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Concepción Neotestamentaria Del Hombre. Metz

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494 EL HOMBRE COMO UNIDAD DE CUERPO Y ALMA CONCEPCIN NEOTESTAMENTARIA DEL HOMBRE 495

y) Carne como expresin de que el mundo de los hombres ha sido creado. paso ms en la helenizacin en el Libro de la Sabidura, que no slo separa de
Como hemos visto, no se considera a la carne como la fuente del pecado (en manera dualista el alma del cuerpo, sino que pone al alma por encima del cuer-
el sentido de la parte inferior del hombre). En cambio, se emplea la palabra po 6 1 . Por fin, el proceso de helenizacin alcanza su punto culminante en Filn
carne, y especialmente toda carne, para expresar la relacin que se da entre de Alejandra; en l se ha impuesto ya por completo el dualismo griego, si bien
Dios y la humanidad. Para los hebreos, el mundo no es un organismo completo, con algunas reservas y ciertas distinciones 62. Por el contraro, el judaismo pales-
perfecto, ni el cuerpo de Dios, sino que se encuentra ante Dios con su carcter tinense se apoya fuertemente en la concepcin hebrea, aunque se desarrolla bajo la
perecedero, como criatura. Este aspecto de la manera que tiene de entender el influencia griega en mayor o menor grado. Los libros del AT, que fueron escritos
mundo el AT es el resultado de una cierta evolucin dentro de las tradiciones en hebreo, pero slo se conservan en griego, siguen la lnea que sealbamos en
bblicas. La tradicin ms antigua, J, con la palabra carne y la frmula de paren- los LXX. En cambio, la literatura de Qumrn se halla predominantemente dentro
tesco, quiere expresar en primer lugar la comunidad y la unin que se da entre de las corrientes de pensamiento hebreas. Su dualismo, que tambin se debe a
los hombres. Ms adelante, en el Dt, se aplica la expresin kol-bdsar a los hombres influjos externos, tiene ms carcter cosmolgico que antropolgico y es un dua-
en cuanto se encuentran ante el Dios eterno como criaturas perecederas. En cam- lismo tico ms que ntico. En ningn pasaje puede demostrarse siquiera con
bio, la primera vez que emplea P la frmula kol-bdsar alude a que Dios comprueba probabilidad que la carne se encuentre en lucha con el espritu. La carne, en
la total corrupcin moral de los hombres. Sin embargo, ese uso de P no implica cuanto sirve para designar la personalidad total del hombre, es ms bien el lugar
una distincin dualista entre los componentes corporal y no corporal del hombre, en el que luchan entre s el espritu santo y el espritu de iniquidad M . En la
en la que el cuerpo del hombre quede de antemano desvalorizado ticamente y literatura apocalptica se muestra tambin ese desarrollo ya observado en los LXX,
menospreciado teolgicamente. Por el contrario, toda carne se refiere a la huma- acentuando cada vez ms el dualismo entre Dios y el hombre y entremezclndolo
nidad en su situacin histrica ante Dios 56 . El hombre como carne es un ser con el dualismo entre la esfera del espritu y la de la carne (que se concibe como
histricamente existente, orientado hacia un futuro junto con su pueblo, y por unida al pecado)**. Finalmente, la literatura rabnica presenta en su antropologa
eso mismo en contra de Aristteles abierto a una libre determinacin el influjo de las concepciones helensticas, que, sin embargo, no conducen a un
histrica S!. dualismo consecuente como en el caso de la teologa alejandrina, sino que con-
servan en conjunto la concepcin hebrea. Es significativo que junto al concepto
de carne se introduce la expresin guf, que significa estar vaco. Ese paso de la
2. La concepcin neotestamentaria del hombre antigua palabra carne a esa otra palabra cuerpo, al parecer ms reciente, que
parece verificarse hacia el siglo u antes de Cristo, no significa solamente un
a) El judaismo tardo. cambio conceptual, sino que al mismo tiempo indica que ha habido un cam-
bio en la misma concepcin del hombre. Pues mientras que el concepto de
Para entender mejor las concepciones que se dan en los escritos del NT sobre
la unidad de alma y cuerpo, debemos considerarlas a la luz del horizonte de las
61
diversas corrientes que afloran en el judaismo tardo. Esas corrientes han nacido 1,4 cita a ambos uno junto a otro, sin juicio valorativo; 8,19s, prioridad del alma;
del encuentro del pensamiento hebreo con el griego y tambin con sistemas ideo- 9,15 tiene semejanzas con Platn, Vedan, 81c. La oposicin que se da entre el alma y el
lgicos asiticos. El judaismo tardo se nos muestra como un ambiente sincretista cuerpo se entiende en la prctica como un impedimento para la actividad espiritual del
en el que se unen elementos judos y no judos y en el que brotan diversas im- pensamiento.
