Critica A Octavia Hill
Critica A Octavia Hill
Critica A Octavia Hill
Docentes:
Teresa Dornell
Estudiantes:
Melissa Ferreira
CI: 4.960.986-1
Pedro Ibez
CI: 4.915.454-3
Flavia Fernndez
CI: 4.434.795-5
Dbora Quevedo
CI: 5.017.762-5
Yanina Machado
CI: 5.394.400-9
11/2017, Salto.
OCTAVIA HILL
Naci en Inglaterra en 1832-1912
Miembro del Partidos Socialista Cristiano, maestra y artista, comenz su andadura en los
barrios ms pobres de Londres.
En 1856(con 18 aos), empez a trabajar en un colegio donde se daba clase a
trabajadores. Cuando tena 23 se fue a vivir en un barrio de Londres. Y esa casa la
convirti en un colegio para mujeres trabajadoras.ste trabajo le permiti darse cuenta de
la miseria en la que vivan las personas a las que enseaba y supuso para ella un gran
crecimiento personal.
En el mbito de la intervencin, la trayectoria de Octavia Hill se desarrollo en un contexto
histrico de cambios bruscos en el mbito econmico, social y poltico.
En el mbito poltico se produce un cambio de rgimen, de una poltica feudal a un
rgimen liberal. Ese cambio poltico tuvo unas consecuencias sociales, que llevaron a la
industrializacin, la cual dio lugar al pauperismo en la clase obrera.
A causa de esa situacin de las clases obreras se crearon agencias privadas, como las
C.O.S (Charity Organization Societies) de las que Octavia Hill fue fundadora.
A Hill le preocupaba las consecuencias negativas de la revolucin industrial por este
motivo promova una vivienda digna para los obreros y fue pionera en la poltica de
reforma social en la vivienda.Trabajo con gente de bajos recursos econmicos y los
desempleados, que vivan en viviendas fras y hmedas.
Unade sus obras ms importantes fue el SISTEMA HILL DE VIVIENDAS, el mismo
consista en reformar las grandes casas de Londres convirtindolas en pequeas
viviendas para trabajadores. Su proyecto de vivienda se financiaba a travs de dinero de
los inversores a los que devolva el prstamo con un pequeo inters.
Tomando en cuenta el contexto en el cual vivi la autora, y sus aportes realizados
pondremos en cuestionamiento algunos de sus planteos, sealando tanto aspectos
positivos como negativos.
Como ya se dijo contexto histrico que vivi Octavia Hill la llevo a convertirse en una de
las pioneras de lo que es el trabajo social actualmente, sus opiniones se haban formado y
establecido en la estricta escuela del individualismo y en la desconfianza de la
intervencin del Estado en cualquier forma, en la medida en que consideraba que el
estado destrua la independencia de la persona.Sin embargo, Netto (1992) y Iamamoto
(1992) son dos autor/a que han ido direccionando especialmente este anlisis de la
contextualidad histrica en que se gesta y reproduce la profesin, se contraponen a esta
idea de no intervencin del Estado, expresando que es, en el capitalismo monopolista
que la cuestin social se establece como blanco de polticas sociales de manera
sistemtica.
Iamamoto (1992) establece que aprehender la cuestin social en el capitalismo
monopolista y el significado de la asistencia, son requisitos previos para los profesionales
en trabajo social, lo que le permite analizar las nuevas demandas de los escenarios
actuales exigen, donde dicho anlisis deber resaltar el carcter del Estado en sus
relaciones con las clases sociales, especialmente en relacin con las implicaciones del
nuevo patrn de dominacin. Por lo tanto, es mediante la poltica social que el Estado
burgus, en el capitalismo monopolista, procura administrar las expresiones de la cuestin
social, de forma tal que atienda las demandas del orden monopolista, por la adhesin que
recibe de categoras y sectores cuyas demandas incorpora, sistema de consenso
variables, pero operantes (Netto, 1992).
Esto nos lleva a concluir que, el individuo no es culpable por la situacin de vulnerabilidad
que se encuentra, sino que la culpa debe recaer sobre la sociedad desigual que vivimos,
por lo tanto, es el Estado quien debe hacerse cargo de dicha situacin, a travs de la
implementacin de polticas pbicas.
Octavia Hill plantea adems que la filantropa y la caridad hacia la clase obrera no
promova el desarrollo de la autonoma de los individuos y as lo refleja en una parte de la
carta a compaeros trabajadores en 1890:
Hemos cometido muchos errores con nuestra limosna: devoramos el corazn de los
independientes, reforzamos al borracho en su indulgencia, los sueldos subsidiados, la
frustracin desalentada, asumimos que muchas de las necesidades ms comunes de la
familia de un hombre trabajador deben ser satisfechas por nuestros miserables y doles
intermitentes. (Hill 2005)
Con lo cual, desde la perspectiva terica de Habermas se le puede realizar una crtica
positiva ya que este plantea una razn moral que lleva implcita la idea de libertad,
igualdad y solidaridad, en la medida en que los participantes de la accin racional
comunicativa tomen conciencia de s mismos y del mundo, lo que significa, que en ella se
desarrolle la actitud dialgica, que implica que la persona tiene a los dems hombres y a
s mismo como seres autnomos, igualmente capaces de dialogar sobre lo que les
afecta,y que est dispuesta a considerar los intereses de todos al tomar decisiones.
