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Roberto Dominguez

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ENTREVISTA

Roberto Domínguez:
“Sólo puedo presumir
de haber salido ileso como
hombre y como torero”
Asegura que algunos le atribuyen cualidades que no tiene y que si ha triunfado en distintas facetas del mundo del toro
ha sido porque personas muy cualificadas creyeron en sus posibilidades. Dice que en los momentos más bajos de su
carrera se propuso tocar fondo y regodearse en el barro y que luego tuvo la esperanzadora certeza de que el hombre
sobreviviría al torero. Que la nostalgia duele, que nunca es tarde para pedir perdón y que la vida dura sólo un ‘ratico’.

Texto: José Ignacio de la Serna Miró


Fotos: Arjona

Pregunta | Fuera del ruedo le importaba


un bledo aquello de que además de serlo
hay que parecerlo…
Respuesta | Totalmente. En mi época más ál-
gida me catalogaron como torero atípico,
huidizo y remiso a frecuentar los ambientes
taurinos. El hecho de no viajar con la cua-
drilla, de no andar en tertulias, de ser hosco
a la hora de aceptar conferencias y charlas, o
de no enfrascarme con taurinos hasta las seis
de la mañana hablando de toros, hizo que al-
gunos me pusieran la etiqueta de torero atí-
pico. Y es verdad que he ido a mi aire. Y tam-
bién que esa forma de ser me ha perjudicado
en determinados momentos de mi carrera.
Pero para centrarse uno consigo mismo y
para torear, puntualmente, hay que abs-
traerse de todo. En el día a día tienes razón,
estaba fuera del ‘rollo’.

¿Siempre fue así o esa actitud reflejaba un


desencanto?
Un poco de todo. Taurinamente me eduqué a
la vera de un torero introvertido y autodidacta,
como era mi tío Fernando Domínguez, en un
gueto bastante cerrado, donde para hablar de
toros había que pensárselo dos veces. Quizás
aquella primera experiencia condicionara
mi forma de andar por este mundo.

Asegura que en el toreo el genio es ‘esté-


ril’, que la fugacidad de su obra no tiene
enseñanza posible.
A esa conclusión llegó un íntimo amigo de mi
tío Fernando, el doctor Mariano Fernández Zú-
mel. Decía que la genialidad era estéril, por-
que no se podía esperar que de un padre ge-
nio naciese un hijo genio. Que no hay ense-
ñanza posible. El genio nace con unas apti-
tudes innatas individuales que se desarrollan

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con la inteligencia y el talento personal de cada
uno. Pero no es algo hereditario.

Es un enamorado de los años treinta, de


la llamada Edad de Plata del toreo, y muy
especialmente de la fotografía taurina de
aquella época.
Me seduce la personalidad única de aquellos
toreros. Aunque pienso que no es acertado de-
nominar esa etapa como la Edad de Plata, pues
en aquel tiempo es cuando empieza a per-
feccionarse y se estiliza el gran paso que dio
Belmonte en el toreo. Cada uno en su palo, y
autodidactas casi todos, tenían personalidad.
Tenían genio. Apenas se copiaban unos de
otros. Ahora esa genialidad es distinta de en-
tender. Las circunstancias actuales favorecen
que unos se apoyen en otros. Antes no se apo-
yaban en nada ni en nadie, se dejaban llevar
por la corazonada y la intuición.

