Libros 73 PDF
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MUJERES NEGRAS
Costarricenses
pobre la oportunidad
de salir de la pobreza
1
TOMO II
Equipo Tcnico
ISBN: 978-9930-9423-1-4
Crditos:
Direccin del Libro:
Epsy Campbell Barr
Investigadoras:
Alba Leticia Ochoa Camacho Ligia Marchena Alpizar
Ana Iris Martnez Daz Luca Chaverri Madden
Blanca Gutirrez Quintero Mauren Lizano Jimnez
Grettel Fernndez Amador Paola Andrea Ortiz Murillo
Lidiethe Madden Arias
Marco Conceptual
Patricia Lindo
Mieke Vanderschaeghe
Asistencia:
Catherine Rivera Mc kinley
Correccin de Estilo:
Mara Isabel Barbosa Ramrez
Revisin:
Sonia Montero
Fotografa de la portada:
FIDA/ Louis Dematteis
Apoyo Financiero:
Fondo Internacional de Desarrollo Agrcola (FIDA)
CONTENIDO
Pg.
PRESENTACIN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
PRESENTACIN
Las mujeres participan activamente en todas las etapas de la produccin rural. Se involucran
en el invisible pero, imprescindible trabajo reproductivo, as como en cada una de las actividades
que se necesitan en la produccin agropecuaria y pesquera. Sin embargo, el trabajo que realizan
no tiene el reconocimiento econmico, social y cultural, proporcionalmente a sus esfuerzos y a sus
logros.
Destacar los grandes aportes de las mujeres rurales a la produccin, no solamente es un acto
de justicia, sino que, tambin implica repensar y replantearse los procesos productivos para alcanzar
una distribucin ms justa de los benecios. En este sentido, la metodologa de cadenas de valor
desde la perspectiva de gnero, aporta al conocimiento insumos al desarrollar en forma esquemtica
la cadena, con lo cual agrega valor a un producto en los diferentes eslabones o etapas productivas.
La evidencia emprica del aporte de las mujeres en la produccin a travs de su trabajo y
de sus recursos permite avanzar en una equitativa y justa distribucin de los benecios. Desde este
compromiso, el Centro de Mujeres Afrocostarricenses impuls un programa de investigacin y de
intercambio con mujeres rurales a travs de una donacin de recursos con el Fondo Internacional de
Desarrollo Agrcola FIDA, en el cual identic como un eje central, el evidenciar la participacin de
las mujeres en los procesos productivos.
El trabajo que presentamos a continuacin recoge 6 estudios de caso sobre las mujeres
campesinas, afrodescendientes e indgenas, en diferentes procesos productivos en la agricultura y
pesca artesanal en El Salvador, Honduras, Costa Rica, Colombia y Venezuela. En cada uno de los
casos estudiados se plantea la necesidad de generar acciones desde los diferentes espacios para
garantizar que las mujeres puedan potenciar sus capacidades productivas, as como recibir una
retribucin justa del esfuerzo productivo que realizan.
Nuestro objetivo como organizacin es hacer una contribucin al conocimiento para
enfrentar la exclusin social, econmica y cultural que viven las mujeres productoras rurales desde
sus diversas identidades. El anlisis de las cadenas de valor orgnicas de la semilla de maran, el
caf, la miel y el cacao, as como la de la pesca artesanal y la de salsa de tomate, dejan plasmada la
constancia del aporte signicativo que estn haciendo las mujeres al desarrollo de sus comunidades
y al de sus familias.
Sirva el presente estudio de casos como un reconocimiento al trabajo reproductivo y
productivo que cotidianamente realizan las mujeres productores rurales en Amrica Latina.
Introduccin
Uno de los desafos de la poltica pblica y de la generacin de conocimiento sobre el
desarrollo rural es reconocer y valorar el trabajo que realizan las mujeres en los procesos productivos
rurales, para generar estrategias y acciones que permitan el reconocimiento social de sus aportes.
Igualmente, una retribucin econmica y nanciera justa, acceso a recursos y tecnologas, que
permitan mejorar su productividad, para contribuir a cerrar las brechas de gnero en el sector rural.
Si bien, la produccin rural depende del trabajo de las mujeres, sus aportes parecen invisibles
y no reciben una justa compensacin social y econmica. El trabajo reproductivo que realizan las
mujeres, queda oculto en labores poco valorizadas en el campo y en la ciudad como lo son: el cuido
de la familia, la preparacin de alimentos y los ocios domsticos de limpieza.
Cuando las mujeres forman parte de grupos productivos familiares, se les identica
generalmente, como ayudantes del actor principal, que puede ser el esposo, el padre y en algunas
ocasiones hasta del hijo. La produccin agropecuaria sigue bajo el estereotipo de labores
masculinas, aunque las mujeres trabajen activamente en todas las etapas de produccin. Lejos
de tratar de romper este crculo de injusticia que afecta a las mujeres, los programas y proyectos
dirigidos hacia el sector rural, se siguen diseando desde la perspectiva de los hombres, quines
son casi siempre los propietarios de los medios de produccin. Por su parte, las polticas y acciones
dirigidas hacia las mujeres son marginales, insignicantes nancieramente, poco sostenidas y en el
mejor de los casos de subsistencia.
En el esfuerzo de visibilizar el aporte productivo de las mujeres del campo, la metodologa
de cadenas de valor, se ha convertido en una herramienta metodolgica que permite evidenciar
el aporte econmico y de fuerza de trabajo de las mujeres, en las diferentes etapas del proceso
productivo. Del mismo modo, permite constatar la forma en que se distribuyen los benecios de la
produccin.
Los anlisis desde la metodologa de cadenas de valor demuestran como las mujeres
participan en todo el proceso de la produccin alimentaria directa, en la comercializacin, en
la administracin de los recursos productivos, en el turismo rural, y en la agricultura orgnica.
Esta metodologa, demuestra el sesgo de gnero en la distribucin de ingresos y benecios en los
procesos productivos rurales.
El concepto de cadena de valor dene el proceso de cambio y transformacin de un
producto, en donde el trabajo, el conocimiento y la capacidad de innovacin se constituyen en las
variables estratgicas para generar un valor econmico integrado, denido a travs de un precio
en el mercado.
En la ltima dcada se han venido desarrollando en la regin latinoamericana investigaciones
que permiten identicar la participacin de los diferentes actores en las cadenas de valor. El anlisis
de las cadenas de valor desde la perspectiva de gnero permite identicar la ubicacin de las
mujeres y los hombres a lo largo de toda la cadena productiva y la apropiacin diferenciada de las
rentas, de benecios y de aprendizajes.
Profundizar el anlisis de casos sobre la participacin de las mujeres en las cadenas de
valor, permite generar mayor conocimiento sobre los roles diferenciados que asumen las mujeres y
los hombres en la produccin, para identicar propuestas que contribuyan a cerrar las inaceptables
brechas de gnero que siguen afectando, signicativamente, a las mujeres productoras rurales. Un
anlisis crtico de las cadenas de valor, integra los papeles que las mujeres ocupan como trabajadoras
rurales o como integrantes de formas asociativas de produccin, con aquellos que ocupa en la casa
y en la familia absolutamente necesarios, pero invisibles en la produccin agropecuaria.
Como un aporte al esfuerzo regional de generar evidencia emprica de los aportes de las
1 Epsy Campbell Barr, Economista, Investigadora. Activista por los Derechos Humanos de las Mujeres y Pueblos Afrodescendientes. Coordinadora del Proyecto Proceso Regional de Coordinacin de
Gnero, del cual es parte esta investigacin. Directora Ejecutiva del Centro de Mujeres Afrocostarricenses.
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mujeres en los procesos productivos el Centro de Mujeres Afrocostarricenses2, con recursos del Fondo
Internacional de Desarrollo Agrcola (FIDA), realiz seis estudios de caso sobre la participacin de
mujeres en cadenas de valor en zonas rurales, con el objetivo de identicar la participacin
de las mujeres en los diferentes eslabones de las cadenas de valor en la produccin
alimentaria, evidenciando la apropiacin diferenciada de las ganancias nancieras,
la distribucin de benecios sociales y econmicos y acumulacin de conocimientos.
Con el n de contribuir a mejorar tcnica, econmica, nanciera y socialmente la situacin
de las mujeres involucradas en procesos productivos; los estudios de caso realizados en Costa Rica,
El Salvador, Honduras, Colombia y Venezuela en el segundo semestre del ao 2010, identicaron
propuestas y recomendaciones dirigidas a actores internacionales, gubernamentales, acadmicos y
sociales.
Se dio especial nfasis a recomendaciones dirigidas al Fondo Internacional para el
Desarrollo Agrcola, para que desde las acciones que promueve, realiza y nancia; se potencien las
oportunidades que mejoren las condiciones y benecios de las mujeres en sus diferentes roles como
trabajadoras rurales.
Cuatro de los seis estudios realizados, se centraron en alimentos orgnicos, ya que este
tipo de produccin tiene una demanda creciente, que responde a nuevas tendencias de consumo,
los que privilegian los alimentos ms sanos, as como una actitud vigilante y comprometida de los
consumidores y productores con la proteccin ambiental.
Combinar el anlisis de cadenas de valor con la produccin alimentaria orgnica permite
no solo contribuir con la generacin del conocimiento en la materia, sino que tambin se puede
trabajar con un sector de la produccin agropecuaria rural. ste, por sus condiciones, es susceptible
a realizarse en pequea escala con altos rendimientos; factores que favorecen a las mujeres rurales
cuando son propietarias y productoras y adems poseen ncas pequeas.
Otro elemento a destacarse es que la produccin orgnica se inserta en contextos de
comercio justo, donde el precio en el mercado incorpora los esfuerzos productivos ambientalmente
comprometidos y socialmente justos; como la equidad de gnero. De modo que el anlisis de
la participacin de las mujeres en las cadenas de valor dentro de este nicho productivo, aporta
elementos para avanzar opciones productivas ms rentables para las mujeres productoras rurales.
Los anlisis de caso realizados, contemplan toda la cadena productiva incluida el inicio
de la produccin, la comercializacin, esquematizando el proceso inicial hasta llegar a la
persona consumidora nal. Se escogieron casos de productos muy posicionados en los mercados
internacionales como el caf y el cacao, as como, otros tradicionales como: la miel y la semilla de
maran. Tambin en la serie de estudios se encuentran productos con un procesamiento industrial
ms complejo tal es el caso de las salsas de tomate y el anlisis del proceso productivo de la pesca.
Los estudios se realizaron en diversas organizaciones productivas: la produccin de miel de
abeja es realizada por la Asociacin de mujeres organizadas de Gamolitillo; en cuanto al cacao
lo realizan el Consejo de Mujeres indgenas de Talamanca, ambas organizaciones ubicadas en
Costa Rica. El caso de la salsa de tomate, lo realiza la Asociacin Civil Moncar en Venezuelaa.
Con respecto al caf orgnico es realizado por la Cooperativa Raos de Honduras, donde participan
mayoritariamente hombres. La semilla de maran analiza la experiencia de la Asociacin de
Productores Agroindustriales de El Salvador (APRAINORES). La produccin de hortalizas se lleva a
cabo por la Asociacin de Productores Orgnicos de Cartago, Costa Rica, organizacin de familias
productoras y nalmente, sobre la pesca en Buenaventura Colombia por las Cooperativas de Las
mujeres piangueras del Pacico colombiano.
Si bien las experiencias estudiadas no son comparables entre s, algunas de las conclusiones
muestran el lugar que ocupan las mujeres en los procesos productivos en la pequea produccin
rural, y adems se hace recomendaciones susceptibles a ser aplicadas en un espectro ms amplio.
En cada caso se incorpora una descripcin general sobre los costos (cunto, qu y quin lo
aporta), as como la distribucin del trabajo, en cada eslabn de la cadena, con la especicacin
de la forma en que se va agregando valor y distribucin de benecios en el proceso productivo.
Las investigadoras se identicaron a travs de un concurso abierto, y cada una de las
investigadoras realiz el estudio de caso en iniciativas en las que estaban directa o indirectamente
relacionadas. El caso sobre Hortalizas Orgnicas en Costa Rica fue realizado por Mauren Lizano,
Ligia Marchena Alpzar y Grettel Amador; el caso de la Miel de abeja y el Cacao por la Master
2 Legalmente inscrita en el Registro de Asociaciones de Costa Rica como Asociacin para el Desarrollo de la Mujer Negra Costarricense.
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Lidieth Maddem y Luca Chaverr Madden; el caso de la Semilla de Maran en El Salvador por Ana
Iris Martnez; el caso del caf orgnico en Honduras es realizado por Alba Ochoa y nalmente un
ltimo estudio sobre el sector pesquero en Colombia realizado por Paola Ortiz.
Segn las investigadoras, las mujeres rurales enfrentan tanto obstculos tcnicos y productivos
como los factores socio-culturales que limitan su acceso a los espacios de toma de decisin asociativos
y privados. Las mujeres relacionadas con los procesos productivos estn en clara desigualdad con
respecto a los hombres en el acceso y control de los factores productivos, y realizan jornadas
de trabajo extendidas, que incluyen el trabajo reproductivo en sus casas y con sus familias, el
productivo y el comunitario.
Los escasos programas que se ejecutan en el sector rural no contemplan acciones dirigidas a
aliviar esta carga laboral femenina; mientras que las dinmicas culturales y sociales siguen relevando
a los hombres de compartir las labores del hogar. La decitaria o inexistente infraestructura de
los servicios pblicos, en la mayora de zonas rurales, exige de las mujeres mayores esfuerzos
personales y las ubica muchas veces en actividades productivas con baja generacin de valor.
Dos de los casos visibilizan la manera en que los obstculos que enfrentan las mujeres
rurales tambin estn marcados por la identidad indgena y afrodescendiente. Especcamente, el
caso de las mujeres indgenas productoras de cacao en Talamanca, Costa Rica y el caso del anlisis
del sector pesquero, con mujeres afrocolombianas en Buenaventura, Colombia.
Las investigadoras identicaron una serie de hallazgos en sus estudios que son la base para
identicar algunas recomendaciones que permitan avanzar en el reconocimiento justo del trabajo,
de las mujeres en el sector rural.
En el caso de las hortalizas orgnicas las investigadoras, Mauren Lizano, Ligia Marchena
Alpzar y Grettel Amador consideraron lo siguiente:
En el anlisis de la cadena de valor del caf orgnico la investigadora Alba Ochoa, identic
como principales hallazgos los siguientes:
En el anlisis del sector pesquero Paola Ortiz identic como principales hallazgos los
siguientes:
U Las mujeres y los hombres participan, para que los benecios del valor agregado de
su mano de obra en producto nal impacten directamente, en el mejoramiento de su
bienestar y el de sus familias.
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U Se recomienda incentivar a los grupos de mujeres o las dedicadas al sector pesca a que
su acceso a los recursos (materia prima) pueda generar nuevos agentes econmicos,
como empresas, asociaciones o en su efecto, liderar procesos de transformacin del
producto, contando con informacin completa para poder negociar su remuneracin
en condiciones de equidad y justicia. Las mujeres participan de manera precaria en el
negocio pesquero, pues solo cuentan con su mano deudora como recurso productivo.
U La pesca como actividad econmica se ha deshumanizado, centrndose exclusivamente
en la generacin de ganancias para quienes participan en la actividad de
comercializacin, dejando a las mujeres como las principales perdedoras.
U Falta una estrategia local y nacional con una visin de gnero, centrada en el desarrollo
humano, que aproveche las potencialidades y habilidades de las personas, y que
garantice la sostenibilidad y mantenimiento de los recursos pesqueros.
U Falta de reconocimiento de la contribucin de las mujeres en el sector, desde diversas
identidades, como asociada de su marido pescador, como pescadora, como
emprendedora independiente, y como empleada en una empresa de mariscos.
U La institucionalidad deciente propicia para maximizar la utilidad y enfrentar las
restricciones que existen en el mercado, para que el sector pesquero aproveche al
mximo los recursos naturales con los que cuenta de manera sostenida.
U Inexistentes opciones de acceso al crdito y microcrdito para las mujeres que trabajan
en la etapa de comercializacin que les limita a comprar productos y transformarlos
inicialmente de manera artesanal agregndoles valor por medio del empaque, vender
en un mercado primario y generar redes de consumidores locales.
U Las formas asociativas de produccin como las cooperativas o asociaciones, pueden ser
beneciosas para las mujeres porque aumentan la estabilidad y capacidad de reaccin
ante cambios en el mercado; incrementan la capacidad de produccin; de negociacin
de precios; disminuyen los costos de intermediacin y permiten mejorar las prcticas e
instalaciones desde la misma extraccin hasta la comercializacin e informacin sobre
los mercados.
Las investigadoras Lidieth Maddem Arias y Luca Chaverri Madden que realizaron dos
estudios de caso sobre miel y cacao orgnico en Puriscal y Talamanca Costa Rica, los siguientes
hallazgos:
U Se evidencian los esfuerzos de las mujeres por darle valor econmico a los productos
con los que trabajan, generar ingresos para ellas, sus familias y la comunidad, estn
organizadas, intentan trabajar en equipo y denen sus propias estrategias de produccin
y organizacin.
U Los esfuerzos productivos no corresponden con los ingresos obtenidos y los productos
procesados, tanto para el caso de la miel como del cacao, tienen costos asociados muy
altos y carecen de requisitos para estar en el mercado formal.
U La informalidad del mercado en que participan las productoras no les permite obtener
ingresos que compensen sus horas de trabajo y dedicacin a las empresas.
U Nula asistencia tcnica, ausencia de crditos e incentivos para la produccin con valor
agregado de productos derivados de la miel de abeja y el cacao, tanto por parte del
sector gubernamental, como del no gubernamental. Lo anterior pese a que el entorno
local y nacional evidencia intereses por el desarrollo de la pequea empresa y nfasis
en la participacin de las mujeres.
U Aportes de centros de investigacin o acadmicos como el aporte recibido a las
productoras de miel de abeja de parte de la Universidad Nacional, entidad acadmica
pblica, que posee una maestra en apicultura tropical y brinda asistencia tcnica a
apicultores de algunas partes del pas, en especial en Puriscal. Tambin las productoras
indgenas de cacao podran beneciarse de la investigacin del cacao en la zona de
Talamanca que realiza el Centro Agronmico Tropical de Investigacin y Enseanza
(CATIE).
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Blanca Gutirrez investigadora de Venezuela remarca como principales hallazgos en su
estudio sobre la cadena de valor de la Salsa de Tomate Moncar los siguientes:
U Vizibilizan la participacin de las mujeres en todos los eslabones de las cadenas de valor
estudiadas, vinculada a labores de produccin, al control de calidad, procesamiento y
gestin comercial.
U Exsite una lnea casi invisible entre su trabajo reproductivo dentro de la casa y el trabajo
productivo, ya que algunas de las tareas contribuyen con el bien nal que colocan
en el mercado. Sin embargo, en algunos segmentos de la produccin su aporte esta
invisibilizado en el trabajo familiar no remunerado.
U Las estadsticas deben de contabilizar el trabajo de las mujeres en la cadena de valor,
sealando no slo cuntas son las dueas de la tierra, sino cules son las funciones que
desempean y los benecios que reciben por su trabajo.
U Las mujeres no tienen reconocimiento como productoras, por lo que casi no tienen acceso
y control sobre los activos productivos, recibiendo proporcionalmente menos rentas que
el aporte que hacen en los diferentes eslabones de la cadena de valor.
U Los servicios ofrecidos por la banca, los almacenes, cooperativas, y negocios
agropecuarios van dirigidos a los propietarios hombres, que son los que dirigen el
negocio, y controlan la venta, excluyendo as, de estos servicios a las mujeres que
tambin producen.
