Turbinas de Vapor
Turbinas de Vapor
Turbinas de Vapor
14.1. Definición
Puede decirse, que el 97% de la energía consumida en el mundo pasa por la trampa del
calor, con origen, básicamente, en los combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural),
y también en la fisión nuclear, aunque existen otras fuentes menos desarrolladas, como la
energía geotérmica y la solar. Un porcentaje notable de esta energía calorífica consumida
en el mundo se aplica a la generación de electricidad, como forma práctica y limpia de
utilización, lo que se lleva a cabo en las plantas termoeléctricas. Se estima que el consumo
de energía eléctrica en el mundo tiene un incremento del 7% anual.
En la figura 14.1 se presenta el esquema de una planta termoeléctrica con turbina de vapor.
Las partes esenciales son: la caldera o generador de vapor con una energía termodinámica
alta, partiendo el agua líquida y mediante la adición de calor, con origen en las fuentes
señaladas anteriormente. Las calderas modernas suelen tener un depurador de humos. La
turbina, órgano fundamental que convierte la energía termodinámica del vapor en energía
mecánica (trabajo) en su eje, sobre el que también va montado el generador eléctrico.
Sigue a la turbina el condensador, donde el vapor con una energía termodinámica residual,
vuelve a su estado líquido expulsando calor. Por último la bomba de alimentación reintegra
a la caldera el agua líquida que sale del condensador, cerrándose el ciclo.
Este tipo de planta puede servir, según su potencia y características, para mover un sistema
mecánico, ya que se dispone de energía en un eje. Se debe hacer notar que existen multitud
de motores térmicos que no tienen como fluido de trabajo el vapor de agua, sino otros
fluidos gaseosos, como las turbinas de gas y los motores alternativos de combustión
interna.
Sin embargo, debe quedar bien claro que, en la actualidad, la electricidad que se consume
en el mundo, y que tan variadas y extensas aplicaciones tiene, se genera fundamentalmente
en plantas termoeléctricas con turbinas de vapor, ya sean estas de carbón, petróleo, gas
natural, energía nuclear, energía geotérmica o solar; la cantidad de energía producida por
este método representa los dos tercios de la energía eléctrica total consumida en el mundo
con tendencia a aumentar. De aquí la importancia de las turbinas de vapor. Las plantar
hidroeléctricas contribuyen con un 30% hoy día, tendiendo a decrecer respecto a valores
totales. El resto de la energía eléctrica generada corresponde a turbinas de gas, motores
diésel y otros.
Este ciclo básico se conoce como ciclo Rankine, el cual, en forma ideal, el cual está
constituido por cuatro procesos; dos isoentrópicos y dos isobáricos, cuya representación en
los diagramas pv, Ts y hs se ofrece en las figuras 14.3, 14.4 y 14.5. Del estado 1 al estado 2
se tiene expansión isoentrópica en la turbina; del 2 al 3, condensación a presión constante;
del 3 al 4, compresión isoentrópica del agua; del 4 al 1 existe primero un calentamiento del
agua hasta las condiciones de saturación (4-a) a la presión de la caldera, seguido de
evaporación (a-1) a la presión de la caldera, p=cte.
Nótese que este ciclo se aproxima al de Carnot, ya que los procesos a presión constante de
(a-1) y (2-3) son también a temperatura constante. Solo el proceso de (4-a) no es parte del
ciclo de Carnot.
El rendimiento térmico viene expresado por la relación del trabajo total en el ciclo sobre el
calor entregado al ciclo, esto es:
∮ 𝛿𝑊
𝜂𝑡 = 𝑄𝑒𝑛𝑡𝑟 (Ec. 14.1a)
∮ 𝛿𝑤
𝜂𝑡 = 𝑞𝑒𝑛𝑡𝑟 (Ec. 14.1b)
El trabajo en el ciclo se compone del trabajo de la turbina w, que es positivo, y del trabajo
de la bomba, el cual es negativo wb. El calor entregado al ciclo es el entregado al fluido de
trabajo, qent luego:
𝑤𝑡−𝑤𝑏
𝜂𝑡 = (Ec. 14.1c)
𝑞𝑒𝑛𝑡𝑟
Ahora bien el trabajo de la turbina, en el proceso isoentrópico de expansión del vapor, sin
cambios sensibles en la energía cinética y potencial, de acuerdo con la primera ley de la
termodinámica aplicada a un sistema abierto de fluido estable, es:
𝑤𝑡 = ℎ1 − ℎ2 (Ec.14.2)
𝑤𝑏 = ℎ4 − ℎ3 (Ec.14.3)
𝑞𝑒𝑛𝑡 = ℎ1 − ℎ4 (Ec.14.4)
Este trabajo de la bomba es muy pequeño comparado con el de la turbina, del orden de 0.3
a 0.4% de aquel respecto a este, de forma que puede ser despreciable en la mayor parte de
los casos, con lo que el rendimiento en el ciclo queda:
ℎ1−ℎ2
𝜂𝑡 = ℎ1−ℎ4 (Ec.14.7)
Esta es una forma sencilla para calcular el rendimiento en un ciclo Rankine ideal.
