El Silencio Es Salud, Rozenbaum
El Silencio Es Salud, Rozenbaum
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Trauma en el analista:
consideraciones a partir de la
consulta por una nia *
Ana Rozenbaum de Schvartzman
INTRODUCCION
LA CONSULTA
Primer tiempo:
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Segundo tiempo:
Ellos solan venir un par de veces por ao; ya sea para intercam-
biar comentarios acerca de la evolucin de la nia, ya sea para buscar
orientacin y consuelo.
Pero esta vez el tema era diferente; adoptando un tono confidencial
dijeron:Paulita no es normal ni lo ser nunca, para nosotros es una
carga tremenda, queremos resarcirnos de estos sinsabores y por eso
queremos adoptar un varn. Ya somos mayores, adems alguien
tendr que ocuparse de ella cuando nosotros no podamos ms No
sabemos cmo manejar este tema con ella, queremos que nos ayude
Cmo describir ese sentimiento de extraeza tan desconcertante
que comenzaba a insinuarse en la mente del analista, fruto sin duda
de un reconocimiento inquietante?
Tal vez es propio de todo descubrimiento aparecer imprevista-
mente, pero una vez producida la irrupcin, sta comienza a perfilar-
se en representaciones a la bsqueda de inscripciones, de pensamien-
tos, de palabras; surgen recuerdos, asociaciones, deducciones, resig-
nificaciones.
Acaso se trataba de una percepcin o idea alojada en el aparato
psquico que haba permanecido en la memoria ocupando un lugar a
la espera de significacin, y que tan slo pudo adquirir sentido
cuando lo permiti el contexto?
Pareca tan obvio, Paula era adoptada.
No lo tardaran en confirmar al admitirlo titubeando, no sin cierta
sensacin de incomodidad.
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patgena que sea, alcanza por s sola para dar cuenta de una u otra
psicopatologa, y que de las condiciones precoces de la infancia no
podemos inferir el destino psquico futuro, tambin es verdad que
una situacin tan potencialmente traumtica en s misma como el
encuentro con la ausencia, impone al nio una violencia y un
sufrimiento que exigen un esfuerzo no siempre fcil de sostener, lo
cual puede llevar a causar fracasos en el psiquismo.
En su notable trabajo, Baranger, M. y W. y Mom, J. (1987),
enfatizan la importancia de las situaciones traumticas centradas en
experiencias de prdida y separacin, sobre todo con respecto a la
madre. Afirman que la situacin traumtica desemboca en una
inundacin del yo, que se vuelve incapaz de administrar una situa-
cin que viene a reactivar su estado primitivo de desvalimiento.
Para que el s mismo emergente no se vea invadido por la angustia
de desintegracin o catastrfica, es imprescindible la labor del Yo de
un adulto.
Y en este caso, ese adulto no se haba presentado a la cita.
Una segunda cuestin competa a las caractersticas de la madre
adoptante:
Se trataba de una mujer que no poda regular su propio psiquismo
invadido por ansiedad, inseguridad, dudas, fatiga, irritacin. Su estado
de depresin, fragilidad, y desorientacin la incapacitaban para rela-
cionar su aparato psquico con el de la nia, y para contrarrestar el
desvalimiento infantil mediante la catexia narcisista y objetal. Se
hallaba por lo tanto imposibilitada para poder ejercer lo que ha sido
denominado de mltiples formas: preocupacin maternal primaria
(Winnicott, 1956), capacidad de reverie (Bion, 1962), etc.
Entonces, a la temprana herida del Yo, se haba sumado como
factor traumtico, esta discapacidad, este dficit, que haba duplica-
do la primitiva ausencia, ya que el encuentro con su madre adoptante
haba resultado en una cruel desilusin.
De modo que para esta nia no haba existido ningn blsamo para
aliviar la primitiva herida narcisista, que tal vez por el contrario, se
vio exacerbada por la experiencia padecida posteriormente.
Estas sucesivas brechas en la funcin materna se haban cons-
tituido en un trauma acumulativo (Khan, M., 1963) almacenado en
este caso, en un encadenamiento sucesivo a travs de diferentes
psiques.
Por ltimo: acaso podemos sustraernos de la estructura social en
la que estamos inmersos?
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TRAUMA EN EL ANALISTA
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ante la culpa cometida por otro, la que pesa por su misma existencia,
porque ha sido introducida irrevocablemente en el mundo de las
cosas que existen. (Primo Levi, 1987)
Y si bien el mal es un fenmeno recurrente y tan antiguo como la
humanidad, y si bien le haba tocado a nuestra poca conocer la forma
ms acabada y cumplida del mal, cual fue el Holocausto, y si bien
desde entonces ya nada ser como antes, y ya nada debera sorpren-
dernos, an as...
An as, se trataba de un reconocimiento particularmente doloro-
so, fruto de comprender que: En el pasado sucedi algo que no es que
fuera simplemente malo o injusto o brutal, sino algo que no hubiera
tenido que pasar bajo ninguna circunstancia. (H. Arendt)
Revisitando la consulta:
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PARA TERMINAR
Por ltimo:
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BIBLIOGRAFIA
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