Corazonada Latido 13
Corazonada Latido 13
Corazonada Latido 13
ndice
3. Editorial | Alejandro Abaca
5. Retratos | Claudio Guerri
Laura Andrada, Fotgrafa.
10. Investigacin | Claudio Guerri
Pensar la forma
25. Entrevista | Milagros Saller
2 Concurso Mix&Fur. Federacin Argentina de
Comercializacin e Industrializacin de la Fauna
33. Investigacin | Sandra Snchez
Formas de contagio de la tecnologa. Interpretaciones sobre el
espacio domstico en Buenos Aires en las dcadas de 1930 y
1940
75. Investigacin | Valentino Tignanelli, Fernanda Lobo
Formas en gestacin. Indagaciones e interrogantes del espacio ISSN 2362-4159
virtual SEMA. Sociedad de Estudios Morfolgicos de Argentina. Asociacin
86. sistemaarterial Regional de SEMA Metropolitana de Buenos Aires.
89. fluidos de este decimotercer latido Ciudad Autnoma de Buenos Aires.
91. requisitos para publicar Direccin de pgina web institucional: http://www.sema.org.ar/
Direccin de Pgina web Revista:
http://revistacorazonada.wordpress.com/
Redaccin: alejandro.abaca@gmail.com
Editorial Rodolfo Kusch al respecto pensaba: "Uno de los motivos por
los cuales rechazamos el altiplano, estriba en que all se cree
en la magia, y nosotros aqu en Buenos Aires, ya no creemos
en ella. Somos extraordinariamente realistas y prcticos, por
cuanto creemos en la realidad.
Y qu es realidad para nosotros?
Pues eso que se da delante de uno: las calles, las paredes, los
edificios, el ro, la montaa o la llanura. Todo esto no se puede
modificar, porque no puedo cambiar de lugar una casa, ni
alterar la orientacin de una calle, ni puedo traspasar
diagonalmente una manzana para llegar a mi hogar, ya que mi
cuerpo es mucho ms endeble que las paredes.
3 Por ejemplo una mirada no situada (eurocentrista) se pregunta:
Por qu el ro de la Plata es marrn y no es azul?
La realidad es (entre otras cosas) una construccin que se
Queridos amigas y amigos de la forma, realiza de manera personal, pero que se valida colectivamente,
Uno de los motivos por los cuales muchos rechazan lo que la compartimos en nuestras maneras de ver y entender el
latinoamericano, reside en lo poco europeo que tienen las cotidiano de la vida, lo que le da sentido a muchas de nuestras
grandes ciudades como Ro de Janeiro, Caracas, Asuncin, prcticas vinculadas con cuestiones concretas del proyecto, ya
Montevideo, Lima y La Paz entre otras, recurrentemente involucrando a los arquitectos y urbanistas.
cuando recibimos arquitectos que hacen turismo en nuestra Emprender la tarea de imaginar un espacio, no se realiza de
amada Buenos Aires, es frecuente (no siempre) una manera inocente, cientfica, o neutral. Kusch deca la realidad
conversacin del tipo: esta rea parece Barcelona, esto es es entonces como un mar de plomo, que abarca un sin fin de
muy francs, este edificio es italiano, y as seguimos sectores, y en el cual debemos desplazarnos con cuidado y
construyendo un imaginario de un paisaje porteo que poco creo que es acertado.
tiene que ver su realidad. No podemos suponer que nuestra realidad es generalizable.
Decimos: Buenos Aires es una ciudad europea. Ufff...
Pero si podemos tratar de comunicar cuales son los aspectos
valorativos, constructivos, polticos, de cmo armamos la ...que disfruten de este latido...
realidad.
Muchas veces ciertas palabras parten de lo emocional, con la
idea de imaginar aquello que deviene de la idea ms la pasin,
que est centrado en el discurso potico, donde ya se hace Alejandro Abaca
muy difcil racionalizar determinadas variables que son las que Director Corazonada
deben armar nuestra realidad.
Muchas veces ciertas formas de habitar remiten a gestos
forneos, y nos apropiamos de manera repugnante de las
maneras de celebrar nuestras verdaderas pasiones.
Es probable que nos encontremos con pibes que celebran
4 halloween, u otros ms adultos que celebran el da de San
Patricio para beber cerveza, o San Valentn, como el da de
los enamorados...
Pero resulta que estas realidades aparecen desde hace aos
como parte de la globalizacin de una cultura que solo admite
una realidad. La realidad de los blancos que creen que habitan
como si fueran europeos, en la cultura del derroche que
emerge desde el sistema capitalista (que se les cae a pedazos).
Esa es otra realidad.
15
Sorpresas de la intertextualidad
An hoy, en general, la prctica proyectual se funda en la utilizacin
17 del Monge y la Perspectiva. Siempre con mayor nfasis en el Monge
y en especial, en la planta. Al igual que en las revistas
especializadas, de vez en cuando algunos dibujan trazados,
diagramas o esquemas que en general se adjetivan de
geomtricos.
Veamos un ejemplo donde la complementariedad de los
lenguajes hace que aparezcan datos que uno slo no puede mostrar,
y si bien la gramtica no hace poetas (Guerri, de vez en cuando),
la informacin especfica que ofrece la operacin de diseo puro
tambin es necesaria y relevante para establecer similitudes y
diferencias.
18
Figura 10: debido a los ideales estticos de la poca, a las caractersticas blandas
Figura 8 y 9: planta y corte de la Casa Curutchet de Le Corbusier, La Plata, 1954. del terreno y de la tecnologa de construccin, Palladio adopta prcticamente una
simetra de rotacin 8 en la operacin de diseo puro.
19
20
Figura 14: Cuadrado negro, 80cm x 80cm, leo sobre tela, 1915.
Figura 13: nuevamente la operacin de diseo es muy semejante a la de Palladio, Figura 15: Blanco sobre blanco, 79cm x 79cm, leo sobre tela, 1918.
slo que en este caso las diagonales de los dos cuadrados rojos se apoyan sobre la Figura 16: Cuadrado negro y cuadrado rojo, 71,1cm x 44cm, leo sobre tela, 1915
pendiente de las dos barandas de la rampa y no ya sobre la lnea de tierra.
