa cantidad en pocos meses con sus propias utilidades y sin necesidad de vender
acciones.
Turner exiga para el negocio de comidas rpidas el mismo respeto que los
banqueros les tenan a otros negocios ms antiguos. Esto era bastante pedir. A finales de
los aos 60 comprar acciones de tales empresas se consideraba un juego de azar. Algunas
haban producido enormes ganancias, pero otras haban acarreado grandes prdidas. Los
inversionistas consideraban las compaas de comidas rpidas como una novedad.
Wenzell llev a Turner a comer en un comedor reservado del Club 21. Mientras la
conversacin vers sobre Wall Street, Wenzell pisaba terreno slido, pero cuando trat de
enterarse cortsmente sobre el negocio de Turner, se dispuso el escenario para un choque
entre un populista del Oeste y un elitista del Este.
Al mismo tiempo que Turner se esforzaba por hacer cambiar el concepto que tena
Wall Street sobre McDonald's, l tambin iba experimentando una metamorfosis. Para
haber sido un individuo que ascendi en la jerarqua McDonald's buscando la temperatura
exacta para frer papas y el nivel preciso de cristales de hielo en las malteadas, Turner
mostr ser un estudiante excepcionalmente aprovechado en cuestiones financieras y un
entusiasta participante en el juego monetario de las corporaciones. En algunos aspectos se
mostraba ms hbil que su antecesor. Comprando terrenos para los nuevos restaurantes,
involucr a McDonald's en bienes races ms profundamente que Sonneborn, y, adems,
vio una corriente enteramente nueva de utilidades que ste no haba visto. A diferencia de
Sonneborn, quien conserv a McDonald's como una operacin casi exclusivamente de
concesiones, Turner desde que asumi la presidencia comprendi que McDonald's estaba
perdiendo una gran oportunidad de realizar utilidades por no manejar ms restaurantes
directamente y recibir las utilidades que van a manos de los concesionarios.
Tambin lleg a la conclusin de que para manejar con xito los restaurantes de un
mercado, la compaa tena que obtener las economas gerenciales de operar un grupo
numeroso de restaurantes en ese mercado. Como la mayora de los mercados importantes
ya se haban dado en concesin, la nica manera de crear un centro de utilidades con
unidades manejadas por la compaa era comprarles sus derechos a algunos de los
concesionarios ms grandes y prsperos de McDonald's. As, pues, a finales de 1967,
cuando Turner estaba impulsando el esfuerzo de construcciones de la compaa, dirigi al
mismo tiempo el ms ambicioso programa de compra que jams haya llevado a cabo
concesionista alguno. El momento fue el ms oportuno, pues muchos operadores
veteranos se haban vuelto millonarios... en el papel, y estaban dispuestos a convertir esa
riqueza de concesiones en riqueza que pudieran gastar.
El hecho de que las acciones de McDonald's fueran muy solicitadas le dio a Turner
el arma que necesitaba, arma que permita un intercambio libre de impuestos para el
operador y una ganga de adquisicin para la compaa. "Algunos de nuestros operadores
posean una enorme riqueza pero nada de dinero", explica Turner. "Y nosotros
utilizbamos acciones de McDonald's que se negociaban a veinticinco veces las utilidades
para comprar restaurantes a siete veces sus utilidades. Haba un tremendo poder
multiplicador y crecimiento de ganancias". McDonald's tena la posibilidad de escoger los
mejores mercados, y nadie ms idneo para escoger las cerezas maduras que Turner, quien
conoca mejor que nadie las fortalezas operativas de McDonald's.
Y sin embargo, la principal compra que abri el camino para la expansin masiva
de McOpCo, la subsidiaria que maneja los restaurantes de los cuales es duea la
compaa, la hizo Kroc, no Turner. Esta fue la adquisicin de la concesin ms grande del
sistema, la Gee Gee de Washington, D. C., con 43 restaurantes, de propiedad de John
Gibson y Oscar Goldstein. La noticia de esta venta seguramente iba a estimular las
solicitudes de concesiones McDonald's, que ya eran muchsimas. Los socios vendieron su
operacin de Washington por US$16 800000. La concesin Gee Gee abarcaba nicamente el
rea metropolitana de Washington, y sin embargo el precio fue seis veces lo que Kroc les
haba pagado a los hermanos McDonalds cinco aos antes por la concesin nacional. Fue
apenas unos pocos millones menos de lo que Pillsbury y General Foods pagaron por
Burger King y Burger Chef.
La adquisicin de Gee Gee fue el comienzo de una racha de compras hechas por
Turner, que convirtieron en millonarios a muchos concesionarios pioneros de McDonald's.
La compaa escogi gerentes experimentados para manejar las florecientes operaciones
de McOpCo. Turner compr los siete restaurantes que tena en Minneapolis Jim Zien, uno
de los ms destacados comercializadores del sistema. En dos negociaciones
independientes adquiri las concesiones de Mel Garb y Harold Stern, quienes vendieron
sus 42 puestos distribuidos en muchos mercados como Michigan, Nevada, California y
Oklahoma. Adquiri los 16 restaurantes de la concesin de Jack Penrod en el sur de la
Florida y los 21 del rea Tampa-St. Petersburg que tenan Phil y Vern Vineyard.
Turner vio el peligro. En los primeros aos del decenio de los 70, comprendi que la
expansin de McOpCo se les haba salido de las manos y amenazaba el bienestar de todo
el sistema. Estaba extendiendo la administracin de McDonald's ms all de los lmites
prcticos, y la operacin de algunos restaurantes de la compaa en mercados importantes
empez a sufrir. Faltndoles el incentivo de los administradorespropietarios, rara vez
igualaban los mrgenes de rentabilidad de los puestos de los concesionarios. Aun cuando
podan tener xito en mercados fuertes que producan volmenes superiores al promedio,
se vean en problemas en mercados que slo producan ventas normales o en los difciles
mercados de ciudades centrales que presentaban toda una serie de problemas operativos
especiales. En los mercados marginales era evidente que la dedicacin fuera de lo corriente
del propietarioadministrador era el factor crtico de la rentabilidad. "Cuando llegamos a
un 25 por ciento de unidades de propiedad de la compaa", dice Turner, "yo cre que
podamos llegar hasta un 33 por ciento. Pero era demasiado".
Resolvi que McDonald's deba seguir siendo ante todo un negocio de concesiones:
les fij el lmite del 33 por ciento a los restaurantes de McDonald's y empez a reducir esa
proporcin hasta el 25 por ciento retardando el programa de adquisiciones y
entregndoles ms restaurantes nuevos a concesionarios. El porcentaje de los que maneja
la compaa ha permanecido alrededor del 25 por ciento desde 1975. "Manejar un
McDonald's es un oficio de 363 das al ao [slo se cierran el Da de Accin de Gracias y el
de Navidad], y un propietario-administrador, con su inters personal y sus incentivos, lo
hace siempre mejor que un gerente de una cadena", dice Turner.
Por otra parte, al mismo tiempo que McDonald's recuperaba por compra algunas de
las ms fuertes concesiones, a otras les permita ejercer una notable influencia en la
direccin del sistema. Tal fue el caso de Tom Christian, concesionario en Elkhart, Indiana,
quien a mediados de los aos 60 lleg al extremo de violar una de las reglas ms sagradas
de Ray Kroc: contrat a una mujer.
En ese tiempo no exista desempleo en Elkhart y era muy difcil cumplir la exigencia
de que todo el personal fuera de hombres. "Yo haba contratado ya a todos los varones
disponibles", recuerda Christian, "y me pareci que era preferible contratar las mejores
mujeres que contratar los peores varones".
Muy cauteloso para evitar que se fueran a presentar los problemas que causaban las
chicas de los antiguos drive-ins, la primera mujer que contrat fue la esposa del ministro
protestante, y despus contrat varias amas de casa, madres de nios en edad escolar.
Puso en vigor reglas informales para evitar los problemas que McDonald's tema que se
presentaran con personal mixto. "Los pasillos eran estrechos en los viejos restaurantes",
dice Christian, "y yo impuse toda clase de prohibiciones de choques y carreras. Contratar
mujeres era un gran avance, y no haba que echarlo todo a perder... para bien de ellas y
mo"
De la noche a la maana Christian resolvi el problema de servicio y descubri que
las empleadas lo hacan mejor que el promedio de los empleados. Eso no impresion a
McDonald's. Apenas se dio cuenta de que haba mujeres en el restaurante de Elkhart, el
consejero visitador de la compaa le orden a Christian que las despidiera. El se neg.
Seis meses despus, el visitador repiti su orden. Esta vez Christian tom una actitud ms
beligerante y le contest: "Si la compaa realmente se opone tanto a contratar mujeres,
quiero que me lo digan por escrito. Si no o quieren poner por escrito, hgame el favor de
no volverme a mencionar el asunto".
La carta nunca se escribi, y en los ltimos aos del decenio de los 60 los
concesionarios de todo el sistema empezaron a seguir el ejemplo de Christian. Al fin, en
1968, cediendo a una poltica impuesta por ellos, McDonald's autoriz el empleo de
mujeres. Pero la tradicin de una cuadrilla varonil al estilo de la marina no desapareci
fcilmente. La nueva poltica mujeril favoreca claramente a las ms maduras; el peinado
tena que ser corto y sencillo, y el maquillaje reducido a un mnimo. Estaban prohibidas las
falsas pestaas, la sombra para los ojos, el esmalte de color para las uas, el lpiz labial
iridiscente, el colorete para las mejillas, y "el uso excesivo de perfumes fuertes". No se
permita usar joyas, salvo el anillo de matrimonio y los relojes, y se les adverta a los
operadores que el trabajo de las mujeres deba programarse de manera que terminara a
ms tardar a las 5 de la tarde. Inclusive sus deberes se definan limitndolos estrictamente
a las tareas menos pesadas, como recibir pedidos y envolver hamburguesas. Una de las
instrucciones para los operadores adverta: "Tngase en cuenta que algunos oficios, como
el de la parrilla, exigen ms vigor del que tienen la mayora de las mujeres".
Algunos de los criterios para la contratacin de las primeras mujeres eran tan
discriminatorios que no se podan publicar en el manual de operaciones. Kroc recordaba:
"Nos pareci que las primeras mujeres a quienes empleramos debieran ser ms bien bajas
de pechos. No queramos que fueran atractivas para los muchachos. Y la primera que
ocup un cargo de gerencia llevaba anteojos y zapatos planos. Era soez como un soldado.
Pero todos los hombres la respetaban". Sin embargo, sus temores de que empleadas
atractivas hicieran de los McDonald's puntos de reunin de los adolescentes, resultaron
fallidos. Hoy el 57 por ciento del personal de servicio de estos restaurantes se compone de
mujeres, y no menos del 40 por ciento de las unidades son administradas por mujeres.
Tal fue, ciertamente, el caso del artculo que inici la impetuosa carrera de un nuevo
producto: una hamburguesa de dos pisos que vala ms del doble de lo que vala la
hamburguesa corriente de McDonald's. Se introdujo en todo el sistema en 1968, y fue idea
de Jim Delligatti, uno de los primeros concesionarios de Kroc, y quien a finales de los aos
60 operaba una docena de puestos en Pittsburgh. Aunque tena derechos territoriales
exclusivos para el rea metropolitana de esa ciudad, sus ventas eran bajas y pens que la
nica manera de aumentarlas era ampliar el men.
Con todo, persuadir a la gerencia de la cadena de que tratara de vender una nueva
hamburguesa sobre todo a ms del doble del precio de la hamburguesa corriente no
era una proeza pequea. Fred Turner, muy emprendedor para ampliar la cadena, era casi
reaccionario cuando se trataba de ampliar el men, pues tema que una serie de productos
nuevos podra desconcertar el delicado mecanismo del sistema operativo que l haba
contribuido a perfeccionar. El permiso que al fin le dieron a Delligatti era limitado. Slo
poda probar el Big Mac en su puesto de Uniontown, y con la condicin de que utilizara el
pan McDonald's. Pero despus de tres das, cualquiera poda ver que este panecillo era
muy pequeo y el emparedado quedaba mal armado. Entonces Delligatti desatendi las
prohibiciones y consigui un pan bien grande con semillas de ajonjol, cortado en tres
tajadas. A la vuelta de pocos meses el Big Mac haba aumentado las ventas del puesto de
Uniontown en ms del 12 por ciento.
Pronto estuvo en todos los puestos de Delligatti, produciendo en todos los mismos
benficos resultados. Los gerentes de McDonald's y muchsimos concesionarios acudieron
a Pittsburgh en busca de informacin, y la cadena llev el Big Mac a otros mercados de
prueba. En todos se registr un aumento del 10 por ciento o ms en ventas, por lo cual se
dio a la distribucin en todo el pas a finales de 1968.
Al ao siguiente, las ventas del Big Mac representaron el 19 por ciento de todas las
ventas de McDonald's, y, lo que es ms importante, la nueva hamburguesa haba ampliado
grandemente el mercado potencial de la cadena atrayendo a los adultos que antes no iban
a McDonald's.
El xito de Delligatti con su Big Mac desat una oleada de experimentaciones con
nuevos productos, pues muchos concesionarios aspiraban a lograr el mismo impacto en el
sistema. Litton Cochran, concesionario de varios puestos en Knoxville, sostena que para
tener xito en su mercado se necesitaba un postre, y persuadi a Turner de que le
permitiera tratar de romper la barrera contra los postres que haba erigido Kroc con sus
repetidos fracasos.
Cochran pens que Kroc haba pasado por alto el postre obvio, el pastel de
manzana, que es lo ms americano que puede haber. A l le encantaba el pastel de
manzana frito, que su madre le preparaba siempre que llegaba de la escuela para
"sostenerlo" hasta la hora de la comida. Se haca en forma de media luna, como una
empanada de masa rellena de manzana. Estos pasteles fritos eran una especialidad en el
Sur, y como eran tan fciles de presentar en porciones individuales, parecan perfectos
para una operacin de comidas rpidas. Al principio la madre y la hermana de Cochran le
hicieron los pasteles para sus unidades de Knoxville, pero pronto recurri a un proveedor
comercial cuando la idea se difundi por los diversos restaurantes del Sur. "En el Sur no se
concibe una comida sin postre para terminar", explica Cochran. En 1970 el pastel de
manzana frito se haba extendido a todas las unidades McDonald's en los Estados Unidos
y Cochran entr en las filas de los concesionarios legendarios.
No todos los productos ideados por los concesionarios corrieron igual suerte. En
1967 Nick Karos, pionero especialista en operaciones que haba pasado a ser concesionario
en Cleveland, propuso probar un emparedado de rosbif. Como Turner se negara a aprobar
el proyecto, Karos acudi a Kroc, que s lo autoriz. Con esc emparedado Karos se sac la
lotera, pues su restaurante de Nortnfield aument las ventas en un 33 por ciento en un
ao, y el nuevo emparedado representaba el 15 por ciento del volumen total.
Sin darse por vencido, Wallerstein realiz una encuesta personal durante dos das
en un McDonald's en Chicago, y le comunic a Kroc un descubrimiento que lo asombr:
Todos los clientes consumieron la totalidad de las papas. Una investigacin tan poco
cientfica, hecha por cualquier otra persona, poda haber cado en odos sordos; pero
Wallerstein tena experiencia en la materia. Siendo presidente de los teatros Balaban y Katz
haba introducido en la industria cinematogrfica las porciones grandes de palomitas de
maz en cajas, que llegaron a reemplazar los paquetes pequeos que antes se estilaban.
Tambin inici las palomitas de maz con mantequilla, que llevaron a empaques cada vez
ms grandes. Conociendo estos antecedentes, Kroc aprob en 1972 la propuesta de
Wallerstein, y hoy la mitad de todas las papas fritas que vende McDonald's se despachan
en los paquetes grandes.
Aun con su men limitado, Delligatti empez a hacer el 5 por ciento de su negocio
al desayuno. A diferencia de los dems productos nuevos hasta entonces, esa actividad
generaba un negocio enteramente nuevo, sin quitarles nada a los artculos del men
existentes. Pero mantener un McDonald's abierto desde las once de la maana hasta la
medianoche era un trabajo agotador, y la mayora de los operadores no estaban dispuestos
a aumentar las horas de trabajo a menos que se descubriera un desayuno que realmente les
produjera ganancias significativas.
Para la Navidad de 1971 haca meses que Peterson vena trabajando en esto. Ensay
primero con una salsa holandesa que ya vena envasada, pero la desech por ser
demasiado fluida, y la reemplaz con una lonja de queso, la cual, derretida sobre un huevo
caliente, produca la consistencia deseada. Tambin haba inventado una manera infalible
de cocinar un huevo a la parrilla dndole el aspecto de escalfado. Los huevos escalfados no
eran aptos para el proceso de produccin en lnea de McDonald's, pero Peterson resolvi el
problema inventando un nuevo utensilio de cocina un conjunto de seis aros recubiertos
de tefln que se colocaba sobre la parrilla para darles a los huevos la forma redondeada
de un muffin ingls. Esto, acompaado de tocino canadiense, constitua un producto de
desayuno perfecto para una cadena distinguida por sus emparedados.
Apenas cinco aos antes, McDonald's haba venido perdiendo impulso, y pareca
que la iban a alcanzar competidores ms diligentes, amparados por corporaciones
gigantes. En los prximos cinco aos el negocio incipiente de comidas rpidas se
convertira en una gran industria. McDonald's comenz ese periodo como lder,
perseguida por competidores que la acosaban. Sali de l como lder sin par.
Ciertamente, Turner trabajaba sobre una base poderosa construida por Kroc y
Sonneborn, y un observador poco reflexivo, podra haber llegado a la conclusin de que
fue arrastrado al xito por las fuerzas irreversibles de un floreciente mercado de comidas
rpidas. "S, a Fred Turner lo envolvi la ola en el momento preciso", observa David
Wallerstein; "pero l supo sobrenadar en esa ola. Y eso es lo que no todos saben hacer. All
es donde se necesita administracin".
Captulo 13
La magia de los medios publicitarios
A finales del decenio de los aos 60 McDonald's tena todo lo que necesitaba para
realizar el ambicioso programa expansionista de Fred Turner. Era la ms experta
compradora de bienes races en la industria de servicio de comidas. Haba desarrollado
toda la fuerza financiera que necesitaba para ello. Una estructura administrativa regional
descentralizada le permita controlar las operaciones de una floreciente cadena nacional; y
la nueva Universidad de la Hamburguesa la colocaba en una categora sui gneris en lo
tocante a entrenamiento del personal.
Curiosamente, el nico eslabn faltante era mercadeo. Aun cuando hoy es una de
las ms poderosas comercializadoras del mundo, hasta que Turner lleg a la presidencia
McDonald's se haba confiado casi exclusivamente en sus concesionarios en este campo, y
ni siquiera haba organizado un departamento de mercadeo.
Pero el dinero no era todo. La primera prioridad era ahora alguna coordinacin
central del esfuerzo de mercadeo, porque crear una imagen nacional para su marca era
algo que los concesionarios de McDonald's, pese a que algunos eran duchos en el arte, no
podan hacer por s solos. Hasta 1968 la compaa se haba dedicado a exigir normas
uniformes de operacin y a financiar el crecimiento de la cadena; pero ahora Turner quera
hacer de ella una comercializadora eficiente, y para alcanzar rpidamente su propsito,
busc ayuda de fuera.
As, pues, en 1969 McDonald's empez a buscar una nueva agencia de publicidad.
En lugar de pedirles a los candidatos que prepararan una propuesta detallada, Schrge les
pidi que contestaran diez preguntas, una de las cuales era si McDonald's posea "un
argumento de ventas exclusivo", es decir, un atractivo tan grande que superara a todos los
dems. Esto del argumento de ventas exclusivo era un concepto popular en la propaganda
televisada, perfeccionado por Rossier Reeves en la Agencia Ted Bates, quien sostena que
en un medio tan movido y congestionado como la televisin, los anunciantes deban
comunicar nicamente la caracterstica ms sobresaliente de su producto, insistiendo en
ella una y otra vez. La agencia Bates machac esa idea con un anuncio clsico en que
mostraba el Anacn aliviando el golpeteo de un dolor de cabeza.
Estos conceptos eran significativos en otras reas de ventas al por menor, pero eran
extraos en la publicidad de restaurantes, que no sala de los rgidos lmites de producto y
precio. La publicidad por televisin prcticamente no exista para servicios de comidas en
1970, pero una simple extensin de la filosofa corriente de la industria habra dado por
resultado comerciales de TV con el mensaje de los bajos precios de McDonald's y tomas de
primer plano de humeantes hamburguesas. Reinhard quera colocar a McDonald's en la
posicin de una especie de institucin benvola con una comprensin "misteriosa" de las
nuevas necesidades de los consumidores y que ofreca de adehala "una experiencia feliz".
