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5 Fabulas

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FABULA

Fabula el Astrnomo
En un pas muy lejano, donde la ciencia es muy importante para
sus habitantes, haba un anciano astrnomo, le gustaba realizar
el mismo recorrido todas las noches para observar las estrellas.
Un da, uno de sus viejos colegas le dijo que haba aparecido un
extrao astro en el cielo, el anciano sali de la ciudad para
poder verlo con sus propios ojos. Muy emocionado estaba el
astrnomo mirando al cielo, no se dio cuenta que a pocos pasos
de l haba un agujero. Cuando se cay al agujero comenz a gritar pidiendo ayuda.
Cerca del agujero pasaba un hombre, el cual se acerc hasta el agujero para ver lo que
suceda; ya informado de lo que haba ocurrido, le dijo al anciano:
"Te ayudar a salir de ah, pero ten mucho cuidado la prxima vez que salgas por un lugar
que desconoces, tienes que estar muy atento por donde caminas ya que te puedes
encontrar con cualquier cosa en el suelo."
Moraleja: Antes de lanzarse a la aventura, hay que conocer el lugar por el que se transita.

Fabula la Pulga y el Hombre


Un hombre disfruta de un buen sueo, cuando comenz a sentir
picazn por todo el cuerpo. Molesto por la situacin, busc por
toda su cama para ver qu era lo que les estaba causando
tanta molestia. Tras su bsqueda encontr a una minscula
pulga y le dijo las siguientes palabras:
- Quin te crees que eres insignificante bicho, para estar
picndome por todo mi cuerpo y no dejarme disfrutar de mi
merecido descanso?
- Contest la pulga: "Disclpeme seor, no fue mi intencin molestarlo de ninguna manera;
le pido por favor que me deje seguir viviendo, ya que por mi pequeo tamao no creo que
lo pueda molestar mucho." El hombre rindose de las ocurrencias de la pulga, le dijo:
- Lo siento pequea pulga, pero no puedo hacer otra cosa que acabar con tu vida para
siempre, ya que no tengo ningn motivo para seguir aguantando tus picaduras, no importa
si es grande o pequeo que pueda ser el prejuicio que me causes.
Moraleja: todo aquel que le hace dao a otra persona, debe estar dispuesto a afrontar las
consecuencias.
Fabula los 3 Pjaros en la Cerca
Haba tres pjaros montados en una cerca. De esos tres, dos decidieron volar muy
lejos, mientras que el otro decidi quedarse en la cerca donde estaban. Cuantos
pjaros quedaron?

Quedaron 3 pjaros.

Moraleja: Decidir algo no es suficiente. Tienes que hacerlo!


Fabula el Len y el Mosquito
rase una vez un len, se encontraba muy tranquilo en la selva, cuando un
mosquito muy grande decidi hacerle la vida imposible.
"No creas que por ser ms grande que yo te tengo miedo!", dijo el mosquito
desafiando al len, conocido como el rey de la selva.

Luego de esas palabras, el mosquito ni corto ni perezoso, empez a zumbar le la


cabeza al len volando de un lado a otro, mientras que el len buscaba el
mosquito como loco.
El len ruga de la rabia ante el atrevimiento del mosquito y a pesar de sus intentos por matarlo, el mosquito lo picaba
en diferentes partes del cuerpo, hasta que el len demasiado cansado se derrumb en el suelo.
El mosquito sintindose victorioso, retom el camino por donde vino. En poco tiempo el mosquito se tropez con una
tela de araa y vencido se vio tambin.
Moraleja: No existen nunca peligros pequeos, ni tropiezos insignificantes.

EL CONGRESO DE RATONES
Haba una vez una familia de ratones que viva en la despensa de
una casa, pero temiendo siempre los ataques de un enorme
gato, los ratones no queran salir. Ya fuera de da o de noche este
terrible enemigo los tena vigilados.
Un buen da decidieron poner fin al problema, por lo que
celebraron una asamblea a peticin del jefe de los ratones, que
era el ms viejo de todos.
El jefe de los ratones dijo a los presentes:

- Os he mandado reunir para que entre todos encontremos una solucin. No podemos vivir
as!

- Pido la palabra! - Dijo un ratoncillo muy atento.

- Atemos un cascabel al gato, y as sabremos en todo momento por dnde anda.


Tan interesante propuesta fue aceptada por todos los roedores entre grandes aplausos y
felicidad. Con el cascabel estaran salvados, porque su campanilleo avisara de la llegada
del enemigo con el tiempo para ponerse a salvo.

- Silencio! Grit el ratn jefe, para luego decir:

- Queda pendiente una cuestin importante:

- Quin de todos le pone el cascabel al gato?


Al or esto, los ratoncitos se quedaron repentinamente callados, muy callados, porque no
podan contestar a aquella pregunta. Y corrieron de nuevo a sus cuevas-, hambrientos
y tristes.

Moraleja: es ms fcil proponer ideas que llevarlas a cabo.

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