Ejemplo 14.1
Calcular el rendimiento térmico de un ciclo Rankine en el que el vapor saturado seco que
entra a la turbina está a 35 bar, siendo la presión en el condensador de 0.05 bar. Compare
el trabajo de la bomba de alimentación con el de la turbina.
Solución:
h1=hg1=2803.4 J/gr
wb=h4-h3=v3(p4-p3)
De donde
h4=h3+v3(p4-p3)
Pero como
y h3=hf2=137.82 J/gr
Por lo tanto
944.75 − 3.51
𝜂𝑡 = = 0.35
2662.07
O sea
.ηt= 35%
𝑤𝑏 3.51
= ∗ 100 = 0.37
𝑤𝑡 944.75
Este tanto por ciento es muy pequeño por lo que generalmente se desprecia el trabajo de
la bomba de alimentación.
Ahora bien para obtener una entalpia de entrada en la turbina (h1) alta, es preciso que la
temperatura T1 y la presión p1, de entrada sean altas, lo cual puede verse con claridad en el
diagrama de Mollier (hs).
También pueden observarse en este mismo diagrama que, para tener un a h2 pequeña, debe
ser baja la presión p2 de salida de la turbina.
Todavía hace falta tener en cuanta otra consideración referente a la cantidad del vapor que
realiza la expansión. Se ve, en efecto, que si se escoge una presión y una temperatura altas,
en una expansión isoentrópica ideal, y también en una real, se cae en la región húmeda, al
exigir una p2 baja, lo que da lugar a un título x2 tanto más bajo cuanto más altas son la p1 y
la temperatura T1, sobretodo la primera. La calidad del vapor que se expansiona en la
turbina es un factor importante en el rendimiento y en la oxidación y corrosión de los
alabes. Es, pues, necesario conjugar correctamente estos parámetros fundamentales en la
operación de la turbina, a fin de tener un buen rendimiento térmico, es decir:
Ahora bien si se pretende trabajar con una temperatura T1 alta y un título elevado (x2), la
presión de entrada p1 no puede ser muy alta (véase en el diagrama de Mollier), si es que
también se quiere una presión baja en la salida. Para poder trabajar con presiones altas de
entrada, es preciso recurrir al escalonamiento en la expansión con recalentamiento
intermedio. De momento puede decirse que el sobrecalentamiento mejora el rendimiento
térmico del ciclo dentro de los mismos límites de presión, ya que se incrementa la
temperatura T1 y la entalpía h1. La limitación que puede encontrarse en el valor de esta
temperatura de entrada, es la resistencia al calor de los materiales de los álabes y además
la debida conjugación con la presión. En la actualidad la temperatura máxima de entrada a
la turbina es de 540 °C, y la presión de 165 bar, o sea, se trabaja a una temperatura
supercrítica pero a una presión subcrítica, ya que los valores de estos parámetros, en el
punto crítico, son para el vapor 374° C y 221 bar.
Ejemplo 14.2
Considerando los límites de presión del ejemplo 14.1 (35 bar y 0.05 bar), de operación de
una turbina de vapor, pero admitiendo ahora que el vapor se sobrecaliente hasta la
temperatura T1=400°C, calcular el rendimiento térmico.
Solución:
ℎ1 = 3222.3 𝐽/𝑔𝑟
𝑠1 = 6.8405 𝐽/𝑔𝑟
6.8405 𝐽 8.3951 𝐽
𝑠2 = 𝑠1 = < = 𝑠𝑔2
𝑔𝑟 𝑔𝑟
Como h3 y h4 tienen los mismos valores que en el ejemplo 14.1, el trabajo de la bomba
será aquí también
𝑤𝑡 − 𝑤𝑏 1145.52 − 3.51
𝜂𝑡 = = = 0.37
𝑞𝑒𝑛𝑡 3080.97
O sea
𝜂𝑡 = 37 %
Para los parámetros termodinámicos escogidos, el rendimiento térmico del ciclo resulto ser
superior con el sobrecalentamiento. No obstante que la forma del ciclo se aparta más del
de la de Carnot. Lógicamente se ve la influencia de la temperatura en el rendimiento
térmico, igual que se observa en la forma operacional del rendimiento térmico en el ciclo
de Carnot
𝑇2
𝜂𝑡 = 1 −
𝑇1
La relación del trabajo de la bomba respecto al de la turbina vale en este caso
𝑤𝑏 3.51
= 1145.52 ∗ 100 = 0.3%
𝑤𝑡
Aun menor que en el caso anterior, ya que se mantiene la misma relación de presiones, lo
que da lugar al mismo trabajo de la bomba, pero a un mayor trabajo desarrollado por la
turbina al aumentar el gradiente de entalpia.
