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TRABAJO DE GRADUACIÓN
PRESENTADO A LA JEFATURA DEL
DEPARTAMENTO DE MATEMÁTICA
POR
AL CONFERÍRSELE EL TÍTULO DE
LICENCIADA EN MATEMÁTICA APLICADA
CONSEJO DIRECTIVO
rArnntt, nr
ltvtrnllvll1Jlt.^
Escuela de Ciencias
EC/pec
AGRADECIMIENTOS
ÍNDICE DE FIGURAS iv
ÍNDICE DE TABLAS v
OBJETIVOS ix
INTRODUCCIÓN xi
1. GRUPOS 1
1.1. Conceptos preliminares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
1.2. Grupos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
1.2.1. Homomorsmos e isomorsmos de grupos . . . . . . . . . . . . 9
1.3. Subgrupos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
1.3.1. Homomorsmos y subgrupos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
1.4. Grupos solubles . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
1.4.1. Grupos simétricos y su solubilidad . . . . . . . . . . . . . . . . 30
2. NÚMEROS COMPLEJOS 39
2.1. El campo de los números complejos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39
2.2. Representaciones de los complejos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
2.2.1. Representación geométrica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
2.2.2. Representación polar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45
2.3. Polinomios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48
2.4. Curvas continuas en el plano complejo . . . . . . . . . . . . . . . . . 52
2.4.1. Funciones continuas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52
2.4.2. Imágenes de curvas continuas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
2.5. Teorema fundamental del Álgebra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62
i
3. SUPERFICIES DE RIEMANN 69
3.1. Conceptos topológicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70
3.1.1. Topología general . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70
3.1.2. Uniones disjuntas y espacios de identicación . . . . . . . . . . . 71
3.2. Funciones algebraicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73
3.3. Continuación analítica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84
3.4. Supercies de Riemann para funciones solubles por radicales . . . . . . 86
CONCLUSIONES 109
RECOMENDACIONES 111
ii
ÍNDICE DE FIGURAS
1.1. Rotaciones S3 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
1.2. Reexiones S3 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
1.3. Automorsmo en un triángulo equilátero . . . . . . . . . . . . . . . 17
1.4. Tetraedro inscrito en un cubo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
1.5. Homomorsmo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
1.6. Cubo de Kepler. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
iii
3.8. Supercies de Riemann como dominios. . . . . . . . . . . . . . . . . 79
p
3.9. Imágenes de caminos bajo z(t)2 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 80
3.11. Supercie de Riemann como espacio cubriente . . . . . . . . . . . . 82
3.12. Supercie de Riemann 6 hojas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83
3.13. Continuación Analítica por Caminos . . . . . . . . . . . . . . . . . 85
3.14. Propiedad de Monodromía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85
√ √
3.16. Esquema de la supercie de Riemann de z + z . . . . . . . . . . 88
√
3.17. Esquema correcto de la supercie de Riemann de z . . . . . . . . . 88
iv
ÍNDICE DE TABLAS
v
vi
LISTA DE SÍMBOLOS
Símbolo Signicado
vii
Símbolo Signicado
viii
OBJETIVOS
General
Presentar los detalles de la demostración topológica del teorema de Abel-
Runi.
Especícos
1. Establecer las nociones de teoría de grupos necesarias para introducir al grupo
simétrico e identicar grupos solubles.
ix
x
INTRODUCCIÓN
ax2 + bx + c = 0
con la fórmula que brinda de manera general las soluciones a cualquier ecuación de
este tipo √
−b ± b2 − 4ac
x= .
2a
La fórmula general para encontrar raíces de polinomios cuadráticos fue plan-
teada por los babilonios aproximadamente en el año 2000 a.C. este tipo de soluciones
fueron motivo de estudio en álgebra. Esta fórmula también ayudó al desarrollo de los
números complejos. En algunas ocasiones el discriminante, b2 − 4ac, es un número
√
negativo. De esto, surge la idea de un elemento que sea −1 y más adelante se
comprueba que la fórmula cuadrática también funciona cuando los coecientes del
polinomio son complejos, esto es por las propiedades de campo, que estudiaremos a
partir del capítulo 2.
Sabemos que estas fórmulas que dependen de los coecientes de un polinomio y
operaciones como suma, resta, multiplicación, división, potencias y radicales existen
para las ecuaciones de grado 1 y 2, pero también existen fórmulas generales de
este tipo para grado 3 y 4, que fueron desarrolladas por italianos en la época del
Renacimiento.
A principios del siglo XVI, Scipione del Ferro (1465-1526) encontró un método
para resolver las ecuaciones de la forma x3 + ax = b, que mantuvo en secreto hasta
justo antes de su muerte y lo comunicó a su estudiante Antonio Fiore. Actualmente,
sabemos que todas las ecuaciones cúbicas se pueden reducir a esta forma cuando se
permite a a, b ser negativos, pero en aquella época no eran conocidos estos números.
En 1530 Niccolo Fontana, conocido como Tartaglia (1500-1557) anunció que podía
xi
resolver dos problemas con ecuaciones cúbicas y fue retado por Fiore. Tartaglia
resolvió los de la forma x3 + ax = b y Fiore no pudo resolver los de la forma
x3 + ax2 = b, resultando ganador Tartaglia.
Más adelante, Gerolamo Cardano (1501-1576) persuadió a Tartaglia de revelar
su secreto para resolver las ecuaciones cúbicas y él accedió bajo la condición de
que no se revelara y en caso de que Cardano publicara un libro, le diera crédito al
trabajo de Tartaglia. Años más tarde, Cardano descubrió el trabajo de del Ferro
y lo publicó en un libro en 1545. Luego de eso, el primero sirviente de Cardano y
luego colaborador, Ludovico Ferrari (1522-1565) aceptó las condiciones de Tartaglia
y terminó por ganarle en competencia y prestigio.
ax3 + bx2 + cx + d = 0
S = b2 − 3ac
T = 2b3 − 9abc + 27a2 d
Por último, fue Ferrari, en 1540, quien resolvió la ecuación general de grado
cuatro, que fue publicado en 1545. El desarrollo de este método es bastante extenso,
pero daremos la fórmula general para este caso a continuación. Dada una ecuación
de la forma
ax4 + bx3 + cx2 + dx + e = 0,
xii
sus soluciones son de la forma:
r
b 1 q
x1,2 =− −S± −4S 2 − 2p +
4a 2 S
r
b 1 q
x3,4 =− +S± −4S 2 − 2p + ,
4a 2 S
donde p y q son las expresiones
8ac − 3b2
p=
8a2
b3 − 4abc + 8a2 d
q=
8a3
y P, Q están dadas por
s
1 2 1 r
S= − p+ Q+
2 3 3a Q
√
s
3 t+ t2 − 4r3
Q= ,
2
con
r = c2 − 3bd + 12ae
xiii
conocido ahora como el teorema de imposibilidad de Abel o teorema de Abel-Runi.
La prueba era muy corta y con contenido muy avanzado para los matemáticos
contemporáneos, por lo que Abel publicó una nueva versión más extensa de la misma
en 1826. Puede leerse más detalles en (Schwartz, 2015).
Esto fue importante porque aparte de resolver la pregunta sobre la solubili-
dad de polinomios, brindó un enfoque abstracto, completamente nuevo al álgebra,
utilizando los avances más recientes hasta esa época sobre grupos de simetrías y
permutaciones, inspirando a jóvenes matemáticos como Galois, Cayley, Hamilton,
Jordan, Kronecker y Sylvester a desarrollar y aplicar teoría de grupos, anillos, cam-
pos y otras estructuras algebraicas. En otras palabras, condujo al desarrollo del
álgebra moderna. Abel trabajó también en análisis, en ecuaciones integrales y desa-
rrolló gran parte de la geometría algebraica.
En 1828, Évariste Galois (1811-1832) presenta una prueba de la imposibilidad
de resolver las ecuaciones de grado 5 por radicales, su trabajo fue independiente al
de Abel y se basaba en estructuras matemáticas más abstractas, como extensiones
de campos y descomposiciones de grupos. Esta prueba de Galois fue una de las
aplicaciones de la rama que surgió con su trabajo, ahora llamada Teoría de Galois.
La prueba de Galois fue rechazada por Cauchy por tener puntos en común con
el trabajo de Abel años antes. Galois siguió trabajando en este y otros temas, en 1830
envía una nueva versión a Cauchy, quien esta vez remitió el artículo a Joseph Fourier
(17681830), pero Fourier falleció poco después de recibir el trabajo de Galois y éste
se traspapeló.
Al morir Galois a temprana edad, su hermano Alfred y su amigo Auguste
Chevalier se encargaron de recopilar el trabajo de Évariste y darlo a conocer a la
academia, llamando la atención de Liouville. Las obras fueron publicadas en 1846
después de la revisión de Liouville, quien declaró que, en efecto, Galois había resuelto
el problema de Abel.
En 1885, los matemáticos John Stuart Glasham, George Paxton Yung y Carl
Runge presentan una nueva prueba utilizando el enfoque de teoría de Galois, rela-
cionando las propiedades de una ecuación con sus propiedades algebraicas, como su
grupo de Galois, permitiendo hacer la transición del análisis al álgebra. Para mayor
detalle, leer (Villa Salvador, 2011).
Hacia el año 1963, el matemático Vladimir Igorevich Arnold (1937-2010) pre-
senta una prueba nueva para el teorema de Abel-Runi con un enfoque topológico,
que asocia supercies de Riemann a ecuaciones algebraicas, variando sus coecien-
tes (complejos) y calcular su grupo de monodromía. Arnold presentó esta prueba
xiv
a alumnos de bachillerato en Moscú. Uno de los participantes de este taller, V.
B. Alekseev plasmó por escrito el contenido de las conferencias en su libro Abel's
theorem in problems and solutions (Alekseev, 2004). Esta referencia autocontenida
introduce fundamentos de teoría de grupos, análisis complejo, supercies de Rie-
mann y grupos de monodromía través de una serie de problemas que se proponen
al lector. Este trabajo de graduación se basa en gran medida en desarrollar los de-
talles de la presentación de (Alekseev, 2004). Se complementa la exposición con el
trabajo de Hannah Santa Cruz (Santa Cruz, 2016), donde se enfatiza la noción de
monodromía y el artículo de Henryk Zoª
adek (Zoª, 2000), que da un tratamiento
más formal a la demostración propuesta por Arnold.
Otras referencias al tema son (Akalin, 2016) en su entrada Why is the Quintic
Unsolvable? en el blog Notes on math, tech, and everything in between, así como
(Schwartz, 2015) en su artículo Abel and the Insolubility of the Quintic.
El propósito de este trabajo de graduación es presentar, basado en las referen-
cias anteriores, los detalles de la prueba del teorema de Abel-Runi de manera que
se introduzcan las nociones necesarias para que alumnos, tanto a nivel de licenciatura
como de bachillerato, comprendan cada paso de la demostración.
Para ello, se introduce primero, en el Capítulo 1, las nociones y propiedades
de grupos nitos, particularmente los grupos de permutaciones y su solubilidad. En
el Capítulo 2 se presentan las bases de análisis complejo para poder entender el
comportamiento de funciones de variable compleja y soluciones de polinomios con
coecientes complejos como ejemplo de funciones algebraicas. Esto permite, en el
Capítulo 3, la construcción de supercies de Riemann asociadas a estas funciones
y su estudio como espacios de recubrimiento del pano complejo perforado. Las per-
foraciones corresponden a los puntos singulares de la función algebraica. Siguiendo
la idea central de Arnold, se estudia en el Capítulo 4 qué sucede con las hojas del
espacio de recubrimiento cuando rodeamos las singularidades. De esta manera se
asocia a la función algebraica un grupo, el grupo de monodromía, cuya solubilidad
está relacionada con la solubilidad por radicales de la ecuación que dene la función
algebraica.
xv
xvi
1. GRUPOS
1
Sobreyectiva: Si para cada y ∈ Y existe una preimagen x ∈ X tal que
f (x) = y .
Ejemplo
( 1.1. Consideremos la función f : Z → Z+ ∪ {0}
2n, si n > 0
f (n) =
−2n − 1, si n < 0.