U La tierra es producida por hombres y mujeres, sin embargo, los ttulos de propiedad en
la mayora de casos, se encuentran a nombre de los hombres, situacin que les facilita
el acceso a una serie de servicios que requieren en el caso del crdito que requiere de
una garanta real como la tierra.
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U La falta de permisos y registros de funcionamiento, marca registrada, etiquetas de
acuerdo con la normativa existente, empaques y productos de calidad, representan
un obstculo para el xito productivo, debido a los altos costos, tiempo y trmites que
conlleva. Estas condiciones son necesarias para aprovechar las oportunidades como las
que se ofrecen en el mercado formal de la economa, sobre todo aquellas que son de
comercio justo, con responsabilidad social y ambiental.
U Hay una mayor tendencia, de ubicar a las mujeres en labores productivas de menor
dicultad e inversin en tiempo, as como menor especializacin tcnica, lo que ha
implicado menores ganancias.
U Existe una debilidad del manejo empresarial por parte de las mujeres. Enfrentando el
desafo de ser reconocidas como empresarias. El desempeo de mujeres en el mundo
de la empresa sigue siendo visto como una transgresin y una usurpacin a espacios
masculinos, lo que les genera una serie de calicativos negativos y estigmas.
Adems de los estudios de caso, esta publicacin recoge como marco terico introductorio,
la propuesta metodolgica sobre gnero en cadenas de valor, elaborada por Patricia Lindo y Mieke
Vanderschaeghe, integrantes de la Agenda Centroamericana de Armonizacin sobre Gnero y
Cadenas de Valor que promueve el Programa Centroamericano RUTA.
Como especialistas en la materia, ofrecen respuestas metodolgicas que permiten analizar
los procesos productivos por fases o eslabones y el aporte al valor de los bienes y servicios que
hacen de las mujeres y los hombres. El anlisis desde la perspectiva de cadenas de valor, reeja la
forma en que las mujeres y los hombres distribuyen el trabajo, el conocimiento, las decisiones y los
benecios tangibles e intangibles en los procesos productivos, incluidos el mercado de los bienes.
En este marco terico conceptual Patricia Lindo y Mieke Vanderschaeghe, proponen
herramientas que visibilizan a las mujeres productoras y orientaciones para lograr una participacin
justa y equitativa en las diferentes funciones de los eslabones en cadenas agrcolas y pecuarias.
Permiten remarcar en este planteamiento la relacin profunda que existe entre las funciones
reproductivas y las labores productivas que realizan las mujeres rurales.
Con la combinacin entre la teora sobre genero y cadenas de valor, los estudios de caso
presentados en esta publicacin, el Centro de Mujeres Afro hace un reconocimiento al inmenso
aporte de las mujeres al desarrollo rural.
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En eslabones de comercio local: Las mujeres participan, en una gran mayora, en eslabones
de comercio local, como dueas de sus propios negocios. Por razn de su menor acceso a la
tierra, las mujeres en Centroamrica tienen un peso mayor que los hombres en el comercio informal.
Trabajan comerciando lo que algunos expertos llaman productos /cadenas femeninas de bajo
impacto o bien productos tradicionales de mujeres. Son denominados de bajo impacto porque
generan menores ingresos que los obtenidos por empresarios o socios de cooperativas agropecuarias
ubicadas en mercados de productos primarios para la exportacin (caf, ajonjol, man, queso).
En todos los eslabones: Las mujeres juegan roles diversos como trabajadoras asalariadas en
la gran mayora de productos o cadenas en la regin.
Los intentos y esfuerzos, loables, de expertas y expertos en el desarrollo rural con equidad,
dirigidos a visibilizar a las mujeres y sus aportes a las cadenas y economas locales y en los pases,
no hacen ms que profundizar esta paradoja. Al generar acceso de recursos a mujeres no se ha
cuidado el aspecto de sensibilizar a sus parejas sobre los derechos de las mujeres, y por el contrario
los hombres han reaccionado eludiendo sus responsabilidades con las familias e hijos, en particular,
dejando la carga del sostn econmico en manos de las mujeres.
La promocin de mujeres como socias de gremios ha sido una de las estrategias para
posicionar a las mujeres en las organizaciones, partiendo de que estas ofrecen oportunidad de
acceso a recursos tcnicos, crdito, entre otros, sin embargo esta estrategia no logra tampoco
visibilizar el aporte de las mujeres que no logran ser socias debido a factores jurdicos y polticos
restrictivos en la asociatividad en cada pas o dentro de cada gremio en particular.
Una de las paradojas reside en recurrir a los datos duros, como evidencia de los aportes
de las mujeres en cadenas clave para las economas nacionales. Hemos ledo varios estudios sobre
el aporte de las mujeres a la cacultura en algunos pases de Centroamrica. Uno de estos revelaba
que las mujeres aportan el 10% de la produccin nacional de caf. La paradoja de gnero es
que este dato minimiza, sin intencin consciente, los reales aportes de las mujeres a este rubro, al
no lograr visibilizar el trabajo de miles de mujeres que forman parte de igual nmero de familias
aportando al restante 90% de la produccin de dicho producto.
La invisibilizacin profunda de las mujeres rurales est sostenida por la desvalorizacin de
lo femenino.
1. Invisible y desvalorizado por su fuerte vnculo con funciones reproductivas (las mujeres
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cuidan la higiene). Paradjicamente la higiene es una de las garantas de la calidad de
productos.
2. No visible porque el estatus de productor lo ostenta el hombre.
3. No visible porque el estatus de socio y representante de la familia en organizaciones
productivas - y frente a otros actores - lo ostenta el hombre.
4. Invisible y desvalorizado porque sus actividades de procesamiento = valor agregado se
calican de manera despectiva: talleres caseros, artesanales, negocio familiar.
Las experiencias en distintos rubros muestran que los aportes de las mujeres son vitales en
todas las cadenas de valor agropecuarias:
Aportan trabajo que no tiene fronteras entre funciones de produccin y reproduccin. La
produccin agropecuaria en la mayora de rubros descansa en el trabajo familiar, con alta inversin
del trabajo de las mujeres.
Son productoras, independientemente de su propiedad sobre la tierra y el capital.
Aportan a la calidad de productos: Las mujeres son clave en higiene y calidad en
procesos de post cosecha.
Aportan a la administracin eciente de recursos econmicos y familiares.
Generan valor agregado: Las mujeres son las que principalmente procesan diversos
productos como leche, maz, frutas, hortalizas, generando empleo local.
Son clave para el bienestar familiar y la autoestima familiar: Invierten la mayora
de sus recursos en la familia.
Tienen compromiso comunitario y con el desarrollo econmico local: Generan
empleos en sus comunidades, invierten en el desarrollo humano (familias).
Incluyen en sus visiones la sostenibilidad ambiental.
Para romper con las paradojas y sesgos de gnero en las organizaciones econmicas
y cadenas de valor, nuestra propuesta es comenzar a examinar la economa familiar. Tanto la
economa como los enfoques de desarrollo ven la unidad econmica familiar, o el hogar, como, una
unidad homognea o espacio en el que todos tienen los mismos intereses. Se cree que la unidad
domstica o el hogar estn guiados por el altruismo, al contrario del espacio del mercado que est
guiado por el inters de la ganancia.
Se asume que el hogar es un espacio armnico y que el hombre, como jefe de familia,
conoce, interpreta y representa las necesidades e intereses de todos los miembros de la familia. Se
cree que los ingresos y benecios son parejos para todos/as. La realidad es que la familia no
es un espacio armnico. Los miembros de cada hogar tienen intereses diferentes y las relaciones
intradomsticas son gobernadas por relaciones de dominacin y subordinacin, jerarqua y
desigualdad, y lucha y conicto. El egosmo econmico penetra hasta en los aspectos ms ntimos
de la vida domstica (Folbre). Ha sido demostrado que los resultados en bienestar econmico
son muy diferentes entre los miembros de la unidad domstica y que la distribucin de recursos y
benecios no es fruto de la decisin libre de sus integrantes sino de diferentes grados de poder que
tiene cada cual. Las elecciones de cada integrante de la familia, aparentemente hechas con libertad,
pueden ser ejercidas bajo serios presiones, en secreto o clandestinidad, o de manera obviamente
amenazante (Iversen, 2005).
Por lo general, sobre todo en el mundo rural, los hombres controlan el trabajo familiar,
la produccin y los ingresos que se generan gracias al aporte de todos y todas y, en conclusin,
la familia es, a la vez, un espacio de cooperacin y de conicto, como ha sido aseverado por
estudiosos en este tema.
La propuesta de las feministas, trabajando en el mbito econmico, es que el bienestar de
la familia se debera tambin medir segn el poder de cada miembro para negociar los benecios
que le corresponden a cada quien, partiendo del hecho de que dentro de la unidad domstica hay
diferencias de capacidad de negociacin entre mujeres y hombres y otros miembros del hogar.
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I
Mauren Lizano Jimnez3,
Ligia Marchena Alpizar y
Grettel Fernndez Amador
3 Mauren Lizano Jimnez, Coordinadora de la Investigacin, Sociloga y Psicloga Social, 16 aos de experiencia acompaando organizaciones de pequeos y medianos productores/as de la agricultura orgni-
ca, especficamente en el desarrollo de Mercados locales y Sistemas de Garanta Participativa, en Centroamrica. Ligia Marchena Alpzar, Ing. Agrnoma, 6 aos de experiencia en desarrollo, acompaamiento
y gestin de proyectos de agricultura orgnica y mercados para organizaciones de pequeos y medianos productores/as en Centroamrica. Grettel Fernndez Amador, 5 aos, Ing Agrnoma, 5 aos de
experiencia en el Acompaamiento productivo a grupos de pequeos y medianos productores/as, en Centroamrica, especficamente en desarrollo de cadenas productivas. Javier Snchez Valverde, Bilogo,
especialista en equidad de gnero con amplia experiencia en trabajo con mujeres campesinas en la regin Centroamericana.
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2. APROZONOC
Desde hace ms de catorce aos, nace un pequeo grupo de agricultores y agricultoras de
la Zona Norte de Cartago, para darse a la tarea de promover y llevar a cabo investigaciones en la
produccin y el comercio de productos orgnicos, as como en la diversicacin de sus cultivos bajo
el concepto de produccin orgnica, en una regin que tradicionalmente practica el cultivo intensivo
convencional de papa, cebolla y zanahoria6.
La Asociacin de Productores/as Orgnicos de la Zona Norte de Cartago (APROZONOC),
es una organizacin constituida bajo la gura legal de la Ley de asociaciones 218.
En los ltimos aos ha venido experimentando una madurez organizativa, especialmente
Recursos
Tierra: La tenencia y disponibilidad de la tierra de los asociados y asociadas de APROZONOC
en 62,5% son provenientes de herencias familiares, y 27,5% son adquiridas a partir de compra
de la propiedad. Cabe mencionar que solo una de las 8 familias, la nca se encuentra inscrita
legalmente a nombre de la mujer. Las reas disponibles para la produccin son de 0,7 hasta 2,1 ha.
Capital e Infraestructura: Si bien es cierto las hortalizas se cultivan a cielo abierto, algunas
de ellas muestran mayor susceptibilidad, por lo que son necesarios el uso de invernaderos y/o
macro-tneles que permitan una produccin constante durante todo el ao.
Los productores y productoras de APROZONOC cuentan, en su mayora, con una o ambas
tecnologas en sus unidades productivas. La inversin de estas estructuras tiene un costo alrededor
de $11.754 en el caso de un invernadero de 1,000 m2 y $294 en el caso de macro-tneles de
75 m2, lo que implica inversiones fuertes por parte de la familia productora, a travs de crditos o
donaciones de instancias tanto gubernamentales como privadas. La propiedad de tierra y la fuerte
inversin de capital en infraestructuras productivas limitan la participacin autnoma de las mujeres;
esto se da en los ncleos familiares donde ellas se encuentran bajo una condicin de subordinacin.
Por otro lado, el uso de tanques de captacin de agua para riego, constituye una infraestructura
de mximo aprovechamiento de los recursos hdricos de la zona y por ende, mayor eciencia
productiva.
Tecnologa: El uso de tecnologas limpias o verdes, es uno de los aspectos de mayor peso en
la fase productiva de las hortalizas, puesto que se hace necesaria la adquisicin de conocimientos
para la elaboracin y uso de insumos orgnicos tales como: abonos slidos p.e. bocashi, compost,
lombricompost, abonos verdes, sustratos, y abonos lquidos como biofermentos, controladores
biolgicos, entre otros.
En el caso de las mujeres productoras, stas se inclinan fundamentalmente por la elaboracin
de lombricompost, debido a que requiere de una menor inversin de tiempo y energa. El resto de los
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insumos productivos son comprados a hombres de la organizacin. Se resalta que la visualizacin
productiva de insumos orgnicos, como un negocio complementario a la produccin, es llevada a
cabo por los hombres, sumado al hecho de que cuentan con ms especializacin tcnica que las
mujeres. En general, la elaboracin de los propios insumos se convierte para algunos y algunas una
oportunidad de reduccin de costos de produccin.
3.2 Productos/Oferta
Quienes contribuyen a la oferta de productos orgnicos en APROZONOC son: familias
productoras (75%) y mujeres al frente de la actividad productiva (25%). La oferta total de productos
orgnicos est compuesta por 32 productos frescos, 5 productos complementarios y 2 productos
procesados, que se enumeran en el siguiente cuadro:
Cuadro 1
Productos de la cadena de hortalizas orgnicas de APROZONOC
Cuadro 2
Roles de hombres y mujeres en la fase de produccin.
APROZONOC, 2010
Nota: Existen mujeres que estn al frente de la produccin de hortalizas y sus labores son todas las mencionadas.
Caso de Mara Solano y Sonia Gmez.
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Es claro que la actividad productiva est compartida por ambos gneros, sin embargo,
las labores domsticas y de cuido estn en exclusiva, en manos de las mujeres. Por otro lado, las
actividades en las que ellas participan de manera compartida, son aquellas actividades de apoyo
tales como deshierba, siembra, cosecha, elaboracin de abonos y no necesariamente las centrales
que determinan la produccin, las cuales estn en manos de los hombres.
Es importante destacar la distribucin de la mano de obra tanto familiar (MOF) y la mano
de obra contratada (MOC), visibilizando la participacin por gnero, en ambas condiciones.
Igualmente es preciso rescatar el aporte de la mano de obra de las mujeres en esta fase, ya que es
similar al de la mano de obra contratada.
4.1 Recursos
Producto fresco: Se reere a las hortalizas que han sido cosechadas y lavadas, y que se
presentan al consumidor/a sin sufrir alguna transformacin fsica, o qumica.
Producto procesado: Se reere al proceso en el que las hortalizas han sufrido principalmente
una transformacin fsica. Los productos procesados que presenta APROZONOC, son dos: ensaladas
y picadillos, stos ltimos a base de zanahoria, vainica, maz dulce.
25
Figura 1
Flujo de proceso de hortalizas durante la fase de procesamiento
La mano de obra contratada en este rubro no deja de ser necesaria, sin embargo, suele
ser menor (20%) debido a la participacin activa de la familia, todos los viernes de cada semana.
Quienes contratan, aunque sea mnimo, lo hacen inclinndose por la mano de obra femenina.
As como en la fase anterior, los servicios que destacan en este eslabn son:
Mecanismo 1: Productores y productoras llevan sus propias hortalizas a las ferias, as como
las de aquellos de APROZONOC que no participan directamente de ella, con lo cual se establece
un mecanismo de consignacin de producto. Para ello se hace una ruta de recoleccin y distribucin
de productos en centros de acopio y ncas.
Mecanismo 2: Intercambio de productos con otra organizacin tal como Asociacin de
Productores Orgnicos de Turrialba (APOT), con el propsito de abastecimiento de sus productos, a
distintas ferias y hortalizas y en feria de Turrialba.
Ambos mecanismos incluyen manejo de lista de precios jos, entrega de facturas contra
producto recibido y posterior a la comercializacin, se cancela directamente al productor y
productora.
Esta estrategia comercial favorece el acceso a mercados de las mujeres, ya que para
minimizar sus bajos volmenes y diversidad de productos, logran complementarles la oferta. De esta
manera, ellas pueden ofrecer, en sus espacios de comercializacin de canastas ms diversas, lo cual
permite mejorar sus ingresos. Este ha sido un mecanismo oportuno e interesante para las mujeres de
la organizacin, ya que tradicionalmente ha estado en manos de los hombres.
27
Figura 2
Alianza y Ruta comercial de APROZONOC, 2010
Nichos de mercado
Familia productora
La participacin en este eslabn de la cadena, corresponde principalmente a productores
y productoras, que se hacen acompaar de sus parejas, y en algunos casos de sus hijos e hijas. La
jornada inicia cerca de las 3:00a.m., cuando se transportan las hortalizas a partir del ruteo y se
hace la entrega de pedidos, as como la comercializacin directa en los distintos puntos de venta,
con lo que aseguran producto semanalmente.
Cuadro 4
Roles de hombres y mujeres en la fase comercializacin.
APROZONOC, 2010
Cuadro 8
Cuellos de Botella en fase de comercializacin segn la visin de
hombres y mujeres de APROZONOC
1. Dualidad de gustos de consumidores/as algunos consientes del uso de plstico 1. Transporte /Logstica
y otros exigen su uso. 2. La Fijacin de precios y determinacin de costos no tiene un
2. No se revisan los precios que se han jado con periodicidad. mecanismo denido.
3. Condiciones de imposicin en ciertos puntos de venta. 3. Escasa mano de obra
4. Algunas ncas no accedan directamente a mercado. 4. Falta de signos externos que identiquen los esfuerzos de la
5. No se tiene transporte propio, si as fuera se llevara ms producto a la feria. organizacin.
Cuadro 5
Costos Totales de producto procesado picadillo
En cuanto a los benecios en el aspecto familiar, tanto hombres como mujeres comparten
el elemento econmico, la salud en general y en particular, una mejor alimentacin, en la unin y
comunicacin familiar. Slo las mujeres mencionan el benecio ambiental y en la educacin de sus
hijos/ as. En lo concerniente a los benecios organizativos, la identidad y valores compartidos; as
como el empoderamiento y experiencia son indicados por ambos. Los hombres por su parte, hablan
de la posibilidad de trueque de productos y las mujeres de la certicacin, del ambiente y de un
apoyo a su independencia.
Finalmente en cuanto a los benecios personales (como hombre o como mujer), los hombres
indican que se les ha permitido una ampliacin de sus roles tradicionales y las mujeres la delegacin
del trabajo reproductivo. Ellos por su parte, identican benecios personales tales como: ingresos
econmicos, mejora en su salud y el manejo de su masculinidad. Por su parte ellas dicen haber
ganado una mayor independencia econmica, autoestima y realizacin personal, incluyendo el
aporte del ambiente que suma para ellas una satisfaccin particular.
32
8. Conclusiones
1. Los servicios ofrecidos por la banca, los almacenes, cooperativas, y negocios agropecuarios
van dirigidos a los propietarios hombres normalmente, que son los que dirigen el negocio,
y controlan la venta, excluyendo as de estos servicios a las mujeres, que tambin producen.
2. La tierra es producida por hombres y mujeres, sin embargo los ttulos de propiedad en
la mayora de casos, se encuentran a nombre de los hombres, situacin que les facilita el
acceso a una serie de servicios que requieren como una garanta real, tal es el caso de
la tierra.
3. La gestin organizativa empresarial es muy dbil, debido a la ausencia de la visualizacin
del negocio como colectivo, lo cual no les ha permitido, la capitalizacin. Al momento,
el desarrollo organizativo, ha sido de utilidad para el acceso al mercado local, lo cual es
visto como un avance.