Podemos decir que Octavia al rechazar la filantropa y la caridad crea en la capacidad de
las personas para lograr salir de su situacin de pobreza, adems concebir a los sujetos
de forma autnoma implica entablar una relacin de igualdad lo que posibilita escuchar al
otro, comprender su punto de vista y hacerlo participe a la hora de tomar decisiones, es
decir, construir juntos. Consideramos que los planteos de Octavia son vlidos en la
actualidad, nuestra intervencin debe apuntar a promover la autonoma en los sujetos y
no a promover la dependencia.
En cuanto a crticas positivas consideramos que el programas de viviendas Hill adems
de promover una vivienda digna, buscaba fomentar y fortalecer los vnculos entre los
vecinos, esta idea la expres Hill en el siguiente fragmento: Nuestro ideal debe ser
promover las relaciones naturales felices de los vecinos: conocimiento mutuo, ayuda
mutua...; y ser mejor desde el comienzo moldear nuestro sistema para que sea testigo
de lo que debera ser. (Hill 1877: 7)Su modo de pensar la intervencin se puede
relacionar con el concepto de capital social planteado por Bourdieu, es el agregado de
los recursos actuales o potenciales de que se dispone por pertenecer a un grupo, por la
red social ms o menos institucionalizada de que se disfrute (Bourdieu; 1983). Es decir
mientras que las personas mejoraban sus condiciones en cuanto a vivienda, tambin se
acercaban y se conocan entre s, por lo cual creaban un sentido de pertenencia hacia un
grupo a la vez que aumentaban potencialmente su red social.Otro aspecto positivo de los
aportes de la autora es la promocin de espacios de recreacin Es desde el espacio
angosto de las habitaciones y el callejn lleno de gente que aprend por primera vez cmo
el pequeo jardn cerca del patio estrecho o el gran bloque era el complemento necesario
del hogar, de ah el primer patio de recreo del seor Ruskin, y todo lo que sigui; fue en la
falta de color y la falta de encanto que aprend cmo se necesitaban el color y la msica,
fue al ver la falta de espacio exterior ms grande para las vacaciones de nios ms
grandes que aprend a percibir el uso del parque y la tierra montaosa, y para notar que
donde la poblacin era ms pobre y ms gruesa haba menos espacio para respirar (Hill
1883: 89; 90). Hill coloco un gran nfasis en la creacin de espacios abiertos para las
personas, jardines y salas de reuniones as lo argumento: espacios para la gente.
Consideramos que estos aportes de la autora son muy positivos y es a lo que debe
apuntar tambin nuestra intervencin, es decir, adems de las necesidades econmicas,
las personas tambin presentan necesidades en cuanto a espacios de distraccin,
expresin y ocio, esta postura se hace presente en los planteos de Santini: para la
supervivencia del hombre se hacen necesarios algunos elementos bsicos, tales como
agua, alimentacin y el aire. Muchas veces, sin embargo, nos olvidamos de un elemento
sin el cual el hombre no es capaz de vivir: el espacio. El espacio puede ser considerado
como un sentimiento complejo. Es una exigencia para la supervivencia de cualquier ser y
es, especficamente para el hombre, fundamental para su bienestar psicolgico, adems
de ser una necesidad social.Santini (1993, p. 34)
Es relevante traer los planteos de la autora a la actualidad, de modo que entendemos que
los mismos aun poseen vigencia. Esta idea la argumentamos desde los aportes de Netto:
El aumento considerable de la poblacin en el medio urbano ocasiono la disminucin del
espacio disponible para la realizacin del ocio y la recreacin. Las reas residenciales
sufren una disminucin razonable de sus territorios, derivando en la restriccin de los
espacios para ocio y la recreacin. Hoy las familias tampoco disponen de las calles de la
ciudad para aprovecharlas como espacio de ocio y recreacin, pues estas ofrecen peligro
y violencia. Con esa constatacin, hubo una variacin en los hbitos de ocio y recreacin
y en las formas de relacin social. A partir de esto, se precisa desarrollar y valorizar el
ocio y la recreacin individual, restringida y limitada a cuatro paredes (Netto, 1993).A
partir de estas palabras es posible comprender como los planteos de Hill tienen an ms
vigencia hoy da, y la importancia de debatir y profundizar en programas que prioricen
estas cuestiones.