Esta función manda los números no negativos a los enteros pares y los negativos a
los impares.
Tomemos a, b ∈ Z:
f (a) = 2a 6= 2b = f (b).
f (c/2) = 2(c/2) = c.
c+1 c+1
f (− ) = −2(− ) − 1 = c.
2 2
2
con respecto a las alturas del mismo. A cada uno de estos movimientos le llamaremos
simetrías del triángulo equilátero.
B A C
O O O
A C C B B A
(a) Triángulo (b) Rotación 120°. (c) Rotación 240°.
Figura 1.1. Rotaciones del triángulo equilátero.
B C A
l2 l3
C A A B B C
l1
(a) Reexión con respecto (b) Reexión con respecto (c) Reexión con respecto
a altura l1 . a altura l2 . a altura l3 .
Rotaciones:
! ! !
A B C A B C A B C
a= ,b = ,e =
B C A C A B A B C
3
Reexiones:
! ! !
A B C A B C A B C
c= ,d = ,f =
A C B C B A C A B
· e a b c d f
e e a b c d f
a a b e f c d
b b e a d f c
c c d f e a b
d d f c b e a
f f c d a b e
Entre las permutaciones existe una única que no modica al triángulo, la si-
metría e, que corresponde a la función identidad. En la tabla 1.1 puede observarse
que bajo la composición, siempre es posible obtener e al componer dos simetrías.
1.2. Grupos
Ya hemos estudiado las permutaciones y algunas de sus propiedades, así, pode-
mos estudiar también las propiedades para un conjunto arbitrario con una operación
4
denida.
Una operación es una función que toma dos elementos y les asigna un tercer
elemento. Cuando al operar dos elementos de un conjunto, siempre el resultado está
en el mismo conjunto, se dice que la operación es cerrada.
8 − 5 = 3 y 5 − 8 = −3,
Entonces se dice que este conjunto forma un grupo bajo la operación · y es denotado
por (G,·) o simplemente el grupo G.
Si la operación es conmutativa, el grupo se llama grupo abeliano.
Ejemplo 1.6.
1. El grupo trivial es el conjunto {e} formado por el elemento neutro con cualquier
operación.
2. (Z, +) los números enteros con la operación adición forman un grupo abeliano.
5
inverso. Su elemento neutro es
!
A B C
e=
A B C
a(db) = ac = f y
a(db) = (ad)b
Ejemplo 1.8. Consideremos ahora a (Z, ·). Este no forma un grupo, ya que dado un
entero a, su inverso multiplicativo a−1 no es un entero. Por otro lado, si consideramos
a todos los reales menos el cero (R \ {0}, ·), esta propiedad se cumple y por lo tanto
es un grupo abeliano de orden innito.
6
Existen ciertas propiedades que caracterizan a un grupo, estas son:
(a−1 )−1 = a.
am · an = am+n .
(am )n = amn .
De la última propiedad, podemos armar que las anteriores valen para cada m, n ∈
Z.
Denición 1.8. En algunos grupos puede suceder que existe un k, tal que ak = e, al
mínimo entero k (distinto de cero) que cumple esto, se le llama orden del elemento
a en un grupo, denotado por ◦(a).
1 Por la ley de cancelación:
Si ab = ac entonces b = c,
esto es fácil de comprobar, multiplicando por el inverso de a en ambos lados de la ecuación.
7
Denición 1.9. Si el orden de un elemento a es n, entonces todos los elementos
e, a, a2 , . . . , an−1 son distintos. Y si estos son todos los elementos que conforman al
grupo, se dice que es un grupo cíclico de orden n, generado por a. Al elemento
a se le llama generador del grupo y denotaremos a G = {e, a, a2 , . . . , an−1 } por
G = hai.
Ejemplo 1.9. El grupo (Z, +) = h1i es un grupo cíclico innito, cuyo generador es
1.
Los grupos cíclicos (de orden n) cumplen con las siguientes propiedades:
1. am = e si y sólo si m = nd.
Ejemplo 1.11. Al dividir un entero m entre n, este número genera residuos r tales
que 0 6 r < n de manera que el número m se escribe como m = nd + r donde r es el
2 El
algoritmo de la división asegura que al dividir un natural m entre uno n se obtendrá una
única representación de m, a decir, m = nd + r donde r es un residuo que no excede a n.
8
residuo. Estos residuos bajo adición forman un grupo cíclico, que puede observarse
con mayor claridad en la siguiente tabla:
· 0 1 2 3 ... n-1
0 0 1 2 3 ... n-1
1 1 2 3 4 ... 0
2 2 3 4 5 ... 1
3 3 4 5 6 ... 2
.. .. .. .. .. .. ..
. . . . . . .
n-1 n-1 n 0 1 ... n-2
A partir de dos grupos puede obtenerse un tercer denido por los grupos, G y
H.
9
Y esto se cumple sólo si y sólo si la imagen φ(e1 ) = e2 .
De forma similar,
10
En los ejemplos 1.11 y 1.12 trabajamos con los grupos Zn , a continuación
veremos una armación importante con estos grupos.
Proposición 1.1. Zm × Zn ∼
= Zmn si y sólo si m y n son primos relativos.
Demostración.
(⇐) Si m, n son primos relativos, mcm(m, n) = mn. Consideremos el elemento
(1, 1), donde k(1, 1) = (0, 0) sólo si k es múltiplo de m y n, de donde ◦ ((1, 1)) = mn.
Por lo tanto el grupo h(1, 1)i es el grupo cíclico Zm × Zn de orden mn.
(⇒) Si mcd(m, n) = d > 1 podemos considerar un elemento (r, s) ∈ Zm × Zn
y sea k = mn/d , se tiene que
k(r, s) = (0, 0)
Proposición 1.2. Todo grupo cíclico de orden innito es isomorfo a (Z, +).
gm = gn,
de donde
g m−n = e,
dado que ◦(g) = ∞, el único valor posible para m − n es cero, lo que implica que
m = n. Entonces ϕ es inyectiva.
Por otro lado, G = {g n | n ∈ Z}, es decir que cada elemento de G es la imagen
de al menos un número entero. Esto signica que ϕ es sobreyectiva.
Por lo tanto, ϕ es una biyección y G ∼
= (Z, +). Dada la arbitrariedad de G,
esto se cumple para todo grupo cíclico innito.
Es reexiva (G ∼
= G).
11
Es simétrica (si G1 ∼
= G2 entonces G2 ∼
= G1 ).
Es transitiva (si G1 ∼
= G2 y G2 ∼
= G3 entonces G1 ∼
= G3 ). Esta última propiedad
es consecuencia de que la composición de isomorsmos es isomorsmo.
1.3. Subgrupos
Un grupo es diferente de un conjunto ordinario porque está dotado de una ope-
ración binaria sobre todo el conjunto, por lo que es natural preguntarse qué sucede
con los subconjuntos del mismo. Para responder esto, estudiaremos qué propiedades
cumplen los subconjuntos bajo la operación del conjunto original.
Todo grupo G tiene dos subgrupos triviales, estos son todo G y el conjunto uni-
tario que contiene al elemento neutro, {e}. También pueden generarse subgrupos
cíclicos, dado a ∈ G, de la forma hai = {e, a, a2 , an−1 }, con 0 6 n < ◦(g).
Para mostrar que H 6 G, sólo es necesario comprobar la existencia del elemento
neutro e inversos en H , ya que la operación denida en G es válida para todo el G.
ea = ae = a para cada a ∈ H
12
Y si a ∈ H y a−1 ∈ H tenemos
aa−1 −1
H = e = aaG ,
de donde a−1 −1 −1
G = aH = a , por lo que H es un grupo y entonces H < G.
Ejemplo 1.14. Las rotaciones de un n-gono son un subgrupo de todas las simetrías
del mismo.
13
2. Si y ∈ xH ⇒ yH = xH .
Demostración.
G = ∪ ai H .
ai ∈G
ai H ∩ aj H = ∅ para cada i 6= j .
Es decir, las clases (izquierdas) son disjuntas o iguales y forman una partición del
conjunto G. Esto es cierto también para las clases derechas.
a) Si a = a−1 , entonces Hi ∼
= Z2 , es un grupo.
T
i
Por lo tanto Hi 6 G.
T
i
Ejemplo 1.17. Regresando al ejemplo 1.16, con la notación del ejemplo 1.3.
Se procederá a encontrar tanto las clases izquierdas como derechas del subgrupo
H = {e, c} del grupo de simetrías del triángulo. Recordando que el grupo G =
{e, a, b, c, d, f }.
14
Izquierda Derecha
aH = {a, f } Ha = {a, d}
bH = {b, d} Hb = {b, f }
cH = {c, e} Hc = {c, e}
Por los resultados anteriores se sabe que aH = f H , bH = dH y cH = eH = H ; así
mismo, Ha = Hd, Hb = Hf y Hc = He = H .
Y resulta ser que todas las clases tienen el mismo orden que el subgrupo H y
este número cumple con la siguiente armación:
Al cociente
◦(G)
◦(H)
se le llama índice del subgrupo H y se denota por [G : H].
El teorema de Lagrange tiene como consecuencia:
Proposición 1.3. Todos los grupos de orden p donde p es un número primo son
isomorfos.
15
Demostración. Si se tienen dos grupos G1 y G2 de orden p, se tiene que son cíclicos
del mismo orden, entonces se puede construir una biyección φ : G1 → G2 de manera
p−1
que si G1 = {e, a1 , a21 , . . . , a1 } y G2 = {e, a2 , a22 , . . . , ap−1
2 }, los asociamos de la
siguiente manera:
φ(a1 ) = a2 ,
entonces se cumple
φ(am n m+n
1 a1 ) = φ(a1 ) = am+n
2 = am n m n
2 a2 = φ(a1 )φ(a1 ).
Y concluimos que G1 ∼
= G2 .
Por otro lado, dado ϕa (x) = ax para cada x ∈ G, la imagen de esta función
son ◦(G) elementos distintos. Como G es un grupo, entonces cada elemento tiene
una preimagen. Por lo tanto, ψ es una biyección.
Para concluir, basta mostrar que ψ es un homomorsmo inyectivo y que su
imagen es un subgrupo de SG .
Dado ψ(a) = ϕa (x), se tiene
Im(ψ) = ϕa (G) ⊂ SG .
16
Lema 1.3.2. Los isomorsmos de un grupo con la composición forman un grupo.
Demostración. En la proposición 1.1 se probó que la composición de homomorsmos
es cerrada y de las propiedades de los isomorsmos, sabemos que conservan elemen-
tos neutros y por ser biyecciones, tienen inversos. La asociatividad puede probarse
de manera similar a la composición de permutaciones. Entonces es un grupo.
A(B)
B(C) C(A)
17
a la cual llamaremos nueva notación. Sea h la permutación correspondiente a la
altura trazada en la gura 1.3, obtenemos
h
original : (A, B, C) 7→ (A, C, B)
h
nueva notación : (B, C, A) 7→ (C, B, A)
Cada subgrupo bajo un automorsmo interno es, en general, distinto del origi-
nal, por ejemplo si tomamos un subgrupo que consta de la identidad y la reexión con
respecto a una altura del triángulo equilátero, un automorsmo interno lo enviará
al subgrupo que contiene a la identidad y la reexión con respecto a otra altura. Sin
embargo, existen grupos que son invariantes bajo automorsmos internos, llamados
subgrupos normales, como el subgrupo de rotaciones del triángulo.
Ejemplo 1.19. Para encontrar los automorsmos del grupo H = {e, c} < S3 .
Calculamos únicamente los elementos generados con la reexión c, ya que aea−1 = e
para cada a ∈ G:
aca−1 = acb = d
bcb−1 = bca = f
ccc−1 = c3 = c
dcd−1 = dcd = f
f cf −1 = f cf = d
Donde f, d, c son las permutaciones que corresponden a las reexiones con respecto
a las 3 alturas del triángulo equilátero. Obteniendo así, los subgrupos: aHa−1 =
f Hf −1 = {e, d} < G, bHb−1 = dHd−1 = {e, f } < G y cHc−1 = H < G.