De los tres objetos, es el nico que no es un cuadrado es un
Malevich en el Proa rectngulo ureo. Con lo cual, para poder asimilar el cuadrado negro
En estos ltimos meses se estuvo exhibiendo en el Proa una muestra chico al primer cuadrado negro grande, no hay ms que cuadruplicar
muy interesante sobre Kazimir Malevich (1878-1935), pintor ruso su tamao y as dejar un borde blanco, de ancho constante todo
fundador del Suprematismo. Hay tres cuadros de este pintor que alrededor (Figura 19). A su vez, si triplicamos el cuadrado rojo vemos
pueden relacionarse por compartir aspectos de la operacin de que llega al ngulo superior izquierdo el cuadrado negro; y si ahora
diseo. Sin embargo, el cuadro que ms me gusta por ocultar su transformamos el cuadrado virtual (Figura 16, en lnea de puntos) en
estructura formal es el que no estuvo expuesto: Cuadrado negro y un rectngulo ureo virtual horizontal (Figura 19), podemos verificar
cuadrado rojo (Figura 16). que el cuadrado rojo compuesto por nueve cuadraditos rojos
A simple vista cualquiera puede ver que las muy simples determina su inclinacin en relacin con el ngulo inferior izquierdo
operaciones de diseo de los dos primeros se vuelcan en el tercero del rectngulo ureo mayor.
21
Figura 17: Sin Ttulo, tmpera sobre cartn, marco recortado, 79x60cm, de Toms En vena imaginativa se podra pensar al joven artista frente a la hoja de
Maldonado, 1945. cartn de forma rectangular, provisto de regla y de un instrumento
Figura 18: trazado sobre la pintura de Maldonado que muestra dos rectngulos 2 cortante definiendo el contorno irregular primero para que luego la cua,
en perspectiva, dejando en el medio una penetracin de proporcin urea. ejecutada con dos cortes certeros, profane la convexidad virgen de la
Figura 19: trazado sobre la pintura de Malevich que muestra que la posicin del hoja rectangular, que es un paradigma de la pintura de caballete:
cuadrado negro y del rojo es una operacin controlada y no aleatoria como podra cuadro-ventana.
parecer viendo solamente el objeto.
Llamativamente, Gradowczyk por otra parte, el traductor de Forma
La pintura de Maldonado, a pesar de ser Sin ttulo es un evidente y Simetra de Wolf y Kuhn (EUDEBA, 1959) confunde a Maldonado
homenaje a Malevich. Pertenece al movimiento de Arte Concreto, artista concreto con Johannes Itten, el expresionista de la Bauhaus
con lo cual entre otras cosas se trataba de circunscribir la mirada quien propona operaciones intuitivo-instintivas de ese tipo (Guerri y
al objeto y no a la ventana rectangular de la tradicin pictrica. Por Huff 2007).
lo tanto, llama la atencin que despus de recordar ese concepto del
Arte Concreto, Mario Gradowczyk (2008: 134) escriba:
Sin embargo, mediante trazados se puede recuperar la trama oculta las diferencias sern siempre ideolgicas, contextuales,
del diseo de su obra, perfectamente controlado: el rectngulo ureo circunstanciales, etctera.
de la obra original de Malevich es visto en perspectiva, determinado A pesar de su especificidad textual, todos los sistemas verbales o
por la penetracin de dos rectngulos 2; hay cuatro puntos de fuga, grficos permiten hacer inferencias. De hecho, hubo Arquitectura
uno lejano, uno en un ngulo del rectngulo 2, uno en el borde del antes y despus e independientemente de cada sistematizacin de
rectngulo ureo y uno en el infinito. los lenguajes grficos, incluyendo la era digital.
Los trazados sobre los cuadros de Malevich y Maldonado demuestran Las traducciones intersemiticas o intertextuales (Jakobson 1959)
que el objeto por lo general no ayuda a que se lo comprenda permiten que una planta pueda ser usada tambin para ordenar las
fcilmente. Considerando que en el caso de una pintura, el cuadro es funciones y una vista para encontrar la puerta de entrada; de una
la planta o la proyeccin ortogonal de s mismo es necesario perspectiva podemos inferir la tecnologa constructiva y algunas
recurrir a lecturas intertextuales para poder aumentar el grado de dimensiones; y en una misma configuracin compleja podemos
comprensin a niveles que un solo lenguaje no habilita. imaginar varias plantas Son deslizamientos semnticos entre
textos entre legalidades textuales pero que no pueden ir ms all
de la propia capacidad de cada uno de los lenguajes en
22 A modo de conclusin
Como pudo verse, ni la realidad externa los objetos del mundo, ni consideracin.
la realidad de los lenguajes verbales, ni la realidad de los lenguajes Las obras de arquitectura pudieron ser evaluadas como tales con
grficos permiten dar cuenta de toda la realidad ninguno, con uno, dos o tres sistemas de representacin e
Exactamente lo mismo vale para la epistemologa didica del igualmente seguimos viviendo en un tugurio y eso es porque la
estructuralismo o la tridica de la semitica peirceana las lecturas, gramtica no hace poetas.
las interpretaciones, sern siempre didicas o tridicas. Hay que Los lenguajes verbales sirven muy bien a cada comunidad que se los
hacerse cargo de la eleccin con la que pienso. cre a gusto y medida Ferdinand de Saussure (1916 [1945]: 98) lo
Dado que todos los sistemas de sustitucin semitica son sistemas dice de manera ms elegante: cada pueblo est generalmente
ideolgicos que dicen al mundo de manera parcial por no decir satisfecho de la lengua que ha recibido.
perversa y ladina no nos queda otra alternativa que trabajar sobre Sin embargo, slo la comparacin y el conocimiento de varios
los efectos de significacin que surgen de la complementariedad de idiomas a la vez habilita la comprensin de los recortes y las sutilezas
cada uno de los sistemas verbales y grficos. que construye cada forma verbal
La transformacin del significado de un texto, al compararlo con otro Para cada sistema hay slo un punto de vista aunque en algn
texto, es posible porque se pasa de un sistema de diferencias a otro caso, el punto de vista se encuentre en el infinito.
sistema de diferencias (Lvi-Strauss 1974 [1995]). De todos modos, La realidad no existe, slo existen los sistemas semiticos que la
nombran de alguna manera y para colmo de males: Las
cualidades del mundo entran en el lenguaje despus que el lenguaje Pragmatismus von Charles S. Peirce de Uwe Wirth (ed.), 375-
ha organizado sus relaciones internas 389. Frankfurt: Suhrkamp.
A pesar de todo este planteo complejo e incompleto espero que 2003 El nongono semitico: un cono diagramtico y tres niveles
hayan podido disfrutar de esta Corazonada de iconicidad, en DESIGNIS 4, julio de 2003, 157-174.
Barcelona: Gedisa.
Bibliografa 2012 Lenguaje Grfico TDE. Ms all de la perspectiva. Buenos
BARBARO, Daniele Matteo Alvise Aires: EUDEBA.