62
genes del mundo y del hombre, unas ms dualistas y dicotmicas; otras, en cam- Cf. E. Schweizer, Hellenistische Komponente, 246-250; W. Volker, Fortschritt und
Vollendung bei Philo von Mexandrien (Leipzig 1938) 239-241; H. Wolfson, Philo (Cam-
bio, ms monistas 58. Se suele dividir el judaismo tardo en judaismo helenstico y bridge, Mass. 21948). El pensamiento poco sistemtico de Filn no nos permite consi-
palestinense para poner en claro esa diversidad. En el judaismo helenista es donde derarle claramente como filsofo helenista. La carne no es el hombre condenado por
comienza la evolucin hacia una concepcin dualista del hombre. La helenizacin Dios en su totalidad como en el AT, sino esa condicin fsica que es como un freno
comienza con los Septuaginta, en los que se traduce el leb hebreo por (JWXT w> para la huida del alma (E. Schweizer, Smfia, 122).
dividiendo al cosmos en dos esferas, la del espritu y la de la carne 60 . Se da un a
R. Meyer, Zfia: ThW VII (1964) 113; O. Bocher, Der johanneische Dualismus
im Zusammenhang des nachbiblischen Judentums (Gtersloh 1965) 55: Por causa de
la estrecha conexin de la antropologa qumrnica con la del AT no se encuentra tam-
56
J. Scharbert, loe. cit., 47-82, es de otra opinin. Afirma: P y el autor que nos poco en los textos de Qumrn un marcado dualismo de cuerpo y alma o de carne y esp-
ha transmitido Gn 6,1-4 son los primeros que han reflexionado sobre la relacin mutua ritu. K. G. Kuhn haba afirmado antes lo contrario en neipaofii-fiagra-ag^ im
entre los componentes corporales y no corporales del hombre. Pero esto no puede Neuen Testament und die damit zusammenh'ngenden V'orstellungen: ZThK 49 (1952)
deducirse de la unin de la pecaminosidad con la frmula toda carne. 200-222. Segn l (loe. cit., 216), la carne en Pablo y en los textos de la secta es el
* W. Zimmerli, Verheissung und Erfllung: EvTh \ (1952) 34-59; H. W. Wolff, campo de actividad y del poder de lo antidivino, del pecado. Esta opinin se ve rebatida
Das Geschichtsverstandnis der alttestamentlichen Prophetie: EvTh 20 (1960) 218-235. por F. Notscher, Zur theologischen Terminologie der Qumram-Texte (Bonn 1956) 85s;
5S
R. Meyer, Hellenistisches in der rabbinischen Anthropologie. Rabbinische Vor- J. Schreiner, Geistbegabung, 161-180; J. P. Hyatt, The View of Man in the Qumrn
stellungen vom Werden des Menschen (Stuttgart 1957); L. Goppelt, Christentum und Hodayot: NTS 2 (1955-56) 276-284; D. Flusser, The Dualism of Flesh and Spirit in
]udentum im ersten un zweiten Jahrhundert (Gtersloh 1954); W. D. Davies, Christian the Dead Sea Scrolls and the New Testament: Tarbiz 27 (1957-58) 506-540.
64
Origins and Judaism (Londres 1962). E. Schweizer, Ze$: ThW VII (1964) 118-121. La concepcin hebrea del hombre
59
G. Dautzenberg, loe. cit, 41s. se mantiene, como lo muestra la evolucin de la doctrina de la resurreccin. Cf. K. Schu-
60
El Seor de los espritus de toda carne (Nm 16,22; 27,16) se traduce en los LXX bert, Die Entwicklung der Auferstehungslehre von der nachexilischen bis zur frhrab-
por Seor de los espritus y de toda carne. binischen Zeit: BZ 6 (1962) 177-214.