Denición 1.16. Sea G un grupo y H < G tal que la imagen de H bajo todos
los automorsmos internos es él mismo, se dice que H es un subgrupo normal de
G, es decir H es subgrupo normal de G si para todo a ∈ H y para todo g ∈ G, el
elemento gag −1 ∈ H . Si H es subgrupo normal de G, se escribe H C G.
18
Demostración.
(⇒) Si H C G, para cada g ∈ G y para cada h ∈ H , como es invariante bajo
Inn(H), cada φg (a) = gag −1 = b donde a, b ∈ H , entonces ga = bg , donde ga ∈ gH
y bg ∈ Hg , como es el mismo elemento, se cumple gH = Hg .
(⇐) Sea a ∈ N y g ∈ G elementos arbitrarios, como gH = Hg , entonces
ga ∈ gN y ga ∈ N g , es decir que existe b ∈ N tal que ga = bg , de donde gag −1 ∈ N
y dada la arbitrariedad de los elementos escogidos, N = gN g −1 , es decir N C G.
Demostración. Sabemos (ver nota 1.1) que InnG < Aut(G), falta mostrar que es
normal. Sea a ∈ G probaremos que aInn(G)a−1 = Inn(G).
Tomemos un elemento arbitrario bgb−1 ∈ Inn(G) y el producto
19
De esta forma, multiplicando dos elementos en distintas clases de partición, se
genera el producto: Sea A = xH , B = yH , A ∗ B = xyN .
= x1 x2 x3 H = x1 H(x2 x3 H) = T1 ∗ (T2 ∗ T3 ).
por lo tanto, HT = T = T H .
1. G/{e} ∼
= G.
2. G/G ∼
= {e}.
20
3. (G1 × G2 )/(G1 × {e}) ∼
= G2 y (G1 × G2 )/({e} × G2 ) ∼
= G1 .
Proposición 1.7. G0 C G.
Demostración. Sean a, b ∈ G0 entonces ab ∈ G0 , con esto tenemos G0 = {x1 · x2 · . . . ·
xn | xi = ai bi a−1 −1
i bi , ai , bi ∈ G}
2. x ∈ G0 entonces x−1 ∈ G0 :
x−1 = (aba−1 b−1 )−1 = (b−1 )−1 (a−1 )−1 b−1 a−1 = bab−1 a−1 .
xx−1 = aba−1 b−1 bab−1 a−1 = aba−1 ab−1 a−1 = abb−1 a−1 = aa−1 = e.
n n
!−1 1
Y Y Y
X= xi ⇒ X −1
= xi = x−1
i
i=1 i=1 i=n
de donde G0 < G
21
Sustituyendo xi = ai bi a−1 −1
i bi en gxi g −1 , se tiene
donde los últimos dos factores son los inversos de los primeros dos factores
Ejemplo 1.21. En las simetrías del triángulo, los únicos subgrupos normales son
los triviales G, {e} y las rotaciones H = {e, a, b} . Si tomamos, por ejemplo las
rotaciones y dos elementos a (una rotación) y f (una reexión con respecto a una
altura). Tenemos que los inversos de rotaciones son también rotaciones y el inverso
de las reexiones son ellas mismas, por ser de orden 2. Entonces independientemente
del elemento a escoger, las rotaciones permanecen invariantes, es decir af a−1 f −1 es
una rotación y todos los productos volverán a generar a H , así G0 = H .
abG0 = (aG0 )(bG0 ) = ab(a−1 b−1 ba)G0 = ab(b−1 a−1 ba) = a(bb−1 )a−1 baG0 = baG0 .
22
D1 C1
A1
B1
D C
A B
φ(ab) = φ(a)φ(b)
φ(ba) = φ(b)φ(a)
Por lo tanto
φ(a)φ(b) = φ(b)φ(a)
pero φ es una función sobreyectiva, entonces φ(a) puede tener más de una preimagen,
23
digamos a0 6= a, entonces
φ−1 (b)φ−1 (a) = ba0
5 Estas armaciones son necesarias para denir a un grupo soluble, la demostración de las mismas
puede verse en el capítulo 1.14 de (Alekseev, 2004).
24
Figura 1.5. En este homomorsmo de grupos, puede notarse que la imagen del homomor-
smo no es necesariamente igual a todo el conjunto F . Fuente: imagen tomada de(Alekseev,
2004).
25
de donde φ(gag −1 ) ∈ ker(φ) y por lo tanto ker(φ) C G.
b) ψ es homomorsmo biyectivo.
g ker(φ) = g 0 ker(φ),
Demostración. Del ejemplo 1.15 se tiene este resultado para subgrupos, falta mos-
trar que conserva la condición de ser subgrupo normales. Dado que G1 ×G2 ∼
= G1 /N1 ×
N1 ×N2
G2 /N2 , vemos que φ : G1 × G2 → G1 /N1 × G2 /N2 es el homomorsmo natural, en-
tonces es sobreyectivo.
26
Si consideramos ker(φ), es de la forma
que son las clases laterales que contienen a e en cada cociente G1 /N1 y G2 /N2 y esto
si y sólo si
φ(g1 ) = G1 /N1
φ(g2 ) = G2 /N2
Denición 1.21. Si la serie derivada, {G(j) }j∈N termina para algún número entero
n, es decir G(n) = {e} se dice que el grupo G es soluble.
Ejemplo 1.23. Para todo grupo abeliano G, se cumple que G0 = {e}, entonces la
serie derivada termina para n = 1.
27
Proposición 1.11. Sea φ : G → F un homomorsmo sobreyectivo, donde G es
soluble, entonces F es soluble.
Proposición 1.13. Sean G un grupo tal que N < G y G/N son solubles, entonces
G es soluble.
Por otro lado, G(n) ⊆ N y dado que N es soluble, existe algún entero m tal que
N (m) = {e}, así:
G(n+m) ⊆ N (m) = {e},
Demostración. Por las propiedades del producto directo de grupos y grupos cocien-
tes (propiedad 1), se tiene que:
G×F ∼
=F
G × {ef }
G×F ∼
=G
{eg } × F
28
Entonces consideremos los homomorsmos sobreyectivos
G×F ∼
φ1 : G × F → =F
G × {ef }
G×F ∼
φ2 : G × F → =G
{eg } × F
Proposición 1.16. Las deniciones de grupos solubles 1.21 y 1.22 son equivalen-
tes.
Demostración.
(⇒) Si G es soluble, podemos considerar la serie derivada, donde G0 = G(0) = G
y Gn = G(n) = {e} para algún n, por la Proposición 1.7, se tiene que G(n) C . . . C
G(2) C G(1) C G(0) = G, es decir que cada Gi C Gi−1 . Y de la propiedad 1.3 se tiene
que cada Gi−1 /Gi es conmutativo.
(⇐) Si Gi C Gi−1 y Gi−1 /Gi es conmutativo, entonces G(i−1) ⊆ Gi (Propiedad
1.3), entonces
G0i−1 ⊆ Gi
G00i−1 ⊆ G0i−1
..
.
(n+1) (n)
Gi−1 ⊆ Gi−1 ,
29
(n) (n−1)
entonces G0 ⊆ G1 ⊆ . . . ⊆ G(n) = {e}, como Gn es conmutativo, se cumple
(n+1)
G0 = {e}. Por lo tanto G es soluble.
sin embargo estas pueden ser representadas como un producto de ciclos, así,
!
1 2 3 4 5 6
= (14)(236).
14 3 6 1 5 2
A los ciclos que no tienen elementos en común, los llamamos ciclos independien-
tes.
Así, puede mostrarse fácilmente el siguiente lema, que será importante en los
siguientes capítulos:
30
Lema 1.4.1. Sn no es conmutativo para n > 3
Demostración. Considérense dos permutaciones en S3
! !
1 2 3 1 2 3
a= , b= .
2 1 3 3 1 2
Lema 1.4.2. Toda permutación se puede representar de forma única como producto
de ciclos independientes.
Demostración. Consideremos una permutación en Sn tal que im−1 7→ im donde
2 6 m 6 n donde que im es el primer elemento que cierra un ciclo. Luego se toma
un elemento que no pertenezca al primer ciclo obtenido (i1 i2 . . . im ) y se construye
un segundo ciclo (digamos de r elementos), obteniendo el producto
donde cada ciclo es independiente. Esta representación es única, ya que entre ciclos
independientes el producto es abeliano.
31
Demostración. Consideremos el grupo Sn y ciclos de m elementos. En efecto, si m =
1 un 1-ciclo (identidad) puede ser representado como (1k)(k1), cuando m = 2 es ya
una transposición. En general, si m es par, habrá m/2 transposiciones independientes
y si es impar habrá m − 1/2 transposiciones independientes y cualesquiera 2 que
sean la identidad, así la representación no será única, ya que se puede escoger un
elemento arbitrario de las transposiciones anteriores para representar la identidad.
Y, de forma general, se cumple que para todo ciclo de orden m
Lema 1.4.4. Toda transposición se puede representar de forma única como producto
de transposiciones elementales
(im ik ) = (im im+1 )(im+1 im+2 ) . . . (ik−1 ik )(ik−2 ik−1 ) . . . (im+1 im+2 )(im im+1 ).
Denición 1.25. En una permutación, se dice que el par de elementos i, j son una
inversión si en el arreglo ordenado arbitrariamente aparece j antes que i, siendo
i < j.
32
Consideremos la función : Sn → {±1} tal que
(
1 si (i, j) no es inversión
(σ) =
−1 si (i, j) es inversión
(. . . in a1 a2 . . . ar im . . .),
al intercambiarlos se tendrá
(. . . im a1 a2 . . . ar in . . .).
2r + 1 − k es par si r es impar.
2r + 1 − k es impar si r es par.
33
Demostración. Dado que una transposición es un intercambio de dos elementos, por
el teorema anterior, se cumple la armación.
Corolario 1.4.2. Una permutación par puede ser representada únicamente por el
producto de un número par de transposiciones y una impar, en un número impar de
transposiciones.
Demostración. Del Lema 1.4.3, se tiene que una permutación puede representarse
como producto de transposiciones, consideremos una permutación par descompues-
m
ta en m transposiciones σ = ai y sabemos que σ = eσ , donde e es el neutro
Q
i=1
(permutación par).
Dado que el producto de una permutación por una transposición cambia su
paridad, tenemos
e(a1 ) es impar.
34
(4 1 2) y (3 1 2) son permutaciones pares, de la forma
! !
1 2 3 4 1 2 3 4
a= = (412), b= = (312).
2 4 3 1 2 3 1 4
De donde se puede observar que ab 6= ba, utilizando estos ciclos y fjando el resto de
elementos en permutaciones de orden n > 4, se obtiene que los grupos An no son
conmutativos para n > 4.
En el caso (b), los 2-ciclos del tienen una inversión por ser el intercambio de
dos elementos (es impar), por lo que se necesitan dos, 2-ciclos para que sea
un posible subgrupo (caso (f)) de A5 . Estos pueden representarse de 8 formas,
entonces existen 120/8 = 15 de este tipo.
35
Los 3-ciclos o el caso (c), tienen un número par de inversiones, y existen 5!/3! =
5 ∗ 4 = 20 elementos de este tipo. Esto nos permite descartar el caso (g).
Los 4-ciclos o caso (d) pueden tener 3 inversiones, que son impares, por lo que
no pueden representar a una permutación de grado 5 como ciclo independiente
de otro.
Por último, el caso (e) o los 5-ciclos son permutaciones pares, cada 5-ciclo
puede representarse de 5 formas equivalentes, entonces existen 120/5 = 24
5-ciclos
g1 = (i1 i2 i3 i4 i5 ), g2 = (i1 i2 i3 i5 i4 )
gi hgi−1 = (i1 i2 i3 ).
3. Como en los casos (c) y (e), consideraremos para el caso (f) a la permutación
h = (12)(34).
Sólo una de las permutaciones g1 = (i1 i2 )(i3 i4 ), g2 = (i2 i1 )(i3 i4 ) es par, en
ambos casos, el producto gi hgi−1 = (i1 i2 )(i3 i4 ).
