16 de Julio Grito Libertario Del Departamento de La Paz
16 de Julio Grito Libertario Del Departamento de La Paz
16 de Julio Grito Libertario Del Departamento de La Paz
REVOLUCION DEL 16 DE JULIO Desde tiempo atrs que se reunan clandestinamente los
revolucionarios paceos, de modo que para la llegada de los emisarios chuquisaqueos, se daban
ya los ltimos toques a una sublevacin cuidadosamente preparada. La que finalmente estall en
la tarde del l6 de Julio de 1809, aprovechando la tradicional celebracin de la festividad de la
Virgen del Carmen.
A eso de las siete de la noche, cuando se realizaba la procesin los revolucionarios tomaron el
cuartel de Veteranos, pidieron Cabildo Abierto y depusieron al gobernador Tadeo Dvila, al obispo
Remigio de la Santa y Ortega y organizaron una Junta Tuitiva cuy presidencia y jefatura de las
tropas se encomend al patriota Pedro Domingo Murillo.
El 27de julio se lanz la famosa proclama de la Junta cuya redaccin se atribuy al sacerdote
Medina y que declara abiertamente la independencia de las colonias, siendo el primer documento
de esta ndole en Amrica. Fue enviado a las principales ciudades en espera de su
pronunciamiento. En su parte final- Proclama: Valerosos habitantes de. La-Paz y de- todo el
Imperio del Per, revelad vuestros proyectos para la ejecucin, aprovechaos de tas circunstancias
en que estamos, no miris con. Desdn fa felicidad d nuestro suelo ni perdis jams de vista la
unin que debe reinar entre todos, para ser en adelante tan felices como desgraciados. Hasta el
presente".
Poco despus llegaron las fuerzas de Goyeneche qu obligaron a los Patriotas a replegarse a los
Yungas donde entre octubre y noviembre fueron derrotados en los combates de lrupana y
Chicaloma.
Los primeros das de diciembre Murillo fue apresado en Zongo. Luego fueron Cayendo los
restantes cabecillas otros como Castro y Lanza ya haban sido ajusticiados. Como Goyeneche haba
sido acusado de cariotino, extrem su crueldad con los patriotas para lavar ests sospechas.
Algunos patriotas fueron condenados a prisin perpetua en las Malvinas y las Filipinas previa
confiscacin de sus bienes.
El 29 de enero de 1810 se cumpli la sentencia de muerte para nueve patriotas que la Historia
conoce con el nombre de Protomartires de la Independencia: Pedro Domingo Murillo, Juan
Antbnio Figueroa, Basilio Catacora, Apolinar Jen, Buenaventura Bueno, Jun Bautista Sagarnaga,
Melchor Jimnez, Mariano Graneros y Gregorio Garcia Lanza; este ltimo hermano de Victorio
Garca Lanza que fue ajusticiado junt a Castro luego del combate de Chicaloma.
Antes de morir, Murillo pronunci lo que haba de ser una verdadera profeca: 'Compatriotas, yo
muero, pero la tea que dejo encendida
ya nadie la podr apagar"
25 de mayo de 1809, primer grito libertario en Chuquisaca
A comienzos del siglo XIX, la ciudad de Chuquisaca segua siendo uno de los centros privilegiados despus
de Lima y Buenos Aires, equidistante entre ambas capitales y vecina de uno de los mayores reservorios de
Plata que el mundo ha conocido: Potos. Sede de la Real Audiencia de Charcas y de la Universidad de San
Francisco Xavier.
La primera tena bajo su jurisdiccin inconmensurables territorios que se extendan desde la costa del Pacfico
y comprendan gran parte de la cuenca del ro de La Plata y de Moxos, abarcando el norte argentino y
prcticamente todo el desrtico chaco boreal. La Universidad, por otra parte (fundada en 1624 por el jesuita
Juan Fras de Herrn), se hizo clebre en los dominios de la Real Audiencia de Charcas por su famosa
Academia Carolina, en la que los abogados iniciaban el ejercicio pleno del derecho y administraban las Leyes
De ah que no fue casual que en Chuquisaca y en los claustros de San Francisco Xavier fermentara durante
dcadas (desde fines del siglo XVIII, cuando se produjeron los levantamientos indgenas liderados por Toms
Katari, Tupac Amaru y Julin Apaza) la idea revolucionaria de la independencia de la corona espaola. El
proceso fue madurando, cocinndose a fuego lento bajo el influjo de los movimientos enciclopedistas que
alborotaban y encendan pasiones clandestinas por la libertad y la emancipacin del yugo monrquico.
Una convergencia de idelogos de los Virreinatos de Lima y del Ro de La Plata se produjo en Chuquisaca y
llev adelante el proceso revolucionario que culminara el jueves 25 de mayo de 1809 a las seis de la tarde.