CONCEPCIN NEOTESTAMENTARIA DEL HOMBRE 497
496 EL HOMBRE COMO UNIDAD DE CUERPO Y ALMA
mejor la significacin del nefe hebreo y arameo. En estos versculos se emplea
carne, tal como se emplea en los escritos del AT hasta Qumrn, designa a todo
^JUX"h de acuerdo con la concepcin hebrea totalitaria del hombre en forma de
el hombre como persona total, el concepto de cuerpo suscita de antemano la
sincdoque, para designar a todo el hombre o toda la persona. Ese uso de ^\>xi\
idea de hueco o vaco que necesita algo que lo llene. Segn los presupuestos que
como sincdoque para referirse a la vida se concreta y determina ulteriormente
tiene el judaismo en el mundo helenstico y oriental, se concibe ese cuerpo como
en estos versculos. En Me 8,35 no se establece ninguna distincin entre dos
lleno de un alma invisible. En conexin con esto nace una oposicin entre el
tipos de existencia como pueden ser la terrena y la celeste, sino que se presenta
alma, celeste y pura, y el cuerpo, terreno, inclinado a la impiedad t. Sin embargo,
de manera fundamentalmente unitaria e indivisible la existencia concreta y nica
esta antropologa rabnica no es tan consecuentemente dualista como la griega,
del hombre viviente. Esa existencia tiene que despojarse totalmente de s
porque cree en una nueva unin del cuerpo y el alma despus de un estado inter-
misma en el seguimiento de Jess para experimentar la salvacin escatolgica.
medio 66.
El versculo 35 no es, por tanto, una sentencia sobre el ms all, sino que acenta
b) Los sinpticos. vigorosamente la exigencia radical de seguimiento con vistas a la salvacin esca-
tolgica74. Me 8,36 habla tambin, como el Sal 49 (48), de la existencia del hom-
A la vista de este trasfondo del judaismo tardo, vale la pena observar que las bre amenazada por la muerte. Lo mismo en el AT que en los sinpticos, per-
afirmaciones de los sinpticos sobre el hombre estn en la lnea de la concepcin derla significa quedar excluido de la realizacin histrica de la aspiracin de
veterotestamentaria y hebrea y no siguen la antropologa dualista del judaismo nuestra vida en la comunidad con Dios 7S.
tardo ni la habitual en el helenismo 67. Un anlisis de Me 8,35-37, con dos sen- La concepcin del hombre de los sinpticos no slo se diferencia de la hele-
tencias que se han transmitido varias veces dentro de la tradicin sinptica 68 , nstica en que no conoce una mayor valoracin del alma, sino tambin en que
a pesar de antiguas falsas tradiciones e interpretaciones, nos prueba que la pre- no acepta la doctrina de que la carne es un impedimento para el alma o la causa
dicacin de Jess asume la concepcin hebrea del hombre y la sita en el hori- del pecado. Me 14,38: Velad y orad para que no caigis en tentacin; que el
zonte de la escatologa veterotestamentaria. La frase de Jess en Me 8,36 dice as, espritu est pronto (-nvEOpra rcpGujjnov), pero la carne es dbil (crp; o"0VT)<;)>
segn muchas traducciones: Porque de qu aprovecha al hombre ganar todo el no va en contra de esta afirmacin. El espritu no significa aqu la parte mejor
mundo si pierde su alma (iJ/uXT))69- Apoyndose en estas palabras, Harnack o ms elevada del hombre, sino la eleccin o direccin por parte de Dios, puesto
afirmaba que Jess haba enseado el valor infinito del alma humana 70 ; por eso que la expresin espritu pronto procede del texto hebreo de Sal 51 (50),
mismo Jaeger 71 y Nestle 72 vean en Scrates y Platn precursores de Jess. Un donde equivale al espritu santo de Dios. En Me 14,38 se encuentra en cone-
examen ms detallado del contexto redaccional de este versculo nos muestra, sin xin con la oracin para resistir a la tentacin, de modo que se refiere tambin
embargo, con toda claridad que no se da en l una doctrina del alma de tipo hele- en este lugar al Espritu de Dios que ha sido dado al hombre y que lucha contra
nista, sino que en Jess est presente la manera de pensar del AT. Es cosa notable la debilidad de todo el hombre 76 . En este pasaje, -Kvjpia. corresponde al ru"h
que en el versculo 35, inmediatamente anterior (Porque el que quiere salvar veterotestamentario y no implica en modo alguno un dualismo dentro del hombre.
su vida [VJAJXTIL I a perder. Pero el que pierde su vida [^uX"r]3 P o t m * c a u s a y
por el evangelio, la salvar), incluso los que traducen en el versculo 36
fyvxh P o r alma la traducen aqu por vida. Por tanto, en el versculo 36 debe- c) Pablo.
mos dar tambin de manera consecuente la traduccin vida 73 , que expresa
La comprensin paulina del hombre nos presenta un planteamiento del pro-
65 blema de la unidad del alma y el cuerpo al mismo tiempo fecundo y completo.