Por lo tanto, si algún elementos de los tipos (c), (e), (f) pertenece a A5 , todos los
del respectivo tipo pertenecen a A5 .
36
Cada clase de ciclos no cuenta a la identidad, por lo que el conjunto de los
5-ciclos más la identidad tiene 25 elementos y 25 - 60. Así mismo con los 3-ciclos,
se tendrán 21 elementos y 21 - 60. En el caso de los pares de 2-ciclos, se tendrán 16
elementos. Dado que ninguno divide a 60, por el Teorema 1.3.2, los únicos subgrupos
normales de A5 son los triviales. Como A5 no es conmutativo, por la Proposición
1.15, se sigue que no es soluble.
Figura 1.6. Cubo inscrito en un dodecaedro. Fuente: imagen tomada de(Artin, 1991).
S40 = A4
37
donde A4 son las permutaciones:
A4 = {(234), (243), (12)(34), (123), (124), (132), (134), (13)(24), (142), (143), (14)(23)}.
Nótese que los 3-ciclos (ijk) tienen inversas de la forma (ikj), mientras los 2-ciclos
A = (12)(34), B = (13)(24), C = (14)(23) con la identidad, forman un subgrupo
normal de A4 que es isomorfo a las rotaciones de un cuadrado, digamos V4 , y este
es un grupo abeliano. De donde
S400 = A04 = V4
y V40 = {e}.
Nota 1.2. Otra prueba de esto, es dada la solubilidad de S4 , consideremos las permu-
taciones que dejan jo un elemento y permutan los 3 elementos restantes, generando
un subgrupo de S4 isomorfo a S3 . De manera similar, S2 < S3 < S4 y por la propo-
sición 1.10, sabemos que todo subgrupo de un grupo soluble es soluble.
38
2. NÚMEROS COMPLEJOS
En este capítulo estudiaremos las propiedades del campo de los números com-
plejos C, que son de gran importancia, ya que este C es la cerradura algebraica del
campo R. Por ser cerrado algebraicamente, se cumple el Teorema Fundamental del
Álgebra, es decir que cualquier polinomio con coecientes complejos tiene al menos
una raíz compleja. En particular, nos interesa estudiar ecuaciones polinomiales con
coecientes complejos y sus soluciones, que es equivalente a encontrar las raíces de
polinomios.
a0 = 0a = 0.
ab = 0 implica que a = 0 o b = 0.
(a − b)c = ac − bc.
39
A continuación, analizaremos ejemplos de conjuntos que no son campos y con-
juntos que sí lo son:
Ejemplo 2.1. Los enteros, forman un grupo abeliano con respecto a la adición,
pero no forman un grupo bajo multiplicación, ya que no contiene a los inversos
multiplicativos, que deberían ser de la forma a−1 = 1
a
/ Z. Por lo tanto Z no puede
∈
ser un campo.
también es un campo.
Notemos que todos elementos de C forman un grupo conmutativo con respecto
a la adición, ya que R lo es y, por lo tanto el producto R × R = R2 también lo es.
Para el producto, vamos a tomar z1 = (a, b), z2 = (c, d) y z3 = (e, f ) y nótese
que es una operación asociativa, esto es:
(z1 · z2 ) · z3 = (ace − bde − adf − bcf, acf − bdf + ade + bce) =
(a, b)(ce − df, de + cf ) = z1 · (z2 · z3 ).
El elemento neutro es e = (1, 0) ya que (a, b) · (1, 0) = (a, b) siempre se cumple.
Falta mostrar que existe (a, b)−1 = z −1 tal que z · z −1 = e. Suponiendo que z −1 =
(c, d), se tiene
z · z −1 = (ac − bd, ad + bc) = (1, 0).
(z1 + z2 )z3 = z1 z3 + z2 z3 .
40
Por lo tanto, C es un campo.
i = i, i2 = −1, i3 = −i, i4 = 1.
z + z = 2a y z · z = a2 + b 2
1. z1 + z2 = z1 + z2 .
2. z1 − z2 = z1 − z2 .
3. z1 · z2 = z1 · z2 .
4. z1 /z2 = z1 /z2 .
5. Si z ∈ R, z = z .
41
Denición 2.3. Una función ϕ : F1 → F2 es un isomorsmo de los campos F1 y
F2 si es biyectiva y para cada a, b ∈ F , se cumple:
ϕ(ab) = ϕ(a)ϕ(b).
ϕ(a + bi) = a + bj
42
Parte imaginaria
2
z =2+i
1
Parte real
-3 -2 -1 0 1 2 3
-1
az−−→ = a2 − a1 y bz−−→ = b2 − b1 .
1 z2 1 z2
Denición 2.5. Se dice que dos vectores son iguales si son paralelos y tienen la
misma longitud. A la longitud de un vector z ∈ C se le llama módulo de z , denotado
por |z|. El módulo de un número complejo z = a + bi se calcula:
√
|z|= a2 + b 2 .
La desigualdad del triángulo arma que ninguno de sus lados puede medir más que
la suma de los otros dos, como puede verse en la siguiente gura.
43
|z1 + z2 |
z2 z2
|z1 − z2 |
z1 z1
Sabemos que
|z1 + z2 |2 = (z1 + z2 )(z1 + z2 ),
z1 z1 +z1 z2 +z1 z2 +z2 z2 = |z1 |2 +2Re(z1 z2 )+|z2 |2 6 |z1 |2 +2|z1 ||z2 |+|z2 |2 = (|z1 |+|z2 |)2
Por lo tanto,
|z1 + z2 |6 |z1 |+|z2 |.
z
3
2
1
-3 -2 -1 01 2 3
-1
-2
-3
−z
44
α1 z
3
2
z
1α z
2
-3 -2 -1 01 2 3
-1
2
z
1
-3 -2 -1 01 2
-1
-2 z
Denición 2.6. Sea z ∈ C − {0}. Llamaremos al ángulo entre el eje real y el punto
z argumento de z, que es la función arg(z) : C − {0} → R dada por z 7→ arg(z) =
θ + 2πn. Obsérvese que esta no es una función, sino lo que se conoce como función
multivaluada, es decir que no está denida de forma única, ya que representa innitos
valores cuya diferencia son múltiplos 2π entre cada valor. Para términos prácticos, se
utilizará uno de los valores de los ángulos de z, siendo arg(z) = θ , donde 0 6 θ < 2π .
45
z b
θ
a
con esto podemos escribir a un número complejo z 6= 0 como z = reiθ , cuyo conju-
gado está dado por z = re−iθ .
√
Ejemplo 2.5. Sea z = −1 + 3i, se tiene que
√ √
r = |z|= 1+3= 4=2
y encontrando el ángulo,
√
ϕ = tan−1 (b/a) = tan−1 ( 3/ − 1) = 2π/3,
entonces z = 2ei2π/3 .
z1 · z2 = r1 r2 (ei(θ1 +θ2 ) ).
1 −iθ2
1/z2 = (e ),
r2
entonces
z1 /z2 = r1 /r2 (ei(θ1 −θ2 ) ).
46
Es decir que al multiplicar dos vectores, sus argumentos se suman y el tamaño se
multiplica, mientras con la división, el tamaño es el cociente y los argumentos se
restan.
Como consecuencia, puede vericarse fácilmente para z = reiθ , la fórmula de
De Moivre, que cumple:
Sabiendo que el ángulo tiene innitos valores, supóngase ahora que se desea
encontrar todos los valores de z tales que
wn = z
Entonces encontraremos los valores de w tales que w = z 1/n , para esto, se utilizarán
todos los posibles valores del ángulo de z es decir θ + 2πm con m ∈ {0, . . . , n − 1} ,
así: θ+2πm
w = z 1/n = r1/n ei( n ) . (2.2)
√
Nota 2.2. La expresión n z es una función multivaluada que pone en correspondencia
a todos los números distintos de cero sus n raíces, cada una de ellas dada por un
valor de m en la ecuación 2.2. En el caso de z = 0 la función z 1/n toma un valor
único.
A cada valor de la función, dado por un valor de m especíco se le llama rama
de la función multivaluada. En el capítulo 3 estudiaremos la importancia de las
ramas de las funciones en la construcción de las supercies de Riemann.
√
Ejemplo 2.6. Consideremos la función w(z) = n z cuando z = 1. Los valores de las
raíces están dados por n = ei2π/n . El conjunto {1, n , 2n , . . . , n−1
n } forma un grupo
cíclico bajo multiplicación, por lo que las raíces se distribuyen en el plano complejo
como los vértices de un polígono regular de n lados inscrito en el círculo unitario.
√
Así, si z1 es un valor de n
z , los otros valores están dados por:
z1 , z1 n , z1 2n , . . . , z1 nn−1 .
√
Ejemplo 2.7. Encontrando los valores de 3
1 + i, se tiene z = 1 + i, entonces
√ π
r= 2yϕ= ,
4
47
√ π/4+2πm π/4+2πm
3
z = r1/3 e(i 3 ) == 21/6 e(i 3 ) ,
z
z2
z1
π
4
z3
Figura 2.7. Representación geométrica de las raíces cúbicas del número complejo z = 1+i.
Aquí se encontraron los tres valores zi que cumplen con la ecuación polinomial
1 + i − z 3 = 0, que es equivalente a encontrar las raíces del polinomio 1 + i − z 3 , a
continuación, estudiaremos los polinomios en un campo y sus propiedades.
2.3. Polinomios
Nuestros objetos de interés son expresiones de la forma
48
Todos los polinomios sobre cualquier campo pueden ser sumados, restados y
multiplicados, obteniendo como resultado nuevos polinomios. A continuación se des-
cribirá lo que sucede con el grado y los coecientes de los polinomios resultantes en
cada operación.
Considerando dos polinomios P (x) = a0 xn +a1 xn−1 +. . .+an−1 x+an y Q(x) =
b0 xm + b1 xm−1 + . . . + bm−1 x + bm sobre un campo F , entonces
Q(x). Este polinomio tendrá como coeciente principal a0 b0 , que tendrá grado
n + m y será de la forma:
P (z) = P (z).
De donde se puede armar, entonces, que si z es una raíz del polinomio P (z)
con coecientes reales, entonces z , también es raíz de dicho polinomio.
Resulta ser que C [z] es un dominio euclidiano, 2 por lo que los polinomios en
C [z] pueden ser sumados, restados y multiplicados en un campo F . Y también es
posible dividirlos, pero habrán residuos. Es decir que al dividir un polinomio P (z)
49
por un polinomio Q(z), se obtendrá un polinomio S(z) llamado polinomio cociente
y uno R(z) llamado residuo, tales que
Donde el grado de R(z) será 0 o menor que el de Q(z). Los polinimios cociente
S(z) y residuo R(z) se pueden construir a través del algoritmo de Euclides3 para
polinomios, que es una serie de pasos nitos.
Donde R1 (z) no tiene elementos con z n , ya que si fuera así, su grado no sería menor
que n − 1 (el máximo valor para m). Entonces consideremos un k tal que 0 < k <
n − 1, de manera que
R1 (z) = c0 z k + c1 z k−1 + . . . + ck .
d0 l−m
Rs−1 (z) − z · Q(z) = Rs (z).
b0
El algoritmo termina para un s tal que Rs (z) es de grado menor que el de Q(x) o
es de grado cero. Escribiendo el algoritmo de forma completa, se tiene:
a0 n−m
P (z) = b0
z Q(z) + R1 (z)
a0 n−m
= b0
z Q(z) + cb00 z k−m Q(z) + R2 (z)
..
.
3 Análogo al algoritmo euclideano del capítulo 1, para números enteros.
50
= ab00 z n−m Q(z) + c0 k−m
b0
z Q(z) . . . + db00 z l−m Q(z) + Rs (z)
a0 n−m c0 k−m
= b0
z + b0
z . . . + db00 z l−m · Q(z) + Rs (z).
a0 z n + a1 z n−1 + . . . + an−1 z + an = 0
51
2.4. Curvas continuas en el plano complejo
Las funciones continuas en el plano complejo y sus propiedades nos permitirán
pasar a la noción de curvas continuas en el plano, para darnos un enfoque hacia
una de las varias demostraciones al teorema fundamental del álgebra, que asegura
la existencia de soluciones complejas para una ecuación polinomial con coecientes
complejos.