Este era el enfoque especial que buscaba Schrge, y gan el contrato para la agencia
Needham. Con un exigente plazo lmite de tres meses, la agencia desarroll un programa
que McDonald's consider de calidad superior. "Nuestras investigaciones y encuestas nos
mostraban que una visita a McDonald's se poda comparar con un escape a una isla de
felicidad", recuerda Reinhard. "Los nios podan ver las montaas de papas fritas, las
mams escapaban de preparar las comidas, y los paps escapaban de las preocupaciones
de sus negocios".
La agencia estaba lista con sus nuevos comerciales dos semanas antes del
vencimiento del plazo de tres meses, pero todo se vino abajo. Un consultor-visitador de
McDonald's, durante una visita de inspeccin a las sucursales de Oklahoma, vio a la orilla
de una carretera un cartel que deca: "Cerveza de races A&W Su Isla de Placer". A pesar
de que A&W slo haba usado ese tema en una campaa regional, los abogados de
McDonald's afirmaron que no vala la pena correr el riesgo legal de seguir adelante con la
campaa de la isla. Needham tena dos semanas para reemplazarla. "Nos llenamos de
pnico", dice Reinhard. "No tenamos nada de que pudiramos echar mano. Nada que
pudiramos siquiera recalentar".
Al fin inventaron otro estribillo que deca: "Hoy usted se lo merece: venga a
McDonald's", y ste s tuvo xito. No slo se entenda y se ajustaba bien a la msica de
Woloshin, sino que al mismo tiempo cre un tema musical general que se poda utilizar en
docenas de comerciales con distintos mensajes dirigidos a diversos segmentos del
mercado. En el trmino de un ao el nuevo tema lleg a ser la cancin comercial ms
conocida de la televisin, e incluso el ms identificable de todos los temas de propaganda
conocidos hasta entonces.
Hasta en el caso en que Needham hubo de tratar un asunto serio, como la limpieza,
lo convirti en algo entretenido y el mejor conocido de sus comerciales. Fue un avance
definitivo, pues este comercial se coloc en la categora de la gran publicidad de gaseosas
que presentaba producciones musicales dignas de Broadway. Su presupuesto de
produccin de US $130000, tambin fue una novedad en propaganda de servicios de
comidas, pero McDonald's lo aprob porque estaba de acuerdo con la tesis de Reinhard,
de que para proyectar calidad, los anuncios tenan que ser de calidad.
Este comercial sobre el aseo tambin se diferenciaba de todos los dems de los
restaurantes en que no mostraba comida alguna. En su lugar, siete empleados bailaban en
torno de un modelo de restaurante McDonald's cantando una nueva tonada ensalzando la
faena de limpiar y fregar antes de abrir al pblico. El carcter teatral de los comerciales que
Needham prepar para McDonald's hizo de ellos vehculos para actores noveles que
despus fueron estrellas del cine o la televisin.
Needham les agreg el mismo toque teatral a los comerciales de Ronald McDonald
creando un escenario fantstico de McDonalandia y llenndolo de una multitud de
personajes de cuentos de hadas: el Hamburglar (el ladrn de hamburguesas, porque
"todos los buenos necesitan un malo", segn Reinhard), el comandante McCheese
(personaje de las hamburguesas de queso), el polica Big Mac y el Grimace (que devora
malteadas). Si bien estos personajes nunca llegaron a ser tan populares como Ronald
McDonald, s le dieron a Schrge la idea de introducirlos como equipo en los patios de
recreo de McDonald's. La idea de estos patios no era del todo nueva. George Gabriel,
concesionario en Bensalem, Pennsylvania, construy el primero en los ltimos aos del
decenio de los 60. Pero cuando se agregaron los personajes de McDonalandia, su
popularidad aument grandemente y en adelante constituyeron el fuerte ncleo de la
estrategia de McDonald's para dominar el mercado infantil. Hoy hay patios de juego en el
30 por ciento de las unidades McDonald's en todo el mundo, y Don Ament, antiguo
diseador de Walt Disney, despus de disear el escenario para los comerciales de
Needham con el tema de McDonalandia, estableci un negocio lucrativo suministrndoles
equipos para patios de recreo a los restaurantes de la cadena.
A mediados del decenio de los 70, el mercadeo de McDonald's haba cambiado
dramticamente, en comparacin con lo que era en los aos 60, cuando los operadores
locales dominaban la publicidad y la promocin y cuando la creatividad iba de abajo hacia
arriba. Con el xito de sus comerciales basados en el tema de "Hoy usted se lo merece",
McDonald's Corporation adquiri el rango de una comercializadora mundial. Se le
atribuy al abundante empleo de publicidad televisada sin presionar el hecho de que se
haya duplicado el promedio de ventas por restaurante en cinco aos, hasta llegar a
US$621000 en 1973, y de que se haya colocado McDonald's en camino de ser una de las
ms poderosas anunciadoras en TV. Cada ao el departamento corporativo de mercadeo
dirige la produccin de unos 130 nuevos comerciales con un costo anual de ms de US$20
000000.*
Por fortuna eso no ocurri. Las mismas cooperativas que permitieron que el
mercadeo de McDonald's tuviera acceso a las cadenas nacinales de televisin,
protegieron la influencia de los concesionarios. Como era de esperarse, la creatividad para
los comerciales destinados a la televisin nacional provena ahora casi exclusivamente del
departamento corporativo de mercadeo de McDonald's y de su agencia nacional de
publicidad. Pero en la determinacin de las campaas locales de publicidad y promocin,
que constituyen el 60 por ciento del mercadeo de McDonald's, han seguido dominando los
concesionarios locales, que trabajan por conducto de sus 167 cooperativas locales. Adems,
a travs del OPNAD han mantenido un firme control de todas las compras hechas a las
cadenas de los medios de comunicacin, y ayudan al mismo tiempo a formular la
estrategia de publicidad nacional de la compaa.
No pas mucho tiempo sin que otros operadores sureos copiaran la idea, y cuando
en el departamento corporativo de mercadeo de McDonald's se tuvo conocimiento de su
xito, la agencia Needham resolvi rehacer su comercial original presentando esta vez
clientes de verdad recitando los ingredientes del Big Mac. Los comerciales lograron a nivel
nacional el mismo xito que haban alcanzado en el Sur; tan grande, en efecto, que
McDonald's sigue usando el tema de "dos albndigas de pura carne" en sus actuales
comerciales sobre el Big Mac.
Good News. Pero lo que empez como una promocin puramente local se volvi
nacional porque otras cooperativas McDonald's se dieron cuenta de su poder de arrastre.
Gillette slo aspiraba a hacer una promocin en Boston, pero por haberse conectado con el
sistema McDonald's, se le ampli a escala nacional y distribuy, con gran contento de sus
comercializadores, 20 millones de muestras... hasta que se le acabaron.
Un efecto de domin ms grande an registr la cooperativa local de Los Angeles,
que estaba experimentando con un juego promocional a finales de los aos 70. De acuerdo
con su agencia (Davis, Johnson, Mogul and Colombatto), la cooperativa resolvi
experimentar con juegos como medio de aumentar su clientela, y se vali de Simon
Marketing, firma californiana especialista en ese ramo. En el juego que desarroll Simon,
se les daban tarjetas a todos los clientes. Raspando un revestimiento de la tarjeta, el que la
tena determinaba inmediatamente si haba ganado, y cunto. Debido en gran parte a este
juego, las unidades McDonald's de Los Angeles rpidamente se pusieron a la cabeza del
sistema en volumen promedio de ventas.
Pero el que se gan realmente la lotera instantnea fue Simon Marketing. Cuando
las cooperativas McDonald's del resto del pas se enteraron del xito de los juegos
promocionales en Los Angeles, tambin quisieron tener sus propias loteras instantneas, y
en 1981 McDonald's Corporation le pidi a Simon que desarrollara un concurso nacional
con este juego, llamado "Haga un Big Mac". Con US$8000000 para premios, el concurso
aument los volmenes de ventas de McDonald's en todo el pas en un 6 por ciento. Esto
desat una fiebre de juegos de tarjetas en la industria de comidas rpidas, y en el trmino
de un ao despus de la aparicin de "Haga un Big Mac" las aerolneas, los supermercados
y otras cadenas de ventas al por menor tenan tambin sus loteras instantneas, muchas
de ellas suministradas por Simon Marketing.
El OPNAD, en suma, no se contenta con aprobar por rutina lo que le presentan. Sus
miembros son tpicamente operadores de una cadena de restaurantes y veteranos
anunciadores en sus mercados locales. Ellos "corren" por la oficina del OPNAD, y como los
concesionarios normalmente forman parte del comit durante 5 aos en promedio, se
vuelven lo suficientemente expertos en publicidad por radio y TV como para desafiar a la
corporacin y a su agencia de publicidad.
Como resultado, las sesiones del OPNAD son intensas. Es posible que el comit
apruebe el 90 por ciento de lo que propone la compaa, pero el 10 por ciento restante lo
modifica, y la pelea por estos gastos a veces es acalorada. La mayor parte de los operadores
de McDonald's subestiman el poder que ellos ejercen sobre la corporacin por medio del
OPNAD", dice Irv Klein, veterano concesionario de Nueva York que ha sido en dos
ocasiones presidente del comit. "No tenemos control sobre el proceso creativo de los
comerciales, pero con el correr de los aos influimos en lo que la compaa lleva a la
pantalla".
La respuesta de Needham fue dbil. Cambi el tema musical de las campaas, pero
el contenido sigui siendo el mismo de la experiencia feliz. El problema radicaba, en parte,
en que el xito inicial que la agencia obtuvo con la publicidad de McDonald's elev al
genio creador Keith Reinhard (a quien se debi principalmente ese xito) al cargo de
presidente de la agencia, retirndolo de la cuenta de McDonald's. En opinin de Schrge,
Turner, y otros, el trabajo de Needham para McDonald's no volvi a tener el nivel de
creatividad de antes.
No es necesario, empero, que los concesionarios trabajen por conducto del OPNAD,
ni que presionen a McDonald's, para tener influjo en la direccin de la publicidad del
sistema. Cuentan con otras opciones que ejercen impacto ms directo sobre sus mercados.
Aunque casi siempre tenga el aspecto de un esfuerzo nacional corporativo, lo cierto es que
la mayor parte de la publicidad y la promocin de McDonald's se hace en medios de
comunicacin locales, no nacionales. Por medio de sus 167 cooperativas locales, los
operadores ejercen sobre los gastos locales de publicidad el mismo control que el OPNAD
ejerce sobre los presupuestos nacionales. En efecto, trabajando con sus cooperativas ejercen
potencialmente ms influencia en la publicidad a nivel local que la influencia que ejerce el
OPNAD a nivel nacional. Localmente, las cooperativas controladas por los concesionarios
(no por la compaa) son las que contratan a las agencias de publicidad locales y stas
responden a las necesidades y deseos de sus clientes, que son los operadores de
restaurantes. De este modo, a nivel local dichos operadores ejercen el control directo, tanto
de los gastos como del contenido de los comerciales y las promociones. Y si no les
satisfacen los comerciales o las promociones que les proporciona la corporacin, estn
facultados para proceder como ms les convenga.
Esta misma eleccin popular ocurre en el caso de las promociones a nivel nacional.
Cuando se invent entre los operadores de California el juego de las tarjetas de lotera
instantnea, McDonald's y Simn Marketing empezaron a producir una serie continua de
estos juegos para distribucin nacional. Pero muchos concesionarios en distintas
localidades se quejaron de que esas promociones perjudicaban la buena imagen de
McDonald's, y manifestaron su oposicin rehusando patrocinarlas localmente. A
principios de 1983 la compaa trat de desafiar esa fuerte resistencia con un "Juego de
Sabores de un Milln de Dlares", pero en todas las regiones encontr rechazo y slo
circul en menos de la mitad del territorio norteamericano. Desde entonces, McDonald's
slo ha promovido un juego nacional.
En mercados tan importantes como Nueva York, Chicago y los Angeles, las
cooperativas locales de publicidad son tan grandes que los operadores pueden llevar el
poder de veto un paso ms all. Cuando la agencia nacional de McDonald's produce
comerciales que a ellos no les gustan, no vacilan esas cooperativas en reemplazarlos por
comerciales que ellas mismas producen.
Por ejemplo, en 1980 cuando McDonald's introdujo los trozos de pollo llamados
Chicken McNuggets en el mercado nacional, los operadores de Nueva York queran para
ese producto comerciales ms vigorosos que los que estaban saliendo de la sede
corporativa. Entonces la cooperativa de Nueva York, que cuenta con 320 socios y tiene un
presupuesto de US$16000000 anuales para publicidad es decir, un presupuesto como el
de una compaa de tamao mediano le orden a su agencia local, Rosenfeld, Sirowitz
and Lawson, que produjera sus propios comerciales del McNugget.
Sin embargo, muchas agencias contratadas por las mayores cooperativas regionales
les recomiendan a sus clientes que produzcan sus propios comerciales, especialmente
cuando estn convencidas de que pueden hacer algo mejor que lo que les suministra la
corporacin y su agencia nacional. En consecuencia, el sistema McDonald's tiene en la
prctica una agencia nacional y media docena de importantes agencias locales que estn
haciendo antesala a ver cul se queda con la cuenta nacional cuando la delantera empiece
a dar traspis.
Una de esas candidatas es Needham, Harper and Steers (que ahora se llama
Needham Worldwide), que ya tena la cuenta de la cooperativa de Washington y se
apresur a conseguir las de las cooperativas locales de Phoenix, San Diego y Las Vegas
cuando perdi la cuenta nacional de McDonald's. Obviamente, espera utilizar esas
conexiones como base para tratar de recuperar la cuenta nacional. "El da en que
McDonald's dej de ser nuestro cliente fue el da que pas a ser nuestra mejor
perspectiva", observa Reinhard, presidente de la agencia.
Pero al formar una determinacin crtica sobre cmo atraer el sistema a sus
clientes, los operadores de McDonald's siguen ejerciendo su ms fuerte control sobre la
administracin corporativa. Por fortuna para McDonald's, sa es tambin el rea en que
ms se necesitan las ideas de los concesionarios. A finales del decenio de los 60, cuando
McDonald's entr en el mercado de la publicidad por las cadenas nacionales de televisin,
su personal corporativo de mercadeo se hizo cargo de uno de los programas publicitarios
ms poderosos y ms creativos del pas. Pero fue el aporte continuo, proveniente de los
concesionarios que haban inspirado el mercadeo de la compaa da tras da, lo que
mantuvo la maquinaria de mercadeo masivo de la empresa sintonizada con el cambiante
mercado de las comidas rpidas. Schrge dice: "Nuestros operadores son empresarios,
pero nosotros les decimos hacia dnde se dirige su negocio, cmo debe ser su letrero, y
qu tipos de servicio y producto deben ofrecer. Les damos manuales de operaciones hasta
volverlos locos. Pero el mercadeo es su ltimo reducto de libertad, el nico campo en que
pueden expresarse libremente. McDonald's no funcionara si no tuvieran eso".
Pero aunque ese tipo de eficacia de mercadeo pueda resultar prctico en el ambiente
competitivo de hoy, McDonald's corre el riesgo de perder el carcter raizal que ha
distinguido su comercializacin durante tres decenios. Los concesionarios que se habitan
a seguir la iniciativa de la compaa en publicidad y promocin pueden olvidar su
tradicin de iniciativa local y perder su fuerza creadora justamente cuando ms la necesita
el sistema. El jefe de mercadeo Schrge ve ese peligro, pero dice: "Nosotros jams
olvidaremos nuestros antecedentes de mercadeo desde abajo. Jams".
Captulo 14
La "Mcdonalizacin" de los proveedores
En efecto, casi por s sola haba creado una rama enteramente nueva del negocio de
procesamiento. Cuando los procesadores tradicionales no quisieron o no pudieron
suministrarle los productos alimenticios que McDonald's exiga, la empresa de Kroc
respondi desarrollando fuentes enteramente nuevas de aprovisionamiento y
perfeccionando mtodos nuevos de procesar alimentos. Invent sistemas nuevos y mucho
ms refinados de empacarlos y distribuirlos; y todo lo hizo valindose de proveedores
pequeos que estaban por fuera de la corriente principal de los procesadores
norteamericanos, pues los pequeos eran los nicos que estaban dispuestos a ayudarle a
romper las tradiciones de la industria que se haban mantenido durante muchos decenios.
Gracias a los negocios que hacen con McDonald's, los proveedores del sistema han
crecido hasta llegar a ser de los mayores procesadores y distribuidores de alimentos del
mundo, y sin embargo son desconocdos para la mayora de los consumidores. Fuera de
McDonald's son pocas las personas que conocen la compaa que vende US $700 000 000 al
ao y es hoy la mayor fabricante de hamburguesas en el mundo. Lo mismo se puede decir
de la gigantesca empresa de US $2 000 millones anuales, que es la mayor distribuidora de
alimentos y de productos de papel para el comercio de comidas; y de la procesadora de
papas, con ventas anuales de US $500 000 000, que domina el negocio de las papas fritas.
Son menos conocidos an el mayor procesador de quesos para las hamburguesas con
queso y el mayor productor de pasteles fritos. Nombres como Keystone Foods (lder en
hamburguesas), MartinBrower (la mayor distribuidora de comidas rpidas), Schrieber
Cheese (que suministra el 80 por ciento de los 100000000 de libras de queso que consume
anualmente McDonald's), Jack Simplot (el rey de las papas fritas), y Bama Pie (lder de los
pasteles de fruta fritos), ciertamente no son marcas tan conocidas como Kraft, Heinz y Del
Monte. Tampoco se cuentan entre las compaas que pertenecen a gigantes de
procesamiento de alimentos tales como General Foods, Beatrice, o General Mills. El hecho
es que en el rea crtica del abastecimiento, McDonald's cre la operacin de restaurantes
ms grande del mundo valindose de los menos conocidos o de los desconocidos en el
negocio de procesamiento de alimentos. Tena la misma afinidad por los
proveedoresempresarios que por los concesionarios-empresarios.
No adopt esta poltica deliberadamente. Los gigantes tradicionales del procesamiento tuvieron la oportunidad de obtener el
negocio de McDonald's, pero casi todos la desperdiciaron. Swift y Armour podran haber sido los abastecedores de todas las
hamburguesas de McDonald's si no hubiera sido porque se negaren a abrirle crdito a Ray Kroc cuando estableci su primer
restaurante. Cuando Hires no quiso respetar un precio cotizado por un antiguo vendedor, McDonald's cambi de proveedor de sabores
para su cerveza de races y le dio el negocio a un fabricante de jarabes menos conocido, R. W. Snyder. Al principio Kraft tena todo
el negocio de quesos con McDonald's, pero perdi el 75 por ciento porque no atendi la peticin de la compaa, que necesitaba un
Cheddar de sabor ms fuerte. Con este cambio se benefici la diminuta fbrica de quesos de L. D. Schreiber, de Green Bay,
Wisconsin, que hoy se ha convertido en una gran empresa gracias al negocio de McDonald's. Heinz tambin tuvo el 90 por ciento del
negocio de salsa de tomate y pepinillos encurtidos para McDonald's hasta 1973, cuando se neg a suministrarle la salsa durante una
escasez de tomates. Hoy Heinz tiene menos del 15 por ciento de ese negocio, que vale US$27 000 000 al ao. Y Bays, lder en la
produccin de muffins ingleses, poco despus de haber sido escogida para suministrarles el producto a los primeros restaurantes que
ensayaron el Egg McMuffin, perdi el negocio porque cuando McDonald's le pidi que hiciera estos panecillos mejor cortados y todos
de forma igual, los gerentes de Bays contestaron que ellos slo hacan los muffins con formas y cortes irregulares, y que hacerlos de
otra manera comprometera la tradicin de la empresa. Hoy otras panaderas menos conocidas, como East Balt y West Baking,
producen cerca de 30000000 de docenas de muffins ingleses al ao para McDonald's.
As, pues, aunque McDonald's no tena al principio ningn prejuicio contra los
grandes proveedores de alimentos, acab tenindolo porque sus exigencias eran
superiores a las que acostumbraban hacer otras cadenas de restaurantes, y tambin ms de
lo que las grandes proveedoras estaban acostumbradas a satisfacer. Cuando McDonald's
quiso productos exclusivos, encontr que aquellos proveedores no queran suministrarle
sino los productos corrientes que le vendan a todo el mundo. Para ellos era ms seguro
maximizar la capacidad productiva que ya tenan que estructurar una nueva capacidad y
jugar al azar de un futuro negocio de McDonald's.