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VITRUVIUS POLLIO, Marcus
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25
Concurso Mix&Fur Nuestro inters en tomar contacto con Milagros fue a partir
de las repercusiones que tuvo el concurso Mix&Fur que
Federacin Argentina de organiza la Federacin Argentina de Comercializacin e
Industrializacin de la Fauna en el Centro Metropolitano de
Comercializacin e Industrializacin Diseo (CMD) de la Ciudad de Buenos Aires.
de la Fauna Ella se presenta:
29
30
Podras contarnos cules son tus nexos y referencias con el espacio de construccin de conocimiento proyectual
diseo argentino y si generaron alguna influencia en tu promueve actitudes reflexivas en las currculas de las
forma de proyectar? carreras vinculadas con el proyecto.
Desde tu punto de vista cul es el aporte de las
Sobre mis referentes del diseo argentino creo que los que ms me Morfologas en la formacin de un diseador o diseadora
llaman la atencin en la historia del diseo, son las realizaciones de de Indumentaria?
Mary Tapia 1, sobre todo me inquieta esa pregunta sobre qu es lo
realmente nuestro; sobre todo hoy en da, que diseamos en un Creo que el entendimiento, comprensin y estudio de la Forma es un
contexto donde resulta difcil establecer cul es nuestro alcance, conocimiento crucial que sostiene el discurso del diseador. En lo
nuestro mapa de accin, donde costumbres, hbitos y maneras de que respecta a mi desarrollo proyectual me es inconcebible no tener
relacionarnos con los otros se ven tan intervenidos por la tecnologa, presente las condiciones de materialidad, configuracin espacial,
con la posibilidad de estar hper-conectados y estimulados, todo el estructura, color, textura, entre otros, como elementos constitutivos
tiempo. de la Forma.
31 Sobre un artculo que le sobre Mary Tapia, hay una frase que me
qued resonando: La moda fue para m una manifestacin
Como diseadores debemos estar observando los elementos que nos
rodean con una mirada incisiva, desde mltiples enfoques para
ideolgica, ac hay una gran desvalorizacin de lo nuestro y una entender cul es su valor y sentido, y personalmente creo que haber
excesiva valoracin de lo extranjero cursado medios expresivos (Morfologa), fue una experiencia
Como diseadora me gustara inspirar mis trabajos con esta frase, fundamental para mi formacin como diseadora, debido a que sus
pero sin perder de vista todo lo otro; encausando el hacer desde una mtodos de observar, interpretar, abstraer y concretar son
bsqueda autctona y situada, estando al tanto de cules son las herramientas que trato siempre de tener presentes al momento de
nuevas posibilidades y temticas que se barajan en ciertos contextos materializar una idea.
del diseo global.
Cmo imagins tu futuro como diseadora?
Parte de esta tercera posicin, se manifiesta a partir de la
delimitacin epistemolgica de las materias de Morfologa An estoy recorriendo un camino de bsqueda personal, tratando de
que se constituyen con la aparicin de los diseos en las encontrar en qu mbito del diseo de indumentaria puede ser
facultades de arquitectura en la Argentina. Este nuevo significativo mi aporte. Creo que en un futuro no tan lejano me
gustara ser parte de un equipo de diseo transdisciplinar donde
1
Verdadera pionera del diseo en la Argentina, Mary Tapia desafi en los aos diseadores de diferentes ramas puedan desenvolverse en el plano
60 y 70 el protagonismo de la moda europea, en busca de una identidad nacional
originaria y alejada de falsos estereotipos.
de lo social, desarrollando soluciones de calidad, sustentables y enteras que dependen de la curtiembre de cueros y pieles para
sostenibles. subsistir.
A corto plazo, una de mis principales metas es recibirme, y tambin Cul es tu percepcin acerca de la industria de la moda en
me entusiasma la idea de profundizar en la docencia o iniciar algn Buenos Aires?
trabajo de investigacin que pueda contribuir con la ctedra en la
que participo. Actualmente hay grandes iniciativas para que los nuevos diseadores
emergentes ingresen en la industria de la moda, lo cual me parece
En relacin al uso de los materiales derivados de animales, muy positivo porque para los que estamos involucrados en este
Cul es tu posicin? mundo genera un gran incentivo. Sin ir ms lejos el concurso que
viene realizando FACIF, ha puesto al diseo y la peletera Argentina,
El involucrarme con el uso de materiales derivados de la pieles de bajo la lupa de profesionales reconocidos en el mundo.
animales fue un proceso que analic y fui desarrollando a la par Creo que en el contexto local y mundial, se valora la tarea del
mientras tomaba contacto con la peletera, donde la parte ms difcil diseador cada vez ms, y lo que me entusiasma an ms: el modo
fue la de abandonar mis propios prejuicios sobre el tema: prejuicios de pensar-hacer con el cual la FADU te forma como diseador,
32 establecidos desde la falta de informacin, procesos y recaudos que donde est en juego un pensamiento complejo, que no tiene una
se involucran en la obtencin de la materia prima, su tratamiento y nica solucin al problema planteado, sino que se presenta como un
distribucin. El factor ms importante para m de asimilar fue el proceso inconcluso, cclico, que se retro-alimenta y profundiza
entendimiento del uso y obtencin de la piel en toda su vida til, constantemente, siempre abierto a nuevos modos de pensar y re-
contra la imagen impactante que la propia materialidad causa de pensar.
manera instantnea al comn de la gente. Emplendolo con un uso
consiente, regulado y sustentable, entend esta materialidad como En paralelo, vale la pena comentar la crisis de la industria
una herramienta de sentido ms que se encuentra en el abanico de textil que se desencaden en algunas localidades
posibilidades de eleccin del diseador. La federacin realiza un argentinas, resultante de la importaciones.
trabajo minucioso para detectar que especies de animales son Pero esto es otra historia..... la de Milagros es la pulsin
aceptables para la comercializacin, de acuerdo al impacto ambiental vital de una diseadora que no tiene miedos,
que tienen estas sobre el territorio argentino, trabajando con solo tiene futuro!
bilogos, antroplogos y todo un equipo de especialistas que
adems buscan mantener el trabajo de familias y generaciones
33
Formas de contagio de la tecnologa Introduccin a la contagiosa tecnologa
En un artculo de ttulo La mecnica domstica publicado en Casas
Interpretaciones sobre el espacio y Jardines en el ao 1954 se sealaba:
domstico en Buenos Aires en las Dentro de pocos aos no ser posible contratar personal que se dedique a
realizar trabajos domsticos en las condiciones en que todava hoy algunas
dcadas de 1930 y 1940 personas los realizan. Las dueas de casa que quieran mandarlos hacer
tendrn que contratar personal por algunas horas diarias y a precios que
solo podrn pagar las familias muy ricas. En los hogares de la clase media
los miembros de la familia tendrn que realizar las tareas que antes
delegaban al servicio domstico y entonces ser menester que los
arquitectos que quieran plantear para ellos viviendas cmodas, estudien
desde ese punto de vista hasta los ltimos detalles de su conformacin y
del amueblamiento, y adems prevean la instalacin de las mquinas que
sean necesarias para reducir el trabajo de las tareas domsticas
(CyJ 1954: 495).
