283 263 3 PB PDF
283 263 3 PB PDF
283 263 3 PB PDF
SECOEtlClf!
Revista de historia y ciencias sociales ISSN: 0186-0348, ISSN electrnico: 2395-8464
DOI: http://dx.doi.org/10.18234/secuencia.v0i16.283
L
as efectos de la crisis que en 1929
sacudi6 a la economia mundial
fueron mas alla del nivel mera
mente cuantitativo, y si bien sus origenes
inmediatos tenian que ver con la forma
en que se reorganize el mundo despues
de la gran guerra, y podian, en esencia,
ser circunscritos al campo de las politi
cas econ6micas adoptadas, 1 las conse
iiii
iii
deambulaba par las calles en busca de Se ha dicho con frecuencia que lo que
un empleo que no lograba conseguir, en evit6 una revoluci6n en Estados Unidos
durante lo mas negro de la Depresion f ue
el campo las cosechas se acumulaban al la buena voluntad con que los nortea
tiempo que los precios descendtan.' Los mericanos se culparon a sl mismos de Ja
costos de la crisis fueron, pues, bastante catastrofe en vez de culpar al sistema. Una
concretes en el terreno vivencial de leve patina de culpabilidad recay6 sobre
personas con nombre y apellido que, los hombros de los padres af ectados, para
una cantidad ignorada de Ios cuales no
mas alla de las estadtsticas, s sintieron en
volveria a haber recuperaci6n alguna de
carne propia el proceso depauperizador. 6 la dignidad y confianza, s6lo una intermi
Esta faceta de la depresi6n econ6mica nable muerte en vida que proseguiria
puede recuperarse a traves de las testi
monios que los actores de la misma han
hasta el final. Ya a comienzos de los afios
treinta, cuando la catastrofe contaba con I
dejado desperdigados y que de alguna
un par de afros de existencia, los peri6di
cos decian que s6Jo en la ciudad de Nueva
IJ
manera ayudan a recrear el ambiente
general de la epoca. Asi, pasajes coma
York habia cerca de 100 (XX) personas tan
afectadas psicol6gicamente que proba
I
los que a continuaci6n reproducimos de blemente serian incapaces de volver a tra
la Autobiografia de Arthur Miller, ade bajar. Y no s61o era cuesti6n de escasez de
cornida; era la esperanza lo que les habia
mas de dar cuenta de las dimensiones abandonado, la ilusi6n vital y la capacidad
que adquiri6 la crisis, nos muestran el de volver a tener fe. Nortearnerica, como
sentir que la misma dej6 en buena parte dirla Archibald Mac Leish, era una serie de
de la sociedad norteamericana. prornesas, y para algunos, la crisis econ6
mica, en el sentido mas profundo, fue una
promesa rota. 7
Cfr. Leo Huberman, Historia de los Estados
4
crecimiento tuviera que frenarse dia tras que por mucho tiempo se apoderaron
dia. Sin quejarse nunca ni comentar si de sus conciencias.
quiera sus problemas econ6micos, mi
padre se iba hundiendo cad.a vez mas en En este contexto no es de extrafiar
el silencio, sus siestas se hadan cada vez que el paisaje que presentaba Estados
mas prolongadas y SU boca parecia haberse Unidos una vez controladas las tenden
secado.8 cias recesivas distara mucho de aquel
que habia privado durante el periodo de
Y en el terreno social: auge. La incertidumbre que sigui6 al
optimismo de la decada anterior se jus
Todo era muy senci11o: nadie tenia dinero. tificaba en las ambitos individual y social
El que seria el ultimo gobierno republi
I cano en el curso de dos decadas estaba a y las opcianes para lo que pareda ser un
callej6n sin salida resultaban dificiles de
I punto de recibir el flniquito, sin ideas, y
para nosotros como si dijeramos en el encontrar. En medio de tal ambiente, la
I cubo de la basura, falto incluso de la
ret6rica de Ia esperanza. Los recuerdos
necesidad de cambiar las lineas por las
que hasta entonces se habia encami
que tengo de aquel ario en particular
(1932), de cuando me desplazaba con el
nado el desarrollo econ6mico se volvia
camion por las calles, cruzaba los puen incontrovertible; despues de todo, la
tes, subia al Bronx, salia hasta Brooklyn, crisis de 1929 habta su perado con mucho
me configuran una ciudad fantasma que a las anteriores y habia dejado huellas
poco a poco se iba cubriendo de polvo, indelebles en la memoria colectiva de
rnanzana tras manzana, cad.a vez con mas
r6tulos de SE TRASPASA en sucios esca los norteamericanos.