¿Qué recuerdo guarda de su tío Fernando


Domínguez?
Son muchos los recuerdos, pero en este mo-
mento lo que me viene a la memoria y lo que ¿Y qué más? presumir de torero. En mi época uno no salía
lamento de veras es no haberlo aprovechado Yo deseaba emprender mi camino, siempre pa- de casa en seis días.
más. Aquellos largos silencios me enseñaban, ralelo al que me había inculcado mi tío Fer-
es cierto, pero a la vez generaban muchos in- nando, pero para materializar aquel concep- ¿Para no ver a alguien?
terrogantes… Y unas veces por ignorancia, y to abstracto que nos unía y que nacía de un Mi tío y mi padre fueron muy duros con-
otras por miedo o por bisoñez no me atrevía sentimiento muy íntimo, me faltaba el soporte migo. Lo que sí te digo es que en los momen-
a preguntar nada. Y dejaba que él hablara. En de una técnica que jamás me enseñó. Por eso tos más bajos de mi carrera me ha gustado to-
la última etapa de su vida sí tuve la oportu- lo de que el genio es estéril. Asimilé el con- car fondo, me ha gustado regodearme en el
nidad de preguntarle más cosas. Antes de mo- cepto, sí, pero no los porqués ni el cómo. Y esa barro. Generalmente los toreros que no lo-
rir, me agarró fuerte la mano, y dijo: “Rober- carencia de conocimientos, vitales para un to- gran triunfar en el mundo del toro, después,
to, yo estoy contigo. No te aburras”. Y eso me rero, lo acusé delante del toro. Fíjate que sien- en su vida personal suelen tener un rictus de
ayudó muchísimo. No aburrirse es estar pre- do ya matador de toros fue cuando realmen- fracasados, pero como hombres, no como to-
parado, por dentro y por fuera. No aburrirse te aprendí la profesión. Entre otras cosas, que reros. Y eso me preocupaba. Afortunada-
es vivir en torero. para torear hay que mirarle al toro a los ojos. mente supe distinguir la línea que separa el
Mi tío no era un técnico del toreo, sino un to- traje de luces y el de paisano. Me tranquilizó
Desde el principio tuvo una fe ciega en sus rero con un acusado sentimiento artístico. De saber que el hombre duraría más que el to-
posibilidades, pero también miedo a que ahí que fuera tan irregular. Sin embargo, los rero. Nunca sería el boxeador ‘sonao’, el to-
se malograra como torero. días que más a gusto estaba delante del toro rero que quiere más de lo mismo, el que pre-
Bueno, tenía miedo de que me equivocara, era precisamente cuando más me acercaba a tende ponerse el mundo por montera por
como me equivoqué. Tener una bonita figura lo que decía mi tío. Pero para conseguirlo tuve salir por la puerta grande de Las Ventas. Por-
y saber torear de salón no son argumentos su- que emprender mi camino, un camino quizás que a los tres años ya no se acuerda nadie.
ficientes para ser torero. Y el que a mí, en mi de perdición para Fernando Domínguez, pero Aunque a mí nunca me importó la historia.
primera temporada de matador de toros, Vi- que a mí me ha permitido estar hoy aquí ha- “Mi historia, mi fama y mi dinero los quiero
cente Zabala padre me dedicara las mejores blando contigo. aquí y ahora. Después no me importa nada”.
crónicas habiendo figuras tan señera como ha- La historia la escriben los hombres, condi-
bía, me podía equivocar, como así sucedió. En ¿Por qué de perdición? cionados por sus colores, sus gustos y prefe-
aquella época me faltó dedicación. Algunos Porque para poder con toda clase de toros tuve rencias. En este sentido te podría nombrar
también piensan que afición. Y no es del todo que sacrificar lo que sentía. Y aunque en deter- ahora seis o siete toreros que han pasado a la
cierto. Tenía afición para encerrarme a tore- minadas faenas a lo largo de mi carrera conse- historia como grandes maestros y sin em-
ar de salón, para pensar en el toro, para soñar guí acercarme a lo que decía, reconozco que en bargo han sido una anécdota en el toreo. En
con una Corrida de Beneficencia… Pero quizás el fondo siempre estuve lejos de lo que quería. su época los que mandaron fueron otros.
me faltaba para hablar de toros con gente, para
rodearme de taurinos, para escuchar. Re- ¿Sentía frustración por ello? ¿Le costó mucho cortar el cordón umbi-
cuerdo que en Lima me achacaban falta de afi- Para nada. Porque lo que sí tuve presente fue lical con su tío?
ción, porque entre una corrida y otra en vez que todo cuanto hiciera, llevaría impreso el Sí, me llevo tiempo y esfuerzo. Estuve varios
de entrenar de salón y estar con los toreros pre- acento personal mío. Andar y estar en torero, años perdido. Hasta el punto de que no cortar
fería coger una mochila y marcharme a la sel- pero siempre, como decíamos al principio, en ese cordón umbilical provocó que me retira-
va amazónica, para conocer mundo. presencia del toro. Nunca fuera. Fuera me sen- ra después de diez temporadas como matador
tía ridículo. Siento un profundo rechazo por de toros, en 1985. Era una persona llena de du-
¿A la selva iba solo con la mochila…? todos aquellos que después de pegar un pe- das e inseguridades. Y para torear necesitas es-
(Risas) Sí, con una mochila, majo. tardo son capaces de bajar al hall del hotel a tar bien como persona. Sin embargo, quiero