4. Existe una serie de negocios desde la agricultura orgnica, que la organizacin podra
impulsar: por ejemplo, la venta de abonos puede generar un ingreso importante, para
hombres y mujeres, mxime en una zona de alta produccin hortcola; as como tambin
la produccin de almcigos y la venta de los servicios de capacitacin de la organizacin
en la agricultura orgnica.
5. Dependiendo de las laborares por realizar en los cultivos, en el caso de las mujeres, hay
una mayor tendencia al manejo de productos de menor dicultad e inversin en tiempo, as
como menor especializacin tcnica, lo que implica menores ganancias por ser menores
inversiones.
6. Negocios ms estructurados, es decir, en los que implica una mayor cantidad de
protagonistas, alianzas comerciales, ms conocimiento de elementos de negociacin
comercial (para ambos sexos). Usualmente esta comercializacin est en manos de
hombres y los menos complejos en manos de mujeres, igualmente importantes.
7. El aporte de APROZONOC en la distintas etapas de la cadena, tales como: conocimiento
tecnolgico, insumos, estrategia de agregacin de valor y comercializacin, son formas de
integracin de la mujer a la cadena de hortalizas orgnicas.
8. El servicio de venta de los abonos, generado por los hombres, le permite a las mujeres
producir y aprovechar ms el tiempo, debido a las mltiples ocupaciones familiares.
9. La capacidad de aumentar la rentabilidad de los negocios de la organizacin, permitir la
generacin y diversicacin de fuentes de empleo en las comunidades.
10. En el caso de mujeres que no cuentan con apoyo de los hombres de su familia, la
organizacin APROZONOC se convierte en una plataforma de apoya tcnico, comercial
y de empoderamiento al pertenecer a un grupo.
11. Los diferentes orgenes y metodologas para el desarrollo de las ferias orgnicas y
convencionales, inuyen directamente en los niveles de exigencia y satisfaccin de los
consumidores y consumidoras.
12. Existen 2 parmetros de satisfaccin importantes, que los productores y productoras deben
tomar en cuenta en las estrategias en los mercados locales: la calidad (presentacin,
durabilidad) y precio.
33
13. La estructura actual de APROZONOC, es incipiente para una visin empresarial, la cual
es necesaria en la evolucin de sus negocios.
14. La agregacin de valor de los productos procesados y comercializados en feria, en su
mayora tiene un comportamiento a aumentar en un 50% ms que el producto fresco
vendido en feria.
15. La gobernanza de la cadena en este estudio de caso, est determinada desde la produccin
mayoritariamente, ms que desde el mercado, ya que la condicin de la oferta de las
hortalizas orgnicas en el pas es limitada, hecho que da un gran e importante poder de
negociacin.
16. Se demuestra con datos, que efectivamente las mujeres aportan de manera signicativa al
desarrollo de los negocios y por ende de las ganancias.
17. Las mujeres estn en todas las fases de la cadena pero su mayor aporte es en el eslabn de
la transformacin, en el caso de APROZONOC, logran una agregacin de valor de un 96%
del costo total, haciendo la diferencia en la calidad del producto. Sin embargo este trabajo
dentro de la organizacin no es reconocido, se pude decir, que ni las mismas mujeres
estn conscientes de su aporte al autodenirse como apoyadoras del proceso.
Recomendaciones
1. Financiamiento de estudios de cadenas de valor con la construccin de nuevos indicadores
con equidad de gnero.
2. Mayor incidencia en la lucha por la tierra de manera integral y desde la integracin de las
mujeres (esto es por y para las mujeres rurales).
3. Fortalecimiento de la autoestima de las mujeres rurales, mejora de la comunicacin y
benecio compartido entre hombres y mujeres dentro de los ncleos familiares.
4. Trabajar los procesos de transformacin de gnero con tcnicos y tcnicas a mediano y
largo plazo, para una sensibilizacin en la prctica con herramientas tiles para avanzar.
5. Determinar las variables de trabajo con EG en las organizaciones con claridad de
indicadores, donde se visibilice el aporte de quienes integran la familia.
6. Desarrollar estrategias dirigidas y diferenciadas para cada rol (masculino, femenino)
dentro de la organizacin. Debe partirse desde las necesidades de cada uno de ellos.
7. Capacitacin y asistencia tcnica que benecie en su totalidad a las mujeres.
8. Intercambio de experiencias de mujeres de manera que transeran su conocimiento en la
Regin Latinoamericana. (por ejemplo FEMUPROCAN y sus redes).
9. Identicar negocios rentables para las mujeres, tanto adultas y como jvenes y
estratgicamente posicionarlas como empresarias.
10. Identicar aquellas cadenas donde las mujeres ya estn incorporadas y buscar el
empoderamiento en el negocio (tomar decisiones como mujer).
11. Mejora de la calidad de vida de las mujeres rurales en trminos de salud, buenos y
mayores ingresos econmicos, educacin y fortalecimiento de sus liderazgos.
12. Aspectos metodolgicos que fortalezcan la formacin en temas que ayuden a las mujeres a
asumir procesos de empoderamiento y toma de decisiones, para ser reconocidas, obtener
mayores ingresos y mejorar sus habilidades para acompaar y desarrollar negocios
con visin empresarial. Utilizar metodologas y herramientas de organizaciones que ya
han avanzado en este proceso, para aportar con resultados de anlisis de cadenas con
enfoque de gnero.
13. Este es un proceso que la organizacin debe abordar como un reto; el cmo mantener un
enfoque familiar, donde los ingresos y las oportunidades sean distribuidas equitativamente
a las mujeres y se visibilice el aporte empresarial de las mismas en la cadena.
14. Por otro lado, para que las mujeres avancen, deben incursionar en el mundo del mercado,
apropiarse de su rol de empresarias y ser tomadoras de decisiones como socias de este
proceso. En lo cotidiano, tal situacin redundar en bienestar familiar y por lo tanto,
mejora de la autoestima y autovaloracin.
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BIBLIOGRAFA
GFA Consulting Group, (2010). Estudio del estado de la produccin sostenible y propuesta
de mecanismos permanentes para el fomento de la produccin sostenible. jMAG-BID, Costa Rica.
417 p.
Salsa de tomate,
el caso de MONCAR en Venezuela
II
Blanca Gutirrez 7
7 Blanca Gutirrez Q., Ingeniera Agrnoma UNEFM, tesista de la maestra Desarrollo Integral de la Mujer UCLA, Venezuela
36
Introduccin
Las mujeres se han insertado a las actividades productivas para atender diversas necesidades
familiares. En las reas rurales se observa una amplia participacin de ellas, an cuando, esta
participacin no se registre ocialmente, debido mayormente a que los roles entre lo productivo
y reproductivo se solapan, lo cual impide an a las mujeres trabajadoras, reconocerse como
generadoras de valor agregado. Las cadenas de valor son una estrategia que permite conocer los
procesos necesarios para la produccin, distribucin y consumo de agro alimentos. Cuando estas
cadenas son observadas desde las perspectiva de gnero, se consideran adems las relaciones entre
diferentes protagonistas femeninos y masculinos, transformaciones de los roles genricos cuando las
mujeres se insertan al trabajo productivo, distribucin de los benecios, y cambios en la estructura
del cuidado, al interior del hogar.
La Asociacin Civil Moncar, de Monte Carmelo, es un ejemplo emblemtico en el Estado
Lara, Venezuela, sobre un emprendimiento exitoso de mujeres. Por esta razn, desde las perspectivas
de gnero, conoceremos las relaciones. Para ello, se realiz observacin participante, entrevistas
dialgicas con informantes claves (asociadas, parejas, mujeres contratadas, hombres y mujeres de
los diferentes eslabones de la cadena) y reunin grupal.
Estas polticas han incidido en mejoras de las oportunidades y condiciones de vida de las
venezolanas, aunque an queda mucho lastre por delante, mientras estas leyes y benecios se llevan
a cabo en la vida cotidiana, poltica, econmica y social de las mujeres.
Historia de la cadena
Monte Carmelo es un casero del municipio Andrs Eloy Blanco, que se encuentra a 70 Km.
de Barquisimeto capital del estado Lara8, en el occidente venezolano, caracterizado por una amplia
vocacin agrcola y turstica. All est ubicada la Asociacin Civil de Monte Carmelo Moncar,
constituida solo por mujeres, la cual nace de la necesidad que tenan ellas de insertarse al sector
productivo, para generar ingresos propios y disminuir la dependencia econmica de sus esposos,
adems de aprovechar los bajos precios que alcanza el tomate en algunas pocas del ao, lo cual
hace que las y los productores pierdan su inversin, llegando incluso a botar el tomate debido a que
el precio no supera los costos por acarreo y transporte a los mercados.
Desde 1976, en esa comunidad funciona la cooperativa La Alianza conformada por un
grupo de hombres y mujeres jornaleros de los caseros Boj y Monte Carmelo, quienes impulsados por
los sacerdotes Jesuitas Mario Gripo y Jos Pineao de la orden de los hermanos Foulcault, compraron
colectivamente, la nca Las Lajitas, para producir hortalizas en forma orgnica, motivados por el
conocimiento de los altos niveles de agro txicos en la sangre, descubiertos al aplicarse en las
comunidades una prueba de colinesterasa (enzima sangunea, cuyas capacidades de transmisin
nerviosa son inactivadas por los organofosfatos presentes en los agro txicos). Al aplicarse esta
prueba se descubrieron agentes contaminantes incluso en aquellas personas que no tenan que ver
directamente con la actividad agrcola. (Moros, Mara 2008)
En un principio tenan problemas con la comercializacin, con otras cooperativas agrcolas de
la zona, solicitan a la Central Cooperativa de Servicios Sociales Lara (CECOSESOLA), organizacin
que les prestaba el servicio funerario, la organizacin de ferias de hortalizas en Barquisimeto, para
enfrentar las roscas de comercializacin. Inicialmente esta Central cooperativa, consider que no
tenan el conocimiento para llevar adelante esta empresa, pero en el ao 1983 iniciaron estas ferias
en forma consecutiva hasta hoy, logrando as un mercado seguro para sus hortalizas.
La estructura organizativa de La Alianza es horizontal, la propiedad es colectiva y la
distribucin del benecio es equitativa y proporcional al trabajo aportado por las y los asociados.
Como parte de esta cooperativa se encuentran Gaudi Garca e Irma Palencia, con esta experiencia
de produccin colectiva, y con el estmulo del sacerdote Jos Pineao, participan en un taller de
elaboracin de salsas, junto con otras mujeres de la comunidad, para aprovechar los tomates que
no tenan mercado, adems de incorporar a otras mujeres al trabajo productivo, sobre lo cual haba
mucha resistencia.
8 El estado Lara es un estado agrcola con una poblacin de 1.625.973 (INE 2004) y una superficie de aprox. 19.800 km2. Alrededor de 2.500 km estn idneos para la agricultura. El estado est formado de
9 municipios y 51 parroquias. Como estado agrcola representa el primer productor nacional en varios rubros agrcolas y aporta ms del 45% de las hortalizas nacionales (cebolla, pimentn, tomate y otros).
Moncar y La Cooperativa La Alianza est ubicada en la Parroquia Pio Tamayo (segn el Censo 2001 la parroquia tena 25.996 habitantes) del Municipio Andrs Eloy Blanco (con 42.067 habitantes segn el
Censo 2001 que representan el 2.7% de la poblacin total del estado Lara). Sanare es la capital del Municipio.
38
Es as como se animaron a realizar el taller de tres horas de duracin. Empezaron nueve
(9) mujeres, en casa de dos de las compaeras (Irma y Gaudi), cada una llevaba los insumos y los
implementos de sus casas, se distribuan la tarea de recoger envases de vidrio en la comunidad, y
solo compraban las tapas. Para empezar a trabajar formalmente, deciden quedarse en casa de una
de las compaeras (Gaudi) y se jan das para trabajar, las salsas eran vendidas por ellas mismas
quienes se llevaban 3 4 frascos y los vendan en los pueblos cercanos. Las ganancias de lo vendido
eran invertidas en implementos e insumos para la produccin; por lo cual una de las compaeras
quien era madre soltera decidi no continuar, porque necesitaba generar ingresos para mantener
a su familia, ms que una esperanza a futuro. Fueron dos aos de inversin propia, sin contar con
nanciamiento. Recuerdan que en un principio tenan oposicin de los esposos y de la comunidad,
quienes se molestaban por el tiempo que ellas dedicaban a la produccin de salsas, decan que
no estaban haciendo nada, que no obtenan ningn benecio, solo gastos. La comercializacin
era para ellas una dicultad, sentan que no tenan las destrezas sucientes para comercializar sus
productos.
Un da tuvieron la idea de llevar la salsa a las Ferias de Consumo Familiar (FCF) de
CECOSESOLA, donde la cooperativa la Alianza y otras cooperativas del municipio llevan sus
hortalizas; empezaron llevando una caja de 12 unidades por mes, en CECOSESOLA les animaron
a hacer etiquetas, estandarizar la presentacin del producto, el color y espesor de la salsa, y a que
gestionaran el permiso sanitario. Adems de entrenarlas para la estimacin de costos de produccin,
y para llevar los registros de ingresos y egresos. Cuando se empieza a conocer su trabajo, una
Perita agropecuaria del Ministerio de Agricultura y Cra, les ofrece un contacto con la Organizacin
Panamericana de la Salud (OPS), para que les capaciten en el proceso de produccin de salsas,
es as como reciben una visita de inspeccin, y envan un tcnico en procesamiento de alimentos
para que en tres das las capacite para mejorar la calidad del producto, el color, espesor y logran
la estandarizacin de las salsas. Las dotan de algunos implementos como: las ollas industriales y la
balanza, lo cual les ayud a mejorar las condiciones de produccin. Adems de las salsas de tomate,
tambin venden mermeladas y frutas en almbar, con frutos de la zona, son preparados en forma
muy artesanal, al igual que las salsas no le aaden ningn saborizante, espesante, ni preservante.
En un inicio ellas desean tener el control de toda la cadena de produccin, desde la
produccin del tomate, la transformacin y la comercializacin; por lo cual sembraban las hortalizas
en pequeos espacios de terreno en sus casas, cocinaban las salsas con lea, lo cual incrementaba
su carga de trabajo. Recuerdan que al principio tenan que madrugar para cumplir con el trabajo de
sus casas y dejar la comida preparada antes de salir, llegar en las noches a lavar, o dedicar todo el
n de semana para ello. Por esa razn, decidieron realizar el trabajo por horas y no por da, con
el propsito de cumplir con sus compromisos familiares; as cada una entraba a trabajar a la hora
que poda, deciden adems dejar de sembrar y comprar a las asociaciones de productores de la
comunidad, las hortalizas para la produccin, y utilizar gas para la coccin, con lo que disminuyen
as, la carga de trabajo.
Posteriormente conocen la Red de Educacin popular entre mujeres de Amrica Latina y
el Caribe, REPEM, y se incorporan a ella, participan en un concurso internacional sobre higiene y
manipulacin de alimentos, donde intervienen 5 pases, ganan el concurso y les premian con cinco
mil bolvares (un poco ms de mil dlares, a una tasa de cambio de 4,30 Bs por $). Con el dinero
compran un terreno e inician la construccin de su sede.
Este concurso les permiti conocer diferentes instituciones que pueden nanciar su
emprendimiento, entre ellas las embajadas de Suiza, Canad, y Espaa. Se enteran de la posibilidad
de gestionar recursos con esas embajadas a travs de la presentacin de proyectos; se llevan los
formularios, elaboran el proyecto de la construccin de su sede, los llenan y envan. Posteriormente
el mismo Embajador de Suiza las visita, aprueba su solicitud para la compra de materiales, pero no
el dinero para pagar la mano de obra. Inician la construccin pagando con recursos propios a los
obreros, esto hizo que trabajaran en incrementar las ventas de salsas y dulces para reunir el dinero.
Sus esposos les ayudaron trabajando en la construccin.
Hoy cuentan con una sede propia que consta de una amplia cocina con batera de lavaplatos,
cocinas industriales, y mesn para trabajo, rea de prelavados donde reciben las hortalizas, sala
de venta de los productos y ocina. Posteriormente, han tenido que hacer remodelaciones siguiendo
las exigencias para las instalaciones que trabajan con el procesamiento de alimentos. Adems de
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la procesadora de salsa y dulces, all mismo funciona una posada, que en estos momentos tiene
capacidad para albergar a 35 personas en su planta baja, vende comidas a sus huspedes, y
atiende encargos. La planta alta fue prestada a la comunidad y all funciona el liceo que an no tiene
sede, tambin cuenta con un saln para reuniones.
Para dotar su cocina y posada gestionan recursos con la embajada de Canad, y los
obtienen. El trabajo de produccin de las salsas y los dulces es an artesanal, ya que no cuentan
con despulpadora, para colar la pasta, separando as la piel y las semillas de la pulpa, proceso que
realizan manualmente. Los nicos equipos industriales que poseen son una licuadora y las cocinas,
fabricadas por un herrero en la ciudad de Barquisimeto.
Con el tiempo se fue incrementando la demanda de salsa en las ferias de consumo, y hoy
tienen una demanda de 800 unidades al mes, en promedio. Cuando el tomate alcanza altos precios
pueden duplicar las ventas, otras 400 unidades las venden en la comunidad en forma directa en la
sala de venta de su sede, y en el Mercado de alimentos9 (MERCAL) de Monte Carmelo. Cuentan con
permiso sanitario, lo que les permite vender las salsas en el estado Lara, en mercados como el de
la ferias de consumos. No han logrado obtener el registro sanitario, que les permitira llegar a otros
mercados, los trmites para la obtencin de este registro se encuentran centralizados, son varios los
requisitos y amplias las exigencias en la infraestructura.
Actualmente, han participado en varios eventos a nivel internacional, entre ellos las Ferias de
Mujeres empresarias en Granada, Espaa, encuentros con otras mujeres rurales en Mxico, y en el
encierro Mundial de Comunidades del Alimento en Turn Italia, forman parte de la Red de Educacin
entre Mujeres de Amrica Latina y el Caribe.
Eslabn 1: Proveedores:
Moncar compra los tomates solamente cuando el precio es bajo, o compran la denominada
golilla, que es un tomate sano, de tamao muy pequeo, que lo hace poco apreciado comercialmente,
compran hasta 2400 kg. Los compran a la Asociacin de Productores de Monte Carmelo, La Tigrera,
Cooperativa La Alianza o a la Asociacin de Productores de Boj, ubicadas en las comunidades
de Boj y Monte Carmelo, cuyo modelo de produccin es la agricultura orgnica. En caso de que
estos proveedores no tengan las hortalizas necesarias, stas son adquiridas de otros productores de
la zona que siembran en forma tradicional. Es necesario hacer notar que en estas asociaciones de
productores, la presencia de las mujeres asociadas, alcanza hasta 20%.
La cebolla, el aj y el ajo porro son comprados a los mismos proveedores del tomate, a
precios variables, dependiendo de la demanda en el mercado; en este caso no pueden aprovechar
los bajos precios, porque su proceso de conservacin es diferente al del tomate y adems modicara
el sabor de las salsas. Las especias (pimienta y laurel) que utilizan las adquieren en el centro de la
ciudad de Barquisimeto, en La Casa Azul compran grandes cantidades y las almacenan.
Los frascos reutilizados, han sido comprados en su propia comunidad, mientras que las
tapas, que deben ser de metal y nuevas, las han comprado a una empresa distribuidora de envases
de vidrio (Discercal). Desde el ao 2002, sta les obliga a comprar las tapas con los frascos, a un
precio de 3,50 Bs. ($0,81) cada uno, lo cual representa el 37,55 % del costo de produccin. En
este momento estn buscando otros proveedores fuera del Estado, que les vendan las tapas y/o
frascos, que les permita bajar costos. An continan recibiendo los frascos que le llevan los vecinos
a su sede, ellas consideran que esto les permite tener un enlace con la comunidad. Las etiquetas que
muestran en sus productos, fueron diseadas por ellas e impresas en Litografa Lara, ubicada en la
ciudad de Barquisimeto a un costo de 0,26 Bs ($0,06) la unidad al igual que el costo de los sellos
de garanta.