Entonces la lucha entre los titanes de las comidas rpidas se basara principalmente
en la eficiencia del abastecimiento, y el ganador sera el competidor cuyos proveedores
tuvieran los costos ms bajos de produccin, los ms altos niveles de experiencia tcnica, y
el mayor deseo de innovacin. No haba ninguna garanta de que McDonald's pudiera
lograr ese tipo de dominacin uniendo su suerte a la de proveedores que eran pequeos
empresarios, y tratando de convertir a stos en gigantes. En comparacin con las redes
potenciales de abastecimiento de otras cadenas de comidas rpidas, que eran abastecidas
por los grandes procesadores de alimentos o eran propietarias de ellos, el sistema de
abastecimiento de McDonald's no prometa mucho para que sta llegara a ser la gran
potencia de la industria.
Y esto fue, justamente, lo que lleg a ser. Lejos de tener un grupo desorganizado de proveedores independientes,
McDonald's cre lo que hasta sus competidores reconocen como el sistema ms integrado, eficaz y original de suministros que existe
en la industria de servicio de comidas. A ese sistema se debe que McDonald's sea la que fija las normas de uniformidad del producto.
En el decenio de los aos 50, logr su extraordinaria uniformidad dedicndoles ms atencin que los dems al servicio y al
entrenamiento en los restaurantes; pero a partir de los ltimos aos del decenio de los 60 empez a trabajar ms en las plantas de
produccin. En stas se producan los alimentos en forma ms estandarizada y de manera que la preparacin de la comida en los
restaurantes no ofreciera dificultad. La produccin se concentr en grandes plantas dedicadas exclusivamente a McDonald's. A
mediados del decenio de los 80 la compaa haba convertido su sistema de distribucin en el asombro del negocio de procesamiento
de alimentos.
Redujo de 175 a slo 5 sus proveedores de carne, los cuales manejan plantas de
hamburguesas que se cuentan entre las ms grandes y ms eficientes en la industria de
procesamiento de carnes. Sus 175 proveedores locales de papas que no siempre le
suministraban la calidad y la cantidad deseadas fueron reemplazados principalmente
por Simplot Company, cuyas plantas gigantescas para el procesamiento de papas
congeladas dominan el mercado de papas fritas. Y hoy casi todos los artculos que
necesitan los puestos McDonald's se los entregan en despachos de un solo lote que les
llevan dos veces por semana en camiones desde enormes centros de distribucin donde se
almacenan los alimentos y los productos de papel que utiliza McDonald's.
La compaa no slo logr eficiencia en los abastecimientos sino que cre entre los
proveedores una lealtad al sistema que es rara entre entidades de fuera. Como lo dice
Turner, los proveedores fueron "macdonalizados". Como McDonald's empez con
proveedores muy pequeos y creci con ellos, stos hacen con la cadena la mayor parte de
su negocio, y hay algunos que no le prestan servicios a nadie ms. En tales circunstancias,
los proveedores se dedicaron a mantener y mejorar la calidad del sistema como si ellos
fueran de propiedad de McDonald's. No slo se preocupan por mantener la calidad dentro
de sus respectivas empresas sino que vigilan la de otros proveedores del sistema.
Mantienen su propio personal de control de calidad, que visita con regularidad los
restaurantes para ver que los productos se estn preparando y almacenando en debida
forma; hasta vigila a la compaa y discute con los gerentes corporativos cuando le parece
que est amenazada la integridad del sistema.
Sin embargo, aunque muchos lo probaron, pocos repitieron. Para la mayora de los
consumidores, el cono no pas de ser una novedad, y para Kroc fue otro fracaso, esta vez
de graves consecuencias, porque cuando la cadena descontinu el Triple Ripple a los tres
aos, porque su venta haba descendido a menos del uno por ciento del volumen de los
restaurantes, Central acus a McDonald's y la demand por haber violado la promesa
verbal de Kroc. El tribunal conden a McDonald's a pagar US $52 000 000, suma que
despus se trans por US$15500000.
La tradicin empez con Bud Sweeney, ejecutivo de cuenta del Grupo Gorton, que
obtuvo el 80 por ciento del negocio de pescado de McDonald's despus de haber ayudado
Sweeney a desarrollar el emparedado de pescado a principios de los aos 60. La misma
consagracin personal mostraron despus otros proveedores, y McDonald's les
correspondi con la misma intensa lealtad. Dndole a Jack Simplot casi las tres cuartas
partes de su negocio de 8000(30000 de libras de papas al ao, McDonald's lo convirti en el
mayor abastecedor de papas fritas congeladas en el mundo. Al igual que Sweeney, Simplot
consigui ese negocio demostrando una devocin fuera de lo comn por satisfacer las
necesidades de la compaa.
Ya era Simplot un importante cultivador de papas a principios del decenio de los 60,
cuando le present a McDonald's una idea para mejorar la consistencia de sus papas fritas,
pero manejaba su compaa como un empresario ansioso de ganarse su primer milln.
As, pues, no era raro que pensara arriesgar US $400 000 para tratar de resolverle a
McDonald's el problema ms serio que sta tena con las papas frescas, el hecho de que las
mejores papas para frer, las Idaho Russet, solamente se encontraban en el mercado nueve
meses del ao. Las Russets, preferidas para comerlas asadas, se cosechaban en el otoo y
se conservaban en refrigeracin subterrnea durante todo el invierno. Pero no resistan los
calores del verano, de modo que durante los tres meses de verano McDonald's y todas las
dems cadenas de servicio de comidas compraban la papa blanca de California que se
cosecha en primavera.
Infortunadamente, la papa blanca no produca una papa frita bien tostada, de modo
que cuando Simplot propuso desarrollar una red de frigorficos para abastecer de Russets
a McDonald's durante el verano, la compaa acept muy complacida. Para Simplot eso
significaba ms negocio. Por conducto de distribuidores locales de productos agrcolas ya
le suministraba a McDonald's el 20 por ciento, ms o menos, de las papas que consuma el
sistema, y si su novedoso plan de frigorficos daba buen resultado, obtendra seguramente
mucho ms. As, pues, gast los US$400000 para almacenar con refrigeracin 300 furgones
de papas en distintas partes del pas, lo cual era suficiente para atender al consumo de la
cadena durante el verano. Esta forma de almacenamiento no se haba ensayado antes para
papas, ni McDonald's adquira ningn compromiso, de modo que si las papas no se
conservaban bien, la prdida sera de Simplot.
Correr semejante riesgo estaba muy de acuerdo con el modo de ser de Simplot.
Desde la edad de catorce aos haba empezado su vida de negocios, entonces con un
pequesimo negocio de chatarra. Lo vendi para adquirir una granja de cra de cerdos, y
una suerte inesperada en el mercado de cerdos le dio suficiente dinero para comprar una
plantacin de papas. Luego se enter de que haba una nueva mquina elctrica para
reemplazar la operacin manual de clasificar las papas, y entonces vendi la plantacin y
se instal como el primer clasificador automatizado del producto.
As pas a comerciar con papas, luego con cebollas, y despus a producir cebollas
deshidratadas usando una mquina novedosa. A nadie se le haba ocurrido hasta entonces
producir papas deshidratadas, pero al estallar la segunda guerra mundial, Simplot tuvo un
xito rpido haciendo hojuelas de papa que el ejrcito usaba para hacer pur. Al final de la
guerra tena en produccin catorce plantas de papas deshidratadas, y para mantenerlas
funcionando necesitaba tal cantidad del tubrculo que resolvi cultivarlo en grande escala
y fue uno de los primeros que usaron abonos para mejorar el rendimiento. Durante la
guerra era muy difcil conseguir abonos, por lo cual Simplot se dedic a la prospeccin de
yacimientos y encontr la mina ms grande de fosfatos en el Oeste de los Estados Unidos.
Y despus de la guerra, cuando el ejrcito dej de comprar papas deshidratadas, trat de
salvar su negocio de procesamiento con un nuevo concepto: papas congeladas.
En ambos casos Simplot corri el albur y en ambos gan, pero su gran idea de
suministrarle a McDonald's Russets frescas en verano le sali mal porque casi todas las
papas almacenadas se daaron debido a una serie de percances, y Simplot sufri una
prdida de US$400000. Fue ste su primer fracaso grande, pero su reaccin mostr cun
firme era su voluntad de obtener ms negocios de McDonald's. En efecto, le propuso
inmediatamente otra solucin, ms atrevida an, para el problema de la falta de Russets en
verano: propuso que en lugar de hacer las papas fritas con papas frescas, hicieran papas
fritas congeladas.
A mediados de los aos 60, Simplot era el principal productor de stas ltimas en el
pas, lo cual no es decir mucho porque el 95 por ciento del mercado era todava de papas
frescas. Simplot necesitaba un cliente grande como McDonald's para romper la resistencia
del mercado a la nueva tecnologa. En una convencin de cultivadores conoci a Steve
Barnes, un vicepresidente ejecutivo de McDonald's y a la sazn director de compras de
esta empresa, y lo interes en la idea de reemplazar las papas frescas por congeladas, por
lo menos durante los meses de verano. Barnes le dijo que deba presentarle la propuesta
directamente a Harry Sonneborn, que era entonces presidente de la cadena. "Se ri de
nosotros", recuerda Barnes. "Lo nico que le interesaba era hablar de papas frescas".
Desde antes de proponerle Simplot a Kroc las papas congeladas, ste haba
trasladado a Ken Strong del laboratorio de equipo de la cadena en Addison, Illinois, a
California para iniciar un nuevo laboratorio de alimentos al norte de la hacienda de Kroc
en Santa Brbara. La primera tarea de Strong fue emprender trabajos de investigacin
sobre papas fritas congeladas, pues Kroc saba que para poder hacer la conversin,
McDonald's necesitaba un producto congelado que no se pudiera distinguir del fresco, lo
cual no exista an en el mercado. Strong haba sido tcnico investigador con ms de diez
aos de experiencia en el ramo de alimentos con Lamb Weston, importante proveedor de
papas, de manera que tena los mejores antecedentes para el caso. Ed Traisman,
concesionario de McDonald's en Madison, Wisconsin, tambin estaba realizando
investigaciones similares por peticin de Kroc. Con anterioridad haba dirigido
investigaciones sobre lcteos y quesos para Kraft, y Kroc quera aprovechar esa
experiencia.
Este mtodo produjo una papa frita que hasta los escpticos reconocieron que era
tan buena como la que McDonald's haba venido preparando con Russets frescas. El
proceso era tambin suficientemente distinto del anterior para que McDonald's pudiera
patentarlo; y Simplot, cuya propuesta a Kroc sobre papas congeladas no haba podido ser
ms oportuna, se ofreci con entusiasmo para construir instalaciones de produccin para
poner en prctica el mtodo de Strong. La compaa de Simplot ya haba empezado por su
cuenta a mejorar las papas congeladas, con la idea de poder venderle su producto a Kroc, y
algunas de esas mejoras eran parecidas a las que Strong incorpor en su sistema. Tan
convencido estaba Simplot de que con su gente l poda convertir el proceso de Strong en
una operacin comercial, que apenas un ao despus de su prdida en los frigorficos ya
estaba dispuesto a aventurar casi diez veces ms en un nuevo albur con McDonald's.
El cambio que hizo McDonald's de papas frescas por papas fritas congeladas fue
otra prueba del potencial de creatividad inherente a un sistema de concesiones en el cual
todos los participantes administradores, concesionarios y proveedores contribuyen a
la solucin y aportan los beneficios de sus respectivas experiencias. Tambin es una prueba
de que los efectos de esa creatividad cooperativa llegaban ms all de la compaa misma.
La conversin de la cadena a papas fritas congeladas ejerci un impacto increble en toda
la industria papera del pas. Hoy cerca del 25 por ciento de la cosecha anual se destina a la
produccin de papas fritas congeladas, en comparacin con slo el 2 por ciento a finales de
los aos 50, y McDonald's por s sola consume una cuarta parte de esta produccin.
Slo unos pocos aos despus de que Simplot y McDonald's empezaron a hacer la
conversin de papas fresis a papas congeladas, otro grupo de empresarios caus un
impacto mayor an en la industria alimenticia del pas al jugar un gigantesco albur para
conseguir el negocio de carne de McDonald's. El grupo lo formaban Al Justin, Jack Katz, y
Herb Lotman, todos operadores de menor cuanta en el negocio de procesamiento de
carnes hasta que dieron en el hito de hacer cambiar a McDonald's de carne fresca a carne
congelada.
Katz fue el primero que se dio cuenta de que a finales de los aos 60 McDonald's
tena un problema serio en su abastecimiento de carne. En virtud de su expansin
geogrfica, la cadena tena que valerse de 175 proveedores locales que llevaban las
hamburguesas frescas a sus restaurantes tres veces por semana. A pesar de que la
compaa vigilaba constantemente a los proveedores y realizaba frecuentes inspecciones
en sus plantas, mantener el control de calidad en una red de abastecimiento tan
fragmentada se haba vuelto obra de romanos. Aun cuando las plantas despacharan
hamburguesas que cumplan las especificaciones de la cadena, no haba seguridad de que
los restaurantes sirvieran hamburguesas de calidad.
Siempre exista el temor de que un despacho grande de carne entregada el viernes a
un restaurante para atender a la clientela durante el fin de semana, no se hubiera
consumido en su totalidad el lunes siguiente si, por ejemplo, una tormenta alejaba a la
clientela de fin de semana. En esos casos, los concesionarios tenan instrucciones de
desechar la carne sobrante; pero siempre exista la posibilidad de que algunos sirvieran
carne vieja para evitar una prdida econmica. Kroc tena pesadillas: "Despertaba a media
noche sobresaltado, habiendo soado que vendamos carne mala y que millares de clientes
se quejaban de mal de estmago", recuerda. "Yo no saba cmo saldramos de semejante
lo".
Pero en 1967 logr al fin avanzar algo. Convenci a Don Devitt, entonces jefe de
compras de McDonald's de que aprobara una prueba limitada con carne congelada segn
un procedimiento criognico inventado por Justin, en que la carne se someta a una
temperatura inferior a 129 grados C bajo cero. En esta forma se congelaba tan rpidamente,
segn l deca, que los jugos quedaban aprisionados en lugar de evaporarse, como suceda
en el proceso corriente de congelacin.
Katz y Justin formaron una sociedad paira producir carne congelada para la prueba
que se iba a hacer en los restaurantes McDonald's, e invitaron a Lotman a participar
porque ste tena lo que ellos no tenan, o sea una planta de procesamiento de carnes con
capacidad sobrante. Cada uno invirti US $250 000 en la nueva compaa, que bautizaron
Equity Meat Company, y destinaron ese capital a comprar y refinar el equipo de congelar,
moler y fabricar albndigas, que se necesitaba para producir hamburguesas congeladas
destinadas a la prueba aprobada por Devitt y que se llevara a cabo en tres restaurantes. Si
esta prueba fracasaba, Equity desaparecera y los socios perderan sus US $250 000 cada
uno. Para Justin la prdida no sera tan grave porque l acababa de vender en US $8 000
000 una compaa que tena; pero para Lotman y Katz representaba todas las economas
que haban podido reunir. A Lotman los ahorros que tena no le alcanzaron y para
completar su cuota tuvo que vender su barco de vela.
Y sin embargo, no vieron cun arriesgada era la aventura realmente hasta que
Equity estuvo lista para empezar a producir una albndiga de hamburguesa congelada.
Fue entonces cuando los tres viajaron a Chicago para convenir los detalles finales de la
prueba con Lynal Root, que haba reemplazado a Devitt en compras. Cuando Root les
present al nuevo presidente de McDonald's, Fred Turner, comprendieron que la puerta no
estaba de par en par sino apenas ligeramente entreabierta.
Lotman no olvida el episodio, que narra de esta manera: "Turner nos dijo que l
detestaba las hamburguesas congeladas. Record que cuando l era parrillero [en el puesto
que Kroc tena en Des Plaines] sola colocar en el refrigerador unas cuantas cajas de
hamburguesas congeladas para tenerlas de reserva. Pero se deshidrataban y l se cortaba
los dedos tratando de separarlas con un cuchillo. Nos dijo que el camino de la carne
congelada no sera jams el de McDonald's".
Los nueve meses siguientes los pasaron los tres en la planta de Lotman, trabajando
siete das a la semana con jornadas de doce horas o ms. Refinaron la tcnica criognica y
ensayaron varios medios congelantes hasta que se decidieron por el nitrgeno lquido.
Analizaron los efectos de distintas velocidades de congelamiento. Experimentaron con
diversas tcnicas de moler la carne, y al fin desarrollaron un sistema computarizado, el
primero en la industria de procesamiento de carnes, para producir una mezcla uniforme y
satisfactoria de lomo magro y agujas con costilla de ms gordura. Adems, probaron
diversas temperaturas de coccin hasta encontrar la que les convena exactamente a sus
hamburguesas congeladas.
Sin embargo, la primera prueba hecha en tres restaurantes por poco da al traste con
todo el proyecto. El primero de los restaurantes estaba en Minneapolis, y Katz y Lotman se
hallaban presentes cuando llegaron las hamburguesas despachadas por camin desde la
planta de Equity en Filadelfia. Cuando Lotman abri la caja se qued de una pieza. Las
hamburguesas estaban congeladas ... en un solo bloque. El sistema de refrigeracin del
camin haba fallado durante unos instantes, los suficientes para que el hielo que cubra la
superficie de cada hamburguesa se derritiera, y luego se volviera a congelar. Como no
haba separaciones de papel, todas quedaron pegadas como un solo ladrillo. A pesar de
que no tena nada que ver con la tcnica de Equity, dada la mala voluntad que McDonald's
le tena a la carne congelada, cualquier percance en el primer despacho poda servir de
pretexto para suspender los experimentos.
Compartir sus secretos comerciales es tal vez la ltima prueba de la fe que los
proveedores tienen en el sentido de equidad de McDonald's. No haba nada que le
impidiera a la compaa darle la tajada del len del negocio originado por un proveedor a
otro proveedor; y en este punto nadie arriesg tanto como Equity. Tena una mina de oro
en su nuevo mtodo de procesar carne congelada, pero nicamente si McDonald's le daba
la mayor parte del negocio.
Por eso Equity les cedi con gusto los secretos de su produccin criognica de
hamburguesas a cuatro proveedores de carne, considerados por McDonald's como los
mejores de todos los que abastecan de carne fresca los restaurantes. Eran ellos: Golden
State de Los Angeles, Otto and Sons de Chicago, Anderson Meat de Oklahoma City y
Pabst Meat Company de Minneapolis. Entre todos, podan realizar el cambio a nivel
nacional de McDonald's a carne congelada mucho ms rpidamente que Equity por s sola.
Por sugerencia de Kroc, Arend ide un pastel de pollo cocinado en olla, por el estilo
de los pasteles de fruta fritos de McDonald's, pero en las pruebas no tuvo xito. Despus
prepar una salsa de carne, pero el emparedado de carne que la acompaaba fracas
tambin en las pruebas. Trabaj con pollo frito, utilizando cortes especiales que daban
trozos ms grandes; pero este producto entraba en un mercado muy competido, en el cual
McDonald's necesitaba algo ms que una modesta mejora para sobresalir.
Esa maana Arend cort un pollo en pedazos del tamao de un bocado, como las
Onion Nuggets, y luego los reboz y los fri en bao de aceite. Por la tarde tena algunos
para que los probara Turner. A ste le encant el sabor, pero no se le ocultaban las
dificultades que ofreca semejante producto. La principal era que nadie haba inventado un
mtodo mecnico de deshuesar un pollo y cortarlo en pedazos adecuados para comerlos
de un bocado.
Para resolver el problema, McDonald's apel a Banquet Foods, uno de los mayores
proveedores de comidas congeladas de pollo. Pero Banquet utiliz la vieja tecnologa de
moler carne que se usa en la fabricacin de embutidos, y su versin de trozos tena el
aspecto, la textura y el sabor de una salchicha de pollo cortada en pedazos. Hasta la forma
de diamante que les dio pareca artificial.
Esa planta se construy en cien das exactos, y su costo fue de US$13 000000,
inversin que se hizo sin ms seguridades que las que tuvo Lotman quince aos antes
cuando invirti todo lo que tena en la produccin de hamburguesas congeladas. Su nica
garanta era la fe que tena en que McDonald's saba corresponder a sus devotos
proveedores. "McDonald's jams perjudica a un proveedor", dice Lotman. "Si despus de
pedirnos que hiciramos una cosa como sta el negocio no hubiera dado resultado, ellos
habran encontrado algo que hacer con la planta".