Ya se ha dicho que para tener un buen rendimiento térmico conviene una presión de
entrada alta y una presión de salida baja en la turbina. Evidentemente, a mayor gradiente
de presión se tiene mayor gradiente de entalpia, aumentando el trabajo en la turbina y,
como consecuencia, el rendimiento térmico. También se ha señalado, que al elevar la
presión, ya sea operando con vapor saturado seco o con vapor sobrecalentado, se caía en
la región húmeda en la expansión, tanto más cuando la presión es más baja. Parece, pues,
difícil conjugar acertadamente los parámetros fundamentales T1, p1, p2 y x2. Sin embargo,
ello es posible recurriendo al escalonamiento en la expansión y produciendo el
recalentamiento intermedio del vapor.
El punto 2 queda determinado por p2 y x2. Ello permite conocer las entropías s1 y s2; en las
expansiones ideales (isoentrópicas), también sm y sn. Si el recalentamiento se lleva hasta T1,
se tiene definido el punto n por T1 y sn. La presión que pase por n (diagrama de Mollier),
será la presión intermedia que corta a la vertical por 1, en el punto m.
Teóricamente
ℎ1−ℎ𝑚+ℎ𝑛−ℎ2
𝜂𝑡 = ℎ1−ℎ4+ℎ𝑛−ℎ𝑚 (Ec. 14.9)
𝒉𝟏 − 𝒉𝒎 < 𝒉𝒏 − 𝒉𝟐
Sin embargo, el calor de recalentamiento hm-hm es siempre menor que el calor inicial dado
en la caldera h1-h4, es decir,
Como puede verse hn aunque es mayor que h1, es casi del mismo orden, ya que es poca la
curvatura de la línea de temperatura. Sin embargo, h4 es muchísimo mayor que hm. En
efecto, h4 es del orden de h3, si se desprecia el trabajo de la bomba, y h3=hf3, cuyo valor es
pequeñísimo comparado con el valor de hm.
Ejemplo 14.3
Una turbina de vapor, trabaja con una presión y temperatura de entrada de 160 bar y 540
°C. La presión de salida en el condensador es de 0.005 bar. El título a la salida debe ser de
85%. Se produce una extracción del vapor a una presión intermedia, con recalentamiento,
esto es, se tiene dos escalonamientos en la expansión, la cual se realiza en los dos casos con
entropía constante. Calcular a) valor de la presión de extracción y recalentamiento
intermedio. b) rendimiento térmico del ciclo, despreciando el trabajo de la bomba. c)
potencia de la turbina suponiendo que consume 200 000 kg/hr de vapor.
Solución:
Del diagrama de Mollier o de las tablas de vapor se obtienen los valores siguientes:
Aquí se ve confirmado lo que ya se había dicho, esto es, que el trabajo, 1 335 J/gr,
en la segunda expansión resulta ser bastante mayor que en la primera, que es
solamente de 365J/gr. De igual manera, el calor de recalentamiento es de 50 J/gr, el
cual es mucho menor que el calor dado en la caldera.
El rendimiento térmico será:
365 + 1 335 1 700
𝜂𝑡 = = = 0.451
3262 + 500 3 762
Este rendimiento térmico teórico de 45.1 % es alto, lo que prueba la bondad del
sistema de alta presión con escalonamiento de la expansión y recalentamiento
intermedio.
c) la potencia teórica desarrollada por la turbina será:
Ẇ=ṁ*wt
Siendo ṁ el gasto de masa y wt el trabajo desarrollado por la turbina en los dos
escalonamientos, o sea:
200 000 𝑘𝑔
ṁ= = 55.55
3 600 𝑠
𝐽
𝑤𝑡 = 365 + 1 335 = 1 700 = 1 700 𝐾𝐽/𝑘𝑔
𝑔𝑟
Ẇ=55.55*1 700 = 94 444 𝐾𝑊
La masa de agua fría que debe circular por el condensador depende de su temperatura y
también del grado de vacío que quiera obtenerse, así como de la masa de vapor descargado.
