Raiz de Amargura PDF
Raiz de Amargura PDF
Raiz de Amargura PDF
TEMA: LA AMARGURA
INTRODUCCION
Dentro de cada uno de nosotros existe aquel lugar, aquel espacio en nuestro
corazn tridimensional en donde se guarda los ms ocultos secretos y paradigmas
del ser espiritual. Nosotros hemos sido creados por el que todo lo puede por
aquel YO SOY.
A travs de los tiempos se han tenido la necesidad de buscar la respuesta a cada
una de los sntomas y repersecuciones que ha trado la desobediencia de nuestros
orgenes, aquellos que fueron creados por el celestial. Cuantas veces los
humanos se han preguntado por qu la vida ha trado ese yugo? Por qu a
medida que pasa el tiempo no hay felicidad? No hay salida? Solo hay angustias y
ansiedades. Pero hoy cuando conocemos al seor, al rey, al maestro entendemos
la ciencia, la sabidura y sobre todo entendemos lo que hay en cada templo,
abierto o no, es templo de un Dios vivo. All en ese templo esta lo oculto y lo
divino, y all esta aquello que cada uno niega en su ser, la Fe. Solo aquellos que
saben la verdad, saben lo que hay y lo que esperan, aun as, existen paradigmas,
tal como lo mencionamos al principio.
Porque la vida no es como debera ser en cada uno de los seres? Porque existe
la violencia y el desnimo? Existen cadenas, lazos que atan y llega a ser esas
races grandes de amargura que desencadenan ros de agua enlodada. Nuestros
antepasados, orgenes, que hasta el da de hoy llegan sus herencias, traen
consigo esas races, que hacen que nuestra vida no sea aquella dispuesta por
Dios en el momento de la creacin. La amargura es el lazo ms fuerte que el ser
humano tiene con el mundo, el mundo terrenal donde el prncipe es Satans,
aquel que ata cada da segn su necesidad. Por todo esto, seremos aquellos que,
aun viendo, que, aun escuchando, caemos en estos lazos y nos hundimos en las
profundidades del mar desierto. Cuando no perdonamos, cuando no tenemos ese
arrepentimiento ante aquel creador (DIOS), esa raz es ms fuerte y duraredera,
llevando enfermedad y destruccin.
No deben callar ni atemorizarse por lo que hay en esos tiempos, porque la palabra
est escrita, la palabra es una palabra viva, es una palabra que sana, es una
palabra que alivia las heridas ms profundas de cada uno de los corazones que
estn como templo. La amargura raz infame que sale de la oscuridad, puesta
para matar, para hurtar, para destruir el corazn y el templo de Dios en cada ser,
esa raz es aquella que debe ser cortada con fuerza y con discernimiento.
La amargura es todo aquello que desvanece lo divino y vuelca el ser a esa orbita
de la que todo quiere ver para creer. Pero hoy es cierto que digo que cada uno de
los que habitan esa tierra tienen en s lo ms preciado del universo y del creador,
la palabra lo cura todo, y ah es donde se debe mirar, porque la palabra es como
la medicina que quita el dolor y batalla con el demonio.
Por eso la amargura no tiene raz en aquellos que creen en el YO SOY, solo
levanta tu voz al padre y recibirs lo que necesitas para cortar races que no son
tuyas.
La amargura como lquido. Existen aguas amargas,
saladas, inmundas y de maldicin.