Es interesante observar que Kentucky Fried Chicken tard otros tres aos en
introducir su propia versin de los bocados de pollo, y tal vez sta es la leccin ms
importante en la historia de los McNuggets. La pericia tecnolgica de sus proveedores le
dio a McDonald's la ventaja competitiva final: un producto propio que no era fcilmente
imitable ni aun por la ms destacada competidora en el mercado de pollo frito. Desde
temprano se vio claramente que McDonald's tena con sus McNuggets una carta ganadora;
pero tambin se vio con igual claridad que los competidores no podan reaccionar porque
la innovacin no era de mercadeo sino tcnica. Esto refleja un cambio tenue pero
significativo en la naturaleza de la competencia en la industria de comidas rpidas durante
el decenio de los 80. A medida que McDonald's va reduciendo la mano de obra en sus
restaurantes y trasladando una mayor proporcin de la preparacin del producto a la
planta procesadora, crea la oportunidad de desarrollar productos nuevos y nicos basados
en las habilidades de procesamiento de los proveedores. Por esta razn los proveedores de
las cadenas de comidas rpidas forman hoy parte crtica de su esfuerzo por encontrar
nuevos productos y son clave para el mejoramiento de su posicin competitiva. Y en el
caso de los McNuggets, los proveedores de McDonald's por primera vez fueron el foco del
desarrollo de un producto nuevo.
Durante el decenio de los aos 60 una unidad McDonald's era una especie de
estacin de camiones de reparto. El camin de la panadera descargaba panecillos tres das
a la semana; el de la lechera llegaba cada tercer da; los abastecedores de carne hacan
cinco entregas semanales. Haba un camin para la salsa de tomate, otro para la del Big
Mac, otro para el pescado, otro para las papas, otro para los pasteles congelados, y otro
para los jarabes. Un restaurante McDonald's reciba en total veinticinco entregas a la
semana, provenientes casi todas de distintos proveedores. Inevitablemente, los operadores
de la cadena se vean con un pesado recargo de existencias, y a medida que el sistema
creca, el sistema fragmentado de distribucin se volvi casi incontrolable.
En el rea de artculos de papel, Lou Perlman fue el primero que vio el problema,
pero tambin vio una gran oportunidad en tratar de resolverlo. Su empresa, llamada
Martin-Brower, era una pequea distribuidora local de productos de papel para cafeteras
y otros establecimientos institucionales de servicio de comidas, hasta que consigui el
negocio de distribuir los vasos de papel Dixie para el primer restaurante de Ray Kroc en
Des Plaines. Pero desde el principio Perlman, que era amigo de Kroc desde los viejos
tiempos de Lily-Tulip, aspiraba a algo ms grande con McDonald's, y para lograrlo cambi
los mtodos de distribucin que se estilaban en el negocio de servicio de alimentos. Lo
corriente era que una proveedora nacional de restaurantes, como la compaa Dixie, se
valiera de distribuidoras como Martin-Brower nicamente para generar los pedidos y
facturarlos, pero no para hacer entrega de la mercanca. Los restaurantes no eran una
clientela muy confiable, de modo que los fabricantes de artculos de papel dejaban que los
distribuidores corrieran el riesgo; pero la entrega de la mercanca s se haca directamente
de la fbrica al cliente, sin pasar por las bodegas del distribuidor. Como casi todos los
distribuidores eran regionales, los fabricantes nacionales se valan de docenas de ellos en
todo el pas. El sistema les permita a las fbricas asegurar los clientes y proteger sus
mrgenes de utilidad, puesto que los distribuidores regionales estaban obligados ante la
fbrica, no ante los restaurantes, que eran la fuente donde se originaba el negocio.
Ted Perlman recuerda que los libros se abrieron poco despus de un incidente en la
oficina de Fred Turner en 1961. Perlman y su padre estaban all de visita, y Turner estaba
revisando una carta de Dick McDonald, quien acababa de descubrir que las escuelas de
California estaban comprando vasos Dixie ms baratos que McDonald's. Turner pregunt:
No conforme con esa respuesta, Turner telefone a Jerry Beatty, que era el gerente
de Dixie en Chicago, lo hizo pasar al telfono de altoparlante y le pregunt por qu a
McDonald's no le concedan en la compra de vasos un descuento como el que les
concedan a las juntas escolares de California.
Qu descuento le dan a Lou Perlman? pregunt Turner.
El cinco por ciento corriente, y adems un 7 por ciento adicional contest Beatty.
Perlman recuerda: "Nosotros hubiramos querido que nos tragara la tierra. Pero
Fred no hizo ms que mirar a mi pap y decirle: Te pesqu, Lou, verdad?" De ah en
adelante McDonald's se arregl con sus principales proveedores a base de costo ms
porcentaje, y los libros de todos quedaron a la vista.
Con frecuencia son otros proveedores del sistema los que detectan el descontento de
los operadores, y tratan de apoderarse del negocio de un proveedor que haya cado en
desgracia con McDonald's o con sus cooperativas de compra. En esta forma los
proveedores tambin hacen parte del sistema de frenos y cortapisas que gobierna las
relaciones entre gerentes corporativos y concesionarios. Su desempeo est vigilado no
slo por la compaa y por sus cooperativas sino tambin por otros proveedores del
sistema.
En efecto, un gran incentivo que tienen para mejorar constantemente sus productos
es el temor de que otros proveedores del sistema ataquen a los eslabones dbiles de la
cadena. En otras palabras, los proveedores de McDonald's se enfrentan unos a otros en
recia competencia, no slo hacindose una guerra de precios sino tambin emulando en la
calidad de los productos.
Casos ha habido en que los proveedores se han opuesto sin miedo al mismo
fundador de la cadena. El comportamiento de Jack Simplot, quien fue invitado por Ray
Kroc a formar parte de la junta directiva de McDonald's, no fue lo que hubiera podido
esperarse de un hombre que haba hecho su fortuna vendindole papas a la compaa. En
la primera reunin de la junta a que le toc asistir, se opuso a una propuesta de Kroc para
que la compaa comprara un avin jet. "Si yo tuviera acciones en una compaa que
comprara un avin", le dijo Simplot a la junta, "vendera mis acciones". Lo que hizo Kroc
fue comprar el avin con su propio dinero y alquilrselo a la compaa por un dlar al
ao.
Pero hasta proveedores mucho ms pequeos tienen el mismo valor de enfrentarse
con McDonald's si les parece que los gerentes corporativos o los concesionarios estn
equivocados. La compaa Bama Pie es apenas una fraccin del tamao de Simplot
Company, pero su fundador, Paul Marshall, no tiene un espritu menos independiente que
Jack Simplot, y aunque Bama obtiene no menos de la mitad de sus ingresos con el
suministro de todos los pasteles de manzana y cereza que vende McDonald's en
Norteamrica, Marshall no ha permitido que esa circunstancia limite su libertad
empresarial.
Al fin el incidente se arregl, pero tres aos despus ocurri otro parecido: Una
especialista en desarrollo de productos de McDonald's haba estado frecuentando durante
un ao la planta de Bama, y usaba libremente el equipo de Marshall tratando de
perfeccionar un bizcocho. Ella insista en utilizar un proceso de fabricacin que, segn
Marshall, no producira buen resultado. Al fin a Marshall se le agot la paciencia con la
joven y no tuvo inconveniente en echarla de la fbrica. Es la nica vez que me ha parecido
que McDonald's est tratando de imponerse", dice.
Pocos clientes comerciales toleran proveedores que se les enfrenten en esa forma,
pero en su trato con sus empresarios McDonald's no quiere servilismo y prefiere obtener
una evaluacin objetiva del comportamiento de la cadena. "Muchos proveedores se dejan
mandar y hacen lo que uno quiere que hagan", dice Root. "Slo los verdaderos amigos le
dicen a uno cundo est equivocado. Yo no quiero que nuestros proveedores siempre nos
digan: Est bien, est bien. Ellos tienen la obligacin de decirnos si nos equivocamos".
Gracias a esta actitud, los proveedores de McDonald's le han evitado a veces algunos desastres. No hay mejor ejemplo que
la rpida accin de Herb Lotman en el verano de 1973, cuando los controles gubernamentales de salarios y precios amenazaron con
restringir el abastecimiento de hamburguesas de la cadena. Estos controles oficiales congelaron los precios de la carne en los
frigorficos, pero no los del ganado en pie, los cuales subieron a niveles tales que eliminaron el margen de utilidad de los frigorficos.
Por fortuna Lotman vio inmediatamente el peligro, y le advirti a Root que en todo
el pas los frigorficos estaban perdiendo dinero, y seguramente tendran que empezar
pronto a cerrarse. Pero al mismo tiempo propuso una solucin ingeniosa: una operacin de
sacrificio de ganado subvencionada. Su idea era que si McDonald's compraba las reses
vivas y se las venda a los frigorficos a un precio bajo que les permitiera a stos realizar
una utilidad en la operacin de matarlas, se resolvera el problema sin apelar a la
importacin de carne ni a un mercado negro que empezaba a aparecer. Significaba que
McDonald's, no los frigorficos, subsidiara la prdida en cada res.
Para financiar esta operacin se les pidi a los concesionarios que contribuyeran con
el 5 por ciento de sus ventas del mes de agosto, lo cual arroj US $5 000000. Esta suma se
utiliz como capital de una compaa llamada Lynal Root Agency, que fue la encargada
del proyecto de emergencia de compra de ganado. En seguida Lotman y Root establecieron
casi residencia fija a bordo del jet Gulfstream de McDonald's, volando todas las semanas
unos 14000 kilmetros entre veinte frigorficos que tomaron parte en la operacin de
sacrificio de ganado. En el periodo de ocho semanas, desde que empez a funcionar la
Lynal Root Agency hasta que se levantaron los controles del precio de la carne, Root y
Lotman viajaron 106000 kilmetros y compraron 76000 cabezas de ganado, con un
subsidio neto de US$3 800000.
El rumor era grotesco y amenazante. Era un burdo disparate que tena vida propia,
una fantasa que no necesitaba apoyo en la realidad, mientras que la pura verdad no era
suficiente defensa. Abastecan a McDonald's las plantas de carne ms limpias de los
Estados Unidos. La compaa haba elevado las normas de calidad y pureza de la industria
crnica eliminando los rellenos y aditivos de la hamburguesa. Su norma del contenido
bacteriano de la carne era ms estricta que la exigida por el gobierno de los Estados
Unidos. Pero valerse de esta informacin para contrarrestar el absurdo rumor slo servira
para darle visos de credibilidad.
Mejor era no decirle ni una palabra a la prensa, y sa fue la orden que les dio Fred
Turner a los encargados de las relaciones pblicas de la compaa, antes de irse a una
partida de caza en Missouri. Pero la presin de los concesionarios de Atlanta para que se
desmintiera el rumor se hizo muy intensa, y los gerentes de relaciones pblicas de la
compaa, desatendiendo las rdenes de Turner y sin consultar con Al Golin, el experto en
la materia, resolvieron celebrar una rueda de prensa, para desmentir un rumor que
todava no haba aparecido en los peridicos. Esto era muy perjudicial, pero la verdadera
bomba estall cuando un concesionario, contestando una pregunta de un reportero,
confes que sus ventas haban sufrido mucho por el cuento de las lombrices.
El episodio de Atlanta dej ver que a mediados de los aos 70 McDonald's haba
empezado a pagar el precio de su enorme xito. Cuando era una compaa joven que
estaba introduciendo un nuevo concepto de servicio de comidas, el pblico no tena nada
que censurarle. Los consumidores, y hasta sus mismos competidores, se sentan
impresionados por la calidad y la uniformidad que los gerentes y los concesionarios de
Kroc haban implantado en una industria que antes no conoca lo que era uniformidad y
estandarizacin a nivel nacional. Todas las poblaciones del pas queran un McDonald's, y
cuando lo conseguan, los viejos residentes admiraban la manera en que el concesionario
participaba ntimamente en todo lo concerniente al bienestar de la comunidad. Una serie
constante de buenas ventas trimestrales y utilidades del 20 por ciento o ms hacan que las
acciones de McDonald's figuraran entre las preferidas en Wall Street. Y Ray Kroc gozaba
de universal admiracin como el hombre que les brind a sus colegas empresarios la
oportunidad de hacerse millonarios.
Pero cuando el programa de expansin de Fred Turner alcanz todo lo que se poda
esperar, la actitud del pblico cambi. Con millares de restaurantes en todos los Estados
Unidos, con una gran superioridad en el floreciente mercado de comidas rpidas, y con un
propietario fabulosamente rico y centenares de concesionarios riqusimos, McDonald's era
una institucin. Sus comerciales de televisin eran tan conocidos y tan sofisticados que era
fcil olvidar que McDonald's segua siendo slo un gran conglomerado de pequeos
empresarios. Era una potencia de mercadeo. Y una visita a McDonald's ya no era una
experiencia nueva sino ms bien algo comn y corriente. Como lo dijo el agente de
publicidad Al Golin, "McDonald's ya no era la simptica empresita
de otros tiempos".
Esto sac el asunto a la luz pblica. Si bien la Junta de Control de Precios aprob la
peticin de aumento de McDonald's, la decisin no escap al ojo avizor del periodista Jack
Anderson, quien en una de sus columnas la vincul con la contribucin de Kroc y acus,
adems, a McDonald's de trfico de influencias en la cuestin del salario mnimo. Antes de
que McDonald's se diera cuenta de ello, la contribucin de Kroc estaba mezclada entre los
abusos de la campaa republicana que se destaparon en el escndalo de Watergate. Kroc,
que jams tuvo la intencin de que su contribucin sirviera para apoyar ninguna poltica
especfica y mucho menos una tan controvertida como la de limitar el salario mnimo
se qued asombrado al ver la avalancha de publicidad adversa que desat su gran
donacin para la campaa de Nixon.
Era el peor momento y el peor lugar para que McDonald's se viera complicada en
una pugna racial. Martin Luther King acababa de ser asesinado, y Cleveland era una de las
ciudades ms divididas del pas por la cuestin racial. Haba elegido el primer alcalde
negro de una ciudad grande, Cari Stokes, pero el gobierno de ste, lejos de apaciguar los
nimos, los exacerb. Stokes haba buscado el apoyo de grupos militantes como las
Panteras Negras, lo cual atiz la hoguera de la intolerancia que consuma el corazn de
millares de ciudadanos polticamente activos en el Sector Oeste de la ciudad, de poblacin
predominantemente blanca.
La cuestin racial dividi la ciudad: Sector Este contra Sector Oeste ... y McDonald's
fue una de las primeras vctimas de esa divisin. Hill y sus secuaces se negaron a retirar
los piquetes de manifestantes mientras McDonald's no retirara a los concesionarios blancos
del vecindario negro. Los piquetes apelaron a medios violentos amenazando a los
parroquianos con garrotes, llevando al cinto cananas y finalmente apedreando las
vidrieras de los restaurantes, lo cual oblig a McDonald's a tomar temporalmente por su
cuenta la administracin de stos. Para ello llev gerentes experimentados de la operacin
Gee Gee en Washington que haba adquirido recientemente, y los puso al frente de los seis
puestos de Cleveland para aliviar a los concesionarios sitiados.
Cuando el arquitecto David Beer oy decir que McDonald's haba comprado una
funeraria situada en la esquina de la Calle 66 con la Avenida Lexington y que se propona
levantar all un pequeo edificio de oficinas, con un restaurante McDonald's en la planta
baja, organiz inmediatamente un grupo denominado Amigos de la Calle 66 para
oponerse al proyecto. Con una ingenuidad muy del Oeste, McDonald's sigui adelante con
sus planes como si no hubiera oposicin del influyente sector de la alta sociedad. Howard
Rubenstein, destacado asesor de relaciones pblicas que ms tarde fue contratado por la
cadena, dice: "De parte de los gerentes locales de McDonald's hubo un poco de arrogancia.
Su posicin era que McDonald's era duea de la propiedad, que sta estaba debidamente
zonificada, y que la compaa legalmente tena derecho de hacer un restaurante all, y
nadie se lo poda impedir".
Los ejecutivos del banco le aseguraron despus a Turner que esa institucin no
haba tenido nada que ver con el movimiento de oposicin; pero l, de todos modos,
contraatac con la nica arma que posea: los negocios bancarios de McDonald's. Antes del
incidente de Nueva York, que dur seis meses en 1974, el Chase Manhattan no haba sido
un prestamista importante para McDonald's; pero cuando esta compaa empez a
extenderse en el extranjero y sobrepas la capacidad de sus antiguas conexiones bancarias
con el American National Bank y el First National Bank, de Boston, la cadena empez a
darle al Chase algunos negocios internacionales hasta que Turner intervino en 1982.
Desde entonces, el Chase ha recibido pocos negocios adicionales de McDonald's, que les
ha dado casi todos sus nuevos negocios a otros grandes bancos, como el First Chicago, el
First de Boston y Citicorp.
La venganza, por supuesto, no era una solucin a largo plazo para el problema de
imagen que haba empezado a encontrar McDonald's desde comienzos del decenio de los
70. La impresionante amplitud de sus operaciones era lo que la converta en un blanco tan
notorio y pblico, y lo nico que poda hacer la cadena frente a los nuevos desafos
exteriores era aprender a adaptarse a las consecuencias de su tamao.
En 1978 Raber logr hacerles ver esto a los miembros de la Subcomisin Senatorial
de Nutricin, cuyo presidente, por una irona de la suerte, no era otro que George
McGovern, el candidato a quien Nixon derrot en 1972 con la ayuda de fuertes
contribuciones de Ray Kroc y de otros ricos hombres de negocios. Pero en 1978
McDonald's se encontraba en el centro de una cuestin que McGovern poda utilizar para
transmitir un mensaje que les caera bien a sus muchos electores campesinos en su nativa
Dakota del Sur, en el sentido de que la carne producida en el pas, las papas y los
productos lcteos eran en realidad sanos.
De modo que cuando Raber ofreci trabajar ntimamente con la Subcomisin para
determinar si la burocracia oficial estaba impidiendo que llegara al pblico informacin
sobre valores nutritivos, hall buena acogida, y la comisin resolvi celebrar audiencias
sobre la materia en febrero de 1979. Al inaugurarlas, el senador McGovern declar
francamente que la comida rpida era comida buena. Las audiencias crearon un ambiente
favorable, y, al fin, en 1982, la Direccin de Alimentos y Drogas autoriz a McDonald's y
otras cadenas de comidas rpidas para distribuir folletos con anlisis del valor nutritivo de
sus platos, sin exigir que esa informacin se imprimiera en todas las envolturas, lo cual
todos reconocieron que no era prctico.
Rubenstein, que fue ayudante de Abe Beame cuando era alcalde de Nueva York, es
uno de los especialistas en relaciones pblicas mejor conectados de la ciudad, y cuando
termin la batalla de la Calle 66 con la Avenida Lexington sigui representando a
McDonald's para evitar que se repitan incidentes de esa clase en otros nuevos restaurantes
en la ciudad. A otros especialistas parecidos se les confi igual tarea en otros mercados, y
aunque no han faltado rozamientos con juntas de zonificacin y con otros funcionarios
municipales a propsito de los nuevos restaurantes, McDonald's no ha vuelto a permitir
que una protesta local llegue a tales extremos.
Tan importantes como los cambios de actitud fueron los cambios que introdujo
McDonald's en su procedimiento, a fin de crear oportunidades para los empresarios
negros que carecan del capital necesario para hacerse concesionarios. Trabajando con la
Administracin de Negocios Pequeos y con la Oficina de Empresas Mercantiles
Minoritarias, ayud a hombres de negocios negros a obtener prstamos garantizados por
dicha Administracin, equivalentes a la mayor parte del capital necesario para abrir un
restaurante. Igualmente, exceptu a las minoras de su lmite del 50 por ciento de capital
prestado, lo cual les permiti a los candidatos negros comprar sus concesiones y su equipo
con slo US$30000 en efectivo, o sea un 20 por ciento de la inversin total.