34
Sandra Ins Snchez La mecnica domstica comenz a concebirse como signo de
Dra., FFyL, UBA, Arquitecta FADU, UBA confort y se constituy como un dispositivo clave en el proceso de
transformacin de la fuerza productiva femenina en el espacio
domstico y en la cultura urbana. Hasta ese momento, los criterios
de confort se asociaban a la incorporacin del gas en la vivienda,
con la cocina, el calefn y los artefactos de calefaccin. Estos
criterios de confort cambiantes en significaciones y sentidos, se
fueron encarnando en otros dispositivos, los pequeos
electrodomsticos, que adquirieron el ms alto valor simblico en el
escenario de posguerra.
En una publicidad de una compaa de gas de fines de la dcada del
veinte, el gas en la morada era un hlito de hada pues
ampliaba las bondades existentes en el hogar a manera de dones
o bendiciones. Esta hada, fiel a su origen divino aliviaba el
destino del hombre y cambiaba radicalmente las formas de habitar.
35
2
En una publicidad de Polvo Royal se sealaba: Es fcil hornear cuando se tiene
este libro (EH 1930: 30).
Figura 4. Publicidad de cocina Florence (El Hogar 956 10/12/1928).
En otra publicidad de productos General Electric del ao 1955, bajo
el ttulo de Hogar confortable hogar se ilustra la
incorporacin de varios electrodomsticos (cafetera, plancha, 3
licuadora y la pava elctrica) en calidad de regalos.
38
3
La presencia de ciertos dispositivos tecnolgicos como la plancha, la mquina de
coser y el lavarropas en los distintos censos nacionales indican su relevancia
institucional en el escenario histrico que transcurre entre fines de la dcada del
cuarenta y la dcada del sesenta. En 1947, el 86 % de las viviendas de la ciudad
disponan de una plancha, y la misma proporcin de ellas era ya de funcionamiento
elctrico. Posiblemente su masiva extensin a lo largo de los aos cincuenta
fundament su exclusin como elemento de investigacin en el censo de 1960.
Figura 5. Publicidad de electrodomsticos (Estampa 26/11/1951, 56). (Snchez, Olmos 2010).
La publicidad est encabezada con la leyenda Hogar confortable Pero adems, al ingresar los dispositivos como obsequios, estos
Hogar, en donde la palabra confortable, destacada con un resultaban parte esencial de un nuevo intercambio simblico. Estos
subrayado reemplaza a dulce, bajo la probable figura de una dispositivos tecnolgicos denotaban un nuevo rgimen de derecho
sincdoque o bien como un simple parafraseo. En este escenario, lo contractual y formaban parte de un nuevo sistema de
confortable se instituy entonces como parte esencial de lo que se prestaciones en el universo de lo domstico.
conceba como dulce hogar; o bien, lo confortable institua un Estos electrodomsticos (afamados enseres), a su vez
nuevo concepto de hogar cuyo anclaje se situaba en las mismas prestigiosos, constituan una verdadera garanta de buen
profundidades culturales en donde la conciencia colectiva situaba al servicio, que por propiedades transitivas se trasladaban a la figura
dulce hogar. 4 femenina concebida como central en la organizacin del espacio
Dos rdenes de figuras se yuxtaponen en las representaciones de domstico, pero que se subordinaba a la figura masculina. La
esta publicidad. Por un lado, la ilustracin superior con la inestable posicin femenina sobre un pie, que simbolizaba la sobre-
escenificacin de la apertura de un regalo y las figuras masculina y exigencia en las tareas domsticas, se recompona en el
femenina entrelazadas; y por otro, los electrodomsticos entrelazamiento con la figura masculina que restitua el equilibrio
obsequiados, en una escala aumentada de manera decuplicada y femenino y domstico. A la manera del potlach, a travs de estos
39 protagnica. En la ilustracin superior, la figura masculina obsequios, se intercambiaba prestigio y entronizacin masculina, por
entronizada en medio de la frase Hogar confortable Hogar, incremento de las capacidades femeninas para afrontar las tareas
mediatizaba simblicamente el proceso de transformacin del domsticas, junto con un nuevo orden de responsabilidades que
hogar en hogar confortable. inclua el control de esos dispositivos tecnolgicos. 5
Finalmente, en esta escenificacin, la condicin reproductiva de la
fuerza de trabajo masculina, y femenina en el hogar, se homologaba
4
En el primer nmero de la revista Casas y Jardines se trataba acerca de esta a la condicin reproductiva de la familia como institucin social, con
cuestin, sobre cierta confusin respecto de estos dispositivos tecnolgicos con el la penetracin de los electrodomsticos en sus cajas y envoltorios, y
concepto de hogar: el hogar no depende de la calefaccin central, de los artefactos su simblico alumbramiento. En la celebracin que escenifica la
elctricos o de la cermica de los baos. Y esto no es por desprestigiar esos
excelentes accesorios, preciosos elementos de confort fsico. Ellos aumentan de
5
manera inestimable la comodidad y la suavidad con la que la vida se desliza. Mauss seala que en las economas y los derechos anteriores a los nuestros,
Tambin se puede agregar que ellos promueven, o por lo menos no dificultan, la nunca se observan, por as decirlo, simples intercambios de bienes, riquezas y
sensacin de paz y de ecuanimidad de los que disfrutan de un hogar. Es tal vez en productos en un comercio llevado a cabo entre individuos. Ante todo, no son los
este punto que la casa moderna y el hogar se confunden y es tal vez aqu tambin individuos, sino las colectividades las que se comprometen unas con otras, las que
que el comerciante en propiedades se confunde y hace falso camino. Nos lo intercambian y asumen contratos, y las personas que intervienen en el contrato
imaginamos entrando en un hall, en el que un piso de mosaicos, radiadores son personas morales: clanes, tribus, familias que se enfrentan y se oponen, ya sea
embutidos e innumerables otros detalles lo engaan hacindole pensar que ha en grupos que se encaran frente a frente en el mismo terreno, ya sea por intermedio
entrado en un verdadero hogar. (CyJ 1933: 1). de sus jefes, ya sea de ambas formas a la vez (Mauss 2012: 74-75).
publicidad se evidenciaban relaciones jerrquicas y productivas, a la
vez que se distribuan roles en lo domstico y en la cultura urbana.