La noción de continuidad será útil también en el capítulo 3 para extender con-
tinuamente funciones analíticas y comprender así la construcción de las supercies
de Riemann.
Es decir, que si tomamos puntos cercanos, las imágenes también serán cercanas.
Existen varios tipos de funciones continuas, entre ellas:
52
operaciones entre funciones, dadas f (z) y g(z) funciones continuas en z0 reales o
complejas.
6 |f (z)(g(z) − g0 )|+|g(z0 )((f (z) − f0 )|= |f (z)||(g(z) − g0 )|+|g0 ||((f (z) − f0 )|.
|h(z)|= |f (z) − f (z0 ) + f (z0 )|6 |f (z) − f (z0 )|+|f (z0 )|< 1 + 1 = 21 .
De esto,
|h(z) − h(z0 )|< .
53
1/f (z) es continua, por lo que una función h̄(z) = f (z)/g(z) es continua, por
ser producto de dos funciones continuas.
podemos asegurar que todas las expresiones que involucren operaciones entre
funciones continuas, son también continuas, en particular, los polinomios son
funciones continuas. Para analizar las funciones que expresan las raíces de un
√
polinomio, haremos un análisis de la continuidad de la función f (z) = n
z.
Esta función encuentra raíces para polinomios de la forma w n = z .
√
5. Consideremos la función multivaluada f (z) = n
z , p para z > 0. Tomaremos
entonces una de las ramas de esta función.
√ √
Sea |z − z0 |< δ , debe cumplirse que | n
z− n z0 |< , esto se cumple si y sólo si
√ √
− < n
z − n z0 < ,
de donde
√ √
( n z0 )n − < z < ( n z0 + )n .
√ √
( n z0 − )n − z0 < z − z0 < ( n z0 + )n − z0 .
54
√ √
Y supóngase ahora que δ = mı́n{x0 − ( z0 − )n , ( n z0 − )n − z0 }, que es
n
Denición 2.11. Si las funciones x(t) y y(t) son continuas para todo valor de t,
la imagen de α = z([0, 1]) es una curva continua o camino α en C con punto
inicial, α0 = α(0) y un punto nal z1 = z(1) (tiene orientación). La función α(t) es
conocida como ecuación paramétrica de la curva.
Ejemplo 2.9. A continuación, veremos 3 ejemplos de caminos, dada su ecuación
paramétrica.
1
1 1
-1 0 1
-1 0 1 -1 0 1 -1
-1 -1 (
ei2πt , si 0 6 t 6 1/2
(a) α(t) = t − it (b) α(t) = t2 + it (c) α(t) =
4t − 3, si 1/2 6 t 6 1
Para construir ecuaciones que unen dos puntos dados, digamos z0 = a0 + ib0
con z1 = a1 + ib1 . El parámetro t será entonces
(x − a0 ) (y − b0 )
t= = cuando t ∈ [0, 1] .
(a1 − a0 ) (b1 − b0 )
55
x = a0 + (a1 − a0 )t
y = b0 + (b1 − b0 )t,
Sea α1 la curva descrita por la función α1 (t). Podemos obtener una nueva curva
α2 con las siguientes funciones α2 (t):
Sabiendo que arg(z2 ) = arg(z1 ) + arg < (z0 ) y |z2 |= |z0 |·|z1 |, dado que a ∈ R,
arg(a) = 0 y la α2 es la curva α1 expandida a veces.
56
Figura 2.11. Rotación de la curva α1 .
6. (
α1 (2t), si 0 6 t 6 1/2
α3 (t) =
α2 (2t − 1), si 1/2 6 t 6 1
57
Ejemplo 2.10. La ecuación paramétrica α(t) = cos πt + isenπt = eiπt describe un
semicírculo en el plano y la función arg(α(t)) = πt describe de manera continua el
argumento de cada vector α(t).
Uno de los valores del argumento de esta función es arg(α(t)) = πt y consi-
derando que arg(α(t)) es una función multivaluada, entonces los otros valores del
argumentos están dados por arg(α(t)) = πt + 2πk . Denimos el argumento inicial
arg(z0 ) = 0, entonces
0 = arg(α(0)) = 2πk,
2π = arg(α(0)) = 2πk
Proposición 2.1. Si la curva α dada por α(t) no pasa por el origen de coordenadas
y en su punto inicial, el argumento de la curva es ϕ0 . Es posible escoger un valor
del argumento para todos los puntos de la curva α de manera que a lo largo de la
curva, arg(α(t)) cambia continuamente, comenzando por ϕ0 . Es decir que para cada
t ∈ [0, 1] se puede escoger un valor de ϕ(t) de manera que sea continua para cada t
, con punto inicial ϕ0 .7
Proposición 2.2. Si dos funciones distintas ϕ1 (t) y ϕ2 (t) describen la variación
continua de arg(α(t)) a lo largo de la curva α. La diferencia entre estas no depende
de t, es decir: ϕ1 (t) − ϕ2 (t) = 2πk
Demostración. Si k dependiera de t, se tendría:
ϕ1 (t) − ϕ2 (t)
k(t) = .
2π
Donde k(t) sería una función continua ∀ t ∈ [0, 1] y sabemos que esta diferencia es
un número entero, esto si y sólo si k(t) = 0 o k(t) = k donde k es constante.
7 La prueba de esta armación puede verse con detalle en (Chinn y Steenrod, 1966).
58
Proposición 2.3. Al escoger ϕ0 = ϕ(0), la función ϕ(t) queda denida de manera
única. Y la diferencia ϕ(t) − ϕ(0) está únicamente denida por la función α(t) y no
depende de la elección de ϕ(0).
Demostración. Sean ϕ1 (t) y ϕ2 (t) dos funciones que describen la variación de arg(z(t))
tales que ϕ1 (0) = ϕ2 (0) = ϕ0 , por la proposición anterior, se cumple
Puede observarse en la Figura 2.13, que las curvas coinciden en el punto inicial
y en el punto nal, sin embargo, la dirección en que se recorren hace que la variación
del argumento a lo largo de ellas cambie. En la primera tenemos ϕ(t) − ϕ(0) =
3π/2 − 0 = 3π/2, mientras que para la segunda, la variación del argumento es
ϕ(t) − ϕ(0) = −π/2 − 0 = −π/2.
59
Denición 2.12. Una curva o camino escerrado o un lazo si la función que la
describe cumple que α(0) = α(1) = x, con punto base x.
Figura 2.14. Análisis de la variación del argumento a lo largo de una curva desde distintos
puntos. Fuente: tomada de (Alekseev, 2004, Cap. 2).
60
α2 (t) y variaciones de argumento a lo largo de la curva ϕ1 y ϕ2 respectivamente. Se
calculará la variación del argumento a lo largo de la curva α si su ecuación es:
ya que su argumento varía π/2. Al considerar f , se tiene f (z) = z 2 = (0.7)2 eiπt , que
describe un semicírculo de radio 0.72 en el plano w , la variación del argumento de
f (α) es el doble de la de α.
α
f (α)
61
a) f (z) = z 2 − z .
b) f (z) = z 2 + 1.
Factorizando, se obtiene f (z) = (z − i)(z + i) , por lo que var(C) está dada por
var(α) = 2π(k3 + k4 ),
c) f (z) = (z 2 + iz)4 .
Al factorizar esta función, tenemos (z(z + i))4 en esta función, la variación del
argumento alrededor de los puntos z = 0 y z = −i se multiplica por 4, debido a
la potencia. Por lo que
d) f (z) = z 3 − z 2 + z − 1.
a0 z n + an−1
1 + . . . + an−1 z + an = 0,
62
donde todos los ai s son números complejos arbitrarios, n > 1, y a0 6= 0, tiene al
menos una raíz compleja.8
Demostración. (Esbozo) Sea w = f (z) = a0 z n + a1n−1 + . . . + an−1 z + an = 0, una
función continua cuya imagen es una curva, denotaremos por A al máximo valor de
las normas de los ai , es decir A = máx{|a0 |, |a1 |, . . . , |an |} y números reales c > 0,
R1 6 1 y R2 > 1 tales que cumplen:
a1 an a1 an
| + . . . + n |6 | |. . . + | n |
z z z z
63
la función f (z)/z n se hace 0, ya que en f (z), ϕ = 2πn y para z n , ϕ = 2πn, la
resta de estos es cero. Pero, sabemos quef (z) = f (z)/z n · z n y utilizando las
propiedades de la variación del argumento a lo largo de la curva, obtenemos
la suma de las variaciones 0 + 2πn, por lo que la curva, f (C) da n vueltas
alrededor de w = 0.
sin residuo.
a0 z n + an−1
1 + . . . + an−1 z + an = a0 (z − z1 )(z − z2 ) . . . (z − zn ).
64
El polinomio P (z) descompuesto en factores es igual a cero solo si al menos uno
de los factores es igual a cero, es decir zi es una raíz de P (z), para ciertos números
complejos z1 , z2 , . . . , zn , entonces las raíces de P (z) son precisamente z1 , z2 , . . . , zn .
Para encontrar los polinomios irreducibles en los números reales necesitamos
saber en qué momento los polinomios con coecientes reales dejan de tener raíces
en R, para esto, se encontrarán los polinomios irreducibles en R [z].
Supongamos entonces que el polinomio P (x) = a0 z n +a1 z n−1 +. . .+an−1 z+an ∈
R [z] tiene una raíz z0 ∈ C, entonces también z0 es raíz y del Corolario 2.5.1,
podemos expresar a P (z) como:
donde
que es un polinomio de grado 2 con coecientes reales. Lo que implica que un tipo
de polinomios irreducibles en R son los cuadráticos que tienen raíces complejas.
Por otro lado, para factorizar un polinomio con coecientes reales en polinomios
irreducibles, podemos escribir
P (z) = Q(z)(z − z0 ),
a) z0 ∈ R.
b) z0 ∈ C.
65
Denición 2.13. Sea z0 una raíz de la ecuación,
a0 z n + an−1
1 + . . . + an−1 z + an = 0.
z 5 − z 4 − 2z 3 + 22 + z − 1 = 0
tenemos,
0
A la derivada, la denotaremos por el símbolo (prima).
2. (c · P (z))0 = c · P 0 (z)
66
Demostración. Como z0 es raíz de multiplicidad k , entonces podemos expresar P (z)
como
P (z) = (z − z0 )k Q(z)
67
68
3. SUPERFICIES DE RIEMANN
A las funciones que admiten más de un valor a estas les llamamos funciones
multivaluadas y las denotaremos por f : A 9 B . Para convertir éstas en funciones
genuinas necesitamos extender su dominio considerando sus ramas continuas y uni-
valuadas. Al pegar estas ramas se construirá un nuevo dominio llamado supercie
de Riemann, en honor al matemático alemán Bernhard Riemann. Estas supercies
nos darán la intuición geométrica para analizar conceptos algebraicos como el gru-
po de monodromía de las funciones que hemos trabajado en el capítulo anterior.
Se estudiarán también las propiedades de estas funciones, como subconjunto de las
funciones analíticas, para construir las supercies de Riemann a través de la con-
tinuación analítica, en particular se construirán éstas para funciones solubles por
radicales.
Para ello, estudiaremos primero los conceptos topológicos básicos que nos ayu-
darán a entender la construcción de supercies a través de uniones disjuntas o co-
pias del plano complejo1 C. Posteriormente estudiaremos las funciones algebraicas,
particularmente las solubles por radicales y su continuación analítica, así como la
propiedad de monodromía para dar una construcción abstracta para las supercies
de Riemann.
69
3.1. Conceptos topológicos
Para tener la noción de lo que es una supercie y saber especícamente qué
son las supercies de Riemann, es necesario conocer algunos conceptos topológicos
generales.
1. X ∈ τ y ∅ ∈ τ .
3. Si A1 y A2 ∈ τ , entonces A1 ∩ A2 ∈ τ .
Ejemplo 3.1.
70
3.1.2. Uniones disjuntas y espacios de identicación
En algunas ocasiones, necesitamos tomar dos valores donde hay uno único, para
generar el segundo, usaremos las uniones disjuntas.