Si la relajacin de las reglas para favorecer a los negros produjo algunos excesos,
tambin le permiti a McDonald's crear lo que tal vez sea la mejor oportunidad que existe
en los Estados Unidos para las minoras fuera del teatro y los deportes profesionales. El
nmero de propietarios-operadores pertenecientes a grupos minoritarios ha aumentado
de 50, que se alistaron durante los tres primeros aos de la gestin de Beavers, a 167 hoy,
sin incluir a 74 negros que estn en la lista de 235 solicitantes que estn recibiendo
actualmente entrenamiento. En total, los concesionarios negros son dueos y operadores
de ms de 300 restaurantes McDonald's, o sea la mitad de todos los restaurantes que estn
en manos de concesionarios negros en los Estados Unidos. Hasta los malhadados
convenios cebra tuvieron su aspecto favorable: Si bien es cierto que seis de los ocho
operadores negros fracasaron en el sistema y tuvieron que ser reemplazados por otros
concesionarios (tambin negros), los dos restantes se volvieron millonarios. Fueron ellos
Hermn Petty, concesionario de seis restaurantes McDonald's en Chicago, y Lonear Heard,
operador-propietario de seis McDonald's en Los Angeles.
Por fortuna, lo nico que pedan la mayor parte de los concesionarios negros era
que se les diera una oportunidad. Unos 30 de los 50 originales estn todava dentro del
sistema, y muchos han hecho fortunas tan grandes como los blancos. Narlie Roberts era
contratista de construcciones sin diploma de escuela secundaria cuando se encarg de uno
de los seis restaurantes que cambiaron de propietarios blancos a negros en Cleveland en
1969. Hoy es uno de los ms estimados operadores del sistema, con ocho restaurantes en
Cleveland que venden un promedio de US$1800000 al ao el 40 por ciento por encima
del promedio nacional. Lee Dunham tambin sobrepasa el promedio nacional en sus ocho
restaurantes, situados en Harlem, barrio de Nueva York donde l patrullaba antiguamente
como polica. Estos volmenes no son inslitos. El volumen promedio de la mayor parte de
los restaurantes urbanos que manejan las minoras es superior al volumen por unidad de
los que manejan los concesionarios blancos.
No fueron los operadores minoritarios los nicos que se beneficiaron con el nuevo
programa de reclutamiento. Cuando les otorgaron concesiones a los negros y a
norteamericanos de origen hispanoamericano, McDonald's penetr ms eficazmente en los
mercados urbanos, por la sencilla razn de que los buenos operadores pertenecientes a
grupos minoritarios saban mejor que un buen operador blanco cmo hay que venderles a
las comunidades dentro de la ciudad. Hermn Petty, el primer concesionario negro de
McDonald's, se hizo cargo en 1968 de un restaurante que manejaba un blanco en el Sector
Sur de Chicago, de poblacin predominantemente negra. Durante seis aos haba
desempeado dos puestos de tiempo completo para financiar su McDonald's: manejaba
una barbera durante el da, y por la noche conduca un autobs de la Direccin de
Trnsito de Chicago. Conoca a todo el mundo en el vecindario de su primer McDonald's.
Su barbera distaba pocas calles, y a todos sus clientes les recomend pasar la voz de que l
haba cambiado de peluquero a hostelero. Llev el mensaje de McDonald's a todas las
iglesias del rea, repartiendo hamburguesas gratis en las funciones sociales de stas, pues
bien saba que las iglesias eran los centros de actividad social de la comunidad. Se reuna
con los grupos comunitarios y con los comerciantes locales, y se dedic a arreglar el
restaurante, que antes adoleca de deficiente mantenimiento, hasta que lo dej
relumbrante.
No pas mucho tiempo sin que aparecieran en la misma calle de McDonald's dos
competidores: un puesto de Church's Fried Chicken y otro de Popeye's. Un edificio
desocupado que haba enfrente fue refaccionado y convertido en centro mdico; y, uno por
uno, los escaparates de los negocios que haban cerrado los blancos volvieron a abrirlos los
negros. "No existen comunidades malas", observa Petty. "Lo que hay es que uno tiene que
concentrarse en sacar lo bueno a flote".
Gracias al buen xito de operadores negros como Petty, McDonald's nunca volvi a
ser vctima de un ataque racial como el de Cleveland; antes bien, la historia de sus
concesiones a minoras la ha protegido de demandas ante los tribunales. Charles Griffis,
un negro operador de cuatro restaurantes, demand a la compaa en 1982 alegando que
le negaban concesiones adicionales por discriminacin racial. McDonald's demostr, entre
otras cosas, que el 60 por ciento de las concesiones vendidas en el rea de Los Angeles
despus de obtener Griffis su ltimo restaurante en 1980, se les haban otorgado a negros y
a ciudadanos de origen hispanoamericano, y que a los operadores negros de la regin se
les haban otorgado concesiones con una frecuencia del 66 por ciento mayor que a los
blancos. El tribunal fall en favor de McDonald's, y la compaa procedi entonces a
comprarle a Griffis sus restaurantes, que fueron otorgados en concesin a otros operadores
pertenecientes a minoras tnicas.
Pero entre todos los desafos pblicos que McDonald's empez a encontrar desde
1970, ninguno fue ms difcil de afrontar ni ms significativo para su xito a la larga
que el que planteaba la prensa.
Pero esta actitud tambin la privaba de generar la publicidad favorable de que haba
gozado en los buenos tiempos en que Ray Kroc encantaba a los entrevistadores, y al fin
McDonald's resolvi enfrentarse resueltamente con el problema de la publicidad.
Pero slo cuando Dick Starmann fue nombrado jefe de relaciones pblicas, en 1981,
empezaron a cambiar las relaciones de McDonald's con los medios informativos. Starmann
haba ascendido por las filas del mercadeo en la compaa, y, aun cuando no tena
entrenamiento formal en relaciones pblicas, en cambio s contaba con la confianza de la
alta administracin. No haba sido se el caso del director a quien le toc manejar la
controversia de Atlanta, l s profesional especialista en relaciones pblicas pero que no
gozaba de muy alta estima por parte de la alta gerencia. "El gerente de relaciones con la
prensa operaba a ciegas; despus de tomarse una decisin, lo llamaban y le decan que
preparara una declaracin", dice Starmann.
Eso cambi en 1981. Starmann asista a todas la reuniones de alto nivel en que se
tomaban decisiones que afectaran a la imagen pblica de la compaa, y lo que es ms
importante, a l se le peda su opinin sobre el impacto que pudieran ejercer en los medios
informativos distintas lneas de conducta. El personal del departamento de
comunicaciones ya haba aumentado a 35 personas, el triple del que haba a mediados de
los aos 70, y hoy el departamento goza de la autonoma necesaria para realizar una labor
objetiva y digna de confianza. Starmann, como jefe de comunicaciones, pas a depender
directamente de Michael Quinlan, presidente de McDonald's Corporation. En
consecuencia, el equipo de relaciones con la prensa est mejor preparado para enfrentar
retos que en otro tiempo asaltaban por sorpresa a la compaa.
La campaa de McDonald's para modificar sus relaciones con la prensa fue ms all
del manejo de las crisis. En 1980 decidi volver a contar su historia, y por primera vez en
muchos aos sus altos administradores volvieron a ser accesibles para la prensa. La cadena
revivi las tcticas que el agente de publicidad Al Golin haba empleado con xito aos
atrs para aprovechar el toque mgico del fundador Ray Kroc. Una vez ms organiz
acontecimientos periodsticos que creaban oportunidades para fotos interesantes. Cuando
la compaa firm un contrato para inaugurar unidades McDonald's en unas 300 bases
navales alrededor del mundo, Ronald McDonald pos ante las cmaras frente a un
portaaviones. De anloga manera, en el dcimo aniversario de las Casas Ronald
McDonald, los nios y los padres alojados en la Casa original, en Filadelfia, posaron para
las cmaras de televisin de la cadena ABC y, a una seal, abrieron el programa matinal de
la cadena gritando en coro: "Good Morning, America".
As, pues, cuando el caso sali a la luz pblica, ya McDonald's estaba armada con
investigaciones que indicaban que el nico vnculo entre sus restaurantes y los desrdenes
intestinales era una correlacin estadstica, y aun sta poda explicarse sencillamente por la
abrumadora penetracin de McDonald's en el mercado norteamericano de servicio de
comidas. Cuando todos los das comen en McDonald's 16000000 de personas (ms del 6
por ciento de la poblacin de los Estados Unidos) es probable que un alto porcentaje de los
residentes de cualquier vecindario hayan comido en un McDonald's durante el perodo de
cuatro das de los dos brotes. Y si en alguno de los restaurantes el pblico hubiera estado
expuesto a una infeccin bacteriana, es claro que el nmero de personas afectadas habra
sido mucho mayor. Adems, ni en la investigacin de McDonald's ni en la del CDC se
pudo demostrar ninguna relacin causal. Habiendo aprendido la leccin del episodio de
Atlanta, cuando McDonald's dio esta informacin a la publicidad declar terminantemente
que, cualquiera hubiera sido la causa del problema, no se poda atribuir a la comida de
Mucho despus el CDC inform que la causa posible de la infeccin intestinal haba
sido la presencia de bacterias en carne de hamburguesa McDonald's cocinada a
temperaturas inferiores a la normal. Esa conclusin basada en el descubrimiento de una
hamburguesa que contena la rara bacteria la rechaza McDonald's hasta el da de hoy, y
el CDC nunca desarroll una prueba que pudiera considerar concluyente. Haba
descubierto, eso s, una enfermedad nueva y no bien comprendida, relacionada
aparentemente con la carne. Posteriormente se ha observado espordicamente, aunque
nunca en relacin con McDonald's.
Aunque los incidentes afectaron por breve tiempo a las ventas de la compaa en las
dos reas, el efecto fue moderado y de corta duracin. McDonald's evit una pesadilla de
relaciones pblicas porque la manera en que trat el asunto fue diametralmente opuesta a
su actitud en Atlanta. Respondi pblicamente slo despus de haber allegado todos los
datos pertinentes en una investigacin a fondo. Su respuesta a los medios de publicidad
fue preparada cuidadosamente y entregada bajo control por un alto ejecutivo de la
compaa; y el funcionario encargado de sus relaciones con la prensa estuvo ntimamente
vinculado con todos los aspectos de la investigacin. Adems, se comport en forma
responsable asumiendo la actitud de que no tena nada que ocultar sino que, antes bien,
ansiaba encontrar las causas del problema tanto como el mismo CDC. En efecto, el doctor
Alan A. Harris, epidemilogo de Chicago y consultor de McDonald's, indica que el CDC
no habra podido formular sus conclusiones si no hubiera sido por la informacin que le
suministr McDonald's; y a pesar de que tales conclusiones fueron contrarias a las de la
compaa, sta se benefici con la cooperacin. "No hay duda", dice el Dr. Harris, "de que
la colaboracin de la compaa mejor la actitud de las autoridades sanitarias, y esto
influy en la manera en que le comunicaron el asunto al pblico".
No obstante, este episodio fue plido en comparacin con la crisis que se le present
a McDonald's el 18 de julio de 1984. Esa noche a las 7:30, Starmann y su esposa, Kathy
acababan de sentarse a la mesa en el International Club, elegante restaurante del Hotel
Drake, de Chicago, donde se proponan celebrar el cumpleaos de ella. Apenas haban
tenido tiempo de ordenar la cena cuando un empleado llev un telfono a su mesa. Era
una llamada de su hijo de trece aos, R.G., quien acababa de ver en la pantalla de su
televisor un boletn de noticias, sobre un tiroteo en un restaurante McDonald's en
California.
Un tiroteo en un McDonald's pareca que fuera una cuestin de inters local, algo
que haba que vigilar, pero no una crisis que exigiera accin inmediata de la corporacin.
Pero a los diez minutos entr otra llamada: haba cuatro muertos confirmados en el
incidente. Y poco despus otras llamadas; los muertos suban a seis, luego a ocho.
No era cuestin de simple inters local. Antes de que trajeran la comida, los
Starmanns salieron a la carrera y tomaron su automvil para dirigirse a la sede de
McDonald's en Oak Brook, a treinta minutos de distancia. Durante el camino, la lista de
vctimas en California segua aumentando. Starmann trataba de analizar las consecuencias
de aquella matanza, la ms sangrienta en la historia de una corporacin norteamericana.
Aquella tarde un tal John Huberty haba entrado en un McDonald's en San Ysidro y haba
rociado el establecimiento de balas con una carabina. Antes de caer Huberty abatido por
un disparo de un polica, haba matado 21 personas inocentes clientes, empleados, y
transentes.
McDonald's no se haba visto nunca ante una cosa tan trgica como aquella masacre
en su restaurante de San Ysidro, poblacin pobre situada en la frontera con Mxico, pero
se puso instantneamente en accin, como si hubiera estado preparada para un asesinato
colectivo. A los pocos minutos de llegar a la oficina, Starmann se comunic por telfono
con el jefe de mercadeo Paul Schrge y con el presidente de la compaa Michael Quinlan.
Schrge resolvi all mismo suspender toda la publicidad de la empresa por lo menos
durante cuatro das, y Starmann les comunic esta decisin a los periodistas que queran
una declaracin. Al da siguiente Starmann le concedi entrevistas a la prensa durante
quince horas seguidas setenta y una en total y se present en todos los noticieros de
la televisin esa noche. Al tercer da, se reuni con los altos ejecutivos de McDonald's para
discutir distintas lneas de conducta. Estando Fred Turner fuera del pas, la decisin
principal le correspondi a Quinlan, quien aprob hacer la donacin de US$1 000000,
destinados a un fondo para los sobrevivientes, organizado el da anterior por Joan Kroc,
quien don los primeros US$100000.
Esa noche varios ejecutivos de McDonald's volaron a San Ysidro para asistir a las
exequias de ocho de las vctimas, que tuvieron lugar al da siguiente. Durante el vuelo
Starmann sostuvo que el restaurante deba cerrarse, pero otros teman que esa medida se
interpretara como derrotismo, o, peor an, que se atribuyera a un deseo de ganar aplausos.
Tanto cuidado tenan los ejecutivos de McDonald's de evitar semejante acusacin, que su
determinacin de asistir a las exequias no se hizo pblica.
Pero las dudas que haba sobre el cierre del restaurante se disiparon cuando los
representantes de McDonald's asistieron a las exequias, recorrieron el vecindario, y
conversaron con monseor Francisco Aldesarro, lder espiritual de la comunidad catlica.
"La comunidad trataba el local como lugar sagrado. La gente llevaba all flores y efigies,
encenda cirios y luces votivas mientras oraba", dice Starmann. "Volver a abrir el
restaurante en un lugar tan cargado de emocin humana habra sido un gran error".
Por grave que hubiera sido la amenaza de las controversias pblicas en que
McDonald's se vio envuelta, ms amenazante fue el desafo que enfrent a mediados de
los aos 70, hecho justamente por las mismas personas que ms se beneficiaban de la
bonanza de las comidas que la compaa haba creado: sus concesionarios.
Pero las cuestiones que se suscitaron entre ellos y la compaa a mediados de los
aos 70 eran muy complejas. Unos cincuenta concesionarios, que fueron los que
organizaron el grupo de los atacantes, tenan diversos motivos particulares. Pero para
todos era comn denominador el impacto acumulativo que produca en el sistema
McDonald's
El xito de ese programa les haba producido a algunos veteranos operadores una
riqueza que ni en sueos la haban imaginado posible. Pero en todos los casos esa riqueza
estaba ligada a sus restaurantes McDonald's, muchos de los cuales se acercaban al
vencimiento del plazo de veinte aos de la concesin original. Los operadores de mltiples
restaurantes que apenas haban alcanzado calificaciones medianas en su operacin, teman
que acaso sus contratos no les fueran renovados por otros veinte aos. Algunos de estos
operadores ms dbiles crean, al parecer, que la manera de protegerse era causarle tantas
molestias a McDonald's que resolviera comprarles en lugar de echarlos.
Mientras este pequeo grupo de operadores egostas estaba promoviendo
dificultades en la superficie, el descontento cunda ms hondamente en silencio, y afectaba
a centenares de concesionarios que tenan una queja valedera: que estaban perdiendo
contacto con la compaa.
Entre todos los problemas que la rpida expansin les ocasion a los
concesionarios, ninguno era tan serio y tan real como el del "impacto", trmino con que
ellos denominaban la prdida de ventas que sufran los restaurantes McDonald's existentes
cuando se inauguraba un nuevo McDonald's en las cercanas. Durante el decenio de los 60
los Estados Unidos ofrecan tantos mercados vrgenes para el negocio de comidas rpidas,
que los operadores no tenan que preocuparse por el "impacto". En ese tiempo McDonald's
ni siquiera construa un puesto nuevo a menos que ste tuviera un rea exclusiva de
mercado de por lo menos 50000 habitantes. Si el operador no era capaz de sacarlo adelante,
suya era la culpa.
Pero en 1975 el impacto era cuestin seria. Gerry Newman, vicepresidente ejecutivo
superior y jefe de contabilidad de McDonald's, que conoca mejor que nadie los estados de
prdidas y ganancias de los operadores, cree que entonces el 30 por ciento de todos los
nuevos restaurantes ejercan algn impacto evidente en las ventas de los restaurantes ms
cercanos. En McDonald's no todos aceptaban esa estimacin, citando el hecho de que las
ventas por restaurante durante ese periodo estaban aumentando a una tasa satisfactoria
gracias en parte a la ampliacin del men. Pero Newman sostiene que cerca del 5 por
ciento de los nuevos restaurantes ejercan un impacto en otros McDonald's cercanos lo
suficientemente grande como para reducir las utilidades de stos.
En conjunto, todos estos fenmenos de la expansin daban por resultado que los
concesionarios empezaran a sentirse alejados de la compaa que fund Ray Kroc. "Era
ms impresin de ellos que realidad", dice Newman; "pero los operadores crean haber
perdido la capacidad de conversar con la alta gerencia. Pensaban que Ray Kroc y Fred
Turner eran inaccesibles, y que si trataban de pasar por encima del gerente regional, se les
cerraran todas las oportunidades de expansin. Y con la expansin de la McOpCo,
muchos vean la corporacin y le decan: Usted ya no es solamente mi arrendador y mi
concesionista sino tambin mi competidor. Las semillas de la disensin se sembraron con
la regionalizacin de la compaa y germinaron con la expansin del sistema".
Al igual que la inesperada crtica pblica, la disensin interna tom por sorpresa a
la alta administracin. Comenz en 1975, cuando unos veinticinco operadores de mltiples
restaurantes invitaron a Kroc, Turner y otros altos funcionarios, a una reunin que queran
celebrar en Atlanta. A primera vista, no haba nada sospechoso. Kroc y Turner haban
asistido a muchas de esas reuniones improvisadas en que se ventilaban quejas sobre el
impacto y la falta de contacto de los operadores con la alta gerencia. Los organizadores de
la reunin de Atlanta cometieron el grave error de no advertir con anticipacin que tal
reunin sera distinta... y mucho ms seria.
McDonald's perdi con ello una esplndida oportunidad de atajar una rebelin en
sus comienzos. Cuando los operadores conversaron en Atlanta, empez a surgir la idea de
una organizacin, y resolvieron volver a reunirse en la Florida. All se eligi una comisin
de siete individuos para que representaran al grupo en una entrevista privada con Ray
Kroc. Este acept la entrevista, con la condicin de que no figurara en la comisin Bob
Kinsley, operador de Colorado a quien l no tragaba; pero por desgracia los operadores no
aceptaron esta condicin, y la entrevista con Kroc nunca se llev a cabo. "Si Ray se hubiera
reunido con la comisin", dice Don Conley, ex gerente de concesiones de McDonald's y
que era entonces uno de los concesionarios disidentes, "nunca habra habido una
Asociacin de Operadores de McDonald's".
De todo ello resultaba que, segn los miembros de la MOA, haba que suspender el
desarrollo de la McOpCo y la expansin de la base de otorgamiento de concesiones. En vez
de que los concesionarios compitieran unos con otros, los miembros de la asociacin
queran expansin garantizada, seguridad vitalicia para sus operaciones, y proteccin
contra la competencia. En suma, queran destruir los fundamentos mismos de McDonald's
el delicado sistema de frenos y cortapisas entre los gerentes de la corporacin, los
concesionarios, y los proveedores. Si la balanza del poder se haba inclinado en favor de la
Estas exigencias eran tan contrarias a los principios de McDonald's, que todava hoy
se discute dentro de la compaa cul era la gravedad real del desafo. Turner est
probablemente entre la minora de los ejecutivos que han querido restarle importancia.
Sostiene que la MOA representaba a una minora de operadores ricos y egostas, la mayor
parte de los cuales queran venderle sus restaurantes a la compaa y estaban creando
tensiones con el objeto de hacer subir el precio de compra. Esto lo tena tan enfadado que
en un discurso ante la convencin de operadores en 1976 llam a la MOA 7 la "Asociacin
de Operadores Millonarios".