El costo de las cajas de cartn para el traslado de los frascos, est contenido en el precio de
estos. Cada caja de cartn contiene una docena de frascos.
El gas que utilizan para la coccin de los alimentos, no llega con regularidad al pueblo, por
lo que deben pagar un transporte, para comprar el gas en la poblacin de Sanare, y en algunos
casos pagar un precio mayor que el precio de venta establecido.
Los ingredientes (aceite, azcar y sal), necesarios para la elaboracin de las salsas, son
comprados al mayoreo en la feria de consumo familiar FCF, el mismo da que suplen esta feria de
salsas. Tambin adquieren detergente y otros bienes utilizados en la posada.
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Entre los costos de produccin para cada frasco de 500 gr de salsa consideran un 0,50 Bs.
($0,11) en gastos generales, esto contempla el pago de transporte para compra de insumos y venta
de los productos, pago de los servicios de energa elctrica, gas, agua, papelera y telfono.
Los frascos, tienen un precio de 3,50 Bs. ($0,81) cada uno, lo cual representa el 37,55 %
del costo de produccin del producto.
Moncar paga 7,50 Bs. $1,74 la hora de trabajo, con una jornada de ocho horas, que
corresponde a 60 Bs. $13,95, devengando por mes de 20 das laborados, un monto de 1200
Bs. $279,07. Esa cantidad se ubica cerca del salario mnimo. En Venezuela segn Gaceta ocial
nmero 39.417, el salario mnimo es de 1.223,89 Bs. $284,62. La mano de obra representa
11,91%, de los costos de produccin.
Cuando hay mayor demanda de sus productos, se contratan mujeres en la comunidad a
quienes les pagan las horas de trabajo igual que a las asociadas. Al nal del ao los excedentes son
distribuidos entre las asociadas, despus de sacar la depreciacin de los equipos, se contabilizan
las horas de trabajo de cada una durante el ao, quien ms trabaja ms recibe.
Cuadro 1
Costo de produccin salsa de tomate MONCAR
presentacin 500 gr. para el mes de julio 2010
Descripcin Unidad de Cantidad Precio unitario Bs. Costo produccin para Costo por frasco/ Costo por frasco/
medida 54 frascos Bs. 500gr. Bs 500gr. $
Tomate Kg 45,00 1,50 67,50 1,25 0,29
En estas reuniones tambin se jan las cantidades de productos que llevarn a feria,
dependiendo de la demanda, y el inventario. Cada grupo expresa sus problemas para obtener
materias primas, los obstculos en los procesos de permisos de produccin, establecen planes de
trabajo, adems de revisar los avances y cumplimientos de acuerdos.
5. Logros
U Disfrutar de un trabajo colectivo digno y estable, y la independencia econmica.
U El reconocimiento social que les ha brindado esta experiencia tanto en su comunidad,
como a nivel nacional.
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U La construccin de su sede por el nanciamiento de las embajadas de Suiza y Canad,
y la inversin y mejoras constantes con los excedentes generados de su actividad
productiva.
U
U Se distribuyen el trabajo por parejas lo cual facilita que cuenten con das libres para
realizar otras labores.
U La formacin de redes de apoyo que les ha permitido establecer una relacin de
conanza, ms que comercial con sus proveedores, y contar con un mercado seguro
para sus productos.
U La rotacin de cargos que le ha permitido a cada una de ellas apropiarse del proceso
productivo y crecer en forma individual y colectiva.
U Dar oportunidad a las asociadas para estudiar, ya que ellas solo posean los primeros
aos de educacin primaria, es as como, en la actualidad tres de las asociadas
culminaron estudios universitarios y son docentes en el liceo de su comunidad, que
funciona en la planta alta de la sede de la A.C. MONCAR.
U Adems Moncar ofrece en su sede, talleres de capacitacin en higiene y conservacin
de alimentos, produccin de salsas y dulces en almbar a grupos o comunidades
organizadas, donde tambin prestan el servicio de hospedaje y elaboracin de comidas
que ofrecen a sus huspedes y por encargo; para la preparacin de estos alimentos
utilizan la pasta y la salsa de tomate.
5.1 Dicultades
Esta Asociacin Civil, como otras ligadas al movimiento cooperativo del Estado, surgen de
la iniciativa comunitaria y por el apoyo de un grupo religioso. En ellas las asimtricas relaciones de
gnero no han sido transformadas. CECOSESOLA considera que el tratamiento de gnero requiere
una transformacin, personal y de integracin comunitaria, por esto promueven la participacin de
todas y todos y la rotacin de las tareas. Esto ha favorecido la insercin de las mujeres al trabajo
productivo, pero en la distribucin de las tareas en el hogar, no ha habido cambios; otras mujeres
(hijas, nueras o suegras) se hacen cargo de las tareas del hogar, o se postergan hasta que haya
tiempo, las mujeres han aprendido a organizarse mejor, para realizar una mayor carga de trabajo.
El trabajo domstico no remunerado, imprescindible para la supervivencia de los hogares,
recae casi totalmente en las mujeres.
El machismo y resistencia a la insercin de la mujer al trabajo, contaron solo con el
esfuerzo propio productivo en un principio. Hubo falta de apoyo gubernamental, no contaron con
nanciamiento.
Moncar cuando cuenta con seis asociadas, pero durante este ao, solo dos de ellas han
cumplido con el trabajo de la asociacin, porque las otras cuatro lograron obtener cargos jos en
liceos de la comunidad y sectores cercanos, ahora tienen restricciones en el tiempo para cumplir con
su cuota de trabajo, por esto han contratado los servicios de otras dos mujeres de la comunidad, sin
darles la categora de socias.
Falta de incorporacin de nuevas asociadas, a pesar de la carencia de mano de obra,
que permitira el crecimiento de la asociacin; no se han incorporado otras mujeres. Las asociadas
creen que la razn es el temor a la obligacin de asistir a reuniones, ya que ellas en forma semanal
realizan su planicacin, tambin se renen con otras cooperativas de la zona, y con feria de
consumo familiar, su mayor comprador de salsas. Sin embargo, en entrevista con algunas de las
mujeres que trabajan por contrato para Moncar, estas manifestaron su deseo de ser asociadas y
participar en las reuniones, pero tienen temor a solicitar la asociacin, por temor a no ser aceptadas.
En nuestro pas no existe una legislacin que permita a los y las productores obtener la
calidad de ecolgico, orgnico, natural o bioproducto para sus productos. Tampoco existe una
institucin estadal que acredite a las certicadoras, adems de que estas certicaciones son costosas;
por lo cual los pequeos productores tienen dicultades para acceder a ellas, tampoco en el pas
existe un mercado local que pague el precio adicional de un producto sano e inocuo para la salud.
Aunque existe un gran esfuerzo organizativo y de mucho tiempo para la produccin orgnica, ese
46
mismo nivel de conciencia no existe en los consumidores. Estos grupos de productores con ms de
diez aos en la produccin orgnica, no tienen una certicacin por los costos que ella implica, y
que los mercados no pagan el valor agregado.
7. Esfuerzo por estar informadas sobre los programas que contribuyan a fortalecer la
insercin de las mujeres en actividades productivas.
8. Establecer normas claras en la distribucin del trabajo, su participacin y las faltas en el
cumplimiento de tareas asignadas.
9. La rotacin de cargos que permita a cada una apropiarse del proceso productivo,
valorar el trabajo y crecer en forma individual y colectiva.
10. Dar la oportunidad a las mujeres de incluirse en procesos de formacin.
49
BIBLIOGRAFA
Delgado Alba, et al. (2009). Anlisis de Experiencia Organizativa Cooperativa La Alianza.
Moros, Ma. Elena y Alcal, Dilsia (2008) un proceso de cambio pensado en el ser humano,
el ambiente y el futuro. LEISA Revista Agroecolgica. Vol. 21, N2.
ANEXOS
Abreviaturas y siglas
Equivalencia monetaria
10 Lidietthe Madden Arias, Lcda. Psicologa Social, Msc. Honoris Causa en Gestin Educativa de Iberoamerica. Doctorado Honoris Causa en Educacin. Consejo
Iberoamericano. Emprendedora Social nominada por ASHOKA.
11 Luca Chaverr Madden, Lcda Psicologa. Instructora de Yoga para nios y nias. Bach. Educacin Especial.
52
Introduccin
U La Declaracin de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indgenas
U la institucionalidad a favor de la igualdad de gnero en las mujeres indgenas y
campesinas
U la accin en Amrica Latina en favor de la superacin de las inequidades de las mujeres
rurales e indgenas
U la Poltica Nacional para las Mujeres (PIEG, Costa Rica), y
U el Plan de Accin de la FAO para la Mujer Rural
U Se interpretaron diferentes conceptos relativos a la teora de gnero, para reconocer
las distintas formas de discriminacin, exclusin e invisibilidad que sufren las mujeres.
Este porcentaje es el tercero ms alto desde el ao 2000, lo cual sugiere que, si bien
los ingresos de muchos hogares superaron la lnea de pobreza, no los alejaron signicativamente
de ella, por lo que siguieron siendo vulnerables. Casi 600.000 personas reciben menos del salario
mnimo. Desde su decimocuarta edicin este informe reporta una lamentable constatacin de graves
problemas de calidad del empleo. En el 2008 uno de cada tres ocupados recibi menos del salario
mnimo, lo que en trminos absolutos equivale a 588.796 personas. Los ocupados en esta situacin
residen principalmente en las regiones perifricas, son en su mayora jvenes o adultos mayores,
no han logrado completar la secundaria, laboran como asalariados del sector privado o por cuenta
propia, sobre todo en actividades de agricultura y servicios domsticos, aunque tambin estn en el
comercio y la construccin. El ingreso promedio mensual de estos ocupados es de tan solo 116.924
colones ($234) al mes. (Romn, 2009, p. 49).
3. Organizaciones participantes
3.2 APISANLUIS
APISANLUIS se encuentra en la comunidad de San Luis, en el distrito del mismo nombre. San
Luis es el distrito nmero 4 del cantn de Turrubares, y ste es el cantn nmero 16 de la provincia
de San Jos. Posee un rea geogrca de 416 km2 y cuenta con diferentes zonas protegidas muy
dismiles entre s: el Parque Nacional Carara, la Zona Protectora de los Cerros de Turrubares, la
reserva privada Cazira y la Asociacin de Reservas Arbolia, todas con una gran riqueza biolgica.
A enero del 2006, la poblacin que viva en el cantn de Turrubares era de 5,323 personas.
En el distrito de San Luis vivan 491 personas (276 hombres y 215 mujeres).
Las principales actividades productivas a las que se dedican los habitantes del cantn
de Turrubures son la ganadera, apicultura, agricultura (granos bsicos, hortalizas y caf) y ms
recientemente el turismo. El Ministerio de Agricultura y Ganadera ofrece asistencia tcnica en estas
reas y cuenta con una coordinadora de gnero que promueve la participacin de las mujeres y los
jvenes en las actividades productivas y empresariales del cantn. (Elizondo, 2009, p.7).
Para la produccin de la miel, APISANLUIS cuenta con asistencia tcnica del Instituto de
Investigaciones en Apicultura Tropical de la Universidad Nacional, as como del Instituto Nacional
de Aprendizaje y del Ministerio de Agricultura.
Venden principalmente en ferias que organiza la UNA y tambin en la comunidad. Aunque
no se logr precisar con exactitud la produccin anual de miel, sus costos y ganancias. Qued
claro en la entrevista realizada en el punto de ventas de la feria, que las mujeres no logran ingresos
sucientes con la miel y sus derivados, por lo que deben trabajar en otras actividades (la mayora de
ellas se desempea como empleadas domsticas en la poca en que no hay trabajo relacionado con
la miel). Uno de los esposos, compaeros o hijos, atienden las colmenas como parte de su trabajo
de la agricultura, porque ellos si se mantienen en sus pequeas parcelas.
Con la asesora tcnica de la UNA, este grupo obtiene otros productos derivados de la miel
de abeja (jabones, cremas hidratantes para la piel y los labios, miel de abeja con polen). Todos estos
productos carecen de registros sanitarios, las etiquetas y empaques son provisionales. Este faltante
no les permite entrar al mercado formal de la economa.
3.4 ACOMUITA
El Consejo de Mujeres Indgenas de Talamanca (ACOMUITA), se localiza en el cantn de
Talamanca, en la provincia de Limn. Diversos estudios sealan que en un 95% las mujeres bribris
mantienen y hablan el idioma bribri. Su estructura interna es de clanes que siguen la lnea matrilineal.
Algunas de sus viviendas mantienen la estructura tradicional a base de recursos del bosque (suita y
chonta). Muchos de sus territorios tienen fuerte presin por la tierra por parte de personas externas.
Tambin en Talamanca existe la amenaza por la explotacin del petrleo, minera y construccin
de plantas hidroelctricas. Las artesanas de materias primas del bosque son parte de la tradicin y
mayoritariamente son las mujeres quienes las trabajan (Instituto Nacional de las Mujeres; Comisin
de Mujeres Indgenas War Kan, 2007).
Las familias indgenas tradicionalmente se han dedicado a la produccin de banano y
pltano, tanto para el mercado nacional como internacional. El cacao se desarrolla a pequea
escala, dada la presencia de la monilia, enfermedad que afecta la planta de cacao. Las familias
indgenas son las ms pobres del pas. No existen diferencias signicativas entre mujeres y hombres.
Un estudio del Instituto Nacional de Estadsticas y Censos, revela que estas familias carecen de
cuatro necesidades bsicas (empleo, educacin, salud y trabajo), lo que las coloca en los umbrales
de la extrema pobreza.
En los ltimos aos Talamanca ha enfrentado diversos problemas provocados por el cambio
de clima (inundaciones o sequas), lo que genera una gran vulnerabilidad en trminos de seguridad
alimentaria y produccin agrcola. Tambin en los ltimos aos se observan cambios en las formas
de produccin, principalmente en el pltano, el cual producen de manera convencional generando
serios problemas de contaminacin por el uso de agroqumicos.
ASOMOGA actualmente cuenta con ocho asociadas, de las cuales dos son fundadoras. El
desarrollo de la actividad productiva de la miel, inicia con una donacin de seis millones de colones,
gestionados por el Ministerio de Agricultura a travs del Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS15).
La donacin se hace efectiva en el 2008, se compran los equipos necesarios para el manejo del
apiario. Cuando inicia la actividad de la miel, se presentaron dicultades por falta de experiencia,
incluso perdieron seis colmenas.
Dado que el negocio de la miel an no genera recursos econmicos sucientes para cubrir
todos sus costos, las socias de ASOMOGA, han desarrollado diversas iniciativas, entre estas
estrategias destacan el aporte de cuotas mensuales de las asociadas y la organizacin de rifas. Se
aprovechan celebraciones como 15 de agosto, el da de las madres; 25 de julio, da de la Anexin
de Guanacaste; 2 de agosto, da de la Virgen de los ngeles, entre otras efemrides.
La obtencin de dinero extra para cubrir los cotos del apiario, resulta difcil, pues no tienen
colaboracin de la mayor parte de los/las vecinas de la comunidad, por lo que se ven obligadas
a salir de su propia comunidad para realizar gestiones. Indican que las personas de la comunidad
no compran los nmeros de las rifas si son de la ASOMOGA. Los escasos recursos que adquieren
por cuotas y rifas, los destinan en su totalidad para mantener la personera jurdica de la asociacin
al da y para comprar el azcar necesario para mantener las colmenas en las pocas de invierno.
La voluntad de las mujeres asociadas a ASOMOGA durante 16 aos de existencia, es lo
que ha hecho posible que la organizacin se mantenga a pesar de las crticas recibidas y haber sido
estereotipadas por personas de la comunidad como locas y viejas vagas. Esta situacin pone
en evidencia la cultura patriarcal, dominada por estereotipos machistas que boicotean de manera
permanente el desarrollo de las mujeres y sus oportunidades. Por ejemplo, las asociadas comentan
haber recibido por parte de la comunidad ms discriminacin que apoyo, ya que les solicitan
eliminar las abejas porque les matan a los cerdos y los terneros. No obstante, no se reeren as, a
las abejas de las otras familias que tambin tienen apiarios, los cuales no son liderados por mujeres.
3.7 APISANLUIS
La presidenta de APISANLUIS explic que la asociacin tiene diez aos de dedicarse a la
produccin de miel. Su nombre APISANLUIS, alude directamente a la actividad apcola a la que
se dedican. En la actualidad el grupo est integrado por 10 asociados (7 mujeres y 3 hombres).
Al iniciar la operacin de la asociacin, participaron personas que no tenan gusto ni inters
por trabajar en el apiario, lo que hizo que se denieran con claridad los criterios de aliacin de
sus integrantes, al ser el requisito principal el tener gusto por trabajar con las abejas. Actualmente,
todos sus asociados/as muestran inters en la produccin de la miel de abeja; conocen y creen en
sus potencialidades nutritivas y econmicas.
APISANLUIS forma parte de otras iniciativas apcolas que han sido impulsadas en la zona
por parte de instituciones colaboradoras como el Ministerio de Agricultura, el Instituto Nacional de
Aprendizaje y la Universidad Nacional a travs del Centro de Investigaciones Apcolas Tropicales.
15 Es la institucin pblica que atiende a personas y familias que viven en condiciones de extrema pobreza.
59
3.8 MUCADE
La Asociacin de Mujeres Camino al Desarrollo de Cerbatana de Puriscal (MUCADE), forma
parte de la Asociacin de Desarrollo Integral de la comunidad.
Se fund en el ao 1990, cuando se identic la necesidad de reunir esfuerzos para
ayudarse entre las mujeres, con el objetivo de salir adelante econmicamente y sacar a sus hijos de
la pobreza. Han desarrollado diversos proyectos, entre los cuales destacan las artesanas, turismo y
el servicio de venta de comidas preparadas.
Su presidenta expresa que se dedican a la produccin de la miel desde hace cinco aos,
para lo cual han contado con la asesora tcnica del Centro de Investigaciones en Apicultura Tropical
de la Universidad Nacional. Actualmente en este proyecto trabajan 12 mujeres: seis de ellas se
dedican al empaque del producto (les da temor el manejo de las abejas) y las otras seis trabajan
directamente con las abejas.
5. Conclusiones y recomendaciones
5.1 Conclusiones
1. Las estadsticas deben de contabilizar el trabajo de las mujeres en la cadena de valor,
sealando no slo cuntas son las dueas de la tierra, sino cules son las funciones que
desempean y los benecios que reciben por su trabajo.
2. La fala de permisos y registros de funcionamiento, marca registrada, etiquetas de
acuerdo con la normativa existente, empaques y productos de calidad, representan un
obstculo para el xito de la empresa, debido a los altos costos, tiempo y trmites que
conlleva. Si esto no se supera, se pierden oportunidades como las que se ofrecen en el
mercado formal de la economa, sobre todo aquellas que son de comercio justo, con
responsabilidad social y ambiental.
3. En general todos los productos de la cadena de valor de la miel y del cacao requieren
mejorar imagen, para que el/la consumidor(a) identique la diversidad de productos
que puede consumir, los cuales son de origen campesino, indgena o de pequea
empresa familiar, liderados por mujeres. Estos aspectos deben ser visibilizados en toda
la imagen de los productos, como parte de la cadena de valor.
4. En general los productos analizados de la miel y el cacao son novedosos e innovadores;
tienen un alto potencial de mercado, tanto nacional como internacional y las empresarias
requieren ser fortalecidas a travs de las distintas instancias gubernamentales, no
gubernamentales, acadmicas y de consumidores para potenciar sus mercados.
