Lado Oscuro Del Oxigeno
Lado Oscuro Del Oxigeno
Lado Oscuro Del Oxigeno
Abiticos
1. Alta irradiacin
2. Sequa
3. Hiperoxia
4. Anoxia
5. Deficiencia mineral
6. Bajas temperaturas
7. Altas temperaturas
Biticos
1. Infecciones bacterianas, fngicas y virales
Xenobiticos
1. Herbicidas redox-cclicos: paraquat, diquat
2. Contaminantes atmosfricos: SO2, NO, NO2, ozono
3. Metales pesados
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Puesto que la mayor parte de las EROs son generadas en cloroplastos durante el
transporte fotosinttico de electrones, es natural que los componentes plastdicos se
conviertan en blancos preferidos del dao oxidativo. Las molculas daadas y la
naturaleza del efecto dependen de la ERO y del tipo de estrs. El radical O2.- y el H2O2
son ms estables, menos reactivos, y en consecuencia, menos txicos (Fridovich, 1998).
Sin embargo, ambos tienen blancos especficos. Los complejos hierro-azufre de las
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El 1O2 es mucho ms reactivo, y una vez formado reacciona rpidamente con lpidos,
pigmentos y protenas que se encuentren prximas a su sitio de produccin,
especialmente en la regin del FSII (Niyogi, 1999). Los efectos ms conspicuos son la
degradacin de clorofila y otros pigmentos fotosintticos, la destruccin de la protena
D1 del FSII y la formacin de radicales orgnicos en los lpidos de membrana,
particularmente aquellos que contienen cidos grasos con enlaces insaturados (Aro y
col., 1993). Estos ltimos desencadenan cadenas autopropagantes de oxidacin,
extendiendo el dao a otras regiones de la membrana (Baroli y Melis, 1998).
Sin embargo, la ms txica de todas las EROs es el radical hidroxilo, cuya reactividad
es tal que reacciona con cualquier grupo electroflico ubicado en su proximidad.
Normalmente, este compuesto se desplaza no ms de 3-5 radios moleculares antes de
tomar contacto y destruir lo que encuentre a su paso: lpidos, protenas y cidos
nucleicos (Fridovich, 1998). Puesto que la formacin de OH. requiere un ion ferroso
(Ec. 1), la mayor parte del dao tiene lugar en sitios de unin de este metal a
biomolculas. Entre las protenas, Rubisco y glutamina sintetasa son blancos preferidos
(Palatnik y col., 1999), pero es concebible que la mayor parte del dao ocurra a nivel
del ADN, por daos a la doble hlice en regiones donde se ha unido hierro (Fridovich,
1998).
Mecanismos de defensa
La mayor parte del exceso de energa es, no obstante, disipado en forma de calor
(disipacin no fotoqumica). Este proceso es mediado por el gradiente protomotriz
generado a travs de la membrana tilacoide por el propio transporte de electrones, el
cual estimula la sntesis de xantfilas capaces de absorber y disipar la energa en ciclos
de excitacin y desexcitacin no fotoqumica, evitando la acumulacin de clorofila
triplete y 1O2. Este mecanismo puede controlar hasta el 80 % de los fotones absorbidos
(Demming-Adams y col., 1996).
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Fig. 3. Vas de contencin de EROs en plantas. A) El exceso de luz captado por el complejo
antena colector (LHC) puede ser disipado por redistribucin de los componentes LHC o por
calor. B) Niveles anormalmente altos de NADPH son oxidados en diferentes vas metablicas
(v. g., fotorrespiracin). C) El superxido propagado a nivel del FSI es eliminado en el ciclo del
agua por la actividad concertada de SOD, APX y ferredoxina (Fd). D) El perxido y superxido
que escapan a esta detoxificacin son reducidos en el estroma por una va en la que intervienen
SOD, APX, monodehidroascorbato reductasa (MDAR), dehidroascorbato reductasa (DHAR) y
glutatin reductasa (GR). Asc, ascorbato; MDAsc, monodehidroascorbato; GSSG, glutatin
oxidado; GSH, glutatin reducido.