Estos imaginarios de sustitucin de la fuerza de trabajo femenina en
el espacio domstico por las tecnologas tiene larga data, con un
anclaje histrico remoto en la revolucin industrial, y con un anclaje
mitolgico en los discursos publicitarios de la dcada del treinta que
inauguraban el funcionamiento de la incipiente sociedad de consumo
moderna, cuando los primeros productos cientficos y tecnolgicos de
consumo masivo invadieron el mercado e ingresaron en el espacio
domstico transformando sus concepciones, modos y formas de
habitarlo. 6
En la dcada del treinta, los productos derivados de la ciencia y la
tecnologa ingresaron de manera explosiva 7 en el espacio domstico
modificando de manera radical los rituales que lo consagraban; los
40 de la alimentacin, de la limpieza y de la higiene personal. Brasso
trabajaba para usted, para el ama de casa. 8
6
Mientras las formas de habitar se constituyen a partir de prcticas ms Figura 7. Publicidad de Brasso (El Hogar 1240 21/7/1933, 64).
automatizadas y menos autoconscientes, los modos son intersubjetivos, singulares y
caractersticos de los grupos y sectores culturales, de las subculturas que se Las visitas podan ser inesperadas porque los artculos de limpieza
manifiestan y los ajustan en funcin de concepciones ticas, estticas,
ritualizaciones, necesidades y requerimientos.
eran ms rpidos y efectivos y porque con los enlatados en la
7
Para Lotman los procesos de transformacin de la cultura pueden iniciarse como alacena poda organizarse rpidamente una comida improvisada.
procesos de transformacin graduales que ingresan desde los bordes (o la periferia)
y desarrollan una trayectoria hasta posicionarse como centrales, o bien pueden
sucederse a partir de eventos de gran impacto como los grandes descubrimientos
cientficos y tecnolgicos que por su centralidad desorganizan y vuelven a
reorganizar toda la semitica de la cultura (1996, 1999).
8
Ver el captulo 3: Modelos e imaginarios del espacio domstico en las revistas de
arquitectura y difusin masiva del libro El espacio domstico en Buenos Aires:
1872-1935. Concepciones, modelos e imaginarios (Snchez 2008: 267-354). En
este artculo se retoman algunas hiptesis respecto de la sociedad de consumo
moderna en el espacio domstico durante la dcada del treinta.
Figura 8. Publicidad de Sapolio (El Hogar 1240 21/7/1933, 63).
9
El objeto de deseo del que habla Lacan.
10
Parafraseando a Kant respecto del fenmeno introducido por la ilustracin cuando
la seala como la liberacin del hombre de su tutelaje autoimpuesto, esto es, el
valor para hacer uso de su entendimiento sin que otro lo dirija, pero que reemplaza
la divisa Discute libremente! Por Discute tanto como quieras y sobre lo que
quieras pero obedece como respuesta a la demanda de la autoridad tradicional, y
que se traduca en utiliza libremente tu razn, pero, en privado obedece a la
autoridad. En este escenario se haca un llamamiento a discernir con parmetros
cientficos y tecnolgicos pero a su vez obedecerlos y acatarlos en todas sus
implicancias (Zizek 1994: 10).
42
Figura 10. Publicidad de Compaa Argentina de Cemento Portland (Mi Ranchito 74 8/1947: 4).
Estos criterios culturales de eficiencia y eficacia 11 se asociaron a lo En la dcada del cincuenta estas concepciones imperecederas de la
imperecedero que ya comenzaba a instalarse imaginariamente, como tecnologa haban alcanzado cierto grado de sedimentacin. En una
se ilustra en una publicidad de muebles de comedor Barzi cuya publicidad de lavarropas Dnean se apelaba a hacer una buena
evaluacin de calidad se asimilaba a los mtodos de evaluacin inversin pues ese dinero invertido vala, en tanto ese lavarropas
cientfica de las ciencias duras. 12 durara toda la vida. 13
43
11
En otra publicidad de muebles se sealaba: Los muebles eficientes, confortables
y sobrios de la exposicin de luminicultura fueron encargados a Muebles Diaz (CyJ Figura 12. Publicidad de
1937: 283). lavarropas Dnean (El Hogar
12
En la publicidad se seala: En el laboratorio de anlisis se puede certificar la 2359 28/1/1955, 13).
composicin de un vino, el origen de un petrleo o la nobleza de un metal. Pero la
calidad de un mueble solo puede establecerla exactamente ese gran juez que es el
13
tiempo. Y desde 1864 ao en que abrimos nuestras puertas- el tiempo viene Recin en la dcada del sesenta, casi la mitad de las viviendas ocupadas de la
probando que los muebles de nuestra fbrica representan la calidad N 1, la ms ciudad comenzaron a disponer de lavarropas (46 %), dicha disponibilidad aument
segura y la que mayores garantas ofrece para una adquisicin ventajosa. en los siguientes cuarenta aos hasta alcanzar al 70 % (Snchez, Olmos 2010).
Contagiados de estos sentidos de posguerra, de valores Este mueble era dctil y adaptable a los requerimientos del ciclo de
imperecederos, el dispositivo emblemtico en este escenario result vida completo.
un mueble de De Caro Hermanos que era cama, silln, cuna, Estas concepciones de funcionalidad dctil asociadas a lo
y que era por lo tanto para toda la vida! (ver figura 13). imperecedero significaban ciertos dispositivos emergentes de la
sociedad de consumo de la dcada del cincuenta y los trascendan,
de tal manera de alcanzar, por contagio, a toda la cultura, pues,
como seala Landowsky, la cultura trabaja como un mecanismo
funcionante en base al contagio, que opera como el bostezo en los
seres humanos.
En lneas generales, en los mbitos acadmicos, disciplinares y
profesionales, las formas de contagio de la tecnologa en el espacio
domstico parten de un momento inicial en que la vivienda se
instituye enraizada en el paradigma tecnolgico, como mquina de
habitar (y que implica siempre un momento de obsolescencia), para
44 arribar, en la dcada del cincuenta a imaginarios de mxima
evolucin tecnolgica que se transferan al espacio fsico de las
viviendas que surga como imperecedero, dctil, sencillo y adaptable
a todo momento y situacin, y contagiado irremediablemente por las
concepciones culturales de la tecnologa en ese escenario histrico.
A continuacin se focalizar en el anlisis de los proyectos de
vivienda publicados en cuatro libros de editorial Contmpora que
editaba la revista Casas y Jardines: dos tomos de Viviendas
Argentinas. Seleccin de casas individuales (1941); La decoracin de
interiores (1944); y Viviendas para hoy y para siempre (1945). En
todos estos libros se compilaron los ejemplos ms significativos o los
ms representativos, de mayor repercusin, o ms valorados hasta
ese momento, publicados en la revista desde su lanzamiento en el
ao 1933. El inters que despiertan estos libros reside justamente en
la valoracin retrospectiva de los ejemplos seleccionados sobre el
total.