5. Las productoras tanto de miel como de cacao, han aprendido a darle valor agregado
al diversicar sus productos. Para mejorar calidad, empaque y etiquetados, las mujeres
requieren asesora tcnica, acceso a la tecnologa, asesora de mercados y control de
calidad. El xito depender de la salida que estos productos tengan en el mercado.
6. Todas las empresas analizadas son muy dbiles en la parte administrativa y contable,
carecen de registros y en general la distribucin del dinero que obtienen de las ventas,
no les es suciente para que todas sus asociadas obtengan ingresos a lo largo del ao,
con lo cual se ven obligadas a desempearse en otras actividades productivas, como es
el caso de las mujeres campesinas que trabajan en el servicio domstico y las indgenas
en la agricultura del pltano y el banano.
7. Se evidencia en el anlisis realizado que las mujeres continan enfrentando la lucha
por ser reconocidas como empresarias. El desempeo de mujeres en el mundo de la
empresa no deja de constituir una transgresin a la cultura patriarcal, lo que les genera
una serie de calicativos y estigmas, con que se les calica en muchas ocasiones.
8. Las mujeres tanto indgenas como campesinas que se encuentran organizadas, tienen
en su misin, -no necesariamente explcita- la solidaridad con otras mujeres y familias
de las comunidades, al involucrarse en resolver problemas vinculados con la salud, la
educacin, el trabajo y la vivienda. Esta propuesta de empresa social, no necesariamente
est marcando las pautas econmicas que se deben de seguir en el mundo de la empresa,
razn por la cual muchas veces las mujeres no saben ni cunto ganan, ni cuanto tienen.
5.2 Recomendaciones
1. Sin excepcin todos los productos analizados y que estn en manos de asociaciones de
mujeres requieren mejorar imagen, obtener permisos y registros, para tener acceso a los
mercados en diversos puntos de venta del territorio nacional e internacional. El gran reto
es salir del mercado informal de la economa.
2. Las empresas de mujeres involucradas en la cadena de valor del cacao y de la miel,
requieren ser capacitadas en aspectos de contabilidad y administracin con perspectiva
de gnero, de tal manera que se logre determinar con exactitud, cul es la distribucin
de los recursos nancieros, con qu frecuencia y con qu ganancia.
3. Que las instituciones vinculadas al desarrollo de la pequea y mediana empresa tanto
62
gubernamentales como no gubernamentales, articulen esfuerzos, recursos econmicos,
humanos y materiales para potenciar el xito de las mismas y romper con los nudos que
impiden la superacin de las distintas etapas de la cadena de valor. Esta recomendacin
es particularmente importante para las empresas que estn en manos de mujeres.
4. La capacitacin en la perspectiva de gnero debe ser permanente para las mujeres,
sus familias y las instituciones colaboradoras, de tal manera que se logre empoderarlas
como empresarias, articuladas de manera visible al desarrollo econmico del pas.
5. Desarrollar un programa integral permanente de capacitacin en el que se fortalezcan
los aspectos de: liderazgo, administracin y mercadeo con perspectiva de gnero,
gestin, organizacin, en donde los hombres y las mujeres compartan los conocimientos
adquiridos, para transformar sus recursos econmicos y, con ello superar una situacin
subordinante, de discriminacin y machismo.
6. Fortalecer el rea de produccin, mercadeo, ventas y administracin de cada empresa
analizada.
7. Articular a las iniciativas empresariales de las mujeres, recursos econmicos, tcnicos,
de infraestructura, de capacitacin, que potencien los esfuerzos que hacen las mujeres,
al denir con claridad los roles que cumplen las instituciones en la cadena de valor para
mejorar sus ingresos, fortalecer su autonoma y su calidad de vida.
63
BIBLIOGRAFA
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al_desarrollo_de_cerbatana_de_puriscal_mucade_industrializaci.html
1. Introduccin
En el mes de agosto el Centro de Mujeres Afro costarricenses realiz una invitacin a varias
organizaciones y consultoras para que presentaran propuestas para desarrollar estudios de caso
sobre Cadenas de Valor. Estas consultoras tendran una duracin de 8 semanas (del 7 de agosto al
3 de octubre de 2010). Deban realizar un anlisis cualitativo y cuantitativo de la participacin de
las mujeres en procesos productivos relacionados con produccin orgnica, y o de comunidades afro
o indgenas, para identicar el aporte de las mujeres y su participacin relativa en la distribucin de
las ganancias. De lo anterior, obtener recomendaciones susceptibles que puedan ser aplicadas en
los programas del FIDA en la regin.
Green Development Foundation Centroamrica (GDF-C.A.) o Fundacin Desarrollo Verde
Centroamrica, es una organizacin no gubernamental sin nes de lucro, con sede en Tegucigalpa,
Honduras. Nuestro principal objetivo es facilitar el desarrollo sustentable de las organizaciones de
pequeos productores de caf. Cuenta con un equipo de trabajo profesional de reas sociales,
agronmicas y administrativas, para disear y ejecutar proyectos y generar conocimientos relativos a
la actividad cafetalera. Hemos desarrollado un Estudio sobre la situacin de las mujeres productoras
de caf, que sirve de base para generar incidencia en la organizacin de las productoras de caf
en Honduras.
Green Development Foundation fue seleccionada para desarrollar el Diagnstico de la
participacin de mujeres en las cadenas de valor en la Cooperativa Regional Mixta de Agricultores
Orgnicos de la Sierra, RAOS, Limitada en Marcala, Honduras.
Metodologa
En el mes de septiembre de 2010 se realiz una reunin con la Junta Directiva, con el objetivo
de presentarles la propuesta del diagnstico y el Plan de trabajo para el estudio. Seguidamente se
desarrollaron reuniones con la Gerente para coordinar la realizacin del taller con los asociados y
nalmente, un taller para socializar la informacin del Diagnstico.
Para el anlisis de sensibilidad de gnero, se consider la opinin de dirigentes, tcnicos y
administrativos de la Cooperativa RAOS.
2. Antecedentes
17 A nivel del mercado mundial existen tres tipos de caf: arbicas lavadas, arbicas no lavadas y robustas. Honduras produce caf arbica lavado. La calidad del caf puede variar mucho de acuerdo a la variedad
y mtodos de manejo y procesamiento del caf. Se considera que esta variedad tiene mayor calidad y recibe un mayor precio en el mercado. En el comercio mundial, el caf es clasificado en: Suaves tipo
Colombiano, Otros Suaves, Cafs Brasileos y Otros Arbicas y Robustas. Los Suaves Colombianos (de Colombia y Kenya) y Otros Suaves (principalmente de Centro Amrica, Mxico e India) son arbicas lavadas,
la diferencia entre ambos es bsicamente basada en criterios de calidad (CCI/UNCTAD/GATT 1992).
18 Los cafs arbicas son clasificados de acuerdo con el mtodo de procesamiento utilizado, este puede ser lavado o sin lavar. En el mtodo lavado (va hmeda) cuando las cerezas del caf estn maduras y frescas
(caf uva) se cosechan. Luego el caf uva es despulpado, esto consiste en separar la parte carnosa (pulpa) del grano. La pulpa se elimina con agua y el pergamino pasa a la fase de desmucilaginado. La separacin
del muclago puede ser mediante fermentacin natural qumica o mecnica. Despus del despulpe se procede al lavado, el objetivo es separar los granos no despulpados, los granos livianos y los flotantes. Luego se
deja que el grano fermente en agua, lo aconsejable son 24 horas, para poder retirar el muclago pegajoso que cubre el grano. Despus el grano es secado, este puede ser de dos formas al sol o natural y el secado
artificial o mecnico.
72
Figura 1
Precio promedio mensual del caf
Cuadro 1
Registro Mensual de Ventas
Comparativo Cosecha 2008/09 2007/08
Sacos de 46Kg. y Valor en US Dlares
RAOS cuenta con legalidad institucional, que est vigente, cuenta con personalidad
jurdica y est inscrita en los registros competentes a nivel local. Adems est
registrada ante las entidades que regulan al sector cooperativista y productor de caf.
Constituida en 1997 como Cooperativa, su personera jurdica se legaliza mediante
Acuerdo 1677, del 1 de noviembre de 1999 y se inscribe en el Tomo IV, del libro
III del Registro Nacional de Cooperativas, dependencia del Instituto Hondureo de
Cooperativas (IHDECOOP).
RAOS cuenta con Estatutos y su Reglamento, que estn vigentes y se aplican. Los
Estatutos estn en versin impresa y cada persona Directiva y Asociada tiene una
copia de la versin revisada y vigente de ambos documentos. Asimismo, la Gerencia
tiene por escrito y a mano las versiones vigentes de Estatutos y Reglamento.
b) Visin y Misin
Visin: Expandir nuestra participacin en el mercado nacional e internacional
para aumentar la produccin, distribucin y comercio de productos orgnicos,
especialmente el caf, al ofrecer productos y servicios competitivos de calidad, que
estn a la altura de las exigencias y gustos de los consumidores y clientes. Se busca
una vida justa y humanizada, con familias autorrealizadas integralmente, estables
econmica, social y culturalmente.
Misin: Ofrecer productos orgnicos altamente competitivos, principalmente el caf,
con estrictas normas y estndares de calidad, rigindose bajo las normativa de
la certicacin orgnica, Fair Trade, Denominacin de origen de Marcala, para
consolidar en RAOS un camino de accin empresarial sostenible de agricultura
orgnica ecolgica. Tener como punto de referencia el trabajo operacional y eciente
de organizaciones, hombres y mujeres asociados capaces de generar tecnologa
productiva en forma diversicada y con calidad, con comercializacin a nivel local,
nacional e internacionalmente. Todos los procesos realizados con equilibrio ecolgico.
c) Estrategia
RAOS tiene por objetivo contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de
productoras, productores, y familias en general; por medio de la promocin,
produccin, procesamiento, comercio y exportacin de cafs referenciados de acuerdo
con las exigencias y parmetros establecidos por las asociaciones de cafs especiales
del mundo, y otras de productos orgnicos.
76
Los valores y la losofa que gua la accin de RAOS, a la que se adhieren las
personas dirigentes, empleadas y asociadas son: honestidad, transparencia,
responsabilidad social cooperativista, solidaridad, y satisfaccin de los clientes.
Estos valores forman la base tica en asuntos de la empresa y en el conjunto de sus
relaciones.
La estrategia de RAOS, en el aspecto productivo comercial del caf, gira en torno a
acceder a los mercados de cafs especiales que mejor retribuyan sus productos de
alto valor agregado, basado en la calidad, su consistencia y las certicaciones que lo
prueban.
La estrategia de RAOS a lo interno, es prestar servicios a las y los productores
apoyndoles en el trabajo de sus ncas y proporcionndoles servicios de
procesamiento, capacitacin, asistencia tcnica y comercializacin de los productos,
de manera ecaz, dinmica y rentable.
d) Estructura organizativa
La estructura organizativa de RAOS es conocida y funcional. Cuenta con un
organigrama pero ste no est impreso ni disponible para la gerencia y el personal.
e) Membreca
La membreca de RAOS (Asamblea General de RAOS), cuando est en reunin, es
debidamente informada, deliberante y activa. La junta Directiva convoc a la membreca a tiempo
y formalmente a la ltima reunin de Asamblea -conforme a los Estatutos, su Reglamento y la Ley
vigente, se reunieron conforme a la agenda de ley. El Libro de Actas de la Asamblea General est
escrito y al da, lo mismo el Libro de Membreca.
La mayor parte de la membreca est activa; de alta asistencia a las Asambleas, su
participacin en las reuniones es activa y propositiva. No obstante, las y los Asociados no aceptan
fcilmente ser electos y asumir cargos directivos, a los que se les propone, en Comits o en Comisiones.
Como se aprecia en la Tabla 1 abajo, el crecimiento en membreca se produce, en los
ltimos 3 aos, en forma sostenida; as, el total de personas asociadas es 29% mayor este ao con
respecto al 2008, y esto se debe a que hubo actividades incluidas en el POA para incorporar nueva
membreca.
77
Rubro A Sep 2007 A Sep 2008 A Sep 2009 Proyeccin a Sep 2010
Las acciones o incentivos realizados para incorporar a ms mujeres a RAOS, permiti que
creciera muy destacadamente su nmero, en 47%. Las proyecciones de crecimiento para el ao
2010 son tambin muy ambiciosas y no se cumplieron, porque su membreca lleg a 200 asociados,
lo que signica un crecimiento del 10%.
En cuanto a la equidad de gnero en la conformacin de la membreca, an dista mucho
cuantitativamente. La cantidad de mujeres asociadas se aproxima el 29% y se proyecta que llegue
al 36% el ao entrante. En cuanto a la integracin de personas asociadas jvenes (16 a 30 aos)
no se dispone de la informacin que determine esta relacin, no obstante, las personas directivas
arman que la mayora de las personas asociadas rondan los 40 aos.
Con respecto a la posicin de la mujer en los puestos de toma de decisiones, an es mucho
menor el nmero de ellas en la directiva, en los comits y las comisiones de trabajo respecto al
nmero de hombres ocupando cargos en esas instancias. En RAOS no se hace discriminacin tnica,
de clase o de otro tipo para permitir el ingreso como persona socia a la directiva.
En estos dos cuadros podemos observar que el aporte de las mujeres se encuentra en todas
las labores culturales, igual que las realizadas por los hombres para la produccin de caf. Tambin
se observa que las actividades que ms realizan las mujeres, son las de abonamiento y cosecha.
Algunas de las actividades que las mujeres realizan con menor frecuencia son: deshije, podas, ya
que requieren de mayor capacitacin.
79
El pago que reciben las mujeres y hombres por la misma actividad, muestra desigualdad de
gnero, ya que en la mayora de las actividades el pago a los hombres es mayor del que reciben las
mujeres. Tal situacin es fundamentada en el supuesto de que los hombres tienen mayor capacidad
para realizar la misma labor, por lo que tambin se capacita ms a los hombres que a las mujeres.
En relacin con la tenencia de la tierra como uno de los recursos vitales para promover la
equidad de gnero, la mayora lo consider como uno de los factores ms importantes. No hay
diferencias signicativas entre la opinin de los hombres y las mujeres. Se puede observar que la
mayora de la tenencia de la tierra es individual.
En cuanto al acceso al crdito, este se encuentra como el otro recurso productivo considerado
importante, aqu podemos ver que hay empate en cuanto al acceso del mismo por hombres y mujeres.
Esto se debe a que en la regin de Marcala se han desarrollado varias iniciativas que favorecen este
acceso crediticio para las mujeres.
Esto muestra que aunque mayoritariamente es el hombre quien controla los ingresos, la mujer
no es un ente pasivo en las decisiones familiares, y existen negociaciones entre el marido y la mujer
sobre el acceso a los recursos del hogar. La mayora (86%) considera que estas negociaciones no
llegan a representar conictos en la familia y que patrones de conanza, distribucin de tareas y
negociacin, forman parte de las relaciones familiares. El 100% de las personas consultadas est de
acuerdo en que la toma de decisiones por parte de la familia debe ser de manera conjunta.
Estos cuadros muestran que a nivel rural, se mantienen las actividades domsticas
desarrolladas por las mujeres, aunque se aprecia cierta apertura en cuanto a compartir las tareas
domsticas, como las de lavado de ropa y arreglo y limpieza de casa, no as la preparacin de
alimentos, que sigue siendo la mayor carga reproductiva que llevan las mujeres y la que hace ms
difcil su participacin, ya que no existen en el rea rural servicios que le permitan desatenderse de
esta actividad.
84
5. Conclusiones y recomendaciones
Recomendaciones
1. Promover un Programa de Titulacin de Tierras o de acceso a la misma para las mujeres,
como una oportunidad para revertir las desigualdades o inequidades en este aspecto.
Para lograr este objetivo, se recomienda a la cooperativa las siguientes acciones:
BIBLIOGRAFA
IHCAFE, Informe anual de cosecha, (2008-2009).
V
Ana Iris Martnez19
19 Ana Iris Martnez, Lic. En Economa, posee un Mster Internacional en Desarrollo Rural Local, de la Universidad Politcnica de Madrid, Espaa (2008).
Actualmente, se desempea como coordinadora de Proyectos de Desarrollo Territorial en la Fundacin Nacional para el Desarrollo (FUNDE). www.funde.org
88
Resumen
La produccin agropecuaria y rural constituye un pilar importante para la economa de los
pases centroamericanos. Representa el 32% del comercio intrarregional (PACA, 2008). Dentro de
sta, la produccin orgnica ha representado para los pequeos productores una alternativa para
insertarse en mercados dinmicos y mejorar sus condiciones de vida, impulsado por una creciente
demanda en los mercados internacionales por productos sanos y ecolgicos.
Las mujeres rurales han desempeado un rol estratgico en la agricultura, como productoras,
trabajadoras, administradoras, transformadoras y comercializadoras, al agregar un valor a los
productos y garantizar la calidad de los mismos. No obstante, las mujeres siguen siendo invisibilizadas
y asociadas nicamente a labores reproductivas. Los programas y proyectos de extensionismo
agrario y desarrollo rural, siguen disendose desde la perspectiva de los hombres (quines adems
son los propietarios de los medios de produccin), mientras que los apoyos hacia las mujeres son en
gran medida, hacia actividades marginales y de subsistencia.
Ante la situacin de invisibilizacin que viven las mujeres rurales en Latinoamrica, se
realiza la presente investigacin exploratoria, con el objetivo principal de identicar cmo es la
participacin de las mujeres en los diferentes eslabones de las cadenas de valor, en la produccin
alimentaria orgnica. De esa forma ser posible evidenciar la apropiacin diferenciada de las
rentas y la distribucin de benecios y aprendizajes.
Para el anlisis, se tom como caso de estudio la cadena de valor del maran orgnico,
profundizando en la experiencia desarrollada por la Asociacin de Productores Agroindustriales de
El Salvador (APRAINORES), ubicada en San Carlos, Lempa, municipio de Tecoluca, departamento
de San Vicente. La asociacin inici operaciones en 1997, e integra a 50 pequeos productores
(15 mujeres y 35 hombres), quines se dedican a la produccin, procesamiento y comercializacin
de la nuez de maran orgnico.
Dentro de los hallazgos ms relevantes del estudio, se constata que los factores socio-culturales
dominantes en las zonas rurales, siguen siendo barreras importantes para el acceso de las mujeres a
los espacios de toma de decisin. La participacin sigue estando condicionada al acceso y control
que se tenga sobre los factores productivos, que en su mayora son propiedad de los hombres. La
triple jornada laboral que tienen las mujeres entre el trabajo reproductivo, productivo y comunitario,
constituye otra limitante para que las mujeres asuman otras responsabilidades en el seno de las
organizaciones sociales. Para ello, es necesario implementar acciones dirigidas a aliviar esta carga
laboral, a travs de una mayor sensibilizacin hacia los hombres para compartir las labores del
hogar. Asimismo, a nivel de las organizaciones gremiales, empresas y sector pblico es necesario
implementar acciones que contribuyan a disminuir el tiempo invertido en labores reproductivas,
al mejorar por ejemplo, la infraestructura de los servicios pblicos que en la mayora de zonas
rurales son decitarios; y al potenciar su incorporacin hacia aquellas actividades productivas y
generadoras de valor.
En el caso de la cadena de maran orgnico en El Salvador, solo se aprovecha una mnima
parte del potencial comercial de este producto, alrededor del 10% que constituye la nuez. El 90%
que constituye el falso fruto, no se comercializa. En pases como Brasil e India, han desarrollado
toda una industria a base de la elaboracin de pulpas, jugos, harinas, conservas, deshidratados,
vinos y licores a base del maran. Estas iniciativas que se hacen en pequea escala o de manera
artesanal por mujeres. Debera de potencializarse y convertirse en negocios innovadores y rentables,
esto sin duda transformara la forma de relacionarse entre hombres y mujeres en la cadena de valor,
aprovechando el potencial de crecimiento de los mercados locales y regionales para este tipo de
productos.