R. Meyer, 2gl 114-118.
66
K. Schubert, loe. cit., 177-214. Por una parte, Pablo nos ofrece prescindiendo de la discusin de si hay que
67
Cf. G. Dautzenberg, loe. cit., 51-168. Segn l, la nica excepcin es Mt 10,28, entender su teologa a partir de la antropologa o a partir de la apocalptica77-
que enlaza con la antropologa rabnica. Cf. O. Cullmann, Unsterblichkeit der Seele oder una terminologa antropolgica muy explcita y desarrollada 7S. Por otra, cualquier
Auferstehung der Toten? (Berln 1962) 69, nota 18 (trad. espaola: Inmortalidad del relacin del estado de la investigacin nos dar cuenta de lo contradictorias que
alma [Madrid 1970]).
68
a) Me 8,35 par.; Mt 16,25 par.; Le 9,24; en Mt 10,39 par.; Le 17,33 par. (cf. Le
14,26; 21,19) y en Jn 12,25; b) Me 8,36s par.; Mt 16,26 (Le 9,25). Sobre la cuestin 74
Cf. el trabajo correspondiente del discpulo de Schnackenburg G. Dautzenberg,
de la conexin de los dos logia, cf. G. Dautzenberg, loe. cit., 68-82. loe. cit., 51-82. Aduce argumentos en contra de las posturas de J. Schmid, loe. cit., 185s,
69
Cf., por ejemplo, el texto del comentario bblico de la editorial Herder (Herders y A. E. Taylor, The Gospel according to Mark (Londres 21966) 381, que ven un doble
Bibelkommentar), que explica el texto sagrado en el sentido de vida. sentido en la palabra vida.
70
A. von Harnack, Das Wesen des Christentums (Stuttgart "1904); el mismo autor, 75
G. Dautzenberg, loe. cit., 68-82.
Lehrbuch der Bogmengeschichte I (Stuttgart "1909; Darmstadt 1964) 80: La idea del 76
W. G. Kmmel, Das Bild des Menschen im Neuen Testament (Zurich 1948) 17s;
valor inestimable que posee cada alma individual.... E. Scfrweizer, Tlvev^a: ThW VI (1959) 394.
71
W. Jaeger, Paideia. Die Formung des Griechischen Menschen II (Berln 1944) 77
H. Conzelmann, Heutige Probleme, 241-252; E. Kasemann, Zum Thema der
88-90. urchristlichen Apokalyptik, en Exegetische Versuche und Besinnungen II (Gotinga 1964)
72
W. Nestle, Griechische Weltanschauung in ihrer Bedeutung fr die Gegenwart 125-131; P. Stuhlmacher, Gerechtigkeit Gottes bei Paulus (Gotinga J1966) 206s, nota 2.
(Stuttgart 1946) 241. E. Kasemann y su discpulo Stuhlmacher critican el intento de Bultmann de interpretar
73
J. Schmid, El Evangelio segn San Marcos (Barcelona 1967) 242s: Pero vida tiene a Pablo a partir de su antropologa. Cf. infra la importancia de esta discusin para la
aqu el mismo sentido que en el versculo anterior, a pesar de que originariamente no comprensin de carne v cuerpo.
estaban unidos ambos dichos. Por eso mismo la traduccin tan frecuente: '... pero daa 78
W. G. Kmmel, 'loe. cit., 20s.
a su alma', no da el sentido completo.