El Pueblo de Israel experiment la amargura cuando sali
de Egipto. Ex. 15: 22- 27
La amargura como lquido, las aguas que vierten nuestro cntaro, esas aguas son
amargas cuando no tenemos a cristo en nuestro corazn, cuando an tenemos
rencores y pecados en nuestro ser, los pecados que vienen del mundo, esas son
las aguas amargas, cuando desobedecemos y pasamos la tribulacin a un estado
de depresin y ansiedad, que solo est el enemigo en nuestra vida guiando la
razn y Cristo peleando la batalla para salvar nuestra alma. Las aguas son
nuestro espritu, cuando esta solo sin gua, cuando tiene el alma y la vuelve su
sierva de actos pecaminosos, as estaba el pueblo de Moiss, cuando encontr
una fuente de agua, pero amarga y no pudieron beber, porque no tenan al espiritu
de Dios en su corazn, no tenan la palabra del altsimo en su alma. As seguan
en su camino por que no haban clamado a Dios, as tambin deban de probar las
aguas saladas, un espritu con enfermedades, sufrimientos, enfermedades del
alma, dolor. Por eso lleva a desencadenar en aguas inmundas, donde hay una
combinacin del pecado y del sufrimiento, as cuando Moiss quiso llevar a su
pueblo a esa tierra prometida, muchos de ellos no llegaron por que dejaron que su
espritu se consumiera en aguas de maldicin, lejos de la mano de Dios, lejos del
arrepentimiento, porque en sus corazones solo haba pecado. Cuando en el
corazon prevalece el pecado solo se tendra de beber aguas amargas , Numeros
5:24 Y dara a beber a la mujer las aguas amargas que traen maldicin ; y
las aguas que obran maladicin entraran en ella para amargar, recordemos
que las aguas representan refrigerio y este refrigerio puede ser amargo o dulce
segn nuestro corazn.
Cuando Moiss clama a Dios, al ver que parte de su pueblo queran un cambio en
su espritu, queran beber agua dulce, agua que reconfortara sus almas, Dios le
contesto a Moiss, Dios le mostro un rbol que hecho al agua para que esta se
endulzase, ese rbol era la palabra de Dios, era su espritu, que los envolvi y los
perdono al ver el arrepentimiento y les dio agua dulce, limpio sus espritus, los
alimento con su palabra, su luz y les dio vida y conocimiento. Solo ah Dios le
muestra su poder y su misericordia a cambio de su arrepentimiento y su vida
nueva en l, el dejar de pecar y el obedecer , este era ese pacto para una vida
nueva en su mandato.
Malicia Stg. 1: 21; El hombre cuando su conciencia esta suelta sin conocimiento
de Dios, guarda malicia en su alma, lo que hace que todo lo que emprenda en su
vida sea de doble sentido y con resultados engaosos, lo que lleva a tener una
malicia en cada acto, planeando y programando su da a da sin importarle el dao
que pueda hacer a los que estn a su alrededor.
1 Pedro 2:1-2 ; Por tanto, desechando toda malicia y todo engao, e
hipocresas, envidias y toda difamacin, desead como nios recin nacidos,
la leche pura de la palabra, para que por ella crezcis para salvacin.
El espirtu santo nos dice como debemos actuar ante la malicia, como debemos
escapar ante el engao del enemigo y actuar como nios recien nacidos, sin
mancha , sin malicia, solo con la palabra pura del espritu de vida que nos regala
Dios.
Debemos ser prudentes y esperar en momentos de dificutad, sin maldecir, sin ira,
sin enojo, Santiago 1:19-20 Por esto, mis amados hermanos, todo hombre
sea pronto para a or, tardo para hablar, tardo para airarse; 20 porque la ira
del hombre no obra la justicia de Dios.
Nuestra alma, el tesoro ms preciado por Dios, la que debe estar sujeta a Dios,
as como nuestro espritu y nuestra carne. Pero cuando andamos en le mundo, se
viven situaciones que acarrea a la dureza del corazn y a la amargura del alma,
las tristezas, aflicciones, todo aquellos que nos ha hecho dao y que an no
hemos perdonado; una traicin, una palabra de desamor, desprecio, falta de
atencin, soledad, chismes, celos, envidia, comentarios mal intencionados. Todo
lo anterior implica enfermarse nuestro cuerpo, nuestro corazn, en donde
guardamos todo lo que nos alegra o nos entristece. Tantos son los motivos y las
circustancias que nos llevan a tener amargura en el alma , que tambin podemos
ver el hecho de no comunicarnos, de no hablar, de estar en silencio guardando en
nuestro corazn cada hecho, cada dolor, cada tristeza y dejando que crezca para
formar asi esa raz que se propaga, Job 7:11 por tanto, no refrenar mi boca;
hablar en la angustia de mi espritu, Y me quejare con la amargura de mi
alma
Evidencias: Trato rgido Ex. 1: 14; La raz de amargura del alma, se exterioriza
cuando el dolor entra en lo profundo y no tiene una barrera para confrontar esos
dardos. Solo el espritu santo nos coloca esa barrera. Cuando hay dureza en el
corazn, hay dureza en el trato con nuestros padres, hijos y dems personas que
estn a nuestro alrededor, brota esa raz de amargura dando espacio a que habite
el enemigo. Cuando exisite ese trato rgido, tambin permanecen en la dureza
para entender, para inclinarse y aceptar al espritu de Dios, Hechos 7:51,
Vosotros, que sois duros de cerviz e incircuncisos de corazn y de odos,
resists siempre al Espritu Santo; como hicieron vuestros padres, as
tambin hacis vosotros.