89
Introduccin
3. Antecedentes
El cultivo del maran constituye un sector estratgico, no solo por el posicionamiento que
tiene la nuez en el mercado internacional, reconocida por su excelente calidad, sino tambin por sus
posibilidades de agro industrializacin, de las que solo aprovechamos en un 10%. Adems de su
potencial econmico, es indiscutible su contribucin a la generacin de divisas, impuestos, empleo e
ingresos para economas deprimidas como las costeras, que presentan fuertes restricciones en el uso
del suelo, que repercuten en las condiciones de vida de la poblacin.
De acuerdo con Ministerio de Agricultura y Ganadera (MAG), el rea cultivada de maran
es aproximadamente de 2 450 hectreas, de las cuales el 64% estn cultivadas de maran
orgnico. Las variedades que predominan son las Criollas, Trinidad y Martinica. Estas variedades
son ms resistentes y se adaptan a condiciones climticas adversas como sequas, suelos degradados
y erosionados, as como tambin, son resistentes a fuertes lluvias e inundaciones. En la fase de
produccin agrcola, se estima que la produccin de maran orgnico genera cerca de 107 mil
jornales al ao y ms de USD $ 536 mil dlares en ingresos para la economa rural. En el 2009,
el valor de las exportaciones totales de nuez de maran gener divisas por un monto de USD $
494.900 mil dlares.
Los principales pases de destino de las exportaciones salvadoreas de nuez de maran
fueron: India (37%); Francia (29%), Reino Unido (18%), Republica Dominicana (9%) y Centroamrica
(7%).21 Para el caso de la semilla de maran sin procesar, los pases destino de las exportaciones
fueron: Costa Rica, Repblica Dominicana, Estados Unidos y Nicaragua. El valor de las exportaciones
de semilla sin procesar fue de US$ 18.89 mil dlares, para el ao 2009.
20 La poblacin de salvadoreos residentes en el extranjero es aproximadamente de 2.5 millones de habitantes, los cuales aportan el 18% del PIB a travs de sus remesas.
21 Los pases de Centroamrica donde se exporta la semilla de maran son: Nicaragua (2%), Guatemala (3%), Honduras (1%) y Panam (1%).
92
Tabla No 1
El Salvador: Comercio Exterior de la Nuez de Maran Procesado y Sin procesar
(En dlares)
Fuente: Elaboracin propia en base a estadsticas de comercio exterior del BCR, 2010.
Tabla No 2
El Salvador: Exportaciones de nuez de maran por pas de destino
(2010)
No obstante, los precios pagados por la nuez de maran orgnica son atractivos para los
actores que intervienen en la cadena, solo el 30% de todo lo que se exporta se destina a mercados
especializados; el 70% restante, tiene como destino nal la India a un precio FOB de US$ 0.88 el
kilo, lo que signica que el mayor valor agregado de esta industria se genera en el extranjero.
En la Tabla 2, se puede observar que el comercio regional representa un mercado interesante
de crecimiento y de valor agregado. No solo los mercados en Estados Unidos y Europa representa
una oportunidad para los pequeos productores en estas cadenas, tambin el comercio en la regin
centroamericana y el crecimiento de los mercados locales constituyen una alternativa para estos
productos especializados. La semilla de maran obtuvo precios incluso por encima de los mercados
europeos.
A nivel internacional, los principales pases productores de semilla de maran son: Vietnam
con una produccin de 1,190.6 mil TM (2008), seguido de India (665 mil TM); Nigeria (660 mil
TM); Brasil (243 mil TM); Indonesia (142 mil TM); Tanzania (99.1 mil TM) y Mozambique
(85 mil TM), que en conjunto concentran el 82% de la oferta mundial de maran.
En relacin con el falso fruto (manzana), el principal productor mundial es Brasil, quin
adems ha desarrollada una importante industria de procesamiento del falso fruto, al elaborar
pulpas, bebidas, deshidratados, harinas, jaleas, entre otros productos.
U Para el 2007, el valor total de las transacciones comerciales de semilla de maran,
ascendieron a USD $ 767.7 mil dlares; mientras que la nuez de maran gener ingresos
globales por USD $3,246.7 miles de dlares. El volumen mundial de exportaciones
de nuez de maran ha experimentado una tendencia creciente, con una variacin
anual en promedio del 11%. En el periodo 2000-2007, el crecimiento acumulado en el
volumen de las exportaciones fue de 108%. Igual comportamiento han mantenido las
exportaciones de semilla de maran, las cuales experimentaron un crecimiento en el
periodo del 75% (FAOSTAT, 2010).
U Las importaciones de semilla y nuez de maran han mostrado un comportamiento
creciente en los ltimos aos. Para el periodo 2000-2007, el crecimiento de las
importaciones de nuez de maran fue del 115%, mientras que para la semilla de
maran fue del 130%. Estos indicadores demuestran el potencial de crecimiento
que tiene ese producto en el mercado internacional y los principales productores e
94
importadores como India, Vietnam y Brasil estn ampliando su participacin en este
mercado.
U No obstante, El Salvador no puede competir en trminos de volumen de produccin con
pases como India, Vietnam y Brasil, si es importante destacar que s lo ha hecho en
trminos de calidad del producto, el cual es reconocido especialmente en los nichos de
mercados orgnico por el tamao, color y sabor de la nuez, que se diferencia del resto
de pases productores.
En sntesis, el maran orgnico constituye un producto con un interesante mercado externo,
controlado principalmente por pases como India, Vietnam y Brasil, que a su vez han desarrollado un
conjunto de subproductores a base de la nuez y el falso fruto, que les permite una mayor retribucin
de las rentas.
Figura 1
Estructura Simplicada de la Cadena de Valor de la
Nuez de Maran Orgnica
Tabla 3
Estados Unidos: Importaciones de maran congelados por pas de origen
Otros 161 155 142 156 120 181 96 150 136 262
Total 547 626 519 633 494 764 727 1063 628 1018
Cuadro 1
Productos y Subproductos que se obtienen a base del Maran
Falso Fruto Tiene un alto contenido de vitamina C. Se consume como fruta fresca o postre, se usa para la elaboracin de refrescos, jugo
de maran, nctar, concentrado, maran en almbar, vino, vinagre, dulce de maran, jalea, salsa, harina, maran pasa
y otros.
Cscara Se encuentra alrededor de la almendra. De ella se extrae el aceite o resina llamado LCNM (lquido de cscara de
nuez de maran) o CNSL (Cashew Nut Shell Liquid). Es un fenol natural con propiedades de resistencia al calor y de
impermeabilidad. Se usa en medicina y tiene aplicaciones en las industrias de plsticos y resinas debido a su contenido
fenlico. Adems, se utiliza en la fabricacin de aislantes, plsticos, guarniciones de frenos y embragues. Es un producto muy
corrosivo.
c) Soporte institucional
En este segmento de la cadena, la empresa APRAINORES es quin brinda el apoyo tcnico
a los productores, da seguimiento a los planes de manejo de nca, debido a que de esto depende
obtener buenos resultados en la inspeccin que anualmente realizan las empresas certicadoras
BCS y FLO CERT, para aprobar la certicacin, que es asumida como un costo por parte de la
organizacin.
APRAINORES coordina con el Ministerio de Agricultura y Ganadera (MAG), a travs del
Centro Nacional de Tecnologa Agropecuaria y Forestal (CENTA), el otorgamiento de asistencia
tcnica a los productores de maran orgnico en las reas de injerto y mantenimiento de las
plantaciones. A nivel de procesamiento, se brindan capacitaciones acerca de Buenas Prcticas de
Manufactura y procesamiento. El MAG, tiene un programa especial para potenciar la actividad
frutcola en El Salvador con un enfoque de cadenas productivas. El programa denominado FRUTALES,
brinda servicios tcnicos especializados en fruticultura, a cada uno de los eslabones de la cadena
productiva.
Dentro del Programa, el componente de comercializacin y mercadeo de frutas, tiene por
objetivo proveer asistencia tcnica a los productores y empresarios de frutas frescas y procesadas,
para facilitarles el acceso al mercado nacional e internacional, brindando adems los servicios de
inteligencia de mercado.
A nivel de nanciamiento, APRAINORES cre en el 2010, un fondo para nanciar las
labores de mantenimiento y recoleccin de la nuez para los productores asociados, esto debido a la
falta de acceso a nanciamiento que enfrentan los pequeos productores al no ser sujetos de crdito
en la banca formal. De acuerdo con el Censo Nacional Agropecuario, solo 10% de los productores
acceden a nanciamiento formal, el 90% restante no tienen nanciamiento y de ste, 22% son
prestamistas locales. (CENAGRO, 2007)
Es importante mencionar que este nanciamiento va dirigido a los socios de APRAINORES,
en este sentido solo el 27% de las mujeres que son dueas de la parcela, pueden acceder a este
nanciamiento. Lo mismo pasa con el resto de servicios de asesora tcnica y capacitacin, los
cuales se dirigen especialmente a propietarios de parcela y/o socio de la asociacin, constituyendo
la principal barrera que enfrentan las mujeres para potenciar su participacin en la cadena.
Figura No 2
Procesamiento de la Nuez de Maran
APRAINORES y Sociedad Cooperativa de Productores de Maran
Orgnico (SCPM).
100
Descripcin del proceso
La nuez que se recolecta en las ncas es transportada hacia las plantas de procesamiento,
donde a travs de diferentes procesos se separa la corteza que cubre la nuez y se extrae la almendra,
producto nal que se comercializa al mercado de exportacin, como producto intermedio, al
mercado interno como producto nal.
El procesamiento de la nuez de maran involucra un conjunto de actividades: una vez que
las nueces son llevadas a la planta de procesamiento. Son recibidas y pesadas en una bscula,
frente al productor productora a quin se le realiza una liquidacin y se le extiende un recibo.
El producto ac es almacenado y registrado de acuerdo con el nombre del productor, nca de
procedencia y se le asigna un cdigo, de acuerdo con los criterios de trazabilidad y rastreabilidad
exigidos por el comprador, y nalmente se almacena en bodega.
El siguiente paso, es clasicar el producto de acuerdo con el tamao, para ello se est
implementando la utilizacin de una clasicadora para procesar nueces de tamao grandes,
medianas y pequeas en un solo turno. Lo anterior mejora el control del producto que se obtiene al
nal del proceso, con lo cual se determina la negociacin con el cliente, ya que las nueces que tienen
un mayor tamao ostentan mejores precios.
Una vez clasicadas las nueces pasan al autoclave, ah reciben un cocimiento a vapor que
facilita el desprendimiento de la corteza. En esta etapa es un hombre quin realiza esta funcin.
El autoclave es operado a base de combustin, que proviene de la corteza de la misma semilla de
maran, utilizada como sustituto de la lea o el carbn.
Las nueces que salen del autoclave, pasan a la etapa de enfriamiento en patios, donde
posteriormente son trasladadas a las salas de descortezamiento. En esta fase las semillas son
descortezadas con mquinas descortezadoras25. Este proceso es realizado en un 80% por mujeres.
Las habilidades y destrezas para operar las descortezadoras ha permitido mejorar el nivel
de rendimiento en la planta, pasando de 39% de nueces enteras obtenidas en esta etapa a un 60-
70% de enteras, esto representa un mejora cualitativa muy importante en trminos de ingresos para
APRAINORES, ya que son las nueces enteras, blancas y de tamao grande, las mejores cotizadas
en el mercado internacional.
De la fase de descortezado pasa a la fase de horneado y enfriamiento. Despus de horneada
la nuez pasa a la fase de despeliculado y clasicado, en esta fase solo trabajan mujeres, que se
encargan de retirar la pelcula que envuelve la nuez. Adems las nueces son clasicadas de acuerdo
con su grado de fraccionamiento: en enteras, mitades y pedazos. Una vez clasicadas pasan a
la zona de empaque, que es realizada por un hombre, quienes empacan las nueces al vaco en
bolsas de polipropileno de 25 libras. stas se colocan en cajas debidamente rotuladas, que incluyen
adems de la identicacin y marca de la empresa, la distincin de producto orgnico y comercio
justo, registro con el nombre del cliente, direccin, y cdigo que permite identicar el lote del cual
viene ese producto, y permite as, conocer la rastreabilidad del producto.
Actores
En el segmento de procesamiento las mujeres participan mayoritariamente como empleadas,
las cuales tienen entre tres a trece aos de trabajar como operarias en la planta. Durante los ltimos
diez aos, han visto mejoras importantes en trminos de que se amplan los meses de operacin de
la Planta debido a una mayor demanda del producto en el mercado internacional; se ha logrado
tecnicar y cualicar al recurso humano; mejorando la productividad, reduciendo tiempos y
minimizando los desperdicios; se han mejorado las condiciones laborales de los y las empleadas,
de acuerdo con las normas que las certicaciones de calidad exigen.
Actualmente, se tiene proyectada la utilizacin de energa solar y gas propano en sustitucin
de la energa elctrica, necesaria en los distintos procesos. Esa accin representar un ahorro en los
costos de operacin hasta de US$ 5.000 dlares por ao. Los paneles solares permitirn adems,
que APRAINORES logre deshidratar otras frutas que se dan en la zona, como el coco y la fruta de
maran, y desarrollar otras oportunidades de negocio que actualmente la organizacin no est
aprovechando, pese a que cuenta con la materia prima para desarrollarlo.
25 Anteriormente este proceso se haca de manera manual, con piedras y cuchillos, esto no solo hacia ms ineficiente el proceso, en trminos de que se obtenan menos nueces
enteras, sino tambin haba ms probabilidad de accidentes a causa de cortaduras.
101
Recuadro No 1.
Participacin de las Mujeres en la fase de Procesamiento
Para el caso de la nuez de maran orgnica, la fase de procesamiento
involucra una importante participacin de mujeres, especialmente como empleadas,
quines se encargan de realizar las funciones de descortezado, horneado,
despelucado y clasicado de la nuez. En el caso de la empresa APRAINORES, se
contratan anualmente 80 empleados, de las cuales 60 son mujeres y 20 hombres.
Soporte institucional
En esta fase, organizacin que ha apoyado mejoras en la implementacin de tecnologa
solar ha sido el Fondo de Cooperacin Irlands a travs de la Ocina de FLO, quin logr gestionar
recursos para la compra del panel solar y un crdito rotativo para la compra de materia prima. Este
crdito rotativo ha permitido mejorar el acopio de la produccin, lo que ha signicado la utilizacin
de la capacidad instalada de la planta, mejorando as, sus niveles de rentabilidad.
En esta fase, instituciones como el Ministerio de Agricultura y Ganadera (MAG) a travs
del Programa de FRUTALES y la Comisin Nacional de Apoyo a la Micro y Pequea Empresa
(CONAMYPE), podran desempear un rol importante en la formacin de capacidades en el proceso
de agro industrializacin del falso fruto, investigacin y desarrollo de nuevos productos, diseos de
empaques y sondeos de mercado a nivel nacional e internacional, para aprovechar el falso fruto y
el lquido que sale de la Nuez de Maran. Esos productos constituyen productos estrellas en pases
como India y Brasl.
Actores
Las gestiones de la exportacin y los vnculos con el comprador los realiza directamente
APRAINORES, a travs de la Gerencia.
El Gerente tiene un nivel acadmico de estudios superiores vinculado a la administracin
de empresa, con seis aos de experiencia en el sector. Tiene experiencia en la gestin del negocio
de la comercializacin de nuez de maran. Una mujer lo apoya adems en el rea administrativa
y de gestin de calidad. Esa mujer es socia fundadora de la organizacin e hija de una de las
productoras socias, con un nivel de educacin superior en el rea administrativa, permitiendo que
entre ambos asesoren y apoyen a la Junta Directiva en el impulso del negocio de la organizacin.
La edad y cualicacin del equipo de gerencia y direccin, han sido factores que contribuyen
a otorgar mayor dinamismo a la organizacin, mejorar los procesos administrativos y de operaciones
de la Planta, con lo cual han logrado cumplir contratos, mejorar eciencia en el procesamiento y
ampliarse a otros mercados.
Soporte Institucional
En el segmento de fomento de las exportaciones, existen instituciones que han apoyado a
la asociacin como son:
7. Conclusiones y recomendaciones
A partir del estudio de cadenas se pueden inferir las siguientes conclusiones sobre los factores
que limitan la participacin de las mujeres en los procesos productivos:
1. Existe una importante participacin de las mujeres en todos los eslabones de la cadena
de valor de maran orgnica, vinculada a labores relacionadas al control de calidad,
procesamiento y gestin comercial, sin embargo en algunos segmentos como el de
produccin su aporte esta invisibilizado en el trabajo familiar no remunerado.
2. Debido a que las mujeres estn invisibilizadas como productoras, la distribucin de
las rentas no es igual, ya que quin recibe el ingreso por las ventas de maran sigue
siendo quin ostente el ttulo de socio o dueo de la nca. El trabajo familiar no es
remunerado.
3. En tal sentido, el acceso y control sobre los activos (propiedad de la tierra) sigue
determinando su visibilizacin como agente directo en la cadena y en la distribucin de
las rentas.
4. La triple jornada laboral y factores socio culturales limitan la participacin de las mujeres
104
dentro de las asociaciones y en cargos de direccin.
5. La infraestructuras de apoyo a las cadenas de valor son dbiles, lo que afecta la
competitividad del sector. Ms an cuando los servicios que se brindan no buscan
transformar las relaciones de poder al interior de la cadena.
6. No existe acompaamiento a la formacin diferenciada de capacidades para mujeres
que asuman cargos directivos en la organizacin, por tanto su participacin sigue en
desventaja frente a la de los hombres en los mismos cargos directivos.
7. Los mercados locales pueden constituir una alternativa que permita un mejor
posicionamiento de las mujeres en las cadena, aprovechando sus capacidades en
agroindustrializacin y generacin de valor agregado, para obtener mejores precios.
Fortalecer las instituciones del estado para mejorar la infraestructura de apoyo a las cadenas
de valor (Redes de servicios empresariales, nanciamiento, inteligencia de mercado) especialmente,
aquellas que permitan potenciar la capacidad emprendedora y creativa de las mujeres.
Apoyar el desarrollo de negocios vinculados a procesos de agro industrializacin de
productos, micro nanzas, servicios de transporte y comercializacin, que pueden generar un mayor
benecio de las mujeres en la cadena y propiciar la participacin de jvenes.
Articulacin de las instituciones pblicas, privadas y academia para fortalecer los
emprendimientos de las mujeres apoyndolas en el proceso de creacin y formalizacin del negocio.
(registros, empaques, presentacin de productos, calidad, etc.)
Para el caso de la cadena del maran orgnico, es importante trabajar en el componente de
formacin de liderazgo y de empoderamiento entre hombres y mujeres que permita a la asociacin
tener una mayor participacin de las mismas, en la toma de decisiones.
Asimismo, es necesario apoyar a las cadenas de valor en implementar programas que
permitan aliviar la carga de las mujeres (productoras y trabajadoras), mejorar las condiciones de
trabajo, esto permitir adems mejorar los mismos procesos productivos.
Incrementar la inversin en desarrollo de nuevos productos a base del falso fruto, acompaados
de los instrumentos de mercado que permitan a las mujeres que estn actualmente procesando
artesanalmente, mejorar la calidad del producto e incrementar sus ingresos y autonoma.
BIBLIOGRAFA
Amaya, Oscar Mauricio Coto. (2003). Gua Tcnica para el Cultivo de Maran. Centro
Nacional de tecnologa Agropecuaria y Forestal. CENTA, El Salvador.