Para entonces, la Universidad era un hervidero de noticias, rumores y especulaciones sobre la situacin de la
gran Metrpoli que un ao antes, el 2 de mayo de 1808, se haba rebelado en las calles contra la invasin de
Jos Bonaparte, impuesto por su hermano, el emperador Napolen Bonaparte, iniciando la guerra de la
independencia de Francia. Francisco Goya y Lucientes ha dejado plasmado ese da de furia en su alucinante
La intelectualidad universitaria, autntica lite de la ciudad y del Alto Per, estaba buscando una oportunidad,
una coartada para lanzar lo que despus se convertira legtimamente en el primer grito libertario.
Los historiadores que han buceado los remotos
centralismo de la corona que pesaba como un dogal sobre los criollos e indgenas. Tambin influyeron, desde
luego, las piadosas crticas de religiosos (como Fray Bartolom de las Casas), que haban plantado junto a los
conquistadores la fe en Cristo, sobre el rgimen de servidumbre que padecan los americanos y el despotismo
que emanaba de sus actuaciones, dirigidas casi exclusivamente a engrosar las arcas de la corona.
No estaban lejanas, asimismo, en la conciencia de los sbditos, las gloriosas epopeyas escritas en la
Revolucin Francesa y en la Independencia de los Estados Unidos de Norte Amrica. De la primera, el ideario
de libertad, igualdad y fraternidad, sonaba como msica en los espritus libertarios que convertan aquellas
gestas en modelos a seguir para acabar de una vez y para siempre con el dominio espaol.
Tal fue el fermento, el verdadero caldo de cultivo del levantamiento del 25 de mayo de 1809. Sus efectos
iniciales, constreidos en principio a la sublevada Chuquisaca y a sus oidores, pronto se dejaran sentir, como
efecto domin en otras ciudades del Virreinato, y, por supuesto, de la inconmensurable Audiencia de Charcas.
Razones de ndole econmica vinculadas al comercio entre las colonias y la Pennsula se entremezclan en
toda esta vorgine que precedi a esa improbable tarde de otoo en la que la pasividad de la ciudad y de sus
gentes de rancio abolengo cedi la iniciativa a la euforia popular, desencadenada por un arresto ordenado por
mercancas entre Espaa y las colonias desalentaba la expansin y venta de los productos, mayormente
minerales, con los que alimentaba Amrica a la economa del Imperio. La produccin de minerales, basada en
un sistema de esclavitud de los indgenas, enriqueci a la corona, pero, del mismo modo, convirti a Inglaterra
latitudes del Virreinato y aviv, en Buenos Aires como en Charcas, la idea de la emancipacin.
Universidad de San Francisco Xavier y cuya autora correspondera, por propia confesin, a
Jaime Zudez (en respuesta a los papeles recibidos de Jos Manuel de Goyeneche y de la
personal con el Monarca y no a sus reinos metropolitanos. Si el legtimo Rey ha abdicado, aquel
pacto ha dejado de existir y, por tanto, el intruso (Jos Bonaparte) no merece obediencia; sus
autoridades deben cesar en sus funciones, y las provincias deben proveer su gobierno.
La crisis del imperio espaol, desgastado por permanentes guerras contra los ingleses, debilit
profundamente la tuicin que ejerca (casi a control remoto) desde Madrid sobre los vastos
Fernando VII, crearon un panorama de confusin en las colonias. Espaa estaba, en aquellos
los franceses, que en atender y entender los inequvocos sntomas de rebelda en Amrica,
Paz por Toms Katari, Tupac Amaru y Tupac Katari en 1780 y 1781.
Tupac Katari, un hombre con indmito carcter
A los 30 aos, Julin Apaza, Tupac Katari, era un hombre curtido por una vida de vicisitudes.
Vivi en circunstancias difciles: las de un pobre comunario asentado en un ayllu rural del
altiplano. Una presumible poliomielitis lo haba dejado con las piernas retorcidas. Esta aparente
debilidad no le impeda desarrollar una energa slo comparable con su indmito carcter. Desde
esclavizante de las minas y, por supuesto, el poder econmico que conllevaba la industria
minera colonial.
Trashumante en actividades comerciales, recorri palmo a palmo las provincias del altiplano.
Tompson aade que estaba acostumbrado a tratos bruscos con los otros indios, cholos y
mestizos que llevaban sus caravanas de llamas o recuas de mulas por las mismas rutas, y a
travs de sus encuentros escuch historias acerca de los lugares ms distantes del reino. En
sus viajes conoci sobre la vida de la gente que resida en el altiplano y en los valles
interandinos. Adquiri con el tiempo y sus relaciones comerciales un amplio conocimiento de los
modos de dominacin colonial cotidianos y sutiles, as como de los sufrimientos comunes de los