Figura 13. Publicidad de De Caro Hermanos (El Hogar 2359 28/1/1955, 58).
Se pondrn en relacin estos proyectos con los publicados en las Los proyectos de vivienda se presentaban a travs de imgenes, sean
revistas: Revista de Arquitectura, Nuestra Arquitectura y Mi Ranchito. plantas, vistas, cortes, perspectivas, croquis axonometras, y
La Revista de Arquitectura se caracteriz siempre por abarcar e fotografas de sus interiores y exteriores. La relevancia de las
intentar articular cuestiones acadmicas, disciplinares y imgenes, tanto de las publicaciones de difusin masiva como de las
profesionales. Nuestra Arquitectura se instituy en la dcada del especializadas, reside en las expectativas que generaban.
treinta como la revista destinada a difundir la arquitectura moderna, Se analizar la pista de las expectativas que generaban las
presentando de manera novedosa, una suerte de conciliacin entre imgenes, sus caractersticas y su especificidad, pues dichas
arte e industria. Mi Ranchito, comenz a editarse en el ao 1941 y expectativas son absolutamente determinantes e inductoras de las
se encumbr como un elemento de consulta para aquellos que interpretaciones sobre el espacio domstico. Se tendr en cuenta que
tenan ante s el problema de la construccin de la casa propia, ciertas interpretaciones estaban parcialmente constituidas antes
pero entendida como vivienda mnima y de bajo costo para los incluso de tener acceso concretamente a los mensajes visuales, se
sectores populares (MR 1941: 1) (ver figura 14). focalizar tambin, en las maneras en que las imgenes alimentan
los discursos y modulan su uso y su interpretacin (Joly 2003: 89),
y asimismo se hipotetizar sobre la ausencia de argumentacin
45 frente a situaciones de imgenes recurrentes para poder delimitar el
mbito de sus significaciones.
Si bien segn Eco no es posible establecer reglas o leyes que
indiquen qu interpretacin de un texto (iconogrfico o escrito) es
buena, existe al menos la posibilidad de determinar cul es mala.
Una buena explicacin del sentido de un texto surgira del vnculo
dialctico entre la intencin del texto, la intencin del autor y la
intencin del lector (Zamudio, Atorresi 2000: 23). Si bien en este
caso no se cuenta con los discursos de los lectores, posibles
destinatarios o usuarios, se entiende que tanto los discursos de los
textos escritos y de las imgenes entraban en resonancia con algunos
aspectos de sus concepciones de manera ms o menos profunda.
Figura 15. Publicidad de Ferrocarril Central Argentino (Casas y Jardines 1/1933, 3).
16
Fue publicado en Casas y Jardines en febrero de 1935 y se incluy en el primer
tomo de Viviendas Argentinas.
Figura 19. Publicidad del estudio y constructora de Marino e Inga (Casas y Jardines 2/1939: 60).
51
Figura 18. Fotografa del rancho del arquitecto Luis Aberastain Oro para su familia (Casas y Jardines 3/1935: 60).
Figura 20. Publicidad del estudio y constructora Reboursin (Casas y Jardines 1/1939: 60).
52
Figura 20. Publicidad del estudio y constructora Reboursin (Casas y Jardines 1/1939: 60).
Figura 21. Publicidad del estudio y constructora Machiavello (Casas y Jardines 3/1939: 137).
53
La estilstica conspiraba contra la pretendida claridad y franqueza de El Proyecto de modificacin del reglamento general de
las plantas. construcciones para el mejoramiento de las habitaciones de servicio
En las Viviendas Argentinas se comenzaban a poner en crisis las de Mendioroz, hizo eco de algunos de problemas que esta
concepciones academicistas del espacio domstico como un espacio concepcin segregativa de las habitaciones destinadas al servicio
destinado a la alta sociabilidad, protocolar y rebuscado. Si bien a domstico implicaba (1942). Parta del diagnstico de que las
travs de estos modelos se demostraba que la vida fuera de la condiciones impuestas a estos espacios los tornaban inhabitables,
ciudad poda ser simple, porque se corresponda con una nueva por su extrema reducida superficie, y porque en muchos casos
una generacin (y cultura suburbana) que era simple, franca carecan de iluminacin y ventilacin directa y natural. Pero sobre
y que iba derecho al fin que se propona (NA 1931 a: 51), a pesar todo, se estaba revisando el concepto de espacios no habitables
de estos enunciados, en un alto porcentaje de los planos aparecan en la vivienda, tales como los cuartos de planchar, roperos y
situaciones forzadas. Se creaban accesos de servicio independientes, bauleras, que en la prctica terminaban funcionando como
al punto tal de llegar a separar artificiosamente a las viviendas de la dormitorios de servicio. A partir de ese momento no se admitiran los
medianera para generarlos. Tambin dobles circulaciones muy locales inhabitables, sin iluminacin ni ventilacin, y todas las
forzadas para aislar el acceso a los dormitorios del rea destinada a habitaciones destinadas al personal domstico tendran acceso desde
54 la sociabilidad. el interior y a travs de espacios cerrados y con sus correspondientes
Estas cuestiones, fuertemente rechazadas como protocolares o servicios.
reminiscencias academicistas eran descalificadas pues no condecan
con la economa de recursos, y porque respondan a formas de 2. Contagios de la tecnologa de la dcada del cuarenta
habitar obsoletas. Pero por sobre todas las cosas, porque no se Hacia mediados de la dcada del cuarenta Prebisch sealaba que era
correspondan con las nuevas formas de habitar ms simples y en la edificacin suburbana en donde deban buscarse los
sencillas a desplegarse en los suburbios y lugares de descanso y sntomas que definan en forma precisa las caractersticas del
veraneo, y que surgan como modelo ideal. Las conceptualizaciones actual momento arquitectnico. Ya hacia fines de la dcada del
originarias acerca de lo domstico imponan una propia inercia de treinta, Vilar haba sealado que el concepto de hotelito de dos
ms largo alcance aunque se presumieran obsoletas. plantas haba sido reemplazado por el de la vivienda individual de
Otra cuestin que apareca sintomtica en las plantas eran los una planta, que era, adems, representativa de las nuevas formas de
senderos de piedra que se bifurcaban respecto del acceso principal. concebir el habitar y lo domstico (1938: 346).