Cceres, Antonio Galdamz. (2004, abril). Gua Tcnica del Cultivo de Maran. Programa
Nacional de frutas de El Salvador. IICA- FRUTAL ES. El Salvador.
Daz A. Rafael P. y Frank Hartwich. (2005, oct-nov-dic). Artculo. Cadenas de Valor: un paso
innovador para la agricultura centroamericana. Alternativa para el Desarrollo No. 96. FUNDE. San
Salvador, El Salvador.
Martnez Daz, Ana Iris. (2006, junio). Estudio de la Cadena Global del Maran Orgnico
en El Salvador.
Manual de Maran Orgnico. (2000). Elaborado con el apoyo tcnico y econmico de:
la Agencia de Cooperacin Internacional UTAN GRANSER-SCC- La Agencia de los Estados Unidos
para el Desarrollo Internacional- USAID. Proyecto Crecimiento Econmico Equitativo Rural- CRECER
y la Unin de Cooperativas de la Reforma Agraria Productoras, Beneciadoras y Exportadoras
UCRAPROBEX. El Salvador.
Miranda, Edilberto. (2004, octubre). Anlisis del sistema actual y propuesto en la planta
procesadora de Maran en APRAINORES. MAG-IICA/ FRUTAL ES. Santa Salvador, El Salvador.
26 Paola Andrea Ortiz Murillo, Joven Afrocolombiana, activista del movimiento social afrodescendiente de las Amricas. Profesional en Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Externado de Colombia, actualmente est
desarrollando estudios de postgrado en el rea de Desarrollo local y regional en la Universidad de los Andes en Colombia. Ha participado de diferentes conferencias internacionales y participa activamente de espacios de dilogos de
jvenes afrodescendientes de todo el Continente como el Crculo de Juventud Afrodescendiente de las Amricas.
108
27 Decidir el uso del enfoque de fomento de cadenas de valor, ValueLinks Mdulo 0, P 3, 2007.
109
Introduccin
An hoy, a pocos aos del cumplimiento de las Metas del Milenio, las mujeres
se ven enfrentadas a30:
U Las restricciones al acceso, uso y control de los recursos productivos
(incluidos la tierra, el crdito asistencia tcnica).
U La responsabilidad del peso del trabajo domstico no remunerado, limitando
su acceso al mercado laboral y la independencia econmica.
U La subrepresentacin en los espacios de participacin y toma de decisin,
que es uno de los factores de exclusin de sus necesidades especcas en
las agendas polticas y econmicas.
U La segmentacin laboral que concentra a las mujeres en ciertos ocios
considerados femeninos, mal remunerados, y en muchos casos sin
proteccin social.
En Colombia, la tasa de desempleo femenino es del 14.9% frente al 8.9% entre los hombres.
Este caso es especialmente grave en las mujeres jvenes31. Las dos ocupaciones claramente asignadas
al sexo se encuentran en los dos extremos de la jerarqua social: en el extremo ms precario, la
posicin Empleadas domsticas es femenina en un 94%, mientras que en el otro extremo, la del
patrn empleador es masculina en aproximadamente 77%32.
Cuando las mujeres logran tener un trabajo asalariado, se presentan grandes brechas entre
el ingreso que reciben los hombres y las mujeres, en algunos casos haciendo los mismos trabajos y
en otros casos empleando a las mujeres en los trabajos donde an el valor agregado, no se ve muy
representado, por lo cual los ingresos recibidos son menores.
En el caso de Colombia, la brecha salarial y la precariedad en el empleo siguen siendo una
constante. En el 2004 los hombres asalariados ganaban en promedio 14.28% ms que las mujeres
asalariadas y el 34.7% de las mujeres ocupadas son trabajadoras por cuenta propia y de estas, el
6.1% son trabajadoras familiares sin remuneracin.33 De aqu, es importante cruzar estos datos con
28 FAO, Informe de la Conferencia Mundial sobre la pesca en pequea escala: Garantizar la pesca a pequea escala, pesca responsable y desarrollo social unidos en Thailandia 2008, en Informe de pesca y
acuicultura No.911, Roma 2009, P. 197
29 ESPINO Alma, Amrica latina: Equidad de gnero, comercio internacional y desarrollo Manual para la Capacitacin, Red Interamericana y gnero.
30 Serie mujer y desarrollo, 52 Entender la pobreza desde la perspectiva de gnero, comercio internacional y desarrollo Manual para la Capacitacin, Red Interamericana y gnero.
31 Ibid
32 Ibid
33 Ibid
110
las estadsticas de la poblacin afrocolombiana, dnde son las mujeres de este grupo tnico las que
sufren mayor discriminacin, al hablar de mercados, empleos y salarios.
En este contexto, segn datos del Observatorio de Discriminacin Racial de la Universidad
de los Andes, las mujeres afrocolombianas reciben la menor remuneracin por hora de trabajo.
Afrocolombiano No afrocolombiano
Hombre 2518 3650
Mujer 2270 3275
34 GTZ, Manual Value Links, Mdulos 0, Metodologas para el fomento de la Cadena de Valor, 2007.
111
servicio desde que est concebido pasando por diferentes fases de produccin hasta la entrega al
consumidor nal y su disposicin nal despus de su uso35.
En concreto, una cadena de valor es el conjunto de elementos tangibles e intangibles que
se utilizan para llegar a un producto o proceso nal, y que permitirn preparar y complementar el
desarrollo de los mercados de los productos.
Abordar la investigacin desde una perspectiva de gnero implica que, en el centro del
anlisis de la cadena de valor no est el producto como tal, sino las personas y sus interrelaciones36.
Abordar el anlisis desde una perspectiva de gnero, implica entender porque el mercado excluye
a unas personas o las ubica en cada uno de los eslabones, en desventajas frente a otros, en este
caso, cmo ubica a los hombres y a las mujeres. Es analizar la cadena teniendo en cuenta diferentes
factores, como, el contexto, la economa, las instituciones, las polticas, reglas, las personas (hombres
mujeres), la cultura, grupos poblacionales, que interrelacionados afectan positiva o negativamente la
cadena y los actores que participan de ella.
Pero, para abordar el anlisis de una cadena de valor desde una perspectiva de gnero
atravesada por lo tnico, implica igualmente que el valor no solo est en el producto sino en las
personas y en este caso son valiosos sus conocimientos tradicionales. Implica tambin entender
porqu el mercado excluye a unas personas o las ubica en cada uno de los eslabones en desventaja
con otros, pero dnde juega un papel importante el estereotipo racial que hay en la comunidad,
en este caso poblacin mayoritariamente negra pero con poco control sobre los eslabones, que
realmente generan mayor valor en la cadena pesquera.
Las comunidades negras actualmente con ley 70 de 1993 (Ley de comunidades negras
en Colombia) tienen la titulacin colectiva de la tierra en la que han habitado ancestralmente. Las
comunidades afrocolombianas estn formadas en Consejos Comunitarios, los cuales cumplen el
papel de autoridades locales sobre su territorio titulado colectivamente, esto es un gran avance,
ya que tienen el acceso a la tierra, sin embargo no han podido tener acceso real a ellas, ya que
se encuentran limitados por el conicto armado interno y los cultivos de uso ilcito que se han
perpetrado en la zona.
Es un territorio que amerita atencin estratgica, por las condiciones de pobreza, miseria y
exclusin social, situacin que se ve agravada con la dinmica del conicto armado interno, donde
entre el 2006 y 2008 se desplazaron 26.511 personas de las cuales 14.252 eran mujeres. El
trco de drogas, es otro de los problemas que debe enfrentar la zona, ya que Buenaventura, por
sus mismas condiciones estratgicas es uno de los corredores de drogas ms importantes42.
38 Ibid, COLOMBIA; DNP, Documentos Conpes 3410.
39 Ibid, COLOMBIA; DNP, Documentos Conpes 3410.
40 Ibid, COLOMBIA; DNP, Documentos Conpes 3410.
41 Ibid, COLOMBIA; DNP, Documentos Conpes 3410.
42 En la Visin 2019 se reporta la existencia de 1.3 millones de pobres en el pas que corresponde al 16% del total de la poblacin, de los cuales el 31% est en el Pacfico y el 26% en el Caribe.
113
La situacin sociolaboral en Buenaventura se ve reejada en la situacin que estn viviendo
las poblaciones afrocolombianas en todo el pas, la cual tampoco es la mejor. Segn Vifara C, en
el Informe del Eje Econmico del 2007, para la zona rural y urbana en Colombia se puede registrar
que43:
En medio del conicto que se desarrolla tanto en zona urbana de Buenaventura como en
la zona rural, la comunidad decide resistir y encontramos personas y organizaciones que deciden
hacerle frente al conicto y permanecer en su territorio y trabajar con los recursos naturales de una
manera sostenida.
Es all donde encontramos el trabajo que se realiza alrededor del sector pesquero, donde
participan mujeres pero no reciben los benecios reales, sociales y econmicos que deja la cadena
de valor. Sin embargo, encontramos iniciativas propias de mujeres que buscan un benecio real
frente a toda la cadena de valor que hay alrededor de la pesca.
En este caso, el anlisis de la cadena de valor debe tener un enfoque de gnero y uno
tnico. Para poder desarrollar este enfoque de gnero con una perspectiva tnica es importante
reconocer el enfoque de etnodesarrollo para la regin.
43 GRUESO Libia, Editora, Plan integral de largo plazo poblacin negra/afrocolombiana, palenquera y raizal 2007 2019 Versin final Documento Resumen Bogot D.C. 2007.
44 Ibid.
114
ligado con su manera particular de ser, percibir y comprender el mundo, y en este sentido, debe
lograr el mejoramiento de la calidad de vida de este grupo tnico, propiciando posibilidades
para satisfacer sus necesidades, desde su perspectiva de bienestar, acorde a sus particularidades
culturales.
En esta medida, el concepto de calidad de vida para esta poblacin, asume, adems de
las denominadas necesidades bsicas; deseos, aspiraciones, formas particulares en que stas sean
satisfechas; y estn relacionadas con factores relativos al acceso a los componentes bsicos de
vivienda, salud, educacin y aspectos socio-culturales, su identidad y pertenencia a una comunidad,
al ejercicio pleno de sus derechos y a las condiciones dadas para contrarrestar las desigualdades y
la discriminacin45.
45 Banco Mundial. (2005) The Gap Matters. Poverty and Well-Being of Afro-Colombians and Indigenous Peoples. Reporte N. 33014-CO. Unidad de Latinoamrica
y el Caribe de Medio Ambiente y Desarrollo Social Sostenible. Washington. P. 7
46 Ibid, FLORES Selmira, LINDO Patricia.
47 Enseanza pblica, salud, economa del cuidado, apoyo al rol reproductivo y redistribucin de los beneficios.
48 VELEZ Mara Alejandra, Sistemas complejos de gobierno local: Reflexiones sobre la titulacin colectiva en el Pacfico Vallecaucano, Revista de Estudios Sociales No. 37, Universidad de los Andes, Bogot D.C.,
2009.
49 Ibid, GRUESO Libia.
115
a) Los marino-costeros; lo constituyen arrecifes coralinos, praderas marinas y bosques de
manglares - los cules crean nichos ecolgicos para un sinnmero de especies (peces, langostas,
caracoles, etc.), fondos arenosos y rocosos y hbitat pelgicos de baja y alta productividad, han
sido utilizados por isleos y habitantes costeros desde hace varios cientos de aos y en muchos casos
es su nica fuente de alimentos y subsistencia.
b) Los arrecifes y manglares; protegen playas y lneas de costa de la marea alta y las olas;
los arrecifes son formadores de playas e islas. Los manglares y pastos marinos mantienen la
calidad de las aguas costeras y regulan el clima. En stos ecosistemas se sustentan las pesqueras
de subsistencia, artesanal e industrial; tambin suministran conchas y otros invertebrados para la
soberana alimentaria de las poblaciones costeras. Son recursos tursticos, espirituales, estticos
y recreativos, soportan el ciclo de nutrientes del mar y son guardera para una alta variedad de
especies.
c) Los ros y quebradas; el ro es el eje articulador entre las comunidades tradicionalmente
asentadas en el Pacco, los Valles interandinos del Ro Cauca y el Magdalena. De acuerdo con la
Ley 70/93 y la Ley 99/ 93 las cuencas son las unidades de planeacin del territorio colectivo en
estas zonas, constituyen la lgica de poblamiento y apropiacin de los espacios de acuerdo con sus
prcticas tradicionales de produccin. Entre los usos principales de los ros en los cuales participan
hombres y mujeres son el transporte, la pesca, extraccin de camarn y materiales de construccin,
recoleccin de agua y el lavado de ropa.
d) El Agua y Suelos; el agua constituye junto con el suelo en el elemento primordial e integrador
para el ordenamiento del territorio y por ende para el desarrollo sostenible de la poblacin
afrocolombiana/negra, palenquera y raizal.
Pesca industrial Extraccin de recursos pesqueros en aguas marinas. Uso de embarcaciones dotadas de sistemas
mecnicos con infraestructura para conservacin de los productos pesqueros. Es ms utilizada por
la industria atunera y camaronera.
Pesca artesanal Actividad productiva que se realiza con embarcaciones pequeas de limitada autonoma. Utiliza sistemas manuales
o parcialmente mecanizados para el calado y halado de artes o redes. Es una actividad ejercida por grupos
poblacionales de bajo nivel socioeconmico de manera individual u organizada. En la pesca martima, la mayora de
los pescadores artesanales no salen a ms de 3 millas mar adentro. Esta es soportada por la extraccin de recursos
comunes como: el camarn de aguas someras, pequeos pelgicos y pesca blanca. Se ha estructurado como una
pesquera muy costera y la produccin se destina al consumo interno y al auto-consumo.
Acuicultura Las especies cultivadas son los camarones del gnero Penaeus, peces de aguas continentales: tilapias
(Oreochromis), cachamas (Piaractus), trucha arco iris (Oncorhynchus mykiss)
y, en el caso de los moluscos marinos, la ostra de mangle (Crassostrea rhizophorae).
En cuanto a las caractersticas, frente a la demanda, es de resaltar que las zonas con
consumos ms elevados de productos de mar, son las costeras y ribereas. En otras regiones, el
consumo es bajo, debido a la inconsistencia y/o insuciencia de la oferta, el alto precio de los
productos en comparacin con los crnicos y la falta de campaas de promocin para estimular el
consumo.
La formacin del capital humano, se da en la fase extractiva de la pesca. En Colombia
entidades gubernamentales que imparten capacitacin en el tema son, el SENA, INCODER,
DIMAR, entre otras. En su mayora quienes reciben las capacitaciones son los pescadores, hombres
artesanales.
El marco regulatorio de la actividad pesquera, se encuentra regido por la ley 13 de 1990
que asigna la administracin y manejo de los recursos pesqueros al INPA, pero hoy se ha pasado
esta responsabilidad al INCODER, ejecutor de la poltica pesquera y acucola en Colombia.
El INCODER, por Resolucin 00172 de Abril de 2003, estableci el Programa de Seguimiento
y Vericacin del Atn Colombiano dentro del Marco del Acuerdo del Programa Internacional para
la Conservacin de los Delnes APICD. Colombia no es parte cooperante de la CIAT, pero es
miembro pleno del acuerdo sobre el APICD.51
El marco regulatorio nacional e internacional es importante en la medida que pueden
proteger de cierta manera el recurso. En la actualidad, las prcticas pesqueras irresponsables, la
prdida y la degradacin del hbitat, la toma de agua, el drenaje de los humedales, la construccin
de presas y la contaminacin actan conjuntamente, lo que ha causado una reduccin notable de los
recursos pesqueros, que en algunos casos se ve reejado en la produccin y en el valor.
Es importante entonces, que el desarrollo de la cadena vaya unida a la proteccin de
los recursos naturales, ms an en este caso, dnde el pescado es un bien que se obtiene de la
50 ICA Instituto Colombiano Agropecuario, Estadsticas de la pesca y acuicultura en Colombia, http://www.ica.gov.co/getdoc/09b7ef4f-c691-4fd0-80b5-3800e762c497/Estadisticas.aspx
51 EL PAIS, Los pescadores del pacfico en su peor crisis, Junio 13 de 2010, http://www.elpais.com.co/elpais/valle/noticias/pescadores-del-pacifico-en-su-peor-crisis
117
naturaleza y que el aumento de la produccin del mismo, en la mayora de los casos, dependern
de los usos sostenibles que se les den a los recursos hdricos de donde se extrae.
Combinar el fomento de la cadena de valor con la proteccin de los recursos naturales
es fundamental y exige grandes retos. Es importante que los ecosistemas y la biodiversidad en
riesgo puedan ser ptimamente protegidos mediante la apertura de un mercado para los productos
provenientes de los mismos52
b) Eslabn 2: de extraccin
Pesca industrial: Los principales productos y que signican un porcentaje de ms del 60%
son el atn y el camarn. El atn se constituye en el principal rengln de la produccin pesquera
colombiana, aportando anualmente un promedio de 60.000 toneladas. Se captura en aguas
internacionales o en los lmites de la Zona Econmica Exclusiva del Pacco, en faenas que duran
aproximadamente 90 das.
Los barcos con bandera de Mxico, Ecuador y Venezuela capturan aproximadamente el
67,5% de la produccin total de la pesca en el Ocano Pacco; las embarcaciones de bandera de
Vanuatu, Estados Unidos de Amrica, Colombia y Panam pescan el 25% y otros barcos de Belice,
Honduras y Espaa el 7,5%56.
Pesca artesanal, pesca a pequea escala: Las especies que ms se capturan son camarones,
pargos, pelada, merluza, sierra, tiburn, atn, pianga, almeja, langosta, caracol y pelgicos
costeros. Los productos de la pesca artesanal son para consumo interno, salvo aquellos que cumplen
los requisitos de exportacin y engrosan la produccin industrial. Pero, en general, las especies que
se capturan de manera artesanal tienen una aceptacin comercial ms limitada a nivel internacional,
aunque con el tiempo, la tendencia ha ido cambiando hacia una mayor aceptacin.
En esta forma de extraer, juegan un papel muy importante los valores culturales que giran
entorno a la comunidad de pescadores, lo que inuye en el desarrollo de la actividad, adems este
tipo de extraccin se da de manera estacionaria.
Este tipo de extraccin presenta algunas limitaciones, como por ejemplo la infraestructura
y servicios de fro, el transporte hasta el lugar del consumo o comercializacin, los altos costos del
combustible, factores que se presentan con mayor intensidad en el Pacco Colombiano.
Asimismo, las comunidades de pescadores artesanales o a pequea escala se enfrentan
a menudo con condiciones precarias y vulnerables de vida y de trabajo. Unido a factores como
la inseguridad de los derechos sobre la tierra y los recursos pesqueros, la insuciencia o ausencia
de servicios sanitarios y educativos y redes de seguridad social, la vulnerabilidad a las catstrofes
naturales y al cambio climtico y la exclusin de los procesos de desarrollo ms amplios, consecuencia
a su vez de la debilidad de las estructuras organizativas y de la escasa representacin y participacin
en la toma de decisiones57.
Otro gran desafo es enfrentarse a la globalizacin, donde se ven confrontados a un acceso
limitado de los mercados, servicios nancieros, a los conocimientos tcnicos con el n de sumarle
valor agregado a sus productos. Esta situacin se agrava a causa de la reduccin de los recursos
pesqueros, la prdida de hbitat costero, y los conictos entre usuarios tanto dentro como fuera del
sector pesquero.
En cuanto al acceso a los recursos para desarrollar la pesca artesanal o en pequea escala,
existe una gran preocupacin respecto a los distintos factores que conducen para que se pierda el
mismo en las zonas tradicionales de pesca, entre ellos, el establecimiento de zonas protegidas, el
turismo y el desarrollo de la infraestructura y actividades acucolas, como es el caso de Buenaventura
que en la actualidad fue declarada como Zona Econmica Exclusiva, lo que va restando acceso para
los pescadores y pescadoras del territorio.
