Sentido Practico-Intervencion y Subjetividad
Sentido Practico-Intervencion y Subjetividad
Sentido Practico-Intervencion y Subjetividad
1. Todo discurso y mucho ms, toda forma de intervencin, remiten siempre a un _ot_r_o
(diferencia o alteridad) y a un modo de construir vnculos, relaciones; respecto de
dicha alteridad, nuestro discurso/intervencin parten de un a priori, que se establece
en la forma como concebimos dicha diferencia o alteridad; habitualmente pensamos
que ello reside en las pautas expresas y conscientes de valoracin y ponderacin del
otro (1).
El enunciado anterior -la primera tesis- plantea que las prcticas de intervencin
ligadas a cuerpos tericos y disciplinares (tal el caso de la intervencin del trabajador/a
social, el psiclogo/a, etc.) son generadora s de mundos vinculares, de rdenes de
relaciones con los otros/as, que aqu llamaremos "diferencia o alteridad". Asimismo
que, a la base de dicho vnculo o vinculacin existe siempre un a priori: una
percepcin, concepcin, valoracin, ponderacin de la diferencia o alteridad. La
cuestin que se discute ahora, entonces, y ms en la tesis siguiente, es el carcter de ese
a priori , en qu se asienta o fundamenta. La primera tesis adelanta una respuesta que
ser tratada con ms desarrollo y crtica en la tesis segunda; es importante advertir que
inicialmente aqu se afirma que de modo habitual se tiene la creencia de que dicho a
priori se funda en las teoras del cuerpo disciplinar del que se parte; es decir, como lo
seala el enunciado de la tesis, "en pautas expresas Y conscientes de valoracin y
ponderacin" de la alteridad o diferencia. En otras palabras, una suerte de sentido
comn imperante en el mundo cientfico-social cree que las representaciones,
enunciados e interacciones construidos terica y planificadamente acerca de los otros/as
son, de ltimas, el fundamento de nuestras concepciones de la alteridad y del sentido de
nuestras prcticas de intervencin con la misma. La segunda tesis avanzar sobre sto y
plantear una crtica fundamental.
4.1. Qu es lo que desconoce, entonces, esta visin que ha sido llamada aqu
"racionalista-voluntarista"? que la constitucin del sentido del otro y de la intervencin,
presentes en nuestro discurso y nuestras prcticas, no se derivan nunca, a priori, de la
lgica del discurso y la accin concientes, intencionales y voluntarios; porque siempre
pensamos y obramos desde un sentido prctico que -parcialmente - nos
determina. Lo que se impugna aqu es la creencia (ya sea de sentido comn o
cientfica) de que el sentido de la alteridad que se tiene en la profesin y en el campo de
intervencin derivado de la misma, se deducen de los conceptos y categoras cientficas
y la prctica planificada. Dicho de otra forma, que el vnculo construido y su sentido (el
sentido de Ego, Alter y sus vinculaciones/relaciones en la prctica de la intervencin)
son un producto directo y/o inmediato de la razn lgico-instrumental. Se ha dicho
anteriormente que esta no es, sino, una concepcin ingenua , un indeologismo; al
moverse totalmente en el "paradigma de la conciencia", desconoce sus determinantes y,
por ello mismo, los determinantes que operan ligados a la racionalidad cientfica.
Hemos introducido el concepto de "sentido prctico" como el determinante
desconocido por las concepciones idealistas, voluntaristas y positivistas. Expresado de
esta manera, pareciera extractado inmediatamente de la obra de P. Bourdieu (8), quien
habl tanto de "razones prcticas" como de "sentido prctico" (ambas expresiones,
ttulos de dos libros suyos, adems). Uno podr encontrar, por ej. en el libro
Respuestas, un sinnmero de referencias y "definiciones" del hbitus y el sentido
prctico, dos conceptos fuertemente articulados en su obra. En realidad, adems de
Bourdieu, al mencionar este concepto de "sentido prctico" tenemos en cuenta una
serie de antecedentes fundamentales para entenderlo y que no son ajenos a la formacin
y contexto donde se desarroll el reconocido socilogo francs. En este sentido, se
piensa aqu tambin en las "estructuras significativas" de Lucien Goldmann, el
concepto dinmico de estructuras de Piaget, un Lvi-Strauss revisado y corregido, etc.