En la figura 14.9 se relacionan estos parámetros. En la misma puede verse que para un vacío
teórico de 91.5%, por ejemplo, con agua a 15 °C, se necesitan 20 kg de agua por kg de vapor
descargado por la turbina. Si el agua estuviera a 30 °C la relación seria de 40 a uno
aproximadamente.
𝑨𝒈𝒖𝒂 𝒅𝒆 𝒓𝒆𝒇𝒓𝒊𝒈𝒆𝒓𝒂𝒄𝒊ó𝒏
𝑹𝒆𝒍𝒂𝒄𝒊ó𝒏 𝒅𝒆 𝒎𝒂𝒔𝒂𝒔 = 𝑽𝒂𝒑𝒐𝒓
Las formas de los regeneradores son muy variadas, siendo las de tipo intercambiador las
más prácticas, ya sean estas de tipo abierto o cerrado, es decir, con mezcla de fluidos
caliente y frio o manteniéndolos en circulación independiente.
Con el regenerador tipo abierto (figura 14.10), donde el vapor precedente de la turbina se
mezcla con el agua que sale del condensador en un recinto cerrado, es preciso que las
presiones de entrada de ambos fluidos (caliente y frio) sean las mismas pa=pb, lo que
requiere las instalación de una bomba B1 a la salida del condensador y de otra segunda
bomba B2 para inyectar en la caldera el fluido que sale del regenerador en c.
Figura 14.10. Disposición del regenerador con intercambiador tipo abierto y diagrama
Ts.
El caudal másico de vapor que se emplea en el calentamiento del agua de alimentación se
determina en función del gasto de masa del vapor que entra en la turbina, y de las entalpias
de los fluidos de entrada y de salida del regenerador.
El proceso de intercambio de calor es, con entalpia total constante, de la forma siguiente:
ṁ𝑎 ∗ ℎ𝑎 + ṁ𝑏 ∗ ℎ𝑏 = ṁ𝑐 ∗ ℎ𝑐
Como:
ṁ𝑏 = ṁ𝑐 − ṁ𝑎
Y suponiendo
ṁ𝑎 = ṁ1
Resulta
ℎ𝑐−ℎ𝑏
ṁ𝑎 = ṁ1 ∗ ℎ𝑎−ℎ𝑏 (Ec.14.11)
Esta ecuación 14.11 permite calcular la cantidad de vapor que debe llevarse al regenerador,
dadas las condiciones en los puntos a, b y c, y el flujo de masa que entra a la turbina.
En el generador de tipo cerrado (figura 14.11), los fluidos caliente y frio del intercambiador
tienen recirculación independiente, lo que permite que las presiones de entrada puedan
ser diferentes (𝑝𝑎 ≠ 𝑝𝑏). El vapor condensado en el regenerador puede bombearse a la
línea de alimentación de la caldera o puede dejarse escapar por medio de una trampa.
Se ha dicho, que al aprovechar el calor de condensación del vapor trasegado que se lleva al
regenerador se mejora el rendimiento térmico del ciclo. Lógicamente, al multiplicar las
extracciones se elevaría más y más el rendimiento térmico llegando a condiciones ideales
en una extracción continua, y reintegrando a la caldera todo el vapor condensado, como
liquido saturado, a la presión de aquella. Por razones prácticas, solo se suele aplicar la
regeneración en los pasos donde hay extracción, para hacer recalentamiento, separando
parte del vapor extraído, y antes de ser recalentado, para fines de regeneración. He aquí un
ejemplo.
Ejemplo 14.5
Si la turbina del ejemplo 14.3 operara con un regenerador tipo abierto ¿Cuál sería la
cantidad de vapor que debería separarse en la extracción, en el punto m, para fines de
regeneración? ¿Cuál sería el rendimiento térmico del ciclo con regenerador?
Solución:
Por tanto
1 087 − 138
ṁ𝑎 = 200 000 ∗ = 65 516 𝑘𝑔/ℎ𝑟
3 035 − 138
Gasto del vapor trasegado de la turbina a 40 bar, que debe pasar por el
regenerador.
b) Rendimiento térmico
Ẇ
𝜂𝑡 =
Ǭ
Esto es, la relación de la potencia desarrollada por la turbina al calor gastado.