32
CONCEPCION NEOTESTAMENTARIA DEL HOMBRE 499
498 EL HOMBRE COMO UNIDAD DE CUERPO Y ALMA
entre cpi; o IJA>XT) (1 Cor 2,13s; 15,44ss) por una parte y TCVEJJKX por otra.
son las diversas interpretaciones de su antropologa 79 . Esas diferencias no depen- En este contexto, nvEpa puede referirse a la fuerza o Espritu de Dios en su
den slo de la posibilidad de interpretar a Pablo a partir de diversos aspectos de relacin con el hombre, o a todo el hombre cualificado por este Espritu o esta
su origen, sino tambin del mismo pluralismo que se da en l 80 . Pablo desarrolla fuerza de Dios 89 . Del mismo modo, crp puede referirse a todo el hombre o
su antropologa en determinadas situaciones y teniendo en cuenta a unos determi- expresar una cualidad permanente del hombre en contraposicin a -jrvEpa90-
nados oponentes. Debemos considerar esos elementos sincretistas y ocasionales Respecto a esta matizacin terminolgica, hay que considerar dos significacio-
si queremos destacar los puntos ms importantes de la antropologa paulina. nes distintas de la contraposicin ap^-TCVEpa en Pablo. En primer lugar: en
Las interpretaciones exegticas de hace unos aos, que se hallaban bajo el Rom 1,3, donde Pablo emplea una frmula prepaulina 91 , adoptando con ella
influjo del idealismo alemn y en especial de Hegel, no encuentran hoy general- la mentalidad de la Iglesia primitiva sobre este punto, se contrapone la esfera
mente ninguna aceptacin. F. C. Baur entiende la oposicin paulina entre el es- terrena, limitada y pasajera de la <r,p^ a la otra esfera celeste y divina del
pritu y la carne en el sentido de que el espritu es lo absoluto o infinito en irvEpux; no se considera a la cpi; de manera negativa como pecadora o enemiga
contraposicin a lo finito 81 . En esa misma lnea se sita tambin Dobschtz 82 , de Dios, sino nicamente como limitada, dbil y pasajera, esto es, como un campo
que, sin embargo, determina como espritu lo que en la terminologa de Hegel terreno y neutro que no tiene importancia decisiva para la salvacin92. En este
se llamara entendimiento (Versfand) y a la carne la designa con el nombre sentido, el par de contrarios TtVEpa-cpJ; corresponde a la vez a la oposicin
de sensibilidad. Finalmente, C. Holsten y varios otros w piensan que en Pablo que se da en el AT entre la fuerza y gracia de Dios 93 y la debilidad del hombre
existe el dualismo helenista entre el espritu infinito y la materia finita. Pero hoy y a la contraposicin que se hace en Juan (y que tambin procede del AT), en la
se acepta en general la opinin de H. Gunkel **, para quien el TtVEfJUX paulino no que o-dcpS; designa la esfera humana y terrena en su limitacin, pero no en su
tiene nada que ver con el espritu idealista o racionalista. Se reconoce comn- pecaminosidad 94. En segundo lugar: puesto que o"p!; yTCVEfJWXpueden ser cali-
mente que los conceptos antropolgicos paulinos no se refieren nunca a una ficaciones del hombre, Pablo los emplea tambin para referirse a dos esferas
parte del hombre, sino siempre a todo el hombre bajo diversos aspectos y posi- (en sentido modal, no local), dos caractersticas fundamentales o modos de ser
bilidades 85. El hecho de que los diversos conceptos sirvan de circunlocuciones del hombre 95. El hombre, en su situacin terrena, se encuentra ante la posibilidad
equivalentes a yo, nosotros, l, etc. **, es una prueba evidente de ello. Aunque es de abandonarse a su carne terrena, procedente de Adn, es decir, a su pasado
verdad que se contraponen Trv[jua y cap?;, eso no significa propiamente que se
contrapongan dos conceptos antropolgicos en sentido estricto para describir una
contradiccin en el hombre mismo, como la distincin entre la materia y el esp- ficacin del empleo paulino de jrveua en vez de tyvy como trmino central. 'Wvxq se
encuentra solamente una vez junto a oG)\ia en 1 Tes 5,23. Cf. la explicacin de la cues-
ritu, o de lo corporal y lo anmico. Lo que realmente se expresa con esos tin de la tricotoma en B. Rigaux, Les pitres aux Thessaloniciens (Pars 1956) 596-600;
conceptos es la contradiccin entre la debilidad del hombre y el poder del Espritu W. G. Kmmel, loe cit., 22-24.