X t Y := X × {1} ∪ Y × {2}.
G [
Uk = Uk × {k}.
k k
Este proceso nos ayuda a construir conjuntos o espacios más grandes. Para el
propósito contrario, tenemos los espacios de identicación. En topología existe el
concepto de pegar puntos o subespacios.
71
Un subconjunto V ⊆ Y es abierto si y sólo si p−1 (V ) es abierto en X .
f : [0, 1] → S 1
t 7→ e2πit .
Estas herramientas nos ayudarán a modicar los dominios para ciertas funcio-
nes que veremos en la siguiente sección. Es de particular interés el tratamiento de
supercies, pues los dominios que formaremos son objetos de este tipo.
Denición 3.5. Decimos que un espacio es conexo por caminos si para cada par
de puntos z0 y z1 existe un camino C en X que une a z0 con z1 .
Nota 3.1. Hay espacios que no son compactos, como el plano. Estos espacios pueden
ser compacticados agregando elementos. La razón por la que agregamos el punto
∞ al plano complejo C, es que Ĉ es homeomorfo a una esfera, como se vio en el
capítulo anterior, y las esferas son objetos compactos.
2 Un espacio de Hausdor si para cada dos puntos distintos p y q existe una vecindad U (p) y
V (q) tales que U ∩ V = ∅. (Dugundji, 1978, cap VII).
3 Un espacio es segundo numerable si tiene una base numerable (Dugundji, 1978, cap. VIII).
72
3.2. Funciones algebraicas
Los polinomios, las funciones racionales y las radicales son ejemplos de lo que
se llaman funciones solubles por radicales.
Las funciones solubles por radicales pertenecen a una clase de funciones llama-
das algebraicas, estas funciones nos interesan, ya que para este tipo de funciones es
posible construir una supercie de Riemann por continuación analítica, método que
describiremos en la sección 3.3.
Denición 3.8. Una función en una variable w(z) es una función algebraica si
es solución de una ecuación algebraica cuyos coecientes Pk (z) son polinomios en la
misma variable, de la forma:
Nota 3.2. Las funciones algebraicas son un subconjunto de una clase más grande de
funciones, llamadas funciones analíticas. Estas son las que pueden representarse
como series de Taylor (ver (Ahlfors, 2004) y (Porter, 1983)). Algunos ejemplos de
funciones analíticas son:
1. Trigonométricas
1 3 1 1
sen(z) = z − z + 5
− + ...
3! 5!z 7!
1 1 1
cos(z) = 1 − z 2 + z 4 − z 6 + ...
2! 4! 6!
2. Exponencial
1 2 1 3 1 4
ez = 1 + z + z + z + z + ...
2! 3! 4!
3. El logaritmo en la bola unitaria, centrada en z = 0
1 1 1
log(1 + z) = 1 − z + z 2 − z 3 + z 4 − ...
2 3 4
73
4. Polinomios, centrados en z = 0, su radio de convergencia siempre es innito,
es decir, convergen en todo el plano C.
En otras palabras, una función algebraica es toda aquella que puede ser expre-
sada como una ecuación con dos variables, donde una es un número complejo y la
otra es un polinomio en esa variable. Estas ecuaciones se resuelven encontrando los
ceros del polinomio.
1. Funciones lineales: w = az + b.
2. Las cuadráticas: w = az 2 + bz + c.
p(z)
3. Las funciones racionales: w = q(z)
.
Como solución a la ecuación q(z)w − p(z), donde q(z) y p(z) son polinomios.
4. Las funciones solubles por radicales son algebraicas, pues dada f (z) soluble
por radicales, f (z) es solución a la ecuación w − f (z) = 0, manipulando a w
√ p √
para eliminar las funciones de la forma n
z , consideremos h(z) = 3
z + 5z 4
p √
como solución a w − 3
z + 5z 4 = 0, eliminando las expresiones radicales,
obtenemos la ecuación algebraica
√
Ejemplo 3.4. Consideremos la función z : Ĉ 9 Ĉ, que es solución a la ecuación:
w2 − z = 0
√
1 z = r1/2 eiθ/2 y
74
√ √
2 z = r1/2 eiθ/2+π = −1 z.
A los valores distintos que toma una función los llamamos ramas de la función.
En la sección 2.4.2 vimos que si tenemos un camino α denido por z(t) y
una función f continua, entonces f (α) es continua, llamada imagen continua del
camino, por esto podemos considerar cómo varía el argumento de la imagen de una
p √
curva. Si var(α) = θ , entonces bajo la función z(t) es var( α) = θ/2, probando
así el siguiente lema.
jo.
b) Si el camino C atraviesa el corte, su imagen cambia de rama.
Demostración.
p p
a) Se sigue del lema anterior. Tomemos t ∈ [0, 1] tal que z(0) 6= z(t), entonces
p p p p p p
puede ser z(0) = 1 z(0) y f (z(t)) = 2 z(t) o z(0) = 2 z(0) y z(t) =
p
1 z(t). Y esto sólo sucede al rodear al menos una vez a 0. Entonces al tomar un
p p
camino cerrado C con ecuación z(t), podemos jar z(0) = i z(0) y obtener
p p
así z(t) = 1 z(t) para un i jo.
75
b) Consideremos dos puntos z1 , z2 ∈ C fuera del corte y dos caminos que los unen
C1 no atraviesa el corte y C2 sí y sabemos que C1 permanece en la misma rama.
√ √ √
Si jamos z1 = 1 z1 , denimos por continuidad a lo largo de C1 el valor 1 z2
en la misma rama. Consideremos ahora el lazo C1−1 C2 con índice 1 alrededor de
0 como se muestra en la gura:
z1
C2 C1−1
z2
√ √
Sabemos que su imagen bajo no es cerrada, esto signica que el valor
z2 6=1
√ √ √
z2 que habíamos jado y dado que 1 z2 estaba en la misma rama que 1 z1 ,
√
entonces el valor z2 pertenece a otra rama.
Tomemos dos copias de C: C × {1} y C × {2}, para cada z ∈ C̄, tenemos que
√
π < arg(z) < −π y su imagen bajo z , cumplirá π/2 < arg(z) < −π/2, es decir que
√
están en el lado derecho del plano, a esta rama la denotamos con 1 z . Al tomar la
otra rama de la función, tendremos valores al lado izquierdo del plano, pues es la
√
rotación de la otra con ángulo π y la llamaremos 2 z.
En la siguiente gura, la parte superior izquierda es una copia del plano C
√
para el cual denimos a la rama z , cuya imagen aparece en azul, mientras en una
1
√
segunda copia del plano C en la parte inferior denimos a la rama 2 z , con imagen
en color rojo.
√ √ √
Las ramas de la función z , 1 z y 2 z son funciones continuas denidas en
las correspondientes copias de C, que llamaremos también hojas. A la primera la
denotaremos por C × {1} y la segunda será C × {2}, para indicar que es el mismo
conjunto, pero el punto (z, 1) pertenece a la copia 1, mientras (z, 2) tiene las mismas
coordenadas en la copia 2.
76
C × {1}
(a, 1) √
1 z
(b, 1)
p p
2 (b, 2) 1 (a, 1)
ϕ1 ϕ2
C × {2} p p
(a, 2) 1 (b, 1)
2
(a, 2)
√
2 z
(b, 2)
√
Figura 3.4. Ramas continuas de z.
S := C × {1} t C × {2}/ ∼ .
77
continuidad, en la gura 3.4 puede verse que los puntos (a, 1) y (b, 1) son cercanos,
√ √
así como (a, 2) y (b, 2). Sin embargo, en sus imágenes bajo y
están alejadas.
1 2
p p p p
1 (a, 1) está cerca de 2 (b, 2) así como 1 (b, 1) es cercana a 2 (a, 2).
Denición 3.9. Los puntos en S , en los cuales es posible cambiar de hoja al dar
una vuelta alrededor de ellos, se llaman puntos de ramicación de una función
algebraica.
0
√
Figura 3.5. Esquema de la supercie de Riemann de z.
C × {1}
(a,1)
0
(b,1)
C × {2}
(a,2)
0
(b,2)
a
C
0
√
Figura 3.6. Hojas correspondientes a la función z y la proyección π : S → Ĉ.
√
Al dominio resultante del pegado para la función z lo llamamos supercie
de Riemann.
78
√
Figura 3.7. Supercie de Riemann de z . Fuente: imagen tomada de(Alekseev, 2004).
Nota 3.3. En las guras de las supercies de Riemann que utilizaremos a lo largo
del capítulo, el punto al innito corresponde al borde de las hojas.
√
Tenemos las funciones w : S → Ĉ y z : Ĉ 9 Ĉ, ambas están relacionadas por
la proyección π : S → Ĉ, π(z, i) 7→ z . De manera que el siguiente diagrama conmuta
y las funciones π y w(z) están dadas explícitamente por continuación analítica, como
veremos en las siguientes secciones.
w
S Ĉ
π √
z
Ĉ
Figura 3.8. Diagrama de funciones y una supercie de Riemann como dominio de la nueva
función continua.
√
Ejemplo 3.5. Si ahora consideramos la función z 2 : Ĉ → Ĉ. Buscaremos, al igual
√
que en z , sus ramas univaluadas continuas. Se considera el plano z cuyos valores
√ √
de las ramas de la función están dados por 1 z 2 = z y 2 z 2 = −z . Al tomar una
√
curva que rodea a 0, var(z 2 ) varía 4π mientras var( z 2 ) varía 2π , es decir que el
valor de la función no cambia.
√
Por esto, z = 0 no es un punto de ramicación de la función z 2 y las imágenes
de las curvas que pasan por este punto no están denidas de manera única.
79
B D
0 A E 0 C
F
Plano z Plano w
Figura 3.9. En el lado izquierdo tenemos a la curva BA que pasa por O. Al lado derecho,
las imágenes de esta curva.
0
(a)Esquema
√ de la supercie de Rie- √
mann de z 2 . (b) Supercie de Riemann de z2.
Denición 3.10. Los puntos en los que se pierde la unicidad de las imágenes de
las curvas continuas, pero no son puntos de ramicación, se llaman puntos de
no unicidad. Al conjunto de puntos de ramicación y puntos de no unicidad le
llamaremos puntos especiales de la supercie de Riemann.
Al construir supercies de Riemann, no se hacen cortes desde un punto de no
unicidad, pero las curvas continuas deben evitar tocar estos puntos.
√
Con la idea de cómo construir la supercie de Riemann para la función z.
Podremos generalizar a cualquier función algebraica, para ello, usaremos las ideas
principales y notación de (Porter, 1983).
80
Denición 3.11. Una supercie de Riemann concreta es un par (S, π) donde
S es una supercie y π : S → Ĉ es una función continua con la propiedad de que
para todo punto s0 ∈ S donde π(s0 ) 6= ∞ existe un entero n 6 1, una vecindad
V0 ⊂ S de s0 y un homeomorsmo h : V0 → h(V0 ) ⊂ Ĉ con h(s0 ) = 0 tal que
para todo s ∈ V0 . Para los puntos s0 tales que π(s0 ) = ∞, se necesita que
π(s) = h(s)−n
para todo s0 ∈ V0 .
índice de ramicación del punto s0 . Cuando n 6 2,
Al número n se le llama
se dice que s0 es un punto de ramicación de π . La proyección es n-a-1 en todos
los puntos, excepto en estos puntos.
Nota 3.4. Ahora, es conveniente mencionar a los espacios cubrientes, esta condición
será importante para el estudio del grupo de monodromía.
81
√
Figura 3.11. Supercie de Riemann asociada a z como espacio cubriente de C∗.
Por esta razón, los caminos en Ĉ pueden ser levantados a las supercies de
Riemann, propiedad que estudiaremos en el Capítulo 4.
Ejemplo 3.6. El ejemplo más simple es (Ĉ, id), donde Ĉ es la esfera de Riemann e
id es la función identidad.