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ENTREVISTA

dejar claro que mi tío no iba desencaminado. ¿Se retiró pensando en volver? contaba con un bagaje taurino, ¿por qué no
Cuando reaparecí era un hombre nuevo. Por No, no. Lo hice para recapacitar, para encon- intentarlo de nuevo?
primera vez me preparo a conciencia, vivo en trarme a mí mismo, para saber qué quería y
torero y sólo pienso en el toro. Y de repente des- sobre todo quién era como persona. Tenía ¿Volvió con la intención de resolver su vida
cubro que cuanto más fuerte y más prepara- treinta y cinco años. económicamente o para complacer su in-
do estoy más suerte tengo. Porque la suerte satisfacción como artista?
hay que buscarla. Antes esperaba a que salie- ¿Es entonces cuando surge su enigmático Por la dos cosas. Recuerdo que cuando llegué
ra mi toro. viaje a Londres? a España fui a ver torear a Raúl Aranda y a Or-
Pero de ese viaje ya estoy cansado de hablar. tega Cano a Zaragoza, que entonces lo apo-
¿En qué consistió ese cambio de menta- deraba Manolo Lozano. Y cuando estoy en-
lidad? Ya, pero entienda que a casi todos nos da trando en la plaza de repente un viejecito
En estar preparado para superar cualquier ad- morbillo ese travel… me agarró por el brazo, me miró a los ojos, y
versidad. En ponerte en lo peor. En el viento, Es que no pasó nada que merezca la pena con- dijo: “Domínguez, usted no tiene perdón de
en el toro que te mira y te quiere coger, en el tar. Me matriculé en un curso intensivo de in- Dios”. Y aquello me caló hondo. Luego, en el
público hostil, en tu falta de fuerzas, en el gles, hice mucho deporte, conviví con chava- hotel, Manolo Lozano me comentó de pasada
abandono de ideas… Todo eso lo tienes que es- les de veinticinco años, gané un campeonato la posibilidad de reaparecer, pero sin cerrar
tar rumiando, tenerlo siempre presente, para universitario de squash, y otro de vela, en la nada conmigo, pues antes quería verme. Así
sobreponerte a las circunstancias extremas que categoría de K2. Y sobre todo es la primera vez que me fui a America, a torear un festival y
te vas a encontrar. en mi vida que me voy a la cama con una cha- dos corridas de toros. Las sensaciones fueron
vala sin que sepa que soy torero. muy positivas.
¿Hay una tarde en la que decide dejar la
profesión? ¡Anda! El 13 de mayo de 1987 reaparece en Valla-
Llevaba tres o cuatro años toreando poco, y Esas tres cosas, entre otras, fueron impor- dolid, en una corrida televisada.
una tarde, en Madrid, con una corrida de Frai- tantísimas para mí. Lo fueron hasta el punto Me puso Manolo Lozano y aunque quiso ani-
le, que salió durísima, la prensa dijo que “mis de que hoy tengo en mi casa esos trofeos jun- marme diciendo que aquella corrida era sólo
manos se quedaban marchitas de contratos pu- to a los que logré como torero. una prueba, yo estaba tan convencido que me
diendo tenerlo todo”. La reiteración de frases encargué tres vestidos de torear. Corté tres ore-
como esa provocó al final una sensación de ¿A la chavala también? jas, y tuvo una enorme repercusión. ¡Y lo que
hastío que no estaba dispuesto a soportar. No (Risas…) Me di cuenta de que podía hacer y lo- son las cosas! Poco después Joselito sufrió una
quería ser uno más. grar muchas cosas como persona. Y si además cornada en el cuello en la feria de San Isidro