Tambin existe preocupacin por las polticas de ordenacin vigentes, que suelen favorecer
la produccin industrial a gran escala en detrimento de las pesqueras pequeas, y no se reconoce
que stas pueden proporcionar a nivel local una nutricin de calidad y medios de vida, en modos
que la pesca industrial no puede ofrecer. Los derechos consuetudinarios de acceso no siempre se
aplican en forma equitativa a las mujeres. Es posible, por tanto, que sea necesario modicar las
prcticas tradicionales muy arraigadas para evitar la discriminacin en funcin del sexo58.
c) Eslabn 3: transformacin
57 FAO, Informe de la Conferencia Mundial sobre la pesca en pequea escala: Garantizar la pesca a pequea escala, pesca responsable y desarrollo social unidos en Thailandia 2008, en Informe de pesca y
acuicultura No.911, Roma 2009. P.72
58 Ibid
120
Esta etapa del eslabn es uno de los ms importantes, pues en ella es cuando mayor valor se
le agrega al producto. Es importante la segmentacin de los procesos utilizados en la transformacin
del marisco, la tecnologa utilizada, la cual, en el Pacco est siendo cada vez ms obsoleta.
Existe una ventaja absoluta en trminos de que en el Pacco Colombiano se puede capturar
mayor cantidad de peces y camarn en el mar, frente a la Zona Caribe, sin embargo no hemos
podido aprovechar esta ventaja aumentndole valor al producto, en la fase de la transformacin,
empaque, fro, etc.
d) Eslabn 4: comercializacin
Las normas privadas y la certicacin conexa son caractersticas cada vez ms importantes
del comercio internacional de pescado. En 2009 la FAO inform acerca de las diversas normas y
etiquetas basadas en el mercado existentes en la pesca y la acuicultura. No obstante, existen escasas
pruebas empricas de la importancia de las normas privadas en el mercado59.
Segn la FAO, al hablar de mercado y comercializacin del mismo, en materia pesquera, es
importante considerar aspectos como:
59 Ibid
121
1. Las normas privadas y las certicaciones relativas a la inocuidad y la calidad de los
alimentos siguiendo el sistema de gestin SGIA aplicados cada vez ms al pescado y
a los mariscos.
2. Las ecoetiquetas o normas privadas y sistemas de certicacin relativos a la sostenibilidad
de las poblaciones de peces. Los costos de ecotiquetado dieren, dependiendo de la
zona y del participante. Los vendedores, son quienes obtienen la mayor rentabilidad
del ecotiquetado, en cuanto a la adicin de valor de su marca y su reputacin, la
gestin del riesgo, la facilidad de la adquisicin y las posibles subvenciones a un costo
relativamente reducido o nulo (en relacin con la certicacin de la cadena de custodia
o las tasas de obtencin de licencias).60
60 ibid
122
e) Eslabn 5: consumidores
U Consumidores Nacionales
En Colombia el consumo es mayor en las zonas costeras y cercanas a las costas. Sin
embargo, hay temporadas en las que el consumo del pescado y marisco es ms elevado, por
ejemplo en la poca de Semana Santa, cuando se vende cerca del 20% al 30% de la produccin
anual. El camarn es uno de los productos que se consume menos en la canasta familiar, debido
a sus altos costos en los mercados nacionales. Los consumidores que acceden en mayor cantidad
al producto, en el momento de la compra, son los hombres, por ser un alimento de alto costo, lo
que reeja la desproporcin en cuanto a las mujeres que son consumidoras y que miden mejor las
opciones de rentabilidad, a la hora de invertir en alimentos.
U Consumidores Internacionales
De los pases de mayor consumo del producto Colombiano es Estados Unidos, donde se
desarrolla el principal mercado de langostinos y camarn titi de Colombia. El 50% de exportaciones
colombianas en materia de pesca son de langostinos o camarn blanco.
Espaa tambin es un gran consumidor de camarones de profundidad, sin embargo, ste es
pesado, empacado en los mismos barcos camaroneros utilizando el sistema de congelacin rpida
y a bajas temperaturas.
La piangua (Anadara tuberculosa) es una especie de molusco-bivalo, que vive en las races del
manglar, alcanzando profundidades de aprox. 2 metros. Se encuentra en los manglares desde Per
hasta Mxico.
La piangua es un recurso ligado al consumo tradicional de las comunidades afrodescendientes del
litoral Pacfico colombiano y su extraccin ha dependido de las necesidades tanto de la economa
familiar como del comercio local, asimismo del comercio con Ecuador.
Es un recurso altamente explotado, se estima que anualmente se extraen ms de 300 millones de
unidades de piangua, con una concentracin de la extraccin en el departamento del Nario, lo
que ha causado que sea una especie declarada como especie vulnerable.
La actividad de ir a extraer al manglar la piangue es llamada Pianguar, actividad que es exclusiva
de las mujeres. Es una actividad tradicional y artesanal que inicia a las 7 de la maana y dura
todo el tiempo que dura el ciclo del mar en volver a subir, que corresponde a unas 6 u 8 horas.
Especialmente quienes van son mujeres de 30 a 70 aos y los hijos menores de las ms jvenes y
los nietos de las ms adultas.
Despus de que las piangeras sacan las conchas, las clasifican por tamao y las venden a los
diversos intermediarios, quienes a su vez las comercializan entre las grandes pesqueras de Ecua-
dor. En Colombia la carne de concha de mar no es muy apreciada, pero s lo es en el exterior a lo
largo de toda la costa Pacfica, desde Per hasta Mxico. Es una carne caf oscura, con un 60% de
contenido protenico y con la cual se preparan ceviche, cazuela y hasta recetas dulces.
Por cada 100 conchas, las mujeres reciben 9000 pesos. En el proceso de comercializacin, es decir
en el paso del intermediario hasta llegar al consumidor final, esa centena llega a costar ms de
25.000 pesos. A este ingreso nfimo que reciben las concheras se ha venido sumando la dificultad
para localizar la piangua. Hace rato que la piangua se agot en las reas de manglar de las cos-
tas ms cercanas a donde podan llegar a pianguar en potros (pequeas embarcaciones a remo).
Ahora para recolectar conchas hay que ir en lanchita a las islas vecinas y de los 9.000 pesos que
les dejaba la faena a cada una, tienen que hacer colecta para pagarle el viaje al lanchero. Estas
mujeres, la gran mayora cabezas de familia, sostienen un promedio de entre cuatro y cinco hijos
con una educacin escolar que no alcanza el bachillerato y unos ingresos mensuales, muy por
debajo del salario mnimo.
123
Desempeo econmico Nmero de rmas (empresas) Pescadera Frutomar, Pueblo Nuevo La cadena: Extraccin y comercializacin: empresas
Pescamar Pueblo Nuevo que compran el producto en puerto.
Pescados y Mariscos
Pesamar
Pesquera Durapez
Pesquera los Delnes
Pesquera Pez Marino
Pesquera de San Francisco
Pez a Mar
Asopespa Ltda.
Coomulpesab
Coomuplat Cooperativa de mujeres platoneras
Calidad de los empleados Quienes estn en sector privado tienen prestaciones sociales, los contratos son por 3
meses.
Mujeres: los horarios son desde las 6 de la maana hasta las 6 de la tarde
Hombres: depende de la hora de llegada de la produccin, lo que signica que hay
das que trabajan 10 horas pero hay das que no trabajan.
Quienes son piangueras y platoneras tienen seguridad social que presta el Estado
(sisben), no tienen contrato, ellas son sus propias jefas. Trabajan de 6 de la maana
a 6 de la tarde (platoneras).
Piangueras sus horarios dependen de la subida y bajada del mar.
Caractersticas de la mano Socioeconmicas Hombres: Primaria, bachillerato, algunos tienen cursos tecnolgicos para el manejo
de obra segn sexo de estos recursos de las pesqueras y manipulacin de alimentos. Casados.
Mujeres: sin estudios, primaria.
Edades entre 25-60 aos. Entre 4 y 10 hijos.
Madres cabeza de hogar (en lo urbano).
En lo rural (casadas).
Salariales Coomulpesab:
Hombres: Abelardo Gerente USD $350
Luis (encargado de cuarto frio) USD $300
Fernando: acompaanate USD $250
Vigilante: USD $150
Mujeres:
Maricel secretaria USD $255
Carmen vendedora USD $210
Beatriz supervisora USD $200
125
Dimensin Sub-dimensin
Divisin sexual del trabajo Hombres: Jvenes, Activos, con capacidad para cargar y disponibilidad de aprender funcionamiento de recursos
tecnolgicos de la pesquera. Estado civil no importa.
Mujeres: de cualquier edad, por lo general se dedican a esto mujeres entre 25 hasta 60 aos.
Madres cabeza de hogar, con muchos hijos, sin niveles de educacin. Perl: para pelar camarn, para etapa de
transformacin. Habilidades manuales y de manipulacin del alimento.
Cambios en los roles: por el abandono de los hombres en la pesca, la mujer en algunos casos se ha visto
enfrentada a desempear el papel de pescadora, pero cerca a los manglares y en pequeas cantidades. Otras
salen a la faena con sus esposos y mientras ellos pescan; ellas cocinan, apoyan la recoleccin.
Reestrucutracin insdutrial Poca restructuracin e innovacin tecnolgica. Los comerciantes en puerto mantienen una infraestructura
obsoleta en comparacin con los comerciantes mayoristas quienes cuentan con infraestructura de punta, pero no
es sucientemente grande para asumir el peso del mercado.
Acceso a las tecnologas Los hombres acceden a la tecnologa porque ellos son los que manejan el cuarto fro, las embarcaciones de
grandes y pequeas, reciben capacitacin de manejo de los congeladores que llevan durante la faena, reciben
capacitacin sobre manejo de todos los tipos de motores, reciben capacitacin sobre seleccin del producto y
capacitaciones sobre el manejo de mquinas para el enlatado.
Mujeres acceden a la tecnologa cuando son secretarias, llevan el control de ventas. Cursos de Manipulacin de
alimentos.
Cursos sobre cooperativismo a todos.
Interacciones entre actores Desafortunadamente, en Buenaventura, se han intervenido las pesqueras que generaban mayor nivel de
ingresos para las mujeres, que eran las pesqueras que producan el atn y pelaban el camarn. Muchas mujeres
se dedicaron a vender por cuenta propia como plataneras, pasaron a integrar eslabones de menor o igual valor
agregado en cuanto a ingresos, pero en cuanto a independencia, mayor valor agregado como plataneras.
126
Dimensin Sub-dimensiones
Desarrolllo personal (de la Siente satisfaccin en la medida que con su trabajo puede comer, y dar de comer a sus hijos y le ha dado estudio a sus
actualidad en relacin con el hijos. Trabaja porque tiene unos hijos a su cargo. Mujeres tercera edad trabajan pianguando porque es una tradicin,
pasado) adems se sienten independientes y reciben recursos que destinan para sus intereses personales y nietos. Trabaja porque
puede comprar lo que ella decide con el dinero que obtiene de la venta. Acompaa a pescar a su esposo porque le ayuda
en la faena y as, l no tiene que pagarle a otro pescador y queda ms dinero para el hogar.
Actividades de cuidado realizadas Las tareas del cuidado del hogar las hace la mujer, la mujer no decide qu le cocina al esposo antes de que l salga a
dentro del hogar pescar, para que lo lleve, eso lo decide l. S decide lo que cocina para los hijos y para ella, por lo general hacen dos
comidas diferentes cuando el esposo se va a pescar. Si hay jvenes, stos hacen la limpieza del hogar. Las tareas del
hogar siguen a cargo de la mujer, la diferencia es que en el Pacco hay una tendencia de matriarcado (no se excluye el
maltrato fsico), la mujer puede decidir sobre el hogar, compras, las reparaciones las realiza el hombre pero es la mujer
quien sabe cundo debe o no debe hacerse la reparacin y da las indicaciones al hombre.
Acceso al suministro pblico y Las mujeres dedicadas a esta cadena en su mayora tienen sisben que es la salud subsidiada que brinda el estado, a las
privado de servicios de cuidado mujeres de estratos 1y 2.
Uso del tiempo varones y mujeres En el tiempo libre los hombres guardan tradiciones de pescadores como: beber alcohol despus de la faena (larga),
desembarque y pago del saldo restante por el producto capturado. La mujer usualmente dedica tiempo libre a la familia y
asuntos del hogar.
Pelar camarn $0,30 /kilo Mujeres 10 horas de trabajo pelan 40 kilos = USD$12
Filetear pescado $0,25 / kilo Hombres y mujeres 10 horas etean hombres 100 kilos= USD $25, mujeres 60 kilos =
USD $15
Platoneras Toyo y camarn Mujeres 8 horas- USD $1 de congelado= ganan USD $15 diarios sin sacar los
costos del
marisco.
Piangueras USD $1,50 libra sacada Mujeres 33 libras sacada, requiere del trabajo de 3 mujeres en 10 horas= USD
$50 costos para sacar la piangua.
Microempresa/ 500 kilos camarn mensual Microempresa/pesquera Invierte USD $1.600+ USD USD $1(agua y frio por 500 kilos)
pequea Compra el kilo a: + USD $25 (empaque) + USD $270 (costo laboral)= USD $1.896
USD $3,5 y lo vende a USD $ 7 costo total y vende USD $3.500 (en Buenaventura)
kilo congelado (Buenaventura) si Ganancia USD $1.604
vende en Bogot costo USD $14 Vende directamente en Bogot + USD $500 transporte + USD $100
kilos frio.
Ganancia USD $ 4.504 (dividida por dos meses que dura el proceso de
congelado).
127
8. Conclusiones y recomendaciones
Es importante destacar que antes del anlisis econmico hay que interponer la importancia
de los derechos humanos de las comunidades que se ven afectadas de alguna manera en el
desarrollo de la cadena. Para las comunidades, la pesca es una actividad que hace parte de sus
tradiciones y permite proporcionar sustento. Por ello, es necesario garantizar los derechos al acceso
a los territorios, la tierra y el agua a los que tradicionalmente han accedido y con los cuales se han
relacionado.
Hay un cuello de botella importante en la cadena de valor pesquera, y es la distribucin
de los benecios despus de la captura, especcamente cuando los derechos menos garantizados
despus de la captura son para las mujeres.
129
Igualmente, subrayar que la mujer se halla en desventaja en muchas comunidades pesqueras.
Tiene que luchar por sus derechos para conseguir educacin y salud. La participacin de la mujer es
del 50% en la pesca, pero no tiene igual representacin en la toma de decisiones. Es necesario incidir
en los comportamientos, por medio de la capacitacin en el trabajo y la creacin de capacidad.
En la medida que las mujeres que participan del sector pesca, puedan trabajar en una
idea de su propia microempresa, articulndose en redes con otras mujeres que estn en el sector
y puedan acceder a nanciamiento, sera una iniciativa signicativa, donde la mujer pasa de ser
asalariada, para convertirse en duea de los recursos de capital. En ese sentido, los benecios del
valor agregado del producto impactara directamente, en el mejoramiento del bienestar de la mujer
y su familia. Ya que es la mano de obra femenina, quien aporta el valor agregado al producto.
Los enfoques modernos del desarrollo pesquero se han centrado en los recursos, pero han
ignorado a las personas. Han degradado los recursos, a la vez que se han obtenido bajos benecios
de la pesca. En este contexto, desarrollar un ejercicio de percibir y gestionar la pesca incluyendo una
visin de gnero, permitira que se estructure una estrategia centrada en las personas, aprovechando
las potencialidades y habilidades de las personas y su compromiso con las sotenibilidad y
mantenimiento de los recursos pesqueros.
Indiscutiblemente, se deben enfrentar los problemas de los ganadores y perdedores, en un
enfoque de derecho al acceso. Precisamente, en una situacin real, entre los agentes que participan,
si se hace un anlisis por gnero, son las mujeres que engrosan la lnea de perdedores. Se debe
entonces incentivar a los grupos de mujeres o las dedicadas al sector pesca, a que su acceso a los
recursos (materia prima) pueda generar nuevos agentes econmicos, como empresas, asociaciones o
en su efecto, ellas puedan liderar procesos de transformacin del producto, contando con informacin
completa para poder negociar su remuneracin en condiciones de equidad y justicia.
Asimismo, es necesario adoptar medidas para reconocer y fortalecer la funcin de la mujer
en las actividades posteriores a la recoleccin. La condicin jurdica de la mujer debe ser bien
denida, debe participar del sector como asociada de su marido pescador, como pescadora, como
emprendedora independiente, empleada en una empresa de mariscos, en cualquiera de los casos
donde se reconozca mejor su contribucin socioeconmica.
Es importante contar con ambiente institucional propicio que permita maximizar la utilidad.
Sin embargo, las grandes debilidades del pas para hacerle frente al sector pesquero, son evidentes
en las restricciones que existen en el mercado, para que el sector pesquero aproveche al mximo los
recursos naturales, con los que cuenta de manera sostenida.
Como muchas pesqueras en pequea escala se han ido comercializando y orientando
cada vez ms al dinero, la funcin, las tareas y contribuciones de las mujeres se han ampliado
considerablemente en muchas regiones. Las vendedoras de pescado constituyen una importante
fuente de crdito, un plan de microcrdito para ellas; les permitira comprar productos y transformarlos
inicialmente de manera artesanal agregndole valor por medio del empaque, vender en un mercado
primario y generar redes a consumidores locales.
Es estratgico promocionar la funcin de las cooperativas y otras formas de organizacin.
Estas podran aumentar la estabilidad y capacidad de reaccin de las comunidades que se dedican
a la pesca en Buenaventura. Incrementa la capacidad de los pescadores para negociar los precios
con los intermediarios, de esta manera puede ayudar a estabilizar los mercados, mejorar las
prcticas e instalaciones desde la misma extraccin, hasta la comercializacin e informacin sobre
los mercados.
Como comunidades afrocolombianas en el territorio donde se realiza la mayora del mercado
pesquero, vale resaltar, la importancia del reconocimiento de los derechos que estas comunidades
tienen como pueblo y el reconocimiento de los instrumentos jurdicos nacionales e internacionales
que protegen su derecho al acceso y uso de los recursos naturales en el territorio que habitan. En
la actualidad y en relacin con las actividades pesqueras, los recursos se ven vulnerados a causa
de intrusiones externas fuertes, con megaproyectos que no desarrollan un proceso serio de Consulta
Previa, con las comunidades como est previsto en el Convenio 169 de la OIT.
Es importante hacer un llamado a los gobiernos, frente a la situacin actual del sector
pesquero, asimismo, socializar las recomendaciones con los organismos internacionales encargados
del tema de pesca y encargados del tema de la mujer en las Naciones Unidas.
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palenquera y raizal 2007 2019 Versin nal Documento Resumen Bogot D.C.
Uno de los desafos de la poltica pblica y de la generacin
de conocimiento sobre el desarrollo rural es reconocer y
valorar el trabajo que realizan las mujeres en los procesos
productivos rurales, para generar estrategias y acciones que
permitan el reconocimiento social de sus aportes. Igual-
mente, una retribucin econmica y nanciera justa, acceso
a recursos y tecnologas, que permitan mejorar su produc-
tividad, para contribuir a cerrar las brechas de gnero en el
sector rural. Esta investigacin recoge un marco conceptual
y seis casos de estudio sobre la participacin de las mujeres
rurales en cadenas de valor desarrollados en Centroamrica,
Colombia y Venezuela.
El Centro de Mujeres Afrocostarricenses presenta la investi-
gacin: Mujeres rurales, tierra y produccin: Participacin de
mujeres rurales en cadenas de valor.