Esta clase de amargura, es aquella que ha avanzado , que del espritu y del alma
se evidencia en el cuerpo fsico, las enfermedades de la carne. En deuteronomio
32: especifica los frutos de la vid, las uvas segn la vid saldran de buena o mala
calidad, cuando tenemos una raz de amargura en nuestro interior estamos
demostrando que nuestra vid no es la vid verdadera, sino una vid engaosa, y
nosotros somos esas uvas ponsoozas o amargas. Algunas personas reflejan en
su rostro la amargura con la que conviven da a da, sus expresiones y sus
dolencias son las seales de esta enfermedad. Aca empiezan a habitar demonios
que se alimentan de esta parte. Cual es la verdadera vid? De la que debemos
depender? Juan 15: 1 Yo soy , la vid verdadera, y mi Padre es el labrador
Evidencias: Gritera Ef. 4: 31, Sal. 64: 3 ; Las seales de esta clase de amargura
se evidencia en las actitudes de las personas, en sus gestos, sus palabras,
palabras dolorosas, hirientes, que son como espadas con gran filo. Recordemos
que lo que hay en nuestro corazn de eso habla nuestra boca, Mateo 15:18 Pero
lo que sale de la boca, del corazn sale; y esto contamina al hombre. Todo
lo que albergamos en nuestro corazn sale a el exterior y contaminara todo aquel
que esta a nuestro alrededor.
Toda mala palabra trae amargura a nuestra alma y a la vez nos maldecimos,
cortar con esto, es no dejar campo a nada proveniniente del mundo, Colosenses
3:8; Pero ahora deben abandonar tambin la ira, el enojo, la malicia, la
blasfemia y las conversaciones obscenas.
Efesios 4:29, Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la
que sea buena para la necesaria edificacin, a fin de dar gracia a los
oyentes.
El demonio de amargura encierra todas las anteriores que vimos y sus evidencias,
hechos o seales de que existe, cuando abrimos la puerta al enemigo , el entra
con sus huestes de maldad, cada uno con su propio fin de destruccin del ser. 2
corintios 11: 3, Pero temo que como la serpiente con su astucia enga a
Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera
fidelidad a Cristo. Cuando caemos en depresiones, ir, celos, afliccin,
abatimiento, trsiteza y dems, estamos dejando que entren demonios de amargura
, cada uno con su objetivo en cada una de nuetsra reas.
Cada una de las personas deben ser concientes y sinceras consigo mismas, en
identificar las actividades que han realizado y que no vienen de Dios, ya sea para
hacerle daos a otros como para ser protagonistas en el mundo y ser aceptados
por el que no es de Dios. Cuando esto pasa estan encerrados en un crculo de
fuego del infierno y son guiados por el principe de las tinieblas , quien los mantiene
sujetos a espritus de adivinacin, vanidad, etc. Todo individuo que profese esta
clase de actividad no es agradable a Dios, 1 Samuel 15:23; Porque como
pecado de adivinacin es la rebelin, y como dolos e idolatra la
obstinacin. Por cuanto t desechaste la palabra de Jehov, l tambin te ha
desechado para que no seas rey.
Por cuanto, esta raz de amargura tambin es hererdada por las generaciones
pasadas que practicaron la hechicera y consutaron los espritus de adivinacin y
los muertos; tener conocimiento de esto es importante para sanar y cortar esta
raz para que esas vidas no sean consumidas en el fuego, Isaias 47:14, He aqu
que sern como tamo; fuego los quemar, no salvarn sus vidas del poder
de la llama; no quedar brasa para calentarse, ni lumbre a la cual se
sienten.