de Dios 87. Por eso la oposicin no reside en Pablo entre i];ux"n y CGIWL8S, sino 89
E. Schweizer, vevfia, 413-436.
90
W. G. Kmmel, Rom 7 und die Bekehrung des Paulus (Leipzig 1929) 5-28. 2g?
79
Cf. A. Schweitzer, Geschichte der paulinischen Forschung (Tubinga 21933); R. Bult- puede identificarse tambin antropolgicamente con jtveuct: 2 Cor 2,13-7,5. Encontra-
mann, Zur Geschichte der Paulusforschung: ThR 1 (1929) 26-59; el mismo autor- ThR 6 mos una valoracin positiva de aq% en 2 Cor 3,3 (cf. Ez 11,19; 39,26; Bern 6,14);
(1934) 229-246; el mismo autor: ThR 8 (1936) 1-22; G. Delling, Zum neueren Paulus- 2 Cor 2,13.
91
verstandnis: NovTest 4 (1960) 95-121. 1 Tim 3,16; 1 Pe 3,18b.
92
80
G. Eichholz, Prolegomena zu einer Theologie des Paulus im Umriss, en Tradition E. Schweizer, Rom l,3f und der Gegensatz zwischen Fleiscb und Geist vor und bei
und Interpretation. Studien zum Neuen Testament und zur Hermeneutik (Munich 1965) Paulus: EvTh 15 (1955) 563-571; F. Hahn, Christologische Hoheitstitel (Gotinga 21964)
161-189. 251-258.
93
81
Paulus, der Apostel Jesu Christi (Stuttgart 1845; 21866-67); el mismo autor, Vor- Es una cuestin muy discutida en nuestros das el origen exacto del uso paulino
lesungen ber ntl. Theologie (Stuttgart 1864) 143: La visin fundamental de la antropo- de la contraposicin nyev^-o.Q%. El origen de esta contraposicin determina su inter-
loga del Apstol es que ogl es el cuerpo material. pretacin. W. D. Davies, loe. cit., 17-35, lo sita en el rabinismo; K. G. Kuhn, loe. cit.,
82
Der Apostel Paulus (Halle 1926-28). 200-222, en Qumrn (cf. en contra de esto la nota 63 de nuestro texto y H. Braun, Rom
83
Zum vangelium des Paulus und des Petrus (Rostock 1868) 365-447; H. Lde- 7,7-25 und das Selbstverstandnis der Qumran-Frommen: ZThK 56 [1959] 1-18); E. Ka-
mann, Die Anthropologie des Apostis Paulus und ihre Stellung innerhalb seiner Heils- semann, Zum Thema..., 276s, en la apocalptica; E. Schweizer, Sg^, 124-136, en el AT,
lehre nach den vier Hauptbriefen dargestellt (Kiel 1872); W. Bousset, loe. cit., 405. al menos en germen. Nuestra interpretacin busca una postura intermedia entre Kasemann
84
Die Wirkungen des Geistes nach der popularen Anschauung der apostolischen Zeit y Schweizer.
94
und der Lehre des Apostis Paulus (Gotinga 1888). R. E. Brown, The Gospel according to John I-XII (Garden City 1966; trad. espa-
85
G. Bornkamm, Paulus: RGG (31966) 179. ola: El Evangelio segn Juan I-XII, Cristiandad, Madrid 1977) 31s, 139s; R. Schnac-
86
2)|xa: 1 Cor 13,3; 9,27; Rom 6,12; Flp 1,4; *|n>x^: 2 Cor 1,23; 12,15; 1 Tes 2 kenburg, Das Johannesevangelium, I. Teil (Friburgo de Br. 1965) 243s, 385s. Interpre-
15; nvrvvua: 1 Cor 16-18; 2 Cor 2,13; 7,13; Gal 6,18, a&Q%: 2 Cor 7,2; Rom 6,19; tan el concepto de sarx ms a partir del AT que a partir de la gnosis, como hace R. Bult-
cf. G. Bornkamm, loe. cit., 179s, sobre otros pasajes. W. G. Kmmel observa: La expo- mann, Das vangelium des Johannes (Gotinga "1962) 100, nota 4. Probablemente, 1,14
sicin de la antropologa paulina es desde luego extremadamente difcil, porque Pablo contiene una polmica contra la gnosis: La carne no es aqu para el evangelista sino la
emplea para describir el ser humano una serie de trminos antropolgicos que no estn posibilidad de la comunicacin del Logos como creador y revelador con el hombre
perfectamente delimitados entre s y porque en general su misma terminologa no est (E. Kasemann, Aufbau und Anliegen des johanneischen Prologs, en Exegetische Versuche
muy cuidada (op. cit., 20-21). II, 174).