Consideremos a h(s) = s − s0 para cada punto nito s0 ∈ C ⊂ Ĉ cuya vecindad
V0 no contenga al innito, de esta forma, h(s0 ) = 0, entonces
Ejemplo 3.7 (Ejemplo 3.4 revisitado). Hemos construido una supercie de Rie-
√
mann para la función multivaluada z a través uniones disjuntas e identicaciones,
pero falta vericar que, en efecto, es una supercie de Riemann concreta.
Consideremos un punto z ∈ C∗ , es decir, puntos distintos de 0 e ∞. Entonces
obtenemos un homeomorsmo de la forma
82
es decir que tenemos índice de ramicación 1, conrmando así que no son puntos de
ramicación.
Ejemplo 3.8. (S, π) donde S son n copias del plano C pegadas vía ϕk 1 6 k 6 n,
que asignan la parte inferior de R− de la k−ésima copia, con la superior de la copia
k + 1, módulo n.
Este es un espacio cubriente de n hojas, pues se construye de manera análoga
√
a la supercie de z . Sus puntos de ramicación son z = 0, z = ∞ y el índice de
ramicación de cada uno es n. π es la proyección, donde hay un homeomorsmo
p
w : S → Ĉ es la función w(z, i) = k n (z, k), donde i = k .
√
Figura 3.12. Supercie de Riemann de 6
z . Fuente:imagen tomada de(Alekseev, 2004).
83
3.3. Continuación analítica
En las secciones anteriores se mencionó que las funciones solubles por radicales
eran algebraicas y que éstas son parte de un conjunto más general de funciones, lla-
madas analíticas. Nos interesa hablar de estas funciones porque podemos extender
su dominio por continuación analítica y obtener de esta manera un procedimiento
más general para construir supercies de Riemann y asegurar así su existencia para
las funciones algebraicas y a su vez, estudiar la monodromía de las mismas. Consi-
deremos un punto a ∈ C tal que la función algebraica F (a, w) = 0 tiene n soluciones
distintasw = z1 , z1 , . . . , zn . Entonces F 0 (a, zi ) 6= 0, por el Teorema de la Función
Implícita (ver (Bartle, 1967)), si se toma un punto x 6= a en una vecindad Ua de a,
la ecuación F (z, w) = 0 también tiene n soluciones. Estas n soluciones denen fun-
ciones (univaluadas) fa,1 (z), fa,2 (z), . . . , fa,n (z) con dominio Ua . donde las funciones
fa,i (z) se expanden en series de Taylor4 convergentes en a, entonces podemos tomar
un disco Ua en la intersección de los discos de convergencia de estas series.
Llamamos elemento de función analítica a cada par ordenado (fa,i , Ua ),
donde fa,i es analítica en el disco Ua descrito anteriormente. Y llamaremos función
global analítica de (f0 , D0 ) a la función f , que es la colección de elementos tales
que existe una cadena
84
Figura 3.13. Continuación analítica por caminos.
Pero, ¾es la continuación analítica única? En este punto armaremos que dos
caminos C 1 y C 2 , ambos uniendo a los puntos a y b, pueden ser deformados uno en
el otro siempre que al concatenarlos no rodeen a un punto sinuglar de una función.
A esta posibilidad de deformar caminos se le llama propiedad de monodromía,
que será fundamental en el siguiente capítulo.
que asocia cada valor wi (z) con su argumento z . Sin embargo, falta unir a los puntos
de ramicación para obtener una supercie de Riemann compacta con la topología
inducida por los discos de los elementos analíticos.
85
Ejemplo 3.10 (Construcción equivalente para el ejemplo 3.4). Estudiaremos la
√
función w(z) = z tomando la curva e2πit con t ∈ [0, 1] (el círculo unitario en el
plano C). Al completar una vuelta al círculo a partir de z = −1 en una copia de C,
análogo al ejemplo ??, el camino que se obtiene (imagen) es un semicírculo en la
√
parte derecha del plano al utilizar la función 1 z , denida previamente.
Haciendo continuación analítica, partiendo del mismo punto pero en la segunda
copia de C, como se estableció en el ejemplo 3.4, se da una vuelta en la segunda
√
copia, generando, a través de la función 2z el semiplano derecho de C. La supercie
nal es el barrido de los círculos de todos los radios r > 0, hasta innito, que se
muestra en todas las guras como el borde de las hojas.
86
g(z), con los mismos cortes, basta con seguir el procedimiento descrito a continua-
ción:
a) Poner en correspondencia cada par de ramas fi (z) y gi (z), una hoja con la cual
rama hi,j (z) = fi (z)gj (z) está denida.
b) Si al girar una vez alrededor del punto z0 se mueve de una rama fi1 (z) a una
nueva rama fi2 (z) y de la rama gj1 (z) a gj2 (z), entonces para la función h(z),
con el mismo giro se moverá de la rama hi1,j1 a la rama hi2,j2 .
c) Identicar las hojas en las que las ramas hi,j coinciden y reducirlas a una sola
hoja.
a) Considerar las ramas hi (z) = [fi (z)]n , en vez de las ramas fi (z) en el esquema
de f (z)
d) Si las ramas dentro de los paquetes están enumeradas de manera que fi,j (z) =
fi,0 (z)kn , entonces al moverse de un grupo de hojas a otro, las hojas del paquete
correspondiente que las contiene no están mezcladas, sino que permutan cíclica-
mente.
87
Todos estos procedimientos se cumplen cuando la función compuesta h(z), tiene
los mismos cortes que las funciones de las que depende, a continuación, veremos cómo
construir supercies de Riemann para funciones compuestas.
√√
Ejemplo 3.11. Consideramos la función h(z) = z + z se tiene que ambas
funciones f (z) = g(z) y el único punto de ramicación es z = 0. Si comenzamos en
la rama h0,0 , al dar una vuelta alrededor de este punto, cambiará de f0 a f1 y de g0
a g1 , pasando a la hoja h1,1 . Análogamente, si se comienza en h0,1 , se pasará a h1,0 ,
siendo su esquema:
h1,1
h1,0
h0,1
h0,0
0
√ √
Figura 3.16. Esquema de la supercie de Riemann de z+ z con el método formal.
Puede notarse que dos hojas son idénticamente 0, entonces coinciden en el cambio
de argumento y pasos de una hoja a otra, por lo que el esquema correcto de la
supercie de Riemann para esta función se ve así:
h1,0 = h0,1 ≡ 0
h1,1
h0,0
0
√ √
Figura 3.17. Esquema correcto de la supercie de Riemann de z+ z.
88
√ √ p
Ejemplo 3.12. Al considerar la función h(z) = ( z + z)/ 3 z(z − 1), regresare-
√ √
mos a f (z) = z + z , función de la cual conocemos que tiene 3 ramas univaluadas
continuas, f0 (z) ≡ 0, f1 (z), f2 (z) = −f1 (z), con punto de ramicación z = 0 y la fun-
p
ción g(z) = 3 z(z − 1), que tiene 3 ramas univaluadas, con puntos de ramicación
z = 0 y z = 1. Las ramas son g0 (z), g0 (z)3 , g0 (z)23 , entonces
De donde puede observarse que tres hojas coinciden y son idénticamente 0. Se nece-
sitan 3 vueltas alrededor del punto z = 1 para regresar a la rama inicial y el punto
z = 0 por ser punto de ramicación de f (z) y g(z), permutará ambos índices en
hi,j (z) cambiando cíclicamente i ∈ {1, 2} y el índice j ∈ {0, 1, 2}. Dejando las hojas
i = 0 jas, ya que h0,j ≡ 0.
h2,2
h2,1
h2,0
h1,2
h1,1
h1,0
h0,0 = h0,1 = h0,2
0 1
(a) Esquema de la supercie
√
de
Riemann
√ p
de la función ( z + (b) Supercie
√ √ p
de Riemann de la fun-
z)/ z(z − 1).
3
ción ( z + z)/ 3 z(z − 1).
multiplicidad dos, entonces asigna las hojas por parejas, z = 0 asigna las hojas
cíclicamente, al igual que z = 1.
89
0 1 −i
(a)Esquema
p de la supercie de Rie- (b) Supercie de Riemann de
mann de 4 (z + i)2 /(z(z − 1)3 ). (z + i)2 /(z(z − 1)3 ).
p
4
90
4. GRUPO DE MONODROMÍA Y TEOREMA DE
ABEL-RUFFINI
F (s, t) = ft (s)
es una función que deforma continuamente a los caminos f0 (t) y f1 (t), a través de la
familia de camino ft : I → X con punto inicial ft (0) = x0 y punto nal ft (1) = x1 .
Decimos que dos caminos f0 , f1 : I → X que están conectados de esta forma,
91
son homotópicos y escribimos f0 ' f1 .
Si pensamos en t como una variable que parametriza el tiempo, tenemos un
camino f0 : I → X que varía continuamente desde t = 0 hasta el tiempo t = 1,
al camino f1 : I → X . Por eso, decimos que una homotopía es una deformación
continua de caminos.
En la siguiente gura mostramos dos caminos con extremos jos que no son
equivalentes homotópicamente, pues existe una singularidad entre ellos y al deformar
continuamente siempre pasa por ese punto.
x1
x0
Figura 4.2. Caminos que no son homotópicos, pues no se puede deformar uno en el otro
sin tocar el punto.
[f ] [g] = [f ∗ g]
1 Ver (Hatcher, 2002).
92
donde el producto ∗ al lado derecho es la concatenación de caminos y está bien
denido en clases de equivalencia siempre que f (1) = g(0).
Dados f , g , h caminos en un espacio X , las principales propiedades de este
producto son:
[a ] [f ] = [f ] = [f ] [b ] ,
si f : I → X es un camino de a a b.
[f ] f −1 = [a ] y f −1 [f ] = [b ] .
93
Ejemplo 4.1 (El grupo fundamental del círculo). Consideremos el círculo S 1 ⊂ C
y el punto base 1 ∈ S 1 . Resulta que π1 (S 1 , 1) ∼
= Z y está generado por el lazo
γ : I → S 1 , t 7→ e2πit . Para probar esto, consideramos un espacio de recubrimiento
de S 1 dado por p : R → S 1 (t 7→ (cos(2πt), sen(2πt)).
Para visualizar este espacio de recubrimiento, consideramos un encaje de R a
R3 , donde se formará una hélice que asigna las coordenadas de la siguiente forma
t 7→ (cos 2πt, sen2πt, t) y p es la proyección al plano C desde R3 , (x, y, z) 7→ x + iy .
n
Sea n ∈ Z, observemos que [γ] = [γn ], donde γn : I → S 1 , es el lazo dado por
t 7→ e2πitn para n ∈ Z. Más aún, podemos considerar los caminos γ˜n : I → R.
Dado un lazo α : I → S 1 basado en 1, veremos en la Sección 4.2 que existe un
único levantamiento α̃ : I → R, que comienza en α̃(0) = 0. Observemos que el punto
nal α̃(1) de este camino es un punto en Z = p−1 (1). De esta manera podemos
considerar
ψ : π1 (S 1 , 1) → Z dado por [α] 7→ α̃(1).
94
A x0 x0 D
C∗
Figura 4.5. Lazo alrededor de 0 como generador del grupo fundamental del plano perfo-
rado.
95
generador corresponde a un lazo γi : I → C \ {z1 , z2 , . . . , zm } basado en x0 que ro-
dea a la singularidad zi (Hatcher, 2002).A continuación describimos cómo podemos
levantar estos lazos y cómo permutan las ramas de una función algebraica.
γ̃ p
Z X
γ
Entre los resultados más importantes sobre levantamientos, tenemos los siguien-
tes teoremas que aseguran la unicidad de levantamiento de caminos y más aún, de
homotopías, las pruebas pueden ser revisadas en (Hatcher, 2002) y (Munkres, 2000).
96
comienza en x0 tiene un levantamiento único a un camino γ̃ en Y que comienza en
y0 .
2. Si α ∼ β , entonces ϕα ∼ ϕβ .
Así, si [α] ∈ π1 (X, x), [ϕα] es un elemento bien denido de π1 (Y, ϕ(x)). Y denimos
donde
ϕ∗ ([α]) = [ϕα] .