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La utilizacin del O2 como aceptor electrnico alternativo puede servir tambin como
mecanismo disipativo en varios procesos (Osmond y Grace, 1995). En primer trmino a
travs de la fotorrespiracin, donde el O2 es inicialmente empleado por Rubisco como
sustrato alternativo a CO2 a travs de su actividad oxigenasa, generando fosfoglicolato
en lugar de 3-fosfoglicerato. Este metabolismo es funcional en plantas de tipo C3 e
involucra rutas que operan en mitocondrias y peroxisomas, adems del cloroplasto. Su
funcionamiento evita la sobrerreduccin de la cadena. Un efecto semejante produce el
aumento del transporte de electrones cclico alrededor del FSII, que es estimulado bajo
condiciones de estrs (Golding y Johnson, 2003). Alternativamente, el O2.- producido
por la reaccin de Mehler, luego de su dismutacin por superxido dismutasa (SOD), es
convertido en H2O2. Esta EROs es reducida a agua por accin de una ascorbato
peroxidasa (APX) unida a membrana, con formacin de dehidroascorbato (DHAsc). El
DHAsc producido en esta reaccin es convertido nuevamente en ascorbato por reaccin
directa con la ferredoxina reducida por la propia cadena. Este proceso se conoce como
ciclo del agua (Asada, 1999), ya que cantidades estequiomtricas de agua son
producidas en el FSII y consumidas en el FSI, sin consumo neto de O2 o NADP(H). El
H2O2 que escapa a esta va de detoxificacin difunde hacia el estroma, donde es
reducido por la accin de isoformas solubles de SOD y APX (Fig. 2). En este caso, el
ascorbato es recuperado por la accin de reductasas dependientes de glutatin, y ste a
su vez por glutatin reductasa dependiente de NADPH (Asada, 1999). Esta va cumple
as una doble funcin, favoreciendo la detoxificacin de H2O2 y disminuyendo la
concentracin de NADPH, por lo cual la presin electrnica sobre la cadena es aliviada
a varios niveles. Por ltimo, el descubrimiento de una oxidasa alternativa terminal en
cloroplastos, semejante a la que existe en mitocondrias, ha sugerido la existencia de una
clororrespiracin, que podra cumplir funciones disipativas equivalentes a las
descriptas en mitocondrias (Peltier y Cournac, 2002).
Cuando los mecanismos disipativos resultan superados por la intensidad del estrs, la
segunda lnea de defensa entra en accin, evitando su acumulacin mediante la
destruccin qumica y enzimtica por antioxidantes. Los antioxidantes qumicos pueden
ser liposolubles o hidrosolubles, operando en consecuencia a nivel de membrana o del
estroma. Entre los primeros se destacan los carotenos, xantfilas y tocoferoles, que son
capaces de eliminar H2O2, O2.-, 1O2 y OH., e inhiben la peroxidacin de lpidos,
interrumpiendo la propagacin de ciclos oxidativos entre radicales orgnicos (Fryer,
1992; Demming-Adams y col., 1996). Los antioxidantes solubles ms abundantes en
plantas son el ascorbato y el glutatin, que reaccionan directamente con O2.- y OH.
generados in situ (Noctor y Foyer, 1998). Es importante hacer notar que muchos de
estos compuestos, adems de sus reacciones directas de detoxificacin, contribuyen a
los procesos disipativos de la primera lnea de defensa. Por ejemplo, las xantfilas no
solamente destruyen 1O2 sino que adems evitan su formacin reaccionando con las
molculas excitadas de clorofila triplete (Fig. 3). Por su parte, ascorbato proporciona el
poder reductor para el ciclo del agua y para la regeneracin de tocoferoles a partir de los
radicales cromanoxil oxidados, mientras que glutatin contribuye a la recuperacin de
ascorbato y adems a la reparacin de enzimas con tioles esenciales oxidados. Estos
ejemplos ilustran la compleja interrelacin que existe entre los distintos componentes y
niveles de proteccin antioxidante (Fig. 3).