Estos senderos llevaban a los dormitorios y baos de servicio, que no El programa, deba ser desarrollado de acuerdo a un
formaban parte de la vivienda, no estaban conectados entre s, preestablecido esquema terico, y tena un doble propsito
tenan acceso solo desde el exterior, y con medidas tan reducidas prctico (en la planta) y plstico (en la forma y en las fachadas).
que difcilmente podan concebirse como habitables. Los terrenos libres de medianeras y la ausencia de reglamentos
eran la piedra de toque de la cuestin nodal proyectual. De ah que dara, adems, una respuesta sencilla y humana a nuestros
que la mayora de las viviendas fueran desarrolladas en planta baja. propios problemas (1944: 14).
En este contexto suburbano, las experimentaciones se centraron en Estas elaboraciones tericas pensadas desde una nueva modernidad
lo formal como expresin directa y lgica de las nuevas tecnologas, global que se territorializaba quedaban redimidas de toda posible
mtodos y materiales de construccin; ahora s, liberados de obsolescencia por su anclaje esencial al territorio y porque daban
sujeciones artificiosas a ninguna retrica. En la memoria respuestas a problemas singulares y locales, pero sobre todo,
descriptiva de una obra de Vilar, ste sealaba: esenciales. Las viviendas as concebidas seran vigentes hoy y
siempre.
Todas las fachadas terminadas a ladrillo desnudo y revoque a base de Las viviendas para hoy y para siempre condensaron los nuevos
cemento blanco, tiene carcter de actualidad, el que est acentuado
adems por los ventanales provistos de cortinas a la veneciana, las que al paradigmas sobre lo domstico de la dcada del cuarenta respecto a
proyectar sus sombras dan movimiento y expresin a las fachadas; esto la adecuada relacin entre materiales y mtodos de construccin, el
hizo innecesario el empleo de recursos arquitectnicos artificiales. franco contacto con el exterior, la compatibilidad de lo pblico y lo
En los dos grabados pueden apreciarse, el efecto arquitectnico que se ha privado, y los criterios de creatividad aplicados a los modos de
obtenido en las fachadas, mediante la combinacin de las partes que se
habitar, que comenz a identificarse con el concepto de partido, y
55 dejaron a ladrillo desnudo con el resto de las paredes revocadas con
cemento blanco. que estaban centrados en el living.
(CyJ 1941: 474). Ya desde la dcada del treinta, el living haba comenzado a
configurarse como un espacio atomizado en donde mltiples
Las cortinas venecianas y la combinacin de materiales constituan el actividades en torno a la intimidad familiar y a la sociabilidad podan
efecto arquitectnico o recurso expresivo. An con materiales y desplegarse.
tcnicas tradicionales, el acto proyectual estaba signado por una
tica tecnolgica constructiva que devena de un nuevo estadio de lo
tecnolgico.
La arquitectura en el escenario histrico de la dcada del cuarenta
comenz a caracterizarse por la manera lcida y libre de afrontar el
problema arquitectnico que evidenciaba una nueva actitud
mental y moral clara ante ese problema (Prebisch 1944: 10-11).
Como seal Prebisch, esto implicaba un nuevo concepto de
recuperacin de los materiales y tcnicas tradicionales, pero desde
sus cualidades esenciales, con la finalidad de producir una
arquitectura de autntico regionalismo pensada con las manos, y
56
Figura 22. Publicidad de Fendrik hnos. (Casas y Jardines 10/7/1934).
Construir mi ranchito
Hacer inteligibles los modelos de vivienda desde el punto de vista
tecnolgico constructivo se constituy en el objetivo principal de Mi
57 Ranchito que tuvo desde el comienzo una seccin permanente de
ttulo Cmo se construye una casa. El horizonte de esta
publicacin era la vivienda autoconstruida suburbana, de superficie
reducida, destinada a los sectores populares. En esta revista se
abordaban todo tipo de estilos, materiales y tecnologas. Sealaban
en sus emisiones que si no encontraba en esas pginas el modelo
de casa que se ajustaba a sus necesidades, no deban
desalentarse y tenan que seguir comprando la revista, pues en algn
nmero lo encontraran.
La documentacin bsica consista en un croquis en perspectiva
desde la zona de acceso y una planta (ver figura 25).
66
En la vivienda en dos plantas de Siperman y Sordelli
67
68
Pero adems, este protagonismo tecnolgico haca alarde de lo expresivos. En la de Rojo y Borioli, la resolucin a partir de planos se
metdico que se transparentaba en sincera y franca apariencia. Los abrevaba de las experimentaciones neoplasticistas, y articulaba
encuentros de columnas y techos, de paredes de ladrillo con paredes planos murarios de piedra local y ladrillos.
de piedra, resultaban la caracterizacin principal de estas obras.
La vivienda de Rojo y Borioli, y la de Caveri, condensaron las Figura 36. Vivienda de Rojo y Borioli (EC 1945: 34-35).
concepciones ms acabadas de estas viviendas para hoy y para
siempre, a manera de artefactos tecnolgico-constructivos y
69
En la de Caveri se haca centro del alarde estructural como recurso.
La casa consista en una losa de ladrillos cermicos con vigas
invertidas de hormign armado y columnas formadas por perfiles
Grey 11. En la parte superior del techo, el tema protagnico era la
viga perimetral que sostena la losa de ladrillos cermicos y que
formaba, a su vez el taparrollos de la cortina. Limpieza estructural y
funcional eran las cualidades de esta vivienda, concebida a manera
de artefacto tecnolgico, con criterios proyectuales signados por el
ingenio.
70
En esta lnea signada por Rojo, Borioli y Caveri, las viviendas de Loos
fueron las ms contundentes. Plantas racionales, casi minimalistas,
con tecnologas tradicionales reconceptualizadas desde novedosos
criterios proyectuales y estructurales. En su "Bungalow para una
familia de cuatro personas" se conjugaban romanticismo y alarde
tecnolgico.
Bibliografa
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Arquitectura 8/1931, 20-27.
72 Acosta, Wladimiro. (1931 a) Arquitectura Contempornea, en:
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Casas y Jardines 10/1941, 474-477.
Colomina, Beatriz. (2006). La domesticidad en guerra. Barcelona:
Actar.
75
Valentino Tignanelli
Fernanda Lobo
Porque la lgica de la forma constituye y determina lo real, solo a travs de la
forma sustentamos nuestra propia realidad.
El decir de la forma,
Doberti. R
Forma
La forma es un producto cultural.
La forma es producida con objetivos claros y por eso puede ser leda
de diferentes maneras.
Las culturas, al igual que las formas, pueden ser clasificadas, las
culturas al igual que las formas pueden ser condicionadas. Las
formas y las culturas se agotan.
76 Las formas habitan smbolos extenuados de tanto uso, y los smbolos
se extinguen en las culturas que no pueden trasladarlos en el tiempo.