parates de tiendas y talleres abiertos Quedaba la inc6gnita de hacia d6nde
muchos afios antes y en la actualidad deberia dirigirse el rumbo y la respuesta
cerrados. Pue tarnbien el afio de las colas se buscaba planteanda una nueva rela
en las panaderias, de hombres sanos y ci6n entre el Estado y la sociedad, re
robustos que se formaban en batallones
de seis y ocho en fondo a lo largo de] laci6n a partir de la cual, se dejaban de
muro de algun almacen, en espera de que lado los principios liberates y se adoptaba
este 0 aquel organismo municipal impro una polttlca interventora que ponia en
visado, o el Ejercito de Salvaci6n, o las manos del aparato gubernamental la
cualquier iglesia, Jes diese un taz6n de reactivaci6n econ6mica del pals. Si bien
caldo o un panecillo.9
el llamado New Deal que encabez6
Roosevelt no constituy6 una revoluci6n,
En las descripciones de Miller estan
ni atent6 contra las bases del sistema en
presentes las dos grandes caras de la
que se originaba, signific6 un profundo
crisis que aqui nos interesa resaltar: la
As'i pues y con base en todo lo que A estas alturas creemos que es impor
hasta aqui se ha expuesto, podemos tante repensar esta idea, ya que .si bien
pensar que uno de los procesos que mas al termino de la primera guerra mundial
importancia tuvo para Estados Unidos Estados Unidos habia desbancado a
durante el periodo de entreguerras fue el Inglaterra y habia adquirido un papel
que se inici6 en 1929 al caerse la Bolsa protag6nico en el contexto ccon6mico
de Valores de Nueva York. Aunque de intemacional, convirtiendose entre otras
manera muy sumaria, hemos intentado cosas en el principal acreedor de las
resaltar dicha trascendencia, ya que nos naciones occidentales, 12 los sucesos
parece que dado el caracter mundial que posteriores a 1929 y las caracteristicas
adquiri6 la recesi6n econ6mica, la histo queen cada pais adquiri6 la crisis varia
ria de otros paises se ha interpretado en ron en funci6n de la historia particular
funci6n de la experiencia norteameri de los involucrados.
cana. Pareceria que el punto de partida Podra argumentarse que las cifras de
es que la crisis desestructur6 a todos par la epoca demuestran el predominio que
igual y que ya se tratara de paises ejercia la economia norteamericana sob re
industrializados, ya de productores de el resto, 13 y que por lo tanto, los tam
materias primas, cada uno reprodujo el baleos de esta necesariamente tenian
mismo patr6n.11 que repercutir en sus subordinadas. Sin
embargo, y aunque en un sentido gene
1'
Y no s6lo porque disminuyeron los ingresos
Aunque ex.isten diferencias y matices entre
111
provenientes de las exportaciones, sino tambien
los diversos autores que han escrito sobre el tema, porque se cerraron las opciones para obtener
el punto que en en general ha unido al pensa dinero fresco en el exterior.
miento latinoamericano con respecto al proceso 20
Ademas de que paises como Argentina,
industrializador iniciado en algunos palses des Brasil y Colombia resintieron desde mediados de
pues de 1929, es el que aqui se ha expuesto de 1928 los efectos del ascenso de la Bolsa de Valores
manera muy esquematlca. Cfr. F.H. Cardoso y de Nueva York y el consecuente encarecimiento
Enzo Faletto, Dependencia y desarrollo en America de! dinero, o que los problem.as de Cuba dataran
Latina, Siglo XXI, Mexico, 1977; Marcello Carmag de 1925, mientras que los de Honduras em iiiiii
iiiii
nani, op. cit.; Antonio Garcia, El proceso hist6rico pezaron hasta 1932 (Cfr. Charles P. Kindleberger,
latinoamericano, Nuestro Tiernpo, Mexico, 1979; .. La depresi6n mundial de 1929 en America Latina
Sergio de la Pena, El antidesarrollo de Amirica vista desde afuera", en Rosemary Thorp, comp.,
Latina, Siglo XXI, Mexico, 1981; Pablo Gonzalez op. cit., pp. 362364), nos qued.a la duda de lo que
Casanova (coord.), America Latina en /os aiios sucedi6 en aquellas economias queen mayor o
treinta, UNAMlnstituto de Investigaciones Socia menor medida se basaban en unidades agrarias de
les, Mexico, 1977; Tulio Halperin Donghi, op. cit; autosuficiencia y donde la caida de los precios de
Ruy Mauro Marini, Subdesarrollo y reoolucion, los productos que se ofreclan en el mercado
Siglo XXI, Mexico, 1977; Octavio Rodriguez, La mundial afect6 sin duda las fmanzas locales, pero
teoria de! subdesarrollo de la CEPAL, Siglo XXI, donde, tambien, siempre habia la posibilidad de
Mexico, 1981. regresar a cultivar la parcels.