Otro tanto ocurre con las enzimas responsables de la detoxificacin, tales como las
mltiples isoformas de SOD, APX, peroxidasas, catalasas y peroxirredoxinas, que
eliminan directamente O2.- y perxidos, y tambin participan en las vas de prevencin
antes mencionadas (Allen, 1995; Niyogi, 1999; Dietz, 2003). Es importante hacer notar
en este contexto que las EROs ms txicas, OH. y 1O2, son demasiado reactivas para ser
eliminadas enzimticamente, resaltando la importancia de los sistemas de prevencin y
de los antioxidantes qumicos dentro de la estrategia general de proteccin.
Cuando la intensidad del estrs es tal que la acumulacin de EROs no puede ser
contenida por la accin de los componentes de las dos primeras barreras, el resultado
neto es estrs oxidativo y en el corto plazo, dao. Entran en accin entonces los
sistemas de reparacin, que involucran un gran nmero de enzimas capaces de
reconstruir o de reemplazar, mediante sntesis de novo, los lpidos, pigmentos, protenas
y cidos nucleicos daados durante la crisis oxidativa (Aro y col., 1993). Al igual que
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los componentes de las otras lneas de defensa, muchas de estas enzimas son inducidas
de manera adaptativa al comienzo del estrs o a niveles subletales de ste.
Una dilatada serie de experimentos genticos y fisiolgicos han dejado en claro que la
tolerancia intrnseca de plantas a las ofensas ambientales es determinada por factores
multignicos de incidencia cuantitativa que son muy difciles de manejar por mtodos
de mejoramiento clsico (Estill y col., 1993; Stone y col., 1993). El descubrimiento de
que muchas de estas condiciones adversas involucran procesos oxidativos que son
responsables de una parte sustancial del dao sufrido por la planta estresada estimularon
el desarrollo de plantas transgnicas que expresen niveles aumentados de uno o ms
componentes de la barrera antioxidante de la clula (Foyer y col., 1995; Kozaki y
Takeba, 1996; Dek y col., 1999; Yoshimura y col., 2003; Murgia y col., 2004). Estos
intentos han tenido un xito relativo, lo cual no es enteramente sorprendente teniendo en
cuenta la complejidad e interrelacin de los sistemas protectores endgenos. Como
compensacin, las lneas que presentan un aumento de la tolerancia, aunque sea
modesto, normalmente manifiestan resistencia cruzada a diferentes fuentes de estrs
ambiental. Este hecho tampoco es inesperado, si consideramos la universalidad de la
componente oxidativa durante los episodios de estrs ambiental.
Una estrategia alternativa que ha sido ensayada con cierto xito es la sobreexpresin de
respuestas protectoras generales, normalmente en la forma de factores de transcripcin
que afectan la expresin de muchos genes (Kasuga y col., 1999; Chen y Murata, 2002;
Kim y col., 2004; Mukhopadhyay y col., 2004). El inconveniente de esta metodologa (y
de la anterior), es que resulta difcil no perturbar la homeostasis existente en la clula al
modificar los contenidos relativos de uno o muchos componentes. Es importante tener
en cuenta que las EROs ms estables, muy especialmente H2O2, cumplen funciones
fundamentales en la clula como mensajeros difusibles (Apel y Hirt, 2004), por lo cual
su eliminacin completa tendra efectos catastrficos. Una alternativa que aparece como
atractiva en este contexto es el uso de sistemas antioxidantes ajenos a la fisiologa
vegetal, que puedan interactuar con algunos componentes endgenos pero sin introducir
perturbaciones de gran magnitud en la dinmica redox de la clula hospedera. Las
bacterias aerobias y facultativas ofrecen en este sentido un amplio repertorio de tales
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