La potencia en este caso será:
Ẇ = ṁ1(ℎ1 − ℎ𝑚) + (ṁ1 − ṁ𝑎)(ℎ𝑛 − ℎ2)
𝐽 𝐾𝐽
ℎ1 = 3 400 𝑜
𝑔𝑟 𝑘𝑔
𝐾𝐽
ℎ𝑚 = 3 035
𝐾𝑔
𝐾𝐽
ℎ𝑛 = 3 535
𝐾𝑔
ℎ2 = 2 200 𝐾𝐽/𝐾𝑔
Sustituyendo
200 000 200 000 − 65 516
Ẇ= ∗ (3 400 − 3 035) + (3 535 − 2 200)
3 600 3 600
Ǭ = 147 167 𝐾𝑊
Cuyo valor es mayor que el que se tenía sin regenerador, el cual era de 0.451. Los
rendimientos son altos porque se opera en condiciones ideales.
En los incisos anteriores se ha hecho el estudio analítico del ciclo del vapor considerando
expansiones isoentrópicas o ideales, esto es, suponiendo que la transferencia de energía
entre fluido y maquina se efectúa sin perdidas. Dicha forma de cálculo es necesaria, para
así poder advertir las desviaciones que se pueden tener en condiciones reales, respecto de
las ideales, los cual nos permitirá conocer las bondades del diseño de la máquina que
efectúa la conversión energética y establecer el rendimiento interno de la misma.
Las pérdidas de energía por la conversión, mientras el fluido pasa a través de la turbina,
pueden ser:
Perdidas por fricción sobre las paredes de los contornos por donde circula el
fluido, las cuales son proporcionales al cuadrado de la velocidad relativa del
fluido respecto al contorno, y a la longitud del ducto o canal donde se mueve
el fluido, e inversamente proporcionales al radio hidráulico de la sección de
dicho ducto. La verdad es que estas pérdidas de fricción son muy pequeñas
en el caso del vapor y fluidos gaseosos.
Perdidas por separación del fluido de los contornos de los alabes o por
choques contra estos, produciéndose turbulencias o vibraciones
perjudiciales.
Perdidas por recirculación del fluido entre el rotor y la carcasa.
También se podrían citar las perdidas por fugas, aunque en las maquinas
modernas son mínimas.
Al haber energía perdida se reduce el trabajo útil de la conversión, aunque esa energía
perdida en las fricciones entre el fluido y contornos del fluido consigo mismo, se traduce en
calor, el cual se transmite al mismo fluido en una maquina aislada. Se tiene así un calor de
recalentamiento del fluido que es favorable en la expansión. Pero el proceso no es
isoentrópico, sino de entropía creciente, como corresponde a un sistema aislado, dando
lugar a una caída de entalpia menor en la expansión que la que se tendría en un proceso
isoentrópico (véase diagrama de Mollier). El trabajo desarrollado será, pues, menor en una
expansión real que en una ideal.
La relación entre las dos caídas de entalpia, real e ideal, o la relación de trabajo real e ideal,
define el rendimiento interno de la turbina, así:
𝑤 𝑟𝑒𝑎𝑙 ℎ1−ℎ2𝑟
𝜂𝑖 = 𝑤 𝑖𝑑𝑒𝑎𝑙 = (Ec.14.12)
ℎ1−ℎ2𝑖
En la ecuación 14.12, en la entalpia h2r, es mayor que h2i, debido al calor de recalentamiento
por fricciones, lo que hace que el rendimiento interno ηi sea siempre menor que la unidad.
Dicho rendimiento interno hace bajar el rendimiento térmico del ciclo, al reducirse el
trabajo desarrollado. Cuando se hacen recalentamientos intermedios, la fricción en la
primera expansión, disminuye ligeramente el calor de recalentamiento a la salida de la
turbina, por escapar el vapor con entalpia más alta.
Ejemplo 14.6
Si la turbina del ejemplo 14.3 tuviera un rendimiento interno de 94%en los dos
escalonamientos, ¿Cómo se modificaría el rendimiento térmico, el titulo de vapor a la salida
y el titulo de vapor a la salida? Se mantienen los valores de los demás parámetros.
Solución:
Las entalpias de extracción y la final en el condensador van a ser diferentes, pues las
expansiones ahora no van a ser isoentrópicas, serán mayores de los valores reales que los
ideales, esto es:
ℎ2𝑟 = ℎ2𝑖
Por ser las expansiones adiabáticas con fricción, creciendo la entropía (véase figura E.14.6).
Los valores de ℎ𝑚𝑟 y ℎ2𝑟 se sacan del valor del rendimiento en la primera expansión.
ℎ1 − ℎ𝑚𝑟
𝜂𝑖 =
ℎ1 − ℎ𝑚𝑖
De donde
Análogamente
Calor inicial:
Calor de recalentamiento:
Se han reducido los trabajos desarrollados por la turbina en los dos escalonamientos,
respecto a condiciones ideales de expansión. Se mantiene el mismo calor dado a la caldera.