95
87
Cf. O. Kuss, Der Rmerbrief (Ratisbona 1959) 505-595. O. Kuss, loe. cit., 506-595; H. Schlier, Der Brief an die Galater (Gotinga 121962)
88
Cf. J. Schmid, Der Begriff der Seele im Neuen Testament, en J. Ratzinger y 251-264.
H. Fres (eds.), Einsicht und Glaube (Friburgo 1963) 134-136, donde destaca la signi-
500 EL HOMBRE COMO UNIDAD DE CUERPO Y ALMA EN LA HISTORIA DE LA TEOLOGA 501
puramente fsico, o de abrirse a ese futuro que el Espritu de Dios ha hecho es para el Apstol el hombre en su mundanidad y, por tanto, en su capacidad
posible y ha prometido. Por eso la direccin que tome en su vida podr designarse de comunicacin. Cristo no ha venido ni est presente en el mundo ante todo y
en y segn la carne pecadora, o en el Espritu de Cristo. Sin embargo, la sobre todo por los individuos. Esto sera algo inimaginable para Pablo, aunque
carne en s misma no es pecadora para Pablo, sino que nicamente lo es el hom- en la Iglesia se haya pensado durante mucho tiempo que as era en realidad.
bre, en cuanto se abandona a su existencia pasada precristiana y vive segn las Cristo est aqu para el cuerpo, como realidad de nuestro ser mundano y como
normas del pasado de su carne, convertidas ahora en una potencia activa del posibilidad de nuestra comunicacin con los dems hombres, porque vino al
presente % . Cuando el hombre en su corporalidad, juntamente con el Espritu de mundo y quiere ste para s como representante de Dios. En la obediencia cor-
Dios que le ha sido dado, aspira al futuro de la nueva creacin y espera en l m , poral del cristiano como liturgia de cada da se hace visible la realidad de que
su corporalidad puede ser valorada de manera positiva. Resulta evidente que Cristo es el seor del mundo; y slo cuando eso se haga visible en nosotros podr
Pablo no considera a la carne de manera negativa y dualista si nos fijamos en su ser credo como mensaje 104.
concepto de CWLMX- En el empleo de esta palabra, Pablo se aparta de las cate- Con esta concepcin, Pablo se encuentra, lo mismo que los sinpticos y Juan,
goras mentales griegas, expresando con frecuencia con ese concepto de CW\WL la en la lnea de la antropologa cristiana primitiva procedente del AT. Esta se
idea de la corporalidad y no la del cuerpo %. Por tanto, para l, CWIIAX. no es slo opone a la griega por varios motivos: el alma no se valora por encima del cuerpo;
el cuerpo, que segn la antropologa clsica griega recibe su limitacin y su indi- el cuerpo o la carne como tales no son causa del pecado, y, lo ms importante,
vidualidad por medio de la forma y figura, sino que es el lugar de la comunica- no se concibe al hombre como algo perfecto y cerrado la confianza del hombre
cin". Segn la interpretacin que Bultmann da de Pablo, opa no significa en s mismo es el pecado, sino abierto en su corporeidad y mundanidad al fu-
en Pablo la forma o figura, sino la persona y todo el hombre. Pero Bultmann turo escatolgico de su mundo hecho posible por Cristo.
interpreta la persona en Pablo segn la terminologa de Heidegger, en la que
cnCpa significa la manera de comportarse el hombre consigo mismo 10, y as no
es fiel al aspecto ms importante del concepto paulino de OXOJJWX- EwiJWX no es
el hombre en cuanto se relaciona consigo mismo, sino en cuanto se relaciona con 3. Lneas fundamentales en la historia de la teologa
los dems 101. Por tanto, Pablo no ve en el concepto de cuerpo la idea de una
persona cerrada en s misma, de un organismo estructurado en sus diversos miem- La historia del problema teolgico de la unidad del cuerpo y el alma no co-
bros, sino la idea de la entrega: mi cuerpo-mi sangre entregada por muchos 102. mienza en el siglo n o n i , como si la comunidad primitiva y la comunidad de los
Como cuerpo, el hombre est orientado hacia los dems, unido al mundo, bajo primeros tiempos cristianos hubieran tenido una comprensin verdadera del hom-
la exigencia del creador, en la espera de la resurreccin, en la posibilidad de la bre que posteriormente habra sido falsamente interpretada por los herejes vs.
obediencia concreta y de la entrega de s mismo I03. En otras palabras: el cuerpo La situacin era muy distinta; las doctrinas errneas de las comunidades, influidas
por la gnosis, fueron motivo, al menos en parte, de los escritos paulinos y jo-
nicos.