PROCEDIMIENTOS PARA LA SANIDAD
Para sanar esta clase de amargura debemos, primero, reconocer los pecados
que tenemos, las races que tenemos; segundo confesar con nombre propio cada
uno de esos pecados como la soberbia, la depresin, el chisme, los celos, entre
otros y arrepentirnos de corazn y renunciar a cada uno de ellos; tercero si
debemos perdonar a alguien que nos ha ofendido, nos ha traicionado, ha hablado
de nosotros, debemos decirlo con nombre propio y perdonar de corazn ; cuarto
reconocer que solo Cristo nos puede limpiar lo que tenemos en nuetsro corazn,
que nos puede perdonar con amor y entregarnos a el totalmente, y as llenarnos
del espritu santo, 1 Juan 1:7-9 pero si andamos en luz como l esta en luz,
tenemos comunin unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos
limpia de todo pecado. Si decimos que no tenemos pecado, nos engaamos
a nosotros mismos, y la verdad no est en nosotros. Si confesamos
nuestros pecados, l es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y
limpiarnos de toda maldad.
Cuando declaramos , estamos dando por cierto que todo mal es ta fuera de
nuetsra vida, declarar es exponer, es afirmar, Cristo declaraba constantemente a
sus disicipulos, Marcos 4:34, Y sin parbolas no les hablaba; aunque a sus
discpulos en particular les declaraba todo.
Cuando declaramos que somos hijos de Dios estamos decretando que tenemos
derecho a lo que el ha enseado, somos de su linaje, y nos dio autoridad para no
estar ms cautivos, si no libres en su palabra , para servirle con cada uno de los
ministerios y dones que nos da, Efesios 4:8; Por lo cual dice: Subiendo a lo
alto, llev cautiva la cautividad, Y dio dones a los hombres. Efesios 4:11-
16; Y l mismo constituy a unos, apstoles; a otros, profetas; a otros,
evangelistas; a otros, pastores y maestros.
El enemigo es debl ante el perdn y el amor, por eso debemos ser obedientes
con lo que nuestro seor ha proclamado que hagamos con nuestros enemigos,
PERDONAR , Colosenses 3:13; soportndoos unos a otros, y perdonndoos
unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os
perdon, as tambin hacedlo vosotros. Pero tambin es sumamente
necesario confesar ante Cristo nuestros errores, nuestros pecados y tener ese
arrepentimieto puro en nuetra alma y corazn, 1 Juan 1:9; Si confesamos
nuestros pecados, l es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y
limpiarnos de toda maldad. Por que solo as el se proclama como nuestro Dios
para limpiarnos de toda maldad que el enemigo ha puesto en nuestro ser, estemos
atentos a las acechanzas y no caer en el abismo del mundo donde el prncipe es
de las tinieblas.
Tenemos la palabra de Dios, all esta cada una de las advertencias y los secretos
con que podemos combatir al enemigo, por que el sabi lo que venia y sabi
contra quien debiamos luchar, por eso hermanos no paren de seguir en el camino
de Cristo, ese camino que es perdurable, eterno y lleno de enseanzas con las
que podemos salvar a todos aquellos que no conocen la gloria de Dios. Cristo es
nuestro defensor, solo el podra salvarnos y defendernos de la oscuridad perpetua,
1 Juan 2:1-2; Hijitos mos, estas cosas os escribo para que no pequis; y si
alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el
justo. Y l es la propiciacin por nuestros pecados; y no solamente por los
nuestros, sino tambin por los de todo el mundo.
Todos tenemos un da de tristeza , pero esa tristeza debemos entregarla a Cristo y
no dar lugar al enemigo, no abrir esa puerta, y tengamos la seguridad que ese da
de tristeza una vez entregada a Cristo no dara lugar para que entre el enemigo a
destruir nuestra vida, Salmos 18:18; Me asaltaron en el da de mi quebranto,
Mas Jehov fue mi apoyo.