El calor de recalentamiento disminuye, debido al calor producido por fricción en la
expansión. El rendimiento térmico en este caso será:
343 + 1 255
𝜂𝑡 = = 0.427
3 262 + 478
El rendimiento térmico es ahora 42.7%, que es inferior al que se tenía en condiciones ideales
de expansión.
El titulo 𝑥2𝑟 en la salida se determina por la presión 𝑝2 = 0.05 𝑏𝑎𝑟 y la entalpia ℎ2𝑟 =
2 280 𝐽/𝑔𝑟, resultando ser 𝑥2𝑟 = 88.3%, lógicamente mayor que 𝑥2𝑖 = 85%, ya que la
expansión es adiabática y con fricción, siendo 𝑠2𝑟 > 𝑠2𝑖.
Ẇ = ṁ ∗ 𝑤𝑡
Si la turbina del ejemplo 14.4, tuviera un rendimiento interno de 94% en los dos
escalonamientos, ¿Cuáles serían el rendimiento térmico, el título a la salida y la potencia
desarrollada, manteniendo los valores de los demás parámetros?
Solución:
ℎ1 = 3 400 𝐽/𝑔
ℎ𝑛 = 3 535 𝐽/𝑔𝑟
ℎ1 − ℎ𝑚𝑟
𝜂𝑖 =
ℎ1 − ℎ𝑚𝑖
De donde:
Análogamente:
𝐽
ℎ1 − ℎ𝑚𝑟 = 3 400 − 2 850 = 550
𝑔𝑟
Calor inicial:
Calor de recalentamiento:
550 + 1 161
𝜂𝑡 = = 0.431
3 262 + 705
Es inferior al correspondiente con expansión ideal, pero es superior al del ejemplo 14.5, por
operar con un título más alto de salida.
En este caso el título de salida se obtiene con 𝑝2 = 0.05 𝑏𝑎𝑟 𝑦 ℎ2𝑟 = 2 394, resultado
𝑥2𝑟 = 93.1%. Las condiciones de operación de esta turbina son muy favorables aunque se
aumenta ligeramente el calor de recalentamiento.
Ejemplo 14.8
Si la turbina del ejemplo 14.6 funcionara con regenerador, ¿Cuál sería la cantidad de vapor
que debería separarse para fines de regeneración? ¿Cuál sería el rendimiento térmico?
El agua, como fluido de trabajo en un ciclo Rankine con turbina de vapor, ofrece grandes
ventajas, no solo por encontrarse abundante y ser de fácil manejo, sino también por
presentar un ciclo de transformación liquido-vapor-liquido favorable, dentro de unos
valores de temperatura y presión aceptables. Sin embargo, el rendimiento térmico, que se
tiene con el ciclo del agua, es relativamente bajo, lo que ha movido a los ingenieros a buscar
otros fluidos de trabajo con los que se pudiera mejorar aquel. Varios han sido los intentos,
pero hasta hoy día, el agua, como fluido único en un ciclo, sigue siendo el preferido. Otra
cosa puede decirse cuando se combina el ciclo del agua con el de otro fluido, trabajando a
niveles de temperatura superiores o inferiores a las de operación del agua, constituyendo
lo que se llama un ciclo binario, en el cual, el condensador de fluido del ciclo de alta
temperatura es, a la vez, el generador de calor del ciclo de baja temperatura.
Como ciclos de baja temperatura, operando en ciclo binario con el agua, se ha ensayado el
de amoniaco, el cual tiene temperatura de vaporización muy baja. Este ciclo binario no ha
llegado a comercializarse por razones económicas y por la toxicidad de sus vapores.
Como fluidos que pueden trabajar en el ciclo de alta temperatura se señalan ciertos metal
es líquidos como el mercurio y el potasio. Con el mercurio se suele operar entre 480 y 720
°C; con el potasio, entre 770 y 1 000 °C.
Los ciclos binarios de mercurio-agua han funcionado con cierto éxito en Estados Unidos,
particularmente en la época que siguió a la Segunda Guerra Mundial. Más recientemente
ha disminuido su influencia, en parte por consideraciones económicas; el mercurio es caro
y se necesitan grandes cantidades del mismo en una instalación de este tipo, que además
suele ser de mediana capacidad. Las presiones de trabajo son relativamente pequeñas, y
limitan la potencia de las turbinas, en comparación con las gigantescas máquinas de hoy en
día, apoyadas por la interconexión de plantas. Los vapores de mercurio son tóxicos, siendo
a veces imprevisibles las fugas que pueden producirse. No obstante, se estudia la
posibilidad de emplear este ciclo binario mercurio-agua en las plantas nucleoeléctricas con
reactor de cría (fast breeder reactor) por adaptarse las características de operación de este,
como caldera de aquel. En el inciso siguiente se trata con más detalle este ciclo binario
mercurio-agua.