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”U
¿Es una persona nostálgica?
Sí. Y la nostalgia duele. Te acuerdas de los mo-
mentos vividos, que fueron significativos en
n aficionado muy viejecito tu vida, y te gustaría recuperarlos. De gente que
ya no está contigo. De situaciones en las que
me dijo: ‘Domínguez, usted a lo mejor no te comportaste como deberías
haberte comportado, y aunque siempre está
no tiene perdón de Dios’. Esa frase uno a tiempo de pedir perdón, te queda un
poso amargo de melancolía. Soy una persona
fue la clave de mi reaparición” ciclotímica, que sufre subidas y bajadas de áni-
mo. Y quizás eso despiste a la gente… ¿Sabes?,
cuanto más viejo soy más me doy cuenta de
y me llamaron para coger la primera susti- toro te quería coger por el pitón izquierdo que aquí estamos un ‘ratico’. Esto se acaba.
tución, y sin cortar orejas, Manolo Chopera me cambiabas de mano, y hoy te exigen que te
dio la segunda, y luego la tercera. Es decir, que pongas una y otra vez, además sin la ayuda Cuando fue comentarista taurino en Vía
estrené los tres vestidos en San Isidro. de la espada, hasta que lo metas en la ca- Digital gozó de la admiración y el respe-
nasta. Y eso no puede ser. O sí. Y si es posible to de todos, por su capacidad de análisis
¡Joder! ¿todo lo anterior no vale? Entonces tendre- y su independencia.
La tercera tarde, mientras me vestía en el hotel mos que quitarnos de en medio a las figuras Durante muchos años la gente había escu-
para ir a la plaza entró Manolo Lozano en la ha- del pasado. chado infinidad de tópicos y frases hechas. Y
bitación con un contrato en la mano dispues- hacía falta que alguien contara de una vez el
to a apoderarme. Lo firmé sin leerlo. No veas la Nunca le he oído hablar del valor y del por qué de la lidia y el complejo entramado
moral que me dio. En mi reaparición salía a la miedo. de una corrida de toros. Y había que hacerlo
plaza a vaciarme, a no dejarme nada dentro, y Un torero sabe dónde es valiente y dónde no. de forma sencilla y didáctica. Sin ambages. En
tampoco me afectaba de quién fuera la corrida. Y eso debes tenerlo presente. Pero además hay televisión nos dirigimos a un público abierto
No me importaba nada. Estaba segurísimo. que saber cuándo serlo. En mi primera época, y plural, que no tiene por qué saber de toros.
cuando me tildaban de medroso me fui a la Ahora Canal Plus también lo está haciendo, en
¿Ni siquiera revoloteaba por su mente la puerta de chiqueros en los dos toros en Bilbao. una de las secciones del previo. El nivel de co-
sombra de la duda? Sólo para demostrarme que era capaz. Pero nocimientos de la gente que acude a una pla-
Nada. Era plenamente consciente de que es- eso no es valor de verdad. Son arrebatos. Por- za es preocupante. Cuando entré en Vía Digital
taba en el tramo final de mi carrera, y sabía que yo sentía mucho miedo. Mucho. Y el va- puse mis condiciones sobre la mesa: Roberto
qué quería y cómo conseguirlo. lor es dominar al miedo. Sobreponerte a la an- Domínguez iba a ser un intermediario entre
gustia y la incertidumbre. el profesional y el gran público. Y desde lue-
¿Esa capacidad se tiene o se adquiere? go no estaba dispuesto a comulgar con ruedas
Se adquiere, tenlo por seguro. Lo difícil es que Cuando habla de miedo, ¿se refiere a un de molino. Los toreros muchas veces se sien-
el público te dé una segunda oportunidad. Lo miedo físico? ten incomprendidos.