SECOEtlClf!
Revista de historia y ciencias sociales
paises los que tuvieron la capacidad de muestra de la cual, aun cuando pudiera
estructural para iniciar el camino indus no ser representativa, salieron la serie de
trializador, camino que tiene por lo tanto hip6tesis generates que ya conocemos.
mas relaci6n con lo acontecido antes de Aunado a este problema, que no es por
1929 que con la coyuntura iniciada ese cierto exclusive de las analisis sabre la
afio.21 recesi6n, habria que meditar sabre la
forma en que se han interpretado esos
casos paradtgmattcos y establecer si la
21
Agustin Cueva, El desarrollo del capitalismo
en America Latina, Siglo XXI, Mexico, 1982; Rose crisis iniciada en Estados Unidos en 1929
mary Thorp (cornp.), op. cit. efectivamente jug6 alli o en otros lugares
SECOEtlClf!
Revista de historia y ciencias sociales
internas. 22 Por lo dernas, diriamos que obligarla a desechar la idea de que hubo una
tendencia general aplicable a toda el area.
2'
Pablo Gonzalez Casanova (coord.), op. cit.
z Esta inelinaci6n a interpretar los fen6rnenos
Esto por supuesto Irnpllcarta cambiar el
22 politicos a la luz de lo que acontece con la econo
punto de partida de las investigaciones a realizar mia, en algunos casos tiene que ver con la tra
sobre el tema y, mas que nada, implicaria un arduo dici6n ma.rxista que coloca a los elementos super
trabajo de revisi6n de viejas y nuevas fuentes. Por estructurales en un plano de dependencia con
otro lado y dependiendo del grado de diversidad respecto a su base econ6mica.
SECOEtlClf!
Revista de historia y ciencias sociales
D pp. 161171.
SECOENClf!
Revista de historia yciencias sodales
I
I
I
SECOEtlClf!
Revista de historia y ciencias sociales
estaban a la orden del d.ia,27 en los siete Frente a tal panorama resulta dificil
patses estudiados las formas de Estado asociar la descomposici6n del llamado
se mantuvieron y quiza solo con la ex Estado oligarquico exclusivamente con
cepci6n de Brasil, donde el movimiento la depresi6n u homologar un proceso
encabezado por Getulio Vargas inici6 hist6rico que se fue dando en cada lugar
una serie de transformaciones antio de acuerdo a l6gicas especificas, con rit
ligarquicas, el Estado que en cada caso mos diversos yen diferentes momentos.
se habia conformado antes de la crisis, Ahora bien, dado que nuestro plan
fue aquel que sigui6 su camino despues teamiento resalta la continuidad, iC6mo
de ella.28 se explican la serie de golpes de Estado
II En este sentido vale la pena sefialar
que para el periodo que nos ocupa no
y problemas del momenta? Se necesi
taria una gran rniopia para pretender
I toclos los paises sustentaban sus regime que todo seguia igual y que la ola de
ii nes en criterios oligarquicos, ya que,
mientras algunos efectivamente recurrian
asonadas militares o civiles que recorrie
ron al continente fueron producto de
a ellos en el ejercicio del poder, otros una coincidencia; sin embargo, desde
mas se habian encaminado hacia un nuestra perspectiva tales situaciones se
proceso de modernizaci6n politlca.29 debieron a los reajustes que tuvieron
lugar en el sistema politico de la mayoria
esfuerzo colectivo en el que participaron Silvia de los paises y, como dedamos lineas
Dutrenlt, Javier Rodriguez, M6nica Toussaint y arriba, en general no significaron cam
Johanna. von Grafenstein. El trabajo que reali bios profundos en las formas estatales
zamos grupalmente se enfocaba al estudio de
slete paises (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, imperantes par,a entonces.