Octavia Hill busc crear un ambiente donde los voluntarios asumieran reas importantes
de responsabilidad local.Innovaba tras su deseo por profesionalizar a quienes les siguen.
Comenz a formar voluntarios para prestar asistencia, principalmente mujeres. Con lo
cual procur aumentar su presencia en barriadas marginadas y en pueblos. Desde
entonces vio claramente la necesidad de actuar renovada mente en dos campos que
estaban ntimamente conectados entre s: el de la educacin, el de la asistencia social.
Transformando en algo positivo la idea de hacer partcipe de forma profesionalizada el rol
de la mujer.Una vez se supona que el deber para los pobres consista en dar limosnas
grandes; una vez, el auto sacrificio y la devocin se consideraron contribuciones
suficientes para un trabajador entre los pobres; ahora se ve que a estos se les debe
agregar la vista ms alejada, el pensamiento ms sabio, la resolucin ms auto-restrictiva
para hacer un trabajador til. Estas dos clases, gentilistas y sabios pensadores, estn
muy separados, sin embargo, si pudieran ser comunicados estrechamente, ambos
ganaran mucho; las personas para quienes estn trabajando ganaran ms. (Hill 1877:7-
8)
Llevando esto a la actualidad podemos decir que la propuesta de Hill, sigue siendo un
tema de gran importancia y promocin, tal como lo seala Margarita Rozas: el desafo
actual de la formacin de Trabajo Social debe proyectarse en dos sentidos: uno referido a
una formacin bsica de calidad que permita transformar la informacin en una
herramienta de anlisis y fuente de conocimiento de los hechos sociales que hoy se
expresan de manera compleja y otro referido a una formacin profesionalizada capaz de
transformar dicha informacin en la explicacin de la cuestin social (Rozas, 2001:23)
Esto le permite al/la voluntaria reconocerse como sujeto relevante en la construccin de
su propio quehacer, adems de ser capaz de verse interpelando al momento de
interpretar los hechos sociales.
Octavia Hill tena un gran inters en las soluciones locales y en la remodelacin y mejora
de las propiedades existentes. Se enfatiz la extensin del nmero de habitaciones
disponibles para las familias, la mejora de las condiciones sanitarias, la re decoracin y la
mejora de las condiciones generales en el edificio, a travs de la limpieza regular. Lo cual
esto nos lleva a pensar que si bien es una precursora de la vivienda, sta no toca de
manera directa el derecho de propiedad privada y la desigualdad que esta desencadena.
Sino que trata el enigma de la cohesin social y el riesgo de su fractura. Es decir, lo que
acurre es una reproduccin de las desigualdades sociales entendiendo a la reproduccin
segn Bourdieu como la nocin de reproduccin social puede ser pensada a partir del
reconocimiento de una lgica de desigualdad en la distribucin de recursos materiales y
simblicos, en la cual grupos sociales e individuos ocupan lugares diferenciales.
Sin embargo, para ello hay que entender en concepto de habitus que plantea dicho autor,
alude a un sistema de disposiciones duraderas ytransferibles, estructuras estructuradas
predispuestas a funcionarcomo estructuras estructurantes, es decir, como principios
generadoresy organizadores de prcticas y representaciones [...](Bourdieu, 1991: 92).El
hecho de que tales disposiciones sean duraderasy transferibles remite a que, si bien no
son determinantes, tiendena rigidizarse al ser incorporadas, naturalizadas y
transmitidas.Si el orden socialdescansa fundamentalmente en el orden que reina en los
cerebrosy en los habitus (Bourdieu, 1991: 95), es debido a la existenciade una
correspondencia relativa entre las probabilidadesobjetivas y las esperanzas subjetivas de
los individuos (Bourdieu,1991: 94).Sin dar cuenta de una determinacin absolutade la
estructura social, el concepto de habitus permitecomprender mecanismos complejos por
medio de los cualesson interiorizadas y reproducidas las modalidades diferenciadasde
reproduccin y explica, al mismo tiempo, el carcter relativamente estable del orden
social.
Bibliografa:
Netto. (1993): Opinin personal. Brasilia: Departamento de educacin fsica, deportes y
recreacin SCE/GDF.
Hill, Octavia (1883) Homes of the London Poor. New edition. London: Macmillan and Co.
First published in 1875. Available (online), Disponible en:
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r+noci%C3%B3n+del+Estado+ni+de+su+poder.+Al+llegar+a+cierta+fase+del+desarrollo+
econ%C3%B3mico,+que+estaba%22&source=gbs_quotes_r&cad=4#v=onepage&q=%22
menor%20noci%C3%B3n%20del%20Estado%20ni%20de%20su%20poder.%20Al%20lle
gar%20a%20cierta%20fase%20del%20desarrollo%20econ%C3%B3mico%2C%20que%2
0estaba%22&f=false
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en:http://www.scielo.org.mx/pdf/soc/v27n77/v27n77a9.pdf