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97
E. Schweizer, leh 124-136.
G. Bornkamm, Snde, Gesetz und Tod, en Das Ende des Geselzes. Gesammelte a) Desde los orgenes a san Agustn.
Aufsatze I (Munich 1953) 51-69: En Rom 7 se lamenta el hombre al que no se le ha
dado todava el Espritu y que por eso permanece apresado en el pasado de su yo. En Los orgenes de la gnosis son muy oscuros ,06, pero no se trata de un movi-
Rom 8, en cambio, suspira el hombre que ha recibido el Espritu y que por eso mira miento posterior al cristianismo, sino anterior lm; sus races se hunden parcial-
en sus deseos y anhelos hacia el futuro, al que le liga el Espritu como arras del que mente en la literatura sapiencial juda y en la especulacin apocalptica 108, las
va a venir (68). H. Conzelmann, Heutige Probleme, 250, nota 25, observa: La exis-
tencia del Espritu no significa, segn la opinin de Pablo, que el 'nuevo en' haya cuales, a su vez, han recibido el impacto de otras influencias, como la irnica y la
comenzado ya. Prescindiendo del hecho de que en Pablo no se encuentra la expresin
'nuevo en', el Espritu marca precisamente el carcter del presente como tiempo inter- 104
medio, tiempo de la fe y de la esperanza, y no de la contemplacin. Cf. E. Kasemann, E. Kasemann, Zum Thema, 129.
105
Gottesdienst im Alltag der Welt, en Exegetiscbe Versucbe II, 200: espiritual no significa W. Bauer, Rechtgldubigkeit und Ketzerei im altesten Christentum (Tubinga 21964).
106
en Pablo de ninguna manera mera interioridad y sentimientos morales. Porque el acon- Sobre el origen de la gnosis hay distintas teoras: a) helenizacin del cristianismo:
tecimiento escatolgico consiste precisamente en que Dios ha empezado a recuperar para Harnack, Burkitt, Bauer; b) orientalizacin del cristianismo: Moskeim; c) helenizacin
s el mundo que le pertenece. de las religiones orientales: Schraeder; d) degeneracin de la filosofa griega: Leisegang;
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Cf. J. A. T. Robinson, The Body (Londres 1952); M. E. Dahl, The Resurrection e) antigua religin oriental que se ha transformado en un misterio de redencin: Reitzen-
of the Body (Londres 1962). stein, Widengren, Bousset; f) variante dualista del judaismo sincretista: Quispel,
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E. Kasemann, Anliegen und Eigenart der paulinisqhen Abendmahlslehre, en Exe- Schoeps, Nock. Esta ltima solucin se admite hoy umversalmente. Cf. R. Schnackenburg,
getiscbe Versuche I, 32. Der frhe Gnostizismus (Stuttgart 1966) 114-118.
107
m
R. Bultmann, Theologie des Neuen Testaments (Tubinga 41961) 193-202. E. Haenchen, Gab es eine vorchristliche Gnosis?: ZThK 49 (1952) 316-349;
101
E. Gttgemanns, Der leidende Apostel und sein Herr. Studien zur paulinischen S. Schulz, Die Bedeutung der neueren Gnosisfunde fr die ntl. Wissenschaft: ThR 26
Christologie (Gotinga 1966) 208; cf. F. Neugebauer, Die hermeneutischen Voraussetzun- (1960) 209-266.
108
gen Rudolf Bultmanns in ihrem Verhaltnis zur paulinischen Theologie- KuD 5 (1959) Cf. G. Kretschmar, Zur Religionsgeschicbtlicben Einordnung der Gnosis: EvTh 13
289-305. (1953) 354-361; G. Quispel, Jdische Gnosis und jdische Heterodoxie: EvTh 14
102
E. Schweizer, Leiblichkeit, 10. (1954) 474-484; W. C. van Unnik, Die jdische Komponente in der Entstehung der
103
E. Kasemann, Anliegen, 32. Gnosis: VigChr 15 (1961) 65-82.

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