Incluso, toda esta problemtica sera incomprensible sin Freud y Marx (9).
Pues bien, suponiendo que el posible o eventual lector de estas lneas posea un
bsico conocimiento de este concepto, es que aqu se quiere enfatizar en su rol de
determinante de la conciencia intencional y la prctica planificada; adems, como
enseguida diremos, en la necesidad de una especfica articulacin entre el mismo (el
sentido prctico) y el orden de la conciencia intencional. En concordancia con lo que se
viene afirmando diremos que siempre que elaboramos discursos cientficos y
planificamos prcticas de intervencin subsecuentes (como cuando dichos discursos y
prcticas son de sentido comn, o de otras formas de conocer y actuar, tambin), lo
hacemos desde un sentido prctico que es tanto constitutivo de nuestra subjetividad,
cuanto fuente generadora y soporte del sentido de la alteridad y los vnculos que con la
misma se construyen. Es por ello que -como se ha reiterado antes- el sentido prctico
es determinante del orden de la conciencia y la prctica intencional es (sean ellas
cientficas o n). Determinante a priori, pero no absoluto, lo cual nos permitir una
reflexin sobre el mismo y su paulatina y parcial modificacin/resignificacin. Para
comprender este punto esencial es de mucha importancia recordar los anlisis de A.
Giddens sobre "el doble rol de las estructuras" (lO).
Por ltimo, es necesario explicitar que el "sentido prctico" es constitutivo de nuestra
subjetividad, en la forma de estructuras no conscientes de ponderacin de la realidad,
intemalizadas va socializacin (primaria, bsicamente; pero hay que aadir que por
toda forma de socializacin, en sentido fuerte, aprehendemos estructuras objetivas de la
realidad para integrarlas como instancias de nuestra subjetividad). Siempre y a priori, es
desde estas estructuras objetivas que pensamos, hablamos, interactuamos, juzgamos,
etc. All reside la fuente de nuestro "imaginario", como hoy se denominan las
representaciones; o tambin la cuestin de las ideologas. Como lo hemos indicado,
siempre est abierta para nosotros la posibilidad de descubrimos determinados y, a
partir de ello indagar que la conciencia intencional y las prcticas de interaccin (del
sentido comn o de la prctica cientfica) operan siempre desde un piso previo, al cual
podemos retomar para descubrir, analizar y resignificar/transformar de modo parcial y
paulatino; sin que ello implique que a partir de la crtica pasaremos a ser seres
autotransparentes, ajenos a cualquier determinacin).
6. Conclusin
Entendemos que es parte de lo tico en la formacin e intervencin, el esfuerzo
por dotar de un sentido coherente y crtico al discurso y las formas de intervencin. Nos
referimos a la capacidad de poner al descubierto el sentido prctico subyacente a
nuestro discurso y prcticas, ya sea para resignificarlo, criticarlo o potenciarlo, _ah_o_r_a
& desde categoras y prcticas explcitamente crticas. Ese "ahora" se toma posible
(13) en la medida en que no slo tengamos la posibilidad de develar el sentido prctico
(que a priori nos determina), sino tambin en la capacidad (siempre relativa) de su
paulatina y permanente transformacin. All reside la articulacin crtica a la que nos
hemos referido anteriormente. Al respecto, tendremos que ser conscientes, por lo tanto,
de que:
a) nunca nuestro discurso y prcticas intencionales podrn explicitar totalmente el
sentido prctico que nos constituye y determina;
b) por ello, su crtica consciente e intencional ser siempre relativa, parcial. No
obstante s nos es posible acceder a formas crticas de articulacin (a lo cual nos
hemos referido anteriormente).