Pero esto no iba al fondo del problema. Aunque la mayora de los miembros de la
MOA tuvieran mviles egostas, el hecho es que algunas de sus acusaciones se justificaban
entre docenas de operadores que permanecan fieles al sistema. Y la razn principal de ello
era la regionalizacin. Cuando McDonald's cre cinco oficinas regionales en 1965, estaba
atendiendo a la necesidad que tiene una cadena de ventas al por menor, de mantener la
toma de decisiones cerca del mercado. Pero en 1975 el nmero de regiones haba subido a
doce, y el poder de los gerentes regionales se haba aumentado constantemente, sin que la
Cuando al fin se descubri el fraude, ya se les haba hecho el dao a las relaciones
de McDonald's con sus operadores en aquella regin. La investigacin que realiz la
compaa revel que el gerente de bienes races haba estado practicando ese papel de
intermediario durante diez aos y haba acumulado ms de US$1000000 de utilidades
ilcitas.
Desde luego, Turner haba concebido ese servicio como algo ms que una mera
inspeccin regular de los restaurantes para calificarlos desde A hasta F. Inclua adems la
asesora para los concesionarios, y se era el verdadero secreto de su importancia, pues los
consultores visitadores podan tomar ideas de concesionarios experimentados y
transferrselas a operadores menos expertos. Bien ejecutada, la operacin de servicio en el
terreno era un intercambio masivo de informacin que mejoraba continuamente el
desempeo de los restaurantes.
As, pues, en 1975 McDonald's haba llegado a otro punto crtico de su carrera.
Tena que aprender a vivir con su xito a manejar el impresionante tamao de su sistema
de concesiones sin sacrificar los principios fundamentales que haban hecho de ella la
compaa de mayor xito en su ramo. Ese ao se cumpla su vigsimo aniversario, y no le
faltaban razones para celebrar su dominacin del mercado. En slo 1975 las ventas de todo
el sistema subieron el 28 por ciento y llegaron a US $2 500 millones, y los ingresos de la
compaa aumentaron el 32 por ciento, en un ao que para casi todo el mundo fue de
recesin. Pero no poda saborear el triunfo sobre sus competidores porque la amenaza
interna la mantena intranquila. "Yo fui un chico pobre de Ohio y me levant con
McDonald's", diceRensi. "Esa era mi familia, y mi familia se estaba descuartizando. Eso
ocurra ante mis ojos y yo no poda hacer nada para impedirlo".
Pero no se poda restablecer el viejo equilibrio sin hallar alguna manera de frenar el
poder de los gerentes regionales, que ya haban adquirido tanta influencia, y sa era una
cuestin muy arriesgada. Cuando Fred Turner coloc la toma de decisiones en el nivel
regional, le proporcion a McDonald's una enorme ventaja competitiva sobre las dems
cadenas de comidas rpidas, porque le permiti responder a las condiciones de cada
mercado con tanta sensibilidad cuanta tenan los comerciantes locales. Sus gerentes
regionales no se vean maniatados por reglas corporativas inapropiadas para sus
mercados.
A pesar de su juventud, era tratado como un gerente superior. Durante los tres aos
que estuvo en Washington dio su aprobacin para construir y otorgar concesiones de 210
nuevos restaurantes sin que nadie lo supervisara a l. Ni siquiera lo visit un alto ejecutivo
de la corporacin hasta quince meses despus de haber asumido la gerencia en
Washington. All ejerca un poder absoluto, como lo ejercan todos los gerentes regionales
de su poca. "No exista ningn mecanismo para controlar su capacidad de tomar
decisiones", dice Quinlan. "La oficina matriz en Oak Brook no poda enterarse de una
equivocacin que se cometiera al otorgar regionalmente concesiones hasta un ao y medio
despus de haberse cometido. Era un proceso descontroiado, y no nos importaba un bledo
que a los concesionarios les gustara o no".
Pero Schmitt, que fue el que organiz la respuesta global a la MOA, comprendi que
la clave para restablecer el equilibrio del poder en McDonald's no estaba en volver a los
gerentes regionales ms dbiles y menos eficientes sino en volver a los concesionarios ms
fuertes en sus relaciones con la compaa. Pens que ellos necesitaban mecanismos tanto
colectivos como individuales para limitar el poder de McDonald's. Para que se sintiera su
fuerza colectiva propuso una modificacin fundamental en una junta asesora de
operadores que Turner haba creado haca poco para definir y sostener la posicin de los
operadores en cuestiones de polticas. El concepto que Schmitt tena de la Junta Nacional
Asesora de Operadores [NOAB]8 no difera mucho del que tena Turner, salvo que ahora la
NOAB deba componerse de dos concesionarios por cada regin, elegidos por los
operadores y ya no nombrados por la compaa. Su campo de accin abarcara todas las
polticas que afectaran a las relaciones entre los concesionarios y McDonald's. Su papel
sera de asesora nicamente, pero como representaba oficialmente a los concesionarios, su
opinin sobre cuestiones de poltica no poda ser fcilmente desoda. Asesora o no, la
NOAB tena poder si quera usarlo. Al aprobar Turner el plan, McDonald's fue la primera
compaa que voluntariamente invirti lo que pareca ser el orden natural de otorgar
concesiones: les devolvi el poder a sus concesionarios.
El nuevo grupo asesor acicate a McDonald's para que tomara medidas sobre
diversas cuestiones clave. Aunque ya la compaa haba empezado a cambiar sus polticas
en vista de las quejas de la Asociacin, la NOAB la estimul para que tomara medidas
correctivas ms atrevidas. Por ejemplo, la NOAB desempe un papel muy importante en
la reforma del servicio en el terreno y presion a McDonald's para que formulara una
poltica ms clara de expansin, en la que se les diera a los operadores aviso oportuno de
los planes de ensanche, una evaluacin detallada de sus propias posibilidades de
crecimiento, y tratamiento ms adecuado en la cuestin de impacto. "Nos zarandearon de
lo lindo en lo del impacto, pero nos convirtieron en una compaa mejor", dice Quinlan.
En suma, Cooke no les dio cuartel a los sindicatos, y stos al fin llegaron a la
conclusin de que un restaurante McDonald's no era terreno propicio para un esfuerzo de
organizacin sindical. De los cuatrocientos esfuerzos serios que hicieron durante los
primeros aos 70, ni uno solo tuvo xito. Hoy los restaurantes de la cadena McDonald's
son estrictamente talleres no sindicales.
Esto es as porque Cooke desempea su papel con una imparcialidad tal que no
parece que fuera empleado de McDonald's. Slo da un fallo despus de una metdica
investigacin de dos semanas, que siempre incluye una visita personal al mercado local, y
siempre invita a un concesionario de otro mercado para que lo acompae a hacer la
investigacin. Sus opiniones, que a veces llenan cuarenta hojas, parecen sentencias
judiciales.
La queja ms comn era a propsito del impacto perjudicial que las nuevas
unidades McDonald's construidas en un vecindario ejercan sobre las ya existentes. En ms
de dos terceras partes de los casos Newman ofreca una solucin. A veces esta consista
nada ms que en rebajarles el arrendamiento a los operadores que estaban perdiendo
dinero. La compaa haba empezado a hacer esto como medida temporal para ayudar a
los operadores que se encontraban en dificultades a mediados de los aos 60, pero a
mediados de los aos 70 eran muchos ms los concesionarios de McDonald's cuyas
operaciones eran marginales o daban prdidas, principalmente en restaurantes nuevos que
no haban alcanzado an su mximo potencial de ventas. Respondiendo a esta situacin,
McDonald's les rebaj ms de US$5 000000 en alquileres a unos 300 operadores en 1975, el
ao en que se cre la MOA.
Durante el primer ao, unos 225 operadores aceptaron el plan, que se llam
Newman-Texas 150 porque muchos de los prstamos para mejorar las instalaciones se
hicieron en Texas, mercado en el cual McDonald's se tard en entrar. A finales de los aos
50, una unidad McDonald's fracas en Dallas, y entonces Harry Sonneborn, que era el
presidente de la compaa, dijo que ese territorio era naturalmente hostil a los drive-ins de
la compaa, y sta se abstuvo durante muchos aos de entrar en Texas. Cuando al fin
volvi a entrar, a finales de los 60, encontr otros problemas, inclusive una orden judicial
que le prohiba usar el nombre McDonald's en Houston mientras no le comprara el
derecho a usarlo a una cadena local de drive-ins que usaba el apellido de su propietario,
George McDonald. En los aos 70, cuando McDonald's empez a extenderse en Texas, el
mercado estaba dominado por Burger King, y si no hubiera sido por el vigoroso programa
de Newman, muchos concesionarios de McDonald's no habran podido sobrevivir a la
ruda lucha del comienzo.
Por primera vez, McDonald's defini y expuso claramente normas que los
concesionarios deban satisfacer para tener derecho a nuevos restaurantes. Un
concesionario "expansible" era aqul cuyas actuales unidades merecan continuamente una
calificacin por lo menos de B en calidad, servicio y aseo. Deba poseer igualmente
suficientes recursos financieros y gerenciales para sostener la expansin, adems de una
historia satisfactoria de participacin en las actividades comunales y una actitud de
cooperacin con la compaa y con otros concesionarios. Con una poltica ms claramente
definida, los operadores se reunan con los gerentes regionales una vez al ao para hacer
una evaluacin completa de sus unidades existentes y sus posibilidades de obtener otras.
Cuando se encontraban deficiencias, se les deca a los concesionarios exactamente qu
remedios se necesitaban para que pudieran considerarse "expansibles".
Para contrarrestar las acusaciones de que los gerentes regionales estaban faltando a
sus promesas de conceder nuevos restaurantes, Schmitt exigi que tales ofrecimientos se
pusieran por escrito o que no se hicieran. Y de ah en adelante los concesionarios recibiran
un anlisis anual del plan de la regin para nuevos restaurantes en los tres aos siguientes.
Se solicitaba la opinin de los operadores sobre dichos nuevos restaurantes, y se les
garantizaba que en la adjudicacin de stos se tendran seriamente en consideracin los
concesionarios elegibles cuyas unidades seran las ms afectadas por las proyectadas.
Esta poltica, como es natural, exiga que McDonald's refinara su anlisis de las
perspectivas de mercadeo de un nuevo restaurante, incluso su potencial de quitarles
ventas a las unidades ya existentes. Hasta mediados de los aos 70, McDonald's haba
escogido los sitios para sus restaurantes sobre la base de la informacin contenida en los
censos zonales sobre nmero de habitantes cerca del sitio, y con ayuda de estudios hechos
por el departamento de carreteras del Estado sobre la densidad del trnsito automotor en
aquel lugar.
Si las acciones judiciales fueron raras en los aos 60, abundaron, en cambio, durante
los turbulentos aos de la MOA. Muchas eran derivaciones individuales del ataque
colectivo de la Asociacin de Operadores, y el abogado de sta, W. Yale Mathieson,
represent a varios de los concesionarios en los pleitos. Adems, el xito fenomenal de
McDonald's la haca muy visible y blanco potencialmente muy lucrativo para abogados
con experiencia en la representacin de concesionarios.
Los fallos contra los contratos con amarre slo afectaban a suministros que
McDonald's, gracias a la previsin de Ray Kroc, no les venda a sus concesionarios. Sin
embargo, fomentaron un ambiente de incertidumbre sobre la tica del sistema de otorgar
concesiones. La Comisin Federal de Comercio criticaba el poder de las compaas
concesionistas. Las legislaturas de varios Estados aprobaron leyes que limitaban la facultad
del concesionista para suspender a los concesionarios existentes o negarles la renovacin
de sus contratos. Incluso en el Congreso Federal se present un proyecto de ese tenor, que,
sin embargo, nunca se aprob. "El pblico vea las concesiones como un sistema coercitivo
en que los gigantes obligaban a los concesionarios a actuar en contra de sus intereses y
nicamente en beneficio del concesionista", observa Alien Silberman, socio de
Sonnenschein, Carlin, Nath and Rosenthal, abogados de McDonald's.
En este ambiente, no le habra sido difcil a McDonald's evadir los pleitos jurdicos.
Casi todos stos los incoaban operadores que no cumplan las normas de calidad, servicio
y aseo, y esperaban por ese medio impedir que McDonald's les cancelara la concesin.
Para evitar pleitos, le bastaba a McDonald's dejar que los operadores marginales
continuaran dentro del sistema. Al optar ms bien por pelear se expona a incontables
imputaciones de monopolio que le haran seguramente los concesionarios expulsados del
sistema.
En 1975, cuando vencieron las primeras licencias, la compaa anunci una poltica
especial para las renovaciones. Para que una concesin se pudiera renovar, el concesionario
tena que mantener sus restaurantes con una calificacin mnima de C en calidad, servicio
y aseo, y su organizacin administrativa tena que ser suficientemente fuerte para
continuar en ese nivel operativo durante los veinte aos siguientes. Tambin deba el
concesionario mostrarse dispuesto a reinvertir en mejoras locativas y a cooperar con otros
concesionarios contribuyendo al sostenimiento de su cooperativa regional. Esto quera
decir que los operadores marginales, aunque tcnicamente no hubieran faltado a sus
compromisos, no podan obtener la renovacin de sus licencias. Como muchos esperaban
una renovacin automtica, la nueva poltica produjo tanta consternacin entre los
operadores marginales como la que produjeron los avisos de cancelacin entre los que
eran eliminados por grave violacin de las normas de calidad, servicio y aseo.
Esta poltica era inusitada en el negocio de concesiones, pues lo corriente era que las
cadenas de comidas rpidas se desvivieran por retener incluso a los concesionarios
mediocres, pues todos son fuente de ingresos. McDonald's, por el contrario, se vala de las
renovaciones para mejorar la calidad de sus concesionarios. "Esto tena que producirles
miedo a los operadores", dice Donald Horwitz, vicepresidente de asuntos legales. "Cmo
podamos hacer eso y al mismo tiempo lograr que apoyaran el sistema? Fue el problema
ms grave que se le present a la compaa en su trato con los concesionarios".
Pero McDonald's procedi con sumo cuidado para poner en prctica su poltica.
Daba tres aos de aviso previo cuando iba a cancelar una concesin, y hasta consegua
quin la comprara. McOpCo tena prohibicin de comprar concesiones no renovadas. Se
estableci un comit de altos ejecutivos para resolver en cada caso por mayora de votos si
habra o no habra renovacin, para evitar perjuicios personales que afectaran a la decisin.
Hubo casos de concesiones renovadas contra la voluntad expresa de Ray Kroc. Las solas
cifras revelan que el proceso se utilizaba nicamente para sacar del sistema a los
operadores ms dbiles: en total, al 93 por ciento de los concesionarios que buscaron
renovacin se les otorgaron nuevas concesiones por otros veinte aos.
A pesar de la equidad con que McDonald's ejecutaba esta poltica, era inevitable
que suscitara demandas judiciales. Y, habida cuenta de la tendencia de la legislacin sobre
la materia, poda sorprender que la compaa ganara pleito alguno con sus concesionarios.
El resultado es lo que ms se aproxima a un milagro jurdico: los gan todos.
McDonald's no tuvo compasin con los operadores que violaron sus normas y
despreciaron su benevolencia. Blanco notable de su venganza fue Bob Ahern,
concesionario de un suburbio de Chicago, que rechaz una oferta de adquisicin y prefiri
demandar a la compaa que haba resuelto no renovarle su concesin. McDonald's gan
el pleito pero no poda desalojar a Ahern del local, pues l era uno de los pocos
concesionarios originales que eran dueos de sus locales. Sin embargo, no tard en
privarlo de su ms valiosa posesin: el nombre de McDonald's.
El fallo ms sonado con base en un pleito sobre calidad, servicio y aseo, fue el que
recay sobre Raymond Dayan, concesionario de McDonald's en Pars, Francia, quien en
1982 demand a la compaa ante los tribunales de Illinois para impedirle que le quitara
su licencia exclusiva en la capital francesa. Como Dayan sostena que l no haba violado
las normas de calidad, servicio y aseo, y McDonald's sostena lo contrario para sacarlo, este
caso fue el nico basado exclusivamente en tales normas que lleg a la justicia.
Con doce restaurantes funcionando ya en Pars y una licencia para desarrollar todo
el mercado, Dayan tena mucho que arriesgar; pero tambin McDonald's tena mucho que
perder, pues consideraba que las unidades de Dayan eran un adefesio y una vergenza
internacional. Con esta apreciacin estaba de acuerdo todo el mundo dentro del sistema.
Las estrictas especificaciones de la compaa sobre productos alimenticios se haban
violado descaradamente. Las hamburguesas se preparaban sin todos los ingredientes
normales. La comida se guardaba tanto tiempo y se serva tan fra que los inspectores de
McDonald's, al visitar esos puestos, no haban podido comerla. El equipo de cocina, o
faltaba o estaba mal mantenido, y las parrillas no estaban bien calibradas. Se guardaba
comida al lado de compuestos de limpieza.
No sorprende, pues, que creciera dentro del sistema la agitacin para sacar a Dayan.
George Cohon, el presidente de McDonald's del Canad, le escribi a Turner dicindole
que ya era hora "de acabar con el cncer". Turner le contest que actuara l mismo, y
entonces Cohon trat de comprar los restaurantes de Dayan en Pars y su concesin por US
112 000 000, oferta que Dayan se arrepentira de no haber aceptado. Meses despus,
McDonald's le retir la licencia y Dayan respondi demandando a la compaa.
Cuando se conoci la sentencia del juez Curry en 1982, sta puso punto final al
alboroto que se haba armado en torno de las concesiones desde mediados del decenio
anterior. McDonald's le haba hecho frente resueltamente a la nueva crisis, y de ella sali
ms fuerte, ms inteligente y ms experta. Cuando necesit adaptar los principios de
equidad de Ray Kroc a un sistema ms grande y complicado, estuvo dispuesta y fue capaz
de ceder; cuando tuvo que proteger esos principios contra el ataque de quienes los
despreciaban, estuvo preparada para la guerra.
Los principios de Kroc haban resistido la prueba del tiempo... y de la ley. Donald
Lubin, el socio del bufete de Sonnenschein que ha sido miembro de la junta directiva de
McDonald's desde 1966, cree que la clave del xito impecable de la compaa en los casos
de concesiones debe atribuirse bsicamente "al genio de Ray Kroc", y en particular a su
decisin instintiva de no obtener sus utilidades vendiendo concesiones caras o
abasteciendo a los concesionarios con utilidad para s mismo. "A veces el derecho hay que
basarlo en arenas movedizas", dice Lubin, "y es mucho ms difcil establecer buena
doctrina cuando los hechos son desfavorables. Nosotros siempre tenamos bases slidas
porque Ray no escogi la manera fcil de ganar dinero. En todo lo que haca, sus intereses
coincidan con los intereses de los concesionarios".
Ray Kroc trabaj en su oficina en San Diego hasta pocos meses antes de su muerte,
ocurrida en enero de 1984 a los 81 aos de edad. Hasta el ltimo decenio de su vida
ostent el ttulo de fundador y presidente ms antiguo de la junta directiva, pero nunca
dej de trabajar tiempo completo para McDonald's. Le encantaba llamar al chef Ren para
conspirar a espaldas de Turner sobre algn nuevo producto. Vigilaba como un gaviln el
restaurante de la compaa que estaba situado frente a la ventana de su oficina, y cuando
empezaba a oscurecer, llamaba por telfono al administrador para recordarle que
encendiera las luces. Estudiaba con qu velocidad desfilaban los coches frente a la
ventanilla de paso y se preguntaba cmo poda su resgistradora nica atender al 40 por
ciento de las ventas mientras seis registradoras en el interior atendan al resto. (Esta
observacin llev a instalar en muchos puestos otra ventanilla de paso, una para servir y
otra para recibir el dinero.)
Durante el vuelo a San Diego, Turner haba estado oyendo unas cintas grabadas de
dictfono, recin encontradas, intercambiadas entre Kroc y los hermanos McDonalds en
los aos 50, cuando Kroc estaba organizando el sistema. En ellas expona sus conceptos
bsicos organizacionales y operativos; y tal vez entonces Turner apreci ms que nunca
cunto deba la fortaleza del sistema a la filosofa empresarial sencilla pero honrada de Ray
Kroc. Turner respondi sin vacilar a la solicitud que Kroc le haca sobre la nmina: "De
ninguna manera, Ray, de ninguna manera. T ya te has ganado tu sueldo para los
prximos cien aos".
Captulo 17
McDonald's internacional
Es una fiebre que tarde o temprano ataca a todos los ejecutivos que han triunfado.
Llmese deseo de forjar un imperio, o ejercicio del poder, o egotismo ejecutivo ... llmese
como se llame, en algn momento una compaa que tiene un toque mgico en
determinado negocio cree que puede trasladar su destreza a otro.