Mexico, Peru y Uruguay) y se encaminaba jus Lo que podria tomarse como una
tamente a la busqueda de los vinculos que existian mera discusi6n sernantica es en realidad
entre la recesi6n de la econom'ia y los cambios
politicos. El resultado se discuti6 en un seminario un problema de fondo que re mite a
organizado en 1986 por el Instituto Latinoameri interpretaciones distintas del periodo y
cano de Estudios Trasnacionales y actualmente se que tiene que ver entre otras cosas con
encuentra en prensa. Huelga decir que asumimos
la responsabilidad por la forrna en que aqui se las dificultades que conlleva el concepto
presenten planteamientos cuya patemidad co de Estado, al cual, a pesar de, o quiza
rresponde a varias personas. por, la cantidad de reflexiones que ha
27
Para recuperar las caracteristicas de los
acontecimientos de orden politico que se sucedie rnotivado, sigue rnoviendose en un terre
ron en los paises latinoamericanos al iniciarse la no bastante escurridizo y poco claro. Asi,
ii
decada de los treinta, adernas de las historias
nacionales y de los estudios de caso, se puede
obtener un buen resumen en Tulio Halperin
Donghi, op. cit., pp. 336437.
las diferencias que existen entre los
varios niveles involucrados en el ambito
de lo politico no siempre resultan evi
21
C/r. Silvia Dutrenit y otros, La crisis de 1929 dentes y se hace uso indistintamente de
y los cambios politicos en Ambica Latina, CONA
CULT /Alianza/Grijalbo, Mexico (en prensa), p. 9
conceptos como Estado o sistema politico
(Serie Los Noventa). aun cuando cada uno de ellos remita a
29 Recurriendo nuevamente a nuestro ejernplo,
distintos aspectos de la realidad.30
en el primer caso se encontrar1an Bolivia, Brasil y
Peru, mient.ras que en la segunda situaci6n es
tarian Argentina, Chile, Mexico y Uruguay. C/r. 50 Esta aparente
intercambiabilidad de concep
Silvia Dutrenit y otros, op. cit. tos queen realidad son diferentes (y que podria
SECOENClf!
Revtsta de historia y clenclas sociales
ellos: el ejercicio del poder. Cuando hablamos de Diccionario de politica L-Z, Siglo XXI, Mexico,
Estado pensamos en un espaclo especifico de la 1986, pp. 1118-1119.
sociedad desde el que se mantiene el control " Se ha hecho hlncapie en el caracter patrimo
sobre esta, mientras que por Sistema politico en nial de las forrnas de dominaci6n que rigieron bajo
tendemos la serie de relaciones que se han el Estado oligarquico, caracter que en ultima
establecido para llevar adelante dicho control. instancia se reflej6 en el surgimiento de Iideres
5t Quiza si tornararnos la tipologia que ofrece pollticomilitares que de alguna rnanera repro
Poulantzas, en Iugar de pensar que se trata de una ducian la imagen del hacendado en el reclen
forma de Estado, hablariamos de una forma de creado ambito nacional y que dejaban a los
regimen. Cfr. Nicos Poulantzas, Peder politico y escasos partidos de la epoca practicamente sin
clases sociales en el estado capitalista, Siglo XXI, ninguna posibilidad de participaci6n real. Los
Mexico, 1975, pp. 176197. caudillos que surgieron y se impusieron dentro de
5z Adoptamos la idea de Heller de que las este marco basaban buena parte de su Euerza en
formas del Estado van a estar determinadas por la estrategias de favores y lealtades que recuerdan al
manera en que se distribuye el poder y queen senor patrimonial y en general se mostraban
principio las dos forrnas fundamentales y an incapaces de superar el autoritarismo y personal
tag6nicas se basan en la democracia por un lado i.smo propios del mismo. Los intermediarios a los
yen la autocracia por el otro. Cfr. Hermann Heller, que recurrian en el ejercicio del pod.er distaban
Teoria del Bstado, Fondo de Cultura Econ6mica, mucho del bur6crata weberiano y carecian de un
Mexico, 1987, pp. 265267. sentido de cuerpo, ya que, aun cuando la oligar
SECUEHClf!
Revista de historia y ciendas sociales
diversos tipos de sistema politico que, que tuvieron lugar en cada pats, mas 0
de acuerdo con el pals del que se trataba, menos violentas, mas o menos profun
generaron marcos juridicoinstitucio das, se originaron a partir de contradic
nales propios y relaciones de poder tam ciones que resultaron de un desarrollo
bien diferenciadas. Asi pues, lo que hist6rico particular y que la crisis, en
proponemos es que la serie de momen todo caso, se encarg6 de acentuar.
tos disruptivos que se vivieron alrededor Finalizariamos las breves reflexiones
de 1930 deben ubicarse en este nivel, aqui expuestas preguntandonos si sigue
dentro del cual, se pueden hacer ajustes siendo valido asignarle a la recesi6n de
que no necesariamente alteran la forma 1929 el papel protag6nico que se le ha
D estatal adoptada. otorgado dentro de la historia latinoameri