c) La determinacin a la que estamos sometidos, pero la posibilidad de volverla
parcialmente consciente, rearticulando sentido intencional y sentido prctico
sern siempre el camino que tendremos que recorrer en forma permanente para la
resignificacin de nuestros discursos y la transformacin de nuestras prcticas.-
NOTAS
(3) Hoy hay una creciente bibliografa en el Trabajo Social sobre la cuestin de un
"proyecto tico-poltico" de la profesin. Como se ha dicho, no habra que
esperar de esas reflexiones el sealamiento de cul es el deber ser de la
profesin (tpico comn de los planteos, sino en qu medida se explayan
aquellas dimensiones crticas que la hagan crecer como profesin relevante, a
la altura de las exigencias de nuestro tiempo.
(7) Sobre una visin crtica acerca de la Teora de la Accin (eleccin) Racional,
vase a Pizzorno, Alessandro: "Algn otro tipo de alteridad: una crtica a las
teoras de la eleccin racional", en rev. "Sistema", 88 (1989). Y Hirschman,
A.O., Inters privado y accin pblica, Mxico DF, ed. FCE, 1986.
(8) En efecto, este es un concepto clave en la obra del gran socilogo francs. Se
lo debe comprender muy ligado al tema del habtus (en tanto el mismo
expresa la incorporacin/introyeccin de las estructuras objetivas, como
constituyentes del mundo simblico interno; de las estructuras que
"estructuran" las subjetividades). Obras suyas que contienen una fuerte
referencia a estos tpicos son: Bourdieu, Pierre; Razones prcticas, sobre la
teora de la accin, editorial Anagrama, Barcelona, 1997. Respuestas. Ed.
Grijalbo, Mxico, 1997. El sentido prctico, ed. Taurus Humanidades,
Madrid 1991; La distincin, ed. Taurus Madrid 1988.
(9) Es importante considerar que la cuestin del sentido prctico ya est esbozada
en la obra filosfica de Lucien Goldmann; Cfr. Sus trabajos Investigaciones
dialcticas, edic. de la Universidad Central de Venezuela, Caracas 1962; Las
ciencias sociales y la filosofa , Bs. Aires 1970, edit. Nueva Visin; El
hombre y lo absoluto, ed. Pennsula, Madrid 1972. En cuanto a Piaget, de la
gran cantidad de lugares de referencia, destacamos su libro El
estructuralismo, ed. Grijalbo, Mxico 1980. En cuanto a Marx y Freud,
constituyen dos hitos fundamentales en el pensamiento que inici la ruptura
con el "paradigma de la conciencia" (la conciencia como fundamento). Marx,
al plantear la existencia siempre a priori de estructuras econmicas (es decir,
de produccin y reproduccin de la existencia material y simblica)
determinanes de la interaccin entre grupos, clases e individuos. Freud, a partir
de la problemtica del inconciente y el trabajo de la represin. Es importante
indicar que estos "maestros de la sospecha" (como alguna vez los llamara Paul
Ricoeur) no plantean una determinacin lineal y unilateral desde las
estructuras (es decir, no son deterministas), sino que en ellos aparecen lneas
bsicas de una dialctica de los objetivo/subjetivo.
(10) Vanse las importantes reflexiones al respecto, en la parte final del libro Las
nuevas reglas del mtodo sociolgico, del britnico Anthony Giddens; Ed.
Amorrortu, Buenos Aires 1988.
(12) Paris. A., Vocablo "Diferencia", en el libro coordinado por Ricardo Salas
Astrain, Pensamiento crtico Latinoamericano: conceptos fundamentales,
vol. 1 (de 3); ed. de la Universidad Silva Henrquez, Santiago de Chile 2005.