Pero el concepto era errado. Una parte demasiado grande de los gastos generales
estaba vinculada con la comida al aire libre, cosa bastante peligrosa en Chicago, donde
incluso en verano un cambio en la direccin del viento puede llevar aire fro del lago
Michigan y vaciar de parroquianos el jardn, dejando a tres docenas de empleadas,
cantineros y msicos sin nada que hacer sino esperar que termine su turno para cobrar su
paga. Ello fue que despus de dieciocho meses de comprado, el Hottinger's fracas, y con
l la esperanza de iniciar una segunda cadena de concesionarios de comidas rpidas. Fue
para todos una buena leccin sobre los peligros de la diversificacin. Kroc, Sonneborn y
June Martino, los tres socios que invirtieron dinero en el restaurante, perdieron US SI
300000. Algunos veteranos de McDonald's creen que en el fiasco del Hottinger's tuvo su
origen la desavenencia entre Kroc y Sonneborn.
Pero el fracaso del Hottinger's no enfri el entusiasmo de Kroc por duplicar el xito
de McDonald's en algn otro sitio. Sigui coqueteando con otros negocios de comidas
rpidas. Estuvo a punto de comprar a Taco Bell y Baskin Robbins, que posteriormente
fueron adquiridos por otros. Tambin quiso comprar a Marie Callendar's, cadena
californiana de pasteleras, pero como no le aceptaron el precio que ofreci, resolvi crear
una cadena propia que llam Jane Dobbins Pie Shops en honor de su segunda esposa.
Construy dos pasteleras en el rea de Los Angeles en 1968, con la intencin de
desarrollar un concepto de comida rpida que pudiera otorgar a concesionarios. No ahorr
gastos. Ambas eran bellas, con comedores alrededor de grandes hornos en forma de
ruedas de Chicago que llenaban el establecimiento del grato aroma de pasteles recin
cocidos. Hasta contrat a un tcnico en pasteles con US$50000 anuales de sueldo. Pero
despus de dos aos, las dos pasteleras seguan dando prdidas considerables y Kroc, que
mientras tanto se haba divorciado de Jane y se haba casado con Joan, perdi inters y las
cerr.
Pero sus devaneos con otras modalidades de comidas rpidas fueron nada en
comparacin con el paso que estuvo a punto de dar en el negocio de parques de
diversiones, en abierta competencia con su camarada de la primera guerra mundial, Walt
Disney. Kroc conoci a un promotor de la costa del Pacfico, llamado Henry Steele, quien le
meti en la cabeza la idea de que McDonald's deba abrir un parque por el estilo de
Disneylandia, al norte de Los Angeles. Basado en un tema del Oeste, el proyecto se conoci
dentro de la compaa como Western World [El Mundo del Oeste].
Nadie comprenda mejor que Wallerstein la magnitud del proyecto. Quince aos
antes, siendo ejecutivo de la cadena ABC, le haba ayudado a su amigo Walt Disney a
financiar su parque en Anaheim, California, y estaba convencido de que la idea de Kroc
era descabellada y privara a McDonald's de un capital que necesitaba urgentemente para
apoyar la expansin masiva de Turner.
Pero la oposicin de Wallerstein y otros miembros de la junta directiva no bast
para disuadir al terco Kroc, que estaba encantado con su proyecto. Sin embargo, accedi a
que inicialmente l conseguira opciones sobre 600 hectreas de terreno con dinero de su
bolsillo. McDonald's contrat asesores a fin de realizar estudios de factibilidad sobre
El Mundo del Oeste; y esos estudios indicaron que la sola primera fase del parque
costara ms de US$30000000.
A medida que McDonald's se iba inclinando en favor del proyecto, los miembros de
la junta directiva que no eran funcionarios de la compaa se oponan ms a l. Y cuando
Kroc anunci su divorcio de Jane y su matrimonio con Joan, creyeron llegado el momento
de disuadir a Kroc de su costoso y arriesgado plan. "Cuando Fred asumi la presidencia",
dice Don Lubin, "Ray estaba muy desorientado en su vida y buscaba otras cosas; pero
cuando se cas con Joan, ya no necesit ms diversiones". Lubin, que era al mismo tiempo
abogado externo de McDonald's y abogado personal de Kroc, le indic a ste que en vista
de los cambios ocurridos en su vida personal, le convena abandonar el proyecto de El
Mundo del Oeste. Y esta vez Kroc acept el consejo. En la compaa casi todos estuvieron
de acuerdo en que McDonald's se haba escapado por un pelo.
Turner, pese a que el proyecto del Mundo del Oeste lo desconcert, tambin sufri
su ataque de la fiebre diversificadora cuando tom el timn de la compaa. En los ltimos
aos del decenio de los 60, anduvo en busca de otros negocios en crecimiento, sobre todo
alguno en que McDonald's pudiera aplicar sus impresionantes destrezas en materia de
concesiones y de bienes races. Los banqueros inversionistas le presentaron muchas
posibilidades de adquisicin, y Turner las estudi todas. Pens en comprar hoteles,
restaurantes especializados en carnes, cadenas de comidas asadas a la brasa, y floristeras.
Hasta estudi la compra de una concesin de ftbol profesional.
Vindolo bien, fue una suerte que los coqueteos de McDonald's con la
diversificacin nunca fueran muy serios, pues no es probable que hubiera encontrado otro
negocio que le diera utilidades comparables al 20 por ciento, o ms, sobre patrimonio que
ha producido McDonald's todos los aos desde que Turner asumi la presidencia; y
finalmente escogi el crecimiento interno en lugar de la diversificacin como estrategia a
largo plazo. Los errores cometidos en diversificacin por lo menos sirvieron para que
McDonald's estudiara los dos caminos; y "la eleccin mejor era obvia", anota Turner. "El
negocio de hamburguesas era un negocio que nosotros conocamos, y era maravilloso. De
ah en adelante nuestra orientacin fue: Zapatero a tus zapatos".
Pero al comenzar el decenio de los 70 tambin era obvio que a finales de ese decenio
McDonald's sera una mquina de hacer dinero y producira mucho ms de lo que
prudentemente se poda gastar en un negocio nacional de hamburguesas. Si se descartaba
la diversificacin, la nica alternativa era hacer lo que nunca haba hecho ningn minorista
norteamericano: extender su servicio al resto del mundo. "La justificacin de volvernos
internacionales fue tan sencilla como determinar que all estaba el mercado", dice Turner.
McDonald's International, que haba sido antes la huerfanita del sistema, es ahora el
segmento que ms rpidamente crece y la mejor esperanza para el futuro. En 1985 las
ventas de la compaa fuera de los Estados Unidos ascendieron a US $2 100 millones, que
representan no menos del 20 por ciento de los US$11000 millones de sus ventas globales.
Diez aos antes, solamente el 8 por ciento de sus ventas totales provena del exterior.
Ahora las operaciones internacionales se estn acelerando. De los 500 puestos agregados al
sistema en 1986, 200 deban construirse fuera de los Estados Unidos. En los dos ltimos
aos McDonald's ha entrado en ocho mercados extranjeros nuevos. En consecuencia, a
finales de 1985 cerca de 2 000 de los 9000 restaurantes McDonald's casi la cuarta parte
estaban ubicados en 44 pases extranjeros donde la compaa opera.
Era claro que las concesiones de desarrollo no haban sido la clave del xito de
McDonald's en los Estados Unidos, donde la cadena vigilaba de cerca las operaciones de
todas las unidades dadas en concesin, haba forjado un eficaz sistema de abastecimientos,
haba desarrollado todas las propiedades en que funcionaban los restaurantes, y obtena
sus utilidades de una importante participacin en las ventas de stos. La concesin para el
Caribe la haba otorgado Sonneborn y reflejaba la poca confianza que l tena en
McDonald's. A principios de 1967, meses antes de su retiro, puede decirse que Sonneborn
"regal" el valioso mercado del Canad mediante concesiones de desarrollo vendidas a
George Tidball, quien obtuvo los derechos para el oeste del pas, y a George Cohon, que
obtuvo el este. Pagaron apenas entre US $7 500 y US$10000 por unidad, y pagaban el 1 por
ciento de las ventas; y cuando Turner les volvi a comprar, en 1970, ambos estaban
perdiendo dinero. Tidball se haba enredado en confusos acuerdos con subconcesionarios,
y Cohon, que era un operador concienzudo, no tena capital para desarrollar una presencia
dominante en el mercado canadiense.
Turner lleg a la conclusin de que McDonald's Corporation tena que intervenir
tanto en la supervisin de las operaciones internacionales como en las nacionales, pero esa
intervencin no se justificaba mientras slo estuviera en juego el 1 por ciento de las ventas
en el exterior. As, pues, no impuls la poltica de concesiones de desarrollo cuando lanz
en serio su esfuerzo internacional en 1970; pero tambin err al separarse de la frmula de
McDonald's para otorgar concesiones. Escogi a Holanda para empezar, y negoci un
acuerdo de mitad y mitad con la principal cadena de supermercados del pas, Albert
Heijn. Ya tena McDonald's una participacin importante, pero tena por soda a una
sociedad annima en vez de un individuo propietario-administrador nico tipo de
socio concesionario que aceptaba en los Estados Unidos. La idea era aprovechar la
experiencia de Heijn en el suministro de abastecimientos en Europa, pero lo que gan por
ese lado lo perdi por no tener un empresario local al frente de los restaurantes.
A algunos miembros de la junta directiva les pareci que Turner estaba pagando
demasiado por un negocio que daba prdidas, y las crticas de esa "locura" arreciaron al
ao siguiente, cuando Turner compr la concesin de Tidball en el oeste del Canad, que
tena 19 restaurantes y tambin estaba perdiendo dinero. En total, McDonald's pag US$15
000000 por adquirir 43 unidades que daban prdida, y el hecho de que al mismo tiempo
Turner recuperaba el derecho de fundar nuevos restaurantes en todo el Canad no
impresion a los crticos. "Los que no entendan mi deseo de negociar esos derechos",
explica Turner, "crean que el Canad no es ms que un pas de nieve y de alces; pero los
que s conocen el dinamismo de las ciudades canadienses... sos s entendan".
Tambin saba Turner que Cohon haba formado un fuerte equipo de operaciones y
que continuara actuando como presidente de McDonald's del Canad para dirigir un
ataque general al mercado. Turner le dio a Cohon toda la libertad de que dispone un
concesionario exclusivo, ms lo que le haca falta: capital suficiente.
Cohon fue todava ms all. Toma parte personalmente en las actividades cvicas y
de beneficencia del pas, interviene activamente en poltica y hasta habla como canadiense.
En 1975 hizo su esfuerzo ms dramtico por proyectar una imagen nacionalista: se hizo
ciudadano del Canad. "McDonald's es parte integrante de la economa canadiense", dice,
"y es importante que se extienda internacionalmente con ciudadanos de los respectivos
pases".
Frustrados por una serie de aos de prdidas y por no haber podido aumentar el
promedio de ventas de los restaurantes a un nivel parecido al alcanzado en los Estados
Unidos, Cohon y Turner estuvieron de acuerdo en que se necesitaban medidas mucho ms
osadas, y en 1971 Cohon dio un paso que nunca haba dado McDonald's en los Estados
Unidos, y que seguramente no se habra dado tampoco en el Canad si la operacin la
hubiera dirigido la oficina de Chicago: rebaj el 20 por ciento todos los precios. "Tenamos
que hacer algo dramtico para que los canadienses entraran a probar el producto", dice
Cohon.
La medida dio buen resultado. Las ventas por restaurante subieron el 25 por ciento
en un ao, y cuando los precios volvieron dos aos despus a su nivel normal, siguieron
mejorando. Con la fuerte financiacin de la casa matriz, McDonald's del Canad fue la
nica cadena de comidas rpidas que construy activamente nuevos restaurantes en el
Canad en los primeros aos del decenio de los 70. Al final del decenio casi tena el
monopolio del mercado en ese pas, justificando ampliamente la adquisicin hecha por
Turner durante el decenio anterior. En 1985 sus 500 restaurantes del Cainad arrojaron
promedios de ventas de US $ 1 500 000, casi el 20 por ciento por encima del promedio
mundial del sistema y ms altos que el de cualquier operacin McDonald's. En ese ao
McDonald's del Canad produjo ingresos de US$74000000 antes de impuestos, o sea cinco
veces lo que Turner pag por las concesiones.
Fujita era, en efecto, un empresario con visin para las oportunidades, lo mismo que
Ray Kroc. Haba fundado su propia compaa a los 25 aos, para importar palos de golf y
zapatos Florsheim. Pero vio que las mujeres eran mejores consumidoras de importaciones
occidentales, puesto que repiten sus compras en cuanto cambia el viento de la moda. Y
cuando los nombres de los grandes diseadores europeos se volvieron marcas de fbrica
internacionales para ropa y accesorios de produccin en serie, comprendi que habra un
gran mercado para el que aprovechara la fascinacin que ejercan en las mujeres japonesas
las marcas de clebres modistos. Su compaa lleg a ser la mayor importadora de
especialidades de moda provenientes de diseadores como Christian Dior, e incluso en la
actualidad Fujita es el mayor comprador mundial de carteras Dior.
Por su agente comercial en Chicago se enter del inters que tena McDonald's en la
expansin internacional, y en sus muchos viajes de negocios a los Estados Unidos se
familiariz con la popularidad de las comidas rpidas. Tambin pens que haba llegado el
momento oportuno para que el Japn absorbiera un concepto occidental ms.
Fujita acept estas condiciones porque la situacin era tan buena que no la poda
desperdiciar, y para prepararse tom en alquiler una bodega en las afueras de Tokio,
donde sus ingenieros y cuadrillas de construccin empezaron a practicar cmo erigir un
McDonald's en tan poco tiempo. Se fijaron procedimientos y programas detallados para
cada uno de los setenta obreros que tomaran parte y se realizaron tres ensayos generales
armando el restaurante, desbaratndolo otra vez y volvindolo a armar. A la tercera vez la
cuadrilla pudo realizar la tarea en 36 horas.
Fujita telegrafi a Chicago que la inauguracin del primer McDonald's japons sera
el martes, 20 de julio de 1971, y Ray Kroc, acompaado de otros funcionarios, se present
en Tokio el sbado 17. A la maana siguiente un miembro de la comitiva, Ken Strong,
quiso ver el restaurante. Fujita lo llev muy contento a inspeccionar las vidrieras de
Mitsukoshi tras las cuales los obreros empezaran esa noche el trabajo. "Aqu es", le dijo
mostrndole el mejor escaparate de Tokio. "Pero dnde est el restaurante?" pregunt
Strong.
Strong no poda darles crdito a las explicaciones del japons. "Seor Fujita", le dijo,
"la inauguracin es pasado maana. Qu va a hacer usted?" Fujita le contest muy
tranquilo: "Ah, seor Strong, ya ver usted". De regreso en el hotel, Strong le cont a Kroc
lo que haba visto, y le dijo: "Esto es muy grave. La inauguracin es dentro de dos das y
all no hay nada".
El programa de expansin que sigui a esto fue tan frentico como la construccin
de la primera unidad. Fujita gozaba recordndole a Kroc que ambos haban nacido en el
ao del tigre, y no perdi tiempo para demostrar que l era capaz de realizar la expansin
de McDonald's en el Japn tan audazmente como Kroc la haba realizado en los Estados
Unidos. Incluso antes de inaugurar la primera unidad, haba fundado en el Japn otra
Universidad de la Hamburguesa para preparar administradores de restaurantes, y reuni
un equipo de veinte funcionarios encargados de supervisar un programa de expansin
que no haba sido nunca igualado por ningn concesionario de McDonald's. Tres das
despus de la inauguracin de la primera unidad, Fujita abri otra en Shinjukuku, cerca de
una de las terminales del ferrocarril interurbano de Tokio.
Las adaptaciones de Fujita no siempre eran fciles de aceptar para sus socios
norteamericanos. En una visita al Japn, Turner se molest mucho al ver el interior de un
restaurante en una zona universitaria. Las paredes estaban decoradas con fotos del tamao
de carteles, de motociclistas con chaquetas de cuero, muy parecidos a los "Angeles del
Infierno". Fujita trat de tranquilizarlo dicindole:
Esto es muy del Oeste y a los jvenes japoneses les gusta todo lo del Oeste.
Pero esto parece una guarida de pandillas de motociclistas y nosotros no somos eso
objet Turner.
Todos los mil quinientos gerentes de Fujita son sus compatriotas, pero eso no
significa que la compaa se maneje en forma tpicamente japonesa. Esto obedece en parte
a que Turner coloc a uno de sus propios gerentes en la operacin de Fujita. John Asahara,
japonsamericano, ha trabajado con la compaa, de Fujita desde el principio y tiene el
encargo de introducir las tcnicas administrativas norteamericanas que McDonald's ha
encontrado necesarias para el xito del negocio.
Esta poltica llev a una diversidad tan grande de socios en los contratos de
asociacin que McDonald's, hoy la ms internacional de todas las organizaciones
minoristas, est muy lejos de ser una tpica corporacin multinacional. Es ms bien una
libre federacin de minoristas locales independientes que venden una misma cosa un
bien definido men de comida rpida y un sistema operativo pero que adaptan su
modo de comercializacin a las culturas de sus respectivos pases. Aunque las asociaciones
extranjeras de McDonald's varan de un pas a otro, en la mayora de los pases extranjeros
entr en virtud de un contrato de asociacin con un inters de un 50 por ciento para s y el
otro 50 por ciento para el empresario local que maneja la operacin como una mini-
McDonald's. En algunos casos los restaurantes en esos pases son administrados por una
compaa propietaria, pero en otros casos se les otorgan en concesin a operadores locales,
los cuales tienen con la compaa McDonald's local la misma relacin que tienen los
concesionarios en los Estados Unidos con McDonald's de Chicago.
Aun en los casos en que McDonald's entr en un mercado extranjero con una filial
totalmente de su propiedad, implant el control local y la autonoma. Para manejar su filial
alemana escogi a un experimentado ejecutivo holands de servicio de comidas, llamado
Tony Klaus. Este y varios altos gerentes internacionales perecieron en un accidente areo
en los Alpes suizos, y entonces McDonald's, en lugar de mandar un reemplazo veterano de
los Estados Unidos, ascendi al cargo de director gerente a un joven alemn, gerente de
operaciones, que todava no tena experiencia: Walter Rettenwender. Este, a los 27 aos de
edad, empu el timn de la filial alemana que era ya la tercera en importancia de las
operaciones de McDonald's en el exterior, con 42 restaurantes y ventas anuales superiores
a US$40000000.
Pero la expansin con socios locales es slo la mitad del secreto. La otra mitad es
darles a esos socios libertad casi completa para manejar su mercado como mejor les
parezca. "Otros individuos que manejan filiales americanas en Australia no pueden creer
que yo tenga tanta autonoma", dice Ritchie, "y yo mismo me sorprendo".
A veces Ritchie ha vacilado en ejercer todo el poder que tiene. Aunque est
facultado para negociar bienes races sin intervencin de Chicago, hace poco se crey
obligado a obtener la aprobacin personal de Turner para comprar un local en el centro de
Sydney porque se trataba de un negocio muy grande, aun para McDonald's: vala US $4
500000. Eso era el doble o el triple de lo que costaban los sitios ms caros en Europa. As
que cuando Turner estuvo de visita en Australia, Ritchie lo llev varias veces a mostrarle el
local. Despus de tanta inspeccin, Turner al fin rompi el silencio que haba guardado
hasta entonces y le dijo: "Para qu me muestra esto? En diez aos usted no ha pedido
aprobacin para ninguna compra de propiedades. Por qu empezar ahora?"
Incluso cuando las decisiones de sus socios extranjeros son contrarias al parecer de
los gerentes de Chicago, McDonald's generalmente cede, sobre todo en las reas de
mercadeo. Claro que para McDonald's no era cosa nueva darles bastante libertad a sus
concesionarios en este campo, pero los administradores extranjeros la necesitaban ms
an, debido a las diferencias culturales en esos mercados.
Den Fujita utiliz esa libertad para dar la impresin de que McDonald's era poco
menos que un invento japons. La casa matriz poda hacerle sugerencias, pero la decisin
final se la reservaba l. Por ejemplo, la oficina de Chicago quiso que la filial japonesa
tomara parte en la promocin internacional de un juego de ftbol. Fujita se neg
terminantemente, alegando que en el Japn el ftbol no es un deporte popular, pero sin
embargo envi a la sede un tlex que deca: "En cuanto al ftbol, lo pensaremos
seriamente". Los gerentes de McDonald's ya haban aprendido haca tiempo cmo es la
fraseologa japonesa, y entendieron perfectamente lo que les quera decir. "Nosotros no
acostumbramos decir que no", explica Fujita; "de manera que cuando yo comunico a
Chicago que lo pensaremos seriamente, eso quiere decir: Vyanse a la porra".