Otros fluidos que suelen operar en ciclo Rankine, como fluido único (no binario) son el
isobutano y el freón, cuando se quieren provechar temperaturas muy bajas, del orden de
60 a 120 °C, como las que se tienen en ciertas aguas termales o colectores planos de energía
solar. En el inciso 14.13 se señalan formas de operación.
14.12. Ciclo binario de vapor de mercurio y vapor de agua. Se compone de dos ciclos
Rankine, uno operando con mercurio y orto con agua, conjugándose su funcionamiento en
forma que se aprovecha bastante integralmente el calor puesto en juego, al mismo tiempo
que se hacen
Figura 14.13. Ciclos ideales del mercurio y del agua en el diagrama Ts, para unos valores
típicos de operación en un ciclo binario.
La característica más importante de este ciclo binario es que el condensador del ciclo de
mercurio es a la vez la caldera del ciclo del agua, aprovechando, en este intercambiador,
todo el calor de condensación del ciclo de vapor de mercurio, para calentar y evaporar el
agua empleada en el otro ciclo. Se consigue así una notable economía en el gasto de calor
que se traduce en una elevación del rendimiento térmico conjunto. Este intercambio de
calor se hace posible por los valores de temperatura y presión de condensación del
mercurio, y los correspondientes de vaporización del agua. En el caso típico considerado en
la figura 14.13, el vapor de mercurio se condensa a 263 °C y 0.177 bar. En el
intercambiador de agua se evapora a 243 °C y 35 bar, aprovechando el calor cedido por el
mercurio en su condensación. Solo hace falta establecer el correspondiente flujo másico de
uno y otro fluido (véase ejemplo 14.9), que suele ser del orden de 10 veces superior el de
mercurio al del agua, debido a los diferentes valores de los calores de vaporización (inferior
el del mercurio al del agua, véase tabla 14.1).
Con los valores indicados (263 °C para el mercurio y 243 °C para el agua) se tiene una
gradiente de temperatura de 20 °C, suficiente para mantener el flujo de calor entre el fluido
caliente y el frio, en un intercambiador a contraflujo.
El ciclo del agua se hace trabajar entre valores moderados de temperatura y presión, para
buscar un cierto equilibrio en la potencia de ambos ciclos (véase ejemplo 14.9). En este caso
se han fijado los valores de 450 °C y 35 bar en el límite superior del ciclo, y de 0.05 bar en
el límite inferior, con temperatura de saturación de 32.88 °C, y con un título, en el punto 2,
de 82.4% (véase ejemplo 14.9).
Aunque ya se ha dicho, tal vez convenga aclarar, que el ciclo de mercurio se aproxima al de
Carnot porque está compuesto de dos isotermas (superior e inferior) y una adiabática
reversible en la expansión sin fricción, así considerada. El proceso de compresión del líquido
también se considera isoentrópico; pero el de calentamiento del líquido a la presión de la
caldera, no es isoentrópico; aunque bien es verdad que en este caso del mercurio líquido,
esa línea de p=cte., que se halla muy próxima a la del líquido saturado, es de fuerte
pendiente, acercándose a la de s=cte. Ello es debido a que el mercurio liquido tiene un calor
especifico muy pequeño, que hace que el cambio de entalpia se menor, reduciéndose a su
vez el cambio de entropía por ser esta proporcional al cambio de entalpia, según puede
observarse en el diagrama Ts del mercurio. En la figura 14.13 puede verse como el ciclo de
mercurio se acerca al de Carnot o el ciclo térmico ideal.
En el ciclo del vapor de agua, con vapor húmedo, también se tienen tres procesos
reversibles, lo mismo que en el mercurio, pero en el proceso de calentamiento de agua, a
p=cte. de la caldera, hay más desviación de la vertical (s=cte.), y se aleja más del ciclo de
Carnot. El agua líquida tiene un calor específico mayor que el mercurio.
Por otra parte, el mercurio es un fluido estable que garantiza los procesos de
transformación. No exige materiales especiales para su manejo, excepto aquellos con los
que forma amalgama. La alta densidad de sus vapores permite emplear velocidades de
chorro moderadas, así como ductos de paso discretos, a pesar de que el fluido másico es
superior al agua, como se ha dicho, pero la diferencia de densidades es mayor.