más fácil de rentabilizar es la novedad. Pero si No, no, hablo de miedo a que me chillen, a es-
uno ya lleva diez años apuntando sin disparar tar mal, a no hacer lo que siento delante del ¿Qué opina de la presencia femenina en
la gente te pone un sello que es difícil de qui- toro, a que no me contraten. Si en las horas el toro?
tar, y dicen ¡bah!, a ese ya lo tengo visto. Como previas a la corrida, en los momentos de an- Que ha jugado un papel determinante res-
no creo en la masa, sino en la individualidad, gustia y zozobra me aseguran que voy a tore- pecto a la actitud de los toreros en el ruedo.
aquel comentario del viejecito fiel que me aga- ar sin público soy capaz de comerme un cocido Tanto en el triunfo como en el fracaso. La ma-
rró del brazo desbarató los años que llevaba de y tocar la guitarra hasta que salga el toro. Va- dre, la esposa y la novia. Sólo hay que ver la
alternativa, porque me hizo pensar que habría lor de verdad es decirle al toro yo me voy a que- poesía que hay detrás de todo esto. “La novia
sido de Roberto Domínguez si con la novedad dar aquí vengas por donde vengas. Pero ¡ojo! de Reverte tiene un pañuelo…” La devoción por
de los primeros años hubiese salido a la pla- estando siempre por encima de la situación, la Virgen también ha sido vital para muchos
za como en el último tramo de mi carrera. no a merced. toreos: la Macarena, la del Perpetuo Socorro…
Luego, delante del toro admiro su feminidad,
En ese tramo le ‘cantaron’ la armonía y el ¿Qué es lo que más le ha impactado en una pero no la rivalidad con el hombre en gestos
poder con que le andaba a los toros. ¿Sen- plaza de toros? y ademanes puramente masculinos. Conchi-
tía esa forma de torear? Infinidad de cosas. Muchos toreros me han des- ta Cintrón después de una voltereta en vez de
Desde luego. Aunque el gusto por determi- pertado una admiración rotunda. El filosofo ajustarse la taleguilla y escupir, se colocaba la
nadas cosas va por modas, y a lo mejor aho- alemán Nietzsche decía que existe una inge- orquilla del pelo…
ra no hubiera tenido tanto éxito. Al público nuidad en la admiración. Y la tienen los que
hay que educarlo. Mira, en todas las épocas, nunca han pensado que son capaces de hacer Debería escribir un libro, pues parece
en todas, menos en la actual, salvo excepcio- lo que ven. Yo he admirado mucho, porque me que todo lo que toca se convierte en oro.
nes, es difícil encontrar una faena importan- he sentido incapaz de emular en el ruedo lo Algo así como un manual para triunfar en
te sin enganchones. En mi opinión creo que que han hecho otros toreros, ahora, y en mi la vida…
atravesamos un momento de épica taurina. época. El toreo es un milagro constante. Y hoy Algunos me atribuyen cualidades que no
Hoy cualquier muchacho que se meta a la en- día lo veo como algo imposible. Por eso estoy tengo. Lo que ha sucedido es que en deter-
fermería con el muslo abierto, en vez de con- satisfecho con lo que he conseguido en el toro. minados momentos personas muy cualifica-
tinuar en el ruedo, parece que no vale. Aunque de lo único que puedo presumir es de das creyeron en mis posibilidades más que
haber salido ileso de este mare mágnum yo. De ahí que el merito sea suyo. Por haber
En ese sentido, ¿hacia donde vamos? como hombre y como torero. Muchas figuras confiado en mí. Desde aquí les doy las gracias
Pues no estoy seguro, pero antes cuando un del toreo están tocadas por dentro. a todos.

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