Pero poco a poco los gerentes australianos aprendieron lo que ya haba aprendido
antes Fujita: que McDonald's tena mejor suerte modificando los hbitos locales de
alimentacin que adaptando su men a ellos. Hoy las unidades McDonald's en Australia
venden la misma clase de hamburguesas que vende la cadena en los Estados Unidos. El
pollo frito ha sido reemplazado por los Chicken McNuggets, y la hamburguesa con
lechuga y tomate y el pescado con papas fritas a la inglesa se sacaron del men. Ritchie
calcula que ya menos del 5 por ciento de sus parroquianos retiran el pepinillo de la
hamburguesa como hacan antes. Este cambio lo atribuye a la influencia que McDonald's
ejerce en los nios, cuyo paladar no tiene an prejuicios contra el men norteamericano. A
medida que los nios crecan, ese men iba ganando adeptos, y cuando finalmente
McDonald's de Australia suprimi las modificaciones que haba hecho inicialmente,
empez a realizar utilidades despus de ocho aos consecutivos de sufrir prdidas.
Estos cambios, por ms que les dieran a los restaurantes un aspecto alemn, no
armonizaban con lo que es McDonald's. Como el pollo no entraba entonces en el men
norteamericano, la empresa no haba automatizado su preparacin, y el que se serva en
los McDonald's alemanes no era de una calidad uniforme. La cerveza, que se expenda con
un precio inferior al de las tabernas, atrajo a muchos jvenes, inclusive pandillas de
motociclistas, pero los interiores oscuros y el ambiente de intimidad no atraan al sector
del mercado que ms buscaba McDonald's: las familias. En Baviera, donde McDonald's
ech races, existan muchsimos restaurantes, pero no para familias. "El pblico alemn no
ama a los nios", observa Rettenwender. "Hay restaurantes donde se recibe mejor a un
perro que a un nio. Por desgracia nuestros primeros restaurantes tampoco estaban
orientados a la infancia".
El men tambin volvi a ser el normal de McDonald's, con la eliminacin del pollo
y la introduccin de la hamburguesa de un cuarto de libra. En dos terceras partes de los
230 puestos McDonald's que hay en Alemania se sigue sirviendo cerveza, pero slo porque
los locales de muchas de las unidades iniciales son de propiedad de compaas cerveceras,
y stas para arrendarlos insisten en que se venda su producto. Con todo, el precio de la
cerveza es ms alto que el que se cobra en las cerveceras con objeto de evitar el aspecto de
guaridas de adolescentes; la cerveza slo representa un 2 por ciento de las ventas, y en los
restaurantes nuevos no se expende en absoluto. Con estas medidas, las unidades alemanas
que antes mostraban bajos volmenes de ventas empezaron a alcanzar los promedios de
los norteamericanos. Y McDonald's de Alemania, que no dio utilidades durante sus
primeros seis aos, obtuvo en 1985 utilidades, antes de impuestos, de US$15 000000, ms
del doble de las que obtuvo en 1980. "Parece que no resultaba ninguna desviacin que
hiciramos de las normas de McDonald's", explica Rettenwender. "Comprendimos que era
mejor ceirnos al sistema y, si era preciso, esperar a que el consumidor alemn lo
aceptara".
En un anuncio de pgina entera, que forma parte de una serie que recuerda la del
"escarabajo" de la Volkswagen de los aos 60, McDonald's abiertamente rectifica errores
alemanes de apreciacin acerca de la cadena, sosteniendo, entre otras cosas, que sta no es
una tpica multinacional americana sino ms bien el producto de concesionarios alemanes,
trabajadores alemanes, y comida producida en el pas. En uno de los anuncios se presenta
a uno de los 150 concesionarios alemanes acompaado de su esposa y su hija y el perrito
de la familia, con la satrica leyenda: "El tpico gran negocio americano". En otro, aparece
un ejecutivo en un elegante restaurante alemn con la corbata metida dentro de la sopa, y
esta leyenda: "Todos los hbitos de comida tienen sus problemas". Knauss explica:
"Queramos darles un golpe en el plexo solar a nuestros opositores".
Rhea tuvo que hacerle frente al mismo problema de los elevados costos de los
inmuebles que McDonald's tena que pagar en Alemania, pero en lugar de construir
restaurantes pequeos, su solucin fue construirlos tan grandes como los norteamericanos,
y a veces hasta ms grandes. Tambin los hizo ms vistosos de lo que se hubiera credo
posible, muchos con fachadas de mrmol y, siguiendo una sugerencia de Ray Kroc,
rodeados de arriates con flores vivas. Pero los toques finales estaban reservados al interior.
Por todas partes se instalaron barandillas de bronce y paredes de espejos. Muebles de roble
y caoba reemplazaron a los de plstico, y los cojines de los asientos se hicieron de telas
plastificadas en lugar de puro vinilo. Pinturas murales, paneles de tapicera y otros
adornos de pared fueron cosa corriente, y en algunas de las unidades mayores se vieron
hasta araas y colgaduras. Cuando abri su dcimo McDonald's, Rhea estaba tan dedicado
a mejorar los interiores que contrat un diseador de tiempo completo.
En total, la compaa inglesa perdi US$10000000 en los primeros cinco aos, pero
Rhea no quiso suspender sus extravagantes construcciones. Por el contrario, en 1976
empez a construir nuevos restaurantes en locales ms costosos todava, en el West End de
Londres, que es el centro de compras, de teatros y de turismo. All aprendi lo que Fujita
haba aprendido cinco aos antes: que cualquiera sea el costo, a McDonald's le iba mejor
entrando en un pas nuevo por los sectores ms visibles y comerciales del centro de las
ciudades.
Los restaurantes del West End resultaron rentables desde el principio, y esto a su
vez justific que Rhea utilizara la televisin. Ya saba exactamente cul era el vaco que
McDonald's tena que llenar, y los comerciales de 30 segundos estaban repletos de
mensajes que iban directamente al grano. Todos recomendaban las malteadas de
McDonald's que causaron sensacin desde el principio en Inglaterra, en parte porque
satisfacan el gusto ingls por lo dulce y en parte porque parecan superiores a los batidos
de leche que antes tomaban los ingleses. Los comerciales tambin elogiaban las "papas
fritas tostadas", que eran muy distintas de las papas fofas que servan en los puestos de
pescado. Y siempre estimulaban la prctica de comprar para llevar fuera, pues la nica
manera de generar ventas superiores al promedio era aprovechar la ventaja que obtenan
los clientes con los pedidos de llevar, sobre los cuales no se pagaba el impuesto de 15 por
ciento que grava las comidas que se consumen en el restaurante. Pero ante todo, los
anuncios por televisin colocaban a McDonald's en todo el centro del gran vaco del
mercado: el segmento de las familias.
Esta propaganda con msica original y un tema orientado a la calidad ("Hay una
diferencia en McDonald's") ejerci un impacto inmediato. Hasta en los puestos iniciales
de bajas ventas, stas subieron el 10 por ciento de la noche a la maana. De ah en adelante
Rhea le dedic a la TV casi todos sus fondos de mercadeo, y las ventas siguieron
creciendo. Estimulada por esta tendencia, la compaa McDonald's de Inglaterra construy
en 1977 quince restaurantes, ms del doble de los que existan, y posteriormente en ningn
ao ha construido menos. A mediados de 1986 tena 200 unidades, y Rhea cosech
ampliamente el fruto de su atrevimiento, pues McDonald's Corporation le compr su 45
por ciento de participacin en US $38 000 000. Sin duda las afirmaciones que hacan los
operadores de servicios de comidas, en el sentido de que en Inglaterra los consumidores
no le guardaban lealtad a un comercio resultaron tan infundadas como las predicciones de
que un ingls que se respete no come sino con tenedor y cuchillo. "Result que los
consumidores ingleses no se diferencian de los del resto del mundo", dice Rhea. "Y la
universalidad del gusto por las hamburguesas de McDonald's es sorprendente".
Sin embargo, resolver los problemas locales de mercadeo en el extranjero no fue tan
difcil y complicado como encontrar una solucin para los que planteaba el sistema de
abastecimiento de alimentos en otros pases. Cuando McDonald's llev al exterior su
concepto de comidas rpidas, se encontr con una industria de procesamiento de
alimentos que estaba a una distancia de aos luz de la red que ella haba organizado con
tanto cuidado en los Estados Unidos.
La situacin era igual con los dems alimentos. Las plantas de carne no saban nada
de produccin de hamburguesas en gran volumen, para no hablar de mtodos criognicos
de congelacin. Las plantas lecheras no tenan el mismo nivel de sanidad. Y, desde luego,
no exista nada que se pareciera a una lnea de produccin de papas fritas congeladas.
Steve Barnes observa: "Los Estados Unidos les llevaban veinticinco aos de adelanto a
muchos de nuestros mercados extranjeros en todos los aspectos de produccin de
alimentos cultivo, procesamiento, distribucin".
Tambin haba grandes diferencias en cuanto a materias primas. La mayor parte del
ganado europeo era alimentado con pasto, mientras que en los Estados Unidos
McDonald's dispona de una mezcla de animales alimentados con granos y con pasto. Las
papas Russet las mejores para frerno se daban sino en Norteamrica. Pero la
diferencia ms grande estaba en la actitud que encontr McDonald's entre los productores
extranjeros de vveres. La mayor parte de ellos consideraban las normas de calidad de
McDonald's "demasiado buenas para los consumidores", recuerda Barnes, y agrega: "Nos
preguntaban por qu queramos malensear a la gente. Esto lo o en boca de alemanes,
ingleses y franceses, a quienes yo crea devotos de la buena calidad".
Fue una experiencia interesante. En otras industrias, los productores europeos
tenan la reputacin de "calidad del viejo mundo", pero cuando McDonald's entr en el
mercado europeo, se vio ante la alternativa de, o bien importar la mayor parte de los
artculos alimenticios, o bien de reconstruir la red de abastecimiento en Europa.
Algunos de sus socios extranjeros optaron por lo primero. Luchando por mejorar la
imagen de la hamburguesa en Inglaterra, Rhea no quiso rebajar las normas de calidad que
haba observado en sus restaurantes de Ohio. Tampoco estaba dispuesto a retrasar el
desarrollo del mercado ingls por darles tiempo a los proveedores locales de
modernizarse, de manera que al principio import de los Estados Unidos parte de los
artculos alimenticios y los equipos de cocina. Una huelga en los muelles interrumpi una
vez el abastecimiento martimo, pero entonces llev por va area papas congeladas del
proveedor canadiense de McDonald's, para no tener que echar mano del producto local
que consideraba inferior. "Nos convertimos en grandes importadores", dice. "Estbamos
resueltos a duplicar el sistema McDonald's tal como era en los Estados Unidos, o morir en
la demanda".
Los ataques ms fuertes fueron los que sufri en Suecia. A mediados del decenio de
los 70, dos unidades de Lederhausen fueron golpeadas por bombas de humo y l mismo
fue objeto de cartas amenazantes. Los peridicos criticaban a McDonald's por explotar a
Suecia y corromper a la juventud con la introduccin de costumbres americanas que se
perciban como claramente dainas para las "sanas" tradiciones suecas. Un periodista
deca: "Necesitamos comida a granel en ambientes plsticos?"
A finales del decenio de los 70, las presentaciones que hizo en pblico Ritchie y su
descripcin de McDonald's como una empresa minorista nacional haban vencido el
desafo sindical. Los comentarios negativos de la prensa terminaron. Las teleaudiencias se
mostraron abiertamente en favor de los argumentos de Ritchie. McDonald's sigui
empleando principalmente adolescentes no sindicalizados. Y en 1981 se inaugur una
Casa Ronald McDonald en el Hospital Infantil Alexandria, en Sydney. Ese ao fue apoyada
la compaa tan fervorosamente por el pblico, que al ao siguiente los directores del Real
Hospital Infantil de Melbourne fueron a buscar a Ritchie. Ahora s queran, ellos tambin,
una Casa Ronald McDonald.
Es posible que futuros visitantes a la Unin Sovitica tambin se sientan all como
en su casa, gracias a McDonald's. En 1980 la compaa canadiense estuvo negociando con
los Soviets para poner un McDonald's en Mosc con ocasin de las Olimpiadas. Por
entonces no se logr nada, pero el gerente canadiense George Cohon no ha abandonado la
idea. Quiz tarde aos en desarrollarla; a McDonald's nunca le ha faltado paciencia en sus
esfuerzos por exportar su sistema. Otros competidores se han retirado de los mercados
extranjeros despus de las prdidas iniciales, pero ella no se ha retirado nunca de ninguno.
En Holanda, donde empez su mercadeo internacional, tard doce aos en producir
utilidades. En promedio, la cadena ha esperado nueve aos a que cada aventura
internacional salga al otro lado. Se ha aferrado a sus mercados a pesar de contratiempos
desastrosos. Despus del fracaso de la sociedad Gibson-Goldstein en el Caribe,
McDonald's volvi a esos mercados trabajando con los concesionarios existentes y con
otros nuevos, que ahora manejan unidades rentables en Puerto Rico, Costa Rica y Panam.
Hasta sus tres puestos en El Salvador siguen funcionando a pesar de la guerra civil.
Pero seguramente para llegar all ser necesario en los prximos quince aos el
mismo celo misionero del negocio de comidas rpidas y la misma devocin a los
principios que ha caracterizado a McDonald's en los ltimos treinta aos. En ciertos
aspectos, la tarea va a ser ms difcil. Cmo puede McDonald's mantener el mismo
entusiasmo? Tal vez una cuarta parte de sus 2 100 concesionarios son millonarios. Los
proveedores de la empresa ya no son principiantes hambrientos sino grandes y poderosas
sociedades annimas. Los altos ejecutivos de la compaa tambin pertenecen al club de
los millonarios; y aunque todava son jvenes (el promedio de edad de los 26 ejecutivos
snior de McDonald's es de 46 aos), casi todos han trabajado ya veinte aos o ms para la
cadena. La prctica de ascender a la gente desde las parrillas para arriba es consecuencia
de su fascinacin con la perfeccin operativa, y ha producido lo que es tal vez la mayor
corporacin autogenerada de los Estados Unidos.
Ya Quinlan est pensando en la manera de evitar que tales cosas sucedan. Habla de
adaptar el sistema de otorgar concesiones a la realidad de que durante la segunda mitad
de este decenio se construirn menos McDonald's nuevos en los Estados Unidos. Estimula
a los concesionarios fuertes atrapados en mercados pequeos para que les compren a los
concesionarios dbiles que no estn aprovechando bien los mercados grandes. Quinlan y
Turner insisten en que para poder ampliarse, los concesionarios tienen que cumplir ahora
normas de rendimiento ms rgidas puesto que el crecimiento de McDonald's en los
Estados Unidos se realizar a expensas de los competidores y no por expansin del
mercado de comidas rpidas.
En vista de esa experiencia, puede sorprender que a Fred Turner le cueste trabajo
ver la necesidad de diversificacin fuera del nico negocio que conoce la compaa? Si
bien l permite e incluso estimula la discusin sobre el tema, est muy lejos de aceptarla. El
mismo Quintan, despus de tres aos de ejercer su cargo de presidente, reconoce que el
entusiasmo por 1a diversificacin se ha enfriado un poco, debido a que hoy ve ms
caminos que hace tres aos para 1a expansin de McDonald's. "La discusin sobre este
tema es buena", dice Turner; "pero 1a cuestin de diversificacin es terica al menos para
los prximos diez aos, porque si nos concentramos en nuestro negocio nico y
atendemos a manejarlo como se debe, tendremos todo el crecimiento que necesitamos".
Cuando empezaron a subir los costos, en 1969, Turner tom las medidas del caso
para mantener abiertas las puertas a los empresarios pequeos y evitar que sus valiosas
concesiones se convirtieran en sinecuras de millonarios. Le orden al departamento de
adjudicacin de concesiones que ampliara los llamados contratos de arrendamiento de
instalaciones. Este fue un sistema que invent Sonneborn, y que utiliz mucho el director
de adjudicacin de concesiones, Ken Props, durante los aos 60, como medio de encontrar
propietarios-administradores para las unidades McDonald's que estaban en dificultades y
que l tena la responsabilidad de vender. Con un contrato de este tipo, un nuevo operador
puede hacerse cargo de una unidad McDonald's pagando apenas unos US$45 000 (para
depsito de garanta, inventario y capital de trabajo), y tomarle en alquiler a la compaa
todo el mobiliario y los equipos. Luego, con las mismas utilidades que el negocio le
produzca, podr comprarle a McDonald's la concesin en unos tres aos, aunque pagando
ms de lo que habra tenido que pagar si hubiera tenido capital para ello.
Estos contratos se usaban antes nicamente para vender unidades que estaban en
dificultades, pero se han vuelto tan importantes para McDonald's como la concesin
corriente, y hoy no menos de la mitad de los nuevos concesionarios en todo el mundo
entran a formar parte de McDonald's mediante un contrato de arrendamiento de
instalaciones. Como as se facilita el ingreso de concesionarios jvenes que no tienen
capital, cada ao la compaa recibe una inyeccin de refuerzo empresarial al contratar con
un centenar de nuevos concesionarios.
No es un plan; es apenas una idea, ni ms ni menos realizable que la idea que tuvo
Ray Kroc de formar la cadena de hamburguesas ms grande del mundo. Pero est
enteramente de acuerdo con los principios de Kroc de compartir las recompensas del xito
con todas las personas que hicieron posible ese xito. Hace mucho tiempo esa filosofa
convirti a los propietarios-administradores de McDonald's en los concesionarios ms
ricos conocidos en la industria. Hace mucho tiempo el mismo principio transform a
proveedores, que eran diminutos procesadores y vendedores de equipos, en los mayores y
ms ricos proveedores del servicio de comidas.
Desde que tom las riendas de la compaa, Fred Turner ha seguido el mismo
principio para que los administradores de McDonald's aun los que ocupan los peldaos
intermedios y bajos de la escala jerrquicafiguren entre los mejor remunerados de los
Estados Unidos. El plan de participacin de utilidades de McDonald's es de los ms
generosos de cualquier compaa del mundo. La mayor parte de los empleados de tiempo
completo y algunos de tiempo parcial ms de 16000 personas reciben un pago anual
de McDonald's (en realidad, de la compaa y de fondos de participacin de utilidades a
los cuales han perdido el derecho los que se han retirado de la compaa) en sus cuentas
de participacin de utilidades, equivalente al 14 por ciento de su sueldo. En slo el ao de
1985 esa cantidad lleg a US $28 600 000. El programa de opcin de acciones es tambin el
ms grande en la historia de la industria norteamericana. En la actualidad, unos 5 000
empleados (hasta los administradores de restaurantes con sueldo anual de US$26000)
tienen derecho a optar por comprar acciones, desde 50 hasta 500.
Esta opcin, naturalmente, slo da el derecho de comprar las acciones al precio que
tengan en el mercado el da que se da la opcin; pero como el precio queda congelado
durante los siete aos de vigencia de la opcin, y como las acciones de McDonald's han
sido siempre de las ms firmes en Wall Street, los gerentes de la compaa se han
enriquecido con el programa. Hasta los mandos medios han recibido recompensas
superiores a las que otras compaas les dan a sus gerentes de mayor antigedad.
Vase el ejemplo de un gerente regional de 36 aos, responsable de un mercado en
el cual hay 200 restaurantes McDonald's. Su remuneracin actual es US$175 000 al ao.
Hace diez aos era supervisor de rea, ganaba US $25 000 anuales, e ingres por primera
vez en el programa de participacin de utilidades y opcin de acciones. Durante esos diez
aos el aporte de McDonald's a su programa de participacin de utilidades lleg en total a
cerca de US $200 000. El valor presente de sus opciones de acciones el precio actual en el
mercado menos el precio que debera pagar al ejercer la opcin es de US$1000000. A la
edad de 36 aos, este gerente de nivel medio, con un puesto relativamente humilde de
gerente regional de McDonald's Corporation, se volvi millonario.
"Es mi sueo, mi ambicin", dice Turner: "Qu mejor para los concesionarios,
proveedores y empleados del sistema que hacerse propietarios de l? Eso me parece la
esencia del espritu empresarial, de la administracin personal, del propietario en el local.
Eso es lo que significa McDonald's. Si lo logramos, ser la perfeccin".