Ejemplo 14.9
Calcular el rendimiento térmico del ciclo binario de vapor de mercurio y vapor de agua, con
base en los valores que se señalan en el ciclo típico de la figura 14.13, con los ciclos ideales.
Para un gasto de vapor de agua de 80 000 Kg/hr ¿Cuál sería la potencia desarrollada?
Solución:
O también:
Se harán los cálculos por Kg de agua empleado, de forma que 𝑚𝐻2𝑜 = 1 𝐾𝑔. Se fijara la
masa de mercurio necesaria por Kg de agua.
Calculo de valores:
T1=450 °C
P1= 35 bar
s2=s1=7.00 KJ/Kg
p2=0.05 bar
𝑠2 −𝑠2𝑓 7.00−0.4764
x2= = = 0.824
𝑠𝑓𝑔2 7.9187
Ẇ𝐻2𝑜 𝐾𝐽
= 1(ℎ1 − ℎ2 ) = 1(3 336.6 − 2 134.5) = 1 202.1
𝐾𝑔 ∗ 𝑎𝑔𝑢𝑎 𝐾𝑔 ∗ 𝑎𝑔𝑢𝑎
𝑄𝐻2𝑜 533𝐾𝐽
= 1(ℎ1 − ℎ𝑏 ) = 1(ℎ1 − ℎ𝑔 35 𝑏𝑎𝑟 ) = 3 336.6 − 2 803.4 =
𝐾𝑔 ∗ 𝑎𝑔𝑢𝑎 𝐾𝑔 ∗ 𝑎𝑔𝑢𝑎
T1=546°C
P1=13.7 bar
T2=263 °C
𝑠2 −𝑠𝑓2 0.51−0.12
X 2= = 0.64−0.12 = 0.75
𝑠𝑓𝑔2
Los valores de las entropías se han sacado de la figura 14.13, que a su vez se han tomado
de un diagrama hs de KEARTON para el mercurio. Por otra parte:
h2=hf2+x2hfg2=hf2+x(hg2-hf2)
Luego:
Para calcular la masa de mercurio que se emplea por Kg de agua, se considera una operación
ideal del intercambiador (en este caso) y por tanto, el calor cedido por el mercurio será igual
al tomado por el agua, o sea:
mHg(h1-h3)Hg=1(hb-h4)H2o
De donde:
(ℎ𝑏 −ℎ4 )𝐻2𝑜
mHg/Kg*agua= (ℎ1 −ℎ3 )𝐻𝑔
Pero
𝐾𝐽
(ℎ𝑏 − ℎ4 )𝐻2𝑜 = ℎ𝑔 35 𝑏𝑎𝑟 − ℎ𝑓 0.05 𝑏𝑎𝑟 = 2 803.4 − 137.82 = 2 665.58
𝐾𝑔 ∗ 𝑎𝑔𝑢𝑎
(ℎ1 − ℎ3 )𝐻𝑔 = (ℎ𝑔 13.7 𝑏𝑎𝑟 − ℎ𝑓 0.177 𝑏𝑎𝑟 ) = 366 − 36.42 = 233.58 𝐾𝐽/𝐾𝑔 ∗ 𝐻𝑔
Falta determinar el calor gastado en la caldera de mercurio por Kg de agua, esto es:
Este rendimiento térmico del ciclo binario es muy superior al que puede obtenerse con
cualquiera de los dos ciclos, operando aislados. El rendimiento térmico de un ciclo de
Carnot, operando entre los límites externos de temperatura, seria:
Y al ciclo de mercurio:
Nótese que si el gasto de vapor, o lo que es lo mismo, de agua es de 80 000 Kg/hr, el gasto
de mercurio debe ser de 80 000*11.92=953 600 Kg/hr. Como el trabajo por Kg de mercurio
es de 106 KJ/Kg, la potencia de la turbina de mercurio puede calcularse también así:
Ẇc.mercurio=106*(953 000/3 600)=28 078 KW
Cuando se trata de aprovechar en ciclo Rankine una gradiente de temperatura baja, del
orden de 100 °C o inferior, como se tienen en los colectores solares de tipo plano, o en
ciertos campos geotermales de agua, se deben usar fluidos de trabajo fácilmente
vaporizables, como el freón, el isobutano, el amoniaco, etc. Este último, aunque presenta
mejores características que los dos primeros, no se suele usar por ser toxico.
En gradientes de temperatura muy bajas del orden de 50 °C, se suele emplear el isobutano,
para gradientes próximos a los 100 °C, se usa el freón. Hay varios tipos de freón, entre los
cuales el que parece ofrecer mejores resultados es el freón 11.