Demostración. Sean [α̃], [β̃] ∈ π1 (Y ) tales que [p ◦ α̃] = [p ◦ β̃] ∈ π1 (X). Entonces los
lazos α̃, β̃ son levantamientos de los lazos [α] = [p ◦ α̃] y β = [p ◦ β̃]. Como [α] = [β],
es decir que α y β son equivalentes homotópicos, entonces α̃ y β̃ también lo son.
97
4.2.2. Monodromía de un espacio cubriente de n-hojas
Consideremos entonces a la aplicación cubriente π : Y → X , donde Y es un
espacio cubriente de n hojas, un punto x0 ∈ X y su bra que consta de n elementos,
F := {a ∈ Y | a = π −1 (x0 )}. Tomamos el grupo fundamental de X y denimos una
acción3 de π(X, x0 ) en la bra F de x0 .
Sea γ : I → X un lazo basado en x0 , tomaremos a ∈ F . El Teorema 4.2.1 nos
asegura que f se levanta a un único camino γ˜a : I → Y que inicia en γ˜a (0) = a. Como
Y es un recubrimiento de n hojas y π(γ˜a (1)) = γ(1), la preimagen π −1 (γ(1)) ∈ F
aunque no necesariamente coincide con a. Esto signica que cada lazo en X induce
una permutación de los elementos de F y habrá una cantidad nita de las mismas,
pues la cantidad de hojas del espacio de recubrimiento es nita. Al homomorsmo
ϕπ : π1 (X, x0 ) → Aut(F ) que corresponde a esta acción, lo llamamos monodromía
del espacio de recubrimiento y la imagen de este homomorsmo es el grupo
de monodromía de π. Nótese que F es un conjunto de n elementos, por lo que su
grupo de monodromía es un subgrupo de Sn = Aut(F ).
98
Teniendo una función algebraica f n-valuada, consideraremos un punto base
x0 en el plano Ĉ \ {puntos singulares de f }. Tenemos una función con n elementos
analíticos (fj , Dj ), j = 1, . . . , n y cuyos valores en ese punto son fj (x0 ), es decir, la
bra.
Sea γ un lazo en Ĉ \ {puntos singulares de f } un lazo dado por x(t) tal que
x(0) = x(1) = x0 y jamos un valor fj (x) = fj . Denotamos por Fx0 = {f1 , . . . , fn } a
la bra sobre x0 . Y denimos el punto nal de la imagen de la curva por continuidad
a lo largo de γ , de manera que fj = f (x(1)). Notemos que al iniciar en distintos
valores, como vimos en el capítulo 2, terminamos en distintos valores de la función.
Así, estamos deniendo entonces una acción del lazo γ ∈ π1 (X, x0 ) en la bra Fx0 .
Tabla 4.1. Correspondencia entre valores de una función y hojas de una supercie de
Riemann.
99
Denición 4.4. Al grupo libre generado por las permutaciones que corresponden
al levantamiento de los lazos alrededor de todos los puntos de ramicación, le lla-
maremos grupo de permutación del esquema al subgrupo generado por las
elementos g1 , g2 , . . . , gk .
4 h1,1
3 h1,0
2 h0,1
1 h0,0
0 1
√ √
Figura 4.7. Esquema de la supercie de Riemann de la función z+ z − 1.
Alrededor de z = 0
!
1 2 3 4
= (13)(24).
3 4 1 2
Y alrededor de z = 1, tenemos:
!
1 2 3 4
= (12)(34).
2 1 4 3
100
Su grupo de monodromía es el generado por las permutaciones anteriores, es decir
h(13)(24), (12)(34)i.
√
Ejemplo 4.6. De la misma manera, observamos el esquema de la función 3 z 2 − 1+
p
1/z
6 h2,1
5 h2,0
4 h1,1
3 h1,0
2 h0,1
1 h0,0
0 1
Alrededor de z = ±1
!
1 2 3 4 5 6
= (135)(246).
3 4 5 6 1 2
Alrededor del punto z = 0
!
1 2 3 4 5 6
= (12)(34)(56).
2 1 4 3 6 5
El grupo de monodromía asociado a este esquema es h(135)(246), (12)(34)(56)i.
√
Ejemplo 4.7. Consideremos el esquema de la función
3
z 2 − 1.
−1 1
√
Figura 4.8. Esquema de la supercie de Riemann de la función 3
z 2 − 1.
101
√
Ejemplo 4.9.
p
En el esquema de la función 1/z , analizado en el ejem-
3
z2 − 1 +
plo 4.6, alrededor de los puntos z = ±1 jamos el segundo índice 0 o 1 y permuta
cíclicamente los primeros índices 0,1,2. Alrededor de z = 0, se ja el primer índice 0,
√
1/z) ∼
p
1 o 2 y permutamos el segundo índice 0 y 1. Por lo tanto Mon( z 2 − 1 +
3
=
Z2 × Z3 .
Proposición 4.2.
1. Sea h(z) = f (z)g(z), donde puede ser cualquier operación aritmética,
+, −, ·, /. Con Mon(f ) = F y Mon(g) = G, entonces el grupo de monodromía
de Mon(h) < F × G, construida por el método formal.
2. Si H1 es el grupo de monodromía del esquema obtenido por el método formal
y H2 el grupo del esquema real, existe un homomorsmo sobreyectivo de H1
en H2 .
Demostración.
Tomando las ramas hi,j (z) de h(z) con subíndices i, j correspondientes a las
ramas de f (z) y g(z) respectivamente, al rodear el punto z0 , las ramas i y
j permutan de forma independiente, es decir, el índice i es permutado por
g1 ; y j , por g2 , siendo una permutación de h(z) el par (g1 , g2 ) ∈ F × G. Al
corresponder estas permutaciones a todos los puntos de ramicación de h(z),
estamos generando un subgrupo de F × G.
2. Al construir un esquema por el método formal, resulta que algunas ramas coin-
ciden. Sea zi un punto de ramicación de h(z), al dar una vuelta alrededor
del mismo, nos movemos de un paquete de hojas a otro (en el método for-
mal). Entonces obtenemos una permutación arbitraria gi ∈ H1 de los paquetes
102
de hojas, conservando los que coinciden. Entonces el producto de dos permu-
taciones g1 g2 , que conservan los paquetes, también los conservará. Todas las
permutaciones de H1 conservan la cantidad de hojas.
Sea ϕ : H1 → H2 , gi 7→ g˜i , dado que gi conserva los paquetes repetidos y g˜i conserva
únicamente un paquete que representa a los repetidos en el esquema real, entonces
se seguirán conservando en el producto, es decir:
103
Sabemos que H ⊆ F × G, el cual es soluble, ya que F y G lo son. Y como
existe un homomorsmo sobreyectivo ϕ : H1 → H2 , H2 , el grupo de monodromía
del esquema real, es soluble, donde es cualquiera de las operaciones +, −, ·, /.
n
Por otro lado, si F es soluble y h(z) = [f (z)] , entonces se hace corresponder
hi (z) = [fi (z)]n . Obteniendo entonces un homomorsmo sobreyectivo ϕF → H , por
lo que H es soluble.
p
En el caso h(z) = n f (z), considerando el homomorsmo φ : H → F tal
que φ(gi ) = g˜i , cumplirá que φ(gi gj ) = g˜i g˜j , que es un homomorsmo sobreyectivo
que hace corresponder cada hoja de F con un paquete en H . Entonces el cociente
H/ker(φ) ∼ = F por el teorema 1.3.4. Como ker(φ) es conmutativo y F es soluble,
entonces H es soluble.
Por lo tanto si una función es representable por radicales, tiene grupo de mo-
nodromía soluble.
Nos interesa probar que la fórmula general para las raíces de una ecuación de
grado 5 o mayor no es soluble por radicales, entonces consideraremos la siguiente
función y veremos paso a paso lo que sucede con sus raíces.
104
Notamos que la variación del argumento de γ alrededor de cada wi , depende de que
wi esté o no en D.
(
2π, si wi ∈ D
ϕ(γ) =
0, si wi ∈
/D
Por lo que ϕ(γ 0 ) = 2πm donde m es la cantidad de raíces de Pz0 (w) = 0 con su
multiplicidad, dentro de D , es decir, γ 0 tiene índice m alrededor de τ = 0, como se
muestra en la siguiente gura.
w τ
γ
r
w0
γ0
ρ
Figura 4.9. Comportamiento de los lazos γ y γ 0 alrededor de un punto dentro del disco
D y τ = 0 respectivamente.
105
Sabemos que existe D0 con centro en z0 tal que para cada z00 ∈ D0 existe al menos
una imagen en cada Di en el plano w .
Cuando γ ⊂ D0 , todas sus imágenes están en los Di , pero no existe ninguna
función continua que permita pasar de un Dj a otro disco Dk , ya que son disjuntos,
por lo tanto, todas las imágenes pertenecen a algún único Dj . Si γ comienza en
z00 , sus puntos nales son las imágenes de z00 bajo w(z). Como γ 0 ⊆ Di y el disco
contiene una única imagen de z00 , entonces γ 0 tiene sólo un punto nal que coincide
con el inicial cuando γ ⊂ D0 . En particular, esto sucede con todos los círculos con
centro en z0 y radio ρ > 0, lo que implica que z0 no es punto de ramicación.
Ahora sabemos que para los valores distintos a z = ±38 y z = ±16, la ecua-
ción 4.1 tiene raíces w1 , w2 , w3 , w4 donde una tiene multiplicidad 2, digamos w1 .
Tomando z00 cerca de z0 tenemos entonces que cerca de w1 hay dos imágenes de z00
bajo w(z), mientras para las otras, tenemos una sola imagen. Entonces un lazo γ
de radio pequeño con centro z0 y basado en z00 , tiene imagen bajo w(z) cerrada en
w2 ,w3 , w4 , mientras en w1 puede tomar punto nal distinto. Por lo que z00 puede
unir dos hojas.
Consideremos un camino que γ : I → Ĉ \ {±38, ±16} que une a a, b ∈ Ĉ \
{±38, ±16} y γ 0 su imagen bajo z(w) = 3w5 − 25w3 + 60w, como z(w) es continua,
la imagen γ 0 es continua. Notemos que z(w) y w(z) representan la relación 3w 5 −
25w3 + 60w − z = 0, entonces γ es la imagen misma de γ 0 bajo w(z) y no pasa
por los puntos singulares. Por esto, z = ±38 y z = ±16 son los únicos puntos de
ramicación y procedemos a construir el esquema de la supercie de Riemann.
Las formas posibles de obtener un esquema de 5 hojas con 4 puntos de rami-
cación donde cada uno une dos hojas son:
5 5 5
4 4 4
3 3 3
2 2 2
1 1 1
(a) Esquema 1 (b) Esquema 2 (c) Esquema 3
(23) = (12)(13)(12),
106
(34) = (13)(14)(13),
En el esquema 2,
(45) = (14)(15)(14),
a0 w5 + a1 w4 + a2 w3 + a3 w2 + a4 w + a5 = 0.
Donde la expresión w(z) para las raíces de ésta, es la misma que para la ecuación 4.1,
entonces su grupo de monodromía es un subgrupo de Sn , isomorfo a S5 , es decir,
es un grupo que no es soluble. Por lo tanto, las raíces de los polinomios de grado
mayor o igual a 5, no son solubles por radicales.
Por lo tanto, la expresión general de las soluciones de ecuaciones polinomiales
de grado mayor o igual a 5 no es soluble por radicales.
107
108
CONCLUSIONES
109
110
RECOMENDACIONES
1. Comparar la prueba topológica del teorema con la prueba clásica que se estudia
en un curso de Teoría de Galois para establecer el isomorsmo entre el grupo
de monodromía y el grupo de Galois de un polinomio.
3. Tomar estas notas como material de apoyo en español para estudiantes a nivel
de licenciatura para el estudio de supercies de Riemann y monodromía.
111
112
BIBLIOGRAFÍA
Bartle, R. G. (1967). The Elements of real Analysis. John Wiley & Sons, Inc., New
York.
Dummit, D. y Foote, R. (2004). Abstract Algebra. John Wiley & Sons, Inc, New
Jersey, third edition.
113
Gallian, J. (2013). Contemporary Abstract Algebra. Cenage Learning, Boston, eighth
edition.
114