Las formas tienen nombre, los formatos tienen sentencias.
Cules son los formatos que permiten ligar a las formas producidas
por la cultura?
Parece como que todas las acciones surgirn siempre como respuesta
a un contexto determinado: regla y tablero en el que las piezas de
nuestro juego se dispondrn ante los jugadores que interactuarn
con ellas.
Figura 2. Espectadores, Especulaciones, Espacialidades
Tanto dentro como fuera del juego el espacio real involucra la
Gestacin posibilidad de separarse, y an cuando formemos parte del mismo la
idea de disociar objeto de espacio tambin oculta que constituimos a
Todo espacio es producto de las prcticas sociales, el habitar de las los objetos en singularidades del contexto arrastrando en sus rasgos
mismas delimita sus configuraciones y el ideario que gesta todos sus formales las reglas que habilitaron su morfognesis.
posibles ordenamientos. .
Juzgamos ese espacio real como un lugar tridimensional de pautas En los ltimos aos ante prcticas sociales ligadas a tecnologas
dadas por la interaccin entre el individuo y el contexto que inditas ha irrumpido un bullicioso proceso de elaboracin de un otro
mantienen siempre una escisin entre ambos. Un espacio con un espacio: nuevo, indmito, todava amorfo. Un espacio diferente al
nmero finito de integrantes, que tiene medida: es posible agotarlo; real que parece sostener mltiples espacialidades interconectadas
la materia ocupa espacio: hay lmites. entre s; un sitio habitado que no permite la modelizacin de s
mismo, y donde no hay diferencia entre significado y representacin,
Un espacio donde la distancia habita en la finitud como un patrn entre imagen y mensaje.
que permite dimensionar los objetos y la relacin entre ellos.
79
Figura 5. Realidad virtual, Realizar lo virtual, El azar es virtual
Figura 6. Habitar, Hablar, Habilitar Figura 7. a) Espacio real b) espacio virtual c) realidad virtual
Por ahora en los eV la escala medible es el tiempo; el nico vector
constante es el paso del tiempo. Todas las configuraciones espaciales
que se dan estn mediadas y generadas desde la temporalidad en
contraposicin del espacio real cuya tridimensionalidad implica la
interaccin entre sus partes como las de una relacin de distancia.
De esta manera podramos enunciar algunos sintagmas en relacin a
lo explicitado:
medida.
81 b) En el espacio virtual la forma no se re-significa sino que se
transforma. La forma se supera constantemente. Factor fundamental:
tiempo.
Los dispositivos son epicentros analgicos que viabilizan la Figura 9. Sujeto, Sujecin, Subjetivo
habitabilidad en el eV.
An no se ha llegado a conocer la forma final del eV pero se conoce
que cada vez tiene menos materia y ms interfaz. Interrogantes del eV
En el eV no existen maquetas, sino versiones beta, exegesis
proyectuales de una forma dada. Cmo son las formas producidas por el eV?
Nunca hay representaciones formales de un elemento explcito. Los Si entendemos a la clasificacin de figuras como determinadas por
propios usuarios son los que moldean esos procesos. Con las formas las dimensiones de los espacios continentes de las mismas,
podramos pensar que en el eV estamos ante una dimensin
interrogante en la que la forma se plantea en gestacin: en una sino en una dinmica constante en la que el accionar y el contexto se
morfognesis permanente. funden en una singularidad.
Una multiplicidad de catedrales gticas construyendo el mismo Las formas en el eV parecen existir por fuera de los diseadores que
templo en el mismo terreno. las constituyeron, evolucionan de manera distinta a la que fue
Si bien la representacin de la misma siempre responder a un planteada.
modelo digitalizado de un objeto perteneciente a la aprehensin real Si se sostiene que estos procesos de re significacin son una
sensible su lgica generativa deber responder a las reglas de esta constante en el tiempo, se debe alertar que en el eV esta
dimensin gestora. reutilizacin del objeto no se da en trminos de cambio de signo sino
en una transformacin formal de la composicin figurativa de la
Reiteramos: ya que en el eV la modificacin de la prctica social forma.
sucede en tiempo real y simultneamente que la transformacin del Al no haber modelos en el eV no existe la concrecin, o por lo menos
espacio, podemos decir que es una dialctica dinmica, donde la idea de concrecin que asociamos a el espacio real.
espacio y prctica se van modelando recprocamente.
No es posible replicar las reglas del espacio real en el eV. Es decir,
83 extrapolar las lgicas de un espacio a otro, esto es lo que separa al
eV de sistemas de representacin como el digital y la Realidad
Virtual, donde se genera una imagen de los objetos del espacio real
descontextualizados del mismo.
Lgicas que se desprenden de la interaccin entre usuarios y no Figura 10. La forma autnoma, interaccin de los usuarios en el eV
necesariamente por la interaccin de los mismos con el contexto,
La forma no se termina, no se finaliza y luego posteriormente es re
significada, sino que se transforma y despus vuelve a ser
transformada .
No hay diferencia entre generatriz y directriz. En este lapso de
transicin, el contexto aun no consolidado genera formas no
consolidadas .
En este accionar debemos preguntarnos
Cul es el rol del diseador en estas nuevas prcticas?
Director:
Alejandro Abaca
Equipo Editorial:
Eugenio Segui
Comit Acadmico:
Dra. Arq. Liliana Giordano (UBA, Buenos Aires)
Dra. Arq. Ins Moisset (CONICET, Crdoba)
Dra. Arq. Clara Ben Altabef (UNT, Tucumn)
88 Mg. Arq. Ariel Misuraca (UBA, Buenos Aires)
Mg. Arq. Homero Pellicer (UBA, Buenos Aires)
Esp. Dis. Fernanda Arias (Ecuador)
Esp. Arq. Ramn Galvis Centurin (Colombia)
Esp. Arq. Alejandro Abaca (UBA, Buenos Aires)
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Arq. Sergio Fernndez (UNNE, Chaco)
Arq. Fernando Giudici (UNSJ, San Juan)
Arq. Marina Lencinas (UBA, Buenos Aires)
Dis. Lucrecia Piattelli (UNDAV, Avellaneda)
fluidos de este decimotercer latido - - - - |- - - - - - -
por orden de aparicin
Valentino Tignanelli
Naci en 1991, es arquitecto, docente del rea de morfologa
e Investigador del Instituto de Espacialidad Humana en la
Facultad de Arquitectura, Diseo y Urbanismo de la
Universidad de Buenos Aires. Como coordinador de las
Jornadas de Reflexin Analgico-Digital y el Proyecto Fanzine
FADU ha realizado mltiples exposiciones tanto en
Requisitos para publicar.